LECTURAS DÍA INTERNACIONAL CONTRA A VIOLENCIA DE XÉNERO

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LECTURAS

25 de NOVEMBRO DÍA INTERNACIONAL CONTRA A VIOLENCIA DE XÉNERO


UNHA ESTATÍSTICA ESCRITA CON SANGUE FEMININO No que vai de ano, no estado español, máis de medio cento de mulleres foron vítimas mortais da violencia de xénero, entre elas dúas galegas. Se queres coñecer os datos detallados podes consultar a ficha estatística de vítimas mortais pola violencia de xénero. Neste mesma páxina da Área de Igualdade do Ministerio de Sanidade atoparás pormenorizadas estatísticas referidas a Galicia. As vítimas cruentas non son as únicas vítimas da violencia de xénero, son milleiros as mulleres que cada día sofren agresións físicas e psíquicas, verbais e corporais: mutilacións, vexacións, deshumanización... anticipos do que con asiduidade acaba nun asasinato.

UN TEXTO LEXISLATIVO Da Lei Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra a Violencia de Xénero (BOE de 29/12/2004) facemos unha escolma salientando algunhas consideracións de carácter xeral e, de xeito primordial, o referido ao ámbito educativo e a tutela penal. EXPOSICIÓN DE MOTIVOS I La violencia de género no es un problema que afecte al ámbito privado. Al contrario, se manifiesta como el símbolo más brutal de la desigualdad existente en nuestra sociedad. Se trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión.(...) La Organización de Naciones Unidas en la IV Conferencia Mundial de 1995 reconoció ya que la violencia contra las mujeres es un obstáculo para lograr los objetivos de igualdad, desarrollo y paz y viola y menoscaba el disfrute de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Además la define ampliamente como una manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres. Existe ya incluso una definición técnica del síndrome de la mujer maltratada que consiste en “las agresiones sufridas por la mujer como consecuencia de los condicionantes socioculturales que actúan sobre el género masculino y femenino, situándola en una posición de subordinación al hombre y manifestadas en los tres ámbitos básicos de relación de la persona: maltrato en el seno de las relaciones de pareja, agresión sexual en la vida social y acoso en el medio laboral”(...) II (...) La Ley pretende atender a las recomendaciones de los organismos internacionales en el sentido de proporcionar una respuesta global a la violencia que se ejerce sobre las mujeres. (...) El ámbito de la Ley abarca tanto los aspectos preventivos, educativos, sociales, asistenciales y de atención posterior a las víctimas, como la normativa civil que incide en el ámbito familiar o de convivencia donde principalmente se producen las agresiones, así como el principio de subsidiariedad en las Administraciones Públicas. Igualmente se aborda con decisión la respuesta punitiva que deben recibir todas las manifestaciones de violencia que esta Ley regula.


La violencia de género se enfoca por la Ley de un modo integral y multidisciplinar, empezando por el proceso de socialización y educación. La conquista de la igualdad y el respeto a la dignidad humana y la libertad de las personas tienen que ser un objetivo prioritario en todos los niveles de socialización. La Ley establece medidas de sensibilización e intervención en al ámbito educativo. Se refuerza, con referencia concreta al ámbito de la publicidad, una imagen que respete la igualdad y la dignidad de las mujeres. Se apoya a las víctimas a través del reconocimiento de derechos como el de la información, la asistencia jurídica gratuita y otros de protección social y apoyo económico. Proporciona por tanto una respuesta legal integral que abarca tanto las normas procesales, creando nuevas instancias, como normas sustantivas penales y civiles, incluyendo la debida formación de los operadores sanitarios, policiales y jurídicos responsables de la obtención de pruebas y de la aplicación de la ley. Se establecen igualmente medidas de sensibilización e intervención en el ámbito sanitario para optimizar la detección precoz y la atención física y psicológica de las víctimas, en coordinación con otras medidas de apoyo. Las situaciones de violencia sobre la mujer afectan también a los menores que se encuentran dentro de su entorno familiar, víctimas directas o indirectas de esta violencia. La Ley contempla también su protección no sólo para la tutela de los derechos de los menores, sino para garantizar de forma efectiva las medidas de protección adoptadas respecto de la mujer. III La Ley se estructura en un título preliminar, cinco títulos, veinte disposiciones adicionales, dos disposiciones transitorias, una disposición derogatoria y siete disposiciones finales. En el título preliminar se recogen las disposiciones generales de la Ley que se refieren a su objeto y principios rectores. En el título I se determinan las medidas de sensibilización, prevención y detección e intervención en diferentes ámbitos. En el educativo se especifican las obligaciones del sistema para la transmisión de valores de respeto a la dignidad de las mujeres y a la igualdad entre hombres y mujeres. El objetivo fundamental de la educación es el de proporcionar una formación integral que les permita conformar su propia identidad, así como construir una concepción de la realidad que integre a la vez el conocimiento y valoración ética de la misma. En la Educación Secundaria se incorpora la educación sobre la igualdad entre hombres y mujeres y contra la violencia de género como contenido curricular, incorporando en todos los Consejos Escolares un nuevo miembro que impulse medidas educativas a favor de la igualdad y contra la violencia sobre la mujer.(...) TÍTULO PRELIMINAR Artículo 1. Objeto de la Ley. 1. La presente Ley tiene por objeto actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia. 2. Por esta Ley se establecen medidas de protección integral cuya finalidad es prevenir, sancionar y erradicar esta violencia y prestar asistencia a sus víctimas. 3. La violencia de género a que se refiere la presente Ley comprende todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad.(...) TÍTULO I Medidas de sensibilización, prevención y detección CAPÍTULO I En el ámbito educativo


