Revista Ciudad Colombia - Edición 28

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Fotografía de Imago Fotodiseño © Represa de gguatape Antioquia

Revista de Asuntos Urbanos • Edición 28 • ISSN: 0123-238X


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Contenido

Revista de Asuntos Urbanos • Edición 28 • ISSN: 0123-238X

EDITORIAL.......................................................................................................................................................4 Evanescencias poéticas................................................................................................................................5 Por: Orlando de Jesús Flórez Rodríguez

Hombre de la emergente ciudad tierra............................................................................................13 Por: Guillal

Fotografía de Imago Fotodiseño © Represa de gguatape Antioquia

Guillal,

Conexión bosque-ciudad: un desaprendizaje cultural..............................................................15 Por. Carlos Mario Uribe G.

Relevancia de la dramaturgia de Bernardo Ángel Saldarriaga materializada en el grupo teatral “La Barca de los Locos”......................................................................................19 Por: Lucía Agudelo Montoya

Ramiro Tejada De derrota en derrota hasta ¿la victoria/derrota final?...........................................................23 Por: Cristóbal Peláez González

Ramiro, el abogado que quiso ser actor............................................................................................30 Por: Redacción UdeA Noticias

Mauro Álvarez: del escritor y la escritura como irritación y exaltación de la vida...............................................................................................................................32 Por. Óscar Jairo González Hernández.

La insurgencia de insurgentes..............................................................................................................36 Por: Edwin D

“LUZ Y SOMBRA”, una creación delicada y amorosa.............................................................. 39 Por Georgina Cuartas

Poemas ..............................................................................................................................................................40 Por: Jairo González Trujillo.

CIUDAD, revista de asuntos urbanos Edición No. 28 - Diciembre - 2020 Licencia 0013 de mayo de 1984 ISSN 0123-238X Sede: Carrera 39 #47-53 apt 601 - Cel: 315 830 6731 CORPORACIÓN CIUDAD, Centro de estudios urbanos Medellín, Colombia E-mail: corporacionciudad@une.net.co, lguillermoalvarez@gmail.com - revistaciudadcolombia@gmail.com Revista virtual http://issuu.com/revistaciudadcolombia Director Guillermo Álvarez Á. Asistente de dirección Olgalucia Echeverryg Jefe de redacción Alvaro Restrepo G. Consejo Editorial Darlo Ruíz Gómez, Mario Vélez S, Olga Lucia Echeverri Gómez, Gustavo Vivas R, Osvaldo León Gómez C, Federico Giraldo V. Diseño y Diagramación IMAGO FOTODISEÑO Cel: 319 731 7060 Calle 98C # 84-25 apt 201 info@imagofotodiseno.com www.imagofotodiseno.com Contabilidad Fabio Cardona Vargas Suscripciones y Ventas Carrera 39 N° 47 - 53 Int 601 Tel: 297 39 61 Cel: 315 830 67 31 Corresponsales Gustavo Vivas R. España; Elsa Ruiz, Francia Gloria Havautis, EE-UU María Clara Mejía B. EE.UU Amantina Osorio R. Canadá Diana Madrigal, Alemania Fundadores John Jairo Hoyos Ochoa Luis Guillermo Álvarez Álvarez

Esta edición 28 de Ciudad, revista de asuntos urbanos ha sido patrocinada por las siguientes entidades y personas: Confiar, Imago Fotodiseño, Carlos Alberto Botero Chica, Orlando de Jesús Flores Rodriguez, Juan Guillermo Betancur Jiménez

Cofundadores Estanislao Zuleta (+), Fernado Cruz Kronfiy, Fabián Rendón(+), Carlos Granada, Dario Ruíz Gómez, MarioVélez S. Andrés Velásquez R, Fernando Viviescas M, Gustavo Vivas R, Osvaldo León Gómez, Federico Giraldo Valencia, José Luís Rodríguez Solis, Hubert Ariza, Jaques April, Emilio Latorre, Edgar Váquez B, German Colmenares, Anibal Patiño, Alberto Saldarriaga R, Verónica Perfetti, Benjamín Barney, Jorge Mazo, Samuel Jaramillo, Antonio Montañas, Rogelio Salmona(+), Silvia Arango, Armando Silva, Pedro Santana, Gloria Gaitán, Saúl Sánchez, María Clara Mejía, Amantina Osorio R, Juan Camilo Ruiz, Fabio Betancur, Carlos Estaban Arrubla P, Jaime Jaramillo Panesso, Carlos Julio Calle (+), Juan Luis Mejía, Fernando Arbeláez, Alberto Aguire (+), Manuel Mejia Vallejo(+), Luis Guillermo Pardo, Juan Fernando Álvarez (+), Omar Castillo, Aura López, Juan Guillermo Betancur, Hernán Henao Delgado(+), Margarita Gómez, José Martínez S, Elsa Ruiz, Beatriz Gómez, Gloria Lucía George, María Eugenia Beltrán, Gloria Burgos, Victor Gaviria, Rubén Darío Lotero, Ramiro Tejada, Fernando Baena, Alberto Baena, Pedro Cano(+), Raúl González, Ligia Pimienta(+), Luz Ruiz de Baena(+), Jorge Rodas, Edwin Diez, Alvaro Pardo C.(+), Hernán Darío Villegas, María Eugenia Arango, Antonio Restrepo(+), Juan Guillermo López(+). CIUDAD, Revista de Asuntos Urbanos, es una publicación que revela, en palabras, e imágenes, el devenir de las ciudades colombianas y que se propone articular discusiones sobre la vida urbana, con el fin de hacer de la ciudad una humana y alegre residencia y morada para el ciudadano. Siendo de carácter pluralista e interdisciplinaria las opiniones expresadas son de los autores, reservando la sección editorial para manifestar los puntos de vista o criterios de la revista. «La Ciudad para los ciudadanos» Resume nuestro criterio urbanístico sobre la ciudad LAS OPINIONES FIRMADAS SON RESPONSABILIDAD ÚNICA DE SUS AUTORES


EDITORIAL La borrosidad de los bordes Guillal, El fin del afán, Santelena, diciembre 17 de 2020

P

andemias siempre ha habido y las recetas también. La higiene como modalidad de mejorar calidad de vida es un comportamiento muy antiguo, incluso en nuestros precursores ancestrales. Pero ésta es única y peculiar. Es global y se transmite en vivo y en directo. Y es mediática.

En momento en que el cambio climático calienta el ambiente. Es el grito de la tierra clamando habitación y uso amigable de sus territorios y recursos, clamando ambientalizar la vida en sintonía con la naturaleza. Reconocernos que somos tierra pero no dueños de la tierra. El árbol palpita con nosotros en comunmedad con el río que en su perenne fluir inmanente, va al mar donde nace el bosque y la montaña y regresa en eterno retorno al nacimiento. El agua toda es una, cada gota es el mar …y la laguna donde croan las ranas y se zambullen las iguanas. Y la colosal máquina globalizada, evidencia su fragilidad en sus fracturas y en sus no fronteras. 4

La pandemia es global para las recetas globales no funcionan, han tenido que ser caseras, glocales. La pandemia desnuda la borrosidad del límite entre lo racional y lo empírico, entre la pagano y lo sacro, la ciencia parece esoterismo, y el límite entre lo sano y lo patológico parce también borrarse porque con el encerramiento toda la población es enjaulada en casa como enferma.

dividualizados como estandarte, y los individuos se auto encierran acatando la prédica de la falange de la salud con sus sacerdotes de blanco Entonces no es percibir con nitidez el susurro de las cristalinas aguas que se deslizan burbujeantes en la cascada con su canto natural. Y agua del río que fluye por mis venas que son manantiales de sangre de la tierra.

La cuarentena es el instrumento para formatear la nueva esclavitud invisible, para domesticar a la población al nuevo ordenamiento, consistente en la inconstitucionalidad del estado perfecto, el nuevo leviatán no es vigilado ni controlado por nadie, es el régimen de lo arbitrario, la des republica-ción de la sociedad en que la democracia es sustituida por la mayoricracia y lo público queda al garete de los gallos más furiosos entre los vencedores; a los vencidos y los débiles no les queda sino la opción de gritar y enfrentarse a ser acallados con la ferocidad violenta de ejércitos legales e ilegales apertrechados por los vencedores.

Todo es un enjambre. Lo que ocurre a la hormiga que transporta la inmensa hoja y se precipita al abismo en fatigosa caída, afecta a todo el enjambre. Todo está conectado. El machucón de un dedo afecta todo el cuerpo. No hay individuos sino comunidad.

El temor y la ansiedad, el estrés y la incertidumbre, caracterizan la oscuridad e inseguridad del nuevo tinglado global, la sumisión como esclavitud voluntaria, son atributos del ciudadano panóptico global.

El imperativo es atender el clamor de la tierra con este grito en pandemia, porque hagamos habitación y uso amigable de los territorios adoptando conductas y costumbres ambientales alternativas no acumulatorias, como humanos ambientales hermanos del árbol y la rosa, el gato y la iguana, el roble y el ciprés.

Época de cinismo, arbitrariedad y arrogancia de los vencedores que con sus estados devoran personas, pueblos y naciones. Se entroniza la biopolítica como bio liberalismo con el pánico y el miedo in-

Pero se quiebra esa comunmedad con la borrosidad de los bordes en un escenario de no lugares, donde para frenar el caos el autoritarismo entre en escena como piadoso despotismo con tierna crueldad, cimentando el estado perfecto lubricador de la depredación de la naturaleza y la vida.

Inventar una nueva normalidad emancipatoria.

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Evanescencias poéticas

L

Por: Orlando de Jesús Flórez Rodríguez

a primera vez que el Afuera apareció ante Runo Rímac, fue aquella noche misteriosa, fantasmática, en la que llegó en forma de mujer-serpiente, mujer-medusa, y se enroscó alrededor de mis pechos hasta quedar cara a cara para criticarme dignamente. Al despertar a la mañana siguiente, traté de reconocerme, las piernas, las manos y el resto del cuerpo, y no vi más que una multitud de fragmentos, una multitud de fantasmas desfigurándose, permanentemente, pero sentí y comprendí que ya no soy un cuerpo, que estoy en todas partes, en cada una de ellas, y a la vez, aunque no logre sentir y distinguir qué cosa soy en cada una y en todas a la vez. Sólo al concentrarme en una parte, en cualquiera de esos fantasmas desfigurándose, puedo intuir y sentir esa realidad que ahora soy...simples evanescencias poéticas...en unos espacios muy delimitados y en unos instantes del tiempo muy especiales y variados. Rumian, rumian, rumian... las palabras... Rumian, rumian, rubias e insurrectas. Hasta

ahora, nos ha gobernado la más voraz semántica. Es ya la hora de la más voraz contemporánea; fulminante incendio nacerá de las lucernas de tu boca: aparecerá bailando muy adentro de tus cuerdas, para animar la música que llevan tus palabras, y enternecer los fríos pechos que te escuchan más allá de las montañas. Rumian las palabras de la más voraz Conquista; especímenes de la nórdica palabra, alumbramientos del más ávido incesto, del más voraz lenguaje, en forma de letras, fonemas, corajes y sentidos; semánticas cervices, servidoras de Colón, de los Bastidas, los Heredia, los Quesada y los Pizarro, gorrones de amor y desamor, ambición, dolor y exterminio de indígenas. Vendrán en su lugar semánticas arrulladas por otros cantos de sirenas, adiestradas para la solidaridad y el bien, sin mirar a quién; solidarias, soleadas, solas y solaz...seas; unidas en una misma canción: La del amor, la sangre, la naturaleza, la integración, la justicia y la libertad.

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ñado de un cortejo de pescadores de mantarrayas y aguamalas, con las que iluminan mi andar, en medio de un cielo lleno de estrellas, mientras me alejo de los humanos, siguiendo el camino que la marea deja entre la tierra y el agua.

ATAR… DE… SER…

Ramiro Tejada, en su nueva encrucijada.

Una resistencia ante la muerte y el olvido. Proveniente de cualquier rincón del tiempo, a pocos meses de otra vuelta del sol hacia la tierra, nos encontramos con una particular experiencia del “olvido”, con otra alegórica sucesión de lo vivido, otra infausta maniobra de la muerte, otra transformación del verbo en adjetivo.

CANCIÓN PARA UN DÍA SIN TIEMPO

A veces es difícil decir lo que se piensa: y es por no poder desprendernos de esta inexplicable pasión por escribir lo que se siente. Inmerso entre las aguas y la carga que lleva su fuerza, en chorro emergen las ilusiones y los fantasmas que deambulan por dentro. Pienso que puedo sumergirme en el fondo de la espantosa atracción del Afuera: Un profundo río se mezcla con la superficie del cuerpo, para hacerme sentir la tentadora tibieza del calor del desierto. Exploro entre los rumores, los runrunes violentos de las lluvias y el agua, y suspiro de nuevo los embriagados versos de León de Greif, que también vienen del río, la arena, las raíces y las piedras blancas. Me acuesto a dormir sobre las piedras más grandes y a soñar con las cúspides blancas y el paso libertario de mis ancestros indígenas bajando por sus espaldas. Sueño, y en su película veo, que camino sobre la nieve, el agua, y luego, sobre la arena blanca, acompa6

Exactamente, en este instante, corro, excéntrico, hacia lo mismo, a la carroza que me lleva a mi destino, al adiós que desprecia lo sabido y se queda regocijado con la experiencia irracional de la muerte intermitente. Me desvío, me alejo del espacio infra humano, para correr libre y liviano, por la tumultuosa red o la indescifrable urdimbre del olvido. Oigo, por última vez, vuestras voces, vuestros afectuosos saludos entre sí, vuestras rutinarias conversaciones de la vida en el trabajo, en la familia, en las tiendas, en las cafeterías, en los bares y cantinas, mientras me acuesto a descansar un rato, antes de zarpar al viaje del olvido. Los escucho hablar de mí, de los momentos más extraordinarios que viví, que me elevaron a su dios. Ha llegado la hora de partir; sólo los amores más extraños y entrañables me acompañan; los veo llorar sin saber por qué, rezar sin saber a quién, meditar sin saber en qué, y mirar sin saber a qué. Confundido entre el humo de los carros, el hollín de las calderas de las fábricas, y la neblina que viene de las montañas más cercanas, los veo alejarse más y más de mí, hasta verlos convertidos en hormigas, y finalmente, en un espejo gris, en la pintura de una niña triste, llamado… “Atar… de… ser”.

