Pausa 274

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AÑO 14 - Nº 274

Periódico Pausa

EDICIÓN DE 16 PÁGINAS

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JUEVES 24 DE JUNIO DE 2021 PRECIO: $100

Gabriela Carvalho

Inyección de esperanza

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Después del pico de contagios registrado a principios de junio, llegó un aluvión de vacunas al país, que ya cuenta con más de 25 millones de dosis. Mientras acelera la campaña a nivel nacional, en Santa Fe abren nuevos vacunatorios. Ya se producen medicamentos contra el coronavirus en la Argentina. Enfermera y sabalera

Entrevistamos a Joana Carrizo, la capitana de Colón que también trabaja en la Terapia Covid del Cullen. El campeonato logrado por el Sabalero, dice, es“un gran regalo para todos los que tanto lo PÁG. 8-9 esperamos” .

Un horror que no terminó en 1983

Cannabis, una planta terapéutica

Semblanza de Yuli Czeslaw Popowicz

La Causa Laguna Paiva revela hasta qué punto la dictadura se ensañó con las y los obreros que estaban participando en política en forma organizada. Ya finalizó la etapa de pruebas y hubo una inspección ocular en el Departamento de InforPÁG. 7 maciones.

La ley 27.350 regula la investigación médica y científica del uso medicinal del cannabis. Con la puesta en marcha del Registro del Programa de Cannabis, la Argentina da un paso fundamental hacia la ampliación de derechos en el PÁG. 6 campo de la salud.

Llegó en barco a la Argentina huyendo de los horrores de la posguerra. En tierras santafesinas abrazó distintos oficios y puso en marcha, en Los Palmeras y luego en Yuli y Los Girasoles, un inconfundible estilo de cumbia que resuena hasta nuestros días. PÁG. 12

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PÁG. 4-5

Adiós a los 90: la decadencia de Tinelli, PÁG. 11 Rial y Lanata, por Belén Degrossi Homenaje al poeta Fernando Callero en el Argentino de Literatura de la UNL PÁG. 14


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AÑO 14 - Nº 274 | JUEVES 24 DE JUNIO DE 2021

PAUSA | LA QUINCENA

PROYECTO DE LEY

La enfermería sí es una profesión

El presidente Alberto Fernández presentó un proyecto de ley que busca jerarquizar el trabajo y la formación del personal de enfermería. La iniciativa propone establecer los mecanismos necesarios para favorecer su formación continua y de calidad e incrementar la cantidad de trabajadores según las necesidades de cada provincia. “Es un acto de reparación”, dijo Fernández. El mandatario agradeció a enfermeros y enfermeras por estar “al frente de la batalla” contra el coronavirus. Entre los ejes del proyecto se dará carácter de Ley al Programa Nacional de Formación de Enfermería en la órbita del Ministerio de Educación, según los lineamientos del Consejo Federal de Educación. Asimismo, se promoverá el acompañamiento en la profesionalización de los auxiliares de enfermería, que actualmente integran el sistema de salud público y privado para que validen sus conocimientos y puedan acceder a tecnicaturas y licenciaturas. Además, la iniciativa contempla el otorgamiento de becas y la provisión de instrumentos para trabajo y estudio.

STAFF DIRECTOR Ezequiel Nieva SECRETARIO DE REDACCIÓN Juan Emilio Pascual COLABORADORES Lic. Ramiro, Alan Valsangiácomo, Gonzalo Andrés, Ileana Manucci, Gastón Chansard, Mari Hechim, Marcelo Przylucki, Bautista Veaute, Lucía Guadagno, María Luisa Lelli, Mariángeles Guerrero, Agustina Lescano, Federico Coutaz, Analía Giordanino, Javier Gatti, María Belén Degrossi, Gabriela Carvalho, Rodrigo Barba y Sebastián “Rebo” Pérez CONTACTOS Tel: (0342) 154 344 277 pausadigital@gmail.com EN LA WEB: pausa.com.ar

Los artículos firmados no reflejan necesariamente la opinión del editor.

Pausa Nº 274, 24/6/2021 Propietario: Cooperativa de Trabajo Bajo el Fresno Limitada Director responsable: Ezequiel Nieva Domicilio legal: Lavalle 3447, Santa Fe Registro de la Dirección Nacional de Autor en trámite Impreso en DWP SRL, Ayolas 241 Bis, Rosario (Santa Fe)

Saluden a la Setúbal, que se está secando

Vista aérea de la Lagua Setúbal y el río Santa Fe desde el norte de la ciudad. En el centro se observa cómo surge el lecho a la superficie, debido a la bajante. Foto: Prensa UNL.

Mientras se está debatiendo el futuro de la Hidrovía, la sequía está dejando sin caudal al Paraná. Estudios científicos permiten estimar que los niveles mínimos del río previstos para los próximos días del mes de junio serán los más bajos desde que hay registros. A un año de la bajante más importante que ocurrió en nuestro gran río en los últimos 50 años, se acentuarán

3,3% de inflación en mayo

Los precios al consumidor (IPC) subieron 3,3% en mayo, mostrando una baja respecto del mes anterior cuando se llegó a la medición de 4,1%. La inflación anual ya es del 21,5% y la interanual se ubica en el órden del 48,8%. El mayor incremento en el mes fue en Transporte (6,0%). La suba en Alimentos y bebidas no alcohólicas (3,1%) fue la de mayor incidencia. El incremento se explicó principalmente por aumentos en Aceites, grasas y manteca; Café, té, yerba y cacao; Carnes y derivados; Leche, productos lácteos y huevos; Verduras, tubérculos y legumbres; y Pan y cereales, los cuales estuvieron parcialmente compensados por la baja en Frutas.

los impactos geomorfológicos en el paisaje. El cegamiento completo de cauces y el avance del delta del Arroyo Leyes sobre la Laguna Setúbal serán los más significativos a nivel local. “Es alta la probabilidad de un agravamiento de la bajante en el río Paraná. Con la tendencia prevista, todo el tramo del río Paraná en territorio argentino alcanzaría niveles de similar

orden a los del año más bajo de la historia registrada: 1944. No se espera una mejora sensible en los próximos meses. El mes de julio será especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico, especialmente la captación de agua fluvial para consumo humano” . La cita corresponde a un contundente informe que el Instituto Nacional del Agua (INA) emitió el 15 de junio.

EXENCIONES TRIBUTARIAS Y MORATORIA

Por la pandemia, el Concejo aprobó ayudas al comercio En el marco de la emergencia sanitaria y las restricciones impuestas a diferentes actividades económicas por la pandemia del coronavirus, la Municipalidad elaboró un paquete de medidas que fue aprobado por todos los bloques del Concejo en la sesión del 10 de junio y que establece una serie de beneficios tributarios. El sector gastronómico queda eximido del pago de las tasas de Bromatología y por Ocupación del Espacio Público, entre los meses de mayo y agosto de 2021. Se eximirá del pago del Derecho de Registro e Inspección entre mayo y agosto de 2021 a los contribuyentes del régimen tributario simplificado, los gimnasios, las canchas de paddle y fútbol 5. Los peloteros, salones de baile, salones de fiesta y discotecas están eximidos desde el 1 de enero y hasta que vuelvan a habilitarse estas actividades. Por otra parte, los transportes escolares quedan eximidos del pago

de la Tasa de Fiscalización entre mayo y agosto de 2021. Además, se incluye la condonación y eximición del pago de las primeras seis cuotas de la TGI (enero a junio inclusive de 2021), a: alojamientos por hora; apart hoteles y hoteles de 1 a 4 estrellas; servicios mayoristas y minoristas de agencias de viajes habilitadas con local comercial; gimnasios, fútbol 5 y actividades similares. Por último, se establece una moratoria para todos los tributos municipales entre el 1 abril de 2020 y el 30 de abril de este año. Las deudas se podrán regularizar en hasta 24 cuotas sin intereses. La concejala del Frente Progresista Laura Mondino destacó que “Es un esfuerzo muy grande de las arcas municipales y da cuenta de la decisión política de una gestión que acompaña a los sectores damnificados”. La propuesta, elevada por el intendente Emilio Jatón, va a beneficiar a más de 1300 actividades.

En este sentido, para el 29 de junio, en los puertos de Santa Fe y de Rosario, se espera un nivel mínimo del río Paraná de 0,25 y 0,00 metros, respectivamente. “A 5 o 6 km de la ciudad, donde hasta no hace mucho estaba el borde norte de la laguna, ahora hay vacas pastando” , graficó el investigador Carlos Ramonell, de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la UNL.

2,8%

aumenta la canasta básica Según el Indec, en mayo una familia tipo precisó de $27.423 para cubrir la canasta básica alimentaria, que la coloca por encima de la línea de indigencia. La misma familia tipo necesitó más de $64.445 para cubrir sus gastos y no ser pobre. La variación de la Canasta Básica Alimentaria con respecto al mes de abril fue de un 2,8%, mientras que la Canasta Básica Total aumentó un 2,4%. Las variaciones interanuales de la CBA y la CBT resultaron del 53,4% y 49,6%, respectivamente. Ambas cifras están muy por encima de la inflación general durante el mismo período, lo cual muestra un mayor impacto del alza de precios en quienes menos tienen y permite pronosticar un aumento de la pobreza.


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LA QUINCENA | PAUSA HORA LIBRE

¿Y LOS NARCOS DÓNDE ESTÁN?

El público se renueva

Secuentran 400 kilos de cocaína en Villa Gobernador Gálvez Un cargamento de unos 400 kilos de cocaína fue secuestrado por la Policía Federal en el interior de una lujosa camioneta, en un garaje de Villa Gobernador Gálvez, el viernes 18 de junio. Estaban envueltos en 369 panes, con droga de máxima pureza. El operativo se produjo en el marco de 11 allanamientos ordenados por la Justicia Federal tras una investigación que está a cargo del titular de la Fiscalía Federal 2° de Santa Fe, Walter Rodríguez. Además de la cocaína, los investigadores de la Policía Federal incautaron una flota de vehículos, una embarcación, celulares y documentación contable. Cinco personas fueron detenidas, dos de ellas sindicadas como organizadoras de un grupo que actuaba a nivel internacional y distribuía los estupefacientes en Santa Fe y Buenos Aires. Según fuentes policiales, la droga secuestrada tiene un valor de 11 mil dólares por kilo, que al ser estirada triplica su peso; se estima que el cargamento secuestrado asciende a unos 10 millones de dólares a valores del mercado nacional.

La droga llegaba al país vía aérea. Al menos uno de los cargamentos se descargó en un campo en Larrechea, localidad del departamento San Jerónimo. Luego, la guardaban en galpones y garajes para distribuirlas a gran escala en camionetas BMW. “Las investigaciones señalan que exportaban cocaína por el Paraná, el mismo río que está privatizado desde 1995 y bajo el control de empresas extranjeras que forman parte del problema al mirar para otro lado sobre lo que entra y sale por los puertos que ellas mismas controlan. Estos 400 kilogramos de cocaína forman parte de un escalón superior del negocio y que por esa misma razón no aparece en lo cotidiano informativo”, señaló el diputado provincial del Frente Social y Popular Carlos Del Frade, quien ingresó en la Legislatura pedidos de informes sobre el mapa de las bandas que operan en los barrios de Rosario, Santa Fe, Rafaela, San Lorenzo y Reconquista; y también sobre la escasa cantidad de causas por lavado de dinero que se tramitan tanto en el país como en la provincia.

La frase: “Pudo haber alguna situación aislada, pero no hay vacunatorios VIP en la provincia de Santa Fe”. Roberto Sukerman, ministro de Gobierno de Santa Fe, en la interpelación sobre la campaña de vacunación en la Legislatura, el 14 de junio.

