Conocimiento aditivo y conmutable

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El conocimiento científico no es solo aditivo, además puede ser conmutable Argüello Horacio Daniel Resumen En este trabajo, se presentan y analizan, a modo de debate ciertas problemáticas inherentes al conocimiento científico. Se realiza un recorrido por los fundamentos de las ciencias experimentales, incluyendo miradas alternativas a la epistemología clásica y el paradigma como organizador de la actividad científica de la mano de Thomas Khun. La discusión se centra en la afirmación: “Cuando las investigaciones científicas se hacen correctamente, los científicos descubren conocimiento que no cambiará en los años futuros, ya que los conocimientos nuevos se añaden a los conocimientos anteriores, y los conocimientos anteriores no cambian”. Para ello se recurrió al estado del arte presente en el Postítulo de Alfabetización Científica y Escuela. Esta afirmación es discutida por considerar al conocimiento científico como acumulativo, invariable y con cierto carácter progresivo. Las observaciones, y las teorías que las ordenan, son reconsideradas para configurar sus relevancias en las producciones de conocimiento científico. La afirmación en discusión, es rechazada por desestimar los grandes cambios o revoluciones (según Khun) que existieron en la historia de la ciencia. Además se examinan los conceptos de desarrollo y progreso en el campo del conocimiento científico, sumando otros factores que hacen al mismo, como la participación de los avances tecnológicos. Introducción El presente trabajo, despliega y analiza a modo de debate ciertas problemáticas inherentes al conocimiento científico. Se parte de la afirmación: “Cuando las investigaciones científicas se hacen correctamente, los científicos descubren conocimiento que no cambiará en los años futuros, ya que los conocimientos nuevos se añaden a los conocimientos anteriores, y los conocimientos anteriores no cambian”. De la misma se discute principalmente la consideración del conocimiento como invariante y acumulativo. En la presente dialéctica se realiza un recorrido por los fundamentos de las ciencias experimentales (no abarcando las ciencias formales), confrontando miradas de la


epistemología clásica con alternativas a la misma, y el paradigma como organizador de la actividad científica de la mano de Thomas Khun. Se deja de lado la discusión de lo que representa hacer investigaciones “correctamente” y lo que involucra dentro de la ciencia la expresión “descubrir”. Epistemología, hechos y observación En la visión clásica de la ciencia se edificaron varias escuelas que buscan formalizar el conocimiento científico. Las más relevantes, la de los empiristas y la de los positivistas. Ambas han defendido la idea de que el saber científico tiene basamento en los hechos. “Empirismo y positivismo comparten el punto de vista de que el conocimiento científico debe de alguna manera derivarse de los hechos alcanzados por la observación”1 (Chalmers A. F., 1988, p. 3) Aquí se presenta la necesidad de analizar dos términos, “hecho” y “observación”. La idea de hecho que comparten estas visiones involucra tres aspectos: •

Los hechos son percibidos mediante los sentidos y sin prejuicios por parte de los observadores solícitos.

Los hechos son independientes de la teoría y anteriores a la existencia de esta.

Los hechos son un rudimento que hace al conocimiento científico.

En cuanto a la observación, “lo que ven los observadores, las experiencias subjetivas que tienen cuando ven un objeto o una escena, no está determinado únicamente por las imágenes formadas en sus retinas sino que depende también de la experiencia, el conocimiento y las expectativas del observador (…) uno tiene que aprender para llegar a ser un observador competente en ciencia”2 (Chalmers A. F., 1988, p. 7) Las imágenes que se presentan en la retina no son las únicas responsables de las experiencias perceptuales. Las observaciones, y las teorías que las ordenan y configuran son relevantes en las producciones de conocimiento científico. Cuando se habla de observación, se habla preeminentemente de la visión (aunque se pueda incluir en algunos casos otro de los sentidos). A lo largo del tiempo las observaciones dejaron de ser a “ojo desnudo” y fueron siendo mediadas por instrumentos y elementos tecnológicos.

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Chalmers A. F., ¿Qué es esa cosa llamada Ciencia?, pág. 3 Chalmers A. F., et al., pág. 7.


