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Políticas públicas basadas en modelos bigeneracionales

Los programas que abordan las necesidades de los niños, niñas y jóvenes de bajos ingresos, así como de la fuerza laboral de bajos salarios, generalmente operan de forma independiente. Estos no consideran la importancia de abordar tanto la economía familiar como el bienestar infantil. Debido a que los resultados, positivos y negativos, de los padres-madres y de los niños y niñas están estrechamente vinculados, el desarrollo de políticas bigeneracionales es imprescindible, no opcional (Shimt, Matthews y Golden, 2014).

Las políticas y programas diseñados para satisfacer las necesidades de adultos o niños a menudo residen dentro de diferentes departamentos o agencias del gobierno. Estos emplean trabajadores con habilidades específicas a las poblaciones a las que sirven. El resultado es que, ni el programa para adultos, ni el programa dirigido a niños y niñas, pueden abordar las complejidades y necesidades de toda la familia en la que reside el individuo. Por otra parte, al prestar servicios individuales, los trabajadores sociales o administradores de programas, aun teniendo la perspectiva bigeneracional, pueden estar limitados en lo que pueden hacer, quizás por restricciones de financiamiento, medidas limitadas de rendimiento del programa o un número excesivo de casos (Shimt, Matthews y Golden, 2014).

Las políticas federales y estatales actuales no necesariamente respaldan adecuadamente los enfoques bigeneracionales. Usualmente, los programas y políticas exclusivamente centrados en los niños y niñas, se enfocan en mejorar los resultados de los niños, niñas y jóvenes en aspectos como la salud, la nutrición infantil o la preparación escolar, sin tener en cuenta el apoyo al éxito económico de los padres y/o madres o las capacidades de crianza que estos poseen (Shimt, Matthews y Golden, 2014). Los autores aseguran que un ejemplo de esto es que muchos programas prescolares en los Estados Unidos funcionan solo tres horas al día, lo que dificulta que los padres, madres y cuidadores que trabajan en empleos de bajos ingreso y con poca flexibilidad puedan disfrutar de estos servicios Asimismo, se puede trabajar una buena nutrición en la escuela o en los centros de cuido, pero el impacto es limitado si esa buena nutrición no se trabaja con la familia y no llega al hogar.

Del mismo modo, los programas enfocados en adultos muchas veces no consideran a los niños y niñas. Los programas y políticas, como los programas de desarrollo de la fuerza laboral y la educación postsecundaria, pueden tener como objetivo aumentar el éxito económico, pero es posible que no tengan en cuenta el papel de los adultos como padres y madres, y mucho menos las necesidades competitivas de sus hijos e hijas, las cuales podrían ser contrarias a la participación de sus padres y madres en un programa o curso de estudio en particular debido a los horarios en que se ofrecen estos servicios (Shimt, Matthews y Golden, 2014).

Según Shimt, Matthews y Golden (2014), las áreas de oportunidad son múltiples, entre ellas: (1) combinar las vías de educación y formación con el cuidado infantil y la educación temprana; (2) expandir los programas de visitas domiciliarias para la primera infancia a través de inversiones estatales y federales, así como aprovechar otras oportunidades como brindar destrezas de crianza para ayudar a los padres y madres en los primeros años de sus hijos e hijas; (3) mejorar las políticas de cuidado infantil; (4) mejorar las políticas laborales para la fuerza trabajadora de bajos ingresos; y (5) ampliar el acceso a la atención médica y los tratamientos de salud mental. En el contexto local, una oportunidad de remover barreras a considerar es proveer un mayor acceso a la transportación.

Estas estrategias son atractivas para la implementación estatal y local de modelos bigeneracionales porque se basan en los servicios existentes, se coordinan con la comunidad empresarial local así como con las organizaciones filantrópicas y se pueden adaptar a las condiciones económicas regionales (King, Coffey y Smith, 2013). Los gobiernos estatales y locales cuentan con varias herramientas para promover el uso de modelos bigeneracionales. En el escrito de King et al. (2016) se presentan cinco áreas de acción: (1) el marco de la política pública, (2) liderato, (3) guías de implementación de programas; (4) fondos integrados y flexibles y (5) promoción de una cultura basada en la evidencia. Al consignar el uso de modelos bigeneracionales al incorporarlos en una gama de acciones de política pública, estos pueden ser acogidos a mayor escala y lograr mayor impacto

Ejemplos de programas bigeneracionales y sus resultados

La innovación ha estado presente en todo Estados Unidos y en algunos países hispanos como Chile y Puerto Rico, donde se está identificando y fomentando la participación efectiva de programas bigeneracionales. En la mayoría de los casos, los programas combinan el desarrollo de la fuerza laboral con la educación de la primera infancia (Early Head Start y Head Start), junto con otros servicios a las familias Estos programas no siempre se prestan a evaluaciones experimentales, aunque tampoco se pueden descartar (Smith, 2011). Aun así, los resultados cuasi-experimentales son prometedores.

