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por Diana Montequin, Aula 20 y Chempes Saurio
29A por la Ley de Danza en Plaza Moreno, La Plata
Rese帽a por Diana Montequin core贸grafa fb/diana.montequin
Chempes Saurio murguero fb/elchempes
Aula 20 Grupo de Danza de la FBA fb/aula20
29A
por la Ley de Danza
Martes 29 de Abril En Plaza Moreno, Calle 51 y 12, La Plata ph Cande Reinares fb/cande.reinares
ph Cande Reinares fb/ericavoget
“La intervención se iba cargando de vez a vez, se percibía la adrenalina al tomar la calle y diseñar el movimiento.” Diana Montequin y Aula20
“¿Flashmob? … lo viral en sí no empezó con la web, valga la aclaración” Chempes Saurio
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por Diana Montequin y Aula20
CRÓNICA DE UN DÍA MOVIDO El 29 de abril pasado la Danza hizo algo grosso. Presentó una Ley Nacional de Danza en el Congreso de la Nación y salió a la calle en más de 40 ciudades del país para darle visibilidad a su reclamo. Tres apuntes para mirar este evento Primer apunte: hace poco que quienes nos dedicamos a la danza en alguna de sus múltiples posibilidades empezamos a pensarnos y a nombrarnos como trabajadores de la cultura, como sujetxs de derecho. Tanto movernos todo el tiempo y tan quietos durante tanto tiempo a la hora de pelear por nuestros derechos... Y no hace tanto tampoco que la danza está tratando de decir que es algo más que un material “bello”. Ya nos pesa este lugar común -“¿te dedicás a la danza? ¡ay qué lindo!”. Pero parece que llegó el momento de salir del adormecimiento, de romper la suntuosa burbuja. Hace más de cuatro años que una comisión de especialistas se ha venido juntando para darle forma a este proyecto de ley orientado a que el Estado promueva, estimule y apoye a la danza en sus diferentes manifestaciones. Se la presentó hace más de un año, perdió estado parlamentario y ahora se volvió a la carga, pero esta vez con apoyo masivo en la calle. ¡La danza mueve! Segundo apunte: El 29A se preparó durante varios meses, hubo numerosas reuniones, agite y bajadas a nivel local. Finalmente llegó el día. En La Plata la convocatoria fue en Plaza Moreno, ese espectacular escenario al aire libre. La propuesta fue heterogénea: hubo Jazz / Afro / Folklore / Danza contemporánea / Danza clásica / Danzas latinoamericanas / Hip-hop,
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diversas manifestaciones puestas de manifiesto a través de 10 intervenciones y performances / 12 clases y clases abiertas / 13 obras y ensayos y 1 flashmob masivo (esto último fue una propuesta común para todos los eventos 29A que se realizaron a lo largo del país). ¡La Plata mueve! Tercer apunte: Salió todo muy bien. Hubo mucha gente y distintos modos de participación: como público espectador, como alumno metiéndose en las clases, como activista organizando, pintando remeras, difundiendo, bailando, dando clases, etc. Al igual que en el resto del país, aquí hubo mucho entusiasmo, espíritu colaborativo y sensación de hermandad. Esta disciplina a veces tan egocéntrica, individualista y tan impermeable a la realidad vivió intensamente la experiencia de lo colectivo, la fuerza y alegría que da sentirse parte de algo común a muchos. ¡La danza mueve la conciencia comunitaria! Nuestra participación: Aula20 es el grupo de danza de la Facultad de Bellas Artes -el dato a tener en cuenta es que esta Facultad no tiene danza como carrera de grado, pero ahí estamos metiendo una cuña y tratando de abrir un espacio-. Varixs de nosotrxs participamos activamente en la organización del 29A y todxs quisimos ser parte de ese día bailando. Elegimos para nuestra intervención el semáforo de 12 y 51. Bailaríamos en el minuto que dura la luz roja y lo reiteraríamos varias veces. Nuestra idea era dirigirnos a la gente que cruzaba la calle y a los que iban en auto, reforzando la propuesta mediante las remeras del 29A con la consigna: Yo quiero una ley de danza. Llevaríamos como material de movimiento algo ya trabajado el año pasado en nuestra intervención en la Casa Nacional del Bicentenario para la Muestra Sociedad de trabajo que en este caso particular hacía alusión a los pibes limpiavidrios -la cuestión de la danza como trabajo no es una preocupación nueva para los integrantes de este grupo-. El carácter de la propuesta sería performático y el dispositivo de organización en el espacio y desde el movimiento resultaría muy sencillo, fácil de abordar. A las 17 horas estaba prevista nuestra participación. Nos juntamos en el semáforo e in situ decidimos dar mayor definición a la comunicación sumando dos personas a los costados de lxs performers con remeras en alto para que la consigna se viera desde los autos que paraban más lejos. Con el mismo objetivo incorporamos a algunos amigos que durante la acción repartían volantes
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explicativos del evento y de lo nodal de la Ley de danza. Uno de los músicos que trabaja con Aula20 llevó su tablet, algo de sonido y se enchufó cerca del semáforo. Se tomaron decisiones de último momento que hicieron que finalmente nuestra participación subrayara su carácter de acción artístico política. La intervención se iba cargando de vez a vez, se percibía la adrenalina al tomar la calle y al abordar la iniciativa para diseñar el movimiento, mientras el semáforo cronómetro marcaba el final de esa danza fugaz: 5, 4, 3, 2, 1 fuera! Mucha energía, cuerpos presentes poniendo todo en ese “minuto de fama”. Para algunos de nosotrxs era volver desde el arte al reclamo callejero, algo de nostalgia y felicidad al mismo tiempo sobrevolaba la intervención. Aunque aún el semáforo no le daba paso, algún auto tocó la bocina… sería impaciencia? o sería un gesto de apoyo? Qué pensaría esa señora que nos miraba desde su camionetaza? Habremos sido simplemente una versión un poco más sofisticada en el paisaje de trapitos, limpiavidrios, payasos y malabaristas al que está acostumbrada? O habremos logrado desactivar en parte su mirada automatizada e incomodarla un poco. Señora: la danza ya no es lo que era!
