Revista diez 238

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7 de julio de 2014. Comitán de Domínguez, Chiapas Editor responsable: Alejandro Molinari

Dr. Jorge Antonio Ruiz Mandujano

Privacidad y exhibición

David Tovilla


Lectura de una fotograf铆a con toque de queda.

Privacidad y exhibici贸n.

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Fotogramas parlantes 25 Entrevista con Dr. Jorge Antonio Ruiz Mandujano.

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Comitán estará de fiesta. Del 26 de julio al 4 de agosto se celebrará la tradicional Feria de Comitán. Nuestro santo patrono será celebrado. En Comitán era tradicional estrenar ropa el día de un festejo especial. Se compraba una “muda” para señalar el gozo y la alegría. En estos días, el pueblo estrenará ves dos para recibir a sus visitantes. La cultura de Comitán, la de la calle, la de la plaza, la de los jardines, la de su dialecto, se mostrará a plenitud. El visitante podrá recorrer las calles y hallará, en el lugar menos pensado, una ensarta de juncia, un aroma de chimbo o un murmullo de marimba. Comitán estará de fiesta y recibirá con los brazos abiertos a todo el mundo que llegue dispuesto a gozar la vida.






CON TOQUE DE QUEDA ¿Por qué este virtual toque de queda? Hay comunidades en Chiapas donde se prohíbe andar por las calles después de las diez de la noche. ¿Será porque hay delincuentes que roban a los transeúntes? ¿Alguien robó la lde que le falta a público y la h que le falta a prohíbe? Alguien comenta que la prohibición es por otra razón. Lo cierto es que hay comunidades donde está prohibido caminar después de cierta hora. ¿Hasta qué hora termina la prohibición? ¿A qué hora la gente vuelve a pensar que todo es normal y que es como en los viejos empos donde se podía andar a cualquier hora del día? Uno en ende lo que sucede en días de festejo. Las personas deben quedarse en las casas hasta el amanecer, hasta la hora en que ya es permi do “andar” por las calles. En las fiestas de Comitán exis a la costumbre de “perder la llave”. Tal vez esta costumbre adver a ya empos en que no se podría salir de las casas por las noches. Sin duda que esta prohibición está dictada por los empos de inseguridad que se viven. Estos virtuales toques de queda alertan y alarman. A la vuelta de la esquina está una prohibición mayor. ¿Qué cas go reciben las personas que son sorprendidas andando en las calles más allá de las diez de la noche? Tal vez más que una prohibición en sí este aviso es un mensaje preven vo. Un poco como decir: “si sales después de las diez de la noche es bajo tu riesgo”. Tal vez conviene dormir temprano e ignorar lo que sucede en las calles durante la medianoche. Tal vez no es tan severo el anuncio. Se sabe que en las comunidades rurales la gente acostumbra dormir temprano. La mayoría de personas se levanta a las cuatro de la madrugada para iniciar labores, para tomar café con pan y luego ir al campo a ordeñar la vaca. Este aviso no lo toleraría el compadre Juan o la sobrina Irma que ene dieciocho años y quien sale todos los viernes va al antro y sale a las dos o tres de la madrugada y camina las calles de Comitán con el suéter como bufanda. Algo hemos perdido. Ya no somos los animalitos que habitaron El Paraíso. Ya somos la generación posterior a la prohibición de “no tomarán frutos del árbol del bien y del mal”. Los pájaros se resguardan a las seis de la tarde, con su alharaca de fans de estadio buscan una fronda y se resguardan, pero si alguien los invitara a una fiesta, a una pijamada, no tendrían impedimento para volar y regresar a su árbol a media noche. Los hombres y mujeres de este empo ya no enen esta libertad. Hay comunidades donde el toque de queda está vigente y la gente debe resguardarse temprano para dejar solitarias las calles. Algo hemos perdido y no es precisamente la lde de público ni la hache de prohíbe.