Ejemplos de estos programas son:

• CAP Tulsa, Oklahoma

• Jeremiah Program, Minneapolis, Minnesota

• Vimenti, Puerto Rico

• Subsistema de Chile Seguridades y Oportunidades, Chile

• Pascale Sykes, Nueva Jersey

• Annie E. Casey Foundation, Civic Sites Atlanta y Baltimore

• Proyecto de Empleo para los Padres de Colorado

• HOST en 5 localidades de vivienda pública y subsidiada en 4 estados

• AVANCE, San Antonio, Texas

CAP Tulsa, en Oklahoma, es un programa bigeneracional que brinda capacitación y apoyo a padres y madres para que obtengan un título en el campo de la salud. Mientras se centra en las habilidades que conducirán a trabajos de apoyo a la familia, el programa también ofrece apoyo para equilibrar el cuidado infantil y la transportación CAP Tulsa vincula a Head Start con el apoyo intensivo a los padres y madres. Esto incluye educación y capacitación para ayudar a los padres y madres a desarrollar carreras en el campo de la enfermería u otros campos relacionados con el cuidado de la salud, con el apoyo adicional de coaches de apoyo emocional y transferencias de efectivo (Shimt, Matthews y Golden, 2014). Además, cuenta con el programa Career Advance, el cual ha informado resultados sobre obtención de certificaciones profesionales de parte del 61 % de sus participantes, 49 % de los cuales obtuvo un empleo en la industria de la salud. De igual forma han visto aumento de participación en actividades realizadas por el centro y una reducción en el ausentismo crónico de los niños y niñas en los centros educativos (Shimt, Matthews y Golden, 2014).

El Jeremiah Program, fundado en Minneapolis en el 1993, actualmente ha expandido sus servicios ahora con recintos en nueve ciudades de los Estados Unidos 5 Este programa brinda educación de la primera infancia, así como vivienda y capacitación (life skills training) a madres jefas de familia. Su misión es “romper con el ciclo de la pobreza de las madres solteras dos generaciones a la vez” Además, se enfoca en grupos étnicos minoritarios en los Estados Unidos El programa destaca un retorno de inversión de $4 en beneficios sociales por cada $1 gastado 6 El cálculo incluye una reducción de la dependencia de asistencia pública, así como un aumento de los ingresos tributables y personales. Asimismo, los niños y niñas que reciben child care están cumpliendo o superando los hitos apropiados para su edad. Lo más impresionante quizá es que todas las recién graduadas han encontrado vivienda segura y asequible, lo que tiene un efecto estabilizador en toda su familia. Estos números son prometedores, no obstante, no se ha llevado a cabo una evaluación experimental hasta el momento (Chase-Lansdale y Brooks-Gunn, 2014).

Vimenti es un proyecto en Puerto Rico centrado en el modelo bigeneracional Se trata de un laboratorio escuela que presta servicios a toda la familia en el Residencial Ernesto Ramos Antonini, un complejo de vivienda pública en San Juan. Ofrece servicios educativos de calidad a niños y niñas de escuela elemental, manejo intensivo de casos, referidos a una variedad de servicios, y programas de desarrollo laboral a familias. Los resultados obtenidos para el año 2020-2021, con relación al año académico anterior (2019-2020), muestran un aumento de 8 % en la obtención de grados asociados y técnicos de parte de padres, madres y cuidadores; un aumento de 5 % de obtención de empleo de parte de personas adultas en el hogar; un aumento de 78 % en retención de empleos; y un aumento de 17 % en la cantidad de las familias clasificadas como estable (en la escala vulnerable-moderadaestable). Las y los estudiantes atendidos mejoraron su desempeño académico en las materias de español (38 %), matemáticas (48 %) e inglés (22 %) 7

Chile Seguridades y Oportunidades, también conocido como Ingreso Ético Familiar (IEF), es un programa orientado a combatir la extrema pobreza o indigencia mediante acompañamiento, transferencias monetarias y servicios y prestaciones sociales. A pesar de que este es un programa que cumple con las características de una estrategia para toda la familia, no es descrito de esta forma, tampoco como bigeneracional, en los materiales consultados. Hasta el 2013, el programa se llamó Chile Solidario y, según Larrañaga y Contreras (2010), se trata más bien de un sistema de protección social, visto que su objetivo es unificar el acceso de las familias participantes a un conjunto de programas y beneficios sociales. La transformación del programa en el mencionado año surge a partir de la inclusión de transferencias monetarias al programa en forma de bonificaciones de diversos tipos. El

