Ernesto Proaño Catalogo

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Ernesto Proa単o Vinueza



Ernesto Proa単o Vinueza



De laberintos matemáticos y ecuaciones sin traducción por Katy Muñoz Curadora y artista visual

E

n todos los años que conozco a Proaño me he dado cuenta que no lo conozco, nunca

me he sentado con él a conversar —por supuesto que mi residencia en París, y luego en Londres, ha hecho del todo inútil tal intención, y en las breves visitas que hago a mi país natal nunca hemos cruzado más que unas pocas frases—, sin embargo he sido su interlocutora multitud de veces gracias a la comunicación digital, la tecnología nos ha acercado logrando una colaboración y correspondencia intermitente mediante la WEB que incluso me permitió curar la muestra Cosmovisión Andina, para Malasia, y Treinta Ideas en Tokio, para Japón. Creo que tenemos más diferencias que coincidencias, más una cosa son nuestras ideas políticas sobre el arte contemporáneo y otra la obra en sí misma, aunque en cierto punto se tocan y mezclan como las aguas de un mismo mar, turbulento e indefinible. Quizás las ideas y las obras son animales mutantes que se cruzan para dar a luz nuevos monstruos, y esa fauna es la que configura los movimientos artísticos. Proaño no es un artista convencional, en el último decenio de intensa actividad ha producido apenas un puñado de híbridos a caballo entre el performance y las artes visuales, y generalmente en colaboración con colectivos, se ha involucrado en proyectos utópicos que han generado interesantes resultados (lo cual es mucho para Latinoamérica), y ha encabezado una cruzada contra la hegemonía de los curadores en su país, que ha impedido su total despotismo, aunque por la misma razón ha sido excluído, sistemáticamente, de la mayoría de proyectos institucionales que se llevan a cabo en el Ecuador.


Existe una extensa obra visual de Proaño, la cual ha expuesto en contadas ocasiones, sin embargo no creo ésta sea lo más interesante de su quehacer, son más importantes, desde mi criterio personal, sus anotaciones en torno a los proyectos en que ha participado, sus bocetos de obra, los criterios vertidos en cartas, debates, conferencias, y esto no configura un libro, es evidente, sino una propuesta vital permanente. Es, en este bosquejo difuso, en donde Proaño hace evidente un nuevo tipo de arte, que otros críticos ya señalaron antes1, un arte que no se circunscribe a galerías, festivales o premios, que no es susceptible de ser encapsulado por el lenguaje de los investigadores (aunque haré mi mejor esfuerzo), un arte que se configura en el espacio y el tiempo como si estos fueran en realidad el lienzo apropiado. La subversión de la realidad es, en Proaño, un asunto constante, y no se trata de rebeldía, o al menos no se trata en la mayor parte, sino de una posición analítica, en donde es posible soñarnos a nosotros mismos, ¿no es la utopía perfecta transformar con la imaginación el curso de la historia? No decía Guleswky, en su célebre obra Krie, que el arte es la miel del inconforme2 . Existen tres vertientes en el quehacer de Proaño: la primera la conforman sus trabajos de caballete —acrílico, técnicas mixtas, óleo sobre lienzo—, la segunda constituyen una serie de fotografías que en muchos casos son fotocomposiciones, y la tercera es su obra de naturaleza política —creación gráfica, performance y texto. De su obra de caballete siempre he tenido predilección por las series Hechos-des-hechos, Satélites y Numerologías, esa filigrana de colores intensos en donde los signos son múltiples y diversos, especialmente merecen mi atención tres cuadros: El ají de la abuela, Mi pesadilla preferida y la lúdica Pata e perro. Son estos tres momentos pictóricos, de un jovencísismo Proaño, los que despiertan mi interés, puesto que allí se devela un juego homeopático del autor, donde lo esencial parece ser la historia que encierra cada obra, y las tres coinciden como ejercicios autoinducidos donde se expresan traumas de su niñez. En este barroquismo de colores y personajes nos aproximamos a lo profundo de la psíquis, en El ají de la abuela, la matriarca paterna figura como un ser ambivalente, sabio y cruel, donde los elementos que rodean el icono se tornan metáforas del poder. De la misma forma, Mi pesadilla preferida, hace referencia al incendio del edificio en que vivía el autor cuando tenía cinco años; el ser que parece atrapado en un cubículo en el centro de la obra se ve rodeado de innumerables signos y personajes que, en tónica de cómic, parecen contarnos una historia complicada. Pata e perro es una referencia al ciclón que asoló La Habana en 1983, una obra mucho más violenta en su narración, pero saturada de signos matemáticos que parecen expresar una fórmula imposible.


Sin embargo no son estas obras las primeras de Proaño, existen dos series anteriores, la mágica Habitantes de Uyumbicho, creada en base a las leyendas de los pequeños poblados de Jatumpungo y Uyumbicho, cercanos a Quito, donde el autor acompaña la muestra con selección de textos transmitidos oralmente por generaciones y que él mismo recopiló3; y la serie ST, donde la cromática y la textura parecen ser la preocupación fundamental del artista, —única obra donde no existe un texto que circunda la propuesta. Peces (2001-2002), que utiliza el papel artesanal como soporte, además de una mixtura de materiales adicionados a la obra, es un esfuerzo de experimentación matérica, donde resalta la sensacional El mar de las utopías perdidas (2001), obra que al igual que Mi pesadilla preferida, nos ofrece múltiples lecturas. Luego cambia de lenguaje gráfico con las series Circo y Circunstancias negras, sus trazos se vuelven económicos, se concentra en el blanco y negro, en la línea como elemento fundamental que da carácter a su propuesta4. Según Proaño esta etapa proviene de la documentación que hace de petroglifos navajos en su estancia en Denver, EUA, en el 2001. Pero no sólo se trata de una obra donde la línea es preponderante, los títulos aportan a la narración convirtiéndose en casi una suerte de haikus visuales, el autor usa la literatura para construir sus propuestas, de hecho en sus siguientes obras y en las que he podido ver que trabaja en la actualidad, la palabra ocupa un lugar importante en sus composiciones confiriéndoles, muchas veces, sentido y contexto. Manual de entrenamiento del toro de lidia (2004) y 16 OMS (2005), mezclan el dibujo con la manipulación digital, siempre en clave satírica, el autor privilegia los colores que casi llegan a la sicodelia, son un oásis de color antes del oscuro Obituario (2007), donde los dibujos se convierten en accesorios de la palabra.5 Tanto los textos que acompañan cada obra, como las composiciones son de un profundo pesimismo, a lo cual contribuye el uso de fondo del color negro de la publicación, que confieren un carácter espectral a toda la propuesta. Para finales de 2012 presentó un conjunto de obras sobre corrosil en donde desaparece el texto, las obras ostentan un S/T por toda explicación y los trazos, sobre fondos de colores vistosos, son económicos, tal como en Circo y Circunstancias negras. Está vez no se vincula a ningún discurso, quizás por ser de alguna manera un enfrentamiento silente con el otro protagonista de la muestra, su primo


