Pausa 294

Page 1

@periodicopausa

AÑO 15 - Nº 294

Periódico Pausa

EDICIÓN DE 16 PÁGINAS

periodicopausa

www.pausa.com.ar

JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022 PRECIO: $150

¡Conseguí laburo! ¡El sueldo no alcanza!

,,

La desocupación es la más baja en muchos años, el trabajo registrado crece y está en su punto más alto pero la inflación come a las paritarias; el poder adquisitivo no se recupera y sigue cayendo.

2-3

Tener un empleo y seguir siendo ser pobre: la canasta básica para una familia de cuatro personas roza los cien mil pesos

Bielsa siempre da que hablar

El“Loco”Marcelo Bielsa volvió a ser noticia por su llegada al legendario Bilbao de España. El periodista Alberto Egea analiza la“huella de dinosaurio”que siempre deja el entrenador PÁG. 10 rosarino.

Del feminismo al Estado provincial

Alquileres: hecha la ¿Qué pasa después ley, hecha la trampa de cumplir 60?

María Florencia Marinaro es la ministra de Igualdad, Género y Diversidad de la provincia de Santa Fe. En diálogo con Pausa repasa su primer semestre de gestión, sus inicios en el movimiento de mujeres y los desafíos a futuro.

A dos años de la ley de alquileres, el Congreso analiza una reforma diseñada por la oposición a medida de los intereses de los propietarios. La ley vigente fracasó ante el avance de la inflación y no aparece una alternativa superadora.

PÁG. 6-7

PÁG. 4

Aunque requieran cuidados, las personas mayores no pierden poder de decisión sobre sus vidas. Las políticas públicas para esa población apuntan a garantizar la autonomía y la autovalidez. Cuál es la situación en Santa Fe. PÁG. 8-9

AD+

Historia, presente y futuro de Los del Bohío en la voz de Juan “Caito” Denis PÁG. 14 “Instrucciones para abrazar el aire”: PÁG. 12 una obra teatral para la memoria


2

AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022

PAUSA | ASUNTOS PÚBLICOS

¿Quién se lleva el valor del trabajo? Cada vez hay más laburo, cada vez la plata vale menos. Los datos duros de un momento crítico de la economía y los trabajadores que pone en jaque la base política en la que se sustenta el gobierno. Por Juan Pascual Hay mucho más trabajo, pero el salario viene perdiendo feo con la inflación. Esa frase sintetiza la actualidad del mercado laboral en Argentina, donde las cifras de desocupación están entre las más bajas en los últimos 20 años pero el poder adquisitivo se mantiene en el pozo donde empezó a caer desde 2015. Un pozo cuya salida parece cada vez más lejana, dado el aumento constante y generalizado de los precios, que demuele casi cualquier acuerdo paritario, y donde los que más hundidos son los más pobres. El ritmo de creación de empleo registrado cuadruplica al del macrismo, llevando a que hoy haya más trabajadores registrados que nunca, pese a que existan sectores –sobre todo ligados a las clases populares– donde no cede el empleo no registrado. El sector privado, específicamente la industria, están motorizando la incorporación de trabajadores.

STAFF DIRECTOR Ezequiel Nieva JEFE DE REDACCIÓN Juan Emilio Pascual SECRETARIA DE REDACCIÓN Mariángeles Guerrero REDACCIÓN Ileana Manucci, Gastón Chansard, Alan Valsangiácomo, Mari Hechim, Marcelo Przylucki, Milagros Argenti, María Luisa Lelli, Bautista Veaute, Agustina Lescano, Lucía Guadagno, Federico Coutaz, Analía Giordanino, Javier Gatti, María Belén Degrossi, Gabriela Carvalho y Sebastián “Rebo” Pérez CONTACTOS Tel: (0342) 154 344 277 pausadigital@gmail.com

Los artículos firmados no reflejan necesariamente la opinión del editor.

Pausa Nº 294, 30/6/2022 Propietario: Cooperativa de Trabajo Bajo el Fresno Limitada Director responsable: Ezequiel Nieva Domicilio legal: Lavalle 3447, Santa Fe Registro de la Dirección Nacional de Autor en trámite Impreso en DWP SRL, Ayolas 241 Bis, Rosario (Santa Fe)

En el reverso, el poder adquisitivo está por el suelo. En la comparación del alza de salarios públicos, privados y no registrados contra la suba de la inflación, el panorama es desolador. Junto con un aumento de la desocupación, que varias veces superó los dos dígitos, la gestión de Mauricio Macri terminó con una caída del 20,8% del poder adquisitivo de los privados registrados y de 23,6% de los públicos. En ese empeoramiento del mercado de trabajo se explica en parte la derrota de Cambiemos. Pero desde 2019, el gobierno que llegó al poder prometiendo mayor consumo no logra mejorar el salario real. Pandemia mediante, con Alberto Fernández los trabajadores no registrados perdieron el 7% de su poder adquisitivo, los privados registrados perdieron el 1% y los públicos el 0,2%. Con más precisión: los trabajadores públicos están en recuperación por las paritarias, ya que son los que más poder adquisitivo perdieron durante más tiempo, sobre todo en 2020. Y estos son datos a marzo. Todavía falta calcular qué pasó con el poder adquisitivo con los mazazos inflacionarios de abril y mayo. Bolsillo flaco

Sectores como los administrativos estatales de la Nación, con el 64%, bancarios con el 60% o comercio, con el 59%, acordaron aumentos salariales anuales en paritarias para 2022 que, para el momento de las firmas, parecían importantes. Con una inflación interanual que a mayo llegó a 60,7% (la más alta desde fines de 1991), en todas las proyecciones parece claro que, sin reapertura de negociaciones, los sueldos quedarán muy lejos de alcanzar el alza de precios. Y no estamos hablando del grueso de los sectores que de por sí tienen aumentos pactados con sus patronales que están muy por debajo de la carrera de las góndolas: la docencia universitaria hoy está movilizada porque el gobierno nacional no se mueve de su oferta de 41% de aumento salarial para 2022. Además, la dinámica del alza de precios y de salarios es desigual. Sólo en mayo los precios subieron 5,1%, después del 6% de abril y el pico de 6,7% de marzo. En ese período, ninguna paritaria tuvo esos mismos porcentajes de subas salariales. Si la inflación se sigue aplacando –un gigante condicional–, los sueldos podrán ir recuperando algo del poder adquisitivo. Eso no quita la zozobra ya padecida: los precios aumentan primero, los salarios después. Todo este párrafo

glosa lo que mejor esclarece un apotegma del acervo nacional: los precios suben por el ascensor, los salarios por la escalera. Por eso es tan razonable el impacto de la inflación en el malhumor social. Es asfixiante, los momentos de recuperación son breves y, después, vuelta al ahogamiento. Bolsillo más flaco

Si bien los aumentos en paritarias suponen un alza de los salarios que tiene su eco, aunque en menor medida, en los trabajadores no registrados, hay sectores donde el trabajo fuera de norma es tan masivo que la desprotección es la regla y no la excepción. Para peor, son los trabajos que mejor pintan a las familias trabajadoras de los barrios populares. En el último trimestre de 2021, los porcentajes más altos de trabajo no registrado se expresaban en el empleo doméstico (78,2%), la construcción (73,2%), hoteles y restaurantes (55,1%) y comercio (43,6%). Esas cifras, altísimas, no distan del porcentaje promedio de trabajo no registrado de esos secto-

res entre 2003 y 2021, los últimos 18 años: empleo doméstico marca un 82,4%, construcción un 67,7%, hoteles y restaurantes un 47,3% y comercio un 41,8%. No se trata de una condición coyuntural o reciente, sino que es estructural, y afecta, sobre todo, a los sectores más cercanos al empleo de las clases populares. Son los sectores que menos calificación requieren en el trabajo urbano. El trabajo no registrado toma provecho de la necesidad y el Estado no supo, y por momentos no quiso, encontrarle la vuelta a la formalización de esos trabajadores. Como sucede con los monotributistas, nunca en su horizonte de expectativas está presente el aguinaldo (el decimotercer sueldo) o las vacaciones (el mes que se cobra sin trabajar). Casi dos décadas de estancamiento en la informalidad transforma no sólo la percepción sino la experiencia de los derechos laborales y lo que implican. Para los pobres, todo sale más caro. No sólo sus aumentos salariales son menores en sus empleos no registrados, sino que rubros de

inevitable consumo tienen alzas de precios anuales más altos que la inflación general: alimentos y bebidas no alcohólicas marcó una suba anual a mayo de 64,2% y prendas de vestir y calzado del 79,6%. Quienes más necesitaban una mejora del poder adquisitivo son quienes más lo están perdiendo. Volver al ruedo

El otro lado de la caída del poder adquisitivo es el cambio de vida para quien no tenía trabajo y pasa a tenerlo. Hoy hay mucho más y mejor empleo que durante la pandemia y que durante el macrismo. La cifra general la da el Indec. La desocupación marcó 7% en el primer trimestre de 2022, el mismo porcentaje que en el último trimestre de 2021, una gran mejora respecto del 10,2% del primer trimestre de 2021. Además, las tasas de empleo (personas con trabajo) y de actividad (personas con trabajo o que buscan trabajo) también mejoraron en la comparación interanual: 46,5% fue la actividad en 2022 contra 46,3% en 2021 y 43,3% el empleo contra 41,6% en


AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022 2021. Hay más gente activa, hay más gente empleada, hay menos gente sin empleo. Ese 7% de los dos últimos trimestres relevados por el Indec cobra más valor en una comparación más extensa: son los dos trimestres con menor desocupación desde 2015. En estricto rigor, sólo comparando trimestres equivalentes, hay que ir hasta el cuarto trimestre de 2014 para encontrar una desocupación más baja. Respecto del primer trimestre de 2022, no hay registro de un primer trimestre con una desocupación más baja, al menos desde 2003 a la fecha. En una medición más rigurosa, la cantidad de trabajadores registrados bajo todo concepto es hoy la más alta de la historia. Para ubicar el dato: a mayo, según el Indec, el 64,1% de la población empleada cuenta con un trabajo registrado, mientras que el 35,9% no está registrado. En el promedio de 2003 a 2021, el empleo no registrado marca 36,8%. Es un extraño y falso lugar común la idea de que en Argentina no se genera empleo. En Argentina hay períodos donde se crea empleo y períodos en los que se lo destruye. El padecimiento de tres períodos históricos de destrucción de empleo en los últimos 50 años debería servir como advertencia. El último período fue reciente. El ciclo 2015 a 2019 fue un ciclo de destrucción de trabajo, a diferencia del ciclo previo y posterior. No es opinión, son datos. A lo grueso: entre 2015 y 2019 unas 105.609 obtuvieron un trabajo registrado. Es una cifra bajísima, menos de un cuarto de lo que se debería haber creado para acompañar el crecimiento vegetativo de la población. Desde 2019 hasta marzo de este año, unas 409.806 alcanzaron un trabajo registrado, según los datos del Ministerio de Trabajo, en base a la Anses. El trabajo registrado no sólo se recuperó de la caída abrupta que corresponde a las restricciones de la pandemia, sino que entre 2019 y 2022 se creó cuatro veces más empleo registrado que durante todo el macrismo. Ese aumento vertical no se debe a que se ensanchó bestialmente el empleo público: se debe a que durante la gestión de Cambiemos se destruyó empleo privado, mientras que en la gestión del Frente de Todos, aun con pandemia, se creó trabajo privado registrado. La diferencia

No es el empleo público el que explica que hoy haya cuatro veces más empleo registrado creado que durante todo el ciclo macrista. Entre 2015 y 2019, más de 108 mil personas obtuvieron un trabajo público registrado. Es decir: durante el macrismo, de no ser por empleo público, no hubiera habido crecimiento del empleo registrado. En lo que va de la gestión de Alberto Fernández, casi 83 mil personas accedieron a un empleo público registrado. Entre los trabajadores registra-

ASUNTOS PÚBLICOS | PAUSA

3

un 13% su cantidad de trabajadores registrados. Durante la gestión 2015-2019 casi 169 mil personas perdieron su trabajo privado registrado industrial, desde 2019 a marzo de 2022 casi 49 mil lo recuperaron. Más significativa es la medición de las caídas mensuales en la cantidad de trabajadores: durante el macrismo, hubo sólo ocho de 48 meses en los que hubo incrementos en la cantidad de trabajadores registrados de la industria; a partir de 2019 –incluso con la pandemia– hubo caída en apenas tres meses, en todos los demás hubo incrementos. Actualmente, la cantidad de trabajadores privados industriales es superior a la de octubre de 2018. Hay 1.136.185 trabajadores privados industriales registrados. Queda muchísimo, no obstante, para recomponer todo lo perdido: Macri pulverizó una industria que, en 2015, empleaba de forma registrada a 1.252.108 personas. ¿Y entonces?

