Aurobindo Revista gratuita Nº 10 - Mayo 2015
¿Quién fue Sri Ramana Maharshi? Segmento biográfico (segunda parte)
Crónicas de viaje La tierra de lo posible
Jnana Yoga
Editorial ¿Quién soy? Esta pregun ta se la h a venido haciendo el ho mbre desde tie mpos muy an tiguos. Los yoguis y rishis –videntes– han dedicado toda su vida y sus energías a responderla, y lo han conseguido. El jn ana yoga es la rama del yo ga q ue apunta dire ctamen te a contes tarl a, utilizando el intelecto como herramien ta para l ue go trascenderl o, dando lugar a la intui ción. Sri Ramana Maharsh i es uno de los jnana y oguis más rele van tes del siglo XX. Su vida y sus enseñanzas son un tesoro para aquell os que an h e l amo s fe r v i e n te mente escuch ar l a respuesta de es te in terrogan te en lo más profundo de nuestr o cor azón. Gracias to tales a n uestros auspi cian tes y a quienes col aboran anónimamente co n la revista Si Dios q uiere dentro de muy poco estare mos festejando n uestro primer año de vida.
A.V.
¿Quién fue Sri Ramana Maharshi? (Segunda parte) Como vimos en el número anterior, a los 16 años Ramana Maharshi experimentó la realidad de su Ser y el cambio fue más que evidente para su entorno. Seis semanas después de tal acontecimiento el clima era cada vez más incómodo entre sus familiares. Su hermano mayor le reprochaba el poco interés que ponía en sus estudios. Al verlo meditando, éste le dijo un día: -¡De qué te sirve todo esto? No era la primera vez que lo increpaba de esa manera, pero en esa ocasión Venkataraman pensó que su hermano tenía razón. E inmediatamente le vino la idea de ir a Arunachala. Acto seguido se paró y le dijo a su hermano que tenía que ir a la escuela a asistir a una clase especial. Entonces su hermano le pidió que tomara cinco rupias de la caja que se encontraba en la planta baja y pagara su cuota escolar. Venkataraman caminó en esa dirección como guiado por lo Desconocido, observó el atlas, la ruta ferroviaria y concluyendo que tres rupias eran suficientes para costearse el viaje, dejó las dos restantes con una nota y partió hacia la estación de trenes. Así, curiosamente y sin proponérselo, su hermano le facilitó los fondos para el viaje. La histórica nota decía lo siguiente: “Tal como él me lo ha
ordenado, voy en busca de mi Padre. Me he embarcado en una virtuosa empresa, por lo que nadie debe llorar este acto ni gastar dinero en mi búsqueda. No he pagado tu cuota en la escuela. Te dejo dos rupias”.
Fue una marcha agotadora de tres la que finalmente lo llevó aTiruvanamalai, donde se encuentra la montaña sagrada de Arunachala. Cambios de tren, caminatas, falta de comida y dinero –terminó vendiendo unos pendientes que llevaba para costearse el último tramo en tren. Pero nada detendría su marcha. El 1 de septiembre de 1896 las penalidades del viaje terminaron. EL joven entró en el templo y cayo en samadhi. A partir de ese momento, nada podría interponerse en su marcha hacia sí mismo. Había renunciado a la vida mundana y se había transformado en un sannyasin –renunciante.