Artículo 4. Principios y valores del sistema educativo. 1. El sistema educativo español incluirá entre sus fines la formación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales y de la igualdad entre hombres y mujeres, así como en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia. Igualmente, el sistema educativo español incluirá, dentro de sus principios de calidad, la eliminación de los obstáculos que dificultan la plena igualdad entre hombres y mujeres y la formación para la prevención de conflictos y para la resolución pacífica de los mismos. 2. La Educación Infantil contribuirá a desarrollar en la infancia el aprendizaje en la resolución pacífica de conflictos. 3. La Educación Primaria contribuirá a desarrollar en el alumnado su capacidad para adquirir habilidades en la resolución pacífica de conflictos y para comprender y respetar la igualdad entre sexos. 4. La Educación Secundaria Obligatoria contribuirá a desarrollar en el alumnado la capacidad para relacionarse con los demás de forma pacífica y para conocer, valorar y respetar la igualdad de oportunidades de hombres y mujeres. 5. El Bachillerato y la Formación Profesional contribuirán a desarrollar en el alumnado la capacidad para consolidar su madurez personal, social y moral, que les permita actuar de forma responsable y autónoma y para analizar y valorar críticamente las desigualdades de sexo y fomentar la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres. 6. La Enseñanza para las personas adultas incluirá entre sus objetivos desarrollar actividades en la resolución pacífica de conflictos y fomentar el respeto a la dignidad de las personas y a la igualdad entre hombres y mujeres. 7. Las Universidades incluirán y fomentarán en todos los ámbitos académicos la formación, docencia e investigación en igualdad de género y no discriminación de forma transversal. Artículo 5. Escolarización inmediata en caso de violencia de género. Las Administraciones competentes deberán prever la escolarización inmediata de los hijos que se vean afecta dos por un cambio de residencia derivada de actos de violencia de género. Artículo 6. Fomento de la igualdad. Con el fin de garantizar la efectiva igualdad entre hombres y mujeres, las Administraciones educativas velarán para que en todos los materiales educativos se eliminen los estereotipos sexistas o discriminatorios y para que fomenten el igual valor de hombres y mujeres. Artículo 7. Formación inicial y permanente del profesorado. Las Administraciones educativas adoptarán las medidas necesarias para que en los planes de formación inicial y permanente del profesorado se incluya una formación específica en materia de igualdad, con el fin de asegurar que adquieren los conocimientos y las técnicas necesarias que les habiliten para: a) La educación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales y de la igualdad entre hombres y mujeres y en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia. b) La educación en la prevención de conflictos y en la resolución pacífica de los mismos, en todos los ámbitos de la vida personal, familiar y social. c) La detección precoz de la violencia en el ámbito familiar, especialmente sobre la mujer y los hijos e hijas. d) El fomento de actitudes encaminadas al ejercicio de iguales derechos y obligaciones por parte de mujeres y hombres, tanto en el ámbito público como privado, y la corresponsabilidad entre los mismos en el ámbito doméstico. Artículo 8. Participación en los Consejos Escolares.


Se adoptarán las medidas precisas para asegurar que los Consejos Escolares impulsen la adopción de medidas educativas que fomenten la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres. Con el mismo fin, en el Consejo Escolar del Estado se asegurará la representación del Instituto de la Mujer y de las organizaciones que defiendan los intereses de las mujeres, con implantación en todo el territorio nacional. Artículo 9. Actuación de la inspección educativa. Los servicios de inspección educativa velarán por el cumplimiento y aplicación de los principios y valores recogidos en este capítulo en el sistema educativo destinados a fomentar la igualdad real entre mujeres y hombres. (...) TÍTULO IV Tutela Penal Artículo 36. Protección contra las lesiones. Se modifica el artículo 148 del Código Penal que queda redactado de la siguiente forma: «Las lesiones previstas en el apartado 1 del artículo anterior 1 podrán ser castigadas con la pena de prisión de dos a cinco años (...) 4.º Si la víctima fuere o hubiere sido esposa, o mujer que estuviere o hubiere estado ligada al autor por una análoga relación de afectividad, aun sin convivencia.(...) Artículo 37. Protección contra los malos tratos. El artículo 153 del Código Penal, queda redactado como sigue: «1. El que por cualquier medio o procedimiento causare a otro menoscabo psíquico o una lesión no definidos como delito en este Código, o golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesión, cuando la ofendida sea o haya sido esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, o persona especialmente vulnerable que conviva con el autor, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o de trabajos en beneficios de la comunidad de treinta y uno a ochenta días (...) Artículo 38. Protección contra las amenazas. Se añaden tres apartados, numerados como 4, 5 y 6, al artículo 171 del Código Penal, que tendrán la siguiente redacción: «4. El que de modo leve amenace a quien sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad aun sin convivencia, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a ochenta días (...) Artículo 39. Protección contra las coacciones. El contenido actual del artículo 172 del Código Penal queda numerado como apartado 1 y se añade un apartado 2 a dicho artículo con la siguiente redacción: «2. El que de modo leve coaccione a quien sea o haya sido su esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una análoga relación de afectividad, aun sin convivencia, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a ochenta días...

Se estás interesado en coñecer toda a Lei Orgánica Protección Integral contra a Violencia de Xénero preme aquí 1 Que menoscaben a súa integridade corporal ou a súa saúde física ou mental.

1/2004 de Medidas de


ALGÚNS TEXTOS LITERARIOS A PROPÓSITO DA VIOLENCIA DE XÉNERO En todas as literaturas o tema da violencia de xénero foi tratado de múltiples maneiras. Ofertamos agora unha pequena escolma. NA LITERATURA GRECOLATINA.Zeus a Hera: ...toma o teu asento e obedece á miña palabra, non sexa que, entón, de nada che sirvan cantos deuses hai no Olimpo, máis preto de ti chegando, cando che bote enriba as miñas intocables mans. (Homero, Ilíada I,565-567, versión galega de Evaristo de Sela ) ...Non sei se outra vez, das túas tramas dolorosas, goces a primeira e cos meus golpes te azoute. Ou é que non te lembras de cando estabas pendurada desde alá arriba, e nos pés púxente bigornas, e arredor das mans boteiche unha atadura de ouro, irrompible?; e ti no éter e nas nubes estabas pendurada... (Homero, Ilíada XV,16-21, versión galega de Evaristo de Sela ) Odiseo e Telémaco ás servas amigas dos pretendentes: ...Despois, cando tiverdes posto en orde toda a casa, sacade as servas da sala... e alá, entre a rotonda e a cerca perfecta do patio, ferídeas coa espada de longa punta ata que, a todas, lles fagades perder a vida, e o recordo do pracer de Afrodita, que elas proporcionaron os pretendentes, nas súas unións ás agachadas con eles... sacaron as servas da sala... e alá as deixaron, nun lugar estreito, entre a rotonda e a cerca perfecta do patio, de onde non podían escapar... atou a unha alta columna o cabo dun navío de negra proa e cercou con el a rotonda, deixándoo ben alto e ben teso, para que ningunha chegase cos pés ao chan. E, tal coma os tordos de largas ás, ou as pombas, quedan presos nunha rede armada diante dunha matagueira,cando veñen de présa para o seu niño, e nela encontran unha odiosa cama, así elas tiñan as cabezas en fila, con nós corredíos en todos os pescozos, para que morresen do modo máis lamentable, só se axitaron un pouco convulsivamente cos pés, mais non por moito tempo. (Homero; Odisea XXII, 440-445, 458—460, 465-473, versión galega de Evaristo de Sela)

Persuadido pola súa muller, Etearco tramou contra a súa filla unha acción incualificable. Resulta que en Oaxo atopábase Temisón, un comerciante de Tera; Etearco brindoulle hospitalidade e fíxoo xurar solemnemente que lle outorgaría o favor que lle solicitara. Despois de facerllo xurar, mandou traer a súa filla e entregoulla, ordenándolle que a levase e a botase ao mar» (Heródoto, Historias, IV, 154). A unha muller nunca debería achegárselle unha serventa, feras que morden pero que non poden falar deberían habitar con elas (...) Así morrades! Nunca me fartarei de odiar as mulleres, aínda que se me diga que sempre estou co mesmo, pois pode asegurarse que nunca deixan de facer o mal. Ou que alguén lles ensine a ser sensatas ou que se me permita seguir insultándoas sempre!» (Eurípides, Hipólito, vv. 645-648,664-668).


