Se apagan las luces... breves segundos de silencio y estruendoso aplauso. Sale Virginia con la sorpresa que nos tenía preparada, además de Iñaki, su compañero habitual al piano, la acompañaba a la batería un músico excepcional como José Bruno, más conocido como “El niño”, y nombrado el 10 de enero mejor batería del rock español. Es el batería que se está encargando de poner la percusión a las canciones del segundo disco de Virginia. Os dejo el enlace donde podéis saber mas de este magnifico músico. http://www.josebruno.com/bateria.html Virginia salió al escenario con el pelo suelto y con los hombros al descubierto, como a ella le gusta, con un vestido negro en dos capas y con bastante vuelo, ideal para deleitarnos en algunos pasajes del concierto como luego veremos. En su repertorio, una vez más, dejó atrás las canciones de Labuat I, para presentarnos los temas que sentimentalmente más la llenan por su estilo y por sus referencias musicales. Cómo he dicho al principio de esta crónica, la música de Clamores es elegante e inteligente, algo inherente al perfil artístico de Virginia Maestro.
El primer tema con el que ya nos metió en el bolsillo, si no lo estábamos desde antes, fue “Creep”, en su estilo más intimo, más sentido, cerrando los ojos, sintiendo la desgracia del que quiere y no puede o no le dejan. Ya sabemos que uno de los puntos fuertes de Virginia al cantar es su forma de transmitir, y cómo enrolarte en la canción sin apenas darte cuenta. Seguimos con “Smile”, en su versión más ligera. El concierto empezó de manera contundente y había que ir relajándose, para poder recuperar en otros temas de más calado la conexión con el público. 41