Pausa 273 Colón Campeón

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Ilustración: Manuel Manso


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AÑO 14 - Nº 273 | JUEVES 10 DE JUNIO DE 2021

PAUSA | ESPECIAL: COLÓN CAMPEÓN

La hora de esa estrella tan esperada

De la mano del Pulga Rodríguez y con jugadores en un nivel muy alto, Colón fue el mejor de punta a punta y ganó con autoridad la Copa de la Liga. Esta es la historia de una campaña que ya nadie podrá olvidar. Por Ezequiel Nieva ¿Puede un club humilde, de una ciudad mediana, alejada de las luces de Buenos Aires, imponer su juego y sus virtudes en un fútbol tan competitivo como el argentino? ¿Puede un equipo sin figuras rutilantes, sin refuerzos millonarios, ser el mejor de punta a punta y demostrar autoridad ante los más poderosos? Sí, puede. Y eso es lo que pasó con este Colón 2021, que ya nadie en el mundo del fútbol va a poder olvidar. Eduardo Domínguez volvió al club cuando las papas quemaban y demostró que las segundas partes pueden ser mejores. El entrenador sabalero empoderó a un plantel que venía cabizbajo desde la lluviosa tarde de Asunción y sacó lo mejor de cada jugador. Potenció a los pibes de las inferiores, ordenó el esquema táctico, hizo brillar al “Pulga” Rodríguez rodeándolo como el tucumano lo necesitaba, construyó un eje imbatible en el mediocampo (Lértora, Aliendro y Castro), reforzó la defensa con centrales de jerarquía (Goltz, Delgado y Bianchi), les dio confianza a los juveniles que terminaron mostrando que tienen todo para ser titulares (Garcés, Meza, Farías, Pierotti y Leguizamón) y acertó con las incorporaciones, en especial con la arriesgada apuesta de poner en cancha, en la final contra Racing, a Cristian Ferreira, que había sumado muy pocos minutos. Todas las decisiones de Domínguez fueron acertadas: tanto cuando pudo elegir con libertad, como en el arranque de la temporada, como cuando debió “improvisar” ante la saga de lesiones, suspensiones y contagios de Covid, sobre todo en la segunda fase de la Copa. Ahí quedó demostrado que aquello que en los papeles podía parecer una improvisación se trató, en realidad, de un trabajo muy cuidado, casi artesanal, a través del cual el DT sabalero potenció al máximo a los jugadores que tenía disponibles. Los casos de Bernardi y Mura, los dos de notable rendimiento en la semifinal contra Independiente y en el inolvidable 3-0 contra la Academia, son ejemplos concretos. De punta a punta

El arranque demoledor de Colón fue un presagio de lo que iba a venir: cinco triunfos al hilo en las primeras cinco fechas, en las que Burián recibió un solo gol y en las que el Sabalero venció con comodidad a rivales que en los papeles podían resultar más complicados, como San Lorenzo, Banfield y Estudiantes. En ese electrizante inicio del certamen, el Pulga y Castro empezaron a forjar

una sociedad que daría sus frutos a lo largo de todo el torneo. Tuvieron distintos acompañantes –como Leguizamón y Sandoval– pero el esquema siempre funcionó en forma aceitada. La mano del entrenador ya se podía ver con claridad. En el tramo central de la primera fase aparecieron algunas fisuras. El equipo no lució como en las primeras fechas, pero los resultados acompañaron. En esa parte de la competencia Colón recupero a algunos históricos, como Wilson Morelo. El colombiano tuvo poca participación, lo que demuestra que el esquema de Domínguez funcionó más allá de los nombres propios y de la trayectoria de los protagonistas. Las derrotas contra River y Racing de visitante y el empate con gusto a poco ante Godoy Cruz en Santa Fe encendieron algunas alarmas. Ese fue el tramo del torneo que más le costó a Colón; sin embargo, la magra cosecha de puntos no le impidió seguir como puntero en su zona. Pudo parecer que volvía el fantasma de las temporadas anteriores, cuando el Sabalero empezaba bien, pintaba para candidato y se terminaba desdibujando. Pero esta vez eso no ocurrió y la responsabilidad es toda de Domínguez y de los jugadores, que se repusieron rápido de la racha adversa y consiguieron la clasificación a cuartos de final una fecha antes del cierre de la fase regular. Colón cerró esa fase con 25 puntos producto de siete victorias (Central Córdoba, San Lorenzo, Banfield, Aldosivi, Estudiantes, Platense y

Aliendro y Lértora encontraron su mejor nivel y fueron los puntos más altos regulares a lo largo de la temporada, sobre todo en la fase final. Arsenal), cuatro empates (Rosario Central, Argentinos, Godoy Cruz y Unión) y solo dos derrotas (River y Racing). En ese tramo del torneo el Sabalero marcó 23 goles y recibió 10. Fue el segundo equipo con mejor diferencia de gol (solo superado por River) y el segundo con mayor cantidad de puntos tomando los dos grupos: Vélez ganó la Zona 2 con 31 unidades y Colón se quedó con la Zona 1 con 25 unidades. En esa primera fase, aun con algunos altibajos, fueron determinantes el rendimiento de Burián, el orden defensivo y las variantes tácticas

Terminó la final en San Juan: titulares, suplentes y cuerpo técnico se arrojan hacia la Copa. Una noche que Colón esperó toda su vida.

que ensayó el entrenador de mitad de cancha hacia adelante. Con sus goles, Rodríguez y Castro resultaron decisivos, pero la mejor noticia para el Sabalero fue que todos los que tuvieron la posibilidad de sumar minutos rindieron: Farías se ganó la titularidad a fuerza de sacrificio y talento; Morelo, Leguizamón y Sandoval tuvieron buenos aportes; a los pibes Pierotti y Moschión, que les tocó reemplazar a los volantes lesionados o suspendidos, no les pesó la camiseta. Lo mismo pasó con dos defensores que empezaron como titulares, alternaron y terminaron consagrándose como dos de las revelaciones del plantel: Piovi y Meza. Garra y calidad

En la fase final de eliminación directa Colón fue de menor a mayor. Tuvo un partido discreto en Santa Fe ante Talleres. Por momentos fue dominado por el equipo cordobés, pero lo pudo sacar a flote, incluso jugando con uno menos buena parte del segundo tiempo. Fue 1-1 y en los penales, una vez más, apareció la inmensa figura del Cachorro Burián, héroe de tantas noches coperas y, decididamente, uno de los nuevos ídolos del Sabalero. El mejor Colón apareció en los últimos dos partidos. Las lesiones de Goltz y Bianchi en defensa obligaron a Domínguez a alterar el esquema que había usado durante los 13 partidos de la primera fase y contra Talleres. El entrenador movió el banco, rescató a Facundo Mura y a Gonzalo Escobar y lo corrió a Piovi a la zaga central. Esas modificaciones

de nombres propios y de esquema no solo no se notaron; por el contrario, el equipo fue más sólido que antes y quedó la sensación de que esa defensa “improvisada” llevaba años jugando de memoria. Lo mismo ocurrió de mitad de cancha hacia adelante. Bernardi volvió al equipo titular y fue determinante. Aliendro y Lértora encontraron su mejor nivel: fueron los puntos más altos y con mayor regularidad a lo largo de la temporada, pero sobre

“Pulga” Rodríguez fue el factor clave del equipo. Jugó, pero sobre todo hizo jugar. Anotó, asistió y generó peligro en cada una de sus participaciones. todo en la fase final, con personalidad para imponer condiciones ante dos rivales (Independiente y Racing) que saben muy bien lo que es ganar duelos de eliminación directa. El gran hallazgo de Domínguez se llama Alexis Castro. El volante ofensivo rindió de punta a punta y se convirtió en una de las revelaciones de la temporada. Sus números despejan todo margen de duda. En Tigre (2015/2017) había marcado 8 goles en 40 partidos. En San Lorenzo (2017/2018) jugó 28 veces y no anotó. Sumando sus pasos por Defensa y Justicia (2019) y Tijuana

de México (2020) sumó 4 tantos en 36 encuentros. En Colón hizo 5 goles en 13 partidos. Un claro ejemplo de cómo un entrenador puede potenciar a un jugador, a partir de sus propias virtudes, en función de una estrategia colectiva. Aún con el desgaste que sintió el Pulga Rodríguez (dejó el campo en la final cuando el partido recién estaba 1-0), el tucumano fue el factor clave del equipo. Jugó, pero sobre todo hizo jugar. Anotó, asistió y generó peligro en cada una de sus participaciones. Bien lo señala Gastón Chansard: Colón no es Pulgadependiente, supo sacar adelante situaciones muy difíciles sin contar con el tucumano. Pero Luis Miguel Rodríguez fue en ese tramo final –y a lo largo todo el certamen– el jugador más importante del plantel. Dos años antes había llegado a Santa Fe con hambre de gloria. Cayó en Asunción y se levantó. Se cansó de hacer magia con sus goles inolvidables en la Copa Maradona. Y en una noche de San Juan, en medio de una pandemia atroz, el Pulga Luis Miguel Rodríguez condujo a Colón a su primera estrella. Inolvidable. En la semifinal y en la final, el Sabalero borró de la cancha a los grandes de Avellaneda. Domínguez supo cómo anular a cada rival. Y sus jugadores interpretaron la partitura a la perfección. El más sufrido de los clubes argentinos, el que se cayó y se levantó mil veces, el que estuvo siempre a un paso de la gloria y nunca se rindió, logró su más ansiado objetivo con garra y calidad. Como pide la canción. ¡Salud, campeón!


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Los superpoderes de Domínguez

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La clave del título sabalero estuvo en el banco. El DT integró a todo el plantel y nadie se sintió menos. Por Gastón Chansard ¿A Domínguez le dieron todo el poder? “Sí, cuando volvió le dimos todo el poder a Eduardo, para que él arme todo”. La respuesta, pisando el césped del estadio Bicentenario de San Juan, me la brindó el vicepresidente Patricio Fleming. “Domínguez, conocedor del club y de su presidente José Vignatti, volvió para ser mejor. La directiva aceptó darle “superpoderes” en su regreso y el entrenador los usó para demostrar que a este plantel, el que perdió en Paraguay y que poco después se iba al descenso, lo podía rescatar desde el plano emocional y futbolístico”. Esas líneas son parte de la nota “No es casual, es Domínguez”, que fue publicada en Pausa en la previa al histórico encuentro ante Racing. El 5 de enero de 2017 comenzaba la era Domínguez en Colón. “Nuestro principio es jugar bien. Nuestro sistema táctico va a depender de los jugadores. Nos gusta ser protagonistas y queremos un Colón protagonista. Bajo esa premisa vamos a trabajar”, declaró el DT en la presentación oficial ante la prensa. En esa primera etapa el “Barba” demostró que era un entrenador que iba a dar que hablar. Colón empató 1 a 1 con Olimpo, ganó el clásico en cancha de Unión (2-0) y acumuló siete victorias consecutivas, una marca récord para el sabalero en Primera División. Esas palabras de presentación tuvieron cuerpo y alma adentro de la cancha, el equipo era protagonista y el sistema táctico se adaptó al plantel. Domínguez le dio identidad de juego, en 2017 lo puso en la Copa Sudamericana del año siguiente y entre otras cosas fue noticia por ser el primer equipo argentino en ganar

“Voy a dormir abrazado a la copa”,dijo el entrenador sabalero después de la final.

durante los 90 minutos en el mítico Morumbí (1 a 0 al San Pablo). En 2018 lo volvió a meter en otra Sudamericana, de la que luego sería finalista en 2019, pero los altibajos del equipo y algunos roces con la dirigencia lo llevaron a renunciar en noviembre de ese año. Su regreso al club es consecuencia de los efectos de la final perdida en Paraguay y un equipo que se encaminaba al descenso. En marzo de 2020 volvió con una condición: que nadie interfiera en su trabajo. Y todo fue del “Barba”. En tres días apareció un recordado triunfo en Rosario, le ganó 3 a 1 a Central luego de dos

años de sequía fuera del Centenario. Llegó la pandemia, el fútbol se detuvo y se anularon los descensos. Domínguez y su cuerpo técnico se quedaron en cuarentena en Santa Fe, durante meses consolidaron la idea en el Hotel de Colón, se adaptaron a los tiempos de malaria, se fueron diez jugadores en 2020 y sólo llegaron Piovi y Goez. A esa altura el DT ya había convencido a todos los jugadores de su plan; a esa altura, los que se querían ir empezaron a cambiar de idea. Domínguez devolvió la confianza perdida. Como dijeron varios jugadores: “Eduardo nos cambió la cabeza”.

estadio nuevo y transformarlo en uno de los más lindos del país. Antes de la finalización de la primera etapa como presidente también tuvo que superar la inundación de 2003. El estadio nuevo bajo agua; el club, como gran parte de la ciudad, absolutamente dañado. Pero salió adelante. Luego tuvo algunos años de descanso. En 2004 Horacio Darrás llegó con la venia de Vignatti y, a la fiesta del centenario del club (2005), José la disfrutó como un hincha más. Después pasó Germán Lerche, el vaciamiento, la caída. Eduardo Vega y el “Bicho” Godano empezaron con la refundación del club, llegó el des-

censo de 2014 y a los pocos meses el ascenso. Pasó un tal Ferraro por la presidencia, Ariotti de interino y en 2016 volvió Vignatti. El actual presidente terminó de ordenar a Colón, mejoró su economía con grandes ventas de jugadores (la vieja receta de Vignatti) y se encaminó al gran sueño: salir campeón. Eduardo Domínguez fue fundamental para dejar una base en su primer paso (2017-2018). En 2019, con un técnico de menor valía (Lavallén), Colón fue superado claramente en Paraguay y se quedó en las puertas del sueño. “La llegada de Eduardo Domínguez fue fundamental”, dijo Vignatti

José, el presidente campeón José Néstor Vignatti se transformó en el presidente más importante de la historia del Club Atlético Colón de Santa Fe. Ya nadie puede poner en dudas el lugar del mandatario sabalero en los 116 años. El “Gringo” ganó las elecciones a fines de 1992 y tuvo la gran posibilidad de ascender en 1993, pero los penales en Córdoba fueron una pesadilla. Dos años después, en 1995, llegaría el ascenso luego de 14 años en la segunda categoría del fútbol argentino. A partir de ese momento se consolidó rápido en Primera y llegaron las participaciones en los torneos internacionales y, como si fuese poco, fue sacando las maderas para hacer un

Volvió el fútbol y muchos de esos jugadores volvieron a su nivel. En la Copa Maradona, Colón se acercó a las palabras de aquella primera conferencia de prensa: nuevamente fue protagonista. Pero al equipo le faltó un grado más de horno para no estar crudo en los momentos decisivos. Con los poderes que tenía y con las cartas que ya había mostrado en la Copa Maradona, Domínguez pidió a Paolo Goltz y a Alexis Castro. El experimentado defensor fue la voz de mando del equipo y el que le aportó tanta solidez y confianza al sistema defensivo. Y el volante fue muy importante para generar juego de mitad hacia adelante. A esos dos hay que sumarle a Facundo Mura, que llegó para reemplazar a Vigo, y a Cristian Ferreira, que también fue parte de la transacción del lateral de Colón a River. Además, pidió por el regreso de Nicolás Leguizamón. Mura nunca fue titular, pero Domínguez le tiró la “4” en los dos partidos finales, jugó muy bien ante Independiente y la rompió en la final. El pibe Ferreira jugó muy poco, pero fue titular en la final y fue una de las figuras. En tanto, Leguizamón fue clave en las primeras fechas, se lesionó y apareció en la final para meter una asistencia fantástica en el gol de Christian Bernardi. Con ideas de juego definidas, con un manejo de grupo basado en el buen trato hacia el ser humano y con la confianza que se había ganado por todos, Domínguez no dudó en darle la titularidad a Facundo Garcés cuando se caía Bianchi en la primera fecha, respaldó a Eric Meza para que sea una de las grandes apariciones de la temporada, lo hizo explotar a Facundo Farías y puso en momentos importantes a Pierotti. Los pibes rindieron y eso también

fue mérito del entrenador. Eduardo Domínguez integró a todos los futbolistas, nadie se sintió menos, todos se sintieron parte, los más grandes estuvieron cómodos en la relación con el entrenador y en su función de guiar a los más chicos. El DT los hizo creer en una idea, trabajó en tantas variantes como puede dar un partido de fútbol, la demostración es que jugó 14 partidos con un esquema y en los dos más importantes lo modificó radicalmente. Colón tenía una idea base, para sabía muy bien cómo utilizar los planes B, C y D, si era necesario. En los partidos donde Colón bajó su rendimiento o como en la instancia

Eduardo Domínguez volvió mejor (y eso que la primera etapa era buena) y los “superpoderes” que le dieron fueron muy bien utilizados por el DT. final, donde no contó con Goltz, Bianchi, Delgado y Farías, el temple y la seguridad de su trabajo volvieron a ser claves para que la meta no se aleje ni un centímetro. Domínguez volvió mejor (y eso que la primera etapa era buena), los “superpoderes” que le dieron fueron muy bien utilizados y la demostración de la importancia del DT en el logro más significativo de la historia del fútbol de Santa Fe se grafica en la primera madrugada de Colón campeón. La Copa no durmió en la vitrina de la sede, “hoy voy a dormir abrazado con la Copa”, dijo el técnico y se metió a su casa.