A sorte das mulleres na guerra: «Verás esta fortaleza tebana sometida, verás a moitas doncelas cativas ultraxadas con brutalidade polos guerreiros inimigos» (Eurípides, Fenicias, 563-565). «E que sexan conducidas as prisioneiras -ai, ai!- novas e anciás, igual que eguas, dos cabelos, rotos os seus veos por todas partes. Berra a cidade, ao ir quedando baleira, mentres o botín de mulleres camiña á súa perdición entre un confuso balbordo» (Esquilo, Os sete contra Tebas, 325-332). O rapto das Sabinas: A situación de Roma fortalecérase tanto que xa militarmente podía considerarse á par con calquera outra das poboacións veciñas; pero pola escaseza de mulleres aquel poderío non duraría máis que a vida dos que vivían entón... Rómulo enviou legados a esas poboacións co encargo de propoñerlles alianzas e matrimonios co seu novo pobo... En ningún lado foi ben recibida a embaixada... A xuventude romana tomouno moi mal e empezou a orientar o asunto decididamente pola vía da violencia. Proporcionaría o momento e o lugar oportunos para iso, ao preparar Rómulo, disimulando a súa amargura uns Xogos dedicados con carácter solemne a Neptuno. Despois ordena comunicar aos pobos veciños o espectáculo... Por curiosidade de ver a nova cidade reúnense alí moitos mortais... acudira tamén todo o pobo dos Sabinos cos seus fillos e as súas mulleres (...) Cando chegou a hora de celebrar os xogos, e os seus ollos e mentes estaban fixos no espectáculo ante eles, deuse o sinal convido e os mozos romanos correron dende todas as direccións para levarse ás doncelas que estaban presentes. A maior parte foi levada de xeito indiscriminado; pero algunhas, especialmente fermosas, que foran elixidas para os patricios principais, foron levadas ás súas casas por plebeos aos cales se lles encomendou a devandita tarefa... A alarma e a consternación interromperon os xogos e os pais das mozas fuxiron, atordados pola dor, lanzando amargos reproches aos infractores das leis da hospitalidade e apelando ao deus por cuxos solemnes xogos acudiran, só para ser vítimas de pérfida impiedade. As rapazas secuestradas estaban tan desesperadas como indignadas. Rómulo, non obstante, dirixíuselles en persoa, e sinaloulles que todo era debido ao orgullo dos seus pais por negar o matrimonio aos seus veciños. Vivirían en honroso matrimonio e compartirían todos os seus bens e dereitos civís, e (o máis querido de todo á natureza humana) serían nais de homes libres. El pregoulles que deixasen a un lado os seus sentimentos de resentimento e desen o seu afecto aos que a fortuna fixera donos das súas persoas. Unha ofensa levara a miúdo á reconciliación e o amor, encontrarían os seus maridos moito máis afectuosos, porque cada un faría todo o posible, polo que a el tocaba, para compensalas pola perda dos pais e do país. Estes argumentos foron reforzados pola tenrura dos seus maridos, os que escusaron a súa conduta invocando a forza irresistible da súa paixón (unha declaración máis efectiva que as demais, ao apelar á natureza feminina). (Livio, Ab urbe condita, I, 9)

Nicolás Poussin, O rapto das Sabinas (Museo do Louvre)


Violación e suicidio de Lucrecia: Pasados algúns días, Sexto Tarquinio, ás costas de Colatino, volve a Colacia cun só acompañante. Alleos aos seus propósitos, recibírono atentamente; despois da cea foi conducido ao apousento dos hóspedes. Acendido pola paixón, cando lle pareceu que en torno seu todo estaba tranquilo e que todos estaban durmidos, desenvaiñou a espada, achegouse a Lucrecia, que estaba durmida, e apertando o peito coa man esquerda dille: «Silencio, Lucrecia; son Sexto Tarquinio; estou a empuñar a espada; se das unha voz, mátote.» Ao espertar espavorecida a muller, viuse sen axuda ningunha e ao bordo dunha morte inminente; entrementres, Tarquinio confesáballe o seu amor, suplicaba, alternaba ameazas e súplicas, trataba por todos os medios de dobregar a vontade da muller. Ao vela firme e sen ceder nin sequera ante o medo a morrer, acentúa o seu medo coa ameaza da deshonra: dille que xunto ao seu cadáver colocará o dun escravo degolado e nu, para que se diga que ten sido morta en degradante adulterio. O medo a tal deshonra dobregou aquela virtude inquebrantable e Tarquinio, coma se tivese sido a paixón a que saíra triunfante, marchou orgulloso de ter arrebatado a honra a unha muller.

Eduardo Rosales, Morte de Lucrecia (Museo do Prado)

Lucrecia, abatida por tan tremenda desgraza, envía a un mesmo mensaxeiro ao seu pai a Roma e ao seu marido a Ardea a dicirlles que veñan cada un cun amigo da súa confianza, que é preciso actuar inmediatamente, que aconteceu algo horrible. Espurio Lucrecio acode con Publio Valerio, fillo de Voleso, e Colatino con Lucio Xuño Bruto, co que casualmente volvía a Roma cando encontrou ao emisario da súa muller. Encontran a Lucrecia sentada no seu apousento, sumida no abatemento. Ao chegar os seus, rompeu a chorar e, ao preguntar o seu esposo: «Estás ben?», contestou: «Non. Como pode estar ben unha muller que perdeu a honra? Colatino, hai pegadas doutro home no teu leito; agora ben, unicamente o meu corpo foi violado, a miña vontade é inocente; a miña morte darache fe del. Pero dádeme a destra e a palabra de que o culpable non quedará sen castigo. É Sexto Tarquinio o que, comportándose como un inimigo en lugar de como un hóspede, a pasada noite veu aquí a roubar, armado e pola forza, un pracer funesto para min, e para el se vós sodes homes.» Todos dan a súa palabra, un tras outro; tratan de mitigar o seu interno dor responsabilizando da culpa ao autor do atropelo, e non á que se viu forzada: que é a vontade a que comete falta, non o corpo, e non hai culpa onde non houbo intencionalidade. «Vós veredes - responde- cal é o seu merecido; pola miña banda, aínda que me absolvo de culpa, non me eximo de castigo; en diante ningunha muller deshonrada tomará a Lucrecia como exemplo para seguir con vida.» Cravouse no corazón un coitelo que tiña oculto entre as súas roupas, e dobrándose sobre a súa ferida derrubouse moribunda, entre os berros do seu marido e do seu pai. (Livio, Ab urbe condita, I, 58)


