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Litigio estratégico por la educación

José Mario de la Garza Marroquín*

Litigio estratégico por la educación en San Luis

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Estoy convencido de que, en los sistemas democráticos, el derecho es una herramienta de profunda transformación social. Por eso creo firmemente que si México aspira a escribir un mejor futuro es indispensable avanzar en la consolidación de nuestra democracia y de nuestro

Estado de derecho.

Con la promulgación en 2013 de la nueva Ley de

Amparo, reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, nuestro país introdujo una revolución en su sistema jurídico al colocar en el centro la vigencia efectiva de los derechos humanos y su protección en el sentido más amplio.

El artículo tercero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos consagra el derecho de los mexicanos a la educación. En su literalidad, se establecen los alcances, los principios, los modos y las obligaciones que debe cumplir la política del Estado mexicano en materia educativa, conformando en su integralidad las bases en las que descansa el funciona miento del sistema educativo de nuestro país.

El inciso a) de la fracción segunda contiene un ele mento central para conceptualizar el “criterio que (la) orientará” y, por tanto, el perfil que debe observar la educación en México: “Será democrático, considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo”. Democracia como forma de vida y constante mejoramiento económico y social, para un niño o una niña. ¿Dónde podrían y deberían aprenderse y practicarse esas cualidades para cum plir con el espíritu de la Constitución? La respuesta es una sola: en la escuela. ¿Pero qué pasa si la escuela ni siquiera cuenta con las condiciones mínimas ya no digamos para alcanzar el mejor desempeño escolar sino siquiera la infraestructura básica para garantizar que el derecho a la educación de la infancia disponga de lo más elemental con el fin de ejercerse dignamente?

Esta es la historia de Marichuy, una niña de 11 años, que nos inspiró para dar una batalla legal novedosa, para lograr que su escuela se convirtiera verdade ramente en un centro educativo y no sólo fuera los jirones olvidados de la indiferencia de la sociedad y de la negligencia de las autoridades.

En noviembre de 2012 hicimos el esfuerzo de fun dar RENACE en San Luis Potosí. La concebimos como una organización de la sociedad civil que buscaba pre eminentemente ayudar a inocentes a salir de prisión o a personas privadas de la libertad por carecer de los recursos económicos para procurarse una adecuada defensa.

A partir de las experiencias vividas a través de los años, nuestra asociación amplió y potenció el espectro de sus actividades, impulsando un enfoque de promoción y defensa de los derechos humanos que nos ha permiti do establecer sinergias con otras asociaciones, realizar foros y seminarios, promover iniciativas de reforma legal y utilizar la herramienta de litigio estratégico.

En abril de 2019 RENACE San Luis Potosí, A.C., en seguimiento a la línea de defensa de los derechos humanos, comenzó con la identificación de escuelas primarias públicas en San Luis Potosí que carecieran de una infraestructura educativa digna para las niñas y los niños, con la finalidad de iniciar una defensa legal estratégica que lograra la habilitación digna y la recons trucción de las mismas.

Derivado de esa búsqueda identificamos la escuela primaria José María Pino Suárez, ubicada en la comuni dad de San José del Barro, en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez (conurbado a la capital), inserta en un ambiente social con alta incidencia delictiva, de violencia, de marginalidad y de pobreza. Originalmen te, el uso que se daba a las instalaciones era como bodega. Ante el abandono de esa función, la necesidad la convirtió en escuela.

Además de las difíciles condiciones del contexto, definimos que la escuela Pino Suárez era pertinente porque sus condiciones eran tan deficientes que las niñas y los niños estaban en riesgo. Cableado eléctrico expuesto y mal instalado, espacios llenos de maleza y sin pavimentar, aulas en condiciones materiales críticas, carencia de biblioteca, de aula de cómputo y de baños higiénicos que obligaba a los menores a hacer sus nece sidades en una letrina.