Avanza el cupo laboral travesti trans

La Cámara de Diputados de la Nación aprobó en la madrugada del viernes 11, por amplia mayoría, el proyecto de ley de inclusión laboral para la población trans, travesti y transgénero, donde se establece que el Estado deberá contratar al menos el 1% de la dotación de la administración pública, en todas las modalidades de contratación regular vigentes. La iniciativa se debatió durante y de Trabajo y Previsión Social, en el tres horas y sumó 207 votos a Senado de la Nación. favor; 11 en contra y 7 abstencioAdemás del cupo, el proyecto nes; éstas dos últimas expresiodice también que“a los efectos nes correspondientes a diputados de garantizar la igualdad real de de Juntos por el Cambio, en su oportunidades, el requisito de termayoría del PRO. En este sentido, minalidad (sic) educativa no puede Santa Fe aportó el voto en contra resultar un obstáculo para el ingreso del vicepresidente del PRO nacioy permanencia en el empleo en los nal, Federico Angelini. términos de la presente Ley” . TamDesde el jueves 17 el proyecto bién considera que se entiende por es debatido en el plenario de las “personas travestis, transexuales y comisiones de Banca de la Mujer transgénero a todas aquellas que se

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Por Licenciado Ramiro

Horacio

El sociólogo y ex director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, falleció el martes 22 a los 77 años, tras pasar algo más de un mes de internación a raíz de un cuadro de coronavirus, confirmaron fuentes cercanas al escritor. González, quien estaba a cargo del departamento de publicaciones de la Biblioteca Nacional, fue ingresado el 19 de mayo al sanatorio Güemes de la ciudad de Buenos Aires tras dar positivo de Covid 19 y su salud había desmejorado en los últimos días. Sociólogo, docente y ensayista argentino nacido en 1944, era uno de los referentes intelectuales más importantes del país, cuyos análisis de la literatura y la política (con su rol como fundador de Carta Abierta) contribuyeron significativamente a cultivar una lectura crítica y comprometida de la realidad, al filo de la disidencia. La triste noticia fue confirmada el mismo martes 22 por su esposa, la folclorista Liliana Herrero. Mauricio Centurión

autoperciben con una identidad de género que no se corresponde con el sexo asignado al nacer” . El proyecto contempla además que las“contribuciones patronales que se generan por la contratación de las personas beneficiarias de la presente ley podrán tomarse como pago a cuenta de impuestos nacionales” y ese beneficio se extiende a un año y a dos en el caso de las pequeñas empresas.

El hecho de haberme dado de baja del cable un mes antes de que se declare la pandemia fue determinante para que el año pasado descubriera los podcast. Me copé escuchando un montón de entrevistas a artistas y deportistas que me caen bien y que dijeron más o menos lo que yo esperaba que dijeran. Pero como uno de los principales motivos por los cuales dejé de mirar televisión es que me harté de escuchar y ver solo lo que coincide con lo que yo pienso, me metí con podcast de gente completamente extraña para mí y le saqué mucho provecho a la cosa. Cuando digo “gente extraña” me refiero tanto a lxs entrevistadxs como a los entrevistadores. Arranqué con “Humanos”, de Esteban Menis, y “Comedia”, de Adrián Lakerman, hasta que di con “Caja Negra”, la serie de entrevistas de Julio Leiva a artistas, deportistas, streamers y youtubers que son quienes hoy marcan tendencia en los consumos culturales de las generaciones más jóvenes. Así fue que conocí el laburo de tipxs como Martín Garabal, Migue Granados, Noelia Custodio, Bizarrap, L-Gante, Ibai, Cazzu, Duki y otrxs a quienes con seguridad Pappo mandaría a buscarse un trabajo honesto. Desde luego, eso habla mal de Pappo y no de lxs demás. Pero además de la obra, conocí algo que me interesa muchísimo más: cómo ven el mundo. Su cosmovisión y en lo que están pensando. ¿Qué es importante? ¿Dónde buscan el placer y la felicidad? Todas preguntas que nos hicimos a nosotrxs mismxs en algún momento y que de seguro respondimos diferente a como se respondería hoy. Se podrá pensar que me agarró el viejazo y quiero estar a la moda para no asumir el imprudente paso de los años. Para ser sincero, la música nueva que escuché este año me gustó muy poco y, mucho más importante, no la entiendo. Y no está mal. L-Gante me fascina porque me pone de cara frente a los límites de mi supuesto progresismo. ¿Por qué? Porque lo escucho y me doy cuenta que mi mundo llega hasta la puerta de la villa y que además es solo apto para mayores de 25. Lo escucho y no entiendo de lo que habla. Escucharlo a L-Gante es como mi momento mayéutico socrático: soy consciente de que no sé. Algo parecido me viene pasando en el aula donde noto que lxs otrxs son efectivamente otrxs. Extrañxs que ven y, por lo tanto, viven en un mundo muy diferente al mío. Es otra generación. Incluso se nota en la relación que plantean con la autoridad. No ven lo que yo veía en mis profesorxs. Esto me pone

ante el desafío de la transferencia. ¿Cómo hago para interesarlxs? ¿Cómo lxs convoco y les llamo la atención? ¿Cómo hago para convencerlxs de que lo que les digo es importante? Obviamente estas preguntas las planteo desde siempre, pero hasta hace poco no había problema porque con alguna referencia a Volver al Futuro y Los Simpsons lo solucionaba. El problema es que ahora son muy pocos/as quienes conocen a Marty y al Doc y que ya hay jóvenes que no crecieron viendo a Los Simpsons. Entonces, si el fin es interesarlxs: ¿les puedo hablar de lo que a mí me gusta suponiendo que saben de lo que les hablo? Y si no lo saben, ¿cómo reacciono a eso? Tengo la sensación de que está bastante naturalizado reaccionar señalando al estudiante de ignorante. Estuve de los dos lados de la mecha y hoy no quisiera seguir naturalizando ese tipo de vínculo entre profesorxs y estudiantes porque está basado en que “todo pasado que me gustó a mí fue mejor” y sin eufemismos eso me parece lisa y llanamente una mierda. Pienso que si se encara el vínculo con lxs estudiantes desde el desprecio a lo que sienten que les pertenece, no se va a lograr transferir interés y placer por aprender algo que puede ser interesante o importante. Por esto creo necesario indagar en los consumos culturales de lxs estudiantes y en sus nuevas formas de comunicación. No con el objetivo de “ser uno de ellxs” porque de algún modo eso me parece perverso, pero sí para saber cómo tratar de interesarlxs en algo que a priori puede no tener nada de interesante. Si logro hacer que Saussure les hable de L-Gante creo que voy a estar más cerca del fin educativo que si les hablo del Doc o si me hago el enojado porque no saben lo que significan 1.21 Gigawats. Con dicho criterio, ellxs podrían tranquilamente enojarse porque yo no escucho a Bizarrap o BTS. Me resulta extraño creer que partiendo del prejuicio de que lo que a mí me gusta siempre es mejor que lo que no me gusta o no conozco pueda surgir un diálogo. Es menospreciar y ningunear al otrx, y encima desde una posición de privilegio en una relación de poder en la que lo fundamental siempre es el otrx: la relación pedagógica. Es fundamental para pretender enseñar y que otrx tenga ganas de aprender no hacerle sentir que sus gustos son una porquería. Donde a unx lo tratan así no le dan ganas de volver. O sí, pero solo para dar la asistencia si es obligación y no para aprender. Así es obvio que para lxs estudiantes estudiar solo se va a tratar de aprobar. ¿Encima les vamos a echar la culpa?


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PAUSA | ASUNTOS PÚBLICOS

La mejor noticia en el peor momento Argentina ya cuenta con 25 millones de dosis de la vacuna contra el Covid. Abren nuevos vacunatorios. Por Ezequiel Nieva Con el arribo de 4 millones de dosis esta semana, la campaña de vacunación contra el coronavirus cobra un nuevo impulso en el país. El gobierno nacional ya distribuyó más de 20 millones de dosis entre las provincias, sobre un total de 25 millones recibidas. “Se viene escalando con mucha velocidad en todo el territorio nacional y eso es lo que necesitamos para terminar con la pandemia”, sostuvo el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el lunes 21 durante la llegada de un nuevo embarque desde los Estados Unidos. La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, no tiene dudas

Carla Vizzotti: “Si logramos avanzar con la vacunación y con los cuidados, seguramente va a ser menos importante el rebrote y bajarán los contagios”. de que la mejor estrategia es avanzar lo más rápido posible con la campaña: “Si logramos avanzar con la vacunación y con los cuidados, seguramente va a ser menos importante el rebrote y podremos sostener este descenso (de contagios) que se está viendo en la mayoría de los aglomerados urbanos”. En efecto, la aceleración de la campaña de vacunación –que marcó cifras récord durante junio– y las medidas restrictivas que se profundizaron a partir de mayo contribuyeron a mejorar la situación sani-

taria después del pico de contagios registrado en el inicio del mes. “Por tercera semana están disminuyendo los casos de coronavirus en forma sostenida”, valoró la ministra Vizzotti el último martes. Desde Nación remarcaron los hitos del Plan de Vacunación. Al empezar el invierno, ya fueron inmunizados con una dosis 13,5 millones de personas que forman parte de la población objetivo; lo mismo que el 90% de los mayores de 60 años –de los cuales el 30% ya tiene el esquema de vacunación completo de las dos dosis– y la totalidad del personal de salud. Esto implica que, a nivel nacional, el 32 % de la población comenzó el esquema de vacunación, del mismo modo que el 47% de los mayores de 20 años. La aceleración de la campaña de vacunación, combinada con las medidas de cuidados, favoreció la disminución de los casos nuevos de Covid en todas las regiones del país: en el AMBA se registró un descenso del 22,5% en las últimas tres semanas; en la zona centro del 23,85%; en Cuyo, del 22,83%; en el NOA, del 13,8 %; en el NEA, del 15, 9%; y en el Sur se dio el mayor descenso de casos, con un 34,68% de disminución. Eso provocó además un descenso en el número de personas internadas en unidades de terapia intensiva con Covid, lo que generó un poco alivio en la tensión del sistema de salud en los principales aglomerados urbanos. Para tener una real dimensión del avance de la vacunación es necesario comparar las cifras de Argentina con las de otros países. Con la misma cantidad de dosis que aplicó nuestro país hasta el mes de junio, 184 países –incluyendo Bélgica, Hungría, toda la Escandinavia, Chi-

Gabriela Carvalho

A poner el brazo: en la ciudad de Santa Fe se sumaron 11 nuevos centros de vacunación.

le e Israel– ya habrían superado el 70% de su población vacunada. El dato no es menor: la Argentina no es dueña de las vacunas, las compra o las produce bajo patente. Apenas un puñado de países centrales, como China, Estados Unidos, Rusia, Alemania, Inglaterra y la India, detentan las patentes y cuentan con una mayor capacidad de producción. En ese contexto, el Plan de Vacunación desplegado en la Argentina cobra mayor valor. En Santa Fe

Desde el miércoles 23 de junio se suman al Plan de Vacunación once centros de salud de la ciudad de Santa Fe, confirmó el Ministerio de Salud de la provincia. Entre ellos, se cuentan los de Barranquitas, Chalet, Yapeyú y Alto Verde. Además de estos nuevos espacios, continuarán funcionando los puestos de La Esquina Encendida, el Centro de Educación Física Nº 29, el Cemafe y el hospital de campaña Iturraspe.

En los nuevos centros de vacunación se aplicarán en total unas 350 dosis por día, pero con la idea es ir incrementando en forma progresiva la cantidad de puntos fijos hasta llegar a los 50 efectores de salud de la ciudad, indicó la semana pasada el director de la Región de Salud Santa Fe, Rodolfo Roselli. Como viene ocurriendo desde febrero, cuando comenzó la inoculación dirigida a la población de riesgo, la forma de acceder a la vacuna será a través del sistema de turnos que coordina el gobierno provincial. A esos nuevos centros de vacunación se sumará un nuevo punto estratégico, por su tamaño y su ubicación: La Redonda. Está previsto que allí funcione uno de los principales vacunatorios de la ciudad, comparable a La Esquina Encendida. “Pretendemos que la vacuna se encuentre lo más cerca posible de la gente y, en ese sentido, los centros de salud van a cumplir un rol fundamental”, destacó Roselli.