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POESÍA CANCIÓN Hay poemas en verso o en prosa... embriagadores...ensoñadores...y quien se atreva a negar que son canciones... debe ser considerado un simple inepto...dijo Altazor en pleno lanzamiento al vacío sin paracaídas abierto. Al entonarlos, siguiendo su música, el ritmo cardíaco se relaja y la energía del cuerpo se quebranta, pero una racionalidad subsiste con el sentido que viene en la distancia y con los recuerdos que acaban de partir. El entendimiento y la intuición se besan labio a labio, lengua a lengua. Respiro y suspiro a la vez. Palabra con palabra van dando a entender, van dando a enternecer. Delgada y delicada pluma que canta desde un terciopelo de papel. Dejarse llevar por el ritmo, dejarse llevar por la voz, por el susurro de su dicción con toda su indagación; y abrazar el alma sin modelos de retórica, sin partituras de canción. Como las nubes, como el amor.

VUELVO A ENREDARTE EN CRISTALES Vuelvo a esa parte de mí: De mi eventualidad dada. Vuelvo a saber de ti: Para enredarte en cristales. Vuelvo a ser parte de ti, anclado, visceral, triste como tú. Encorvado sobre la nada, la vida y la muerte. Sin más decisión que la de mi acto natural.

Tus pechos asomados entre tu camisa blanca: Un ternero durmiendo entre un cultivo de algodón. Tus caderas y el resto de tu cuerpo hasta tus zapatos zuecos: Un cancionero de música africana, salsa y cantos románticos. Y tu silencio… tu sueño… tu dormir plácido: Un tierno beso en mis labios. BESO y abrazo Me has pedido un beso ensordecido, con lengua montarás amotinada en mi garganta, ávida de abismos y profundidades, aromatizado con néctares y perfumes naturales. Me has pedido un abrazo apasionado, apretado con cabuyas o fibras vegetales; plácido, empapado, henchido de oraciones de ángeles reales.

ENJAULADA EN MI BAÑERA1

Espero enjaulada en mi bañera, suspensa y subterránea en mi sufrir.

Sin poder contener este animal que me desborda, al recordar tus besos en medio de la oscuridad de la noche en el balcón, espero con ansias que te atrevas, que abras la puerta que he dejado insinuada y secreta, sin importar mi desnudez; incierta, sofocada e intimidada, por causa de las reglas que gobiernan los deseo, y sin importar tampoco, las cabezas de los dos rodando por el suelo. Pero me he quedado rígida, tímida, con los brazos abiertos y las manos relajadas en el suelo.

Porque hace parte de mí oírte en el relámpago en la transparencia del verbo en la incertidumbre del sustantivo y en la volatilidad del adjetivo. Mi visión se posa tierna y sonámbula sobre tu piel y desde la distancia mi boca te recorre poro a poro. Degusto tu piel de durazno, de arequipe y de miel.

Es tan profundo este amor que siento, que me ahogo esperando, maquillada y doncelmente peinada, la entrada de tu cuerpo en mi bañera. Sabré esperar, sintiendo la tibia sensación del agua en mi bañera, entrando amable entre mis piernas.

VIAJANTE NOCTURNA

EN LA PIEL DE JULIETA2

Tu boca negra y carnosa:

Un puré de remolachas blandas. Tus ojos negros y tus cejas anchas y largas: Un diamantino bosque de luciérnagas. Tu pelo negro indio: Una red de sueños limpios.

Sabré esperar, enjaulada en mi bañera.

Esquiva, mi dolor calcinó los túneles de rabia y venganza que heredé de las entrañas humanas. 1. Exploración a partir de una escena de la película “La reina infiel”, del director Nocolaj Arcel 2. Exploración a partir del film- de nombre Julieta –de Pedro Almodóvar

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Sin comprender, me convertí en otra Julieta para hacerte sentir todo mi desprecio. Y tú, sin saber qué hacer, escapaste al mar para liberar la culpa de tu afrenta. A partir de ahí, otra tempestad de azares vuelve a tejer esta aventura. El dolor mancilló mi amor, y ya con mis alas enfangadas, tuvieron que sacarme de la tina, tiesa y fría. La aparente solidez de mi hija ante la muerte de su padre, sucumbió a la subsunción real de su imaginación, y me olvidó. Mi madre se fue evaporando y su corazón disecando, al verse y sentirse desplazada por otro amor. Y ahora, me alieno, me aferro, me sumerjo, en los cuentos, besos y abrazos de otro hombre que dice ser mi amor, llamarse Lorenzo Gentile, ser escritor de “Adiós Volcán”, verse y sentirse como los personajes de Patricia Jhismith. Pero el “destino” es superior y parece dirigir mi vida al ritmo y letra de las canciones de Chabela Vargas. Por ella, heme aquí llorando, viendo y sintiendo rodar mis lágrimas; esperando que termine su canción, mientras pasan los créditos del Film de Almodóvar, que ha poetizado y estetizado mi vida, tu vida y la de los demás.

LA ANTIMIRADA DE ULISES

Esa mirada, ese lenguaje de sus ojos y su boca.

AMOR…FOS3

Amorfas verdades, circulares saberes sobre lo mismo. Sudar, sabor, amor, encanto. Ser… No ser… Cono… Ser. Confusas enredaderas del tiempo que escalan por la piel. Rocosos hongos y musgos que resisten. Duro sismo que revuelca piedras, nervios, sangre, libidos y gemidos. Volcán de lodo, magma, hierro, azufre y agua. Trueno… suave luz nocturna que atraviesa mar y playa, viviendas, patios, pastos y cercas. Las dos, desnudas: Sudando, ahogadas de amor, en una profunda confusión, cuando él las sorprendió. El camino de la subjetivación, sin esperarlo, ya había empezado su bifurcación: El creyó que las velas seguirían erguidas en la mar; ella, que su mástil, perdería su vigor más allá de su temor; las dos, que navegaría por siempre el adiós. Pero pudo más el sol, ardiendo en sus espaldas; solas, las dos, sin cartas, ni amarras de navegación, volvieron al puerto, y reafirmadas en un tierno abrazo, miraron hacia la inmensidad del mar que viene y va, en medio de un cielo blanco y de una circularidad gris que bordea el infinito.

EL LADO BUENO DE LAS COSAS4

Esa amable y tierna sonrisa ante la aparición intempestiva de mi sombra: Súbita canción de amor y de amistad.

Las brumas han vuelto a sacudirse en mi interior.

Esas cejas negras, orondas; ese pelo largo, negro, liso, sobre sus hombros; ese beso inclinado sobre mis ojos subyugados; esa ternura clavada sobre mis ¡‘buenas noches’!: Puro susurro de labios... canto letal de sirenas... al compás del bus... amenizado por las curvas, las luces de los otros carros y las voces de los demás viajeros.

Oscuras, vinieron a llenar todos mis rincones.

Cuando se bajó del bus, todavía atolondrado por aquel poder encantador, como Ulises, me amarré a la silla y le vi atravesar el puente, flotando su pelo, cadenciando su cuerpo, y mirándome, con sus relucientes ojos negros.

Estallidos, relámpagos, amargas descargas, conflictos de mil sabores, se juntaron para angustiarme. Hasta la música de Metálica me hacía enfurecer… y explotar. En cualquier esquina, siempre me encontraba en el lado malo de las cosas. Mas, el lado bueno de las cosas siempre estaba ahí, desde que llegaste tú. Asida a mí, sin darme cuenta, me fuiste transformando en otro. Me enseñaste poco a poco a subir a la superficie, a la capa de oxígeno. 3. Exploración a partir del film de nombre Bajo su boca, del director Abril Mullen, 2016. 4. Exploración a partir del film - del mismo nombre- de David A. Russell.

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En medio de la locura que todos llevamos, me hiciste sentir eso que llaman amor…y fui pájaro, águila, bailarín y triunfador. Vencí el terror a la música de Metálica y aprendí a contener mis violencias, a contemplar la rosa tatuada en tu espalda, la geometría de tu cintura y el jardín de tu armario. Y ahora, heme aquí, sentado, contigo encima de mis rodillas, apretada entre mis brazos y sonriendo con dulzura muy cerquita de mis ojos. En medio de esta especie de locos, sin saber, sin conciencia, deambulo, descifrando esta oportunidad que me dan las invisibles cosas buenas de la vida.

VIEJO COCODRILO ¿Qué esperas, luciérnaga, cocodrilo de la luz que vives en charcos y letrinas para golpear de nuevo a las puertas del océano? ¿Vas a esperar que vuelva la ola para que te lleve te suba de nuevo hacia la orilla? ¿O vas a zambullirse entre el pantano entre tu propio estiércol para nadar y estar más cerca de la vida en el verano? ¡El tiempo que viene no será mejor que las lluvias y las tempestades que sufriste en el invierno! Haz perdido el vuelo viejo cocodrilo por estar viviendo en el pantano. Haz dejado las escamas en el nido de tu propio estiércol. ¿Has visto cómo sube la marea mientras el sol se sacude sin alas en la playa?

NI UN PASO ATRÁS

Ni un paso atrás. Aguantarás en tu espalda, el canto alado que contendrá la sal en las montañas. Ni un paso atrás. Tendrás en el afuera, la fuerza sobrenatural de tus ancestros quechuas muiscas o Quimbayas, para enfrentar toda clase de fantasmas. Ni un paso atrás. Tendrás en tu interior, la pulpa, la savia, la sangre, que te hará levantar de tus entrañas. Ni un paso atrás. Aunque te vuelvas a encontrar en el naufragio, zambullirás tu corazón en la mar, para

nadar hasta la playa, y caminar por la tierra, desnuda y erguida, mirando alegremente las estrellas.

ESA…

Esa que te amó esa noche en la biblioteca del jardín, bajo un cielo iluminado de luciérnagas, en medio de un plano cinematográfico general oscuro. Esa que te encontró, también, otra noche, en la Taberna de Irene, en un plano medio al cuerpo y claro oscuro, escribiendo exorcismos contra la acumulación capitalista y el terrorismo urbano, mientras te espiaba bailando al frente del mostrador, vestida con una máscara indígena y sosteniendo en el aire un par de maracas. Esa que te visitó una noche en forma de serpiente y medusa, esa que tú buscas desde que te sirvió una encantada copa de besos, que te reta a actuar, a transcursar en múltiples formas, esa es la que te espera en los hipogeos de Tierradentro del río Cauca, donde otro día llegaste a visitarme sin que te dieras cuenta, y donde te puse a prueba, antes de devolver, al río Rímac, el polvo de tus cenizas. Sabrás encontrarme, en medio de los huesos y de las piedras de jade, de los líderes guerreros que dieron su vida con miles de compañeros, en la guerra contra los Bastidas, los Heredia, los Jiménez de Quesada, los Belalcázar, Aguirre, los Pizarro, y los demás asesinos invasores de Granada y Castilla. Te estaré mirando, desde Machupichu cuando vuelvas, desde el reloj de piedra que guarda en secreto todas las horas de nuestra historia.

VIENDO LAS HORAS CORRER

¿Sabe la hora, doctora?

Antojado de ver correr las horas, se asomó a la ventana y alcanzó a ver una, con el pelo suelto, largo y desarreglado, avanzando por un callejón verde, cer-

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cado por ambos lados de besos gigantes, siete cueros y Chirlobirlos florecidos, y pudo ver, también, cómo, al llegar al final de este laberinto lunario, dobló la esquina, no sin antes mirar hacia atrás, para ver si alguien o algo la seguía. De pie, desobedeciendo la orden del médico, de no levantarse sin el acompañamiento de una enfermera, siguió mirando por la ventana, ansioso de ver alguna otra hora, pelirroja o calva o canosa, joven o vieja. Sonrió, cuando distinguió, en el callejón contrario a la hora anterior, un anciano, ya muy flaco y lerdo, que caminaba cabizbajo, mirando con gran vivacidad distintos puntos del suelo. Se asombró, al detallar plenamente el vestuario de aquel sublime personaje: Impecable, limpio, puro, elegantemente vestía con cachaco negro, camisa blanca de cuello duro, muy estirado, y mangas finamente dobladas, zapatos negros, corbata verde con rayas amarillas y un sombrero gardeliano de color vino tinto. Lo vio alejarse con una sonrisa en sus labios y un cigarrillo en su mano izquierda, subida hasta su pecho, para sentir y oler su genuina fragancia de mariguana. No le perdió la vista, hasta que lo vio voltear la esquina, no sin antes observar para atrás, para saber si alguien o algo lo miraba; y pudo comprobar cómo alguien desde una ventana lo observaba, vestido con una levantadora o bata de hospital, con la cabeza llena de cables, 10

igual que una medusa, y lo saludó con su mano derecha, mientras aplastaba el cigarrillo con su pierna izquierda. Desde allí, a una prudente distancia, suficiente para poderlo oír, escuchó, cuando con una voz amable, le habló: “Voy camino a la gloria, al arrebato supremo de mis sentidos, a la elevación sublime de mis ideas, a la purificación científica de mis células, nervios, líbido, neuronas y sueños, y al más lejano afuera del más cercano adentro”. Le sonrió, por última vez, y volteó la esquina, con la cabeza en alto. Feliz, con una vitalidad, que le sacudía el cuerpo, hasta el punto de no percatarse de la medusa que descendía por su cuello, corrió a la cama, se acostó, saludó a la enfermera que en ese memento entraba, y le preguntó: ¿Sabe la hora, doctora?

ELEGÍA PARA UN GALLO

Ha muerto el gallo que me acompañaba en la mañana, en la noche, en la madruga y al alba. Inmediatamente me dieron la noticia, no pude aguantar el llanto; me sobran lágrimas, razones amargas o sublimes del alma; el azufre, la sal y el agua.

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Cuando entré al gallinero, y en un matero lo enterré, no lo pude ver; perdí la luz que entra por los ojos, el movimiento regular de los párpados, el deseo de mirar de la córnea, y apagué la cámara de mi cerebro, que guarda y activa el recuerdo de mis imágenes. No puedo recordarlo; me faltan la memoria, la piel, los nervios; los registros históricos de su existencia, y el amor… entre el pensamiento y la estructura… de mi cerebro. No puedo continuar su cantar; me hacen falta el aire, el demonio entre mis cuerdas vocales, el movimiento en espiral de mis glándulas, y el movimiento sutil de algunos de mis fantasmas, subiendo y bajando por la escalera sonámbula, de la irracionalidad de mi garganta. Ya no puedo escribir más… me tiemblan los dedos… las palabras ya no obedecen; las letras vuelan como moscas a mi alrededor; el ser y el tiempo ya no los tengo presentes; y el camino de la esperanza de volverlo a oír cantar, se me ha escurrido entre el lapicero y la tinta… entre las teclas del computador…y las sí…la…bas.

EL ATAUD Y LA SOMBRA

Canción pa’ Stéphane Mallarme.