David Tovilla


En 1944, David Alfaro Siqueiros pintó el mural “México por la democracia y la independencia”, en el Palacio de Bellas Artes. La imagen central es el torso de una mujer que ha roto unas cadenas. Lo relevante: está desnuda y exhibe sus hermosos senos, en primer plano. En la parte superior de los pezones, el artista detalló un brillo que los enfatiza. La modelo fue la propia esposa de Siqueiros. Fue su deseo perpetuarla en esa magnificencia femenina. Lo acertado es que nadie le pidió matizara esas areolas por estar en un lugar de alta concurrencia social. Eso se permitió hace setenta años y en México; hoy, en el mundo global y en la era del tránsito digital, Instagram se adjudica el papel de censor de los senos plenos. La red social destinada a la circulación de fotografías se erige en promotora de la hipocresía. Censura aquellas tomas que tengan los pezones expuestos. Aunque basta con que la autora los cubra con unas estrellitas para salir al mundo. Es decir: no pero sí. Lo prohibido en Instagram son los botones femeninos, aunque todo lo demás se exhiba. Y

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pueden exponerse, erguidos, radiantes, siempre y cuando vayan debajo de una tela. ¡Cuánta falsedad!. De las protestas más notorias fue la de Rihanna, quien se limitó a subir parte de la sesión fotográfica que realizó para la revista italiana “Lui”. La cantante no toleró la censura y cerró su cuenta para ser congruente. Se perdió, así, una de las mayores activistas fotográficas del Internet. El asunto está más allá de las notas de los portales de escándalo. Es de fondo: se trata de la libertad para ejercer el derecho a la privacidad o a la exhibición. En plena época del imperio de la imagen, aún hay quienes —unos pocos— son radicales defensores de su rostro y actividades. No comparten en Internet fotografías personales de ningún tipo. Y si no las suben ellos. nadie, ni amigos, conocidos o familiares deben subirlas. Son raros pero convincentes defensores de su derecho a la vida privada y a la imagen personal. En el sentido opuesto, están aquellas personas que gustan de mostrar todo, sin excepción de sus partes íntimas, al universo. Es una decisión personal y debiera respetarse su derecho a la exhibición, a su ejercicio de la libre expresión. Cuando mucho, pueden procurarse medidas como la advertencia para mayores de edad que acompaña a algunos blogs. Pero compartir los fingidos criterios censores de Instagram, es inaceptable. Por eso Scout Willis, hija de Bruce Willis y Demi Moore, salió a caminar por Nueva York con los senos al aire para que su protesta ante esa marca tuviera resonancia mundial. El derecho a la exhibición ha buscado cómo vencer a Instagram, en su terreno. Por un lado, están quienes persisten y si les cierran una cuenta abren otra. Nada les doblega para mostrar sus cuerpos. Por otro, ha surgido una variante: la moda se llama “underboob”. Las chicas portan buscan tops pequeños, cortan sus playeras o las enrollan hasta el asomo de los senos o hasta donde lo permite la red social: el inicio de los pezones. Y ahí están, con bríos renovados: miles de fotografías con las redondeces medio expuestas. Los “selfies” habituales quedaron atrás. Hay expresiones que no se pueden censurar, máxime cuando la tendencia de la época, desde todos los medios, es sexualizar todo.

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FOTOGRAMAS

PARLANTES

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Y dile a tu tío caballo que ahora sí no lo invitaremos a comer.

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¡Sí, sí, está bien, fue penal!

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SelďŹ e pa'l face.

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ÂĄNo, ese cuento no! LĂŠeme el cuento del gato con botas.

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ยกY dicen que fue penal!

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Dr. Jorge Antonio Ruiz Mandujano


