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Desafíos para la implementación de modelos bigeneracionales

Todos los modelos bigeneracionales, según Scott, Popkin y Simington (2016), tienen dos aspectos centrales en común: (1) abordan problemas sociales extremadamente complejos y difíciles de solucionar; y (2) la complejidad de los modelos los hace difíciles de conceptualizar e implementar de manera efectiva. Las personas encargadas de formular políticas necesitan un marco común para pensar en estos temas, anticipar los desafíos de atender a adultos, niños, niñas y jóvenes de manera integrada y garantizar que estos esfuerzos tengan la mayor probabilidad de alcanzar sus ambiciosos objetivos. Muchos menores y familias de bajos ingresos pueden beneficiarse de políticas bigeneracionales que contribuyan a cubrir mejor sus necesidades y a alcanzar su bienestar.

Según Chase-Lansdale y Brooks-Gunn (2014), el desafío fundamental que enfrenta este paradigma no es solo la incapacidad de producir un mayor impacto, sino también la ausencia de una dimensión de investigación y desarrollo para fomentar el diseño y prueba de nuevas ideas. Sin embargo, a pesar de que hoy día existen pocos datos disponibles sobre el impacto de los programas bigeneracionales en comparación con aquellos que atienden a una sola generación, según se desprende de la teoría, los programas de capital humano3 de dos generaciones

2 HOST Initiative in Action, Urban Institute, https://www.urban.org/policy-centers/metropolitan -housing- and-communities-policycenter/projects/host-initiative-action

3 El capital humano, definido como el conocimiento y las habilidades individu ales que hacen productiva a una persona, se puede aumentar a través de la educación. Los programas de capital humano de dos generaciones adoptan intencionalmente una perspectiva familiar que combina estratégicamente la educación y la capacitación para los padres, madres y cuidadores con los programas de educación de la primera infancia. La conexión con los programas de educación de la primera infancia ayuda a las familias al proporcionar oportunidades de aprendizaje de alta calidad para los niños y niñas, al tiempo que aborda muchas de las barreras para el progreso educativo que enfrentan los padres y madres de bajos ingresos,

Instituto del Desarrollo de la Juventud | Laboratorio de Movilidad Económica pueden ser un nuevo enfoque prometedor para promover la autosuficiencia económica, así como un mayor bienestar psicológico (Chase-Lansdale y Brooks-Gunn, 2014, p. 14).

El escrito de Upadhyaya et al. (2021), por otra parte, aborda los desafíos que enfrentan estos programas desde otra perspectiva. Según estos autores, los mayores desafíos residen en la colaboración entre agencias, las fuentes de financiamiento, la necesidad del cambio organizacional y políticas que apoyan estos programas 4 También aseguran que, a pesar del fuerte apoyo federal en la implementación de modelos bigeneracionales, también existen barreras como los requisitos de elegibilidad restrictivos impuestos por los servicios sociales tradicionales. La problemática puede residir en la carga histórica de cómo se han hecho las cosas, el status quo y las dinámicas de financiamiento (Upadhyaya et al., 2021, p. 326).

Otro de los desafíos que traen a consideración estos autores es el rediseñar los servicios basándose en un proceso de co-creación con las familias, lo cual es un pilar importante de los modelos bigeneracionales En este contexto, aluden a que muchas organizaciones o agencias que prestan servicios, por lo general, no cuentan con los procesos, estructuras y habilidades para llevar a cabo una colaboración innovadora como esta; muchos tendrían que superar barreras financieras, de tiempo y de conocimiento (Upadhyaya et al., 2021, p. 326).