NA LITERATURA EN LINGUA CASTELÁ.A afronta de Corpes: En el robledal de Corpes entraron los de Carrión, las ramas tocan las nubes, muy altos los montes son y muchas bestias feroces rondaban alrededor. Con una fuente se encuentran y un pradillo de verdor. Mandaron plantar las tiendas los infantes de Carrión y esa noche en aquel sitio todo el mundo descansó. Con sus mujeres en brazos señas les dieron de amor. ¡Pero qué mal se lo cumplen en cuanto que sale el sol! Mandan cargar las acémilas con su rica cargazón, mandan plegar esa tienda que anoche los albergó. Sigan todos adelante, que luego irán ellos dos: esto es lo que mandaron los infantes de Carrión. No se quede nadie atrás, sea mujer o varón, menos las esposas de ellos, doña Elvira y doña Sol, porque quieren solazarse con ellas a su sabor. Quédanse solos los cuatro, todo el mundo se marchó. Tanta maldad meditaron los infantes de Carrión. "Escuchadnos bien, esposas, doña Elvira y doña Sol: vais a ser escarnecidas en estos montes las dos, nos marcharemos dejándoos aquí a vosotras, y no tendréis parte en nuestras tierras del condado de Carrión. Luego con estas noticias irán al Campeador y quedaremos vengados por aquello del león." Allí los mantos y pieles les quitaron a las dos, sólo camisa y brial sobre el cuerpo les quedó. Espuelas llevan calzadas los traidores de Carrión, cogen en las manos cinchas que fuertes y duras son. Cuando esto vieron las damas así hablaba doña Sol: "Vos, don Diego y don Fernando, os lo rogamos por Dios, sendas espadas tenéis de buen filo tajador, de nombre las dos espadas, Colada y Tizona, son. Cortadnos ya las cabezas, seamos mártires las dos, así moros y cristianos siempre hablarán de esta acción, que esto que hacéis con nosotras no lo merecemos, no. No hagáis esta mala hazaña, por Cristo nuestro Señor, si nos ultrajáis caerá la vergüenza sobre vos, y en juicio o en corte han de pediros la razón." Las damas mucho rogaron, mas de nada les sirvió; empezaron a azotarlas los infantes de Carrión, con las cinchas corredizas les pegan sin compasión, hiérenlas con las espuelas donde sientan mas dolor, y les rasgan las camisas y las carnes a las dos, sobre las telas de seda limpia la sangre asomó. Las hijas del Cid lo sienten en lo hondo del corazón. ¡Oh, qué ventura tan grande si quisiera el Creador que asomase por allí Mío Cid Campeador! Desfallecidas se quedan, tan fuertes los golpes son, los briales y camisas mucha sangre los cubrió.


Bien se hartaron de pegar los infantes de Carrión, esforzándose por ver quién les pegaba mejor. Ya no podían hablar doña Elvira y doña Sol. Lleváronse los infantes los mantos y pieles finas y desmayadas las dejan, en briales y camisas, entre las aves del monte y tantas fieras malignas. Por muertas se las dejaron, por muertas, que no por vivas. ¡Qué suerte si ahora asomase el Campeador Ruy Díaz! "Los infantes de Carrión por muertas se las dejaron Ni la una ni la otra darse podían amparo Los de Carrión por aquellos montes se van alabando: "Ya de aquellos casamientos estamos muy bien vengados, no debimos por mancebas siquiera, haberlas tomado, porque para esposas nuestras son de linaje muy bajo. La deshonra del león ya se va vengando." (Poema de Mio Cid, 2697-2762, versión de Pedro Salinas) O que sucedeu a un mancebo que casou cunha rapaza moi rebelde: ... Celebrada la boda, llevaron a la novia a casa de su marido y, como eran moros, siguiendo sus costumbres les prepararon la cena, les pusieron la mesa y los dejaron solos hasta la mañana siguiente. Pero los padres y parientes del novio y de la novia estaban con mucho miedo, pues pensaban que al día siguiente encontrarían al joven muerto o muy mal herido. Al quedarse los novios solos en su casa, se sentaron a la mesa y, antes de que ella pudiese decir nada, miró el novio a una y otra parte y, al ver a un perro, le dijo ya bastante airado: -¡Perro, danos agua para las manos! El perro no lo hizo. El mancebo comenzó a enfadarse y le ordenó con más ira que les trajese agua para las manos. Pero el perro seguía sin obedecerle. Viendo que el perro no lo hacía, el joven se levantó muy enfadado de la mesa y, cogiendo la espada, se lanzó contra el perro, que, al verlo venir así, emprendió una veloz huida, perseguido por el mancebo, saltando ambos por entre la ropa, la mesa y el fuego; tanto lo persiguió que, al fin, el mancebo le dio alcance, lo sujetó y le cortó la cabeza, las patas y las manos, haciéndolo pedazos y ensangrentando toda la casa, la mesa y la ropa. Después, muy enojado y lleno de sangre, volvió a sentarse a la mesa y miró en derredor. Vio un gato, al que mandó que trajese agua para las manos; como el gato no lo hacía, le gritó: -¡Cómo, falso traidor! ¿No has visto lo que he hecho con el perro por no obedecerme? Juro por Dios que, si tardas en hacer lo que mando, tendrás la misma muerte que el perro. El gato siguió sin moverse, pues tampoco es costumbre suya llevar el agua para las manos. Como no lo hacía, se levantó el mancebo, lo cogió por las patas y lo estrelló contra una pared, haciendo de él más de cien pedazos y demostrando con él mayor ensañamiento que con el perro. Así, indignado, colérico y haciendo gestos de ira, volvió a la mesa y miró a todas partes. La mujer, al verle hacer todo esto, pensó que se había vuelto loco y no decía nada. Después de mirar por todas partes, vio a su caballo, que estaba en la cámara y, aunque era el único que tenía, le mandó muy enfadado que les trajese agua para las manos; pero el caballo no le obedeció. Al ver que no lo hacía, le gritó: -¡Cómo, don caballo! ¿Pensáis que, porque no tengo otro caballo, os respetaré la vida si no hacéis lo que yo mando? Estáis muy confundido, pues si, para desgracia vuestra, no cumplís mis órdenes, juro ante Dios daros tan mala muerte como a los otros, porque no hay nadie en el mundo que me desobedezca que no corra la misma suerte.