En mi ensueño de lázaro sendero, de caminar resucitado, un ataúd encierra... al amanecer... un grito humano... en las fauces de un animal reprogramado.

de dinero, corrupción, montañas biodiversas y cultivos de ilusión. Después de transcursar, desde la vorágine comandada por Lope de Aguirre, durante la conquista castellana, a un nuevo tempo replegado en bandas criminales, redes de narcotráfico, tráfico humano, asociaciones legales e ilegales para conspirar, a favor o en contra, de las estructuras de gobierno más importantes de una nueva forma de ordenar y controlar la explotación del trabajo y de los recursos naturales llamada República, puedo ya concluir que las llamadas guerras de independencia, contra la monarquía española, fueron la forma de organizar, definitivamente, un contrapoder, comandado y administrado por hacendados, esclavistas, comerciantes y banqueros coloniales, para asegurarse, en cada territorio o región, el apoderamiento de las tierras, los tesoros, los impuestos y tributos, los aranceles y peajes, los préstamos en dinero y la emisión de monedas; objetivos con los que el tirano Lope de Aguirre y los hermanos de Francisco Pizarro soñaron, también, en sus conspiraciones contra el gobierno central de la dinastía castellana. La vida se me aparece de nuevo esparcida entre basuras, escombros, desplazamientos violentos y líderes asesinados de comunidades indígenas, negras, campesinas, obreras y académicas. Con nuevas máscaras, la historia se repliega en sus esquirlas, y en una nueva sujeción y adhesión de los creadores de riqueza.

Lóbrego y seguro, el ataúd bordea senderos, mares, precipicios... y cruzando... por el pasto seco de un próximo desierto... ve arder una sombra que... semidormida... le lanza un sonámbulo saludo.

Exploro en los desbarrancaderos, la venida de un nuevo temblor que roturará los sueños, abonará los raciocinios, desmalezará los odios, fumigará venganzas, fructificará nuevas convivencias, y cosechará conciencias solidarias. Aconteceres. Nuevas florescencias libertarias.

CONJURO AL PRESENTE

¡POETAS DEL MUNDO, UNIOS!

Fantasmagóricos verbos de mar.… mol y cielo. Estrujadme, haced de mí, volcán, verbo y sustantivo. En el mostrador de vuestros ojos, veo: invasiones, desplazamientos, desalojos, homicidios y estadísticas; abismos, egoísmos, odios, ríos de sangre y venganzas; rabias, indiferencia y miedos. Y de la escalera de vuestro pelo largo, negro y necio, cuelgan: selvas

No tengamos miedo de subir a la montaña de piedra.

Allí cantan almas afligidas, alegóricas y amorfas de una comunidad de poetas y poetisas, pero no tengamos miedo de que, intempestivamente, les dé por saltar la cerca y trasgredir el horror al vacío, el amor al olvido y al candor de la música de sus palabras. Sus palabras truenan, sus significados relampaguean,

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y sus gramáticas rayan el cielo azul y blanco del anhelado sol naciente. A nuestros oídos llegan, para escalar nuestros miedos, e invitarnos a subir, a elevar, nuestros pusilánimes… valores…culturales. Acercaos, no temas, la lluvia alimentará la seguridad de nuestras piernas, y el sol iluminará los peldaños del camino. No mirar abajo, a las ruinas lúgubres de nuestro pasado; mirar siempre arriba, a las transformaciones de este presente de piedra y venganza, mientras marchamos, seguros, sin perder el equilibrio, y con las manos muy atentas, solidarias, aferradas, a las rocas, como garras. El Garrr… de la voz del jaguar, nos espera arriba, acompañado de una multitud de pájaros. Para cal12

mar nuestra sed, de respeto y solidaridad con la selva, los boques y el mar, brindaremos con totumas, agua, lluvia, miel y café. Entre todos, cuidaremos de no excedernos en las tentaciones del vino, ni en las aberraciones del abismo. En comunión con todos los sentidos, la música de nuestra voz, la pintura de nuestra imaginación, y los mensajes de corazón, cantaremos a la unión. Abrazaos, alegraos, y anunciemos que ya vienen… buenos tiempos; no nos contentamos con expresar, de forma artística, nuestros más eróticos deseos. Cantaremos, por una forma de gobierno, que sea la más acorde a nuestros vuelos, a nuestras necesidades vitales, individuales, sociales, ambientales y culturales.

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Hombre de la emergente ciudad tierra

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Por: Guillal

ste hombre tierra no es un hombre del futuro, que liberará a los vencidos de sus cadenas y del ideal edénico del confort que da el dinero existente hasta ahora y asimismo de la esperanza que tuvo que nacer de ese ideal. No, porque el hombre tierra es inmanente y fluye en el río, en el aire, en la fragancia de las flores.

No es detractor ni mensajero de la gran tribulación, de la gran nada, o que invita a columpiarse en las cuerdas del azar. Hombre de espíritu terreno y entendimiento no ideálico; desiglesiado, plural comunero, hacha que derriba el árbol del bien y del mal. Y a los ciudadanos convoca a que se tornen hombres tierra para que deleiten la embriaguez de vivir con las convulsiones y delicias de su éxtasis. A su cuerpo y a esta tierra. En la emergente ciudad tierra somos árboles que nos movemos y en la quietud pacemos como vacas. No somos dueños de la fragancia del aire ni del aroma de las flores ni del silbo del viento y de los pájaros: somos aire, fragancia y silbo. Somos hilillos de tierra y cada partecita de tierra es sagrada. La del camino y la del semental. Hay una espiritualidad terrena conectando todo el enjambre en resplandeciente suceder, cada cosa y cada partícula y cada persona con su secreto encanto bajo la piel.

Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. La guacamaya, el loro y el canario; la rana, el gato, la vaca y el caballo son nuestros hermanos. Y la majestuosa orquídea y las fragantes rosas, el jazmín y la azucena y los aromas de todas las flores. El agua centelleante que corre por la acequia en el solar de la casa del barrio. Cada resplandor en la tiniebla oscura o en la claridad del día, evoca la memoria de nuestros antepasados que en la ciudad esclava son lanzados al olvido y vueltos cifra funeraria. El murmullo del agua en la piedra en la quebrada es el canto armonioso de la vida y la voz de la iguana que pasa veloz. La manera de ser del hombre en la emergente ciudad tierra es diferente a la de la ciudad bulliciosa y veloz. No hay ningún lugar tranquilo en las ciudades del hombre civilizado, ni lugar donde escuchar el palpitar del corazón. El aire es algo precioso para el hombre tierra porque el aire es vida, es agua, es suelo, es todas las cosas. Sin aire no habría habla y comunicación. Escuchando el bullir de la vida en las pequeñas cosas. Mirando de tú a tú al otro. Individuos comuneros

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Cada quien un hilillo de la trama

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Y dejando quietos en sus soledades a los diosecillos con sus cultos, catecismos e iglesias

Hombres desiglesiados Despulpitados Que miran al otro con los ojos limpios Sin pretensiones Ni adelantamientos Sin prisa y sin afán Como ella sin dejar huella Abrazo de tierra Efímeros y perennes con el río...

Construyendo colectivamente en la solemnidad del silencio Sin tribunas y pedestales Ni iluminadoras verdades En la tiniebla oscura de la incertidumbre. Como ha sido el inmanente fluir. Sin la afinada relojería de la tienda depredadoras de vida y naturaleza Pero en silencio delirante afuera quedan sin vencer hombres tierra desdivinizados Invisibles para el estado perfecto gracias a sus abrazos comunes Hombres agua Hombres río Mortales pero no moribundos Desiglesiados Sin púlpitos Es hora del grito. ¿Habéis gritado ya? ¡No clamar al cielo tablas sino lanzar saetas con sus rayos lamiendo con su lengua la demencia de los puros! Buenos y justos vencedores depredadores de la tierra a la que delinquís con arrogancia y cinismo ¡El hombre tierra es ese rayo, es esa demencia! Y ese hombre tierra se hace no estado sino hombre pueblo y con él renacen los pueblos y las naciones. La grandeza del hombre está en ser de espíritu terreno no un puente y no un camino, no hay camino, ni meta, aprender a vivir de otro modo que hundiéndose en su ocaso, porque no aplica búsqueda de más alláes, arraigados a la tierra sin pretensión de pasar “al otro lado”, sin puentes y columpios. Sin volverse luciérnagas que buscan una razón detrás de las estrellas, sino aprender a ir a tientas en la incertidumbre, sin linternas, no sacrificados a la tierra sino hombres tierra y de la tierra.

Porque la emergente ciudad tierra en tramas de huertas agrarias barriales comuneras recuperando el bosque sepultado por la ciudad esclava y des industrializando la tierra y la vida Comunidades asamblearias despulpitadas, terrenales En contacto con nosotros, de tú a tú Con yosotros Porque no hay individuos sino comunmedad Comunmedad... En la solemnidad del silencio con sus gritos “maldigo del alto cielo” y “gracias a la vida’’ para la nueva aurora de la vida, tu re encantamiento del mundo siendo árboles que nos desplazamos en el fluir del río inmanente A desalambrar Cuál desarrollo... Palabreja La economía política es un gigante aparato mental que muestra los modelamientos de la naturaleza para industrializarla. Pero no todo está en anclaje. Parte de la naturaleza está fuera de ése enjaulamiento. Y crece y crece en silencio; son cada vez más quienes somos tierra y abrazamos el bosque Sin alardes ni catecismos, sin linternas. Sin púlpitos. Con la palabra en movimiento en la poetosis de la naturaleza Voz de la tierra personalizada en susurro y canto Acuarela del río te veo ir ráuda y briosa Por contribuir a reencantar el mundo Quién dijo que todo está perdido Acá vengo a entregar mi corazón No huir de nada

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Conexión bosque-ciudad: un desaprendizaje cultural

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Por. Carlos Mario Uribe G.

ara escribir sobre las tramas de los bosques, tratando de develar algunos de sus misterios y secretos (no porque los bosques oculten la información, sino porque hemos perdido en gran parte la capacidad de comprender sistemas complejos y, mucho más, la capacidad de conectarnos con ellos), hay que ser bastante ignorante, y en esa medida atrevido, o tan sensible y poeta, o tan niño y desprejuiciado, que dudé varios meses en escribir unas líneas sobre el tema al que fui invitado, dado que no cumplo con las últimas condiciones antes nombradas. No obstante, el atrevimiento venció. Para abordar el tema de la conexión bosque-ciudad, es preferible seguir esa línea de acercamiento: primero al bosque y luego a la ciudad, para ver si tal separación y tal conexión existe. Dejando de lado los temores académicos y algunos dogmas del saber tradicional occidental, con el fin de no truncar el vuelo, abro entonces la ventana del muro urbano.

LA SELVA PROFUNDA Y EL MUNDO ALTERNO DE LOS BOSQUES Con frecuencia el concepto de bosque es entendido en su manera mas cotidiana y reducida: aquel espacio donde existen muchos árboles, arbustos, hierbas y diversidad de animales; pero poco se nombra que el suelo, las aguas, el aire, los microorganismos también hacen parte irremplazable e infrangible del bosque. Y mucho menos se nombra que los bosques también incluyen otros componentes como la energía circulante, la información e historia genética, las relaciones entre especies, las comunicaciones intra e interespecíficas, así como una diversidad enorme de otras relaciones, más difíciles de nombrar, pero cotidianamente reconocidas por las comunidades indígenas menos influidas por la transculturación del pensamiento occidental. Pero casi nunca se expresa que, además, el bosque comprende permanentes diálogos

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entre especies y que es el hábitat por excelencia de los espíritus del bosque en sus variadas manifestaciones. Las ciencias duras occidentales no se atreven a aceptar esto último, pero los conocimientos y ciencias orientales no le temen a abordar el asunto y enfrentar ese camino que requiere instrumentos, herramientas, medios, métodos y mentalidad diferentes. Un primer acercamiento a la complejidad de este tipo de ecosistemas, en particular los bosques tropicales, nos muestra la existencia de una red complejísima donde en realidad no existen finales ni comienzos perceptibles. Coexisten entramados funcionales en un continuum permanente, pero dinámico. Tampoco hay quietud. Tal grado de complejidad dinámica resulta en una confusión vital (casi en una situación caótica) que el método científico tradicional no puede resumir en ecuaciones, modelos y frases, por lo cual siempre termina simplificando esa realidad a unas pocas relaciones entre “individuos sobresalientes” para la mentalidad humana; de esta manera crea, entre otras simplificaciones, “índices” que pretenden explicar lo que sucede en la dinámica de esas complejidades vivas. Un paneo por el enmarañado mundo de un bosque no sólo nos enseña una extraordinaria diversidad de especies, funciones y relaciones, sino que hace gala de estas cualidades de manera casi fractal, pero con la diferencia que no es una manifestación repetitiva sino cambiante, en la medida en que se aumenta o disminuye la escala de visualización y percepción; y lo 16

mas inquietante y enervante para la mirada esquemática del académico y del científico tradicional es que cuando creemos tener reglas o caracterizaciones generales que explican el conjunto, se nos aparece en cualquier rincón, la especie, la relación y la función que contradice nuestra regla. Es como si hubiese una conciencia ecosistémica que nos pone en el sitio debido, en el sitio de la humildad, ante la creencia de que ya sabemos lo esencial del ecosistema y podemos describirlo acertadamente. Cuando percibimos el bosque no sólo desde la periferia que acostumbra la ciencia, sino que nos atrevemos a integrarnos y a perder la “objetividad”, se facilita el reconocimiento de los equilibrios dinámicos que pululan y el constante renacer del enorme ser vivo: siempre reciclando, reincorporando fallecidos, que milagrosamente resurgen en otras tramas del bosque. Lo que ayer fue suelo, hoy es árbol, mañana insecto y luego un ágil mamífero que regresará en parte al suelo, en parte a la atmósfera o al río y otra parte más se recompondrá en las dinámicas de hongos y bacterias o de otros animales, en preparación de llevarlo una vez más a la rizosfera de nuevas plantas que le enseñarán otras relaciones del ser unificado como bosque. Cuando se destina el tiempo suficiente al contacto con los bosques, es posible visualizar el vital estado de entregar y recibir energía, componentes nutricios e información, todo mediatizado por el espíritu de las cosas, por la esencia de la tierra, del agua y del sol. En tiempos (momentos) de muta-

ción, la lentitud y la quietud señalan las rutas y las relaciones posibles que garantizan los equilibrios dinámicos dirigiendo el constante renacimiento de energías y materias nutricias hacia expresiones vivas, ya sean nuevas evolucionadas o nuevas ratificadas. De otro lado, cada individuo aéreo, ya sea ágil animal o vegetal fotófilo, está representado por su complemento funcional en el ámbito de la oscuridad: el mundo de la luz, la velocidad, el viento y el bullicio, cede sus dominios al mundo de la oscuridad, la lentitud, la humedad y el suelo. Y aunque parezca imposible, la biodiversidad total se incrementa en el mundo subyacente en condiciones normales: mientras en la parte aérea de los bosques predominan los individuos animales ágiles, de gran tamaño, en la parte subterránea de los bosques predominan individuos lentos, de pequeño tamaño, pero cuya masa total sumada puede superar la de los seres visibles al ojo humano. La biodiversidad estalla en multitud de organismos nictófilos, que procesan, descomponen y entregan nuevas fuentes de vida a la activa floresta. Esta relación de tipo macroecosistémica, un tanto gaiana, muestra que en la naturaleza suelen predominar las relaciones sinérgicas y complementarias sobre las de competencia, al punto que el mundo aéreo no puede sobrevivir sin el subterráneo y viceversa, no obstante, la visión parcial y fragmentaria de la ciencia occidental siempre nos ha mostrado como predominantes las relaciones de competencia, depredación ilimitada y dominio.

