Pausa 277

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AÑO 14 - Nº 277

Periódico Pausa

EDICIÓN DE 16 PÁGINAS

periodicopausa

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JUEVES 12 DE AGOSTO DE 2021 PRECIO: $100

Crisis climática global: rompimos nuestra casa Expertos de la ONU determinaron que es inevitable que la Tierra se caliente 1,5ºC más en los próximos 20 años. Las consecuencias para la humanidad serán lapidarias si no se toman medidas extremas en forma urgente. Reducir inmediatamente a cero las emisiones de gases de efecto invernadero es la clave.

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Entre 2011 y 2022, el hielo del mar Ártico alcanzó su menor área en los últimos mil años: todos los glaciares se están achicando

Rincón: redes contra el silencio y el abuso

Un grupo de hermanas víctimas de abuso creó un grupo de contención que destapó uno de los casos de corrupción de menores más grande de Santa Fe. Quedó en claro que terminar con años de secretos, dolor y vergüenza no es algo fácil ni gratuito. PÁG. 6

Grabado en la memoria

Las medallas son ajenas

Las Leonas, con una nueva medalla de plata, fueron de las pocas excpeciones. También salvaron la ropa las selecciones masculinas de Vóley y Rugby.

Los magros resultados de la delegación argentina en los Juegos Olímpicos de Tokio PÁG. 4-5 dejan a la vista el problema estructural del desfinanciamiento del ENARD.

Leo, Antonella y amor sub-35

Messi y Antonella son felices con su vida de tonos pasteles, sus perros enormes y sus hijos iguales a Lionel. En una era de expectativas minúsculas, parece un montón.

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Panes bajo el signo de la autogestión

El mágico mundo de la filosofía

Las sobrevivientes del juego de élite

Unidad Productiva en Movimiento es un proyecto que funciona desde 2017 en barrio Los Hornos. Reúne a pibas y pibes para capacitarlos en cocina. Hoy venden panificados, prepizza, pan lactal, pepas y productos congelados.

Matías Moscardi publicó “¡El Gran Deleuze! para pequeñas máquinas infantes”, un libro de filosofía para lectores y lectoras de todas las edades. “El libro parte de la idea de que estamos sobrepasados de historias”, cuenta el autor.

“Atleta A” exhibe casos de abuso sexual que padecieron chicas adolescentes, por décadas, en el Equipo de Gimnasia de Estados Unidos. Todo bajo un férreo régimen de entrenamiento y el ocultamiento de las autoridades.

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Gabriela Carvalho

Mario Páez y Juana Medina, sobrevivientes de la dictadura y denunciantes de la Causa Laguna Paiva, evocan los años de cautiverio y su lucha por memoria, verdad y justicia. PÁG. 8-9

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Reseña de “La Travesía de los Espejos”, el primer disco solista de Bruno Bosio PÁG. 12 La Familia López sigue en cuarentena: novena entrega de la saga de Rebo PÁG. 16


AÑO 14 - Nº 277 | JUEVES 12 DE AGOSTO DE 2021

Así cualquiera 2

PAUSA | LA QUINCENA

Tras estafar a medio mundo por cerca de 99 mil millones de pesos, la empresa emblema del macrismo, Vicentín, busca licuar casi completamente su deuda rompiendo las promesas formuladas cuando se resistían a la estatización. “Qué garantía pueden tener los productores de soja y de cualquier otra semilla de que el Estado les va a pagar”, decía en pleno banderazo Don Héctor Vicentín, accionista de Vicentín con $4.490.853 de acreencias, el 20 de junio de 2020. La resistencia a la expropiación y estatización de la empresa se justificaba en la bonhomía rural, en la historia de una de las empresas agroexportadoras más grandes del país. “Vamos a tratar de pagar de la mejor manera posible, si me decís que vamos a pagar mañana te voy a decir que no, pero vamos a pelearlo”, decía Don Héctor. Poco más de un año después se ve cuánto vale su palabra: a los deudores les quiere pagar en 20 cuotas a 20 años apenas el 25% de la deuda total. Vicentín apunta a cerrar su estafa con una propuesta de pago a sus acreedores donde se quita el 75% de la deuda. El directorio de la empresa, en concurso de acreedores, hizo

STAFF DIRECTOR Ezequiel Nieva SECRETARIO DE REDACCIÓN Juan Emilio Pascual COLABORADORES Lic. Ramiro, Alan Valsangiácomo, Gonzalo Andrés, Ileana Manucci, Gastón Chansard, Mari Hechim, Marcelo Przylucki, Bautista Veaute, Lucía Guadagno, María Luisa Lelli, Mariángeles Guerrero, Agustina Lescano, Federico Coutaz, Analía Giordanino, Javier Gatti, María Belén Degrossi, Gabriela Carvalho, Rodrigo Barba y Sebastián “Rebo” Pérez CONTACTOS Tel: (0342) 154 344 277 pausadigital@gmail.com EN LA WEB: pausa.com.ar

Los artículos firmados no reflejan necesariamente la opinión del editor.

Pausa Nº 277, 12/8/2021 Propietario: Cooperativa de Trabajo Bajo el Fresno Limitada Director responsable: Ezequiel Nieva Domicilio legal: Lavalle 3447, Santa Fe Registro de la Dirección Nacional de Autor en trámite Impreso en DWP SRL, Ayolas 241 Bis, Rosario (Santa Fe)

la propuesta en la Justicia. Originariamente, se le reclamaban pagos por más de 99 mil millones de pesos. El principal perjudicado es el Banco Nación, que fue vapuleado por la empresa durante el último año del macrismo. Al erario público –yendo desde estafas a comunas o a la EPE, aduana, AFIP y otros bancos propiedad de todes– le dejaron un hueco de más de 22 mil millones de pesos totales. A los productores rurales, principales activistas de que la empresa no fuera recuperada bajo control del Estado, le debían el equivalente a 450 millones de dólares. De acuerdo a la propuesta, los defensores de las familias ricas de Avellaneda y Reconquista ahora deberán repartirse apenas 112 millones de dólares y en 20 años. Más allá de las deudas que contrajo en su país y en su provincia, los principales acreedores son distintos bancos internacionales a los que no les pagó cerca de 500 millones de dólares. Con la firma del presidente del directorio, Omar Scarell, y el abogado Guido Ferullo, el sábado 7 de agosto Vicentín oficializó la propuesta ante el juez que lleva la convocatoria de acreedores, Fabián Lorenzini.

ECONOMÍA

Julio tuvo el mayor volumen de despachos de cemento desde 2015

En julio se despacharon 1.053.344 toneladas de cemento en Argentina, el mejor julio desde julio de 2015. El indicador muestra la reactivación de la construcción en lo que va de 2021 a niveles superiores a 2019. Año electoral es año de obra pública, desde siempre. Los despachos de cemento en julio estuvieron un 21,4% por encima de julio de 2020 y alcanzaron el mayor volumen desde julio de 2015. Es decir: se vendió más cemento que en el julio del primer año de la pandemia y que en todos los julios del macrismo. Más todavía: julio fue el mejor mes para el sector en lo que va del año. En el acumulado de los primeros siete meses de 2021, el alza es de 39,98% respecto al mismo período de 2020 y de 0,87% respecto de 2021. Todo indica que la diferencia positiva en la comparación con el último año del macrismo continuará ensanchándose en lo que resta del año.

Innovatón solidario de la UNL Los equipos ganadores del Innovatón Solidario de la Universidad Nacional del Litoral tuvieron la posibilidad de elegir una institución social que resultará beneficiaria de raciones de alimentos de alto valor nutricional. En total, fueron donadas 15 mil raciones de

30%

de descuento por el Día de las Infancias

El reintegro del 30% de Billetera Santa Fe se extiende todos los días de la semana hasta el 15 de agosto para compras realizadas en librerías y jugueterías adheridas al programa. El secretario de Comercio Interior y Servicios, Juan Marcos Aviano, destacó que“toda esta semana, que comenzó el domingo 9 y se extiende hasta el domingo 15 inclusive, va a correr el 30% de descuento en librerías y jugueterías adheridas a Billetera Santa Fe, que son rubros que normalmente operan con este descuento solamente los lunes, martes y miércoles” . Asimismo, agregó que se trata de “rubros que hay que potenciar y acompañar. Estamos en más de 17 mil comercios adheridos y alrededor de 820 mil usuarios a lo largo y ancho de la provincia. Pronto llegaremos al millón de santafesinas y santafesinos que operan con Billetera Santa Fe” , comentó Aviano.

alimentos producidos en la Planta de Alimentos Nutritivos de la UNL. Entre ellas se cuentan guiso de lentejas, guiso de fideos y arroz cuatro quesos. Las organizaciones seleccionadas están localizadas en la ciudad de Santa Fe y en Reconquista. Se trata de Actitud Solidaria, Acupa, Merendero

Los Pekes, Cáritas Santa Fe, Banco de Alimentos Santa Fe y Merendero Pancitas Llenas. Las raciones fueron adquiridas con el apoyo de empresas localizadas en el Parque Tecnológico del Litoral Centro (PTLC), el Banco Credicoop, el Grupo Telefé y la Universidad.

PANDEMIA SIN FIN

Impacto de la segunda ola de Covid 19 en el empleo privado El aumento de casos en la segunda ola y las restricciones a la actividad hicieron caer levemente el empleo registrado en abril y mayo. El impacto fue dispar en los sectores más importantes: el comercio y la hotelería se derrumbaron al mínimo, la industria apenas retrocedió y la construcción se mantuvo. Después de la recuperación del empleo que vino con el verano posterior a la primera ola de coronavirus, llegó la segunda ola y con ella los enfermos, las muertes, las restricciones a la actividad y la circulación y el agravamiento de la crisis económica y laboral. La tenue pero sostenida recuperación que se estaba viendo durante el verano se interrumpió, de forma dispar en los diferentes sectores de la economía. En bloque, casi 39 mil personas perdieron su empleo privado registrado en la comparación de marzo –cuando se había llegado al máximo de flexibilización– y mayo. Faltan todavía los datos de junio y julio, donde las medidas restrictivas mantuvieron su fuerza. La pérdida es leve, si se compara con otros momentos de la pandemia y de la economía argentina de los últimos años. En total, desde la llega-

da del coronavirus al país se perdieron 162 mil empleos privados registrados. Para que sirva como comparación, en toda la era Macri unas 233 mil personas perdieron su laburo privado registrado, eso que el líder de Cambiemos, Juntos por el Cambio o Juntos llamaba “empleo de calidad”. De hecho, en lo que va de 2021 el saldo todavía es positivo: durante este año unas 40 mil personas consiguieron un empleo privado registrado. En la comparación interanual, en mayo de 2021 había 78 mil personas más con empleo privado registrado que en mayo de 2020. El mayor impacto está en el comercio y la hotelería, que sufren directamente las restricciones de circulación y actividad. Actualmente en esos sectores, sumados, hay la misma cantidad trabajadores privados registrados que en 2010. Es un salto atrás gigantesco en dos rubros que desde el inicio de la pandemia tuvieron una contracción de 105 mil trabajadores. En lo que va de 2021, 17 mil perdieron su laburo. Están en su punto más bajo desde la llegada del coronavirus.


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LA QUINCENA | PAUSA Gabriela Carvalho

HORA LIBRE

Medallero cheto Por Licenciado Ramiro

Combinación de vacunas

Comenzó esta semana el operación porque es una combinación tivo de combinación de vacunas de ARN mensajero y, como saben, contra el coronavirus para comen el mundo la combinación de pletar los esquemas que habían vacunas es una de las maneras iniciado con la primera dosis de más eficientes y eficaces” , explicó Sputnik V. la ministra Sonia Martorano. “Aquellas personas que superaLa vacuna Moderna“hace que ron los 90 días de haber recibido la la respuesta inmunológica sea primera dosis de Sputnik V, están muy superior” , agregó la funciocompletando el esquema con Monaria. Además, argumentó que derna, que es una excelente elec“la plataforma de Sputnik V ya

11,4%

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa comunicó que la ventas minoristas medidas en unidades se incrementaron un 11,4% el mes pasado, en comparación con julio de 2020.“La recuperación del consumo tomó algo de fuerza”, afirma la entidad. Si bien todavía se está lejos de la vida previa a la pandemia, los comercios minoristas incrementaron sus ingresos en julio, con un alza interanual de las ventas de un 11,4% (10,6% abajo de 2019), según estimó la Came. La

subieron las ventas minoristas

suba fue motivada, según la organización, por“la flexibilización de las restricciones, los aguinaldos, y el incremento en las transferencias del Estado hacia las familias”. Las mayores subas se vieron en Jugueterías y Librerías e Indumentaria. En los primeros siete meses del año las ventas minoristas pymes acumularon un alza anual de 14,5% frente a iguales meses de 2020, quedando 13,2% abajo de los mismos meses de 2019. El 73% de los comercios tuvieron variaciones positivas en las ventas.