Luego de seleccionar la escuela, nos reunimos con madres y padres de familia para ponernos a sus

órdenes e invitarlos a asumir un rol activo en la lucha jurídica por hacer efectivo el derecho a la educación de sus hijos. De todos ellos, los padres de la niña Marichuy, la señora Irma Guadalupe y el señor Hugo, se entusias maron con la idea de promover un juicio de amparo indirecto, con la finalidad de buscar que un juez prote giera el derecho de su hija y de todos sus compañeritos a tener una escuela digna a la cual asistir con alegría y ganas de aprender.

Con incertidumbre, pero también con mucha convic ción, presentamos la demanda el 10 de abril de 2019, la cual fue remitida al juzgado octavo de distrito del estado. Como autoridades responsables señalamos a todas y a cada una de las instituciones federales y esta tales que, pudiendo hacer algo para cambiar las cosas, seguían sometidas al inercialismo y a la resignación, los cuales, en muchas ocasiones, acaban por volverse endémicas al aparato gubernamental y, tristemente, afincarse como la idea de “normalidad” en la sociedad.

La negligencia institucional que estimamos vulnera ba los derechos de Marichuy consistía en omitir llevar a cabo las actividades necesarias para reconstruir, rehabilitar y dar mantenimiento a la escuela José María Pino Suárez, para contar con un lugar seguro, ventilado y mínimamente funcional, así como prevenir y atender daños causados a la infraestructura educativa por de sastres tecnológicos o humanos de la escuela.

Uno de los aspectos centrales de la promoción del amparo fue que solicitamos al juzgado que la sentencia definitiva del asunto a su vez fuera dictada en formato de lectura fácil para que Marichuy pudiera comprender sus alcances. Siempre he creído que, en la medida en que el derecho se vuelve asequible para las perso nas, estamos en mejores condiciones para alcanzar la justicia.

El 26 de abril de 2019 se admitió la demanda. La juez solicitó a las autoridades responsables sus respec tivos informes justificados y ordenó la intervención que le corresponde al agente del Ministerio Público de la Federación.

En el mismo auto se ordenó decretar la suspen sión provisional que buscaba ordenar a la autoridad efectuar un estudio técnico en las materias de arqui tectura y electricidad, para constatar que el lugar donde Marichuy y sus compañeros recibían sus clases no representara un riesgo para su integridad física y para su salud.

Estas acciones incluían contar con la ventilación adecuada para la no propagación de enfermedades, el acceso a la toma de agua potable y de sanitarios para realizar necesidades fisiológicas de forma higiénica y sana, el retiro de maleza y escombro en distintas áreas de la escuela para la práctica de actividades físicas, instalaciones de electricidad seguras y evaluar las posibilidades de acceder a un lugar para instalar una biblioteca y un centro de cómputo; además de que, si derivado de un análisis preliminar se infería un riesgo, como medida preventiva las niñas y los niños recibieran sus clases en lugar diverso mientras se realizaban las tareas necesarias.

Luego de celebrarse la audiencia incidental se decre tó la suspensión definitiva con los mismos efectos.

A partir de estos alentadores resultados, empeza ron a presentarse algunas represalias. El maestro de Marichuy comenzó a ausentarse luego de que se pre sentó la demanda, por lo que las autoridades utilizaron esa situación para hostigar a los padres de la niña y tra tar de deslegitimar su causa ante los demás padres y madres de familia. Ante esta felonía, decidimos ampliar la demanda por la falta de profesor sin causa justifica da. Nos otorgaron la suspensión provisional, luego la definitiva y se ordenó que se instruyera de inmediato la presentación de un o una docente en la escuela.

Lamentablemente, respecto de la parte de la resolución relacionada específicamente con la recons trucción de la escuela, las autoridades sostuvieron que no era parte de su competencia, incumpliendo con la suspensión definitiva. Ante esta negativa, en junio de 2019 se promovió un incidente por defecto en el cumplimiento de la suspensión, mismo que se declaró procedente, por lo cual se requirió a las autoridades para que en el término de 24 horas cumplieran con la suspensión definitiva, apercibiéndolas de que, de no hacerlo, serían denunciadas al Ministerio Público por los delitos contemplados en la Ley de Amparo.