Enero de 2019. Vignatti firma con“Pulga”Rodríguez y empieza una nueva era en Colón.

en la gloriosa noche de San Juan. Supo retroceder unos metros en su estilo ultra personalista y darle el poder del fútbol al DT, un punto determinante para conseguir la primera y

ansiada estrella. En Vignatti vamos a encontrar varios puntos que invitan a polemizar, pero desde el 4 de junio de 2021 ya entró a la categoría de “prócer del Sabalero”.


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Con los pibes también

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Canciones de amor

La pasión por Colón supo ganarse compases y versos en la música santafesina como expresión de un sentimiento popular que forma parte del repertorio poético de artistas de distintos estilos. Son canciones que se enfocan en la pasión rojinegra, su presencia en la vida de los humildes, en la mística de los que no se achican y sueña con conseguirlo todo. = Fiesta Descontrolada I y II, de Los Palmeras, son piezas icónicas. El enganchado con los cantitos clásicos de la hinchada se convirtió en la banda de sonido oficial de las previas y los festejos. = Los del Bohío habla en“A mi gente”del hincha característico, pero por elevación, nombrando al pueblo trabajador, a los pescadores y a los propios artistas cuya vida es un día a día de sacrificios:“Pueblo divino, morrudo, sabalero; papel picado, botija bajo el sol; sigue tu lucha del pan y del trabajo; que la riqueza es linda y la miseria no” . = Gustavo Angelini, después de una visita alucinante, escribió “Magnífico Alto Verde” . En este recorrido interpretado por Carneviva se habla de las casas de colores, laberintos de arenas y canoas tambaleantes. Y hay un grito eterno para cada partido con final feliz:“Colón había ganado, íbamos bailando y bailando” . = La enumeración puede seguir: “Locura popular”de Toponauta; Grupo Cali con“Colón mi razón de ser”y, como bonus track, una joya perdida de una banda extinta, Die Morrone, con una pieza delirante que nos habla de un personaje que“tiene pan para esa esquina de pescado, sabalero” .

Una nueva generación de jugadores protagonizó la página más gloriosa de Colón. Cuando en el fútbol se habla de los campeones suelen aparecer en los primeros planos las dos o tres figuras destacadas del equipo, y casi siempre son jugadores con experiencia o de mediana edad. Pero esa concepción de valoración es muy injusta con los futbolistas más jóvenes, que también son piezas destacadas para poder llegar a los grandes logros. En este Colón campeón aparecen varios juveniles que Eduardo Domínguez tuvo en cuenta. A veces los pibes surgen porque la situación es crítica, otras porque están en el punto justo para el debut y otras porque hay un DT que sabe cuándo apuntalarlos con otros jugadores de experiencia y darles la confianza suficiente para que esos primeros encuentros sean disfrutables y no traumáticos. Esa tercera vía fue la que ocupó Domínguez para consolidar como jugadores profesionales a Eric Meza, Facundo Garcés, Facundo Farías, Santiago Pierotti, Tomás Moschión y Tomás Sandoval. A esa lista se le podrían agregar otros seis o siete nombres que también fueron parte del plantel, pero no les tocó jugar. La aparición de Meza tiene que ver con la venta de Alex Vigo a River Plate. Más allá de la llegada de Mura -a préstamo- en esa posición, la titularidad hasta el partido de cuartos de final (Talleres) fue de Eric Meza. El pibe de Santa Fe se afianzó por el lateral derecho y rápidamente hizo olvidar a Vigo. De los 16 partidos que jugó Colón, 14 fue titular, en la semifinal cumplió con la sanción por expulsión y en la final fue suplente. Meza le brindó marca, pero sobre todo una gran salida y excelente alternativa de ataque durante la primera etapa del

Leguizamón, Sandoval, Garcés y Moschión celebran el título en la noche de San Juan.

torneo. Fue una pieza fundamental para la dinámica de un equipo que siempre supo sorprender. Facundo Garcés es la aparición del defensor que juega con el amor del hincha. El Flaco es pura voluntad, sacrificio, es el viejo y querido zaguero central que se hace respetar ante el delantero que sea. Garcés fue la primera rueda de auxilio que tuvo que utilizar el DT cuando Bianchi se lesionó minutos antes del debut, en Santiago del Estero. Desde la primera fecha hasta la final en San Juan el ex defensor de El Quillá jugó 15 de los 16 partidos del Sabalero. El Flaco ya es parte de la histórica defensa rojinegra que jugó con línea de tres, a veces de cinco, y de cuatro en la semifinal y final. Domínguez no lo dejó solo, le puso a Paolo Goltz a su lado y el ex Gimnasia encontró la manera de llevar-

lo. Sin dudas se convirtió en el otro gran Flaco de Colón, a la altura de Germán Conti. Santiago Pierotti es otro de los estimados por el Barba. El pibe que nació en Pilar (Santa Fe) se consolidó en este campeonato sin ser titular, apenas un partido desde el arranque. Entró desde el banco y demostró categoría en su juego, le aportó goles importantes y siempre fue una de las primeras alternativas para darle aire al mediocampo. Entre los más chicos se destaca la figura de Facundo Farías. Con apenas 18 años Domínguez le dio titularidad y lecciones de profesionalismo en ciertos momentos del campeonato. El pibe de barrio Los Hornos fue una “bomba” en la delantera sabalera: a puro potrero, técnica, guapeza y mucha velocidad fue el socio del Pulga en

gran parte del torneo (jugó ocho encuentros de titular). Tal como se lo denomina en la prensa, es la joya que Colón tiene que seguir puliendo. Por ahora la supieron pulir Eduardo Domínguez y Luis Miguel Rodríguez, adentro y afuera de la cancha. Tomás Sandoval sigue siendo una gran alternativa que espera en el banco de suplentes. Domínguez no lo utilizó tanto, pero también aportó con un par de goles y tiene condiciones para pelear por un lugar entre los titulares. Y otro caso a destacar es el de Tomás Moschión. El corondino, que estaba en Reserva, fue solicitado para un partido muy importante, contra River en el Monumental. El pibe jugó de titular en reemplazo del gran Lértora y no desentonó. A partir de ahí siempre estuvo entre los profesionales. Por último, a esta lista hay que hacer un agregado especial: Nicolás Leguizamón. Ya no es un pibe, tiene 26 años, pero surgió de Colón. Domínguez le brindó un espacio en la primera etapa (2017-2018) y antes de empezar el campeonato pidió por su regreso. Estaba en Defensa y Justicia, era parte del plantel campeón de la Sudamericana 2020, pero el Barba le dijo “vení que vas a jugar”, y jugó hasta que se lesionó. En la final entró en el segundo tiempo y metió un pase extraordinario para el golazo de Bernardi. Una vez más la receta de experiencia y juventud no falló. Burián, Goltz, Lértora, Aliendro, Rodríguez y la guía permanente de Eduardo Domínguez le dieron las herramientas necesarias para que los pibes jueguen con confianza en un equipo equilibrado, puntero y campeón de punta a punta.


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Aquí vienen los campeones 6

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Entre los chicos que tuvieron un sueño en 1905 y los gladiadores de 2021, hay una rica historia de proezas. Por Diego Meloni Detrás de cada sabalero y sabalera que, desde el viernes 4 de junio se viene movilizando de diferentes maneras por las calles de la ciudad, hay alguna historia escondida. En muchos casos con más años de los que tiene el gran protagonista de esta historia: en Club Atlético Colón. Los 116 años de vida formal, pero que son muchos más en el tiempo, si se cuentan los primeros encuentros, reuniones informales, picados por la zona sur de la ciudad, se esconden en cada rincón, en cada esquina, en cada barrio. Porque si bien el origen uno puede situarlo en cercanías del actual emplazamiento portuario, en aquel entonces “El Campito” (barrio de naturaleza popular), la apropiación social y cultural de los sectores más humildes no se hizo esperar y así los colores sangre y luto rápidamente fueron engrosando el paisaje de cada punto geográfico de la

Si el Sabalero cayó y se levantó, fue porque el amor inquebrantable de su hinchada siempre estuvo ahí para sostenerlo en pie. aquella vieja Santa Fe de fines del siglo XIX y principios del siglo XX. En tiempos donde no se pensaba en papeles, un grupo de niños y adolescentes (porque no eran más que eso) soñaban con jugar al fútbol y que los colores de su camiseta fueran reconocidos en cada triunfo, que su bandera flamee izada, aún en la derrota, en todos los lugares posibles. Y cuando los colores estuvieron en disputa o

en peligro, allí surgió el orgullo y la bravía de nuestros muchachos para hacerse fuertes y defenderlos con toda hidalguía. Supieron estampar su marca en varios campeonatos de Liga Santafesina y los reconocimientos no tardaron en llegar. En 1922, construyendo una imponente cancha en Zavalla y Moreno, en el populoso barrio del sudoeste conocido como Sunchales, donde se gestará una especie de antesala de lo que décadas más tardes sería conocido como el “Cementerio de los Elefantes”. Peñarol de Montevideo e Independiente de Avellaneda serán los primeros gigantes del fútbol nacional y sudamericano en conocer el poderío de la escuadra rojinegra. En tiempos donde la hegemonía porteña imponía fuertes condiciones, hubo lugar para la historia grande. Y los nombres de Martín Sánchez y Antonio Rivarola, campeones sudamericanos 1925 y 1929 respectivamente, serán siempre imborrables en el aporte a la Selección Argentina. No tiene menos valor el nombre de Antonio Astudillo, aquel férreo defensor que en 1934 llegó al Mundial de Italia siendo pieza clave de los Gauchos de Sunchales. Santa Fe y el interior empezaban a cambiar las reglas del juego y las cosas ya no serían como antes, por eso la llegada de dos equipos de nuestra capital a los torneos de la Asociación del Fútbol Argentino será determinante en el recorrido que culmina con el campeonato recientemente conquistado por los sabaleros. Lejos de las luces de la ciudad del Obelisco, los libros y los registros oficiales dan cuenta de que en 1950 Colón y su clásico rival definieron un torneo oficial de AFA; fue nada más ni nada menos que la Copa de Honor “Juan Domingo Perón”. Si bien ambos estaban en la segunda categoría, no debe dejar de ser considerada como la prime-

La leyenda continúa Por Claudia Hoyos (*)

Qué difícil materializar con palabras un sentimiento. Nada de lo que pueda decir va a poder explicar esta loca pasión de la gran familia sabalera, hermanada en un grito al unísono de ¡Somos campeones! ¡Vamo’ Colón Carajo! ¡Vamooooo Negrooooo! Y tantas otras expresiones más. Y sí, el viernes a la noche explotó Santa Fe, y desde ese momento fueron imparables los festejos, las

bocinas que no paraban de sonar, al igual que Los Palmeras, al igual que los tres goles de un campeonato que es nuestro. Nos trajimos por fin la Copa a casa, empezamos a agradecer a los jugadores, al Club, a Domínguez – que ya lo transformamos en santo–, la alegría nos salta por los poros y es tan inmensa que no la podemos parar, con un fin de semana entero de festejos (y que seguiremos festejando). Está claro que toda esta eferves-

Esta es la primera foto oficial de Colón, tomada en el año 1912. Parados de izquierda a derecha: Manuel Oliva (Presidente), Geadá Montenegro, Humberto Sosa, Hilario Osuna, J. Céspedes (Linesman). Agachados: Luis Paván, Francisco Gómez y Pedro Arfield. Sentados: Adolfo Celli, Atilio Badalini, Helvecio Fontana, Pedro Aníbal Rebechi y Mariano Rodríguez. Fuente:“Historia del Club Atlético Colón”,de Juan Jesús Sidoni.

ra estrella de un torneo organizado por la entidad madre del fútbol argentino. Para el interior de nuestra ciudad, un inobjetable triunfo rojinegro por 4 a 2. Pero no todas han sido siempre felices, porque si hay algo de lo que sabe el sabalaje es de sufrimientos y padecimientos. De la casi desaparición en 1916, a la pérdida de la cancha en 1937, hasta la caída a la Primera C recién iniciada la década del 60, son algunos de los momentos que se pudieron sortear, no de manera sencilla, pero sí con finales mucho más felices. Y vaya si habrá que preguntarles a aquellos dichosos testigos de la gloria ante el Santos de Pelé, la Selección Argentina y el Peñarol campeón de América. Y de la gesta en Villa Crespo para poner por primera vez

a la ciudad en la máxima categoría y para gritar campeón en aquel diciembre de 1965. ¿Muchas veces se estuvo cerca? Claro que sí, basta con mirar la segunda década del 70, donde Santa Fe era sinónimo de juego exquisito y artesanal. Pero la suerte a veces es esquiva y las decisiones suelen ser costosas; del dolor de 1981, con todos los amagues e intentos posibles por la recuperación, al desahogo de 1995 y la vuelta al lugar que nunca se mereció perder. Y todo lo que vendrá después es la historia moderna: ser protagonistas, recorrer el continente, el crecimiento de la infraestructura y una referencia social ineludible. La que algunos quisieron usar para su beneficio personal, que costó recuperar, pero que da lugar para el reconoci-

miento al tesoro más preciado del Club Atlético Colón: su pueblo. Si cayó y se levantó, fue porque siempre la gente estuvo para sostenerlo en pie. Muchos recuerdan a los dirigentes, otros recitan equipos de memoria, pero el camino conduce siempre al mismo lugar, que es el amor inquebrantable de su hinchada. Y si hay algo que la masa popular sabalera ha demostrado es su especialidad en derribar mito tras mito y construir mil historias y mil leyendas. Por los que un día lo soñaron e idearon, por los que estuvieron para cuidarlo y hacerlo grande y por los adentro y fuera del campo de juego han dejado su vida... Hoy, más que nunca: ¡Vayan pelando las chauchas, que aquí vienen los campeones!

cencia no condice con el estado de pandemia que vivimos, pero ¡cómo parar las ganas, si venimos conteniendo el grito desde noviembre de 2019! Paraguay está tan cerca en el tiempo. Nuestro llanto tenía que ver con las casi nulas posibilidades de que lograr otra alegría como esa. Igual las imágenes de aquel suceso se eternizaron en nuestras retinas: la movilización popular más grande de todos los tiempos de una hinchada viajando a otro país rompió con todos los récords e hicimos historia en la tribuna donde fuimos locales en el extranjero y el mundo nos conoció y reconoció por esta

pasión sabalera. Este viernes la historia la hicieron los jugadores, pero siempre supieron que acá estaba la hinchada, la que siempre da todo y que es capaz de cualquier locura por hacer sentir esa sangre de campeones. Y así, con toda esta exaltación, seguimos tres días de fiesta incontrolable, de gente emocionada, llorando y mucha mirando al cielo agradeciendo a su dios o al familiar más cercano que lo contagió de esta pasión roja y negra. En mi cabeza sigue retumbando el “AEEA”, mi corazón se sigue saliendo de su órbita, las ganas de que esta fiesta nunca termine, las ganas

de seguir disfrutando un triunfo tan merecido. No me arrepiento de este amor, no quiero por hoy acordarme del Covid y la pandemia, por más que suene irresponsable, déjenme seguir soñando despierta con esta realidad con olor a triunfo, a Santa Fe, a Colón toda la vida. Porque somos los mejores. Porque se cumplió un sueño que tiene 116 años. Porque espera la Libertadores. Porque esta hinchada es una locura maravillosa e incondicional. Porque esta leyenda continúa. (*) Profesora de Historia. Feminista, Sabalera y Peronista.


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Los mejores jugadores de la historia

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Colón es el nuevo campeón y en Pausa cruzamos al plantel actual con las glorias históricas del Sabalero. ¿Cachorro vuela más alto que Batman Díaz? ¿Aliendro pasó a Motoneta? ¿Pulga pica más que el Bichi? Por Marcelo Przylucki Sin miedo al error, desde esta página aseguramos que el mejor equipo de la historia de Colón fue el que salió campeón el 4 de junio de 2021. Estamos de acuerdo. Ojo, tampoco es que la primera gloria borra la historia anterior. Todo lo contrario: el trofeo que levantó el Pulga Rodríguez está hecho de los sueños de todos los sabaleros que escribieron la historia desde el 5 de mayo de 1905 hasta la noche del campeonato. Dicho esto, si hay que hablar de jugadores, hay bastante que decir. Hasta hace algunos días, la historia sabalera podía contarse a partir de sus orígenes, sus colores, sus estadios, Evita o, el más clásico, el partido contra el Santos de Pelé. Esa tarde de 1964, Motoneta López se desprendió del mediocampo gambeteando por derecha y le despachó un centro al Ploto Demetrio Gómez que, de cabeza al ángulo, selló una victoria en el barrio Centenario frente a uno de los mejores equipos del mundo. Ellos dos, conjugados en uno solo, prefiguraron al Christian Bernardi que silbando bajito la remó desde el Nacional B, se sobrepuso a lesiones y en las malas rachas se puso la ropa. Goles aportó siempre y muy importantes, para clasificar durante la Sudamericana 2019 y, claro, el de la final contra Racing. Casi invencible también fue el Colón de 1975, dirigido por el Gitano Juárez que consiguió mantenerse 19 partidos sin perder. Hugo Villaverde, central de ese equipo y palabra mayor entre los defensores del fútbol argentino, hizo escuela en el pasado para que aparezcan defensores como Alcides Píccoli,

Rodrigo Aliendro, Christian Bernardi y Alexis Castro, autores de los goles en la final contra Racing: los nuevos héroes de Colón.

