Revista Lúdica Edición 22

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Ediciรณn Digital No. 22

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Septiembre - Diciembre 2017


SOBRE LÚDICA Lúdica surge como un espacio para el intercambio de ideas y conocimientos psicoanalíticos estimulando propuestas novedosas que jueguen con las clásicas fundamentales del psicoanálisis. Reconociendo los alcances de los diversos enfoques psicoanalíticos, se abre este espacio para complementar las diversas perspectivas que componen este campo, brindando mayor riqueza al quehacer clínico al estimular nuevas inquietudes y nuevos senderos en la práctica clínica. En estas páginas fundamos un lugar de respeto y diálogo para las distintas teorías psicoanalíticas con el objetivo de inaugurar un nuevo espacio psíquico convergente para quien acuda a su lectura.

PSICOANÁLISIS DE LA VIDA COTIDIANA Stella Maris Pagnanelli José Gabriel Alcalá Farrera ESCRITOS Liza M. Zachrisson Denise Alpízar EXPRESIONES María Fernanda Carlos

EDICIÓN Claudia Castro Claudia Melville Liza M. Zachrisson Surami Morales DIAGRAMACIÓN Y DISEÑO Surami Morales IMAGEN DE PORTADA María Fernanda Carlos

CONCEPTOS EN LA LIBRERA Estefanía Pinto Nicole París Andrea Corzo

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PSICOANÁLISIS DE LA VIDA COTIDIANA

Existo María Fernanda Carlos

Niños con trastornos del lenguaje y la comunicación Abordaje Musicoterapéutico Stella Maris Pagnanelli Pág. 4

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CONCEPTOS

La expresión artística como medio para la integración de los contenidos inconscientes José Gabriel Alcalá Farrera

Vínculo Pág. 23

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EN LA LIBRERA ESCRITOS Introducción al narcisismo Estefanía Pinto Nicole París Andrea Corzo

De la función fundante del vínculo a la función transformadora del vínculo Liza M. Zachrisson

Pág. 24

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PSICOANÁLISIS DE LA VIDA COTIDIANA

SOBRE AUTORES

Stella M. Pagnanelli José Alcalá Farrera ESCRITOS

Un Astronauta en la Tierra Denise Alpízar Pág. 13

Liza M. Zachrisson Denise Alpízar EXPRESIONES

María Fernanda Carlos EN LA LIBRERA

Estefanía Pinto Nicole París Andrea Corzo Pág. 3

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ÍNDICE

EXPRESIONES


PSICOANÁLISIS DE LA VIDA COTIDIANA

Niños con trastornos del lenguaje y la comunicación Abordaje Musicoterapéutico

En Musicoterapia, el abordaje terapéutico, intentará ir significando sonidos, gritos, balbuceos y silencios buscando transformarlos y/o darles un sentido. Se presentará entonces mediante una pequeña escena, un recorte de la sesión musicoterapéutica como parte del trabajo que se realiza desde esta disciplina. Pero algo muy importante que debemos aclarar, no hay recetas ni técnicas específicas para usar en sesión, ni en esta ni en ninguna de las terapias de nuestro centro porque justamente buscamos encontrar su deseo y la singularidad en el momento adecuado para cada niño. POR: STELLA MARIS PAGNANELLI “EL LAMENTO DE M.” Muchos de los bebés o niños con los que trabajamos en la clínica, por diversas cuestiones subjetivas, evolutivas u orgánicas o ambas a la vez, tienen dificultades con el lenguaje. Podríamos ubicarlos entonces en una etapa prelingüística. En alguno de ellos ya hay intención comunicativa, en otros aún no se ha formado la figura de un “otro”, de un aquí y un allá o de un cuerpo al cual inscribir. Por lo cual conformar un vínculo o hablar de transferencia sería algo primordial como comienzo Pág. 4

de cualquier espacio terapéutico para poder pensar luego en la construcción y armado de un cuerpo, del lenguaje o la comunicación. Hablar del matiz de un sonido o de una frase, es hablar de la minuciosidad de la escucha, del detalle, ¿será aquello que posibilite significar tal vez? Hablar de matiz, es hablar de los grados de un color si a ello nos referimos, o del rasgo que da carácter a algo, que lo diferencia…

