Pausa 302

Page 1

@periodicopausa periodicopausa Periódico Pausa www.pausa.com.ar

Después de salir campeón en San Juan, Colón perdió el rumbo. Unión cerró un 2022 de flojo desempeño deportivo. De las dirigencias depende el repunte del fútbol santafesino.

Recordar el crimen hídrico de 2003 más allá de la efeméride debe ser un compromiso per manente. En esa clave, en el Museo Histórico Provincial se inauguró una muestra con ob jetos de la vida cotidiana resca tados de la inundación.

Para los barrios donde falta todo

Vecinas y vecinos de todo el país destinaron el 2022 a lu char por la renovación de la Ley de Barrios Populares que prorrogará la suspensión de los desalojos, entre otros as pectos. El proyecto ya tiene media sanción de Diputados.

Que la cultura se quede sin un mango

Esa parece ser la estrategia del Senado de la Nación, que demora el tratamiento y san ción de un proyecto de ley que evitaría que en diciembre de este año caigan los subsidios para hacer películas y obras de teatro nacionales.

Gran Hermano: la casa más famosa y el peor equipo de los últimos 20 años

Literarias: escriben Analía Giordanino y Mariano Quirós

16
$150 AÑO 15 - Nº 302 JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 2022
EDICIÓN DE
PÁGINAS PRECIO:
,,
AD+Pelota: un año para el olvido PÁG. 10PÁGS. 12-13 PÁGS. 8-9 No solo cada 29 de abril en la plaza PÁG. 15 PÁG. 14PÁG. 11 Resistir desde el sur Pasó el 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias. Las reflexiones que dejó y los caminos que quedan por transitar. PÁGS. 2-3 a No se puede vivir con tanto veneno Política y comunicación en tiempos de ascenso de las derechas y proliferación de los discursos de odio. Durante dos días, el I Argentino de Periodismo y Opinión Pública convocó a reflexionar a especialistas del país y el extranjero. ¿Hacia dónde vamos? ¿Qué hacer y cómo organizar entre tanto ruido? Desde Midia Ninja a Martín Becerra, pasando por María Claudia Albornoz: un resumen de las intervenciones del encuentro PÁGS. 4-7

Sin las presas, Tehuel ni Guadalupe

No tiene más de 20 años y se sienta en un pedacito de tierra libre. Con la yema de los dedos acaricia el suelo, la textura de miles de partículas que brillan al sol. Hace calor. Mira a su alrededor: cuerpos y más cuerpos, compañeras, compañeres. Mochi las, pañuelos, camperas desparra madas por el piso. La Plaza Pringles, la principal de San Luis, es amplia como toda plaza de una ciudad de provincia. Pero en la Asamblea de Feministas del Abya Yala hay que ingeniárselas para buscar dónde sentarse. Se siente una brisa apenas y el aroma de los sahumos refresca el aire caliente. En breve comenzará la ceremonia.

En el centro de esta gran ronda hay plantas, flores, fotos de aquellas que marcaron el camino. Marielle Franco sonríe desde una postal. Una mujer mapuche toma el micrófo no y empieza a hablar. Llama a sus compañeras de los pueblos Huarpe, Ranquel, Comechingón, aquellos

STAFF

que habitaron estos territorios de montañas rocosas antes de que la conformación del Estado nación le pusiera el nombre de San Luis. Sue nan las panderetas y la textura del humo se hace más espesa.

Empiezan a rezar. Sí: a rezar. Levantan las manos e invocan pri mero al sol. Agradecen al astro de fuego que entibia las caras, los pu ños izquierdos en alto, las palmas abiertas al cielo. El viejo sol les mira desde algún punto de la galaxia. El mismo sol que vio la invasión euro pea y que también hoy es testigo de nuevas resistencias. La mujer que oficia de guía pide con voz serena que giren. Pero no de cualquier ma nera: pide que lo hagan de forma opuesta a las agujas del reloj, esa máquina de medir el tiempo que llegó con la colonia.

El grupo da una vuelta hacia el sur y saluda a la luna, a la fuerza que altera los mares y que desde tiempos ancestrales marca cuál es el mejor momento para plantar los alimen tos. Otra vuelta más y es el momento de recibir la fuerza del aire, los vien tos que llegan de la cordillera, que traen ecos de rebelión y se llevan el clamor de los dolores por las pérdi das que este sistema impone. Giran al este y agradecen al agua: la de los ríos y la que corre por sus cuerpos.

la práctica feminista puesta en acto: no se construye si no es con otras y otres. Tras dos años de pandemia y sus impactos en la salud mental, con la soberanía alimentaria lejos de servirse a los platos y los territorios cada vez más amenazados por un puñado de varones ricos, el sur del mundo ofrece esto: acuerpamiento, sanación y celebración colectiva.

circo mediático diciendo que somos terroristas, pero las mujeres estamos defendiendo nuestros recursos. Los políticos hablan de soberanía pero quienes en verdad defendemos la soberanía somos los mapuche, por que los gobiernos vendieron todo”.

Duelos colectivos

Norma sube al escenario, toma el micrófono y nos pregunta: ¿Dónde está Tehuel de la Torre? Su hijo es el joven trans desaparecido de San Vicente en 2021. El Estado, la Poli cía y los fiscales no responden. Pero la pregunta es a la vez una interpe lación: ¿dónde estamos como so ciedad cada vez que desaparecen o matan a unx o una de nosotras?

Yamila Cialone, mamá de Guada lupe Lucero, lo dice por vez mil: "Es una nena de seis años con un lunar grande en su patilla izquierda". Con una fuerza que arranca lágrimas pi den que no dejen de buscarla. Mues tra la foto de su niña y responsabiliza al Estado. Guadalupe desapareció el 14 de junio de 2021 cuando jugaba en la puerta de su casa en el barrio 544 Viviendas de San Luis.

DE

SECRETARIA DE REDACCIÓN Mariángeles Guerrero REDACCIÓN

Ileana Manucci, Gastón Chansard, Alan Valsangiácomo, Mari Hechim, Marcelo Przylucki, Milagros Argenti, Bautista Veaute, Agustina Lescano, Lucía Guadagno, Federico Coutaz, Analía Giordanino, Javier Gatti, María Belén Degrossi, Gabriela Carvalho y Sebastián “Rebo” Pérez

CONTACTOS

Tel: (0342) 154 344 277 pausadigital@gmail.com

Son miles de mujeres, tortas, tra vas, marronas y blancas, invitadxs a esta ceremonia ancestral. Son mi les hechas cuerpo-territorio. Todo aquello que invocan, el sol, la luna, los vientos y el agua es parte de una naturaleza cada vez más dilapidada por un proyecto económico que eli mina la espiritualidad para impo ner su credo, el de la acumulación del capital. Antes de sentarse para dar comienzo a la asamblea, en el segundo día del 35° Encuentro Plu rinacional de Mujeres, Trans, Tra vestis, Lesbianas, Bisexuales, Inter sexuales y No Binaries, cada una se abraza con la que tiene al lado. Más de cien mil personas se dieron cita en esa ciudad para debatir el presen te del movimiento feminista.

Adriana Guzmán es una de las miles de mujeres bolivianas que re sistieron al golpe de 2019. "¡Jallala Encuentro Plurinacional, con los pueblos y las disidencias!", saluda a lxs presentes. "Aquí nos llaman mi grantes pero migramos con nuestras ancestras, con nuestras memorias, con nuestras luchas, con nuestras comidas y nuestras formas de enten

huan Nahuel fueron apresadas sin que se notifique debidamente a su defensa y a su comunidad el por qué de la detención. Con esos hechos la Policía Federal no solo violó el de recho a la defensa sino también sus derechos humanos como indígenas y como mujeres. Dos de ellas fueron al calabozo con sus bebés de meses y una, embarazada de 40 semanas, tuvo que pelear para poder estar con su traductora al momento de parir, tal como lo establece la Ley de Parto Respetado.

El Estado tuvo dificultad para dar razones del encierro porque la razón es la complicidad con los grandes te rratenientes de la Patagonia, como el Grupo Benetton y Joe Lewis. Por eso la Asamblea coincidió en una proclama colectiva: “No son terro ristas, son defensoras”. Las tierras ancestralmente ocupadas están li gadas a la religiosidad indígena, a su acceso a la salud, a su buen vivir. La colonialidad niega esos discursos y persigue con balas y racismo a los pueblos originarios y ve, en las ricas tierras de este rincón del mundo, un espacio codiciado para el negocio. La disputa es geopolítica: desde el sur ofreceremos resistencia.

Alejandra Ironici es nombrada más de una vez en los altoparlan tes de la apertura del Encuentro y su nombre se vuelve pegatina en las paredes de la capital puntana. Cuando las miradas de quienes co nocimos y quisimos a Ale se cruzan, no hacen falta las palabras. Alejan dra, ese nombre elegido con amor por ella misma, es hoy una demanda de Justicia. De la misma manera que Tehuel es una pregunta que parece no tener respuesta.

Los artículos firmados no reflejan necesariamente la opinión del editor.

Pausa Nº 302, 27/10/2022

Propietario: Cooperativa de Trabajo Bajo el Fresno Limitada

Director responsable: Ezequiel Nieva Domicilio legal: Lavalle 3447, Santa Fe Registro de la Dirección Nacional de Autor en trámite

Impreso en DWP SRL, Ayolas 241 Bis, Rosario (Santa Fe)

La piba de 20 se pega al cuerpo de una compañera cuyo nombre desco noce y piensa en la importancia de acuerparse. El náhuatl, lengua de los pueblos originarios mexicanos, nos heredó la palabra apapachar, que significa “acariciar con el alma”. Esos apapachos, esa hermandad de la piel que dura un par de minutos, es lo que une y sana.

Al Encuentro se va a pensar estra tegias para vivir libres de violencias y para disputarle al Estado todo lo que nos debe. Muchas llegan por primera vez y hallan, en los talleres por ejemplo, las palabras para nom brar lo que viven cotidianamente. Es

der el mundo. Y este encuentro va a ser plurinacional cuando nos poda mos mirar y compartir esas comidas, olores y cosmovisiones", manifiesta.

Defensoras tras las rejas El 4 de octubre pasado siete mujeres mapuche fueron detenidas en un intento de desalojo a la comunidad Lafken Winkul Mapu, cerca de Villa Mascardi en Río Negro. Luciana Ja ramillo, Débora Vera, Andrea Despo Cañuqueo, Florencia Melo, Celeste Guenumil, Romina Rosas y la Machi (autoridad religiosa) Betiana Col

La mapuche Mirta Curuhuinca participa por primera vez de un En cuentro y celebra haber conocido lu chas de mujeres de otros territorios. “Me parecía importante venir desde Chubut y denunciar lo que está pa sando con nuestro Pueblo Nación Mapuche, principalmente con las siete presas”. Y agrega: “La perse cución política que sufrimos como pueblo es porque resguardamos los ríos y los cerros. Quieren pagar la deuda externa con los recursos de nuestras comunidades”.

La mujer vuelve a apuntar contra el Gobierno y los medios de comu nicación hegemónicos: “Hacen un

Esas violencias, esas ausencias, son las que duelen. Es lo que se in tenta sanar colectivamente ante la violencia que nos despoja diaria mente de afectos y de proyectos. Pero es en el cuerpo a cuerpo donde se planta una semilla para que las demandas se fortalezcan con orga nización política. Así lo demostra ron históricamente los encuentros. Dos mujeres de pecheras diferentes se abrazan: no se conocen pero llo ran juntas. Otra regala flores y con una sonrisa le dice a la piba de 20, ya sentada sobre su campera: “Mirá qué suerte, te tocó la flor roja”.

Tarea para los hogares

Adriana Guzmán resume: "Que el encuentro sea plurinacional es el resultado de la lucha que hemos he cho a través de los encuentros. No creemos en las fronteras y en los Es tados patriarcales. Esto es histórico pero también es una gran tarea: no puede haber un encuentro plurina cional con un Estado fascista, geno cida y usurpador. Ese es el camino que hay que construir".

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 20222 PAUSA |
ASUNTOS PÚBLICOS
Más de 100 mil personas viajaron al 35º Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias. Una crónica sobre el contraste entre esa marea y aquellxs que, por acción u omisión del Estado, no estuvieron.
Por Mariángeles Guerrero Ceremonia ancestral de mujeres indígenas en la Asamblea Feminista del Abya Yala.
Adriana Guzmán:
"Este encuentro va a ser plurinacional cuando nos podamos mirar y compartir esas comidas, olores y cosmovisiones".

La primera convocatoria a todes

Los encuentros transicionaron y cambiaron de nombre. Pero nosotres, ¿cambiamos nuestras prácticas?

El 35° Encuentro Plurinacional de mujeres, lesbianas, travestis, trans, no binaries, intersex y bisexuales celebrado en San Luis fue el primero en la historia del evento que incluyó a las identidades trans de forma es pecífica en la convocatoria.

La construcción horizontal del espacio se vio sacudida en 2019 por una ruptura que se vino gestando durante varios años, en torno a un eje específico; el sujeto político de los feminismos.

En esa discusión fueron varias las perspectivas que entraron en ten sión, pero que fundamentalmente abonaron a discutir la mirada de los feminismos centrada en un sector acotado: mujeres cis, blancas y hete rosexuales.

