EXPERIENCIAS DE CONFINAMIENTO 2

Page 1

experiencias del confinamiento textos y dibujos - 5º B E.P. - 2019-2020

nuestros héroes

CEIP “Nª. Sª. DE LA LUZ” - ARROYO DE LA LUZ


presentación EXPERIENCIAS DE CONFINAMIENTO son los testimonios de los niños y niñas de 5ºB sobre sus vivencias durante las semanas que hemos permanecido en casa debido a la crisis sanitaria padecida desde marzo. Son textos en los que nos cuentan cómo se han sentido, de qué manera se han organizado para realizar las tareas escolares y llenar el tiempo libre que les quedaba, lo que han echado de menos, etc. Con enorme sinceridad nos narran lo que han aprendido de esta experiencia y lo mucho que valoran la salud, la libertad, la familia, los amigos o el colegio.

NUESTROS HÉROES son los dibujos que hemos realizado para reconocer y valorar a tantas personas que con su trabajo, muchas veces en condiciones realmente difíciles y arriesgadas, han ayudado a los demás durante el periodo de confinamiento. Es nuestro sencillo pero sincero homenaje a sanitarios, comerciantes, transportistas, personal de limpieza, fuerzas de seguridad, etc., por su esfuerzo y compromiso con la sociedad.

Estos trabajos han formado parte de la programación de Lengua Española de 5º durante el tercer trimestre. José Mostazo Rebollo - Lengua Española 5º - junio 2020 CEIP “Nª. Sª. De la Luz” – Arroyo de La Luz


alumnos-as participantes (por orden alfabético): ADRIÁN SANGUINO GIBELLO ALBERTO PARRA FONDÓN ALICIA ROSADO CID ANDREAPARRILLA TATO CANDELA TATO CARRERO CARLA RABANAL MARTÍN DANIEL PADILLA SALADO ELENA GARCÍA DÍEZ EVA PADILLA TEJADO IRENE LEAL DÍAZ LARA REBOLLO PARRO LUISA LABRADOR CABEZA MARCOS MOLANO SANTANO MARÍA PARRA JACOBO RODRIGO GUZMÁN IGLESIAS SARA ORDIALES REGUERO SERGIO OLIVA LEAL


ADRIÁN Día 14 de marzo, una fecha que nunca olvidaremos y se marcará en nuestros corazones. Decretan estado de alarma en toda España y el pueblo de Arroyo de la Luz está en aislamiento social ya que hay bastantes casos de coronavirus. Nos esperan meses complicados, por lo que hay que estar más unidos que nunca. El pueblo está vigilado por fuerzas y agentes de seguridad del Estado y las entradas y salidas del pueblo están controladas por la Guardia Civil. Yo estaba un poco triste, ya que mi papá trabaja fuera, en el campo, y no podía venir a casa; gracias a que con las vídeo llamadas lo veíamos y hablábamos un rato toda la familia. Por otro lado estaba contento porque mi abuela se vino con nosotros a nuestra casa. Por las mañanas hacíamos los deberes mi hermana y yo, cada uno en su habitación, y si no entendíamos algún ejercicio, pues mamá o tita nos lo explicaban y nosotros lo hacíamos. Nos pasamos casi toda la mañana haciendo los deberes. Por las tarde hacíamos zumba a las seis y a las ocho salíamos al balcón a aplaudir a todos los sanitarios por la gran labor que estaban haciendo y cantábamos “Resistiré”. Ya por la noche me aburría un poquito, pero me iba a la play, conectaba con los amigos y jugábamos a “Fornite”. He echado de menos el ver a mis amigos, no poder ver a mis abuelos, a mis tíos,… Cuando abrieron el pueblo mi papá vino a vernos y nos sacó de paseo; hicimos una tarta y nos lo pasamos muy bien. También fuimos al tinado de mis abuelos; allí tenemos juegos y jugamos. Ojalá termine pronto este dichoso virus y podamos volver al cole, jugar con los amigos, estar con la familia, celebrar las fiestas…, porque este covid-19 lo recordaremos para siempre. He aprendido que hay que valorar la vida, estar con la familia y que debemos ayudarnos más los unos a los otros porque juntos lo conseguiremos.


