126C "Tres instancias de Armando Solís. Retrospectiva"

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RETROSPECTIVA

INSTANCIAS

TRES

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ARMANDO SOLÍS del

19 DE NOVIEMBRE de 2015 10 DE ENERO de 2016

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Créditos

SECRETARIO DE CULTURA DE LA PRESIDENCIA

Dr. Ramón Rivas

COORDINADOR GENERAL

Dr. Ramón Rivas COORDINACIÓN

Augusto Crespín Oscar Girón Liuba Morán MUSEOGRAFÍA

Mayra Barraza Carlos Díaz FOTOGRAFÍA

Cristina López DISEÑO

Jenny González

759.728 4 R332 Referentes identitarios desde la plástica salvadoreña / coodinador general y museografía Ramón Rivas. -- 1ª ed. -- San Salvador, El sv Salv. : Secretaría de Cultura de la Presidencia, 2015. 88 p. : principalmente il. ; 22 cm. -- (Colección Nacional de Artes Visuales) ISBN 978-99961-0-545-6 1. Pintura-El Salvador -- Catálogos. 2. Pintores salvadoreños. 3. Arte salvadoreño-Colecciones. I. Rivas, Ramón Douglas, coordinador general y museógrafo. II. Título. BINA/jmh Impreso en los talleres de la DPI: 17 av. Sur, n. 430, San Salvador, El Salvador, C.A. Tels.: (503) 2222-9152, 2271-1806, 2222-0665; Fax: (503) 2271-1071 http:/ /cultura.gob.sv/dpi/ facebook.com/dpi.elsalvador/ I Twitter: @DPI_ElSalvador


Hace cinco años publiqué un artículo en el periódico Co Latino sobre Armando Solís, el cual realicé en el marco de una de sus muestras pictóricas efectuadas en el Museo Universitario de Antropología de la Universidad Tecnológica de El Salvador (UTEC), donde conversamos sobre sus etapas y vivencias en la plástica. Armando Solís es considerado un maestro del arte, con una trayectoria consumada, ya que no solo domina el oficio de los colores sino también la escultura, el grabado y ha escrito importantes biografías de connotados artistas salvadoreños, entre ellos: José Mejía Vides, Valentín Estrada, Camilo Minero, el escultor español Benjamín Saúl y otros. Estamos ante un maestro polifacético, versátil y ameno en la conversación. En aquella ocasión hablamos sobre las facetas que marcaron su trayectoria artística y que hoy, en la Sala Nacional de Exposiciones Salarrué, nos vuelve a mostrar a través de su espectacular estilo pictórico: la abstracción. El maestro Solís dice que el primer sortilegio con la pintura fue el expresionismo social, que lo consideró como una etapa fuerte en su vida: “Yo no podía compartir ese dolor con nadie. Era un tiempo de dolor, de muchos problemas, era como un autorretrato al verme atrapado en ese laberinto que duró cerca de 25 años”. Durante la entrevista hecha en ese entonces, el maestro dijo que en esa etapa de su vida hubo dos aspectos que incidieron en su carácter como artista. El primero, las raíces de donde provenía, que eran raíces muy pobres, ya que vivía en un mesón en San Salvador —frente a la iglesia El Calvario—. “Esa etapa de pobreza se me pegó bastante y hasta cierto punto era una especie de círculo del que era casi hasta imposible salir”, dijo. Pasada dos décadas y media de su vida, Armando logra cerrar el primer círculo… aquel que guarda en el baúl de los recuerdos con una paleta de colores del expresionismo social y con un caldo de dolor, producto de la escasez económica. El segundo aspecto que marcó a Armando es lo que denominó “neoimpresionismo”, tomado del estilo impresionista francés, que consiste en una pintura de interioridad, que incluye el oscuro fuerte con tonalidades pastel.

