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d. La Ausencia de Entidad Propia de los Fenómenos en Diferentes Tradiciones
En el Rosario Dorado, Nagarjuna dijo que debemos abandonar el apego a los agregados, como si fueran el yo. Hay cinco agregados: forma, sensación, percepción, formación y conciencia, y si estamos apegados a ellos como nuestros propios agregados, tendremos el pensamiento de “yo” y “mi”. Una vez que tenemos este apego al yo, pensamos en las cosas que deseamos alcanzar; tenemos deseos y pensamientos tales como, “Esa persona desea hacerme daño” que da lugar a la ira, o, “Esta persona está compitiendo conmigo” que da lugar a celos. O podemos pensar, “Esta persona es inferior a mí” que da lugar a orgullo. Todo tipo de sensaciones y experiencias diferentes surgirán debido al apego a un yo. Además, no permaneceremos pasivos cuando estemos apegados al yo; nos involucraremos en una conducta física y verbal para que las cosas vayan bien para nosotros y mal para los demás. Buscamos nuestra propia victoria y la derrota de los demás; queremos estar más arriba y queremos que los demás estén más abajo. Estas son motivaciones negativas en relación con los demás. Por lo tanto, es importante eliminar el apego a un yo.
Incluso si no tenemos una motivación particularmente negativa y artificial, mientras estemos apegados a un yo, es muy difícil tener la actitud de que la felicidad de los demás es tan importante como la nuestra. De hecho, acumularemos karma incluso sin esa motivación tan negativa; pero si acumulamos karma con una motivación negativa, tendremos un mal renacimiento. En cualquier caso, si permanecemos apegados a un yo, acumularemos karma y renaceremos con el resultado. Con una mejor motivación, tendremos mejor karma y un mejor renacimiento. A medida que vamos a renacer continuamente, el apego a un yo va a aumentar y se hará más fuerte. Es por eso que es importante eliminar este apego a un yo. Para eliminar el apego a un yo, necesitamos tener la realización de la ausencia de entidad propia de los fenómenos.
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d. REALIZANDO LA AUSENCIA DE ENTIDAD PROPIA DE LOS FENÓMENOS EN DIFERENTES TRADICIONES
La cuarta sección trata de la visión de la ausencia de entidad propia de los fenómenos en las cuatro tradiciones Budistas diferentes: La tradición de la Gran Exposición (Sct. Vaibhashika), la escuela del
Sutra (Sct. Sautantrikas), la Solo Mente (Sct. Chittamatra), y el Camino Medio (Sct. Madyamaka). Estas tradiciones son similares en que todas hablan de comprender la ausencia de entidad propia de los fenómenos. Ellas, sin embargo, no están de acuerdo sobre cómo uno lo realiza.
Hay cuatro tradiciones: Las tres primeras (la Gran Exposición, la escuela del Sutra y Solo Mente) se llaman “realistas” y la cuarta (el Camino Medio) se llaman “los defensores de la vacuidad.” Las tres primeras se llaman “realistas” porque estas tradiciones afirman que hay algunas entidades existentes que tienen una verdadera existencia. La cuarta tradición, los seguidores del Camino Medio, afirma que todos los fenómenos, sin excepción, están vacíos.
Las tradiciones realistas la Gran Exposición, la escuela del Sutra y Solo Mente pueden dividirse en dos grupos; el primer grupo contiene a los seguidores de la Gran Exposición y a los seguidores de la escuela del Sutra con diferencias menores entre estas dos escuelas en su enfoque, pero, en términos generales, están de acuerdo en la definición de la ausencia de entidad propia de los fenómenos. Por lo tanto, los seguidores de la Gran Exposición y la escuela del Sutra son ambas escuelas del vehículo Fundacional y tienen la misma visión acerca de la ausencia de entidad propia de los fenómenos. La segunda visión realista se encuentra en las enseñanzas de la tradición Solo Mente.
La Gran Exposición y las Tradiciones de la Escuela del Sutra
¿Qué enseñan los seguidores de la Gran Exposición y la escuela del Sutra? Estas tradiciones enseñan que hay fenómenos externos que tienen una existencia material real compuesta de átomos reales. Todos los fenómenos externos (una montaña, un río, nuestro cuerpo) tienen existencia material real y están compuestos de átomos. Se cree que estos átomos tienen una verdadera existencia. Los fenómenos externos (formas visuales vistas con los ojos, sonidos escuchados por los oídos, olores percibidos con la nariz, sabores percibidos con la lengua y sensaciones táctiles percibidas por el cuerpo) también tienen una verdadera existencia material. Luego están los fenómenos internos, como la cognición, que no están compuestos de material y átomos. La cognición consiste en las conciencias que se relacionan directamente
con cada uno de los órganos sensoriales (ojos, oídos, nariz, lengua y cuerpo) y la conciencia mental.
Los seguidores de la Gran Exposición y de la escuela del Sutra dicen que estas conciencias no son materiales. No están compuestas de átomos, pero existen como conciencia y cognición en lugar de como una forma concreta. La conciencia del ojo, de la nariz, del oído, de la lengua y del cuerpo existen como conciencias. Por lo tanto, hay dos tipos de entidades, entidades materiales externas compuestas de átomos y entidades internas compuestas de conciencia y conocimiento. Aparte de estos dos tipos de entidades, no existe nada más.