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Resulta entonces que los bosques son una confusión organizada, sólo entendida íntimamente por sus habitantes cotidianos, plantas, animales, microorganismos y el hombre nativo, quienes por regla interactúan, a veces con conciencia racional, a veces con conciencia irracional (o espiritual), en donde muchas veces mediatizan los espíritus del bosque, uno de cuyos medios de visualización y comprensión puede ser, por ejemplo, los espejos de agua, al modo del griego Demetri Efthyvoulos. Este osado indagador de lo visual se atrevió, desde el arte fotográfico, a dar reconocimiento a cosmogonías ancestrales y puso a reflexionar a muchos científicos y académicos de mente abierta, sobre los espíritus del bosque. Así mismo ayudó a crear fisuras en el muro de las ciudades, y cimentó más dudas constructivas en todos aquellos que miraban e interpretaban los bosques “mirándolos sólo en sus orillas”, como dijera Germán Arciniegas. Un oteo rápido por la orfebrería y el arte escultórico indígena, muestra que esta visión alternativa, ha existido en las comunidades originarias, como método rápido de contactar permisos para la acción en el enjambre de información de los bosques, respetando los equilibrios dinámicos, de los que se reconocen como parte, no como subyugadores. En esta forma de relacionamiento y de habitar existe una unión inevitable, orgánica, donde cada ser y cada relación es parte de un cuerpo vivo mayor: el bosque. Los asentamientos humanos concentrados no son más que otra parte constitutiva y funcional del ser mayor, saben guardar las proporciones

y se reconocen como órgano del organismo.

LA CIUDAD MODERNA: ENTRAMADO CULTURAL Llegando a este ponzoñoso punto del trasegar por el espacio geográfico bajo dominio de los bosques, cuyos límites se difuminan entre la ciencia, la magia, la religión, la percepción, y antes de ser apresado por la manigua, conviene caminar hacia adentro de otro espacio que con frecuencia se percibe como separado y hasta antagónico a los bosques: la ciudad. En el primero predomina la naturaleza, en el segundo la cultura. Y en este punto de encuentro y relación, que podríamos llamarle ecotono ambiental, es inevitable solicitar ayuda a pensadores como Moran y mas especialmente a Ángel Maya, quien podrá dilucidar un poco la inevitable relación sociedad-naturaleza, o cultura-naturaleza, en la compleja manifestación planetaria denominada “ambiente”. Por lo general las ciudades tradicionales (por lo menos en nuestros medios tropicales húmedos) se forjan a partir de la tala de amplias extensiones de bosques. Una parte del terreno se destina a cultivos y pasturas domesticadas o culturizadas, en constante confrontación entre los procesos restauradores de la naturaleza (sucesiones vegetales) y las fuerzas impositivas del poder humano haciendo uso de artificios como maquinarias y herramientas que cada vez se separan más de la escala humana, así como del manejo de enormes cantidades de energía y materiales

de la misma naturaleza. Otra parte del terreno se destina a construir infraestructuras algo inertes, aunque también cargadas del dinamismo y vitalidad que le impone la sociedad humana, a lo cual se le ha dado en llamar ciudades. Estos espacios nuevos, recreados culturalmente, no sólo sirven de albergue durante toda la vida, o la mayor parte de ella, a la generalidad de habitantes urbanos, sino que terminan constituyéndose en el referente e ideal social, manteniendo el malestar existencial y el bienestar vivencial, basado en aseguramientos y satisfacciones inconclusas de necesidades muchas veces irreales. De todas maneras, la mayor parte de las personas “sienten” el vacío de la espiritualización perdida de las ciudades, fenómeno que se oculta bajo estrategias culturales como la velocidad informativa y sensorial más allá de los ritmos humanos, bajo el ruido desarmonizado, bajo la uniformidad en el habitar, el cartesianismo territorial, bajo la ruptura de ciclos (y con ello la generación de desperdicios que se acumulan), bajo la insostenibilidad energética (y por eso la necesidad de constantes subsidios extraídos de la naturaleza), entre otras cualidades, que ayudan a ocultar el vacío, embolatando a la conciencia humana en atender aquellas cualidades o estrategias que impone la cultura, dejando muy poco tiempo a la atención de la cualidades naturales y reduciéndolas a las mínimas básicas: comer, dormir, procrearse… y mirar a las estrellas en busca de un algo perdido. Pero en general, siempre se repite la sensación de vacío cosmogónico, la carencia de contacto con la

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naturaleza, la pérdida parcial de nuestra condición animal, interdependiente con los procesos ecosistémicos, se repite la sensación de cosificación humana. Y como respuesta a esta incómoda sensación se presenta un acrecentamiento y afinamiento de la cultura (a pesar del malestar generado, al decir de Freud), manifestado en la actualidad con mayor artificialidad y tecnología, con el incremento en la velocidad que no nos permite reflexionar y en esa medida nos inocula una especie de somnífero existencial que nos permite aceptar ser llevados por la corriente del sistema (no del ecosistema). El buen sensible y observador, siente que los espíritus del bosque han huido a los bosques remanentes, los animales silvestres urbanos se asemejan a mascotas y los arboles urbanos han perdido sus derechos a difundir información, a llegar a acuerdos de ocupación del espacio, pues le son impuestos: ya no luchan con la vitalidad que lo hacen en los bosques, ni tienen contrapartes a quienes servir ni de quienes servirse, tampoco generan casas (microhábitats) para su descendencia. Los espíritus se han ido o se ocultan tan bien que no los percibimos. El esfuerzo cultural de la ciudad, por contrarrestar un poco esta situación por medio de parques ecológicos urbanos, jardines botánicos, rondas hídricas “funcionales”, separadores verdes, y en el mejor de los casos “corredores ecológicos” y cinturones verdes periurbanos, no parecen ser suficientes para sanar la sensación de ruptura entre el bosque y la 18

ciudad. Entre la naturaleza y la cultura. Entonces, ¿Por qué algunos pensadores ven en cambio nuevas relaciones, no rupturas y separaciones? El concepto de “ambiente”, abordado con profundidad por Ángel Maya y otros pensadores en Colombia y diversas partes del mundo, intenta resolver esta duda sobre la ruptura y separación o no, de estos dos grandes sistemas (el natural y el cultural). La resuelven argumentado que el ambiente es precisamente esa expresión de relación entre la naturaleza y la cultura. Y aseguran que esta relación es tan amplia y generalizada, que prácticamente ya no existe naturaleza en el planeta (prístina), pues hasta el último espacio ha sido influido y modificado por la cultura, y en esa medida el planeta es sólo ambiente. Según esto prácticamente se pregona: ¡la naturaleza ha muerto, viva el ambiente! Bajo esta perspectiva, la relación bosque-ciudad no sólo es real, sino que es inevitable y cada vez se profundiza y agranda más. Pero es una relación extraña, en la que la parte boscosa, con sus funciones originales y sus espíritus van constriñéndose, mientras los nichos libres o vacíos que se generan en todo el emergente antropoecosistema son reemplazados por otros nichos artificiales bajo el control de la cultura. Incluso en perspectiva histórica, algunos pensadores ya definen estas posibilidades como la nueva singularidad. En realidad, este extremo conceptual parecer corresponder a una distorsión de los enfoques

ambientalistas de Ángel Maya y otros, que exponían más la necesaria armonización de la relación naturaleza-cultura y no el acrecentamiento de la presunta guerra por los dominios, la libertad y el control. El antropoecosistema no sería más que la manifestación del ecosistema vigente, con sus relaciones un tanto azarosas y evolutivas, regido bajo leyes naturales, al cual se le van sustituyendo progresivamente con influencia humana, cultural, las relaciones, especies, nichos y aún las leyes que rigen el nuevo sistema. Todo bajo la égida de la cultura humana, con sus manifestaciones tecnológicas, intereses, conducciones de flujos y decisiones controladas. En el fondo es difícil decidir sobre si esta interpretación sobre el ambiente es correcta, o si está marcada por un fuerte antropocentrismo (condición vital para permitir un nuevo y efímero respiro al sistema político-económico actual que manifiesta sus últimos estertores históricos) que no logra esconder que está embebida en una posición emotiva, positivista e ideológica, más que científica. Otro punto de vista y de vivencia parece tenerlo las comunidades originarias, aquellas con poco contacto con el sistema y las grandes urbes. Incluso las llamadas culturas no contactadas, probablemente tengan otras percepciones, conocimientos y creencias más próximas a las determinadas por las relaciones con los espíritus del bosque, por los activos diálogos y las determinaciones derivadas de la complejidad de un planeta vivo.

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Relevancia de la dramaturgia de Bernardo Ángel Saldarriaga materializada en el grupo teatral “La Barca de los Locos”

H

Por: Lucía Agudelo Montoya

ablar de Bernardo Ángel Saldarriaga, es decir revolución, transformación del teatro colombiano, no sólo en la dramaturgia, sino también en la actuación. Lo que más impacta de él es su entrega total, su gran vocación dentro y fuera de la escena, con una escritura capaz de reconocer el dolor del ser que sufre con una existencia que lo fracciona. Es un llamado permanente a la sinceridad, a la igualdad: “no busques redentores donde sólo hay apariencias, quédate contigo en el silencio de tu alma” 1 La Barca de los Locos irrumpe en el medio teatral en 1975 con Carlos Enrique Márquez, Guillermo García y Gustavo Román. Sobre 1.Bernardo Ángel Saldarriaga

su nacimiento dice Bernardo “cuando un día nos encontramos con la Nave de los Locos de Michel Foucault y todos los personajes trasbordados de la obra del Bosco, libro tránsito, sepultura y más, nos toca la cabeza con todos sus ramales, desde entonces, nos acogemos en una terraza y desde allí templamos nuestros furibundos, nuestros escarnios, nuestros deseos”. Inicia una forma muy propia de hacer teatro: trabajar con lo elemental y sacralizarlo. Es teatro ritual, nada de escenografías pomposas, velas, incienso, música gregoriana, vestuarios y objetos simbólicos, teatro en medio de los espectadores, cualquier espacio público o privado puede ser intervenido: universidades, colegios, cárceles, fábricas, pueblos, iglesias, plazas, tabernas, casas familiares, salas de teatro, parques…

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Son obras latigantes, incisiones en la escena de esta Medellín surcada por historias que precisaban ser contadas de manera enérgica “como locos, como no prudentes, como no recitativos, como impúdicos, como vaticinados por algo extraño”.2 “El teatro es la cartografía, la geografía, la némesis, la fluorescencia, la otra voz, la tentación del gesto, la intemporalidad del acto”.3 “La ruta: las obras, los manifiestos: los signos”4 La Barca de los Locos rompe con la distanciación, el racionalismo, la sicología, las marcaciones, los determinismos, los pragmatismos. Es la no sujeción a lo establecido, rebelarnos, no siendo institución, sí una provocación. No deificar, hacer exploraciones subterráneas, luchar contra las formas de poder y dominación que toman cuerpo, no sólo en las instituciones, sino en cada sujeto que las encarna. Ante nuestra finitud, este teatro se propone una poética de la palabra poderosa que nos electrice y nos lleve a danzar, rompiendo los cercos que la razón quiere conservar, propugnando por tanto por una creación permanente, que de paso a improvisaciones y a relaciones activas con los espectadores. Es lenguaje materializado, sed de absoluto, exorcismo, trance, despertador eficaz de todos los conflictos que duermen en nosotros. Por ello, para nuestros ensayos experimentamos con diferentes espacios como: una banca de 2. Bernardo Ángel Saldarriaga 3. Bernardo Ángel Saldarriaga 4. Bernardo Ángel Saldarriaga

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un parque, una habitación cualquiera, hasta lograr el desarrollo de la obra plena en los bosques y espacios abiertos de nuestra ciudad, con el fin de aunar palabra y cuerpo. Este accionar, nos ha fortalecido y permitido presentar nuestras obras como un laboratorio que se desarrolla frente a los ojos del espectador, de tal manera que la obra de teatro sea renovada permanentemente. Teatro como experiencia humana en lucha con la sociedad de consumo y la explotación utilitaria. “En el arte la sujeción es fin a la creación”.5 “Existimos porque creemos que el teatro no tiene dueño”.6 “Toda obediencia postra y debilita”.7 Es lucha permanente contra el artificio “que el artista viva en comunión con su ser y no con la cosa”8. No manejado, no utilizado, no idiotizado. Es dramaturgia alucinante, donde la imaginación se desborda, donde actor y espectador son uno, trastornan el entorno y logran esa unificación de fuerzas que renuevan y humanizan “nada de escenas fijas, de escenarios que nos separen. La presencia del espectador en el escenario, le imprime a la obra un ritmo distinto”9 Mi experiencia como actriz en el Grupo de Teatro “La Barca de los Locos” se inicia a partir de 1.981, donde retomamos el rumbo y 5. Bernardo Ángel Saldarriaga 6. Bernardo Ángel Saldarriaga 7. Bernardo Ángel Saldarriaga 8. Bernardo Ángel Saldarriaga 9. Bernardo ángel Saldarriaga

nos dimos el impulso de eslabonarnos como un solo cuerpo con nuevas obras, enfrentando diferentes espacios de nuestra ciudad y fuera de ella: Bogotá, Chía, Chiquinquirá, Mosquera, Silvania, Usme, Armenia, Calarcá, Pereira, Maicao, Barranca en el Complejo Carbonífero de El Cerrejón, con experiencias en Barcelona (España), en el Estado de Bolívar (Venezuela), generando complicidades y desconciertos, abriendo brechas, como actores comprometidos en la búsqueda de espacios de libertad para la creación. Ante la censura por la puesta en escena de la obra teatral “Aúllan los lobos”, nos vimos en la necesidad de enfrentar el espacio público como realidad auténtica y viva. Nuestra participación en 1984 en una muestra artística por la zona de Urabá desde Dabeiba hasta Turbo con experiencias de calle, nos impulsa a tomarnos el Parque de Bolívar, interviniéndolo, logrando que la marginalidad y la locura tomaran asiento con textos que estallaran e introdujeran alma en el acto creador. Esta presencia de “La Barca de los Locos” en el Parque de Bolívar con “Los Jueves del Teatro” da paso a un teatro de pensamiento en la calle, posibilitando el nacimiento de nuevas obras, de relaciones activas con los habitantes del parque y un público diverso. Después del fallecimiento de Bernardo Ángel Saldarriaga, fundador, actor, poeta y dramaturgo de “La Barca de los Locos” nos esforzamos en continuar asumiendo el reto de presentar sus textos y además continuar con los “Jueves del teatro” en el Parque