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CUATRO DÉCADAS DENTRO DE LA PLÁSTICA SALVADOREÑA


En este periodo, el maestro Solís nos relata: “Sucede algo muy importante en mi vida que me trasforma de una vez por todas. En ese primer momento de esa faceta, participo en una exposición —en 1987— de escultura en la que vendí toda la obra. Y con todo ese dinero que gané me fui para Europa. Estando en Francia, se inauguró en el museo D’Orsay una formidable exposición que la disfruté dos veces y me sirvió de inspiración para seguir proyectando mi creatividad. En esta segunda parte, mi pintura se va a caracterizar por una obra llena de vida, de color, impresionista, colores pasteles; es otro mundo y quizá se vuelve a la situación aquella que a uno la misma vida le da, eso que se llama dualidad. Y es que ahora reflexiono y digo: así como la vida me dio duro en el primer periodo, en medio de aquella miseria y desolación, desconsuelo, sufrimiento y que se yo qué más… me fue bien en el segundo. Soy consciente que todo este proceso me ha ayudado a madurar. Ese proceso de convivir, observar y crear me ha ayudado a ver la vida y mi arte de otra manera, a ver la vida diferente. Y es que hoy, ya mi ser y crear es más participativo; ya hay una interacción entre el observador y el pintor”. Hoy tenemos el gusto de apreciar la tercera faceta del maestro Solís, nombrada como “Abstracción lírica”, donde nos regala una armonía de colores con trazos abstractos que describen la naturaleza en su esplendor. En esta retrospectiva que mostramos en la Sala Nacional de Exposiciones Salarrué, el maestro Solís no regala un trozo más de su amor por El Salvador, nos entrega su magnificencia espiritual tamizada de paz y armonía interior, y nos obsequia más de cuatro décadas dedicadas de manera consecutiva al arte plástico. La obra del maestro Armando Solís es recurrente y él mismo lo corrobora cuando afirma: “Sí, en mi obra hay un tema recurrente y es precisamente la pintura femenina. Mi obra es un himno a la mujer y simboliza algo, evoco mucho a la mujer pero no a la

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mujer por ser mujer. Yo evoco, yo simbolizo la eternidad de la mujer. Es que hay algo religioso en la mujer y en mi obra y no solo en eso de involucrar la técnica, la filosofía y el arte. Hay más… Al plasmar a la mujer en mi obra hay mucho de lo religioso que, sin lugar a duda, viene desde mi primera etapa, de mi hogar, de mis convivencias, del respeto y admiración que tengo por los demás y que también es un sentimiento, una actitud que se aprende”. La posición del maestro, como artista, ante la actual sociedad salvadoreña es clara y la refiere así: “La familia, los amigos, las personas, la sociedad son los que me han dado la pasión que tengo. Son ellos los que me califican como un artista que tiene mucha institucionalidad, pues así como me considero como un buen escultor, pintor y escritor. Considero también que con mi hacer contribuyo en la cultura de este país”. Sin duda alguna, esa contribución ayuda a que el arte salvadoreño pueda formar parte del desarrollo cultural que se impulsa por medio del Gobierno. Es riqueza artística que permite mostrar al mundo lo mejor de nuestra plástica. Toca a nosotros apreciarla, difundirla y hacerla propia. Hoy compartimos con ustedes este catálogo, donde encontrarán 40 obras que marcan lo versátil, la imaginación, la creatividad y la trayectoria artística de uno de los referentes identitarios de la plástica salvadoreña, llamado Armando Solís.