La propuesta fue ampliar esa mi rada a la multiplicidad de sujetas, sujetos y sujetes que sobreviven a las violencias machistas y que forman parte, desde hace varios años y de manera progresiva, de los Encuen tros. Como es el caso de las mujeres trans y las travestis que gracias a la lucha de Lohana Berkins y de aliadas transfeministas formamos asistimos hace 13 años.

Las distancias insalvables en el debate alcanzaron un nivel de pola rización que terminó en algo impen sado, pero que se venía previendo. El Encuentro finalmente se rompió.

Mientras que quienes apostaron por un reconocimiento pleno del vasto espectro de resistencias que habitan y nutren a los feminismos construyeron un encuentro que re conoce las bases racistas, coloniales, capitalistas, clasistas, capacitistas y hetero-cis-sexistas que alimentan al sistema de cosas que conocemos como patriarcado, otra parte decidió sostener la posición histórica de los Encuentro Nacionales de Mujeres, que insisten en mantener el nombre anterior y también las tradiciones.

Hay que decir que la ruptura tam bién germinó en un contexto en el cual se sucedieron episodios socia les que no podemos obviar como el auge de los espacios feministas trans-excluyentes, la organización partidaria de los sectores de ultra derecha, y el recrudecimiento de la criminalización y persecución de los pueblos originarios. Todo ello en un contexto político que marcó un re troceso real en materia de derechos humanos entre 2015 y 2019.

Y es que los feminismos no son un paréntesis social impenetrable, sino que se ven atravesados por los climas sociales. Y si la sociedad se derechiza… Ya saben.

Finalmente se vivió en San Luis ese Encuentro tan esperado duran te la pandemia, y que se propuso incluir a todas y a todes. Pero, del

dicho al hecho siempre hay una distancia. Por eso conversamos con activistas trans de Santa Fe para co nocer su experiencia en el marco del evento político transfeminista más grande de Latinoamérica.

Giovi Novello es un varón trans santafesino de 28 años. Estuvo en San Luis y asistió al taller de mascu linidades trans y no binarias. Sobre sus primeras percepciones en torno al encuentro dice que lo vivió “con el alivio y la alegría de saber que nues tras luchas y reclamos están logran do ocupar esos lugares que históri camente nos fueron negados”.

por las niñeces trans remarca que, a pesar de encontrar refugio en mu chos de los espacios que recorrió, no dejó de pensar que “la invisibi lización de los varones trans en la sociedad toda sigue siendo tan gran de que aún en los espacios de lucha transfeminista seguimos siendo el blanco de la mirada que juzga, el cuestionamiento constante, la pa labra anulada, la corporalidad que incomoda”.

El joven sostiene que “en los pro pios discursos que los feminismos traen marcados a flor de piel mu chas veces la costumbre hace que se olviden de nombrarnos, que las convocatorias sean siempre con pro nombres femeninos” lo que según señala, hace que para muchos com pañeros trans los espacios no sean accesibles, y no solo eso. No sean seguros.

representación social que supone y asume el cisfeminismo cuando se trata de pensar en las transmas culinidades no binarias y en los va rones trans. Mis vivencias en este encuentro se vieron impregnadas de situaciones de violencia genera das por el cisfeminismo”, sostiene Ortiz Fuentes.

Pero construye una mirada críti ca respecto de la construccion de la masculinidad entre las transmascu linidades, aduciendo que el hecho de que lo asumieran como un varón cis tiene una relación con la repre sentación estereotípica sobre este es pectro identitario que lo representa.

Respecto de la accesibilidad la ac tivista señala que sintió que “la lucha de ir siendo participe de estos espa cios todavía no terminó. No tenemos que bajar los brazos ni cansarnos. Si bien la provincia de San Luis mostró de boca para afuera ser inclusiva, en algunos talleres dejaban mucho que desear en cuanto a nosotres, ya que los espacios los querían habitar y co mandar heteros cis”.

La salida siempre es colectiva Aunque el saldo del encuentro tiene mucho más de voluntad de incluir que de una cohabitabilidad plena, está claro que, como en todos los as pectos de las luchas trans y travestis, la militancia pedagógica es el cami no inevitable.

Ortiz Fuentes considera que “re sulta posible pensar que a partir de la concientización, protagonismo y sobre todo a través del reconoci miento real, lo que implica un in terés indagatorio de conocimiento sobre los diferentes espectros transi dentitarios, tengamos la esperanza de una construcción plural”.

En tanto, Novello añade que “lo primero y principal es empezar a entender a las transmasculinidades desde el lugar que corresponde”.

Para el activista lo fundamental es “borrar este pensamiento acer ca de que cuando transicionamos automáticamente pasamos a ser varones cis y a contar con esos pri vilegios, no entendiendo estamos atravesados por las mismas violen cias y los mismos mandatos desde nuestra crianza como mujeres y desde nuestras corporalidades, que vienen también un poco a interpe lar a esa forma de ser varón que nos enseñaron y que existe”.

El músico remarca que “nombrar nos es entender que existimos, es reconocer la cantidad de años que lleva la comunidad trans acompa ñando las luchas de los feminismos aunque en muchas de las agendas de estos feminismos nosotres no entre mos” y desliza que de mano de este reconocimiento nominal “quizás se empieza a entender la importancia y la fuerza de nuestro colectivo a la hora de organizarnos para pedir por nuestros derechos”.

Pero Novello también apunta a una cuestión no menor. El activista

“Las ansiedades y los miedos naturalizados que acarreamos mu chos varones trans no nos permiten darnos la oportunidad de habitar estos espacios en donde, aun sin in tención, se siente cierto ‘misgender’ señala Novello, en referencia a la práctica de adjudicar pronombres arbitrariamente a las personas trans, invalidando su autopercepción.

Gora Ortiz Fuentes es un varón trans no binarie. Es español pero eli gió Santa Fe como su casa hace 10 años. Sobre cómo vivió el Encuentro usa una frase definitoria: “Se siente como cuando te invitan a una fiesta donde en realidad no te esperaban”.

Y coincide con Novello en un punto fundamental respecto de las transmasculinidades: “La proble mática en esta edición pienso que viene dada por la ausencia de la

En el marco de las jornadas pun tanas Gora identificó situaciones de violencia concreta hacia él, sos tenidas desde una lectura errada de su identidad. “Me miraban con odio, cuestionando mi presencia y pertenencia. Conclusiones que bien pueden parecer la interpretación subjetiva de un recorte de realidad, de no ser por las habilitaciones que surgieron tales como cuando oímos cómo me verbalizaban al pasar a mi vera frases tipo ‘fuera macho’ y ‘ma cho violento’”.

En el caso de las mujeres trans, Shazmin Ramos Moreira, referenta de la Red Diversa Positiva en la ciu dad, relata que vivió el encuentro en una mezcla de sensaciones.

“Lo viví de la misma manera que todo el mundo allí: una gran in tensidad, euforia, militancia. Me reencontré con amigas de todas las provincias que no veía hace mucho, más que compañeras hermanas de la vida que pensé que estaban muer tas o que no iba a volver a ver más” dice Ramos Moreira.

En el mismo sentido apunta que el quiebre pasa por “empezar a en tender nuestra masculinidad desde un lugar en el que también estamos oprimidos y que necesitamos eso como punto de partida”.

Shazmin coincide con Gora en que la salida es pedagógica. “La so lución sería exponer nosotres nues tra realidad, y después poder forta lecernos entre nosotres”.

Para la mujer también es funda mental apuntar a los espacios de decisión y a la democratización de espacios y decisiones. Remarca que hay que construir una visibilidad considerando que “a través de la votación es que podemos también lograr cosas. Yo creo que la votación también ayudaría mucho”.

El cambio histórico de nombre fue un paso, un gran paso, porque supuso una nueva identidad, pero que es apenas el punto de partida para construir concienzudamente un transfeminismo plurinacional que nos vea, nos reconozca y nos cuente.

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 2022 3| PAUSAASUNTOS PÚBLICOS
Giovi Novello: "Los miedos naturalizados que acarreamos muchos varones trans no nos permiten habitar estos espacios".
Justicia por Alejandra Ironici fue uno de los reclamos presentes en la marcha contra los transfemicidios que se realizó durante el primer día. Victoria Carballo

Humanizar, historizar y hacer agenda

Pausa, Periódicas, Tiempo Argentino, El Ciudadano y La Tinta: cinco medios cooperativos cuentan sus estrategias para enfrentar el avance de las derechas, del negacionismo y de los discursos de odio.

En el primer Argentino de Periodis mo y Opinión Pública, cinco medios autogestivos compartieron sus ex periencias con el público: Pausa y Periódicas, de la ciudad de Santa Fe; Tiempo Argentino, de Buenos Aires: El Ciudadano, de Rosario; y La Tinta, de Córdoba.

El objetivo fue reunir a periodis tas y trabajadores de medios para reflexionar sobre comunicación y política en tiempos de discursos de odio. Del panel llamado “El futuro ya llegó”, participaron Ileana Ma nucci (Pausa), Priscila Pereyra (Periódicas), Sebastián Rodríguez Mora (Tiempo Argentino), Carina Ortiz (El Ciudadano) y Fernando Bordón (La Tinta).

= Ileana Manucci: “Se supone que somos el cuarto poder, algo que me parece que ya quedó medio viejo hoy cuando tenemos redes sociales y un montón de otros espa cios y formatos que disputan la pa labra y la circulación de los discur sos, pero en ese contexto teníamos ganas de charlar sobre cómo cubri mos el avance de las derechas. A todos nos ha pasado de encontrar nos con perfiles en algunos medios, ciertos personajes, nos pasa mucho en Santa Fe con alguna diputada que siempre tiene declaraciones resonantes y siempre aparece esa pregunta: ¿lo cubrimos, le damos lugar, le damos voz?”.

= Carina Ortiz: “Desde una mi rada cooperativa y por la historia que tenemos en el diario, que está vinculada a la lucha y al reconoci miento de derechos, estamos muy arraigados a lo sindical, tenemos una historia de muchos cierres y de muchas batallas. El hecho de coope rativizarnos, si bien tiene un mon tón de circunstancias, te da más li bertades y posibilidades de fijar una agenda. Y eso te permite trabajar desde otra perspectiva. Me parece que ese es un primer gran elemento que tenemos los medios autogesti vos para trabajar sobre este tipo de temas: es primordial que podamos fijar una agenda. Los últimos suce sos han puesto en escena los discur sos del odio que para mucha gente están naturalizados. Es importante que podamos charlar como medios cooperativos dentro de nuestras re acciones o grupos de trabajo”.

= Sebastián Rodríguez Mora: “Yo pensaba: cuarto poder ¿para qué? Entra un poco en discusión en esta época el famoso cuarto poder y creo que ahí viene la experiencia que podemos ofrecer desde los me dios cooperativos, que podemos decir lo que se nos cante. ¿Dónde jugamos nosotros? Ante la violencia que se expresó en el atentado con tra Cristina, tenemos que entender qué pasó. A medida que se va inves

tigando, cada vez más se va enten diendo quiénes llevaron adelante el atentado y lo que vemos es que esos discursos estaban también ci mentados por una pedagogía y una cotidianidad con otro tipo de violen cias: violencia económica, violencia social, barrial, etc. De repente nos dimos cuenta de que teníamos que cubrir un montón de aristas distin tas para poder ofrecer otra cosa, que no sea el mero cablerío de noticias, porque ahí solamente miramos y narramos lo que se dijo”.

= Fernando Bordón: “A los me dios cooperativos también nos toca historizar un poco. Nos dimos cuen ta, con lo que pasó con Cristina, de que había un discurso dando vuelta y que hay salir a hacer una disputa de sentido. De las tareas que nos tocan a los medios cooperativos y alternativos, aquellos que no somos medios hegemónicos, es ir y dispu tarle lo simbólico a ellos, cómo nos construyen y cómo nos narran ellos también. Otra discusión es cómo mostramos esos discursos. ¿Hablar nos entre nosotros, los convencidos? Ahí hay que disputar, usando estra tegias, las redes, las tecnologías de la comunicación”.

= Priscila Pereyra: “Como Pe riódicas, además de ir contra ese discurso político clasista, también vamos contra el odio de género. Nuestra manera de ir contra los discursos de odio es el debate inter no: siempre vemos de quién viene y cómo viene. No dejamos que la agenda la marque Buenos Aires; la marcamos nosotras acá, en nuestro territorio, damos visibilidad a las

luchas y a las organizaciones que trabajan en diariamente para para poder combatir las desigualdades y los baches en cuestiones de dere chos. Como medios cooperativos podemos permitirnos una ronda de diálogo, no estar esperando que una persona nos baje línea, poder decirle también al compañero o a la compañera ‘che, esto me parece que no va’. Creo que lo rico que tiene tra bajar en una cooperativa es eso: nos permite repensar el tipo de comuni cación, buscar la comunicación de calidad, buscar también los ejes”.