Hugo Villaverde, palabra mayor entre los defensores del fútbol argentino, hizo escuela para que aparezcan defensores como Píccoli, Conti y Garcés. Germán Conti y Facundo Garcés. Sentido de pertenencia, que le dicen, también arde hoy en los nombres de Santiago Pierotti, Nicolás Leguizamón o Facundo Farías, ascendiendo desde las inferiores y dejando el corazón en cada gesto. Los arqueros legendarios de los

70 y los 90 no van a ser tomados acá como cosa pasada sino como piso para lo grande que se volvió Leonardo Burián con este campeonato ganado. Entre los 19 partidos que estuvo Raúl Costantino con la valla invicta en el Metropolitano 1975 a estos nueve partidos del Cachorro Burián sin recibir goles (sobre 16 jugados), se puede ubicar el subcampeonato de Leo Díaz en 1997. A Burián el peso de la historia no le jugó en contra en momentos decisivos, como el partido contra Talleres, en el que se lució durante los 90 y también en los penales; si bien los arqueros no acostumbran a preferir los penales, así fue como Burián se convirtió en el apellido que ya suena en cada canchita en la que se tapa una pelota: contra

San Pablo, contra Atlético Mineiro y ahora contra Talleres, como antes Burtovoy contra Olimpia. Nueve partidos (de 16) sin recibir goles, ganó seis de las ocho tandas de penales en las que participó y en siete de esas ocho tapó al menos uno (San Pablo, Atlético Mineiro y Talleres, las inolvidables). También en aquel equipo de 1975 jugaron algunos históricos del medio como Raúl Zimmermann y el mismísimo Cococho Álvarez, hoy espejados en mística por Federico Lértora y Rodrigo Aliendro, subcampeones y campeones que van a ser adorados cada vez que vuelvan a Santa Fe. El lateral derecho de aquel equipo del Gitano Juárez también tuvo a un histórico como el Bambi Edgardo Araos, que

empezó con una tradición de números cuatro bien icónicos: Ibarra, Bontemps, Vigo, desde hoy y para siempre comparables con Meza y Mura, que, con sus distintos estilos, guardaron la derecha mejor que nunca aún alternando en el puesto. En la delantera también hay nombres importantes, importantísimos, mejor dicho. La Chiva Edgardo Di Meola con sus 70 goles y el Bichi Esteban Fuertes con sus 134 serán inalcanzables por un buen tiempo en esos términos, mientras que los del Pulga, bastante menos, serán vistos también hasta el cansancio. ¿Quién se podría cansar de verlos? Goleador y asistidor, espontáneo, poético y popular, llegó con la modestia de los grandes y en apenas dos años lideró un equipo con tanta necesidad de gloria como él. Rellenó la número 10 rojinegra como ninguno antes y ya es estampita, tatuaje y fondo de pantalla, así como también llegará a ser mural, cancha auxiliar o, por qué no, nombre de tribuna o platea. De vuelta: no se trata de unos superando a otros como ídolo ni mucho menos, lo que importa de todo lo pasado es que cada nueva corajeada debía ser más que las anteriores. Los ejemplos ofrecidos, apenas son una muestra de que Colón salió campeón como consecuencia de su propia historia. Los triunfos épicos, los subcampeonatos, las noches de copas y las multitudes de 10, 30 y 40 mil personas vistiendo ciudades lejanas de rojo y negro, fueron las cuotas de mística que abonaron este primer título del club. De ahora en más, la negrada no volverá a bajar la vista, porque sabe que no solamente del cielo de San Juan bajan las estrellas.

Luis Miguel Rodríguez, el verdadero jugador del pueblo El “Pulga” Luis Miguel Rodríguez se convirtió en el verdadero “jugador del pueblo”. Atrás quedó ese mote para Carlos Tévez: su vínculo con el líder de la ultraderecha nacional, Mauricio Macri, resquebrajó todo. Y hoy, cada vez que el “Pulga” tiene una buena actuación, en las redes sociales se convierte en el superhéroe de los potreros argentinos. La porteñada periodística saca su mirada por un momento de sus propios ombligos y gira la cabeza hacia Santa Fe. El pibe de abajo llegó, la historia de la pobreza se hizo fútbol profesional otra vez, pero ahora en un fútbol donde los potreros son un

recuerdo de una generación de gordos y pelados que añoran aquellas proezas de jugadores que ya son mitos. Ahí está el valor del Pulga, el chiquito de la luna de Simoca la rompe haciendo cosas simples y talentosas. Le mete un saltito y te patea un penal como en un torneo libre por unos cajones de porrones, te banca la parada si te metés con un pibe (como se metieron con “Facu” Farías en la semifinal contra Independiente en San Juan), te clava un gol de otro partido cuando menos lo esperás y te hace jugar a un toque cuando todos corren, corren y solamente corren.

A lo largo de la última temporada, Colón no fue “pulga-dependiente”, como algunas veces dijeron los que sólo veían los resúmenes de los partidos; Colón fue un buen equipo, que creció en todas sus líneas y que tuvo a un enorme jugador de apenas 1,67 metros y que la rompió como un gigante. Jugó como se jugaba en el siglo pasado, pero brilló en el siglo XXI. Nadie puede saber ahora si el viernes 4 de junio el Pulga disputó su último partido con la camiseta de Colón, pero sí sabemos que es el actual jugador del pueblo y quedará por siempre en el corazón rojo y negro.

El Pulga festeja con los arqueros Chicco y Burián. Un gigante dentro y fuera de la cancha.


Ahora sí: decilo 8

PAUSA | ESPECIAL: COLÓN CAMPEÓN

AÑO 14 - Nº 273 | JUEVES 10 DE JUNIO DE 2021

Esa palabra que siempre fue tan esquiva para el Sabalero, campeones, ahora por fin nos pertenece. Eternamente. Por Claudio Chiuchquievich Ahora sí. Dale. Decilo. Ya podés. Esa palabra que te fue tan esquiva ya te pertenece. Por siempre. Eternamente. Vas a despertar de ahora en más, te vas a mirar al espejo… y ya no te van a importar esos kilos de más, esa pelada incipiente, esas estrías que aparecen, esa flacura que a otros asusta, esa celulitis que tanto ocultás, ni esos rulos que te aplasta la humedad. Nada de eso importa o, mejor dicho, no se compara a sentir esta verdad. Porque esta verdad se siente. No se chamuya. Nadie te la puede contar. Pasaron tantos años como fue necesario. Pero hoy es real. Y lo extraordinario: es para siempre.

De ahora en más, a donde vayas te lo van a decir sin temor a equívocos ni como burda provocación del que te sabe en la víspera. La espera ya terminó. Y si bien algunos quedaron en el camino antes de tiempo, tenés la certeza de que allá donde estén lo celebran tanto o más que los que estamos acá. Que hoy hay fiesta en el cielo como en la tierra o donde quiera que estén las cenizas de las almas sabaleras. Y que nosotros, los que estamos acá, los llevamos con nosotros a donde sea necesario pa’ disfrutarlo más. Porque los extrañamos, eh… ¡La puta si los extrañamos! Por eso se nos aparecen en cada lágrima. Porque esta alegría nos expone a la síntesis que, en ocasiones, nos desnuda la felicidad.

En esas lágrimas se condensa la contradicción del quererte acá y tener que invocarte buscando el cielo. Porque te imaginamos saltando, bailando y danzando como nosotros ahora. Pero vos allá, donde sea. Yo sé que me van a venir los prejuiciosos racionalistas y moralistas de pacatas costumbres a decirme que no puede ser, que es una locura incomprensible que yo me ponga así, que no se puede perder la razón de este modo. Que no estoy bien. ¡¿Qué vas a entender vos?! ¡Si jamás estuve mejor! ¡Jamás! Si es como el amor cuando se hace carne. Es la trascendencia más mundana que podamos cabalgar. Es el grito que crece después de haber estado ahogado.

4 de junio de 2021, Estadio Bicentenario de San Juan. Colón se acaba de consagrar campeón y el“Pulga”Rodríguez encabeza los festejos. Una noche inolvidable.

Es la gloria del que acepta que ya está. Que ahora sí te podés ir. Que todo tiene sentido aunque mañana la injusticia universal siga cargándose la vida de tantos. Pero hoy esa injusticia, para muchos de los que la padecen, queda a un lado porque hay qué celebrar. Se los deseo. Que tod@s puedan experimentar esta sensación de sana omnipotencia, de fantástica realidad. Aún a aquéllos que en estos días hicieron trabajar como nunca antes a los brujos malos y no dejaron sin probar ningún gualicho para cortar lo que sigue entero. Porque si llegamos enteros a esta instancia es porque nos hemos bancado tremendos garrotazos. Nos hemos fajado y hemos perdido con los que por siempre te lo van a recordar. Y seguimos acá: creciendo. Celebrando. Siendo cada día más. Hoy somos los mejores. La patria y la matria futbolera nos celebran. Porque la historia marca que el pueblo sabalero ha concretado los éxodos más extraordinarios. Las maestras y maestros en las es-

cuelas saben que para explicarle a los chicos de qué se trató eso que Belgrano ordenó hacer al pueblo jujeño, simplemente les dicen eso que hizo Colón en el ’93 cuando fue a Córdoba; o más recientemente, le muestran la imagen de lo que fue ese viaje a Paraguay. Y los pibes comprenden al toque. Además, el ejemplo es tan contundente, que a todos los que lo observan les da ganas de ser parte de esa caravana. Experimentar de qué se trata tanta alegría. Vivir en carnaval. Así que ahora sí. Ya no hay excusas. Ahora podés jugar a Los Chifladitos, como cuando Chaparrón Bonaparte le decía a Lucas Tañeda: –Dígame, Licenciado. Y Lucas respondía: –Licenciado. –Gracias, muchas gracias… Ahora podremos jugar pidiéndonos: –¡Dígame Campeón! Y cuando te lo digan, vas a sentir es verdad. Así que de ahora en más, cuando pasen por acá, traigan vino. La gloria y la estrella ya son la Copa más bella con la que invitar a brindar.

JUNTAS PARA TRANSFORMARLO TODO

DIPUTADA


AÑO 14 - Nº 273 | JUEVES 10 DE JUNIO DE 2021

ESPECIAL: COLÓN CAMPEÓN | PAUSA

¡Dale Negro, ahora gritá! Por Juan Pascual

—Dale Negro, ahora gritá –me dijo y yo largué un alarido agudo y largo, bien infantil, hasta que me calmaron los plateístas entre risas. Habrá sido en el 84 o el 85, todavía yo decía que era de Independiente sólo porque había salido campeón. El fútbol seguía siendo patear la pelota en un patio o en la calle, sin equipo, arcos o reglas. Entonces, no entendía nada de lo que estaba mirando, menos lo que pasaba en el lugar en donde estaba, que ni sabía que existía, lleno de gente disfrazada de rojo y negro, enardecida, con banderas y gorros piluso que yo no tenía. Unas horas antes, después de un almuerzo familiar, el tío Telm me había invitado a la cancha. Telm había asumido la función de introducirme en el mundo como aventura y desafío. Era alto, fuerte, tenía una barba grande, era silencioso, podía insultar de modo estremecedor, te-

nía ojos grandes atrás de culos de botella con marco grueso y sonreía muy lentamente, ensanchando la boca de a poco hasta que le brillaba toda la cara como un gato gigante. Una vez me dijo que él también, de joven, hubiera podido nadar desde Santa Fe a Coronda. Fue en la pileta de UPCN, después de ganarme una competencia de aguantar la respiración abajo del agua. Con Telm conocí la isla, vi una familia de pumas y cascotié una cascabel en las sierras. Tuvo el compromiso de engordar las lecturas, le correspondía casi como deber; en la familia era el militante y el profesor. Fue presidente del Centro de Estudiantes del viejo profesorado, fue el director del Nacional Simón de Iriondo, fue fundador de la Federación de Cooperadoras Escolares, fue presidente del Centro Balear, fue escritor y pintor, fue caricaturista. Corrido por la dictadura, hasta trabajó en la aerosilla.

—¿Y qué es lo que se hace ahí? —Vos tenés que gritar cuando yo te diga. Anselmo Molinas, tal su nombre, murió por coronavirus el 24 de marzo a los 75 años, en un último saludo a los camaradas. Hubo una despedida secreta, lejana e infinitamente amorosa en la terapia intensiva del Cullen. Como la mayoría de los más de 550 muertos por coronavirus de la ciudad de Santa Fe, Telm no pudo verlo campeón a Colón, tampoco lo

hizo desde ningún cielo o estrella. Ya de más grande había dejado la cancha, hasta el fútbol por TV. “Es puro negocio”, se quejaba. Su cuñado y compinche sabía mejor: había dejado de ir a ver a Colón porque sufría mucho de tan raza. La primera vez que fui a la cancha, de la mano de los dos, a los agudos alaridos infantiles los lancé unas tres veces, imagino que fueron goles en un partido de la B. La platea de cemento era incómoda,

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a lo lejos se veía la hinchada bamboleándose sobre los tablones. Sin objeto ni finalidad, en la pasión por el fútbol sobrevive para las masas y para cada uno la última ruina de la seriedad imperturbable con la que los niños juegan. Por eso el éxtasis sin sentido. Transferir esa pasión en el momento justo es un don y es el legado de una posta. Recién ahora lo entiendo. —¿Y qué pasó entonces, tío? —Ganamos, Negro, ganamos.


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Colón es familia Por Gabriela Bruno

¡¡¡Colón campeón!!! ¡Gritos agolpados en la garganta, la emoción al rojo, al rojo y negro! Las sensaciones de alegría mezcladas con tanta evocación al Viejo, al que nos hizo sabaleras/os, pero hasta el tuétano... Rápidamente mis ojos se turbaron y me trasladé... Colón te transporta a lo alto de la copa y a la cantidad de veces que lo oí putear porque “no nos merecíamos perder, si habíamos jugado bien”. Colastiné, la parra, los tintos compartidos con la abuela Dominga, el cuadro de Juan Arancio que nos acompañó toda la vida como un gran estandarte marcando con orgullo nuestra pertenencia sabalera, las miles de anécdotas entorno a Colón que signaron nuestra vida, los amigos, las mesas largas, la parrilla siempre prendida, los sábalos desfilando por doquier –por suerte algunos caían sobre el cartón que oficiaba de plato para comer en yunta. La ruta 1, que era menos transitada, las idas y venidas al galpón, los camiones, el laburo de sol a sol, sus chancletas, su picardía, su elegancia, su don de gente, su transcurrir con tanta intensidad y me di cuenta cuánto lo extrañaba en ese momento, y en tantos otros... “Cómo hubiese disfrutado semejante triunfo”,nos decíamos con mi vieja y mi hermana, añorando ese fuego que nos dio el ser. Cuánto se pierde una de dimensionar el presente sin percibir que un día se esfuma, se transforma, se convierte. Y viene latiendo el Sabalé en los/ as sobrinos/as, los amores, los sentimientos que nos dan identidad, que están bien firmes en nuestro ADN para saber que no se trata solamente de un partido. Colón Campeón es un viaje al corazón de la familia, a la esperanza intacta, es una emoción casi ancestral que recorría nuestras venas. Y el Viejo flotando ahí, ¡más presente que nunca! Gol tras gol el corazón se nos agigantaba. Y el festejo que hubiera sido si Papi, don Bruno, el Negro estaría por acá abajo. Y ahí nomás, esa canción que nos acurrucaba se hizo presente:“Vayan pelando las chauchas, vayan pelando las chauchas... Sabalero, sangre de campeones, Sabalero, garra y calidad”. ¡¡¡Colón es familia!!!