Dr. Ramón Rivas Secretario de Cultura de la Presidencia

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ARMANDO SOLÍS 8


Nació en San Salvador el 27 de mayo de 1940. Cursó estudios de Arte en el Departamento de Artes Plásticas de la Dirección General de Bellas Artes de El Salvador (dibujo y pintura) y en la Escuela Nacional de Artes Gráficos (mural y grabado). En 1977 fue becado por la OEA realizando un curso de Litografía en la Universidad “Rodrigo Facio”, en el Departamento de Arte (CREACGRAF), en San José, Costa Rica. Ha participado en numerosas exposiciones colectivas, tanto nacionales como internacionales (Bienales y Certámenes). Hasta la fecha ha presentado 35 exposiciones individuales, ha sido merecer de premios y menciones honoríficas a nivel nacional. Durante 20 años, viajó por varios países de América Latina, así como Estados Unidos de América, Europa y Medio Oriente. Su obra pictórica se halla en colecciones privadas y museos de Centroamérica, América del Sur, Estados Unidos, Alemania, España, Italia, Suecia, Japón y Rusia. En el año 2000 la Alcaldía de San Salvador le otorga el título de “Figura notable del siglo XX”, siempre en el 2000 la Universidad Nacional le rinde homenaje por sus 40 años de hacer cultural en el Alma Mater y es director Ad honorem de la Pinacoteca Roque Dalton de la cual es fundador. La Asamblea Legislativa en el 2003 le otorga el título de “Pintor Distinguido de El Salvador”. En el año 2010 la Alianza Francesa de El Salvador le rinde un homenaje por su larga trayectoria artística. En el 2011 es nombrado Director Meritísimo del Museo de “Artes Visuales” de la Universidad Don Bosco. En el 2011, el hotel Crowne Plaza de El Salvador le rinde un homenaje al maestro pintor en el Bicentenario del Primer Grito de Independencia (1811-2011) por su labor artística y cultural de su país. En el 2012 en el Centro Español le rinde homenaje con la presea “Jesús Santiago Balseiro” como Gran Maestro Pintor. 9

ARMANDO SOLÍS


Esta retrospectiva de Armando Solís abarca cerca de medio siglo de pintura; parte del año 1968 y culmina en el 2015. Se ha puesto el acento en tres períodos creativos del artista. El primer período inicia en Casa del Arte (1965-1973), instancia a la que pertenece junto a José Mejía Vides (1903-1993), Camilo Minero (1917-2005) y Mario Escobar (19151982). Casa del Arte fue un proyecto contestatario en donde exponía aquellos artistas que no lo hacían en la Galería de Julia Díaz, ya sea porque no eran personalmente del agrado de la artista que la dirigía o bien por razones ideológicas.

SOLÍS TRÁNSITO DE FUEGO

Mario Castrillo

En el libro “Biografía común y corriente” (Editorial Abril Uno, El Salvador, 1984) Solís nos dice: “Cuando había entrado a formar parte del grupo Casa del Arte, sacrifiqué todo por el arte, participando en todas las exposiciones colectivas a las cuales me invitaban, incluyendo las extranjeras. Mis pinturas con las figuras fragmentadas como seres prisioneros de otros mundos, prisioneros de mis ojos, compartían lo más profundo de mis angustias”… En este período, la pintura de Solís se desarrolla dentro de la Neofiguración. El término de Neofiguración fue acuñado por el curador Michel Pagon en París (1962) y comprende una serie de pinturas que rechazan el arte abstracto como forma de expresión, retornando a la figuración no clasicista, con caracteres expresionistas. En El Salvador podemos mencionar dentro de esta corriente, además de Armando Solís, a Antonio García Ponce (19382009) y Antonio Bonilla (1954), entre otros. Armando Solís nació frente a la iglesia El Calvario, el 27 de mayo de 1940, hijo de Julia Morán de Solís, de oficio costurera y médium, conocida en el mundo de los espiritistas como Juli, y de Noé Solís Avilés, de oficio zapatero. Desde niño se dedica al estudio del arte, motivado por su maestra Carmen Pacheco, maestra de primaria de la cual guarda especial recuerdo y quien le pagó durante un año

