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Qué me hizo la pandemia?

Por: Gabriela Nieves

La situación de pandemia en la que nos encontramos generó numerosos cambios en nuestras vidas, cambiamos o dejamos salir nuestro yo verdadero, no importa, cosas mejoraron y otras empeoraron, no pudimos valorar nuestra libertad hasta que nos vimos obligados o dejarla ir, la familia se fortaleció o se desmorono, no todos lo vivimos de la misma manera, sin embargo, aquí estamos aferrándonos al deseo de sobrevivir y puede que sea en vano.

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Marzo de 2020, como mencioné antes, cambió por completo mi vida, de las personas a mi alrededor y las del mundo entero. Personalmente la experiencia de sobrevivir durante esta pandemia no ha sido del toda buena, como en toda mi vida han existido momentos buenos y malos. No era perfecta, pero a raíz de esta crisis se destrozó aún más y aún sigo queriendo sobrevivir, ser más, cambiar y hacer el bien. Siempre debatí en si yo era la culpable de todo y estaba loca o era el lugar y las personas con las que me encontraba, de hecho, sigo intentando encontrar esa respuesta.

No puedo ni debo culpar a la pandemia de mis crisis mentales, sin embargo, comenzaba a estar bien, realmente no sé qué pasa en mi cabeza, apenas tuve una sesión con el psicólogo. Mi familia como muchas por no decir todas, tiene sus respectivos estereotipos de género disfrazados de sobreprotección, lo cual hasta cierto punto es razonable, el mundo nunca ha sido ni justo ni pacifico, menos si eres mujer, parece que cada vez se reinventan más para encontrar formas de menospreciar, manipular y usarnos, lo sé porque como muchas otras soy una sobreviviente.

Crecía limitada a salir a estudiar y hacer mandados, salir con amigos estaba prohibido, mi papá jamás decía te lo prohíbo, solo decía “haz lo que te da la gana tomando en cuenta que si lo haces ya no tengo porque hacerme cargo de ti ya que serias una adulta” eso me decía desde niña hasta ahora y ya tengo 21. Además, no le gustaba que usara ropa corta y un tanto demostrativa, tampoco maquillaje, el psicólogo dijo que mi padre es un manipulador, nunca lo vi así.

Por estas razones los primeros meses estar en casa y no poder salir no me afectaron tanto ya que era costumbre que en vacaciones ese sea mi único lugar, así que aprendí a disfrutar el no salir y encontrar actividades en casa. Se volvió problemático después de los tres meses ya que tuve que hacerme totalmente cargo de mi hermana menor, tiene dos y requería demasiado de mi tiempo, se volvió sumamente difícil ocuparme de ella y estudiar a la vez, además de convivir todo el día con mis hermanos y mi padre.

Al comenzar el 2020 con 20 años me había prometido dejar de ser un ermitaño y empezar a vivir la vida, obviamente no pasó. Debido a la situación del Covid-19 primero mi papá dejó de trabajar por la cuarentena obligatoria y a mi mami la despidieron de su trabajo, como resultado cero ingresos, además a pesar de haber estado asegurada por 5 años y trabajar para esa familia por 8 años le hicieron firmar la renuncia y le dieron 120$, no nos alcanzaba eso ni siquiera para sobrevivir un mes ya que somos una familia de 8; 5 hijos en las edades en ese momento entre 21-14 y una bebe de año y medio, además con un préstamo bancario que debíamos seguir pagando, sin embargo los primeros dos meses no nos faltó mucho ya que mi mami tiene un puesto en el mercado de Narancay y este en ese momento se mantuvo muy activo, pero luego pasó algo que no esperábamos, muchas personas decidieron abrirse sus propios puestos en las veredas de sus casas, ya no era necesario salir a los mercados las ventas bajaron y otra vez comenzó a faltar el dinero, es más hasta ahora las ventas no funcionan solo existen pérdidas. Mi papá empezó a trabajar, el problema es que no posee un trabajo estable. Con la comida recibimos ayuda de familiares y de la guardería de mi hermanita.

En cuanto a la educación, todo se volvió un caos, el internet no funcionaba para cinco estudiantes, no había dispositivos para todos, la única laptop que teníamos se murió, razón por la cual después de tantas lágrimas, peleas y drama yo me fui a vivir en Azogues con mi compañera, así logré terminar el sexto ciclo.

De la misma manera mis hermanos tuvieron que aprender a turnarse la computadora y tener paciencia con el internet, hasta ahora hemos podido mantenernos estudiando, aunque ha sido muy difícil. Mi hermana, la tercera hija encontró un trabajo, la paga no es tan buena, pero ha logrado ayudarnos a comprar celulares para recibir las clases y los trabajos en la computadora, la cual compraron después de un largo tiempo.

Después de un año, mi mami consiguió trabajo, y va al mercado para tener un poquito más de ingresos ya que en este no se gana casi nada. Mi papá tiene trabajo pocas veces. Mi hermana después de varios intentos comenzará a estudiar así que debe dejar su trabajo. Yo entre a trabajar como empleada doméstica y una petición era que me quede a vivir con ellos, me encargo de la casa y cuido a un niño de la edad de mi hermana, a ella la cuide desde los dos meses y siento que es como mi hija, estar cuidando un niño de su edad siempre me recuerda que quisiera estar con ella. La paga es considerablemente buena, aunque no se acerca al básico. Estos últimos meses se me han complicado ya que debo cuidar un niño, ahora también cocinar, limpiar la casa y por último estudiar, siento que no doy más y que cada parte de mi cuerpo duele, constantemente estoy cansada y con sueño, pero mi familia necesita y por eso me obligó a trabajar porque lo necesitamos.

Para terminar, este último año fue mucho más complicado que los otros, amo a mi familia, pero resulta ser que prefiero verlos unas cuantas horas al día porque constantemente estamos en desacuerdo y eso genera muchos problemas y drama. Ahora estoy lejos de ellos y solo quisiera estar ahí, la familia puede ser el círculo más tóxico que existe. Personalmente tuve muchas luchas mentales

y físicas, pero aquí sigo intentando sobrevivir por mí y mi familia con la esperanza de que mañana todo sea un poquito mejor, la incertidumbre del mañana y el miedo a no verlo nos mantiene vivos, al menos a mí, se que a pesar de todo disfruto mi vida y mi familia, ahora empiezo a valorar la vida y quiero disfrutarla.