Pausa 289

Page 1

AÑO 14 - Nº 289 - JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022 EDICIÓN DE 16 PÁGINAS - PRECIO: $150 @periodicopausa periodicopausa

Periódico Pausa

www.pausa.com.ar

LEY DE VIH

No hay más tiempo


2

AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

PAUSA | ASUNTOS PÚBLICOS

A nuestros lectores

“Hay un afiche que dice por favor abrazame aunque tenga sida, yo le pido que me abrace” , le rogó Roberto Jáuregui a Mariano Grondona, allá por 1993. Ese gesto entre el militante y el periodista quedó en la historia como una de las intervenciones más significativas en una época en que la discriminación hacia las personas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) era muy fuerte. Casi 30 años después, en la era de la sobreinformación, aún persisten el miedo y el estigma. Hoy siguen siendo las personas con VIH las que informan sobre cómo tratar y prevenir el virus. Por eso es necesaria una nueva ley que pase del enfoque biomédico al de los derechos humanos, que fomente la investigación, la capacitación y la educación. Desde Pausa queremos aportar a la difusión del tema con una serie de notas que recogen las voces de activistas y funcionarios y el derrotero de una ley que es más necesaria que nunca.

STAFF DIRECTOR Ezequiel Nieva SECRETARIO DE REDACCIÓN Juan Emilio Pascual COLABORADORES Ileana Manucci, Gastón Chansard, Alan Valsangiácomo, Mari Hechim, Marcelo Przylucki, Bautista Veaute, María Luisa Lelli, Milagros Argenti, Mariángeles Guerrero, Agustina Lescano, Lucía Guadagno, Federico Coutaz, Analía Giordanino, Javier Gatti, María Belén Degrossi, Gabriela Carvalho, Rodrigo Barba y Sebastián “Rebo” Pérez CONTACTOS Tel: (0342) 154 344 277 pausadigital@gmail.com EN LA WEB: pausa.com.ar

Los artículos firmados no reflejan necesariamente la opinión del editor.

Pausa Nº 289, 14/4/2022 Propietario: Cooperativa de Trabajo Bajo el Fresno Limitada Director responsable: Ezequiel Nieva Domicilio legal: Lavalle 3447, Santa Fe Registro de la Dirección Nacional de Autor en trámite Impreso en DWP SRL, Ayolas 241 Bis, Rosario (Santa Fe)

Tres décadas después, necesitamos otra ley de VIH La actual Ley de SIDA fue sancionada en 1990. Hoy un nuevo proyecto en el Congreso busca otro abordaje, con perspectiva de género y derechos humanos. Por Ileana Manucci En 1982 se conocieron los primeros casos de VIH en Argentina. Todo era desconocimiento, miedos, estigma y discriminación. Las y los médicos infectólogos que atendían los casos eran pocos, con insumos insuficientes y tratamientos con costos imposibles para la mayoría de la población que los necesitaba. El incipiente activismo que reclamaba respuestas al Estado fue amplificando sus voces. En 1989 se formó la Fundación Huésped y aparece allí la figura de Roberto Jáuregui (hermano de Carlos), la primera persona con VIH en hacer pública y mediática su condición. En 1990 Argentina fue pionera al tener su Ley Nacional de Sida (23.798) para la atención integral para las personas con VIH, en momentos en que aquella pandemia arrasaba con miles de vidas. El pasado 29 de marzo la diputada nacional Carolina Gaillard (FdT Entre Ríos) – con 50 firmas de diputados y diputadas de los distintos bloques y la adhesión de más de 180 organizaciones-, presentó en la Cámara de Diputados de la Nación el proyecto para una nueva Ley de Respuesta Integral al VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual. Esta es la cuarta vez que una iniciativa de este tipo ingresa al Congreso. Ya es tiempo

En 2014 un equipo dentro del Ministerio de Salud de la Nación comenzó a trabajar en un borrador para modificar la ley de 1990. A partir de ahí comenzó un proceso de consultas, audiencias, reuniones y encuentros nacionales que, con el acompañamiento del Frente Nacional por la Salud de las Personas con VIH – que reúne a organizaciones de todo el país-, buscó conocer la situación de las personas que hoy viven con esta patología para reconocer sus demandas específicas. En 2016 el proyecto de ley fue presentado y solo llegó a tener dictamen en la Comisión de Acción Social y Salud Pública de la Cámara Baja, pero no pasó por las restantes: Legislación General y Presupuesto y Hacienda. En 2018 directamente no logró dictamen en ninguna. Con el cambio de gobierno se renovaron las esperanzas de conseguir su tratamiento y sanción, pero el coronavirus puso todo en stand by, a pesar de la relevancia pública

La demanda social de una nueva ley de VIH, hepatitis y tuberculosis no es escuchada por el Congreso Nacional, que dilata su tratamiento.

que volvieron a tener los temas de salud y las comparaciones – bastante flojas de papeles – de la pandemia de Covid 19 con la que se había vivido en los años 80 con el VIH. El proyecto ingresado en 2020, que no se trató en las sesiones ordinarias de ese año ni en 2021, fue incluido por el presidente Alberto Fernández en el temario de las extraordinarias que debían realizarse a partir del 1° de febrero de este año. Pero, por esas irracionalidades del sistema, el Congreso no sesionó en febrero y el proyecto volvió a perder estado parlamentario. Para las organizaciones que militan el tema, las trabas para conseguir esta nueva ley tienen mucho ver en el desconocimiento por parte de diputados y diputadas sobre lo que ocurre a nivel social con el VIH, y en que no se comprende la necesidad de avanzar en un abordaje integral que involucre políticas públicas en áreas diversas, no sólo en salud. La nueva ley

La ley 23.798, aprobada en agosto de 1990, fue una normativa de avanzada para la época, pero 32 años después tiene limitaciones al abordar el tema desde una perspectiva exclusivamente biomédica. El nuevo proyecto busca hacer foco en los determinantes sociales de la salud y en la eliminación del estigma. Si bien hoy una persona con VIH tiene la posibilidad de acceder a su tratamiento de manera gratuita, en el sistema de salud público, aún persisten barreras sociales que impiden que tenga una buena calidad de vida. La discriminación en el acceso

al empleo y en los ámbitos laborales y educativos siguen sucediéndose en nuestro país. Ante esto, la nueva normativa propuesta establece la prohibición y sanción ante la solicitud de las pruebas diagnósticas de infecciones de transmisión sexual (ITS) en los exámenes preocupacionales y la protección frente a despidos discriminatorios. También se propone un régimen de jubilación excepcional para las personas que viven con VIH y/o hepatitis B y/o C (para quienes acrediten al menos 10 años desde el diagnóstico de la enfermedad y 20 años de aportes jubilatorios), una Pensión No Contributiva vitalicia para quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad social y la provisión de tratamientos para quienes adquirieron el virus por transmisión vertical – de la persona gestante a su hijo antes del nacimiento, durante o después del parto – y para otras poblaciones clave entre las que se encuentran mujeres, personas trans, travestis y no binaries. El proyecto de ley también busca declarar el “interés público nacional de los medicamentos, vacunas, procedimientos y productos médicos para la prevención, diagnóstico, tratamiento y cura del VIH, las Hepatitis Virales, otras ITS y la Tuberculosis, así como también la disponibilidad de formulaciones pediátricas” para estas patologías y el “acceso universal, oportuno y gratuito a los mismos”. Asimismo, y como una respuesta a los faltantes de medicación contra el VIH, establece “la investigación y el desarrollo de tecnologías locales

para la producción pública nacional de medicamentos e insumos que garanticen la sustentabilidad de las políticas públicas vinculadas y la defensa de la soberanía sanitaria nacional”. El artículo 3, en tanto, atiende las necesidades de las personas gestantes con VIH y los recién nacidos para garantizar el derecho a la información sanitaria, a los medicamentos, al parto respetado y a la realización de los tratamientos necesarios para evitar el contagio durante el parto y/o en los primeros meses de vida. También se estipula que todo bebé nacido de una persona con capacidad de gestar con VIH o que haya sido diagnosticada luego del nacimiento, podrá “acceder de manera universal y gratuita a la leche de fórmula, así como al tratamiento de inhibición de la lactancia durante los primeros 18 meses” de vida. El proyecto también promueve la capacitación, la investigación y la difusión de campañas masivas sobre la temática. Prescribe la conformación de una Comisión Nacional de VIH, Hepatitis Virales, otras ITS y Tuberculosis – integrada por organismos estatales, sociedades científicas y organizaciones de la sociedad civil-, y de un Observatorio Nacional sobre Estigma y Discriminación, desde el cual monitorear y erradicar las vulneraciones a los derechos humanos de las personas afectadas. Se prevé también la formación y capacitación obligatoria para todos los equipos que trabajan con ITS, incluyendo poderes del Estado, medios de comunicación y trabajadores de la salud y la educación.


AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

ASUNTOS PÚBLICOS | PAUSA

3

Cipress: la militancia es salud La asociación civil lleva 30 años concientizando sobre las enfermedades de transmisión sexual. La sala podría considerarse un museo del activismo. Imágenes de campañas de décadas anteriores, postales que se actualizan cada vez que se habla del tema: lazos rojos, cuadros explicativos con la diferencia entre el VIH (el virus de la inmunodeficiencia humana) y el SIDA (el síndrome de inmunodeficiencia adquirida), braguetas que se abren, manos que sostienen forros. Un folleto enmarcado llama la atención. Sobre un fondo rojo se leen frases como “Hagas lo que hagas te vas a morir”, “No toques a mi madre”, “Confiaba en tí” y en el medio –sobre fondo blanco– una reflexión: “Acabas de experimentar uno de los síntomas más dolorosos del VIH y del SIDA. Ayudanos a luchar contra el miedo, la vergüenza, la ignorancia y la injusticia en todo el mundo”. Ese cuadro resume dos ideas importantes. La primera, que en nuestra cultura se aloja una de las principales barreras para el acceso a la salud de las personas que viven con VIH. Esas frases son la articulación de la humillación y el desprecio que en más de una ocasión son la causa de que la gente prefiera no saber su diagnóstico o, incluso, elija no seguir un tratamiento por miedo a ser señalada. La segunda idea del folleto cuenta con elocuencia el objetivo del Cipress (Centro Interdisciplinario para la Prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual y Sida): sobre todo, la lucha contra la ignorancia. La salita-museo es la sede del Cipress. La organización funciona hace 30 años con el objetivo de concientizar a la población sobre qué es el VIH. María Rosa Sotomayor es una referenta en la temática en nuestra ciudad. Cuenta que en sus comienzos, “nadie quería estar en el tema del VIH, pero yo lo trabajaba desde el hospital”. Recuerda que para ella era un tema natural y que se sentía horrorizada por la discriminación que veía por parte de sus compañeros hacia las y los pacientes. —¿Por qué te interesaste por la temática? —Me gustaba mucho Freddie Mercury, me encantaba Queen. Cuando empezó a conocerse esta enfermedad la gente se moría. La llamaban “la peste rosa”. Yo empecé a ver la vida de Freddie Mercury a través de esa situación. En ese momento se sabía muy poco, había muy poca información. El cantante de Queen murió el 24 de noviembre de 1991, de una bronconeumonía complicada por el SIDA. Un día antes había contado que tenía esa enfermedad que crecía como una pandemia desde

Gabriela Carvalho

Ángel Díaz es uno de los doce voluntarios que trabaja en Cipress realizando testeos de VIH y sífilis y consejerías de forma gratuita.

la década del 80. María Rosa relata que la primera vez que recibió a un paciente con VIH en el hospital tuvo que usar, por protocolo, guantes, cofia y lentes especiales. “Pero yo jamás tuve miedo”, dice ella, que después del hospital iba a hacer testeos a los boliches. “Me dolía mucho cómo la gente marginalizaba a los pacientes”, se sincera. “Hoy las cosas cambiaron mucho pero se sigue marginalizando, por falta de información”, reflexiona. Cuando se le pregunta por la necesidad de una nueva ley, responde con énfasis que es necesaria una nueva normativa que –por ejemplo –no codifique a la persona que se realiza el test de VIH. Si vas a hacerte el chequeo para saber si tenés el virus, la ley actual establece que deben –en la sala de espera– deben llamarte por un código al darte el resultado. “Eso cambió en los hechos”, dice la entrevistada. Pero es necesaria otra ley que ampare el derecho de las personas a ser tratadas en igualdad de condiciones, más allá de sus diagnósticos o análisis. Ser un puente