Los realistas de estas escuelas dicen que las formas externas muy grandes que percibimos como montañas, casas, cuerpos, etc. están todas compuestas de átomos. Aunque podemos ver y usar objetos materiales, su existencia es meramente conceptual, una imputación de la mente. Por ejemplo, se puede ver una taza y la mente puede pensar en ella; pero la idea de la taza es meramente una creación de la mente. Realmente no hay tal cosa como una taza. “Taza” es una idea mentalmente fabricada sobre una colección de átomos porque hay miles de diferentes tipos de tazas. Tampoco existe tal cosa como una mano. Atribuimos la idea de “mano” a la colección de sus partes; una mano se compone de un pulgar, otros dedos, carne, huesos, etc. y es una imputación mental. Del mismo modo, “pulgar” es una imputación mental compuesta de articulaciones, una uña, carne y huesos. El pulgar en sí no existe, sino que es una imputación mental atribuida a una colección específica de partes. Cada sección de un pulgar también se divide en partes. Cada sección tiene partes central, derecha e izquierda. Esto se aplica no solo a una taza o a una mano, sino a todos los fenómenos. Los fenómenos pueden dividirse una y otra vez y cortarse en partes aún más pequeñas con un cuchillo, hasta que se alcanza la partícula más pequeña posible, llamada “el átomo más pequeño posible” porque no se puede dividir en más partes. Los seguidores de la Gran Exposición dicen que estos componentes básicos realmente existen y que todas las cosas están compuestas de estos átomos básicos. Se cree que estos componentes son objetos reales.
Los seguidores de la Gran Exposición enseñan que la mente interior no es material ni está compuesta de átomos. La mente no puede
dividirse en partes; es simplemente claridad luminosa de comprensión y conciencia. Es, sin embargo, divisible en términos del flujo del tiempo. Los realistas dicen que el flujo del tiempo es una sucesión de instantes; que existe tal cosa como una unidad indivisible de tiempo, una unidad de tiempo más pequeña posible. Debido a que el tiempo es una sucesión de las unidades más pequeñas de tiempo, existe una sucesión de mentes. Podemos pensar en “mi mente” como una unidad, pero la mente que teníamos cuando éramos niños es diferente de la mente que tenemos ahora. La forma en que piensa la mente de un niño y la de un adulto son muy diferentes. La forma en que piensa la mente de un adulto y una persona muy anciana también son muy diferentes. La forma de pensar es diferente, los pensamientos son diferentes, las habilidades de la mente son diferentes y etc.
Podemos tomar un enfoque más sutil para observar la mente. La mente cambia con cada año que pasa y con cada mes que pasa. De hecho, la mente es diferente con cada día que pasa; la mente de ayer se ha ido y ahora tenemos la nueva mente de hoy. De manera similar, la mente que teníamos hace una hora no es la misma que la mente que tenemos ahora, y la mente que tenemos ahora es diferente de la mente que tendremos en la próxima hora. Lo mismo es cierto si consideramos la mente de minuto a minuto o de segundo a segundo y así sucesivamente. Seguimos este proceso hasta llegar a un período de tiempo que no es obvio ni perceptible, pero que se define como “la unidad de tiempo más pequeña posible.” Los realistas dicen que hay una sucesión continua de estas “unidades de tiempo más pequeñas posibles.” Las comparan con un río que fluye que nunca se detiene. El agua que fluye es constantemente seguida y reemplazada por agua nueva. De la misma manera, la mente es continuamente reemplazada por una nueva mente a través de la sucesión de estas indivisibles y diminutas unidades de tiempo. Los seguidores de la Gran Exposición y Sautrantikas enseñan así que la mente no es una entidad única e indivisible, sino una sucesión de los instantes más minúsculos de la mente.
La tradición Shravaka (los seguidores de la Gran Exposición y los seguidores del Sutra) enseña que hay átomos materiales así como instantes de conciencia y que todo está compuesto de uno u otro. Usan estos argumentos por la razón práctica que es que no deberíamos tener
un apego a un yo cuando todo lo que existe son átomos e instantes indivisibles de conciencia. No debemos estar apegados ni a un yo de los fenómenos ni a un yo de la persona. Así es como conciben la ausencia de entidad propia de los fenómenos. Sin embargo, esta tradición Shravaka no es capaz de alcanzar la plena realización de la vacuidad porque todavía creen que los átomos más pequeños posibles y los instantes de conciencia tienen existencia real. Permanecen apegados a la realidad de los átomos y los instantes de conciencia. Esta es la razón por la que no son capaces de desarrollar una comprensión completa de la vacuidad. Así es como la tradición Shravaka de los seguidores de la Gran Exposición y Sautrantikas realizan la ausencia de entidad propia de los fenómenos y cómo realizan la ausencia de entidad propia de la persona.
La Tradición Solo Mente
La escuela Solo Mente tiene una visión diferente de los seguidores de la Gran Exposición y los seguidores del Sutra, que enseñan que si no hubiera átomos materiales externos, entonces no se podría percibir ninguna apariencia externa. Los proponentes de Solo Mente, en contraste, dicen que las apariencias externas pueden ser percibidas sin átomos materiales externos. Dan el ejemplo de los sueños. Vemos tigres, leones, montañas, ríos, casas, etc. cuando soñamos. Vemos las cosas como si existieran externamente y como si estuvieran compuestas de átomos, pero, de hecho, no hay átomos. En un sueño, escuchamos sonidos como si estuviéramos escuchando sonidos externos con nuestros oídos, vemos objetos como si estuviéramos viendo objetos externos con nuestros ojos, y olemos cosas como si estuviéramos oliendo olores externos con nuestra nariz, pero en un sueño no hay sonidos externos, formas, olores, etc. Todas estas apariencias surgen solo de la mente. Los proponentes de Solo Mente enseñan que es lo mismo cuando estamos despiertos –todo lo que percibimos surge de la propia mente. No hay forma externa que exista y no hay átomos y no hay instantes de tiempo. Todas las cosas surgen meramente de la mente, y esto explica la ausencia de entidad propia de los fenómenos. Pero, se dice que la mente misma debe tener alguna realidad. La mente, que es la fuente de todas las apariencias, debe