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Como muestra de eso, arrojó el poco de dinero que le quedaba se rapó la cabeza y se despojó de la cinta sagrada, signo distintivo de su casta. Durante semanas permaneció en samadhi en el templo. Un sadhu de nombre Seshadriswami, al ver al muchacho comenzó a ocuparse de su protección. En aquella época, los niños de la zona solían molestarlo arrojándole piedras, por propia diversión. Pero Ramana Maharshi permanecía sumido en sus propias meditaciones. Para evitar las travesuras de los chicos, el sadhu lo llevó a una zona subterránea del templo, en donde la oscuridad era casi completa. Pero este traslado trajo consigo algo peor que las piedras de los niños. La zona se encontraba llena de insectos, los cuales atacaron a Ramana Maharshi permanentemente, dejando su cuerpo cubierto de ronchas y heridas. Un par de semanas después, un hombre llamado Venkatachala Mudali observó el lamentable estado en que se encontraba el sannyasin y en compañía de otras personas levantó su cuerpo y lo condujo al santuario de Sunramaniam. Allí permaneció generalmente en samadhi durante algunos meses. Un monje que se había sometido al voto de silencio se encargaba de él. Lo alimentaba y aseaba. Más adelante Ramana se dejo llevar al jardín del templo, lo que resultó ser más saludable para su cuerpo. Aunque aun cuando realizaba paseos cortos por el lugar, permanecía la mayor parte en éxtasis. Pocas veces un hombre tan joven había alcanzado tanto espiritualmente. Algo que no pasaba inadvertido para quienes tenían la posibilidad de observarlo. De este modo, comenzó a crecer el número de personas
- Marcelo Agnese -
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que, ya sea por mera curiosidad o un auténtico deseo de realizarse espiritualmente, acudían a sentarse en su compañía o postrase a sus pies. Ramana Maharshi impartía su conocimiento de manera silenciosa, por medio de la gracia de su presencia. Una transmisión de corazón a corazón. No es de extrañar el hecho de que Mahatma Gandhi enviara un emisario en busca de noticias, y este a su regreso le dijera:-”no es necesario que le respondas nada, los hombres puros pueden comunicarse de corazón a corazón. Quizás sea el caso de Ramana Maharshi uno de los más grandes ejemplos de lo que significa la transmisión del conocimiento espiritual. Distintos maestros han impartido sus enseñanzas de diferentes modos, pero en el caso de Ramana, queda en evidencia el hecho de que los grandes maestros, transmiten su sabiduría por medio de energía, de la energía que está detrás de sus palabras o sin hacer uso de ellas, dependiendo del caso. A medida que pasaban los meses, la reputación del joven santo se extendía. Para entonces un asceta llamada Palaniswami se transformó en su fiel discípulo y se ocupó de todo lo que Ramana necesitaba. Luego de pasar algún tiempo en diferentes santuarios, en 1898 ambos se instalarn en la montaña sagrada de Arunachala, don de se encuentra el templo de Pavazhakhurunhu y una serie de cuevas. La reputación de Ramana llegó a oídos de su familia. Su madre lo visitó pero en un principio él no quiso recibirla. Imposible es conocer los motivos de tal decisión. Estos seres no actúan
por los deseos del ego, sino por voluntad divina. Ella le hizo llegar con insistencia su deseo de que volviera con su familia, primero a través de otras personas y luego finalmente también personalmente, cuando Ramana accedió a verla. Sin embargo en todos los casos él ignoró sus ruegos, manteniéndose inalterable. Por último, unos días después de la visita personal le escribió la siguiente nota:
que comenzó a formarse el ashram, Alagammal abandonó su cuerpo. Ramana se ocupo cuidadosamente de ella y poco a poco su madre comenzó a experimentar en si misma la iluminación. En tal ocasión, el sabio dijo a sus devotos: “No ha muerto, ha sido incorporada”. Se enterró el cadáver a los pies de arunachala y allí se colocó una lápida.
“El Ordenador controla el destino de las almas de acuerdo a sus anteriores acciones. Lo que es´ta destinado a no ser, no será, a pesar de todo lo que nosotros podamos ahcer. Será lo que haya de ser, aun cuando tratemos de impedirlo. Esta es la verdad. El mejor camino, por consiguiente, es guardar silencio”. En 1922 comenzó a tomar vida el Ramanashram, al pie de la montaña donde permaneció hasta el final de sus días. Pero antes de esto, su fama ya había crecido a lo largo de toda la India. En un principio había mantenido un hermético silencio, pero progresivamente fue despertando a la vida que lo rodeaba y comenzó a entablar conversaciones con sus devotos. UN tiempo después de aquella primera visita, poco feliz, su madre –Alagammal- volvió a visitarlo y de ahí en más permaneció a su lado, junto con otros familiares. Era una extraordinaria mujer y muy querida por todos los devotos, quienes la consideraban como a una madre amorosa y compasiva. Se ocupó de las tareas domésticas y de preparar la comida. Para Ramana, todas las mujeres eran su madre y todos los hombres sus hermanos, por lo que no le confería un trato especial. En el año en F U ND AC IÓ N M U J ER
En la cotidianidad de la vida en el ashram, Ramana Maharshi no solo recibía a los visitantes que se acercaban de todas partes, sino que también se ocupaba de las tareas domésticas, por lo que no era raro verlo preparando alimentos, lavando las legumbres o reparando cosas. También escribía, traducía textos sagrados, leía la correspondencia, encuadernaba libros y solía hacer paseos por la montaña junto a sus devotos. Su vida y la de quienes vivían en el ashram era muy simple. EL lugar contaba con una especial atmósfera de paz que invitaba a la meditación y favorecía a la búsqueda del Sí mismo.