EN EL CONCEJO

Incentivos para que los menores de 30 años se vacunen La concejala Jorgelina Mudallel (PJ) presentó un proyecto que impulsa un plan de beneficios económicos, sociales y de entretenimientos con el objetivo de incentivar a los jóvenes en la franja de entre 18 y 30 años a vacunarse contra el coronavirus. El proyecto contempla que quienes acrediten ser residentes de la ciudad de Santa Fe y haberse vacunado (por lo menos con una dosis),

accedan al 100% de descuento sobre sellados y tasas de la Municipalidad para la renovación del carnet de conducir y al 50% en el caso de las licencias nuevas. A su vez, faculta al municipio para que condone el 25% del total de las deudas por multas de tránsito y a celebrar convenios con comercios de la ciudad, con el objetivo de que los mismos realicen descuentos en sus productos.

comienza siendo una vacuna de combinación porque el primer componente es diferente del segundo, el laboratorio Gamaleya inició el estudio ya con diferentes adenovirus” . “Todas las personas vacunadas en el mes de abril serán alcanzadas y podrán ser inmunizadas con Moderna como hemos comenzado” , completó Martorano.

Plazas

La concejala Laura Mondino (PS-Frente Progresista) ingresó un proyecto para que el Ejecutivo proponga, a través de las redes de instituciones barriales, nombres para tres plazas de la ciudad. Se trata de las plazas de barrio Nueva Pompeya, ubicada en la manzana entre las calles Matheu, Zavalla, Azcuénaga y San Juan, que se inaugura este viernes; de barrio Los Troncos, ubicada en la manzana de Furlong, Azcuénaga, Troncoso y Matheu, que está siendo renovada por la Municipalidad; y una iniciativa para renombrar la plaza de barrio Scarafia ubicada en calle Matheu 3600. “La idea es que los vecinos y vecinas puedan proponer nombres de acuerdo a los criterios históricos, culturales y de identidad del barrio” , manifestó Mondino, quien valoró el trabajo de las instituciones como espacios de participación activa que fortalecen el sentido de pertenencia:“El nombre tiene que ver con la identidad, con quiénes somos. Esto también hace al compromiso y a la construcción de lazos comunitarios” .

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El otro día, luego de un tuit estúpido que publiqué, me dijeron que tenía que escribir columnas políticas. No voy a negar que me sentí un poco ofendido ante esta sugerencia porque en lo que va del año casi con exclusividad escribí columnas políticas. Es cierto que no refieren a la rosca político partidaria de coyuntura, pero, en definitiva, hablar de cómo está precarizado el trabajo periodístico, del humor ofensivo en la grieta, del fenómeno Maratea como paliativo de la ausencia del Estado, de la degradación social de los docentes y de los nuevos consumos culturales que construyen subjetividades juveniles también es político de alguna manera. Escribir sobre el show business de la política es otra cosa, y me interesa casi tanto como el precio del kilo de cornalitos en el puerto de Mar del Plata. Días después, y a raíz de un debate en whatsapp tipo panelismo televisivo, la misma persona que me instó a ser analista político, afirmó que me ve escribiendo notas a partir de uno de esos chats berretas. Y tiene razón, obvio. A todo esto, ¿puede un debate por whatsapp no ser un bloque de ESPN Fútbol? Bueno, la cosa es que si hay algo que a mí me gusta es dejar satisfechxs a lxs lectorxs, así que me impuse el desafío de escribir una columna que sea sobre una estupidez completamente opinable y política a la vez. Y todo por el mismo el precio, tanto para el periódico como para el público. Seguro estaremos de acuerdo en que no hay nada mejor que el deporte para opinar sin fundamentos sobre algo. Así que para cumplir con el requisito de columna estúpida y opinable voy a afirmar tajantemente y a los gritos que la performance de la delegación argentina en los Juegos Olímpicos de Tokio es prueba rotunda, suficiente e indiscutible de que, en los últimos años, por lo general, ganamos medallas solo en los deportes que podríamos denominar “chetos”, a saber: hockey, vela, tenis y ahora también el rugby. En otras palabras, en los deportes que se practican en Regatas, Lawn Tennis y el CRAI. ¿Y qué tiene esto de político? Absolutamente nada. Pero como todo es político, segundo requisito adentro y andá a sacar del medio. Sé que para decirme que estoy equivocado van a hacer lo mismo que hice yo para argumentar lo anterior: van a ir a Wikipedia. Sí, es cierto que el deporte que más medallas obtuvo históricamente es el boxeo (24); deporte siempre asociado a las clases populares, obreras y/o postergadas por el

poder económico. Pero también es cierto que desde la muerte de Perón (1974), los púgiles criollos solo obtuvieron una medalla (Pablo Chacón, 1996). En el medallero siguen Vela (10 en total y 8 en los últimos 25 años), Hockey (6), Atletismo (la última fue ganada en 1952) y Tenis (5), Fútbol y Remo (4), Natación (3) y Polo (dejó de ser deporte olímpico en 1936 sino sería un escándalo de medallas), Básquet, Judo (las dos de Pareto), Halterofilia (1952/1956) y Voléibol (la dinastía Conte) (2). Siempre generalizando, al menos cinco de los deportes mencionados son practicados casi exclusivamente por personas con mucho dinero: vela, polo, tenis, remo y hockey. Excepto el remo, el resto ganó la mayoría de sus medallas en los últimos 25 años. Vóley, básquet y judo son deportes medioclasistas y, como tales, son ondulantes en su desempeño: el vóley ganó una medalla después de 33 años; la Generación Dorada de básquet quizás haya sido el hecho deportivo colectivo más insólito en la historia de los JJ.OO. porque es casi imposible que semejantes talentos coincidan en tiempo y espacio fuera de Estados Unidos; y judo y Peque Pareto son sinónimos. Es decir, son medallas excepcionales. Y los otros ganaron medallas antes de que nacieran mis viejxs. Yo sé que no tengo razón, pero los números no me dejan alternativa: si sos unx chetx de Recoleta tenés más chances de ganar una medalla olímpica que si sos unx santiagueñx que practica en chancletas. ¿Por qué pasa esto? No tengo ni la menor idea, pero estoy casi seguro que esto va a seguir pasando si el deporte sigue siendo considerado un pasatiempo o un hobby y no una política de Estado. Solo los que tienen garantizados los derechos básicos y otros cuantos más, se pueden dar el lujo de perder el tiempo yendo a pegarle a una bocha con un palo. “Pero eso pasó siempre”, me retrucará usted. Sí, claro. Lo que sucede es que ahora lxs chetxs se dieron cuenta de que puede ser mucho más rentable seguir haciendo deporte que ir a la Universidad, ser ingenierx, casarse a los 25 y dedicarse a criar hijxs. Es decir, profesionalizaron el hobby y son los únicxs que no necesitan Federaciones para ir a pelear financiamiento estatal. Ergo, en vez de perder el tiempo vendiendo empanadas para ir a competir a un JJ.OO. entrenan y, por ende, tienen más chances de ganar. Misión cumplida. Columna estúpida y política que además nos confirmó el prejuicio: a este país lo salvan lxs chetxs o no lo salva nadie. ¿A qué hora cierra la Necochea?


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PAUSA | DEPORTES

Memoria olímpica a corto plazo 4

El desfinanciamiento del ENARD por parte del macrismo explica la mala performance de la delegación argentina en los Juegos Olímpicos de Tokio. No hay proyecto deportivo serio sin los recursos necesarios. Por Gastón Chansard Los Juegos Olímpicos siempre dejan huellas en el deporte argentino. En esta oportunidad, Tokio 2021, se habló mucho de la preparación inadecuada por la pandemia y la “desprotección del Estado”. Entre las contradicciones de millones de personas que opinan (con escasos o sin argumentos) sobre los deportes de elite, el éxito, el fracaso, los entrenamientos y el rol Estado, se olvidan de un detalle –entre tantos– que es imprescindible mencionar: la destrucción del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD). Hace dos años, a poco de disputarse los Panamericanos de Lima 2019, publicábamos una nota que hacía referencia al enorme recorte que sufría el deporte argentino en la gestión de Mauricio Macri. “El 30 de enero de 2019 la Secretaría de Deportes dejó de existir y pasó a ser Agencia, una decisión que se redactó a través de un decreto de necesidad y urgencia”, informábamos. Dábamos a conocer de manera textual uno de los fines que expresaba el DNU: “lograr la utilización racional de los recursos públicos para potenciar una gestión más eficiente”. Ante ese deseo expresado en un DNU estaba la realidad que imponía el mismo gobierno nacional. Y en julio de 2019 destacábamos estos datos: “la Agencia de Deportes dispone en 2019, según el Presupuesto realizado por el ministro de Economía Nicolás Dujovne, de 991.127.720 pesos: es decir, 105,6 millones de pesos menos que los 1.096.743.000 con los que contó la Secretaría en 2018 y casi 442 millones de pesos menos que en 2017. La medida im-

plica el tercer año consecutivo de caída en moneda corriente, con una pérdida acumulada en el trienio del 62 % en dólares”. Lo divulgábamos en ese momento y hoy, a escasas horas del final de los JJ.OO de Tokio, lo recordamos: el gobierno de Cambiemos hizo progresivo en cuatro años un deterioro inédito en cuanto a la calidad de las becas, volvieron los retrasos de pagos y se redujeron viajes de atletas individuales y delegaciones para medirse con rivales internacionales. Era un mundo sin pandemia. Es importante tener en cuenta un dato: en 2009 se creó el ENARD, un ente autárquico, financiado con una alícuota del 1% de la telefonía celular. El ENARD es administrado por la Secretaría de Deportes y el Comité Olímpico Argentino, que se alternan cada dos años la presidencia. Sin que sean cambios sustanciales, los y las deportistas a partir de Londres 2012 comenzaron a mencionar en sus agradecimientos la creación del ENARD. Hasta ese momento el relato pasaba por cuestiones épicas, cuestionaban la falta de apoyo total y absoluta de Estado y privados y sacaban pecho por la perseverancia del esfuerzo, entrenamiento y talento. Aún con fallas, el ENARD modificó esa crónica deportiva durante algunos años. Ocho años después de su creación y en el segundo año de Macri presidente, en 2017, el ex mandatario nacional envió al Congreso una reforma tributaria que eliminaba el primer inciso del artículo 39 de la Ley 26.573. La alícuota del 1% con la que se financia el ENARD no se le dejó de cobrar a los usuarios, pero ya no iría al deporte argentino.

“Hay que quedarse tranquilo. Es algo que no pasa por la cabeza de ninguno de los funcionarios del Gobierno”, fue la frase del ministro de Educación y Deportes, Esteban Bullrich, sobre la posible supresión del impuesto del 1% a la telefonía celular que financia las arcas del ENARD. Así lo publicaba el diario La Nación el 7 de febrero de 2017. Fue una mentira más que colaboró para desfinanciar a cientos de atletas. La caída

La jugada del macrismo terminó con una financiación autárquica y las partidas volvieron a salir del Tesoro de la Nación. Una de las claves de ese organismo descentralizado era que no dependía de lo que bajara el Gobierno. En 2018, mediante la Ley 27.430, la fuente de financiamiento se reemplazó. Desde entonces el Poder Ejecutivo lo tiene que incluir en cada presupuesto anual. En la web oficial del ENARD se lee: “Los recursos con los que esta entidad se financió (ejercicios 2010 al 2017, inclusive) fueron el producto de un cargo del uno por ciento (1%) aplicado sobre el abono que las empresas de telefonía celular facturaron a sus clientes por los servicios de comunicaciones brindados (Artículo 39, inciso a de la Ley 26.573). A partir del 2018, con la sanción de la Ley 27.430, se deroga el artículo anteriormente citado, reemplazando la fuente de financiamiento y estableciendo que el Poder Ejecutivo Nacional incluirá en cada proyecto de Ley de Presupuesto de la Administración Nacional el monto anual a transferir al ENARD”. Vale aclararlo una y otra vez: el ENARD no es el Estado. Su actual

Paula Pareto, que obtuvo la medalla de oro en Río 2016, fue eliminada el 24 de julio.

presidente es Gerardo Werthein, titular saliente del Comité Olímpico Argentino y de familia vinculada a las compañías de telecomunicaciones. Werthein aceptó el final de la autarquía, a pesar de los reclamos de los y las deportistas. Decía que el gobierno prometía seguir financiando al organismo y hasta llevó deportistas a la Quinta de Olivos para acercarse a Macri. Pero la promesa de mantener el financiamiento se fugó rápido. En los siguientes presupuestos el ENARD perdió por goleada con la inflación. Con la autarquía, eso no hubiera sucedido. Ya era demasiado tarde, el dinero para el deporte estaba en la lapicera (presupuesto) de los campeones del endeudamiento, de los que dejaron a la República con una deuda externa de 227.000 millones de dólares. Cuando el ex ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, presentó el presupuesto 2019, se leía una línea en el proyecto de ley: “Deróguese la Ley 27.201” (artículo 124). Se trata-

ba de la norma que en noviembre de 2015 creó el Ente Nacional de Desarrollo Deportivo (ENADED), por la que se debió pagar desde entonces una Asignación Universal por Hijo en el Deporte a chicos y chicas de entre seis y dieciséis años, algo que el gobierno nunca hizo. Además, se sumó que el presupuesto de la Secretaría de Deportes en 2019 fue de 991 millones de pesos, un 9,6% menos que en el ejercicio de 2018, y que el financiamiento del ENARD caiga de rodillas ante la inflación. Llegó la pandemia y ya sabemos lo que pasó, el actual gobierno tiene la obligación de revisar esa ley que tumbó la autonomía del ENARD y buscar las herramientas adecuadas para volver al objetivo primario de dicha entidad. Además tiene que rescatar a los clubes endeudados. Segunda semana de agosto de 2021, es el fin de los Juegos Olímpicos más insanos de la historia, el deporte argentino recolectó tres valiosas medallas en deportes grupales (plata en hockey femenino y bronce


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DEPORTES | PAUSA

Manda EEUU, avanza China

El seleccionado masculino de vóley se llevó el bronce, una de las tres medallas que la delegación olímpica argentina ganó en Japón.

en rugby y vóley masculino). Con un contexto económico ya detallado y una preparación con enormes dificultades debido a la pandemia, nuevamente los y las deportistas que se pusieron la celeste y blanca demostraron que solamente se necesita mayor planificación, estructura y voluntad de los poderes ejecutivos

y legislativos para desarrollar al deporte con una política de Estado, con escuelas con más horas para el deporte, atención absoluta a la realidad de los clubes y contención total para todas y todos los deportistas que buscan un lugar en los Panamericanos y en los Juegos Olímpicos. Si te gusta mirar los JJ.OO cada

cuatro años y le exigís al deporte argentino que se suba a todos los podios, exigí al Estado que le devuelva al ENARD su autonomía y, por sobre todas las cosas, que se pacte una política estatal de deporte que no permita ningún recorte, que sólo admita el progreso de una herramienta social que nos va a hacer mejorar.