Hablamos entonces de encontrar en un sonido, balbuceo, un ritmo en él, o una frase, aquel instante donde aparece la diferencia, aquella hendidura de un movimiento de un gesto, de un sonido que nos da la señal de que ahí, algo diferente sucedió o puede suceder. Según Favre y Dimarco en el texto “Subjetividad a advenir” El infans está en posición de sujeto a advenir, cuestión que no sucede naturalmente en el autismo y justamente es nuestro


trabajo propiciarlo desde la clínica. La transmisión del lenguaje no se da, no se codifica y por lo tanto no hace cuerpo simbólico. (...) “Una madre en el lugar de otro primordial, con ilusión anticipatoria, con capacidad de juego (indicativo de función metafórica del lenguaje) muta lo real en el significante, el grito es transformado en llamado. En cambio en el autismo el grito, el mutismo o la ecolalia muestran la imposibilidad de esta operatoria. Estos niños no han entrado en el circuito de la palabra lo que lleva a que no se constituya la demanda, con los efectos devastadores que esto tiene en la relación con el Otro. No hay palabra en el sentido de una enunciación subjetiva”. M. es una niña de 6 años. Su diagnóstico es Trastorno Generalizado del Desarrollo. Es una nena bastante conectada con su entorno. No tiene lenguaje verbal, pero sí intenta comunicar o transmitir lo que quiere y lo que no. A M. la convoca mucho la música. Cuando le canto alguna canción pareciera ocurrir “algo mágico”, pero no lo es. Ella comienza a mirarme a los ojos y a sonreír y por momentos baila balanceándose de un lado a otro. Esta escena no es mágica, sucede que esta canción que se le dedica investida de afecto y genera en ella una envoltura sonora que la “sostiene” y la “arma” para vincularse con el otro. Actualmente comienza a suceder algo similar con respecto a sus balbuceos lo cual la implica, la involucra en el juego con su voz y sus matices. Estos sonidos vocales muchas veces pueden ser repetitivos y sin sentido y es ahí donde uno como terapeuta, en sesión debiera estar atento a encontrar el sonido o el gesto que hace diferencia para intervenir y encontrar el momento en que los mismos, o alguno de ellos cobre un sentido para poder significarlo. Sus juegos vocales “Momomomo”, “Auauauau” y “Ayayaya” aparecen Pág. 5

en forma periódica a lo cual solía responderle de alguna manera en espejo intentando armar dialogo sonoro. Pero en un momento pensé: “yo le estoy respondiendo lo mismo, como un dialogo de locos y debería hacer diferencia, quizá ahí... pase algo”. Entonces en vez de usar “Ayayayay…” lo cual he nombrado como “El lamento de M.” ya que así suena, usé “¡Eyeyeyey!” alegremente como si cambiara de género musical, dando matiz a su decir, luz, volumen, otra rítmica y acentuación. Los ojos de M. se iluminaron frente a mi respuesta y rió a carcajadas, frente a ese matiz sonoro, hubo un quiebre, una grieta en esa repetición que generó una diferencia… Estos sonidos se convirtieron en preguntarespuesta conformando un dialogo sonoro que se repitió una y otra vez. ¿Será que ahí M. también halló esa diferencia? ¿Será que fue investida de afecto una vez más propiciando ese diálogo?

En Musicoterapia el abordaje terapéutico intentará ir significando sonidos, gritos, balbuceos y silencios buscando transformarlos y/o darles un sentido. Pero algo muy importante debemos aclarar, no hay recetas ni técnicas específicas para usar en sesión, ni en esta ni en ninguna de las terapias de nuestro centro por que justamente buscamos encontrar su deseo y la singularidad en el momento adecuado para cada niño.

Referencias bibliográficas: “Subjetividad a Advenir: sus Logicas y dispositivos Clínicos” por Aurora Favre y Rubén Mario Dimarco en http://www. imagoagenda.com Lecourt, Edith (1988) La Musicotherapie. Presses Universitaries de France, París. Winnicott, W.D. (1988): Realidad y Juego Ed. Celtia S.A. Buenos Aires Fotografía: Gratuita web.