En 2012, Sotomayor se sumó a Cipress para realizar allí los testeos rápidos, que sirven como un primer diagnóstico para saber si se vive con el virus. Ángel Díaz expli-

ca la tarea: “Hacemos prevención y promoción”. Ángel es voluntario, como las doce personas que integran el centro. Lo hacen por militancia, por la convicción de que la pandemia del VIH se combate sobre todo con información. Hoy, además del análisis rápido de VIH, también realizan estudios de sífilis. Si los resultados son positivos, derivan al Comité de VIH que funciona en el Cemafe o al Consultorio 19 de Enfermedades de Transmisión Sexual del Hospital Cullen. “En el caso de detectar, derivamos para que se les haga la serología y dentro de dos semanas llega el resultado final. Si el paciente no tiene obra social, el Estado se hace cargo y el paciente ya empieza con el tratamiento. Si tiene obra social, ésta debe hacerse cargo al 100%”, resume Ángel. Agrega que los insumos para los testeos los reciben a través del Programa Provincial de VIH. El espacio se sostiene gracias a una alcancía, donde el paciente deja colaboraciones. Con eso se pagan los servicios: gas, luz e internet. Son tres mil pesos por mes que salen de la alcancía. “Nuestro propósito es que la gente venga sin ser señalada, sin ser juzgada. No nos interesa saber tu vida o quién sos, nos basamos en lo que es ITS y en decirte que

uses preservativo desde el principio al fin de la relación”, avisa Ángel. “Hoy estamos en una sociedad mucho más abierta de mente, pero las ITS están. También hay mala información: solamente piensan que el preservativo sirve para prevenir el embarazo. ¿Sabrán que hay más de 30 ITS?”, se pregunta. Ángel estudia la Licenciatura en Administración de la Salud. Cuenta que “siempre trabajó con el VIH, repartiendo preservativos en los boliches”. Para él, el obje-

tivo de concientizar a las personas está en uno. “Hoy la gente se informa mucho por internet, les pasa algo y acuden a Google. No te podés guiar por eso, hay que ir con un profesional. Nosotros somos asesores, te orientamos pero después tenés que ir al médico”, sostiene. A veces –cuenta el entrevistado– las personas llegan al Cipress con creencias que no son ciertas: los famosos mitos. “Por ejemplo, que el virus se contagia: el virus no se contagia, se transmite. O que se transmite por la saliva, cosa que no es así. Ahí vas reeducando”. El joven voluntario resume: “El mensaje es que se vayan de acá sabiendo que por más que tengan pareja estable, hay que cuidarse igual. Asimismo, las personas que viven con el virus y que ya no lo transmiten, que usen preservativo igual. La gente se va con el resultado y con la idea de tomar conciencia”. Para Ángel “el VIH ya no es como antes, en la época de los 80 o 90”. Durante la entrevista con Pausa, explicita que hoy una persona que tiene VIH “puede tener una vida tranquila, solo tiene que tener una mejor nutrición y tomar una pastilla”. En ese sentido, añade: “Hoy vienen parejas heterosexuales que una tiene el virus y la otra no y sin embargo están, no porque tengas VIH significa que te exiliamos del mundo”. Sin embargo, matiza: “Es como todo: para evitarlo hay que cuidarse. Cipress es un puente para que la persona venga, se asesore, y en caso de que el virus sea detectado se derive al equipo médico que pueda tratarlo”. La atención en Cipress se realiza los lunes de 15 a 17 y los jueves de 17 a 19. La dirección es San Lorenzo 3052.


4

AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

PAUSA | ASUNTOS PÚBLICOS

Un equipo de atención humanizada El Comité de VIH del Cemafe acompaña en forma interdisciplinaria a las personas diagnosticadas con el virus, desde que saben que tienen la enfermedad hasta la continuidad de su tratamiento. El Comité de VIH del Centro de Especialidades Médicas de Santa Fe (Cemafe) está conformado por dos médicos infectólogos, dos médicas clínicas, una pediatra que hace el acompañamiento de las infancias y adolescencias viviendo con VIH, una obstetra que acompaña embarazos, parto y posparto, una psicóloga, una trabajadora social y dos administrativas. Ese equipo coordina con otros efectores de salud del centro norte provincial. El objetivo es lograr el acceso a los test de diagnósticos, a la medicación y -sobre todo- a una atención humanizada e interdisciplinaria, que ponga a la persona no como mera paciente, sino como alguien que ejerce su autonomía y sus derechos. En el Cemafe, Pausa dialoga con Lucrecia Williner, trabajadora social del Equipo de Infectología, y con María Clara Farina, psicóloga de ese comité. Lucrecia trabaja desde 2011; Clara, desde 2009. Ambas cuentan que, antes de la apertura del centro de atención de patologías ambulatorias que se ubica sobre la Avenida 27 de Febrero, pertenecían al Subcomité de VIH del Hospital Iturraspe. Desde hace más de una década trabajan en líneas estratégicas de abordaje para mejorar el acceso a la salud de personas que conviven con el virus. Una de esas líneas es la prevención y la promoción de la salud. “Para eso trabajamos con la población en general, para llegar a testear a la gente que no lo está. Se estima que entre un 17 y un 20% de las personas que viven con VIH no conocen su diagnóstico y la única forma de saberlo es hacerse el test”, cuenta Williner. “La idea es acceder a diagnósticos oportunos y no tardíos, que aparecen cuando la persona ya está internada y se diagnostican ahí”, puntualiza. “Ahí ya hay un avance del diagnóstico porque ya hay una enfermedad marcadora que hace que la persona esté internada en ese momento”, explica. Para eso, realizan los testeos en el propio Cemafe, además de articular con organizaciones sociales como Cipress.”Ellos hacen los testeos rápidos y cuando le da el diagnóstico positivo al otro día o a los dos días ya tiene su espacio acá, nosotros acompañamos el circuito diagnóstico hasta que se confirma el diagnóstico y luego lo derivamos a los médicos si no hay obra social. Si hay obra social, se deriva a la obra social correspondiente”, detallan Williner y Farina. —¿Cómo funciona el circuito del diagnóstico?

Gabriela Carvalho

Formas de transmisión del VIH

·Tener relaciones sexuales anales, vaginales u orales sin preservativo.

·Compartir agujas, jeringas, máquinas de afeitar, alicates, piercings, agujas para tatuar.

·Embarazadas con VIH lo pueden transmitir al bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia sin los cuidados necesarios.

Quienes integran el equipo de VIH del sistema público provincial sostienen que una de las principales barreras es la desinformación.

MCF: —Como existe la posibilidad de que el test rápido dé un falso positivo, se establece un circuito de diagnóstico que funciona de la siguiente manera. Son tres momentos. Cuando se tiene el primer positivo, a través de la técnica Elisa o del test rápido, vuelvo a tomar una muestra para descartar el margen de error que pueda generar un falso positivo. Si el segundo análisis me vuelve a dar positivo ahí se hace una muestra de sangre mayor y esa muestra se deriva a Rosario para hacer la carga viral diagnóstica. Recién con ese tercer análisis se confirma el diagnóstico. O sea que entre que una persona llega a pedir su primer testeo hasta que conoce el resultado definitivo pasan entre 10 y 15 días. Se realizan esas pruebas para asegurar el diagnóstico. —¿Por qué a pesar de haber tanto avance con el tratamiento y en el aumento de la expectativa de vida sigue siendo un tema tabú esta enfermedad? LW: —Tiene que ver con la discriminación y el estigma que hay en relación a este diagnóstico. Avanzamos un montón en relación a lo biomédico: los tratamientos son altamente efectivos, las personas acceden a la medicación inmediatamente. Pero en lo que no pudimos avanzar es en que la sociedad sigue discriminando. Seguimos teniendo discriminación en los ámbitos laborales, la gente no quiere contarlo en sus espacios de trabajo porque tiene miedo a perderlo. Eso implica que no puedan pedir un permiso para venir a los controles. Lo mismo pasa en los circuitos de

amistades, familiares…. El mayor temor que tienen hoy las personas que se diagnostican es el miedo al rechazo. Tenemos como sociedad una deuda histórica con las personas que viven con VIH en relación a trabajar el estigma y la discriminación. Por eso es importante la nueva ley de VIH, hepatitis y tuberculosis, que viene a cambiar el paradigma biomédico por uno de género y de derechos humanos. La nueva ley da un rol protagónico a las personas que viven con VIH y a las organizaciones sociales. Hoy contamos con una ley que tiene más de 30 años, que en su momento fue maravillosa y fuimos uno de los primeros países en sancionarla, pero los años pasaron y es necesario que podamos modificarla. Las campañas de información, que la nueva ley tiene como uno de sus pilares, es clave. No solo para evitar situaciones de maltrato, sino también para mejorar la atención en salud. El 98% de los diagnósticos nuevos en Argentina son por vía sexual, por ende todas las personas sexualmente activas pueden eventualmente enfermarse. Sin embargo, el tabú sostiene el mito de que es una problemática que afecta a colectivos específicos. El nombre de “peste rosa” para designar a la “enfermedad de los gays” sigue haciendo mella en los prejuicios sociales. “Hace poco diagnosticamos a una mujer de 65 años que venía hacía un año por el sistema de salud con pérdida de peso, con manchas en la piel. Se le pidieron todos los estudios menos el de VIH. Esto tiene que ver con concepciones

antiguas sobre las llamadas ‘poblaciones de riesgo’”, ejemplifican las profesionales. Farina agrega que también tiene que ver con “pensar que el adulto mayor no tiene relaciones sexuales, y en verdad la sexualidad no tiene un límite de edad”. Al respecto, destacan la importancia de articular con la educación sexual integral en relación al respeto de los cuerpos, a las violencias, a los derechos sexuales de todas las personas, a las relaciones de noviazgo, a que el no es no El equipo del Cemafe trabaja, según los requerimientos de cada situación, en acompañar y detectar los obstáculos que las personas puedan tener para sostener la toma de la medicación. Es decir: la adherencia al tratamiento. —¿Cómo trabajan esto? LW: —Evaluamos cada situación en particular, según la complejidad, su ambiente familiar o la accesibilidad al Cemafe. Muchas veces hay situaciones de poca adherencia porque no pueden llegar acá, entonces se trabaja -si la persona quiere- con los centros de salud. Entonces te llega la medicación cerca de tu casa, tenés un vínculo directo con los equipos de salud en territorio. Eso es lo ideal. Pero por esto que venimos hablando de la discriminación y de que no quieren que el diagnóstico se conozca en el barrio, muchas veces no quieren que la medicación llegue al centro de salud y vienen para acá. MCF: —A veces encontramos no adherencia por temor a que lo sepan en el trabajo, tenemos pacientes que trabajan en el ámbito de la salud y hay que traba-

jar en que se pueda comunicar el diagnóstico como cualquier otra enfermedad. También hay dificultades para comunicarlo a la pareja o a la familia. También hay cuestiones a trabajar en relación a prejuicios con la medicación, esto de que “me va a hacer mal”, puede haber momentos donde la medicación genere algo entonces se trabaja con el médico para que ese tratamiento se modifique. También se trabaja en función de si una persona está atravesando un duelo o una situación anterior cuál es el mejor tratamiento para esa persona. Se trabaja en función de lo particular. La falta de trabajo, lo económico también influye. En las mujeres la dificultad está en que se ocupan de la familia, siguen muy bien el tratamiento de los hijos y ellas no tienen una buena adherencia. Las obras sociales están obligadas a cubrir estos tratamientos pero hay muchas que no lo hacen. Ahí hay que hacer un trabajo de hormiga con la defensoría del pueblo o la superintendencia de los servicios de salud, pero eso lleva su tiempo y en ese tiempo la persona está sin su medicación. Hay también muchos monotributistas, en estos años creció el empleo pero son monotributistas, no empleos formales en relación de dependencia. Esa precariedad laboral hace que no puedan cubrir esa medicación. Es una medicación altamente costosa, aunque la ley es clara y el Estado está obligado al igual que las obras sociales y prepagas a cubrir el tratamiento al cien por ciento. Los testeos en el Cemafe se realizan los miércoles de 11 a 13 horas, sin turnos; en el Laboratorio del segundo piso.


AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

ASUNTOS PÚBLICOS | PAUSA

5

"Hace 40 años que pedimos la cura" La pandemia de VIH lleva varios años y por mucho tiempo fue un tema tabú: hoy la información es vital. Por Mariángeles Guerrero Lanna (González) Rivera es drag, actriz, Promotora Sociocultural en Teatro y en Promotora en Salud. Tiene 23 años y empezó a militar a los 15. A los 17 le diagnosticaron VIH. A los dos meses comenzó a participar de reuniones en Cipress y en la Red Argentina de Jóvenes Positivos (RAJAP). Poco después se sumó a la coordinación oficial de la red como coordinadora de la provincia. “Me empecé a capacitar aún más, soy promotora en salud sexual en jóvenes y adolescentes”, cuenta. Mientras relata su historia, Lanna expresa vida: se ríe, genera complicidad, calidez. Dice que convirtió su diagnóstico en bandera: que salir del pozo significó militar específicamente por los derechos que faltan para la población positiva. Derechos que serían reconocidos por la ley que espera a ser sancionada en el Congreso. —¿Por qué es necesario que se apruebe la ley? —Para mejorar nuestra calidad de vida. Lo que pedimos hace 40 años es la cura. No puede ser que en 40 años no se haya encontrado. Hay casos de personas que han negativizado, que el virus ya no figura en su sangre y no se investiga al respecto. Esas personas se ofrecieron a ser estudiadas y no se les tomó en cuenta. O se hace y no se saca a la luz porque es un negocio muy grande. Pero hay que cortar con eso porque no somos máquinas de tomar pastillas. Si no, es vivir dependiendo

"El avance tecnológico que hay en salud es grande. La cura seguramente está hace años, pero los medicamentos son muy caros". de un medicamento cuando tranquilamente puedo tener la cura y vivir normalmente sana, sin preocuparme por agarrarme una neumonía u otras enfermedades. Es el negocio más grande la salud de las personas. La militante de la Mesa del Orgullo le dice a Pausa que siempre fue visible como joven que vive con VIH y que participó en un proyecto destinado a elaborar materiales audiovisuales, contando historias en primera persona,

tratando de eliminar mitos que no son reales. —¿Qué mitos? —Por ejemplo que no podemos tener pareja. —¿En qué cambia la vida de una persona cuando se entera que vive con el virus? —En mi caso fui una privilegiada, porque desde chica me llamó la atención la temática, creo que me acerqué ahí por el teatro. Me hacía los chequeos semestralmente. Desde los 14 años empecé a militar, no tan fuertemente hasta que me diagnosticaron, que tomé la bandera y dije “ahora soy parte de la población, tengo que hacer algo al respecto”. Creo que lo tomé tan bien porque ya sabía de qué iba vivir con VIH, sabía que había muchos prejuicios pero que no son del todo reales. Fue un proceso de casi un mes y medio de decir “bueno, es esto y vamos para adelante”. Pero es una lucha de todos los días. Todos los días me miro al espejo y digo: “ya está, sucedió, vamos para adelante, hay que seguir”. Siempre fui visible, nunca tuve problemas en decir que vivo con VIH. Pero la mirada de la otredad llega en muchos aspectos de la vida, entonces empezamos a resguardar cierta información porque se usa en contra de nosotres para hacernos mal, a raíz de estos prejuicios sociales. Lo que cambia es cómo percibimos la mirada del otre. —¿Y con la familia, las amistades? —Mi familia me apoyó mucho. Mi mamá quiso estar el día que me dieron el diagnóstico, me dijo que me acompañaba. Yo tenía 17 años. Acababa de terminar la secundaria y ni siquiera había tenido la colación. Cuando me lo dijeron, recuerdo estar en blanco, mientras la doctora hablaba mi vieja lloraba al lado mío y yo estaba en blanco, no entendía nada. No sabía qué estaba sucediendo. Llegamos a mi casa, mi mamá llamó a su mejor amiga y le dijo que había que decirle a mi papá. Le contaron y yo salí a caminar y ahí sí: yo vivía en barrio Roma, empecé a caminar y llegué al monumento a Monzón. Todo ese tiempo estuve llorando. En un momento me di cuenta de que estaba en la costanera y fue como un momento de blanco, de llanto y de caminar. Después fue volver y creo que hice un proceso de duelo en ese momento. Pero fue ese día, que dije “hacé el duelo ahora y empezá para adelante porque no te vas a quedar en este pozo”. A las semanas me enteré de que uno de mis mejores amigos también vivía con VIH, nunca nos había dicho nada. Y él tomaba la misma pastilla así

Lanna Rivera es activista, actriz y promotora en salud. "No soy un virus", sentencia.

que bueno, tenía alguien con quien compartirlo y además era mi mejor amigo, mi hermano. —¿Cómo fue empezar el tratamiento? —Al principio fue muy caótico. El tratamiento que yo hago tiene muchos efectos adversos pero yo tuve dos nomás. Mi médica me había dicho que podía llegar a tener vértigo, dolor de cabeza o la vista borrosa. Al principio la pasé muy mal, había empezado el tratamiento y al mismo tiempo la Facultad. Me pedían que lea y no podía porque se me iban las letras. Tuve insomnio, horas que no reaccionaba. Hay gente que esto le dura más. Hoy tomo la pastilla a la noche, tengo una hora que no reacciono y ya está. Eso es lo que más dificulta la adherencia a los medicamentos: las reacciones adversas que conlleva el tomar todos los días una pastilla y sentir que estás dependiendo de una pastilla. La adherencia al tratamiento es lo más difícil de todo, el tener que decir “si tomo alcohol, no puedo tomar la pastilla”. Hay muchas cosas que llevaron de tener una adolescencia temprana a una juventud-adultez. Y la adherencia a los tratamientos es algo que se pide con la nueva ley, que se hagan los seguimientos. —Está ese mito de que voy a hacer el test, me da positivo y se me termina la vida. —Sí.

—¿Cómo abordar eso? -Los primeros años, que yo tenía 14 o 15, me iba a hacer el test ELISA, que demoraba una o dos semanas. Y esas dos semanas para mí eran interminables. Pero si te cuidaste o tenés una mínima seguridad, quedate tranqui. Si da positivo, es lo que tenía que ser. Más no se puede hacer. Hay que

"Se pide que las pastillas se hagan desde Nación. Hay laboratorios nacionales y sin embargo se importan". pensar en positivo y que tenga lo que tenga que ser. Pensar en neutro y darle para adelante. Y tomarlo como lo que es hoy: hoy aumentó mucho la expectativa de vida. Antes no llegábamos a los 40, pero ahora una persona con VIH tiene 80 años de esperanza de vida. El avance tecnológico que hay en salud es muy grande y al mismo tiempo queremos la cura. La cura seguramente está hace años, pero los medicamentos son muy caros. Es un negocio

muy grande lo de las farmacéuticas y la salud de la gente. La última vez que vi cuánto sale mi medicacón eran 72 mil pesos. —¿Pensás que se relajó el uso del preservativo? —No, sigue estando. Yo sigo usando Grindr y me parece muy hostil de parte de la plataforma que pongan en las descripciones tu estado de seropositividad negativo/positivo/seropositivizado. Es un montón de información general dentro de lo que es una aplicación de citas para tener relaciones. No sé si quiero darte tanta información si sé que estoy buscando esto y en todo caso prefiero decírtelo en la cara, no que te enteres por una descripción. Porque no soy eso, no soy un virus. El VIH no es una mascota que llevo a todos lados. Es algo que está ahí, dormidito y lo dejé en mi casa. Yo sé que me voy a cuidar, siempre tengo preservativos e incluso tengo para darle a la gente. Pero bueno, es otra vez lo mismo: la mirada del otre. Hay personas que dicen “soy seropositivo” y lo usan como una morbosidad. Eso me parece muchísimo: usar el estado de salud de una persona para el morbo me parece mucho. —¿Qué pasó en tu caso con la búsqueda de trabajo? —Nunca me pasó de que me digan que porque tengo VIH no me pueden contratar. Nunca hice un trabajo que implique un riesgo en ese sentido. Sí me pasó una vez dando clases en un club que me había lastimado y fue como “tengan cuidado” y yo “tranqui, no es tanto. No hagan una escena de algo que no es tanto”. —¿Qué cosas faltan? —Principalmente el acceso a la información de las investigaciones. Hay muchas cosas que se ocultan dentro de lo que son las investigaciones en VIH. Las adherencias a los tratamientos y los seguimientos. Hay mucho déficit en lo que es la implementación de la ley, las necesidades de las personas que nacieron con el virus por transmisión vertical y tienen que recibir por 18 meses la leche de fórmula. Faltan insumos: medicamentos, preservativos, geles. La información sobre investigaciones y medicamentos tiene que estar al alcance. Se pide que los medicamentos se hagan desde Nación, tenemos laboratorios nacionales que los pueden producir y sin embargo se importan. Si bien el sistema público lo garantiza y las obras sociales también, es un gasto para el Estado. ¿Por qué importarlos si se puede producir acá?


6

AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

PAUSA | ASUNTOS PÚBLICOS

“El VIH hoy es sinónimo de vivir bien” En Santa Fe, el 20% de quienes tienen VIH no lo sabe. El objetivo es llegar a esas personas para darles tratamiento y que sepan que pueden tener “prácticamente la misma vida” que una persona no infectada. Por Milagros Argenti Según los datos del Ministerio de Salud provincial, Santa Fe tiene alrededor de 11 mil personas viviendo con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). De ellas, unas 5.500 reciben tratamiento en el sector público, y 2.500 en el privado. Hay otras mil que discontinuaron o nunca quisieron tomar la medicación, y las 2 mil restantes son una incógnita: “tenemos ahí un 20 por ciento que las debemos encontrar”, reconoce Gerardo Perafán, jefe del Programa de Prevención de VIH, Tuberculosis (TBC) y Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). ¿Por qué hay que salir a buscarlas? Porque no saben que están infectadas. ¿Cómo es posible? Más del 90% de los enfermos no tiene síntomas. Éstos, usualmente, recién aparecen cuando el paciente llega a la etapa 3 del virus, que es la etapa SIDA. Porque, por cierto: no es lo mismo VIH que SIDA. Así lo explica la Fundación Huésped: “El VIH es un virus que afecta al sistema de defensas del organismo, llamado sistema inmunológico. Una vez debilitado por el VIH, el sistema de defensas permite la aparición de enfermedades. Esta etapa avanzada de la infección por VIH es la que se denomina Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Esto quiere decir que el SIDA es un conjunto de síntomas (síndrome) que aparece por una insuficiencia del sistema inmune (inmunodeficiencia) causada por un virus que se transmite de persona a persona (adquirida)”. Así, quienes tienen SIDA, tienen VIH, pero la mayoría de las veces ambos términos no son indistintos. Tratamiento es vida digna

Lo que sí tienen en común el VIH y el SIDA es que, sin tratamiento, son altamente transmisibles (el primero, en cualquier etapa). En cambio, cuando se hace el tratamiento, se corta la cadena. De allí que sea tan importante detectar y darle pelea a la enfermedad. “La idea es que una persona HIV positiva empiece el tratamiento lo antes posible. Primero porque así frena el deterioro de su inmunidad y segundo porque rápidamente, cuando alcanza la carga indetectable –es decir, logra un nivel muy bajo de virus en sangre--, no transmite más el virus. Entonces: mejoramos la calidad de vida del paciente que vive con el virus y a su vez evitamos la transmisión”, explica Perafán.

—¿Cómo son los tratamientos? —El VIH es un retrovirus y los medicamentos son antirretrovirales: atacan el virus que está circulando en sangre, aunque no pueden con el que se esconde en los reservorios del organismo. Por eso el VIH no se cura. Pero los tratamientos son fáciles de tomar y tienen pocos efectos adversos. Hace 25 años, se tomaban más de 30 pastillas por día, ahora es una pastilla diaria. Siempre y cuando haga el tratamiento y se lleve una vida medianamente sana, actualmente la expectativa de vida de una persona infectada es prácticamente la misma que la de una no infectada. Perafán no lo duda, aunque suene contradictorio: “Hoy el VIH es sinónimo de vida. De vida digna. De vivir bien. Una mujer embarazada tiene su hijo y nace sano, una persona con VIH en tratamiento con carga viral indetectable, vive sin mayores problemas”. —Más allá de los medicamentos, ¿se trabaja de alguna otra forma, para la contención emocional, por ejemplo? —Sí, junto a Desarrollo Social, con asistentes sociales para dar accesibilidad, y con Salud Mental. También se trabaja en la inserción de los pacientes en ciertos programas, como el de Drogadependencia. Lo que a vos te sostiene cuando tenés una enfermedad crónica y debés tomar una pastilla todos los días, es tener un proyecto de vida. Saber hacia dónde vas. Si el mañana no importa, no habría ningún tratamiento crónico. Mecanismo y fallas

La Provincia brinda gratuitamente la medicación y los análisis de control de carga viral y defensas. Como en toda la Argentina, en Santa Fe “los insumos bajan de Nación” y son distribuidos por el Ministerio de Salud local. —¿Qué pasa cuando falla este mecanismo? —Cuando ha fallado el mecanismo, hemos salido a comprar. Por ejemplo, en la pandemia de coronavirus hubo un medicamento que faltó y salimos a comprar más de 300 tratamientos. Si se presenta una coyuntura, la ministra de Salud Sonia Martorano me dio la indicación: ‘Falta algo, avisen, porque tenemos que solucionar’. —¿Y qué opción de proveedores tienen? —Si te falta un medicamento, tenés que salir a comprarlo en un laboratorio privado. A poner lo que los privados te dicen. Estás atado de pies y manos. Pero el 90% de

Gabriela Carvalho

En la foto, dos de los test rápidos que se usan para la detección del virus de inmunodeficiencia humana: uno positivo y otro negativo.

las veces esto funciona bien: llegan los medicamentos en tiempo y en forma, hay cargas virales, hay para hacer CD4 –linfocitos cuyo conteo sirve para vigilar la salud del sistema inmunitario–; y ahora la Provincia está comprando medicación para enfermedades oportunistas, que son aquellas que esperan la oportunidad de que se disminuyan las defensas para expresarse. O sea: damos respuesta. Tenemos los tiempos de compra que te exige el Estado, no es que vas a la farmacia y decís ‘dame diez’. Pero damos respuesta.