El caballo siguió sin moverse. Cuando el mancebo vio que el caballo no lo obedecía, se acercó a él, le cortó la cabeza con mucha rabia y luego lo hizo pedazos. Al ver su mujer que mataba al caballo, aunque no tenía otro, y que decía que haría lo mismo con quien no le obedeciese, pensó que no se trataba de una broma y le entró tantísimo miedo que no sabía si estaba viva o muerta. Él, así, furioso, ensangrentado y colérico, volvió a la mesa, jurando que, si mil caballos, hombres o mujeres hubiera en su casa que no le hicieran caso, los mataría a todos. Se sentó y miró a un lado y a otro, con la espada llena de sangre en el regazo; cuando hubo mirado muy bien, al no ver a ningún ser vivo sino a su mujer, volvió la mirada hacia ella con mucha ira y le dijo con muchísima furia, mostrándole la espada: -Levantaos y dadme agua para las manos. La mujer, que no esperaba otra cosa sino que la despedazaría, se levantó a toda prisa y le trajo el agua que pedía. Él le dijo: -¡Ah! ¡Cuántas gracias doy a Dios porque habéis hecho lo que os mandé! Pues de lo contrario, y con el disgusto que estos estúpidos me han dado, habría hecho con vos lo mismo que con ellos. Después le ordenó que le sirviese la comida y ella le obedeció. Cada vez que le mandaba alguna cosa, tan violentamente se lo decía y con tal voz que ella creía que su cabeza rodaría por el suelo. Así ocurrió entre los dos aquella noche, que nunca hablaba ella sino que se limitaba a obedecer a su marido. Cuando ya habían dormido un rato, le dijo él: -Con tanta ira como he tenido esta noche, no he podido dormir bien. Procurad que mañana no me despierte nadie y preparadme un buen desayuno. Cuando aún era muy de mañana, los padres, madres y parientes se acercaron a la puerta y, como no se oía a nadie, pensaron que el novio estaba muerto o gravemente herido. Viendo por entre las puertas a la novia y no al novio, su temor se hizo muy grande. Ella, al verlos junto a la puerta, se les acercó muy despacio y, llena de temor, comenzó a increparles: -¡Locos, insensatos! ¿Qué hacéis ahí? ¿Cómo os atrevéis a llegar a esta puerta? ¿No os da miedo hablar? ¡Callaos, si no, todos moriremos, vosotros y yo! Al oírla decir esto, quedaron muy sorprendidos. Cuando supieron lo ocurrido entre ellos aquella noche, sintieron gran estima por el mancebo porque había sabido imponer su autoridad y hacerse él con el gobierno de su casa. Desde aquel día en adelante, fue su mujer muy obediente y llevaron muy buena vida. Pasados unos días, quiso su suegro hacer lo mismo que su yerno, para lo cual mató un gallo; pero su mujer le dijo: -En verdad, don Fulano, que os decidís muy tarde, porque de nada os valdría aunque mataseis cien caballos: antes tendríais que haberlo hecho, que ahora nos conocemos de sobra. (Don Juan Manuel, El conde Lucanor, conto XXXV)


A amiga de Bernal Francés:

-Sola me estoy en mi cama namorando mi cojín; ¿quién será ese caballero que a mi puerta dice: «Abrid,,? -Soy Bemal Francés, señora, el que te suele servir de noche para la cama, de día para el jardín.Alzó sábanas de holanda, cubrióse de un mantellín; tomó candil de oro en mano y a la puerta bajó a abrir. Al entreabrir de la puerta él dio un soplo en el candil. -¡Válgame Nuestra Señora, válgame el señor San Gil! Quien apagó mi candela puede apagar mi vivir. -No te espantes, Catalina, ni me quieras descubrir, que a un hombre he muerto en la calle, la justicia va tras mí.Le ha cogido de la mano y le ha entrado al camarín; sentóle en silla de plata con respaldo de marfil; bañóle todo su cuerpo con agua de toronjil; hízole cama de rosa, cabecera de alhelí.

-¿Qué tienes, Bernal Francés, que estás triste a par de mí? ¿Tienes miedo a la justicia? No entrará aquí el alguacil. ¿Tienes miedo a mis criados? Están al mejor dormir. -No temo yo a la justicia, que la busco para mí, ni menos temo criados que duermen su buen dormir. -¿Qué tienes, Bernal Francés? ¡No solías ser así! Otro amor dejaste en Francia o te han dicho mal de mí. -No dejo amores en Francia, que otro amor nunca serví. -Si temes a mi marido, muy lejos está de aquí. -Lo muy lejos se hace cerca para quien quiere venir, y tu marido, señora, lo tienes a par de ti. Por regalo de mi vuelta te he dar rico vestir, vestido de fina grana forrado de carmesí, y gargantilla encarnada como en damas nunca vi;gargantilla de mi espada, que tu cuello va a ceñir. Nuevas irán al Francés que arrastre luto por ti. (Romance anónimo)


Parlamento de Laurencia:

...Llevóme de vuestros ojos a su casa Fernán Gómez; la oveja al lobo dejáis como cobardes pastores. ¿Qué dagas no vi en mi pecho? ¿Qué desatinos enormes, qué palabras, qué amenazas, y qué delitos atroces, por rendir mi castidad a sus apetitos torpes? Mis cabellos ¿no lo dicen? ¿No se ven aquí los golpes de la sangre y las señales? ¿Vosotros sois hombres nobles? ¿Vosotros padres y deudos? ¿Vosotros, que no se os rompen las entrañas de dolor, de verme en tantos dolores? Ovejas sois, bien lo dice de Fuenteovejuna el nombre. ¡Dadme unas armas a mí pues sois piedras, pues sois tigres... (Lope de Vega, Fuenteovejuna, 1740-1762)

Uxoricidio: Fernando Gambiño... estaba en la cárcel esperando a que le dieran garrote por el asesinato de su esposa, Berta González Abuín, eso se llama uxoricidio... primero Gambiño emborrachó a Berta con anís dulce, le hizo beber más de media botella, y después, cuando la tenía ya bien ebria e inconsciente, la puso desnuda sobre la mesa del comedor, no quitó el hule para no manchar demasiado, le selló la boca con esparadrapo para que no gritase y la abrió de arriba abajo con un cuchillo de hoja ancha, el corazón lo tiró a la mar de la bahía... Gambiño puso la sangre en una fuente honda con dos pajitas en forma de cruz y el cuerpo se fue pudriendo poco a poco, bueno, bastante deprisa, a los pocos días daba un olor muy fuerte, un olor espantoso y nauseabundo, y empezó a criar gusanos, entonces (Gambiño) se metió en la cama, puso la televisión... y esperó a que llegase la policía, tuvieron que tirar la puerta a patadas, la muerte de la esposa del cajero fue un asesinato ritual... (Cela, C. J., La cruz de San Andrés, II: Argumento)


A violación de Thamar, filla do rei David, polo seu irmán Amnón:

... Amnón estaba mirando la luna redonda y baja, y vio en la luna los pechos durísimos de su hermana. Amnón a las tres y media se tendió sobre la cama. Toda la alcoba sufría con sus ojos llenos de alas. La luz maciza, sepulta pueblos en la arena parda, o descubre transitorio coral de rosas y dalias. Linfa de pozo oprimida brota silencio en las jarras. En el musgo de los troncos la cobra tendida canta. Amnón gime por la tela fresquísima de la cama. Yedra del escalofrío cubre su carne quemada. Thamar entró silenciosa en la alcoba silenciada, color de vena y Danubio, turbia de huellas lejanas. -Thamar, bórrame los ojos con tu fija madrugada. Mis hilos de sangre tejen volantes sobre tu falda. -Déjame tranquila, hermano. Son tus besos en mi espalda avispas y vientecillos en doble enjambre de flautas. -Thamar, en tus pechos altos hay dos peces que me llaman y en las yemas de tus dedos rumor de rosa encerrada.