= Ileana Manucci: “Si no empe

zamos a tejer redes entre nosotros, entre los medios cooperativos de distintos lugares del del país, con diferentes alcances también, a ve ces parece que es muy difícil, que somos como unas pequeñas islas yendo contra grandes monstruos. Es algo que estamos todo el tiempo pensando. Y también dónde queda mos los comunicadores y las comu nicadoras frente a los influencers, que hoy son los comunicadores estrellas. Qué es lo que ellos comu nican y a dónde nos ponemos no sotros también. En Pausa nos pasa más o menos lo mismo lo mismo que comentaron todos: no cablear todo tal como viene, sino intentar dar un contexto, una explicación, una historización sobre de dónde salen esos discursos, de dónde sa len estas ideas. Los discursos de odio son tan efectivos porque son muy simples: ‘planeros’, ‘feminazis’, la ‘ideología de género’, todas esas cosas que son muy impactantes y que la gente las toma. Pero cuando rascas un poquito, no hay nada: no hay una explicación, no hay nadie que pueda sostener porque eso se está diciendo y porque es así. Ahí es donde nosotros podemos aportar un poco ese sustento. Los discursos de odio construyen al otro como un enemigo y sobre todo como un no humano, es como ese monstruo que piensa distinto, cuando en realidad hay compañeros de trabajo, gente en nuestra familia que piensa de otra forma, gente que piensa que el atentado contra Cristina fue inven tado. Desde nuestros medios tam bién podemos reflexionar si lo que estamos haciendo nos lleva por el camino de poder abrir esa burbuja y hablar con otros, nos interesa eso”.

= Sebastián Rodríguez Mora: “¿Cómo hablamos con los otros?

Con la gente que está por fuera de lo que damos todos por sentado. Hay un montón de público con el que vos no estás de acuerdo. Para mí, ahí hay cosas para desarrollar”.

= Carina Ortiz: “Hay algo que se está haciendo para que esa persona que vos pensás que nunca te leería, te esté leyendo: algún tipo de tra bajo estás haciendo para acercarte. Nosotros en la cooperativa trabaja mos sobre determinados nichos que tienen que ver con la línea editorial, pero también hay veces que se gene ran notas con determinados dispa radores que atraen a un público que nosotros consideramos que no nos leería. En el caso nuestro, nos sirve

= Ileana Manucci: “El año pa sado, con las elecciones, hubo un discurso desde algunos sectores progresistas o el campo nacional y popular, diciendo ‘perdimos votos con el DNI no binario’, ‘están bolu deando con los derechos trans y no se están ocupando de la pobreza’. Después podemos hablar sobre si están ocupando de la pobreza. Pa rece que ocuparse de que el aborto sea legal, que haya cupo trans y una serie de derechos que por lo general casi todos tienen que ver con las mu jeres, las lesbianas y los trans, es ha blar de cosas que son piantavotos”.

= Sebastián Rodríguez Mora: “La situación de que tenemos 40% de pobreza y no lo va a levantar na die. Nadie está ofreciendo una alter nativa, por más onda que le quieras poner, no hay manera. Editorial mente, no hay no hay manera de hablar de otra cosa, pero creo que si solo nos dedicamos a intentar discu tir economía y política desde la mis ma perspectiva que tienen los me dios hegemónicos, que realmente juegan y presionan, vamos muertos. Tenemos que ofrecer una diferencia porque somos otra manera de hacer periodismo”.

mucho humanizar. Por ejemplo, en el caso del planero: ¿quién es, dónde vive, cómo es su historia? Contar la historia también te da un contexto y te humaniza”.

= Fernando Bordón: “Hay que escuchar lo que está pasando y también ver qué está funcionando en los medios hegemónicos. No de qué manera están hablando, sino qué cosas están diciendo, para para entender un poco la lógica, cómo se construyen esos discursos. Como una vista panorámica constante. No solo para llegar a les convencides, sino también a otros sectores”.

= Priscila Pereyra: “A mí con la palabra progre no me pasa nada. Prefiero ser estar en un medio pro gre y no gorila. Las mujeres y las disidencias también aprendimos a reivindicar algunas palabras que siempre fueron insultos para noso tras y creo que esto del bardeo de ‘ser progre’ es porque de alguna ma nera tenemos una agenda diversa que habla de derechos, que habla de la violencia que sufrimos las muje res y las disidencias y que viene tam bién a romper un poco con el statu quo que durante muchísimo tiempo

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 20224 PAUSA | ASUNTOS PÚBLICOS
estuvo ahí”.
“Los discursos de odio construyen al otro como un enemigo y sobre todo como un no humano”. Ileana Manucci, periódico Pausa.
“Tenemos que ofrecer una diferencia porque somos otra manera de hacer periodismo”. Sebastián Rodríguez Mora, Tiempo Argentino.
Fernando Bordón, Sebastián Rodríguez Mora, Carina Ortiz, Priscila Pereyra e Ileana Manucci en la primera mesa del Argentino de Periodismo. Gabriela Carvalho

Una voz poderosa desde lo profundo del barrio

Se presenta como “sobreviviente de la inundación 2003”. Desde ba rrio Chalet para todo el país, la voz de María Claudia Albornoz fue creciendo hasta convertirse en una referencia del movimiento de inun dados, del feminismo villero y de La Garganta Poderosa. En el I Argenti no, en una entrevista moderada por Ezequiel Nieva, repasó su trayecto ria y puntualizó sobre estrategias frente a los discursos de odio.

“Cuando el agua nos sacó del oes te de la ciudad, empezó un recorrido que tiene que ver mucho con la lucha y con encontrar las palabras para lu char. Y me empecé a dar cuenta de que cuando decía, cuando comuni caba, parece que lo hacía de forma clara. Siempre decimos que las per sonas que viven debajo de la línea de pobreza, yo vivo en un barrio popular, nací en barrio Chalet hace 57 años, muchas veces no tenemos palabras, nos faltan las palabras. Así como te falta urbanización o medi camentos, también faltan palabras. Por eso es importante charlar sobre la construcción de palabras que ten gan sentido para luchar. Y fuimos encontrando palabras, por eso hay

una que es una palabra de lucha que no existía en el en el diccionario, que es inundador”.

“Desarmamos los discursos de odio con una pedagogía de la pa ciencia y mostrando nuestro trabajo, que es la mejor manera: el trabajo comunitario, la organización que hay en los barrios y en las villas de la Argentina y Latinoamérica, que la derecha señala como los vagos, que no hacemos nada y vivimos del Es tado. Ese es uno de los primeros dis cursos de odio que se instala”.

“Hay una clase media en la Ar gentina que tiene mucho miedo de caer en desgracia. Ese es el caldo de cultivo más fuerte para que esos dis cursos de odio se reproduzcan. Tie ne que ver mucho con el miedo, con el desconocimiento, pero sobre todo con el miedo que les da la barriada”.

“Yo discuto bastante que estemos girando a la derecha. Yo creo que la derecha tiene un piso enorme en el mundo. Después, sí, vienen figuras como Javier Milei. En el barrio no es muy conocido, es un loco que tiene los pelos raros, en todo caso. Sobre todo, nos parece que dice bo ludeces. Ponele que alguno le entre,

pero por lo general dice boludeces cosas que no se pueden concretar”.

“La derecha y la izquierda, o el progresismo, yo creo que se interca lan en el poder. Yo no sé si giramos a la derecha. En realidad, el pro gresismo parece no querer cambiar demasiado, por más que nos pon gamos la camiseta de lo nacional y popular. No hay ascenso de clase, o sea, mis viejos no tenían primario y secundaria y pudieron tener una

un trabajo y una casa y mandar a su hijo a la escuela y eso hablaba de un ascenso de clases en un momen to del peronismo de la Argentina y hoy eso no existe más, pero rotun damente no existe más. Entonces, sí, nos podemos poner la camiseta del de lo nacional y popular, pero en realidad las clases populares siem pre estamos en un mismo lugar y no hay posibilidad de ascenso, no hay posibilidad de diálogos con el po

der, con la derecha”.

Sobre el feminismo villero, apun tó: “el feminismo es una amenaza porque en realidad somos un mo vimiento que dice la verdad, que construye desde siempre desde las bases. El feminismo villero en parti cular es el feminismo comunitario, que tiene de primera mano lo que pasa en el barrio y esa es la bandera que va construyendo. El feminismo villero cobra trascendencia hace seis años, antes no era muy conoci do. El feminismo de las ollas, de la triple jornada de la trabajadora. Nos cuesta un montón decimos porque para poder pensar necesitas tiempo, es lo que nosotros le decíamos a los otros feminismos. Si vos tenés co mida, tenés trabajo, tenés un lugar más o menos calentito o fresquito en verano y tenés un poco de tiempo seguramente vas a elaborar teorías. Nosotras vivimos en la emergencia permanente, entonces elaborar teo ría para que para hacer una peda gogía y poder armar un discurso es re difícil. Pero nos fuimos dando el tiempo mientras cocinamos, mien tras trabajamos, mientras limpia mos las calles”.

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 2022 5| PAUSAASUNTOS PÚBLICOS
María Claudia Albornoz, feminista, militante de La Poderosa y referenta de lxs inundadxs. Gabriela Carvalho

Cuando las redes son el mensaje

Martín Becerra es uno de los estu diosos más relevantes del campo del periodismo y la comunicación social. Es doctor en Ciencias de la Información e investigador del Co nicet y es profesor de la Universidad Nacional de Quilmes y de la Univer sidad Nacional de Buenos Aires.

Invitado por el periódico Pausa, Becerra participó del primer Ar gentino de Periodismo y Opinión Pública y allí dialogó con el púbi co, en una charla moderada por Gonzalo Andrés, sobre la fragmen tación y las burbujas sociales, los discursos de odio y la incidencia de las grandes empresas tecnológicas sobre la práctica periodística.

La dictadura del algoritmo “La mercantilización al palo que significa la intervención de algorit mos que premian el clickbait, que además comercializan el posicio namiento en la priorización de las búsquedas, visto de la perspectiva de usuarios y usuarios a la hora de informarse, es como una curadu ría de contenidos de información y entretenimientos, todo un poco mezclado”.

“El compromiso o el ideal de las organizaciones periodísticas de producir información de inte rés público es la gran pérdida del nuevo ecosistema digital, una gran derrota desde la perspectiva de la ciudadanía. El ecosistema digital tiene muchas ventajas, en muchos aspectos, pero en términos de cir culación de información de interés público deja bastante que desear”.

“La cuestión casi normativa que estructuraba el discurso que te nían los medios de comunicación durante el siglo XX y una partecita

de este siglo XXI estalla por los ai res porque tienen que supeditarse a los designios de algoritmos que na die conoce y que, a menos que haya intervenciones regulatorias claras, nadie va a conocer tampoco”.

“No estoy diciendo nada que desconozcamos: cuando Meta o Google cambian la programación algorítmica como lo hacen, una buena parte del ecosistema de me dios queda culo para arriba porque no entienden el cambio, entonces tienen que adaptarse con acerca mientos muy intuitivos”.

“En la jerarquización que hace el algoritmo de Google Discover, una nota que no cumple con los requisitos va a circular menos, por lo tanto va a tener menos tráfico y, en consecuencia, va a tener menos usuarios y usuarias, por lo tanto ese medio va a recaudar menos publicidad. Ahí hay una especie de condena. La programación algorít

mica de las grandes plataformas tiene un poder disciplinador y per formativo sobre el periodismo”.

“Así como los medios tienen que cambiar sus títulos, muy probable mente muchos políticos deben es tar cambiando también su speech para adaptarlo y para que sea colo cado más arriba o que no sea casti gado. Esa es una forma de censura sutil y mucho más perversa, la cen sura de quitarte visibilidad, o sea, restringir tu circulación sin cance larte. Dejaste de ver a tales políti cos o a tales personas o cuentas que seguías y no sabes si esa persona dejó de postear o si el algoritmo lo castigó por algo no lo sabemos. Es de un nivel de discrecionalidad que se parece al absolutismo”.

Individualización y burbujas “La evolución de internet es muy reciente. La personalización de los feeds de las plataformas de redes

sociales y el propio algoritmo de Google es de 2009. Es un fenóme no nuevo en la historia de los me dios de comunicación, porque los medios siempre fueron masivos, broadcasting; la individualización es un proceso muy reciente. Y esa personalización tiene un efecto burbuja, claramente suele gratifi carnos más relacionarnos con gen te que opina parecido a nosotros y no tenemos muchos incentivos para para buscar intercambios con gente que no piensa muy parecido a nosotros”.

“Hay una reducción que cosifica esas nubes de interacciones como si fueran impermeables entre sí. Y a mi modo de ver, hay mucho intercambio entre esas veredas o nubes en las que se organiza la po larización política. Hay un registro permanente del otro en la polariza ción, diría más bien una obsesión con el otro más que una negación de su existencia”.

¿Las redes son de los trolls? “Con unos colegas estamos hacien do una investigación sobre redes sociales y entrevistaron a Paulina Cocina. Ella dice una cosa muy inte resante: tengo seguidores que son, en muchos casos, la misma perso na en Twitter que en Instagram y Facebook, pero en cada plataforma tienen un comportamiento distin to. En Twitter son haters y en Ins tagram son amorosos, pero es la misma persona. Lo que dice Paulina es lo mismo que dice Marshall Mclu han: el medio es el mensaje”.

