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Tres Tipos de Confianza en la Realidad Genuina

Tres Tipos de Confianza en la Realidad Genuina Cantado en Ñanang Dropapuk

A los pies de Marpa, el traductor, me inclino; de meditar aquí y allá en retiros naturales,

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he adquirido la confianza en que no hay surgimiento, esto eliminó mi idea de que las vidas pasadas y futuras son dos, expuso las apariencias de los seis reinos como falsas y ha eliminado la creencia excesiva en el nacimiento y la muerte.

He adquirido la confianza en todo como igual, esto eliminó el tomar la felicidad y el dolor como dos, expuso los altibajos de los sentimientos como falsos y ha eliminado el creer que hay algo que aceptar o rechazar.

He adquirido la confianza en la inseparabilidad, esto eliminó el tomar el samsara y nirvana vistos como dos, expuso el ejercicio de los caminos y niveles como falsos, y ha eliminado la creencia excesiva en la esperanza y el temor.

No Hay Surgimiento

Desde el punto de vista de la verdad relativa, la forma en que aparecen las cosas, todo tipo de cosas parecen surgir debido a la unión de causas y condiciones. En la realidad genuina, sin embargo, no hay surgimiento. En otras palabras, en realidad no pasa nada. En el segundo giro de la rueda del Dharma, 16 los Sutras de la Prajnaparamita, el Buda enseñó que todos los fenómenos del samsara y el nirvana son no-surgidos. Además, en el segundo giro, el Buda no distinguió entre el nosurgimiento de los fenómenos del samsara y los fenómenos del nirvana. Estos dos tipos de fenómenos son no-surgidos precisamente de la misma manera.

Sin embargo, en el tercer giro de la rueda, aunque el Buda todavía enseñó que todos los fenómenos del samsara y el nirvana son no-

surgidos, distinguió entre el significado de “no-surgido” cuando se aplica a la naturaleza imaginaria, la naturaleza dependiente y la naturaleza perfectamente existente. Hay muchas maneras diferentes de explicar estas tres naturalezas, pero aquí voy a dar una explicación muy breve y simple.

Brevemente, los fenómenos imaginarios son los objetos que los pensamientos imaginan que existen. Los fenómenos dependientes son los pensamientos que piensan en estos fenómenos imaginarios, y surgen en dependencia de tendencias habituales. La naturaleza perfectamente existente es la luz clara que es la verdadera naturaleza de los pensamientos, vacía de la dualidad de perceptor y percibido.

Los fenómenos imaginarios son lo que captamos por medio de nombres y convenciones. Por ejemplo, en un sueño aparecen varias cosas como objetos de los sentidos: formas, sonidos, olores, sabores y sensaciones táctiles. Cuando percibimos estas apariencias pensamos que hay cosas reales allí, y nos referimos a ellas con etiquetas y convenciones. Por ejemplo, podríamos etiquetar la apariencia de un sueño como un “amigo”, pensando: “Ahí está mi amigo.” A medida que pensamos esto, mezclamos la etiqueta, “amigo”, con la apariencia de la forma que percibimos con nuestra conciencia del sentido del ojo del sueño, por lo que no hacemos distinción entre la apariencia de la forma y nuestro pensamiento de que esta apariencia es en realidad nuestro amigo. Por lo tanto, podemos sentirnos muy felices de ver a nuestro amigo porque no nos damos cuenta de que, de hecho, no hay un amigo allí; hemos identificado completamente la apariencia con nuestro propio concepto de amigo. El nombre y la apariencia están completamente fusionados como una cosa en nuestra mente. Pero, en realidad, el amigo es solo nuestra imaginación, ¡Porque realmente no hay un amigo! Varias apariciones ocurrieron en nuestro sueño que hemos etiquetado como nuestro amigo, pero nuestro amigo no estaba allí en absoluto. De manera similar, en la vida de vigilia, varias cosas aparecen a nuestros sentidos y las etiquetamos, y pensamos que en realidad estamos viendo el objeto al que se refiere la etiqueta, pero esto es solo nuestra imaginación. Estas cosas a las que nuestros pensamientos se refieren son irreales en el sentido de que no existen en absoluto. No existen ni en la realidad genuina ni siquiera en la realidad aparente. Creemos que existen, pero en realidad

no es así. Tales cosas nunca se nos aparecen realmente, como un verdadero amigo ni siquiera se nos aparece en el sueño. Creemos que hay un amigo real allí, pero ese “amigo real” en el que estamos pensando no existe y ¡Ni siquiera aparece!.

Los fenómenos dependientes en realidad aparecen, por lo que se dice que surgen aparentemente. Por ejemplo, en un sueño, aparecen formas, sonidos, olores, sabores y sensaciones táctiles, aparecen las conciencias sensoriales que perciben esas apariencias, y sobre la base de la reunión de la apariencia y la conciencia sensorial, aparece la mente conceptual, pensando: “esto es bueno”, “esto es malo”, y etc. Todos estos tres aparecen en dependencia de las tendencias habituales almacenadas en nuestras mentes, por lo que se les llama la “naturaleza dependiente.” Para referirnos al ejemplo anterior, la naturaleza dependiente incluiría la apariencia de la forma que etiquetamos, “amigo”, la conciencia del sentido del ojo que parece percibir esa forma, y la conciencia conceptual que piensa, “este es mi amigo.”