Estados Unidos, con 113 medallas (39 de oro), mantuvo el dominio del medallero olímpico ante China en los Juegos de Tokio 2020, mientras que el anfitrión Japón y Brasil batieron sus récords históricos. Estados Unidos finalizó en el primer lugar del medallero del Comité Olímpico Internacional (COI) con 39 oros y un total de 113 medallas (41 de plata y 33 de bronce), por 38 oros y 88 medallas (32-18) de su rival asiático. La victoria del equipo de vóleibol femenino de Estados Unidos frente a Brasil rompió el empate con China en el número de metales dorados. Sin el impulso de algunas de sus figuras más emblemáticas, la delegación norteamericana perdió fuerza en Japón respecto a los 46 oros que sumó tanto en Río 2016 (121 medallas en total) como en Beijing 2008 (104). En sus primeros Juegos sin el legendario Michael Phelps en el último cuarto de siglo, los oros de la natación estadounidense cayeron de los 16 de Río a los 11 de Tokio mientras los de atletismo bajaron de 13 a 7.

China, en cambio, se elevó desde los 26 oros y 70 medallas en total que logró en Río 2016. El anfitrión de los Juegos, Japón, aunque no pudo contar con el apoyo de sus aficionados por la pandemia de coronavirus, logró también un importante resultado desde los 12 oros (41 medallas en total) de Río 2016 hasta los 27 (58) de sus Juegos, donde se quedó con la tercera plaza. Gran Bretaña quedó en cuarto lugar con 22 oros, cinco menos que en Rio, y 65 medallas en total. Los deportistas rusos, que compitieron bajo el nombre del Comité Olímpico Ruso (ROC) por la sanción al país por dopaje, terminaron en el quinto puesto con 20 oros (70 en total). Los 10 primeros puestos los completaron Australia (17 oros), que en la antesala de estos Juegos recibió el encargo de organizar los Juegos de 2032 en Brisbane, seguido de cuatro países europeos: Holanda (10), Alemania (10), Italia (10) y Francia (9). Argentina (una plata y dos bronces), sin un campeón olímpico por primera vez desde Sydney 2000, terminó en el puesto 72.

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PAUSA | ASUNTOS PÚBLICOS

Rincón y sus redes contra el silencio Acompañamiento, escucha y respeto: un grupo de hermanas víctimas de abuso creó, en julio de este año, un espacio de contención que destapó uno de los casos de violencia sexual más grandes de Santa Fe. Por Ileana Manucci San José del Rincón está conmovida y movilizada luego de que más de una veintena de casos de abusos a menores salieran a la luz en los últimos dos meses. Hoy, la perversidad con la que durante casi una década –entre 2010 y 2019– se manejaron el entrenador deportivo Walter Sales (42 años) y su pareja Sheila N.A. (30 años), tiene en shock a la ciudad costera que por años confió en el imputado la educación deportiva de sus niños, niñas y adolescentes. El jueves 29 de julio la Justicia definió la prisión preventiva de la pareja tras imputarlos por abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores cometidos contra niñes que, al momento de los hechos, tenían entre 11 y 15 años. Según informó el fiscal Matías Broggi luego de la audiencia, a las cinco denuncias iniciales se sumaron nuevas y ya son 14 contra el entrenador y 11 contra la mujer. Como suele suceder en los casos de abuso sexual infantil, luego de que las primeras víctimas lograran denunciar el accionar de estos sujetos, muchas otras decidieron romper el silencio. Pero terminar con años de secretos, dolor y vergüenza no es fácil ni gratuito. Esto lo saben Virginia y sus hermanas, fundadoras del grupo Pañuelos Amarillos Rincón. “Cuando nosotras fuimos a denunciar a nuestro progenitor no nos quisieron tomar la denuncia, nos hicieron volver a nuestra casa y nos recomendaron que no digamos nada porque él era un hombre conocido. Ahí nos dimos cuenta de que acá en Rincón no íbamos a poder hacer esa denuncia”, cuenta Virginia en diálogo con Pausa. “Después de eso formamos el grupo, para dar contención a otras víctimas que habían pasado por lo mismo que nosotras”, agrega. El caso de las fundadoras del grupo también es una muestra de cómo opera el silencio en los casos de abusos y de lo fundamental que resulta ponerlo en palabras para que otras personas también puedan hablar. En una reunión entre hermanas, una de ellas pudo contar los abusos que había sufrido siendo una niña y encontró que no era la única. En 2019 pudieron hacer la denuncia y lograr la condena a 16 años de su progenitor, C. A. O, por abusos sexuales y violencia de género cometidos entre 1984 y 2015 contra su expareja, hijas, hijos, hijastras y nietas. “Esta investigación sienta un precedente y es uno de los denominados leading case en la provincia de Santa Fe”, resaltó al momento de

conocerse la condena, a principios de junio, la fiscal Alejandra Del Río Ayala, ya que se juzgaron hechos ocurridos hace más de 20 años. “Desde una mirada tradicional de la prescripción, no hubiéramos podido investigar gran parte de los abusos y tampoco se hubiera llegado a una condena por esos hechos delictivos. Tras una apelación que presentamos, el camarista Bruno Netri entendió que los ilícitos no estaban prescriptos y habilitó la posibilidad de seguir investigando lo que había ocurrido en esa familia”, indicó la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación. Efecto dominó

Virginia y sus hermanas pasaron por lo que pasan muchas víctimas de abusos: que el violador esté en tu casa, que sea de tu propia familia, que ejerza tal nivel de control y de terror sobre la víctima que la silencie por completo durante años, que en algún momento alguien pueda hablar y se encuentre con que no fue la única, y que a la hora de denunciar el Estado cierre las puertas. Y ahí es donde, una vez más, aparecen las redes de mujeres para abrir esas puertas y tender la mano. “No sabés a donde tenés que ir a denunciar, qué pasos seguir, qué pasa después de la denuncia”, dice Virginia. “Cuando una toma la decisión de denunciar es muy difícil, tiene muchas consecuencias, trae miedo, vergüenza, y como nosotras ya lo habíamos pasado, y lo habíamos pasado solas, pensamos que

“Queremos que quien nos lea y nos escuche sepa que le creemos, que no está sola y que ahora podemos denunciar, que nos escuchan”. sería importante ayudar a otras personas que están pasando por lo mismo, acompañarlas en su proceso, cuando ya se deciden a hablar”. —Ustedes no solo lograron la condena de su progenitor sino habilitar un espacio para que otras personas se animen a denunciar. ¿Cómo se dio eso? —A raíz de que salió nuestra condena nos unimos a otro caso, de una compañera que denunció a su tío, un transportista, que está con prisión preventiva. Ahí decidimos abrir la página de Facebook de Pañuelos Amarillos Rincón con

Pañuelos Amarillos Rincón convirtió una experiencia particular en un espacio para apoyar a otras personas en situaciones similares.

la idea, en realidad, de ver si había más víctimas de este transportista. Pero publicamos la página y en menos de una semana teníamos un montón de testimonios, de chicas y chicos contando sus casos, fue una semana súper intensa, muchísima gente nos habló. “Somos un grupo de hermanas, que estuvimos en tu situación, queremos acompañarte, escucharte y por sobre todo respetarte”. Con este mensaje, el pasado 17 de julio, comenzó Pañuelos Amarillos Rincón. Las integrantes del grupo, que hoy son siete, nunca imaginaron que esa fanpage iba a ser el puntapié inicial para destapar uno de los casos de abuso y corrupción de menores más importante de Santa Fe y que hoy tiene, al menos, 14 víctimas. “De este último caso del entrenador, la primera denunciante se acercó al grupo y le hicimos el acompañamiento. Luego comenzaron a llegar todos los otros casos, que ahora ya maneja la justicia”, comenta Virginia. “Es un efecto dominó: cuando una habla sobre su violador empiezan a aparecer más víctimas y esto también era lo que queríamos hacer visible, que siempre esta clase de personas no tienen una sola víctima, suelen ser muchas. Por eso pensamos en la página de Facebook y ahí empezaron a llegar muchos testimonios. Hay quienes se nos acercan porque solo quieren contarlo, sacárselo de adentro, no necesariamente llegar a la denuncia, y eso también es importante”. —¿Cómo recibió Rincón este aluvión de casos y denuncias? —Estos casos golpearon mucho a Rincón, porque los abusadores

son personas muy conocidas de acá, a quienes uno le brindaba su confianza. Cuando las familias de las víctimas de este último caso convocaron a la marcha fue muchísima gente, fue mucho el apoyo. Estos hechos ocurrían, ocurren y tenemos que hacer algo para que dejen de ocurrir. Creo que es un compromiso que tenemos que asumir todos como sociedad, porque lamentablemente estas personas están entre nosotros, caminando por nuestras calles. —¿Qué relación tienen ustedes como grupo con el Estado? —Las víctimas nos escriben y después nosotras vamos derivando a organismos del Estado, a la comisaría de la mujer o a donde corresponda. La Dirección de Género de Rincón está trabajando bien, así que recomendamos que se acerquen a ese espacio, porque si bien nosotras podemos ayudar, escuchar, acompañar, no somos profesionales, acompañamos desde nuestra experiencia. El impacto de la visibilización de estos casos y del surgimiento de Pañuelos Amarillos también es cuantificable: en lo que va del año, la Dirección de Género, Niñez y Familia de Rincón recepcionó unas 100 denuncias de violencia de género, de las cuales aproximadamente el 35% corresponde a abusos sexuales. En todo 2020 el organismo había recibido 70 denuncias. Transformar el dolor

Histórica y culturalmente se ha construido la figura del violador como la de un extraño que nos asalta en medio de una calle oscura. Pero esos casos son los menos. Lo

que siempre nos ocultaron, como buena estrategia del patriarcado, es que como ocurre también en los casos de violencia machista, el agresor suele estar en casa: ocho de cada diez abusadores son familiares o conocidos de la víctima. Los feminismos han corrido ese velo, pero eso no hace menos doloroso el proceso. “Todavía es un tema complejo, la vergüenza sigue estando. Todas las víctimas que nos han contactado sufrieron los abusos en su niñez y adolescencia, ahora ya son personas adultas”, afirma Virginia. “Hace 10 años atrás no íbamos a estar en una plaza manifestándonos contra un violador o abusador, no íbamos a tener ese espacio. Hoy lo tenemos y eso es fundamental, hacerlo visible y que para quien lo necesite encuentre un grupo que te va a contener, apoyar y, sobre todo, te va a creer”. —Ayudar a otras personas que pasaron por lo mismo ¿es una forma de transformar el dolor propio en otra cosa? —Yo creo que sí, más allá de que cada una trae su historia detrás, podemos decir “nos pasó esto, marcó parte de nuestra vida” pero hacemos algo para transformarlo, que pueda salir algo bueno de todo lo malo que nos pasó. Y si desde nuestra experiencia podemos ayudar a otras personas, eso sería genial. Queremos que quien nos lea y nos escuche sepa que le creemos, que no está sola y que ahora podemos denunciar, que nos escuchan. Y a la sociedad decirle que ya no se pueden ocultar estas cosas y mirar para otro lado: es un compromiso que todos tenemos que tomar de ahora en adelante.