Paco6, artista norteamericano cuyas obras ostentan una economía similar, lo cual los lleva a titular la muestra Proaño vs. Proaño.7 La otra vertiente de Proaño son las obras que usan la fotografía como elemento primario. La extensa Accidente nocturno para cuatro voces, es una obra poderosa en donde la imagen es más fuerte que la idea, incluso el recitatorio queda pequeño ante estos seres que se retuercen en una oscuridad multicromática. Luego, Quemado, especialmente la serie de las manos, sigue usando cuerpos retorcidos sobre fondos oscuros8. La serie Héroes y ranas9 nos muestra un Proaño en que la imagen es sólo un accesorio y el texto prima con fuerza, al igual que en Obituario. Es extraño que un autor cuya primera obra pública fue un libro de poemas vuelva al texto desde otro punto de vista, sin embargo no es el mismo texto, y no es una tarea fácil descifrarlo. La tercera vertiente de Proaño es la obra proyectual, de esta conocemos poco y su autoría se diluye en su colaboración con La Corporación, Ojo Mecánico, Inhabitants y Tranvía Cero, de hecho parece que ha buscado deliberadamente perderse en la colectividad para difuminar su firma personal, y es en este proceso donde el creador se inscribe dentro de los movimientos que más prometen en el Ecuador actual. Lo interesante es justamente que, luego de esa colaboración de más de siete años, Proaño haya vuelto a una especie de reclusión en su taller para escribir sobre su experiencia en estos grupos. De este quehacer debo destacar Configuraciones (Antología de crítica), presentada en el año 2006, en el Centro Cultural Benjamín Carrión de Quito; para la exposición Proaño recopiló textos de 14 críticos y curadores ecuatorianos y los expuso como si se tratara de obras de arte. El díptico de la muestra mencionaba en grandes caracteres «exposición curada por Ernesto Proaño», y contenía un texto del supuesto curador, su biografía, y en el reverso la reproducción de las obras presentadas en un formato diminuto. Coincidente con un congreso de curadores en la Universidad Andina, Proaño repartió en la apertura del mismo, vestido con atuendo de cirugía, los dípticos de la muestra. Para la inauguración el artista, con otros colaboradores, vestidos igualmente con ropa de cirujanos, repartieron bebidas azules y pastillas a los invitados. En conjunto con Ojo Mecánico, Experimentos Culturales y La Corporación, Proaño participó de la propuesta «La virgen de la Bienal» (2004), crítica del evento que tiene lugar en Cuenca cada dos


años, quiosco de venta de productos misceláneos, todos satíricos con artistas y curadores, así como la intervención performática con representaciones de la supuesta deidad que ampara a los «pintores premiados» en las puertas de los museos de Cuenca. Ya antes había confrontado Proaño al Salón Mariano Aguilera de Quito 2002, convocando al No Salón, evento dinámico que usó bares y restaurantes de la ciudad, y pretendía dialogar, desde el arte, con la ciudadanía y el manejo siempre equívoco, por parte de curadores y jurados, del salón municipal. También en la inauguración del Mariano Aguilera usó vestimenta de cirugía para repartir volantes del No Salón.10 Como parte del conglomerado de artistas La Corporación realizó un performance que detuvo una presentación del colectivo Tranvía Cero en la Universidad Andina Simón Bolívar, en el año 2004. Un grupo, ataviado con pasamontañas y regletas apagaron la luz interrumpiendo la presentación de la curadora María Fernanda Cartagena, y leyeron un manifiesto donde se reafirmaba la independencia del artista de instituciones y academias. Posteriormente Proaño sería invitado a formar parte del colectivo Tranvía Cero, organizadores del Encuentro Internacional de Arte Urbano al zur-ich y la Documenta Internacional de Arte Público Mishqui Public, en donde realizó una intensa actividad entre el 2005 al 2009; entre las obras más destacadas en colectivo, en que participó Proaño, están El paseo de la fama (2007), parodia del famoso bulevar de Los Ángeles, donde en el parque de la Ciudadela México los habitantes decoraron su propia estrella, fortaleciendo así la noción de que son ellos los verdaderos actores de la historia de la urbe. En la misma línea la obra Los 7 platos de Chicago (2007) rescató, con los moradores, nombres tradicionales de siete sectores. Se colocaron placas de cerámica en lugares estratégicos para recordar el verdadero nombre del barrio, y no aquel que arbitrariamente coloca la administración municipal. Se hicieron entrevistas para recopilar leyendas, personajes y anécdotas, culminando el proceso en una fiesta popular con el develamiento de las placas.11 El proyecto de Proaño «El nombre de mi barrio lo pongo yo» —ganador del Premio Emiliano Segura para las Artes No Convencionales, de México, en el año 2010—, retoma la temática trabajada con Tranvía Cero, replanteándola como un mecanismo para provocar la desobediencia civil al convencer a los habitantes de un barrio a desconocer toda señalética y nomenclatura municipal e imprimir sus


propias creaciones en cualquier lugar de su sector, con cualquier técnica, en franco desafío al poder, e incluso la lógica. He mencionado algunas obras donde es evidente el espíritu de confrontación y desafío que marca la actividad de Proaño, pero la intención del autor es generar reflexión, no sólo sobre lo que es y significa el poder omnímodo, casi abstracto, que creemos patrimonio del estado, sino también del poder que se gesta y ampara en la familia, la colectividad, la creencia, el deporte, los rituales, y genera sociedades intolerantes y cerradas en sí mismas. Todas las evidencias me dicen que la obra de arte, por lo menos aquella cuyo fin no es la decoración, siempre va a ser intrínsecamente contestataria, y el creador, por lo tanto, se estará siempre jugando el todo por el todo con cada nueva propuesta. Del 2009 al 2010 Proaño realizó la obra histo-art12 denominada Tarjeterío que, para su cierre, reunió colaboraciones de 116 creadores de todo el planeta. Parodiando un acto que ya otros artistas han usado13, repartió tarjetas de presentación donde expresaba un estado de ánimo, su antítesis o una idea. Reflexión sobre lo que «creemos» somos expresada en un minúsculo pedazo de cartón, en donde el eje de la obra es el acto de dar y recibir, asumir que podemos ser individualidades cambiantes, crítica sutil de una cosmovisión que se empeña en etiquetarnos. La serie de calcomanías políticas que ha repartido desde el año 2008 son también interesantes en cuanto a su proceso de circulación y crítica al poder, especialmente llaman mi atención aquellas en que, una vez más, se burla de la «arrogancia» de curadores y críticos de arte. Del 2010 al 2011 realizó la exposición clandestina De vacíos y maquinarias, fotografías presentadas en la refrigeradora de su casa, donde lo fundamental no es la obra en sí misma sino el acto de departir un café con sus amigos y conocidos, crítica a la exposición de galería y al mercado artístico, pero también la búsqueda de un arte donde lo fundamental es la relación humana y no el espectáculo. Es Proaño un artista que se puede denominar joven, por lo tanto su obra apenas empieza a despuntar en el siempre tempestuoso día del arte. Estoy segura sus creaciones e intervenciones no auguran ninguna tregua, menos hacia aquellos que como yo, pretenden investigarlo para discernir sus propósitos.