Aunque se podría decir que todas estas cosas parecen surgir de esta manera dependiente y las experimentamos como si fueran reales, en realidad, ya que surgen de manera dependiente debido a la unión de causas y condiciones, son meras apariencias y no surgen de la perspectiva de la realidad genuina. La experiencia de vigilia es exactamente lo mismo –todas las cosas que se nos aparecen son proyecciones de nuestras tendencias habituales, y estas apariencias no son reales. Parecen existir a pesar de que realmente no lo hacen.

Para comprender la naturaleza perfectamente existente, podemos volver a mirar el ejemplo de un sueño. Cuando soñamos, la verdadera naturaleza de los diversos pensamientos que aparecen es la naturaleza de luz clara de la mente. Esto es no-surgido porque no esta condicionado ni creado. Es no-surgido en el sentido último. La vida de vigilia es exactamente igual porque la esencia de toda nuestra experiencia es la claridad luminosa de la mente, libre de perceptor y percibido, no condicionada, no creada, no-surgida.

Así es como el tercer giro de la rueda explica las cosas, pero aquí, Milarepa está cantando este verso en particular desde la perspectiva del

segundo giro de la rueda del Dharma, por lo que deberíamos examinarlo en consecuencia. De acuerdo con el segundo giro, ningún fenómeno se eleva realmente. La razón de esto es que las cosas no surgen de cualquiera de los cuatro extremos: No surgen de ellos mismos, no surgen de algo distinto de sí mismos, y no surgen sin causa. Veamos estos uno a la vez.

Una entidad no puede surgir de sí misma porque si lo hiciera, primero tendría que existir como su propia causa, y luego hacerse a sí misma. Pero si ya existiera, no tendría que nacer de nuevo; ¡No tendría que surgir de nuevo! Si las cosas surgieran de sí mismas, “surgir” sería una palabra sin sentido.

Que las cosas no pueden surgir de otra cosa que no sean ellas mismas se demuestra por el razonamiento que prueba que las cosas no son ni una ni muchas. Este razonamiento establece que si no podemos encontrar una causa o condición independiente existente en la toda la realidad, entonces no tiene sentido decir que cualquier resultado surge de una o muchas de esas causas y condiciones inexistentes. Por ejemplo, si tomamos una flor y analizamos sus causas y condiciones, encontramos la semilla, la tierra, la humedad, el calor, etc. que la dieron origen. Cuando examinamos cualquiera de esas causas y condiciones, encontramos que en realidad es solo una colección de átomos. Cuando observamos cualquier átomo, encontramos que es solo un grupo de partículas subatómicas, y estas partículas se descomponen en sus partes constituyentes, y así sucesivamente, –descubrimos que no podemos encontrar una sola causa o condición que realmente exista, que no es simplemente un nombre dado a una colección de cosas más pequeñas. Por lo tanto, podemos decir que las cosas no surgen de causas diferentes de sí mismas, ¡Porque las causas mismas no existen!

Después de haber utilizado la inteligencia de uno para resolver esto lógicamente, es relativamente fácil demostrar que las cosas no surgen tanto del yo como del otro. Esto es así porque todos los defectos que se acumulan en la noción de que las cosas surgen de sí mismas y todos los defectos que se acumulan en la noción de que las cosas surgen de otro se acumulan a la posición de que las cosas surgen de uno mismo y del otro. Es un argumento con el doble de defectos.

Entonces, ¿Qué concluimos? ¿Vamos a decir que las cosas no surgen de ninguna causa? Eso no tendría sentido, porque si las cosas surgieran sin causa, siempre existirían o nunca existirían. Dado que las cosas estarían separadas de las causas y condiciones, siempre existirían, porque no importaría si sus causas y condiciones se unieran o no –¡Surgirían de todos modos! O, nunca existirían, porque no importaría si sus causas y condiciones se unieran o no –nada podría traerlas a la existencia. Además, si las cosas surgieran sin causa, entonces todo el trabajo que las personas normalmente hacen en el mundo para producir los resultados que desean sería inútil. Por ejemplo, los agricultores no plantarían semillas, porque como resultado no surgirían cultivos.

Si las cosas no surgen de sí mismas, de algo distinto de sí mismas, de ambos, o sin causa, entonces tenemos que concluir que en realidad las cosas no surgen en absoluto. Tal vez te preguntes si decir que las cosas no surgen es nihilista. Si esto fuera cierto, ¿No significaría que todas las cosas que damos por sentadas como causa y resultado de nuestra vida colapsan? La respuesta es que las causas y los resultados aparecen sin lugar a dudas, pero que estas cosas que parecemos experimentar son en realidad meras apariencias, como sueños e ilusiones. Parecen surgir de la unión de muchas causas y condiciones, pero esto es meramente apariencia. De hecho, nada surge. Cómo esto podría ser explicado en términos de dos realidades:17 realidad real, genuina o última; y realidad aparente, convencional o relativa. En la realidad genuina nada surge; el surgimiento que aparece en la realidad relativa no es real, sino que es como el surgimiento de un sueño o una ilusión. El noble Nagarjuna declaró:

Veo que el surgimiento del samsara, por medio de los doce eslabones del surgimiento dependiente, desde la ignorancia hasta la vejez y la muerte, es como un sueño o una ilusión.