Soberanía

Al margen de los países más poderosos del mundo, que cuentan con las patentes y la tecnología para producir vacunas contra el coronavirus, Cuba logró desarrollar en apenas un año su propio medicamento, un orgullo para la isla después de seis décadas de feroz bloqueo. La vacuna Soberana 02, desarrollada por el Instituto Finlay, mostró una eficacia del 62% en su esquema de dos dosis (el esquema final es de tres dosis). El medicamento ya cumple con los requisitos de la Organización Mundial de la Salud de superar el 50% de efectividad. El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, afirmó que el desarrollo tecnológico es una buena noticia para aquellos países que“no tienen acceso a ninguna de las otras vacunas” . La eficacia fue reconocida por especialistas del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí de La Habana, el Centro de Inmunología Molecular y el Ministerio de Salud Pública. El estudio incluyó a clínicos, epidemiólogos y estadísticos. Los científicos del Instituto Finlay indicaron que pronto se dará a conocer la eficacia de la combinación de la vacuna Soberana 02 con la Soberana Plus, otra formulación que lideró el mencionado instituto junto a más instituciones científicas cubanas.


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Un logro argentino: el primer lote de vacunas Sputnik V El laboratorio argentino Richmond anunció el 18 de junio que había finalizado la producción de las primeras 448.625 vacunas Sputnik V. Las vacunas fueron enviadas al operador logístico, a la espera de la liberación final por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) y del Instituto Gamaleya. “Agradecemos el arduo trabajo de nuestros profesionales para alcanzar este primer objetivo, y continuar con nuestro compromiso de tener producción local de vacunas. Es otro hito más en nuestro sueño de ayudar a vivir más y mejor”, expresa el comunicado de Richmond. Este mes, la vacuna desarrollada por el Instituto Gamaleya comenzó a producirse en gran escala en la planta que Laboratorios Richmond –una farmacéutica regional con base en nuestro país– posee en el partido bonaerense de Pilar. El objetivo es fortalecer el Plan Estratégico de Vacunación que despliega el

Personal del laboratorio Richmond, que elabora la vacuna Sputnik en nuestro país.

gobierno nacional en todo el país y ampliar la accesibilidad de las vacunas en América Latina. El pasado 8 de junio llegaron a Argentina los activos necesarios para la fabricación. En febrero, el apoderado de Richmond, Patricio Carballés, comunicó la firma de un memorándum de entendimiento con el Fondo de Inversión Directa de Rusia, representante del Insti-

tuto Gamaleya, para la producción en Argentina de la Sputnik V. En abril, se anunció la producción del primer lote. La eficacia del Sputnik V es del 97,6% según el análisis de los datos sobre la tasa de infección por coronavirus entre los vacunados en Rusia con ambos componentes del Sputnik V desde el 5 de diciembre de 2020 al 31 de marzo de 2021.

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Fracaso global A este ritmo, los países pobres estarán vacunados en 57 años y los ricos en 6 meses. A un año de su lanzamiento, el fondo Covax –destinado a proveer de vacunas a los países más pobres del mundo– apenas distribuyó 72 de los 172 millones de dosis que tendría que haber administrado, según admitió el secretario general de la ONU, António Guterres. De las 2100 millones de dosis inoculadas en el mundo, Covax proveyó el 4%. Covax anunció el 2 de junio que había alcanzado los 8300 millones de dólares necesarios para comprar y distribuir vacunas en los 92 países más pobres y de medianos ingresos del mundo. Tardísimo. “Al día de hoy, diez países administraron el 75% de todas las vacunas contra el Covid, mientras que en los países más pobres los trabajadores de salud y las personas con comorbilidades todavía no pueden acceder”, reconoció Guterres. En agosto de 2020, Estados Unidos había concretado acuerdos con seis laboratorios por más de 800 mi-

llones de dosis, suficientes para vacunar al 140% de su población. Lo mismo hicieron la Unión Europea y el Reino Unido, cuyos acuerdos alcanzan al 225% de su población. Y Canadá hizo lo propio para vacunar seis veces a sus habitantes. Covax no sólo no se convirtió en el principal actor del mercado de vacunas: quedó en el fondo del tarro. La Alianza para las Vacunas del Pueblo, una coalición de organizaciones en favor de la liberación de las patentes de las vacunas, conformada entre otros por Oxfam y Amnistía Internacional, calculó que al ritmo actual los países más pobres inmunizarán a su población dentro de 57 años, mientras que los países del G7 lo harán dentro de seis meses, un plazo que también parece comprender a la Argentina. Covax espera distribuir 2300 millones de dosis en todo el mundo para principios de 2022. Una meta más que ambiciosa.


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Cannabis medicinal: nuevo derecho Se puso en marcha el Registro del Programa de Cannabis, en el que pueden anotarse todas las personas que necesiten un cultivo controlado de la planta para tratamiento medicinal, terapéutico o paliativo. Por Bautista Veaute La Ley de Cannabis Medicinal fue aprobada el 19 de abril de 2017 durante la gestión de Adolfo Rubinstein en el Ministerio de Salud Nacional (que en 2018 pasó a ser Secretaría, en la reducción de gabinete de Mauricio Macri). Muchas veces las leyes son recordadas por su fecha de sanción y por quienes eran autoridades políticas en ese momento. Este no es el caso. Las organizaciones cannábicas (que son muchas y diversas), vienen convirtiendo la problemática del acceso al cannabis en una cuestión de responsabilidad estatal desde muchos años antes que la sanción de la ley. Hacia dentro del amplio abanico de actores y organizaciones que tienen incidencia política en relación al cannabis, hay un consenso claro: el primer derecho a garantizar es el acceso terapéutico de la planta. La ley 27.350 es esencialmente una ley que regula la investigación médica y científica del uso medicinal del cannabis. En su artículo 3 expresa que es objetivo de la norma garantizar el acceso gratuito

Marcelo Morantes: “El Reprocann es una situación de ampliación de derechos que pone a la legislación de cannabis medicinal de cara a la realidad”. al aceite de cáñamo y demás derivados del cannabis a toda persona que se incorpore al programa (que prevé la ley), en las condiciones que establezca la reglamentación. En septiembre de 2017, esta ley se reglamentó por primera vez, pero con muchas falencias. El acceso gratuito a medicinas cannábicas, en aquel año, todavía era una cuestión muy compleja. Las organizaciones sociales fueron las que cubrieron la creciente demanda de medicina cannábica, incluso con el riesgo que representa la legislación penal vigente, que tipifica la tenencia de marihuana como un delito federal. En 2020, cuando Ginés González García era ministro de Salud, la ley se vuelve a reglamentar, pero es recién en marzo de 2021, bajo la resolución 800/2021 (firmada por la actual ministra, Carla Vizzotti) donde el acceso al cannabis medicinal da el primer paso para convertirse en un derecho garantizado. En esta resolución, por primera vez,

se puso en funciones el Registro del Programa de Cannabis (Reprocann) en el cual se pueden registrar todos los pacientes que necesiten un cultivo controlado de cannabis y sus derivados, como tratamiento medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor; a partir de la indicación de un profesional médico responsable del tratamiento. Al respecto, Pausa entrevistó a Marcelo Morantes, coordinador del Reprocann. Morantes es médico (MP 112804), experto en medicina del dolor y profesor de la Facultad de Medicina de La Plata. —¿Qué posibilitó la ley 27.350? ¿Qué balance hacés de sus reglamentaciones? —El escenario planteado por la reglamentación de 2017 no logró resolver el acceso al cannabis de uso terapéutico o medicinal. El pedido de la nueva gestión (del Ministerio de Salud) encabezada por la doctora Carla Vizzotti, era de alguna forma dar respuesta a esa dificultad, modificando el decreto reglamentario para que impactara positivamente en el acceso y que de alguna forma protegiera las libertades individuales. De esa manera, se fueron modificando distintos artículos de este decreto reglamentario. Y se modificó el Artículo 8 que generaba un registro, que anteriormente era un registro para poder incorporarse a un ensayo clínico. Actualmente, ese registro es para quien cuente con la indicación médica pueda tener un cultivo domiciliario para sí o para un tercero; o bien a través de una organización civil que cultive para ellos. Es así que ya hay un escenario mucho más cercano a la realidad: donde hay cultivadores que cultivan para pacientes. Cuando se habla de cultivo controlado, se refiere a la calidad de los procesos, del producto, de las buenas prácticas de cultivo y de las manufacturas, siempre con el acompañamiento médico, que nos parece fundamental para poder definir si realmente este paciente que está transitando una situación de vulnerabilidad, se beneficiaría o no, de incorporar esta herramienta terapéutica. —¿Qué garantiza el Reprocann y a quiénes está dirigido? —El Reprocann es una situación de ampliación de derechos que pone a la legislación de cannabis medicinal de cara a una realidad en la cual realmente hay una demanda de las distintas organizaciones civiles que eran alcanzadas por la legislación penal. Además, legitima el trabajo hecho por estas organizaciones. En el trabajo en conjunto, entre los distintos actores, posiblemente se pueda ir avanzando sobre una ley

La Ley de Cannabis Medicinal se sancionó en 2017, pero recién este año se pudo avanzar en una reglamentación que posibilite el cultivo.

mucho más integral porque tenemos que entender que las legislaciones respecto al cannabis siempre van a ser insuficientes porque tiene muchos aspectos. Hoy se está discutiendo la legislación respecto al cáñamo industrial. Y seguramente al final del camino quede la discusión de lo que son los usos adultos y responsables. El haber comenzado a discutir el cannabis medicinal nos llevará a otros debates que tendremos que darnos. —Al estar penado por la Ley de Drogas 23.737, el cannabis presenta complejidades legales. Según la indicación médica y con la credencial del Reprocann, un paciente podría llevar encima hasta 40 gramos de flores secas. Desde lo institucional, ¿está prevista alguna instrucción especial para las fuerzas de seguridad? ¿Qué garantías tiene el usuario medicinal frente a la Policía? —Se está trabajando en una formación para los distintos ministerios para que esas situaciones no sucedan. Que haya un cumplimiento de esta nueva normativa, donde convive la legislación penal con la legislación medicinal. La legislación medicinal es de alguna forma la excepción al artículo 5 de la Ley 23.737 (que estipula las penas por portación de estupefacientes). Pero bueno, como todo proceso de cambio, requiere de una formación de los distintos actores que participan

de esos mismos procesos, para que no se siga repitiendo este sistema de confusión y no se generen allanamientos en el contexto de un cultivo que está autorizado por el Ministerio de Salud. Asociación de Usuaries

Por otro lado, Pausa entrevistó a Soledad Pedrana (psicóloga, Mat. 4166) y Sofía Maiorana (médica, Mat. 22874) de la Asociación de Usuaries y Profesionales para el Abordaje del Cannabis (AUPAC). Esta organización civil rosarina acompaña y da respuestas a las diferentes demandas sociales, en torno al cannabis, desde 2017. —¿Cómo evalúan la Ley 27.350 de cannabis medicinal? —Sofía Maiorana (SM): La primera reglamentación de esta normativa había quedado obsoleta porque realmente no facilitaba el acceso al cannabis por ninguna vía y eso dejó en evidencia la necesidad de volver a reglamentarla. Como muy positivo, desde AUPAC destacamos la posibilidad de autorizar el autocultivo y el cultivo asociativo; cosa que ninguna de las legislaciones contemplaba como posible. Entendemos que como cualquier implementación de cualquier ley lleva su tiempo. Hoy están quedando al descubierto situaciones legales donde no se está garantizando el derecho a la salud de todas las personas. Pero sí, consideramos que es un pri-

mer paso y un avance. —¿Cómo ven al Reprocann? —Soledad Pedrana (SP): Hoy las personas que cultivan cannabis por fuera de un uso terapéutico están alcanzadas por la legislación penal de la ley 23.737. La ley de cannabis medicinal les resuelve algo a las personas que inminente y crónicamente necesitan utilizar cannabis y de alguna manera venían siendo expuestos en un montón de oportunidades. Resuelve el cultivo terapéutico con fines terapéuticos. Pero no trabaja sobre los derechos individuales. En lo que hace a lo estrictamente medicinal, es una reglamentación superadora. Que brinda mucho aire a todo lo que no había. —¿Qué pasa con los profesionales que se nieguen a recetar cannabis como tratamiento? —SP: Para eso la pata está en las capacitaciones que el Ministerio de Salud está abordando; en las universidades que están, de alguna forma, empezando a vislumbrar esto; y en las organizaciones que están empezando a participar. Claramente no hay solamente médicos conservadores, también hay médicos que están trabajando con cannabis y que van a trabajar con cannabis en el futuro. Por otro lado, me parece que es importante recordar que hasta ahora no hay ninguna universidad, en las carreras pertinentes, que incluya en su currícula de base el sistema endocannabinoide.