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por Chempes Saurio
UN BAILE VIRAL El 29 de abril se realizaron en más de 40 ciudades del país movidas impulsando la presentación de la Ley Nacional de Danza (http://www.leynacionaldedanza.com) que se daba en el Congreso de la Nación. En cada ciudad el evento tuvo sus características propias. En la Plaza Moreno de La Plata convivían, entre otros, la danza clásica con el hip hop ocupando escenarios construidos para la ocasión y un público que se congregaba lejos de los lugares típicos de exhibición. Como cierre, en las cuarenta ciudades se propuso y presentó un Flashmob. El término Flashmob nos sorprendió a los neófitos. Googleamos: "es una acción organizada en la que un gran grupo de personas se reúne de repente en un lugar público, realiza algo inusual y luego se dispersa rápidamente". Ver para bailar, nos alejamos de la plaza, googleamos algún video. El primer Flashmob que aparece es uno realizado en el programa de Oprah (http://www.youtube.com/watch?v=woPyD1RdkUk). Se muestra un escenario donde un grupo toca y el público -abajo- no se inmuta. Ni baila, ni canta, ni vitorea. Claramente los presentadores se sorprenden, luego el público de a uno empiezan a sumarse en un baile orquestado. Conclusión, la escena se desplaza desde el escenario al estadio. Rápidamente pensamos en los recitales de Los Redondos donde el
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espectáculo era el público. ¿Cuál es la diferencia con el Flashmob?, que el acento está puesto en "una acción organizada" y a su manera el Flashmob no festeja sino disputa el escenario. Más que entronizar a la banda de turno, el público roba la palabra. El 29A no consistió solamente en una mostración de danzas, fue un reclamo desde el lugar de trabajadores de la cultura. Una prueba de organización para una práctica que de modo no oficial tiene múltiples ramificaciones en grupos de diferente envergadura. Justamente la ley reclama un Observatorio Nacional de la danza para vincular esa práctica descentrada y dispersa geográficamente. La coreografía del Flashmob del 29A fue difundida previamente en un video de Youtube que se compartió, a modo de instructivo, en los eventos de Facebook de cada ciudad. Web y plazas, entrar y salir de Internet parece ser una de las premisas más interesante de lo viral. A principios del milenio Toni Negri nos interpelaba con sus reflexiones sobre la multitud y a más de uno le parecía un análisis snob sin mayor alcance. Ahí decía "... ésta es ciertamente una de las paradojas políticas más centrales y urgente de nuestro tiempo: en nuestra celebrada era de las comunicaciones, las luchas [dispersas geográficamente] se han vuelto casi incomunicables". El 29A pone a prueba un reclamo también desde lo viral, tanto en la convocatoria como en el mismo concepto de Flashmob. Pero lo viral no empezó con la Web, ni en 2003, valga la aclaración. Basta recordar el tan mentado Siluetazo donde a fines de la dictadura en Plaza de Mayo un pequeño grupo empezó a producir siluetas de los desaparecidos en papel y rápidamente el recurso fue apropiado y se propagó más allá de los organizadores. Entonces, ¿es posible pensar un concepto de las dinámicas virales que se desembarace de la tecnología hi-tech (alta tecnología)? Otra experiencia low-tech (tecnología básica) la encontramos en Lava la bandera -en el 2000cuando un reducido grupo en Perú empezó a lavar la bandera en repudio a los fraudes electorales de Fujimori. El procedimiento, como el del Flashmob,
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era claro. La gente se fue sumando masivamente a lavar la bandera, replicándose en diferentes plazas de Perú. Del cierre del 29A nos impactó la vuelta del cuerpo, no como un cuerpo crudo sino como cuerpo transitado por la tecnología. Que baila, que entra y sale del espacio virtual ampliando la esfera del espacio público -gracias Mati López-, que ve un video, que se convoca a un evento, que se conecta y desconecta. Un cuerpo que desfetichiza la tecnología para asumirla como un modo de adaptarse, o más bien desafiar, lo que se ha vuelto nuestro medio ambiente: un lugar donde los múltiples escenarios fragmentados sólo pueden adquirir fuerza re-apropiándose de los modos de relacionarnos y moviendo la escala de nuestras articulaciones sin perder el sentido de la visión local, inmediata. Un baile viral, un Flashmob, que invita a repensar las preguntas de siempre ¿cómo bailamos?, ¿cómo decidimos cuál procedimiento replicamos de forma viral?, ¿qué cuerpos se ponen en escena con estas tecnologías? y finalmente ¿cómo nos encuentra ese nuevo espacio público?, lo que sabemos es que lo construimos bailando!, si no nos interesa.
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ph Cande Reinares
ph Erica Voget