El problema de la observación está centrado en la carga teórica que se presenta en su desarrollo y análisis. Dicha carga teórica existe tanto en el uso de instrumentos como en las hipótesis subyacentes a la observación. El bagaje cultural y social, además del bagaje estructural del aparato perceptivo (físico humano), hacen a las hipótesis subyacentes. No se puede considerar que una observación resulte totalmente objetiva. El término “objetivo” no debe ser interpretado como “perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, con independencia de la propia manera de pensar o de sentir”3. (RAE) En este ámbito se entiende a lo objetivo como lo que alcanza un acuerdo o consenso de intersubjetividades. Existe también la necesidad de distinguir dentro de las teorías científicas a las entidades observables y las entidades teóricas. Entre las primeras se cuentan a las que pueden ser apreciadas por nuestros sentidos. Las “otras entidades, cualidades y relaciones que no son accesibles a nuestra percepción, pueden estar, sin embargo, relacionadas con entidades, cualidades y relaciones observables; y es por esto que podemos tener conocimiento de ellas”4 (Miguel H., 2004, p.91). Este modo indirecto de percepción las hace entidades teóricas. Las entidades observables y los términos que se refieren a ellas, están relacionados a leyes empíricas, mientras que los términos teóricos forman parte de los enunciados de las leyes teóricas. La diferenciación y clasificación de las entidades observables y las entidades teóricas no tiene límites únicos y ni fijos. Además de que las fronteras pueden cambiar con el tiempo, también cambian de una especialidad o ciencia a otra. La carga teórica también podría considerársela en plural, disociándola en “carga teórica consciente” y “carga teórica inconsciente”. Así se considera la carga teórica consciente a la que involucra el conocimiento y la aceptación de las teorías que sustentan el funcionamiento de un instrumento, como por ejemplo en el tensiómetro.5 (Miguel H., 2004, p.92) La carga teórica inconsciente es la que se presenta por medio de nuestra interpretación, las “hipótesis subyacentes”, en base al bagaje cultural, formativo, experiencial, etc.

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Real Academia Española, http://lema.rae.es/drae/?val=objetivo Miguel H, Las Raíces y los Frutos, pág. 91. 5 Miguel H, et al., pág. 92. 4


Esta también forma parte “…cuando decidimos comenzar un relevamiento de cualquier índole, seguramente aplicaremos, una serie de criterios por los cuales damos importancia a ciertos datos y a otros no”6. (Miguel H., 2004, p.97) El “desarrollo” y el “progreso” en ciencias El enunciado en discusión lleva a pensar también los conceptos de desarrollo y progreso en el campo del conocimiento científico. Al interpretarlo, se cae de una manera u otra en la idea de “progreso”. Uno de los modos de entender al progreso en ciencia es “como un acercamiento por aproximaciones sucesivas a la realidad”7 (Klimovsky G, 1994, p.84) Respecto a la palabra desarrollo, familia de la palabra “desarrollar”, existen muchas acepciones de uso común: desarrollar puede entenderse como extender, acrecentar (algo de orden físico, intelectual, etc.), explicar, exponer o discutir, acontecer o cómo sinónimo de progreso. Al recurrir para su definición al diccionario de la Real Academia Española se encuentra lo siguiente: “Progreso. (Del lat. progressus): 1. m. Acción de ir hacia adelante. 2. m. Avance, adelanto, perfeccionamiento”8. (RAE) Si se consideran estas acepciones y se las relacionan al progreso del conocimiento científico se puede llegar a entender que siempre se suma conocimiento y que este se perfecciona. Al interpretarse de esta manera se cae en una idea inductivista de lo que es el progreso, dicho de otra manera, que el conocimiento es acumulativo. De este modo se desestima la idea de cambio que involucre redefiniciones y reestructuraciones de los enunciados que buscan explicar fenómenos de la realidad. A los ojos de los hipotéticos deductivos lo que se consigue no es el conocimiento de cómo es la realidad, sino cómo no es y eso lleva al progreso en ciencia. Se conservan los enunciados que superaron intentos de falsación. Se aspira a corroborar o refutar, según corresponda los enunciados (ya sean leyes generales o de menor rango) en base a las consecuencias observacionales. Otro modo de entender el progreso en ciencia es el legado de Kuhn. “Se puede resumir la imagen de ciencia que tiene Kuhn de cómo progresa la ciencia mediante el siguiente esquema abierto: preciencia – ciencia normal – crisis – revolución – nueva ciencia normal – 6

Miguel H, et al., pág. 97. Klimovsky G., en UBA XXI, Introducción al pensamiento Científico, pág. 84. 8 Real Academia Española,http://lema.rae.es/drae/?val=progreso 7


nueva crisis”.9 (Chalmers A., 1988, p.128) Según esta propuesta explicativa de la ciencia, existen dos tipos de progreso, uno interno a la ciencia normal, relacionado al mejoramiento y otro que está en discusión, respecto al progreso por medio de las revoluciones. Durante la ciencia normal, el progreso es acumulativo dentro del paradigma. Al existir crisis y cambio de paradigma, se produce un cambio discontinuo. “La alternativa de Kuhn al progreso acumulativo que es la característica de las concepciones inductivistas de la ciencia es el progreso a través de las revoluciones”10 (Chalmers A., 1988, p.140) Este modo de entender el devenir científico también fue y es criticado. Los puntos más criticados de la propuesta de Kuhn son: •

Si el paradigma condiciona la observación, no sería posible distinguir las anomalías. Esto va de la mano con la idea de inconmensurabilidad de los paradigmas.