Londres, 2013


Notas: 1 Szeemann, Heinz, Catálogo al zur-ich, Quito, Ecuador, 2006. Lo que más me ha llamado la atención del proceso de al zurich no es su involucramiento con lo que sus autores se empeñan en decir son barrios «marginados» del circuito oficial del arte, planteamiento ingenuo que no refleja la realidad social de estos sectores, sino de algunas obras que han logrado no depender de un público, donde todos quienes participan son actores y espectadores a la vez, y por lo tanto no necesitan de una presentación o un desenlace. 2

Guleswky, Miroslad, Krie, Ratarov Inc., Cracovia, Polonia, 1985.

Habitantes de Uyumbicho fue parte de la exposición Cadáver exquisito, realizada en conjunto con Roberto Calle. Recorrió Centroamérica, Panamá y Cuba de 1999 a 2000.

3

La serie la trabajó originalmente como encargo de la revista de literatura País secreto, que publicó una selección de los mismos en el número 3, Rimana, Quito, Ecuador, 2002. 4

Obituario, publicación financiada por el propio autor, nunca se ha expuesto, consta de 16 cuadros de mediano formato, trabajados en grises, y un folleto impreso en blanco y negro, este último ha circulado desde el año 2007. 5

6 Paco Proaño, artista norteamericano residente en Denver, ha sido parte del colectivo en.ve.lope, de su reciente colaboración con David Fodel han surgido instalaciones donde exploran las pobilidades acústicas de la luz y la visualidad sonora de metales y otros elementos.Ver: www.pacoproano.com • vimeo.com/52804024

La exposición Proaño vs Proaño fue presentada en La Naranjilla Mecánica y en la Casa Cultural Trude Sojka en noviembre de 2012.

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Encuentro que la instalación Procesion for export —seleccionada para el Salón Nacional de la Bienal de Cuenca 2003—, coincide en lo cromático y narrativo con 16 OMS, la obra consiste en fotografías de la procesión que se celebra todos los años en Quito por Semana Santa ubicados en contenedores de films como soporte. 8

A mi criterio la más representativa de la serie es La mejor leche es la leche materna, obra lamentablemente perdida en Japón en circustancias oscuras.

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Proaño ya había usado este vestuario para su proyecto de tesis «Asesinato premeditado del teatro y sus apóstoles», 1998, aun inédito. 10

Formó parte de La Corporación de 2002 a 2004, renunciando a esta para ser parte del colectivo Tranvía Cero con quienes trabajó de 2005 a 2009, año en que presentó su dimisión al estar en desacuerdo con el manejo de pre-selección para la Bienal Internacional de Pintura de Cuenca, del que se benefició el colectivo, y que Proaño consideraba carecía de transparencia y era un proceso basado en la arbitrariedad de los curadores. (Entrevista a Ernesto Proaño, 29 julio, 2013) 12 Me ha parecido importante la denominación de Heinz Szeemann, histo-art, para obras que no se circunscriben a un episodio, sino que su intención es jugar con el tiempo, la esencia de estas creaciones es justamente que su acción transcurre en un período más o menos largo donde se van nutriéndo del contacto con el público. «Todo este vasto proyecto se enuncia como una proyección perversa y constitutiva de un nuevo tipo de arte que me he atrevido a calificar como histoart, porque rebasa concientemente su planteamiento coyuntural y se proyecta hacia el pasado 11


y hacia el futuro, en un esfuerzo de imaginación que rompe con la idea occidental del espacio-tiempo, superponiendo en una complicada superestructura diferentes espacios, cosmovisiones, culturas y sucesos históricos para no-lograr una obra visible sino una difusa red de variables». Szeemann, Heinz, Catálogo al zur-ich, Quito, Ecuador, 2006. 13 Evidentemente el acto de las tarjetas es una propuesta que se enmarca muy bien como arte Fluxus, se encuentra más en el terreno del performance que del arte visual. Pero no es la única vertiente de la obra, el poeta Alfredo Gangotena (Ecuador 1904-1944) obsequiaba una tarjeta de presentación que decía «Cazador de tigres»; la artista afro-norteamerica, Adrien Piper, presentó en 1986 una tarjeta que los espectadores podían llevarsela y hacerla circular, el texto era una reflexión sobre la condición de ser mujer en un mundo donde el machismo induce a los hombres a creer que cualquier gesto femenino hacia ellos es un acto de coquetería e invitación al flirteo. Estos dos ejemplos, entre otros, anteriores a la propuesta de Proaño, no restan originalidad a su proceso. Es importante, además, revisar las propuestas de diseñadores gráficos que convierten a la tarjeta de presentación en obras de arte, veáse las páginas web: dailypoetics.typepad.com/photos/business_cards_and_other_/index.html • creativebits.org/cool_business_card_designs • creativebits.org/cool_business_card_designs Y el blog de la muestra de Proaño: www.tarjeterio.blogspot.com


Cuerda y cenizas Selecci贸n de obra conceptual

2002-2012



Meridiano/cenizas 2002-2009

Esta obra fue el resultado de diversas intervenciones de desconocidos que no eran artistas visuales, se desarrollo desde el año 2002 hasta 2009. La obra era retocada periódicamente por Ernesto Proaño y fue expuesta en dos ocasiones, en el No-salón (bajo seudónimo en el Café Libro, 2002) y en la exposición Hipercolectiva (Guayaquil, 2003). En mayo del año 2009, en ceremonia privada, fue incinerada, sus cenizas se conservan en una caja de madera de laurel.



Meridiano/cenizas Pastel seco sobre papel 300 x 120 cm. 2002- 2009



Manual de entrenamiento del toro de lidia 2004

Producto de una serie de cómics sobre la violación alos derechos humanos en el gobierno de León Fébres Cordero, esta obra reflexiona y critíca la tortura infringida hacia los animales en la tradicional Feria de Toros de Quito. La obra fue presentada como parate de la exposición «Camal» en el Encuentro de Arte Urbano al zur-ich 2004.