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La crisis climática es una realidad El mayor panel de expertos de la ONU determinó que es inevitable que la Tierra se caliente 1,5ºC más en los próximos 20 años, en el mejor escenario posible. Las consecuencias para la humanidad son lapidarias. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC, en inglés) determinó que la catastrófica suba de 1,5ºC en los próximos 20 años es irreversible, que es nuestra responsabilidad y que sólo medidas extremas evitarán que sea peor. Así se explica en el sexto reporte científico del IPCC, dedicado a las bases científicas de análisis del cambio climático. Entre otras novedades, este reporte incluye información paleoclimática que permite observar la magnitud del daño que la humanidad perpetró en su casa estelar durante los últimos siglos de sus breves 300 mil años de vida como subespecie animal. Durante los años de la civilización industrial hemos transformado el clima en una dimensión equivalente al de un cambio de órbita planetaria que demora milenios en ocurrir. No es metáfora: el informe literalmente dice que períodos de aumento de la temperatura semejantes fueron causados previamente por “slow (multi-millennial) orbital variations”. Aún en un escenario fácticamente imposible de reducción abrupta, masiva y a cero de todos los gases de efecto invernadero, la temperatura global promedio, en comparación con el período 1850-1900, sí o sí subirá al menos 1,5ºC para 2040 (o sea, ya) y los daños efectuados tendrán repercusión en una escala que alcanza siglos y milenios. Y es también es literal, no es cine catástrofe sino el informe de un panel compuesto por 234 científicos de 66 países y revisado por 78.007 expertos. “Hace décadas que está claro que el clima de la Tierra está cambiando, el rol de la influencia humana en el sistema climático es indiscutible”, dijo una de las jefas del grupo que realizó el reporte, Valérie Masson-

Escala global

La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a cero es clave: eso requiere repensar el modelo económico vigente.

Delmotte. El IPCC es un cuerpo de la ONU para el análisis científico del cambio climático. Se formó en 1988 para proveer a los líderes políticos con información periódica sobre el tema. Según el último reporte, muchos de los cambios observados en el clima no tienen precedentes en miles, sino en cientos de miles de años y muchos de los cambios en curso – como el continuo incremento del nivel del mar– son irreversibles en cientos o miles de años. El reporte provee nuevas estimaciones sobre qué sucederá cuando se cruce un nivel de calentamiento de 1,5ºC en las próximas décadas y señala que si no se toman medidas para reducir los gases de efecto invernadero de forma inmediata, rápida y de escala masiva, limitar el calentamiento

1,5ºC o a 2ºC será imposible. Apenas podemos evitar que la cosa no sea una catástrofe global. La inmediatez en la reducción a cero de las emisiones de gases de efecto invernadero es la clave. No sólo se trata del dióxido de carbono que emiten los combustibles fósiles, el IPCC incluyó también al metano –un resultante de la ganadería industrial– y al óxido nitroso –un resultante de los fertilizantes. En suma: evitar la catástrofe ambiental requiere una transformación urgente de las bases del sistema económico. El dilema es real y todas sus salidas son complejas. Sobre todo, porque el calentamiento global incide negativamente en la capacidad que tiene la propia naturaleza de captar y reducir los gases de efecto invernadero y acelera la liberación

de esos mismos gases que están retenidos, por ejemplo, bajo las capas de hielo del permafrost ruso. La crisis climática se acelera por sí misma. Con 1,5ºC más de calentamiento global, van a haber cada vez mayores olas de calor, temporadas de calor más largas y de frío más cortas. Con 2ºC, el calor extremo va a alcanzar más seguido un umbral de tolerancia crítico para la agricultura y la salud humana. Esos son dos de los mejores escenarios de los cinco que el IPCC trazó como posibles para 2040. En el peor, la temperatura sube 5,7ºC para 2100. Entre otras consecuencias, el Amazonas se volvería un desierto y toda la franja entre los trópicos se tornaría inhabitable. El rango total de incremento de la temperatura causado por los huma-

nos y su emisión de gases de efecto invernadero entre 1850-1900 a 2010-2019 va de los 0,8ºC a los 1,3ºC, con un estimado promedio de 1,07ºC. La influencia humana es la mayor causa del achicamiento de los glaciares y del área de mar congelado Ártico, tanto como del derretimiento de la capa de hielos de Groenlandia. Es una certeza que el calentamiento del océano hasta los 700 metros de profundidad es a causa humana, como la acidificación de la superficie y la caída de sus niveles de oxígeno. El ritmo promedio de incremento del nivel del mar fue de 1,3 milímetros por año entre 1901 y 1971, subió a 1,9 entre 1971 y 206 y saltó a 3,7 milímetros entre 2006 y 2018. La influencia humana determinó esas subas. Al planeta lo reventamos nosotros.

y sequías. También aumentan los eventos extremos sin precedentes científicamente observados, ya con 1,5ºC de calentamiento. La zona lluviosa del centro de Sudamérica tendrá el mayor incremento de temperatura en sus días calurosos, hasta dos veces más que el promedio. Se quema la selva brasileña. Y el Ártico tendrá el mayor aumento de temperatura para los días fríos, el triple del promedio. No habrá hielo en el norte. El permafrost –capa de hielo continental– se seguirá reduciendo, como la cobertura de

nieve y hielo del Ártico. En todos los escenarios posibles, el Ártico será sólo agua, sin nada de hielo, al menos una vez antes de 2050. A escala global, las lluvias extremas se intensificarán un 7% por cada grado más de calentamiento. Los huracanes tropicales de categoría 4 o 5 se incrementarán también. Es muy probable que las lluvias relacionadas con la corriente El Niño se intensifiquen en la segunda mitad del siglo. Esas lluvias produjeron la creciente del Salado en 2003.

Muchos de los cambios resultantes de las emisiones de gases con efecto invernadero en el pasado –y las futuras– son irreversibles en los próximos siglos y milenios, especialmente en los océanos, los hielos y el nivel del mar. La estratificación del océano por su salinidad, su acidificación y su pérdida de oxígeno continuarán durante todo el siglo XXI. La suba de la temperatura oceánica es irreversible en una escala que va de los cientos a los miles de años. Los glaciares de montaña y de los polos se seguirán derritiendo por décadas o siglos. La pérdida de carbono por el derretimiento del

permafrost es irreversible en una escala de siglos. La pérdida de hielos será continua en el siglo XXI en Groenlandia y la Antártida. Haga lo que se haga, el nivel del mar va a subir todo el siglo XXI. En comparación con 1995-2014, para 2100 subirá de 0,28 a 0,55 metros en el mejor escenario. En el peor escenario de emisión futura de gases invernadero, la suba irá de 0,63 a 1,01 metros. En el más largo plazo, el nivel del mar seguirá subiendo por siglos, hasta milenios, por el calentamiento de las profundidades oceánicas y el derretimiento de los hielos.

Eventos extremos

Se incrementaron las posibilidades de eventos complejos extremos en el clima. Creció la frecuencia de olas de calor y sequías concurrentes en escala global, clima incendiario –calor, sequedad y viento– en todos los continentes e inundaciones con lluvias extremas. Lo vemos ahora en California, Alemania y Grecia. Por cada 0,5ºC grados adicionales de calentamiento global se producen subas visibles en la intensidad y frecuencia de calores extremos: olas de calor, lluvias extremas

La temperatura del planeta sube desde 1970 a una velocidad no vista en ningún período de 50 años en los últimos dos mil años. Hace 6500 años hubo otro período de calentamiento, también hace 125 mil años: ambos sucedieron por cambios en la órbita terrestre, que toman milenios en producirse. En 2019, las concentraciones de dióxido de carbono fueron las mayores de los últimos dos millones de años. Las concentraciones de metano y óxido nitroso fueron las mayores en 800 mil años. El nivel del mar sube desde 1900 a un ritmo nunca visto en los últimos tres milenios.

Crece el nivel del mar


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Gabriela Carvalho

“No nos merecemos el olvido” Mario Páez fue secuestrado a los 14 años por la dictadura. Hoy sostiene, con su familia, la lucha por verdad y justicia. Por Mariángeles Guerrero Mario Páez tenía 10 años cuando tuvo que abandonar su casa y 14 cuando la patota del Departamento de Informaciones D2 de la Policía de Santa Fe lo secuestró junto a su madre, su padre y su tío. Fue el 15 de febrero de 1980. Mario cuenta que, en ese momento, para inmovilizarlo, le pusieron una cadena que ataba su mano derecha a su pie izquierdo. Dice que tuvo puesta esa cadena durante 41 años. El pasado 7 de julio, seis ex policías fueron condenados por esos hechos en el juicio de lesa humanidad conocido como causa Chartier o Laguna Paiva. Mario es el hijo mayor de Arnaldo Catalino Páez, que en los 70 era referente regional del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), trabajador del frigorífico Nelson y fundador de la organización sindical La Lucha. “Fue mi padre, pero también fue un compañero”, dice. La causa Laguna Paiva evidencia –otra vez– que la brutalidad de la dictadura no tuvo miramientos con niñas, niños y adolescentes. Floreal Avellaneda, la Noche de los Lápices, los nacimientos en cautiverio, la apropiación de hijas e hijos son algunos de los signos de esa forma sistemática de disciplinamiento usado por los mandos en el poder. La serie de secuestros de familias enteras, en este caso, se explica por la persecución a los trabajadores del frigorífico Nelson de Laguna Paiva que se habían organizado –hacia mediados de la década del 70– contra la explotación patronal. Catalino entró a trabajar en esa fábrica en 1973. La última dictadura comenzó en la madrugada del 24 de marzo de 1976, pero el derramamiento de sangre antecede a esa fecha inaugural. Tiempo antes, la Alianza Anticomunista Argentina ya reptaba desapareciendo y matando a militantes políticos y sociales. En ese contexto temporal Catalino conforma, junto a sus compañeros, la agrupación sindical La Lucha, ligada al PRT. Los Páez-Medina

Tres hermanos Medina se casaron con tres hermanos Páez. Las dos

familias, trabajadoras rurales, eran oriundas del norte santafesino. Para secuestrar a Catalino Páez, el entramado policial, militar y judicial tendió una red sobre todos ellos. En las primeras semanas de febrero de 1980 secuestraron a los hermanos de Catalino: María Ceferina “La Negra”, Miguel, Ramona y Marciana Páez y a sus cuñados, Luis y Elba Medina. María Ceferina Páez y Luis Medina eran pareja. Cuando fueron secuestrados, en Esperanza, tenían cuatro hijos -de entre 14 y seis años- que quedaron abandonados. Una de las hijas, que entonces tenía 13 años, fue abusada por los represores. Miguel Páez y Elba Medina eran otro matrimonio, con cuatro hijos de entre 15 y tres años. Todos ellos, incluidos los niños, permanecieron secuestrados cerca de dos meses. La hija mayor de Miguel y Elba, de 15 años, fue torturada al momento del secuestro de sus padres, en un campo del norte provincial. Elba fue vista junto a sus cuatro hijos en la Guardia de Infantería Reforzada de Santa Fe. Catalino se había casado con Juana (hermana de Elba y Luis) y habían tenido, al momento del secuestro, ocho hijos: Mario, de 14, Mónica, de 12, Ramón, de 10, Carlos, de 9, Jesús, de 6, César, de 5 y Ceferino, de 18 meses. En ese tiempo Juana estaba embarazada de María Páez, la última hija. La voz de la bailanta

¿Cómo relatar la crueldad desde los subsuelos del tiempo? ¿Cómo contarles a las generaciones nacidas en democracia el sufrimiento acumulado por décadas en las entrañas? La historia de Mario empieza cuando tuvo que abandonar su casa de improviso, en marzo de 1976, pocos días después del golpe: “Mi padre ve que la cosa se pone cada vez más difícil y se da cuenta de que hay gente en Laguna Paiva que se dedica a perseguir, se da cuenta de que hay compañeros que están desapareciendo”. Al enterarse del asesinato de un compañero suyo en Santa Fe, Catalino deja Laguna Paiva junto a su familia. A las pocas horas el Ejército copa la vivienda, con la complicidad de policías de la provincia que revista-

En la foto, Catalino Páez junto a su familia. El militante del PRT inició la Causa Laguna Paiva, en la que se condenó a seis represores.