Se discute si existe progreso con el cambio de paradigma.

A lo largo de su existencia, las disciplinas científicas lograron aumentar sus potenciales en distintos rubros y aspectos. “Los filósofos de la ciencia creen generalmente que la ciencia ha sido una muy exitosa empresa para producir ideas que nos dan a nosotros un control manipulativo y predictivo sobre la naturaleza. En suma los filósofos generalmente ven la ciencia como un progreso, al menos a lo largo de esta dimensión.”11 (Laudan L., 1990, p.196) En coincidencia con la reflexión de Larry Laudan, se considera que la ciencia brinda, a nivel instrumental, lo ya mencionado además de poder explicativo. Conclusión Recapitulando, la expresión en discusión dice: “Cuando las investigaciones científicas se hacen correctamente, los científicos descubren conocimiento que no cambiará en los años futuros, ya que los conocimientos nuevos se añaden a los conocimientos anteriores, y los conocimientos anteriores no cambian”. La afirmación en debate, es rechazada por desestimar los grandes cambios en el conocimiento científico, lo que a los ojos de la propuesta de Khun serían las revoluciones 9

Chalmers A. F., et al., pág. 128. Chalmers A. F., et al., pág. 140. 11 Laudan L., La historia de la ciencia. Fundamentos y Transformaciones, pág. 196. 10


científicas. A lo largo de la historia existieron contraejemplos de lo que se afirma en el enunciado. Momentos que dejaron constancia de que los conocimientos y explicaciones vigentes en una etapa histórica no compatibilizaron con los razonamientos novedosos que los desafiaron y finalmente se impusieron. El ejemplo más claro es el pasaje del modelo geocéntrico (aristotélico-ptoloméico) al modelo heliocéntrico (copernicano y los continuadores). Otro ejemplo es el existente en química, se dio una redefinición de la disciplina cuando la teoría del flogisto fue desplazada por lo producido de la mano de Lavoisier. “La ciencia moderna no es una acumulación estática de hechos organizados de una manera en particular, sino un proceso que tiene lugar en las mentes de científicos vivientes”12 (Curtis H., 1986, p.35) con base en lo precedente. En conclusión el enunciado es rechazado tal cual se expresa, ya que considera al conocimiento científico como acumulativo, permanente y con cierto carácter progresivo (desarrollo continuo), entendida esta característica como suma de conocimientos sin modificaciones de lo previo. No se puede aseverar que los conocimientos que produce la ciencia (ya sean teorías, leyes, etc.), analizándolos desde un enfoque historicista (teniendo resistencia desde otras ópticas), simplemente se suman a los existentes, sino que pueden llevar a reformulaciones drásticas, dejando de lado conocimientos y enunciados anteriores.

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Curtis H., Biología, Pág. 35.


Bibliografía Chalmers A. F. (1988). ¿Qué es esa cosa llamada Ciencia? Buenos Aires, Argentina: Siglo XXI Editores. Curtis H. (1986) Biología. Buenos Aires, Argentina: Editorial Médica Panamericana. De Asúa M. (1990) La historia de la ciencia. Fundamentos y Transformaciones. Centro Editor de América Latina Hernández Fernández L. (2005), Tesis Básicas Del Racionalismo Crítico, Universidad de Chile- Facultad de Ciencias Sociales. Recuperado el 17 de agosto 2012 en http://www2.facso.uchile.cl/publicaciones/moebio/23/hernandez.htm/ Miguel H. (2004) Las Raíces y los Frutos, Buenos Aires, Argentina: Editorial CCC Educando. Philosophica (s.f.) Enciclopedia Filosófica On Line. Recuperado el 23 de agosto 2012 en http://www.philosophica.info/voces/kuhn/Kuhn.html#toc6/ Real Academia Española (s.f.), Recuperado el 15 de agosto 2012 en http://rae.es/rae.html/ UBA XXI (2002), Introducción al pensamiento Científico, Buenos Aires, Eudeba.


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