dos están los monotributistas, que se dispararon desde 2019. Durante el macrismo, en promedio todos los meses se sumaban 3422 monotributistas. Esa cifra escala a 7197 durante la gestión de Fernández. Es una diferencia muy significativa: como todo monotributriste lo sabe, este es también un indicador de precariedad laboral oculta. En números totales, 167 mil monotributistas nuevos se sumaron entre 2015 y 2019, contra más de 201 mil que ya lleva sumados la gestión Fernández. El trabajo registrado en casas particulares sufrió un verdadero mazazo durante la pandemia. Es uno de los pocos sectores del merca-

Durante el macrismo, en promedio, todos los meses se sumaban 3422 monotributistas. Esa cifra escala a 7197 en la gestión de Alberto Fernández. do de trabajo donde los resultados son mejores durante el macrismo que durante la gestión de Fernández. Entre 2015 y 2019, unas 55 mil personas registraron su trabajo en casas particulares. Desde 2019, y sobre todo con la pandemia, más de 24 mil personas dejaron de estar en blanco. La caída se estabilizó en diciembre de 2020, pero no se observa ningún atisbo de repunte. Por último, el dato más relevante, la diferencia más significativa: durante el macrismo más de 233 mil personas perdieron su empleo privado registrado; durante la gestión de Alberto Fernández,

más de 93 mil personas obtuvieron un trabajo privado registrado. El macrismo fue una máquina de destruir empresas y empleo privado. El ciclo iniciado en 2019, aun con la pandemia en el medio, es su exacto opuesto. Con Mauricio Macri, todos los meses, en promedio, 4768 personas perdían su trabajo privado registrado. Con Fernández, 3330 personas lo obtienen. El giro es de 180 grados, pero ese ritmo promedio indica también que quizá para 2023 no se recupere todo lo destruido entre 2015 y 2019. El empleo privado

El empleo privado registrado es, justamente, el remanido “empleo de calidad", el más virtuoso –desde ciertas perspectivas– ya que no depende del Estado, sino que es producido por la iniciativa privada. Dos son las actividades que explican un tercio del empleo privado registrado: la industria y el comercio. Si se suma la hotelería y los restaurantes y la construcción, se obtiene además una aproximación más precisa a los sectores que reflejan la dinámica económica en nuestro país. • El comercio, la hotelería y los restaurantes son los sectores más impactados por las medidas de cuidado durante la pandemia. Muy sensible a la estacionalidad, sólo en ciclos de mucho crecimiento del empleo (como en 2010 y 2011) logra equiparar durante el frío la cantidad de empleados que demandan el verano y las vacaciones. Actualmente, las cifras son superiores a las de mayo de 2019, pero se encuentran por debajo de enero y febrero de 2020. Durante el macrismo, el comercio, la hotelería y los restaurantes perdieron casi 86 mil trabajadores registrados; con Alberto Fernández apenas hubo un

crecimiento de poco más de ocho mil trabajadores. • Sector sensible para el empleo popular, la construcción tuvo un freno durísimo durante la pandemia y, desde julio de 2020, no para de repuntar. Actualmente, también está recuperando lo perdido durante el macrismo. Entre 2015 y 2019, más de 37 mil trabajadores de la construcción quedaron sin laburo registrado. A marzo de 2022, último dato disponible había más de 413 mil trabajadores registrados en el sector, contra 397 mil de diciembre de 2019. En marzo de 2019 arrancó una caída vertical en la cantidad de trabajadores registrados de la cons-

En la gestión de Macri casi 169 mil personas perdieron su trabajo privado registrado industrial; entre 2019 y 2022 casi 49 mil lo recuperaron. trucción. Sólo en el último año del macrismo, unos 59 mil trabajadores de la construcción quedaron sin laburo registrado; en el pico de la pandemia, casi 53 mil trabajadores fueron los que perdieron su laburo. Más rápido: para el empleo privado registrado de la construcción, fue más potente la crisis del último año macrista que las restricciones del coronavirus. • El sector privilegiado por el actual modelo es el industrial, en el más exacto reverso con el macrismo. El ciclo 2015 a 2019 fue destructivo especialmente con este sector, que redujo en más de

Hace dos semanas en Radio 10, Alberto Fernández reseñó que “La producción argentina está volando. Tenemos récord industrial. La producción anda bien, el empleo también, incluido el informal”. Luego, reconoció que “es cierto que los salarios reales todavía están bajos” y finalmente confesó “¿Dónde está fallando el programa? En la distribución. Justamente en la distribución es donde el salario crece y el bolsillo se llena de plata. Esa es nuestra mayor obsesión hoy”. Se reconocen avances en la redistribución de la riqueza, como el Aporte Solidario durante la pandemia o el proyecto de impuesto a la renta inesperada como producto de la invasión rusa a Ucrania. Pero es difícil identificar cuáles son las medidas que el gobierno está llevando adelante para detener la caída del salario real. Encima, se acerca el fin de los subsidios a la luz y el gas, si bien se prevé que su continuidad para los más necesitados y una suba por debajo de la inflación para los sectores medios. El país viene de crecer 10,4% en 2021 y sigue para arriba. “Está volando”, dice el presidente. Está volando mientras diariamente en las góndolas las personas que tienen trabajo notan que sus ingresos están por debajo de la línea de pobreza, estimada para mayo en 99.677 pesos para una familia de dos adultes y dos niñes. Una familia con cien mil pesos de ingresos es pobre. El aumento del salario real no es un simple hecho de “distribución”. Es el resultado de una puja respecto de quién se queda con la riqueza, con el valor del trabajo producido. Ni siquiera el Estado está pagando por encima de la inflación. Hasta ahora, vienen ganando más los mismos que van a hacer todo para que en 2023 este gobierno pierda las elecciones. Y aquellos trabajadores que bancaron con su voto la promesa de volver a llenar la heladera ya parecen tener las esperanzas rotas.


4

AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022

PAUSA | ASUNTOS PÚBLICOS

Alquileres: una ley que no conforma a nadie El Congreso estudia reformas sobre una ley que lleva recién dos años. El problema central es la inflación. Gabriela Carvalho

Por Ezequiel Nieva Para los millones de inquilinos de la Argentina, no hay sueño de la casa propia y ni siquiera de la casa ajena. La nueva Ley de Alquileres, con apenas dos años de vigencia, fracasó en su cometido de contener los precios y las reformas que estudia el Congreso –impulsadas por la oposición– son un retroceso respecto de la actual normativa, que no satisface ni a los inquilinos ni a los propietarios. En las actuales condiciones, alquilar es una aventura. Se sabe el precio de inicio del contrato, pero los valores del segundo y del tercer año del alquiler están atados a la evolución de la inflación y de los salarios. Hoy ese índice su ubica en torno al 60%: un incremento que solo pueden afrontar aquellos inquilinos cuyos ingresos aumentan por encima o al mismo ritmo que el resto de los precios. Desde que quedó en evidencia el fracaso de la ley aprobada en 2020, en plena pandemia, el mercado de las viviendas en alquiler se viene achicando mes a mes. Los propietarios no están conformes con la norma y prefieren vender sus propiedades antes que alquilarlas. Los inquilinos tampoco están conformes, pero por otros motivos. Para tratar de acercar posiciones, en abril la Cámara de Diputados

tamen de la oposición, la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, dijo que espera que “el Parlamento no apruebe ese proyecto que deja a los inquilinos librados a lo que decidan dueños y las inmobiliarias”. Los ejes del debate

Este año los propietarios están pidiendo actualizaciones de hasta el 80% para renovar.

de la Nación puso en marcha una ronda de consultas con el objetivo de sintetizar los distintos puntos de vista en busca de una reforma que satisfaga a ambas partes. No fue posible: el 22 de junio se emitieron dos dictámenes para reformar la actual ley de alquileres. El dictamen de mayoría, impulsado por el oficialista Frente de Todos, propone mantener la normativa tal como se aprobó en 2020 aunque con un agregado de beneficios fiscales para mejorar la oferta. En tanto, el dictamen de minoría, firmado por representantes de Juntos por el Cambio y aliados reduce el plazo de los contratos de tres a dos años

y establece la posibilidad de pactar aumentos cada tres meses. Al cierre de esta edición, los líderes legislativos de Juntos por el Cambio apuraban un acuerdo con sus aliados para llevar el tema al recinto. Sea cual fuere el resultado en la Cámara de Diputados, cuando el tema llegue al Senado quedará en manos del bloque oficialista que controla la cámara. De allí que hay muy pocas chances de que las reformas que promueve el macrismo terminen por concretarse. El gobierno nacional ya anticipó su rechazo a la reforma porque considera que es “en contra de los inquilinos”. Apenas se conoció el dic-

Durante el debate previo a los dictámenes de comisión, los representantes del Frente de Todos insistieron en que la solución no es quitarles derechos a los inquilinos sino sumar incentivos para mejorar la oferta de alquileres por parte de los propietarios. También proponen que los monotributistas propietarios no deban pasar al régimen impositivo general si tienen alguna propiedad en alquiler y que no paguen el impuesto a los Bienes Personales si las viviendas destinadas a alquiler suman un tope de 30 millones de pesos, además de incentivos para la construcción de nuevas unidades para alquilar. La oposición tiene una mirada diferente: en el debate se mostraron en contra de la tibia regulación sancionada en 2020 que, a su entender, derivó en la decisión de los propietarios de retirar inmuebles en alquiler del mercado, lo que encareció los precios de los nuevos contratos. El dictamen de minoría prevé un contrato de dos años con ajustes acordados “libremente” entre las partes, basado el Índice de Precios

al Consumidor, el Índice de Precios Mayoristas y/o el Índice de Salarios, elaborados por el Indec. La actualización puede ser consensuada en plazos de entre tres meses y un año. Los bloques opositores también proponen como los oficialistas beneficios para los monotributos y eximición de bienes personales para propietarios que tengan viviendas de hasta 30 millones. “Estamos expresando una visión del mercado de alquileres en este dictamen, y es que la intervención del Estado no debe darse a través de la regulación de los precios sino a través de los incentivos para incrementar la oferta”, sostuvo el diputado Alejandro Cacace, del interbloque de Juntos por el Cambio. Distorsiones

La nueva ley se empezó a aplicar en un contexto atípico. A partir de 2020, declarada ya la pandemia del coronavirus, el gobierno decretó el congelamiento de los precios de los alquileres y prohibió los desalojos, una medida que estuvo vigente hasta abril de 2021. En el medio, se sancionó la normativa que entró en vigencia a mediados de 2020. La ley operó sobre los precios de los alquileres de manera despiadada. Y quedó en claro que, si el objetivo era aplicar algún tipo de control sobre el precio de los alquileres, el resultado fue el opuesto. Al atar los valores a la evolución de la inflación y los salarios, los precios de las viviendas en alquiler se dispararon en forma desproporcionada en los últimos dos años. Según la Federación Inquilinos Agrupados, una organización nacional, la inflación acumulada entre junio 2020 y junio de 2022 fue del 145%. En el mismo lapso, el índice de alquileres se actualizó un 120%, es decir 25 puntos por debajo de la suba promedio de precios. El avance de la inflación generó distorsiones que ahora parecen difíciles de corregir. Cumplido el primer año de la nueva ley, la actualización por índice –dentro de los plazos de un contrato vigente– fue en torno al 40%. Ahora, a dos años, ya se ubica en torno al 60%. El problema mayor tiene que ver con un capítulo que la ley dejó en blanco: la renovación de un contrato una vez vencido el plazo inicial. Los propietarios y las inmobiliarias tomaron como punto de partida el índice que promedia inflación y salarios y le sumaron un porcentaje extra de manera discrecional: así, las renovaciones que se hicieron en 2021 fueron con saumento de alrededor del 50% (10 puntos por encima del índice oficial) y en 2022 ya se ubican en torno al 80% (20 puntos por encima).


AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022

ASUNTOS PÚBLICOS | PAUSA

5


6

AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022

PAUSA | ASUNTOS PÚBLICOS

“Necesitamos una primera gobernadora” María Florencia Marinaro, ministra de Igualdad, Género y Diversidad de Santa Fe, analiza su primer semestre de gestión y reflexiona sobre su trayectoria en el movimiento feminista y los desafíos futuros. más desempleadas o las que más tenemos trabajos informales.

Por Mariángeles Guerrero En mayo de 2021, la Legislatura aprobó la creación del Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad de Santa Fe, impulsada por el gobernador Omar Perotti. De esta manera, la Secretaría de Estado de Igualdad y Género -que ya tenía rango ministerial– dio un paso más en la institucionalización de las políticas para las mujeres y diversidades sexuales, en el mismo sentido que lo hizo el gobierno nacional al crear el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad que dirige Elizabeth Gómez Alcorta. Santa Fe fue la tercera provincia en tener un Ministerio de este tipo. Los primeros seis meses del Ministerio estuvieron a cargo de Celia Arena, pero tras los cambios en el gabinete de fines de 2021, asumió en su lugar María Florencia Marinaro, quien hasta entonces ocupaba el cargo de Subsecretaria de Mujeres, Género y Diversidad. Marinaro es abogada, feminista y reconocida por el movimiento de mujeres local como una de las propias. Fue integrante del equipo jurídico que acompañó a la familia Ana María Acevedo en la causa civil ante la provincia. A seis meses de su nombramiento y a un año de la creación

“Espero que dejemos ese mensaje: que las pibas puedan pensarse como ministras, como gobernadoras, como colectiveras, como bomberas”. de la cartera que hoy lleva adelante, dialogó con Pausa. —¿Qué balance puede hacer a un año de la creación del Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad de la provincia? —Fue muy positivo en la ciudadanía. La decisión fue muy celebrada por otros partidos políticos y por las organizaciones sociales. Ese anuncio tuvo que ver con consolidar un proceso que veníamos haciendo desde diciembre de 2019 a través de la creación de la Secretaría de Estado de Igualdad y Género. El balance que hacemos es muy positivo porque hay conquistas estructurales e institucionales que el Ministerio y el gobierno están dando. Por ejemplo,

Del movimiento a la gestión

La ministra Marinaro valora su recorrido por el movimiento feminista: "Muchas mujeres me acompañaron y me sostuvieron", afirma.

el presupuesto con perspectiva de género. Hoy la provincia de Santa Fe tiene, por segundo año consecutivo, un presupuesto que se lee y se mira con las lentes violetas que muestran que hay brechas de desigualdad entre las mujeres, las disidencias y los varones y que está pensado para que cada peso que el Estado gaste achique esas brechas. Además, estamos construyendo institucionalidad, no es lo mismo estar en un rango inferior dentro de la estructura del Estado al momento de discutir políticas con otras carteras. Sabemos que desde un área específica no se puede dar solución a las desigualdades estructurales que atravesamos las mujeres durante siglos, pero darle la misma jerarquía que otras carteras del gobierno nos permite trabajar codo a codo con los Ministerios de la Producción, de Trabajo, de Economía, de Salud. Esto nos permite lograr lo segundo, que es la transversalidad. Sentarnos a la par que otros ministros y ministras jerarquiza y transversaliza. Esto tiene un impacto directo en la ciudadanía, que es lo más importante. Hoy sabemos que la implementación de la Ley Micaela, que es una de las banderas más importantes del gobierno provincial, está transformando la respuesta institucional a las violencias de género. Es un camino que atravesamos y que va a traer un semillero. Hoy las y los agentes públicos tienen otra perspectiva para cada decisión que tomen y en cada situación en la que ten-

gan que entrevistar a una mujer o contener a una familia. Menciono la Ley Micaela por no mencionar otras líneas, pero el impacto es el de sembrar una semilla que va a generar impacto a mediano y a largo plazo en la respuesta institucional de la provincia. —¿Cuáles son esas otras líneas de trabajo? —La otra gran línea tiene que ver con los cuidados. La pandemia demostró que las brechas de desigualdad se ensancharon mucho más: en el ámbito de la educación, del trabajo y de los cuidados. La Dirección de Equidad y Género del Ministerio de Economía de la Nación hizo la primera encuesta nacional del uso del tiempo, que demostró que las que más cuidamos a niñas, niños, adultos mayores y personas con discapacidad somos las mujeres y disidencias; o bien somos cuidadoras comunitarias. Las mujeres organizadas en las ollas populares, en los comedores o merenderos también fue algo que la pandemia mostró. Era hora de que el Estado empiece a hablar de los cuidados como una política integral. Tener el Ministerio nos permitió lanzar el programa Cuidar Santa Fe, que presentamos en la pandemia y nos permitió identificar cuáles son los espacios de cuidado que hay en la provincia; a eso lo hicimos con un registro público. Lo segundo es generar una mesa interministerial y reunir a todas las carteras que tienen cuidados. Buscamos que esos ministerios vean a los cuidados con

perspectiva de género: quiénes, en qué condiciones y cómo cuidan. Además, ONU Mujeres seleccionó a la provincia de Santa Fe como uno de los territorios donde va a relevar la infraestructura de los cuidados: qué hay y qué hace falta. Hoy se habla en el mundo de un decrecimiento poblacional en cuanto a cantidad de hijas e hijos y eso tiene que ver con que lo público no ofrece una infraestructura de cuidados que permita gozar o disfrutar la maternidad o la paternidad. Entonces, tenemos que dar una respuesta integral: darle perspectiva de género a los cuidados y reconocer a quienes cuidan. Por eso vamos a lanzar una diplomatura en la temática, cuyo objetivo será profesionalizar y reconocer a quienes cuidan. Lo siguiente es que el Estado vea, revea y proyecte una infraestructura de los cuidados. También hicimos, en conjunto con Nación, los Parlamentos de Cuidados en tres puntos de la provincia (norte, centro y sur), donde escuchamos y recogimos demandas de las organizaciones y proyectamos en base a eso. Una de las demandas más grandes tiene que ver con la autonomía económica de las mujeres y disidencias: la desigualdad es la base de la violencia y una de las violencias más grandes que vivimos las mujeres es la económica. Por eso trabajamos con el Ministerio de Trabajo que tiene los programas Santa Fe Capacita y Mi primer empleo, para tener líneas específicas para mujeres y disidencias, porque somos las

En la oficina donde María Florencia nos recibe hay algunas huellas de su recorrido militante. Una imagen de Evita, una ilustración de Micaela García y una foto de ella con Mirtha Manzur, la histórica militante por los derechos de las mujeres que falleció el 14 de enero de 2021. Ambas sostienen un cartel que dice “El feminismo es una manera de vivir”. La pregunta entonces se vuelve necesaria: Florencia –como muchas– aprendió a vivir el feminismo con las compañeras. —¿Qué le dejó el paso por la Multisectorial de Mujeres de Santa Fe? —Mucho de lo que soy, pienso y hago tiene que ver con la Multisectorial de Mujeres. Desde mis veintipico cuando empecé con ellas a hoy ser ministra… No lo veo como una carrera meritocrática sino como una trayectoria de vida. Ahí hubo muchas mujeres que me empujaron, me acompañaron y me sostuvieron. También en eso reconozco a mis amigas y compañeras de la Multisectorial de Mujeres. Dejé mi participación mucho más activa en el movimiento cuando asumí en el Estado como una decisión personal, entendiendo que ahora me tocaba otro rol, diferente al de las organizaciones, pero reconociéndome ahí también como un semillero. Lo que espero es que haya más pibas que puedan acercarse al activismo militante, ya sea en el feminismo o en la política. Nos hacemos viendo a otras mujeres ocupando espacios: cuando yo era niña no vi ministras mujeres. Espero que dejemos ese mensaje: que las pibas puedan pensarse como ministras, como gobernadoras, como colectiveras, como bomberas. Vamos a dejar ese semillero. Le agradezco al movimiento de mujeres por haberme formado y acompañado, no como una formación académica. El único título que me avala es mi trayectoria militante en la política y en el movimiento de mujeres. —¿Qué trajo desde su trayectoria en el movimiento feminista y qué le aportó la gestión? —En términos personales nunca hubiera imaginado llegar a ser ministra del primer Ministerio de Igualdad de la provincia, la segunda en este caso. Del movimiento de mujeres traigo experiencia pero también sus valores: la sororidad, la empatía, el


AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022 feminismo y creer en el trabajo colectivo. Me reconozco no solamente dentro del movimiento de mujeres sino dentro de mi partido político como una mujer joven a la que le abrieron muchas puertas otras mujeres. Lo digo por mis compañeras del movimiento, pero también por mis compañeras del partido. A esto último lo identifico, por ejemplo, en Celia Arena. No entendemos a la carrera política como una cuestión meritocrática, sino como el resultado de luchas colectivas y en esas luchas nos reconocemos. No tiene que ver con si soy buena o la que más sabe de políticas de género, sino con que me antecedieron muchas mujeres y me enseñaron. Ese es un valor en la política que no es muy común: impulsar a otros o a otras. Celia fue eso para mí, cuando empecé en el Ministerio era mi primera experiencia en gestión y ella me hizo parte y me abrió muchas puertas. También el hecho de que yo sea ministra es un reconocimiento a los equipos del Ministerio que ya veníamos trabajando y, como dijo Omar Perotti ese día, es una nueva etapa que se abre con mi impronta. —¿Y cuál es su impronta? —Mi impronta tiene que ver con haber sido parte del movimiento de mujeres. No sé si hay algo que me diferencia de Celia, creo que tiene que ver más con mi edad y con mi trayectoria. El equipo que formé es muy variado: se incorporó mucha gente de Rosario, también Luciano Fabbri que viene con una trayectoria en el tema de masculinidades. Pero a esta respuesta te la voy a poder dar mejor después del 10 de diciembre de 2023, porque me gustan más los resultados que la proyección. —Como abogada acompañó a mujeres que sufrían violencia de género en la ruta crítica de la denuncia. ¿Ve que esa ruta cambió en el último tiempo? —Cuando yo acompañaba como abogada la ruta era muy crítica. Hoy creo que hay mucha mayor capacidad institucional de respuesta. Desde los municipios, desde el Ministerio Público de la Acusación con fiscalías especializadas, desde este Ministerio. Una de nuestras políticas más importantes tiene que ver con los primeros niveles de atención (los municipios y comunas). Asumimos la gestión con cerca de 150 convenios con los gobiernos locales. Hoy tenemos 312. Pero no son 312 firmas, son 312 intervenciones que van desde apoyar un proyecto institucional o bajar con los equipos técnicos o transferir recursos económicos. Creamos áreas en los lugares más inhóspitos. Esto implica achicar la ruta crítica. Hoy ocurre que mucha gente tiene incorporada la línea 144 y creo que hay que continuar su difusión porque es muy necesaria, pero aún así la gente no sabe adónde ir. Por eso es clave que

los municipios y comunas puedan fortalecer sus herramientas para el acompañamiento, la contención y el asesoramiento. Con ese objetivo avanzamos en estos nuevos convenios. Insisto mucho al área de Municipios y Comunas en que estemos en los territorios. Dentro de poco vamos a empezar con los operativos de Territorios Violetas y Diversos y van a bajar todos los equipos del Ministerio a hablar con los equipos locales. De eso recogeremos el guante y volveremos para dar respuestas. También descentralizamos, en conjunto con Nación, el programa Acompañar. Hoy casi el 80% de los municipios tiene el programa funcionando, que busca fortalecer la autonomía económica de las mujeres en situaciones de emergencia. Hay una red de casas de protección que se amplió de 13 casas a 18. También empezamos a trabajar las violencias hacia las personas LGTB. Cuando llegamos estaban las áreas de Género y Diversidad divididas: no eran áreas que articulaban y eso fue un desafío para los equipos. —¿Cuál es la relación con el Poder Judicial? —Con el Ministerio Público de la Acusación (MPA) es con el que más se habla y también con la Procuración de la Corte, por los juzgados de Familia y por las Defensorías. La relación es buena, es institucional. Con el MPA hay líneas específicas de trabajo, por ejemplo el registro unificado de feminicidios, transfemicidios y crímenes por razones de género que existe desde el año pasado, que ya publicó las cifras de 2021 y en breve publicará las del primer semestre de 2022. Es el primer registro oficial y triangulado de la provincia de Santa Fe, donde interviene el MPA, el Ministerio de Seguridad y el Ministerio de Igualdad. También tenemos diálogo permanente con los fiscales y las fiscalas en femicidios, crímenes por razones de género y situaciones de violencia. Por otro lado, hicimos capacitaciones de Ley Micaela con la Procuración de la Corte. Este año vamos a seguir. También lo hicimos con el Servicio Público de la Defensa y estamos trabajando con el MPA para abrir una línea de fortalecimiento y capacitación. Uno de los grandes hitos fue el curso de capacitación en perspectiva de género para toda persona que desea ser magistrado o magistrada. A ese curso lo dictó este Ministerio junto con la Escuela de Abogados y la Secretaría de Justicia. Hay demandas del movimiento de mujeres muy fuertes respecto al Poder Judicial y, aunque no tenemos competencia dentro de ese Poder, estamos trabajando en ellas. Cuando fue el juicio al ex juez Rodolfo Mingarini también presentamos una nota ante el jury de enjuiciamiento. Tenemos una directiva clara en trabajar en derechos humanos y en la amplia-