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un curso por correspondencia de la Academia Interamericana de Cuba. En 1961 estudia en la Escuela de Bellas Artes, siendo profesores de ese plantel Pedro Acosta García (1930) quien impartía dibujo y pintura; Miguel Ángel Orellana (1929-2010) impartía las mismas materias que Pedro Acosta; Víctor Manuel Rodríguez Preza (1937), daba las clases de paisaje; Valentín Estrada (1903-1986), escultura; César Sermeño (1928), cerámica; Mario Araujo Rajo (1919-1970), pintura infantil; continúa sus estudios en la Escuela Nacional de Artes Gráficas que dirigía el maestro José Mejía Vides, teniendo como profesor a Luis Ángel Salinas (1928-2000). En ésa escuela conoce a Julio Hernández Alemán (1940) con quien cultiva una amistad que se ha mantenido hasta ahora. En 1954 trabaja en un estudio fotográfico situado en la 6ª calle Oriente, dedicándose a pintar fotografías a mano, ganando 16 colones al mes. En 1960 recibe clases del maestro chileno Luis Vergara Ahumada (1917-1987). Ya dedicado a la pintura, obtiene una beca de la OEA para estudiar litografía en la Universidad Rodrigo Facio, de Costa Rica; posteriormente cursa estudios en La Esmeralda, México. Desde sus inicios supo impregnar a sus pinturas un fuerte estilo personal que se caracteriza por los colores violentos y contratantes, casi planos, la aglomeración de sus figuras, el empleo de los primeros planos en enfoques empleados por la cinematografía en un ambiente agresivo y asfixiante. Sus personajes tienden a agruparse en los extremos de los cuadros, casi en los bordes, muchas veces vislumbramos de ellos solamente el fragmento de un rostro, tal observamos en la pintura “Una novia y lo demás” (1974) y en “Ella y el óleo” (1976). En otras ocasiones, el rostro abarca la totalidad del espacio como en la pintura “Rostros del mañana” (1978) y “Cabeza olmeca” (1982) mostrando en ambas pinturas su gran capacidad de abstracción, sintetizando lo medular de la expresión. Una característica de sus personajes es que siempre, al menos alguno de ellos, nos está observando directamente a los ojos. Esta acción visual es evidente en las pinturas de sus diferentes etapas: “Rostros del mañana”

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de 1978; “Familia de pescadores” de 1996, por ejemplo. En esta época, cuando pinta paisaje, presenta elementos reconocibles de la realidad cotidiana pero con una naturaleza alterada por el color, como podemos observar en las pinturas “Guazapa” (1972) y “Los Amantes del parque Cuscatlán”, realizada un año después. Afecto a los viajes, que según afirma le han abierto los ojos no solo del rostro sino también del espíritu, plasma elementos del paisaje urbano sígnico: monumentos identitarios de las ciudades que visita como en “Los turistas en New York” (1972), “Los turistas en México” (1979) y “Personajes en Costa Rica”, realizada un año después. Sus influencias podemos buscarlas en lo prehispánico y en los juguetes populares para las clases más desposeídas: las chintas de palo, con los colores planos y violentos que da la anilina. En esa época van surgiendo de sus pinceles una serie de pequeños monstruos desbordantes, irónicos, belicosos y agresivos. Dentro de ese estilo aborda la realidad que le circunda, en esa época de represión desmedida y de golpes de estados surgidos de la noche a la mañana en contra de las fuerzas democráticas y progresistas. Al segundo período aquí comprendido ha sido denominado por Armando Solís como “Nuevo impresionismo”, término del cual difiero. El “Nuevo impresionismo o Neoimpresionismo”, como quiera llamársele, surge como término por el crítico de arte Félix Fenéon, allá por 1887, para referirse a las pinturas de Geroges Seurat (1859-1891) y Paul Signac (18621935) fundamentalmente. Estos artistas se caracterizaban por la descomposición del color, del movimiento o del espacio. Se caracterizan además por la aplicación de pequeñas pinceladas o puntos puros de color buscando que el ojo cree la mezcla óptica. Pero este estilo se encuentra alejado de la pintura de Armando Solís. Ya lo afirmé en 1993, en el comentario “El otro, el mismo, Armando Solís”, publicado en Suplemento Cultural 3000, en 1996, en donde afirmo que esta serie dilatada de pinturas “no son exactamente neoimpresionistas”.