Los cien caballos del rey en el patio relinchaban. Sol en cubos resistía la delgadez de la parra. Ya la coge del cabello, ya la camisa le rasga. Corales tibios dibujan arroyos en rubio mapa. ¡Oh, qué gritos se sentían por encima de las casas! Qué espesura de puñales y túnicas desgarradas. Por las escaleras tristes esclavos suben y bajan. Émbolos y muslos juegan bajo las nubes paradas. Alrededor de Thamar gritan vírgenes gitanas y otras recogen las gotas de su flor martirizada. Paños blancos, enrojecen en las alcobas cerradas. Rumores de tibia aurora pámpanos y peces cambian. Violador enfurecido, Amnón huye con su jaca. Negros le dirigen flechas en los muros y atalayas. Y cuando los cuatro cascos eran cuatro resonancias, David con unas tijeras cortó las cuerdas del arpa.

(García Lorca, Romancero Gitano,Thamar y Amón)


Regras de xogo para os homes que queiran amar ás mulleres: I El hombre que me ame deberá saber descorrer las cortinas de la piel, encontrar la profundidad de mis ojos y conocer lo que anida en mí, la golondrina transparente de la ternura. II El hombre que me ame no querrá poseerme como una mercancía, ni exhibirme como un trofeo de caza, sabrá estar a mi lado con el mismo amor conque yo estaré al lado suyo. III El amor del hombre que me ame será fuerte como los árboles de ceibo, protector y seguro como ellos, limpio como una mañana de diciembre. IV El hombre que me ame no dudará de mi sonrisa ni temerá la abundancia de mi pelo, respetará la tristeza, el silencio y con caricias tocará mi vientre como guitarra para que brote música y alegría desde el fondo de mi cuerpo. V El hombre que me ame podrá encontrar en mí la hamaca donde descansar el pesado fardo de sus preocupaciones, la amiga con quien compartir sus íntimos secretos, el lago donde flotar sin miedo de que el ancla del compromiso le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro. VI El hombre que me ame hará poesía con su vida, construyendo cada día con la mirada puesta en el futuro.

VII Por sobre todas las cosas, el hombre que me ame deberá amar al pueblo no como una abstracta palabra sacada de la manga, sino como algo real, concreto, ante quien rendir homenaje con acciones y dar la vida si es necesario. VIII El hombre que me ame reconocerá mi rostro en la trinchera rodilla en tierra me amará mientras los dos disparamos juntos contra el enemigo. IX El amor de mi hombre no conocerá el miedo a la entrega, ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento en una plaza llena de multitudes. Podrá gritar -te quieroo hacer rótulos en lo alto de los edificios proclamando su derecho a sentir el más hermoso y humano de los sentimientos. X El amor de mi hombre no le huirá a las cocinas, ni a los pañales del hijo, será como un viento fresco llevándose entre nubes de sueño y de pasado, las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron separados como seres de distinta estatura. XI El amor de mi hombre no querrá rotularme y etiquetarme, me dará aire, espacio, alimento para crecer y ser mejor, como una Revolución que hace de cada día el comienzo de una nueva victoria. (Gioconda Belli)


Ti quéresme branca:

Tú me quieres alba, me quieres de espumas, me quieres de nácar. Que sea azucena sobre todas, casta. De perfume tenue. Corola cerrada. Ni un rayo de luna filtrado me haya. Ni una margarita se diga mi hermana. Tú me quieres nívea, tú me quieres blanca, tú me quieres alba. Tú que hubiste todas las copas a mano, de frutos y mieles los labios morados. Tú que en el banquete cubierto de pámpanos dejaste las carnes festejando a Baco. Tú que en los jardines negros del Engaño vestido de rojo corriste al Estrago. Tú que el esqueleto conservas intacto no sé todavía por cuáles milagros, me pretendes blanca -Dios te lo perdone-, me pretendes casta -Dios te lo perdone-, ¡me pretendes alba!

Huye hacia los bosques, vete a la montaña; límpiate la boca; vive en las cabañas; toca con las manos la tierra mojada; alimenta el cuerpo con raíz amarga; bebe de las rocas; duerme sobre escarcha; renueva tejidos con salitre y agua: Habla con los pájaros y llévate al alba. Y cuando las carnes te sean tornadas, y cuando hayas puesto en ellas el alma que por las alcobas se quedó enredada, entonces, buen hombre, preténdeme blanca, preténdeme nívea, preténdeme casta. (Alfonsina Storni )


O último berro:

Tejiste una malla alrededor de tu cuerpo, después del último grito. Las heridas ya no se distinguen entre tu piel y tu alma y una coraza te protege del abrazo de los otros. No quisiste mirar al carcelero nunca más, pero alargó su sombra delante de tus ojos. No quisiste mirarlo, no quisiste, y sin embargo, hay cárceles que insisten en quedarse, invisibles, adheridas, sin vuelta atrás. (Chacón, I.,Urdimbres, Ellago Ediciones, Castellón, 2007)


NA LITERATURA EN LINGUA FRANCESA.-

L'HÉAUTONTIMOROUMÉNOS

O HEAUTONTIMOROUMENOS

Je te frapperai sans colère Et sans haine, comme un boucher, Comme Moïse le rocher ! Et je ferai de ta paupière,

Golpeareite sen cólera e sen odio, como un carniceiro, Como Moisés a rocha! E farei das túas pálpebras,

Pour abreuver mon Saharah, Jaillir les eaux de la souffrance. Mon désir gonflé d'espérance Sur tes pleurs salés nagera

para abeberar o meu Sahara, xermolar as augas do sufrimento. O meu desexo henchido de esperanza nos teus salgados choros nadará

Comme un vaisseau qui prend le large, Et dans mon coeur qu'ils soûleront Tes chers sanglots retentiront Comme un tambour qui bat la charge !

como unha nave que se fai ao mar, E no meu corazón que embriagarán os teus queridos saloucos resoarán como un tambor ao tocar á carga!

Ne suis-je pas un faux accord Dans la divine symphonie, Grâce à la vorace Ironie Qui me secoue et qui me mord ?

Non son eu un falso acorde na divina sinfonía, grazas á voraz Ironía que me sacode e me morde?

Elle est dans ma voix, la criarde ! C'est tout mon sang, ce poison noir ! Je suis le sinistre miroir Où la mégère se regarde.

Ela está na miña voz, a rechamante! É todo o meu sangue, ese negro veleno! Son o sinistro espello onde a harpía se mira.

Je suis la plaie et le couteau ! Je suis le soufflet et la joue ! Je suis les membres et la roue, Et la victime et le bourreau !

Son a chaga e o coitelo! Son a labazada e a meixela! Son os membros e a roda de tortura, e a vítima e o verdugo!

Je suis de mon coeur le vampire, - Un de ces grands abandonnés Au rire éternel condamnés, Et qui ne peuvent plus sourire !