“Si descubriésemos que hay ciertas condiciones de posibilidad de la propia plataforma para que determinados discursos circulen

más ampliamente que otros, quizá podríamos imaginar interacciones con la compañía dueña de esa pla taforma en aras de mejorar la con versación pública. Otra cuestión son los trolls: La definición canóni ca de troll tiene que ver con figuras que intervienen en la conversación para meter ruido y cambiar el eje. No tienen por qué ser anónimos, de hecho yo soy bastante defensor, por la doctrina más clásica de la li bre expresión, del anonimato como un valor sobre todo para las perso nas que tienen situaciones de po der muy asimétricas y que solo tie nen el anonimato para denunciar situaciones de abuso de violencia”.

“Pero además tenemos a mano trolls que no son anónimos y que son los mayores trolls del mundo mundial: Trump es el troll núme ro uno, Bolsonaro es un troll, di putados de la Nación son grandes troleros con nombre y apellido y no tienen que escudarse en el anonimato. Y como son figuras habilitadoras, después puede apa recer una manada de personas, con o sin nombre, que van a Plaza de Mayo con guillotinas y bolsas mortuorias”.

Midia Ninja: la contra-cobertura del avance de la derecha

Mídia Ninja es un medio digital de Brasil que, en solo 11 años de traba jo, logró una audiencia de más de 15 millones de usuarios, sobre todo a partir de la cobertura de las masivas protestas de 2013. Funciona como una red colaborativa de periodistas, fotógrafos y realizadores y se carac teriza por estar en la calle y dejar en claro cuál es su posición en cada uno de los temas que abordan.

En el cierre de la primera jornada del Argentino de Periodismo y Opi nión Pública, desde Brasil, Oliver Kornblihtt –periodista y fotógrafo de Midia Ninja– dialogó con el pú blico santafesino en una charla mo derada por el politólogo Joel Sidler.

La prehistoria de Midia Ninja: “Trabajamos a partir de economía colaborativa, desarrollamos un cir

cuito de cultura independiente, sin grandes apoyos. Esto surge hace 20 años, fue una red que se expandió por todo Brasil conectando colecti vos y empezó con actividades en dis tintas ciudades hasta tener festivales colectivos en 200 ciudades”.

“La comunicación cumplió un pa pel muy importante para la susten tabilidad, porque lo que aprendimos muy rápido es que no valía tanto la pena esforzarnos en llamar a los me dios locales o a los medios institu cionales, sino más bien aprovechar las redes sociales, que en esa época eran muy embrionarias, a partir de los blogs, y eso generó una comuni cación dinámica y rápida. Siempre tuvimos esa característica de la ve locidad: contar en tiempo real las cosas que estábamos haciendo”.

“Entendimos que ir desarrollando una comunicación propia en redes sociales, rápida, construida en for ma colectiva, era como un campus de formación libre. Llegamos como a un nivel de cobertura muy bueno y después de muchos años de desa rrollo decidimos llevarlo a las calles en 2011. La red estaba en las cinco regiones de Brasil, en más de 200 ciudades y decidimos ocupar el eje de ‘hackear el eje’. Fundamos la casa colectiva en San Pablo y empezamos a hacer coberturas con las mismas metodologías que usamos para cu brir los festivales”.

El golpe contra Dilma Rousseff: “Fuimos uno de los primeros medios en empezar a hablar de golpe en 2016, contra el discurso que habla ba de impeachment”.

Midia Ninja no oculta su postu ra política: “No tenemos miedo a entrar en campañas. Lo asumimos públicamente, somos transparentes. Estamos en muchos frentes y mu chas batallas, es una metodología. Es una estrategia de conexión estar en la base de muchas luchas”.

“Fuimos construyendo relacio nes y cuando llegamos, en 2016, al momento en que se empieza a consolidar el golpe, nunca tuvimos miedo en posicionarnos e instalar la palabra ‘golpe’ contra la narrativa de los medios oficiales que decían im peachment. Y a mostrar que no pa saba por la corrupción, sino por un ataque a los derechos conquistados. Fue una lucha muy grande, casi un año entero donde millones de perso nas se movilizaron. Los medios que

trabajamos en red fuimos los res ponsables de mostrar esa contra-na rrativa, que nadie la estaba mostran do, porque si vos prendías TV Globo estaban invisibilizando todo. Fue un golpe mediático e institucional, por que los medios empresariales cum plieron un papel fundamental”.

A partir de eso, se profundizó la contra-cobertura de parte de Midia Ninja: “Estuvimos en las calles lu chando. Eso amplió mucho la capi laridad de nuestra red porque miles de personas querían ayudar, querían cubrir, querían hacer comunicación. Realmente hicimos un sistema co laborativo a través de Telegram y a través de varios sistemas online y, si bien el golpe se perdió, ahora pasan do en limpio en todo el mundo sabe que (Dilma) fue derrocada”.

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 20226 PAUSA | ASUNTOS PÚBLICOS
Martín Becerra disertó sobre las tecnologías de la comunicación y su impacto en la discusión pública. El especialista en comunicación fue uno de los expositores del I Argentino de Periodismo. Gabriela Carvalho
“Tenemos a mano trolls que no son anónimos y que son los mayores trolls del mundo: Trump es el troll número uno, Bolsonaro es un troll”.

El descontento con las instituciones

Nicolás Tereschuk y Abelardo Vitale brindaron su análisis sobre el ascenso de la derecha.

tale tienen un largo camino recorri do en campañas electorales. Actual mente, revisten como funcionarios en la Jefatura de Gabinete de la Na cón, uno dedicado a la relación con el Congreso y el otro al vínculo con los medios comunitarios y coopera tivos. Tuvieron un paso importante por nuestra ciudad cuando acom pañaron y asesoraron a Alberto Fer nández en el debate presidencial de 2019. Volvieron, juntos, para el primer Argentino de Periodismo y Opinión Pública.

Coinciden en puntos centrales: no ven un giro a la derecha, sino un descontento general con la ac ción política; reconocen el ascenso de los discursos de odio y plantean que no hay que dejarse encandilar por el fenómeno y hay que darle una respuesta activa; creen que se necesita una nueva narrativa na cional, popular, progresista y de iz quierdas que conmueva; expresan una frase de la misma manera: “La derecha va a avanzar hasta donde nosotros la dejemos”.

Estos son los tramos más desta cados del encuentro:

= Tereschuk: Estamos viviendo una situación crítica de malestar en la sociedad y dificultad para to dos los oficialismos para desplegar una agenda. Una de las novedades de la región tiene que ver con la presencia de discursos de derecha que en general ejercen mucha fas cinación en nuestros propios espa cios. Una posición pasiva, como si estuviéramos encandilados con un reflector. Una de las novedades de este discurso es que el asiento de la persona con más poder en este hemisferio impulsó este tipo dis

curso: Donald Trump.

El autoritarismo social, una defi nición de Ezequiel Ipar, anda dando vueltas. Son aquellas personas, si tuaciones, que viven la libertad del otro no como algo que no les gusta o les disgusta, sino como una ame naza a su propia libertad. Creo que hay que trabajar mucho sobre eso, hay que marcar líneas rojas. Cuan do la señora esta toma la lavandina en la televisión y después muere un chico, después hubo una causa judi cial. Cuando uno de estos dirigentes dice que está bueno que está bueno vender los órganos y comercializar niños, eso hizo ruido. Esos discursos no vienen de abajo hacia arriba, van

de arriba hacia abajo. Se inyectan de arriba hacia abajo. El diputado Espert dijo que hay que meterle bala a un sindicalista. El bloque del Fren te de Todos presentó un proyecto para expulsarlo. Hay que estar más atentos y accionar, no estar sólo en la queja. Como espacio político te nemos que saldar qué cosas pueden participar del debate público y qué cosas el Estado, como tal, tiene que reprimir. Si van a tirar antorchas encendidas sobre la Casa de Gobier no, yo creo que está fuera de la ley. En Estados Unidos, de la turba que entró al Capitolio, rompiendo todo y matando gente hay 900 personas que tienen causas penales.

Es determinante en esa batalla de palabras esa posibilidad de con mover. Muchas veces en la izquier da y el campo nacional y popular creemos que esto va por otro lado, de convencer desde un lugar racio nal, con argumentos, pensamiento científico. En ningún tiempo y lugar se trata de eso el debate y la posibi lidad de convencer.

= Vitale: Es innegable que hay un ascenso de las derechas, que no necesariamente todavía se expresa, y espero que nunca lo logre, en tér minos electorales. Hay un ascenso en términos de la validación que los discursos de derecha tienen en nuestra sociedad. Hoy se pueden

decir cosas que hasta hace algunos años no se podían decir. Eso me parece un cambio cualitativo. Es desafiante para nosotros. Es una obligación política para nosotros, en el sentido más amplio, tomar esto y reflexionar, sin caer en una fascinación, que muchas veces ve mos en un énfasis exagerado en una autocrítica. Hay condiciones, claro, para que prendan estos dis cursos. El año que viene cumplimos 40 años de democracia. El sistema está en deuda con nuestra sociedad y, dentro del sistema democrático, los partidos políticos y, en especial, los que estamos en el campo nacio nal y popular.

Hay una carencia de una narra tiva trascendente, la determinación de por qué nosotros tenemos de terminados valores, determinadas ideas, y por qué esas ideas y valores son mejores para la sociedad. Es un problema de liderazgo político, que después tendrá mejores o peores manifestaciones comunicacionales.

Si vos planteás que estás en una batalla cultural ya estás asumiendo que hay otro y que vas a disputarle a ese otro algo. Yo creo que esas cosas se realizan y se ejecutan. Se habla menos y se hace más. Es más: creo que toda esa época terminó siendo casi una autoparodia de eso. Y eso es grave. Me hago cargo, yo fui par tícipe de eso con los blogs, eran mo mentos muy divertidos. De todos modos, ¿hay que disputar sentido? Obvio que hay que disputar senti do, todo el tiempo hay que disputar sentido. Está lleno de experiencias, inmensamente valiosas, de compa ñeros y compañeras a lo largo del país, que hacen a la construcción de sentido popular y comunitario.

Mariana Spada:“Hay que hablar con los que piensan distinto”

Mariana Spada es poeta y además es la jefa creativa de Tectónica, una agencia con sede en Barcelona que asesora a partidos y organizaciones de agenda progresista de todo el mundo, poniendo el foco en las he rramientas digitales para la organi zación comunitaria y política.

En el I Argentino de Periodismo y Opinión Pública centró su exposi ción en el peso de la organización y en un lema: “Hay que hablar con la gente que piensa distinto para cons truir políticamente”. Estos son algu nos tramos de su intervención.

“Desde Tectónica no creemos que la comunicación en sí sea un ele mento que pueda marcar la diferen cia. Cualquier forma de resistirse a los discursos de odio, si apelas sola mente a una estrategia meramente

con comunicacional está destinada a problemas serios”.

“Hay una idea en cierta voluntad progresista de que el mensaje va a salvarnos, discrepo fuertemente. No me refiero simplemente a slogans, me refiero a las estrategias de per suasión, cuyo límite es la mera movi lización. La movilización no alcanza para un cambio social sostenible, puede generar cambios de coyuntu ra, pero no necesariamente constru ye los andamios para una resistencia frente a las contrarreformas o los discursos de odio”.

“Los modos privilegiados de cir culación del mensaje en a esta altura del Siglo XXI son fuertemente digi tales y las vías de circulación de los mensajes en el terreno digital siem pre están supeditadas a una lógica

que no es la lógica de la transforma ción social, sino del capitalismo”.

“Las herramientas digitales no es tán pensadas para la política, las he rramientas digitales tienen un solo objetivo que es el de hacer dinero a través de la creación de mercados, donde antes no existía un mercado. Ese mercado es el de la atención hu mana, lograr vendernos publicidad, identificar cuáles son nuestras ten dencias de consumo, con un incre mento exponencial del volumen de información tanto en profundidad como extensión. Nosotros no somos el producto, es nuestro futuro el producto en nuestro propio futuro personal”.

“Las redes están hechas para am plificar mucho más fácil un mensaje de odio. Hay mucho espacio para

amplificar un mensaje de simplista antes que uno complejo que tiene una argumentación delicada, con cuestiones de la vida real. La cancha está inclinada las redes sociales, no están hechas para argumentaciones complejas están hechas para repro ducir mensajes, nada más, por eso tiene tanto éxito, o sea, es un gran megáfono. Siempre es más difícil transmitir un mensaje complejo, in cluso a nivel tecnológico lleva una mayor cantidad de bits, imaginate a nivel semiótico”.

“Las redes sociales están hechas para hablar de la gente que piensa igual que nosotres. Si como izquier da no podemos procesar e invitar a un cierto grado de conflicto que implique a personas que no piensan como nosotros en un objetivo co

mún, no se puede crecer. Además, es una enorme muestra de falta de imaginación política. Hay que ha blar con la gente que piensa distinto para construir políticamente. Y lo digo desde una identidad que no es particularmente hegemónica, soy una mujer trans”.

“La organización no es un sustan tivo, es un verbo: se organiza está todo el tiempo. Organizar implica una metodología de organización y esa metodología de organización tiene que estar presente en todo lo que haces. Nosotros construimos ca pacidad de organización. No pensa mos en la organización digital como una como una pata separada, nos parece que está en todos lados, cual quier esfuerzo tiene que tener una pata digital".