ADRIÁN


ALBERTO El confinamiento ha sido una experiencia nueva, ha sido todo muy raro. El último día que fui al cole y estuve con mis amigos fue el 12 de marzo y desde entonces hemos estado encerrados en casa. Nuestro pueblo quedó confinado por la policía y la guardia civil, no se podía salir a la calle para nada. Era muy raro, parecía una película. Veíamos las noticias en la televisión, y daba un poco de miedo; se han muerto muchas personas, en Arroyo también. Los hospitales estaban desbordados y los médicos y enfermeros han trabajado mucho. Todos los días salíamos al balcón a darles un aplauso, pero en mi calle vive poca gente así que no se escuchaba mucho. Yo me he sentido bien, porque tenía a mi hermano para jugar con él. Hemos jugado juntos a la play, al fútbol en el patio, a las cartas, a los coches, al bingo, a la torre vértigo, al uno y a más cosas. Todos los días tenía que hacer las tareas del cole, con ayuda de mi madre, bueno, algún día no hemos podido y otros días hemos descansado. Me gustaba más ir al cole y hacer las cosas en clase y que me explicara mi maestro. He echado mucho de menos el colegio, sobre todo el patio y jugar con mis amigos y amigas. Poco a poco ha ido mejorando la situación. Ya se puede salir a la calle a pasear, pero siempre hay que llevar la mascarilla puesta y no puedes tocar nada, ni acercarte a nadie. Mi hermano y yo salimos de paseo con mi tío, porque mis padres no pueden salir. Me ha gustado mucho volver a salir a la calle, y poder ver a mis abuelos, pero mi abuela quería darme un achuchón y no ha podido ser. Tengo muchas ganas de volver a ver a mis amigos y jugar al futbol con ellos.


ALBERTO


ALICIA

Al principio fue una experiencia un poco rara, tardé en acostumbrarme a estar sola en mi habitación haciendo los deberes, echaba de menos la rutina del colegio. Poco a poco me fui acostumbrando a esta situación. Por las mañanas ayudo a mi madre en las tareas de la casa, cosa que antes no hacía; he aprendido a hacer la cama, algunas comidas…Por la tarde tengo un horario para realizar las tareas del cole , hago los deberes que me mandan mis profesores, los suelo hacer sola y los que no entiendo me ayudan mis padres. El tiempo que me sobra lo dedicó a pintar y a tocar el piano, que son dos cosas que me gustan mucho. Echo de menos estar en el colegio con mis compañeros y también a algunos de mis tíos que viven en Madrid. Cuando salí por primera vez a dar un paseo fue una sensación un poco extraña, ya que llevaba mucho tiempo sin salir de casa, pero también fue emocionante poder ver a la gente por la calle. Estoy deseando que todo esto acabe para poder volver a la normalidad.


ALICIA


ANDREA En el confinamiento he aprendido a valorar todos los trabajos sean cuales sean, porque todos hemos colaborado; también que la salud es lo más importante en la vida y que la libertad es una cosa muy importante. También he aprendido a cocinar más de lo que sabía, porque la cocina me gusta. Me he sentido sin libertad y con pena por toda la gente que ha muerto en nuestro país y en todo el mundo. Me he organizado haciéndome una lista de las actividades esenciales que tenía que hacer a lo largo del día y lo demás iba pasando a lo largo del día o se me iban ocurriendo cosas. Cuando me aburría nos bajábamos mi hermano y yo al patio y allí jugábamos a lo que se nos iba ocurriendo; también veíamos un programa de televisión que enseña manualidades, cocina, inglés y juegos. Mi madre y mi padre me ayudaron cuando tenía duda en algo o no lo sabía, y mi hermano me ayudó a no aburrirme, porque con él no me he aburrido en toda la cuarentena. Otras actividades que hacia eran vídeo llamadas con familiares y amigos, jugar a la Nintendo, bañarme en el patio, montar el telescopio que no había armado, construir un lego muy grande ,ver películas, celebrar los cumpleaños de los vecinos en el balcón, celebrar el Día de la Luz, dibujar y muchas cosas más. He echado de menos el poder jugar en la calle, a mi familia y a todos mis amigos, poder estar dando un paseo tranquilamente en el campo, ir al colegio, montar en bicicleta y muchas cosas que no he podido hacer. La sensación cuando salimos de paseo fue emoción, porque no salía desde hace tiempo, y libertad al poder salir de una vez de casa. Disfruté mucho al salir después de tanto tiempo.


