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El Canto del Profundo Significado Definitivo
El Canto del Profundo Significado Definitivo Cantado en la Cordillera Nevada
Un invierno. Milarepa se dirigió a su refugio en la montaña con solo un poco de harina de cebada tostada. Inmediatamente después de irse, nevó constantemente durante nueve días y nueve noches, de modo que todos los caminos que subían a las montañas quedaron completamente bloqueados durante seis meses. Los discípulos de Milarepa pensaron que no podía sobrevivir con tan pocas provisiones y que no había manera de llegar hasta él hasta después del invierno, cuando la nieve se derritiera. Finalmente pudieron llegar hasta su lugar de retiro con el corazón encogido, seguros de que estaba muerto. Pero para su alegría y asombro, no solo estaba vivo, ¡Sino que estaba muy feliz!. Todos se alegraron mucho y le rogaron que bajara al pueblo, para que todos sus patrocinadores y estudiantes pudieran verlo y compartir su alegría. Así que Milarepa bajó con ellos y, en medio de todo el regocijo, sus estudiantes le suplicaron que les contara sobre su experiencia de meditación en el retiro. Se sentían seguros de que debía tener algo muy especial que decir después de esa experiencia. Les cantó el siguiente canto, de forma completamente espontánea, hablándoles de la visión profunda, la meditación, la conducta, el samaya ultimo y el resultado.
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Para la mente que domina la visión amanece la vacuidad, en el contenido visto no existe ni siquiera un átomo, el que ve y lo que se ve se refinan hasta que desaparecen. Esta forma de realizar la visión, funciona bastante bien.
Cuando la meditación es un río de luz clara que fluye, no hay necesidad de confinarla a sesiones y descansos, el meditador y el objeto se refinan hasta que desaparecen. Este centro del corazón de la meditación, late bastante bien.
Cuando estás seguro de que el trabajo de la conducta es luz luminosa, y estás seguro de que la interdependencia es vacuidad,
el hacedor y lo hecho se refinan hasta que desaparecen. Esta forma de trabajar con la conducta, funciona bastante bien.
Cuando los pensamientos sesgados se ha desvanecido en el espacio, sin fachadas falsas, los ocho dharmas, ni esperanzas ni temores, el guardián y lo guardado se refinan hasta que desaparecen. Esta manera de guardar el samaya, funciona bastante bien.
Cuando finalmente has descubierto que tu mente es Dharmakaya y realmente haces el bien para ti mismo y para los demás, el ganador y lo ganado se refinan hasta que desaparecen. Esta manera de ganar resultados, funciona bastante bien. Visión
El primer verso trata de la visión profunda. Cuando decimos “visión” en este contexto, nos referimos a la visión última que es ver por el ojo perfecto e inconfundible de la sabiduría. ¿Qué ve este ojo de sabiduría? ¿Qué se le parece a la mente que ha dominado la visión? la vacuidad. Esto suena como si la vacuidad fuera algo que puedes ver, pero si luego preguntas si hay alguna esencia o naturaleza allí para ser vista, la respuesta es no, no hay el más mínimo rastro, ni el más mínimo átomo de esencia para ser visto. Ya que no hay nada que ver, no puede haber nadie que vea nada, y por lo tanto, tanto el que ve como lo que se ve se han desvanecido, trascendido, “refinados hasta que desaparecen.” Si hubiera alguien que ve y algo que se ve, esta no sería la visión ultima. Para que sea la visión última, tiene que estar más allá de la dualidad, más allá de algo que se ve y alguien que lo ve. En la visión ultima no hay nada que ver o fijar.
Debido a que la visión de Milarepa es de hecho así, él puede decir con confianza que su “forma de realizar la visión... funciona bastante bien.”
Particularmente en la tradición Mahamudra, se enseña que simplemente ver la naturaleza vacía de los objetos externos no es suficiente. Esto significa que tu ojo de sabiduría tiene que mirar la verdadera naturaleza de la mente interior. Si puedes hacer esto sin que haya nada que ver o que nadie vea nada, entonces tienes la visión del Mahamudra.