-Continuará en el próximo número. Bibliografía:
Sri Maharshi, a short life sketch. Sri Ramanasraman. India. Aforismos de Ramana Maharshi. Ramiro Calle. Ed. EDAF.
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Cuando no ves a Dios en todo, no ves a Dios en nada El mes pasado fui invitada a participar del taller sobre comunicación consciente, dictado por la capacitadora de Kundalini yoga Gurbani Kaur. Más allá de lo interesante del tema, en cuanto a lo que significa “ser conscientes” a la hora de comunicarnos, empezando por aprender a escuchar, ella citó las siguientes palabras del fundador de su movimiento/ escuela, yogui Bhajan: “Cuando no ves a Dios en todo, no ves a Dios en nada”. Reflexionaba entonces en estos días sobre estas palabras, y lo difícil que puede llegar a ser su comprensión. Es evidente que si partimos de la premisa de que Dios o Brahman es “Aquello” sin nombre ni forma, que sustenta e impregna toda la creación y que es autodeleite, sin principio ni fin, entonces por su propia definición está en todo y si efectivamente “lo vemos”, necesariamente lo tenemos que ver en todo, ¿Pero cómo se hace para ver a Dios en todo? ¿Cómo hacemos para ver a Dios en el asesino o el violador? Es más sencillo ver a Dios en lo bueno y bello, que en aquello que aborrecemos. En todo caso eso es posible cuando uno alcanza el estado de autorealización del ser, donde se experimenta la unión con el Uno (Nirvana o Samadhi) y desaparecen todas las diferencias y dualidades. Es decir, el “ver a Dios en todo” es una experiencia, una visión real, no una creencia. Y esa visión no es posible mientras nuestra percepción se vea afectada por el filtro de nuestra mente, que por su naturaleza divide, fracciona y clasifica. Se necesita ir más allá, eliminar el filtro. Ahora bien, mientras no tengamos esa visión permanente ¿qué nos queda por hacer? Creo que una opción es, por un lado desarrollar la fe en que eso es posible, fe que se alimenta de nuestra intuición y las experiencias de plenitud y éxtasis que se obtienen en esos atisbos de Unidad que la práctica del yoga nos da. Recordemos las palabras de Sri Aurobindo al respecto: “La fe es una intuición que no sólo espera la experiencia para verse justificada, sino que conduce a la experiencia misma”. Al principio, esa visión de unidad se ma-
nifiesta en destellos, momentos en que experimentamos esa realidad, y cuya experiencia nos sirve de motor para llegar a que se haga permanente en nosotros. Por otra parte, como veremos en el próximo artículo, desde la perspectiva del Jnana yoga, lo que se busca es inundar nuestra mente de esta idea, tratar por todos los medios de que nuestra mente sea atravesada por esta noción. Desde el camino del bhakti yoga, esto sería posible inundando nuestro corazón de devoción a Dios en todas las cosas. Y desde el karma yoga, se trata de llegar a experimentar esta unidad a través de la acción absolutamente desinteresada, en el amor por el trabajo mismo, sin anhelar los frutos de ese trabajo, entregando todo, lo bueno y lo malo a Dios. De este modo vemos como todos los caminos conducen a lo mismo, pero algo debemos tener claro, lo que buscamos es una experiencia y el yoga nos brinda diferentes herramientas que conducen a ella. Mientras la idea de ver a Dios en todas las cosas no deje de ser una teoría o ideal, no nos queda más que seguir volcando nuestros esfuerzos para que esa idea se haga vida dentro nuestro, se vuelva visión. Y es que no son menos ciertas la palabras de Swami Vivekananda “Si hay un Dios debemos verlo, si hay un alma debemos percibirla, de lo contrario es mejor no creer. Es preferible ser un ateo que un hipócrita”. La honestidad con nosotros mismos es en realidad lo único que tenemos, y junto a ella el anhelo interior, que debemos regar y alimentar, hasta lograr que se convierta en el único anhelo. Porque la medida de nuestro crecimiento espiritual estará dada por la intensidad de ese anhelo, de ese querer ver con nuestros propios ojos por sobre cualquier otra cosa. Y esto es algo que cada uno lo sabe en su corazón. Por último, vale recordar la relevancia que tiene en discernimiento para evitar caer en engaños, a través de las palabras de Paramahansa Ramakrishna: “Todo es Dios, pero el Dios-tigre debe ser evitado. Todo el agua es agua, pero el agua sucia no sirve para beber”. -A.V.