ANDREA


CANDELA

En esta cuarentena he aprendido a convivir con toda mi familia y a no discutir tanto con mi hermana. Me he sentido por momentos muy triste por la situación que hemos vivido, ya que he visto a mis padres pasarlo mal. Me he organizado así: primero desayunaba, después hacía las tareas del colegio, después hacía vídeo llamadas o jugaba con mi hermana, y por la tarde veía un rato el móvil o jugaba a la nintendo Switch. Cuando me aburría pintaba, dibujaba, jugaba, bailaba o veía vídeos en You Tube. Mi madre y mi padre me ayudaban en las dudas que tenía y me lo explicaban muy bien. Otras actividades que he hecho han sido cocinar con mi madre y jugar a juegos de mesa. Lo que más he echado de menos ha sido ir al colegio y jugar con mis amigos. Cuando pudimos ir a dar paseos estaba muy contenta y emocionada.


CANDELA


CARLA Mi confinamiento ha sido muy, muy aburrido. He aprendido lo rápido que se propaga el virus y cómo debemos protegernos para no contagiarse. Me he sentido triste y preocupada por no poder ver a mis seres queridos. Me he organizado bastante bien, mejor de lo que esperaba. Cuando me aburría me ponía a tocar música, a pintar o a hacer papiroflexia. Me ayudaba mi madre en todas estas actividades y me salieron unas figuras muy bonitas. También casi todas las tardes hacíamos ejercicio físico mi madre y yo, pero después acabábamos muy cansadas. He echado de menos un montón de gente y también el colegio porque por las mañanas no sabía qué hacer y me aburría mucho. Mi sensación cuando pudimos salir a la calle fue muy alegre, pero a la vez triste, porque yo quería salir, pero sin mascarilla, y tenía un montón de ganas de que se acabara esto.


CARLA


DANIEL He aprendido a valorar lo que se puede llegar a hacer solo quedándose en casa; me siento muy aburrido ya que no puedo ver a mis a amigos y quiero salir ya . Me he organizado de la siguiente manera: primero me levanto, desayuno, juego a un vídeo juego; después de eso como y a la tarde hago los deberes en mi habitación. Después de los deberes jugaba con mi hermano al futbol, me ducho y a cenar. Veo un ratito la televisión, me lavo los dientes y me voy a acostar. A hacer la cama me ayuda mi hermano porque mi cama es muy alta. Cuando me aburro juego con el móvil y hago guerras con mi hermano. He echado de menos a mis amigos porque ahora me aburro mucho y antes salíamos a la calle, jugábamos y nos lo pasábamos muy bien. Algunos días he hecho vídeo llamadas con mis amigos. También he echado de menos a mi familia; además ahora no nos podemos besar ni abrazar y eso no le gusta a ninguna persona. Cuando pudimos salir a dar paseos fue una sensación muy buena, porque ya llevaba casi 2 meses sin salir y ya estaba muy blanco porque no salía a la calle. He aprendido que quedándose en casa se podían salvar muchas vidas, sobre todo de las personas mayores, que son los que más han sufrido esta pandemia.


DANIEL


ELENA

Desde que empezó el confinamiento, hace dos meses, he estado en casa, a veces un poco aburrida por tantos días encerrada sin poder ir a ver a mi familia y amigos. Me he organizado mediante unos horarios; de diez a una hago deberes; de una a dos, vídeo llamada con mis amigos y por las tardes lo he dedicado a jugar y hacer un poco de lectura. Los ratos que me aburría jugaba con mis padres a las cartas y ayudaba a mi hermana a hacer fichas. Ya que podemos salir a la calle e ir a visitar a la familia, voy algunos días a casa de mis abuelos y a dar algunos paseos con mis padres en bicicleta. He aprendido que hay que salir a la calle con mascarilla y hay que tener un poco de separación con las personas que te cruces. ¡Cuando pase esto volveremos a estar todos juntos! Besitos para todos y todas.