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ASUNTOS PÚBLICOS | PAUSA

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La crueldad del ocaso de la dictadura La mayoría de quienes buscan justicia en la Causa Laguna Paiva estuvieron detenidos entre 1980 y 1984. Gabriela Carvalho

Por Mariángeles Guerrero En las últimas semanas finalizó la etapa probatoria de la causa Chartier, juicio de lesa humanidad también conocido como Laguna Paiva. Ya terminaron las audiencias testimoniales y el pasado 10 de junio se llevó adelante la inspección ocular en el Departamento de Informaciones, el D2, que fue un centro de detención y tortura emplazado en pleno centro de la capital, en San Martín y Obispo Gelabert. Uno de los testigos de la causa que se tramita en el TOF es el diputado provincial y periodista Carlos Del Frade. Fue propuesto como testigo de concepto por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, que lleva adelante la querella y acompaña a los sobrevivientes. En conversación con Pausa, Del Frade explicó la hipótesis que llevó ante el tribunal conformado por José Escobar Cello (presidente), María Ivón Vella y Luciano Lauría. “Se trata de una idea que venimos trabajando hace más de 25 años, que es el que el aparato represivo que tiene su punta de iceberg con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 en realidad empezó mucho antes y no terminó el 10 de diciembre de 1983”, afirmó. El juicio remite a una serie de desapariciones, secuestros y torturas ocurridos sobre el final de la dictadura. A Hugo Silva lo secuestraron el 10 de abril de 1980 y recuperó su libertad el 17 de febrero de 1983. Juan Miranda fue secuestrado el 31 de marzo de 1980; lo liberaron el 16 de marzo de 1983. Catalino Páez, secuestrado junto a su familia, fue chupado el 15 de febrero de 1980 y recuperó la libertad el 15 de agosto de 1984. A Daniel Acosta lo detuvieron el 24 de marzo de 1980 y lo liberaron el 28 de marzo de 1984. A Juan Carlos Sánchez se lo llevaron el 3 de abril de 1980 y pudo volver a su casa el 7 de abril de 1984. Roberto Soria estuvo privado de su libertad entre el 18 de abril de 1980 y el 20 de abril de 1984. La Causa Chartier o Laguna Paiva revela, una vez más, hasta qué punto la dictadura se había ensañado con las y los obreros que se habían politizado. Para dar con Catalino Páez, figura relevante de la lucha del Partido Revolucionario de los Trabajadores, la policía de Santa Fe secuestró tres familias completas: la de Catalino y la de sus dos hermanos. “Esa era una vigencia que se mantenía todavía en 1980, cuando ocurren los secuestros, más allá de que el grueso de la represión se había instalado desde antes del golpe de Estado, en 1975 puntualmente, tanto en Tucumán como acá en Santa Fe, en

Finalizó la etapa probatoria. Víctimas y testigos fueron acompañados por organismos de derechos humanos ante el Tribunal Federal.

Villa Constitución”, contextualiza Del Frade. “En 1980 se sostiene la continuidad de la persecución, cuya información se había empezado a recolectar mucho antes del golpe militar”, asegura. —¿Cómo se recolectaba esa información? —En este caso a partir de la policía provincial de Santa Fe, de la policía Federal, de elementos paramilitares que se llamaban personal de inteligencia y que en la ciudad de Santa Fe y en la zona eran aproximadamente cien personas. En Rosario, alrededor de 300. Eran elementos parapoliciales o paramilitares que venían de organizaciones sindicales de derecha o que estaban vinculados directamente al delito y que eran captados por las fuerzas de seguridad nacionales o provinciales. —¿Cómo funcionaba el circuito represivo en la ciudad de Santa Fe? —Tenía la particularidad de que se recolectaba información a través de la tortura, en lo que se llamaban las “casitas” de Santo Tomé o de San José del Rincón, incluso en comisarías como la Primera, la Tercera y la Cuarta. También se torturaba en la Guardia de Infantería Reforzada, cerca de la cancha de Colón. Después terminaban todos en el D2, en San Martín y Obispo Gelabert. Ahí empezaba un periplo que podía llegar a tener 14 o 16 traslados por cárceles de todo el país. Aprender a matar

Hacia la década del 60, tras la Revolución Cubana y en plena Guerra

Fría, la Escuela de las Américas en Panamá constituyó una verdadera pedagogía de crueldad. Organizada por militares franceses y estadounidenses para reprimir los movimientos de izquierda de la época en América Latina, fue el escenario de la instrucción de los altos mandos militares argentinos. Allí aprendieron que –en la llamada “guerra contra la subversión”–, todo valía: secuestrar, torturar y matar. En nuestra provincia, el militar Alcides López Aufranc –oriundo de Venado Tuerto– fue alumno aplicado de aquellas enseñanzas. En 1961 presidió el primer Curso Interamericano de la Guerra Contrarrevolucionaria, que se dictó en la Escuela Superior de Guerra. El Cordobazo lo encontraría reprimiendo a las obreras y obreros que marchaban con Agustín Tosco. En 1976 reemplazó a José Alfredo Martínez de Hoz en el directorio de la metalúrgica Acindar, ligada al aparato represor a través de la entrega de sus trabajadores. Roberto Soria, uno de los sobrevivientes denunciantes en la Causa Chartier, era empleado de esa fábrica al momento de su secuestro, en 1980. La relación entre Acindar y los mandos militares del Segundo Cuerpo del Ejército (cuya jurisdicción incluía a nuestra provincia) muestra el entramado empresarial que sostuvo a la dictadura y su plan económico neoliberal. “La planificación de las fuerzas conjuntas en contra de lo insurreccional –tal como decían los asesores franceses y estadounidenses– empieza con este seleccio-

nado de integrantes de fuerzas de seguridad nacionales, provinciales y de fuerzas armadas que empieza a darse en 1961”, dice Del Frade. Para él, ese aparato no se desintegró con el retorno de la democracia en 1983. “Sí se había desarticulado la configuración fascista institucional de la dictadura en todo lo que tenía que ver con otros elementos del Estado, pero esos nichos corruptos de investigar a las fuerzas progresistas, a los sectores que ellos llamaban insurreccionales yo creo que se terminaron yendo recién en 1990”, afirma. Reprimir hasta el final

Lo característico de la Causa Chartier o Laguna Paiva es que los secuestros ocurrieron a partir de 1980, cuando comúnmente se cree que el aparato represivo estaba en su ocaso. Pero esos secuestros no fueron excepcionales. En octubre de ese año, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) publicó un informe titulado Sobre la situación de los Derechos Humanos en Argentina (Octubre de 1979-octubre de 1980). Allí señala, por ejemplo que –entre el 7 y el 12 de

mayo de 1980– fueron secuestradas en Rosario once personas, “en su mayoría militantes o simpatizantes del Partido Socialista de los Trabajadores”. Su detención no fue legalizada ni dada a conocer hasta el 19 de mayo, cuando ya se habían efectuado diversas presentaciones judiciales y administrativas. Durante este lapso estuvieron desaparecidas y fueron objeto de torturas. Los hechos que el CELS denuncia en su estudio ocurrieron con posterioridad a la misión que llevó adelante en nuestro país la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos, en 1979. “Los problemas ocurridos en años anteriores, particularmente a partir del golpe de Estado militar del 24 de marzo de 1976, se mantienen en toda su intensidad. Nada hace pensar que las autoridades argentinas estén dispuestas a llevar a cabo –en caso alguno– investigaciones destinadas a aclarar y sancionar los gravísimos hechos cometidos por sus agentes desde la fecha citada”, puede leerse en el informe del CELS. “Pero lo más grave es que siguen teniendo lugar, aunque en menor número, episodios y en particular detenciones seguidas de torturas, vejámenes y desapariciones, que ponen de manifiesto la subsistencia de procedimientos ilegales y clandestinos, autorizados y empleados desde el comienzo de la represión. Su reiteración solo es posible por el ocultamiento que se hace de ellos a la opinión pública, mediante la manipulación de los medios de comunicación social y la intimidación”, denunciaba entonces el organismo. En su testimonio en la Causa Laguna Paiva, el sobreviviente de la represión Hugo Pot afirmó: “Lo que me llama la atención es que la gente de Laguna Paiva fue secuestrada en 1980, parece mentira que en esa época siguieran reprimiendo, ya que entonces las organizaciones revolucionarias prácticamente no tenían existencia”. “Estos juicios se tienen que hacer para que sean condenados quienes deban ser condenados”, sostuvo.


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El campeonato desde la Sala Covid Joana Carrizo, jugadora de Colón y enfermera del Cullen, contó cómo pasó la noche del 4 de junio en la trinchera más difícil: “La guardia había sido terrible; sentí una alegría enorme, no sé cómo explicarlo”. Por Gastón Chansard Entre tantas historias que se pueden contar en más de un año de pandemia, también hay lugar para una trabajadora que une el fútbol, la emoción de Colón campeón y la Terapia Intensiva Covid en el Hospital Cullen. Se llama Joana Carrizo, tiene 30 años, es enfermera y capitana de Colón en el equipo de Primera División de fútbol femenino. “Soy enfermera desde el 2018 y desde el año pasado (2020) estoy trabajando en el Cullen”, se presenta Joana en diálogo con Pausa. —¿Cómo es trabajar en la Unidad de Terapia Intensiva de Covid y con qué sensaciones te vas cuando terminas tu día laboral? —Trabajar en terapia es aprender algo nuevo cada día, se viven muchas cosas a diario, sobre todo por la manera en la que ves sufrir a la gente, y después morir. Y vos estás ahí, tratando de hacer todo, de dar y brindar lo mejor para que esa persona pueda salir adelante. Lamentablemente no es lindo, pero te deja muchas lecciones, te hace pensar mucho, en la vida y en lo que podés valorar todas esas cosas que muchas veces no lo hacías. No es fácil trabajar en Terapia Covid, saber que todo lo que pasa deja a familias sin padres, madres, abuelos, abuelas, amigos, amigas. Y te vas siempre de la guardia con más tristezas que alegrías, y querés evitar transmitir todo lo que te duele, lo que vivís a tu pareja, pero es la única persona

que sinceramente me apoya en todo y es ese sostén que me mantiene en pie, donde puedo descargar todo lo malo. —¿Qué te provoca cuando escuchás o leés tantas mentiras con respecto al virus? —Saber que hay gente que no cree, que no entiende, que no se cuida, o el solo hecho de no creer es muy frustrante, porque una lo vive en carne propia. Ojalá pudieran uno por uno estar una hora nada más, y ver, sentir, vivir lo que se vive dentro de una sala cuando ves una persona pedir que la ayuden para respirar, que terminan entubados el día de su cumpleaños, sin dar un último adiós al hijo, mamá o papá, sin un te amo, sin saber que no los van a volver a ver en muchos casos. Una hora de ver lo que duele y el sacrificio que se hace, desde todo el personal de salud, ya sea desde enfermeros y enfermeras, médicos y médicas, personal de servicio. Pero hasta que uno no lo viva desde cerca jamás sabrá lo que es y la dimensión que tiene lo que estamos viviendo. —¿Cómo es tu día? —Mi día depende mis guardias. A la mañana me levanto temprano, preparo el desayuno, tengo un tiempo para hablar con mi pareja, pasar un rato e irme a las 8 a la guardia. Vuelvo a comer, trato de no hablar sobre lo que pasa en el Hospital para no seguir con el estrés. Luego descanso un poco y a seguir así cada día. Algunos días van rotando mis guardias y estoy poco en casa. Hoy

Gustavo Rodríguez / La Diez

Enfermera en el Cullen, capitana de Colón. Joana Carrizo trabaja en la Terapia Covid del hospital y los findes sale a la cancha. Crack.