Es esta acción la que terminó consolidando el triunfo de nuestra estrategia jurídica, pues en agosto de 2019 las autoridades comenzaron a trabajar en la reconstrucción de la escuela, instalando bebederos, baños y una nueva aula y limpiando la maleza del lugar;

también pusieron a un maestro frente a grupo. No puedo dejar de mencionar que en lo relativo a contar con un aula de cómputo y una biblioteca decidi mos no esperar una negativa fundada del gobierno y convocamos a compañeros colegas, iniciando con los del bufete De la Garza, a participar con donaciones, con lo que conseguimos equipar un aula con libros y computadoras.

En todo el proceso el equipo de RENACE San Luis acompañó a Marichuy, a su madre y a su padre, pero quizá lo adecuado sea decir que ellos nos acom pañaron a nosotros. Lograr que las autoridades acataran la sentencia del juzgado federal no fue sencillo, pero valió la pena y es un camino muy útil y legítimo para que los mexicanos dejen de quedarse callados ante el abuso, la negligencia o la indiferencia del gobierno.

El 22 de mayo de 2020 la juez Laura Coria resolvió en definitiva el asunto, en el que otorgó el amparo y la protección de la justicia de la Unión a Mari chuy contra las autoridades federales y estatales, a efecto de que adoptaran medidas necesarias para que se garantizara el derecho a la educación de calidad previsto en el artículo tercero de la Constitución. No sólo lo resolvió, sino que dispuso que un apartado de la sentencia se redactara en un lenguaje sencillo para la comprensión de Marichuy y de todas las niñas y los niños de la escuela Pino Suárez.

A propósito de esta historia, recuerdo unas palabras de Ponciano Arriaga Leija, potosino ilustre y padre de la Constitución de 1857, al reflexionar en su famoso voto particular sobre el derecho de propiedad y sobre la distancia entre la ley escrita y la realidad social que en muchas ocasiones la ignora: “Un pueblo no puede ser libre, ni republicano, y mucho menos venturoso, por más que 100 constituciones y miles de leyes proclamen derechos abs tractos, teorías bellísimas, pero impracticables, en consecuencia, del absurdo sistema económico de la sociedad”.

El amparo, institución jurídica histórica y de vanguardia, se ha convertido en un ins trumento formidable para que la letra del derecho no sea una máxima grandilocuente, sino un instrumento jurídico y democrático de justicia efectiva y transformación social. Lo logramos. En la escuela de Marichuy también se dan lecciones de dignidad.

* Abogado por la Escuela Libre de Derecho, socio de Bufete de la Garza, S.C., y consejero delegado para litigio estratégico de la Coparmex.

DAVID BUENO

Ana Camarero*

Educar para aprender durante toda la vida

David Bueno, director de la Cátedra de Neuroeducación de la Universidad de Barcelona, reflexiona sobre el papel de la memoria en los aprendizajes y reivindica una unión entre neurociencia y educación que ayude a los maestros, los centros educativos y las estructuras estatales a potenciar currículos y formas de hacer que estimulen la capacidad innata que tenemos los seres humanos para aprender.

Qué papel juegan la memoria y el aprendizaje en la adquisición de conocimientos durante las distintas etapas educativas de un niño?

Ambos juegan un papel clave; sin aprendizaje no hay memoria y la memoria es lo que utilizamos para desarrollar esos mismos apren dizajes. El papel que juegan en las diferentes etapas de desarrollo depende de cada etapa. En general, se suelen clasificar tres grandes

etapas, sabiendo que las fronteras son difusas y dependen mucho de cada persona, de su ritmo de desa rrollo y maduración.

En una primera etapa, hasta los tres o cuatro años, lo que se apren de, sobre todo, es el entorno más inmediato, especialmente el entor no social, que queda almacenado en el cerebro. Lo que el cerebro busca es integrar el entorno donde se está viviendo, mayormente para aprender a anticiparse a lo que sucede, cómo funciona la sociedad, cómo se comportan las demás personas para posteriormente encajar en ese mismo ambiente. Es la etapa más importante para el comportamiento que vamos a tener después, cuando seamos adultos, para la percepción que tendremos de nosotros mismos, de nuestro entorno y cómo nos vamos a rela cionar con éste.

