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Capítulo

énfasis en la vacuidad se conoció como el segundo giro de la Rueda del Dharma.

Varios siglos más tarde, en el siglo IV D.C., otro desarrollo importante atribuido a dos hermanos, Asanga y Vasubandu, ocurrió en el Budismo. Asanga fue a un retiro solitario para buscar respuestas a sus preguntas sobre el Dharma del Buda Maitreya. Después de doce años de práctica difícil, Asanga había despejado su mente de obstáculos y desarrollado una compasión espontánea tal grande que en realidad fue capaz de encontrarse cara a cara con el Buda Maitreya y recibir enseñanzas de él. Asanga escribió estas enseñanzas junto con comentarios y se han conservado hasta el presente como las Cinco Obras de Maitreya. Una de las más importantes de estas cinco obras es el Ratna-gotta-vibhaga (como se le conoce en Sánscrito) o el Uttaratantra Shastra (como se la conoce en Tibetano). El Uttaratantra es una explicación de la naturaleza de Buda (Sct. Tathagatagarbha) que es una cualidad poseída por todos los seres sintientes que les permite alcanzar la iluminación. Para simplificar en gran medida, el Uttaratantra afirma que la naturaleza de Buda es “permanente, omnipresente y eterna.” Esta declaración contradice básicamente las enseñanzas de Nagarjuna que sostienen que nada es permanente o eterno.

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Como se explicará con mucho mayor detalle en el comentario de Thrangu Rinpoche, podemos pensar que la vacuidad de los fenómenos sugeridos por Asanga tiene una cualidad adicional de claridad o luminosidad. Para simplificar, esto significa que la vacuidad no es vacuo o vaciedad como imaginamos que es el espacio vacío, sino que tiene la posibilidad de que las cosas sucedan en él y tiene un conocimiento. Una ilustración simple de esto es que si examinamos nuestra mente cuidadosamente durante la meditación, encontramos que está vacía de cualquier cosa sustancial –nuestros pensamientos no vienen de ninguna parte, no moran en ninguna parte, y no van a ninguna parte. En otras palabras, no tienen ninguna substancialidad real, sin embargo, hay claramente una corriente de conciencia que siempre está ahí que podemos llamar claridad o un aspecto de conocimiento de la mente. Esta claridad luminosa como se llama en el texto está allí mientras estamos despiertos, mientras dormimos (cuando soñamos), y en realidad ha estado allí en nuestros tiempos de