ban en Paiva. “No dejaron ni un tenedor”, dice Mario. Aquella tromba arrasadora de odio no solo se llevó todo lo que hay en cualquier casa: platos, frazadas, puertas, ventanas. También despojaron a la familia de su pasado: ni las fotos familiares ni los libros de Catalino aguantaron la rapiña. La casa de Ingeniero Boassi 2040 en Laguna Paiva, la casa de Catalino Páez y su familia, quedó abierta y abandonada por años. “Así estuvo hasta que volvimos con mi madre”, dice Mario. Perseguido, Catalino comenzó un recorrido por diferentes provincias: Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe. Siempre con su familia, siempre trabajando en actividades rurales. “Pasamos cosas terribles, vivimos en condiciones inhumanas, con miseria, con necesidades. Pero estuvimos siempre juntos”, resalta Mario. Agrega que no pudo estudiar y una larga lista de tareas rurales que ofició entre sus 10 y sus 14 años: alambrador, menchú, tractorista, criador de cerdos, cuidador de cultivos de arroz. “Habitamos muchos lugares y sabíamos que de un día para el otro él decía ‘nos vamos’ y quedaba esa casa con todas las cosas que teníamos hasta ese momento. Nos íbamos con lo puesto. Así vivimos durante cuatro largos años”, relata; acentúa la palabra ‘largos’. Después agrega que ya perdió la cuenta del itinerario de ese exilio interno. En 1980 Catalino, Juana y sus hijos trabajaban en un horno de ladrillos en Lima, Buenos Aires. En esa época el militante del PRT se pone en contacto con su hermano Miguel. “Hacía unos años que no tenían contacto y le escribe una carta, diciéndole dónde estaba, que estaba con la familia. Siguen en contacto a través de las cartas y un día Miguel nos va a visitar”, dice Mario. Y continúa: “Después viene todo lo que pasó”. “Todo lo que pasó” empezó con el secuestro de María Ceferina, el 8

de febrero de 1980, en Esperanza. A las horas se llevan a Luis, su esposo, que trabajaba en una estancia cercana. A Miguel, el de las cartas, lo secuestran el 12 de ese mes, en un campo de Esteban Rams, en el departamento 9 de Julio. El 15 de febrero Catalino Páez amaneció enfermo. A media mañana fue a ver a un médico en Lima. Esa tarde tomaron el horno por asalto entre 20 y 30 hombres armados. En ese momento Mario Páez, junto a otros pibes de su edad, estaba desconectando la bomba que abastecía de agua a todo el horno, porque se había quemado y había que repararla. “Cuando estábamos en el pozo donde estaba la bomba escuchamos el griterío: algo pasaba arriba. En un momento alguien nos grita que subamos. Subo y veo a un flaco alto que me saca de los pelos”. “Nos hacen formar una fila y nos preguntan los nombres. Cuando me preguntan el mío, esta persona delgada, de facciones blancas y con un gorrito de Colón en la cabeza me agarra de los pelos y me tira contra el suelo. Al lado de él había una persona de estatura baja con un gorrito de trapo color crema. Era el que le daba órdenes”, recuerda. Con la mano huesuda, el flaco alto agarró la nuca de Mario y lo usó como escudo humano. “Tenía un arma larga. Me preguntaba por mi padre y me decía que no lo mire. Yo le decía que estaba en el médico, en Lima. Y otra vez: ‘dónde está tu padre’. Me decía ‘no me mientas’.” Mario prosigue el relato minucioso de los hechos, como una foto nítida que subsiste el paso de los años. “Me llevan a la casa, donde otro grupo de gente tenía a mi madre. Le preguntaban por mi padre y le pegaban. Cuando llegamos ahí esta persona que me llevaba del cuello me tira al piso, me pisa la cabeza y me pone el fierro en la nuca. Y le dice a mi mamá: ‘decime dónde está tu marido o te lo hago mierda acá nomás a este’. El otro que venía

con él, el del gorro color crema, le decía algo cerca del oído. Después me contó mi madre que con sorna le decía ‘mirá gorda, deciles, no te hagás pegar al cuete’. Ese era Víctor Brusa. Y quien me traía como escudo, quien me había sacado de los pelos, quien me pisaba la cabeza y me apuntó con un arma en el cuello era Riuli: Eduardo Riuli”. Eduardo Riuli era sumariante de la Policía de Santa Fe y además se dedicaba a la conducción de fiestas en Laguna Paiva, que entonces contaba con unos 11 mil habitantes. Riuli tenía una emisora radial que se llamaba Órbita Publicidad. Todos en el pueblo lo conocían. Por su voz, Mario pudo darse cuenta, en medio de las armas y los empujones, que era su propio vecino el que le estaba poniendo un fierro en la nuca. “Lo reconocí cuando empezó a hablar. Riuli tiene una voz que no tiene cualquiera. Es una voz potente, trabajada, grave. Tiene esa particularidad: es imposible no reconocerlo. Uno puede no verlo, pero lo escucha hablar y sabe que es Riuli. Después lo reconocí por su estatura, es un hombre flaco, medio encorvado, alto. Es imposible no reconocerlo si ya lo viste antes”, explica. El sol del 15 de febrero comenzaba a bajar, pero el operativo continuaba en el horno de ladrillos. “Nos tenían de rodillas; a mi madre la tiraron al barro, le preguntaban por el marido”. En medio de ese panorama, se acerca al campo un colectivo. Arriba viene Catalino, que llega a ver la situación por la ventana. “Él sabía que era un perseguido político y lo que le iba a suceder. Y se baja del colectivo: se baja igual. Y ahí le llegan todos y se le tiran encima, lo golpean, lo patean, le pegan culatazos y le ponen una bolsa en la cabeza. Por eso mi padre en ese momento no pudo ver quiénes fueron sus secuestradores”, dice Mario. Cumplir 15 en un calabozo

A Catalino, Juana y Mario los su-


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cumplió 15 años. En Lima habían quedado sus hermanitos al cuidado de Mónica, de 12 años. Ella y Ramón, de 10, siguieron trabajando un tiempo en el horno, para poder comer. Unos días después, se los llevó una familia que al tiempo ya no tenía plata para cuidarlos. Terminaron en los servicios sociales y Mónica en una institución de monjas. Allí permanecieron hasta que su madre fue liberada. Salir del horror

En 1976, Mario Páez debió abandonar su casa junto a sus padres. Hoy honra la memoria de Catalino y continúa el legado de su lucha.

ben a un camión. Adentro se encuentran a Miguel. “Ahí nos encapuchan, a mi padre le ponen unas esposas y a mi madre una venda. A mí me ponen una cadena entre mi mano derecha y mi pie izquierdo. Alguien iba adentro del camión ‘cuidándonos’ y cantando una canción militar”, recuerda Mario. Dos veces desmayaron al adolescente a los golpes, antes de tirarlo por la puerta de atrás y de subirlo en el piso de la parte trasera de un Falcon junto a su tío. “En el auto habremos estado unos 15 minutos o más. Hasta que para, toca bocina y alguien dice ‘traemos paquetes’. Y se escucha que abren un portón de chapa. Me bajan, lo bajan a Miguel y lo llevan primero. A mi me hacen dar unas vueltas encapuchado. Me sacan la capucha y la cadena y me llevan a una habitación”. La habitación era un calabozo del D2, ubicado en la esquina de San Martín y Obispo Gelabert. “Ahí me tienen varios días donde no me llevan al baño, no me dan agua. Tuve que hacer mis necesidades ahí adentro; dormía sentado, había una mosquitada tremenda. A los días me sacaron y me lavé con la ropa puesta”, cuenta Mario. “Una vez que me bañan sigo encerrado y empiezan a llegar compañeros. A algunos llegué a verlos”. Uno de los que vio en el D2 es Hugo Silva, quien también había trabajado en el frigorífico. “Lo traen, lo empiezan a torturar y a la noche lo tienen colgado y le empiezan a tirar agua fría. Yo escuchaba los gritos, de él y de otros más”. Mario también vio a Juan Miranda, otro sobreviviente. “Un día viene Riuli y me dice ‘te voy a tapar eso que tenés en la puerta, no quiero que hables, que grites, que escuches, nada. Porque si no la vas a pasar mal’”. El sumariante puso un cartón en la mirilla por donde a Mario le pasaban la comida. Pero, mal puesto, quedó una pequeña hendija por donde el joven pudo ver. Y vio: “Mi madre es-

taba sentada en un rincón del lugar donde ellos comían. Estaba con los ojos vendados. Al rato viene Riuli y trae una mesita, una máquina de escribir y una silla. Le dice ‘bueno gorda, decime lo que sabés de tu marido’. ‘No sé nada de mi marido’, ‘cómo no vas a saber, sos la mujer’, ‘no, no sé nada’. Entonces le empieza a pegar patadas en la panza”. Juana estaba embarazada. “Después escribió algo en la máquina y mi madre firmó, pero nunca supo qué decía. Yo me tuve que tragar la bronca y el dolor ahí adentro”, rememora. Otra vez, Riuli le dijo a Mario: “Vas a tener una sorpresa”. Lo sentó en una habitación y dejó una silla vacía frente a él. “Al rato trajeron a alguien encapuchado que no reconocí. Estaba vendado, flaco, lleno de moretones. Lo trae, lo sienta y me

dice ‘ahora vas a ver la sorpresa que te vas a llevar’. Y le sacan la capucha y la venda. Riuli me dice ‘lo conocés’. Sí, le digo, es mi viejo. ‘Bueno, si vos no decís lo que tenés que decirnos, vas a quedar igual que él’.” Mario dice que su padre tenía un físico bien formado, que se asustó cuando lo vio porque estaba piel y hueso, rapado. Los ojos no se le veían porque tenía la cabeza deformada por los golpes. “Riuli me dice ‘¿así que es tu viejo este?’ Sí, le digo, es mi padre. ‘Si vos no me decís lo que sabés te va a pasar lo mismo que a él’. Entonces le dije ‘yo no sé nada, no sé qué quiere saber de mi padre, yo sé que es mi padre y nunca lo vi hacer nada’. Así que lo volvieron a vendar, a encapuchar y se lo llevaron. A mí me devolvieron a la celda donde yo estaba”. Secuestrado, el 27 de febrero Mario

Juana Medina estuvo más de un mes detenida en la Guardia de Infantería Reforzada. Allí vio a su marido, a Elba Medina, a María, Marciana y a Ramona Páez. Elba estaba con sus cuatro hijos. “Cuando venía alguna inspección nos hacían esconder bajo una escalera. Teníamos que hacer silencio, pero andá a hacer callar a un nene de tres años”. La mujer cuenta que fue Víctor Brusa quien le dijo “andá a buscar tus hijos y después te vas al norte, a Esteban Rams”. También relata que fue Juan Calixto Perizzotti, el represor muerto en 2019, quien la llevó a Lima a buscar a sus hijos. Hasta ese momento, le habían dicho que los chicos estaban bien. Pero en el camino, el genocida le confesó: “te mentí para que te quedes tranquila”. Cuando llegó al horno sus hijos no estaban. Finalmente, por comentarios de la gente, pudo saber qué había sido de ellos y encontrarlos. “Perizzotti me llevó de vuelta al horno y ahí me dejó con los chicos”, recuerda Juana. Perizzotti murió sin ser juzgado por su rol en estos hechos. Pese al reclamo de la familia y de la querella, tampoco Brusa fue sentado en el banquillo en esta causa. A Mario lo liberaron a mediados de abril de 1980. “Ahí me sentó Perizzotti y le dijo a mi madre: ‘Fijate lo que vas a hacer con este, porque

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no va a correr la misma suerte que tu marido. A este te lo hago mierda en cualquier esquina’.” Juana dice que muchas veces se encontró en las calles a Eduardo Riuli, el represor y animador paivense, hoy condenado por delitos de lesa humanidad. “Pero nunca le dije nada. Estaba amenazada, tenía miedo por los chicos”, explica. Después de estar secuestrado, Catalino Páez fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional y recuperó su libertad en agosto de 1984. En esos cuatro años, Juana y sus hijos reorganizaron una casa destruida y salieron adelante. Pero los años volvían el recuerdo cada vez más pesado: sin justicia, las heridas siguen sangrando. Por eso presentaron una denuncia en la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, en 2014. Cata, como le dice Juana, no llegó con vida al juicio. Falleció en 2016. “La gente me dice que lo hago por rencor, por revanchismo”, cuenta Mario. Y no: dice que lo hace por algo tan simple y tan difícil de conseguir como justicia. Y también porque quiere limpiar el nombre de su padre, a quien recuerda como “un apasionado por la política, un hombre simple, una gran persona”. Mientras se preparan para el segundo juicio de la causa Laguna Paiva, Mario agradece a los organismos de derechos humanos y a sus abogados Federico Pagliero y Anabel Marconi de la APDH Rosario. “Nosotros la podemos contar, hay compañeros que no tuvieron esa posibilidad. Hay compañeros en el Campo San Pedro que todavía los están buscando. No queremos que esto se repita. La impunidad se tiene que terminar en este país”, dice Mario. Más de cuarenta años después, aquel pibe de 14 años habla a través de un hombre que ya es padre: “Nosotros no nos merecemos el olvido”.