Meditación
El siguiente verso trata sobre la meditación profunda. La meditación Mahamudra es descansar naturalmente en la naturaleza de luz clara de la mente, como un río que fluye continuamente sin ninguna pausa o interrupción. Al igual que un río fluye, fluyes dentro de la naturaleza de la luz clara sin ningún sentido de diferencia entre las sesiones de meditación y los descansos. No hay distinción entre ellos, porque simplemente descansas naturalmente en la luz clara, sea una sesión de meditación o no. Simplemente te relajas dentro de la luz clara como un río que fluye. Y en esta meditación, no existe el concepto de que haya un meditador o algo sobre lo que meditar –todas esas fabricaciones dualistas han sido trascendidas, perdidas, refinadas. Debido a que la meditación de Milarepa era así, sin ninguna diferencia entre sesiones y descansos, podía cantar que su “centro del corazón de la meditación” latía “bastante bien.”
“Centro del corazón” es una traducción literal de la expresión Tibetana, “ning ru.” Cuando una persona pone todo su corazón y su ser en algo, se dice que tiene un centro del corazón. La idea es que el corazón está completamente comprometido y entregado a lo que uno está haciendo. No se escatima en nada. Aquí, “centro del corazón” describe la diligencia de Milarepa en la meditación. Está comprometido al cien por cien con su práctica, y no considera que ningún objetivo mundano sea en absoluto importante.
Conducta
El siguiente verso trata sobre la conducta profunda. Milarepa acaba de cantar sobre cómo su experiencia de la meditación es la experiencia de la luz clara; ahora, cuando canta, “Cuando estás seguro de que el trabajo de la conducta es luz luminosa”, indica que su experiencia de la actividad de su cuerpo y habla es también la experiencia de la luz clara. Ha realizado que toda la actividad del cuerpo y del habla ocurre en el interior, y son una manifestación de la expansión radiante de la mente de luz clara. De hecho, nada se mueve nunca en esta extensión, ni siquiera en el más mínimo grado. Ya que cualquier cosa que Milarepa haga, él nunca está apartado de la visión profunda y la meditación, él está seguro de que el trabajo de la conducta es luz luminosa.
“Y estás seguro de que la interdependencia es vacuidad,” –aquí, Milarepa canta sobre su realización de la completa impregnación de la vacuidad en el surgimiento dependiente. Esto significa que todo lo que surge de manera dependiente es vacío, y desde la vacuidad interior brilla la fantástica variedad de apariencias surgidas de manera dependiente. En otras palabras, la apariencia y la vacuidad son inseparables.
Es muy importante para nosotros tener certeza en el hecho de que todo lo que es dependiente existente está vacío de naturaleza inherente. Toma la felicidad y la infelicidad como ejemplo. Nuestra noción de “felicidad” solo puede existir en dependencia de nuestra noción de “infelicidad.” Pero lo contrario también es cierto: para que tengamos una idea de “infelicidad”, primero debemos tener una idea de lo que es “felicidad”. Dado que estos dos conceptos solo pueden existir dependiendo el uno del otro, no existen inherentemente. Son como la felicidad y la infelicidad en un sueño.
Todos los conjuntos de cosas aparentemente contradictorias son exactamente iguales: solo pueden existir en dependencia unas de otras, por lo que no existen inherentemente. Por lo tanto, todos los opuestos aparentes, como lo limpio y lo sucio, lo bello y lo feo, el amigo y el enemigo, lo bueno y lo malo, etc., son en realidad de la naturaleza de la ecuanimidad completa. En la realidad genuina, todos son fundamentalmente lo mismo.