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 2022 7| PAUSAASUNTOS PÚBLICOS
Nicolás Tereschuk y Abelardo Vi Abelardo Vitale y Nicolás Tereschuk hablaron de política con el público santafesino en una charla moderada por Juan Pascual. Gabriela Carvalho

CONCEJO

DE LA CIUDAD DE SANTA FE

concejosantafe Concejo de la ciudad de Santa Fe ConcejoSantaFe Concejo Santa Fe www.concejosantafe.gov.ar

No al apagón

Peligra el tratamiento en el Senado del proyecto que prorroga las asignaciones específicas para la producción cultural.

Mientras “Argentina, 1985” de San tiago Mitre cuenta con maestría la historia del Juicio a las Juntas, llena salas y recorre el mundo, el resto del cine argentino corre peligro. En el cierre de esta edición, a cuatro me ses de haber logrado la media san ción de Diputados, el Senado de la Nación no trató en el recinto el pro yecto de ley de Asignaciones Especí ficas para Industrias e Instituciones Culturales que prorroga por 50 años dicho financiamiento, con fecha de vencimiento para el 31 de diciem bre de 2022.

Durante el gobierno Mauricio Macri, no sólo el Ministerio de Cul tura fue degradado a Secretaría, sino que, en diciembre de 2017, se impulsó y sancionó la Ley 27.432, que estipuló que las asignaciones específicas de fondos para la cultu ra también aquella fecha de caduci dad. De concretarse el vencimien to, dichas asignaciones -sostenidas desde el regreso de la democraciapasarían a Rentas Generales bajo la órbita directa del Poder Ejecutivo.

Si el Senado no trata el nuevo proyecto a tiempo significaría, de mínima, el arrasamiento de la au

tonomía de las instituciones au tárquicas de cada sector cultural, como el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional del Teatro (INT), el Instituto Nacional de la Música (INAMU), las bibliotecas popula res del programa CONABIP y los medios de comunicación comunita rios. De máxima, la destrucción de la producción de cultura nacional. Sólo en el cine, se estima una pérdi da de 700.000 puestos de trabajo en todo el país.

La iniciativa, presentada por el diputado cordobés del Frente de Todos (FdT), Pablo Carro, fue apro bada en Diputados en junio. Consi guió 132 afirmativos, 5 negativos y 92 abstenciones: los votos a favor fueron del FdT, el Interbloque Fede ral, Provincias Unidas y el Frente de Izquierda de los Trabajadores; las abstenciones, en amplia mayoría, de Juntos por el Cambio; los votos negativos de José Luis Espert y Ca rolina Píparo (Avanza Libertad), Fernando Iglesias y Francisco Sán chez (PRO) y Victoria Villarruel (La Libertad Avanza).

El tratamiento en el Senado se esperaba para el 22 de septiem bre, pero un día antes se supo que el asunto había sido sacado del temario. Trabajadorxs del sector, movilizadxs y organizadxs en la coordinadora Unidxs por la Cultu ra, la Multisectorial por el Trabajo, la Ficción y la Industria Nacional Audiovisual, la Coalición por una Comunicación Democrática y otros organismos y asociaciones, repudió el manoseo de la información por parte de la Cámara Alta.

“La posibilidad de votar una ley parche como la de cinco años es darle muerte anunciada a nuestra cultura: en año electoral no habrá posibilidad de volver a tratar la me dia sanción conseguida por 50 años y el tratamiento de una nueva ley de prórroga para las asignaciones de penderá del próximo gobierno elec to…. Cualquier otra opción que no sea la ley de prórroga por cincuenta años es un no a la cultura”, afirma Unidxs por la Cultura en uno de sus últimos comunicados, en relación a otro de los proyectos presentados.

El pasado domingo 23 de octu bre, en asamblea federal, represen tantes de Misiones, Mendoza, Cór doba, Corrientes, Neuquén, Santa Fe, San Luis, Santiago del Estero, Jujuy, Buenos Aires y CABA y más de 100 espacios de la cultura nacio nal definieron medidas para conti nuar y profundizar el reclamo por el tratamiento de la ley en el Sena do. Para el miércoles 26 se preparó

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 20228 PAUSA | ASUNTOS PÚBLICOS
Por Agustina Lescano

una Marcha Federal de la Cultura al Congreso Nacional, con radio abierta, proyecciones y la presencia de caravanas de distintas provincias del norte país.

Entre las columnas provinciales, la de Misiones contó en el acompa ñamiento de Joselo Schuap, minis tro de Cultura, que se mostró con fiado de que el Senado aportará los votos necesarios para aprobar la ley este jueves 27.

Desde Santa Fe, el cineasta Ar turo Castro Godoy explica que lxs distintxs activistas en cada provin

cia están en contacto con sus legis ladores, “pero la verdad es que se va resolver en una negociación en la que entran en juego otros factores y a les ciudadanes de a pie no se nos asegura nada”.

Castro Godoy es el director de El silencio, Aire y la reciente Rinoce ronte, que viene de estrenar en el 27° Festival Internacional Schlin gel de Alemania y es una de las dos películas argentinas que formarán parte de la Competencia Oficial de la 48° edición del Festival de Huel va, España, entre el 11 y el 18 de

noviembre. Integra distintas agru paciones del sector, entre ellas la Asociación de Productoras y Pro ductores Audiovisuales de Santa Fe (APPAS), que participa del frente Unidxs por la Cultura.

“Muchos apostábamos a que el cambio de gestión, tanto en el go bierno nacional como en el INCAA, iba a aliviar el desastre de la ante rior y la verdad es que no, y llega mos a esta situación gravísima. La mentablemente, en un país con una agenda super conmocionada, pare cería que la cultura, la educación y la identidad nacional no ocupan un lugar de tanta importancia”, afirma el cineasta.

De caerse el proyecto de prórroga por 50 años, señala el realizador, se ría “imposible volver a aprobar una ley que funcione tan virtuosamente como la que tenemos que, con todo lo que falta por hacer, garantiza al gún tipo de producción nacional tanto en el cine como en teatro y la música, y el sostén de las bibliotecas populares, así como un montón de diferentes aristas imprescindibles para la cultura nacional”.

“En un país en el que se supone estamos tratando de poner al alcan ce de cada vez más gente bienes cul turales, parece mentira llegar a esta situación”, lamenta Castro Godoy, y

apunta contra la tergiversación me diática del conflicto: “Si la manera en que la mayoría de la gente se in forma sobre las asignaciones al cine es a través de (Luis) Majul, que dice mal el nombre de todas las películas y no se toma el tiempo de saber de qué está hablando, estamos hasta las manos. Si a cualquier persona le ponés en la balanza películas de Adrián Suar u hospitales, un poli cial negro de La Pampa o escuelas, hasta yo diría ‘bueno, necesitamos más una escuela’, pero esa es una discusión totalmente falseada”, ex plica. Los impuestos en cuestión son gravámenes específicos que forman parte de un círculo virtuoso para que, por ejemplo, el INCAA sea un ente autárquico y se autofinancie casi en su totalidad.

En esos términos, la discusión atrasa y deja de lado otras, que podrían generar mejoras para las industrias culturales argentinas, como la de gravar a las plataformas de contenidos para que aporten a un fondo nacional que mejore las condiciones laborales del rubro au diovisual. “Es algo que ocurre en Europa y muchos otros lugares del mundo, no es una locura castrochavista: las plataformas son una ventana de distribución enorme que le compite al cine independiente de

una manera totalmente injusta. No es lo mismo pagar Netflix mensual y poder ver todo su contenido que pagar una entrada por cada película en el cine”, compara.

Otra deuda es la de la cuota de pantalla, en vigencia, pero sin una aplicación regular en todo el país: “Para que nuestro cine nacional se consuma hay que ponerlo al alcan ce de los públicos, que no llegue sólo la publicidad de las grandes productoras internacionales como Fox y Disney, que ocupan el 80% de las pantallas del país”, afirma el cineasta.

Castro Godoy agrega: “De fondo, lo que se juega siempre en el arte, es una manera de pensar el mundo y de organizar la realidad que te nemos alrededor. Si estamos acos tumbrados a pensar que las cosas son como nos dice Netflix o Marvel, donde las películas no tienen pausas y los buenos son re buenos y los ma los son re malos, tenemos una única manera, super tipificada”, marca.

“Consumir exclusivamente esos productos que vienen de una mis ma usina, capitalista y norteameri cana, que no tiene nada que ver con lo que podríamos construir desde Santa Fe, es una violencia econó mica y también epistémica”, define el entrevistado.

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 2022 9| PAUSAASUNTOS PÚBLICOS
Organizaciones de todo el país se movilizan para que el proyecto de ley sea sancionado.

Recordar la inundación todo el año

Una muestra de objetos rescatados del agua y una charla de Adriana Falchini llegaron al Museo Histórico Provincial para significar que la memoria no es solo un ejercicio de cada 29 de abril.

No era 29 de abril de alguno de los últimos 19 años. Era 19 de octubre de 2022. Y sin embargo, ese día una muestra y una charla sobre la inundación se filtraron, sin pedir permiso, en el Museo Histórico Provincial. La primera permanecerá por meses en ese es pacio sito en San Martín 1490. La segunda fue efímera, como todas las charlas, y como pocas merece ser escrita y convertirse en una de tantas memorias de la tragedia evitable de 2003.

Memoria brutal

Colección profana de un olor inolvi dable forma parte de Memorias de ríos y de inundaciones, propuesta del grupo Arte Tosco. Celeste Medrano y Leandro Calamante hicieron la presentación en el museo, posicio nando en un lugar privilegiado en la construcción de memoria ciertos objetos, y entre ellos los que cons tituyen la muestra, recuperados de esa parte del Salado que se instaló en las casas del oeste de la ciudad en 2003.

Por su delicadeza, la colección es brutal. Consta de unas pocas piezas, cada una con una carte la elaborada a base de relatos de inundados. Hay cámaras de fotos que no funcionan, fotografías de rruidas, un cuchillo que no corta, una muñequita despeinada. Esa muñequita, por favor. Desgarra el pecho en dos.

Memoria y pueblo

La charla comenzó con una intro ducción de la diputada provincial Dámaris Pacchiotti (Ciudad Fu tura), que fue quien ingresó en la Legislatura el proyecto para declarar el 29 de abril de cada año como Día de la Memoria del Pueblo Inundado. Dicho proyec to, recordó, recién se convirtió en ley el 27 de mayo de 2021, tras 18 años de lucha motorizada por or ganizaciones como La Poderosa y la Carpa Negra.

Claro que hubo que negociar ciertas cuestiones, según contó Pacchiotti con indisimulable des agrado. Por ejemplo, la norma se aprobó con el título “Día de la Me moria y la Solidaridad de la Inun dación de Santa Fe”. Porque a los sectores más reaccionarios y/o re utemannistas de la Legislatura les encanta romantizar la inundación mediante la figura de la solidari dad, que permite poner el foco en el loable accionar de los vecinos y diluir en él la inacción y el ab soluto abandono de los afectados por parte del gobierno de Carlos Alberto Reutemann.

Como sea, para los gestores y gestoras de la ley, el 29 de abril será siempre el Día de la Memoria del Pueblo Inundado. Y el 27 de mayo de 2021 se recordará como la fecha en que se ganó una difícil batalla. Aunque aún queden otras tanto o más importantes por ganar.

Memoria colectiva

En verdad, la excusa de la charla fue la presentación del cuader nillo Memorias de la inundación, un material didáctico elaborado colectivamente para impulsar el cumplimiento del artículo 3 de la mencionada ley, que ordena al Ministerio de Educación “incluir el 29 de abril dentro del calenda rio escolar con el objetivo de pro mover la difusión y toma de con ciencia” con respecto a la tragedia evitable de 2003.

En ese contexto, y valiéndose de conceptos acuñados por au tores como John Berger, Jacques Rancière, Hannah Arendt y Walter Benjamin, la profesora Adriana Falchini hizo una impecable ex posición sobre la(s) memoria(s) y su (re)construcción. “Acá po díamos estar nosotras dos u otras compañeras y compañeros”, acla ró desde un principio. “Porque es imposible que la memoria la ela bore una sola persona”. La memo ria es, lo aseveró una y otra vez, colectiva.

A su vez, enseñó, las tragedias sociales y políticas tienen un an tes, un durante y un después. Esa es su duración, más allá de que se fije una fecha para recordarlas,

ción es triste, es oscura”. Esas me morias sueltas “necesitan de un espacio colectivo para recordar”, que les den un marco de organiza ción para que tomen otra dimen sión. “Con la inundación, algo se había extraviado en nuestras mentes. Y eso tiene una razón: la dimensión de lo real y cotidiano fue violentada de una manera que la mente no llegó a poder subje tivarlo. A las 11 yo estaba dando clases y a las 4 mi casa estaba bajo agua y yo nadando en mi casa. Eso es una irrupción del mundo en la mente que la violenta. Pero cuando se arma un trabajo de me moria, esa memoria suelta puede vincularse con otro y otra y cobra sentido”.

batalla discursiva. Porque nos de cían que la inundación había sido natural. Que ‘el río se volvió loco’. Pero aprendimos”.