Hasta que me olvides

¿Alguien se animaba a decir, un año atrás, que el país iba a producir vacunas contra el Covid, que el aborto iba a ser legal y que Colón iba a salir campeón? Gabriela Carvalho

Por Belén Degrossi Corre el año 2156. Nos gobierna un droide humanizado con la conciencia del hijo de Silvia Suller y Silvio Soldán. Entre los cráteres de lo que fuera la Costanera santafesina y ahora es un campo de chatarra parecido al universo de Blade Runner, un pequeño robot patrulla los escombros sin mayores sobresaltos. De pronto, a lo lejos, se encienden las luces de un Duna rojo aplastado entre las raíces de un palo borracho. El auto entró en corto-circuito. Su bocina, ahogada por los años, apenas si logra soltar al pesado aire nocturno un leve “peeeeeeep” para luego desfallecer. Y de entre las ruinas, frente al estímulo sonoro, se asoma el primer síntoma de vida humana como un eco lejano que apenas si se oye sobre el sonido de las chicharras: un inconfundible y certero “DALE COLÓN” que irrumpe en la noche como un relámpago de lluvia de verano. El ser humano, como lo conocíamos, yace al borde de su extinción. Pero Colón todavía vive. Será esa, quizás, lo que en otro momento se conocía como “la suerte del campeón”. Ahora podremos someter esa frase a la pura empiria. ¡Qué alegría! Debo reconocer que en un principio no me sentía con la capacidad suficiente como para encarar la tarea que se me ha encomendado. Soy de Colón, y eso me constituye como ser humano y como hincha, pero quizás por un momento sentí que no alcanzaba para poder hacerle justicia a tamaña edición de este periódico que nos cobija y nos contiene. Después me acordé que el periodismo es sentimentalismo y sarasa y se me pasó. Es más, recordé que por estos días parece que lo más importante es que hagamos largas y ampulosas editoriales, contando experiencias personalísimas y cargadas de un narcisismo explícito, que expliquen que Colón salió campeón gracias a nosotros y que somos lo más importante en la historia del club, y que incluso si sos de Unión tu opinión es necesaria, esperada, casi te diría irreemplazable. Todos estamos conmovidos. Pero como nosotros, los periodistas, somos guardianes morales y espirituales de la Nación y estamos más en contacto con nuestras ideas y nuestros sentires por ser precisamente la superioridad de la especie, contamos con ventaja a la hora de expresarla. Somos esenciales. Sin nosotros ustedes no saben qué sentir. Así que ahora puedo hablar con soltura y sin tapujos del tema que nos compete: si hace un año me

decían que llegado el momento nuestro país iba a producir vacunas contra el Covid, el aborto iba a ser legal y Colón iba a salir campeón, yo hubiera emanado fluidos de risa por todos mis orificios. Y esto no me hace ni menos nacionalista, ni menos feminista, ni menos colonista. Pero ya ven que a veces hasta a las grandes mentes del periodismo se nos escapan las enormes y diversas posibilidades que el futuro de este país y esta ciudad nos deparan. Un poco me da miedo. Siento que rompimos cierta matrix. Pero, ¿qué pue-

Obvio que Colón iba salir campeón en pandemia cuando no se puede ni compartir un porrón, ni bailar una cumbia, sin infringir el código de conducta. de ser peor que esta pandemia? *Inserten aquí esas sonrisas truchas grabadas de sitcoms de los 90. La pandemia. Obvio que Colón iba a ganar un campeonato, el primero de su historia, en pandemia. Por supuesto que iba a ser en el fin de semana en el que el Cullen reventaba de casos. Obvio que iba a ser ahora que no se puede ni compartir un porrón, ni bailar una cumbia con la piba que te gusta sin infringir al menos seis normas de los nuevos códigos de conducta. ¿Cuándo, si no, íbamos a ganar un campeona-

to más que en este 2021 en donde no pudimos ir nunca a la cancha? Y digo “pudimos” solidarizándose profundamente con ustedes quevan, porque yo no he ido nunca. Y el motivo por el cual jamás he ido es simple y certero: soy mufa. Me reconozco mufa. Me autopercibo mufa. Y por tal caso, actúo en consecuencia. No voy a la cancha, no miro los partidos, no los escucho por radio. No doy por ganado un match hasta que no veo que Promiedos actualizó el resultado. No respiro cerca de una radio que esté transmitiendo los partidos. No uso camisetas los días en que juega Colón. Y si todos los mufas de esta ciudad, que son muchos, hubieran sido tan ecuánimes como yo, este campeonato hubiera llegado antes. Pero no se les puede pedir autocrítica a los hombres heterosexuales. Está en el artículo 14 de la Constitución. Que fiesta esta, amigues. Que delicia. El pueblo santafesino en su máximo esplendor. El delirio místico que ahora nos envolverá por generaciones. La fortaleza que nos otorga ser no sólo el primer campeón de la ciudad, sino también el más bizarro, tal y como lo expresan las incontables imágenes que hemos visto en estos días. La constante afluencia de historias que involucran a familiares fallecidos. Las promesas hechas en el fragor de alguna peña regada de alcohol y drogas blandas que ahora deberán cumplirse. La forma en la que esa masa de hinchas visualizó hace cien años este momento y lo plasmó en su marchita, esa que grita que somos “sangre de campeones” y que

generaciones después logró manifestarse como si acaso algún viajero del tiempo hubiera sabido que este 2021 era posible. Yo no tengo una anécdota de cancha. No tengo ni una sola promesa hecha. No puedo decirles cuál es mi gol inolvidable. No tendré que tatuarme al Pulga Rodríguez en tetas sosteniendo la copa en el pectoral derecho. Poseo una sola camiseta, que le robé a mi hermana y que a veces uso para jugar al fútbol 5. A las futuras generaciones le contaré que en esa noche de viernes me puse en pedo y jugué a adivinar el trayecto del partido escuchando los alaridos a destiempo de mis vecinos, como un coro salido de escena que gritaba al ritmo de la radio, el pack fútbol, el colgado que lo pirateaba por internet y el que lo escuchaba por streaming. Yo no vi el partido, y lo sufrí. Aguanté y aguanté. Me perdí íntegros esos 90 minutos que cambiaron la historia del club, de mi club, del que me acompaña desde el día en que nací, para que Colón saliera campeón. Y esto me transforma, ni más ni menos, en la pieza más fundamental de esta historia, la única que no puede modificarse, la que silenciosamente les recuerda ahora que ningún sacrificio ni promesa ha de estar a la altura de mi proeza. Esa estrella, que ahora bordamos como sueño en la almohada, está compuesta de miles de historias como la mía. Pero ninguna tan importante como la mía. Porque escribo lindo, hablo complicado y junto clicks. De nada.


AÑO 14 - Nº 273 | JUEVES 10 DE JUNIO DE 2021

ESPECIAL: COLÓN CAMPEÓN | PAUSA

Colón, el primer campeón del interior profundo Por Luis Moro

Un sábado y dos viernes inolvidables Agencia Efedos

De la final en Paraguay a la revancha histórica en San Juan. Por Paulo Ricci Como si se tratara del argumento de una novela rusa, todo tiene que estar envuelto en drama y sufrimiento, de lo contrario pareciese que la tan postergada y merecida alegría no tendría para nosotros el mismo sentido. Si no cuesta no vale. Festejar en medio de una terrible pandemia que impide abrazarse con propios y extraños, en ese ritual de comunión social que solamente el fútbol puede propiciar, es apenas una ínfima parte del drama colectivo que el mundo atraviesa. Hemos logrado lo impensado y por una vez, más allá del contexto igualador en su condición de tragedia humanitaria, tenemos que reconocer que el sufrimiento no estuvo en el campo de juego. Desde el primer partido, en aquel viernes de carnaval santiagueño que inauguraba nuestro camino triunfal, a este otro viernes casi invernal en la fría San Juan, transitamos sin sobresaltos una procesión de resultados favorables que por supuesto para nosotros parece pura ficción. Porque para nosotros lo habitual es otra cosa, para nosotros el sufrimiento es moneda corriente. Tuvieron que pasar más de cien años, varias debacles deportivas y otras sociales, una interminable década y media de temporadas en la tan temida B, varias inundaciones, la más dolorosa derrota que un hincha de fútbol puede imaginar, dos finales en ciudades lejanas a las que llegamos como un ejército victorioso y de las que volvimos en

silenciosas procesiones tan largas como inolvidables. En la última, de la que apenas transcurrieron 19 meses, minutos antes de que comience el juego se desató una tormenta épica que nos hizo creer por unos minutos que nuestros cantos y saltos en las tribunas eran tan poderosos que también eran capaces de producir fenómenos meteorológicos. Más allá de las estadísticas y los números, esa jornada quedará en la historia social del fútbol como la final más unánime de todos los tiempos. Del partido se olvidará la mayoría, pero del fenómeno sociológico y hasta demográfico que produjo la multitud que invadió Asunción se hablará por varias generaciones. Y sin embargo terminamos por consagrarnos campeones por prepotencia de juego y no de pueblo. Y ahora que finalmente jugamos el mejor fútbol que vimos en mucho tiempo, el destino quiso no podamos disfrutarlo desde las tribunas. Faltan pocos minutos para que se cumplan las primeras veinticuatro horas del comienzo del partido más alegre de nuestra historia y en las calles la ciudad sigue sonando una incesante sinfonía de bocinas. Es como si en ellas hubiésemos encontrado una lengua común para sustituir los abrazos y los brindis. Desde los autos, los balcones y las ventanas de las casas, nos saludamos con desconocidos, con quienes nos sabemos hermanados instantáneamente al reconocernos por esos colores que son nuestro sino inevitable: pasión y sufrimiento o, mejor dicho, sangre y luto.

Hace apenas unos años le reproché por escrito y con algo de ironía a mi viejo que no haya tenido la suficiente vehemencia para imponerme la pasión por su club de fútbol y, al mismo tiempo, le agradecí que en su lugar me haya inoculado el gusto por el buen fútbol, por la filosofía del juego bien practicado, al tiempo que permitía generoso que sea mi abuelo quien me llevara a la tribuna de madera con pasillos de arena y tablones elásticos para sembrar mis primeras pasiones futboleras. Por lo menos le quedaba el consuelo de que los colores eran los mismos que los de su querido Newell’s. Vuelvo a pensar en él cuando me percato de que el único partido de este inolvidable torneo que nunca pude ver fue el primero, el de ese viernes de carnaval de hace exactos 113 días. Ese día recién me enteré del resultado una hora y pico después de que había terminado el partido, cuando prendí la radio para ver cómo habíamos salido y en la radio escuchamos la voz del inolvidable Walter Saavedra que, en lugar de comentar los tres goles de Colón en Santiago del Estero, se despedía, generosamente y en público, de mi viejo quien había empujado sus primeros pasos como relator en nuestra ciudad. Otra vez drama y sufrimiento, lágrimas y sonrisas. Porque ese viernes de febrero que ya no voy a poder olvidar nunca más, ese día se nos fue mi viejo y Colón había ganado.

Colón, primer campeón del interior profundo de Argentina. Me pregunta un amigo qué pienso del campeonato de Colón, y creo que también nos debemos una lectura que trascienda las historias familiares, lo afectivo, las simpatías personales. Dejar de limitarnos al pago chico, a lo meramente local. En primer lugar, personalmente, como dice la canción “no somos tan importantes”... más allá del eterno juego del “yo-yo”, del insoportable, a veces, ego periodístico. En segundo lugar, debemos trascender también la lupa porteña, que se limita, en gran medida, al Pulga Rodríguez como personaje mediático. Es entendible: difícil hablar de lo que se desconoce, de lo que no se siente. Lo concreto es que Colón es el primer campeón nacional de primera división surgido del interior profundo de Argentina. Con todo lo que eso implica, en un país de una clara matriz centralista, unitaria: en lo político, económico, cultural, y por supuesto en lo deportivo. Y allí radica la trascendencia del logro sabalero. Porque a diferencia de Rosario y La Plata -más cercanos material

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y culturalmente a Buenos Aires, y sin que esto signifique desmerecer los logros de los clubes de esas ciudades- Santa Fe es parte de interior siempre negado. Colón es un equipo formado centralmente por jugadores cordobeses, santafesinos, tucumanos, y en el que, por supuesto no pueden faltar uruguayos, ocasionalmente otros hermanos latinoamericanos. Y los desheredados de Buenos Aires que llegan para reinventarse, nunca estrellas. Apenas dos futbolistas nacidos en la ciudad de Buenos Aires (Piovi y Castro) y dos del Conurbano (Aliendro y Escobar). Por eso el campeonato de Colón ha generado tanta empatía en hinchas de Paraná, Córdoba, Cuyo, Corrientes, Chaco, Tucumán, Santiago, Salta, Jujuy... y tantas provincias argentinas. Lo sienten como un triunfo propio. La consagración de Colón ha desatado una enorme alegría en su afición, lógico. Ojalá sea, sobre todo, un trampolín para que muchos clubes del interior profundo, también se animen a disputar la hegemonía porteña. Porque en el interior sufrido y generoso anida, a no dudarlo, una porción enorme de la historia futbolística y deportiva nacional.

La murga de la Virgencita

Llegó casi sin invitación, estuvo varias temporadas en el club, le dieron salida, volvió y ahora también mira a todos desde arriba. No, no hablamos de Nico Leguizamón ni de José Néstor Vignatti, nos referimos a la Virgen de Guadalupe. Pobrecita. Quién hubiera dicho, cuando llegó como refuerzo para el plantel del uruguayo Fossati, que la iba a tener que remar tanto. Por esta historia tristemente célebre y por la bandera que le dedicaron antes del Mundial 2010 es por las cosas que más se recuerda el paso de Ariel Garcé por Colón, esa sí es una injusticia. Cuenta la leyenda que, después de un clásico perdido de local, el Chino se hizo cargo de un pedido del plantel para sacar la estatua. Un poco por cábala y otro poco porque estaba lesionado y medio al pedo:“Decidimos retirarla, restaurarla, porque estaba medio dañada- esto lo contó él mismo-, y ponerla en otro lugar, en el predio, por ejemplo. Contacté a un restaurador y les di unas directivas a unos muchachos para que la lleven. El problema es que se les rompió en el traslado” . De ahí en más, lo conocido: las cargadas, los hinchas católicos ortodoxos ofendidos, las pintadas de“Garcé hereje” . Esa interrupción en el orden del universo mágico colonista funcionó como un“Reiniciar dispositivo”casi inmediato: menos de dos años después del incidente, los socios echaron a Lerche, después, los 30 puntos, el descenso, el ascenso, la Sudamericana y el campeonato. Por ahí, hasta la pandemia fue disparada por Garcé, para que abandonemos las canchas por un tiempo y aceptemos que sentarnos en el mismo asiento todo el rato, usar una misma camiseta o putear al Pollo Vignolo no van a cambiar el resultado, las cábalas son para distraerse.


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Colón: un grito que esperó 116 años Fotos: Gabriela Carvalho


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Hartas de los jueces machistas Rodolfo Mingarini consideró en su sentencia que si hay preservativo no hay abuso sexual y el reclamo por una reforma judicial feminista se acrecienta. Por el repudio social, la Corte investigará al magistrado. Por Ileana Manucci “No puedo relacionar y entrar en la lógica de colocarse el profiláctico para tener esta relación cuando tiene que estar sometiendo a la víctima”, sostuvo el juez Rodolfo Mingarini, de los Tribunales de la ciudad de Santa Fe, al argumentar la liberación de un imputado por abuso. El video de la audiencia, guardado celosamente por el Poder Judicial y al cual accedió la periodista Bárbara Favant (Periódicas - Diario UNO), se viralizó el pasado 3 de junio, día en que se conmemoraba el sexto aniversario de las masivas manifestaciones que en 2015 exigieron #NiUnaMenos. El caso se inició en abril cuando una mujer denunció ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA) que un albañil que trabajaba en una obra de construcción cercana a su domicilio la sometió sexualmente. El juez Mingarini decidió liberar al imputado argumentando no entender cómo era posible que en una relación forzada el supuesto abusador pudiera ponerse un preservativo. Además indicó que no había “suficiente evidencia” para determinar el abuso y que valoraba que el imputado se haya presentado voluntariamente ante la Justicia. El hecho dio vueltas por el todo el país, en coincidencia con una fecha sensible para el movimiento feminista. “No hay Ni Una Menos sin reforma judicial feminista”, fue uno de los reclamos más fuertes. “Resoluciones como estas se repiten a lo largo de toda la provin-

Florencia Marinaro: “Anhelamos que haya respuestas de parte del Poder Judicial que estén a la altura y se pongan en marcha de forma urgente”. cia”, comenta la abogada Carolina Walker, especialista en violencia de género y delitos sexuales. “Lo vimos en Reconquista con el juez Martelossi liberando a los imputados del caso Rocío Vera; en Firmat, con la liberación del abusador Juan Stefani Candia. En la mayoría de estos fallos lo que se pone en duda es la palabra de la víctima, sin tener en cuenta que ese relato surge a partir de un hecho traumático, atravesado muchas veces por la vergüenza, la culpabilización. El análisis que se hace en este caso del consentimien-

to demuestra una falta total de formación en género y de análisis de todas las nuevas tendencias a nivel internacional sobre este tema”. La falta de escucha a la víctima y la desestimación de las pruebas, fueron casi totales por parte del juez Mingarini. La fiscal Celeste Minitti, en representación del MPA, presentó en la audiencia el informe psicológico donde se indicaba que “la víctima se encuentra orientada en tiempo y espacio, sin alteraciones en la memoria, ni alteraciones sensoperceptivas y que, además, a lo largo de su relato se pueden registrar varios momentos de angustia en relación a que iba contando lo sucedido”. Además, las pericias médicas concluyeron que la mujer sufrió lesiones compatibles con un abuso y golpes en otros lugares del cuerpo. Repudio

La resolución de Mingarini no solo no pasó desapercibida en los medios y el movimiento de mujeres, sino que motivó la presentación de una denuncia conjunta por parte de 20 diputadas provinciales de distintos espacios políticos en la Procuración General de Santa Fe. En el escrito solicitan que se investigue la conducta del juez Mingarini y que disponga las sanciones correspondientes, que pueden ser administrativas o puede derivar en un jury. Además, presentaron un proyecto de Comunicación en la Legislatura para pedir la intervención del Poder Ejecutivo ante la Corte Suprema de la provincia para que aborde el particular. Consultada sobre esta situación, la funcionaria del Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad de la provincia, Florencia Marinaro, indicó: “Anhelamos que haya respuestas institucionales de parte del Poder Judicial que estén a la altura y se pongan en marcha de forma urgente, frente a una situación que muestra a las claras revictimización y reproducción de estereotipos de género”. Respecto de la Ley Micaela, de la cual la cartera de Género es autoridad de aplicación, Marinaro señaló: “que se vienen haciendo encuentros a través del Centro de Capacitación Judicial de la Corte, pero no nos podemos meter ni en los contenidos ni en el dictado porque no tenemos competencia”. La funcionaria remarcó que sobre lo que sí vienen trabajando en el marco de la Ley Micaela es en las capacitaciones para quienes ingresen como magistrados, defensores y fiscales. “El año pasado fueron 300 personas y ahora estamos empezando con los que van a concursar

El juez Mingarini alegó no poder“entrar en la lógica de colocarse el profiláctico”durante el abuso sexual para liberar al acusado.

este año. Si no tienen la capacitación no se pueden presentar y en el examen oral también se hacen preguntas relacionadas a estos temas”. Sobre esto, Walker aporta: “La reforma feminista de la Justicia tiene que empezar por la formación en género de todos los agentes judiciales y también por dejar de naturalizar este tipo de fallos. Que argumentos tan misóginos como los de Mingarini sean reavisados por instancias superiores es fundamental para una reforma feminista”.