En otras palabras, todas las condiciones que normalmente entendemos que dan surgimiento al samsara, comenzando con la ignorancia y terminando con la vejez y la muerte, simplemente parecen surgir, como las condiciones que crean cosas en los sueños.

Para explicar esto con más detalle, los doce eslabones de la cadena de surgimiento dependiente existen en dependencia de los demás o en relación con ellos. Todos dependen unos de otros para su existencia. Si tomamos el primer elemento, la ignorancia, por ejemplo, no puede haber ignorancia sin un ser sensible con mente. La ignorancia no existe en el vacío, existe en una mente. Pero para que haya una mente tiene que haber el despertar de las tendencias kármicas previas. Este es el segundo eslabón de los doce, que en sí solo puede existir si hay ignorancia. Pero acabamos de decir que la ignorancia no puede existir sin las tendencias kármicas. Los dos son completamente dependientes el uno del otro; no se pueden separar y considerar como elementos existentes de forma independiente. Lo mismo puede decirse de todos los demás eslabones de la cadena.18 En el canto de Milarepa menciona los dos últimos eslabones, nacimiento y muerte. No puede haber muerte a menos que haya habido nacimiento, y si asumimos una serie de vidas pasadas y futuras, entonces no puede haber nacimiento a menos que haya habido muerte. En otras palabras, para que la muerte exista, el nacimiento tiene que existir. Pero para que el nacimiento exista, la muerte tiene que existir. No puedes demostrar que el nacimiento existe a menos que puedas demostrar que la muerte que siguió al nacimiento anterior existió, hasta el infinito.

Usando tu ojo de sabiduría, puedes usar este razonamiento para mostrar que el nacimiento y la muerte no surgen. Su surgimiento aparente es como el nacimiento y la muerte en un sueño o ilusión. En realidad no surgen, y su surgimiento aparente es mera apariencia. Las causas y condiciones que parecen unirse para dar lugar al nacimiento y la muerte no surgen realmente, por lo que el nacimiento y la muerte no surgen realmente. Todo es una apariencia, como un sueño o una ilusión.

Sin darnos cuenta de esto, tomamos el nacimiento y la muerte como algo real. Este apego conceptual y emocional a las cosas como reales es lo que se entiende por confusión y es lo que estamos tratando de eliminar al comprender las dos verdades. Usamos nuestra mente conceptual para razonar y entender todo esto, pero Milarepa tuvo una comprensión directa de la naturaleza de la realidad, por lo que ya no necesitaba usar el razonamiento. Es por eso que podía decir que tenía total confianza en que no había nacimiento ni muerte, podía ver directamente que esto era cierto, sin dudas ni vacilaciones.

En la segunda línea del verso, Milarepa canta que no hace distinción entre esta vida y la siguiente. Normalmente en el Budismo se enseña que tenemos innumerables vidas pasadas y futuras en un samsara sin principio ni fin, pero esta ausencia de principio y de fin no es la verdadera falta de principio y de fin. Es ilusorio y onírico, sin principio ni fin. Milarepa realizo directamente de que no hay surgimiento, por lo que todo su apego a las vidas pasadas y futuras como reales colapsó. De las dieciséis vacuidades enseñadas en el Mahayana, hay una llamada “vacuidad de lo que no tiene principio ni fin.” Esta es la vacuidad del samsara. El Buda enseñó esto para ayudar a los Bodisatvas, que han prometido quedarse hasta el final del samsara para ayudar a los seres, porque los Bodisatvas que no han realizado que el samsara esta vacío de verdadera existencia sentirían que su compromiso era una gran carga. Como remedio para este posible desanimo, el Buda les enseñó la vacuidad inherente del samsara. Este remedio funciona muy bien, porque como resultado de la enseñanza del Buda, los nobles Bodisatvas son capaces de realizar la vacuidad del samsara y, por lo tanto, nunca se cansan de él. No solo eso, ¡Realmente lo disfrutan! Para ellos, el samsara es como un sueño cuando sabes que estás soñando. Dondequiera que estén en el samsara, hacen felizmente lo que sea necesario para beneficiar a los demás. Siempre plenamente conscientes de la vacuidad de todo, para ellos el samsara es como una fiesta maravillosa, ¡No quieren irse!