Son do meu corazón o vampiro, -uno deses grandes abandonados á risa eterna condenados, e que xa non pode sorrir! (Charles Baudelaire)


NA LITERATURA GALEGA.-

... sempre fora un mal home, que as maltratara tanto a ela como a súa nai, aínda que el estaba convencido de que ignoralas, rebaixalas, sometelas ou afogalas, nada tiña que ver co maltrato, senón coa natural obriga que toda muller debe terlle a un home. ... convencido de que sempre fixera o mellor pola filla e pola defunta nai, que non lles faltara nada, e que só lles pedira respecto, o respecto que merece un home afeito á orde natural das cousas e ao concepto da rectitude na convivencia familiar. ¿Que pensaría se atinase a comprender por un instante, que o que el interpretara como respecto, a ás veces ata como cariño, non fora outra cousa que submisión e medo, esquivando a miúdo as súas arrautadas de violencia verbal e física? Se cadra a violencia fora a única forma da que se valera Anselmo para defenderse do miúdo que se sentía na fábrica... (Alfaya, An, Vía secundaria, Xerais, 2011, pp.22-3 e 49)

Daquela ninguén comentara nin chío sobre o pai da pequena. Sospeitábano e abondáballes para tranquilizaren as súas conciencias, malia que detrás da paternidade houbese delicto manifesto... coñecida era a envexa que espertaba nas mulleres e a lascivia nos homes pola súa impresionante beleza. Algúns non puideron aturar o desexo gardado na petrina do pantalón e deron inicio a un xogo que había acabar en traxedia. Como queira que Remédios se resistise as pretensións de varios homes da fábrica, entre eles capataces e peóns, fixeron apostas sobre quen sería o primeiro en lograr os favores da mociña. Sen familia coñecida, non había temor a que ninguén puidese valela. ... O acoso pasou de asubíos e palabras na orella a ameazas e mans na entreperna por detrás dos ferros... Nin suxeito nin obxecto, ela era, simplemente, víctima... amosaron as mesmas armas de loita: o acoso prolongado ata chegaren á propia violación. A primeira vez sentiu Remédios como o odio a esgazaba por dentro e o sangue bulía polas súas pernas sen misericordia. Non tivo tempo para chorar cando sufriu un novo asalto e así sucedería día a día baixo a compracencia dos demais peóns e capataces que aceptaban con gusto os desafogos daqueles dous galos de pelexa. Nin tan sequera soubo en qué momento quedara encinta... Namentras outras mulleres cómplices do silencio a sacaban da fábrica a tomar o aire... (Caetano) achegouse a ela e ergueu a manta que a tapaba. Observou o seu corpo maltreito, as mamilas acusadoras do frío e revestidas da Semana Santa das contusións e restos de sangue nunca limpiados. Pousou a súa man negra no ventre e arrastrouna do pescozo ás pernas con deleite. -Mágoa. Debiches ser unha puta boa. Entón Remédios cuspiulle na cara. Foi a primeira e a única ocasión en que sentiu valor como para defenderse. Non volvería facelo nunca máis e coa cara aínda quente pola posterior labazada do home de negro que marchaba, chorou en silencio. (Aneiros, Rosa, Resistencia, capítulo 5)


(...) Nai e filla, pois, perdians'en conjeturas e forons'asi estando meses e anos sin noticia algunha de se viva ou morta era Majina. Otilia, por outro lado, confesémo-l-o, pouco ou ningun cariño lle profesaba, como ja notarian os leutores, e ¿qu'estraño, concebida sin amor, sin pecado, hasta sin conciencia de que pecado s'houbese n'ela? ¿Por qu'o delinquente, arrepentido d'o seu delito, n'averiguaba as consecuencias d'esto, e sabidas, non coidaba d'a sua filla? ¿Quen era él, pra tratandose, segun trataba d'unha distinguida e inocente señorita, qu'estimaba en tanto sua lindeza como o seu honor, quen era el pra sin mais nin mais mofarse d'ela e mofarse cal se dijese: "Eí queda eso, muller; abasoirei as tuas gracias, emporquei a tua honra. ¿Qué m'importa á min? Eu son home, e teño dereito a todo; non quedo ligado á nada; tí, muller, aguanta e sinte sola os efeutos d'a miña bestial desenvoltura; leva a carga toda que solo eu debia levar; sufre e chora mentras eu me rio, e se cadra, vou c'outra á divirtirme d'igual maneira?" ... E sacando unha carteira, sacou tamen d'ela unha carta que case non podia ler co-as bagoas de qu'os ollos se ll'arrasaban, e decia: "Cuando esta carta llegue á tus manos, padre mio, no maldigas al hijo que hoy la escribe y entónces ya no existirá. Muero con un secreto, con un delito grave, cometido en un momento de alucinación y que jamás me he atrevido á revelarte; pero muero arrepentido, muero con el remordimiento de ese delito que expio con mi vida, y espero que Dios me lo perdonará. Perdónamele tú tambien, desde luego, padre mio; perdona al que en un baile de máscaras, prevalido del antifaz, abusando del cloroformo, manchó el honor de una familia distinguida, abusando tambien de Otilia de Sancti-Petri. No me maldigas, repito, padre mio; ántes ruega por mí al Padre de toda misericordia. Es tu hijo quien aquí te habla; haz por él un último sacrificio, ya que tantos otros, bien mal pagados, hiciste hasta aquí por él. Visita en mi nombre, si te es posible, el Santo sepulcro del Señor; visita al ménos la basílica del Santo Apóstol Santiago, y si en la ciudad de este nombre, en esa ciudad donde sin temor pequé, vieses, por fortuna, á Otilia de Sancti-Petri, díla, díla, padre mio, que ella tambien, por su parte me perdone, díla, en fin, que yo, puesto ya el pié sobre el sepulcro y con lágrimas en los ojos, espero me perdone y que no abandonará el fruto, si le hubo, de mi pecado. VERANIO." (Valladares, Marcial, Majina, ou a filla espúrea. Conto gallego-castellano de miña abó, caps. 9, 13)


Achegamos agora varios poemas sobre a violencia machista recollidos da obra colectiva Polifonías e Polifonías II, Voces Poéticas contra a Violencia de Xénero, Espiral Maior, 2006 e 2007. O sangue en tinta

canto duraron eses cinco anos irmá eses mil oitocentos vinte e cinco días esas horas, minutos, segundos incontables? como se vive cada segundo agardando que espenique a roupa segundos incontables que espenique a pel segundos incontables que espenique a palabra que espenique a voz acaso non manca como espiña na gorxa a voz atoada a palabra non escrita a tinta que nos foi negada negada a marca na túa pel (bateu coa porta) o sangue na túa boca (foi unha espiña) a cicatriz no teu corpo (as arestas, as arestas dos mobles)


atapulladas coa vergoña como pouxou o turbio abalo da vergoña negra maré de insidia subindo veas arriba (algo faría ela para que) mentres a voz escoa no devalo até cuspir da boca cos dentes a vergoña que che saltou por amor por amor fechou a porta por amor cismou na chave machada de sangue sangue non te picaste co fuso da roca non coa agulla sobre a neve pica o silencio hoxe silencio roto vergoña destecida escribo coa tinta do teu sangue ( Marilar Aleixandre)