Manual de entrenamiento del toro de lidia Dimensiones variables, dibujo negativado/impresi贸n digital en papel laminado sobre base de pl谩stico, 2004



Configuraciones (Antología de crítica)

2006 Esta muestra fue una extrapolación de lo que usualmente hacen los curadores, consistió en tomar fragmentos de sus textos, enmarcarlos y exponerlos como si se tratara de obra visual. El artista fungió de curador de curadores y, tal y como es usual en las muestras dirigidas por muchos de ellos, fue el protagonista y figura fundamental relegándolos a meros participantes de su idea primigenia. La exposición coincidió con un evento de curadores que tuvo lugar en la Universidad Andina, donde el autor repartió folletos de su muestra.


Obras de curadores expuestas en el Centro Cultural Bejam铆n Carri贸n

El configurador entrando a escena con sus ac贸litos en trajes de cirug铆a


Obras de curadores expuestas en el Centro Cultural Bejam铆n Carri贸n

El configurador repartiendo pastillas curatoriales


Folleto de la muestra


Folleto de la muestra


Folleto de la muestra


Folleto de la muestra



Afiche de la muestra con cometarios de artistas sobre la curadurĂ­a (fragmento)



Afiche de la muestra con cometarios de artistas sobre la curadurĂ­a (fragmento)



Calco

2007-2009

En base al encuentro con el colectivo Grifos de Chile, en el 2007, inicié una serie de calcomanías de pequeño formato (9,5 x 5 cm.) sobre la curaduría, las poses en el arte y finalmente sobre las políticas culturales. Algunas fueron repartidas en salones de arte, otras en reuniones informales y algunas en el marco de las protestas contra la política del Ministerio de Cultura del Ecuador.


CalcomanĂ­as sobre arte


CalcomanĂ­as sobre la burocracia


CalcomanĂ­as sobre la pedanterĂ­a intelectual


CalcomanĂ­as sobre el Ministerio de Cultura



Ingiera su constitución 2010 Obra presentada en el evento «Todo por un Yorch». La obra consistía en una instalación con sombrillas y vasos, sobre las sombrillas estaban impresos fragmentos fragmentos de la última constitución aprobada en el Ecuador con la leyenda «Ingiera su constitución 1 USD each one». La idea era inducir a la reflexión sobre los textos de la Constitución y sobre una de las pasiones del ecuatoriano promedio: ingerir licor, generalmente en copiosas cantidades hasta quedar inconsciente. ¿Qué mejor que conocer lo que dice nuestra Carta Magna al tiempo que bebemos una buena caipiriña o un tómame-a-ver-si-te-levantas?


Tomado de la pรกgina del evento




Tarjeterío 2009-2010 Durante un año el autor repartió tarjetas sobre lo consideraba «eray» o «creía que era», de este ejercicio nació esta muestra que se enriqueció con la contribución de 116 artistas visuales de diferentes países, a quienesen convocatoria abierta se les pidió su interpretación del tema, siendo la única condición no escriban su profesión. Según Proaño la intención fue «jugar, tergiversar y reflexionar sobre lo que somos mediante estos “seres” casi autónomos llamados: tarjetas de presentación.» La obra se presentó en el Este Café «La Mariscal» y en Este Café «El Jardín» en 2010, el blog de la muestra sigue funcionando: www.tarjeterio.blogspot.com







El país bajo cuerda 2012

Reflexión en torno al abuso del poder y al populismo que ha sido la tónica de la mayoría de gobernantes ecuatorianos desde la independencia de España. Esta serie de obras se presentaron en el Festival Ecu-UIO 2012.


El pájaro de fuego, (De la serie El país bajo cuerda), acrílico/madera, 100 x 120 cm., 2011.


El pollo mecánico está siendo asfixiado por el símbolo patrio, uncido a la vez por elementos religiosos y una moneda de un dólar, la obra es una metáfora de la alienación política que vivimos. El país bajo cuerda (De la serie El país bajo cuerda), arte objeto/mixta, 2012.


Pollitos mecánicos Sobre y Bajo el estandarte patrio (De la serie «El país bajo cuerda»), instalación, 2012.

El autor juega con ironía con el concepto de los símbolos patrios, el poder, y aquellos que lo detentan y abusan de él.


Crítica mordaz de las creencias nacionales en torno a la democracia, su concepto es una ficción de la cual usufructúan y abusan los grupos de poder. Escuadrón de búsqueda de las raíces de la democracia (De la serie El país bajo cuerda), performance, Plaza de la Independencia-Boulevar de la 24 de Mayo, 2012.



Laberintos Selecci贸n de obra pict贸rica

2000-2010



Hechos-des-hechos 2000

Serie integrada por doce lienzos, trabajados en acrílico, que se exhibieron en la Asociación Humbold, de Quito Ecuador, en marzo de 2001. Como los monjes medievales, que sobre los pergaminos o antiguos manuscritos escribían y reescribían las historias, fabricando —sin saberlo— lo que los paléografos han dado en llamar palimpsestos, Proaño juega en sus cuadros con fondos ‘textuales’. Tonos tierra, entre cafés y ocres, sobre los cuales una mano anónima ha escrito algo, diversos mensajes lanzados como una botella al mar. Alfonso Espinosa, de diario El Comercio, Ecuador, 2001



Mi pesadilla preferida 120 X 130 cm., acrĂ­lico sobre tela, 2000


El lugar de los transatlĂĄnticos hundidos 120 X 130 cm., acrĂ­lico sobre tela, 2000


El ají de la abuela 50 X 140 cm., acrílico sobre tela, 2000


El sueño del pez heterodoxo 50 X 140 cm., acrílico sobre tela, 2000


Genoma humano 1 50 X 140 cm., acrĂ­lico sobre tela, 2000


Ciudad G贸tica 50 X 140 cm., acr铆lico sobre tela, 2000


Satélites 2001

Serie integrada por doce lienzos, trabajados en acrílico, que se exhibieron en la Asociación Humbold, de Quito Ecuador, en marzo de 2001.