En la tercera línea, Milarepa explica que debido a que ha realizado que el samsara es no surgido, los seis reinos del samsara se exponen como falsos. En otras palabras, los seis reinos aparecen, pero no son reales. Por lo tanto, la percepción de ellos es errónea. Por ejemplo, en términos de experiencia humana, llamamos a esto “agua.” El agua es un nombre que le damos a esta sustancia que es húmeda y humedece. La sustancia húmeda y humectante es el referente del término “agua.” Experimentamos el agua como algo bueno para beber, etc. Sin embargo, el mismo referente es metal fundido para un ser infernal, una fuente de tortura. Para un fantasma hambriento es algo repulsivo como sangre y pus. Para un pez es un lugar para vivir. Para un dios es néctar. Todos ven el mismo referente de manera completamente diferente, así que, ¿Es correcto decir que es el agua? Si realmente fuera agua, entonces todos, si no estuvieran engañados, lo verían como agua. Si todos lo ven de manera

diferente, ¿Cómo sé que mi forma de verlo no es engañosa? ¿Por qué debería pensar que mi manera es la única manera correcta o real de verla? Si el camino de todos es correcto desde su propio punto de vista, ¿Dónde hay alguna realidad? Por lo tanto, ninguno de esos puntos de vista puede ser en última instancia cierto. Lo que todos estamos viendo son solo falsas apariencias, cosas que no son reales en sí mismas. Desde el punto de vista de la realidad aparente, hay literalmente formas ilimitadas de ver el mismo referente, debido a los ilimitados tipos diferentes de karma que los seres han acumulado. Cada ser lo ve como proveniente de un conjunto particular de causas y condiciones, pero en realidad ese referente y todas las causas y condiciones que parecen producirlo son simplemente apariencias. Puedes que te preguntes cuál es el referente en sí, que está apareciendo de manera tan diferente a diferentes seres. En realidad, allí no hay referente porque no surge. Como no surge, su naturaleza trasciende todas las fabricaciones conceptuales sobre lo que podría ser.

Una forma de entender esta línea acerca de que los seis reinos son falsos es en términos de que todos los seres en los seis reinos son apariencias falsas. Puesto que no hay surgimiento, los seres en los seis reinos nunca nacen realmente, ¡Así que la apariencia de ellos son falsas apariencias! Los seres sintientes que percibimos son como seres en sueños. Otro punto aquí es que nuestra propia experiencia del sufrimiento de los seis reinos es falsa. En otras palabras, incluso en esta vida humana experimentamos todo tipo de sufrimiento que se asemeja a lo que experimentan los seres en los seis reinos, pero todo es falso. En un sueño podríamos sufrir de muchas maneras diferentes, pero todo este sufrimiento sería una mera apariencia –un error, solo un sufrimiento aparente. Puedes pensar que a pesar de que las apariencias en el sueño no sean reales, el sufrimiento podría ser el mismo que si fuera real, y por lo tanto el sufrimiento no es una mera apariencia. Sin embargo, en realidad, incluso mientras sufrimos, ese sufrimiento no se produce. Por lo tanto, también es mera apariencia, y cuando purificamos nuestras concepciones equivocadas que toman las apariencias como reales, no sufrimos más, sin importar lo que pueda aparecer. Por ejemplo, si sueñas y sabes que estás soñando, puedes ser quemado por el fuego o arrastrado por el agua y no importará –no sufrirás en absoluto.

En la cuarta línea, Milarepa canta que él “ha eliminado la creencia excesiva en el nacimiento y la muerte.” Ha eliminado todas sus dudas y vacilaciones que surgen de tomar las cosas como reales. Ve el nacimiento, la muerte y todo el sufrimiento intermedio como tal irreal como las apariencias de un sueño, con la confianza de alguien que está completamente libre de la confusión de pensar que son reales.

Igualdad

El siguiente verso trata de la igualdad. “Igualdad” significa que las cosas que experimentamos pueden parecer muy diferentes y opuestas entre sí, pero cuando realizamos la vacuidad, nos damos cuenta de que, en esencia, todas estas cosas son exactamente iguales. La igualdad es muy importante en las enseñanzas del segundo giro sobre la Prajnaparamita, en las enseñanzas del tercer giro sobre la naturaleza de Buda y en las enseñanzas del mantra secreto Vajrayana. En el segundo giro, la igualdad se explica en gran medida. Por ejemplo, en el Sutra del Corazón dice que no hay manchas y no hay liberación de manchas, no hay aumento ni disminución, y así sucesivamente. Esto se refiere a la igualdad. Tener manchas o no tener manchas es lo mismo, aumentar o disminuir es lo mismo. Las manchas y ninguna mancha, aumento y disminución, etc., existen como opuestos solo en términos de nuestros conceptos; en realidad son meras apariencias que de hecho son completamente iguales, completamente lo mismo.

A veces sufrimos y otras veces somos felices, a veces vemos a un amigo y otras veces a un enemigo, a veces pensamos que las cosas están limpias y otras sucias, y así sucesivamente. Todos estos conceptos son totalmente relativos entre sí y existen solo desde la perspectiva de la mente conceptual. Sin embargo, en su verdadera naturaleza, dado que ninguno de ellos surge realmente, todos son iguales.