—¿Cómo es el test? —Te sacan una gota de sangre, usan una tira reactiva y en pocos minutos está el resultado. Es anónimo, gratuito y confidencial. —¿Y los resultados son concluyentes? —No. El negativo es negativo. Pero cuando da positivo, se hace una confirmación diagnóstica con carga viral. Si la carga viral, que es un examen directo, vuelve a dar positivo, ahí se confirma que esa persona vive con el virus y automáticamente se le ofrece el tratamiento.

Objetivo: testeos

Mejor, saber

Gerardo Perafán explica que la guía de trabajo está planteada por “lo que dice ONU SIDA, que te baja las directivas”. Hoy en día a lo que se pretende llegar a nivel mundial es al 95% de las personas diagnosticadas, al 95% de las personas en tratamiento y al 95% de carga viral indetectable. “Entonces no se transmite el virus: así se corta la pandemia de VIH”, dice el entrevistado. Con ese objetivo, afirma el funcionario, el programa que conduce iniciará una fuerte campaña de testeos y capacitación a profesionales en toda la provincia. Ya hubo experiencias en lugares de vacunación de Covid 19 de Rosario y de Santa Fe. “Ahora vamos a ir por todos los centros de salud y muy probablemente en los grandes hospitales queden sitios de testeos permanentes”, promete.

—¿La gente se presta a hacerse el test de VIH? —Y… hay que buscar. Siempre van a haber personas que tienen miedo a saber. Pero en esto el mensaje es: ‘cuanto más sabés, mejor es’. Como con cualquier enfermedad en general: hay gente que es diabética, no lo quiere saber y sigue comiendo. Pero en el caso de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) lo que ocurre es la discriminación y la autodiscriminación. Por eso el test es anónimo, gratuito y confidencial. Las personas que viven con VIH se pueden tratar donde ellas quieran. El Estado no las manda a ningún lado. Ellas buscan su lugar más cómodo para recibir la medicación y donde sientan pertenencia, para tener consultorios amigables. Perafán admite que durante la pandemia de coronavirus “se llevó

puesto todo el covid”, por lo que hay que recuperar todo lo que el Covid 19 “no dejó hacer”. Por ejemplo: volver a abrir los centros de testeo de VIH. Sobre todo, para captar a las poblaciones clave. —¿Cuáles son las poblaciones clave? —De por sí toda persona que lleve una vida sexual activa sin usar preservativo y desconociendo la condición de la otra persona, es alguien que se expone. Pero hay colectivos que tienen mayor nivel de exposición por su actividad: las trabajadoras y trabajadores sexuales, por ejemplo. De hecho: los hombres que tienen sexo con hombres y la población trans tienen una prevalencia de VIH y ETS mayor que la población general. Con respecto a la distribución demográfica, el titular del Programa Provincial de Prevención de VIH es claro: —Yo tenía el prejuicio ignorante de que en un pueblito no había tantos casos como en una ciudad grande. —No, es igual en todos lados. Si te saco cantidad de casos por cantidad de personas te da más o menos lo mismo. Relaciones sexuales y relaciones sin cuidado hay en todos lados. Y además vos podés tener un poco menos o un poco más, pero a la persona que le toca es el 100%. Nosotros tenemos que llegar a todos y tenemos que hacer que todas las personas tengan la misma accesibilidad en toda la provincia. Ese es nuestro desafío.


AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

ASUNTOS PÚBLICOS | PAUSA

Más trabajo, más pobreza Argentina enfrenta una paradoja que sólo se resuelve con una mejor redistribución. La Argentina enfrenta en el inicio de 2022 una curiosa paradoja: hay cada vez más trabajadores y cada vez están más empobrecidos. Las políticas de fomento y creación de empleo genuino están dando resultados –al menos en forma parcial–, pero el avance furioso de la inflación destruye el poder adquisitivo de los salarios. Durante el gobierno de Mauricio Macri, más de 233 mil personas perdieron su trabajo privado registrado. Y en la pandemia del coronavirus, otras 260 mil personas se quedaron sin laburo. Desde 2021 el trabajo privado registrado comenzó a recuperarse y en la actualidad hay 31 mil personas con empleo “en blanco” más que las que había en noviembre de 2015, antes del inicio del macrismo. Queda por reparar lo ocurrido a partir de marzo de 2018, cuando la gestión de Cambiemos entró en crisis. La curva ascendente parece consolidarse. Sólo durante el último año, casi 214 mil personas consiguieron un trabajo registrado. Si bien todavía no se llega a la cantidad de enero de 2019, el mes de enero de 2022 tiene una marca más alta que la de 2021 y 2020. La mayor recuperación se da en la industria, el sector más castigado por el macrismo con su política de apertura indiscriminada de importaciones. De los casi 169 mil trabajos privados registrados perdidos en la industria, durante la gestión de Alberto Fernández se recuperaron más de 41 mil. Queda mucho por recorrer, pero la curva muestra la consolidación de las po-

Gabriela Carvalho

Tras el macrismo y la pandemia el desempleo empezó a ceder, pero los salarios quedan atrasados respecto del avance de la inflación.

líticas destinadas a cuidar el sector más dinámico de la economía. Lo más positivo de enero de 2022 –último dato oficial disponible– es que, finalmente, el comercio, la hotelería y los restaurantes dejaron atrás los efectos negativos de la pandemia. Fueron los sectores que más sufrieron la doble crisis: allí se perdieron 35 mil puestos registrados en el macrismo y más de 85 mil por el coronavirus. Recién en enero de 2022 se superó la marca de marzo de 2020 y también la de noviembre de 2019.

Monumento a la desidia

El bloque Vida y Familia de la Cámara de Diputados de la provincia ingresó un proyecto para que se construya un“monumento o espacio conmemorativo”en nuestra ciudad y en honor a Carlos Reutemann. La propuesta se justifica en la“trayectoria deportiva”del dirigente responsable de más de 150 muertes y daños millonarios durante la inundación del río Salado, en 2003, y de la represión y las muertes en el estallido de 2001. Reutemann, quien nunca ganó un campeonato de Fórmula 1, tuvo el ostensible encubrimiento del Poder Judicial santafesino después de los hechos de 2003. El propio fallo de la causa inundación, que condena a su ministro de Obras Públicas, Edgardo Berli, y al director de Hidráulica, Ricardo Fratti, es taxativo en las

responsabilidades políticas del estrago culposo y apunta claramente hacia los superiores de ambos funcionarios. El tiempo, la impunidad y la muerte (que alcanzó antes que la Justicia al ex intendente Marcelo Álvarez) resguardaron la figura del ex gobernador. “Erigir un busto o un monumento o diseñar un espacio temático en la ciudad capital contribuirá a mantener viva la memoria” , dice el proyecto está firmado por los diputados Nicolás Mayoraz, Natalia Armas Belavi y de Juan Domingo Argañaraz. También proponen la creación del“Día Provincial del Automovilismo Deportivo” coincidente con el natalicio de Reutemann, que falleció el 7 de julio de 2021, a los 79 años.

Inflación mata salario

Desde hace al menos una década, la inflación es un problema central de la economía argentina y ninguna gestión pudo solucionarlo. A ese problema estructural –que complejiza la toma de decisiones para el mediano y largo plazo– se le suma otro, del que se haba mucho menos: la distribución del ingreso. Hay más empleo, baja la desocupación, crecimiento el PBI (más de 10 puntos en 2021), cae la pobreza, pero el poder adquisitivo sigue perdiendo (o apenas empatando,

según qué punto de referencia se tome) contra el avance incesante de los precios. Desde que llegó Macri al poder, los trabajadores privados registrados perdieron el 18,3% de su poder adquisitivo y los públicos el 25,2%. La gestión de Cambiemos terminó con una caída del 20,8% del poder adquisitivo de los privados registrados y de 23,6% de los públicos. Actualmente, los privados han recuperado algunos puntitos de poder adquisitivo, pero los públicos han perdido más.

7

El 77% de las trabajadoras domésticas, sin derechos El 3 de abril de 2013 el gobierno nacional promulgó la Ley 26.844, que regula el trabajo del personal de casas particulares. Por ese motivo, hoy es el Día de las Trabajadoras de Casas Particulares. Se trata de la principal actividad económica de las mujeres en Argentina, después del comercio: casi el 14% de las ocupadas y el 18% de las asalariadas realizan servicio doméstico. Pero es también uno de los sectores más informalizados y de menores salarios de toda la economía. Al tercer trimestre de 2021, el 77,4% de estas trabajadoras en el país no estaban registradas. A su vez, fue el rubro más afectado por la crisis generada por la pandemia: en 2020 se perdieron 430 mil empleos. En 2021, el Gobierno decidió impulsar esta actividad creando el programa Registradas, que busca recuperar y formalizar el empleo de las trabajadoras de casas particulares. A través de este programa, el Estado se hace cargo de entre el 30% y el 50% del salario mensual de las empleadas recién contratadas, durante medio año, con un monto máximo del beneficio de $15.000. El mismo es compatible con la mayoría de los programas de ANSES y Desarrollo Social. Desde el Gobierno informaron que ya se abrieron más de 11 mil cuentas en el Banco Nación vinculadas a nuevas altas en este rubro.

Mujeres del MPA exigen que se cumpla con la paridad de género Funcionarias y trabajadoras del Ministerio Público de la Acusación (MPA) señalaron que todos los cargos superiores están cubiertos por varones pese a que la ley vigente lo prohíbe, en un comunicado emitido para juntar firmas junto a instituciones y organizaciones feministas de la provincia. “Desde la puesta en marcha del nuevo sistema de justicia penal se renovaron por concurso en dos oportunidades las máximas autoridades del MPA, siendo ocupados la totalidad de los cargos gerenciales de la institución por hombres.” De este modo, funcionarias y trabajadoras del MPA, que reúne y dirige el trabajo de los fiscales de toda la provincia, señalaron la

necesidad de aplicar la paridad de género hacia el interior de este órgano judicial independiente. En un comunicado donde juntan firmas para acompañar el reclamo, recordaron que en Santa Fe “se sancionó en el año 2020 la Ley Nro 14.002 que obliga a cubrir los cargos del Poder Judicial garantizando paridad de género, cumpliendo de esta manera con la obligación estatal de remover obstáculos en el acceso de mujeres a cargos jerárquicos que se deriva de instrumentos y recomendaciones internacionales”. Por eso, sostienen, “es indispensable el acceso de mujeres especialmente capacitadas y sensibilizadas en materia de género y violencias

contra las mujeres y disidencias”. En la actualidad, el MPA está dirigido por el fiscal general Jorge Baclini, y tiene a su cargo cuatro fiscales regionales: Carlos Arietti, Matías Merlo, Rubén Martínez y Diego Viego. A ellos se le suma una sola mujer, la fiscal María Eugenia Iribarren, quien en realidad cursa un reemplazo tras la destitución del ex fiscal regional de Rosario, Patricio Serjal. Entre las instituciones que avalaron el pedido realizado por las mujeres del MPA, se encuentran: Asociación de Fiscales y Funcionaries del MPA, Rectorado Universidad Nacional de Rosario, Inecip, Insgenar, Indeso Mujer y el Colectivo Ni Una Menos Rosario.