El Dr. Jorge Antonio Ruiz Mandujano es un orgulloso comiteco. Bataneco de Corazón. En su sangre corre la picardía y la espontaneidad del comiteco. Recuerda su infancia, las fiestas de antaño y las bombas que se acostumbraban. A con nuación, responde las siguientes preguntas: ¿Qué opina sobre los elementos que le dan iden dad a Comitán? Importan simos. El cantadito y el vos clásico, un acento muy propio del diminu vo y el posesivo, siempre pedimos “un mi vasito de agua”, y “un mi poquito de café”. Es importante preservar los dulces tradicionales, los chimbos, los dulces, los dulces de cajeta. En los años sesenta, a los dulces que no se hacían en Comitán les llamábamos “dulces extranjeros”. A veces comprábamos un peso de dulces extranjeros, pero nuestras raíces y nuestras costumbres están muy afianzadas. Se han perdido algunos hábitos. Me acuerdo que hace empo el torito de petate nos daba un pánico pero nos llamaba la atención, era una tradición tan emo va, y ahora ya no existe. Desde que tengo uso de razón hablamos de vos, quizá en algún momento quisimos romper ese cordón umbilical; nos fuimos a estudiar la carrera a otra ciudad, en la ciudad de México, y el vos ya no nos parecía autén co sino que creíamos que al usarlo nos estábamos quedando cortos en nuestro desarrollo intelectual. Regresamos a Comitán, afortunadamente, y lo retomamos con mucho más entusiasmo, con más sabor, con más alegría. ¿Qué era el torito de petate? Son las tradiciones del pueblo mexicano, no solo de Comitán. En las fes vidades, antes del “rompimiento”, cinco de la mañana, comienzan a sonar las primeras campanadas para invitar a la gente a la capilla, a la iglesia. La cohetería es un aviso de que estamos de fiesta. El torito de petate consiste en una estructura hecha de carrizo, cartón o petate, que ene dos aguas encima. En cuanto la feria está tomando alegría, sueltan el torito de noche y este hombre pasa por la mul tud haciendo correr y gritar a la gente y se prende la fiesta. El torito dura de cinco a diez minutos, creo que voy a exagerar, y eso mueve a todo mundo y prende la emoción y la adrenalina. Es un rato de alegría. ¿Cómo eran las fiestas que le tocó vivir en su infancia y juventud? Eran fiestas muy sanas. El día del cumpleaños de un o mío que se llamó Luis, hermano de mi mamá, era la fiesta grande. La navidad era otra cosa sorprendente. Venía el o Erasto, de México. La marimba la tenía de cinco a siete días. La marimba de Manuel hijo estaba contratada cuatro meses antes. Mi o mandaba el dinero para que se prepararan las cocineras; se buscaran los guajolotes, los borregos, y finalmente mandaba tres o cuatro cajas con foquitos de navidad. Luces, cohetes, triques. Nos tocó vivir la bella época de la marimba, fiestas tradicionales muy sanas, sin mayores desórdenes. No faltaban los “chalequeros” de siempre. Nosotros fuimos chalequeros alguna vez, gorrear, llegar a la fiesta de colado. Inclusive, los chalequeros eran los primeros que pasaban a la mesa del tamal, se servían de dos a tres veces, y eran los dueños de la fiesta cuando no tenían ni vela en el en erro. Pero es una tradición y la gente muy amable. Los anfitriones nunca nos despreciaron. Salíamos hasta las cinco de la mañana, cuando aparecía la llave. Eso sí, nos tocó en varias ocasiones la llave perdida, y en la casa de uno preocupados porque no llegábamos. ¿Cómo es eso de que “se perdió la llave”? Lo provocaba la misma emoción, la euforia, la alegría del comiteco, generalmente con dos o tres tragos. La fiesta tomaba más calor, más alegría. Se perdió la llave precisamente en la boda de mi mamá, a las cinco de la mañana no podía salir nadie, hasta que apareció como a las siete. Esto lo hacían para que la gente no se fuera y se quedara más empo en la fiesta. Siempre hay excesos, pero ahí es que el anfitrión y los desposados, los papás, los padrinos, preparaban un caldo a las cinco o seis de la mañana para que se quedaran y había café y seguía la fiesta y la marimba, por supuesto, no dejaba de tocar. Aparecía la llave cuando ya había amanecido, cuando ya habían disfrutado. ¿Y las bombas? Aún se da. Ya no tan frecuente porque la marimba era el marco propio para “las bombas”. Los tecladistas y la electrónica

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y todos esos sonidos que han venido a revolucionar con nuestra 茅poca ya no lo permiten. Pero en las familias tradicionales, mayores, en la marimba no falta quien diga bomba, hacen esa pausa: Cuando te vi venir le dije a mi coraz贸n, que bonita piedrita para darnos un trompez贸n. *** Tu eres la sopita yo soy el arroz, que bonito juguito har铆amos los dos.