5 Véase “Mission and History” Jeremiah Program. https://jeremiahprogram.org/about-us/our-mission/

6 Véase “JP by the numbers, Targeting Generational Poverty” Jeremiah Program. https://jeremiahprogram.org/our-impact/jp-by-the -numbers/ 7 Vimenti (2020-2021). Results, Learnings, Resilienc e. San Juan: Boys & Girls Clubs de Puerto Rico. https://vimenti.org/wpcontent/uploads/2019/02/Vimenti-Round -Table -Eng-Final.pdf

Instituto del Desarrollo de la Juventud | Laboratorio de Movilidad Económica informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), “Chile Solidario y Combate a la Pobreza”,8 expone que el componente más importante del programa Chile Solidario fue el Programa Puente del Fondo Solidaridad e Inversión Social (Fosis), el cual se encarga de proveer un profesional o técnico social para desarrollar planes de trabajos personalizados con cada familia participante por un periodo de dos años; con el objetivo de desarrollar las capacidades del grupo familiar a través del apoyo psicosocial y facilitar el acceso a los programas de asistencia social. Chile Solidario, además de ser un programa principalmente intersectorial y de coordinar los programas sociales, exige a los programas sociales estatales que adapten su oferta al perfil de las familias participantes y que les otorguen acceso preferencial 9 Al momento de la publicación del informe, este programa había logrado impactar al 7 % de la población de Chile, no obstante, sus resultados no indicaron mejorías en el bienestar material de las familias. A pesar de esto, sí aseguraron tener logros con el apoyo familiar, lo cual describen como la dimensión subjetiva, en tanto fortalecen actitudes que convierten a las familias participantes en protagonistas de su propio desarrollo (Larrañaga y Contreras, 2010). En este contexto, surge la política más abarcadora de Ingreso Ético Familiar (IEF), el cual continúa dirigido a familias en pobreza extrema y preserva los pilares del programa anterior, sumando un nuevo componente de transferencias monetarias 10 Se trata del programa del Ministerio de Desarrollo Social y Familia de Chile con un enfoque de “[ ] brindar apoyo integral y continuo a las personas y familias más vulnerables, para que a través de su propio esfuerzo y compromiso superen su condición de extrema pobreza” 11

Desde 2013, la Fundación Pascale Sykes implementó el programa “Whole Family Approach” en 14 organizaciones sin fines de lucro en el sur de Nueva Jersey. Su enfoque es apoyar a las familias con dos adultos cuidadores12 mediante el establecimiento de objetivos individualizados, colaboración y apoyo personal constante. Ross Whiting, Ph. D., del Walter Rand Institute for Public Affairs (WRI), ha evaluado resultados y procesos relacionados con el enfoque de toda la familia desde su inicio, a través de una evaluación cuasi-experimental de métodos mixtos. La evaluación de resultados del WRI implementa escalas de ciencias sociales validadas para medir los cambios en tres áreas de resultados principales en las familias: (1) bienestar infantil, (2) relaciones saludables y (3) bienestar financiero.

La evaluación del WRI se enfoca en los cambios en la prestación de servicios y la asociación organizacional entre las colaboraciones que implementan el enfoque de toda la familia. La evaluación se llevó a cabo a través de cuatro (4) encuestas en intervalos de seis meses por un periodo de 24 meses (2 años), revisión de documentos, observación y grupos focales. Para lograr sus objetivos, contaron con dos grupos de comparación de 477 familias 346 bajo la intervención y 131 del grupo control. En cada familia se evalúa al cuidador/a 1 (A1-primario) y al

8 Este informe fue publicado también en el libro “Las nuevas políticas de protección social” Osvaldo Larrañaga y Dante Contreras editores. Santiago de Chile, 2010.

9 Los programas y servicios sociales cubren las dimensiones de: salud, educación, dinámica familiar, vivienda (en Chile lo nombran habitabilidad ), Empleo e ingresos, y dimensión identificación personal.

