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Los talleres de mujeres “Memoria, cuerpo y territorio”

taller psicojurídico, o de exigibilidad al derecho a una vida libre de violencias.

El proceso sistematizado aquí, pretendió encontrar, reconocer y narrar historias compartidas ancladas en nuestros cuerpos y territorios. Por esto, se buscó indagar sobre los modos en que las mujeres interpretan y reinterpretan sus historias y creencias, el modo en que significan la relación con sus experiencias y vivencias, con hechos del pasado, con el presente y el futuro, para desde allí contribuir a los múltiples sentidos políticos, históricos, jurídicos, sociales y culturales del trabajo de memoria histórica desde un enfoque feminista.

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Los talleres de mujeres “Memoria, cuerpo y territorio”

Los ejes centrales de análisis y reflexión de los talleres de mujeres “Memoria, cuerpo y territorio” fueron: las identidades y subjetividades de las mujeres y los varones; el concepto de memoria histórica pensado a partir de la relación memoria, cuerpo y territorio, la memoria de las múltiples violencias experimentadas, las vivencias sobre sus cuerpos y los territorios; la memoria histórica como una herramienta para la exigibilidad del derecho a una vida libre de violencias, a la verdad, la justicia, la reparación y garantía de no repetición; el rol de las mujeres en la reconstrucción de la memoria histórica del país.

Los talleres se dividieron en 3 sesiones estructuradas a partir de una metodología desarrollada previamente por la Casa de la Mujer y concertada con las mujeres. Durante el período 2009-2011, se realizaron 15 talleres de mujeres: “Memoria, cuerpo y territorio”, donde participaron 376 mujeres.

Para el desarrollo general del proceso y en particular para los talleres, se utilizó y ajustó la pedagogía que ha venido desarrollando la Casa de la Mujer, y que tiene como propósito la generación de procesos de reflexión y transformación de prácticas que sostienen y reproducen las violencias, exclusiones e injusticias que se cometen contra las mujeres. Estos procesos parten de la interiorización – exteriorización de las experiencias de las mujeres y la puesta en diálogo de sus saberes, para de ahí elaborar, de manera colectiva, herramientas, caminos y estrategias que permitan la exigencia de sus derechos, el fortalecimiento de sus procesos organizativos, la construcción de relaciones sociales libertarias, solidarias, desafiantes, ético – políticas, rebeldes y diversas.

Buscamos que nuestra acción pedagógica contribuya al fortalecimiento y construcción de la autonomía libertaria de las mujeres, que cuestione y deconstruya miradas, prácticas y

32 APUNTES PARA UNA PRÁCTICA DE LA ESPERANZA