Hay una segunda etapa que em pieza sobre los tres o cuatro años y

termina sobre los once años. El cerebro ya empieza a priorizar aprendizajes que después podrá evocar a voluntad o podrá recuperar las memorias que le hayan generado; las podrá utilizar de forma cons ciente. Es la etapa más importante para las destrezas académicas, las competencias básicas...

La última etapa sería a partir de la adolescencia, que es cuando el cerebro prioriza los grandes apren dizajes y antepone conexiones que integran muchas áreas cerebrales diferentes, que es la mejor manera para recordar lo que se aprende, sobre todo para después poder utilizarlo con mayor eficiencia, lo que significa poder utilizarlo en distintas situaciones y contextos en los cuales lo has aprendido.

¿Se puede acompañar a niños y niñas a lo largo de su desarrollo para que configuren su memoria de la manera más adecuada?

Por supuesto; no sólo se puede sino que se les debe acompañar. Hay un aspecto muy importante de la memoria y es que en ella no sólo almacenamos todo aquello que aprendemos: también alma cenamos la forma como lo hemos ido aprendiendo, y este “cómo” es muy importante. De hecho, esta guía educativa de los aprendizajes debería estar mucho más concen trada en el “cómo” que en el “qué”. El “qué” es importante porque socialmente valoramos unos co nocimientos más que otros, por el motivo que sea, pero este “cómo” es fundamental; es lo que hace que posteriormente haya per sonas con más predisposición a afrontar las novedades con miedo y sin embargo otras las afronten con curiosidad. Eso es lo que en gran medida acaba determinando cómo vamos a ser cuando sea mos adultos.

Esto es lo que se ve ahora con la crisis del coronavirus: es una novedad que nadie esperaba. Hay personas con auténtico pánico y ansiedad por lo que pueda pasar y otras que se protegen pero, aún con todo, siguen activas. Es otra forma de responder ante las incer tidumbres del entorno.

“Todos los días, niños, adolescentes, jóvenes y adultos deberíamos tener un buen rato para aburrirnos. Abu rrirse significa no tener nada programado para hacer y es un estímulo importante para la creatividad.”

En esa configuración de la memoria, ¿qué papel juega la familia en la inteligencia?

La familia tiene mucha importancia, igual que el sistema educativo, los maestros en concreto y la sociedad en general. Al final, la educación es como un castillo que se va constru yendo con muchos protagonistas diferentes y cada uno tiene una parte de ese gran pastel de la educación de una persona. En el centro educa tivo se hace mucho, pero la familia es donde se establecen, muchas veces, los parámetros básicos.

¿Y la genética?

Tiene cierto peso. El genoma huma no está formado por unos 20,300 genes; todos los tenemos, pero te nemos distintas variantes para éstos que lo que hacen es que haya per sonas con más predisposición, que no significa determinismo, y ahí está la gracia. Con más predisposición para la creatividad, la musicalidad, la lingüística, la lógica y la matemá tica; para la empatía, la capacidad de socialización, la inteligencia... Personas con más y personas con un poco menos, según la genética de cada uno.

Partimos de situaciones y ge néticas diferentes, pero todas las personas pueden crecer en todo, si la educación es adecuada, o las po demos mutilar totalmente si no lo es. De modo que la genética cuenta, pero a lo que realmente debemos dedicar esfuerzos es a la educación, claro.

Y en ese esfuerzo de la educación, ¿cómo enseñar al alumno a apren -

der desde la escuela y, sobre todo, a utilizar lo aprendido?

A aprender no hay que enseñarle, porque aprender para los seres humanos es un instinto. Tenemos el instinto de aprender y no lo pode mos evitar: aprendemos cada día. De hecho, aprender es el principal instinto de supervivencia que tene mos como especie. Sobrevivimos no porque tengamos uñas poderosas, colmillos largos, ni piernas veloces; cualquier animal nos supera en un aspecto u otro. Sobrevivimos como especie biológica porque aprendemos y este aprendizaje nos sirve para anticiparnos a cualquier situación futura.