10 Para más información sobre los tipos de bonos que ofrece el programa, de acuerdo al perfil de los y las participantes, véase https://www.chileatiende.gob.cl/fichas/20055-ingreso- etico-familiar-ief

11 Chile Atiende, Ingreso Ético Familiar (IEF), junio, 2022. https://www.chileatiende.gob.cl/fichas/20055 -ingreso -etico-familiar -ief cuidador/a 2 (A2-secundario). Entre los hallazgos informados a destacar, de acuerdo con el área explorada, se encuentran:

12 Este programa tiene como requisito que la familia tenga dos adultos cuidadores, independientemente de la relación entre ellos, entiéndase no son solo matrimonios, sino que cualquier otro familiar adulto puede ser el segundo cuidador o cuidadora.

• Bienestar infantil: Mejora en calificaciones de las materias de matemáticas y lenguaje; menor hiperactividad y reducción de problemas entre pares.

• Relaciones saludables: Las familias intervenidas reflejaron un aumento en el sentido de reciprocidad a través del tiempo, en comparación con el grupo control. Las familias con ingresos más altos informaron un sentido aún mayor de reciprocidad, al igual que los matrimonios.

• Bienestar financiero: Las familias de enfoque informaron menos desafíos que las familias del grupo control. Las mujeres, las familias con ingresos más altos y los matrimonios informaron menos desafíos financieros.

La Annie E. Casey Foundation, como parte de sus estrategias para combatir la pobreza y fortalecer comunidades en pobreza, fundó los Civic Sites [centros cívicos] en Atlanta (2001) y Baltimore (1994) Su objetivo principal es construir e invertir en alianzas públicas, privadas y comunitarias, para mejorar la educación, las oportunidades laborales, la salud y las comunidades.

El centro cívico de Atlanta se estableció ya que en ese estado el índice de niños y niñas viviendo en comunidades de alta pobreza supera los números a nivel nacional 13 Un indicador clave para la Annie E. Casey Foundation es que los niños y niñas en ese estado mostraron un retraso en aptitudes de lectura. En ese contexto, su meta es ayudar a los niños y niñas a triunfar en la escuela y a mejorar su salud, las oportunidades económicas y las comunidades donde viven. Estos centros operan desde el paradigma bigeneracional al proveer asistencia holística a los niños y niñas, así como a sus padres, madres y cuidadores. Sus estrategias incluyen: (1) maestros y maestras efectivos, en un ambiente de aprendizaje que comprende lo físico, mental y social, el cuidado emocional y el apoyo para involucrar a los padres, madres y encargados en el desarrollo de sus hijos e hijas; (2) construir coaliciones públicas y privadas para mejorar el aprovechamiento académico de los y las participantes; (3) conectar a padres, madres y encargados a oportunidades laborales, adiestramientos, educación, recursos y otros beneficios; (4) proveer subvenciones a los líderes comunitarios con el fin de mejorar sus comunidades y capacitar nuevos líderes, así como herramientas para abogar por sus vecindarios; (5) transformar propiedades embargadas para atraer negocios y empleos al área; y (6) llevar a cabo campañas de abogacía, específicamente para que personas con antecedentes penales tengan acceso a empleos, vivienda y apoyo educativo, tanto para sí mismos como para sus familias. Sus logros incluyen un 40 % de mejoría en el aprovechamiento académico de los niños y niñas, un aumento de 35 % en la empleabilidad de los padres, madres y encargados y más de $ 160 millones de inversión pública y privada, entre otros.

El centro cívico de Baltimore14 tiene las mismas metas que el centro de Atlanta, no obstante, sus estrategias varían. En Baltimore desarrollaron una escuela de base comunitaria en la cual proveen servicios coordinados de naturaleza académica, así como de salud y familiares. Este centro tiene la particularidad de que

13 Para más información sobre las estrategias las comunidades cívicas, “Community Change” https://www.aecf.org/work/communitychange/civic-sites/atlanta-civic-site

14 Ibid https://www.aecf.org/work/community-change/civic-sites/baltimore- civic-site

Instituto del Desarrollo de la Juventud | Laboratorio de Movilidad Económica provee acompañamiento financiero y además se enfoca en apoyar programas de verano que ofrecen enriquecimiento académico, cultural, deportivo y destrezas de la vida, entre otros. Igualmente importante es su enfoque en reducir la mortalidad infantil, proveyendo cuidados para infantes y sus madres. Entre los resultados del centro se destaca la reducción de casi 30 % en este indicador desde que implementaron su iniciativa para reducir la mortalidad infantil en 2009. Así mismo, aseguran que las comunidades han visto una notable mejoría en la infraestructura, viviendas rehabilitadas y desarrollo comercial tras una inversión de casi $22 millones.