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Jnana Yoga Eso en quien todos los seres residen y que reside en todos los seres, que es el dador de gracia a todos, El Alma Suprema del universo, el ser sin límites —yo soy eso. -Amritbindu Upanishad Se denomina Jnana yoga o Gñana yoga al yoga del conocimiento y la sabiduría. Es la ciencia del Ser. Conocer a Brahman como al Sí mismo es Jnana yoga o sabiduría. Swami Sivananda dice que es la aplicación práctica del vedanta. El vedanta no pretende que cambiemos de ropa, nos rapemos la cabeza o nos aislemos en una cueva, quiere un cambio completo en nuestra actitud mental, que cambiemos el ángulo de nuestra visión y tengamos renunciación y desapasionamiento mentales. El vedanta propone la identificación con Brahman y la des-identificación con el cuerpo. Consta de tres pilares: el estudio de las escrituras, la discriminación entre lo real y lo irreal por medio de la razón, y la experiencia intuitiva. El método en el jnana yoga consiste en el análisis racional de aquello que se desea conocer, avanzando en una auto-indagación y discernimiento permanentes que permitan dar un salto más allá de la mente racional. Es decir, que el pensamiento es utilizado hasta ser agotado, para luego abandonarlo, despertando la intuición que da lugar a la realización del ser y la Realidad Suprema. Esto último es de fundamental importancia, ya que no debe confudirse el mero conocimiento intelectual o teórico con Jnana yoga.
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“Ver que ‘yo soy Brahman, yo soy puro, la consciencia que prevalece en todo. Que no soy el hacedor ni el que disfruta. Que soy siempre el testigo silencioso’, eso es Jnana, Contemplar el Uno en todas partes es Jnana”. -Swami Sivananda Para ser apto en este sendero del yoga es necesario un intenso anhelo de fundirse con la Verdad Suprema. Un gran desapego hacia las cuestiones mundanas, coraje, perseverancia, una mente relajada y a la vez muy concentrada en su objetivo, libre de traumas, ansiedades, prejuicios, etc.. La práctica de otras ramas del yoga ayudan a preparar al aspirante y lo conducen indirectamente al jnana yoga. Esta rama del yoga no requiera de la realización de asanas ni un espacio o habitación particular. Se puede practicar mientras uno camina, habla o come. La lectura de textos sagrados que inspiren es un buen comienzo. Se trata de impregnar todos nuestros pensamientos de la Verdad Suprema, tratando de no apartarnos de esta realidad, discriminando constantemente entre la naturaleza cambiante de las cosas y Aquello que está detrás, inmutable, eterno, que es el Testigo detrás de las formas y nombres: Brahman. La auto-indagación es constante y la discriminación entre lo real y lo irreal por medio de la práctica de neti, neti, “no soy esto” ni soy aquello. Generalmente la pregunta más utilizada es ¿Quién soy?. Gracias a la práctica constante y a una disposición adecuada y anhelo profundo, la respuesta brotará de las profundidades de la consciencia, sin estar Clases de YOGA Integral y Dinámico Martes y Jueves: 18:45hs. a 20hs. y 20:15hs. a 21hs.