No hay que enseñar a aprender; hay que hacer que no se pierdan capacidades de aprendizaje, porque según cómo sea el sistema educativo lo que estamos haciendo es mutilar o no esas capacidades. Un sistema educativo que haga aprender las cosas de memoria y porque sí, sin razonamiento, sin reflexión, sin que se vea una aplicabilidad futura de eso que se está aprendiendo, sólo para superar exámenes, pierde valor.

Hablemos de memoria y tecnología y del papel que deben jugar ambas en las futuras generaciones. ¿Cómo resolver esta ecuación?

Como cualquier ecuación, hay que mantener la igualdad entre ambos factores porque están a un lado y a otro.

En el siglo XIX, cuando empezó a haber escuelas para la mayoría, la memoria era clave porque no había ningún otro soporte para ma nejar y almacenar la información.

David Bueno es doctor en biología. Ha sido investigador en la Universidad de Oxford y ha realizado estancias en la Universidad de Innsbruck (Austria) y en el European Molecular Biology Laboratory de Heidelberg (Alemania). En 2010 fue reconocido con el Premio Europeo de Divulga ción Científica y en 2018 con el Premio Magisterio por su contribución a la neuroeducación.

Pero ahora tenemos la memoria en la nube.

Aunque la memoria es impor tante porque necesitamos saber una serie de datos claves que nos permitan organizar cualquier nueva información, cualquier nuevo aprendizaje de forma correcta, ya no necesitamos recordar tantos detalles, porque podemos externa lizarlos en esta memoria colectiva que hemos generado. Lo impor tante es discriminar cuáles son los puntos claves que sí debemos memorizar para seguir organizando nuevos aprendizajes y saber utilizar la memoria colectiva digital que hemos creado para rellenar estos huecos cada vez que nos haga falta y en función del camino que elija cada uno.

¿Qué aporta la neurociencia al mundo del aprendizaje en la es

cuela y cómo enseñar al cerebro a interpretar lo que percibe?

Lo que aporta la neurociencia es la comprensión de por qué hay estra tegias pedagógicas que funcionan y otras no, y por qué algunas estra tegias que parece que funcionan a corto término pueden tener efectos devastadores a mediano y largo plazos. Aprendemos con el cerebro; lo que nos permite la neurociencia es entender cómo funciona y cómo los distintos sistemas educativos influyen en la construcción y en la reconstrucción de éste.

En mi opinión, ésta es una de las mejores aportaciones que se están haciendo desde la neurociencia o desde la neuroeducación, que es esta mezcla de ciencia y educación.

¿Sería necesario un cambio de cu rrículum en los centros educativos para que la población infantil y juve nil adquiera un aprendizaje mejor?

Creo que sí. Una revolución no; ya llevamos tiempo cambiando el sistema educativo y creo que los cambios, en general, están yendo hacia la dirección correcta, pero sí que hay que continuar cambiando. Por ejemplo, no tienen sentido unos currículos a veces tan densos que los maestros tienen que dedicar más tiempo a transmitir el “qué” del currículo que el “cómo” lo están transmitiendo.

Los currículos deberían vaciarse de contenido un poco, sin dismi nuir su dificultad, que es algo que siempre se dice: que si vaciamos un poco los currículos será más fácil y aprobarán todos. La dificultad ya es más o menos correcta, pero deberíamos proporcionar menos cantidad de conocimientos para que tengamos más tiempo de disfrutar y experimentar aquellos que se adquieran, para que cada centro educativo busque sus propios caminos dentro de este contexto general, que despierten la curiosi dad, el interés, la motivación de sus alumnos. Si no, las horas pasan tan rápido que no hay tiempo para dis frutar de lo que aprendemos, y eso es lo que poco a poco va matando las ganas de aprender. Creo que uno de los principales cambios debería ir enfocado hacia esa dirección: dar

“Un sistema educativo que haga aprender las cosas de memoria y porque sí, sin razonamiento, sin reflexión, sin que se vea una aplicabilidad futura de eso que se está aprendiendo, sólo para su perar exámenes, pierde valor”.

tiempo para que se disfrute lo que se está haciendo.