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Estas son bombas de mi mamá. Ahora recuerdo una de las bombas muy propias de mi abuela, la madre de mi mamá, ella era viuda y decía: Al pasar por un río yo vi a mi amor bañándose. Le pregunté, ¿verdad amor mío que lo que lavas es mío? Y seguía la marimba. Empezaba la picardía y el dejo comiteco. Por ahí estaba todavía un o, primo hermano de mi mamá, Armando Alfonzo. Él dejó un libro que, precisamente, se llama “Comitecadas en verso”. Dentro de ellos ene varios niveles, hay versos perversos, bombas malcriadas y bombas retemalcriadas. En aquel empo era muy di cil que en Comitán a la pareja le dieran el sí, en segundo lugar era di cil que pidiera la mano, tenía que pasar cuatro o seis años de noviazgo para que después de un serio análisis y reunión a puerta cerrada, la familia diera el sí o pusieran otros cuatro años de plazo. Era horrible. Se visitaba a la novia los jueves y los domingos, hasta que la luz bajaba de intensidad (en los años 40, 50, a las ocho de la noche se cortaba la luz en Comitán) y el novio tenía que despedirse. Con ese mo vo, después de tres pedidas del novio y que no había nada, Armando Alfonzo hizo una bomba: Te lo digo de una vez niña erna y candorosa, mi capullito de rosa, qué hermoso tu s tenés, ¿pero cuándo nos vamos a casar pues? La comida comiteca es un elemento de iden dad muy importante en Comitán: Por la boca entra la salud, la alegría. La gastronomía comiteca es autén ca y los nombres de estos pos de pla llos son más autén cos todavía por ejemplo: el chile en vinagre; tortaditas de palmito envueltas con clara de huevo; los panes compuestos; el chicharrón de hebra; la olla podrida; los huesos de Tío Jul, ¡quién no ha probado esos huesos! Cuando alguien llega a Comitán y no prueba los huesos, es como si no hubiera llegado a Comitán. Otra comida: la ropa vieja. Mi mamá nos hacía el cocido, a veces no terminaba y esa carne que quedaba hoy, mañana estaba deshilachándose se freía con huevo ¡riquísimo! No teníamos muchos recursos para comer carne todos los días. Mi mamá hacía las enchiladas de pobre, eran tor llas remojadas en salsita de tomate, caldoso, y se enrollaban. Si te iba bien había un poquito de queso para ponerle sabor a las enchiladas, y comíamos riquísimo. En Comitán encontramos un sabor muy rico. Nosotros lo recomendamos a la gente que viene. No debemos dejar que se pierdan nuestras comidas y bebidas tradicionales. Por su calidez y su calidad, debemos promoverlas, mantenerlas vivas. ¿Cuáles son los recuerdos de estas fiestas que más marcaron su vida? Todo. El pa o era empedrado, el traspa o era de erra, con un enmallado muy sencillo de gallinero. La casa funcionaba muy bien, muy fresca, de tejas, con su corredor, con sus macetas, donde las colas de quetzal caían, casi dos metros, al piso. En los pilares se ponían las palmitas que se encargaban por el rumbo de Tzimol. Por supuesto, los festones y la juncia. En ocasiones, la fiesta se hacía con un manteado. Aunque de manera modesta, todos sacaban sus mejores luces. Sus regalitos envueltos en papel de china. Una lata de conserva, ese era el regalo tradicional de mi mamá. Bau zo, quince años, lo que sea, su lata de piñas en conserva, con el papel de china encopetado con un moñito. Era un gran regalazo. La forma en que Jorge Ruiz Mandujano nos acerca al Comitán de aquellos años es sorprendente. Es cierto que algunas prác cas se han ido perdiendo, pero la alegría, el humor y el guateque de los comitecos, se man ene intacto.

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Programa del Martes 1 de julio de 2014

Invitados de honor: Maestro Francisco Mayorga, Dra. Gloria López Morales y Lic. Roberto González. En la fotografía: Jorge, Gloria, Paty y Roberto.

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