El objetivo no debe ser, quizás, buscar respuestas, sino interrogar en el presente. “Cada año, lo que pasó antes, durante y después del 29 de abril se va aumentando, se sigue escribiendo. Entonces, volver a aquellos días es volver no solo a lo que Rancière nombra como ‘la línea historiográfica (los persona jes y acontecimientos que hay que

recordar, y eso trae una conse cuencia muy interesante: reescri bo la memoria cada vez que me pongo a recordar y empiezo a en tender que no solo la inundación es de todos y todas, sino que nun ca más debería pasar que políticas de Estado no nos consideren, no nos cuiden: al revés, nos avisaron que nos quedemos tranquilos y tranquilas. Y nos quedamos en nuestras casas atrincherados con las herramientas de siempre: las bolsas de arena”.

como el 29 de abril. “Su tempora lidad es compleja: pasados que no pasan, futuros perdidos, presen tes que son pasado. ¿Cuánto dura un acontecimiento? Sigue hablan do siempre. Sigue hablando esa muñeca, esa foto…”

Además, “lo cierto es que la memoria no es tan espontánea”. Hay, sí, una dimensión de la mis ma, que es “la memoria suelta”, que puede “quedar encerrada en el mundo privado”. Y entonces “recuerdo y olvido como puedo.

A veces tengo períodos de olvido porque la memoria de la inunda

“Es tan doloroso el recuerdo, que es una voluntad colectiva”, continuó Falchini. “La voluntad política de memoria, de recordar a través de un proyecto de ley, de una exposición de arte, es central en la salud de los pueblos. No se trata de pensar en recordar. Hay que trabajar el recuerdo, y traba jarlo en una dirección. No tanto para sanar, porque las heridas sociales dañan de una manera las historias subjetivas, familiares y comunitarias que no es fácil repa rarlo en lo individual, pero sí para ir encontrando sentido de lucha, de resistencia y de comprensión”. Por supuesto que la lucha para que la inundación “siga hablan do” no fue, ni es, nada fácil en los sistemas políticos instituidos. “Pero dimos la batalla”, celebró Falchini, y remarcó: “Si algo sabe mos los y las inundadas es dar la

reconstruir) sino también a los sa beres construidos”. Ahí está “la últi ma punta que impone un trabajo de memoria: no buscar respuestas; el arte de interrogar nos va llevando, no importa por dónde se empiece o termine. La memoria se reactualiza todo el tiempo”.

“¿Por qué importa tanto inter venir en el discurso?”, se pregun tó, y se contestó: “Porque la histo ria, como las leyes, no tienen que ser hechas por otros sino desde los territorios. Y también la memoria tiene que ser hecha por las comu nidades con voluntad política de

Hoy, la situación es otra. Los inundados, las organizaciones y un sector de la sociedad —el sec tor no indolente— comprendie ron la importancia de la memoria y de la participación en su cons trucción como elemento activo. “No esperar sentaditos que nos cuenten qué pasó el 29 de abril. Eso jamás. Porque corremos un riesgo: que otros nos cuenten la historia que nos sucedió”.

Con la humildad de los que más saben, Falchini concluyó leyendo un tramo del libro Puerca tierra, de Berger. Pero no hacía falta. Sus últimas y propias palabras habían sido, segundos antes, el cierre perfecto: “En torno a temas como la inundación no hay que dar un relato totalizador, lineal, com pleto. Hay que hacer, insisto, un trabajo de memoria. Confiemos en que si creo las condiciones, si tengo materiales auténticos y tengo voluntad de recordar, esa comunidad recordando se va a transformar. Entonces, quizás, lo que tengamos que hacer es apren der a recordar”.

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 202210 PAUSA | SOCIEDAD
La muestra, compuesta por objetos rescatados por las familias afectadas cuando bajó el agua, se exhibe en el Museo Histórico Provincial.
“La dimensión de lo real y cotidiano fue violentada de una manera que la mente no llegó a poder subjetivarlo”, dice Adriana Falchini.
“La voluntad política de memoria, de recordar a través de un proyecto de ley, de una exposición de arte, es central en la salud de los pueblos”, agrega.
Gabriela Carvalho

Los últimos luchan por ser los primeros

En nuestro país existen 5687 ba rrios populares en los que viven aproximadamente cinco millones de personas. Son territorios sig nados por la precariedad de las vi viendas, el hacinamiento y la falta de urbanización, en los que habita más del 10% de la población argen tina. En el 68% de estos barrios, la mayoría de sus habitantes no tiene conexión eléctrica formal; en el 89% la mayoría no tiene agua co rriente; en el 98% la mayoría no tiene red cloacal y en el 99% la ma yoría no tiene gas natural.

Estos números surgieron a partir del Registro Nacional de Barrios Populares (ReNaBaP), presentado en 2017 y actualiza do este año, que permitió mapear por primera vez la totalidad de los barrios populares del país y reco pilar datos acerca de las condi ciones de vida de sus habitantes, acostumbrados a que sus barrios ni siquiera aparezcan en Google Maps. En 2018, el ReNaBaP sir vió de sustento para la sanción de la Ley nº 27.453 de Régimen de regularización dominial para la integración socio urbana, cono cida como Ley de Barrios Popula res, una norma surgida bajo dos sencillas premisas: una, que las problemáticas de los barrios po pulares son estructurales y que su solución requiere políticas públi cas específicas; y dos, que es im posible diseñar políticas públicas sin relevar y conocer el territorio que se pretende transformar.

La mayor parte de las familias que viven en los barrios populares no tiene un título de propiedad de la tierra, aunque lleven habi tándola por generaciones. Por eso, uno de los puntos salientes de la ley fue la entrega de certifi cados de vivienda familiares y la suspensión de los desalojos, que vencía este año. Ese fue uno de los principales motivos por los que los movimientos sociales y territo riales dedicaron el 2022 a luchar por la actualización de la norma, que prorroga la suspensión de los desalojos por diez años más y que ya fue aprobada el pasado 12 de octubre en la Cámara de Diputa dos de la Nación.

Natalia Zaracho, diputada de Patria Grande por el Frente de Todos y la primera legisladora cartonera en la historia argenti na, exhibió durante el debate el certificado de su vivienda en Villa Fiorito. "Con la ley de 2018 con seguimos que se suspendan los desalojos y también algo muy im portante que son los certificados de vivienda. Hoy traje el mío, que

me llena de orgullo", expresó. "La integración sociourbana no es so lamente tener luz, agua y cloacas: es discutir cómo queremos que se desarrolle nuestro barrio y para eso se necesita una planificación a largo plazo", manifestó Federico Fagioli, también de Patria Gran de, que vive en Pueblo Unido, un asentamiento nacido a partir de una toma de terrenos. Ahora

pectiva de género como criterio primordial para la adjudicación de las viviendas.

la reforma está a la espera de su sanción definitiva en el Senado: las comisiones de Asuntos Consti tucionales y de Justicia y Asuntos Penales ya dieron dictamen para que la norma llegue al recinto.

La actualización de la ley vigen te incluye además la renovación del ReNaBaP, que constató la exis tencia de 1271 barrios populares más que los 4416 que se habían relevado en 2018, fijando el nú mero en 5687. Además, declara la emergencia sociourbana, sanita ria y ambiental por dos años, crea una tarifa social para el acceso a los servicios e incorpora la pers

Manos a la obra En los cuatro años que pasaron desde la sanción de la ley de 2018 se realizaron 764 obras de infraestructura y equipamiento social que beneficiaron a más de 670.000 personas y generaron 163.000 puestos de trabajo. Los trabajos se adjudicaron en un 25% a cooperativas y trabajadores de la economía popular. Además, se sigue ejecutando la línea de finan ciamiento Mi Pieza, un progra ma de ampliación y refacción de viviendas dirigido a mujeres que ya impactó en la vida de 173.000 familias en todo el país. “Hoy las obras llegaron a los barrios y esta experiencia permite también que la gente vuelva a creer en la políti ca, en la política que transforma”, dijo Natalia Zaracho en el Con greso de la Nación. Quizás, en un presente en el que los discursos antipolítica crecen y son capita lizados con pericia por los secto res de derecha, la mejor forma de convencer sea tan sencilla como esa: hacer cosas concretas para transformar la vida de la gente.

La autoridad de aplicación en cargada de planificar las obras y monitorear su realización es la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU), dependiente del Ministerio de Desarrollo Social. Al frente del organismo aparece, nuevamente, una vecina de un

barrio popular, que construyó su capital político en la militancia territorial. Fernanda Miño nació y se crió en Villa La Cava, San Isi dro. Empleada doméstica desde los doce años, comenzó a trabajar por la urbanización de su barrio y se sumó luego al Movimiento de Trabajadores Excluidos, desde el cual llegó a concejala de su dis trito y, luego, a la SISU. Las obras se financian a través de tres vías: un préstamo del Banco Interame ricano de Desarrollo, fondos del presupuesto nacional y el Fondo de Integración Socio Urbana, que se configura a partir de un por centaje del Impuesto PAIS. Tam bién se utilizó el 15% del Aporte Solidario y Extraordinario, imple mentado por única vez en 2021. “El próximo paso será garantizar un fondo plurianual que otorgue continuidad a las obras que se están realizando en más de 700 barrios y las nuevas que vendrán”, detalló Fernanda Miño.

La experiencia santafesina Detrás de estos números hay muchí simas historias. Transformaciones en la vida de un barrio, de una fami lia, de personas que lucharon toda la vida para materializar un pedazo de la dignidad que les arrebataron las políticas económicas. Viviana Analía Garnica nació y se crió en la calle, y hoy vive en barrio La Ranita, en el extremo norte de la ciudad de San ta Fe. La Ley de Barrios Populares le permitió acceder a su primer certi ficado de vivienda y refaccionar su

casa, en la que también funciona el comedor del barrio. “Nos sentimos felices, porque por primera vez sen timos que nos tuvieron en cuenta. Yo, que soy una mina de la calle, por primera vez dije ‘tengo algo que es mío’”, relató emocionada.

La Ranita es uno de los 68 ba rrios populares de la ciudad de Santa Fe y uno de los 408 de la provincia, que hace un mes adhi rió a la ley nacional. “A partir de esto se abre un camino de respon sabilidad compartida, en el que la provincia asume el compromiso de llevar adelante esta política de Estado lograda por las organiza ciones sociales, que cumplen un rol de coordinación y seguimiento de los procesos de urbanización”, evaluó Dámaris Pacchiotti, dipu tada provincial de Ciudad Futura. El 17 de septiembre, la ciudad de Santa Fe fue sede del primer Foro Provincial de Barrios Popu lares, del que participaron más de 1200 vecinas y vecinos de más de 60 barrios de distintas localidades de la provincia. El principal propósito del encuen tro fue la puesta en común de las problemáticas de cada territorio, muchas veces compartidas, y la creación de una caja de herra mientas para abordarlas a partir del relato de las estrategias que cada barrio supo construir.

“Hicimos un racconto de las prácticas militantes y de laburo que se llevan adelante, y cerramos con los deseos y la proyección de qué soñamos para los barrios”, sin tetizó Pacchiotti, que adelantó que ya se está pensando en la realiza ción del segundo foro el año que viene en Rosario.

Gastón Restagno, referente de Nuestramérica, resaltó: “Nece sitamos la unidad para abordar la emergencia, porque si tiramos todos juntos por el mismo objeti vo, que es la integración sociour bana, será todo muchísimo más fácil". José María Escobar, vecino de Nuevo Alberdi, Rosario, y mili tante de Ciudad Futura, sintetizó el espíritu del Foro: "Los barrios populares siempre fuimos poster gados de la mecánica de la polí tica. Venimos a romper con ese molde y hacernos visibles para lu char colectivamente y empoderar nuestros territorios".

El Foro fue un encuentro his tórico que puso sobre la mesa la fortaleza de un sujeto político cada vez más sólido. Un sector capaz de construir leyes, de diseñar políti cas públicas y de ejecutarlas, mien tras sigue abriéndose camino para ganarse un espacio en la discusión pública, hasta que la integración sociourbana sea una realidad.

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 2022 11| PAUSASOCIEDAD
El 10% de la población argentina vive en barrios populares sin acceso a los derechos básicos. En 2018 conquistaron la Ley de Barrios Populares y hoy disputan su actualización en el Congreso de la Nación.
Con la sanción de 2018“por primera vez sentimos que nos tuvieron en cuenta”, dice Viviana Garnica, vecina del barrio La Ranita.
Natalia Zaracho:
“Las obras llegaron a los barrios y esta experiencia permite que la gente vuelva a creer en la política que transforma”.
Gabriela Carvalho

Los extremos sabaleros

Del histórico 2021 no quedó nada: el 2022 de Colón fue malo, pese a jugar la Copa, y Vignatti se equivocó demasiado.

Colón jugó con los extremos en un tiempo muy corto: pasó de dar la primera vuelta olímpica de la histo ria de Santa Fe en 2021 a salir entre los últimos en el torneo 2022.