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Si no hay pureza el aspirante de jnana yoga seguramente confundirá la voz del deseo o la voz de su mente con la voz del Ser. La ayuda de un gurú realizado es fundamental al principio del sendero del jnana yoga
condicionada por el intelecto. El obstáculo más grande de esta vía es que la práctica degenere en un mero ejercicio intelectual, sin que pueda el practicante ir más allá de éste. El jnana yogui se embarca en un proceso de desaprendizaje y des-condicionamiento. No cree en nada más que en su propia experiencia, aunque las experiencia de los maestros y los textos sagrados son utilizados como puntapié inicial, para experimentar por si mismo lo que exponen. Por último, el jnana yoga se configura en función de siete partes:
Swami Sivananda Sri Ramana Maharshi, Swami Krishnananda y Nisargadatta Maharaj se encuentran entre los más releventes maestros de jnana yoga del siglo XX. Para tener una idea más vívida de lo que significa el jnana yoga, terminaremos este artículo con las palabras de Nisargadatta Maharaj: “Cuando conocí a mi gurú, él me dijo, tu no eres lo que crees que eres. Descubre lo que eres. Observa la sensación ‘Yo soy’. Encuentra tu Ser Real. Le obedecí, porque yo creía en él. Hice como me dijo. Todo mi tiempo libre me la pasaba mirándome a mi mismo en silencio. Y qué diferencia hizo, y qué rápido. Me llevó solamente tres años realizar mi verdadera naturaleza. Mi gurú murió pronto, al poco tiempo de haberlo encontrado. Pero no hizo ninguna diferencia. Yo recordé lo que me había dicho y me dediqué a hacerlo. EL fruto de eso está aquí conmigo”.
1. Viveka: “discernimiento” entre lo real y lo irreal, lo eterno y lo finito, la personalidad humana y el ser suprapersonal. 2. Vairagya:“renunciación”, “desapasionamiento”. 3. Tapas: “austeridad”. 4. Mumukshutva: anhelo de emancipación. 5. Sravana: “audición y estudio de la tradición y escrituras sagradas, y las enseñanzas del Maestro”. 6. Manana: “reflexión” sobre lo que se ha oído y estudiado. 7. Nididhyana: “meditación profunda” sobre las enseñanzas o las escrituras, que conducen al estado de Supraconsciencia (samadhi).
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¿Quién Soy Yo?
Rico y Sano!
El cuerpo burdo, que se compone de los siete humores (dhatus), eso no soy; los cinco órganos sensoriales cognoscitivos, a saber, los sentidos del oído, el tacto, la vista, el gusto y el olfato, que aprehenden sus respectivos objetos, a saber,, el sonido, las cualidades táctiles, el color, el sabor y el olor, eso no soy; los cinco órganos sensoriales conativos, a saber, los órganos del habla, de la locomoción, que tienen como sus funciones respectivas hablar, moverse, asir, excretar y disfrutar, eso no soy; los cinco aires vitales, el prana, etc., que desempeñan respectivamente las cincos funciones de inhalación, etc. eso no soy yo; no soy siquiera la mente que piensa, y tampoco la nesciencia, que sólo está dotada con las impresiones residuales de los objetos, y en la cual no hay objetos ni funcionamientos.
Ensalada con zanahoria, curry y miel Ingredientes: 1 zanahoria rallada 2 cucharadas de perejil picado 1 cebolla picada 1 pizca de curry Sal Aceite 1 cucharadita de miel Jugo de limón 1 tomate picado 3 cucharadas de semillas de girasol tostadas 1 taza de arroz integral cocido Preparación: Colocar en una ensaadera la zanahoria, el perejil y la cebolla. Agregar el curry, la sal, el aceite y la miel disuelta en el jugo de limón. Incorporar el tomate, als semillas de girasol y por último el arroz integral frío. Corregir la sazón, mezclar y servir.
