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Inzá y Popayán - Cauca

El municipio de Magangué pertenece a la subregión de la Depresión Momposina que constituye un ecosistema estratégico por la confluencia de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge. En Magangué el desarrollo de la confrontación armada ha estado determinado en gran medida, por la presencia y consolidación de los grupos guerrilleros desde los ochenta (Farc, ELN y ERP), y la incursión de grupos de autodefensa a finales de los noventa. Sin embargo, parte del departamento, en particular la región de los Montes de María, fue declarada Zona de Consolidación y Rehabilitación (ZRC) entre 2002 y 2003, y desde ese entonces, el Estado colombiano se ha esforzado en recuperar el control territorial e institucional en Bolívar. Sin embargo, pese a que la mayoría de las violaciones han venido registrado un importante descenso en Bolívar, la población sigue siendo vulnerable. Se ha reportado la presencia de la banda emergente Águilas Negras o Traquetos, quienes buscan controlar el tráfico de drogas ilícitas a partir de puntos estratégicos como el río Magdalena. El grupo hace presencia en Monterrey y San Blas en Simití, en el municipio de San Pablo y el corregimiento de Pueblito Mejía en el municipio de Barranco de Loba.

Inzá y Popayán - Cauca

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En el Cauca existe un conflicto intercultural marcado por la propiedad y el despojo de tierras, y el reconocimiento de territorios a indígenas, afros y campesinos. Gran parte de la tierra se encuentra en manos de grandes terratenientes. Según un estudio académico realizado por la Universidad Nacional en 2010 y retomado por el estudio del Incoder y la Universidad Javeriana, para el 2000 en el Cauca se calculaba que 61 por ciento de la tierra estaba en manos del 5 por ciento de los propietarios. Asimismo, según datos del Igac, en 2002 el coeficiente Gini (que indica la desigualdad) para este departamento se situaba entre el 0,8 y el 0,9, lo que revela una alta desigualdad en la distribución de la propiedad de la tierra (entre más cerca a uno, la concentración es mayor).

En el Cauca, el conflicto no se limita al accionar de grupos armados ilegales, sino también a las diferencias entre las comunidades, y las distintas visiones de desarrollo que tienen las comunidades, la empresa privada y el gobierno; el desconocimiento de los derechos adquiridos por parte de indígenas, afros y campesinos. Después de la desmovilización de los paramilitares del Bloque Calima 2003, el conflicto continuó con grupos al servicio del narcotráfico integrados por ex paramilitares que no participaron del proceso de Justicia y Paz. Aunque en el departamento han circulado panfletos y amenazas firmadas por ‘las Águilas Negras’, ‘Los Urabeños’ y ‘Los Rastrojos’, según la Defensoría del Pueblo en ese departamento solo ha habido presencia de ‘Los Rastrojos’.

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