El deporte paga por la guerra 8

AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

PAUSA | DEPORTES

La guerra entre Rusia y Ucrania también tiene un costo deportivo, ya que las diferentes federaciones deportivas del mundo decidieron castigar con extrema dureza a las y los atletas rusos y bielorrusos. Por Gastón Chansard Los conflictos bélicos y el deporte suman un capítulo más a la historia de la humanidad. Desde que la gran mayoría de los deportes se hicieron profesionales, solamente la Segunda Guerra Mundial fue capaz de detener a los y las deportistas de todo el planeta. En 1936 se había elegido a la ciudad de Tokio como sede de los JJOO de 1940, pero el conflicto militar que se desató entre China y Japón en 1937 (hasta 1945 con la II Guerra Mundial incluida) hizo que se buscara una ciudad alternativa, y la favorecida fue Helsinki. El contexto bélico entre los dos países asiáticos, con la Unión Soviética y EEUU de un lado y la Alemania del Tercer Reich del otro, hicieron estallar el mayor drama humanitario del Siglo XX. Debido a esa situación Helsinki 1940 nunca existió, por lo tanto la máxima cita del deporte pasó de Berlín 1936 a Londres 1948. A poco más de 80 años de la Segunda Guerra Mundial, desde hace dos décadas inmersos en el siglo de la tecnología, con una pandemia que no la terminamos de superar y que suma millones de muertos, los gobiernos más poderosos continúan con la receta bélica para la humanidad. En esa locura sangrienta el mundo mira en sus celulares los videos de cómo van y vienen los misiles, cómo la muerte se viste

de ucraniana o rusa. Y en cuestión de minutos aparece una marea de analistas geopolíticos que estaban escondidos en las turbulentas conexiones de las redes sociales. Te explican todo, desde las bondades de la OTAN, pasando por el laberinto histórico que es Rusia y el incierto futuro que sólo ellos son capaces de anticipar. Y hasta son capaces de explicar el peligro de dejar jugar a las y los deportistas rusos y a sus amigos bielorrusos. ¡A castigar!

Mientras las redes explican lo inexplicable y las muertes se multiplican en tierras ucranianas, los diferentes organismos deportivos mundiales despliegan una serie de palabras en sus comunicados para justificar posturas que cuestan entender. Y en un abrir y cerrar de ojos se castiga a una karateka de Moscú, a un tenista de Kazán o a un futbolista de San Petersburgo. Empecemos con las tristes listas negras que el deporte mundial avala sin que se le mueva un músculo de vergüenza. Fútbol: Rusia quedó excluida del Mundial de Qatar 2022. Tanto la FIFA como la UEFA, con apoyo del Comité Olímpico Internacional (COI), suspendieron a todos los equipos rusos de sus competiciones, incluida la Copa del Mundo. UEFA actuó a velocidad misil, un día después del inicio del conflicto

armado cambió la sede de la final de la Champions League, que estaba prevista para el 28 de mayo en San Petersburgo y se trasladó a París. Luego la FIFA decidió suspendió a Rusia en todas las competiciones internacionales, dejándola fuera del repechaje para el Mundial y, por lo tanto, sin posibilidad de clasificarse para el torneo mundialista. Tampoco Rusia podrá disputar la Eurocopa de fútbol femenino de Inglaterra, que está prevista para jugarse del 6 al 31 de julio de este año. Con respecto al fútbol de los clu-

Los diferentes organismos deportivos mundiales despliegan una serie de palabras en sus comunicados para justificar posturas que cuestan entender. bes, la UEFA sacó de la Europa League al Spartak de Moscú, que debía enfrentarse en octavos de final de la competición al Leipzig. A nivel institucional, el Schalke de Alemania rompió su contrato de patrocinio con la empresa rusa Gazprom, que estaba vigente hasta 2025. La enorme empresa de gas rusa también dejó de ser sponsor de

la UEFA en todas sus competiciones. En la misma línea Adidas suspendió su relación con la Federación Rusa de Fútbol, no viste más a sus selecciones y a los clubes rusos en competiciones internacionales. Básquet: La Euroliga siguió la línea marcada por UEFA y FIFA y expulsó de la competición a los equipos rusos. Después de una reunión de la Junta Ejecutiva de Accionistas, CSKA de Moscú, UNICS Kazán y Zenit de San Petersburgo fueron informados de su exclusión. También lo fue el Lokomotiv Kubán de la Eurocup. Además, la Euroliga ha cancelado cualquier tipo de relación comercial con el VTB Bank ruso. Ajedrez: La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) prohibió a Rusia y Bielorrusia celebrar competiciones y eventos oficiales de la FIDE. Además, los jugadores de ambos países tendrán prohibido exhibir sus banderas nacionales en eventos oficiales, en los que tampoco se interpretarán sus himnos. En lo comercial, la FIDE rescindió todos los contratos de patrocinio con empresas rusas y bielorrusas. Judo: “A la luz del conflicto bélico en curso en Ucrania, la Federación Internacional de Judo anuncia la suspensión del estatus del señor Vladimir Putin como presidente honorario y embajador de la Federación Internacional de Judo”, comunicó la Federación Internacional de Judo. Voleibol: La Federación Interna-

cional de Voleibol (FIVB) excluyó a Rusia de sus competiciones. En tanto, la FIVB comunicó que eliminaba a Rusia como sede de dos rondas de la Liga de Naciones (VNL) que debían jugarse en los meses de junio y julio. Automovilismo: La FIA decidió cancelar el Gran Premio de Rusia de F1, la carrera debía disputarse en Sochi el 25 de septiembre. Además, la FIA anunció que permitirá que los pilotos rusos y bielorrusos puedan seguir compitiendo en carreras, mientras no usen banderas ni sím-

Por la guerra, en un abrir y cerrar de ojos se castigó a una karateka de Moscú, a un tenista de Kazán o a un futbolista de San Petersburgo. bolos de sus países. Todos ellos competirán con la bandera de la FIA. Tenis: La ATP informó la suspensión del Challenger de Moscú que tenía que realizarse a mediados de marzo, alegando motivos de seguridad. Sin embargo, se mantienen la Copa Kremlin del mes de octubre y el ATP 250 de Moscú. Además, Rusia, con Daniil Medvedev a la cabeza, ha quedado excluida de la Copa Davis y la BJK Cup, de las que es la vigente campeona. Atletismo: La Federación Internacional de Atletismo retiró a Rusia y Bielorrusia de todas las competencias. Previamente se había planteado que compitiesen como “atletas neutrales”, pero el organismo fue por más. "El Consejo Mundial de Atletismo ha acordado imponer sanciones contra las federaciones miembro de Rusia y Bielorrusia como consecuencia de la invasión de Ucrania. Todos los atletas, personal de apoyo y oficiales de Rusia y Bielorrusia serán excluidos de todas las competiciones de la Serie Mundial de Atletismo con efecto inmediato", se destaca en el comunicado oficial. Natación: La Federación Australiana de Natación (Swimming Australia) anunció que no participará en el Mundial de Piscina Corta que se disputará en Rusia en el mes de diciembre. El propio director Eugenie Buckley comentó que la decisión se tomó para priorizar en “la seguridad de los atletas y el personal deportivo”. La Federación Internacional de


AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

DEPORTES | PAUSA

La selección de fútbol de Rusia quedó excluida del Mundial de Qatar 2022. La UEFA suspendió a los equipos rusos de sus competiciones.

Natación (FINA) emitió un comunicado en el que decía que “sigue profundamente preocupada por el impacto de la guerra en la comunidad acuática y la población en general de Ucrania. FINA continuará monitoreando cuidadosamente la grave situación y tomará más decisiones según corresponda”.

Bádminton: La Federación Internacional de Bádminton (BWF) comunicó que cancela todos los torneos y campeonatos que estaban previstos en Rusia y Bielorrusia. Además, los jugadores rusos que estuvieron en España en los torneos de Parabádminton compitieron como atletas neutrales, sin

himno ni bandera. Karate: La Federación Mundial de Karate (WFK) confirmó que no se celebrará la competición de la Premier League que estaba prevista para llevarse a cabo en Moscú en el mes de octubre. Taekwondo: La Federación Internacional de Taekwondo despojó

a Vladimir Putin del cinturón negro honorífico 9º dan que se le otorgó en 2013. Hockey sobre hielo: La Federación Internacional de dicho deporte informó de que suspende a las selecciones y clubes de Rusia y Bielorrusia en todas sus competiciones. Esta medida afecta todas las categorías. De este modo, ninguno de los dos países podrá participar en el Campeonato Mundial de Hockey sobre Hielo que se jugará en Finlandia entre el 13 y el 29 de mayo. Además se le quitará a Rusia la organización del Campeonato Mundial Junior de 2023. Rugby: World Rugby anunció que Rusia y Bielorrusia fueron suspendidas de “todas las actividades internacionales de rugby y rugby de clubes hasta nuevo aviso”. De esta manera, Rusia no podrá clasificarse para la Copa Mundial de Rugby de 2023. Curling: La Federación Mundial de Curling eliminó todas las inscripciones rusas del próximo Campeonato Mundial, tanto masculino como femenino y mixto. Patinaje sobre hielo: La Unión Internacional de Patinaje (ISU) suspendió a Rusia y Bielorrusia, no podrán participar en todas las competiciones internacionales de patinaje sobre hielo, incluidos los Campeonatos ISU y otros eventos de la ISU. Esquí: La Federación Interna-

9

cional de Esquí (FIS) canceló todos los eventos restantes de la Copa del Mundo que debían celebrarse en Rusia. Esto afecta a un total de seis eventos. Además, la FIS suspendió también a todos los deportistas rusos y bielorrusos. Triatlón: La World Triathlon prohibió la participación de Rusia y Bielorrusia en sus competiciones oficiales. "Siguiendo la recomendación del Comité Olímpico Internacional, la Junta Ejecutiva de World Triathlon ha decidido por unanimidad no permitir la participación de atletas u oficiales rusos y bielorrusos en todas las competiciones internacionales o eventos oficiales”, dice el comunicado. ¿Cuál es el aporte sensato, pacífico y humanitario de las diversas federaciones del mundo al deporte ruso y bielorruso? Y además le agregan una tonelada de injusticia con respecto a las varas con la que se toma la determinación, ya que las decenas de invasiones de EEUU y otros tantos aliados no fueron sancionados por ninguna federación. A las mentes que digitan el deporte mundial no les alcanza con los “errores” mortales que deja una guerra, siguen la misma de equivocaciones y destrozan años de preparación para una de las mayores expresiones de hermandad y convivencia pacífica que da la vida: el deporte.


10

AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

PAUSA | SOCIEDAD

Herramienta de transformación

Abrió sus puertas el Polo Educativo La Colmena, un establecimiento de gestión social, por el derecho a la educación desde la primera infancia hasta el terciario. Ahora, luchan por el reconocimiento oficial. Por Agustina Lescano Nuestramérica inauguró en la ciudad un Polo Educativo que reúne los cuatro dispositivos de educación popular que la organización sostiene desde hace tiempo. En Guadalupe Oeste, La Colmena abrió sus puertas como un nuevo espacio abierto todo el día a la comunidad, por trabajadoras y trabajadores que apuestan a la educación como herramienta de transformación social. Los dispositivos tienen, cada uno, una historia propia y distintos armados para su sostenimiento de manera autogestiva. “Nunca soples/ un bicho de luz/ puede convertirse/ en un incendio”, advierte un poema de Laura Devetach, poeta del norte santafesino, encantadora de lectoras y lectores de todas las edades. Bicho de luz es, justamente, el significado en guaraní de Isondú, el nombre del jardín popular que funciona desde 2019 y hoy tiene casa propia en La Colmena. Comenzó como un espacio de crianza para hijas e hijos de compañeras del MP La Dignidad. Ya en 2020, alojaba a 15 niñas y niños de entre siete meses y tres años. Con el Programa Alfabetizar, Nuestramérica sostiene una red de espacios barriales de apoyo escolar para acompañar el comienzo de la educación obligatoria. Ahora se suma ahora un punto con casa propia, en las tardes de La Colmena. También el Bachillerato Popular Nuestra América y la Escuela de Psicología Social Zito Lema también en el Polo Educativo funcionan de ahora en más en la casa ubicada en Javier de la Rosa 1398. El día de la inauguración del Polo, Nuestramérica reivindicó las figuras de Ángela Peralta Pino, Carlos Fuentealba y Vanesa Castillo. La organización tiene tradición piquetera: “venimos de esas luchas que reivindican el poder defender nuestros derechos en las calles”, explica Florencia Álvarez, militante y educadora. Atiende la comunicación telefónica con Pausa mientras vuelve al Polo Educativo después de una entrevista en televisión. Por suerte, dice, hubo muchas repercusiones después de la apertura, y la difusión siempre ayuda. “La Colmena es un espacio de trabajo autónomo sostenido por un montón de personas que se la rebuscaron y dieron luz a un modelo pedagógico y didáctico hermoso”, afirma Flor. “No se trata sólo una oferta educativa: somos trabajadoras de la economía popular”, desta-