estoy volviendo a entrenar después de un tiempo de no poder hacerlo, y son esas horas de práctica las que me sacan todo el estrés y me hacen olvidar de todo. Ni hablar cuando se podía jugar, el sábado era el día libre de todo, día de olvidar, de disfrutar y de compartir. Pero más allá de todo me siento feliz por el lugar donde estoy, por esta oportunidad, de poder ayudar, aprender y tratar

de ser una gran profesional. Soy feliz porque tengo una persona que es mi cable a tierra y es la que está siempre para alentarme. —¿Cómo viviste el campeonato de Colón? —Justo en la final, como en todos los partidos que jugó este año, no lo pude ver. Ese día fue tan diferente que va a quedar para siempre en la historia, me tocó estar de guardia y

justo en el segundo gol, lamentablemente, estábamos en una urgencia y entre toda esa ropa que llevábamos puesta, donde sólo con los colegas médicos sabíamos quienes éramos, las lágrimas se hicieron presentes. Nos enterábamos del resultado por las bombas y gritos que escuchábamos de afuera. En el tercer gol, aunque la guardia había sido terrible, sentí una alegría enorme y mucho más, no sé explicarlo, fue increíble. —¿Qué sensaciones tuviste cuando terminó el partido y las horas y días posteriores? —Sensaciones jamás vividas, porque pensé en todo, en la pandemia, en no poder festejar y saber que la gente en ese momento, y obviamente, no le podías sacar la alegría de salir campeón y no salir. Eso fue lo que más me preocupaba, pero era inevitable. Caí recién cuando llegué a mi casa (00:30) y prendí el televisor para ver los goles y todo lo demás. Ahí es cuando las lágrimas siguieron por un largo rato, pero tranquila, disfrutando y sabiendo que era un gran regalo para todos los que tanto lo esperamos. —¿Qué sentís al poder defender la camiseta de la cual sos hincha y además capitana? —Pude haber ido años antes a Colón, siempre fue la idea, pero siempre fui por otro lado porque no sé si estaba preparada para pelear por esos colores como hoy lo hago, desde el día cero. Hoy defiendo con el alma esta camiseta y deseo en un corto tiempo también poder darle una estrellita al femenino, sé que no


AÑO 14 - Nº 274 | JUEVES 24 DE JUNIO DE 2021 Gustavo Rodríguez / La Diez

SOCIEDAD | PAUSA es fácil, pero es un gran grupo, confío en el cuerpo técnico que depositó la confianza en mí desde el primer día y lo agradezco de corazón. Ojalá Dios quiera que pronto podamos tener una alegría de poder ser campeón, como lo fui con La Perla cuando jugaba en el equipo de Recreo, o como cuando jugaba los torneos con los equipos donde me tocó estar. Ser capitana me llena porque si bien jamás lo pedí, sí lo trabajé día a día, le metí esfuerzo, sacrificio y humildad para defender lo que amo. En eso nunca dejaré de agradecer a todas las personas que confían en mí para que sea la capitana. —¿Qué tan cerca o lejos está el fútbol femenino de Colón de lograr un campeonato? —El trabajo de este nuevo cuerpo técnico tiene muchas esperanzas y trabaja desde las inferiores, para el futuro. Lo viene haciendo muy bien y falta tiempo para que la semilla que plantamos crezca y nos de sus frutos. No sé si falta mucho o poco, no lo sabría decir, pero cada día se trabaja para que al menos estemos más cerca. La Liga Santafesina tiene muy buenos equipos y los torneos son difíciles, pero tenemos que seguir y dar lo mejor de cada una para lograr lo que nos propongamos. Hoy hay que apoyar más a las Escuelitas y Reserva, porque son el futuro y vienen con mucho material. Primera tiene buenas jugadoras, pero to-

davía le falta terminar de armarse. La idea del técnico es bárbara, pero no siempre se lo termina de acompañar y por ese motivo nunca se puede terminar de formar esa base que quiere. —¿Cómo juega Joana Carrizo? —Juego a dar lo mejor que tengo, a que si no tengo fuerzas hay que dar un poco más, pero siempre por el equipo. Juego a defender siempre la camiseta, en el club donde me toque estar. Pero además defiendo a mis compañeras y a los que están ayudando en todo momento. Juego a ganar, aunque perdí muchas veces. Pero tantas caí que no me costó levantarme, juego a la humildad con el rival porque no me olvido que es un deporte y todas vamos por lo mismo. Juego a jugar, pienso que si gano llevo todo eso a casa y si pierdo quiero quedarme con que di todo, eso me tiene que bastar para no sentirme tan mal. Y si juego mal y no me alcanzó juego a mejorar y remendar los errores. Pero sobre todo juego a disfrutar de lo que amo y a transmitirlo de la mejor manera. —¿Con qué soñás en el fútbol y en la vida? —Sueño que un día, como jugadora del club más grande de Santa Fe, podamos jugar un partido en el estadio de Colón, pero con público, así sea con cien personas en las tribunas. Quiero sentir ese logro, por una misma y por las compañeras.

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Sueño que el fútbol crezca, que un día no tenga que trabajar y pagarnos todo para jugar y hacer lo que amamos, o que por lo menos reconozcan que nosotras también podemos. Quizás yo no, pero que las pibas del norte tengan una posibilidad de jugar en clubes grandes y por qué no en la Selección. ¿Quién no lo quisiera? Ojalá falte poco para ser profesionales en todos lados. Hoy la vida la llevo día a día y aunque tengo una pelea por ganar, que es contra un tal Covid que no nos deja avanzar y dio tantas piñas que duelen, en mi vida soy feliz, con lo poco o mucho que tenga o gane es mucho haber llegado al lugar donde hoy estoy, y todo desde mi propio esfuerzo. Hoy no puedo pensar en un futuro y decir qué sueño, porque de a poco se me va dando todo y voy construyendo sueños que desde chica soñé y los logré. Otros sueños no se dieron, pero si pudiera soñar fuerte, ahora solo quiero despertar un día y volver a lo que éramos, quiero volver a viajar para abrazar a la vieja, ver a mis hermanos y sobrinos que no los veo desde que empezó todo esto. Duele tanto no verlos, pero es lo correcto. Soñaré ser aún más profesional y lograr algún día ser reconocidos con mejores sueldos para todos. Sueño con que la sociedad cambie, porque siento que el virus algo cambió, pero nos hizo más diferentes, y eso duele mucho.


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Saberes contra el sentido común

Una voz autorizada: Sociología del Litoral Asociación Civil es una entidad que busca posicionarse en la comunidad y brindar herramientas para la inserción laboral de los y las profesionales que agrupa. fuentes de ingreso la docencia y las tareas de investigación en el ámbito académico”. “En una proporción similar se ubican quienes se desempeñan en el Estado o en dependencias del gobierno. Le sigue un grupo menor que trabaja en ONG o empresas privadas más bien pequeñas. Y un grupo menor ejerce la docencia no universitaria. Por último, un pequeño sector de los graduados trabaja en grandes empresas, algunas nacionales y otras en el exterior”, consignó Serovich.

Por María Luisa Lelli “Correrse de la óptica del sentido común para poder ofrecer otra interpretación, para poder desandarlo, desnaturalizarlo”. Tal es el sustrato de quienes llevan adelante la profesión de sociólogos y sociólogas. Con las herramientas del conocimiento científico –en el cruce de las teorías, el método y la praxis–, el propósito de ser una voz más en la comunidad santafesina al momento de abordar “la problemáticas sociales” y “agudizando la mirada desnaturalizadora de los conflictos”, se conformó Sociología del Litoral Asociación Civil (SLAC). Se trata de una entidad que nuclea a graduados, graduadas y estudiantes de la carrera homónima de la región Litoral cuya primera formalización se logró en octubre de 2020 con la sanción del estatuto que, hacia enero de 2021, le permitió alcanzar la personería jurídica. “Teníamos el interés de conocernos y pensar líneas de acción en función de nuestras inserciones laborales y saber cómo funcionar en virtud del mercado laboral. Nos empezamos a reunir para poder generar una organización colectiva que nuclee demandas y necesidades locales. Poder pensar la formación, las capacitaciones y el vínculo con las distintas áreas del ámbito laboral”, explicó Andrea Lescano sobre la gestación de la entidad. Reconocimiento

Al respecto y al compás del desarrollo de la propia profesión, la meta final es la concreción de un colegio que congregue al sector. “Queremos que se conozca y se reconozca nuestra labor. Que la comunidad santafesina y de la región descubra, sepa lo que hacemos y se desmitifique la idea que somos intelectuales puertas adentro, somos todo lo contrario”, remarcó Sonia López, quien recalcó, además, la voluntad de “conformar equipos multidisciplinarios”. “Siempre con la intención de estimular el pluralismo político e ideológico, queremos intervenir en debates públicos, coordinar accio-

El oficio

SLAC busca intervenir socialmente a través de la producción de conocimiento y de una mirada sociológica de los temas de actualidad.

nes de capacitación con sindicatos, organizaciones sociales, organizaciones no gubernamentales, deportivas y culturales”, precisó la egresada de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral –al igual que sus pares. “Tenemos mucho para aportar, más en estos tiempos”, agregó. Es por eso que la premisa es “ser parte de la sociedad y que el conocimiento sociológico llegue a conformarse en una voz autorizada”. En tal sentido y acorde a lo dicho por Violeta Guberman, SLAC está compuesta por tres comisiones: Inserción Laboral, Comunicación y Ciencia y Técnica. La primera “se encarga de analizar y relevar datos de sociólogos y sociólogas de la región, de quiénes se graduaron, de cuál es su inserción laboral. También de estudiantes avanzados si ya están trabajando en la profesión”. Por su parte, Ciencia y Técnica se ocupa de “generar capacitaciones, cursos, talleres, para dar un marco de profesionalización de aquellos que deseen seguir especializándose en el oficio”.

Dónde trabajar

Sobre el ejercicio de la sociología, la asociación llevó a cabo una encuesta entre 63 graduados y graduadas. Uno de los resultados más significativos es que 9 de cada 10 “están insertos en el mercado laboral”. Con mayor profundidad, Luciana Serovich indicó que se identifican dos “grandes polos”: “El mundo universitario, con tareas de investigación y docencia, y la asesoría técnica en el marco del Estado”. Y añadió: “Normalmente, se tiene más de un empleo. Según la encuesta, los segundos o terceros empleos están muy vinculados al trabajo en consultoría para empresas o instituciones. De manera que esto es como un trabajo secundario o subsidiario para esa dedicación principal que es la docencia universitaria, las tareas de investigación o el trabajo de asesoría técnica o de coordinación de programas en el Estado o en el gobierno”. En relación con el género, sobre el total de egresados, el 73% de las graduadas son mujeres. No obstante, “al analizar la división del

estudiantado, hay mayor equidad. Aproximadamente, un 50% son varones y otro 50% son mujeres. Esto permite preguntarnos por qué ingresamos en iguales cantidades y por qué egresamos mucho más las mujeres”, planteó Serovich. “El 60% de los graduados nos ubicamos en la ciudad de Santa Fe, un 20% en otras ciudades de la provincia y un 8% en Capital Federal. Esto lleva a considerar que varios graduados tienden a trasladarse a Buenos Aires por razones laborales”, acotó. Sobre las edades de los encuestados y las encuestadas, el 80% tiene entre 30 y 39 años. “Es un dato esperable en tanto la carrera en la Universidad Nacional del Litoral se fundó en 2004. El máximo nivel educativo alcanzado de los graduados se centraliza en doctorado incompleto. Esto se puede relacionar con que una de las principales fuentes de ingreso radica en las becas doctorales que brinda el Conicet”. En el marco del 70% de quienes cuentan con más de un empleo, la encuesta reveló que “en primer lugar aparece como principales

Ante la consulta sobre el aporte y el potencial de la disciplina al momento de analizar distintos aspectos de la realidad social, Julieta Zana subrayó que “todo abordaje que se haga en clave sociológica cuenta con una exhaustiva investigación que lo respalda. Ese proceso de investigación se traduce en la producción de datos y, por lo tanto, en la producción de conocimiento. En segundo lugar, la sociología es una disciplina que invita a la reflexión. Es la construcción diaria de lo que (Pierre) Bourdieu llamaría ‘el oficio del sociólogo’. La mirada que propone la sociología intenta, fundamentalmente, correrse de la óptica del sentido común para ofrecer otra interpretación”, fundamentó. La pandemia

Sobre el coronavirus, Zana refirió: “Es un contexto que ha acentuado notablemente la desigualdad y que se ha tornado fluctuante en las prácticas cotidianas. Aquellas medidas preventivas de la llamada primera ola tenían un determinado impacto en la sociedad, en la segunda ola operan de forma distinta o no tienen el mismo impacto. Pensar la pandemia en clave sociológica nos invita a reflexionar sobre qué formas de gestionar el cuidado de la salud se hubiesen podido implementar con la injerencia de profesionales de la sociología en áreas estratégicas del Estado. La sociología se nutre del trabajo conjunto con otras disciplinas, la medicina, la economía, por mencionar algunas”.