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de Bolívar. Al principio con sus monólogos y últimamente retomando con Carlos Orlas Sánchez “Dentellada”, “Más y Menos”. Se han presentado los siguientes monólogos: “La Reina Negra”, “La Señora Mi”, “Monólogo para clarinete”, “Rasguños”, Fragmento de Juego Mordaz”, “Deslices”y “Miosotis”. Hemos contado con el apoyo entusiasta de dos amantes del teatro: la actriz Diana Marín del Colectivo Fémina Ancestral dirigido por Tania Granda, y Gustavo Adolfo Montoya del Teatro Santísimo Bálsamo. Además del Parque de Bolívar, hemos sido invitados a otros espacios como: 7º Festival Alternativo de Poesía “Homenaje a Bernardo Ángel Saldarriaga en el

Parque de Bolívar (2018) , “Lecturas Urgentes” en el Paraninfo de la Universidad de Antioquia ”(2018), La Verbena de Poesía “Homenaje a Bernardo Ángel Saldarriaga (2018), 12ª Fiesta del Libro y la Cultura “Jornada Cultural”(2018), Universidad de Antioquia en el Instituto de Filosofía (2018), 8º Festival Alternativo de Poesía de Medellín en la Sala de Cine del Paraninfo de la Universidad de Antioquia(2019), 1ª Feria Antiespecista en el Centro Cultural La Chispa (2019) , Encuentro Internacional de Poesía Tercera Versión “Poetas al Viento” en la Reserva La Romera en Sabaneta (2019), Velada con Pedro Nel “Homenaje al Maestro Édgar Gamboa” en la Casa Museo Pedro Nel Gómez (2019) , La Poesía es el camino hacia la Paz en la Biblioteca Fernan-

do Botero-Corregimiento de San Cristóbal( 2019), Los 40 años de la Biblioteca Comfenalco Héctor González Mejía-Poetas al Viento (2019), “Yo vengo a ofrecer mi corazón”-Teatro Ateneo Porfirio Barba Jacob (2019) y 3ª Subasta Cultural( 2019). Nos hemos presentado en las siguientes Salas de Teatro: Corporación Artística Imagineros (2018), Teatro Barra del Silencio (2018), La Sucursal (2019), Canchimalos Corporación Cultural (2019-2020), también Casa Cultural El Hormiguero, en Líbido Bar, Ambrosía Bar y en The Gallery at Divas (2019). En el reconocimiento “A toda una vida hecha teatro”, Fallidos Editores el 6 de marzo de 2018 antes del fallecimiento de Bernardo Ángel Saldarriaga, se lanzó el libro “Teatro, Locura y

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rriendo por nuestras venas, son ellas las que nos alientan a continuar navegando, a romper nuestros límites, a reconocernos eternamente insatisfechos. Incorporó en nosotros el teatro como una necesidad vital, vocación peligrosa, en el cual se parte de un cuerpo que respira, buscando rehacerlo a través de una géstica y unos textos delirantes, que desnudan no solamente nuestras interioridades sino también la no conformidad con esta sociedad jerarquizada, autoritaria y desigual. Concluimos recordando de Bernardo, algunos textos extraídos de sus manifiestos:

Éxtasis”, en el Teatro Popular de Medellín.

zo 2019, se reseña mi actividad como actriz.

En abril 22 de 2019, al cumplirse el aniversario de su muerte, se lanzó el libro “Teatro Carnal” por La Barca de los Locos Ediciones, con el apoyo de un grupo de amigos y la Corporación Ateneo Porfirio Barba Jacob, donde se realizó el evento y además se estrenó el documental “Fin a lo Bonito” del realizador Mario Agudelo Montoya.

Reconocimiento por el Colectivo Atenea Artistas “Arte en Vida”, Marzo 11 de 2020, Auditorio Casa Barrientos, Comfenalco.

En la página Web BAMBALINAS: A DIGITAL MEMORY OF CONTEMPORARY STREET THEATRE IN LATIN AMERICA hay un documental en proceso del año 2019 en cuyo archivo se registra a Lucía Agudelo y La Barca de los Locos del realizador Marcelo Carosi, Principal Investigator, Ph.D.Visiting Assistant Professor of Hispanic Studies. En la revista de las artes escénicas Guayacán, Edición Nº 3 Mar-

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Además virtualmente he tenido participación en: Teatro Barra del Silencio “Conversatorio” el 12 y 13 de junio de 2020, en El Lido “Diálogo con La Barca de los Locos y Rueda Flotante” Grupos de Teatro sin Sala el 11 de julio de 2020, “Subasta Cultural y Solidaria” agosto 1 de 2020, 4º Encuentro Internacional Poetas al Viento, Conciencia Integral por la Ecología agosto 29 de 2020, XI Seminario “Ciudades que juegan” de la Corporación Cultural Canchimalos el 30 de septiembre de 2020, “9º Festival Arte en el Ecoparque” octubre 4 de 2020. Hoy más que nunca, sentimos las obras teatrales y manifiestos de Bernardo Ángel Saldarriaga co-

“el teatro trasciende la historia, la revierte”. “El verdadero hacedor de la historia es el actor que es capaz de trasbordarse a otro cuerpo”. “No se representa, se actúa”. “Vacío y locura, sentir sin tiempo”. “Escribiendo se vive, se muere, se angustia, se excede, se deshace; actuando se pulveriza, lleva el sello de un desadaptado, de un no encontrado, nos estamos viendo para adentro”. “Con el teatro aprender a morir. Quiero aprovisionarme para ese momento, aunque sé que para ese momento uno no se aprovisiona. Para ese momento hay que sacarse todas las vísceras, así como hizo Yukio Mishima, y como yo le temo a la sangre, no soy capaz de meterme una espada de samuraí, me meto un dedo y vomito sobre esta humanidad agobiada y doliente”.

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Ramiro Tejada

De derrota en derrota hasta ¿la victoria/derrota final?

Por: Cristóbal Peláez González

Transcripción: Karen J. Crespo

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no no se lo imaginaría quieto recibiendo con aplicación clases de jurisprudencia. Pero la academia también hace milagros y logró doctorarlo. Es un pleitero con una inmensa conciencia social que se rebulle en las sábanas teatrales como actor, director, crítico. Puede ser también el espectador con mayor kilometraje que tenemos en la ciudad porque posee, como él mismo apunta, el don de la ubicuidad que lo pone en todos los espacios por donde crepita el caldero cultural. Excéntrico e inevitable, también odiado o querido, Ramiro Tejada es capaz de realizar cualquier tipo de funambulismo con tal de no pasar inadvertido. A los que lo maldicen hay que recordarles que no obstante su estrafalario comportamiento hay un más allá esencial donde encontramos a un hombre

comprometido con el conjunto teatral de la ciudad, solidario como creador y profesional. “Yo: …madre … ahora que la mencionas, te digo que me queda muy difícil hacerme a la idea de que alguna vez, cual personaje teatral, hayas salido del vientre de una mujer. Ramiro Tejada: Si güevón… ¿entonces broté de una hiena o qué?” “Ramiro Tejada: Ahora justamente estoy de trasteo y es sabido que tres trasteos equivalen a un incendio. De todos modos si te enterás por ahí de alguien que quiera compartir casa conmigo, me avisás. Yo: No creo que exista ser humano en el planeta que quiera compartir vivienda con vos. Ramiro Tejada: (Mirada desafiante. Intenta decir algo. Silencio)”

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Escena I Para fortuna o desgracia de muchos, Ramiro Tejada se sube al carro de Tespis Esto ya había empezado cuando llegué, habían pasado los maestros, había trascendido ese gran montaje de Gilberto Martínez, Revolución en América del Sur de Boal, yo estaba nuevecito y ya se hablaba de Edilberto Gómez, de Yolanda García, de Luis Carlos Medina, del propio Fernando Velásquez con quien luego tuve la suerte de trabajar en Réquiem por un girasol, de Jorge Díaz, obra que impactó. Estaba estudiando Derecho en la Universidad de Medellín y ahí en una huelga estudiantil me tropecé con el teatro, vi a Bernardo Ángel de La Barca de los Locos en el auditorio lleno haciendo El daño que produce el tabaco, de Chejov, con unas voces y un regis24

tro maravillosos, pleno dominio del público estudiantil, al mismo tiempo concurrían unos teatros muy panfletarios y entre tantos aparece El Grupo, de José Manuel Freidel con Las medallas del General, donde también actuaban Marina Gutiérrez y Nora Quintero. A mí en ese entonces, te digo, me pareció una locura genial ver a tres personas en un escenario haciendo múltiples personajes. Qué descreste. Terminada la función convocaron a quienes quisieran participar de El Grupo y de inmediato respondimos estudiantes de diversas áreas, economía, educación, derecho, que estábamos alborozados con esa irrupción de un teatro político revolucionario. Ese fue mi enganche definitivo con el teatro.

Freidel en la preocupación por el éxodo campesino escribió y se proponía poner en escena Amantina o la historia de un desamor, le dijimos que estábamos preocupados por un tema más cercano a nosotros, la educación, pues había un registro de 180.000 niños con déficit de aula escolar y de ahí nace una obra alterna a.e.i.o.u, con la cual fuimos a unas jornadas en Córdoba (Freidel no viajó porque se enloquecía con el calor. Acotación de redacción: ¿solo con el calor?). Se trataba de un festival muy popular donde los grupos teníamos que hacer la revolución en la escena para no ser tildados de reaccionarios. Nos movíamos entre Lorica, Sahagún y Montelíbano, don-

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de nos alojábamos todos como gusanos de cosecha en aulas del Inem. Tan importante o más que la obra de teatro eran los foros de cierre, interminables, muy políticos, a veces nos daban las tres de la mañana en esa discutidera. Por esos lares había ya transitado Freidel con la obra Desenredando sobre las tomas campesinas de tierras y en Ovejas (Sucre) encanaron a todo El Grupo. Tremendo susto se llevaron pensando que se iban de tortura. Fuimos agitadores siempre, todavía recuerdo un domingo día de madres en la carpa de huelga de Satexco en Itagüí a las tres de la tarde, con ese calor, al pie de una olla de sancocho presentando teatro, dizque tratando de que los obreros tomaran conciencia y ellos a un lado embelesados jugando a las cartas.

Escena II El teatro de los años setenta y pico en Medellín Una escisión muy fuerte del Partido Comunista creó un frente cultural amplio conocido como La Muestra, que reunía pintores, actores y escritores. Allí brillaba el grupo de música La muralla, que tomaba su nombre del popular poema de Nicolás Guillén. Era una gran efervescencia política. En el 77 se crea La Fanfarria, resultado de una fusión entre El Grupo de Freidel y Títeres Renacuajo de Jorge Luis Pérez que ya venían trabajando muy juntos, y alquilan en Villa Hermosa, La

Mansión, una casa con lote y levantan una salita para cien personas con puro recicle de las teleras de Sofasa Renault, lo más bonito es que también tenía la sede una galería para exposiciones. (Acotación de redacción: Todavía no se ha hablado del rol que jugó el tríplex donado por Sofasa en la infraestructura de las salas de teatro de Medellín. De esos segundazos salían mágicamente escenografías, gradas, biombos, escenarios, techos y hasta en los atardeceres las astillas que alimentaban los fogones en que se reunían las hambrientas bocas de los actores, los nuevos libertos de la producción fabril). Pagábamos de arriendo no sé cuánto. ¿3.000 pesos? Después lo subieron a $16.000 y eso salía todo de nuestros suelditos que teníamos en otras actividades. Estamos hablando de la época en que nosotros mismos subvencionábamos el gusto de hacer teatro. Debo decir que Amantina, un hito en la historia del teatro de Medellín, es la obra, hasta donde sabemos, donde se registra el primer desnudo, con la actriz Marina Gutiérrez. En la Facultad de Medicina hubo escándalos, pero era un desnudo sencillo, no de exhibición, se trataba de la simple transición de la actriz en un cambio de vestuario. De a.e.i.o.u lo que más recuerdo es la escena surrealista del maestro que se queda sin alumnos y saca de su maletín unas hormigas para enseñarles a leer.

do que fue un fracaso total. Otro fracaso fue Los duraznos son duros de roer, ¿verdad Clotalda? escrita a partir de una anécdota que nos contaron unos presos en una función que tuvimos en la cárcel de Bellavista. Era la historia de un par de viejitas que se roban un banco y empieza una a hurtarle la plata a la otra para comprar duraznos. La escenografía era muy bonita, pues siempre existió una relación muy interesante con las artes plásticas. Cuando hicimos Las burguesas de la calle menor trabajamos con María Teresa Cano, muy cerca siempre estuvo Luis Fernando Peláez, después Freidel empieza a consultar todos sus proyectos escenográficos. Las arpías, a partir de Las criadas, de Genet, es con escenografía de Doris Salcedo, que es, a mi parecer, lo más importante que tenemos en las artes plásticas hoy en Colombia. A Freidel terminó no gustándole lo que hizo con Los duraznos son… y como era de una neurosis absoluta botó la escenografía a la quebrada La Mansión. Freidel escribió treinta y cinco obras. Su versión de El padre Casafús o Luterito, de Carrasquilla, fue su puesta en escena póstuma. Avatares, desconocida para nosotros, su última dramaturgia, estaba en su mochila cuando cayó muerto. Alguien la recuperó, la trajo a La Exfanfarria, allí también estaba intacta su agenda que aún guardaba el chequecito del último pago de la EPA. (Acotación de redacción: A la palabra “chequecito” Ramiro le imprime un indescriptible acento de piedad, de recuerdos, de amistad. Pausa. Transfigura su cara).