PSICOANÁLISIS DE LA VIDA COTIDIANA

La expresión artística como medio para la integración de los contenidos inconscientes El arte se expresa con un lenguaje simbólico, equivalente al lenguaje de los sueños, a través del dibujo podemos acceder al inconsciente de su autor, revelando la dinámica de lo que está sucediendo dentro de sí. Funciona como un puente que comunica a la persona con su propio inconsciente, con sus emociones, con sus pensamientos que, probablemente, no tenía idea que tenía o simplemente trataba de ignorar. Es un reencuentro consigo mismo. A través de la aplicación de los recursos creativos de los pacientes, he podido corroborar la capacidad de lo inconsciente para expresarse a través de los símbolos y a su vez, la importancia que estos tienen en el proceso autocurativo de la Psique. Desde la psicología junguiana, encontramos a un terapeuta con sentido humano, que confía en los propios recursos naturales de las personas. Busca el crecimiento personal de sus pacientes, a través del lenguaje de los símbolos. La elaboración y expresión artística propone al paciente recobrar fuerzas para integrar a su Psique todo aquello que lo está desequilibrando o que no le permite seguir con su camino de crecimiento personal.

POR: JOSÉ GABRIEL ALCALÁ FARRERA El arte es el lenguaje del inconsciente, así como lo son también los sueños y las fantasías, dado que son expresiones simbólicas. Parecen no hablarnos con claridad pero esto es debido a que para el inconsciente no existe problema alguno con las contradicciones, en cambio nuestra mente consciente se ve obligada a otorgar orden y sentido lógico a todo cuanto aparece en ella. Pág. 6


De esta manera, el lenguaje simbólico del inconsciente expresado a través del arte, revela la dinámica de este, lo que está sucediendo en la persona que sueña, o en la que dibuja, a través de estos también podemos encontrar la solución al problema, siendo ellos mismos parte importante del proceso terapéutico. Pues ponen en el actuar del sujeto, (en el dibujo, el moldeado, en el pintar), el propio conflicto, su problema se halla en sus manos simbólicamente y el autor es capaz de ejercer control sobre estos complejos. Furth (2005) refiere que: Jung insistió en la importancia de los símbolos, y éstos expresan su significado, entre otros medios, a través de los dibujos que provienen del inconsciente. Este tipo de dibujos nos aproxima al uso de los símbolos como medio de curación, medio que se relaciona psicológica y somáticamente con el desarrollo de lo que Jung define como proceso de individuación.

deseemos”. Al finalizar su diseño se les pidió que le escribieran un título y el significado que tiene para ellos los colores y todo lo que dibujaron. SUJETO NO. 1 Sexo: masculino Edad: 49 años Esta persona se encontraba recluida en un centro de rehabilitación para las adicciones, debido a sus problemas de alcoholismo. FIGURA 1

sucesivamente. En la parte inferior dentro del círculo escribió lo siguiente: “un recuerdo de mis hijos, los cuatro viven en mi pensamiento, cada vez que pienso en ustedes no puedo detener mi llanto”. En la parte superior, a manera de título: “un círculo donde viven mis hijos, que es su casa, con la esperanza que un día volverá papá y estaremos juntos.” ACORDE CROMÁTICO: El uso del amarillo indica sentimientos y pensamientos contradictorios, por lo que podemos indicar que esta persona se encuentra en conflicto

Estas características son de suma importancia pues dotan a la persona a que se comunique con su propio inconsciente, que conecte consigo mismo, con sus emociones, con sus pensamientos que no tenía idea que tenía o simplemente trataba de ignorar. Es un reencuentro consigo mismo. Paso importante para integrar lo consciente e inconsciente, que le llevara a una mayor ampliación de su consciencia, a un mayor sentido de totalidad. DESARROLLO DE CASOS A continuación describo algunos casos donde se utilizaron los dibujos como un medio de aproximación al inconsciente, específicamente a través de la técnica del mandala (Alcalá, 2017). La elaboración del mandala se propuso durante la octava de las sesiones grupales en un centro de rehabilitación para las adicciones. La consigna fue la siguiente, “vamos a elaborar nuestro propio mandala, al hacerlo tendremos en mente una pregunta dirigida hacia nosotros mismos, podemos dibujar todo lo que nosotros queramos y utilizar los colores que Pág. 7