Luciana Reinoso

ca. “Hemos recorrido los territorios con las mochilas llenas de útiles y puesto tablones en las calles porque no teníamos un techo para dar apoyo escolar. Por eso hoy es una victoria, ¡un victorión!: por primera vez tenemos una estructura para llevar adelante nuestras prácticas”, festeja. Crece desde el pie

El anclaje en el territorio de los espacios educativos está atravesado, explica Flor, por la inquietud de que “desde las instituciones muchas veces se espera que sea la gente la que se acerque, como si llegara a un mostrador a plantear con claridad sus necesidades”. Al contrario, continúa, “poder identificar los emergentes en la sociedad implica un laburo de reconocimiento del otre, de bajar los mecanismos de defensa que muchas veces las personas, después de tantos años de vulneración de sus derechos, ponen ante determinados abordajes”. “La figura de la docente que sale de la escuela y va buscar al estudiante que no vino a su casa, para preguntarle por qué no fue, es algo que todo el tiempo reivindicamos como un trabajo necesario que tiene que ser reconocido”, señala Flor en ese sentido. Por ejemplo, explica, Isondú es primer nivel de intervención de la Subsecretaría de Niñez como parte del programa de Fortalecimiento Institucional: “en esa clave está nuestro compromiso y nuestra apuesta al Estado. No es

Nuestramérica sostiene una red de espacios barriales de apoyo escolar para acompañar el comienzo de la educación obligatoria. que no queremos un Estado presente, todo lo contrario, queremos que se amplie y creemos que se amplía por abajo”, afirma. En clave de esa apuesta, hoy la organización lucha por el reconocimiento oficial de los dispositivos del Polo Educativo. Tanto Isondú, para las primeras infancias; como la Escuelita Zito Lema, como terciario, suman propuestas para niveles que no son obligatorios. “Hay necesidades concretas sin una normativa concreta, por eso cuando aparecen experiencias como la nuestra nadie sabe bien qué hacer. Cada vez necesitamos más espa-

El martes 5 de abril Nuestramérica inauguró La Colmena, en barrio Guadalupe Oeste, con un mural y pintadas con stencil.

cios institucionales para la pibada, donde socializar con pares, porque la calle está re cruda y los adultos tienen que trabajar cada vez más”, remarca Flor. A mediados de marzo, el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, viajó a nuestra provincia para inaugurar junto al gobernador Omar Perotti el Jardín de Infantes N°326, en Pueblo Esther, en el marco de un Programa de Infraestructura conveniado entre ambas jurisdicciones. Perczyk precisó que están en construcción 360 jardines en todo el país, y marcó la importancia del nivel Inicial como “el primer contacto en igualdad de condiciones para todos los chicos y las chicas, con la oralidad, la lengua escrita, independientemente donde nacieron, de la familia, de la idiosincrasia; es el lugar para empezar a leer y a escribir, a expresarse”. Por su parte, Perotti dijo que el objetivo de su gestión educativa es incorporar y universalizar la sala de cuatro años, lo que implica la incorporación de cargos y la infraestructura necesaria. Un horizonte que debería concretarse en los próximos dos años. En el sistema educativo provincial, señala Flor, se está pensando incluso en la obligatoriedad de la sala de tres. “Hoy hay una gestión provincial que nos observa con interés porque entiende que hay un vacío legal que no termina de dar una respuesta. Iniciamos un diálogo en el que estamos presentando los antecedentes de cómo pensamos los dispositivos, en un momen-

to en que los estados provinciales y el estado nacional están identificando todo lo que dejó de relieve la pandemia en el sistema educativo, las posibilidades de acceso, asistencia y permanencia y todo lo demás”, describe. En ese panorama, afirma, “cuando las personas de la sociedad civil pensamos ciertas problemáticas y a la vez le damos una vuelta de rosca a la falta de trabajo, a la cantidad de necesidades de los sectores populares a las formas de abordaje, podemos organizarnos y articular respuestas a través de la gestión social”. “Es desde una organización de la sociedad civil que logramos materializar y salir de la marginalidad del tablón en la vereda, porque también estos sectores se merecen un aula que no se caiga a pedazos y baños limpios, tienen derecho a espacios lindos”, celebra Flor, orgullosa de los triunfos colectivos. Compartir las narraciones

Fabu Agüero, también militante y educadora de Nuestramérica, es bibliotecaria, narradora oral escénica y egresada de la Escuela de Psicología Social Pichon Riviere. “Las bibliotecarias somos como las tías de la familia”, dice para definir uno de sus oficios, entre risas. “En las bibliotecas se pueden hacerse muchas cosas que no se pueden en las aulas de la educación bancaria. Por eso, siempre fueron el espacio donde nos permitimos mucho más por fuera de las formas tradicionales y eso fue para mí el inicio de la educación popular, y los espacios

de biblioteca y de narración de los que fui parte siempre tuvieron esa impronta”, recuerda. “Siempre me hago la pregunta de quiénes cuentan las historias. A veces las cuentan sus propios protagonistas y a veces no, hay territorios donde llegan otras personas a contarlas. Trabajamos con la narración oral y la literatura convidada desde la oralidad porque buscamos que les protagonistas de las historias puedan también narrarlas y contarlas”, comparte Fabu, sobre una forma de trabajar compartida con sus compañeras y compañeros de La Colmena. “La narración oral es una pata fundamental porque es una forma de convidar que no excluye: nosotros nos contamos historias todo el tiempo, en nuestra vida y en nuestros aprendizajes”, explica. “Muchas veces nos encontramos con la pregunta de cómo y hacia dónde llevar la educación, qué contenidos y hacia quiénes: la educación popular, la pedagogía de Paulo Freire, propone hacer la educación con otras y otros, entre distintas trayectorias; pero eso muchas veces queda en un como sí. El hacer con otras y con otras implica no subestimarles ni temer cosas como que se desdibuje la autoridad, no tener miedo a la pregunta, al no saber todas las respuestas, a dudar”, continúa Fabu. “Las revoluciones no se llevan a ningún lado: en el acontecer cotidiano de estos espacios, las revoluciones educativas están sucediendo continuamente”, afirma.


El pan nuestro de cada día AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

SOCIEDAD | PAUSA

11

El nuevo espacio administrado por CTA y Nutriendo Sueños prevé elaborar panificación y realizar capacitaciones al público a través de programas provinciales como Santa Fe Más y Santa Fe Capacita. Emiliano Firpo

Por Marcelo Przylucki Una nueva cocina hace panes en Barrio Barranquitas. Más puntualmente, es nueva la gente que ahora la gestiona, porque sus hornos tienen ya varias décadas de recorrido y eso se explica en el hecho de que se encuentra hacia el fondo de la Panadería Distinción de Barrio Barranquitas. Quienes trabajan ahí desde ahora se componen de personas de la CTA Santa Fe y la Cooperativa Nutriendo Sueños, que con sus delantales y sus gorras blancas inauguraron el espacio el pasado viernes 8 de abril. Débora Montaño es la presidenta de Nutriendo Sueños y lidera esta empresa, entre otras cosas, por su experiencia coordinando un comedor en Barrio Santa Marta, de donde es vecina. En diálogo con Pausa, adelanta que en sus instalaciones no solamente se hará producción para la venta, sino que también se buscará proveer a comedores y otros puntos del circuito de la economía social, como así también se dictarán capacitaciones abiertas a la comunidad: “Vamos a formar parte de algunos programas de la provincia como Santa Fe Capacita y Santa Fe Más, que ya empieza la semana que viene. Las clases son prácticas, así que ya van a salir sabiendo hacerse su pan, como mínimo”. Para el acto de inauguración, Ecuador al 3700 estuvo semi cortada con algunas sillas negras ocupadas por la buena lista de funcionarios de distintas áreas involucradas, como el intendente Emilio Jatón y José Testoni, secretario general de la CTA provincial. Durante su turno al micrófono, Testoni remarcó la importancia de comprar menos en Coto y más a nuestros vecinos: "Es fundamental la cooperación entre nosotros, cooperativas con cooperativas, entre el ecosistema de trabajadores incluyendo a sindicatos, mutuales, asociaciones civiles porque si el pan de los comedores se compra en esta unidad productiva seguramente vamos a estar mejor porque si seguimos yendo a las grandes

El 8 de abril, la CTA Santa Fe y la Cooperativa Nutriendo Sueños pusieron en marcha una nueva unidad productiva en Barranquitas.

“Lo que falló es el modelo productivo. La gente sabe hacer cosas, lo que faltan son oportunidades”. José Testoni, secretario general de la CTA. empresas no tenemos destino, esa es la fuga, esa es nuestra pobreza, compramos lo que capitaliza otro y no lo capitaliza nuestro pueblo y cuando esto sucede, cuando nuestro pueblo se descapitaliza todos perdemos un poco. Tenemos que generar ese ecosistema con mucha generosidad aun eligiendo cuando tanto puede ser que no nos convenga, por la logística, por el costo, por la calidad, es necesario tiempo pero apostemos ahí. Y para cerrar subrayemos el principal principio cooperativo, el compromiso con la comunidad: si no hay amor por el

pueblo no hay destino y nosotros hacemos esto porque queremos pan para todos”. —En un momento hablaste sobre el fracaso del modelo productivo, ¿a qué te referías? —Si bien las capacitaciones y la formación es fundamental, quiero desmitificar el supuesto fracaso del sistema educativo, en Argentina lo que falló es el modelo productivo. Los que tenían que generar empleo lo hicieron con vistas a acumular más dinero y poder y no a mejorar las condiciones laborales. La gente sabe hacer cosas, lo que le faltan son oportunidades. Yo no quiero cerrar el país ni mucho menos, pero te doy un ejemplo: si vos cerrás la importación de autopartes, te aseguro que la gente va a salir a fabricar bujes y así en todas las áreas, se sembrará el trigo acá o abrirán talleres para hacer ropa. Lo que digo es que si en algunos rubros no nos conviene traer de afuera, en Argentina podemos tranquilamente sustituir todos esos productos –enfatizó Testoni en diálogo con Pausa.

Por su parte, el intendente Jatón también hizo uso de la palabra y destacó la importancia de que el Estado acompañe y promueva la apertura de emprendimientos como este: “Vine no a cortar una cinta sino a representar a la Municipalidad de Santa Fe porque nuestra función es gestionar la vida de las personas pero en el medio nos tocó lo que nos tocó a todos los argentinos, heredar gobiernos que no pensaban en la gente, deudas millonarias, ciudades parcializadas y partidas por todos lados que solo miraban un aspecto de la sociedad con políticas dirigidas solamente a aquellos que tienen todos los elementos para desarrollarse. Nosotros llegamos a enfrentar ese proceso y en ese marco es que hoy decimos presente en la inauguración de esta unidad productiva”. Manos a la masa

Una vez terminado el acto, las autoridades presentes recorrieron las instalaciones, entre ellas que también estuvieron Juan Manuel

Pusineri (Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Provincia), Eduardo Massot (Subsecretario de Empleo de la Provincia), Guillermo Tavernier (Director Provincial de Economía Social, Agricultura Familiar y Emprendedorismo) y el secretario general de la Municipalidad de Santa Fe, Mariano Granato. Durante la visita, trabajadores de la Federación Red Mayo (red cooperativa que Nutriendo Sueños integra) dispensaron bandejas con distintas muestras de la elaboración de la que son capaces: pizzas, empanadas, facturas, pancitos integrales. Al respecto de las minucias del proceso de elaboración, Siro Fabbroni, uno de los maestros panaderos a cargo, contó: “Uno de nuestros objetivos es el de enseñar y demostrar la nobleza de todos los ingredientes posibles, como los distintos tipos de harinas por ejemplo, porque también nos interesa que nuestros productos aporten desde el lado de ser más saludables. Y otra cosa fundamental que queremos inculcar es la de la higiene durante la elaboración. La inocuidad de los alimentos es importantísima”. Siro es uno de los integrantes con más antigüedad, su destino de chef y docente estaba escrito en el recetario de su abuela, a la que recuerda como su primera maestra de la cocina. Vivió en España y volvió y ejerció también el cooperativismo, al que siempre le tuvo especial confianza. Al lado suyo, repartiendo agua y gaseosa, Gabriela contesta con una sonrisa cada vez que les reconocen lo ricas que están las cosas. Durante la primera etapa de la pandemia Gabriela cuenta que estaba desempleada, que accedió a unas capacitaciones virtuales y ahora, se le nota, está muy entusiasmada de poder empezar a practicar en los hornos profesionales: “A mi cocina pobrecita la estaba fundiendo ya”. Ella es de Barrio Santa Marta recientemente mudada a Recreo: “Llegar acá y tener todo para cocinar es un sueño, vale la pena el viajecito, más si es para trabajar”.