ASUNTOS PÚBLICOS | PAUSA

7

Tras la pandemia, Marinaro observa problemas de salud mental, de consumos problemáticos y subraya la importancia de los cuidados.

ción de derechos, dentro de las competencias de cada Poder del Estado pero en conjunto. —Usted decía que esta gestión busca tener una fuerte impronta territorial. ¿Qué le devuelve esa ida al territorio? —Un muy buen recibimiento. Me encuentro con muchas mujeres en los Puntos Violeta que me cuentan que hicieron las diplomaturas que brindamos, que su organización recibió fondos por la Mesa Público-Comunitaria que llevamos adelante. En el territorio veo los rostros de las políticas

“Tenemos que estar en lugares históricamente masculinizados, con nuestra mirada feminista. Necesitamos incomodar en esos espacios”. que venimos haciendo. Pero como siempre decía Celia: el oído atento, los pies en la tierra y siempre tomando nota de los reclamos. El territorio me devuelve muchas necesidades y un mundo que cambió. Veníamos de un gobierno a nivel nacional que retrocedió en un montón de derechos y con una crisis económica muy fuerte que la pandemia profundizó. Hoy veo un Estado presente con obras, veo el Plan Incluir en las calles, los Puntos Violeta en pueblitos de dos mil habitantes y en ciudades grandes. Además veo una necesidad de interactuar, de buscar lo colectivo y de interlocutar. Por eso estamos también impulsamos propuestas lúdicas, como el Domo Micaela.

—¿Qué consecuencias de la pandemia ve en las mujeres? —Muchas reconocieron su trabajo de cuidado como algo que impacta en su salud. Es probable que haya una crisis en salud mental, además de situaciones de consumo y de falta de seguridad que recaen sobre las mujeres. —¿Por ejemplo? —Lo que pasa en Rosario con la narcocriminalidad está recayendo directamente sobre las mujeres. Estamos incluyendo los números de crímenes por el narco como femicidios, utilizando los criterios de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) de la Procuración General de la Nación. —¿Cuál es la relación con el Ministerio nacional? —Es muy buena. Trabajamos en la misma línea: montar una estructura de cero, partir de no tener presupuesto propio. Trabajamos la misma línea de jerarquización. La relación es diaria. El Ministerio nacional tiene dos equipos de su Programa Acercar Derechos en Santa Fe y Rosario. Trabajamos en conjunto programas como el Acompañar. También una experiencia de entender la idiosincrasia de la provincia y que este Ministerio sea el interlocutor con los municipios y comunas, en términos de que somos nosotras las que conocemos nuestros territorios. La buena relación se plasma en que el primer consejo federal de ministerios de género fuera del Área Metropolitana de Buenos Aires se hizo en Rosario. Muchas provincias estamos trabajando en la jerarquización: es un logro del movimiento de mujeres y del Ni Una Menos.

—En relación a esa conquista, ¿por qué es importante que militantes feministas como usted o como Estela Díaz hoy sean ministras? —Porque recogimos el guante, porque somos un semillero, porque estuvimos con el oído atento y sabíamos que transformábamos desde el Estado junto con las organizaciones. Eso es clave: entender que desde el Estado y desde la política se pueden transformar muchas cosas. Hay un desafío que tenemos las mujeres que venimos del movimiento de mujeres, que es no dejarnos encasillar en estos temas. Somos necesarias, somos urgentes y también vamos a abrirles caminos a otras mujeres. Pero es necesario que empecemos a estar en otras áreas claves y estratégicas. Necesitamos tener una primera gobernadora en Santa Fe, tenemos que estar en lugares como Economía o Producción, carteras históricamente masculinizadas, con nuestra mirada feminista. Necesitamos incomodar en esos espacios. Es el desafío que viene. —¿Qué espera dejar en su gestión? —Una provincia mucho más igualitaria. Espero dejar huella en lo territorial, en lo institucional y que esta sea la base para equilibrar las desigualdades. Omar Perotti dice que nuestra gran obra es la gente, no los grandes edificios. Eso espero dejar: haberle transformado la vida a la gente y que esas vidas sean menos injustas y menos desiguales. Soy peronista: las y los peronistas nos reconocemos como la voz de quienes no tienen voz. Nuestro sentido popular tiene que ver con romper las injusticias sociales que existen históricamente.


8

AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022

PAUSA | ASUNTOS PÚBLICOS

Ni pasivos ni pasivas: ¿qué pasa a los 60? Aunque requieran cuidados, las personas mayores no pierden poder de decisión sobre sus vidas. Las políticas públicas para ese sector de la población apuntan a garantizar la autonomía y la autovalidez. Por María Luisa Lelli Al cumplir 60 años una persona comienza a ser considerada mayor. Sin embargo, se encuentra vital, con ánimo de trabajar o realizar tareas que le permitan mantenerse activa. A su vez, hay quienes requieren cuidados como consecuencia de dolencias físicas o enfermedades. Y no por eso, pierden poder de decisión sobre sus vidas, ni derechos. En suma, la población formada por adultos y adultas mayores –como se los y las conoce, aunque no sea la denominación correcta– es amplia y diversa por sus edades y sus historias de vida particulares. Por esas razones, las políticas públicas tienden a diseñar acciones desde la perspectiva de los derechos humanos, alejándose de una visión sobreprotectora. En ese orden, el buen trato –de igual

a igual– se vuelve un factor fundamental no solo en el cuidado, sino también en los ámbitos de sociabilización y convivencia, desde la farmacia, el centro de salud, el banco y hasta la propia familia. “Es una etapa de la vida que tiene un montón de edades. Hoy día hay personas que viven más de 100 años. No es lo mismo una persona mayor de 100 años que otra que acaba de cumplir 60. Son distintas las épocas en que se criaron, la cultura de la que vienen, las herramientas que tienen. Por supuesto, cuando avanzamos en la edad hay más dificultades”, esgrimió Lucía Billoud, directora provincial de Personas Mayores del Ministerio de Desarrollo Social de Santa Fe. Cómo se nombra

Según recalcó la funcionaria, a par-

tir de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (2015) quienes ya cumplieron 60 años, justamente, son concebidas personas mayores ya que “se busca poner en valor a la persona como sujeto de derecho y no como objeto de cuidado”. Al respecto, “también se habla del envejecimiento como un proceso: desde que nacemos somos cada día un poco más viejos y viejas”, subrayó Billoud. En tal sentido, es prioritario modificar ciertos patrones en el plano discursivo. En efecto, suele ser común utilizar referencias como “abuelo”, “jubilado” o el “sector pasivo”. De esa manera, “suponemos que necesita ayuda porque tiene más de 60 años. Hay una discriminación relacionada con la sobreprotección. Al mismo tiempo, si esa persona co-

metió un hecho aberrante, al decirle ‘abuelo’ le restamos importancia a lo que hizo”, planteó la directora provincial. Para ilustrar con mayor elocuencia qué implica nombrar de un modo u otro, Billoud expresó que gran parte de la dirigencia y del funcionariado (como el gobernador o el presidente de la Nación) “son personas mayores y no se los piensa de esa forma”. Qué decir de otros referentes como Mick Jagger (78), Madonna (63), Ricardo Mollo (64) o Charly García (70). Autonomía

Ahora bien, ¿cuáles son las problemáticas específicas que afectan a este sector social que, en la provincia de Santa Fe, alcanza al 17% de toda la población? Para profundizar en el tema –y ya en el ámbito local–, Soledad Artigas, secretaria

de Políticas de Cuidados y Acción Social de la Municipalidad de Santa Fe, compartió la idea de “acompañar a los y las mayores para la toma de decisiones con respecto al cuidado de sus propias vidas”. Es decir, “uno de los principales problemas, que atraviesa las clases sociales, tiene que ver con la pérdida de la autonomía. En algún momento dejan de tener agencia sobre sí mismos. Ahí hay un debate muy profundo”, planteó la funcionaria municipal y agregó: “Las clases populares tienen menos acceso al cuidado formal y menos acceso al sistema de salud. En ese contexto es difícil garantizar la autonomía”. Frente a este panorama, la pandemia de la Covid 19 evidenció de forma abrupta “la soledad, la pérdida de lazos sociales”, acorde a lo dicho por Artigas, quien remarcó que


AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022

ASUNTOS PÚBLICOS | PAUSA gerontológicos. Hablamos de acompañar a personas mayores en su autonomía. No solo formamos para el cuidado domiciliario, sino también para el barrio o la vecinal. Es un curso multidisciplinario porque el cuidado no es solamente físico”. La funcionaria provincial señaló, además, que las capacitaciones brindadas por la gestión provincial apuntan al “buen trato”. “Lo importante es la sensibilización y la visibilización del tema. Hicimos capacitaciones, por ejemplo, con el Colegio de Farmacéuticos para el buen trato de atención al público. Se trata de cómo ayudar

La recreación y el deporte son esenciales para las personas mayores que quieren seguir en actividad. En Santa Fe hay diversas propuestas.

el hecho de permanecer en las casas, durante el aislamiento social, interrumpió el contacto y, en paralelo, fue necesaria “una adaptación veloz a las nuevas tecnologías”. “Son personas acostumbradas a ir al banco a cobrar su jubilación. Y de golpe, se produjo un cambio de paradigma muy grande en la organización de la rutina”. Con relación al uso de la tecnología al hilo de lo que suscitó la pandemia, Billoud evaluó que “las personas mayores demostraron una vez más resiliencia en el aprendizaje en un momento en que lo tuvieron que hacer para poder comunicarse directamente. (No obstante) la brecha digital existe y en la pandemia se intensificó”. Fue por eso que el gobierno provincial impulsó el programa Mayores en Red con unos 300 talleres para formar en el uso del teléfono celular. “Promovemos que la persona vaya a un lugar a aprender y no espere que un familiar le enseñe”, manifestó la funcionaria de Desarrollo Social. Cuidados

Si una de las premisas es alentar la autonomía y respetar la independencia, es perentorio quitar algunas obligaciones naturalizadas. “El rol de la abuelidad se ve, sobre todo, en las mujeres. Las mujeres mayores siguen cuidando. Tal vez la mujer mayor no quiere y ejerce de abuela sin remuneración. Son tareas de cuidado y muchas veces se hacen sin que se les pregunte. Se considera que la persona mayor tiene tiempo para cuidar a los nietos”, observó crítica Billoud. Asimismo, en el cruce de lo que se da y lo que se recibe, Artigas – atenta al plano local– identificó una cuestión interseccional. “Si bien hay problemáticas comunes por una cuestión etaria, lo cierto es que hay muchas diferencias en el acceso a los derechos. Las familias procuran

el cuidado como pueden. A veces hay un choque de derechos”, indicó. “Por un lado está el derecho de las personas adultas a estar bien cuidadas. Y entendemos que es difícil que las familias se hagan cargo de esos cuidados. Tenemos chequeado que el 90% de las personas que cuidan son mujeres. Mujeres que dejan de realizar un trabajo para dedicarse al cuidado. Las políticas de cuidado vienen a generar un sistema más eficiente al que tuvimos hasta ahora que, básicamente, es que las familias se cuiden solas”, formuló la secretaria municipal. No más asilos

En el campo de los cuidados se abren al menos dos líneas: cómo se

debe cuidar a una persona mayor y qué sucede con las residencias y/o geriátricos. Además de los espacios privados, la provincia de Santa Fe dispone de servicios públicos de alojamiento para personas autónomas y autoválidas, más 19 residencias públicas provinciales y dos geriátricos provinciales (uno en Pilar y otro en Rosario). “Hoy en día se está armando un proyecto de ley nacional sobre residencias con la perspectiva de la Convención (ya mencionada). En las residencias públicas, la mirada es con puertas abiertas porque son personas autónomas y autoválidas –enfatizó Billoud–. La provincia, como segundo nivel de aplicación, tiene la capacitación de promotores