Sus lienzos, son un viaje a través de suntuosas figuras, o de ese laberinto matemático de N/S (no soluciones), o maquinarias obsoletas. Indescifrable enigma que sirve de fondo en reiteradas ocasiones. Como mensajes venidos de una parábola de tiempo no existente. Cristina Marchán, de LíneaCero, Ecuador, 2001



Adolescentes leyendo su futuro en sus tazas de tĂŠ 120 X 130 cm., acrĂ­lico sobre tela, 2001


Hombres absortos en la radioestesia 120 X 130 cm., acrĂ­lico sobre tela, 2001


Los sibaritas • Los cuervos • Polifemo 50 X 140 cm., acrílico sobre tela, 2001


Transmisión de programa apto para todo público 120 X 130 cm., acrílico sobre tela, 2001


Manual de navegación • Las tablas de la ley • discurso oficial 50 X 140 cm., acrílico sobre tela, 2001


Pata e perro 120 X 130 cm., acrĂ­lico sobre tela, 2001


Numerolog铆as 2001

Serie integrada por lienzos en formatos alargados, trabajados en acr铆lico, que constituyeron instalaciones y se exhibieron en Asociaci贸n Humbold, de Quito Ecuador, en marzo de 2001, en el Sal贸n Nacional de la Bienal de Cuenca, Ecuador, y en el Zodiac Bar de Denver, EUA, en junio de 2001.

all it takes is a glance at his intricate and highly detailed works to see there is some truth to it. Add a dash of background and the picture becomes a little clearer. Dave Flomberg, de DNA, EUA, 2001



Robots and inhabitants 22 X 220 cm. c/u, acrĂ­lico sobre tela, 2001


Robots and inhabitants 20 X 140 cm. c/u, acrĂ­lico sobre tela, 2001


Revolution 22 X 132 cm. c/u, acrĂ­lico sobre tela, 2001


Los comensales de la Caja Ronca 22 X 220 cm. c/u, acrĂ­lico sobre tela, 2001


Circo 2002

Serie integrada por dibujos en tinta china sobre papel kraft preparado con acrílico blanco, fueron comisionados especialmente por la revista País Secreto y se exhibieron en el Museo de la Ciudad de Quito Ecuador, en marzo de 2002.

…singular aplauso merecen los dibujos de Ernesto Proaño. Cada uno es una idea explosiva. OP, De diario Hoy, Ecuador, 2002



el acto del contador de cachos 100 X 120 cm., tinta sobre papel, 2002


el acto del elefante 100 X 120 cm., tinta sobre papel, 2002


el acto del escapista 100 X 120 cm., tinta sobre papel, 2002


el acto de los siameses 100 X 120 cm., tinta sobre papel, 2002


el pĂşblico 100 X 120 cm., tinta sobre papel, 2002


el acto del domador de fieras 100 X 120 cm., tinta sobre papel, 2002


Circunstancias negras 2002

Serie integrada por dibujos en tinta china sobre papel kraft preparado con acrílico negro, fueron comisionados especialmente por la revista País Secreto y se exhibieron en el Museo de la Ciudad de Quito Ecuador, en marzo de 2002.

…singular aplauso merecen los dibujos de Ernesto Proaño. Cada uno es una idea explosiva. OP, De diario Hoy, Ecuador, 2002



el principito festejando la muerte de su autor 50 X 140 cm., tinta sobre papel, 2002


la mujer que bes贸 al pr铆ncipe y se convirti贸 en rana 50 X 140 cm., tinta sobre papel, 2002


librepensador en su tumba 50 X 140 cm., tinta sobre papel, 2002


maldita sea la espina de pescado 50 X 140 cm., tinta sobre papel, 2002


el extraterrestre que muri贸 de amor 50 X 140 cm., tinta sobre papel, 2002


jaqueca matutina 50 X 140 cm., tinta sobre papel, 2002


16 OMS 2005

Serie integrada por dibujos tratados digitalmente e impresos en papel laminado, se exhibieron en el Spider Ciber Café de Quito, Ecuador, en diciembre de 2005.

tengo la sensación de estar ante retazos de un video clip… José Galimatías Curador de la muestra



La fĂŠme fatal no era muy pilas 25 X 100 cm., dibujo negativado/impresiĂłn digital en papel laminado sobre base de plĂĄstico, 2005


Chicho antes de lanzarle la piedra al chapa 25 X 50 cm., dibujo negativado/impresi贸n digital en papel laminado sobre base de pl谩stico, 2005


El maistro de Feng Shui que me jodi贸 la casa 25 X 50 cm., dibujo negativado/impresi贸n digital en papel laminado sobre base de pl谩stico, 2005


El zombie que dirige el paĂ­s 25 X 50 cm., dibujo negativado/impresiĂłn digital en papel laminado sobre base de plĂĄstico, 2005


El clown que recitaba a Jorge Enrique 25 X 50 cm., dibujo negativado/impresi贸n digital en papel laminado sobre base de pl谩stico, 2005


El profeta de la 24 25 X 50 cm., dibujo negativado/impresi贸n digital en papel laminado sobre base de pl谩stico, 2005


Obituario 2008-2010

Serie integrada por acrílicos sobre lienzo que forman parte del libro Obituario del mismo autor.

tengo la sensación de estar ante retazos de un video clip… José Galimatías Curador de la muestra



Mujer con arete de perla negra 100 X 100 cm., acrĂ­lico sobre lienzo, 2010


Mi Negra lista para irse de rumba 100 X 100 cm., acrĂ­lico sobre lienzo, 2010


El inventor del primer submarino que atravezó el río Guayas 100 X 100 cm., acrílico sobre lienzo, 2009


El tendero que creĂ­a en los extraterrestres 100 X 100 cm., acrĂ­lico sobre lienzo, 2008


El samurai de Quevedo 100 X 100 cm., acrĂ­lico sobre lienzo, 2008


Mi amigo Kléver “Puño de tierra” Congo 100 X 100 cm., acrílico sobre lienzo, 2010


Silentes

2012-2013

Obras en pastel seco y acrílico sobre corrosil, fueron parte de la exhibición Proaño Vs. Proaño en La Naranjilla Mecánica (2012), Casa Trude Sojka (2012) y Más es más en CAC (2013).