ELENA


EVA Desde que empezó la cuarentena, en mi casa no ha cambiado mucho con respecto a lo que hacía anteriormente porque tengo que realizar las tareas escolares. Me he sentido bien durante este tiempo y si me aburría iba a jugar con mi hermano. Estos meses he aprendido a: que se puede vivir sin salir tanto, hemos consumido lo necesario, no había tanta contaminación y he visto florecer la primavera en el patio. La primera vez que salí con máscara a la calle la sensación era muy incómoda, pero necesaria para prevenir el virus, además de obligatoria. Me hubiera gustado estar más con mis amigos. Durante este tiempo he echado de menos verlos, aunque teníamos contacto por vídeo llamadas. Me hubiera gustado seguir con voleibol, porque en la última convivencia me lo pasé fenomenal. Me gustaría haber seguido con los entrenamientos y jugar con mis compañeras, pero eso no ha sido posible. En el autobús disfrutaba mucho porque era muy divertida la convivencia con mis compañeras; hemos hecho amigas de Cáceres, Villanueva y Madrigal. Cuando he salido me gusta ir en bicicleta por el campo, disfruto dando paseos y viendo la naturaleza. Después de mucho tiempo también pude visitar a mis familiares, me hizo mucha ilusión volver a verlos. Me estoy acostumbrando a la nueva situación, porque ha cambiado mucho la forma de convivir: uso de mascarilla, colas en los comercios y tendré mucho cuidado para no contagiarme con las nuevas normas.


EVA


IRENE Mi confinamiento empezó el día trece de marzo cuando salimos del cole. Porque ese día Arroyo quedó cerrado. Al principio pensaba que esto solo iba a durar unas dos o tres semanas. Pero luego fue pasando el tiempo. La primera semana la llevaba un poco mal; me levantaba, desayunaba, me vestía y luego hacía los deberes. Pero me organicé; por las mañanas hacía las tareas del cole sobre las diez y hasta las dos. Por la tarde me salía a mi terraza-balcón donde hacía un calorcito muy agradable y me asomaba, veía la tele un ratito, vídeos en la tablet, y también charlaba un poco con papá que me contaba lo que estaba pasando. Al anochecer hacía deporte y al acabar me daba una ducha, cenaba y me iba a la cama. La segunda semana era diferente porque ya acostumbrada lo llevaba mejor. Hacía los deberes, leía y por las tardes hacía vídeo llamadas con Eva y Luisa, unas de mis mejores amigas; hablábamos, dibujábamos y nos contábamos chistes…En esa semana todo era más divertido. En la tercera semana fue el cumpleaños de Lourdes, la pareja de mi papá, el día 20, pero me dio pena porque no le pudimos regalar nada y tampoco pudimos celebrarlo. Otros días jugábamos a juegos de mesa, al monpoly, al conecta cuatro y a hundir los barcos. El mes se me pasó volando, la verdad, porque me lo pasé genial. El siguiente mes fue igual, pero aún mejor, porque mi padre hizo los años, lo celebramos y le regalamos ropa que pedimos por internet. Jugamos al parchís, pero no al normal, sino a uno mejor en el que tenías que superar retos, como por ejemplo saltar diez veces a la pata coja. Seguí haciendo las tareas por la mañana con la ayuda de mi papá que me explicaba los problemas de Mates, las tareas de Lengua, Inglés, Educación Física, Naturales, y me decía que leyera algún libro. Me he leído varios, uno de los Cinco, otro de Diverty Guay y otros del Club de las Zapatillas Rojas. Lo que más eché de menos en todo este tiempo ha sido jugar al voleibol, aunque Carmen nos hacía algunas veces vídeo llamadas y era muy divertido ver a mis amigas del equipo.


