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Confinamiento o martirio?

Por: Jeba

El Covid-19 ha dejado una gran huella dentro de nuestras vidas durante la pandemia, dejando cicatrices muy fijas no solo en nuestra salud física sino también en nuestra salud mental, el confinamiento ha limitado a muchas personas que ya carecían de problemas de salud mental donde el la mayoría de las personas ya no se sentían bien con ellos mismos dentro de sus hogares, las relaciones que tenían entre familiares se vieron afectadas de manera muy drástica y el trabajo al manejar las emociones fue circunstancias muy conflictivas para la mayoría de las personas que estuvimos en confinamiento. Las dificultades económicas fueron uno de los problemas claves para el sufrimiento de la mayoría de las personas en nuestra sociedad dejándonos ver muy claro que nuestra sociedad carece de recursos económicos y que no estábamos preparados para una crisis económica.

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Dentro de los síntomas más presentes en las personas durante y post pandemia, se encuentran la ansiedad, depresión y estrés, dentro de estos tres síntomas que presento en mi caso la pandemia para mi fue muy tranquila en relación a mi estado de ansiedad me mantuve tranquila y me distraje con otras cosas, evitaba ver las noticias porque sabía que eso me iba afectar mucho mis emociones y poder tener una estabilidad emocional para mi familia. Como segundo punto yo de mi parte no tuve depresión como mencione antes trataba de entretenerme en los posibles en otras cosas para no estar concentrada en los casos de COVID-19. Uno de los factores que si influyo mucho en mí y hasta el día de hoy influye mucho y creo que me ha afectado bastante es el estrés, durante la pandemia, yo como madre que soy y como sabemos el rol de la madre se triplico, y para mí ha sido muy estresante ser la ama de casa, ser la estudiante de universidad, tareas escolares de mi hija y esposa, tratar de sobrellevar todas estas cosas juntas fue una tortura para mi durante la época de confinamiento.

Dentro de mi hogar yo vivo con los padres de mi esposo, en plena pandemia la mamá de mi esposo sufrió de unos fuertes episodios de ansiedad por el hecho de estar encerrada en la casa y no poder salir a ningún lado, afectando indirectamente a toda la familia. Tuvimos que pedir ayuda psicológica y psiquiátrica llegando al punto de medicarse porque su salud mental se vio afectada de manera muy significativa. Otro factor que se presentó durante la pandemia fue la ansiedad de mi esposo que al igual que mi suegra estaba comenzando a desesperarse y el hecho de estar encerrado en la casa, pero no llegó a mayores como fue con la mama de mi esposo. Una etapa que nos afectó a toda la familia fue cuando nos contagiamos toda la familia con COVID, fue un tiempo muy estresante primero porque la enfermedad afecta mucho a tu estabilidad emocional y mi condición física era muy mala aun así enferma tenía que continuar con las tareas del hogar, tareas escolares de mi hija y la

universidad, además que el post COVID-19 ha sido un proceso muy largo de recuperación

Mi hija una niña de 5 años sufrió mucho al tener que dejar su escuelita a donde ella le encantaba ir y donde podía jugar con demás niños y niñas fue la más afectada, creo yo, aparte de luchar con las tareas escolares que eran demasiado para una niña de esa edad, el encierro no poder salir y aguantarse el estrés de los adultos, siempre me tuvo con muchas preguntas que yo como su mamá no sabía que responderle entre ¿Por qué no podemos salir mami?, ¿Qué es el coronavirus?, ¿Cuándo podremos salir?, ¿Por qué tenemos que usar la mascarilla?, ¿Por qué no puedo ir a la escuelita? y ¿Cuándo se acabará el coronavirus?, entre las pocas que puedo escribir. A pesar de todo ella tuvo obligadamente que acostumbrarse a esta nueva realidad y seguir con lo poco que existe para su desarrollo emocional.

Después del confinamiento el mismo síntoma que sigue afectando mi salud emocional es el estrés, aunque mi suegra y mi esposo están bien emocionalmente, tuve una etapa de ansiedad post confinamiento por el motivo que mi mamá y mi hermano se contagiaron de esta enfermedad, hasta el punto de llegar a la hospitalización fueron dos semanas, donde en realidad había momentos que me encontraba en otro mundo y continuar con mi vida era algo muy agotador para mí como persona. Hoy en día son cuatro meses que sucedió esto y puedo decir que he aprendido a sobrellevar mi estabilidad emocional porque siento que si no puedo controlar me va afectar de manera muy significativa a mi salud mental, aunque en la actualidad mi salud no está del todo bien después del contagio del COVID-19, sigo teniendo estragos de esta enfermedad.