Dos delincuentes del amor 10

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¿Qué es el amor si no la constante posibilidad de que las cosas salgan excelentemente bien o relativamente mal? Aquí, un puñado de reflexiones sobre las relaciones sub-35 a la luz del romance Messi-Antonella. Por Belén Degrossi Recuerdo siempre un tuit que se viralizó hace un par de años que decía algo así como “No sé chamuyar, así que te voy a preguntar qué comiste y qué tal tu día y esperar que así te enamores de mi”. Su popularidad, marcada en retuits y likes, me hundió en un estado de profunda introspección. ¿Tan bajo habían caído las pretensiones de lo que es ser un buen ser humano, que nos estábamos cortejando de esta manera? Similares sentimientos me invadieron al ver la popularísima fotografía que circuló por estos días de Lionel Messi y Antonella Roccuzzo. En la misma, se ve cómo Antonella le extiende a su esposo un papel (quizás una carilina, probablemente su contrato prenupcial) para que se sople los mocos mientras llora a lágrima viva frente a las cámaras de la prensa internacional. Lionel se despide con tristeza del Barcelona y Antonella lo acompaña. “Quedate con la que te conozca tanto como Antonella a Messi”, reza el meme de la foto. De nuevo, realmente, la vara está muy baja. Todos y todas podemos acercarle, incluso al más completo desconocido, un papel para que se limpie las velas. Si el amor es eso (y sólo eso) imposible no vivir enamorades. No pretendo aportar desde aquí una teoría firme, segura, profundamente trabajada y deconstruida de lo que debe o no debe ser el romance del siglo XXI porque,

Me molesta que, en esta vida de pobres ilusiones, nos parezca que con un poquito de empatía alcanza y sobra para que una pareja salga a flote. ¿adivinen qué? Me da pereza. Me aburre. Esa constante sutileza con la que nos perseguimos con varas invisibles, midiéndonos lo deconstruido, lo renovado, lo progresista, lo amoroso, lo vincular, lo sexual y lo afectivo me aburre sobre manera. Me aburre tanto como la vida de Messi y Antonella, que parecen encerrados adentro de una propaganda de Pantene desde hace años. Ellos están bien, aparentemente. Como todos los famosos a quienes les conocemos la vida por Instagram, con la reciente excepción del desmejorado Mariano

Martínez. No, Lionel y Antonella son felices aparentemente en esa vida de tonos pasteles neutros y viviendo en su núcleo familiar de perros enormes e hijos iguales a Lionel. Los banco, les tengo aprecio. Pero me molesta que, en esta vida de pobres ilusiones y minúsculas expectativas, nos parezca que con un poquito de empatía alcanza y sobra para que una pareja salga a flote. Atribuyo esa tendencia a una cuestión que no es menor: han desaparecido, de a poco y sin miras de regresar en el corto plazo, las viejas y queridas telenovelas juveniles que nos formateaban los vínculos, las cabezas, el lenguaje y los estilos. Poco y nada se encuentra ahora en la televisión (de aire, de cable, on demand) que apele a construir el discurso amoroso de las nuevas generaciones, que no esté basado en la hiper sexualización o la chabacanería. No está mal que las nuevas generaciones nos desliguemos de las nociones que invitaron a nuestros abuelos a casarse sin haberse siquiera conocido aún los olores. Sin embargo, el discurso amoroso del desapego que ahora nos cobija me parece igual de estúpido. En criollo, estamos haciendo tan mal las cosas que el simple gesto de alguien entregándole un pañuelo a un segundo ser humano parece cargado de un simbolismo apabullante. El problema es que en esta sobreactuación de lo romántico (así, dicho a los tirones) le estamos legando la construcción del discurso amoroso al yerno de Montaner que, como ya sabemos, guarda en un frasco las uñas que su esposa se corta y escribe canciones en las que rima “Tu tu, nadie como tu tu, no hay un sustitutu”. Y no, eso no es un error de tipeo. Es el lenguaje inclusivo que aparentemente ha creado el clan Montaner y que no parece molestar del todo a la RAE y a los Fernandos Iglesias de la vida. Cada quien con sus batallas. Volviendo al amor (que bien podría ser el nombre de una de esas viejas novelas de Romay que ya no se hacen), la sobreactuación lleva siempre a un segundo fenómeno igual de nocivo: la sobreestimación. Todo el tiempo, vía likes y reacciones a stories de gente a la que tampoco le conocemos el olor, pero sí cada rincón de su casa que elije mostrarnos, estamos enviándonos mensajes. Bobos, inconsistentes, que se prestan al ridículo. Entonaba el Paz Martínez en esas viejas estrofas que le escribió a la traición: “Si me quieres matar, hu-

Télam

bieras elegido otra manera / Una manera limpia y elegante / Al menos, algo que no cause pena”. Así me siento con respecto a las nuevas formas de flirteo de las que no apropiamos para sentirnos al menos dueños de algo (viendo que, como ya expuse con anterioridad en otras columnas, no será nuestra generación la que logre llegar a la casa propia). La sola idea de que un emoji de un fuego encendido enviado a las tres de la mañana en un estado de semi-ebriedad pueda

Del “Te propongo” del Gitano al “No te quiero enamorar, pero…” de nuestros días parece que hubiera un siglo de distancia. Y no, no lo hay. siquiera significar que ahí, en el rincón del emisor, se está pensando en el o la receptora del mensaje de manera libidinosa, me entristece. Aparentemente, entre la flexibilización laboral y las campañas para liberar a Britney Spears del yugo de su padre, no nos queda tiempo para crear nuevos sistemas de signos y significantes que sean un poco más complejos. A mí me encanta el romance. ¿Para qué voy a mentir? No me juzguen. O sí, que sé yo, me lo merezco. Y, además, jamás me enteraré. Puesto que yo escribo

y ustedes leen, pero este no es un vínculo de ida y vuelta sino más bien uno de ida. Ese que, aparentemente, muchos quieren tener en sus vidas sexoafectivas. Uso la palabra “sexoafectiva” y ya se me rompe el pequeño Sandro que vive adentro mío y que debe ser regado una vez al día con una copita de tinto y un par de versos de bolero, como si fuera un Sea Monkey de la ternura, una suculenta de la pasión, un tamagotchi del apego. Visto lo visto, el Gitano no murió para que ahora nosotros flasheemos que por escribirnos en Tinder dos frases hechas, dignas de la Coneja China, del estilo “si no te parte un rayo te parto yo”, ya estamos en condiciones de exigir que se nos dispensen ciertos goces amorosos. Pero lo más preocupante es que nuestra generación (llamémosle, los sub-35) no conocen de levante y de fracaso. Nos protegen en una nube de nuevos aforismos que nos alejan siempre de nuestro peor temor: el de ser rechazados. El de perder ese juego que nos proponen nuestros círculos sociales. Tinder es el Super Mario de las relaciones interpersonales. Un catálogo de gente, así y como suena, en el que seleccionamos quien más nos gusta y le damos un viejo y querido like a la espera de agradar también. El tema es que sólo te enterás de lo que el otro opina de vos si también te da like. Jamás sabrás si no te respondió porque no le gustaste, o porque no te vio, o abandonó la aplicación antes de que llegaras a su vida digital. ¿Han jugado alguna vez a un videojuego? Nunca se

pierde realmente, porque siempre se puede volver a empezar. Recuerdo que de chica incluso yo le daba al botón de “reintentar” antes de morirme, cuando ya veía que se me venía la negra en el nivel de turno. Esa lógica de huirle al fracaso nos persigue aún hoy, a todos lados. Y… ¿qué es el amor si no la constante probabilidad de que las cosas salgan excelentemente bien o relativamente mal? Del “Te propongo” del Gitano al “No te quiero enamorar, pero…” de nuestros días parece que hubiera un siglo de distancia. Y no, no lo hay. Hay tan solo un par de décadas de adoctrinamiento afectivo, ese que nos ha enseñado a ser fríos y calculadores, a no ceder frente a la ternura, a no parecer unos pollerudos, unos dominados, unos intensos. No sabemos vivir en nuestros grises. Sí, sí te quiero enamorar. El problema es que no me la banco del todo. Esa lucha de algoritmos y cálculos no deja lugar para lo inoportuno, lo inusual, lo furtivo, lo sorpresivo, lo inesperado. Nos parecemos más a una planilla de Excel que calcula ingresos y egresos afectivos que a cualquiera de los romances de los que hablaba Manuel Puig. Nos olvidamos que en otro lado, en otro ritmo, se está construyendo todo el tiempo otra cosa. Siempre, y a todo momento, se está fabricando en silencio esa birra que nos vamos a tomar el próximo verano con la persona a la que, quizás, le querramos dedicar ocho de las diez canciones de cualquier Top Ten.


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Los Hornos: cocina y autogestión

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Cinco jóvenes sostienen una panadería solidaria en su barrio: una salida laboral en tiempos difíciles. Gabriela Carvalho

Por Bautista Veaute En Barrio Los Hornos (San Lorenzo 6045), desde el 2017 funciona el proyecto Unidad Productiva en Movimiento, dentro de la institución Movimiento Solidario Barrio Los Hornos. Este grupo de trabajo, que nació con el ex programa Nueva Oportunidad (de la gestión provincial anterior) reúne a pibas y pibes del barrio con el objetivo de capacitarlos en cocina. Actualmente, con cuatro años transcurridos, el grupo se capacitó y se consolidó como una salida laboral concreta para sus integrantes. Actualmente están presentes en el Mercado Futuro y Chango 88, donde venden panificados como prepizza comunes o cebolladas, fugazzas, pan lactal, pepas, pan de pancho, pan de viena y pan de aceite. Y también productos congelados: rebozados, medallones y patitas de pollo; y hamburguesas vegetarianas de acelga, calabaza, zanahoria, remolacha y lenteja. El grupo está formado por cinco chicos y chicas y están becados por el Ministerio de Desarrollo Social, a través del programa Santa Fe Más. Debido a esta beca, tienen que cumplir 20 horas semanales de trabajo, pero gracias a la demanda de los productos que fabrican, los chicos sobrepasan las horas mínimas determinadas por el programa. Además del grupo conformado, la Unidad Productiva (UP) cuenta con un referente territorial y con un capacitador, que los acompañan todos los días en los procesos productivos y comunitarios.

Luisa García: “Es lindo ver que otros compañeros, que estuvieron en situaciones muy difíciles, ahora están con un trabajo”. El pan de cada día

Luisa García tiene 20 años y vivió toda su vida en Los Hornos. En 2017 se inscribió al Nueva Oportunidad y se formó durante tres años en panificación y cocina. Ella relata que al principio le costaba mucho porque las ganancias eran muy pocas, no llegaban a ser 700 pesos mensuales. Ahora, luego de haber probado diferentes estrategias de ventas, la labor que realiza se empieza a parecer a un trabajo con una remuneración más digna, que alcanza para un poco más y es autogestionada por pibes y pibas de Los Hornos. Al

La fábrica funciona en el marco del Movimiento Solidario Barrio Los Hornos, que surgió con el ex programa Nueva Oportunidad.

respecto, comenta: “Es muy difícil conseguir trabajo, sobre todo para los jóvenes de barrios. Porque en ningún lugar agarran pibes sin experiencias, así que esto es una salida laboral que ayuda bastante”. —¿Cómo se organizan? —Hace casi cinco años que estamos trabajando juntos, así que tenemos una buena convivencia. Venimos los cinco, cumplimos el horario y terminamos la producción todos juntos. Quincenalmente llevamos la comisión de la ganancia de los productos. En esa comisión se saca cuenta de todo lo que se vendió, se separa lo que se va a volver a invertir y el resto se reparte entre las cinco personas que producimos. —¿Cómo planifican las inversiones y qué proyectan a futuro? —La idea es seguir sumando mercados, conseguir más ventas y dar a conocer nuestros productos. La verdad es que nos está yendo muy bien. Nosotros iniciamos con una ganancia de 700 pesos mensuales y ahora estamos más cerca de que se parezca a un pequeño salario. Ya es un trabajo. —¿Qué significa concretar un trabajo desde la autogestión? —Está buenísimo no tener un jefe, por así decirlo. Porque sabés que si tenés algún inconveniente, lo charlás con los compañeros. Es como si fuera una familia. Es diferente a un trabajo normal. Y, por otro lado, yo asistí a esta institución desde muy chiquita, porque venía a buscar la copa de leche y la comida. Así que para mí es hermoso y un orgullo. También es lindo ver que otros compañeros, que estuvieron en situaciones muy difíciles, ahora

están con un trabajo y con algo que los pueda sacar adelante. Emanuel Saucedo tiene 25 años y es profe de baile. Por cuestiones personales, dejó de dar clases y antes de participar de esta UP le estaba costando encontrar trabajo. Emanuel relata que pasó por momentos complejos en su vida y la labor que está realizando con este grupo es lo que lo está sacando adelante. “Al principio cuando vine, yo no sabía nada. Me dieron harina, agua y levadura y me dijeron ahora tenés que hacerlo vos. Yo me quedé mirando y

Maximiliano Bauzat: “El valor más importante de esto es que los mismos pibes del barrio están elaborando la comida para la gente del barrio”. pensaba: cómo hago esto, si nunca cociné. Y después, de a poquito, me fui dando maña y aprendí. Es por eso que en el futuro me gustaría poder seguir trabajando en cocina. Quiero capacitarme aún más”, sostiene Emanuel. —¿Cuáles fueron las dificultades que tuvieron al principio, con su emprendimiento? —Conseguir clientes nos costó muchísimo. Nos fuimos moviendo por las redes sociales e intentando vender la panificación que producimos. Arrancamos bien pero luego de un tiempo, las ventas bajaron

mucho. Y vino la pandemia, dejamos de venir un tiempo y ahí surgió la idea de Omar (el capacitador de cocina) de hacer las hamburguesas vegetarianas. Ahora también estamos ofreciendo bolsón de panificados. Desde mi punto de vista, la pandemia para nosotros fue una llave. Fue parar, pensar y avanzar un poquito más en lo que no estábamos haciendo. Nos especializamos con las hamburguesas vegetarianas. Eso fue lo que nos levantó. Capacitación y mediación