S/T 50 X 70 cm., pastel seco y acrílico sobre corrosil, 2012 Colección Bernardo Jarrín


S/T 50 X 70 cm., pastel seco y acrílico sobre corrosil, 2012 Colección Martínez


S/T 50 X 70 cm., pastel seco y acr铆lico sobre corrosil, 2012 Colecci贸n Larco


S/T 50 X 70 cm., pastel seco y acr铆lico sobre corrosil, 2012 Colecci贸n Correa


S/T 50 X 70 cm., pastel seco y acr铆lico sobre corrosil, 2012 Colecci贸n Larco


S/T 50 X 70 cm., pastel seco y acr铆lico sobre corrosil, 2012 Colecci贸n Mora Stoitchkov


S/T 50 X 70 cm., pastel seco y acrílico sobre corrosil, 2012 Colección Proaño


S/T 50 X 70 cm., pastel seco y acr铆lico sobre corrosil, 2012 Colecci贸n Karen Sol贸rzano


S/T 50 X 70 cm., pastel seco y acr铆lico sobre corrosil, 2012 Colecci贸n del autor


S/T 50 X 70 cm., pastel seco y acr铆lico sobre corrosil, 2012 Colecci贸n del autor


S/T 50 X 70 cm., pastel seco y acr铆lico sobre corrosil, 2012 Colecci贸n del autor


S/T 50 X 70 cm., pastel seco y acrílico sobre corrosil, 2012 Colección José Vélez


S/T 50 X 70 cm., pastel seco y acr铆lico sobre corrosil, 2012 Colecci贸n Vinueza



Ranas y héroes Selección de obra fotográfica

1999-2011



Ojo de divergencia por René Miravalle

Crítico de arte

L

a obra fotográfica de Ernesto Proaño Vinueza se ha mantenido oculta por casi un decenio, y con esto no quiero decir que no haya sido expuesta y comentada, sino que su labor como pintor y gestor cultural ha relegado a segundo plano una propuesta que, sin duda, tiene características particulares y merece especial análisis y atención. Y posiblemente su obra no mereciera tampoco tanto interés, si no fuera justamente por ese peregrinar de colectivo en colectivo, de movimiento en movimiento, él mismo fundador de grupos y corporaciones, incluso en los Estados Unidos, de revistas y publicaciones, posiciones políticas y contrapoderes en el arte contemporáneo de ese misterioso y aún indescubierto Ecuador, su país natal. Es Proaño, a primera vista, un ilustrador, no en balde proviene del diseño gráfico y las artes visuales, pero siempre encontramos en sus propuestas un hilo conductual, una «narración» que intenta conferirle a la obra un sentido global, ninguna de las composiciones fotográficas que conforman este libro pueden entenderse por separado, cada una tiene un argumento que rige su exposición, y ese argumento es siempre de naturaleza textual, como si el artista se hubiera sentado a escribir sobre su futura creación más que a bocetarla. Este manera de creación refleja una voluntad de Proaño por componer obras inteligentes, que se autoabastezcan de sentidos, independientemente de su creador, en donde los resultados finales se acercan más a un guión cinematográfico o a una partitura, que a un cuerpo bidimensional. Lo cual es sintomático en una época donde los experimentos de


videonarración se han convertido en el axioma de la comunicación visual, y los lenguajes artísticos se han enriquecido por nuevas formas de expresar el mundo, por nuevas maneras de establecer historias que se alejan y se acercan de la palabra escrita e irrumpen con fuerza en los imaginarios postmodernos como una nueva ola de expresiones revolucionarias que hacen temblar los viejos andamiajes de la razón. No es ajeno Proaño a la saturación visual de los albores del siglo XXI, la superabundancia de colores y texturas de sus propuestas son un manifiesto barroco de un mundo que se ha acostumbrado a la marea casi infinita, la mayoría de veces incomprensible, de una aldea global polisígnica, polimórfica y megatextual. Esta nueva torre de babel en la que vivimos ramifica las propuestas del arte hasta perderse en el inconmesurable trazado de su laberinto, estructura fractal que se repite a sí misma y, por lo tanto, comienza a girar sobre cánones que se autoclonan una y otra vez, sin que surjan alteraciones sensibles que cambien la estructura. En esta pesadilla de inicios del nuevo milenio ya no podemos entender la creación artística como un hecho aislado, ni separar al creador de su obra, siendo en muchos casos el artista más interesante que sus creaciones, basta mencionar a Rimbaud, Artaud o Warhol para denotar que la obra y el hombre se funden en un postulado indiferenciable, nuestra nueva sensibilidad empieza a dudar de los grandes del siglo XX, y es necesario reescribir la historia del arte para comprender una época, nuestra época, que no parece empezar con la rebelión impresionista sino con el anarquismo vital de Rimbaud, que reniega de su propia obra y convierte su existencia en una búsqueda antisocial permanente. ¿Es entonces el arte una expresión que apunta siempre al desequilibrio, a la crítica permanente, incluso a la búsqueda autodestructiva del individuo?, al parecer es así, porque evidentemente existen dos tipos de creadores: los conformistas, que son mayoría, y los rebeldes, que son esos pocos que se exponen a la permanente derrota, y en esta dicotomía solo puede permanecer en la historia aquellos que rompen con su época, y que, eventualmente, la transforman, o mejor dicho la destruyen con la ira propia de su cuestionamiento.


Es por eso que he accedido a la introducción de este libro, porque hay en el creador, que es Ernesto Proaño, todos estos elementos, pero también un humor cínico que intenta reinventar los mitos, como la fuerza de la destrucción latiendo vehemente en sus composiciones y sus actitudes vitales. La resolución formal que denota su trabajo constante, así como la parquedad de obras realizadas, no son indicadores del pensamiento artístico, sino síntomas de planteamientos universales de una obra que no está conformada tan sólo de imágenes, sino de textos, cuestionamientos, desencuentros, desplazamientos, todo aquello que constituye una vida. Las cuatro partes que componen este catálogo, de nombre cínico y sujerente, Ranas y héroes, son gestos de una misma propuesta. La primera, Accidente nocturno para cuatro voces (realizada entre 1995 a 1999), es una exposición creada como partitura para coro de cuatro voces, cuyos textos conforman un recitativo que se transforma en las tortuosas imágenes de dos mujeres y dos hombres aparentemente mutilados o quemados en un accidente (no sabemos de qué tipo), y que nos transmiten su angustia. La depurada técnica, producto de un extenso manejo de materiales —humo, luces, pigmentos, tierras y superposición de diapositivas— así como la colaboración de cuatro personas que en sucesivas sesiones, previas a las cuales el autor les sumistraba el texto, debían interpretar con sus movimientos la idea, conducen a una enorme muestra nunca presentada en Ecuador, sino en Costa Rica. La segunda etapa, Quemado (realizada entre 1998 a 2003), sigue profundizando en la tortuosidad del cuerpo humano, la primera serie muestra una mano que no sabemos qué exactamente ha soportado, como si se tratara de un folleto médico o un código de señales. Su efecto es más controversial debido a la escasa explicación que la acompaña, sin embargo, las tres obras siguientes muestran figuras antropomorfas que evocan estar en el medio de un fuego, y el título, Quemado, se repite en tres idiomas, reafirmando la incidencia del fuego sobre los personajes. Tampoco esta obra fue presentada en Ecuador sino en Malasia.