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Los auténticos decadentes

La caída en desgracia de Rial, Tinelli y Lanata: tres íconos de los 90, olvidados por sus propios televidentes y sin la posibilidad de interpelar a las nuevas generaciones. Por Belén Degrossi Allá por la década del 90, cuando todo era menemismo y confusión, el chiche predilecto de les niñes que no podíamos acceder a un viaje a Disneyland (también conocida como la capital mundial del consumismo y la falopa infantil) era una sustancia conocida como el “asquimoco”. Quizás su nombre ya les ayude a reconocer de qué tipo de juguete estamos hablando: un polímero de sustancias dudosas que venía en un tarrito parecido al que te dan para hacerte el análisis de orina, y que tenía como único atractivo su consistencia pegajosa y horrenda. Mientras más feo, más deseable. Todos apuntábamos a tener un asquimoco, y a jugar a pegarlo en las distintas superficies de la casa para probar su única y desagradable gracia, hasta que el asquimoco se transformara en una bola de pelos, pelusa y pedazos de masitas (o galletitas) Pitusas que ya no pudiera adherirse a nada. Mi hermana y yo lo teníamos en sus dos versiones: el común, viejo y querido, que te dejaba un olor a plástico barato en las manos que te tumbaba a dormir una siesta de al menos cuatro horas, y el tirapedos. Les pido que no los confundan: el tirapedos tenía dos gracias, la del asquimoco regular y la de producir (si se lo tocaba bien) el sonido de un pedo cachetudo, de esos indiscretos, que pueden arruinarte un viaje en ascensor, una reunión de

trabajo e incluso un matrimonio (si la base del vínculo no estaba consolidada del todo). El tirapedos, además, venía en un mini inodoro de plástico, y su característico sonido se lograba introduciendo dos dedos (el índice y el dedo medio) con la adecuada presión dentro de la masa. Horas enteras de nuestra niñez fueron dedicadas a perfeccionar la técnica, hasta lograr el sonido flatulento más creíble de todos, para después poder hacer uso del adminículo en lugares públicos y generar así todo tipo de circunstancias hilarantes. En fin, este viaje nostálgico a los 90 viene de la mano del tema que nos compete: la decadencia de todo, de un asquimoco a Marcelo Tinelli, cuando se lo somete al paso del tiempo. Ahora los niños que han sido criados a TikTok y leches fortalecidas en vitaminas creen que inventaron todo cuando juegan con el Slime, sin saber que todavía yace (inerte y sin sentido) en el vértice oeste del techo del cuarto de mi niñez el viejo asquimoco que un día llegó ahí en medio de una batalla entre hermanas y que nunca nos atrevimos a bajar. Nos mira, desde hace dos décadas, jugar con nuestros chiches nuevos, crecer, desarrollarnos y meternos en el monotributo, y espera a que el tiempo le devuelva su relevancia. No sabe, el asquimoco, que ahora no es más que una goma sucia y sin gracia que apenas si puede servir para nivelar una mesa.

Aquí yace el quid de la metáfora complejísima que les quiero transmitir: todo nos importa, incluso las cosas horrendas, hasta que ya no nos importa más. Cada vez que veo a Tinelli, pienso en mi asquimoco. A mí no me gusta que a la gente le vaya mal. No soy de esas. Pero tampoco me disgusta cuando figuras que yo considero vetustas empiezan a desintegrarse en vivo y en directo por televisión de aire. Y Marcelo Hugo, con todo su ecosistema de personitas que sólo existen en Ideas del Sur y que viven para reírse de sus bromas, me parece viejo y sin sentido desde hace ya varios años. Qué poder el del hombre heterosexual que creyéndose rey del mundo no entiende que también, más tarde o más temprano, el mundo cambia y deja de creerte rey. Encuentro ahora más dignas las opciones de Susana o Mirtha, que alegando cuestiones pandémicas se retiraron de una televisión que está muriendo de a poco para dedicarse a cultivar rosas y mirar novelas turcas. Y qué placer culposo el de las novelas turcas. Todos las miramos, pero no nos atrevemos a decir que lo hacemos. Creo que nos daría menos vergüenza reconocer que miramos pornografía que decir a viva voz que nos hemos enganchado con la trama del Doctor Milagro y sus cirugías imposibles. Confieso que cada vez le dedico más minutos de mi día a meterme en ese mundo en el que pueden

separar, volver a unir y volver a separar a un par de siamesas en un único capítulo. Ese mundo lleno de fantasía soft me interpela y me reconstruye. Incluso cuando lo más fantasioso de ese tipo de novelas es que nunca, en ningún contexto, hay problemas con las obras sociales. Llegan los pacientes al hospital y se internan como si nada. Jamás te incluyen un protagonista que tenga problemas con las autorizaciones o que se haya olvidado de las dos órdenes de internación. Eso, a mi entender, es lo menos creíble. Pero poco entiendo de medicina como para juzgar. Para quienes no lo saben, este año se perfila como el año en donde la televisión argentina (y sus televidentes) coronan como campeón del Rating a un programa que nos tuvo seis meses mirando cómo Georgina Barbarrosa aprendía a hacer un bife a la portuguesa para homenajear a su madre muerta. Lo vi entero, lo disfruté y siento que si mis próximas vacaciones no son con Damián Betular mi vida no va a tener sentido y todo lo que hice para sobrevivir a esta pandemia fue en vano. Durante mucho tiempo, nuestras vidas cotidianas se movían al ritmo frenético de un minuto a minuto que no nos beneficiaba pero que nos necesitaba. Y Tinelli era el rey del minuto a minuto. No había forma de escaparnos de él. Incluso si no lo mirabas, se colaba en todas las conversaciones, los debates de oficina, las

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charlas pasajeras en la cola del supermercado. Ahora no sólo que no domina el rating: Marcelo ha perdido también la centralidad de la charla. Pero no es el único que se está quedando afuera de una televisión que apenas sabe hacia dónde está yendo. Jorge Rial y Jorge Lanata podrían completar junto con el muchacho de Bolívar lo que yo denominaría el pack de esenciales de las últimas dos décadas de la televisión. Fue el propio Lanata quien acuñó la expresión “los dueños de todas tus horas libres” para hablar del grupo Clarín, y a mí siempre me resuena esa frase porque sintetiza no sólo a los dueños de los medios sino también a los tipos que son voz y rostro de esos magnates. Lanata y Rial corren con la misma suerte que Marcelo: olvidados por sus propios televidentes, sin posibilidad de interpelar a las nuevas generaciones, ni siquiera haciendo uso de los discursos exacerbados (por izquierda y por derecha) que llaman la atención de los muchachos de la generación de Twitch, agonizan en vivo y en directo perdiendo rating, ideas y auspiciantes. Ver ahora el programa de Tinelli es como estar viendo a esos compañeros que nunca pudieron salir de la secundaria, y que viven contando las glorias del viaje a Bariloche como si acaso ahora fueran relevantes. Peor que la juventud boba y sin sentido, es la juventud impostada. Marcelo, con sus trajes al estilo Dybala y sus historias de Instagram que no entretienen a nadie, se pavonea por el centro de la pista de la edición número 234 del Bailando por un Sueño mientras que de fondo el fantasma incorpóreo de Larry de Clay emite esos sonidos que en algún momento fueran una suerte de risa pero que ahora se parecen más al llanto de un delfín abandonado por su esposa. Y repite los chistes, Marcelo. Y usa palabras de millenials, el cabezón. Y le hace alguna chicana al productor de turno. Y van todos a la misma barbería y usan zapatillas de lona con jean ajustado, suéter negro y anteojos de hipster, como si eso los transformara inmediatamente en Steve Jobs. Me apena que Marcelo no tenga un amigo, un productor, una compañera que le tome la muñeca antes de que él grite “Buenas noches América” a una platea vacía y con cariño, con paciencia, con ternura le diga… “hasta acá llegamos, Cabeza. No hay nada más para hacer”. Verlo es ver a ese tío borracho que canta “Los Piratas” en el casamiento de tu prima haciéndose el latin lover, agitando una maraca de choclo y esbozando escenas cargadas de homofobia para hacer reír a sus hermanos, mientras que todos sabemos que una vez pasado el efecto del alcohol volverá a tener la misma gracia que el asquimoco que espera en el techo de mi pieza a que el tiempo, la suerte o la mano de quien limpia termine con la tortura infinita de la irrelevancia.


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Yuli: del barco al escenario

Rodrigo Rivero

Tras su muerte, el recuerdo del cantante pionero de la cumbia santafesina. Por Marcelo Przylucki Siempre que uno pesque juntas las palabras “cumbia testimonial”, es casi seguro que están hablando sobre el estilo del gringo Czeslaw Popowicz, que con su alter ego “Yuli” se convirtió en uno de los fundadores de este estilo tropical. Refugiado de guerra, nene de orfanato y después artista, fue la primera gran voz de Los Palmeras para después hacerse solista y recorrer un camino de perfil bajo y mucha entrega emocional: “Vos pasabas de un grupo al otro y cantabas los mismos temas. Pero más allá de eso a mí no me costó el traspaso, el público me siguió”, detalló entrevistado por Cumbia

de la Pura en 2012: “Si hasta Cacho Deicas decía en su momento que lo que más quería era cantar como yo, porque las canciones la gente las tenía con mi voz”. Yuli murió el sábado 12 de junio a los 75 años. El camino de Yuli tuvo muchísimas paradas en la pobreza, la tristeza y la soledad y eso se transmite en sus canciones. Nació en Bari, Italia, en 1946 en un campo de refugiados y ahí vivió hasta que se subió con su familia a un buque carguero y se bajó en Buenos Aires. Después de probar en Mendoza llegan a Santa Fe a seguir sobreviviendo en la miseria: vivieron debajo de puentes hasta que el Estado mandó a los chicos a un hogar.

Yuli aprendió su oficio de músico en un taller infantil, empezó a cantar y fue precursor. En 2020 había cumplido 54 años en los escenarios.