Omar Silván y Maximiliano Bauzat son los referentes territoriales del programa provincial Santa Fe Más, dependiente del Ministerio de Desarrollo social. Maximiliano es terapista ocupacional, y se encarga de mediar entre las dificultades que atraviesan los pibes y la tarea que tienen que cumplir todos los días. Omar es el capacitador en cocina del grupo y además es cocinero del comedor de la institución que aloja la UP. Al ser consultado sobre cómo llegó a Los Hornos y los inicios de la UP, Bauzat afirma: “Todo nace en el 2017, a través de un programa de Desarrollo Social. En ese entonces eran dos encuentros por semana de cursos de capacitación, con quince chicos. Además, no solamente se hacía el taller de gastronomía, sino que había un horario donde se podían trabajar ciertas problemáticas como los vínculos y cómo están atravesados por las cuestiones de género, adicciones y consumos problemáticos, entre otras. Esas cosas llevaron a la unión del grupo”. —¿Cómo se lograron insertar

en el mercado laboral? —MB: Con el inicio de la pandemia, nace la oferta de UP, de venir a trabajar y cumplir cuatro horas todos los días, cinco días a la semana. Es así que empezamos a comercializar nuestros productos. Al principio los vendíamos acá en el barrio, aunque las ventas eran un poco bajas. Por las características del barrio, nos compraban a principio de mes y después no teníamos cómo seguir vendiendo. Hacíamos de todo, desde bolitas de fraile, churros hasta pre pizza. Y después, con la llegada de la pandemia, aparecieron los mercados virtuales. Ahí comenzamos a producir más y vender en lugares a los que antes no llegábamos. Entonces esto de los mercados virtuales cada 15 días, te abre una puerta muy grande. —Actualmente le están vendiendo panificados a varias instituciones santafesinas, como la que los aloja. ¿Qué pueden contar de esta situación? —OS: En este punto, hay un dato de contexto que es interesante: todas las instituciones de Santa Fe consumen productos de panadería. Y nosotros este año logramos que esta institución (el Movimiento Solidario Barrio Los Hornos) le compre a la UP el consumo de pan del comedor. Siempre se les compra a las panaderías comerciales y no a las UP que se dedican a la panadería, que hay un montón en la ciudad. —MB: El valor más importante de esto es que los mismos pibes del barrio están elaborando la comida para la gente del barrio. Eso es lo más significativo: que la gente vea que hay oportunidades, laburos, derechos laborales que se van ganando y se van apropiando. —¿Qué aprendizajes se llevan de esta experiencia de laburo? —OS: Yo vengo del mundo del teatro, y acá encontré otra forma de vincularme en algunos sectores. Con la gastronomía descubrí que el problema más grave que tiene la gente de los barrios es insertarse en el mercado laboral. Cómo entrar en el sistema laboral siendo de un barrio. Entonces, estas UP, que en el futuro ojalá se transformen en cooperativas, implican meterse dentro del mundo del trabajo, que las empresas no se los dan y no se los van a dar nunca. Por otro lado, vi que para cualquier pibe el ritmo de laburo, el venir todos los días a las 8 de la mañana y luego a fin de mes llevarte el pago por tu trabajo, te va cambiando la cabeza, te va generando una rutina. Hace un tiempo, uno de los chicos me preguntó cómo hacer para ahorrar plata a través de una cuenta bancaria. Por esas cosas da gusto seguir laburando en esto. Hay logros que son maravillosos.


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Un expreso al Oriente Medio

Mauricio Centurión

Folklore oriental, blues y swing latino en “La travesía de los espejos”, el primer disco solista de Bruno Bosio. Por Marcelo Przylucki Para él es casi una regla: no se puede viajar sin aprender los sonidos del destino. En 2011, de visita en el sur argentino, convivió con un grupo de música afrocolombiana y se enamoró de unas gaitas que se llaman kuisis. Un tiempo después, formaría el proyecto Suma Qamaña (del aymara “vida buena/ noble”). En 2018, persiguió una de sus fantasías de la infancia y activó para Oriente Medio, conoció India, Irán y en el desierto de Omán, “tuve contactos en primera persona con el Oud (laud árabe), los ‘khalijis’

(danzas y músicas del golfo pérsico) y las músicas tradicionales de la península arábiga. La conexión con el Oud fue inmediata y los deseos de aprender y experimentar crecieron día a día”, le dice Bruno a Pausa. El resultado de ello se llama La travesía de los espejos, un álbum que inmediatamente pasaría como de un músico nativo. Ya desde la apertura (“Espejismos”) nos lleva de paseo por un mercado persa completo de peatones y bicis y motos, con puestos de ropa, comidas y especias en fila por infinitas galerías desde las que se escucha clarísimo cualquier rumor de las infinitas

“Voy armando maquetas para próximas canciones” , dice Bosio, tras su primer disco.

conversaciones entre personas que pueden hablar sin barbijos (qué extraño parece hoy...). Totalmente mimetizado con sus posibilidades, Bruno ejecuta el oud con naturalidad y con el plus de un swing bailable, ese que no se aprende, que forma parte del ADN latino: “Si bien estoy conforme con el resultado como una primera aproximación, estoy visualizando un horizonte y ya voy armando maquetas para próximas canciones donde se pue-

da palpar más esa fusión de estilos e instrumentos musicales que tanto me inquieta, que es básicamente, poner un ojo atrás, recolectando lo transitado, y otro adelante, explorando nuevos sonidos” dice el músico, que ahora mismo está viviendo en Madrid. La grabación de La Travesía… no fue fácil porque empezó en el momento con más restricciones de circulación por la pandemia. Los primeros registros, en julio del año

pasado, los hizo Bruno con las herramientas que tenía en su casa; en octubre, en una segunda instancia, accedió a las grabaciones gratuitas que se ofrecen en la Mediateca de la ciudad con asistencia de Federico Teiler; en último lugar, el proceso se completó en el estudio CIMA. La lista de artistas que lo acompañan en estas siete canciones está formada por Mauricio Centurión en bendir, Eduardo Mezio en derbake, Facundo Bordas en violín, y Judith Léonardon en bansuri y voz. Esta última trabajó, además, como productora. En su casi media hora de duración, La Travesía… transmite una sensación de movimiento permanente, explora distintos estados de ánimo y nos conecta con sonidos que parecían estar en nosotres, esperando por volver a ser escuchados. Oriental en su clima, blusero en algunos de sus pasajes, cada nota parece decir muchas cosas durante lo que la cuerda vibra, lo triste y lo alegre, el pasado y el porvenir. Una resonancia perdura mientras cada uno de estos sonidos se luce y se aleja al mismo tiempo, como un eco o como una refracción o un reflejo, como bien se aclara en el título del disco.

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Canciones como flores: el segundo disco de Barro

Barro lanzó Canciones como flores, su segundo material discográfico editado en forma independiente. El álbum se encuentra disponible en las plataformas digitales del sello Shagrada Medra. Barro está integrado por Cintia Amorela Bertolino en voz y percusión, Franco Bongioanni en voz y guitarras, Gonzalo Díaz en percusión, teclado y coros y Agustina Cortés en saxo, teclado y coros. Las instrumentaciones contemplan una variada paleta tímbrica, que incluye desde cotidiáfonos hasta un sintetizador. Barro propone una forma santafesina de decir y cantar, moldeada por la diversidad musical que nos atraviesa. Canciones que nacen de una mirada sensible, construida revolviendo la mochila cultural y usando sin prejuicio lo que hay en ella: las tradiciones heredadas, las impuestas y las que elegimos como propias.


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AD+ Sobrevivientes del abuso

Lo nuevo de Giordanino

“Atleta A”: un documental que exhibe casos de abuso sexual que padecieron chicas adolescentes, por décadas, en el Equipo de Gimnasia de los Estados Unidos. Todo ello sumado a un férreo régimen de entrenamiento y el ocultamiento de las autoridades. de prisión por los cargos de pornografía infantil, agresión sexual en primer grado y agresión sexual. A la par de los testimonios personales que acreditaron los delitos, las mujeres que pasaron por el tribunal coincidieron en la reparación que implica quitarle poder al opresor, dejando atrás cualquier atisbo de vergüenza y de “normalización” de un vejamen. Más tarde o más temprano, hablar sana y el ocultamiento sistemático se despedaza.

Por María Luisa Lelli

Hasta el 20 de agosto Azogue tiene en preventa el nuevo libro de poesía de Analía Giordanino, Adentro suena nuestra nave. Una obra que“viene a recordarnos que el mundo de los sueños es el que más se parece a la literatura, que lo onírico es tan bello como lo poético” , anticipa Ferny Kosiak, con“mundos con mapas diferentes, con geografías que hacen pie en la realidad pero que se modifican” . Puede encargarse través del correo azoguelibros@gmail.com y por las redes sociales de la editorial, sin costo de envío a Santa Fe y Paraná.

Premio Salón Litoral 2021

La Municipalidad de Santa Fe convoca a artistas de todo el país a participar del Premio de Artes Visuales Salón Litoral 2021, retomando la tradición de los salones anuales que iniciaron su actividad en la década del 40 en el museo y marcaron punta en la historia del arte regional. Las obras seleccionadas formarán parte de una muestra en el Museo Municipal de Artes Visuales donde se hará entrega del Premio adquisición“Municipalidad de Santa Fe”y otros premios estímulo. Las inscripciones están abiertas hasta el 12 de septiembre.

El nombre y la imagen de Simone Biles recorrieron el mundo, en las últimas semanas, debido a que la joven admitió públicamente su malestar mental ante la presión que supone participar en una competencia de alto rendimiento como son los Juegos Olímpicos. Su nombre y su imagen aparecen y reaparecen en Atleta A, el documental de 2020 (Netflix), que no solo exhibe el hostigamiento y el cruel entrenamiento que han afrontado las gimnastas de Estados Unidos a lo largo de décadas, sino también –y centralmente– el abuso sexual reiterado por parte del médico del equipo oficial, Larry Nassar. Como si se despejase un manto de silencio y complicidades, el filme logra poner en evidencia la impunidad, los dolores contenidos, la vergüenza que soportan las víctimas, los malos tratos psicológicos, la obediencia obligada y las ofensas a través de las redes sociales. En la conjugación de todos estos factores se advierte el abuso de poder y la violencia machista que, con los años, han desafiado centenares de sobrevivientes –muchas de las cuales son entrevistadas– en el deporte de élite. Bajo la dirección de Bonni Cohen y Jon Shenk, esta realización parte de la experiencia y el testimonio de Maggie Nichols, quien denunció que Nassar había cometido abuso contra ella en 2015. Una vez que su madre y su padre se enteraron de lo ocurrido, se remitieron a las autoridades de USA Gymnastics. Sin embargo, la entidad no elevó la denuncia ni a la policía ni a la Justicia –infringiendo la norma– y como si fuese poco les indicó a los padres que el FBI estaría a cargo de la investigación y que no se debía interferir. Posteriormente, Maggie quedó fuera del equipo oficial que competiría en Río 2016. No fue casualidad. A partir de esa historia, Atleta A comienza a dar cuenta de las vivencias de otras deportistas (ya adul-

Los machos Maggie Nichols denunció un abuso en 2015 y quedó fuera de los Juegos Olímpicos 2016.

Como si se despejase un manto de silencio y complicidades, el filme logra poner en evidencia la impunidad, los dolores contenidos, la vergüenza contenida. tas), a través de sus propios testimonios, que también fueron abusadas y sometidas a un temerario régimen impuesto por Martha y Bela Károlyi. Se trata de un matrimonio que permitió la consagración de Nadia Comaneci, la gran figura de la gimnasia rumana en épocas del no menos terrorífico Nicolae Ceaucescu. Martha y Bela se instalaron en Estados Unidos con el mismo plan de trabajo bajo el brazo y montaron un centro de entrenamiento en un rancho localizado en Texas. Esa fue la casa del horror para niñas, adolescentes y jóvenes. Con la valía del interesante material de archivo, la historiografía necesaria, atinados primeros planos y la tensión adecuada, el documental se fortalece con las voces de un grupo de periodistas del The Indianapolis Star que llevó adelante

una meticulosa investigación y dio a conocer esta pavorosa realidad. Aunque para la prensa ese era el punto de inicio. El objetivo era llegar a lo más alto en la pirámide del ocultamiento: Steve Penny. Penny tuvo a su cargo, primero, el marketing y luego fue el presidente y CEO del Equipo Nacional de Gimnasia de Estados Unidos (USA Gymnastics). Tal como lo analiza una de las mujeres que pasaron por aquellas tortuosas experiencias, Jennifer Sey (productora del filme), a su país le gusta ganar en todo, lo que supone fomentar una cultura del éxito y, claro está, un buen negocio en relación con auspiciantes y recaudación de dinero. Para eso lo primordial era obtener galardones sin importar el costo. ¿Podría importar, en este contexto, el abuso y la aflicción de las chicas? ¿Y sus derechos? Todo debía ser encubierto y de eso se ocupó el jefe Penny. En su narración, el documental arriba a la instancia clave que permite darle sentido a la palabra justicia: lo hecho por la detective Andrea Munford y la abogada Angela Povilaitis, quienes lograron que Nassar –hábil para atraer la simpatía de sus víctimas mientras cometía abuso y aducía que se trataba de un procedimiento médico– cargase con la pena

Bonni Cohen y Jon Shenk también dirigieron Audrie y Daisy (2016, Netflix), un documental sobre los casos de abuso sexual que sufrieron dos adolescentes en Estados Unidos. La primera se suicidó, en 2012, tras ya no poder hacer frente al escarnio público que supuso la divulgación de imágenes de lo que para ella fue una noche de padecimiento. La segunda tomó la misma decisión el 4 de agosto de 2020. Ni más ni menos, el filme pone de manifiesto las características de la cultura de la violación, el maltrato –con agresiones en redes sociales– que deben afrontar las víctimas; y exhibe las masculinidades que dan por sentado que otra persona puede ser humillada sin ningún tipo de perjuicio. Es la expresión del machismo, siempre violento, en su forma más elocuente. El punto en común con Atleta A se encuentra en la propia violencia: la víctima no es dueña de su voz, no es dueña de su cuerpo, no es dueña de su pensamiento. Y qué decir de sus derechos si se tiene en cuenta que una relación sexual no consentida es una violación. El victimario, fiel a los preceptos machistas, se ampara en la complicidad de quienes saben y no hablan. La sociedad, por su parte, pone en juego todos sus prejuicios a la hora de condenar, discriminar, hostigar y responsabilizar a las chicas de sus propias dolencias. Aquí, allá y más allá, el patriarcado se lleva vidas y, con mejor suerte, sobrevivientes que no se callan.