En un sueño, aparecen formas, sonidos, olores, sabores y sensaciones táctiles y nos gustan, no nos gustan o nos sentimos indiferentes. Parece que las cosas realmente son buenas o malas, agradables o desagradables, pero es fácil ver que, de hecho, como todas son apariencias de los sueños, ninguna de ellas es buena o mala en sí misma; es solo nuestro pensamiento lo que las hace así.

Tomemos el ejemplo de lo limpio y lo sucio. Podemos soñar con estar limpios o podemos soñar con caer en un pozo negro y sumergirnos totalmente en la suciedad. Eso parece terrible y en el sueño buscaríamos agua y jabón. Buscaríamos las causas y condiciones adecuadas para volver a ser agradables y limpios. Pero es fácil ver que en el sueño realmente no nos ensuciamos, y las causas y condiciones del jabón y el agua realmente no eliminan la suciedad. De hecho, no hay suciedad que eliminar. Nuestra experiencia diurna es lo mismo que un sueño en el sentido de que realmente no surge nada, por lo que no hay manchas y no hay libertad de las manchas.

Uno puede ganar certeza en esto usando varios razonamientos. Por ejemplo, uno puede probar que todos los opuestos son iguales: Porque todos son no surgidos, porque no tienen esencia como uno o como muchos, y porque todos son meramente las apariencias de causas y condiciones que aparentemente se unen. Según la escuela del Camino Medio, esta última razón es la mejor porque refuta los extremos del eternalismo y el nihilismo. La visión del eternalismo es pensar que las cosas realmente existen, y la visión nihilista es creer en la nada, en la no existencia. La razón que demuestra que las cosas son meras apariencias que ocurren debido a la unión de causas y condiciones muestra que nada existe inherentemente, refutando la visión del eternalismo, sin negar al mismo tiempo que las causas y condiciones aparentes aparentemente dan lugar a las cosas, refutando la visión del nihilismo.

Sobre lo puro y lo impuro, Nagarjuna dijo:

Pureza, impureza, etc., los cuatro, ¿Dónde están estos en la expansión de la paz?

“Paz” aquí se refiere al Dharmadhatu. Estas líneas enseñan que no se puede decir que el Dharmadhatu en sí sea puro, impuro, ambos o ninguno, ya que la pureza y la impureza son solo fabricaciones conceptuales y el Dharmadhatu está libre de todas esas nociones sobre lo que podría ser.

El Sutra del Corazón dice entonces que no hay aumento ni disminución. El aumento y disminución son de nuevo conceptos totalmente relativos. Si una cosa aumenta en relación con otra, a medida que una

aumenta, la otra disminuye, como por ejemplo, cuando un bloque de hielo se derrite, disminuye de tamaño y aumenta el volumen de agua. En realidad, ese aumento y disminución es completamente conceptual, ¡En esencia no hay cambio! Como en un sueño del hielo derritiéndose, no hay una disminución real en el hielo y un aumento en el agua. Dado que la vida de vigilia es lo mismo que un sueño en el sentido de que no hay nada allí excepto la aparición de causas y condiciones que se unen, tampoco hay un aumento y una disminución reales en las experiencias diurnas.

Del mismo modo, la felicidad y la miseria son conceptos relativos. A medida que uno aumenta, el otro disminuye, pero como ninguno de los dos surge realmente, no hace ninguna diferencia lo que hagan. Es como en un sueño –los sentimientos de felicidad o miseria que surgen debido a pensamientos confusos parecen aumentar o disminuir, pero las apariencias de los sueños en sí no son reales. Por lo tanto, la felicidad y la miseria son irreales, y en ese sentido son exactamente lo mismo.

De manera similar, las nociones de esclavitud y liberación son conceptos totalmente relativos. En un sueño puedes pensar que estás encadenado y sufres la miseria del cautiverio, y cuando aparecen las causas y condiciones correctas, te liberas y te sientes muy feliz. Pero de nuevo, esto es solo la mera aparición de causas y condiciones; en la verdadera naturaleza del sueño no hay cambio. De manera similar durante el día, las apariencias cambian, pero la verdadera naturaleza de su experiencia no lo hace –siempre es la misma. Así que la felicidad y el sufrimiento son iguales.

Por lo tanto, la esclavitud de los seres en el samsara y su liberación de él son lo mismo. Hay muchas formas de esclavitud en el mundo, y es posible que queramos ayudar a los seres a liberarse de todas ellas, pero la liberación última es la liberación de la mente de los pensamientos equivocados que creen que la esclavitud y la liberación son reales.

Hay un verso muy importante sobre esto en la Guía de Shantideva de la Forma de Vida del Bodisatva que dice lo siguiente:

Entonces, los errantes, estos seres oníricos, ¿qué son?

Si se analizan, son como un árbol de plátano.

Uno no puede hacer distinciones definitivas entre trascender la miseria o no.