IRENE


LARA Estaba un día sentada viendo la televisión cuando vi que mi pueblo, Arroyo de la Luz, lo cerraron por culpa de un virus. Cerraron los colegios, la gente ya no podía ir a trabajar, todo se paró. Estuvimos muchos días confinados en nuestras casas, no podíamos salir a la calle. Durante todos estos días trabajamos desde casa, hacemos los deberes y se los mandamos a nuestros profesores. Era un poco pesado estar todo el día en casa sin salir. En el colegio nos lo pasábamos mejor con todos los compañeros. Un día me levanté y me puse a hacer una pancarta con mi madre donde ponía “Arroyo resistiré. Juntos podemos”, y dibujamos un arcoíris; lo pusimos en mi balcón. En todos los balcones de mi calle había pancartas colgadas dando ánimo. Por las tardes salíamos a los balcones a aplaudir a los sanitarios. También poníamos la canción “Resistiré”. Así hemos estado entretenidos. Hemos hecho muchas recetas de dulces. Con mis amigas hacíamos vídeo llamadas y así nos veíamos. Todos estos días jugábamos a juegos de mesa, hacíamos manualidades y muchas más cosas. Gracias a las tecnologías ha sido todo mucho más entretenido.


LARA


LUISA En este confinamiento yo he aprendido muchas cosas, como a estar más organizada, a valorar lo importante que es la salud,… Mis padres me han ayudado mucho, sobre todo a entender la situación que estábamos viviendo y también me daban ideas de cosas que podía hacer para no aburrirme. A lo largo de este tiempo me he sentido bien, aunque también un poco preocupada y aburrida a veces. Algunas de las cosas que hacía eran: realizar las tareas de clase, salía al balón a aplaudir y a hablar con mis vecinos, que por suerte hay niñas de mi misma edad, y también hacía vídeo llamadas y jugaba on line con mis familiares, compañeros de clase y amigos. Mucho más tarde nos dejaron salir a pasear con nuestros padres, y la primera vez me sentí muy feliz y emocionada, me encantó poder salir a la calle. Cuando lo hacíamos, a veces íbamos a ver a mis amigos y familiares, ellos se asomaban al balcón y así nos veíamos. Lo peor de todo es que he echado mucho de menos a todos mis compañeros de clase, amigos y a mis familiares, y me da mucha pena no poder abrazarlos y darles un beso.


LUISA


MARCOS Jamás pensé que esto iba a durar tanto, pero ya llevamos más de dos meses y parece que nos queda un poco más. Cuando todo comenzó sentí un poco de miedo. Mis padres estaban preocupados, nerviosos, solo salían de casa para comprar comida, ni siquiera iban a trabajar. En la tele no hablaban de otra cosa. Cuando pasaron unos días todo empezó a ser más entretenido, hacíamos cosas para las que antes no teníamos tiempo, como dulces, jugar con mis padres a la oca, al parchís y al monopoly. Me lo pasaba genial. Pero fueron pasando los días y todo volvió a la normalidad. Me levanto sobre las nueve y media, me lavo, desayuno y empiezo con las tareas. Si tengo alguna duda le pregunto a mi madre, y algunas veces las resolvemos entre compañeros; es mucho más aburrido, pero por ahora no podemos hacer otra cosa. Por la tarde la cosa cambia. Juego con mis amigos a la Play Station, hago video llamadas con mis amigos o mis primos, veo la tele o juego con mi hermano. Aunque estoy entretenido me gustaría salir con mis amigos, con mis padres y mi hermano a comer fuera, y sobre todo poder jugar al fútbol que es lo que más me gusta. El día que pudimos salir ya a la calle tampoco me hizo mucha ilusión porque no podía salir con mis amigos a montar en bici o jugar al fútbol. Así que solo he salido un par de veces. ¿Qué he aprendido de esto? Pues que lo más importante en la vida es la salud, la libertad para hacer lo que nos gusta, la familia y los amigos.


MARCOS


MARÍA

Estos días de confinamiento he aprendido bastantes cosas, como por ejemplo qué es el covid-19, cómo se propaga, cuáles son los síntomas… Me he sentido muy aburrida, ya que al no poder salir de casa no podía ver a mis amig@s y familiares. Me he organizado haciendo deberes según la hora a la que tenía cada asignatura. Y cuando me aburría hacía cosas que no había terminado y probaba a hacer otras nuevas. Cuando hacía estas cosas nuevas como por ejemplo cocinar, hacer origami, collares, pulseras,…me ayudaban mi hermana y mi madre. Además de las actividades escolares dibujaba, leía, jugaba…Echo de menos a mis amigas y salir con ellas, y a mis familiares. Cuando pude salir a la calle después de dos meses en casa sin haber salido, me sentí muy bien y muy alegre, ya que podía estar en la calle, y aunque solo fuera por una hora por lo menos no estaba en casa tanto tiempo. Eso sí, con mascarilla y guantes.


