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SHAYNNA Y MERZY BLONDE Salvando almas con la música enardecida

Por Iván Samir Otero

Tanto Shaynna como Merzy Blonde, son voces nuevas con pulmones llenos de oxígeno. Un nuevo aire con el que quieren aportar a revitalizar las sonoridades actuales. Una cantautora y la otra deejay. Ambas son jóvenes, hermosas, dinámicas, talentosas; igual que creativas, soñadoras, luchadoras y profesionales en crecimiento y evolución.

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Quizá no se note aún, pero su poder para atraer a un público anónimo va en aumento. Adquiriendo un toque de éxito en cada movimiento que hacen, en cada aparición que tienen, en cada show que presentan a su público, sus nuevos seguidores.

Afinando el carácter con el que exponen su arte al mundo como un fruto invaluable de la cultura de las islas. En esa marcha, San Andrés con sus dinámicas contemporáneas les ofrece una plataforma de despegue. Aunque para estas artistas también es su inspiración y la razón de su ser y existir en el mundo.

Shaynna

Shaynna Ballestas es sanandresana nacida en julio de 1999 y desde entonces, habitante del barrio Sarie Bay. Aprendió en Brooks Hill Bilingual School y con diez años comenzó su formación en el programa de la Fundación Batuta. Más tarde, con la profesora Nola Gonzales, aprendió a manejar su voz en las clases de coro. Entonces apareció en su ruta el infaltable e infalible Octavio Quintero, guía, promotor y protector de la música isleña. El maestro Octavio la instruyó en el clarinete y el saxofón. Obteniendo ella, la base de su formación como música instrumentista e interpretativa.

Al terminar el secundario se decantó sin vacilaciones por las sabidurías sonoras como su pasión, su arte y también su carrera. Se fue a vivir a Barranquilla, y en la arenosa estudió y se graduó en la Licenciatura de Música de la Universidad del Atlántico. Con también sanandresana, Sandra Viloria, se conectó a la docencia en la Escuela Arts & Fun Lerning Studio; con la clara intención de transmitir sus sapiencias y conocimientos como herencia sonora del archipiélago, a los más jóvenes desde muy temprana edad.

Un objetivo tan necesario para la comprensión de la identidad de los isleños en las siguientes generaciones. Con la fundación Unísono interviene en los ensayos del Violín y la práctica coral. En el ámbito personal está casada con Johnatan Viloria, y junto a él (también músico), continúa expandiendo sus horizontes con su propia escuela, productora y estudio de grabación al que han llamado VIBA Records.

De esta forma Shaynna se presenta como una artista integral que escribe sus propias canciones, compone la música y canta. Interpreta el clarinete, el saxofón y el violín. Todos estos detalles han enriquecido su lanzamiento como cantante solista, acompañada por un grupo de profesionales isleños. ‘Caballito de Mar’, es un tema de zouk con el que debutó hace poco más de un año, en febrero de 2022.

Tres meses después sacó su segunda placa ‘My Love’, en una línea sonora similar. Estas constituyen sus cartas de presentación, disponibles a la audiencia en las distintas plataformas de distribución musical y sus videoclips publicados en YouTube.

Merzy Blonde

Dayan Robinson es una mujer sanandresana nacida en 1995; habitante del kilómetro 4 de la carretera circunvalar que le da la vuelta a la isla. Dayan con solo 15 primaveras tuvo sus primeros contactos del tercer tipo, pero con la música. Ingresó a las filas de la banda de paz del colegio Brooks Hill, y a partir de ese momento, comenzó a marcar redoblante de ahí en adelante. Por la ruta de la percusión, continúo al toque rítmico de los platillos en el estallido sónico de los desfiles que explotan cada 20 de julio y 7 de agosto por las calles de San Andrés.

Después la fue atrayendo la onda estética y plasticidad del baile tradicional que aprendió de la mano y los pies de la ‘profe’ brasileña radicada en la isla, Conceisao. También recibió nociones de ballet clásico con la maestra Alisiana García. Al salir del colegio y por recomendación familiar, apostó por Medellín graduándose como doctora en la carrera de Medicina de la Universidad de Antioquia.

Pero ella sabía que lo suyo estaba más por el campo del arte, la cultura y el espectáculo. No se reprimió ni se asustó para el siguiente paso: ser una disc jockey. En ese horizonte se cruzó con Stanley Jackson y él, muy convencido le vio la pinta y dijo: “Tú tienes que hacer algo en la música”.

Nuevamente con el apoyo de sus padres, Dayan aun sin ser Merzy, se inscribió en la EAS una de las pocas academias profesionales de DJs en Colombia. En la ciudad de la eterna primavera conoció a los artistas de moda y se codeó con el ambiente fiestero del mundo urbano. Al volver a San Andrés se convirtió en la host del programa Morning Show de Teleislas y se hizo a más recursos para su siguiente movimiento.

Medicina y Música en paralelo y sin saberlo, le dieron sentido a su ser. La primera vez que empató dos canciones al mismo BPM (beats per minute) fue como si salvara una vida. Paradójicamente en la medicina se mide la frecuencia cardiaca o el pulso de una persona también en BPM. Con una filosofía de vibra positiva y confianza en sí misma, se ha ido mostrando en la ultra competitiva liga de los DJs sanandresanos, dominada por el entorno masculino.

No es la única mujer ni la primera, hay otro par más similares a ella, dedicadas y comprometidas con su trabajo en el circuito isleño. Cada una con su propio estilo y Merzy con manager. Ahí sobresale Dayan. Siempre empoderada de su personaje como artista. Merzy Blonde, sabe que mover sus redes sociales, publicando activamente le genera seguidores y negocios. Para facturar como debe ser.

Ha colaborado en producciones de artistas consagrados y otros en ascenso, tales son Stanley Jackson y Los de la Piña… Tiene en proceso un proyecto colectivo que combina diferentes disciplinas artísticas y performance. Y tras su participación en eventos importantes como el festival Afrodancehall Cartagena y el Green Moon Festival de San Andrés, busca espacio en el mapa de contrataciones para festivales y eventos privados de este año. Pinchando discos, al ritmo de la vida, al pulso del que baila, va salvando almas, Merzy tocando la música enardecida.

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