Sextina de mulleres mortas Apenas hai palabras e unha é morte. Calella sen saída é outra: medo. Chamámoslles muller, mais tiñan nome, como falar de espiña a dicir rosa. Todo foi un camiño cara ao sangue, o voitre e mais a pomba nunha casa. Eu quero acubillalas nunha casa, vestilas de memoria contra a morte, recoller como pétalas o sangue, armalas, guerrilleiras, fronte ao medo, alzar como bandeira libre a rosa, berrar aos catro ventos cada nome. No hai sitio no eco, tanto nome non atopa apousento nunha casa. A palabra será non máis a rosa a constatar fatal que veu a morte e amordazou o grito e mais o medo que quizais aínda garda, frío, o sangue. Nada pode esquecerse, berra o sangue, regresan días cegos, din o nome, din a dor, din a rabia, din o medo. As pantasmas saloucan pola casa e algún tremor oculto move á morte cando a cinsa implacable alcanza á rosa. Así morreu o amor, tal como a rosa. A paixón que cantara polo sangue deveu río letal, hedra de morte. Boca que vos bicou comeuvos nome e fostes unha peza máis da casa posuída da couza, cor do medo. El: sempre te amarei, non teñas medo, ti es a miña estrela, a miña rosa, a raíña do mundo, a luz da casa... non me tires do xenio, haberá sangue! Maldita a túa estampa e o teu nome! Fuches ti quen buscou tan mala morte! Se escribir tanto medo, dicir rosa, trouxese a carne ao nome dende a morte, volvese o sangue as veas, paz á casa. (Marica Campo)


III ponte quieta que te ame para amarte, tu quieta eu ámote ámame, móvete así, móvete quieta pero no mía ni de dios ni de nadie ni tuya siquiera me gustas cuando callas me gusta como andas I want your sex I want you so bad Je t´aime tu tranquila tu quieta móvete no infinito, aí quietiña (Xabier Cordal)


Non é amor

Por que, nos contos que gardabas, eu era a devorada, por que, na imaxe do amor puro, a moza estaba morta, por que, no mito que teceches, urdiches o abandono, por que, no afán de posuírme, cegaches os meus ollos. Mírame agora que son silencio, eternidade, mira o meu corpo branco, case azul na quietude, son Ofelia de novo aboiando nas augas, arrastrada na historia dun mundo á túa imaxe. Ofelia case azul, xa para sempre muda, inmóbil perfección de obxecto posuído. Ergue a man, Ofelia, esa man que aínda leva o sangue, a pel, a proba do delirio covarde. Como se pode amar o camiño da morte, como se pode amar o silencio do medo. Que non, non é amor ese velo de sombra, non, non é amor a negación do soño, non, non é amor o desprezo estridente, non, non é amor a voz que todo cala, non pode ser amor esa ventá escura, pois non, non é amor esa porta fechada. Non te quero máis branca, nin azul, nin silencio, non te quero aboiando nese río de sombra. Érguete Ofelia, esperta e renega do conto, non cegues os teus ollos, que o corpo che pertence, renega dese mito que mata as túas entrañas, renega do amor puro que te viste de morte. (Marta Dacosta)


A navalla

Pregúntome se a poesía, como arte de expresar ou suxerir por medio da lingua calquera cousa usando o ritmo e a harmonía sería capaz de expresar ou suxerir por medio da lingua a natureza da violencia masculina usando o ritmo e a harmonía. Pregúntome tamén se a poesía, como arte de expresar ou suxerir por medio da lingua o horror da miña tía diante do coitelo que lle fendeu a cara usando o ritmo e a harmonía; e se por medio da lingua, a poesía sería capaz de expresar ou suxerir o pensamento obsesivo do meu tío a escintilar no gume do coitelo usando o ritmo e a harmonía. Pregúntome aínda se a arte de expresar ou suxerir calquera cousa por medio da lingua usando o ritmo e a harmonía podería expresar ou suxerir por medio da lingua o sentimento e culpa dunha muller educada nos lazos indisolúbeis e na escravitude do amor usando o ritmo e a harmonía e se esa mesma arte de expresar ou suxerir por medio da lingua calquera cousa usando o ritmo e a harmonía podería ser quen de expresar e suxerirlle á miña tía por medio da lingua, e abusando do ritmo e a harmonía, a indiferenza de deus perante o seu sufrimento e a hipocrisía da moral que a consume por dentro. (Carlos Santiago)


Adeus

Un ano xa pasou e nada muda Os mesmos pasos e a mesma casa A mesma pechadura, a mesma anguria E as ganas de fuxir na madrugada E, mesmo cando estás, a túa ausencia A miña pel magoada, o teu desexo E as promesas vagas, o meu medo A miña infinda e vasta paciencia Os mesmos golpes, a mesma rutina As miñas penas e a túa alegría A miña consabida fantasía De ir para outro lugar firme e espida Quen sabe se mañán será outro día Un día que me ensine a despertar As nosas contas non están saldadas E sexa o meu adeus para nunca máis As feridas non dan para esquencer O teu amor xa doe como un puñal E eu emprendo xa a retirada Antes de que volvas como sempre Non quero ser a sombra permanente A noite escura e ti o temporal Eu quero ser alguén que reaparece Alguén que nunca vai voltar atrás. (Uxía Senlle, letra da canción do mesmo título)


Un berro de rapariga violada conmove só ese berro até a boca do estómago penetra iso só acontece ás veces a voz tronza o ar e sae o brado forte logo outros máis curtos afogados afogada... Outras veces só parálise sen berro medo E sermos nada. Alaudas. Desnortadas. Todos os días sempre alguén fecha as xanelas Non sentir. Non saber. Non vou botar o berro que se sentiu no Campo das Bestas. (Marga do Val)


NO REFRANEIRO.• • • • •

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A la mujer y a la burra todos los días zurra. A la mujer brava dame la soga larga. Mujer buena y segura búscala en la sepultura. La mujer ha de hablar cuando la gallina quiera mear. ¿Por cantas cousas se lle pode pegar a unha muller? Por catro: por falar, estar calada, con razón e sin ela. As mulleres, como as uvas: as ruís, pisalas, i-as boas, colgalas. As mulleres, ou matalas ou deixalas. A muller e a cabra, corda larga. A muller e a burra con paus se cura. Á muller e á galiña, tórcelle o pescozo verás como queda mansiña. A muller compároa co sello da carta, que si non lle pegan, non vai onde a mandan. A cabra que tira ó monte, non hai cabreiro que a garde; e á muller que sale mala, nin reñerlle nin pegarlle. Á muller festeira créballe a perna. A muller e a cabra, a pata quebrada. A muller e a mula, cada día súa tunda; e o que así non fixere, nin terá boa mula nin boa mullere. A muller e o can, o pau nunha man e noutra o pan. As mulleres, fariña do demo. "Este labor feito vai", dixo o que enterraba a muller. O choro da muller non se debe crer. A muller e a sartén na cociña están moi ben.


BIBLIOTECA

IES “SAN PAIO” (TUI)


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