Otro programa que asegura tener resultados notables es el Proyecto de Empleo para los Padres de Colorado (CO-PEP) 2012. Este proyecto conecta padres a programas de paternidad y servicios laborales, los cuales han resultado en tasas más altas de empleo y pagos de manutención infantil más consistentes. Como parte de las estrategias de este programa, cuentan con mediadores para facilitar arreglos con el padre o la madre custodio, así como alianzas con industrias, centros de trabajo y organizaciones comunitarias para crear oportunidades de empleo. Según un informe de NCSL, al cabo de seis meses de haber completado el programa, el 65 % de los participantes encontró trabajo a tiempo completo y estaba pagando la manutención (McCann, 2019).

Scott, Popkin y Simington (2016) discuten el programa Housing Opportunity and Services Together (HOST), el cual fue diseñado para utilizar la vivienda como una plataforma para ofrecer servicios bigeneracionales destinados a abordar los desafíos de las familias altamente vulnerables. HOST se basa en las lecciones aprendidas de la Demostración de Administración de Casos Familiares de Chicago, el exitoso modelo de servicio envolvente que el Urban Institute y la Autoridad de Vivienda de Chicago (CHA, por sus siglas en inglés) pusieron a prueba desde el 2007 al 2010 para servir a 400 familias en los proyectos de familias Dearborn Homes y Madden/Wells. Incluso durante los ambiciosos esfuerzos de la CHA para transformar su vivienda pública, muchos de los residentes más vulnerables no pudieron cualificar o mantener una unidad en un nuevo desarrollo de ingresos mixtos o una unidad privada con un cupón. La Demostración de Administración de Casos Familiares de Chicago de tres años buscó ayudar a estabilizar a estas familias y lograr una transición exitosa a una nueva vivienda.

El modelo HOST tenía varios componentes, incluyendo servicios clínicos de salud mental en el mismo proyecto de vivienda,15 un programa de empleos de transición, capacitación en educación financiera y asesoramiento sobre el abuso de sustancias. La pieza central fue el manejo intensivo de casos para adultos, con una baja proporción de casos de 1:25, lo que permitió a los administradores de casos visitar a cada cliente de dos a cuatro veces al mes durante tres años.

Uno de los programas más longevos en términos del paradigma bigeneracional es AVANCE, el cual sirve primordialmente en Texas. Esta organización sin fines de lucros se estableció en 1973 para servir a familias de ingresos bajos y recursos limitados a través de sus programas de Head Start y Early Head Start Según su propia descripción, AVANCE es una guía confiable para ayudar a las familias de escasos recursos con menores a superar el aislamiento y la falta de oportunidades. Su metodología bigeneracional se enfoca en el establecimiento de relaciones y en la educación. En sus propias palabras, “nuestro objetivo es liberar a los padres y sus hijos del ciclo

Instituto del Desarrollo de la Juventud | Laboratorio de Movilidad Económica de la pobreza en un entorno sin prejuicios y orientado a la familia. El resultado: Nuestras familias disfrutan de un futuro más próspero lleno de oportunidades y autosuficiencia económica” 16 Esta organización sirve alrededor de 5,000 participantes anualmente, distribuidos en sus centros y programas. Actualmente informan un incremento de 127 % en empleabilidad de madres, en comparación a cuando comenzaron en el programa (Robledo-Montecel, 2014, p. 61)

Uno de los pocos programas bigeneracionales que ha usado una metodología experimental es el Programa de Salud Infantil y Desarrollo (IHDP, por sus siglas en inglés) enfocado en infantes prematuros de bajo peso, implementado en ocho localizaciones de los Estados Unidos a mediados de la década del 1980 (Sparling et al., 1991) Se trata de un estudio longitudinal de 3 años, con seguimiento en las edades de 5, 8 y 18 años, diseñado para mejorar el desarrollo de los infantes prematuros y bajo peso mediante la combinación de (1) educación y servicios de apoyo a las madres y (2) cuido diurno educativo y servicios de salud para los infantes (Bradley et al., 1994) Bradley et al. (2010) encontraron que los grupos impactados tuvieron mejores resultados en cuanto a que las madres pudieron proveer experiencias enriquecedoras a sus hijos e hijas. Así mismo, al analizar el corte a los 3 años en un artículo anterior, Bradley et al. (1994) hallaron que el grupo intervenido tuvo resultados más favorables de acuerdo con la escala Home Observation for Measurement of the Environment (HOME). En el 2010, los autores aseguraron que estas intervenciones muestran evidencia de impactos sostenidos en la crianza, lo que sugiere que los programas de educación temprana bigeneracionales, cuidadosamente estructurados, pueden ser una buena inversión en la promoción de la competencia y el funcionamiento adaptativo en niños de alto riesgo.

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