La tercera parte corresponde a Leche y ranas, presentada en Tokio en el 2005, híbrido entre la fotografía y el dibujo, que nos recuerda un collage, su dimensión conceptual indaga el consumo y la explotación irracional de los recursos naturales, ironizando la depredación humana para conseguir su bienestar. Proaño recopila una serie de materiales de su autoría que conformaban bocetos, obras sobre camisetas, fotogramas, registros turísticos, y realiza cinco sesiones con modelos para lograr la propuesta. La última parte corresponde al registro fotográfico que en año 2007 realizó Proaño —en ese entonces miembro del colectivo Tranvía Cero—, de la vieja fábrica textil La Internacional; la obra estuvo guardada hasta el año 2010 en que, para la edición de una serie de libros de la colección Cochasquí, el poeta Antonio Correa, editor de la misma, le sugirió tenía en sus manos una exposición completa. Es interesante la explicación que da el propio autor sobre la muestra: Esta muestra ha ido gestándose como una evocación de la novela Picnic extraterrestre (1977), de Arkadi y Borís Strugatski; y la película basada en dicha obra de Andrei Tarkovsky Stalker (1979), donde los personajes que se aventuran en la denominada Zona, poblada de espacios vacíos, pero mortales, y maquinarias abandonadas —restos de lo que parece una catástrofe o una invasión extraterrestre—, sólo buscan las migajas de tecnología que los pueden sacar de su miseria, en ese trance la mayoría pierde no sólo la vida, sino también su humanidad. Así, las fotografías duplicadas en Photoshop, buscan que el espectador se sumerja en el misterio del espacio utilizando un formato alargado, como el tipo de película de los estudios Mosfilms, induciendo a una búsqueda personal del espectador.

La muestra, de carácter clandestino, ha sido presentada a conocidos del autor que desde noviembre de 2010 visitan su casa para departir un café, luego del cual pasan a la cocina donde las obras son exhibidas en soporte magnético sobre su refrigeradora. Tour a un espacio personal que detona la propuesta y replantea la noción del espectáculo de la obra de arte en una galería. La obra física, así, se convierte en un pretexto donde existe una intención performática del artista, una clara intención por transformar el ritual de la presentación del quehacer visual en un acto cotidiano, donde lo importante es el interlocutor y no la producción del dueño de casa.


Cuando con mi familia vivimos en Moscú, en los años setenta, mi padre presenció exposiciones clandestinas en casas de algunos pintores, muchos de ellos eran parte del stablishment y sus cuadros de realismo socialista se exhibían en los museos, más su obra secreta era de otra naturaleza —abstracta, neofigurativa, expresionista—, doble labor producto de un estado que no permitía un arte que se apartara de sus cánones. Para esta muestra se retoma el mismo sentido secreto, quienes la visitan han sido convocados para departir un rato en una casa, la obra se encuentra incluso oculta en la vivienda, intentando que sea un fragmento más del ritual que es reunirse a tomar un café con amigos.

La obra de Proaño nos da la sensación de un trabajo constante en donde el resultado visual no es ni constituye lo primordial, y sin embargo enmarca la labor del creador, se convierte en las únicas ventanas que tenemos para atisbar un universo que es también el nuestro, puesto que en cierto momento las imágenes —como sucede en toda obra de arte que se precie—, se convierten en espejos de quienes espectamos. Nueva York, 2011



Accidente nocturno para cuatro voces 1999

Muestra integrada por treinta y seis fotografías, divididas en cuatro series y apoyada por textos y voces. Se exhibieron en el Museo del niño, San José, Costa Rica, en febrero de 1999. «Accidente nocturno para cuatro voces» pretende remover la sensibilidad del observador, haciéndolo cómplice de cuatro sucesos violentos, que intentan atraparlo en la tortura, las pesadillas, además de confrontarlo consigo mismo. El Heraldo, Costa Rica, 1999.



Desde todos los rostros nos mir谩mos inm贸viles 70 X 100 cm., impresi贸n tipo C, 1999


Insectos de un accidente nocturno 50 X 75 cm., impresi贸n tipo C, 1999


El cuerpo y su asalto de incongruencias 50 X 75 cm., impresi贸n tipo C, 1999


Al fin y al cabo todos los silencios son iguales 50 X 75 cm., impresi贸n tipo C, 1999


Todos los labios me llegan de la fiebre 70 X 100 cm., impresi贸n tipo C, 1999


Mi cuerpo se inventa en el vac铆o 50 X 75 cm., impresi贸n tipo C, 1999


Poema in煤til 50 X 75 cm., impresi贸n tipo C, 1999


Bailo sola 50 X 75 cm., impresi贸n tipo C, 1999


Niño sonriente masticando neumático 50 X 75 cm., impresión tipo C, 1999


Cromosoma perdido 50 X 75 cm., impresi贸n tipo C, 1999


Sue帽os fluviales y anversos 50 X 75 cm., impresi贸n tipo C, 1999


Palabras curvas al filo de una cuerda 50 X 75 cm., impresi贸n tipo C, 1999


Canciones con gargantas cortadas 50 X 75 cm., impresi贸n tipo C, 1999


Cruc茅 mi lengua con insectos 50 X 75 cm., impresi贸n tipo C, 1999


Amores entre los pliegues del ansia 50 X 75 cm., impresi贸n tipo C, 1999


Y así olvidé mi rostro 50 X 75 cm., impresión tipo C, 1999


Quemado 2003

Propuesta integrada por cuatro series de fotografías —originalmente pensada para el proyecto musical Mata Jeilly de Estefan Vinueza y el Sambo Catatún—, y que fue presentada dentro de la exposición Cosmovisión Andina en el Balai Seni Lukis Negara, Kuala Lumpur, Malasia, en septiembre de 2003. En base al calendario andino, de naturaleza lunar, que se usaba para determinar siembras y cosechas, la obra toma como pretexto el denominado «tiempo de quemar», devastación necesaria que destruye el pasado y purifica la tierra para recibir la nueva semilla. Katy Muñoz, curadora de la muestra, 2003.



Quemado no. 1 10 de 25 X 40 cm., impresi贸n en color, 2003



Quemado no. 2 7 de 25 X 40 cm., impresi贸n en color, 2003



Quemado no. 3 7 de 25 X 40 cm., impresi贸n en color, 2003



Quemado no. 4 7 de 25 X 40 cm., impresi贸n en color, 2003



Leche y ranas 2005

Propuesta integrada por diez composiciones trabajadas como collage, que integran dibujos y fotografías. Dos de estas obras formaron parte de la exposición Treinta ideas en Tokio en el Meguro Museum of Art, Tokio, Japón, en enero de 2005. Vivimos una época de sobresaturación icónica, dónde la verdad se resume a lo que los medios de información nos presentan como hecho real. Leche y ranas es sólo una mentira más que aporta a ese caos absurdo. Del catálogo de Treinta ideas en Tokio.