Carolina Walker: “La reforma feminista de la Justicia tiene que empezar por la formación en género de todos los agentes judiciales”. La cofradía machista

Ante el revuelo mediático y social, la Corte Suprema de Justicia provincial resolvió abrir una investigación interna -disciplinaria- sobre Mingarini. Pero para tal investigación el máximo tribunal designó al juez Alejandro Tizón, quien ya había intervenido en favor de Mingarini en otro fallo repudiado por su sesgo machista. Desde la Mesa Ni Una Menos Santa Fe manifestaron su preocupación por la designación de Tizón. “Dicha preocupación no sólo se

funda en la estrecha relación que ambos mantienen como Presidente y Vice del Colegio Pleno de Jueces Penales sino que además se sienta en el precedente de otro caso de violencia de género donde Tizón, en segunda instancia, avaló la decisión de Mingarini, por la que un violento que había quemado y golpeado a una mujer quedó en libertad, negando el pedido de prisión preventiva solicitado por la Fiscal a cargo, dejando a la víctima en situación de desprotección y expuesta a nuevas agresiones del violento”. Esta decisión de la Corte pone en alerta al movimiento feminista de la ciudad que reclama: “Ante este panorama alarmante nos pronunciamos: las mujeres y diversidades organizadas no admitiremos ni justicia machista ni protección corporativa. Basta de violadores y violentos sueltos”. La apelación

Esta semana se conoció que el MPA apeló la resolución de Mingarini tras rechazar la prisión preventiva al hombre imputado por abuso sexual. “Presentamos una apelación porque planteamos, en primer lugar, que el juez no escucha lo que dice la fiscal y afirma que hay cosas que no le quedan claras o que duda, cuando la fiscal las explicó en detalle. En segundo lugar, siguiendo el precedente de la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires en el caso Lucía Pérez, solicitamos la nulidad de la resolución por falta de imparcialidad por juzgar con estereotipos de género”, explica a Pau-

sa la fiscal Alejandra del Río Ayala, de la Unidad de Delitos Sexuales. La apelación lleva la firma unánime de los fiscales Minniti, Matías Broggi, Roberto Olcese y Del Río Ayala. Ante versiones periodísticas que indicaron que en realidad el imputado no había quedado libre por usar preservativo sino por otras pruebas, la fiscal aclara: “En realidad sí lo deja libre por eso. Porque en el análisis que hace para determinar la preventiva, el juez dice que no hay posibilidades de que este hecho haya ocurrido y ahí usa ese argumento del preservativo”. “Desde la Unidad de Delitos Sexuales no se está cuestionando que no se haya dado la prisión preventiva, porque eso puede pasar, el tema son los fundamentos que utiliza para llegar a este rechazo. Eso es lo grave. Lo que ya no puede seguir pasando”, señala Del Río Ayala. Consultada respecto de cuáles son los cambios que deberían darse para pensar en una Justicia feminista, la Fiscal comenta: “Primero creo que pasa por una formación transversal en género, dejar de pensar que los prejuicios y los estereotipos están solo en los casos donde las afectadas somos mayormente las mujeres porque también es un error; pensar en otro tipo de delito que no sean necesariamente la vida, la integridad física, la integridad sexual, sino poder hacer una lectura de otros tipos penales. Pero todavía lo veo muy lejano porque todos estamos socializados en patrones estructurales machistas y es muy difícil despojarse de eso”.


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Memoria y justicia por Laguna Paiva Un nuevo juicio de lesa humanidad busca reparación para militantes sindicales secuestrados en 1980. Gabriela Carvalho

Por Mariángeles Guerrero Cien kilómetros separan a Santa Fe de Laguna Paiva. Cuarenta y un años separan la violencia de la justicia. Desde mayo se lleva adelante la etapa probatoria de la causa judicial “Chartier, Germán Raúl y Otros s/ Privación ilegal de libertad personal”, que culminará a fines de junio con una sentencia del Tribunal Oral Federal (TOF) de Santa Fe. Este juicio de lesa humanidad investiga hechos ocurridos entre febrero de 1980 y agosto de 1984: personal del Departamento de Investigaciones de la policía provincial secuestró y torturó a personas oriundas de Laguna Paiva, quienes meses después fueron puestas a disposición del Poder Ejecutivo y trasladados a distintas cárceles: Rawson, Caseros, Devoto y Coronda. Catalino Páez, referente regional de la mesa sindical del Partido Revolucionario de los Trabajadores, recuperó su libertad nueve meses después del retorno de la democracia. Seis policías imputados, 11 militantes sindicales, 16 niñas y niños secuestrados y 41 testimonios sobre los hechos son las cifras de una causa que pretende el fin de la impunidad. Los sobrevivientes tienen una historia en común, un hilo que nombra popularmente a la causa Chartier como “Laguna Paiva”. Todos vivieron en esa ciudad, la mayoría eran varones que habían trabajado en el frigorífico Nelson –en la localidad homónima– y habían formado parte, a comienzos de los años 70, de la organización sindical La Lucha, que integraba el Partido Revolucionario de los Trabajadores y el Ejército Revolucionario del Pueblo. Los militantes que hace 41 años buscan memoria, verdad y justicia son Catalino Páez (fallecido en 2016), Daniel Acosta, Juan Miranda, Pedro Moncagatta, Juan Carlos Sánchez, Hugo Silva, Ricardo Galván, Juan Carlos Oliver y Roberto Soria. Este último también era paivense, pero al momento de su secuestro trabajaba en Acindar, en Villa Constitución. Todos eran obreros, todos luchaban contra el neoliberalismo que se impuso en nuestro país con la picana y la desaparición forzada. Para dar con ellos, la policía de Santa Fe y fuerzas militares realizaron tareas de inteligencia y secuestraron además a sus familias: a sus esposas e hijos. Mario Páez, hijo de Catalino, cumplió sus 15 años secuestrado en el Departamento de Investigaciones D2, que entonces funcionaba en la esquina de San Martín y Obispo Gelabert de nuestra ciudad. Se trata de una de las características salientes del caso: la cantidad de niñas y niños que fueron privados de su libertad en el

sociales y políticas por los años de represión que comenzaron antes del 24 de marzo de 1976, con la participación de la Triple A. Pero este caso también perfora el techo de diciembre de 1983”, afirma Pagliero. La impunidad

Juana Medina (en el centro) y Mario Páez (izquierda) testificaron como sobrevivientes del terrorismo de Estado en la causa Chartier.

marco de la represión y la persecución política de sus familias. La causa Laguna Paiva muestra el entramado policial, militar y judicial que sostuvo las redes del circuito represivo en la dictadura. Los imputados son el ex oficial ayudante del Departamento de Informaciones D2, Eduardo Riuli; el ex responsable de la Comisaría 13 de Laguna Paiva, Fernando Mendoza; el ex sargento del Departamento de Informaciones D2, Rubén Insaurralde; el ex cabo de la División Robos y Hurtos de Unidad Regional I, Antonio González; el cabo del Departamento de Investigaciones, Omar Molina y el ex jefe del Departamento de Investigaciones e Informaciones de la URI, Germán Chartier. Los ex policías son acusados de los delitos de privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos, y por el delito internacional de genocidio. “Estas personas son un número ínfimo de la patota que debería estar imputada en el marco de esta causa. Las leyes de Obediencia Debida y Punto Final nos han quitado la posibilidad de tener más personas en el banquillo”, sostiene Federico Pagliero, abogado integrante de la querella llevada adelante por la Asociación Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de Rosario. La causa comenzó en 2014, a través de una denuncia de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, en ese entonces a cargo de Horacio Coutaz. El primer equipo jurídico estuvo conformado por Gabriela Durruty, Jésica Pellegrini y Julia Giordano. Actualmente llevan el juicio Anabel Marconi y Pagliero. El tribunal está conformado por

José Escobar Cello, María Ivón Vella y Luciano Lauría. El fiscal a cargo es Martín Suárez Faisal. Pagliero lamenta que el ex juez Víctor Brusa no esté imputado. “No lo pudimos lograr y en pos de no dilatar el proceso seguimos adelante, aunque esta causa abrió nuevos hechos, así que vamos a pedir que Brusa integre el segundo juicio de Laguna Paiva”, anticipó el letrado. “Brusa es nombrado por todas las víctimas en esta causa”, agrega. Para el abogado lo paradigmático es que, en estos días, los sobrevivientes están declarando por primera vez la violencia sufrida. “Después de 40 años logramos que puedan presentarse ante el Estado y contar el terror que vivieron. Así que por los hechos que se desprenden de esta causa vamos a pedir nuevas indagatorias”, aseveró. El terror

Verano de 1980. Ruta 9, zona rural de Lima, provincia de Buenos Aires. Juana Medina trabaja con su hijo Mario en un horno de ladrillos. Esa mañana de febrero, su compañero y padre de sus siete hijos, Catalino Páez, referente sindical del Partido Revolucionario de los Trabajadores, fue a la ciudad a ver a un médico. Se sentía enfermo. Atrás, en el tiempo, quedaron Laguna Paiva y el frigorífico: la amenaza de la lucha contra la militancia social y política emprendida por el Estado argentino significó para su familia un derrotero por diferentes pueblos. Bajo el sol, corriendo entre los maizales, varias personas vestidas de civil y con armas largas irrumpieron en la casa de Juana. Le pre-

guntaron por Catalino y la golpearon. La mujer estaba embarazada. Mario tenía 14 años. Cuando llegó Catalino, los tres fueron secuestrados. Una niña de 12 años quedó al cuidado de cinco hermanitos. Entre la patota, Juana llegó a identificar a un vecino suyo de Paiva: Eduardo Riuli. En el camión donde los llevaron vieron al hermano de Catalino, Miguel Páez, también detenido. Juana permaneció varios días en el vehículo, donde fue golpeada y desde donde podía escuchar las torturas a su marido. En esa secuencia reconoció -otra vez- a Riuli y también al genocida Juan Calixto Perizzotti. Después fueron trasladados en un móvil policial al Servicio de Inteligencia, el D2. Riuli obligó a Juana a firmar una declaración falsa con los ojos vendados. Posteriormente la mujer fue trasladada a la Guardia de Infantería Reforzada (GIR), donde encontró a su hermana Elba Medina, a sus cuatro sobrinos -entre ellos Graciela de 15 años- y a sus cuñadas Ramona y Marciana Páez. Estuvieron un mes en esas condiciones. Transcurrido ese tiempo, Brusa le comunica a Juana que será liberada y le informa que dos meses después podría retirar a su hijo Mario. Detenido en el D2, Catalino reconoció a sus compañeros del frigorífico Nelson. Meses después, los militantes fueron trasladados a la cárcel de Rawson y de otros puntos del país. Varios de ellos fueron liberados después de diciembre del 83, ya en democracia. “Los hechos transcurren desde el año 1980, ya desarticulada la resistencia obrera, las organizaciones

Cuatro décadas después, los sobrevivientes buscan justicia. “En este tiempo, estos policías caminaron impunemente por las calles de sus pueblos”, sostiene Verónica Gauseño. “La demora en los juicios genera impunidad”, manifiesta. Gauseño preside la APDH Rosario, es hija de Miguel Ángel Gauseño, desaparecido desde diciembre de 1976. En este caso de familias enteras secuestradas y torturadas, de niñas y niños detenidos en forma clandestina, hay un rostro que sintetiza la impunidad de los genocidas. Eduardo Riuli no solo hacía mandados para el D2, también tenía su programa de radio y animaba las fiestas paivenses. Las víctimas, sus vecinos, lo reconocieron por su voz mientras estuvieron secuestradas. “Durante todo este tiempo, Riuli se paseaba como el gran señor y a dos cuadras vivía esta familia que él mismo secuestró. A Juana Medina le pateó la panza sabiendo que estaba embarazada”, dice Gauseño. “Desde la APDH lo denunciamos por haber violado la prisión domiciliaria y por eso tiene pulsera electrónica”, añade. “Riuli es paradigmático en esta causa porque también es oriundo de Laguna Paiva. Los sobrevivientes tuvieron que convivir con esta persona en la total impunidad, en una ciudad de 13 mil habitantes”, agrega Pagliero. La búsqueda de justicia

Hoy la lucha sigue, de la mano de los sobrevivientes y sus testimonios; de la APDH y de la colaboración estatal a través de las secretarías de Derechos Humanos provincial y nacional. El 27 de mayo el TOF de Santa Fe dictaminó, sin consultar a las partes, la Acordada 11/21. Allí estableció la supresión de las inspecciones oculares en el D2 y en la GIR, la reducción del número de testigos y que las víctimas o testigos declaren sin presencia de un abogado. “Esto generó mucha ansiedad, mucho temor y un trauma. Cuando un juicio de lesa humanidad genera un trauma en los sobrevivientes, no es reparador”, dice Pagliero. Fue gracias a la movilización de los organismos de derechos humanos que el tribunal dio marcha atrás con la medida. Ahora, en el mismo ámbito donde alguna vez el genocida Brusa los interrogó, es posible un proceso judicial reparatorio para los militantes paivenses y sus familias.


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El Cullen no da más: al borde del colapso Ni siquiera las últimas restricciones aliviaron la situación. Una charla a fondo con el subdirector Malatini. Por Bautista Veaute El Hospital Cullen tiene una plantilla de aproximadamente 1300 trabajadores: médicos, enfermeros, psicólogos, personal de limpieza, carpinteros y administrativos componen la amplia gama de profesiones y oficios que le dan vida al nosocomio. Todos, desde los que intentan recomponer la salud de los pacientes, hasta los que garantizan la estructura física del lugar, están cansados. Las horas extras, de día y de noche, dibujan ojeras en sus caras escondidas detrás de barbijos y antiparras. “No damos más, pero vamos a seguir luchando”, dice una enfermera que ingresó a trabajar este año.

Malatini: “Nos estamos aproximando al pico de esta pandemia y todo el sistema sanitario tiene una ocupación altísima, sobre todo en la parte pública”. El Cullen está ocupado en un 99% de su capacidad de camas críticas. El hospital, casi en su totalidad, fue reconfigurado. Las distintas salas, con sus respectivas especialidades, hoy sólo llevan el nombre que anteriorme usaron para ser ubicadas dentro del viejo edificio. Así, por ejemplo, lo que antes era la Sala de Urología hoy es una sala de atención para Covid. Sólo dos salas conservan la función que su denominación le asigna: Neurotoxicología y Obstetricia.