La autodestrucción que vivió el fútbol sabalero en un espacio tan corto de tiempo tiene sus explicacio nes. Al mismo tiempo, era muy difí cil de presagiar luego del título que consiguió en San Juan. Más allá de que 2021 no cerró de la mejor ma nera, ni el más pesimista podía ima ginarse un 2022 tan pobre.

Si hay que buscar el único punto positivo del año, apenas se puede rescatar una aceptable Copa Liber tadores, ya que ganó un grupo du rísimo y luego quedó en octavos de final ante Talleres. El resto de la tem porada fue mala: en lo futbolístico

estuvo lejos de los objetivos básicos, como ingresar a la Copa Sudameri cana, llegar lejos en la Copa Argen tina, entrar a la fase final de la Copa de la Liga o terminar de mitad de tabla hacia arriba en el último tor neo local. Y en el plano institucional Colón fue noticia por los reiterados actos de violencia que terminaron con la condena de dos dirigentes y varios barras.

La dirigencia comenzó el año con la contratación de Julio Falcio ni como DT y Mario Sciacqua como director deportivo. Se pasó de un entrenador campeón, joven (43), que se encargaba de todo el fútbol sabalero y exigía más para el futuro, a un técnico de 66 años que estaba a punto de dejar la carrera. Colón erró en casi todos los jugadores que contrató y Sciacqua, responsable de esa función, jamás dio la cara en los

medios. Renunció apenas terminó el partido entre Colón y Central por la última fecha y admitió que no estaba preparado para el cargo.

Con Falcioni el equipo hizo una digna Copa Libertadores, pero que dó afuera de la fase final de la Copa de la Liga. La eliminación del torneo continental fue un quiebre y el presi dente José Néstor Vignatti despidió

al DT. Adrián Marini tuvo su primer interinato por un partido (victoria ante Vélez), pero inmediatamente llegó Sergio Rondina.

La llegada del “Huevo” será re cordada como uno de los pasos más cortos de un entrenador en Colón, estuvo menos de dos meses, dirigió siete partidos y por perder dos le cor taron su gestión.

“Chupete” Marini nuevamente se vistió de DT de Primera, Vignatti lo usó siete partidos, de los cuales per dió cinco, y una vez más en el año el poderoso dirigente sabalero decidió cambiar de entrenador.

Desde el 30 de septiembre al 24 de octubre se hizo cargo otro ídolo rojinegro, Marcelo Saralegui. El uru guayo le cambió el espíritu y el juego al plantel, el rojinegro ganó tres, em pató uno y perdió dos.

Los cambios de entrenadores, la ida sin grandes réditos económicos de jugadores gigantes para la histo ria de Colón como Burián, Lértora y Aliendro, la cantidad de futbo listas que no rindieron y la pésima campaña en los torneos locales son muestras de una comisión directiva que perdió el rumbo. Y vale destacar que solamente estamos haciendo un balance de lo futbolístico, porque el agregado de la violencia y la situa ción judicial en torno a las barras son más grave que lo deportivo.

Colón equivocó el camino luego de dar la vuelta olímpica el 4 de ju nio de 2021 y todo lo que pretendía Eduardo Domínguez para que la ins titución crezca se pulverizó en pocos meses. Mientras tanto, Vignatti aho ra prepara su dedo para apuntar a otro DT o para seguir usando la ido latría de Saralegui.

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 202212 PAUSA | DEPORTES
El club que trajo la Copa a Santa Fe perdió el rumbo luego de ser campeón el año pasado. Por Gastón Chansard

Unión: cuando ganan los malos resultados

Otro año

La última foto de Unión en 2022 es la más dura del año: adentro de la cancha se retiraba un grupo de jugadores con la cabeza gacha, ter minaban de ser goleados (4 a 1) por un Central Córdoba que tan solo as piró a quedarse en Primera División, mientras, en las plateas los socios insultaban a la comisión directiva y otros pedían “que se vayan todos”. El comienzo del año ilusionaba como pocas veces lo había hecho Unión en los últimos años. El Tate le ganaba a River 1 a 0 en la primera fecha y era un equipo que generaba confianza desde todos los aspectos, su compromiso contagiaba a sus hinchas y en ese contexto el entre nador Gustavo Munúa gozaba de la admiración del mundo tatengue.

En abril el Tate empezó a transi tar la Sudamericana en un grupo complicado, los viajes y el desgaste físico empezaron a mermar el ren dimiento en el torneo local, pero la aventura internacional terminó en clasificación a la segunda fase. Ha

De la ilusión de principios de 2022 a la nada misma: otra mala temporada para los tatengues.

bía quedado afuera de la Copa de la Liga, por lo tanto toda la apuesta es tuvo puesta en el cruce con Nacional de Uruguay. La eliminación ante los charrúas y la despedida temprana de Copa Argentina (vs. Banfield) en una semana provocaron una frustra

ción importante en el hincha. Luego de las eliminaciones Unión mostró un síntoma de recuperación en el ámbito local, y hasta estuvo muy cerca de la punta del campeo nato, pero desde agosto hasta la úl tima fecha (22 de octubre) todo se

desdibujó: 16 partidos jugados, 2 ganados, 5 empatados y 9 perdidos, apenas sacó 11 puntos de 48.

La estadística es muy desfavora ble en todo el año, además no cum plió con los objetivos deportivos, ya que no ingresó a la fase final de la Copa de la Liga, pudo pasar la pri mera ronda de la Copa Sudameri cana con un histórico empate en el Maracaná y una goleada en Barran quilla, pero se quedó afuera en la segunda etapa. Lo más duro llegó en la parte final del año, cuando quedó muy lejos de pelear por los puestos de vanguardia y sin chances de cla sificación a la Copa Sudamericana 2023 desde varias fechas antes de la última jornada.

La discusión que tiene Unión pasa por defender el proyecto que enca beza Roberto Battión (secretario técnico) o cambiar el técnico, traer jugadores de categoría y apostar fuerte para pelear en los puestos de arriba. ¿Proyecto o resultadismo?

El proyecto es consolidar a los

jugadores surgidos de las inferiores con el sostén de otros de mayor ex periencia, en ese camino la idea es apuntalar un estilo de juego y vender uno o dos jugadores por año para sostener el plan desde lo económico. “Hay que apoyar a los juveniles, a los de experiencia y al entrenador. La institución tiene en claro el camino que queremos caminar”, dijo hace un mes atrás Roberto Battión.

Hoy, con un plantel de vacaciones y los objetivos deportivos sin cum plir, la bronca de los malos resulta dos y actuaciones decepcionantes llevan a una parte de los socios a querer terminar con todo e insultar a todos, desde el presidente Luis Spahn para abajo.

Unión se debate entre el proyecto que lidera un hombre de la casa y los resultados que suelen romper todo en el fútbol profesional. Lo cierto es que el balance 2022 dio negativo y por ahora el 2023 es un gran signo de pregunta para el fútbol tatengue.

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 2022 13| PAUSADEPORTES
de fracasos en la Avenida. Luego de un mal 2022, Spahn debe decidir cuál es el futuro del Tate.

HOJA DE CARPETA

Beat of the song

Por Analía Giordanino

Me pasa una amiga un concier to del rapero Trueno en el que cita el “King Kong Five” de los Mano Negra (Now, listen to the beat, beat of the song, song/ go buzzing in my head, head like a bum dum) y a los Kuryaki (a mover el coolo). Dice el rapero argentino en un momento del video: está lento esto, vamos más rápido. Y la banda imprime un ritmo de funk hip hop a la canción, rodeados del entorno del Barrio de La Boca donde los colores estallan.

No tengo idea qué es ser rebelde para un adolescente hoy mientras los adultos vivimos de posteos. Pero sí sé que la escuela es el lugar donde los jóvenes se hacen fuertes. Por ejemplo: voy al estudiantil de teatro. Veo ado lescentes actuando, parándose en un escenario para ser vistos por otros que los aplauden y reconfortan con la escucha y los aplausos y los cantos de apoyo. Veo adolescentes participan do de concursos literarios en escuelas, peleándose por si la in vitación fue para algunos o para todos, preguntando, cuestionan do que por qué vamos cuatro y no todos los que quieran ir. Me encuentro con un alumno en una presentación de uno de mis libros y me pregunta si puede leer en voz alta algo del libro que se presenta, un diccionario que escribieron muchos autores y autoras santafesinos.

Le digo a Santiago, cuando

termina y nos deja sonrientes: leíste como si hubieras escrito vos el texto. Lo miro mientras lee: sabe cómo se agarra un libro, cómo se acarician las hojas al pasarlas. Se para frente al micrófono con elegancia suave, con prestancia ambulante en los pies que hacen un vaivén mientras apoya uno, luego el otro para darle ritmo a la lectura. Lo escucho mientras hace pausas o revisa y relee una palabra. Elige para leer la entrada “Orilla”, de Mercedes Bisordi. La entrada desarrolla el placer y el peligro de estar cerca de esa línea divisoria que separa la tierra firme del agua, de la cercanía o de la profundidad que acarrea tomar una decisión de lanzarse o meterse o salir o traspa sar una orilla.

Pienso: quiero aullar, pararme en el medio de la sala y gritar algo que no tienen nombre y ni tampoco tiene que ver conmigo, pero sí con la escritura y con un aula desco nocida para quienes descuentan sueldos y derechos, desconocida también para quienes toman horas de clase en una villa por la obra social pero viven de otra cosa. No hago nada de eso. No me paro ni grito ni aúllo en una sala llena de gente presentando un libro, por supuesto. Me quedo adorando a Santiago, mientras lee delante de una sala llena de adultos que escribimos, leemos y damos clases de escritura, lectura, lengua y literatura. Pienso que ese acto de pertenencia, ese acto de mundo de Santiago, ese beat of, es la toma del mundo que no estaba viendo. Salten al escenario, entren a la lectura y agarren el micrófono. Los necesitamos para mover el culo.

VARIOPINTA 10 AÑOS

La cálida ruta

Por Mariano Quirós

No hace falta un frío polar, con un mero fresquete alcanza. Hay que estarse prevenido. Si es posible, llevar un par de guantes, un gorri to de lana, quizás una bufanda. El fenómeno de Raynoud es traicio nero, de pronto los dedos, de por sí fríos, se entumecen, el tacto se revela, las yemas adquieren una tonalidad mórbida y, si acaso pre tendemos manipular una birome, el cepillo de dientes o un encen dedor, habrá que hacerlo desde la memoria del cuerpo y no ya desde la acción concreta. Como quien camina a ojos cerrados, al tanteo.

El reumatólogo que me diag nosticó expuso su ignorancia con un argumento geográfico y climatológico: que era natural que el Raynoud se manifestara ahora que vivo en Buenos Aires y no antes, en Resistencia, donde hace calor todo el año. También me recetó una pastilla que, según sus indicaciones, debería tomar desde ese momento y hasta el día de mi muerte, en tanto y en cuanto los avances médicos no impusieran otra cosa. La consulta duró siete minutos, quizá un poco menos, y no fue tanto eso como el gesto de suficiencia de este buen hombre, muy dado de sí, lo que me empujó a no hacer caso. El homeópata que vi después opinó que hice bien, que la pastilla en cuestión no haría más que empujarme hacia una dependen cia innecesaria y a un cúmulo de efectos colaterales de los que me enteraría en cosa de unos años y que supondrían, a su vez, nuevas fórmulas de laboratorio. También me sometió a un cuestionario que, como buen prejuicioso, adjudiqué a los principios de su orientación curativa. Las preguntas giraban alrededor de los miedos, los míos. Yo tenía que contestar, como en un pingpong, sí, no, o más o menos. Hasta ese momento yo decía a voz en cuello y a quien

quisiera oírlo que sólo le temía a la electricidad y al tránsito caótico de Resistencia, pero en esa sesión homeopática descubrí que le tengo miedo a todo: a la soledad, a la compañía, a los extraños, a los parientes, a los hijos, a no tener hijos, al dolor, al dolor de los demás, a la vejez, a la inmadu rez, a mis antiguos compañeros de colegio, al neoliberalismo, a las vacunas y a los anti-vacunas… intuyo que el cuestionario aquel apunta más a impresionar a quien está siendo cuestionado que a in formar al cuestionador. El asunto se reduce a un elemental miedo a la muerte (la última pregunta del cuestionario). Quien más quien menos, expone ese miedo a veces más y a veces menos abiertamen te. Al homeópata, lo mío le habrá sonado grosero.

De todos modos, lo que más me molesta es no sentir las ye mas de los dedos cuando tecleo. Siento que escribe otro y, para colmo, otro que escribe mal, peor de lo que yo puedo hacerlo habitualmente. Las letras, las pa labras emergen sobre el monitor como un brote fantasmal y yo recibo con pena la elocuencia de mi escasa estatura. El fenómeno de Raynoud también funciona como un golpe a la vanidad.

Sin ánimo de comparar, ni al escriba ni a la enfermedad, en su última época, cuando ya no podía mover el cuerpo pero mantenía la lucidez a pleno, Ricardo Piglia escribía a través de un dispositivo que manejaba con los ojos. Decía, como siempre, algo lindo y ocu rrente sobre el tema: que habría que seguir la evolución o involu ción de la literatura a través del desarrollo de los dispositivos de escritura a lo largo de la historia: del martillazo brutal a la pluma fuente, de la ruda Olivetti a la levedad de una Mac.