Otra forma de obtener la certeza de que todas las cosas surgidas de manera dependiente están vacías es mirar las causas y condiciones de una cosa. Si algo realmente existiera, deberíamos ser capaces de encontrar su causa raíz, el lugar de donde vino originalmente. Sin embargo, lo que encontramos cuando analizamos es que sea lo que sea, no surge de una sola causa ni una sola condición, sino de la conjunción de toda una serie de causas y condiciones. Y cuando examinamos esas causas y condiciones en sí, encontramos que también dependen de su propia gran multitud de causas y condiciones. Por lo tanto, nunca podemos encontrar realmente la causa raíz de nada, así que, ¿Cómo puede originarse algo realmente? ¡No puede! Por lo tanto, podemos concluir que las cosas están vacías de existencia verdadera.
El mejor ejemplo de la completa impregnación de la vacuidad en el surgimiento dependiente es una luna de agua. Cuando todas las condiciones adecuadas se juntan por la noche, la luna aparece en la superficie de un charco de agua. Y, sin embargo, no hay nada sustancial en el agua, ¡Realmente no hay nada ahí! Es una mera apariencia que aparece debido a la unión de causas y condiciones. La visión de la inseparabilidad del surgimiento dependiente y la vacuidad, como lo ilustra el ejemplo de la luna de agua, es muy importante porque nos impide caer en los dos extremos del eternalismo y el nihilismo.
Vemos que, al igual que la luna de agua, las cosas no tienen una existencia verdadera, por lo que no caemos en el extremo de pensar que son reales. Por otro lado, no negamos que las cosas aparecen, por lo que no caemos en el extremo nihilista de aferrarnos a la nada. Como dijo el protector Nagarjuna:
Aquellos que realizan que todas las cosas surgen de manera dependiente y como la luna en un charco de agua no son ni verdaderas ni falsas, no se dejarán llevar por visiones equivocadas.
Las cosas surgidas de manera dependiente no son reales. No son “ciertas.” Pero tampoco son inherentemente “falsas”, porque si lo fueran, entonces “falso”, ¡Podría convertirse en algo verdaderamente existente! Por lo tanto, en realidad las cosas trascienden los extremos de la existencia y la no existencia, verdadero y falso. Todas ellas son manifestaciones brillantes de la apariencia-vacuidad, como lunas de agua.
Milarepa realiza la indiferenciabilidad de la apariencia y la vacuidad, por lo que no tiene nociones de que su actividad sea verdaderamente existente. Es por eso que canta, “el hacedor y lo hecho se refinan hasta que desaparecen.” La conducta de Milarepa es como la conducta en un sueño cuando sabes que estás soñando. Es abierto, espacioso y relajado.
Y también es la conducta de la gran compasión. Milarepa ha purificado hasta el más mínimo rastro de egoísmo, por lo que todo lo que hace es para el beneficio de los demás. En la historia de su vida, puedes leer sobre toda la gran variedad de obras que Milarepa realizó y cuánto
beneficiaron a los demás. La compasión y la realización de Milarepa fueron tan grandes, que incluso aquellos que comenzaron a odiarlo a fondo, como su tía, finalmente se convirtieron en sus discípulos. A través del poder de su realización de la vacuidad, no importa lo mucho que hizo por el beneficio de los demás, nunca se cansó, se quemó o se desanimó. ¿Qué razón habría tenido para hacerlo? Esas cosas solo provienen de aferrarse al yo y a los fenómenos como si fueran reales. Milarepa no tenía ninguno de estos, por lo que podía beneficiar a otros incansablemente, sin esfuerzo, de forma continua y espontánea. Así es como la realización de la vacuidad y la práctica de la compasión van juntas. Y “esta forma de trabajar con la conducta, funciona bastante bien.”
Samaya
El siguiente verso trata sobre el samaya profundo. “Samaya” significa “compromiso sagrado” o “voto sagrado.” En el Vajrayana, la noción de samaya es muy importante, y hay dos tipos de samaya: relativo y último. Hay muchos samayas relativos diferentes: los que hay que mantener en relación con el lama, en relación con el Dharma, en relación con los hermanos y hermanas vajra de uno, y en relación con los seres sintientes en general. Un samaya relativo importante es respetar el propio cuerpo como el cuerpo puro, perfecto, apariencia-vacuidad de la deidad. Estos samayas relativos se purifican en los días 10, 15 y 25 del mes lunar en la fiesta de ganachakra. En el ganachakra uno confiesa todas las infracciones de los compromisos de samaya y todos son purificados. Todos estos diferentes compromisos se crean, mantienen, rompen y reparan en base al concepto y a la mente conceptual.