En el Cullen hay aproximadamente 300 camas. El número de camas varía en un 10%, dependiendo la demanda y las patologías. Del total de camas, 55 son críticas para internación, de las cuales el 99% están ocupadas. Actualmente, cuando se desocupa una cama, en el mismo día se vuelve a ocupar, debido al elevado número de contagios de coronavirus. A medida que la curva de casos positivos va en ascenso, se agregan nuevas camas. Pero en la Dirección del Cullen temen lo peor: no poder garantizar atención para todos los pacientes que la requieran. El subdirector del Cullen, Hernán Malatini, lleva 30 años trabajando en el hospital. Durante un alto en las tareas diarias, habló con Pausa sobre la situación del hospital y las tareas que demanda el día a día de la pandemia. —¿Cómo está el personal de salud del Cullen? —En primer lugar, quiero expresar mi admiración para todos ellos. Todos los trabajadores realmente demostraron la capacidad de poder extenderse en sus funciones y trabajar prácticamente al 100%. Desde el médico que atiende a un paciente en la guardia con el enfermero, hasta la persona que hace el mantenimiento. Hay un montón de cosas que a veces la gente ni se las imagina. Debido a la magnitud de esta pandemia y la extensión de este hospital, hasta la persona que va a repartir la comida tiene que vestirse con ropa para Covid. Entonces, cuando a uno le hablan del sistema de salud, piensa solo en el enfermero o en el médico. Por darte sólo un ejemplo, están también los psicólogos, que han actuado mucho en este momento, cuando

Gabriela Carvalho

“Todos los trabajadores demostraron capacidad de poder extenderse en sus funciones” .

un paciente se queda diez días sin contención familiar, sin poderle transmitir sus angustias a un ser querido. También hay otras personas, como los electricistas o los carpinteros del hospital o la gente de servicios generales, que se tiene que vestir exclusivamente para laburar acá. Seguro hay un montón de áreas que se me están escapando, pero que es muy importante que estén funcionado. —¿Qué pasa si un paciente tiene que esperar atención por Covid, en el caso que no haya camas disponibles? —Actualmente tenemos, en el sector de guardia del hospital, lo que es una sala de atención de shock room. Hemos adaptado la sala de observaciones, que se ha transformado en una especie de terapia. En este momento hay personas internadas en la sala de recuperación. Y no están en forma transitoria, sino que tenemos algunos que llevan un buen tiempo de

internación ahí, porque la sala se ha adaptado para ese fin debido a la situación actual. Esto ha conformado una nueva terapia que utilizamos de back up, para la asistencia y el tratamiento del paciente. —¿Qué diagnóstico puede hacer sobre el sistema sanitario en la ciudad? ¿En qué situación estamos? —Si bien yo no soy parte del Ministerio de Salud, y no tengo una visión global, te puedo contar que el sistema sanitario se encuentra realmente exigido. Nos estamos aproximando al pico de esta pandemia y todo el sistema sanitario de la provincia tiene una ocupación altísima, sobre todo en la parte pública. En estos momentos, prácticamente todas las camas críticas están ocupadas, incluso un elevado número de camas de piso. En nuestro caso, el Cullen se ha ido transformando paulatinamente de un hospital de internación de patologías polivalentes a un hospital que prácticamente, en su totalidad, está siendo ocupado por la patología Covid. Dos medidas

Debido al colapso que está sufriendo el Cullen, hay dos medidas que han tomado las autoridades del hospital. Una es la implementación del hospital militar de campaña, que actualmente funciona solo con personal del Cullen. Ese centro de emergencia que se armó debido a la saturación del sistema de salud está ubicado en Avenida Freyre, entre las calles Salta y Lisandro de la Torre, en el predio del Liceo Militar General Belgrano. Al recinto se ingresa desde el ala que da a la Avenida, mediante un túnel que cruza ambas manos. La estructura del hospital militar está compuesta de telas plásticas y un sistema de refrigeración/calefacción que permite mantener temperaturas óptimas para la estadía de los pacientes in-

gresados. A ese sitio son derivados pacientes no Covid, lo que permite un mayor ingreso para personas que dieron positivo del virus a las salas que fueron pensadas para atender esa patología. Los profesionales del Cullen aseguran que la disposición del hospital de campaña, similar a los que se utilizan en los conflictos bélicos, es de vital importancia. Las nuevas camas que se habilitaron sobre Avenida Freyre en el Liceo Militar permiten disminuir el número de pacientes no Covid en el edificio principal del Cullen, que ocupan camas que podrían estar siendo destinadas para las personas que sufren el virus. En total se habilitaron 40 camas nuevas en las carpas, de las cuales, al cierre de esta edición, 25 ya estaban ocupadas. En este sentido, Pausa le consultó a Malatini si eran positivas las restricciones que aplicó el gobierno de Santa Fe y el gobierno nacional. “Yo creo que en la observación inmediata son altamente positivas, en lo que hace a los accidentes y a la internación por otras patologías, como las que podemos llegar a derivar al hospital de campaña”, contestó el médico. “Nosotros tenemos desde 12 a 15 accidentados que llegan al hospital con lesiones relativamente importantes, cada día. Y en el primer fin de semana de restricciones, hubo solo cuatro personas accidentadas. Aunque en el último fin de semana, luego del partido de Colón y los festejos posteriores, hubo 40 accidentados, tres heridos de arma de fuego y cuatro de arma blanca. Entonces, son realmente efectivas las restricciones”, agregó Malatini. “En cuanto a lo que es Covid, todavía no vemos reducción de números de internaciones, porque cuando vos disminuís los números de contactos, recién a eso lo vas a ver reflejado en una disminución de los contagiados a los 10 o 15 días. Pero sí es extremadamente positiva la reducción del número de accidentados”, continuó el profesional. La otra medida que tomó la directiva del hospital Cullen fue la instalación de una cámara frigorífica en uno de los pasillos internos del edificio principal, previendo un posible colapso de la morgue de este centro de salud. Si bien en un momento circuló la información de que el colapso ya había ocurrido, desde el Ministerio de Salud de la provincia lo desmintieron. El objetivo de esta última medida es que, si fallecen más pacientes de los que podría albergar la morgue del hospital, haya un lugar adecuado donde poder alojar los cuerpos.


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Sembrar de literatura la pedagogía

Entrevista al especialista Carlos Skliar sobre la actualidad de la escuela y lo imprescindible de la lectura. Por Agustina Lescano Carlos Skliar es docente, escritor e investigador de Conicet y Flacso dedicado a tópicos de educación, pedagogía y filosofía. Algo de intimidad se cuela en su obra teórica, sobre todo cuando escribe sobre la lectura, asunto que lo ocupa primordialmente. Uno de sus últimos libros en el tema es “Érase una vez la lectura” (EDUVIM, 2019), un ensayo con ritmo y prosa poética que se pregunta, e invita a les lectores a responder, por qué el deseo de leer es algo tan humano, tan cercano a la infancia y tan potente. Este jueves 10 de junio, el especialista participará de una charla junto a educadores con el nombre de “El oficio docente en tiempos de pandemia”, con la moderación de la concejala del Frente Progresista Cívico y Social, Mercedes Benedetti. El encuentro se realizará de manera virtual a las 19 y podrá seguirse en vivo por el canal de Youtube de Benedetti. Antes de la actividad, el autor charló con Pausa sobre la situación del sistema educativo en la crisis actual y la importancia de la lectura para acercarnos a otras subjetividades e imaginar nuevos horizontes. —En los debates sobre la situación de la escuela actualmente, ¿dónde queda la desigualdad previa a la pandemia? —Yo siempre fui de la idea de que la desigualdad llega a la escuela, no se produce allí, pero sí hay posibilidad en la escuela de proporcionar un recomienzo que ayude a

“Me daría mucha pena que por no poder convencer a otros de la potencia de la lectura la abandonemos, como tengo la impresión de que está ocurriendo”. aquellos que llegan con la desigualdad a cuestas o desde la desigualdad a contar con una experiencia de igualdad inicial. El sistema educativo está irregular y absorbido por este panorama trágico, previo sin duda, que se ha radicalizado en estos tiempos. Esas experiencias de igualdad se encuentran muchas veces dentro de las estructuras regionales y territoriales que desarrollan distintos proyectos, y otras veces parece instalada una especie de naturalización de lo que pueden algunos y lo que no pueden otros. Haber pretendido tener con-

tinuidad pedagógica, y sostenerla a través de recursos tecnológicos, probablemente haya causado escenarios de mayor desigualdad. —La desigualdad tecnológica y de conectividad, que no es exclusiva de las escuelas rurales... —Claro, porque es sobre todo en las grandes ciudades en donde el capitalismo tecnológico juega el juego de la oferta y la demanda, para todos, pero para nadie al mismo tiempo. No hay que olvidarse de los límites de la virtualización de la vida: nos han llegado infinidad de comentarios a propósito de que hay zonas de la vida o de la experiencia en que la virtualidad quizá no sea tan aceptable, incluso allí donde hay posibilidades, hay que revisar el hecho de que hay regiones de la experiencia que la humanidad ha transitado por el camino de la presencia e insiste en ella. Se abren varias discusiones, yo no he sido muy partidario de oponer presencialidad y virtualidad porque no me parecen categorías del mismo orden: puede haber presencialidad en la virtualidad y puede no haber presencialidad en la presencia. El fantasma de la continuidad pedagógica tiene omnipresencia en las acciones y los pensamientos pedagógicos, cuando en realidad, la experiencia ha sido la interrupción, no la continuidad. —¿Qué opina de las distintas formas de mediación que desarrollan las instituciones con tecnologías como la radio? —Es algo que he escuchado en varias regiones de nuestro continente: la búsqueda de formas no consagradas de transmisión dentro de los formatos disponibles. Es buscarle la vuelta a utilizar la tecnología como un remedio provisorio, no permanente, pero a través de una impronta comunitaria. Esa es la gran discusión que tenemos en cuanto a las nuevas tecnologías, cuánto abogarían a la relación uno a uno –o más bien uno con nadie, uno con el mundo como máquinao a una comunidad, como mecanismo de transmisión transversal. Siempre prefiero toda la tecnología que utiliza mecanismos comunitarios. En ese sentido, la radio y todo lo que se puede llamar radial como fenómeno de conocimiento es mucho más interesante que las comunicaciones uno a uno por pantallas. —En “Érase una vez la lectura” usted habla de la dificultad de los días en que no se puede leer, que es imposible abstraerse de lo cotidiano, ¿podemos decir que son días como estos? —Recientemente debatimos entre escritores y personas cercanas a la literatura dentro del Foro de Mempo Giardanielli y la expe-

Carlos Skliar brindará una charla a través de YouTube. Será el próximo 10 de junio con la moderación de la concejala Benedetti.

riencia compartida (al contrario de algunas perspectivas más optimistas de la pandemia) fue la de no poder leer, no poder concentrarnos. Como si la incertidumbre necesitara de un cuerpo apurado, urgenciado, que es lo contrario a la lectura, que es una invitación a salirse afuera. Incluso en la lectura de materiales coyunturales, que hacen una duplicación de la realidad para poder quitarte por un momento de ella y entrar en una

“Hay momentos en que la fragilidad ya es casi una ruptura y compartir esa fragilidad a través de los relatos es lo que nos cabe hacer”. lógica de otro lenguaje, ese lenguaje por fuera del lenguaje que es el lenguaje literario. En lo personal, me ha pasado lo mismo hasta hace poco tiempo en que volví a encontrar en la lectura ese auxilio para pensar afuera. Afuera no es indiferencia, es lo otro de este mundo, que en la prisa y en la urgencia uno omite permanentemente. Donde está todo lo ignorado, lo olvidado, lo desechado, lo perdido, es donde la lectura tiene algo para dar. —¿Cómo puede acompañar la lectura dentro de la escuela un momento como este?

—Puede abrir otra conversación y una memoria de un mundo más largo, más profundo, más narrativo, que permitan pensar el presente de otra manera. Es una invitación, no puede ser un forzamiento, aunque me daría mucha pena que por no poder convencer a otros de la potencia de la lectura la abandonemos, como tengo la impresión de que está ocurriendo, quizás porque la figura de la maestra y el maestro lector se ha desplazado hacia otras figuras del enseñar, con las que yo no siento mucho apego. Creo que en la artesanía del educar hay una figura del maestro que lee y que conversa sobre lo leído, que por momentos parece que ha pasado a otra vida y trato de rescatarla. Creo que la experiencia de la vida es la de la fragilidad, pero hay momentos del mundo y de la vida misma en que esa fragilidad ya es casi una ruptura, un resquebrajamiento, y compartir esa fragilidad a través de los relatos es lo que nos cabe hacer. Por eso yo insisto en que el regreso a la escuela tendría que ser más una ida que un volver, tendría que ser un ir hacia las instituciones educativas a narrar lo que está sucediendo, eso ya es literario y es profundamente pedagógico —¿Y cuáles son esas otras figuras? —La más rutilante de esta época es la mediar simplemente en los llamados aprendizajes consagrados o significativos. Por la pandemia y la necesidad de poner el cuerpo como se ha puesto, se ha desplazado hacia una figura de sostén, de conver-

sación, de cuidado. Al interior de esa figura es posible que algunos hayan incluido la figura lectora. Hay muchas otras, como la del educador investigador o crítico, pero me da la impresión que esas figuras se fueron destiñendo en función de darle prioridad a los aprendizajes de niñas, niños y estudiantes, y se renunció un poco al gesto gratuito y generoso de enseñar el mundo. —¿Cómo puede darse la experiencia con la lectura dentro de la escuela? —La escuela es plural, son escuelas y adentro hay proyectos muy diferentes. En algunos se puede ver a la literatura y lectura como algo aparte, como una excepción. En otros, está puesta de manera transversal, que es como yo las pienso. Hay áreas del saber cuyos ejercicios serían transversales y dan color, tono y sabor a otros conocimientos, como el arte, la filosofía y la literatura. En un extremo está la pedagogización de la literatura y en el otro podemos decir que está la literaturización de la pedagogía. Hay proyectos muy bonitos como Poesía en la Escuela y el Filba en la escuela, y desde la gestión actual del Plan Nacional de Lecturas, coordinado por Natalia Porta López, proceden con muy buenas perspectivas sobre lo que significa la oralidad, la narración, el cuento, la poesía y la literatura en general. No como dispositivo de conocimiento, porque no hay nada allí de útil ni de progreso. Si algo escapa a la idea de progreso y utilidad es la lectura literaria.


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Sin separación entre la vida y la poesía

Candelaria Rivero presenta “Poesía reunida, 2007-2018”, una revisión integral de su obra desde sus inicios. Editada por Legüera Cartonera, la publicación se presentará el 18 de junio a través de la red Instagram. Melisa Rodríguez

Por María Luisa Lelli Palabras en movimiento, que hacen mientras son leídas. Palabras que van al rescate de lo esencial, de un origen, de las experiencias que suscitan los sentidos abiertos. Por esas sendas transita la obra de la escritora santafesina Candelaria Rivero, quien el viernes 18 de junio –desde las 21, a través de Instagram– presentará el libro “Poesía reunida, 2007-2018”. Se trata de una nueva publicación editada por Legüera Cartonera. Con ocho poemarios en su maleta, la autora da a conocer ahora una revisión de su trabajo poético, desde sus inicios en la publicación hasta la actualidad. “Es a la vez, un viaje en el tiempo, desde mi primer acercamiento a la publicación en poesía, que fue en 2007, a través de Ediciones La Gota (Santa Fe), pasando por diversos modos de edición. Implicó la vuelta a pasar por ciertos lugares poéticos y revisitarlos con la mirada poética de hoy. El último poemario fue en 2018. Abarca todos esos años en los que publiqué de manera ininterrumpida”, comentó en diálogo con Pausa. A la hora de profundizar en las cualidades de su labor y la elección del género, Rivero argumentó: “La poesía fue siempre mi lenguaje. Es el lugar desde donde vivo y enuncio el mundo. Es también la práctica que me permite asimilar la realidad en su multidimensión. Elijo la poesía porque encuentro en ella ima-

Vida, necesito cambiar volverme un par de plumas una flecha certera y bien intencionada. Tanto insisto con ser ese pájaro que levita sobre el mar que el mismo mar se desvanece y mi voz no es de pájaro mi voz es sólo esta canción rota.

“Hablo del ser humano, de su complejidad, del ser mujer, del vínculo con la naturaleza y con les otres”,comentó la escritora.

gen, reflexión, síntesis y libertad. Un espacio en el que dudar sonoramente”. —¿Qué temáticas aborda su poesía? —Mis poemas giran en torno a la existencia y a todas las preguntas derivadas del estar vivos, hoy y aquí. Hablo del ser humano, de su complejidad, del ser mujer, del vínculo con la naturaleza y con les otres, del vínculo con lo divino.