Lucía Billoud: “Hoy en día hay personas que viven más de 100 años. No es lo mismo una persona mayor de 100 años que otra que acaba de cumplir 60”. sin infantilizar, sin invisibilizar”, fundamentó y postuló: “La persona mayor está en la educación, la cultura, el turismo, la salud. La idea es que en todos esos ámbitos haya un buen trato”. Por su lado, Artigas apuntó que “no todas las familias tienen las mismas herramientas”. “Nuestro desafío como Estado municipal es generar servicios de cuidado genuinos a través de los servicios y la jerarquización de las personas que cuidan”, añadió. De hecho, la Municipalidad de Santa Fe formalizó el Registro Único de Trabajadoras y Trabajadores del Cuidado, mediante el cual se pretende sistematizar la información sobre las personas que cuidan y

9

que éstas se encuentren capacitadas. “Eso brinda mejores cuidados a las personas que lo requieren y jerarquiza la tarea, que hoy es la más informalizada. Las personas que están en el registro tienen determinadas horas de capacitación, títulos, cursos y perspectiva. Aspiramos a jerarquizar y buscar perfiles adecuados a las necesidades de cada familia”, explicó Artigas. Con relación a los geriátricos, la secretaria municipal instó a “discutir estándares de cuidado”. O sea, “mirar televisión no es un estándar de cuidado. Hay que buscar otras respuestas porque cambió el mundo y tienen que cambiar los sistemas de protección. Hay que pensar algo nuevo para preservar la vida en comunidad y las decisiones de las personas”, concluyó. Qué se hace

La Municipalidad de Santa Fe brinda asistencia directa a personas mayores en situación de calle, también en las Estaciones Municipales y a través de sus canales de comunicación. Del mismo modo, sostiene vínculos con organizaciones de la sociedad civil, centros de jubilados, hospitales y demás instituciones. También organiza actividades como la Peña del Reencuentro en el Mercado Progreso, clases de natación, Newcom y otras deportivas con el fin de alentar la recreación y la vida social. De la misma forma, desde la órbita provincial se realizan actividades recreativas y de capacitación en distintas temáticas. Y en cuanto al hábitat –de la mano de una política del gobierno nacional–, se anunció que se edificará “Casa Activa” en el barrio La Florida de nuestra ciudad. Será un complejo de viviendas para personas mayores, autónomas y autoválidas que no requieran alojarse en una residencia.


10

AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022

PAUSA | DEPORTES

Bielsa: la argumentación profunda El “Loco” Bielsa volvió a ser noticia por su llegada al Bilbao y, desde una lúcida mirada española, el periodista Alberto Egea analizó la “huella de dinosaurio” que siempre deja el entrenador rosarino. Por Gastón Chansard Marcelo Bielsa lleva más de 40 años en el fútbol, el 21 de julio cumplirá 67 años, casi toda la década del ochenta trabajó en inferiores de Newell’s Old Boys y desde 1990 en el profesionalismo. El plan del rosarino en las inferiores leprosas fue determinante para consagrar un estilo de trabajo que le daría logros deportivos y enormes dividendos económicos a la institución rojinegra. Bielsa dividió el mapa de Argentina en 70 partes de cinco apartados cada una con la intención de probar a más de 1000 jóvenes futbolistas para recoger a los más capacitados en su equipo. Los que cuentan esa parte tan rica de la historia de NOB dicen que recorrió 25.000 kilómetros viendo y analizando jugadores. Su capacidad de análisis, sacrificio y métodos diferentes para entrenar fueron los motivos para que un día se popularice como “El Loco Bielsa”. En 1988 consiguió su primer título, el campeonato de División Reserva, dos años después conseguiría el primero como profesional, fue el Torneo Apertura 1990. El plantel lo integraban jugadores surgidos de las inferiores del club y formaba con Norberto Scoponi; Julio Saldaña, Fernando Gamboa, Mau-

Su capacidad de análisis, sacrificio y métodos diferentes para entrenar fueron los motivos para que se popularice como “El Loco Bielsa”. ricio Pochettino y Eduardo Berizzo; Darío Franco, Juan Manuel Llop y Gerardo Martino; Julio Zamora, Ruffini y Ariel Boldrini. Aquellas inferiores de los años ochenta y ese comienzo exitoso en 1990 al grito de “¡Newell’s carajo!” en cancha de Ferro lo llevaron al Loco a transitar años y años de fút-

bol, con subidas y bajadas en términos de resultados, pero siempre respetando una idea, el método Bielsa. Mirada española

El 24 de junio hubo elecciones el Athletic Bilbao, y uno de los candidatos a presidente, Aitor Arechabaleta, había prometido el regreso de Bielsa si le tocaba ganar. Fiel a su estilo, el Loco se puso a evaluar la plantilla apenas recibió la propuesta y contó detalles de su observación: vio los 45 partidos que jugó el equipo la temporada pasada y también los movimientos de cada uno de los jugadores. El dato: con sus colaboradores observó, por ejemplo, 580 acciones del delantero Alex Berenguer. Lamentablemente para el dirigente y el rosarino la masa societaria eligió a otro candidato. Más allá de la derrota electoral, nuevamente el entrenador argentino estuvo en los primeros planos de los medios europeos, y fue el periodista español Alberto Egea el que tuvo la enorme lucidez de describir el extenso y valioso trabajo que realiza un prócer viviente del fútbol mundial. Dice el comunicador español que “Marcelo Bielsa pertenece a la estirpe de técnicos que saben que su método marca diferencias. Sólo se podrá desarrollar con éxito si toda la institución rema en la dirección que él marca, por lo que no cederá lo más mínimo. El club que lo pretenda debe adherirse a sus condiciones. Pocos presidentes están dispuestos a entregar tanto poder, algo que limita el número de clubes a los que puede aspirar, pero no le importa. Bielsa acepta que deberá bajar su estatus para dirigir un equipo menor o esperar el desespero de un grande en crisis que suspire por un mesías. Bielsa sólo quiere un lugar donde desarrollar su idea en plenitud, priorizando clubes que aporten un marco (masa social, historia, estadio, arraigo de la ciudad con el club, cantera potente) que amplíe el potencial de su obra, que además de ganar busca agigantar la institución”.

Desde su debut como DT en los 90, Bielsa es uno de los entrenadores más requeridos.

Colectivo

Egea analizó al rosarino y afirmó que “el modelo de juego de Bielsa es una exaltación de lo colectivo. Es el ‘uno para todos’ en ataque y en defensa. Sin privilegios. Es el fútbol del pueblo, el del equipo sin estrellas: conocimiento y esfuerzo solidario. Y la identificación del hincha con ese estilo es automática. El ataque de los equipos de Bielsa se funda en movimientos prefabri-

“Marcelo Bielsa pertenece a la estirpe de técnicos que saben que su método marca diferencias”, afirma el periodista español Alberto Egea. cados, en los que cada uno tiene su rol y donde la libertad individual no es más que la interpretación del juego en función de cómo responde la defensa a los desajustes que generan dichas coreografías colectivas. La mentalidad de gregario que se exige para todos sin excepción en defensa (marcas al hombre a todo el campo) se extiende al ataque. Pesados ejercicios analíticos, de continua repetición, en busca de sincronización, timing y perfeccionamiento de la técnica de ejecución”. Obsesivo, exigente y ejemplar

En esta línea de análisis del juego que propone “El Loco”, Egea manifestó que “la legitimación de Bielsa para exigir ese sacrificio físico y mental al jugador, como para de-

mandar el cumplimiento estricto de sus compromisos al dirigente, nace del ejemplo que da con su dedicación obsesiva. Este círculo virtuoso dispara el nivel de exigencia del club. A partir de aquí, su carisma está fundado en el conocimiento (cuando el jugador comprueba que ese trabajo se traduce en mejora, pasa a creer ciegamente) y en la plasmación en su día a día de una serie de valores dignos, no desde la predicación, sino desde el comportamiento. El respeto por el periodista (prolonga las ruedas de prensa lo que haga falta), por el oficio de árbitro, por el rival, por la palabra dada, la iniciativa para asumir el error, la disculpa sincera y con propósito de enmienda (autodenuncia), la honestidad en la autocrítica. Valores de autenticidad llevados al extremo, que unidos a un fútbol ‘a todo trapo’ o a la reivindicación de la cantera como orgullo de club generan un sentimiento de pertenencia que, cuando lo salpica una dinámica positiva, te monta en un sueño del que no quieres despertar. En el trayecto de este sueño y con la euforia desmedida como motor, sus equipos se ven capaces de ganar a cualquiera y sus jugadores alcanzan rendimientos que no podían ni imaginar, montados a lomos de un sistema que les tiende la alfombra roja para mostrarse en su mejor versión. Estos jugadores mejorados por Bielsa incrementan el valor del patrimonio de la institución, pudiéndose vender, no por lo buenos que son, sino por los buenos que son en el equipo de Bielsa, generando plusvalías que hacen que la rueda de crecimiento del club no deje de girar.

Los que juzgan a Bielsa por los datos pueden mirar el precio por el que el Marsella vendió a Imbula, Thauvin, Payet o Batshuayi, o en qué equipos recalaron Javi Martínez, Llorente o Ander Herrera tras pasar por sus manos. O qué ofertas se manejan por Raphinha o Kalvin Phillips. O comprobar el puesto que ocupaba el Leeds en Championship (Primera B de Inglaterra) cuando Bielsa acudió a rescatarlo. O cuál era el último año que había disputado la Premier League. O cuántos de los jugadores del ascenso estaban en plantilla cuando finalizaron 9º en Premier la campaña siguiente. O los años que hacía que Chile no clasificaba a un Mundial (lo hizo en 2010). O si el Athletic tuvo una campaña mejor en este siglo que la 2011/12. O si recuerda la Selección Argentina una fase de clasificación con mejores números (ya no digo fútbol) que la del Mundial de 2002”. La huella

Alberto Egea también le dedicó palabras elogiosas al legado Bielsa, “de cada sitio en el que se mantuvo al menos una campaña, Marcelo Bielsa generó riqueza para el club, dejó el campo sembrado para el que vino a sucederle y hundió una huella de dinosaurio en cada comunidad, que amó a su equipo más que nunca cuando estuvo representado por él. Marcelo Bielsa es víctima de su propia obra. De elevar las expectativas hasta hacernos perder la perspectiva del club en el que está, de haber llevado a sus equipos a disputar unos encuentros o a encarar unas situaciones que por calidad y experiencia no debían estar a su alcance. Son esos partidos y esas situaciones que superan de largo el objetivo inicial por los que Bielsa lleva siendo juzgado toda su vida. Eso y dos partidos en Corea que, tras dos años de juego arrollador, sólo vinieron a mostrar lo frágil que es el fútbol en torneos de formato corto. Marcelo Bielsa es argumentación profunda y precisión en un mundo que resuelve problemas complejos con eslóganes. Es leyenda de vigencia atemporal donde se reciclan ídolos cada día. Es inaccesibilidad en medio del narcisismo. Como héroe fuera del sistema, carne de linchamiento. Es más difícil ganar una ciudad o un país que un título. El palmarés de cualquier técnico está en Wikipedia, pero para conocer el de Marcelo Bielsa habrá que ir a Bilbao, Marsella, Leeds, Chile o Rosario. Otros tienen trofeos, él murales, estatuas y un estadio con su nombre”.


AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022

SOCIEDAD | PAUSA

11

Las pioneras del feminismo en Santa Fe La tercera baldosa de la memoria recuerda el primer centro feminista, que funcionó en Salta al 2800.

mopolita a la Universidad Nacional del Litoral luego de analizar la situación financiera y las garantías que les daba la institución.

Por Memorias Urbanas Feministas

En el marco de las Memorias Urbanas Feministas se inauguró, el 27 de abril, la tercera baldosa callejera en conmemoración del Primer Centro Feminista de la ciudad, en un espacio que pertenecía a la Biblioteca Cosmopolita. El emblema puede verse transitando la calle Salta al 2800, en la zona céntrica de la capital provincial.