El árbol de plátano es un ejemplo común de algo que no tiene esencia en sí mismo: Al pelar cada capa de la corteza, buscando el árbol en sí mismo, sigues pelando hasta que no queda nada, porque en realidad, lo que parecía ser un tronco sólido era solo una serie de capas dobladas una dentro de la otra. De la misma manera, cuando analizas a los seres, no encuentras una esencia inherentemente existente. Por lo tanto, los seres que han realizado el nirvana y los que no lo han hecho son todos exactamente iguales –¡Ninguno de ellos nació realmente! Cuando comprendemos esto, nos damos cuenta de que la esclavitud y la liberación son la igualdad.

A nosotros, los seres ordinarios, nos puede gustar mucho esta idea de igualdad, y por medio de la reflexión sobre las escrituras y los razonamientos, podemos gradualmente dar lugar a la certeza en ella. Entonces, al meditar dentro de esta certeza, eventualmente podemos llegar a darnos cuenta directamente de la igualdad en nuestra propia experiencia, como lo hizo Milarepa.

Un poder enorme proviene de esta realización directa de la igualdad. Hay muchos ejemplos de esto en la propia historia de vida de Milarepa. Por ejemplo, una vez Milarepa estaba meditando y un ciervo asustado se cruzó en su camino, seguido por un perro enojado, y luego su dueño, un cazador. Uno a uno, Milarepa fue capaz de transformar sus conceptos y emociones aflictivas para que el ciervo se calmara, luego el perro yacía tranquilamente a su lado, y finalmente el cazador desarrolló una gran fe en Milarepa y se convirtió en su estudiante. Esta transformación fue posible a través del poder de la realización de la igualdad de Milarepa. De manera similar, fue capaz de llevar tanto a su hermana como a su tía al Dharma. Normalmente, los miembros de la familia tienen conceptos fuertes con respecto a los demás, y es muy difícil tener fe en alguien de tu familia como tu gurú. Pero en el caso de Milarepa, su hermana cercana y cariñosa Peta Gonkyi y su tía cruel y hostil desarrollaron fe y se convirtieron en sus discípulas devotas. Peta Gonkyi se convirtió en una de sus cuatro principales discípulas, y la tía también se convirtió en una buena yogui. El hecho de que pudiera tener este efecto en la gente era un

signo de su comprensión de la igualdad. Así que hay mucho poder en la realización de la igualdad, especialmente la igualdad de amigos y enemigos.

Cuando Milarepa tenía confianza en su realización de la igualdad, ya no sentía apego a la felicidad, siempre tratando de obtenerla y aumentarla. Del mismo modo, ya no sentía aversión al sufrimiento, siempre tratando de evitarlo o deshacerse de él. Él se dio cuenta de que la naturaleza esencial de la sensación de agrado por algo es la misma que la naturaleza esencial de la sensación de desagrado por algo. Por ejemplo, en un sueño es posible que seas rozado por una flor y que luego te apuñalen con un cuchillo afilado. La primera se sentiría agradable y la segunda dolorosa. Pero cuando te das cuenta de que era un sueño, te das cuenta de que ni la sensación agradable ni la sensación de dolor surgieron realmente. Así que no habría diferencia entre ellos, serían iguales. Se podría pensar que aun así la sensación de dolor aún podría causar sufrimiento, y la sensación agradable de la flor aún podría causar placer incluso si uno supiera que era un sueño. Sin embargo, dado que los sentimientos que uno experimenta, ya sea en sueños o en la vida de vigilia, son solo el resultado de la ignorancia, tan pronto como uno deja de aferrarse a ellos como reales, el sufrimiento asociado con ellos desaparece inmediatamente. Luego, todos se experimentan como la naturaleza abierta, espaciosa y relajada de la igualdad.

Por lo tanto, podemos ver que es nuestro aferramiento a los sentimientos como reales, y nuestros intentos resultantes de deshacernos de los sentimientos dolorosos y tener sentimientos agradables lo que causa sufrimiento. Desde que Milarepa realizo la igualdad, ya no se molestó en tratar de deshacerse del sufrimiento y alcanzar la felicidad. Como no tenía nada que conseguir o de lo que deshacerse, todo estaba abierto, espacioso y relajado.

En el Mahayana en general, que incluye tanto las escuelas del Camino Medio de Rangtong como Shentong, esta idea de no abandonar nada y no alcanzar nada es muy importante. También es importante en las tradiciones del Mahamudra y Dzogchen, donde los siddhas como Milarepa hablan mucho de ello. De hecho, es especialmente importante en el Vajrayana, porque la visión última del Vajrayana es la pureza y la

igualdad. Todas las prácticas del Vajrayana se basan en este punto de vista y son métodos que nos ayudan a realizarlo. Así que es muy importante entender la igualdad si quieres practicar el Vajrayana.