12

AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

PAUSA | OCIO Y CULTURA

Un melodrama made in India

“Azul cobalto”: dos jóvenes que concretan su deseo a contramano del patriarcado. Corre 1996 en Kerala, un estado de la India. Allí el joven Tanay (Neelay Mehendale) es estudiante de Letras y aspira a ser escritor, tanto como a tener un cuarto propio en su casa (en un sentido bastante similar al que supo fundamentar Virginia Woolf). Sin embargo, las órdenes del patriarca familiar no le permiten acceder a disponer de ese espacio. Su hermana, Anuja (Anjali Sivaraman) es jugadora de hockey y lleva el cabello corto. El sistema de castas que rige a la comunidad impone que ella deba casarse y para eso deberá colocar una peluca con una larga trenza. Las tradiciones y creencias son las que moldean las subjetividades de todos los personajes que conforman la historia de “Azul cobalto” (India, 2022, disponible en Netflix). De quienes las acatan y de quienes forjan su propio camino, con el peso de la ley encima. El detonante del nudo argumental de este melodrama aparece con la llegada de un fotógrafo, el nuevo inquilino de la casa familiar. Será entonces cuando empiecen a aparecer en escena películas de Almodóvar, libros sobre “El cuarto sexo”, discos y casetes de jazz y tantas otras obras artísticas que seducen el alma de Tanay. Y, sobre todo, surgirá una atracción difícil de frenar entre el joven literato y ese hombre tan seductor que se ha instalado en el cuarto libre de la casona. Emerge el deseo, aflora el erotismo, crece el amor y el color azul predomina en cada cuadro del filme dirigido por Sachin Kundalkar. Sin embargo,

el recién llegado –cuyo nombre no se menciona– también seduce a la hermana Anuja. Así es como deviene el conflicto de la trama, bajo la ruda mirada del padre y la madre de los hermanos. En una comunidad tradicionalista, la homosexualidad es delito. Está prohibida. Y que una mujer sea independiente también. Sobre estos dos ejes temáticos avanza la narración de esta película atractiva desde el punto de vista audiovisual. La propia cultura de la India ofrece una amplia gama de tonalidades, remansos y climas que no son para nada cuestiones circunstanciales. Vale decir que la cámara en las producciones de Netflix suele redundar en ciertos esquemas y enfoques, aunque en esta oportunidad la dirección respeta el género narrativo y brinda un metraje interesante, luminoso, cautivante y hasta pertinente para conocer un mundo presentado como muy atípico desde la perspectiva de Occidente. A propósito, esa visión occidental que sobrevuela en la construcción del relato representa a la cultura hindú desde sus machismos, sus homofobias y misoginias, cuando en rigor de verdad patriarcado se encuentra en cualquier lugar del mundo. Las vidas de hijos e hijas andan desafiando mandatos más allá de las fronteras. Y ni hablar de la falta de aceptación de las diferencias. Al margen de lo cual, “Azul cobalto” es una historia de amor, es la historia de una novela y es la historia de una vida hecha literatura.

CONCEJO DE LA CIUDAD DE SANTA FE

concejosantafe Concejo de la ciudad de Santa Fe ConcejoSantaFe Concejo Santa Fe www.concejosantafe.gov.ar


AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

OCIO Y CULTURA | PAUSA

Y se puso alas para cruzar muros

13

“Una mujer fantástica”, la película chilena ganadora del Oscar al mejor film de habla no inglesa, llegó a Netflix. Es la historia de una mujer trans que debe afrontar la segregación y la violencia machista. Por María Luisa Lelli Una tormenta de viento la deja suspendida sin poder avanzar en medio de la vereda. Su cuerpo se inclina hacia delante, resistente al ímpetu del clima. Sigue adelante. Su nombre es Marina, es una mujer trans y aún no puede llorar por la muerte de su pareja, Orlando (un varón cis). Los familiares del fallecido y sus miradas aversivas, más la intervención policial, la responsabilizan y la segregan. Marina trabaja como camarera en un bar. Es cantante y toma clases con un profesor de lírica. Marina es “Una mujer fantástica” (Chile, 2017). Se trata del drama dirigido por Sebastián Lelio que sacudió el mapa cinematográfico en el continente y el mundo. En efecto, el filme obtuvo sendos lauros en festivales internacionales como el de Berlín y el de San Sebastián y alzarse con un Globo de Oro, un Goya y un Oscar. Ahora forma parte del catálogo del

Netflix y acercarse a esta historia es más que una buena oportunidad para reflexionar sobre las vivencias de las personas transgénero en sociedades colmadas de preconceptos y enjuiciamientos carentes de la más mínima compresión. Es una ocasión, también, para encontrarse con una muy buena película. La trama se centra en el periplo de la protagonista en una ciudad pocas veces amigable y muchas veces adversa para alguien que parece no merecer ni consuelo ni condolencias ante la pérdida de un ser querido. Es así como el personaje central se vuelve un símbolo de lucha. Y lo que no es menos relevante: las peripecias de Marina hallan en el cine un lenguaje extraordinario para hacer del argumento un hecho artístico. Daniela Vega interpreta a esa joven con la gestualidad necesaria, sin más, sin menos. Si bien su corporalidad habla en cada escena (un cuerpo rechazado y denigrado), es el rostro de la

La actriz trans Daniela Vega se pone en la piel de Marina, la protagonista de la película.

propia actriz trans el que porta la expresión de cada momento que la cámara trasmite. Vega y la cámara se entienden a la perfección para darle vida a las emociones. Y en ese sentido, el pulso del director es impecable al saber que a la emoti-

vidad no hay que forzarla, sino permitir que Marina pueda, por sí sola, contar cómo vive su dolor. Los aciertos en la fotografía, la iluminación, la banda de sonido y la elección del elenco conforman un cuadro que honores tributa para

el cine chileno, en particular, y latinoamericano en general. “Una mujer fantástica” es una historia de discriminaciones y violencias hacia todo aquello que el mandato heteronormativo considera disfuncional o monstruoso. Como Orlando, ya muerto, no puede defender su amor, queda en manos de Marina validar el vínculo que ambos sostenían, con romances y con proyectos. Es ella quien se debe plantar en contra la tormenta de viento, en una calle de Santiago, soportar el maltrato, quitárselo de encima y se hacerse tan potente como libre. Fundamentalmente, cuando suena un bolero, una canción melódica, un aria de Händel o el ritmo frenético de un boliche. Quizás porque asumir una identidad de género determinada supone, todavía, dar explicaciones, rendir cuentas y exigir derechos, Marina convierte la pena y el duelo en una puerta que le abre las alas. Y vuela en un cielo abierto y despejado.


14

AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

PAUSA | NO SOY UN ROBOT

Sí, sí, aliade... ya te vimos

¿Existe tal cosa como el “aliado feminista”? Y, sobre todo, ¿se puede serlo sin sobreactuarlo? Por Belén Degrossi ¿Qué tienen en común un aliade feminista, un Montaner y un fanático de las criptomonedas? Que ninguno puede ser lo que es sin mostrárselo todo el tiempo al mundo. Bienvenides. Mi nombre es Belén Degrossi. Quizás me conozcan de otros éxitos como “El Chaquito se llenó de chetos” y “No traigas tu hije a mi fiesta”. Elijo comenzar esta columna con un chiste malo porque ese también es un privilegio que quiero darme: me apropio, en términos políticos, de la posibilidad de trazar una humorada que no te provoque siquiera una sonrisa. Durante siglos los hombres hicieron chistes malos y nosotras estuvimos obligadas a celebrarlos para que sus frágiles masculinidades no se vean resquebrajadas. Por una vez quiero saber qué se siente que todo el mundo te celebre incluso en la mediocridad. Lo espectacular de esta intro es que podría usarla para hablarles de los tres temas que consumen mi tiempo: los aliados feministas, los Montaner y los fanáticos de las criptomonedas (a los que me gusta llamar “criptobros”). En mi mente, todas las categorías previamente dichas se solapan y quizás conviven en una sola persona: una suerte de

Frente a la avanzada feminista, el hombre se vio amenazado en términos simbólicos, porque nadie quiere renunciar a sus privilegios. hombre que se autodefine como “hipersensible y emocional” y que te quiere encajar una moneda llamada Jesucripto o Cristomoneda. En algún lugar del mundo existe. Y disfruta de comer papas con cheddar. Hoy vengo a proponerles un falso debate en torno a una sola de las categorías, sencillamente porque prefiero exprimir el tema al máximo para producir así lo menos posi-

ble. Todos, todas, todes tenemos al alcance de la mano a un señor que se cree más feminista que la mismísima Rita Segato (aunque jamás la haya leído). Más feminista que sus compañeras, que su pareja, que su madre, sus docentes, las personas con las que trabaja o milita. Tan feminista que decide dar batalla en los lugares usualmente más visibles y más inservibles. Tan feminista que no soporta que nosotras y nosotres no seamos sorores con él. Tan feminista que, si pudiera, abortaría. Por solidaridad y por conciencia histórica. Porque sabe, en su fuero feminista más íntimo, que las cosas que importan son las que los hombres protagonizan y motorizan. Siento que debo definir con precisión a qué me refiero cuando hablo de “hombre” porque no tengo ganas de comerme una doble o triple cancelada. Lo único doble o triple que me gustaría comerme es una hamburguesa ultraprocesada de esas que están salteadas en sudor humano de algún trabajador precarizado. Son mi debilidad, como todo lo que haya sido tocado por el capitalismo más salvaje. Pero vuelvo al tema que nos convoca: los hombres. De aquí en adelante, entiéndase por hombre a toda persona masculina de clase media, media-alta, cisgénero y heterosexual, blanco y probablemente académico (aunque no haya concluido los estudios y sea, como bien sabemos, un eterno diletante que haría llorar a Pierre Bourdieu). Sumaré dos detalles a mi entender determinantes: juega a la play y/o milita en algún espacio político partidario que se cree por encima del resto. Él era especial, único y sensible. Él no tenía problema de abrazar a sus amigos, porque su sensibilidad le permitía estar por encima de los comentarios y miradas que pudieran lastimar su masculinidad. Incluso, en algún cumpleaños o fiesta de guardar, podía llegar a vestirse de mujer para cosechar algunas risas porque eso no le parecía ofensivo ni, de nuevo, una amenaza para su masculinidad. Nunca le había pegado a una mujer. No tenía ningún problema ni con los homosexuales ni con las personas trans, ni con los

Sí, sí: ya te vimos, Homero. No alcanza con que no le pegues a tu novias o te pongas un pañuelo celebrando la“revolución de las pibas” .

pobres ni con las personas pertenecientes a los pueblos originarios. Jamás, sin embargo, iba a entablar amistad con ningune de elles. Eso probablemente no tuviera que ver con él, si no con circunstancias de la vida. Frente a la potente avanzada de los feminismos populares de los últimos años, ese hombre se vio posiblemente amenazado. No en términos físicos, lo sabemos. Pero sí en términos simbólicos. Y es que nadie quiere renunciar a sus privilegios, ni consciente ni inconscientemente. Pero si hasta acá, además, se había conformado siempre con no ser parte del problema, probablemente no le gustaba ni medio que de pronto a priori tampoco lo consideráramos parte de la solución. De esas primeras horas de la cuarta ola feminista recuerdo incontables conversaciones con mis compañeros cercanos que giraban en torno a las preguntas: “Y yo… ¿qué lugar ocupo?, ¿qué tengo que hacer?”. Lo que podía ser leído en términos de diligencia y humildad frente a un presente que no terminaban de comprender, también podía entenderse en términos más simples: no concebían movimientos que no los incluyeran, puesto que jamás se habían sentido excluidos. Y, sobre todo, deseaban ser maternados. Bien se sabe que el hombre blanco, heterosexual, clasemediero y académico disfruta de ser acompañado para realizar todas aquellas tareas tediosas que al resto del universo se nos imponen sin que se nos de la posibilidad de chistar. Ahora no sólo recaía sobre los hombros de las mujeres, las lesbianas, las per-

