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El empinado camino de Márquez hacia la normalidad - Manu Pecino

El empinado camino de Márquez hacia la normalidad

Manu Pecino

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Dieciséis caídas en diez GGPP. Incluso para alguien como Marc Márquez, tan acostumbrado a cerrar las temporadas con más caídas que carreras disputadas, el ritmo de incidentes acumulados tras su regreso a la competición es preocupante.

Pero no tanto por el número, que también es preocupante, sino por el cómo. Me explico. Escribo esto tras el GP del Reino Unido celebrado en Silverstone, donde Marc Márquez sufrió tres caídas; una el viernes, otra el domingo en el warm up y otra en los primeros compases de la carrera. Y cada una de ellas mereció una reflexión para mí.

La primera de ellas, en la curva #2 durante la FP1, fue una de esas que si se la explicas a un profano en motociclismo, no se la cree, y cuando lo hace, se imagina un desenlace terrible... ¡Porque Marc se estrelló en ese momento a más de 270 km/h!

Como es fácil de imaginar, piloto y moto recorrieron muchos metros, muchos, antes de detenerse. En el caso de la moto, acabó en la salida de la curva 4, en medio de la pista. Afortunadamente lo hizo sin interferir en la trayectoria de ningún otro piloto. Pero la previsión para la carrera estaba dada: si se produjera una situación similar en la salida de la carrera, podría darse una situación muy peligrosa.

En cuanto a Marc, tropezó y tropezó y tropezó. En cuanto se encontró en el suelo, levantó los brazos y los apretó contra el pecho. Sus piernas, en cambio, especialmente los tobillos, golpeaban el asfalto a cada paso. Pero gracias al nivel del equipamiento actual de los pilotos, y con la lógica colaboración de la Diosa de la Fortuna, una vez detenido Márquez se levantó y salió de la pista por su propio pie... Pero el susto no se lo quitó nadie.

Cuando más tarde le preguntaron en qué lugar había colocado esta última caída, en lugar de su habitual actitud bromista, respondió con seriedad que ya había perdido la cuenta. En cualquier caso, junto con el de Jerez en el que acabó empotrado en el air-fence y que le llevó directamente al hospital, el accidente del viernes en Silverstone fue uno de los mejores de esta temporada.

La escalofriante caída a 274 km/h -piensa que es como saltar de un Shinkansen en marcha- sólo se saldó con un pequeño corte en la córnea del ojo derecho de Marc, como consecuencia de una astilla que se le clavó en el ojo provocando esta lesión. La segunda caída de Márquez en Silverstone el domingo por la mañana fue un deslizamiento en la curva 8, nada grave. Pero lo que ocurrió después fue significativo.

Como siempre hace, después de irse al suelo Marc se levantó rápidamente y corrió hacia su moto. No sé el número exacto, pero debe haberlo hecho más de cien veces desde que está en MotoGP. Y por repetición su técnica para levantar la moto es una de las más perfeccionadas entre los pilotos de MotoGP.

Marc llegó a la moto, agarró el semimanillar izquierdo con la mano izquierda, puso la mano derecha debajo de la moto y tiró hacia arriba; pero esta vez no funcionó. Marc soltó la moto, se tocó el hombro izquierdo y esperó a que llegaran los comisarios.

• Rafa Marrodán

En cuanto a la tercera caída, se produjo en la curva 9 a las 13:02. Es decir, segundos después de la salida. Esta vez la pérdida de control de su moto se la llevó Jorge Martín. Un error impropio de un piloto experimentado como Márquez -recordemos la famosa máxima "las carreras no se ganan ni se pierden en la primera vuelta-, que salió claramente sobreexcitado. Después de estos tres incidentes, debo confesar que el domingo por la tarde en Silverstone me invadió una sensación de desasosiego... Marc me preocupa.

Para mí quedó claro allí en Inglaterra que Marc quiere y no puede. Intenta ser el de siempre y su cuerpo no responde. Lo que era capaz de hacer antes del accidente en Jerez 2020 ya no es capaz de hacerlo, y aquí me siento como añadiendo.... "por el momento". A estas alturas no sé si el déficit físico está en el húmero, en la articulación del hombro, en la musculatura de toda la zona o en todas a la vez. Pero lo que es evidente es que Marc está lejos de estar totalmente recuperado. Es más, me atrevo a afirmar -y esto es una apreciación subjetiva- que está muy lejos de lo que pensábamos.