Freidel se había estrenado como dramaturgo de títeres con Tragedia en tres actos del sapo desdicha-

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Escena III Tribulaciones de un abogado que quiso ser actor o el oloroso caso de la manzana verde. Me titulé de abogado en el 86 y Freidel decidió escribirme el caso de la defensa de la señora que mata al marido porque después de veinte años de matrimonio el hombre se aparece con una manzana verde. Ella lo pica como a una manzana. Cuando me la entregó le increpé “¿pero cómo así? ¿cómo que quiso ser actor?, ¡que quiere ser actor!”, “!Peor Ramiro! —me dijo él—, déjelo así, quiso”. Era su venganza porque sabía que lo abandonaba y me iba a ejercer a Bogotá. Empecé a ensayarla solo. Abría el bar Salomé, de Cesar Pagano, que andaba “tanquiando” trópico en la Habana, y dio la casualidad que dos de los meseros eran actores de Mapa Teatro. Llegábamos temprano, limpiábamos, organizábamos todo el bar y nos dábamos a ensayar. Freidel desde Medellín hacía todo el seguimiento de puesta en escena. La estrenamos en mayo del 88 en La Candelaria. 26

Ahí empieza mi itinerancia con la obra que por estos días pasa de quinientas funciones, sigue viva en la medida en que yo estoy vivo, así a veces me duela la artrosis y me quede difícil acuclillarme. La he representado en Cádiz, en Argentina, para pequeños y grandes públicos. Para cada función me tocaba comprar una caja de sesenta manzanas verdes. Hasta que me harté de comer pie de manzana y ahora las alterno con icopor. En Urabá fue impresionante, un público de solo niños y todos ellos tratando de subir al escenario a comerse las manzanas. ¿Cómo los ponía a mascar icopor? Como actor he incursionado con otros grupos y directores, Romeo y Julieta, con Farley Velásquez; La última cinta de Krapp, con Jaiver Jurado; Crash, la escalera rota, con Henry Díaz; y Telarañas de Pavlovsky con Nelson Pérez y la Casa

del Teatro que es, vaya ironía del oficio, la única vez en la vida que me pagan un sueldo por actuar. Freidel nunca se ganó ni un peso con sus obras, él las tenía que costear de su bolsillo.

Escena IV La incursión como director teatral Estuve tres meses en Cuba estudiando dirección de actores con Rafael López Miarnau que era un excombatiente de la guerra civil española. Mis amigos hicieron vaca para darme el tiquete de ida, no me dieron el de regreso, ahí se ve cuánto me quieren en Medellín. Claro que mi intención inicial era participar en un taller con Augusto Boal en la escuela de cine de San Antonio de los Baños, al cual no pude acceder. Claro que no me

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puedo quejar porque allí, aparte de todo lo que aprendí, conocí gente maravillosa empezando por López Miarnau y Jaime Osorio, el director de Confesión a Laura. Mi primera experiencia es La visita y después Las arpías que es más una redirección. En la que me ensayo como director y dramaturgo es en Al alba, ritual de empatía por un corazón prisionero. Finalmente hice Sueño de una noche de teatro, que muchos calificaron de burla, de caricatura, pero era un proyecto de academia itinerante en bicicleta contando la historia del teatro. No funcionó.

Escena V De espectador impertinente a espectador sosegado.

¿Usted también era de los que iba a sabotear los festivales como Freidel? Me tuve que separar de Freidel y su combo porque entraban a las obras a gritar y a silbar. Se salían a los pocos minutos de todas las obras, eso cuando no era que los acomodadores los sacaban. En las partes silenciosas, pausadas, se paraban haciendo todo tipo de ruidos. “El último que salga, apague la luz”, decían ese tipo de cosas. En la Universidad de Antioquia, en un ejercicio de Sanchis Sinisterra, aquello llegó a la agresión física, Edición 28 • ISSN: 0123-238X • Ciudad, revista de asuntos urbanos

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Freidel terminó con un puñado de arena en los ojos. Les encantaba el escándalo y las batallas campales. (Acotación de redacción: Freidel y su combo zapateaban, gritaban “qué obra tan aburridora”, bostezaban sonoramente. Un director de un conocido grupo llegó a decir que por precaución mantenía detrás de la puerta un garrote para estamparlo en las nucas de Ramiro Tejada y Freidel.) ¿Les encantaba o nos encantaba? Usted también ha sido un saboteador. (Rojo de la vergüenza, mentiroso) No, no, yo no. Que sí hombre, que sí.

Sí, Ramiro, seguro. No, no, he dicho cosas en voz alta, pero no saboteo. ¿Entonces porque te ponés tan rojo en este momento? (Ríe) He mentido, me pusiste el detector de mentiras. Ese capítulo lo he olvidado en mi vida. fama

de

Pero fíjate que son actos cariñosos, por ejemplo en Manizales frente a María Meneo de La Zaranda, subí al escenario, me quité el sombrero y me arrodillé, un tributo de espectador exaltado. Un estrafalario Sí, he sido excéntrico, rayando con el código de policía. Y los gritos que a veces lanzás. 28

No

sé,

Y también las trifulcas que armás cuando el público es el que te increpa. Alguna vez me estaban saboteando una representación de Casafús en pleno sermón con esas cadenas y me bajé y los enfrenté: “respeten hijueputas, el actor es un ser más letal que el alcanfor”. Hasta ahí llegó el programa de formación de públicos. Para que recuperes el color de tu cara te voy a cambiar el tema. Sóngoro cosongo creo que podés ser el medellinense que más obras de teatro ha visto. Sí, sí. Pero me duele que también he dejado de ver muchas, qué vaina, cómo me duele perderme las obras de teatro.

No sé, no recuerdo.

Claro, tenés impertinente.

(Más rojo todavía) recuérdamelo.

También sos el único que puede exhibir un buen trayecto como crítico teatral, la prueba está en tu libro Jirones de la memoria.

Escena VI La labor de un cineclubista Como una herencia del Cine Club de Medellín de Alberto Aguirre se funda en el 77 por Álvaro Sanín el Cine Club Ukamau, al que yo me engancho pocos años después. Es un período de fiebre cineclubista, Mundo Universitario pasa sus películas en el Cine Dux y nosotros en el Ópera, había nacido ya la Cinemateca El Subterráneo que está en la memoria de todos. Mis nociones rudimentarias de cine se remontan a mi barrio, La Amé-

rica, en el Cine Santander y también a las películas itinerantes que se proyectaban en las paredes por cuenta de pastillas Mejoral. Lo clásico y obligatorio en los cineclubes, y Ukamau no fue la excepción, eran los foros, espacios donde la gente se pudiera expresar y obviamente también eran muy politizados. Recuerdo cómo celebramos el día internacional del teatro con la proyección de Marat Sade de Peter Brook que constituyó toda una novedad, porque el cine que traíamos no circulaba comercialmente. Hicimos el primer ciclo de cine homosexual en Medellín y eso fue el rebose total, devolvíamos público. También ciclo de cine polaco y otro de cine cubano. El texto de cabecera de aquella época era el texto de Julio García Espinosa, Por un cine imperfecto. Como dato curioso te cuento que al mismo tiempo nos desempeñábamos como inspectores de Focine, verificando que en las salas se cumplieran con las proyecciones de los cortos de sobreprecio que se hacían al comienzo de cada sesión para el recaudo del estímulo al cine nacional. Teníamos un carnet que nos permitía entrada a todas las salas, estábamos en contacto con los personajes más importantes del cine nacional, Hernando Salcedo Silva, Luis Alberto Álvarez, Jorge Silva y Marta Rodríjuez, que fueron pioneros con sus Chircales, entonces recibimos el primer curso de apreciación cinematográfica y firmamos diploma. Menciono películas que han marcado mi vida: Amarcord, de Fellini, Viridiana, de Buñuel, Novecento, de Bertolucci, El pez que fuma,

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de Chalbaud, Memorias del subdesarrollo de Gutiérrez Alea, Alphaville, de Godard.

Escena VII El peripatético que ronda la ciudad Me gusta llamar la atención, no pasar desapercibido. Me encanta la ropa holgada, talla de otro muerto, ponerme la camisa por fuera, los sombreros, las plumas, las gafas estrambóticas. Me gusta el esmoquin elegante. A veces me gusta generar antipatía, sé que me dicen loco, chiflado, ridículo y todo eso, pero cualquier cosa con tal de no pasar inadvertido. Sé que a veces puedo ser impertinente pero no estoy poniendo allí la semilla del odio sino de la inconformidad. Hasta un reconocido hombre de teatro alguna vez no me quiso dar la mano y le dije: “hombre, acabamos de salir del sepelio de un amigo tuyo y te quiero dar la mano”, me gritó “¡hipócrita!, ¡hijueputa!”. A veces cuando me chiflan o me insultan me hago el güevón. Una vez me iban a cascar en Carlos E. Restrepo y me teatralicé como un zapatico, me hice el cobarde, el bobo, el loco, eso los ahuyentó, pues me mimeticé. Pero también puedo airarme cuando toca pues siempre he intentado ponerme del lado del débil, el Derecho me ha llevado a eso, fui defensor de Derechos Humanos con la Personería de Medellín. Subía todos los jueves a Bellavista, hacía fiestas con mis presos, les ofrecí mi obra de teatro. Tengo rituales con ellos. Soy abogado de causas perdidas. He perdido algunos pero también me

he ganado unos bellos casos. Muchas veces he ido en plan teatro a las audiencias, de histriónico, por eso John Saldarriaga en El Colombiano escribía: “Actor y abogado, dos sobre el mismo tejado”.

Escena VIII Las audiencias judiciales como escenario teatral. Sí, como defensor público me desempeñé como personero delegado, fui director de una unidad que se llamaba UPIP (Unidad para la Protección e Interés Público) que tenía que ver con capacitaciones, formación de líderes, inclusive diseñamos unos diplomados de derechos y del sistema acusatorio, ahí también he sido docente en el suroeste en formación jurídica básica y he dictado seminarios con diplomas de derechos humanos en la comuna 8. Tuve muy buena escuela con Álvaro Sanín, un apasionado de los derechos, y con Jesús María Valle que, siendo conservador, defendía con ahínco los presos políticos. Me caló hondo porque fue capaz de sacrificar su vida por la justicia, como también Fernando Vélez, asesinado. Alguien se atrevió a decir que era un crimen pasional y no un crimen de estado, eso me indignó, él, que había recibido las banderas de Héctor Abad y de Carlos Gaviria.

Escena IX De derrota en derrota Me lancé como candidato a la alcaldía para llamar la atención, ¿en

qué sentido?, señalarle a la ciudad y a los medios la importancia de la actividad cultural. Eso fue un embeleco, impulsos. Teníamos una oficina de abogados, al lado había una contadora, llamé a tres amigos para que me acompañaran a la Registraduría a la inscripción justo el día en que se cerraba. Les dije voy a ser el alcalde del ocio, de la ternura ¿quién habla de la ternura en esta ciudad de balaceras?, hablamos de preparar la ciudad para batallas de ternura, porque la ternura es el apio del pueblo, de derrota en derrota hasta la victoria final, una forma de hacer “happenings”, golpear con el teatro la realidad. En la campaña llegamos en comitiva al barrio Carlos E. Restrepo en un coche mortuorio, que la funeraria San Vicente nos había prestado incluidos candelabros grandes, unas antorchas impresionantes. A la manga del Museo de Arte Moderno de Medellín le pusimos un tapete blanco que medía como cien metros, e hicimos el banquete de la derrota, las alcachofas y la pimienta regada, era un asunto muy simbólico. En video pasábamos esa maravillosa escena de Chaplin en La quimera del oro cuando cuece un zapato para su cena. La campaña política era eso, un happening. Me niego a creer que mi candidatura fuera una metida de pata, provocamos una reflexión sobre el asunto cultura. Mis dos únicas metidas de pata se resumen en esto: la primera cuando me casé, la segunda cuando me separé. Entrevista tomada de la edición No. 29 del periódico de Medellín en Escena

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Ramiro, el abogado que quiso ser actor Por: Redacción UdeA Noticias

El amor por el teatro convirtió al abogado Ramiro Tejada — egresado de la Universidad de Antioquia— en un protagonista permanente de la cultura y las artes de Medellín. Ante su partida, la Alma Máter recuerda al hombre vivaz e irreverente, que se caracterizó también por su notable aprecio por la Universidad. Ramiro Tejada, abogado egresado de la Universidad de Antioquia, también fue actor, director, investigador teatral y profesor. Foto: Julián Rondán. Empezó usando una tejita bacana, una de esas que cubren toda la cabeza pero no esconden la locura, porque la intención era “mamar gallo” con la teatralidad. Por eso acicalaba su sombrero y se paraba frente a la asamblea estudiantil a hacer propuestas incoherentes, como dirigir la asamblea hacia la capilla para orar por la salvación del movimiento estudiantil. Facho, obsceno, nunca le ha importado lo que digan. Sólo se preocupó el día de su matrimonio, cuando contrató un quinteto de vientos

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sin dar anticipo alguno, los músicos sin anticipo no tocan y él insistía que tenían que ir. Eran las diez de la mañana cuando llamó a suplicar, «¡Negro!, no me hagas esto, mira que soy Ramiro, el teatrero, Negro, Ramiro Tejada, me voy a casar y cómo que no van sin anticipo, anda que yo te pago, era molestando, mira que estoy en la peluquería y ahorita me caso, no me vayan a hacer eso». Por suerte llegó a tiempo al matrimonio y la música sonó. Un tanto retrasada fue su aparición en la conferencia de la feminista Florence Thomas. Disfrazados él y el animal tomaron asiento, y la cachorra hizo lo suyo deambulando por el auditorio; entonces Ramiro hizo

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lo propio: “Za! ¡Perra! ¡Shhh! ¡Perra!”, interrumpiendo entre grito y grito las palabras de Florence Thomas, injuriando al animal y exacerbando el ánimo de las presentes que repudiaban su presencia. Rechazado fue también un día por activista, cuando inició su carrera de abogado en la Universidad de Medellín y en 1975 participó en la huelga que tuvo parada la institución por casi un año. «Esa huelga la concilió Bernardo Trujillo, rector de la de Antioquia, y Orión Álvarez, rector de la de Medellín, en el directorio liberal. Dijeron: ‘reciban a esos peludos y se los llevan de aquí para poder tranquilizar nuestra universidad liberal’, que era la de Medellín, entonces nos enviaron a la de Antioquia que tenía ese espíritu nuestro», comenta. Para su irreverente personalidad, el traslado fue enriquecedor. Su

vida entera se volvió una obra de teatro y nutrió su conocimiento escapando de las materias de Derecho hacia las de Comunicación Social. Finalmente se convirtió en cinéfilo junto a Álvaro Sanín, en el Cine Club Ukamau de la Universidad de Antioquia fundado en 1977. Luego intentó entrar al preparatorio de teatro y como tenía tantas obligaciones, no lo admitieron. Afortunadamente, dice él, porque sino qué hubiera sido del abogado. José Manuel Freidel se vengó de él escribiendo Tribulaciones de un abogado que quiso ser actor o el oloroso caso de la manzana verde, y los teatreros para burlarse, dicen, un abogado que insiste en ser actor. La suerte fue para los pobres de espíritu y los excluidos, porque desde la militancia política él comprendió la función social del Derecho y, en el con-

sultorio jurídico, tuvo el primer contacto con las personas sin dinero para pagar un abogado y llevar un pleito. Luego el Derecho Penal en beneficio de la sociedad prevaleció en su vida, tanto como el teatro, que trasladó del escenario estudiantil a las campañas para alcalde con el movimiento Medellín, ocio y cultura. Obviamente su idea no era ganar, sino pintar de cultura las páginas políticas para llamar la atención hacia ese fenómeno. Las otras páginas las llenó él mismo en el palomar de las cartas. Sí, él era el loco que en los días de amor y amistad y en las ferias del libro, se subía disfrazado a un árbol a escribir las cartas de amor que la gente le pedía, y al bajar volvía a ser el deschavetado abogado que defiende los derechos de los más necesitados y que merodea por la ciudad como actuando siempre en una obra de teatro.*

Adiós a Ramiro

Con estas palabras —las que describen al hombre vivaz, irreverente, icono de la cultura y el arte de Medellín, y con un alto aprecio por la Universidad— la Alma Mater le hace un sentido homenaje a Ramiro Tejada, quien murió en la mañana del 12 de mayo de 2019. Como institución honramos su memoria y deseamos fortaleza a sus familiares, allegados y amigos. * Perfil escrito por el periodista Yhobán Camilo Hernández, publicado en 2011 en el libro Espíritus Libres, editado en los 15 años del Programa de Egresados de la Universidad de Antioquia.