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Considero que este período de Armando Solís se acerca más al Postimpresionismo. El Postimpresionismo fue una corriente pictórica denominada así por Roger Fry en 1911. Se caracteriza por el empleo de colores vivos, pincelada compacta y temas de la vida real, impregnando emoción y expresión a su pintura, destacándose los pintores Paul Gauguin (1848-1903), Paul Cezanne (1839-1906) y Vicente van Gogh(1853-1890). Esta corriente pictórica se destaca por la personalidad creadora, por plasmar el mundo interpretando la realidad de acuerdo al genio creador del artista. El 3 de julio de 1993 escribí en el suplemento 3000, del diario Co Latino, un artículo – arriba mencionado- sobre Armando Solís: “El otro, el mismo, Armando Solís”, en el cual hago referencia a la etapa creadora que nos ocupa y afirmo “Solís experimenta, a mi juicio, una transformación en su temática y en su paleta de pintor, por eso afirma que es otro y el mismo a la vez”…. Y más adelante “Sus personajes ganan los primeros planos, pero no son aquellos por lo que se caracteriza, aquellos seres entre monstruos y hombres, seres reales y fantásticos. Estos seres tienden a desaparecer en la presente serie de pinturas”. Esta etapa de Armando Solís se centra en la figura humana, fundamentalmente la figura femenina, una figura con cierta estilización; sin embargo, más sobria y naturalista. Se dedica asimismo al paisaje. Los colores alterados de la naturaleza, como en la pintura “San Marcos”, van despareciendo paulatinamente y tornando a la naturalidad. Aplicados, eso sí, por una pincelada suelta y vigorosamente expresiva, llena de energía. Una característica que poseen muchas de las pinturas de esta etapa se manifiesta en ciertas pinceladas que alejan la pintura del naturalismo y clasicismo, me refiero a las pinceladas que observamos en el cielo de la pintura “Mancha roja”, elaborada el año de 1995, acentuada en las pinceladas con que representa el cielo y el agua de la pintura “Embarcadero”, de 2011. Pincelada que ya prefigura la etapa que vendrá después. Este tipo de pincela se acentuará en su tercera etapa, que denomina abstracción lírica. En esta segunda etapa adquiere importancia el dibujo tanto como la labor pictórica. Son escenas de la vida cotidiana del pueblo que se desarrollan dentro de un ambiente rural 13


y de la vida ligada al agua: lagunas y mares. Escenas sobrias, sosegadas, alejadas de la angustia existencial de la primera etapa. La tercera etapa que Solís denomina “abstracción lírica” se inicia, según afirma Armando, hace cinco años. Lo relata así: “sentados con Marcela y mi esposa estábamos a la orilla de Lago de Suchitlán, sentí que el lago se llevó mi alma para dialogar en sinfonías de colores y formas abstractas para interpretar diferente la naturaleza, provocando un nuevo cambio en mi pintura, transformando mi concepto estético”… Esta experiencia sensorial podemos apreciarla en la pintura “El vuelo de las gaviotas” y más acentuada aún en “Gaviotas y Suchitlán”. El abstraccionismo es sumamente complejo, posee diversidad de manifestaciones, las más conocidas son la abstracción geométrica y la abstracción lírica. La abstracción geométrica es una manifestación intelectual. Posee como base las ciencias exactas de las matemáticas y la geometría. Es una pintura racional, en cierta forma fría. En ella, la forma y el color se equilibran buscando la unidad del conjunto. Ya sea en el dibujo, la pintura, la arquitectura, la tipografía o la elaboración de enseres de uso doméstico que emplean formas geométricas puras, el color es plano y fuerte. Se desarrollaron en esta corriente el cubismo abstracto, el orfismo, el rayonismo, el suprematismo, el neoplasticismo, el constructivismo y algunas manifestaciones del informalismo. La abstracción lírica es espontánea, visceral, sensitiva. Se constituye a través de formas libres, irregulares, que surgen de la necesidad interior del artista para expresarse sin “la atadura” que impone la forma naturalista apegada a la Academia. Destaca lo intuitivo y lo irracional. Fue Vassyly Kandinsky (1866-1944) quien da inicio a esta corriente artística que no ha cesado de manifestarse hasta ahora. La abstracción geométrica y la abstracción lírica tienen en común el eliminar la representación naturalista para expresarse sin ella. En su lugar emplean líneas, formas, colores. De acuerdo a Kandisnky, ambas se relacionan estrechamente con la música en