¿Si nada de esto soy, entonces, quién soy? Tras haber negado todo lo de arriba mencionado diciendo “eso no”, “eso no”, esa Consciencia que es lo único que permanece, eso soy. ¿Cuál es la naturaleza de la Consciencia?
El arroz integral se puede reemplazar por cebada cocida y las semillas de girasol por semillas de zapallo.
La naturaleza de la Consciencia es Sat-ChitAnanda, existencia-conciencia-beatitud.
-Ramana Maharshi. Enseñanzas espirituales. Ed. Kairós. Pag. 19 y 20. Eso que penetra todo, a lo que nada transciende y que, como el espacio universal nos rodea, llena todo completamente desde dentro y desde fuera, ese Supremo Brahman no dual —eso eres tú. -Sankaracharya
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Celebrando a Eduardo Galeano Celebración de las bodas de la razón y el corazón ¿Para qué escribe uno, si no es para juntar sus pedazos? Desde que entramos en la escuela o la iglesia, la educación nos descuartiza: nos enseña a divorciar el alma del cuerpo y la razón del corazón. Sabios doctores de Ética y Moral han de ser los pescadores de la costa colombiana, que inventaron la palabra sentipensante para definir al lenguaje que dice la verdad.
Celebración de la ris
El miedo
s Una mañana, no jo ne co un on regalar a de Indias. Llegó Al o. lad jau casa en la mediodía, le abrí la. jau la puerta de oVolví a casa al an ré nt co en checer y lo bía ha lo tal como dejado: jaula aden ba los a tro, pegado l de o nd rrotes, tembla d. ta susto de la liber
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José Luis Castro, el carpintero del barri o, tiene muy buena mano. La m adera, que sabe qu e él la quiere, se deja hacer. El padre de José Lu is había venido al río de la plata desde una aldea de Pontevedra. Recuer da el hijo al padre, el rostro en cendido bajo el so mbrero panamá, la corbata de seda en el cuello del pij ama celeste, y siempre, siempre contando historia s desopilantes. Donde él estaba, re cuerda el hijo, ocur ría la risa. De todas partes acudían a reírse, cuando él contaba, y se agolpaba el gentío . En los velorios ha bía que levantar el ataúd, para que cupieran todos –y as í el muerto se ponía de pie para escuchar con el de bido respeto aquellas cosas dicha s con tanta gracia. Y de todo lo que Jo sé Luis aprendió de su padre, eso fue lo principal: -Lo importante es re ír –le enseñó el viejo -. Y reír juntos.
—De El libro de los abrazos, Eduardo Galeano, Ed. Catálogos—
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Lo que vos
tenés para Decir
En lo reciente / despierto/ nazco/ surjo ¿Muero? El tiempo se detiene Se desvanece Sin sentido. Sólo estoy. Sin tiempo/ en la nada de cuerpo vacío de espacio sin tiempo que habita algo/ el olvido Algo que deviene / que no es Pertenezco, a aquel instante perdido de la desmemoria. Cuerpo sin piel/ mutante Aquello que no recuerdo, retorna/ vuelve/ perdura Dejavú Volví a nacer o morir Lo reconozco/ aquí estuve Y lo estoy olvidando otra vez -Natalia Lebas Fe de erratas Debido a un error, en el número anterior no salió impreso el nombre de la autora del poema Descuido publicado en esta sección: Cecilia Nazar.