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MAURO ÁLVAREZ: DEL ESCRITOR Y LA ESCRITURA COMO IRRITACIÓN Y EXALTACIÓN DE LA VIDA

Por. Óscar Jairo González Hernández. Profesor Facultad de Comunicación. Comunicación y Lenguajes Audiovisuales. Universidad de Medellín.

E

n este trayecto (no de lo que llaman trayectoria de…) que haremos sobre y desde Mauro Álvarez, ya que con él, no la podremos hacer ni querríamos hacerlo, dado que él está muerto, en sentido de la irrevocabilidad de la muerte, y nosotros no; y a la vez dada la ironía con la que nos mira en este momento; entonces haremos un trayecto con él y quizá él contra nosotros. Ese es el carácter de la relación que se hace con un escritor, como lo fue y lo será Mauro Álvarez (1938-2019), en este trayecto insostenible, por momentos y por momentos irresistible en su naturaleza hermosa y frenéticamente delirante. De qué se trata, pues de la necesidad de la irreverencia o rebelión, del carácter de la ironía nada semántica, como elemento de la naturaleza del carácter y el destino. O sea, de la inextricable relación de la vida y la literatura, de la vida y el arte. Irrenunciable e indestructibles en la estética (ethos y pathos) de este escritor, y no de otro.

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DE LA NECESIDAD DE LA IRREVERENCIA O DE SU REBELIÓN Quizá una de las principales obsesiones del escritor, ya instalado en un mundo o una necesidad de darse para sí mismo un mundo, está la de ser irreverente, o sea, estar en contra de lo que está determinado y establecido para ser y hacer escritor. No hablamos de lo que llaman una “carrera de escritor”, que no será nunca la de Mauro Álvarez, en el sentido de tener y poder y de trascender en el medio en el que está, sino de tener ser y poder trascender en sí mismo, pero que tiene o debe hacerse entonces de la rebelión y la irreverencia. Incitarse a sí mismo, provocando también contradicciones con él y con el medio en el que se realiza e interviene con su obsesión y obsesiones de escritor. No se escribe sino desde una condición de rebelión, de irreverencia, de provocación podríamos decir, se decía en cada intento que hacía, en cada libro realizado o no, que tenía ante sí, Mauro Álvarez. Obsesión de la irreverencia, porque

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para serlo, hay que ser obsesivo, que es entonces, lo que lo hace otro, otro escritor y que en medio de ella, ante el llamado que hace a la irreverencia, intentará decirlo todo. Exhibir lo que tiene que decir como obsesividad, desde la irreverencia, causándole contenido y forma a su rebelión. Ya no es una irreverencia por la irreverencia sino que está sostenida en lo insostenible de la rebelión. Insostenibilidad de la rebelión, porque de sostenerse y demostrarse, no tendría sentido en sus textos. No tendría esencia y serían vacuidad intolerante para él. El texto tiene que estar lleno, lleno de realidad y realidad, mediada por el sueño. Obsesión de la irreverencia incrustada en el sueño. Mediación del sueño hacia la realidad como la cantidad de elementos que se proyectan desde el sueño y así,

en todos los relatos, para entonces diseminar y desencadenar la rebelión.

es de uno como escritor sino de la vida misma que lo hace acceder al ser escritor.

Nada es rebelión hasta tanto no se hace desde una irreverencia obsesiva y se construye una naturaleza de la rebelión. Como decía Camus: Con el tratamiento que el artista impone a la realidad afirma su fuerza de rechazo. Pero lo que conserva de la realidad en el universo que crea revela su consentimiento con una parte, por lo menos, de lo real que procede de las sombras del devenir para llevarlo a la luz de la creación. En el límite, si el rechazo es total, la realidad es expulsada enteramente y obtenemos obras puramente formales (1).

Existencia de escritor, es la que la vida hace que uno lleve o que él lleve. Y otra, entonces la decisión desde la conciencia del sí mismo, en la que se maniobra la vida y uno se hace escritor, desde la instancia racional, pero desde la irracional es la vida la que decide que uno sea escritor. En Mauro Álvarez, hubo, si se quiere la mezcla insubordinada e insurrecta de las dos formas de las que tratamos: una, aquella en la vida de él que decide que será escritor y otra, la vida que decide que lo necesitará como escritor.

Cuando la vida decide que serás escritor, es cuando accedes a una manera más poderosa de la rebelión y tiene más carácter la irreverencia estética, porque no está alienada la decisión dada que no

Esa condición, le da más sentido a lo que hace, a lo que hizo y a lo que se hará con y desde sus textos, en la proyección de esa, su excitabilidad e irritabilidad ante todo.

DE EL CARÁCTER DE LA IRONÍA NADA SEMÁNTICA O INOFENSIVA Y es necesario indicar, que el carácter lo forma la rebelión. Nada de la decencia formalizada, cabría aquí como quién hace de su rebelión un insulto, sin que sea evidente que se insulta a los otros. Y dado que en esa rebelión formadora del carácter, lo que está invertido la condición del otro, al que nadie conoce, del que nadie sabe nada, del que no se quiere saber nada, pero se insulta. Entonces diríamos, que uno nunca puede poner en evidencia a quién se insulta en un texto de Mauro Álvarez. ¿Podremos ser todos o nadie o quién? No lo conocemos ni lo conoceremos. Podríamos ser nosotros, tú o yo. O él mismo, que se insulta a sí mismo, por aquello que no puede alcanzar a realizar o que realizándolo le queda un vacío, que lo irrita, que lo hace irritarse.

Nunca se tiene lo que se quiere. Nadie sabe lo que quiere. De eso mismo que nos han hecho llamar carácter y que no hay tal, sino uno no lo ha formado, desde principios que se da, para ser y hacerse escritor (vivir o morir de la escritura, no es ya aquí el problema). O sea, para mantenerse en rebelión con carácter. Y entonces es la ironía la que hace la tarea de intervención, de intervenir la realidad. De intervenirlo a uno mismo, yo del escritor, por lo que la ironía, la manera de ironizar la realidad, de reírse de ella y de ironizar sobre uno mismo y reírse de sí mismo es lo que tiene entonces a excitar la escritura. Tiene sentido y no la escritura, desde ahí. Es eso lo que la hace necesitarla al escritor. Necesita de la ironía para serlo, para tener el carácter de

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serlo, de decírselo a sí mismo y a otros. No sé qué lectores, no sé si hay, ha habido y habrá un lector para Mauro Álvarez. No sabemos dónde está en este momento, quizá con él murió también su lector, su lector que llamo: absoluto. Nadie más qué él, leyéndose a sí mismo, en una intensidad e intención nunca considerada. Y allí está la ironía nada semiótica, aquella en la que uno mismo se ironiza como el escritor, y desiste de tener lector o lectores. No quiero lectores, se dice el mismo lector de sus libros que es Álvarez. Es así como se mantiene la ironía en su totalidad irónica y

no condicionada por un interés. Cuando se interesa por ser irónico, no se es irónico, se podría ser, sí, ironista. Cada momento irónico de la vida es también, el momento de la ironía como una verdad transparentado la vida misma o sea desnudándola, pero que no tiene ni debe decirse a nadie. Y nadie tiene porque saber de su ironía, se queda con ella. No la comunica, a nadie. No tiene porque hacerlo, es la membrana misma de su escritura, está preservada porque está en la escritura, no en la vida como realidad. La realidad es una mentira, por lo tanto, tiene que excitarse allí donde sea esencial a su carác-

ter, contradecirla, condenarla, insultarla como lo hizo o lo hicieron los nadaístas. No continúo siendo nadaísta, porque los nadaístas mentían. Tenía que ser su contradictor, pero no un contradictor cualquiera, sino uno desde la escritura. La escritura concebida como una disidencia desde la ironía, la risa irresistible. Ironizar toda la vida, pero no en la vida, sino en la escritura. En la vida un orden, pero en la escritura un caos total, es donde se vive la vida de Álvarez, sin ceder a nada, intolerante, sin decirlo. Irritado, sin decirlo, como lo hicieron los nadaístas.

DESDE LA VISIÓN (ENTREVISIÓN) ESTÉTICA (ETHOS Y PATHOS) NO DE LA ESTETIZACIÓN La dimensión estética, sin duda, de tenerla habría que buscarla y formarla, desde la visión, lo que se hace necesario visionar en uno mismo, en otros y en el medio donde se está haciendo lo que se hace o se intenta hacer. Y como en esa realidad llamada medio, uno mismo y los otros, ya que ella, la vida, no es siempre como se quiere que sea, y como no se puede transformar, por exceso, inclusive de rebelión o ironía, o como crítica, entonces se decide cambiar de medio. Y transformarse uno a sí mismo. No de carácter, que es la combinación aquí del ethos y el pathos del escritor. Ya que se trata del carácter, de la formación del carácter, en medio de las contradicciones a las que le somete la realidad, en su estética, en su yoidad estética. Y es más: no le da miedo ser destruido por esa realidad insultante, llena de oscura iniquidad. Perversión de la realidad no, sino que el yo esteta pervierte la realidad, la hace perversa, como lo lleva a intuir Julia Kristeva en su tratado sobre Céline: Los poderes de la perversión. Yo destruido por sí mismo, pero no por los otros. Nada de osar tenerles miedo; 34

pero como de otra manera se les tiene miedo, entonces no decírselos nunca. Escribir. Tratado de la escritura insolente, incisiva, irónica para ello. Morderlos sin que ellos sean conscientes de que se los muerde. Cada libro como una mordedura, se extrae de lo que leemos en él. Como hemos dicho, el medio no es propicio, lo sabe, entonces decide hacer su trayecto a Nueva York. No como para escribir a Nueva York, sino para escribirse a sí mismo, desde lo que observa allí, de aquello que es lo mismo que había en ese aquí. No en él mismo, no es una Kerouac, hablando de Nueva York, o el del Camino. Es quizá un Genet, observando la destrucción total de la vida. Inminencia de la muerte, la tumba en la vida. No la quiere, le insulta. Eso es. Y aquello que intente destruir la condición del carácter de lo humano, lo irrita, tratándose de una irritación tranquila en lo que se hace evidente, pero de una irritación invectiva poderosa, cuando está en él, cuando no puede decirla, pero que dice en sus textos. Textos que ocultan la vida.

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Genet que relata su perversa manera de criticar la realidad desde su condición del carácter del escritor destructor para construir lo otro, lo nuevo. Dice Genet: Soy sin duda todo eso, me decía, pero, al menos, tengo conciencia de serlo, y tanta conciencia destruye la vergüenza y me concede un sentimiento poco conocido: el orgullo. Los que me despreciáis también estáis hechos con una sucesión de semejantes miserias pero nunca seréis conscientes de ello, y no tendréis nunca, por tanto, mediante esta conciencia, orgullo, es decir el conocimiento de una fuerza que os permite enfrentaros con la miseria –no la propia miseria, sino aquella de que está compuesta la humanidad (3). Pero Mauro Álvarez, no es ni será nunca, un revolucionario, sino un rebelde. De su rebelión propone la torsión de su ethos y de su pathos. Por eso mismo, nada de ello es semiótica dominada o de la dominación del sentido, sino una exhalación excitada de la vida,

como quien la vida en su dimensión estética, en ese movimiento indecible que no cesa ni siquiera en el texto. No hace un texto para exhibir su vida, sino para ocultarla ante el otro, que no tiene porque saber de su provocación, de su deseo de destruir la realidad. No es un texto de su vida para resolverla sino para inundarla de irresolución, o sea, para hacerla más irresoluble. Es ahí donde radica su quiebre con de su escritura en sí misma. Nunca en Álvarez, se observa que esté haciendo concesiones a otra escritura, a una escritura que no sea la que obtiene de sí mismo, en su tensión obsesionada, tal vez, como lo hizo también el escritor rebelde Néstor Sánchez en textos como el de: El amor, los orsinis y la muerte (4). Es necesario decir que la tentativa del escritor Mauro Álvarez,

es una tentativa total y hermosamente delirante, delirante por su naturaleza, por su carácter, por su estética de la rebelión, por su inmensidad desnuda en y a la que lleva a la percepción del lector, a una inusitada relación del sentido otro. Poderosa tentativa. Absoluta. Nadie más como él lo hará. Como prueba de ello, cada libro, como la máscara de su vida de escritor. Es lo invaluable. 1. CAMUS, Albert. El hombre rebelde. Barcelona. Alianza Editorial. 1983. 2. KRISTEVA, Julia. Los poderes de la perversión. México. Siglo XX Editores. 2006. 3. GENET, Jean. Diario de un ladrón. Barcelona. Seix Barral. 1994. 4. SÁNCHEZ, Néstor. El amhor, los orsinis y la muerte. Barcelona. Seix Barral. 1973.