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cuanto al ritmo, la armonía, el timbre, lo melódico. Los sonidos se vinculan estrechamente con el color afirma el pintor y teórico moscovita. La música es una de las artes abstractas por excelencia. Estos preceptos los expone ampliamente Kandisnky en sus libros “Lo espiritual en el arte” (1911) y en “Punto y línea sobre el plano” (1926). En esta exposición retrospectiva apreciamos el tránsito de la creación pictórica de Armando Solís, que va de la neofiguración a la abstracción, del empleo de la figura a la desaparición de la misma, como podemos apreciar en las pinturas “Autorretrato”, pintado en 1973, y “Cristales en el Mar” y “Vida en blanco y negro”, realizadas el años 2015. “Atardecer en el mar”, pintada en el año 2007, parece ser la etapa intermedia de este tránsito de fuego. Toda retrospectiva está basada en el transcurso del Tiempo. En mostrar un aquí y ahora diferente al de muchos años atrás. Si consideramos estas afirmaciones como premisas verdaderas podemos afirmar que la realidad está cambiando constantemente. Entre los filósofos, Aristóteles (384-322 antes de nuestra era) concibe que el tiempo está vinculado al movimiento y que la vida del ser humano y su quehacer en este mundo está ligado al devenir constante y a un desplazamiento real en el espacio. San Agustín (354-430) en cambio, considera que el presente no es, sino que pasa, deja de ser constantemente y sólo podemos relacionarlo con el futuro, que todavía no es. Para Bergson (1859-1941) la esencia del tiempo es el fluir, y el fluir es vida, cambio, transformación incesante. Gracias al concepto del Tiempo como un devenir incesante, que implica cambio y transformación, que implica un pasado y un presente –que está continuamente dejando de ser, como afirma San Agustín- es que podemos ahora presentar esta retrospectiva que nos permite otear las transformaciones en la pintura y en la vida interior de Armando Solís. Armando Solís es un artista polifacético. Cultiva el dibujo, el grabado, la escultura, la pintura, la escritura, dedicándose asimismo a la didáctica. Ataco, Ahuachapán, Agosto de 2015. 15


NUESTRA RAZA Técnica: ÓLEO Medida: 75X56 cm Año: 1968 16


GUAZAPA Técnica: ÓLEO Medida: 97X72 cm Año: 1972 17


PARQUE CUSCATLÁN Técnica: ÓLEO Medida: 102 X 80 cm Año: 1973 18


CAMINANTES Técnica: ÓLEO Medida: 71X58 cm Año: 1973

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AUTORETRATO Técnica: ÓLEO Medida: 46X61 cm Año: 1973

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EL CURA Y LA REVOLUCIÓN Técnica: ÓLEO Medida: 120X66 cm Año: 1973

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UNA NOVIA Y LO DEMÁS Técnica: ÓLEO Medida: 56X71 cm Año: 1974

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ENSUEÑO Técnica: ÓLEO Medida: 62X79 cm Año: 1974

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LOS PERROS Técnica: ÓLEO Medida: 60X90 cm Año: 1974

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ROSTRO DEL MAÑANA Técnica: ÓLEO Medida: 50X30 cm Año:1978

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LOS TURISTAS EN NEW YORK Técnica: ÓLEO Medida: 61X47 cm Año: 1979

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LOS TURISTAS EN MÉXICO Técnica: ÓLEO Medida: 61X47 cm Año: 1979

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PERSONAJES EN COSTA RICA Técnica: ÓLEO Medida: 61X47 cm Año: 1980

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CABEZA OLMECA Técnica: ÓLEO Medida: 55X47 cm Año: 1982

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EL Y YO Técnica: ÓLEO Medida: 40X32 cm Año: 1982

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ELLA Y EL Técnica: ÓLEO Medida: 72X47 cm Año: 1976

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SER MITOLÓGICO Técnica: ÓLEO Medida: 52X41 cm Año: 1989

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MADONA Técnica: ÓLEO Medida: 40X50 cm Año: 1989

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NUESTRA CULTURA SOMETIDA Técnica: ÓLEO Medida: 50X40 cm Año: 1990

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CONVERSACIÓN FUTURA Técnica: ÓLEO Medida: 68.5 x 94.5 cm Año: 1970

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FAMILIA Técnica: ÓLEO Medida: 71X60 cm Año: 1989