Inseparabilidad

El tercer verso trata sobre la confianza de Milarepa en su realización de la inseparabilidad. “Inseparabilidad” significa que dos cosas no son diferentes en esencia –son dos aspectos que son iguales en esencia. Es la naturaleza esencial de la realidad la que tiene la cualidad de inseparabilidad –las cosas que nuestros conceptos tienden a diferenciar son de hecho indiferenciables. Los grandes siddhas de las tradiciones Mahayana y Vajrayana tienen mucho que decir sobre la inseparabilidad del samsara y el nirvana. El significado de esto es que en términos de la realidad aparente, el samsara es la confusión que surge de la ignorancia con respecto a las apariencias dualistas, y el nirvana es la cesación de esa ignorancia y confusión. Sin embargo, en términos de la verdadera naturaleza de la realidad, no existe dualidad entre el samsara y el nirvana. Ambos son aspectos de lo que es lo mismo en esencia, y en última instancia no son dos cosas o realidades separadas.

Para un principiante, puede ser muy inspirador escuchar que no hay una diferencia real entre el samsara y el nirvana. La siguiente tarea es obtener certeza en esto mediante el estudio de las enseñanzas del sutra y el tantra, y luego usar el poder de razonamiento de uno para reflexionar profundamente sobre ello. Entonces surgirá la certeza, y meditar dentro de esta certeza conducirá gradualmente a la realización directa.

La razón por la que Milarepa pudo tener tanta confianza en su visión de la inseparabilidad del samsara y el nirvana fue precisamente que lo realizo directamente. ¿Cuál fue su camino para alcanzar esta realización? Primero, para obtener las profundas instrucciones Vajrayana, sirvió a su guru Marpa con enormes proezas de devoción. Luego, cuando por fin recibió las enseñanzas, se fue a practicar durante once meses en una cueva cerca de la casa de Marpa, apenas se movía de su asiento de meditación día y noche –con una lámpara de mantequilla en la parte superior de su cabeza para evitar inclinarse. Después, incluso cuando tuvo experiencia directa y gran realización, no dejó de practicar. Con el

fin de llevar a buen término su realización para el beneficio de los demás, pasó toda su vida de retiro en las montañas. Meditó en las seis fortalezas exteriores, seis fortalezas interiores, seis fortalezas secretas y otras dos fortalezas; meditó en cuatro cuevas conocidas y cuatro cuevas menos conocidas, y también en otras. Incluso pasó al paranirvana en una ermita de montaña. De esta manera, no solo realizo la inseparabilidad del samsara y el nirvana, sino que llevó esa realización a su consumación última, los cuatro Budakayas.

Al principio, como nosotros, Milarepa percibió el samsara y el nirvana como muy diferentes. Debido a esta fuerte sensación de que eran diferentes, encontró la gran energía y diligencia necesarias para escapar de uno y realizar el otro. Si no hubiera tenido este fuerte apego al concepto de que son diferentes, no habría sido capaz de realizar sus grandes y difíciles hazañas de devoción, ni de dedicarse de todo corazón a la práctica de la meditación en soledad. Gradualmente, a través de su práctica, purificó su mente de este apego a la dualidad. Llegó a darse cuenta de que la dualidad era meramente una apariencia, y que en la verdadera naturaleza de la realidad, no había dualidad en absoluto. Cuando observas la naturaleza del samsara sin ninguna confusión, no encuentras nada excepto el nirvana. No hay nada más en ultima instancia; el samsara no tiene otra esencia propia. Es solo nuestro pensamiento confuso lo que hace que parezca que sí.

En la tercera línea del verso, Milarepa canta que el ejercicio de los caminos y niveles ha sido “expuesto como falso.” Los caminos y los niveles se describen como las etapas en la progresión de uno en el camino hacia la Budeidad, pero Milarepa comprendió que el progreso en el camino era simplemente una mera aparición de causas y condiciones que parecían unirse. Se dio cuenta de que como en realidad no hay nadie que vaya a ninguna parte, los caminos y niveles no tienen esencia real.

En los Sutras de la Prajnaparamita del segundo giro de la rueda del Dharma, el Buda a menudo enseñó que no hay caminos ni niveles y que no hay nadie que vaya a ninguna parte. Por ejemplo, en el Sutra del Corazón, el Buda declara que no hay camino, ni sabiduría, ni logro ni ausencia de logro. Todos carecen de esencia –ninguno de ellos existe realmente. Puesto que no hay camino, no puede haber sabiduría que se

obtenga como resultado de practicar en el camino. Pero si preguntaras entonces si eso significa que no hay logro, eso tampoco sería cierto. Entonces, si no hay logro ni ausencia de logro, ni sabiduría ni ausencia de sabiduría, ¿qué hay? Simplemente existe la realidad libre de toda fabricación conceptual. La verdadera naturaleza de la realidad no puede ser captada o experimentada por la mente conceptual –solo puede ser realizada directamente.

En la cuarta línea, Milarepa canta que ha “ha eliminado la creencia excesiva en la esperanza y el temor.” Esto significa que ha eliminado todas las dudas que surgen al tomar cosas como reales que de hecho no lo son. Por lo tanto, ya no tiene ninguna razón para tener esperanzas o temores. Al principio tenía un gran miedo al samsara y una gran esperanza de escapar de él; también tenía una gran esperanza de realizar el nirvana y un gran temor de no poder hacerlo. Pero ahora que ha realizado la inseparabilidad del samsara y el nirvana, ya no tiene esperanzas ni temores.