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La magia y la filosofía de Deleuze

“¡El Gran Deleuze! para pequeñas máquinas infantes”, de Matías Moscardi: filosofía para chicos y grandes. Por Agustina Lescano En las playas de Mar del Plata, como en muchas otras playas, ruedan por la arena bolas de tanza enredada, perdidas de las cañas de los pescadores. Galleta de pescador les llaman a esas pelotas brillantes que se alimentan de papelitos, pelos o cualquier basura que arrastren en su camino, sirven para jugar a la pifia y brillan en el aire cuando el viento las hace flotar. “Es una gran imagen para un rizoma”, pensó Matías Moscardi, poeta e investigador de la costa argentina, y escribió ¡El Gran Deleuze! para pequeñas máquinas infantes. “¡Basta de historias! ¡Hablemos de otra cosa!” anuncia en su comienzo el libro, publicado este año por Beatriz Viterbo. Lo que sigue no es un cuento sino el secreto, muy bien guardado hasta el momento, de la “poderosa magia filosófica” de El Gran Deleuze. Se trata de Gilles Deleuze y Félix Guattari, autores de Capitalismo y esquizofrenia en sus dos volúmenes, El anti-edipo y Mil mesetas. Por el poder de su verdadera amistad, se fusionan en un mago de dos cabezas, “todo un personaje francés”. Es un libro para leer en voz alta, porque para abrirnos la puerta a su mundo de filosofía, el Gran Deleuze nos hace escuchar dos veces muchas de las cosas que decimos las máquinas infantes y las adulteces adultizadas, una división que no tiene que ver con la edad. A través de distintas lecciones, una y otra vez se presenta el momento de la observación, que puede llegar repentinamente con la lluvia –hecha de múltiples lluviosidades- y el momento de pensar, “poniendo cara de hacer caca”. Hasta que el truco de magia hace aparecer un concepto filosófico: multiplicidades, rizomas. agenciamientos maquínicos, rostricidades y devenires. Traen consigo una reflexión sobre los vínculos, la creatividad, la libertad, el cuidado y el amor. Es un libro de filosofía y un libro infantil en el sentido de que es un libro de preguntas y respuestas filosóficas y su escena de lectura más divertida es con las infancias, antes de dormir, o en el aula, en un taller o en una tarde de vacaciones. Lejos de la abstracción, para mostrarnos de lo que habla, el Gran Deleuze levanta del suelo una ramita caída y la da vuelta –un rizoma es lo contrario, dice- y después nos pide que agarremos lanas de colores para enredar todo lo que haya en la habitación para hacer visibles los rizomas, como si estuvieron impresos en tinta limón. También nos hace detener en la forma de la Y y de la O. La o es oposición, por eso la usan todo el tiempo las adulteces adul-

Las lecciones del Gran Deleuze son acompañadas por las ilustraciones de Aruki.

tizadas, en su manía de ordenar y catalogar. Encima, tiene la forma de un reloj. En cambio la Y hace conexiones y es un palito que crece hacia los costados: la herramienta ideal para construir un buen relato rizomático. Moscardi va y viene de la literatura infantil, de donde toma inspiración para su escritura y hacia donde invita a las máquinas infantes. Así como las lecciones trazan un mapa conceptual, hay un mapa de lecturas expandidas que une a Graciela Montes, María Elena Walsh -autora de “el hit inmortal para las máquinas infantes”, El Reino del Revés-, Silvia Schujer y Roald Dahl con Harry Potter, Hipo y Chimuelo de Cómo entrenar a tu dragón y Han Solo. ¿Cómo entra y sale todo esto de la galera del Gran Deleuze? Pausa habló con el autor sobre algunos de los trucos de su creación. —¿Por qué Deleuze para las infancias? —Me atrevería a decir que hay cierto gesto de concordancia espontánea, de coincidencia armónica, hasta de “naturalidad”, aunque la palabra suene horrible. Como decir: ¡Deleuze para niños! ¡Cómo no se me había ocurrido! Es casi una obviedad. Lo que quiero decir con

esto es que ni siquiera lo inventé yo: está ahí, en lo que Deleuze y Guattari escribieron. Hay, en sus obras en colaboración, una preocupación filosófica y política constante por reafirmar la desedipización de los niños, por aprender nietzschianamente de ellos, en todo lo que en sus juegos, en su relación con el lenguaje, en sus líneas de fuga y devenires permite eludir las formas coercitivas que tiene el capitalismo de captarnos, estratificarnos, segmentarizarnos, identificarnos, estancarnos y volvernos infelices. En cambio, los niños, para Deleuze y Guattari, no saben nada de mamá y papá y mucho menos del dinero de mamá y papá. Edipo es producto de la máquina paranoica adulta, para ellos no viene con la infancia. Los niños son seres irreverentes, móviles, “en flujo” podríamos decir. Después viene el Windows XP de la adultización y todos terminamos normalizados, posteando nuestras opiniones en Facebook, comiendo hamburguesas y viendo cómo llegar a fin de mes. Pero a un niño no le interesa nada de eso, ni siquiera tiene sus emociones separadas unas de las otras: se ríe, al segundo llora, después vuelve a reír y al segundo siguiente pone una cara de seriedad

que te caés de culo. ¡Son nómades emocionales! Sus afecciones se la pasan de desterritorialización en desterritorialización, para usar ese concepto-trabalenguas. Nosotros, en cambio, ¿cuántas veces demoramos más de un año en superar que se nos rompió la pantalla del celular? ¿Cuánto tiempo nos dura la angustia de duelar un sánguche? En Deleuze para las infancias no hay rareza, no hay extravagancia. O por lo menos yo no lo veo así. Hay pura coincidencia y celebración de esa coincidencia. —Al comienzo, el libro anticipa que no va a contar una historia, sino un secreto. ¿Por qué elegiste narrar desde ahí? —Claro, el libro parte de la idea de que estamos sobrepasados de historias, de que nuestra cultura nos vive contando algo todo el tiempo: la Era Netflix. A la vez, dice que ojalá que nunca nos cansemos de las historias. Entonces, el secreto aparece ahí como una excusa o una alternativa a la historia, al relato. En vez de contar un cuento, recibís un secreto: esto tiene algo de revelación tanto como de chusmerío, lo cual también remite a una lógica de la réplica, de la variación y del equívoco. Sabemos que los secretos, a medida que se cuentan, se deforman, como en el “Teléfono descompuesto”. Eso abre la posibilidad, justamente, de componer y descomponer los conceptos: armarlos, desarmarlos, reinventarlos. Total es un secreto, nadie se entera. —¿Cómo pensaste el estilo de escritura? —El estilo estuvo antes que la idea del libro. Para mí es muy importante dar con una voz antes de empezar a escribir. La voz que aparece en El Gran Deleuze salió de una, quizás como producto de lecturas asociadas a la literatura infantil pero también tomadas del cine y de los dibujitos. Yo soy fan de los dibujitos. Ahora que lo pienso creo que esa voz viene de ahí. El narrador parece un dibujito. Me acabo de dar cuenta, qué loco. Me lo preguntaron varias veces y recién ahora caigo. Quiero decir: siempre respondo que la voz está tomada de la literatura infantil.

Pero a la literatura infantil fui después, a medida que escribía el libro, como acompañamiento de lectura. La voz, en cambio, ya estaba desde antes. Y sale de ahí, de los dibujitos que miraba cuando era chico. Obviamente está atravesada de mi trabajo como docente y, sobre todo, por la poesía. Pero el tono es ese: me imagino, ahora, al narrador como un dibujito animado. —¿Dónde están, quiénes son, las máquinas infantes y las adulteces adultizadas? —Creo que en el libro no hay imágenes antropomórficas de las máquinas infantes ni de los adultos adultizados, así como tampoco hay descripciones o rasgos físicos que permitan hacernos la idea clásica de un personaje. Cuando las proyectamos en la mente, seguramente aparecen hasta personas concretas –onda: un amigo re adultizado– pero me gusta pensarlos más bien como sistemas gravita-

“En Deleuze para las infancias no hay rareza, no hay extravagancia. Hay pura coincidencia y celebración de esa coincidencia”, afirma Matías Moscardi. torios donde flotan determinadas formas de existencia, modos de sentir, pensar y decir. La otra vez, en una charla con Darío Sztajnszrajber sobre El Gran Deleuze, él notó muy bien que la adultización hace sistema con el logocentrismo y, por lo tanto, con el capitalismo. Entonces reformulo: ¿dónde está el capital? ¿Quién es el Capitalismo? Bueno, sería difícil adjudicarle una identidad a esos movimientos. Sin embargo, podemos imaginar personas completamente captadas por el capitalismo, sujetos del/al capitalismo. Con las máquinas infantes o la adultización sucede otro tanto: no sé si son “sujetos” o, mejor, afecciones, intensidades, desplazamientos, conexiones.


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AÑO 14 - Nº 277 | JUEVES 12 DE AGOSTO DE 2021

PAUSA | COCOLICHE

La familia López encerrada

Escolazo zodiacal de agosto

Capítulo 9

Por Adrián Brecha

Aries

Todo buen comienzo puede llevarnos a lugares diferentes: evite el barro. No es un buen momento para inversiones a largo plazo, mejor compre oro. Amor: bien, sin cambios en el frente. El frío puede tener su encanto.

Tauro

Al fin y al cabo no somos más que personajes en busca de una trama que le de sentido a la historia, tratando de identificar la narrativa en la que estamos inmersos. Amor: un mes de salud estupenda.

Géminis

Para qué trabajar si lo que busca es el descanso. Hará más cosas si trabaja en equipo con compañer@s. Evite juzgar a la ligera algo que más tarde se volverá en su contra. Amor: no hay nadie más indeseable que aquel a quien se deja de desear.

Piscis

Las noticias financieras que recibiera serán buenas. Surgirán oportunidades de éxito por lo general ajeno. De todas maneras, manténgase alerta. Por la noche, leve tendencia a preocuparse. Igual que siempre, pero sin motivo.

Cáncer

Por momentos la ficción es la única manera de pensar lo verdadero. En el amanecer, el sol se enciende. Por favor, no busque más excusas, es un buen momento para hacer lo que tiene ganas. Al menos inténtelo.

Leo

Buen momento para repasar sus recuerdos y desechar los viejos rencores. Tendrá tiempo extra para aprovechar los mejores momentos. No haga de la tristeza una virtud. Amor: ¿puede hacernos mejores?

Virgo

Por momentos sentirá que el tiempo se escurre sin posibilidad de retorno. Desconecte el módem un par de horas y hasta puede ser feliz. Se sorprenderá. Si un pez dijera: si no hay ninguna vida eterna en el agua ¿saldría a deambular por la tierra?

Capricornio

Sólo tiene que seguir a su corazón y mantener la sonrisa. Luego pagar los servicios y el alquiler. Intente despertar cada día sin saber si será uno de esos que cambian su vida para siempre.

Libra

Cuanta más realidad le pertenece a la naturaleza de una cosa, más tiene ella por sí misma fuerzas para existir. Es siempre y en todo momento, todo lo que puede ser. Nada es fácil o difícil en sí. Amor: no deje de bailar.

Escorpio

La cerveza es la mejor prueba de

que Dios nos ama y quiere que seamos felices. Amor: la vida es acción. Lo duro, atravesable. La pasión camina desnuda entre la hierba.

Sagitario

Algo malo debe tener el trabajo, o nos cobrarían por hacerlo. Lo mejor es reír. La risa contra todo tirano. Vamos a reírnos para alejar

a los fantasmas. Es preferible pensar que Dios no está muerto, sino borracho.

Acuario

Agosto será excepcional para quienes vivan bajo este signo. La inspiración desbloquea el futuro. No podemos cambiar nuestro destino, pero podemos acudir a su encuentro o seguir mirando series.

BAJO EL FRESNO Cooperativa de trabajo


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