Perspectiva de género

Las primeras feministas

En 1880-1920, de la mano de la inmigración, los rieles y el puerto, la geografía de la ciudad cambió incorporando barrios y actores sociales; una trama más rica y compleja que no dejaba atrás desigualdades y contradicciones. En modo gradual, y a pesar de la crítica de los sectores conservadores, se abrieron paso instituciones e ideas liberales que intentaban sacudir los patrones socioculturales de la histórica capital de la provincia. Con la influencia de centros de Buenos Aires y otras ciudades del mundo, se crearon -a la par de asociaciones de ayuda mutua- bibliotecas y espacios de pensamiento como la Biblioteca Rosa de Luxemburgo, la Emilio Zola, la Mitre, la Cosmopolita y el Centro de Libre Pensamiento Algunos de los representantes de ese Centro, cuya bandera eran los principios liberales –educación y organización laica, creencia en la ciencia, impulso de la paz, voto universal e impuesto progresivo sobre la renta– sostenían el discurso “precursor” de la defensa de los derechos de las mujeres, nuevas instancias de capacitación y participación. En noviembre de 1906 se concretó en el Teatro Municipal la disertación de la escritora española Belén Sárraga de Ferrero, promotora de ideas de avanzada, directora de Conciencia Libre de Málaga. El acto, con importante repercusión, fue organizado por un conjunto de instituciones, entre las cuales estaban los Centros Republicanos Italiano y Español, la Federación Obrera, la Roma Nostra y el mencionado Centro de Libre Pensamiento.

La tercera baldosa está ubicada en pleno microcentro, donde funcionó la Sociedad Cosmopolita. A la derecha, Macedonia Amavet.

Belén de Sárraga (Valladolid, 10 de julio de 1874-Ciudad de México, 9 de septiembre de 1951) fue una periodista y activista feminista española, nacionalizada mexicana, del Partido Republicano Federal e integrante de la masonería. Realizó giras de propaganda y prolongadas estancias en Iberoamérica. Fue activista anticlerical durante la Revolución Mexicana en la década de 1920. Su paso por Santa Fe dejó una semilla para la historia del feminismo local. El 22 de noviembre de 1906 –días después de su vi-

El 22 de noviembre de 1906 se constituyó en los salones de la Biblioteca Cosmopolita el primer Centro Feminista de la ciudad. sita y como parte de “sucesos de importancia para la sociabilidad santafesina”– se constituyó en los salones de la Biblioteca Cosmopolita el primer Centro Feminista de la ciudad. Sárraga se dirigió a las invitadas e invitados, exponiendo detalles de “su programa y el fin

práctico y altruista del feminismo”. La comisión organizadora fue presidida por la entonces vicedirectora de la Escuela Normal, Macedonia Amavet e integrada por María Zapata de Bonaparte, María C. de Serrano, Virginia L. de Spedalieri, el Dr. Raúl Villarroel y el Ing. Monje Muñoz, entre otros. Ligado en su esencia al Comité Feminista de Buenos Aires, se proponía impulsar una participación efectiva de las mujeres en la vida pública y en la ciencia, más allá de la beneficencia. Un espacio emblemático

La Biblioteca Cosmopolita estaba por entonces ubicada en Salta al 2800. Formaba parte de la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos, conformada en 1883. En la primera década del siglo XX creció en servicios y usuarios y fue uno de los sitios de reunión vinculados a inquietudes intelectuales. En 1887 adquirieron un terreno ubicado en 9 de Julio al 2100, con el fin de construir allí un edificio adecuado, que se inauguró en 1913. Esta biblioteca también tuvo su huella en la Reforma Universitaria, hecho histórico del que Santa Fe también fue parte. El espacio funcionó como sede de la Federación Universitaria del Litoral al momento de desarrollarse el movimiento de la Reforma Uni-

versitaria. Desde 1920 y gracias al impulso de jóvenes universitarios que sustentaban estos principios y que ocuparon lugares en la comisión directiva de la asociación, la biblioteca Cosmopolita desarrolló la extensión universitaria: conferencias magistrales, eventos musicales y reuniones de organizaciones sociales como la Asociación del Magisterio de Santa Fe o la sede santafesina de la Unión de Mujeres Argentinas (creadas en este recinto en 1928 y 1938 respectivamente) poblaron las instalaciones.

Memorias Urbanas Feministas aspira a crear un itinerario urbano específico, a través de baldosas de la memoria a modo de huella/marca. En 1968, los Dres. Domingo Buonocore y Sixto Bayer, juntamente con educadores de la talla de Manuel Frutos y las profesoras Ana María Caffaratti, Marta Samatan, Delia Travadelo, Nora Posentini y Rogelia Gil, decidieron cederlos bienes de la Sociedad Cos-

La colocación de esta baldosa en el espacio público es parte del proyecto Memorias Urbanas Feministas, que aspira a crear un itinerario urbano específico, a través de baldosas de la memoria a modo de huella/ marca, que visibilicen la presencia y la agencia femenina en la ciudad y su historia. Las baldosas como huellas, vuelven a darle entidad a las realizaciones de las mujeres, en ellas se materializa la memoria, la reconstrucción de sus vidas, proyectos y acciones. En tanto marcas, generan un puente entre tiempos y generaciones, recuperando del olvido esas necesarias memorias feministas. Entre sus objetivos, buscan promover y visibilizar la presencia/ agencia activa de las mujeres en la narrativa urbana desde una perspectiva de género, contribuyendo a valorar, preservar y difundir ese patrimonio político, cultural, material e inmaterial para las nuevas generaciones. También se proponen enriquecer la historia común compartida y aportar a la experiencia de las mujeres del presente genealogías feministas con historia y visualizar en la trama urbana los derechos vulnerados, las violencias sociales e institucionales contra las mujeres y las múltiples resistencias del universo femenino frente al poder. De esta manera, apuntan a crear un itinerario urbano y un conjunto de materiales educativos que contribuyan a promover la participación ciudadana en acciones concretas que visibilicen la historia de las mujeres en favor de una ciudad más equitativa e inclusiva. Es una iniciativa impulsada por las historiadoras Teresa Suarez, Nidia Kreig, Rosa García y Alicia Talsky ante el Honorable Concejo Deliberante de la ciudad de Santa Fe. El mismo fue presentado ante el Concejo Municipal e, institucionalmente, se enmarca en el proyecto “Huellas de mi ciudad” de la secretaría de Educación y Cultura del municipio.


AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022

Tres escenas para Clara Anahí 12

PAUSA | OCIO Y CULTURA

“Instrucciones para abrazar el aire”, la obra del grupo Malayerba, se presentó en el Centro Cultural Provincial. Por Agustina Lescano Arístides Vargas y Charo Francés, del grupo teatral ecuatoriano Malayerba, brindaron una función especial de la obra Instrucciones para abrazar el aire en el marco de la Escuela de Espectadores del Centro Cultural Provincial Francisco Paco Urondo. Párrafo aparte merece el programa, que brinda además una formación en Filosofía del Teatro a cargo de Jorge Dubatti y encuentros con directorxs, dramaturgxs e intérpretes. La obra, escrita por Arístides e inspirada en un hecho real, está formada por tres grandes escenas que se superponen con tres duplas de personajes. La primera, que tiene lugar en la parte de adelante del escenario, comienza con dos ancianos. “Todos los días nos tenemos que contar la misma historia,

para poder seguir amándonos”, dicen. “La realidad es una lámpara, para dormir y soñarla hay que apagarla”, confiesan. En otro momento, Arístides y Charo se van al fondo del escenario. Ella levanta la nariz, hace gestos de señora pituca con las manos y habla sin parar. En esa escena son una pareja de vecinos, gente bien que chusmea todo el día lo que pasa en la casa de al lado, donde vive gente diferente. La otra escena se arma en el medio del escenario: los actores se sientan en una mesa larga y se colocan en la cabeza sendos gorros blancos. Tienen que preparar una receta: conejos en escabeche. Son un cocinero soberbio y una cocinera que es medio despistada, pero sabe ubicarlo en su lugar. “Es que es un hombre”, nos dirá como por el costado en un momento, para disculpar a su compañero. Mien-

CONCEJO DE LA CIUDAD DE SANTA FE

concejosantafe Concejo de la ciudad de Santa Fe ConcejoSantaFe Concejo Santa Fe www.concejosantafe.gov.ar

tras ellos cocinan, mencionan un patio que nunca vemos, y una niña que juega abajo de un limonero. Si con los ancianos lloramos, con los cocineros nos reímos con ruido. Se despliegan una cantidad de recursos expresivos y referencias: los planos generales del cine se leen como estrategia política y Bergman deriva en Batman; los morrones son títeres de dedo -el olor a morrón se siente desde la platea- y las hojas de albahaca señalan las salidas de emergencia. La jerarquía gastronómica es el código de secreto de una orga. Un documento poético

Una empresa de conejos en escabeche era la fachada de Montoneros para la casa de la calle 30 número 1136 en la ciudad de La Plata, propiedad de Diana Teruggi y Daniel Mariani. Allí funcionaba una imprenta clandestina que editaba la

Matías Pintos

La obra asume el peso específico de la historia y logra elevar al público en el aire.

revista Evita Montonera. El 24 de noviembre de 1976 la casa fue atacada por más de más de cien efectivos del Ejército y de la Policía Bonaerense, en un operativo que duró más de cuatro horas. Diana fue asesinada junto a cuatro compañeros y su beba Clara Anahí, de tres meses, fue secuestrada. Daniel, que estaba trabajando en Buenos Aires el día del ataque, fue asesinado al año siguiente. Su madre, María Isabel Chorobik de Mariani, “Chicha” Mariani, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo, dedicó su vida a buscar a su nieta. Murió en 2018, sin encontrarla. Aquella casa de la calle 30 es actualmente la Casa Mariani-Teruggi, Monumento Histórico en memoria del terrorismo de Estado. Pero cuando Arístides Vargas entró por primera vez estaba todavía como la habían dejado los militares. Impactado, después de conocer el lugar se reunió varias veces con Chicha. "La dimensión de la tragedia que sucedió es imposible de llevar al teatro. Opté por crear una ficción, una especie de documento poético, basándome en ciertas cosas que nacían de esa conversación”, explica el autor. El mismo tipo de documento hizo la escritora Laura Alcoba, que vivió de niña junto a su madre en la clandestinidad en la misma casa, con la trilogía La casa de los conejos. A partir de sus entrevistas a Chicha, Arístides se puso a escribir. Cuando escribe, dijo en respuesta a una pregunta en la charla antes de la función, es como si le picara un tábano. Después, la obra tomó cuerpo llevando el texto a la acción a partir de la interacción actoral de ambos intérpretes. El estreno tuvo lugar en el living de Chicha, para ella y algunas amigas. Esa primera función, recuerdan Charo y Arístides, duró más del doble, porque a cada rato paraban para preguntarle a Chicha si estaba bien, si no le estaban haciendo daño. “Sigan”, decía ella. Como estaba empezando a perder la vista, Arístides y Charo le describían cada acción (“ahora me voy”, “ahora me peino”), y esas

marcas quedaron en el texto. El hecho real se desarma con la poética del espacio de las tres escenas: la de los ancianos, que cargan cada día con la reivindicación de la memoria y la angustia de la búsqueda de su nieta; la de los vecinos, que miran desde la maldad del que no sabe, expuesta en su ridiculez, y en el medio, como un espejo distorsiona lo que refleja, suelta de referentes pero no de referencias históricas y estéticas, la de los cocineros. La obra asume el peso específico de la historia y aun así logra elevar al público en el aire. Conmocionarnos sin destruirnos, darnos aliento. Después de la muerte de Chicha, Arístides y Charo pensaron en dejar de hacerla, porque era ella quien tenía “todas las claves”, pero siguieron. Como dice Charo después de la función, "a lo mejor Clara Anahí un día se despista y llega al teatro, y ahí quién sabe". Migrantes y exiliados

Malayerba fue fundado en Quito en 1979 por Arístides y Charo junto a Susana Pautasso. Como Charo, nacida en España durante el franquismo, y Arístides, que nació en Córdoba, vivió en Mendoza y en el 75 huyó a Ecuador, el grupo nació de migrantes y exiliados. “El exilio supone mucha soledad y una necesidad emocional de sostenerse en otro, hicimos un grupo porque fue humanamente necesario, venían otros perdidos, aislados, ponían todo su bagaje en el conjunto y eso nos enriqueció”, cuenta Arístides, y explica: “Teníamos muchos léxicos, posturas y entrenamientos distintos, investigamos mucho para poder entender al otro”. Por esa característica migrante, las obras de Malayerba suelen estar situadas en un lugar no especificado. En los acentos de Arístides y de Charo se mezclan muchas tonadas, desde Mendoza hasta Pamplona, pasando por Ecuador. “Nosotros estamos acá”, afirman los cocineros en Instrucciones…, y ese acá es el escenario, en el lugar del mundo donde sea la función, y también es la casa de la calle 30 de La Plata.


AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022

URBANAS | PAUSA

Los mareados Por María Luisa Lelli Arenga a un público inexistente, parado en Crespo y San Martín. Mira hacia el norte y habla a viva voz sobre los militares y la libertad. Su arenga es una cadena de oraciones sin sentido alguno. Lleva zapatos gastados, pero no rotos y una campera sucia, pero no percudida. La noche de sábado, un tanto húmeda para ser mayo, parece bastante indiferente. Lo extraño puede ser atractivo o motivo de rechazo, de temor o de incomodidad. El supermercado aún se encuentra abierto. No son pocos ni pocas quienes ultiman compras cerca de las 21. En el banco, al lado del local de moda femenina, hay un montón de cosas que pueden ser bultos de ropa. Y sobre el piso, otro hombre, con una cajita de vino blanco Toro cerca de su brazo. De un antiguo edificio sale un hombre joven. Barba bien recortada, camisa azul, jeans ajustados y zapatos puntiagudos. Con su estampa moderna, llega hasta Crespo, se acerca a un auto y baja de él una bandeja de sushi, muy

coqueta, con todos los elementos necesarios para una distinguida cena. En ese mismo momento, mal estacionado, otro muchacho aguarda para bajar otra bandeja con el mismo manjar. Finalmente, el de camisa azul va hasta el interior del edificio, sale, busca la segunda bandeja y es de suponer que le paga al muchacho los servicios prestados. A dos metros de aquellos, el de los militares y la libertad se acerca a otro indigente. Envueltos en una diatriba sobre la patria, Argentina y el tango, yacen sobre el piso de la peatonal. Mientras comparten el trago del vino barato, empiezan a cantar “…rara como encendida…”. Conocen la letra completa de “Los mareados” y la entonan para ellos o tal vez para el cielo abierto, vaya uno a saber. Hacen de esa melodía, además, el sonido de una noche otoñal con mosquitos. Así es Santa Fe. Una mujer sale del supermercado, apoya las bolsas con sus compras sobre un banco y piensa en voz alta al observar la escena, “cuando los quieren llevar, no quieren”. Así se lamenta. Las

personas que viven en la calle no siempre aceptan la asistencia para tener cobijo bajo un techo, aunque sea por un rato. ¿Qué piensan los indigentes que habitan las calles? ¿Qué perdieron? ¿Cómo se los debe tratar? En el centro también hay personas sueltas en sus delirios, bajo el único manto de una cobija destrozada. Sobre ellas, algunas estrellas se cruzan

con algunas nubes. Los paseantes pueden observar sin hacerse ninguna pregunta, siguiendo los pasos de sus propios planes. Por las cercanías de otra esquina, en Lisandro y San Martín, deambula un hombre muy delgado, de rastas largas, con el torso medio desnudo y unos pantalones que le van muy grandes. No hace ningún daño, no habla con nadie

13

en particular, solo lanza fuertes e intensas puteadas que resuenan como cascotes para quienes transitan la zona. No es un cuadro simpático, mucho menos amable cuando los niños y las niñas preguntan a sus mayores sobre qué le pasa al señor. Asombro, impacto, rechazo… ¿Dirán que está loco ese hombre que le habla al aire con un tanto de furia, imbuido en un absurdo? Es raro y está encendido. Los raros molestan. Lo desconocido asusta. ¿Qué le habrá pasado? ¿Qué nos ha pasado? Parece no tener nada, ni necesitarlo. Y eso es lo más alarmante: sobrevive en un presente imperceptible. Quizás algún trastorno mental lo haya envuelto en una desconexión del tiempo y el espacio. Pero de la realidad es parte. Grita, camina, canta y duerme de día y de noche en el piso de la peatonal. Allí está. Se asemeja a una mancha que daña una bonita postal. Obstruye una imagen armónica, de vidrieras, cenas elegantes y foquitos de luces. Un cuadro que se altera con los torcidos, los embriagados, los malolientes, los desamparados, los mareados. Sus voces son como un soplido emergente de un momento paralelo en una ciudad de cuerdos, pobres, mendigos y perturbados.


14

AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022

PAUSA | OCIO Y CULTURA

VARIOPINTA 10 AÑOS

Loqui

Los del Bohío: la leyenda continúa Un repaso por la historia, presente y futuro de la banda de cumbia santafesina en la voz de Juan “Caito” Denis, su cantante, que también es profesor de Filosofía. Por Marcelo Przylucki

Por Diego Kofman Le decíamos “Loqui” y era el más chiquito del grupo de amigos. Era petiso y flaquito, pero no le tenía miedo a nadie y se agarraba a piñas con cualquiera. Siempre cobraba, claro, pero alguna piña también metía y eso le bastaba. Por su culpa varias veces nos molieron a palos los más grandes del barrio. Armaba peleas y no le importaba salir con la jeta rota. Nos juntábamos en los terrenos del ferrocarril. Ahí había un paraíso enorme que algunas veces hacía de casa, otras de palo de uno de los arcos, y otras servía para contar en la escondida. Una tarde llegó con una bolsa grande, de esas blancas que en las verdulerías usan para las papas, que tenía una soga anudada en cada punta. Con la bolsa detrás de su espalda, se ató una soga a cada muñeca y una a cada tobillo. Cuando estiró las piernas y los brazos, quedó igual a un barrilete. Su idea era tirarse así desde el árbol. Y lo hizo. De todas las veces que se rompió o le rompieron la cara, nunca lo vi sangrar de esa manera. Además de la boca rota, tenía un corte en el mentón y otro en la rodilla. Nadie se rió. Entre varios lo llevamos hasta su casa. Tocamos timbre y rajamos, antes que apareciera su madre y nos cagara a pedos. A la tarde siguiente ya estaba de nuevo en el campito, con la boca hinchada, una venda en la rodilla y otra en la pera. Le habían hecho cinco puntos, nos contó, mostrando orgulloso la costura. Unos días después apareció con zapatillas nuevas, blancas, de marca. Son rápidas, dijo. Se le ocurrió que corrían más rápido que el tren.

“Remite a un rancho muy habitual en nuestra zona, elevado con palos para preservarlo de las crecidas de los ríos”: esa es la definición de “bohío” que el propio Juan Carlos Denis (JCD) retuvo en su mente al nombrar a su grupo, Los del Bohío. Fue en 1976 que el guitarrista dejó su puesto como obrero metalúrgico y se transformó en el héroe de la guitarra tropical. En 2022, sus canciones siguen sonando en vivo con dos hijos suyos arriba del escenario. Franco y Juan “Caito” Denis son músicos estables del grupo desde hace por lo menos 20 años y desde ese momento defienden tanto el legado musical de su padre como el prestigio de la familia, con su madre como actriz fundamental, como ellos mismos lo acentúan: “Mi viejo se iba a laburar y por ahí pasaba semanas afuera, mi vieja (Daniela) sostenía la casa y también lo ayudaba a él cuando el grupo tuvo momentos de crisis. Cada vez que se iba un cantante había una crisis en mi casa”. El “Ratón” Víctor Salvador Duarte fue el primero de los vocalistas, desde la creación hasta 1981, cuando fundó Los Lamas; el segundo fue Juan Carlos “Banana” Mascheroni, que grabó dos discos y se fue en 1983; durante los siguientes dos años, la voz fue la de Alfredo “Fredy” Bernal, emblemático cantante de Los Nobles.

“Es un rancho muy habitual en nuestra zona, elevado con palos para preservarlo de las crecidas de los ríos”: esa es la definición de “bohío”. En 1985, Los del Bohío constituye su formación más trascendente: a la guitarra de JCD se complementan los timbales de Joaquín “Cacho” Caraffa, el bajo de Marcelo Iaquinto y el inconfundible Sergio Alguacil, ambos vecinos de Laguna Paiva. La química de este cuarteto logró la síntesis mejor acabada de este tipo de cumbia, que intentaba no pisar las huellas marcadas en el camino. Evitando convertirse en piezas de baile, la delicadeza británica y la pasión latina, un estilo distinguido y salvaje domado por JCD le agregó matices al sonido tropical, según dijo él mismo en una entrevista concedida a Juan Ignacio Provéndola, de Página/12, esta fue su

"No sabemos si las generaciones próximas escucharán nuestras canciones, hoy todavía lo hacen y por eso seguimos", asegura Juan Denis.

postura política: “Siempre creí que la cumbia no era sólo baile. Paramos la pelota, enfriamos la cosa y la hicimos más melódica. Y también agregamos un poco de pena y melancolía”. Con esta formación, se grabaron algunas canciones algunas canciones que “deberían ser enseñadas en las escuelas, junto con ‘Costera mi costerita’ o ‘Paisano santafesino’, esas que hay que conocer sí o sí”, firma Caito Denis, que charló con Pausa. “Titán y soñador” es la pieza en cuestión, que tiene un especial vínculo con la historia de mamá Daniela, la familia Franco, y que tiene unos versos monumentales dedicados a la imagen del pescador: “Puerto que jugar te veo/ con las aguas de la costa/Contame cómo es el sueño de aquellos que se van en la flota/Que buscan en ese inmenso/patio de los vientos fríos/ que arranca desde su entraña el fruto que puede dar el río”. La sensibilidad de un compositor que prestaba la piel para hacer canciones que “los muchachos del barrio sientan propias” y que le “golpeaban en el pecho”. La pasión y la entrega de la mejor canción posible al público son dos de las consignas que también replican sus hijos hoy. Aunque es verdad que algunas de sus grabaciones más populares son versiones de otros artistas como “Vete” del dúo español Los Amaya, el candombe “A mi gente” de Los Olimareños o el rock and roll experimental y progresivo “En mi cuarto vacío”, de Orions. A estas, no sería justo sumarles las exquisitas y cuidadas versiones de clásicos como “Hotel California” que tran-

quilamente podría ser un corte de un MTV Unplugged o “Mrs. Robinson” de Simon & Garfunkel o el “Desayuno americano”, originalmente de Supertramp. JCD se adueñó, con o sin intención, de cada una de estas canciones de una forma tal que parece que a las originales les falta una voz. Esa voz es la de su eterna “Fender Stratocaster bordó, fiel compañera por décadas”, que todavía canta en manos de su hijo Franco. Herencia

Estos grupos y otros, como los Beatles, el “Maestro” Denis los conoció en los pasillos del Colegio Industrial y también podemos decir que influyeron en la formación de la cumbia santafesina. Los Fab Four y también ABBA son los grupos que Caito tomó como influencia musical de papá, “pero mi viejo también nos legó muchas cosas más. Por ejemplo, la forma de manejarnos con un productor, cómo tratar a un colega y el respeto al público. Además del prestigio que tiene su obra, mi papá es alguien muy respetado y hoy sabemos que estamos en el buen camino porque hacemos las cosas tal y como él nos las enseñó”, dice el mayor de los hijos y cantante. Hace más de 20 años que los hermanos salen a defender las canciones en los escenarios de su tierra y también en esos lugares en los que la familia Denis es adorada. “Adonde íbamos, nos respetaban por mi viejo y hoy que está retirado nos siguen recibiendo porque tenemos sus mismos valores. Yo tengo 40 y mi hermano 36, somos grandes y el derecho de piso ya lo pagamos”.

En la alineación actual de Los del Bohío no persisten músicos de su época cumbre, entre fines de los 80 y principios de los 90, varios fallecidos y con el retiro de JCD, en noviembre de 2020: “He decidido retirarme por tiempo indefinido y ceder mi lugar. Quiero con toda mi alma que Los del Bohío sigan, quiero que mis canciones sigan sonando en tiempo presente y que no sea tan sólo un recuerdo de vinilos”. Más allá del deseo de su padre, la empresa familiar se sostiene por convicción y también por alguna razón que tiene que ver con lo mágico: “Yo siento que mientras las canciones de mi papá sigan sonando en un escenario, él va a ser joven”. Horizonte

En pleno lanzamiento de las Bohío Sesiones, un disco que va a consistir en distintos homenajes a la obra de JCD y de la cumbia santafesina en general, el grupo se propone como objetivo mantener el romance con su público: “No sabemos qué pasará en el futuro, si las generaciones próximas escucharán nuestras canciones, hoy todavía lo hacen y también por eso seguimos”. Sobre la posible producción de otro tipo de contenido, Caito habló sobre el plan de escribir una biografía de JCD: “Como la escritura es otro lenguaje que manejo, me voy a animar a escribir ese libro. Hay muchísimas cosas que no se conocen, pero vamos a esperar a que pase un tiempo, no queremos que lo que se publique dañe la vida de nadie. Si después viene algún director a proponer una visión cinematográfica de esa biografía... ¿quién te dice?”.


AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022

NO SOY UN ROBOT | PAUSA

Hoy puede ser mi gran noche

15

¿Qué es lo que nos mueve a replicar viejos rituales? La pata flambeada. Eso, y sólo eso, bastaría para sostener todos los ritos, por muy demodé que vayan quedando. Por Belén Degrossi Yo fui a escuela de mujercitas. O, como más me gusta decir, fuí a una escuela “de monjas”. No, no aprendíamos a ser monjas. Pero sí se nos enseñaba a ser buenas esposas, que es más o menos lo mismo. La única diferencia es que nuestras madres rectoras ordenadas en la fe habían contraído nupcias con un jovial y celestial carpintero de menos de 40 años con conciencia social, don de gente y abdominales, extrañamente caucásico para su lugar de origen. Y a nosotras el mundo nos presentaba un universo de Marianos y Braians que jugaban Counter en el sudoroso cibercafé de la avenida. Monjas, si. Célibes, quizás. Pero tontas nunca. En fin, la escuela de monjas viene a colación porque hay un dato de todo esto que es el que vamos a rescatar: mi adolescencia transcurrió en un ámbito profundamente femenino. Y de aquella feminidad criada a videos de Britney Spears y clases de “Educación para el amor” que nos generaba conflictos y contradicciones, pero que nunca nos alejaba demasiado de lo que el patriarcado esperaba de nosotras. Uno de los resultados inesperados de este ámbito en el que atravesaba mi adolescencia fue el que nos convoca hoy: asistí a la suma total de 33 cumpleaños de 15. Lo cual me confiere la suficiente sapiencia

Había ido a fiestas y seguí concurriendo después. Pero la magia decadente, bizarra, entusiasta y confusa de los cumpleaños de 15 no me la olvido más. y conocimientos como para encarar la columna de esta edición con los puños llenos de verdades (y de souvenirs que nunca supe donde poner, y que ahora duermen el sueño de los justos en alguna caja perdida por ahí). Primero destacaré algo que aprendí hace escasos dos minutos, cuando me lancé a googlear en un rapto de curiosidad sin precedentes: la celebración de los 15 años de vida de las mujeres es una de las pocas tradiciones precolombinas que sostenemos. Wikipedia dice que la data nos baja de los Mayas y de los Aztecas. Dos civilizaciones con una potencia histórica inconmensurable, adelantadas a su tiempo

Lo indispensable: la llegada triunfal de la quinceañera y la ceremonia de velas para homenajear a gente que luego quedará en el olvido.

en ciertos aspectos, protagonistas innegables de la historia universal, de quienes sólo retenemos una celebración que suele llegar a su punto máximo cuando suena de fondo “Tiempo de Vals” de Chayanne. Una cosa de locos. El recuerdo de ese período entre 2005 y 2007 en el que me vi forzada a participar más de 30 veces del rito adornado en ensalada rusa de “Los 15” esta empañado por un detalle que no me resulta menor: en términos de estética, esos años fueron difíciles. No sólo para mi, que con mi porte de Gabriella Sabatini criada a alfajores Tatín no podía usar el 80% de la moda pensada para las Luisana Lopilatos de la vida, si no para todes. Corrían tiempos de floggers y emos, de “tribus urbanas” sin definición pero con el factor común de que a todas les gustaban los flequillos frondosos y los pelos grasos. Nunca pude tener flequillo. Intenté, varias veces. Pero el resultado era similar al de una cola de ardilla atropellada en la ruta dos. Dirán ustedes, ¿qué hacía una ardilla en la ruta 2? Que se yo. Probablemente intentaba llegar a un asado en Arroyo Leyes cuando la embistieron. Había ido a fiestas antes de ese periodo y seguí concurriendo después. Pero la magia decadente, bizarra, entusiasta y confusa de esos maravillosos cumpleaños de 15 no me la olvido más. Salidos de la crisis del 2001, con algún que otro recurso económico más a mano y con las ilusiones intactas de ser descubiertas por Cris Morena, mis compañeras y yo nos sometimos a los

extremos más insólitos de ese ritual tan viejo como mear en los portones. Los elementos indispensables siempre estaban ahí: la llegada de la quinceañera con su ceremonia de velas, en la que homenajeaba a gente que era fundamental para su vida y con la que no mantendría relación una vez iniciada la facultad; el cruce de miradas violento entre los comensales de cada mesa

Vi desmayos, padres que definían divorciarse mientras la nena bailaba el vals, robos de celulares y un muñeco de nieve gigante. a la espera del momento adecuado para robarse el cisne de cristal y flores plásticas que oficiaba como adorno; las cartas emocionadas de sus padres o sus amigas que decían que la celebrada era “una personita muy especial” que “llenaba de luz las vidas de todos los que la rodean” pero a quien probablemente más tarde iban a discriminar cuando se auto perciviera lesbiana o definiera dejar la facultad; el ingreso de los mozos con cuatro pollos rellenos pinchados en unas espadas y prendidos fuego, bailando al ritmo de “Mesa que más aplaude”, una canción que habla de una probable relación no consentida pero que en ese punto de la fiesta marida bien

con el hambre espeluznante de todos los comensales; el fragor del momento “cotillón carioca” con algún tío borracho y medio toquetón bailando con la corbata en la cabeza y una maraca con forma de choclo con la que hará bromas fálicas durante toda la noche. Las cosas sanas, únicas, que transformaban cualquier velada en un momento memorable. Para nosotras, tibias ciervas en proceso de formación, se nos presentaba la posibilidad de calzarnos una pollera de modal cortita y con picos, unos zapatos stiletto con taquito chupete, una torerita para el frío que no te protegía ni de la inflación y, atención, un corset. Si, corset. Porque por algún extraño motivo por esos años había surgido la moda del tiro bajo, que nos trajo a todas problemas de riñones, y del corset. Esas ballenitas baratas que sostenían el armado aguantaban uno, a lo sumo dos cumpleaños. Llegado el sexto encuentro en el que volvías a recurrir a la prenda, comenzaban a desprenderse de sus costuras y se te empezaban a clavar entre las costillas. Sangrabas mientras bailabas “Don” de Miranda y tomabas la sidra caliente que le habías robado a la mesa de los adultos pero… la vida era tan simple. La ilusión de transformarte en mujer, un cumpleaños de 15 a la vez, te hacía olvidar por un segundo del ritual insulso, torpe y a veces hasta violento por el que te hacían pasar. Mi parte favorita de los cumpleaños de 15, mirándolo a la distancia, es ese video de promoción del producto que te hacían filmar antes de

la fiesta. Esa secuencias largas, con Bryan Adams sonando de fondo, en las que la quinceañera sonreía a cámara mientras caminaba un sábado a la noche en la costanera a la altura del espigón 1 completamente montada, rodeada de tules y brillos y bordados, esquivando a la gurisada y a los que pasaban corriendo haciendo la pretemporada de quien sabe qué equipo de rugby… para mi, no tiene precio. Había una suerte de competencia por ver quien hacía el video más osado, más raro, más inesperado, más estúpido. Mis compañeras se desvivían por tener la sesión de fotos más cercana a la revista Hombre o al álbum de Floricienta que las casas de fotografía de la ciudad pudieran proveer. Combinen esto con los primeros albores del Photoshop, y el resultado era una Romina cualquiera vestida con su corset y sus catorce capas de tul, pegada sobre la cima de la Torre Eiffel, sosteniendo un globo terráqueo en una mano y un ramo de rosas en la otra. Nunca faltaba la leyenda “Floreces lo que siembras” o “La rosa de mis papás” en el epígrafe de la foto. Recuerdo particularmente que en mi sesión de fotos el señor a cargo estaba muy empecinado con que yo “acaricie bien” un tronco. Y eso que toda la vida nos habían enseñado a ser invisibles. A usar el mismo uniforme, a no levantar la voz, a no ponernos tacos si éramos altas para no ser más altas que los pibes, a ponernos en el fondo de la foto si medíamos o pesábamos por fuera de la norma, a ocultar las rodillas rotas de andar peloteando con los vecinos para no espantar a quién sabe qué pibe de la cuadra que por vernos transpiradas nos iba a encontrar menos femininas, menos interesantes, menos apetecibles. Una vez en la vida, nos invitaban a otra cosa. Nos celebraban para decirnos que nos querían. Que ahora que no éramos más nenas, que éramos mujeres, teníamos otro valor. Y en esa fiesta había pollo relleno, sánguches de miga, y los primeros temas del reggaeton empezaban a aparecer como una promesa de lo que iba a venir después. En esos 33 cumpleaños hubo desmayos, incendios, padres que definían divorciarse mientras la nena bailaba el vals, robos de celulares y un muñeco de nieve gigante, que la quinceañera utilizó para ingresar al salón. Aprendí, eso sí, a comer sanguchitos de miga hasta el hartazgo. Algo que años después me sirve mucho en mi profesión de periodista.


16

PAUSA | COCOLICHE

Si tenés, mandale mecha

AÑO 15 - Nº 294 | JUEVES 30 DE JUNIO DE 2022

Invierno vs. verano: un clásico de todos los años Por Rebo

Por Jorge y Adrián Brecha ―¿Buenas cómo anda? ―Bien, aca jugando a Indiana Jones. Esperando, como dice Skliar: que el tiempo no pase sino que pase algo en el tiempo. ―Entonces es verdad que dejo de fumar. ¡Eh! No se me ponga en místico. ―No sé qué me pone más triste, si el hecho de no extrañar el cigarrillo o el no tener un evento de tal trascendencia que amerite realmente prenderse un pucho. ―Mire qué interesante, ¿cómo maneja las excusas sin cigarrillos? bah, cuando ya no soporta estar en un determinado lugar o grupo y no quiere herir susceptibilidades. ―¿Será que ya no salgo porque no puedo fumar? ¿O será que como no fumo no salgo? ¿Se puede salir a otra cosa más que a fumarse un pucho? ¿Viviana Canosa fuma? ―Veo que tiene la nostalgia del adicto. Y cómo toda depresión deriva en pensamientos de derecha que se proyectan en el Red Hair de Vivian grey-haired. ¿A dónde quiere llegar? ―A una fiesta electrónica en Rosario, donde el tiempo no pase, sino que… ah no, eso ya lo dije. Quiero sentirme mal haciendo algo que sé que está mal… aguarde. ―Ahhh quiere remontar río arriba en un barco que en la proa lleva el nombre de tu nombre río Paraná. ―Me tocaron la puerta y era una chica rubia, de rulos. Me dejó una berenjena y media calabaza y me encomendó que le cuide el gato. ¿La vida alguna vez se convierte en esto? ¿Tendría que volver a fumar entonces, no le parece? ―Mientras no le haya dado a elegir dulce o truco, no veo que sea necesario regresar al cigarrillo. Puede probar con otras adicciones, el celular, el dólar o el fuego. ―¿Y si en vez de un pucho prendemos una hornalla? ¿No se copa con un curso de cocina japonesa? Mire si de repente transformamos esta espera trágica en algo que por lo menos nos llene la panza. La sabiduría de la espera está en saber que lo que viene es mejor. O rico, al menos. ―Todo bien con Japón, pero ese fanatismo con el arroz. No sé, prefiero prender fuego un humedal. Explotar una montaña… ―Ay… la próxima vez que me quiera poner cachondo, lo llamo. Siempre me mojé un poco con el final de El Club de la Pelea, pero su propuesta es superadora porque ataca lo verdaderamente importante. Si necesita un encendedor… ah, no, no tengo más. ¿No fumo ya, le conté? ―En un país serio no se apagan incendios, no hay bomberos… hay negociadores. ―¡Potencia tu negocio! ¡Siempre tenemos una opción para ayudarte! ―Gracias, estaba pensando justamente en adquirir un seguro de vida. ―Recuerde que los zombies siempre unen y hacen feliz a la familia.

@periodicopausa

periodicopausa

Periódico Pausa

www.pausa.com.ar


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.