Yo era mucho mejor cuando mis dedos eran parte del fluir de la conciencia, una conciencia que

nunca fluyó del todo, pero que mis dedos anular, índice y mayor sabían recibir. A veces intento ser optimista y me vuelco a ideas como aquella de Fabián Casas y su voz extraña: no hay que bus car la voz propia —dice Casas— porque eso es algo que tenemos de sobra, es apenas la voz del punto de partida, la voz original, la voz que nos acompaña desde el principio de los tiempos, la voz que nos dice lo que queremos es cuchar y, mucho peor, lo que los otros quieren escuchar de noso tros. La voz extraña, en cambio, es la que habla en contra, es el aullido, es la poesía que se libera de nuestras pretensiones. Ojalá mis dedos, que ya no son míos, tomaran ese camino.

Dicen que la enfermedad está en uno desde siempre y que uno, llegado el momento, simplemen te la convoca. El argumento tiene su lógica pero también tiene su magia, un componente de mis ticismo contra el que cuesta no revelarse. De la misma manera y con el mismo énfasis con que me revelé contra el reumatólogo.

De momento puedo lidiar con el bajón en mi eficacia narrativa, pero el Raynoud también me obliga a equilibrar mis accesos de frío —menos de veinte grados ya me condicionan— con el deseo y comodidad de quienes viven junto a mí. La intensidad de la estufa, la cantidad de capas de mantas y frazadas, las puertas y ventanas, si abiertas o cerradas, y la nariz roja de un borracho.

Veo películas, leo cuentos y novelas que suceden en la nieve y se me estremece el pellejo. ¿Podré apreciar alguna vez una aurora boreal? Supongo que no, y elijo pensar que mucho más por cuestiones de dinero que por cuestiones físicas. Me queda la esperanza de mis dedos, inde pendientes, libres, escribiendo horrible hacia la cálida ruta del infierno.

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 202214 PAUSA | OCIO Y CULTURA

Con la ñata contra el vidrio

“Yo salí siempre con chetas, pero ahora salgo con mi novia que es re normal y no tengo ni un drama con eso”. Son las tres de la tarde de un sábado y la casa de Gran Hermano me recibe desde la gélida pantalla de televisor con esa frase que irra dia, entre otras cosas, una leve luz de humanidad.

Sí, estoy mirando Gran Herma no. No, no lo miro todo el día ni me molesto en mirar los resúmenes del canal que lo pone al aire, y que eli ge recortarnos con criterio dudoso lo que ellos consideran que son los momentos más jugosos. Miro Gran Hermano y no voy a decir que lo miro ni como experimento socio lógico, ni como placer culposo, ni siquiera como para tener material para esta columna. Lo miro porque me gusta. Me hace vibrar la misma fibra íntima que se detiene a leer conversaciones ajenas de Whats App cuando la perspectiva visual lo permite, o que se deleita chus meando de balcón a balcón la ropa que mi vecina cuelga en su tender.

Miro Gran Hermano porque, a mi criterio, no hay nada en este mundo más interesante que las personas. No hay juego ni narra tiva que pueda competir con la charla cotidiana, la minucia de lo que surge de esa conversación que sostenemos pura y exclusivamen te para no aburrirnos, el diálogo que se da entre dos personas que intercambian palabras más por intercambiar dióxido de carbono que por intercambiar ideas. No todo tiene que producir, elaborar, edificar, generar nuevas matrices de pensamiento. De vez en cuando nos podemos permitir un pasaje de conversaciones con olor a patas. No vamos a morir en el intento.

Mi columna anuario probable mente va a girar en torno a por qué cada vez nos sentimos más habilitados a ser sommeliers de vidas ajenas, en constante bús queda de justificaciones. A veces a la gente las cosas les gustan por que sí. A veces las miran para in dignarse, para angustiarse, para anestesiarse. Y ya.

Dicho esto, esta edición de Gran Hermano cuenta con el casting más nefasto de sus 21 años de historia. Eso es innegable, y a estas alturas es directamente una confesión de parte de quienes los seleccionaron. Metieron en la casa a personas que son el arquetipo del comentarista de Infobae o, peor, del tuitero pro medio. Hay buenos muy buenos, malos muy malos, hegemónicos muy hegemónicos, y una cantidad excesiva de cordobeses en propor

ción a lo que realmente significa poblacionalmente esa provincia para el país. Además de los perfiles psicológicos que aquí trazo sin te ner ni el más mínimo detalle de lo que se precisa a la hora de elaborar ese tipo de reportes, debo decir que presiento que quizás la producción no pensó muy bien a quién metía en la casa. Se que sonará contradic torio, casi como si estuviera discu tiendo conmigo misma, pero estas

Esta edición de Gran Hermano cuenta con el casting más nefasto de sus 21 años de historia. Es una confesión de parte de quienes los seleccionaron.

primeras jornadas de competencia han dejado en evidencia que pro bablemente entre los concursantes hay tres o cuatro que son más vivos que la propia producción.

Era de esperarse, si se entiende que han pasado 21 años del primer Gran Hermano y que muchos de ellos apenas sabían caminar cuan do se puso al aire ese primer pro grama en el que Soledad Silveyra le tuvo que explicar a los ganadores que el ataque a las Torres Gemelas y la crisis de diciembre de 2001 ha bían pasado mientras ellos toma ban sol en una casa en Martínez. Los nuevos participantes crecieron

en un mundo en donde el confe sionario tiene forma de historia de Instagram y la fama instantánea viene teñida con el tinte amable de un filtro de TikTok que te deja la cara como si te hubieras pasado una cremita de placenta de ballena todas las noches.

En su primera semana en la casa, los participantes metieron chapes, parejas, equipos, conspi raciones, una falsa denuncia de corrupción y dudosas estrategias de juego. Su ansiedad es evidente. Algunos incluso ya están sufriendo los embates de la abstinencia de los esteroides y las redes sociales. Es que lo difícil de una experiencia de encierro es, precisamente, no con tar con la mirada de esa otredad que en el día a día nos envalentona y nos valida con fueguitos de Insta gram y megustas en Twitter. Hasta que no salgan de ahí, no van a sa ber qué piensa “la gente” de ellos. Esa es la dinámica que, siento, no todos van a poder aguantar. En una suerte de carrera de fondo, revisa da hasta el hartazgo por una pro ducción que meticulosamente los pincha y los premia por un punto más de rating, el principal enemigo de muchos ahí es la ansiedad. Les quedan cuatro meses por delante y ya se gastaron todos los cartuchos. Son ese pibe que se gastaba toda la guita para la comida del viaje de egresados en la primera YPF en la que parabas a mear.

Hay algo que se puede decir, además, de nuestra televisión: ya no es el epicentro de los hogares. Ha dejado de ser la ventana por la

cual mirábamos afuera, incluso el espejo en el que buscábamos refle jarnos. Es más bien el vidrio blinda do de un anaquel de museo, de una jaula de circo. Con apenas acer carnos vamos a ver escenas gro tescas, más o menos realistas, que no pretenden ser ni contenido ni formato alguno. A veces, la gente dentro de esa caja plástica cocina. A veces canta. A veces se derriten frente a nuestros ojos, como en el

En su primera semana en la casa, los participantes metieron chapes, conspiraciones, una falsa denuncia de corrupción y dudosas estrategias de juego.

caso del interminable descenso al letargo eterno de Tinelli o de Per golini. Lo que no podemos decir es que esa gente en la tele “no existe”. No podemos decir que esos discur sos de odio, de miedo, violentos, no existan. Que nos moleste verlos de frente no quiere decir que no habi ten agazapados en las catacumbas de internet.

(Esta expresión no es mía. Es un término que le robé a Mariana En ríquez, y que ustedes se merecían conocer).

Mis reparos y broncas para con Gran Hermano son, en definitiva, para con el canal. Me genera dolor

que un espacio como Telefé, que había hecho de Masterchef y La Voz Argentina un canto a la diversidad y a la aceptación de todas las expre siones de género y las preferencias sexuales, ahora ponga en pantalla un programa en donde la gente se declara abiertamente homofóbica o dice que la gente bisexual “le da asco”. Esa gente es joven. Proba blemente votan a diputados que después te niegan los 30.000 des aparecidos o que quieren terminar con todas las leyes laborales. Lo doloroso no es que estén en la tele. Lo doloroso es que están en la calle. Quien crea que a esos pibes los in ventó un guionista de Endemol ne cesita salir de la burbuja personal.

Entonces, a Belén le gusta chus mear de qué hablan 18 extraños que son forzados a convivir. Pero Belén no quiere darle a Telefe y compañía ni un menos mil por ciento de rating. No quiere validar ni con su “me gusta” ni con sus visi tas ninguno de los perfiles digitales del canal. Entonces hace lo que ha hecho con el fútbol secuestrado por Clarín y compañía: lo mira pirata. Por Twitch. Con otra gente que además lo comenta mientras lo mira, alimentando más su algorit mo que sobrevive a base de charlas intrascendentes.

La casa de Gran Hermano aho ra se compone de: un taxista con rastas racista, un tiktoker físico culturista racista y homofóbico, una cordobesa que tiene pinta de alimentarse sólo con recetas sacadas de instagram, una pe luquera de perros lesbiana, una poliamorosa que no sabe explicar muy bien qué es el poliamor, una exdiputada, un señor de 60 años que dice que Alberto Fernández una vez lo coimeó (y al que la mismísima Gabriela Cerruti salió a desmentir), un cartonero y un analista político que no pasó por ninguna instancia formativa ni académica pero que igual se auto percibe como una voz de referen cia. Del resto no me acuerdo, son realmente una especie de copia de participantes de las ediciones anteriores. De hecho de a ratos siento que los sacan y los ponen de acuerdo a cómo viene el día.

La decoración de la casa parece pensada por el mismísimo fantas ma de Versace pero después de cla varse dos tubos de vino Talacasto. Es una casa pensada y planeada para propiciar el brote psicótico con delirio místico. Tal y como está la cosa, todo parece indicar que el primer brote va a llegar antes de que Santiago Del Moro pueda si quiera cobrar el primer sueldo por su excitadísima conducción.

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 2022 15| PAUSANO SOY UN ROBOT
Dos décadas después de la primera edición, Telefé pone en pantalla nuevamente al reality que nos hizo entender que nada en la tele es real.
Todoindica que esto se va a descontrolar antes de que Santiago Del Moro pueda cobrar el primer sueldo por su excitadísima conducción.

Edulcorante o deuda

—¿Buenas cómo andamos?

—Bien, acá jugando a la perinola existencial. Negando y siguiendo. Como dice Yamagushi Sodo: Esta primavera en mi cabaña Absolutamente nada Absolutamente todo

—Entonces es cierto que abandonó el tabaco de manera absoluta.

—Sí, ahora que deje la nicotina y sus derivados me dí cuenta que también es probable que deje la cerveza y que luego deje de ver personas. Ya que todos eran vicios sociales.

—Claro, ya nada es trascendente, incluso la trascendencia.

—Más bien todo es irrelevante inclu so aquello que parece importante.

—No entendí. Si puede ser más claro y brindar mejores argumentos se lo agradecería.

—Yo tampoco. Pero si quiere empie zo a hablar con normas APA.

—No, está bien. A esta altura de la vida no vamos a discutir por la rigurosidad de un argumento. Sabemos que la amistad carece de método científico.

—Sí, además siempre es más impor tante la pregunta que la respuesta. Y, cuando dude de algo, menos es más.

—Justito, me viene casi como ganancias a Juez. ¿Qué piensa de Halloween?

—La verdad que no pienso nada. —Bueno, qué opina entonces.

—Que el pensamiento nos hace racionales, pero también nos invita a transitar laberintos.

—No, qué opina de Halloween.

—Ah, no, la verdad que no tengo nada que opinar.

—Pero falta la mitad del texto…. —Eh, ¡ud es un cipayo!

—¿No será medio mucho?

—Si, la verdad. Mire: si la vida fuera un algoritmo le diría:“¿Te gusta celebrar la navidad? Entonces tam bién te puede gustar:“All Hallows’ evening”, algo así como la víspera de todos los Santos. Que según dicen, es un choreo a los celtas. Sincretismo, que le dicen. —Ah, similar al Día de los Muertos en México.

—No, ahí hay una diferencia. El festejo mexicano es una reacción al dominio Americano, su vigencia es de resistencia a las dos potencias que lo han dominado a lo largo de su historia: España y Estados Unidos. Dicen que desde la conquista espa ñola en 1521 los mexicanos celebra ban el Día de Todos los Santos y el Día de las Ánimas.

—Ah, es como Felipe Pigna pero ha blando en neutro. Yo siempre quise disfrazarme y salir a decir "dulce o truco". Pero eran los 80. Creo que es culpa de las películas, Martes 13 y todo el cine de terror.

—Las películas de terror también nos convidan a pensar las diferencias de clase entre vampiros y zombies. ¿Alguna vez ha visto un vampiro pobre? ¿Por qué a los zombies se los reprime?

Mis 5 minutos diarios mirando por la ventana

Por Rebo

AÑO 15 - Nº 302 | JUEVES 27 DE OCTUBRE DE 202216 PAUSA | COCOLICHE
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.