La mejor leche es la leche materna 32 X 80 cm., impresi贸n en color, sobre papel laminado, 2005



Si las ancas de rana se extinguen ÂżquĂŠ vamos a comer en los restaurantes? 32 X 80 cm., impresiĂłn en color, sobre papel laminado, 2005



Tu amor sonaba como una quijada de burro 32 X 80 cm., impresi贸n en color, sobre papel laminado, 2005



Tus dietas eran bendecidas por la virgen de la gordura 32 X 80 cm., impresi贸n en color, sobre papel laminado, 2005



Los mejores pintalabios se fabrican con la grasa de las ballenas 32 X 80 cm., impresi贸n en color, sobre papel laminado, 2005



Índice de Vacíos y Maquinarias 2007-2011

Muestra integrada por quince fotografías, tomadas con cámara digital Canón EOS 500, impresas en papel adhesivo con soporte magnético. Se exhibieron en la casa del artista, en su cocina, sobre su refrigeradora, entre noviembre de 2010 a noviembre de 2011. El artista creó una muestra clandestina donde los convocados eran invitados a departir un café con el autor, luego del cual les hacía partícipes de la obra. Con imágenes con una depurada técnica y colores intensos, el autor nos sumerge en una suerte de anti-paraíso habitado por restos, donde el único ente vivo parece ser la luz realzando las texturas de las ruinas. Pablo Yang (del catálogo nunca impreso de la muestra), 2011.



Maquinaria no. 043s Fotografía con cámara digital Canón EOS 500, ISO 100, 1/80, 4.0, formato RAW, duplicación y manipulación en photoshop, impresión digital en adhesivo sobre base magnética. 16,6 x 25 cm. 2007-2010



Maquinaria no. 81-12 Fotografía con cámara digital Canón EOS 500, ISO 100, 1/80, 4.0, formato RAW, duplicación y manipulación en photoshop, impresión digital en adhesivo sobre base magnética. 8,3 x 25 cm. 2007-2010



Maquinaria no. 77a Fotografía con cámara digital Canón EOS 500, ISO 100, 1/80, 4.0, formato RAW, duplicación y manipulación en photoshop, impresión digital en adhesivo sobre base magnética. 8,2 x 25 cm. 2007-2010



Maquinaria no. 18ns Fotografía con cámara digital Canón EOS 500, ISO 100, 1/80, 4.0, formato RAW, duplicación y manipulación en photoshop, impresión digital en adhesivo sobre base magnética. 14,9 x 25 cm. 2007-2010



Maquinaria no. 9alfa Fotografía con cámara digital Canón EOS 500, ISO 100, 1/80, 4.0, formato RAW, duplicación y manipulación en photoshop, impresión digital en adhesivo sobre base magnética. 16,7 x 25 cm. 2007-2010



Sobre el autor



Ernesto Proaño Vinueza Quito, Ecuador, 1971

Realizó sus estudios en la exYugoslavia y Ecuador. Ganador del Premio para las Artes No Convencionales Emiliano Segura 2010. Ha expuesto su obra visual en numerosos países. Desde el 2002, luego de llevar adelante el evento No-Salón, crítico del Salón Mariano Aguilera, se involucró con proyectos gestionados por colectivos de artistas independientes como La Corporación y Tranvía Cero. Parte del colectivo Ojo Mecánico y firmante del movimiento Inhabitants de Denver, Estados Unidos. Ha publicado Digitales (1989), Naufragios (1995), Espectrograma de Naun Briones y de la razón pura (2001) y Obituario (2007). Su exposición Tarjeterío (2010) convocó a 120 creadores de todo el planeta. Entre 2011 a 2012 ha expuesto en su casa la muestra Índice de vacíos y maquinarias. Ha publicado Digitales (1989), Naufragios (1995), Espectrograma de Naun Briones y de la razón pura (2001) y Obituario (2007).

Exposiciones más importantes: * Exposiciones individuales

2013 Más es más, Centro de Arte Contemporáneo, Quito, Ecuador

2012 Proaño Vs. Proaño, La Naranjilla Mecánica, Quito, Ecuador Proaño Vs. Proaño, Casa Cultural Trude Sojka, Quito, Ecuador Índice de vacíos y maquinarias, casa del autor, Quito, Ecuador*


2011 Índice de vacíos y maquinarias, casa del autor, Quito, Ecuador* Arte y vida cotidiana, Rattanbir, Alianza Francesa, Quito, Ecuador Sex-votos, Naranjilla Mecánica, Quito, Ecuador Superamigos, Naranjilla Mecánica, Quito, Ecuador

2010 Todo por un Yorch, Espacio Vacío, Guayaquil, Ecuador Tarjeterío, Este Café, Quito, Ecuador

2005 Treinta ideas en Tokio, Meguro Museum of Art, Tokio, Japón Configuraciones, CC Benjamín Carrión, Quito, Ecuador* 16 OMS, Spider CiberCafé, Quito, Ecuador*

2004 Propuesta fluxus La virgen de la Bienal con el colectivo Ojo Mecánico frente a VIII Bienal de Internacional de Cuenca, Ecuador

la

2003 VIII Bienal de Cuenca, Salón Nacional, Ecuador Cosmovisión Andina, National Art Gallery, Kuala Lumpur, Malasia

2002 Circunstancias negras, Revista País Secreto, Museo de la Ciudad, Quito, Tres ñaños, Madeleine Hollander, Guayaquil , Ecuador No-Salón, Quito, Ecuador

Ecuador

2001 VII Bienal de Cuenca, Salón Nacional, Ecuador Hechos-des-hechos, Revoluciones Colective Art Space, Denver, EUA* Hechos-des-hechos, Gallery 13, Denver, EUA* Hechos-des-hechos, Casa Humbold, Quito, Ecuador*

2000 Habitantes de Uyumbicho, Casa Góngora, Ciudad de Panamá Habitantes de Uyumbicho, Galería Portales, Tegucigalpa, Honduras Habitantes de Uyumbicho, Palacio de la Cultura, Ciudad de Guatemala


1999 Habitantes de Uyumbicho, Fundación Guayasamín, La Habana, Cuba Accidente nocturno para 4 voces, Museo del Niño, San José, Costa Rica*

Intervenciones con Tranvía Cero:

2008 Violencia-Exchangue, Guayaquil, Cuenca Y a la final… todos quieren comerse a la guagua Quito, Ecuador 2007 Siete platos en Chicago, sector de Chimbacalle El paseo de la fama, parque de la ciudadela México 2005 Chimbacalle Pool, gimnasio de boxeo de Chimbacalle

www.tarjeterio.blogspot.com

www.afavorperoencontra.blogspot.com Contacto: Movil: 0984474453 Taller: 02 2510402 Correo-e: cadabrae@gmail.com





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