Milarepa cantaba a menudo sobre la inseparabilidad; aquí lo hemos mencionado brevemente como introducción. Cantó este canto cuando iba de Nepal al Tíbet en una cueva llamada Dropapuk. En estos días, una carretera principal del Tíbet a Nepal pasa justo por esa cueva, por lo que si alguna vez vas al Tíbet o regresas por carretera, puedes parar allí y meditar un rato. Si cantas este canto, sería particularmente auspicioso manera de hacer una conexión ya que fue allí donde Milarepa lo cantó.

Estudiante: Usted dice que no podemos realizar estas cosas directamente debido a nuestros muchos conceptos erróneos. Estoy dolorosamente consciente de todos estos conceptos, entonces, ¿Qué podemos hacer los seres ordinarios al respecto? Rinpoche: Si puedes darte cuenta de la verdadera naturaleza de la mente, entonces los conceptos se liberan como olas que se disuelven en el océano. La esencia de los pensamientos es la luz clara, de la cual surgen los pensamientos y luego se disuelven de nuevo con toda naturalidad. El punto clave es que no puedes detenerlos por la fuerza. La única manera de manejarlos es aceptarlos de una manera relajada y espaciosa, para que

puedan disolverse nuevamente sin crear ninguna perturbación. Tsangpajare era un famoso siddha Tibetano. Lo puso muy bien en dos versos, dando dos ejemplos de cómo los pensamientos se disuelven por sí mismos y cómo el samsara se libera en el nirvana. Van de la siguiente manera:

Las olas crecen y se hunden en el océano puro. ¿Sabes que este es el lama que nos señala que los pensamientos son el Dharmakaya?

En la primavera, el calor hace que el hielo se derrita, ¿Sabes que este es el lama que nos señala que el samsara es el nirvana? El Dharmakaya es la verdadera naturaleza de la mente, la luz clara. Los pensamientos surgen y se disuelven de nuevo en él sin cambiar en esencia. En el segundo verso, nuestro aferramiento a las apariencias dualistas se compara con el frío que mantiene el agua confinada como hielo. La verdadera naturaleza del hielo es el agua, sin embargo, y cuando se elimina el frío, como por ejemplo con la llegada de la primavera después del invierno, el agua vuelve a su estado original. De la misma manera, cuando se elimina nuestra confusión dualista, el samsara regresa a su estado original del nirvana. En otras palabras, nunca tuvo una esencia separada; siempre fue nirvana en esencia. Estudiante: ¿Podría explicar de nuevo el razonamiento detrás de decir que las cosas no pueden surgir sin una causa? Parecía contradecir lo que dijiste sobre las cosas que surgen de la unión de causas y condiciones aparentes. Rinpoche: Decir que las cosas aparentemente surgen de la aparente unión de causas y condiciones no es lo mismo que decir que las cosas realmente surgen de causas verdaderamente existentes o que realmente surgen de ninguna causa. El punto importante aquí es que el error es pensar que las cosas realmente surgen, porque entonces tendrían que tener causas verdaderamente existentes y tendrían que venir de uno mismo, de otro o de ambos, o tendrían que decir que surgen sin causa.

Los primeros Madyamikas usaron muchos argumentos en contra de los diversos puntos de vista de la corriente emergente en la India en ese

momento. Nagarjuna en su Sabiduría Fundamental del Camino Medio, y Chandrakirti en su ‘Introducción al Camino Medio’ usaron muchos argumentos para contrarrestar las escuelas no Budistas y Budistas que afirman que el surgimiento es real. Por ejemplo, refutaron a los Samkhyas, que tenían argumentos bastante detallados y complejos que trataban de probar que las cosas surgían de sí mismas. Los Samkhyas argumentaban que las cosas existían como potencialidades latentes que podían ser activadas por las condiciones. Así que la potencialidad era en realidad la cosa misma que existía antes de que surgiera. Luego estaban las escuelas Budistas que argumentaban que las cosas surgían de partículas sutiles indivisibles de materia –afirmaron que surgían de otras. Los Madyamikas produjeron una gran cantidad de argumentos para refutar esa noción. Los Jainas produjeron una masa de argumentos muy inteligentes para demostrar que las cosas surgen tanto del yo como del otro, como una olla surge de la arcilla, que es en sí misma, y de la habilidad y el equipo del alfarero, que son otro. Finalmente, los Charvakas eran una especie de escuela nihilista que creía que las cosas surgían sin ninguna causa. Negaron la existencia de vidas pasadas y futuras y del karma.

Así que los primeros Madyamikas tenían mucho trabajo para hacer –tenían que producir razonamientos para refutar toda esta especulación intelectual. Lo refutaron demostrando que, al igual que el reflejo de una luna en el agua, aparentemente surgen cosas, pero de hecho no se puede encontrar el menor rastro de existencia sustancial en nada de lo que aparece.

Cuando uno examina con un razonamiento inequívoco, no hay surgimiento de ninguno de los cuatro extremos. La mera apariencia del surgimiento es no nacida e incesante, como el reflejo de la luna en el agua.