En este sentido, hay que prestar atención a los comentarios que el propio Marc ha ido haciendo al respecto. Han sido píldoras que ha ido dejando caer aquí y allá, como por ejemplo cuando confesó que muchas de las carreras de esta temporada las ha hecho infiltrado, es decir, con calmantes para el dolor.

También ha dicho que la falta de uniformidad en las sensaciones que transmite toda la zona del hombro izquierdo ha sido desconcertante para él y también para los médicos encargados de su recuperación. Hay días y fines de semana en los que no hay dolor y hay una clara disminución de las molestias, un panorama que invita al optimismo. Pero como el propio Marc ha explicado, hay días en los que de repente aparece el dolor y todo lo que parecía ganado se desvanece... Y esto es lógicamente frustrante.

Y siendo Marc como es, no lo acepta o intenta compensarlo con valentía. Pero esa huida hacia delante que ha sido su seña de identidad como piloto, ahora no le funciona. Desde fuera es como si cada vez que lo intenta se estrellara contra un muro. Y eso me preocupa.

Es cierto que "esa ha sido siempre la forma de correr de Marc Márquez y la que le ha llevado a ganar ocho títulos

mundiales", pero esa misma forma de correr es la que le ha llevado a la situación actual; ¿no?

Los hechos están demostrando que hoy en día no es posible que aplique esa filosofía de carrera. La filosofía que le lleva a querer ganar arrasando, "humillando" a sus rivales. Probablemente se equivoque, pero un gran campeón también se distingue por tender que la evolución es la continuidad del éxito.

¿Cuántas veces cambió Valentino Rossi a lo largo de su carrera? ¿Cómo de grande fue el cambio que hizo Jorge Lorenzo para ganar con la Ducati? ¿Quizás en lugar de atacar como si no hubiera un mañana como hizo en Silverstone? En Inglaterra tiró a Martín, pero en Austria bien podría haber hecho lo mismo con Aleix Espargaró en la primera curva. Pregunta: ¿No debería Marc replantearse ganar de una forma más humana, aplicando el mínimo esfuerzo, y no la teoría de la "máxima humillación"?

Pero Márquez, como la mayoría de los que han llegado a donde está, es terco: "¿Por qué voy a cambiar si he ganado lo que he ganado? Pues un argumento está, por ejemplo, en sus propias palabras, como cuando dice que sus dificultades no están tanto en la moto -muy criticada por el resto de pilotos de Honda- como en él.

"En perfectas condiciones físicas, con la moto actual odio perfectamente luchar por el título. Podría luchar perfectamente por el podio en cada carrera".

Y a pesar de que su boca diga lo contrario, esto es exactamente lo que Marc intenta hacer cada fin de semana, y de diez veces lo ha conseguido en una, en Sachsenring. Porque no recuerdo ahora en qué GP aseguró que Honda y él habían decidido dejar de buscar resultados para trabajar de cara a la próxima temporada, es decir, para desarrollar la moto de 2020.... ¡Pero los domingos hace todo lo contrario!

Alguien que se cae en carrera en Francia, Italia, Cataluña, Austria y Reino Unido, es decir, en la mitad de las carreras disputadas, no está trabajando de cara al año que viene, sino para hacer resultados ese día. Y a estas cinco caídas hay que añadir once más... Preocupante; al menos en mi opinión.

Un último detalle... ¿Has pensado en lo que ha supuesto ese año en el dique seco para Marc Márquez? Cuando tuvo el accidente, sus rivales eran Dovizioso, Crutchlow, Rossi, etc. Cuando se alineó en Portimao en su primer GP después de la lesión el campeón del mundo de MotoGP era un tal Joan Mir, un piloto con el que nunca tuvo que correr, un tal Pecco Bagnaia con el que no tuvo que correr, un tal Fabio Quartararo con el que jugó al gato y al ratón, y el último en llegar es un tal Jorge Martin.... "¿Jorge qué?"

Todos estos que antes no eran "nadie" ahora no sólo son los que no puede ganar, sino que además no tienen el miedo, el respeto o llámalo como cada uno quiera, que le tenía la generación anterior.... No es normal que Marc se grite a sí mismo: "¿Dónde está mi estatus?

• Rafa Marrodán

____ Manu Pecino