—¿Cuándo comenzó a escribir y por qué? —Comencé a escribir alrededor de los seis años, por impulso, necesidad, por ganas de hacerlo, como algo muy espontáneo y simple. Mis primeros poemas datan de esa edad. En ese momento era capturar imágenes de cosas que veía o me pasaban. Estados, situaciones. Quería hablar del color, de la luz, de los pájaros, de las flores. Percibía lo

pero estaban las ganas de incursionar en la edición”, destacó. En este sentido, Legüera cuenta con otra particularidad. “Desde sus comienzos, la hemos conformado mujeres. Somos ocho, de diferentes áreas, abogadas, bibliotecarias, profesoras de arte, profesoras de educación especial, bioquímicas, artistas plásticas. Somos un grupo muy heterogéneo”, remarcaron Marina Etcheverrigaray, Erika Petruzi, Belén Gil, Salomé Gómez, Lucía Bianchi, Susana Ocampo, Viviana Gerboni, Micaela Piccini y Fabiana Ortiz. Uno de los fundamentos de la editorial da cuenta de la relación con otros colectivos. “Vamos en la búsqueda de esos proyectos que ya tienen. Uno de nuestros trabajos más importantes es el libro ‘Hermanas. Florenciendo en palabras’, que lo editamos junto a la Casa de la Cultura Indo Afro Americana de Santa Fe. Son 12 relatos de mujeres afrodes-

cendientes de Argentina y de Brasil”, detallaron. A ese tipo de trabajo, se añade “Shotaina”, edición que contó con las voces de cinco de jóvenes Qom del barrio Santo Domingo. Lo recaudado por ventas tuvo como destino el aporte para la construcción de las viviendas de sus autores. “Nos identifican el libro cartonero, la recuperación del material de desecho para transformarlo en un objeto de la cultura. Y a su vez, la recuperación de palabras olvidadas, negadas. Legüera Cartonera se llama así por el instrumento autóctono, el bombo legüero. Dicen que se llama así porque su sonido se escucha a la legua. Jugamos con esas palabras y decimos que las voces que editamos se escuchan a lo lejos. Queremos que se escuchen a lo lejos”, definieron. Al mismo tiempo, no es menor el interés de publicar las obras de autores y autoras locales, hayan o no publicado con anteriori-

Voces que se escuchan a lo lejos Legüera Cartonera es una editorial local que ya transita su 13° publicación con “Poesía reunida, 20072018”, de Candelaria Rivero. Si bien en la historia de esta valioso emprendimiento hay obras reeditadas, sus características principales no son otras que los materiales que le dan forma a los libros y sus propósitos. Tal es el caso de la publicación de las mujeres del penal de Santa Fe, promovido por Mujeres para la Libertad, que fue regalado a bibliotecas públicas. “No se vendió, hicimos una tirada especial para el lanzamiento de Legüera y lo regalamos”, comentaron las integrantes del colectivo. Sobre la gestación del proyecto editorial que surgió en febrero de 2019, Micaela Piccini sostuvo que todo se originó “por las ganas de trabajar desde la palabra, la lectura y su difusión”. “Desde hacía mucho tiempo veníamos trabajando en torno a la lectura desde diferentes lugares,

Un poema de Candelaria Rivero

cotidiano a través de imágenes, metáforas. No había un esfuerzo, simplemente ocurría. —¿Qué momentos, situaciones, estados, emociones la movilizan para escribir? ¿Qué la motiva a escribir? —No encuentro separación entre vivir y hacer poesía. En este sentido, siento que estoy escribiendo todo el tiempo. No hay un estado especial o una motivación especial. Tomo todo

Tomado del poemario “Curuzú” , 2017.

lo que percibo o me ocurre e intento traducirlo a un poema. Reflexiono mucho sobre cada pequeña cosa que me ocurre o me afecta. En eso siempre encuentro una imagen. Así empiezo a darle forma a algo. Muchas veces, en movimiento. Yendo de un lado a otro. 8 La presentación del libro será el viernes 18 de junio a las 21 a través del Instagram @candelaria_rivero_

Legüera Cartonera es un proyecto editorial gestionado por un colectivo de mujeres que

combina materiales de desecho y las obras de colectivos sociales y artistas de la región.

dad, con mayor o menor trayectoria. Finalmente, las hacedoras enfatizaron la motivación que conlleva “la recuperación”, al tender un hilo conductor entre “el material y la filosofía que nos contiene”. “Nos interesa trabajar, editar y luego seguir el trabajo con los grupos, acompañan-

do propuestas, charlas, encuentros, bibliotecas”, señalaron al ponderar el encuentro con otras manos que no dejan de buscar lo mismo. Tal es el caso de la edición, “Desde la cueva”, que se regaló a bibliotecas públicas y espacios de educación en contexto de pandemia en 2020.


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PAUSA | LITERARIAS

OTRO YO MISMO

Derivas Por Mari Hechim Nosotros no sabemos, sabes, nosotros no sabemos qué es lo válido. Paul Celan Zurich en la “Cigüeña” Para Nelly Sachs ¿Y en qué momento este momento se transformó en otra cosa? ¿La repetición de la soledad, no se altera? ¿Es lo mismo que aparece y vuelve a presentarse, una y otra vez, con su mismo rostro, con su misma nada? ¿No decías que estabas acostumbrada, desde que la hija se fue a estudiar a otra ciudad, a estar sola? ¿Mentías? ¿Te mentías? ¿Es de otro tipo, de otra clase, el encierro? ¿Acaso cuando anoche soñaste que perdías el celular y te asustabas será porque estás perdiendo cosas triviales que ya sabés son inconsistentes, que imitan una comunicación que ya está clausurada quizás desde antes de todo esto, de la pandemia y el encierro? Como cuando se da vuelta un guante. ¿Es el mismo, pero su reverso admite otra verdad, oculta quizá, pero es lo que está pegada a la mano, en contacto con la piel?, y que existe como el sol, siempre, cuando se levanta el día y parece ofrecer una nueva oportunidad, un estarse alerta porque todo se dispone a recomenzar. ¿Y se repite, verdadera y obediente, se vuelve a creer que uno hoy no va a morir, con semejante claridad

que impide que entre lo negro, el no saber qué es lo válido? ¿Sabés qué es la soledad o te lo imaginás? ¿Look at all the lonely people? Los realmente despojados, los que se protegen del frío con mantas hechas de papel de diario, vos los viste, los viste en toda su miseria y en todo su empecinamiento. ¿De qué te quejás? Pero no nos hicieron para tener la experiencia del otro como si fuera una sombra una prolongación del cuerpo de uno, cuando quizá sí debería ser. ¿Qué decía el que decía que el individuo es un invento occidental, que surge con los relatos sobre Sócrates? Jesús, John Lennon diría el Miki. Éste es mi cuerpo, mi circunstancia, mi vida. ¿Y extrañás justamente, qué, los viajecitos a Buenos Aires, abrazar a tu hermana, a su familia, dos o tres días de bares y conversaciones hasta la madrugada acerca de nada, de los hijos que nos van alcanzando con su edad y nos miman y no nos

quieren y acaso nos pasó lo mismo cuando fuimos hijos, y los cigarrillos y el mate hasta la madrugada y cambiarnos un pulóver una camisa un pantalón? ¿Y de paso ver a Roberto para, asimismo dado que la conversación con otros te gusta te engrandece te consuela, contarnos de libros, de amigos, de nada, y reírse y un poco de política? No obstante, hay devenires y estallidos súbitos que acercan una palmadita en el hombro, alguien que te alcanza una sopa un libro una medalla para que desde lejos el espanto enmudezca por un segundo. Juan que entra, con toda su estatura y su sonrisa y el abrazo no se termina nunca porque tanto tiempo y tu cabeza no alcanza su hombro y va y descansa en el pecho largamente como larga es la confianza y el amor. Las tres amigas que retoman un diálogo preexistente, interminable, ya no hablamos de amantes nos reímos y sí de nietes, las de ellas y

también del que vendrá y que está siendo esperado casi con devoción, esperanza –que Kafka dice que hay mucha, pero no para nosotros– pero palpable ya en la pancita de la hija que sonríe como si tuviera un secreto maravilloso que pronto podrá compartir, pero ahora anida en su interior, el misterio que romperá sus propios sellos por sí mismo. La novela de Claudia, En pampa y la vía la nombra, la lealtad que se renueva y te sorprende. Por unas horas dejarás de abstenerte de la lectura y, al cerrarla, te quedará la sensación de lo nuevo, cómo otra puede mostrarse en el lenguaje y a la vez preservarse, y nombrar las cosas del mundo exterior mientras el mundo del alma, entre los pliegues de la palabra, en un movimiento de ir y venir, atisba, se atreve, se retrae, se ilumina. A veces Alejandro, un vino, una película, un poema, algunas risas, apenas tocándonos con la punta de los dedos, inventándonos una amistad, cierta paz, afuera hace frío. O Gabriel, con toda su sonrisa y sus relatos de Suiza, de exposiciones y pérdidas, amores perdidos y amigos encontrados. Los mensajes que llegan desde lejos te extraño cuando esto termine va un asadito. Y siempre la hija, la pelea y el abrazo, fuerte y pilar, que a veces se hace pequeña y a veces se agiganta en el intento de olvidar que lo que hoy es fuego alegre mañana pueden ser cenizas. La soledad, sí, el encierro y el querer establecer una nueva normalidad hecha de la iluminación que los disparos producen en la noche. ¿Qué?

VARIOPINTA

Una extraña y pequeña fruta sin nombre Por Federico Coutaz En la ciudad se fueron extinguiendo junto con los baldíos, pero están, en algún alambrado, en un tronco, al costado de un camino o trepando a un cartel. Son maleza, yuyo, hierba salvaje y sedienta que se aferra y resiste silenciosa, rizomática, oculta. El hallazgo es lo menos frecuente, casi siempre alguien nos comparte el secreto Lo mejor es que suceda alguna noche de otoño no muy fría, porque en ese caso será más fácil recordar para siempre su brillo blanco de perla y de luna, diminuta y dulce. Será una mordida lenta, acaso desconfiada, un estallido leve que derrama en la lengua un gusto inesperado y desconocido que el paladar se esfuerza al máximo por retener y descifrar. Acá se llama pisingallo, como si la planta y sus frutas también se escondieran en el nombre de esos granos anaranjados y amarillos que los pollos comían cuando eran pollos. En otros lugares es más conocida como Huevo de gallo, una imagen que tampoco ayuda mucho, “uvita de campo” parece más atinado, pero la derivación y dependencia que implica no hace nada de justicia a la experiencia singular de su sabor en el cuerpo, ni a su forma, ni a su modo de estar y existir. En alguna lengua inglesa existe la fórmula: Lirio del valle pampeano, que hasta parece darle un giro aristocratizante que tampoco viene al caso. También tiene un nombre científico, pronunciarlo de corrido es tan difícil como acceder a los encantos que designa, Salpichroa origanifolia. Entre los yuyos, entre las plantas, camuflada en cualquier enredadera o a simple vista, están. Hay que saber verlas. Hay que agarrar las hojas, los enredados tallos frescos, levantarlos con cuidado, inclinar la cabeza, mirar y tocar suavemente hasta encontrar esas pelotitas gordas y alargadas como gotas blancas que no quieren caer, cortarlas sin fuerza y apilarlas en el cuenco de la mano, olerlas y apretarlas apenas con los dedos antes de comerlas una tras otra. Acá se le dice pisingallo, pero muchxs sabemos que es otra cosa, tan extraña y deliciosa que casi ni nombre tiene.


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Estoy en el jardín de infantes de escuela privada de monjas al que fui en jardín y preescolar. Voy corriendo por el patio. El jardín es una casa, el edificio está separado de la escuela de monjas que se levanta enfrente, oscura y gloriosa. A mí el nombre ya me da misterio: Sagrado corazón de Jesús. Imagino el corazón en una cajita de oro, protegido en el pecho de Jesús como un ser vivo, o saliendo del pecho del Jesús niño, un pecho sangriento y un corazón con alas. La escuela es una casa. Eso me gusta. Hay habitaciones que son salitas, hay una cocina, un baño, un patio con arenero y huerta y tobogán. Ahora estoy jugando y corriendo. Corro por correr, con alegría, sin saber de un objetivo final. Me caigo porque pongo mal el pie, caigo de espaldas, pegada al piso. Me queda doliendo el medio de los omóplatos, miro hacia arriba y veo un redondel negro y celeste: el techo de la casa del jardín y el cielo, celeste profundo. Me quedo allí, me gusta la que veo. Pasa una nube y se va. Nunca había mirado el cielo desde el piso del jardín, enfocando como en un telescopio.

Veo canaletas y desagües, el techo de la casa chorizo se colorea por dentro como los pespuntes interiores de la ropa que cose mi abuela. Es un techo de ladrillos rojos y gastados, los que se ponían los indios en las piernas y allí moldeaban. El resto de los chicos y las chicas sigue jugando. Las seños no están ahí, están en la cocina buscando las masitas para la merienda. Yo sigo en el piso mirando el cielo. En el redondel de mi visión asoma Lucas. Es rubio. Es hermoso. Tiene ojos verdes. Asoma, me mira, yo le tiendo la mano, él pone un pie sobre mi pecho y continúa mirándome. Yo intento levantarme y él inclina su cuerpo sobre la pierna, imprime más peso. Otra vez intento levantarme y no puedo.

LITERARIAS | PAUSA

Ahora se ríe. Alrededor de Lucas aparecen los rostros de otros niños que se asoman a ver qué pasa:

algunos se espantan, otros que se ríen, otros que dicen llamála a la seño. Los ojos verdes de hoja nueva de Lucas siguen fijos en los míos. Lucho por levantarme y lo logro. La señorita María Antonia me da la mano, me abraza, me limpia el guardapolvo cuadrillé. Hacemos una ronda, un redondel de niños y niñas, se pasan de mano en mano y compartimos las galletitas dulces y saladas en una bolsa que es como la del diezmo en la misa. Me parece que cuando saque algo de la bolsa va a aparecer el corazón de Cristo y vamos a comer todos de él, pero no, salen dos anillitos, uno rosado y otro amarillo. Lucas no merienda, está en penitencia.

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Las manos me quedaron raspadas, me debo haber caído con las manos haciendo colchón sobre el piso de portland del patio. El cielo sigue celeste límpido y el calor de las manos de los chicos en la ronda me da calma, me deja respirar y me hace pensar que el mundo no es malo porque exista Lucas. Después de la merienda cantamos la canción del cangrejito que no sabe caminar. Cuando tuve a mi hijo a los 41 volví a escuchar esta canción. Yo buscaba música para dormir o jugar. Escucharla me hizo estremecer el corazón: me encontré conmigo misma en ese patio escolar, recordé la escena de caerme, mirar el redondel del cielo, levantarme. Recordé ese jardín y el nombre del corazón sagrado. Canté de un solo tirón y sin trastabillar, la canción del cangrejito. Su autor, Walter Yonski, era cantor de tangos, candombe y jazz, y también actor, y grabó discos para niños en los 70 y 80. Yonski hacía espectáculos que llamaba “de canciones y palabras” y el disco donde está la canción del cangrejito tiene un nombre con una palabra que me gusta mucho más que círculo: redondeles.


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PAUSA | LA QUINCENA

INTENDENTE DE PARANÁ

Condenado por narco, murió Varisco

Sergio Varisco, el intendente radical que de la mano de Cambiemos gobernó Paraná entre 2015 y 2019, murió por un cuadro de neumonía el 27 mayo. Su nombre había cobrado resonancia nacional debido a la acusación y posterior condena por sus vínculos con el narcotráfico. Varisco también fue intendente de Paraná entre 1999 y 2003. En su último mandato rápidamente surgieron los rumores, luego judicialmente confirmados, de sus vínculos con el puntero narco Daniel Tavi Celis. Tras una investigación iniciada en 2016, Varisco fue condenado a seis años y seis meses de prisión por el reparto de marihuana en camiones de basura municipales y su relación con la intercepción de una “narcoavioneta” con 317 kilos de este estupefaciente en Colonia Avellaneda. El tribunal pudo corroborar que Celis, en calidad de organizador en las maniobras de venta de droga, había financiado económicamente la campaña electoral de Varisco en la que logró obtener el cargo de intendente en 2015, a sabiendas de que el dinero provenía de actividades ilícitas.

STAFF DIRECTOR Ezequiel Nieva SECRETARIO DE REDACCIÓN Juan Emilio Pascual COLABORADORES Lic. Ramiro, Alan Valsangiácomo, Gonzalo Andrés, Ileana Manucci, Gastón Chansard, Mari Hechim, Marcelo Przylucki, Bautista Veaute, Lucía Guadagno, María Luisa Lelli, Mariángeles Guerrero, Agustina Lescano, Federico Coutaz, Analía Giordanino, Javier Gatti, María Belén Degrossi, Gabriela Carvalho, Rodrigo Barba y “Rebo” Pérez CONTACTOS Tel: (0342) 154 344 277 pausadigital@gmail.com EN LA WEB: pausa.com.ar

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Pausa Nº 273, 10/6/2021 Propietario: Cooperativa de Trabajo Bajo el Fresno Limitada Director responsable: Ezequiel Nieva Domicilio legal: Lavalle 3447, Santa Fe Registro de la Dirección Nacional de Autor en trámite Impreso en DWP SRL, Ayolas 241 Bis, Rosario (Santa Fe)

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41.080 casos nuevos en el pico El 27 de mayo se registró el récord de casos nuevos durante la segunda ola de coronavirus. Producto de las restricciones de circulación impuestas por el gobierno nacional, la curva de casos parece ir descendiendo desde entonces, actualmente el promedio diario de

casos ronda los 28 mil contagios nuevos cada 24 horas. Al cierre de esta edición, seguramente para el jueves 10 o viernes 11 de junio, Argentina superará los cuatro millones de infectados desde el inicio de la pandemia. Una de cada once personas tuvo o tiene Covid 19.