Apenas estas palabras de reseña biográfica condensan algunos de los elementos más comunes en sus más

de 30 discos. Además, las figuras de sus padres, la añoranza de un hogar que nunca tuvieron y de nostalgia en general sirven para referirnos, aunque sea vagamente, al ambiente en el que nos pone su sonido: guitarras sonando como dentro de un frasco y el acento exótico de este italiano por azar que también sufrió bullying por no hablar en castellano: “Nos costó mucho desprendernos del idioma polaco”, contaba. Durante su infancia y adolescencia, se entusiasmó siempre con los talleres recreativos y artísticos, como el de aprender guitarra. Alberto Toto Fernández, acordeonista maestro de músicos, reclutó al joven Yuli para que aprenda a vocalizar “y a caminar el escenario” en su Orquesta Santa Cecilia. No pasó mucho hasta que se unió a Los Cumbiambas y también muy rápido ya se alistó en el recientemente formado Sexteto Palmeras. Miguel Carranza y Marcos Camino, respectivamente, también habían estudiado con Fernández, además tutor de un joven Darío Zanco. En 1976 graba el primer disco de nuestra cumbia nativa: Los Palmeras, apoyados por el Chani Martín Gutiérrez, alcanza el éxito suficiente como para volver a viajar (“había que ir a Buenos Aires a grabar porque acá no había”) y hacer el segundo long play, Te regalaré mi vida. Hasta ese momento, los grupos de la zona interpretaban repertorios de otros artistas como los Wawancó o el Cuarteto Imperial, pero Yuli era de brazo caliente y quería cantar sus temas originales. Lo hizo y enseguida se identificó al grupo por eso, pero un disco más tarde la propuesta iba a ser como solista: Dime mi amor qué está pasando (1979) fue su debut como Yuli y Los Girasoles. Por las complicaciones lógicas de las restricciones por la pandemia, quedó trunco el festejo por sus 54 años de trayectoria, que estaba pro-

gramado para el 11 de septiembre en el Teatro Astros. El trabajo era su régimen de vida y nunca tuvo intención de dejar de cantar más allá y a pesar de todo: “Yo la peleé mucho. En el 90 privatizaron el laboratorio, ‘Gringo: afuera’. Pero con Yuli nos iba bien, llevaba el mango, edificaba. En el 2004 después de la inundación y de la operación del corazón, creí que no la contaba más. Tres metros de agua, perdí todo. Es una zona muy baja, a la que en aquel tiempo le fuimos ganando espacio. Yo era empleado público, me había casado, y la música fue en paralelo, peleaba en los tres frentes. Eso, en vez de salir un atorrante, porque el

En 1976 graba el primer disco de nuestra cumbia nativa: “Los Palmeras”. Yuli tenía el brazo caliente y quería cantar sus temas originales. barrio marginado te puede llevar a eso ¿viste? Nada es imposible”, contó para una nota de Qué Sapa. Un poco reacio a las entrevistas y al roce social, siempre repetía “les pido disculpas, pero soy aburrido, no tengo charla”, aunque siempre se mostraba dispuesto cuando se trataba de reconstruir la historia de cómo surgieron los primeros grupos de cumbia con canciones propias. Ahí sí le gustaba sumar su testimonio y nombrar a todas las personas que lo ayudaron y que él consideró importantes. Sus admiradores y sus colegas llenaron Facebook con fotos junto a este cantante humilde y de perfil bajo que cada vez que la vida lo azotó pudo salir adelante gracias a la música.


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Poemas de amor y de aventura

El XV Argentino de Literatura cerró con una celebración de la vida y obra del poeta Fernando Callero. Por Agustina Lescano El XV Argentino de Literatura tuvo lugar en Santa Fe la semana pasada, organizado por la Secretaría de Extensión Social y Cultural de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Sin poder recibir a les invitades en la ciudad ni compartir el movimiento habitual alrededor de las lecturas, el encuentro se hizo por videoconferencia y hubo dos mesas dedicadas a la poesía. La del martes a la tarde, que contó con la participación de Sonia Scarabelli, Osvaldo Bossi y Mariela Gouiric; y en el cierre, una mesa que reunió a amigues de Fernando Callero para leer, a modo de festejo, sus poemas. También participaron del Argentino Nora Catelli, Selva Almada, Federico Falco, Rossana Nofal, Carolina Sancholuz, María Fernanda Alle y Sara Bosoer; y, en homenaje a Jorge Ricci, se presentó el libro “Memorias de un pequeño país” (Ediciones UNL), con la presencia de su hijo, Paulo Ricci, e Isabel Molinas. Todas las charlas están disponibles en el canal de Youtube de la Secretaría. Más poemas de amor

La mesa del martes se llamó “Esta sensación merece un poema”. La primera en leer fue la poeta rosarina, Sonia Scarabelli, con poemas de su libro “Últimos veraneantes de febrero” (Bajo la luna, 2020). Abrió su lectura con el poema “Ni para contar cinco”, que hace un inventario de su escritura comenzando por la familia, los pájaros, la gata y las

Participaron del Argentino Nora Catelli, Selva Almada, Federico Falco, Rossana Nofal, Carolina Sancholuz, María Fernanda Alle y Sara Bosoer. plantas, “los asuntos/ de una especie pequeña, / como si los poemas mismos fueran/ unas cositas vivas nombradas al tun tun”. Sus poemas traen imágenes mediadas por lo cotidiano, con escenas de infancia o de tardes de cuidar el patio y las mascotas, lirismo y rimas. Leyó también de “El arte de silbar” (Bajo la luna, 2014) y poemas inéditos, y hubo un momento para recordar a Mirta Rosenberg, en búsqueda de continuar la musicalidad de sus textos. Le siguió Osvaldo Bossi, de Buenos Aires, con poemas que narraron un romance. El principio de la historia fue un poema titulado “Flash”, publicado en de “Agüita clara” (Gog

& Magog, 2020), que pedía: “… Que un día al darme/ vuelta sobre la cama me tope con su/ cuello, o con el dedo gordo de su pie// –el más solitario de todos. No pido/ la fantasía de un chico eterno, no… ya no./ Apenas el relámpago de su voz diciéndome/ cualquier pavada por teléfono”. Ese chico llegó, contó Bossi, y siguió la historia con una serie novelada de poemas inéditos. El título es “Gurí” y trae la voz de una generación que puede, en tiempo presente, abrir los significados para la juventud, la cercanía y el amor. Con poemas como “Eli, Kevin y toda la parentela”, testimonio de esta época y del eterno enamoramiento, con versos que confiesan: “amigos, ustedes ya lo saben/ soy un homosexual de otra época, y nadie/ nunca nadie me trató así como Eli, con tanta dulzura/ y ahora sin ir más lejos/ me pasa el teléfono para que hable con su hermano Kevin”. Para poner el broche de oro a la lectura llegó Mariela Gouric, de Bahía Blanca, con el ritmo y el asombro que deja caer en cada corte de verso siempre que lee en público. “Hay que escribir más poemas de amor” y para seguir con la “inyección de romance”, dijo, empezó leyendo un poema largo y onírico llamado “Hola, amor, esto es un sueño”. El sueño es el de una mujer que se encuentra a otra y la invita a “tener hijos millones de hijos volver a poblar la tierra” que le digan “madre a una, madre a la otra”, con “una lengua que todo lo mejora”. El poema termina así: “escribo esta carta a la luz de una vela/ que alcanza a iluminar casi nada/ pero alumbra el futuro”. Poesía y aventura

La luz siguió encendida para la última mesa del Argentino, elegida para leer a Fernando Callero, el poeta fallecido en septiembre del año pasado. Con el impulso de Santiago Venturini, que coordinó el encuentro, participaron Lucrecia Pelliza, Ponchi Insau, Cecilia Moscovich, Alejandro Carreras, Santiago Pontoni y Analía Giordanino. El titulo fue “Poesía y aventura. Ahí estoy yo”, celebrando que “él pensaba todo como una construcción aventurera”, como dijo Giordanino. “Esta mesa la pensamos para leer a un amigo en público, porque en realdad lo venimos leyendo y escuchando hace mucho tiempo y lo vamos a seguir leyendo”, explicó Venturini. Abrió la ronda recordando a Callero, al Fer, como “un poeta que consigue hacer que la lengua diga lo que él quiere que diga, la lengua lo dice a él”, ya sea para abrir una ventana a su vida o para inventar una vida en cada estrofa, para enseñar,

Juan Curto

Fernando fue recordado por sus amigues y lectores en la nueva edición del Argentino.

para hablar de proyectos o de libros o de películas; para pelear, para hacer una escena, para hacer que el otro se enoje o se divierta: que le pase algo distinto. Une a une les invitades fueron leyendo los poemas que habían elegido, recordando al Fer en sus facetas de escritor, docente, editor en Diatriba, músico con Salvador Bachiller, amigo, bailarín, maestro. Desde “Perfeito”, el poema en el que Callero se ríe de su propio sopor nervioso cuando su papá pronunciaba mal mientras revisaba los remitos, hasta “Villa Adelina” que alumbra cada cosa que se mueve en su barrio santotomesino, a orillas del Salado; pasando por los chicos, la bici, los viajes, la noche y las fiestas. Cecilia Moscovich puso en palabras el moti-

La luz siguió encendida para la última mesa del Argentino, elegida para leer a Fernando Callero, el poeta fallecido en septiembre del año pasado. vo de la reunión, en “gratitud al Fer, un gran maestro y abridor de mundos, de mundos locos, él veía cosas que los demás no veíamos de la misma forma y nombraba las cosas de una manera alucinante”. Giordanino destacó el entusiasmo que transmitió Callero a les poetas y escritores santafesines, desde sus talleres y su biblioteca; y el agite a la poesía y la edición independiente que comandó desde Diatriba junto a Santiago Pontoni, quien fue antes que socio uno de los poetas que editó. El paso de Callero por la Escuela Almirante Brown como profesor lo recordó Lucrecia Pelliza, leyendo un cancionero artesanal de

“Canciones para una muchacha en flor”, hecho con hojas de carpeta en diciembre de 2001. “Siempre supo qué regalarme”, dijo. Giordanino también resaltó la conciencia que tenía Callero, como artista, de su obra, de su hacer que la lengua diga algo nuevo, “y la insistencia en inspirar esa misma conciencia a les demás, él te dedicaba tiempo, algo fundamental para el arte: dedicarle tiempo a otro”. Callero siempre estaba en alguna movida cultural, como el Festipoet en Rafaela o La Chochan y Suena Rizoma en Santa Fe. Le tiró rimas a Sara Hebe en barrio Roma y le quitó el protagonismo a Leo García en la Belgrano. En su casa y en festivales corrigió poemas, formó amistades y fue dejando historias como la noche que bailó como Jagger en la terminal de Paraná y el beso que le dio a Zurita en el ascensor en el Festival de Poesía de Rosario. Anécdotas que se compartían al igual que las lecturas que recomendaba y las tardes en el taller, un boca en boca alrededor de su figura, la de un poeta maravilloso que vivía acá cerca y tenía la puerta abierta. Cuando abrió la mesa, Venturni afirmó: “No sé si existe la poesía del litoral, pero si existe, no hay poesía del litoral sin Callero, y más allá: no hay poesía de la argentina sin Callero”. Después, leyó una respuesta de Callero, una vez que le preguntaron qué es la poesía: “más bien un entretenimiento, un pasatiempo, una forma de enamorar y ser querido, una forma de jugar con máscaras, un canto, un baile, una compañía. La poesía como oficio recreativo, no como profesión. Anotar en libretas, procesar ese material, intercambiarlo con amigos transforma la vida como cualquier trabajo liberador. Yo no creo en las Revoluciones, así, con mayúscula”. Seguiremos leyéndolo, buscando revoluciones y sobre todo, poemas de amor y aventura.

Un poema de Fernando Callero

VOY A PLANTEAR el tema del vicio Una vez más voy a confiar en que hay costumbres ociosas que sólo conducen al vacío y al derrumbe del Hombre. Pero, ¿y el preciado trabajo de los materialistas históricos, qué tiene de saludable? ¿La cooperación? ¿La práctica de superación controlada de la raza? ¿La libertad mancomunada con sus insondables respiros políticos adictos al crimen y a la sofisticación de las armas? ¿Por qué habré de adherir si sé que la nobleza es también la conquista acertada de un capricho intelectual devenido en modelo por no sé qué estimulante gesto del ego en la Ley? Piensen sino en las grandes figuras que descollaron por su grandeza. ¿Pensáis acaso que esos Poetas, Mártires y Estrategas de la Historia conquistaron la memoria por desvelo frente a la privación de un pueblo? Yo creo fervientemente en el vicio como motor solapado de negocios mejor vistos, porque nadie que se proponga alcanzar un destino propio o ajeno es, necesariamente, bueno si no monta un caballo amoral. Lo que domeña ese dueño es, en última instancia, sed.

Fernando Callero Publicado en“Aniversario” , autoedición, 2002; y“Al rayo del sol” , Iván Rosado, 2013.