MARÍA


RODRIGO Al principio sentía un poco de incredubilidad, no me creía lo que estaba pasando. A nosotros nos cogió en mi viña y nos habíamos llevado a un amigo mío, así que los primeros días se me pasaron rápido; mi madre nos tenía entretenidos ayudando a hacer roscas fritas y jugando a monopoly. Aprovechamos para ayudar a mi padre a hacer cosas en la viña, jugar al futbol, etc… Estábamos de vacaciones de Semana Santa. Después nos vinimos al pueblo y entonces fuimos más consciente de lo que pasaba. Mi madre no salía, se asomaba al balcón, y mi padre no iba a trabajar; nosotros por nuestra parte hacíamos los deberes por las mañanas y por las tardes nos conectábamos a la play y jugábamos con amigos, así estábamos muy entretenidos y la verdad es que yo no quería ni salir. Estaba a gusto en mi casa. Me daba pena lo que estaba sucediendo y me hacía muchas preguntas porque no entendía lo que estaba pasando. Mis padres nos explicaron la situación que se estaba viviendo en mi pueblo y entendí lo que pasaba. La primera salida fue rara con mascarilla, no estaba acostumbrado y parecía que me asfixiaba; lo primero que hicimos fue coger las bicis e ir con mi padre a ver nuestro pantano Molano, porque durante el confinamiento no había parado de llover; cuando llegamos lo vimos lleno de agua, nos impresionó que la estuviera echando… Poco a poco pasaron los días hasta el día de hoy, que no hemos vuelto a salir solos con los amigos al parque, que es lo que más echo de menos junto con las clases. Ahora que va a entrar el verano me gustaría que abrieran la piscina y que todo volviera a ser como antes, pero por lo que me dicen mis padres no creo que la abran y que podamos ir. ¡Ojalá encuentren pronto la vacuna!!


RODRIGO


SARA

En este confinamiento he aprendido a vivir sin salir de casa, he pasado mucho tiempo con mi familia y me he entretenido mucho. Me he sentido bastante bien, aunque los primeros días pensaba que lo iba a pasar peor, pero en realidad me he divertido mucho, aunque también estaba muy preocupada por todo lo que estaba ocurriendo. Me he organizado de la siguiente manera: si mandaban diez fichas, hacía cinco por la mañana y cinco por la tarde; así con todas las asignaturas. Cuando me aburría me ponía a jugar con mi hermano o dibujaba. También solía cocinar con mi padre, y con mi madre hacía deporte. Mi familia hizo que el confinamiento fuera entretenido. Las actividades que hacía eran: dibujar, leer y cocinar. He echado de menos a mis abuelos y a todos mis amigos. Estaba súper feliz cuando por fin pude salir a la calle.


SARA


SERGIO

En el confinamiento he aprendido lo importante que es la salud. Los primeros días me he sentido agobiado, pero poco a poco me acostumbré. Me he organizado bien. Por las mañanas me levantaba temprano para hacer las tareas y por las tardes tenía tiempo para juegos. Cuando me aburría, jugaba con mi hámster. Mis padres me ayudaron en todo momento; me animaban mucho diciendo que todo pasaría y que pronto iba a poder ver a mis compañeros y amigos en el cole y en la calle. Otras actividades a las que jugaba eran el fútbol, voleibol, balonmano, baloncesto, bingo, rayuela, etc. He echado de menos no ver a mi familia, los entrenamientos y partidos, y salir a la calle a jugar. Cuando salí el primer día se me hizo muy raro.


SERGIO


Este libro está dedicado también a todos los niños y niñas de nuestro Colegio, auténticos héroes, por la responsabilidad que han tenido durante todo este tiempo que hemos pasado en casa.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.