sonas trans y el sinfín de identidades el debate acerca de qué mundo queríamos y cuándo, cómo, dónde, con qué alianzas… también teníamos que buscarles a los chicos algo para hacer. Pienso en voz alta que quizás podrían haber tomado como ejemplo el camino de muches de nosotres y ponerse a leer, mirar documentales, asistir a charlas y capacitaciones, cuestionarse sus formas y charlarlo con amigos. Aparentemente, era más fácil ponerse a empujar todos los 8 de Marzo el debate acerca de por qué ellos no pueden ir a la plaza o la importancia de que nos sostengan las banderas porque ellos también las sienten como propias. Bueno chicos, lo vamos viendo. Qué difícil es sentirse excluido, ¿no? Y qué raro que esas son las historias que a veces ellos más aman: las historias de superación. La del Joker, que termina vengándose de todo el mundo, como una suerte de metáfora del tendal de pibes que sufren ese mix de patriarcado y capitalismo en su adolescencia pero que después logran vengarse de quienes se rieron de ellos transformándose en versiones más perfectas de hombres patriarcales y capitalistas. En algún punto, aquellas consignas que el feminismo nos entregaba sobre violadores, abusadores y femicidas les resultaron tranquilizadoras: allá salió el ejército de aliades a jurarnos que ellos nunca habían abusado de nadie (como si alguien los hubiera acusado), que los indignaban los Juan Darthes y Cacho Castañas de la vida (como si eso no tuviera que ver con ser, en definitiva, buena persona) y que ellos respetaban a sus madres, sus herma-

nas, sus compañeras. Aguardaban, creo, una cucarda. Algún tipo de conmemoración. La celebración de su valentía al sentirse buenos hombres, no sólo hombres. Sin pensar en que esas madres hace veinte o treinta años que son oprimidas, no ya por sus maridos, si no por sus propios hijos, condenadas a plancharles las camisas y cocinarles tuppers con milanesas por el resto de la eternidad. Sin entender que no alcanza con que no les peguen a sus novias, o que se coloquen un pañuelo celebrando la “revolución de las pibas”, a la que han aportado tan sólo algún que otro posteo y no mucho más. Yo no puedo decirles qué hace falta de ustedes para que las cosas cambien. Pero aventuro una sola cosa: poner energía en gritar lo mismo que gritamos nosotras no parece estar funcionando. Si, en cambio, esa energía fuera puesta en… no sé, no compartir más fotos privadas en grupos de Whatsapp, no encubrir a amigos violentos, no hacer bromas sobre las personas trans o cuestionarse sus formas incluso a la hora de militar, probablemente los resultados serían otros. Jamás vamos a decirles, y de esto estoy segura, que algo los hace “menos hombres”. Nunca nos va a parecer un escándalo que amen a Messi y se obsesionen con su pene. No es disruptivo, no es divertido, simplemente es. Y sus pinturas de uña, sus poemas estilo Bukowski y sus discursos sobre lo mucho que nos admiran no los alejan de Juan Darthes. A lo sumo, como mucho, los transforman cada vez más en una versión más aburrida de la masculinidad más frágil.


AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

LITERARIAS | PAUSA

VARIOPINTA: 10 AÑOS

MEDIUM

Pobre gente

Podología

15

Por Analía Giordanino

Por Federico Ferroggiaro Al fin me llegó. Me lo trajeron. Al cabo de tan larga y tensa espera, ahora sí tengo yo también a mi refugiado ucraniano en casa. A la vecina del séptimo se lo dieron hace más de una semana. Por envidia, lo admito, pensé que los responsables de la oenegé que los reciben y reparten querían perjudicarme. En complicidad con esa víbora de mi vecina, llegué a sospecharlo. Pero ya se me pasó, me tranquilicé, porque tengo conmigo a mi ucraniano. La que ahora debe estar trinando de bronca es mi vecina, porque a ella le dejaron una mujer sesentona, gorda y harapienta, y a mí, en cambio, me asignaron un muchacho. Un joven todo rubio como las espigas de trigo al sol, bien blanco, y con una sonrisa que te ilumina el departamento. Ya publiqué varias fotos con él en Instagram y en Facebook, así que mis seguidores pueden confirmarlo. Un encanto mi refugiado; nadie puede tener la más mínima duda de que se trata de un legítimo ucraniano. Cuando los indigentes del barrio me ven paseando con él, hacen gestos de sorpresa y desagrado. Recelan, quizás hasta se enojen, mientras revuelven los tachos de basura y comen porquerías, de la suerte que tiene mi ucraniano. Claro, lo notan higienizado y rozagante, y saben que le compré ropa nueva y que duerme en una cama. Son injustos: ellos acá tienen de todo, todo fácil y debe molestarles que la gente ayude a estos pobres desafortunados. Son ingratos: muchas veces les di fideos y bolsas llenas de buzos viejos y

no han progresado ni me sonríen cuando les hablo como hace él, mi ucraniano. Son egoístas y mezquinos: ni se imaginan los sufrimientos que ha tenido que sufrir mi refugiado. Nos estamos conociendo, claro. Con el idioma andamos medios perdidos. Ambos. De español, él, ni una palabra. Y para mí, lo que sea que hable él, me resulta chino básico. Probamos con el inglés y con el francés. Tampoco hubo caso: no soy de las personas que te aprenden otra lengua en un dos por cuatro. A mí, por favor, hablame en castellano. Cuestión que, lo que se dice charlar, mucho no charlamos. Pero ni falta que hace. Yo le cuento mis cosas, después del almuerzo o de la cena, y él parece escucharme. Por cómo me mira, creo que a pesar del abismo del lenguaje, él me comprende como nadie. Diría que entiende todo, pero va a sonar exagerado. Yo también lo entiendo. Me basta con una mirada. ¡Cuánta miseria, cuánto horror habrá visto con esos ojitos azules que parecen inmaculados! La guerra, el hambre, la pobreza, la destrucción y la muerte… todas esas cosas horrendas que habrá soportado antes de escaparse y poder llegar acá, donde debe sentirse a salvo. Sin embargo, a veces siento que me mira a mí con ese espanto indeleble que se trajo de Ucrania. De aquellas imágenes terroríficas que lo han amargado. Por eso, en vez de observarme con agradecimiento y afecto –le doy cuatro comidas, abrigo, un techo que lo cobija– me parece que cuando estamos juntos me mira a mí, que lo protejo y lo cuido, triste y resignado. Como si el recuerdo de lo monstruosos que pueden ser los seres humanos no se le pudiera quitar de la mirada.

Ir al podólogo es un regalo que me hago una vez al año, generalmente en diciembre, porque pienso que mis pies deben empezar suaves y pisar con placer el año que empieza. Éste es un profesional con experiencia, al que llego por primera vez. Tengo el turno de inicio en la mañana. Toco el timbre, me hace pasar y me ofrece un asiento en la sala de espera, una habitación mínima abarrotada de objetos. La puerta del consultorio está abierta, alcanzo a ver una señora grande, que respira dificultosamente y se queja. Levanta una mano y refiere una emergencia, un dolor insoportable, una uña encarnada. A pesar de que llego a horario, no me queda otra que esperar. La señora me ha ganado de mano. Me dispongo a acomodarme a la situación de espera. Hay vitrinas pequeñas que apenas dejan lugar para el silloncito apoltronado en el que me siento. Huelo a encierro y a humedad y escucho un rechinar de resortes bajo mi cuerpo. —¡Dejo abierta la puerta para que el aire le llegue! –se asoma el profesional. Es cierto, viene cada tanto una leve caricia, un vaho que se agarra de mi cuerpo, pero se deshace y se retira antes de refrescarme. Me paro y observo las cuatro vitrinas y los objetos adentro y fuera de ellas, en exhibición impúdica, desordenada. Mis ojos no dan abasto. No reconozco casi ningún objeto, aunque de algunos puedo entender lo que son. Las herramientas y elementos se intercalan sin orden ni gracia. Quien haya puesto todo eso así, quiere causar un efecto de lectura sobre quienes esperan. Me acuerdo de la escenografía despojada de la

obra de Griselda Gambaro donde el barbero le abre el cogote al cliente después de hacerle un servicio de barbería minucioso. Me doy a mí misma un escalofrío. Cada tanto se escucha un “¿duele?” estridente, y como respuesta un “nada, nada”, bajito. —¡Si le gustan las cosas antiguas, le puedo contar la historia de cada una! –oigo apenas me vuelvo a sentar. Se me cruzan dos posibilidades de estar en la consulta: si digo sí, como en la obra de Gambaro, corro el riesgo de quedar atrapada en un diálogo que será casi un monólogo; si digo no, seré una maleducada. —Tiene algo de la Editorial Castelví, donde trabajaba un tío abuelo –digo, con la esperanza de hablar sólo de libros. Me quiero ir, pero saco el celular y tomo nota de corrido. Elementos quirúrgicos y de podología de hace más de ¿cien años?; un tarro imitación campo de un dulce de leche marca Príncipe Humberto; Campanita, libro de lectura Inicial; Radiolandia 2000: Candy Vera, la seducción a dos ruedas; noticia enmarcada y colgada: “Hace 60 años se inauguraba el Cementerio de los Elefantes”; colgante tallado de San Benito, el santo de la cruz sagrada; un Ranser 550 A, y arriba de él, un cenicero;

una plancha a carbón; una picadora de carne tamaño mini, con mecanismo de manivela; una pelela minúscula y un papagallo también diminuto; radios diversas de los años ’40 en adelante, muchas y de muchos modelos; dos “El alma que canta”; un papiro egipcio encuadrado y, a su lado, una foto recortada de un diario que dice al pie “El árbol de la fundación de Santa Fe en Cayastá”. Abanicos, uno japonés, y otro que tiene dibujado el lenguaje del pañuelo, con sus posiciones y sus significados. Cámaras fotográficas. Una libreta de anotaciones de Editorial Castelví. Una caja de café marca Colcafé. Un cassette del “Dynamo” de Soda, me pregunto quién lo habrá escuchado. Una pistola de cartera, pesada y oxidada. Me pregunto si habrá funcionado. Ahora me toca, la señora se levanta con esfuerzo de la camilla. Al cruzar la puerta del consultorio me mira y me dice “estás con el mejor”, y le acaricia una mejilla al podólogo. Pienso que tendré que charlar de algo mientras estoy a merced del profesional. Tendré, como suele suceder con peluqueras o dentistas, una relación de intimidad circunstancial, consciente. Las manos sobre los pies, sobre las cabezas, sobre nuestras bocas. Imposible escaparse.


16

AÑO 14 - Nº 289 | JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022

PAUSA | COCOLICHE

Escolazo chino Por Adrián Brecha

La rata Este mes para las ratas será un éxito rotundo, casi como la película Granizo. Amor: Ese sutil encanto de una tarde al sol comiendo mandarinas y una mascota al lado.

El buey Este mes para los bueyes será un viaje sin protocolos y de largo aliento. Que el tiempo no atraviese la puerta. Amor: hay soledades tan prolijas que no necesitan de espejo y a falta de reflejo buena es la selfie. El tigre Este mes para los tigres será un parque de diversiones en retirada, siempre a la espera de un mejor descuento. Sin embargo, al final hay recompensa. Amor: es también realidad lo que el sueño no deja de ver.

El conejo Este mes para los conejos será reflexivo y de profundas introspecciones que suele robar el mes de abril. Paciencia ante la conjura de los necios. Amor: también apaga su lámpara el vecino de al lado en una noche muy fría.

El dragón Este mes los dragones no logran escapar de su calabozo pero igual hacen crujir cualquier estructura. Sentirán que el año recién comienza. No cometa los mismos errores que suele cometer. Aprenda a decir no cuando quiere decir no y le traerá buenos resultados.

La serpiente Las serpientes en abril cambian de piel como otoño a las hojas. Encontrarán posibilidades donde parece no haber alternativa, no hay peor jefe que uno mismo. Amor: velocidad camalote en busca de nuevas orillas. El caballo Mes a puro galope. Aunque todxs sabemos que hay caballos que se mueren potros sin galopar. Sentirá que su vida es la que antecede a cualquier cosa y en cierto modo la ocasiona. Nunca pague el mínimo de la tarjeta. Amor: es la gran bestia pop que enciende en sueños la vigilia y antes que cuente diez dormirá. La cabra No siempre conseguimos lo que queremos, pero tarde o temprano la vida nos concede aquello que merecemos. Suena lindo pero lo mejor es vivir de rentas. ¿Y si este mes te toca a vos? Amor: No importa lo que pase, siempre tendrá una Storie que postear.

El mono Este mes vendrá recargado de obligaciones que nada tienen que ver con lo que quiere hacer pero ya es tarde para decidir. Tu futuro depen-

de de la deuda que tomen hoy, no mañana. Amor: cuide su garganta. El gallo Este mes será un escándalo de lo bien que el destino jugó con sus

oportunidades. No podrá creer todas las bondades que trae Júpiter aunque no entre en la paritaria. El perro Los perros sentirán que al finalizar

el mes no cambió nada, pero tranqui la inflación habrá aumentado. Levantesé, suspire, sonría, y siga adelante. O aprenda a construir barricadas y el alcance de una molotov.

El cerdo Este mes los cerdos siguen al joker. Sonríen, porque confunden a la gente. Sonríen, porque es más fácil que explicar lo que los está matando por dentro.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.