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LITERARIAS | PAUSA

OTRO YO MISMO

HOJA DE CARPETA

Esperanza Por Mari Hechim Y como escribir es, en cierto modo, entablar una conversación con los lectores, y siendo que escribir cada dos semanas un texto que para nada es extenso, puesto que lo que propongo quincenalmente desde el Pausa se llama columna y no artículo, no parece que me haga falta ni mucho ingenio ni demasiada creatividad, sin embargo, puesta a desgranar un par de ideas, por decirlo así, en algunas palabras, siempre se me hace que no tendré ni la voluntad ni la determinación de hacerlo sin imaginar que los que frecuentan el periódico se pondrán a bostezar inmediatamente, por lo que la tarea empieza a ser trabajosa y fatigante mucho antes de enfrentar el Word en blanco. Así es que me despido antes de empezar dicha conversación: entré a la casa, acepté el café en silencio, mi amistad dialogante me habrá preguntado qué tal estoy y qué es de mi vida, y de pronto me paré, me puse el barbijo y abandoné el living, la casa y el diálogo en un solo trazo. Y no sin antes pensar en las vicisitudes y comentarios de la prensa que se ocupa de los destinos del país etc, que se dan a conocer en las redes sociales, porque alguien que escribe debería tener en cuenta la serie de acontecimientos que nos ocupan y nos preocupan: por ej, los barcos y Alberto, o la copa de Colón, el arrimarse alegremente en una fiesta en la que casi todos estu-

vieron expuestos al virus que nos viene alterando, etc. Quien escribe debería saber qué opinar acerca de los constantes movimientos del ir y venir de las noticias, lo cual no es mi caso porque no miro más noticieros ni los quiero ver. Esto es una dificultad, pero me lleva como por un tubo al tema que me interesaba exponer antes de esperar la réplica del otre que se sentó frente al café y me está mirando: los cambios que se producen en la vida durante la pandemia. Si tu vida como trabajadora activa estuvo signada por una variedad de ocupaciones, como las de dar clases, escribir artículos para libros académicos, crear revistas, evaluaciones, exposiciones en congresos, estudiar, darse espacio para la familia y los amigos, conversar con ellos en reuniones, cenas, agasajos, fiestas, leer libros y ver películas, probar de hacer diversas artesanías, etc., la vida como jubilada en pandemia se presentó, por mucho tiempo, como si uno despertara repentinamente después de un sueño y sólo la nada, la perplejidad y el estupor se hubieran apoderado de uno. Y todo aquello anterior a tu historia personal se hubiera desvanecido, veloz, como un relámpago, en la duración de un pestañeo, un latido: ínfimo, tenue. Sin embargo, bueno es reconocer que si bien uno es un pobre infeliz que nunca entiende nada y que por más que uno se juzgue con dureza a sí mismo, siempre

termina siendo un juguete de los azares y las casualidades, por mucho que nos hagamos los ingeniosos y cambiemos de lugar las letras y nos preguntemos, como si estuviéramos inventando un juego maravilloso, “¿o causalidades?” la cuestión es que la voluntad no llega, como tantas cosas, cuando se la nombra o se la invoca. A la naturaleza todos estos avatares que el asedio prolongado de enfermedades que este momento produjo, y que incidió grandemente, y lo sigue haciendo sin pausa, sobre las sociedades y las subjetividades, no le importa en absoluto y sigue su curso impertérrita, dejando muertos por allá y algunos nacimientos por acá, siendo leal a sí misma, es decir, sin perturbarse a ojos vista, equivocándose de vez en cuando, por diversión, diría Sterne, y va y te pone por delante una novedad, una necesidad, quizá algo secreto y misterioso, y la máquina vuelve a funcionar como si los paréntesis se hubieran cerrado, y las cosas vuelven a su lugar más lentamente de lo que te gustaría, pero funciona y poco a poco su marcha crece hasta que todo parece normal, y, aunque aquellos lugares estén cambiados, estropeados y/o enrarecidos, fluye y sigue fluyendo porque la vida es así de boba.

VARIOPINTA

Calle Mamerto Esquiú Por Federico Coutaz Empieza en un telo que parece un hotel o un hotel que parece un telo y termina en una comisaría que parece una casa. Eso si se sigue la dirección indicada, pero bien puede ser al revés, todo depende de por cuál avenida se llegue. Como fuere, por distintas razones preferiría no entrar en ninguno de esos dos puntos extremos, pero sí en más de una de sus intrigantes y variadas fachadas. Breve y semioculta, la calle Mamerto Esquiú ofrece su discreto encanto a quien se preste a recorrerla con ojos atentos. Algo del corazón impoluto del orador de la Constitución pervive en la calle que lo nombra, y no precisamente lo monstruoso sino cierto aire de lo perdido y atemporal que se respira en esas variopintas cuadras donde parecen mezclarse, como síntesis, todos los barrios y

todas las épocas. A poco de comenzar el recorrido, la vía la corta como un río y le ofrece algunos pocos graffitis, que resaltan como raros peinados nuevos. En todas las cuadras hay más de un pasillo y una casa muy vieja, un frente de portón oxidado y jardín de abuelas de antes, que conviven con algunas más modernas y otras más pretenciosas. Hay un perfecto catálogo de balcones de distintos estilos, tamaño y gusto, insólito más de uno, insólita la cantidad y todos como a la espera de la serie fotográfica que los recorte y distinga. La mirada bien puede sostenerse entretenida en la altura, pero se perdería así muchas otras cosas. Por ejemplo, una fastuosa fuente con estatua neoclásica de doncella con paraguas rodeada de sapos, unos cuantos cisnes y otros animales de cemento en

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extinción, repartidos en las recurrentes galerías repletas de flores en todas las estaciones. Una casa gris y vieja, con parecita al frente, jardín de baldosas y galería con gran entrada circular como de piedra que le encantaría a Mariana Enríquez y quedaría bien en cualquier pesadilla. Una casa chata con frente de azulejos custodiada por tres cabezas de león que sobresalen sobre puerta y ventanas ignorando si son castillo o fuente. Cada vez que veo pasar un 9 me queda la sensación de haber visto un fantasma y puede que así sea. La última vez que vi uno fue justamente en Mamerto Esquiú. No sé cuántas casas quedan con árbol de nísperos en la vereda y enano de jardín entre las plantas, si quieren ver una, ya saben dónde.

Baba Yaga Por Analía Giordanino No era de este mundo la monja Baba Yaga. Contrastaba con la presencia de las otras monjas del Jardín, que vestían todas de gris. Ella vestía de negro, era renga y usaba zapatos ortopédicos para nivelar el pie; los pisaba fuerte, yo creo que a propósito. Y era la dueña del jardín. Los jardines que yo conocía eran dos: el de mis abuelos paternos, con huerta y repleto de rosales, y el jardín de unos amigos, desbordado de helechos y con el olor de los pollos en el corral de atrás. El jardín verdadero de la escuela, con parras prendidas de los arcos de las glorietas y bancos de piedra debajo, para sentarse, era limpio, ordenado, como salido de una estampa bíblica. ¿Jugarían ahí las monjas? ¿Qué harían en esos jardines, con tanto lugar para ellas solas? Las monjas nunca andaban por ahí, contentas del sol. Se cruzaban al Jardín de Infantes para hacer unas apariciones repentinas donde les volaba una capa que era el hábito de la monja renga, alrededor de su cuerpo pequeño. Yo la veía volar por la galería de nuestro jardín con su capa y sus coturnos negros, como una erinia agarrada a las baldosas. La monja venía, y era el terror: tener todo limpio, impecable, la ronda prefecta, los moños atados, la bandera alta, las canciones aprendidas, las manos lavadas, todo un mundo superficial sostenido, para mostrar que el trabajo de la moral estaba hecho, intacta la idea fuerza fundacional del colegio de hermanas esclavas. La monja nos saludaba, nos miraba, uno por uno. Le cantábamos algo que habíamos aprendido para su visita, y se iba. La verdadera escuela empezaba en primer grado, en el edificio encogido y húmedo de enfrente, puesto detrás de la línea de alzada como un murciélago colgando al revés. A veces cruzábamos la calle para ir a la escuela, a la capilla, a rezar, sólo para las misas en honor

de las fechas patrias. Mientras tanto, la señorita María Antonia podía transformar los espacios, tenía una voz habitante y la boca pintada de color rojo. Su pelo era rojo. Con ella hacíamos las acciones del día subidos en una ola de energía vital y colectiva: dibujar, dormir con las cabezas sobre las manos y las manos sobre las mesas redondas, comer en ronda en la merienda. Las acciones de comer eran colectivas y cristianas, es cierto: ronda en el patio, todos de pie; ella pasaba por el centro y cada uno de nosotros ponía su merienda allí. Ella agitaba esa bolsa y volvía a pasar, y cada uno salvaba lo que podía, un puñado por niño. Una vez sola vez salimos al jardín del colegio a correr y festejar. Habíamos pasado a primer grado y a mí me cambiaban a una escuela pública a la vuelta de casa. Todas las familias estaban recibiendo las libretas y los regalos de despedida de año. Era verano, la humedad chorreaba. Yo corrí frenéticamente por todos los rincones del jardín sabiendo que era una despedida, oliendo todas las flores y envidiando un ramillete de Santa Rita fucsia que caía como una peluca hasta el piso y no dejaba ver la armazón de la glorieta. Yo estaba por treparme para cortar el ramillete más alto y escuché la voz de la señorita María Antonia que nos llamaba con la canción de los saludos. Pero no quise irme sin mi souvenir y subí. Corté el ramo. Ya en el piso, la monja Baba Yaga, la de los tacones, la renga, se me había aparecido. Parada enfrente mío, me dijo: —Trepando a cortar flores, y despeinada. No sé de dónde saqué fuerza. Le tiré el ramillete, que rebotó en la pollera gris tormenta, y corrí. Nunca miré para atrás. Me integré al grupo de la señorita María Antonia, la besé muy fuerte antes de irme y después me abracé a mi mamá, que me esperaba con un helado. Nunca más volví a entrar a ese colegio, pero nunca olvido ese jardín.


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PAUSA | COCOLICHE

El sol alumbra menos Por Adrián Brecha

El invierno comenzó el 21 de junio en el hemisferio sur. Las temperaturas bajaron varios grados. Sí, tiene razón: cuál es la novedad. Ninguna. Comienza una nueva etapa donde la moda se rinde ante el frío. Encimar prendas y dejar de lado la combinación de colores en busca de calidad térmica es una delicia ante los ojos de cualquier pasarela. Vale todo, incluso doble media y buscar ese gorrito del norte que nos otorga el certificado de que alguna vez viajamos. Además, este día fue el más corto del año ya que el sol se encontraba en su punto más alejado al Ecuador Celeste. Mientras, el hemisferio norte entró en el solsticio de verano. En Europa siempre están mejor y su Copa América tiene más partidos. Aparentemente todos los años pasa lo mismo. Mientras aquí llega el frío, en Europa entra el verano. Para todo hay grietas. Un par de medias térmicas tiene un costo de $600, una camiseta $1200 y un TV, no tonto, arranca en $29.000. Prefiero el verano, aunque el porrón también se tome en invierno. Los solsticios son los dos momentos al año en que el eje de la Tierra llega a su máxima inclinación con respecto al Sol. En el hemisferio sur se aleja de la estrella y el hemisferio norte se acerca hacia él. Aunque la tierra también puede ser plana. En Argentina se realizan varios rituales, los pueblos celebran los nuevos ciclos de la madre tierra. Desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, la idea es renovar el nuevo ciclo de la naturaleza con el ser humano. Podríamos comer pandulce y garrapiñada y Mi pobre Angelito tendría mejor sincronicidad térmica. En otras culturas con o sin Netflix honran el orden cósmico y las leyes de la naturaleza cuando se produce el solsticio de invierno. Por ejemplo, los mapuches celebran el regreso del sol con festividades como la Machaq Mara o el We Tripantu, que significa “nueva salida del Sol y la Luna” . En el fondo a todos nos gusta celebrar. Ante la histórica bajante del río, el costo del gas y las bajas temperaturas: ¿es prudente bañarse? ¿No bañarse colabora con el planeta? ¿Esquivarle a la ducha nos hace más hippies? ¿Todos somos el cheto de alguien? ¿Abrir una canilla y que salga agua caliente no debería ser universal? ¿El poliamor es una alternativa al frío? ¿Por qué los realities de cocina son exitosos? Ninguno de estos cuestionamientos encontrará una contestación. Porque es más importante la pregunta que encontrar una respuesta. Prometemos armar una comisión con el Lic. Ramiro y Lorraine para trabajar mancomunadamente en favor del pueblo.

AÑO 14 - Nº 274 | JUEVES 24 DE JUNIO DE 2021

La familia López encerrada Capítulo 7


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