Crónicas de viaje: la tierra de lo posible El golpeteo de los tambores acaparó mi atención. El ruido crecía en dirección hacia donde me encontraba, anárquico en un principio, pero rítmico al agudizar el oído. Asomé la cabeza por entre las cortinas de la puerta del local donde me encontraba y observé con curiosidad lo que estaba pasando, sin lograr descifrar los acontecimientos. El movimiento constante, los colores vivos, el sol que calcinaba la piel intensificándolo todo. De un salto bajé los dos escalones que separaban la entrada del negocio de la vereda y me lancé a la calle siguiendo de cerca al grupo que pasaba. Aquellas personas movía sus brazos y piernas en fluidos movimientos danzarines, demostrando una gran habilidad para esquivar con elegancia a las vacas, bicicletas, autos y rickshaws que se cruzaban en su camino. Algunas melodías salían también de sus labios. Al llegar al final de la calle y ante la mirada indiferente de los transeúntes, descendieron por las escalinatas hasta llegar a la orilla del río Ganges. En ese instante el sonido cesó por completo. Un hombre les dio indicaciones de cómo proceder. Ahora sí el panorama se presentaba claro ante mis pupilas. Lo que no había logrado ver antes es que llevaban con ellos un cadáver adornado con flores en una especia de camilla de madera muy rudimentaria. Me acerqué a un pandit que pareció notar mi desconcierto y amablemente accedió a explicarme lo que sucedía. En el lugar no había mujeres. Me explicó que antiguamente las viudas eran obligadas por una especie de mandato religioso/social a lanzarse en la pira funerario de su difunto esposo. Con el tiempo, una ley prohibió esta
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práctica, pero en familias provenientes de pequeños poblados, muchas mujeres eran quemada vivas, empujadas al fuego, por no cumplir con tal ritual. Por esa razón se prohibía en la actualidad la presencia de mujeres en la ceremonia de cremación. y mas… Observé como el hombre que daba las indicaciones les acercó un gran pedazo de tela blanca con el que envolvieron cuidadosamente el cuerpo, introduciéndolo luego en el En este segmento te invi tam os a agua, haciéndolo girar hacia un lado y hacia el otro. Acto compartir tus textos poéticos o seguido sacaron el cuerpo y lo apoyaron sobre una estruc- narrativos, experiencias; en fin, tura de metal colocándole maderas, arriba y a los costados. un espacio para expresar a quello que surge natural mente de Un hombre le dio a otro bastante más joven – presumiblemente hijo del difunto- una antorcha encendida tu interi or. que hizo arder la pira al instante. El humo era intenso y el ¡Animate! olor parecía por momentos asfixiante. Observé desde el final de calle e ingreso al ghat -escalinata que lleva a la Email/Facebook: orilla del río- como el cuerpo se esfumaba entre las llamas, shab dabr aman.yog a@g mail.com para luego ser arrojadas sus cenizas al Ganges. Varanasi es una de las siete ciudades sagradas del hinduisSi te perdiste los números mo, donde miles de peregrinos anhelan bañar sus cuerpos anteriores, podés solicitar el o llegar allí para morir. Se dice que quien muere en Varanaenvió por email o a través de si no vuelve a reencarnar. Hay ghats especiales que son utilizados como crematorios, y otros donde los peregrinos este link: http://issuu.com/ pueden darse sus baños purificadores. Aquí, ver un cortejo revistaaurobindo/docs fúnebre de estas características es lo más normal del mundo. Se convive con cuerpos que pasan por las calles al ritmo de los tambores. Lo sorprendente de Varanasi y de la India en general, es O visitanos en que todo convive allí, en las calles. Todo es posible. Las Facebook cosas que para nuestra mentalidad pueden resultar de lo más insólitas, aqquellas que aterrarían a cualquier occidental con escasa capacidad de adaptación, suceden en un Y dale “me gusta”, así te ambiente de normalidad.. Fenómenos como la muerte son enterás de todas las expuestos a la vista de todos. Cadáveres en cualquier esnovedades. quina esperando ser llevados al río o recorriendo ya las calles hasta llegar a los ghats; naga sannyasins completamente desnudos y cubiertos de cenizas caminando por doquier, personas mutiladas o con terribles ¡GRACIAS por publicitar tu deformaciones mendigando en las calles, todo es emprendimiento en nuestra revista; tu parte de una diversidad en que, Varanasi y la india, son una invitación a contemplar aporte hace posible que la misma esté disponible, no sólo en formato aquello que tratamos de evitar. -Andrea Veselich
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AGENDA
Todo debe ser sacrificado, si es necesario, por un sentimiento: la universalidad. -Swami Vivekananda —— La belleza es esencialmente espiritual. La belleza auténtica yace en el propio corazón. -Swami Sivananda —— Sirve, ama, da, purifícate, medita, realízate. -Swami Sivananda —— Los ríos hondos corren en silencio; los arroyos son ruidosos. -Proverbio hindú
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