En el mundo actual, donde la inno vación es la palabra por excelencia que debemos aplicar en cualquier ámbito, ¿cuáles serían los elemen tos que resultan verdaderamente innovadores de los aprendizajes en el aula?

Desde que se empezaron a usar elementos de la pedagogía moder na, aprendizajes “innovadores” no es que queden muchos; da igual el apellido que le pongamos, ya sea el método Montessori o el que sea. Eso son las aplicaciones concretas que se han hecho en ambientes sociales, históricos y culturales determinados, pero la pedagogía moderna ya propone el uso de lo que desde la neurocien cia se ve que es más eficiente.

Por ejemplo, una estrategia innovadora es el trabajo colabo rativo. El trabajo colaborativo no excluye el trabajo individual, que también es un error muy común. El trabajo colaborativo implica que cada alumno del grupo tenga una tarea ligeramente diferente a la de los demás y deba prepararla, lo cual significa trabajo individual. Cada uno es responsable de una parte del conocimiento común y cuando se construye la globalidad del conocimiento entra en función lo que se llama el cerebro social, que no es un cerebro, sino todas las zonas cerebrales que están activas cuando estamos con otras personas y que permiten integrar mucho mejor todos los conoci mientos que se están trabajando.

¿Cómo valoras los aprendizajes en los espacios no formales?

Son importantes porque permiten a cada niño encontrar su propio sitio en la sociedad. La escuela, por necesidad, muchas veces tiende a ser un poco uniformizadora; todos los que van a tercero de primaria hacen una serie de cosas parecidas, porque si no, es muy complicado gestionar un aula con 25 alumnos haciendo cada uno lo que le intere sa. Pero cada persona es diferente. Los aprendizajes no formales permiten que cada persona continúe aprendiendo, pero ya enfocada hacia lo que son sus gustos, sus prefe rencias, sus capacidades, siempre y cuando estos aprendizajes no formales no signifiquen una carga o un peso.

Hay estudiantes que tienen todo el día programado sin tiempo para aburrirse: salen del colegio y tienen

una hora de idiomas, luego otra hora de baile o de karate. Después en casa tienen deberes, luego van a cenar y a dormir. Todos los días, ni ños, adolescentes, jóvenes y adultos deberíamos tener un buen rato para aburrirnos. Aburrirse significa no tener nada programado para hacer. Como estar sin hacer nada no nos gusta, ya buscamos qué hacer, pero es este buscar “qué hacer” un estí mulo importante para la creatividad, para la innovación, para el rélax; depende de qué decidamos cada día.

¿Se puede estimular el cerebro a lo largo de los años? ¿Mantiene la plasticidad neuronal? ¿Se pueden seguir mejorando las capacidades básicas?

Sí, el cerebro es plástico durante toda nuestra vida. Ésta es otra de las aportaciones que ha hecho la neurociencia estas últimas déca das. Antes se decía que el cerebro sólo era plástico hasta la juven tud y ahora se ha visto que no, que seguimos haciendo nuevas conexiones toda la vida. Lo que sí es cierto es que cuanto más ma yores somos, menos conexiones hacemos, pero siguen hacién dose siempre y eso implica que podemos reconducir, a lo largo de nuestra vida, cualquier aprendiza je y actitud que tengamos. De ahí la gran importancia de mantener abiertos estos canales. Mantener los abiertos por simple placer, por curiosidad, debería ser uno de los elementos claves definidores de la educación del siglo XXI. Simple mente por eso, porque podemos ir perfeccionando, cambiando, apren diendo cosas nuevas toda la vida.

* Periodista. Fundación Trilema. Entrevista publicada en Cuadernos de Pedagogía, núm. 509, mayo de 2020.