El samaya ultimo es darse cuenta de la verdadera naturaleza de la mente, el Mahamudra, y este es el samaya sobre el que Milarepa está cantando en este verso. Habiendo realizado el Mahamudra, ha descubierto que todos sus pensamientos sesgados relacionados con guardar o infringir el samaya han desaparecido y se han disuelto en la extensión de la conciencia-vacuidad. Pensamientos como, “Oh, eso es una infracción del samaya con el lama”, o “Oh, eso es una infracción del samaya con el discípulo”, se han disuelto en el espacio, al igual que el aferramiento a las apariencias de los sueños como si fueran reales se disuelve una vez que nos damos cuenta de que estamos soñando. De la misma manera,
Milarepa se liberó de todas las esperanzas y temores asociados con los ocho dharmas mundanos. Los ocho dharmas mundanos son desear felicidad, ganancia, alabanza y escuchar sonidos agradables, y querer evitar el dolor, la pérdida, la crítica y los sonidos desagradables. Normalmente estamos completamente preocupados por tratar de obtener los primeros cuatro y evitar los últimos cuatro. Es solo cuando nos damos cuenta de la verdadera naturaleza de la mente que realmente podemos dejar de luchar con los ocho dharmas mundanos. Lo que es más, debido a los ocho dharmas mundanos, siempre estamos poniendo “fachadas falsas” –que ocultan nuestros pensamientos y sentimientos internos para que el mundo no sospeche que estamos motivados por ellos. Es solo cuando estamos libres de los ocho dharmas mundanos que no tenemos nada de qué avergonzarnos, y nuestros pensamientos internos y acciones externas están verdaderamente en armonía.
Desde que Milarepa realizo el Mahamudra, pudo conservar el samaya ultimo. Esto significaba que se daba cuenta de que no había ningún guardián del samaya ni ningún samaya para ser guardado, y por lo tanto podía decir que su forma de guardar el samaya era completamente exitosa, sin ninguna infracción. “Esta manera de guardar el samaya, funciona bastante bien.”, canta.
Guardar los samayas relativos es como guardar el samaya en un sueño cuando no te das cuenta de que estás soñando. Piensas que realmente hay alguien para guardar los samayas, las infracciones reales de ellos, purificación de esas infracciones, y etc.. Pero el samaya ultimo es como soñar y saber que estás soñando. Las cosas todavía aparecen, pero no las tomas como reales. Así que no transgredes tu samaya porque sabes que no hay un verdadero guardián o rompedor del samaya y no hay un verdadero samaya que guardar o romper.
Resultado
El último verso trata sobre el resultado del camino. Milarepa no tenía dudas sobre la verdadera naturaleza de la mente, la extensión de la conciencia y la vacuidad indiferenciables. Por lo tanto, logró perfectamente su propio beneficio –no había nada más que hacer por su propio bien. Además, fue capaz de beneficiar a los demás espontánea-
mente, sin esfuerzo, libre de cualquier idea de que alguien hiciera algo por alguien. Si todavía hubiera tenido tales ideas, entonces su visión todavía habría estado en el reino de la realidad aparente o relativa. Pero estaba completamente libre de ellos, por lo que podía cantar que su realización del resultado fue completamente exitosa, que “¡Funciona bastante bien!” Es el propio Dharmakaya.
La verdadera naturaleza de nuestra mente, en este momento, es la claridad-vacuidad, la extensión de la conciencia y la vacuidad indiferenciables. En la realidad genuina, es el Buda o Dharmakaya naturalmente puro. Solo está cubierto temporalmente, velado por oscurecimientos que no son de su esencia. No hay nada que tengamos que hacer o crear para hacer que nuestra mente sea el Buda. Todo lo que tenemos que hacer es eliminar los oscurecimientos.