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FAMILIA DE PESCADOR Técnica: ÓLEO Medida: 54X75 cm Año: 1996

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ANTIGUA GUATEMALA Técnica: ÓLEO Medida: 50X60 cm Año: 2007

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LA MANCHA ROJA Técnica: ÓLEO Medida: 54X55 cm Año: 1995

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EL DÍA Y LA NOCHE Técnica: ÓLEO Medida: 40X50 cm Año: 1989

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JUEGOS OLIMPICOS Técnica: ÓLEO Medida: 98x68 cm Año: 1994

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UNA VERDADERA MADRE Técnica: ÓLEO Medida: 57X46 cm Año: 1994 42


PESCADOR Técnica: ÓLEO Medida: 40X50 cm Año: 1989 43


MUJER EN EL MAR Técnica: ÓLEO Medida: 96X123 cm Año: 2009 44


LAS TRES GRACIAS VII Técnica: ÓLEO Medida: 100X100 cm Año: 2015 45


EMBARCADERO Técnica: ÓLEO Medida: 80X60 cm Año: 2014 46


ATARDECER EN EL MAR Técnica: ÓLEO Medida: 96X123 cm Año: 2007 47


EL VUELO DE LA GAVIOTA Técnica: ÓLEO Medida: 172X86 cm Año: 2010 48


SUCHITLÁN 14 Técnica: ÓLEO Medida: 100X50 cm Año: 2014 49


EL VUELO DE LAS GAVIOTAS Técnica: ÓLEO Medida: 102X76 cm Año: 2014 50


ATARDECER Técnica: ÓLEO Medida: 70X70 cm Año: 2015

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SAN MARCOS Técnica: ÓLEO Medida: 100X80 cm Año: 2015 52


VIDA BLANCO Y NEGRO Técnica: ÓLEO Medida: 190X140 cm Año: 2015 53


CRISTALES EN EL MAR Técnica: ÓLEO Medida: 50X120 cm Año: 2015 54


Los primeros dibujos que comenzaron a realizar una labor desmitificadora en los últimos

años de la pintura nuestra, fueron los dibujos de Armando. El Establece la conciencia nacional, causa estupor, aglomera fantasmas piramidalmente, denuncia la superpoblación con racimos de seres extraños que nos parecen, en alguna edad presente, pasado o futura, Armando Solís presenta el nacimiento de los monstruos.

Rafael Mendoza (El Salvador 1968)

“Todo artista, para ser universal, tiene primero que ser local. La obra de Solís, al margen

de perseguir las expresiones plásticas más contemporáneas, ha llegado a su gente para así comprenderles y poder colaborar a elevarlos hacía una madurez enraizada en los auténticos valores autóctonos de su lugar geográfico por ello su obra es eminentemente expresionista cargada de tención creadora. Así comienza la universalidad de Solís”.

José Sánchez Carralero (España 1971)

Solís un pintor que ha seguido un camino figurativo, pero con una fuerte tendencia

expresionista con una particular sensibilidad para el color y con gran audacia e imaginación. Solís no solo hace crítica social, hace evidente, aunque siempre rodeado de una atmósfera de un lirismo a música Jazz.

Luis Méndez de la Vega (Guatemala 1971)

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COMENTARIOS


“La obra de Solís es un arte nuevo centroamericano, lleno de un aforismo fuerte y

cargado de un estilo muy personal”.

Berta Tarracena ( México 1973)

“Solís es un pintor colorista de tendencia surrealista–expresionista siendo evidente su

estilo enmarcado en sus rostros definiendo un arte muy propio”.

COMENTARIOS

Francisco Amighetti (Costa Rica 1979)

Resumiendo: la gráfica por su sensibilidad misma de ampliar reproducciones, parece estar

hecha, siempre en América Latina en divulgar un urgente llamado “social” que es la característica de la obra del maestro Armando Solís de El Salvador.

Damián Bayon

(Paris 1980) Artistas contemporáneo de América Latina

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Esta ediciรณn consta de 500 ejemplares. Se terminรณ de imprimir el 19 de noviembre de 2015.



ARMANDO SOLIS


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