Chocobar

Es ley el Día de la Memoria del Pueblo Inundado La Legislatura provincial sancionó el jueves 27 de mayo la ley que declara al 29 de abril como“Día de la Memoria y la Solidaridad de la inundación de Santa Fe y alrededores” , en conmemoración de la inundación del río Salado en 2003, que afectó en forma directa a 130 mil santafesinos y provocó 158 muertes. La iniciativa fue elaborada por

la organización social La Poderosa y la presentó la diputada Dámaris Pachiotti, del Frente Social y Popular-Ciudad Futura. Establece la incorporación del 29 de abril como efeméride para darle una dimensión educativa a la memoria de la inundación de 2003. El proyecto argumenta que“la inundación de Santa Fe fue una catástrofe evitable producto de la irrupción violenta del Salado que

ELECCIONES 2021

La provincia posterga las primarias y las generales El gobierno provincial publicó este jueves 3 el decreto de adhesión a la postergación por 30 días de las elecciones legislativas de este año. Luego de que el Senado sancionara la ley este miércoles 2, las nuevas fechas definen que las primarias serán el 12 de septiembre y las generales el 14 de noviembre. Los partidos políticos tendrán tiempo en Santa Fe hasta el 4 de julio para la presentación formal de alianzas y hasta el 9 de julio para que cada partido o frente anote a sus candidatos. El decreto firmado por el gobernador estableció “la realización simultánea y conjunta de elecciones municipales y comunales con los comicios para la elección de cargos nacionales, en virtud

de lo establecido en el segundo párrafo del artículo 10 de la Ley Provincial N° 13333”. Además de cargos nacionales (diputados y senadores), en la provincia se eligen representantes en 308 comunas y 14 intendencias. Al mismo tiempo se renuevan parcialmente los concejos deliberantes. Todavía las candidaturas están lejos de definirse. Por el peronismo, el espacio de Omar Perotti lanzó el espacio Hacemos Santa Fe. El Frente Progresista está todavía procesando el fallecimiento de Miguel Lifschitz. Por su parte, en Juntos por el Cambio ya pidieron pista Maximiliano Pullaro y Mario Barletta.

cobró un tercio de la geografía de la ciudad con múltiples causas y consecuencias ambientales, sociales, políticas e identitarias. El Centro de Estudios Sociales (CELS) ubicó en uno de sus informes a la inundación de 2003 junto a las tres tragedias sociales y políticas de nuestro país: la dictadura militar, el atentado contra la AMIA y la guerra de Malvinas.

15%

impuesto a las corporaciones

El G7 –Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido– resolvieron la aplicación del gravamen internacional de 15% a las empresas más grandes del mundo, incluyendo los gigantes digitales, y el cierre de las guaridas fiscales. El ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, consideró que el acuerdo alcanzado es “un paso positivo para atacar la elusión impositiva de las multinacionales que debilita a los Estados Nacióny atenta contra el desarrollo de los pueblos” .

El policía Luis Oscar Chocobar fue condenado el viernes 28 de mayo a dos años de prisión en suspenso por el “homicidio con exceso en el cumplimiento de un deber” de Juan Pablo Kukoc, un joven que había atacado a puñaladas a un turista estadounidense en 2017 en el barrio porteño de La Boca. El uniformado, que persiguió y baleó a Kukoc por la espalda, también fue condenado a cinco años inhabilitación para ejercer sus funciones públicas. La líder de la ultraderecha Patricia Bullrich insistió en que el policía “hizo su trabajo” al cometer el crimen y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) repudió la levedad de la sentencia. La Defensoría General de la Nación, que representa a la madre de Kukoc, había pedido perpetua por considerarlo un homicidio agravado por abuso de sus funciones La decisión fue tomada por el Tribunal Oral de Menores 2, tras considerar a Chocobar autor del “homicidio agravado por su comisión con un arma de fuego cometido con exceso en el cumplimiento de un deber”. A la salida de los tribunales, el policía bonaerense expresó que “fue mucha la gente que brindó su apoyo y por eso le agradezco”. “Quería decirles que yo cumplí con la ley. Cumplí con mi deber. Le pido a Dios que los ilumine para que tomen la mejor decisión”, le dijo Chocobar (34) a los miembros del Tribunal Oral antes de conocer el veredicto. En el mismo sentido se expresó Patricia Bullrich a través de Twitter. “Esta sentencia condena a toda la sociedad: ¿qué policía va a querer actuar sabiendo que terminará juzgado? Lamentablemente, el relato pudo más que la verdad”, dijo la ex ministra de seguridad del macrismo. Por su parte, el Centro de Estudios Legales y Sociales advirtió que “decisiones como la que acaba de tomar el Tribunal diluyen la responsabilidad policial por las muertes con armas reglamentarias, consolidan mensajes erróneos sobre el uso de la fuerza letal y generan escenarios de impunidad para futuros hechos de abuso policial”. A pesar de que Chocobar dijo que Kukoc lo quiso atacar con un cuchillo, la prueba demostró que sus disparos fueron por la espalda, mientras corría para escapar del policía. “Ni la vida de Chocobar ni la de otres corría peligro cuando decidió disparar repetidas veces y matarlo”, afirma el organismo de derechos humanos. “Chocobar recibió fuerte apoyo de las autoridades políticas de la gestión anterior”, recordaron desde el CELS.


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80 mil víctimas y contando... El 4 de junio el Ministerio de Salud reportó que Argentina había alcanzado las 80.411 muertes por coronavirus, desde el inicio de la pandemia. El último pico de muertes diarias se alcanzó el 18 de mayo, con 745 víctimas. Sin embargo, la curva de decesos sigue escalando,

Cannabis

La Universidad Nacional del Litoral comenzó a brindar el servicio de control de calidad de productos derivados del cannabis, el lunes 7 de junio, a través del Laboratorio de Control de Calidad de Medicamentos de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas. El servicio, principalmente dirigido a consumidores, cultivadores, productores solidarios y profesionales de la salud, garantizará los controles necesarios para determinar la composición cuali-cuantitativa de cannabinoides en aceites, resinas, extractos, tinturas, cremas y otros productos; como así también el contenido de solventes que se utilizan en el proceso de elaboración. El equipo encargado de ofrecer el servicio está integrado por siete profesionales bioquímicos y licenciados en Biotecnología y es conducido por Yamile Soledad Caro, María Silvia Cámara y liderado por Mercedes De Zan. El laboratorio se encuentra emplazado en el cuarto piso de la FBCBUNL, en la Ciudad Universitaria, y brinda servicios analíticos a la industria farmacéutica bajo un sistema de gestión de la calidad. Quienes deseen acceder al servicio podrán ingresar a la web oficial. Allí encontrarán toda la información necesaria para saber cómo contratar el servicio, seleccionar qué tipo de ensayos se solicitan, cómo deben remitirse las muestras al laboratorio y el costo de las prestaciones. La contratación puede ser anónima, si se lo solicita.

con un promedio diario de más de 550 muertes. Con este ritmo, es muy probable que en la primera quincena de julio Argentina supere las cien mil muertes por Covid 19. La Ciudad de Buenos Aires es el distrito más afectado, con una tasa de 300 muertos cada 100 mil habitantes.

La frase: “¿Cómo parás la caravana? Los que dirigen el fútbol tendrán que hacer una autocrítica de que, si esto produce algún desmadre en la ciudad, también tendrían que haber pensado si no fueron responsables de haber organizado una final en medio de la pandemia”. Juan Pablo Poletti, director de Hospital Cullen, el lunes 7 después de los festejos de Colón campeón. Con el 98% de la terapia intensiva ocupada, recibieron 40 accidentados, 14 heridos de arma de fuego, tres de arma blanca y siete heridos en agresiones.

Pfizer pfizer, pfizer pfizer pfizer, ¿pfizer pfizer? ¡Pfizer! Bajo sanción de apercibimiento, el martes 8 se presentaron en el Congreso representantes de los laboratorios con los que Argentina mantuvo negociaciones para hacerse de vacunas contra el Covid 19. La estrella de la jornada fue Nicolas Vaquer, el gerente en Argentina de Pfizer, el laboratorio más querido por la oposición. Tal como sucedió cuando las autoridades de COVAX desmintieron a la líder de ultraderecha Patricia Bullrich respecto de la renuncia de Argentina a recibir vacunas, Vaquer demolió con sus declaraciones todas las sospechas repetidas hace meses: =“Pfizer no tiene ningún interés en intervenir en los bienes del

Estado” , una desmentida a Ginés González García y a las acusaciones contra el laboratorio desde figuras afines al gobierno. =“En ningún momento se realizaron pedidos de pago indebido o exigencia de intermediarios a Pfizer” . La frase fue repetida varias veces con mínimas variaciones durante la mañana. = De las 13,2 millones ofrecidos en julio de 2020, llegarían a Argentina, en condiciones ideales,“un millón antes de 2020, dos millones primer trimestre, cinco millones en el segundo trimestre y el resto en el cuarto trimestre” . =“La confidencialidad que se pide en Argentina es standard y consistente con todos los países del mundo” . =“Los términos de la ley son

Igualdad, Género y Diversidad

La Cámara de Diputados de la provincia de Santa Fe convirtió en ley el jueves 28 de mayo el proyecto del Poder Ejecutivo por el cual la actual Secretaría de Igualdad, Género y Diversidad pasará a tener rango de Ministerio. La iniciativa ya tenía media sanción del Senado provincial el 29 de abril. Todos los bloques políticos de la Cámara de Diputados votaron a favor, excepto los“celestes”de Somos Vida y Somos Vida y Familia, liderados por Amalia Granata y Nicolás Mayoraz, que votaron en contra, y los legisladores del PRO Gabriel Chumpitaz y María Ximena Sola. Tras la sesión legislativa, la actual secretaria de Estado de Igualdad y Género de la provincia, Celia Arena, expresó:“Este es solo un

paso más en el camino que demuestra la voluntad política de esta gestión de hacer de esta provincia un lugar donde se aceptan las diferencias, pero no las desigualdades” . Y agregó:“La igualdad y la lucha contra la violencia por motivos de género constituyen una política de Estado para esta gestión y así lo dejó en claro el gobernador Omar Perotti en su discurso de apertura de sesiones. Tenemos la firme convicción de abordar estas problemáticas desde sus causas estructurales, con políticas institucionalizadas, transversales y que tengan llegada a cada rincón de la provincia y en ese camino nos encontramos” . Durante la visita de la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gómez Alcorta, el pasado martes 13 de abril, el gobernador había anunciado su intención

de enviar el proyecto de ley para que la Secretaría de Estado de Igualdad y Género se transforme en Ministerio, hecho que se concretó días después. La diputada del PJ Lucila De Ponti celebró la sanción:“Jerarquizar las áreas de género mejora las políticas de prevención y asistencia frente la violencia y significa un avance institucional y el reconocimiento de la importancia de las políticas que contribuyan en ese sentido” . Para la legisladora del Movimiento Evita,“pone a Santa Fe en línea con las disposiciones del derecho internacional, con la tendencia institucional a nivel nacional pero que fundamentalmente es reflejo de la enorme contundencia que el movimiento de mujeres y disidencias ha adquirido” .

LA QUINCENA | PAUSA

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185.000 jubilaciones para mujeres

Anses le reconocerá en 2021 y 2022 a 185 mil mujeres el derecho a la jubilación, aunque no hayan completado los 30 años de aportes requeridos para acceder al beneficio. A fines de mayo, el organismo informó el lanzamiento del“Programa Integral de Reconocimiento de Períodos de Servicio por Tareas de Cuidado” que reconoce como trabajo y años de aportes las tareas de cuidado y crianza: un año de aportes por hijo e hija para mujeres y personas gestantes con hijos nacidos vivos o adoptados.

El gerente de Pfizer en Argentina, Nicolas Vaquer, respondió pregunas en el Congreso.

incompatibles con los términos legales que requiere Pfizer”para el contrato. Cabe recordar que la ley 27.573 de vacunas para el coronavirus obtuvo un apoyo amplio en Diputados, con 230 votos afirmativos, ocho negativos y 11 abstenciones, y en

Senadores, con 56 votos a favor y 12 en contra. Oportunamente fue denunciada como una ley “escrita por los laboratorios” . Las mayores restricciones en letra provinieron de la oposición, en especial, la diputada del PRO Graciela Ocaña.

PRESIDENCIALES DE PERÚ

Una elección cabeza a cabeza que mira toda Sudamérica

Perú fue al ballotage presidencial el domingo 6 de junio y, al cierre de esta edición, los resultados no estaban puestos, aunque sí estaban definidas las estrategias políticas. Con el 96,42% de los votos contabilizados, el profesor de izquierdas Pedro Castillo está obteniendo 50,29% y Keiko Fujimori, la hija del genocida autogolpista neoliberal, el 49,71%. Fujimori ya está denunciando “indicios de fraude”, pero la autoridad electoral peruana la desmiente y la Misión de Observadores de la Unión Interamericana de Organismos Electorales informó que las elecciones se realizaron de acuerdo con los estándares aceptados. La carga de datos le puso picante. Primero entraron las boletas de

las ciudades grandes y Fujimori tomó la delantera. Luego entró el interior y el campo empobrecido: Castillo empezó a recuperarse y se puso al frente. Ahora la discusión está puesta en el voto que llega del exterior y las impugnaciones realizadas por ambos contendientes. Debido al estrecho resultado, de menos de un punto (unos 90 mil votos), todavía no hay una definición. Las acusaciones de Fujimori se dieron en una conferencia de prensa en la que no aceptó preguntas. Castillo respondió haciendo un llamado a “respetar y defender la voluntad popular”, desde un balcón de su local partidario en Lima.


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PAUSA | COCOLICHE

Digresiones sabaleras Por Adrián Brecha

Al Horacle, que debe estar brindando y alguna vez dijo:“No intento transferir una noche de caravana o un sueño de parado”

Digresión I

Me olvidé de sacar la basura a horario. El descuido no es ansiedad previa a la semifinal, podría decir que es un hábito constante. Es probable que parte de la culpa la tengan Leo Maslíah y haber vivido en el cuerpo la aplicación de las políticas neoliberales en mi adolescencia. Habré tenido diez años la primera vez que vi a una persona comer con la mano unos fideos desde una bolsa negra. En realidad, debe ser de colgado nomás y que siempre tengo algo más importante para hacer que sacar una bolsa de basura. El partido terminó. Entre bombas y gritos, escucho que el camión de basura estacionó en la esquina para comprimir las bolsas que terminarán en el Monte Zapatero. Cierro la bolsa y corro. De chico quería ser basurero, en este caso la culpa la tienen los Les Luthiers. Al llegar al camión, tiro la bolsa y al pasar le digo al basurero:“Mirá, con la delicadeza del Pulga” . Él grita“¡vamos Negro!”y se va cantando.

Digresión II

Cábalas, altares y promesas. Mensajes de amigos que me cuentan sueños. Un Morfeo sabalero que llega a través de audios, revisa los afectos ligados por lo efímero de unos colores. Intento ser lo más racional posible y charlo con el Gauchito. Le hice una promesa porque el correntino es popular y no le veo mucha cercanía con la Academia. Coppola dijo:“Art never sleeps” . Birri le contestó:“Pero sueña con los ojos abiertos” . Hace un tiempo que me abracé a una frase: “Ata tu arado a una estrella” . Sí, también era colonista. Un amigo tatengue me dice:“El finde vas a estar embriagado de gloria” . Le aclaro que no lo intenté, que invoqué a fuerzas ancestrales. El Lic no para: “Pensar que están especulando con cuánta gente llevarían a la final si no hubiera pandemia, pero si no hubiera pandemia hubieran descendido. Ya eso es suficiente para declararlos inmunes. El Covid no lo inventó Bill Gates. Ahí tenés otra columna” . Enciendo la vela y le sirvo un vaso de porrón al santo.

Digresión III

La estrella se dibuja en el pecho. Me abrazo a mi compañera. Todo es un delirio. Es domingo y las bocinas siguen. Veo todo rojo y negro. No entiendo de razones. Sé que es efímero. Quiero abrazar a mucha gente. El cuerpo dice que es una fiesta. No se puede explicar. No hay nada más bello que sentir cómo se vive un sueño. Sí, Horacle… no solo del hambre vive el pan.

Dale campeón Por Rebo

AÑO 14 - Nº 273 | JUEVES 10 DE JUNIO DE 2021


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