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La insurgencia de insurgentes

I

Por: Edwin D

nterpretar el denominado “ ESTALLIDO SOCIAL “ o “ EL CHILE DESPERTÓ “ o la denominación que le he asignado desde una mirada Decolonial de “ LA inSURgencia “ , precisa de situar al evaluador en su contexto filosófico, esto en razón de las diversas lecturas que se vienen realizando en Chile como en otras naciones. Nuestra mirada colonial impuesta a lo largo de 500 años y reafirmada hace 200 años cuando las colonias en América gestan sus procesos de independencia de la Corona Española, Inglesa y Portuguesa, e inician los procesos de instauración de las Repúblicas bajo las formas de Estado Nación sin hacer las rupturas propias del encadenamiento invisible a la “ Corona Europea “ existente bajo el pensamiento del Eurocentrismo cultural, nos hacen perpetuar la colonialidad traducida en una total dependencia que se expresa en su modelo capitalista que en los últimos años se manifiesta como Neoliberalismo en desmonte del Estado de Bienestar o llamado también Social de Derecho. Estado que adoptó su forma de organización tras las

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grandes depresiones que sufrió la economía capitalista y que condujo a las guerras conocidas. Este nuevo modelo propuesto en aquel entonces por Lord Keynes donde establece la vinculación del Estado en el ejercicio del Libre Mercado mediante la incorporación negociada o nacionalización de bienes estratégicos propios de cada nación. Algunos de estos bienes fueron: Sistemas de Salud, Educación, Servicios Públicos ( Agua, Energía, Comunicaciones ) , Infraestructuras viales ( Carreteras y ferrocarriles ), minería, Hidrocarburos y otros. De este modo según Keynes los ciclos de la depresión capitalista se verían minimizados y controlables frente a los levantamientos obreros reclamando mejores condiciones materiales de vida y que alejarían la revuelta social del comunismo que se ofrecía como vitrina en la Unión Soviética y los Estados capitalistas actuarían como Estados benefactores y de derecho social. Para la década del 70 se dan grandes movilizaciones sociales en muchas de las naciones tercermundistas acompañadas de grupos revolucionarios armados. Se adopta como política imperial la guerra interna contra-

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rrevolucionaria representada en reprensión intensa a las huelgas y movilizaciones, detenciones arbitrarias, consejos de guerra, torturas, desapariciones, cancelación de personarías jurídicas, etc y como medida última ante potencial derrota de las fuerzas del Estado la instauración del Golpe Militar bajo planes establecidos por las naciones imperiales que les otorgarían el sello de legitimidad. En este contexto se presenta el Golpe Militar de Augusto Pinochet dentro del denominado Plan Cóndor que aplicaría para el Cono Sur ( Uruguay, Chile y Argentina ) ya conocidos en todas sus dimensiones en periodos cercanos a los 10 años donde se negaba la existencia del Estado Social de Derecho con la pérdida total de las denominadas Libertades Democráticas que permitían el ejercicio de la política partidista de izquierda. Es en el Consenso de Washington donde se orquesta un nuevo modelo de ordenamiento de la economía capitalista que se soporta en gran medida ante el colapso del modelo Socialista de la Unión Soviética como poder paralelo y hegemónico ante las naciones imperiales de occidente. Este colapso se consolida con el desmonte de la URSS y la Caída del Muro lo que significaría la “ Muerte del Competidor “ y en palabras de algunos “ El fin de la Lucha de Clases o el Fin de la Historia “. Pero regresando a Chile y su Dictadura legitimada requería pagar un precio muy alto al gran capital y consistió en hacer de Chile el conejillo experimental del nuevo modelo denominado Neoliberal. Así pues,

se dió inicio al desmonte del Estado Keynesiano y el retorno bajo formas altamente corruptas de los bienes estratégicos del país a sectores privilegiados de la burguesía tanto civiles como militares y de este modo se Privatiza lo que otrora eran Bienes Comunes bajo la figura de Bienes Públicos en manos de transnacionales y capitales nacionales. Representó este modelo un alto crecimiento del PIB en Chile que se tornó en convocante y expansivo a naciones latinoamericanas y a su vez aparecen las resistencias anti neoliberales de las izquierdas expresadas en corrientes denominadas Progresistas y Socialistas Siglo XXI que finalmente se traducían en Neo Keynesianos en tanto su resistencia no estaba en el desmonte revolucionario de los Estados nación capitalistas sino en conservar lo que había sido privilegio pasado como Estado Social de Derecho con sus Libertades Democráticas y preservar en manos del Estado esos Bienes estratégicos e impedir los procesos privatizadores. Este ha sido finalmente el proceso político que las izquierdas marxistas y liberales han tenido como proyecto revolucionario de los últimos 25 años. No a sido Chile ese caso en tanto la instauración del modelo neoliberal se ejecutó en alto nivel en el marco de la Dictadura y de los siguientes gobernantes en ejercicio de la Constitución emanada en Dictadura y transición. Así pues, el proceso social en resistencia se viene gestando desde la movilidad social en formas autoconvocadas debido a la total pérdida de la credibilidad en los

Partidos Políticos de centro e izquierdas que durante los últimos 30 años actuaron fundamentalmente en co gobierno con los gobernantes representantes de las élites herederas de la dictadura. Común denominador la caracterización de traidores y vendidos ha sido el juicio a los partidos políticos. En este escenario aparece la invisibilizada resistencia ancestral Mapuche que dentro de sus postulados se encuentra la consigna “ No somos de Izquierda, no somos de Derecha, somos de la Tierra, somos Mapuches “ consigna que es antecedida por otro principio cual es el de no tener los Partidos Políticos como forma de organización política al considerarlos como modelo del ejercicio de la política en el Estado que les ha sometido y despojado a la vez de considerar que son una nación con su modelo de organización social basado en las Autonomías territoriales de carácter horizontal y no en el modelo jerárquico y vertical del Estado Republicano. En este contexto se da el Estallido Social de octubre del 2.019 con el encuentro de las dos chiles escindidas, la Mapu y el Estado Chile, de sus dos Comunidades: la originaria de cultura Tierra y la blanca y mestiza de cultura eurocéntrica. La primera en crecimiento y rescate de su ancestralidad y en liberación de su territorio bajo un régimen que les a declarado como terroristas y encarcelado a sus Lonkos ( Cabezas ) y Wichafes ( Guerreros ) como también el asesinato de jóvenes mapuches destacados como Matías Catrileo y otros. Los otros, los de abajo, los comunes, los proletarios, los estudiantes, los jóvenes, los ambientalistas, las feministas y en general

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las comunidades empobrecidas, silenciadas y reprimidas en la búsqueda de un mejor vivir del que fueron despojados en el ejercicio de la Dictadura. En la búsqueda de sus miles de desaparecidos, en el reencuentro con la memoria de sus miles de ciudadanos asesinados, en el cantar nuevamente el canto de sus cantores sociales, Victor Jara, Violeta Parra, Patricio Manns, Ángel e Isabel Parra, ínti Illimani , Los Prisioneros, Illapu, Quilapayum y su Cantata Santa María recordándoles las masacres pasadas y recientes y otros tantos cantos, poesías y obras de creación colectiva que en conjunto son movimiento social haciéndose acción en las calles. Pero si hay un elemento articulador del Estallido Social no es otro que la derogación de la Constitución vigente que hace perpetua la Dictadura y en ella el elemento más representativo es la Ley de Aguas que generó todo el proceso de privatización del Agua, dejando incluso las comunidades del norte desértico de Chile que tienen por suministro pequeñas fuentes superficiales que nacen del deshielo de los glaciares de la lejana cordillera de Los Andes y que luego de atravesar vastos territorios de desiertos y que han sido a lo largo de siglos la fuente de la agricul38

tura y consumo de comunidades originarias Aymara y otras como campesinado para ser hoy propiedad privada en la totalidad de sus pequeños caudales que pueden ser vendidos a los recientes monocultivos de aguacates o cualquiera de los agronegocios exportadores de frutales, vinos, olivos y otras especies o simplemente para las empresas mineras extractivistas. Contrario fenómeno se presenta en el Sur, territorio denominado como parte de la Walljmapu que posee en abundancia el agua en grandes lagos y ríos que corren caudalosos por las altas precipitaciones y deshielo de glaciares cordilleranos que han sido a lo largo de siglos sujetos Sagrados en la Cosmogonia Mapuche y que ahora privatizados pasan a ser destinados a la generación de energía mediante represas. Lo anterior a representado uno de los mayores conflictos territoriales de carácter ambiental que no sólo han movilizado las comunidades mapuches sino al conjunto de los chilenos pues son la base de uno de los mayores turismos paisajísticos del mundo ( véase las luchas contra HidroAysen ) que han tenido resistencia ambiental mundial como también lo ha sido contra Pascua Lama la megaminera de oro de

Barrick Golds que destruye los glaciares de la cordillera para obtener el Agua en sus procesos mineros. También se presentó desde la Dictadura y posteriores gobernantes la destrucción de grandes extensiones de los Bosques Nativos con preexistencias de más de 2.000 años en algunos individuos arbóreos para el desarrollo extractivista de plantaciones de especies foráneas de pinos y eucaliptos que han convertido a Chile en el segundo lugar productor de madera comercial del mundo y todo ello sobre la desaparición de forma extensiva de su limitada fauna y flora con modificaciones significativas de orden climático ya que el Bosque nativo era el soporte de la alta humedad y el monocultivo de coníferas por lo contrario despoja las aguas subterráneas y minimiza las precipitaciones. Todo esto y cientos de conflictos de orden socioeconómico denunciados a lo largo de miles de menores movilidades en las calles clamando Educación Libre y Gratuita, mejores sistemas de Salud y Pensiónales, menores costos en transportes, derogación de leyes lesivas de la vida comunitaria y como gran logro la derogación de la Constitución y la formulación de una Nueva encaminada a la Equidad Social, a los Derechos de la Naturaleza, a la declaratoria de Estado Plurinacional y otras medidas encaminadas al Buenvivir en la Ñuke Mapu ( Madre Tierra ). De no obtenerse un nuevo Pacto Social en esas condiciones se puede estar seguro de que el conflicto no a terminado y puede suceder lo impensable.

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“LUZ Y SOMBRA”, una creación delicada y amorosa Por Georgina Cuartas

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garia”. En su ué placentero resulta escudriñar Poemas poema “Senel contenido de esta obra literaTRUJILLO O Z E L Á CONCEPT Z N o, O ill tir” nos ennzález Truj ria, que llenará nuestro pocorazón JAIRO G de Jairo Go , siempre ha er emas as an Para mí, le cestrales antioqueñ trega toda su gr de y e de regocijo y quedesuraautor íces an ha bauar io du lc ídos, traen sa bo r lit er r le , y de ja do un , son versos que, al seemoción s qu er id os za tizado con el título “LUZ Y SOMre an se br de em es rem han bl da vi ol in iliares que sorpreno. re cu er do s es, hermanos y famsigue BRA”, una creación delicadaabyueloamorosa del ellos han trascenundesidtra s, padr , algunos de res de con jado huella momentos y lugadiéndonos en de amigo, el hermano en la poesía, el ciudadano gran huella dan Nos recuer res que dejaron una ulos… se condiscípdelicadeza s, su ro st storia, de s ae o hi i m d ejemplar como es el poeta Jairo González razones: os estu nuestros co d o n d e r e a l i z a m mos. n bora cuano l e g i o s e Colomas donde la paternal es de pr Trujillo, oriundo de El Tambo, csuCauca, em y y elegante periores, a sencilla de er o an id m nt a do a un sele escribe ne un bia. Egresado de la UniversidadJairo de, tie Antioquia ajo ad a po r ca ra ct er iz que hace que su trab . es cr ib ir , udimos nieto undidad su sobrino la of ap pr y y os ón m como Químico Farmacéutico donde regentó reflexi valora legado que sea un gran que está por llela cátedra de Análisis Bromatológico. Se deso. im Su pr ález. S nzález Gonz RE D Go o PA rt IS A M como jefe de calidad en FadegánHum empeñó y be gar “Decídete a ágenes dejar tu origen, Guardo im Griffith-Colombia, y profesional asistencial cuerdos, de bellos re tu tierna albrien el Seguro Social, donde se jubiló dejando el secreto osas ur nt cia de armiño, y ve s de hora de rectitud una estela y ejemplo par quienes jó el amor. que me de acompáñanos dultuvieron la oportunidad de apreciar su pros dulces Conservo la edaron ce y anhelado niño” qu e qu s fesionalismo y admirable entrega a su labor. mirada ra siempre grabadas pa zón. He encontrado en ra en mi co El poeta Jairo González Trujillo participó en sus escritos amor y el Concurso de Poesía Inédita “El Caratejo fraternidad. Vélez” en Titiribí, Antioquia en año 2002, El poeta Jairo González Trujillo, obteniendo el tercer puesto. nos entrega con todo su fervor temas senJairo viene indagando por los caminos litetimentales y sinceros de su libro “LUZ Y rarios y hoy tuve el privilegio de desmenuSOMBRA”. Auténtico en su poema “La parzar su redacción para encontrar riqueza en tida” y nos queda una reflexión cuando dice, su inspiración poética y exquisitez en su arpresiento que viene el tren de la partida…el gumento que transmite agitación cuando en lector que lea el resto del poema. Dejo aquí uno de sus poemas entrega su afecto y dice: la incógnita… “Te llamo en mi soledad, no acudes a mi ple9-0592-5

-958-4 ISBN 978

9 78 95 84

90 59 25

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Jairo G

T Nació en El iz de 1951. H io en el Coleg y Escuela Di D del Liceo Enrique V título de Q a Universid como jefe Grifith Co asistencia profesor en la Uni

Particip In éd ita Titiribí, puesto. Magia Antioq


Poemas Por: Jairo González Trujillo.

AMANTES Es noviembre época otoñal… los árboles pierden sus hojas, los pájaros, sus nidos, los bosques cambian sus colores para tornarse rojizos, y anunciar el inicio de una nueva estación con presagios de frío… menos en mi corazón porque tiene el abrigo que me da tu calor.

SENTIR Te veo, me lleno de alegría, te marchas… y me dejas un vacío, te miro… no me canso de contemplarte. Te imagino a mi lado, me lleno de emoción. Me miras, y no sé qué siento, te pienso, y me da una convulsión. Te llamo en mi soledad, no acudes a mi plegaria, como si el viento se llevara mis murmullos, dejándome tan triste cuando tú te vas.

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