DESCRIPCIÓN DEL MANDALA: Dentro de su mandala dibuja cuatro corazones, uno al centro de color azul, a su lado derecho uno verde, al lado izquierdo uno rosa y en la parte superior uno de color negro. Colorea tres líneas en la periferia del círculo de colores morado, plata y amarillo

consigo mismo, en un estado de constante tensión. El color amarillo se encuentra vinculado al triangulo, lo que podría indicar una falta de objetividad, de dominio de sí, de comprensión y paciencia. El morado es el color de los sentimientos ambivalentes, junto


al plata y el amarillo, expresa singularidad y deseo de destacar. El uso del color plata refiere a una persona dinámica, pero distante y fría, basada en el entendimiento. Cabe destacar en el dibujo un mayor espacio en blanco, lo cual es un indicador de no saber resolver sucesos que representen un problema o le generen ansiedad. En base al dibujo, esta persona se muestra al exterior como simpático, armonioso, fiel y amistoso (corazón azul en el centro, al lado corazón verde ubicado hacia la derecha). Sin embargo, bajo su máscara, encontramos a una persona distante, pasiva, serena y fría (uso del color plata). FACTORES DE EXPRESIÓN: Claridad: Formas del dibujo precisas, sin complicaciones, que denotan a una persona objetiva y con buena organización mental. Dibujo centrado: Refiere a un Yo bien equilibrado con capacidad de adaptarse al ambiente. Persona que intenta adaptarse a la situación presente. Trazos curvos: Sujeto emotivo y empático. Gran cantidad de espacio en blanco: Persona inhibida, busca mantenerse al margen de la situación, prefiere estar a menudo a solas. Diseño ubicado en el centro: Sujeto formal, responsable y que cumple con sus objetivos. FACTORES DE CONTENIDO: El único símbolo que aparece es el corazón, cuyo significado general seria el centro, punto central, el corazón es la imagen del sol en el hombre. El amor se funde con el sentido simbólico del corazón, ya que amar solo es sentir una fuerza que impulsa hacia un centro dado. El amor como centro de iluminación y felicidad. A este respecto el sujeto representa en la figura del corazón a cada uno de sus hijos, lo cual puede indicarnos que estos funcionan como el centro que hace girar a la Pág. 8

propia persona, su amor por ellos lo llena de felicidad y vida. INTEGRACIÓN: En la parte superior ubica un corazón color negro, siendo el semicírculo superior la parte que tiene que ver con el pensamiento, podemos inferir que está por finalizar (final representado con el color negro) un tipo de pensamiento o ideales dominantes en su vida. (Predominantemente pensamientos negativos o depresivos). Así mismo, el negro es un indicio de que nuevos pensamientos están germinando, el principio de un cambio en los patrones mentales. En el semicírculo inferior no dibuja nada, solo hace la descripción sobre

su dibujo, esto puede indicarnos que hay una fuerte represión de sus necesidades instintivas, usando la racionalización como defensa. Hacia la derecha ubica un corazón color verde, esto con lleva a que esta persona se muestra más tolerante y agradable con los demás. Así mismo puede expresar un sentimiento de esperanza y confianza ante su futuro. A la izquierda aparece un corazón color rosa, de esta manera su Yo interno expresa encanto y amabilidad, denota a una persona sensible y delicada, su lado infantil, femenino y reprimido. El espacio en blanco en el semicírculo inferior corresponde a una persona que evita los sentimientos, le cuesta identificarlos y expresarlos.


SUJETO NO. 2

la hoja, fuera del círculo.

Sexo: Masculino Edad: 23 años

ACORDE CROMÁTICO: Los colores predominantes en el dibujo son el verde, café y el celeste. La predominancia del verde puede indicar que la persona experimenta una sensación de tranquilidad y seguridad. El contraste verde, azul y café suele expresar a lo natural, el verde de las plantas, el cielo azul y la tierra café, de esta manera puede ser que el sujeto exprese que está mostrándose tal cual es, actuando de forma natural. También el predominio del verde puede referir al sentido de juventud y crecimiento, está ligado a lo fresco, natural sensación en personas de su misma edad, así mismo, la juventud está relacionada con la inmadurez, tal como se expresa cotidianamente “los jóvenes aún están verdes”. Sin embargo, la combinación del verde y café simboliza lo agrio y lo amargo, en este sentido el sujeto expresa que en su vida ha tenido que pasar por episodios y situaciones “amargas” de tristeza y angustia. Pese a esto, el acorde de verde y azul, expresa que pese a las experiencias amargas y desagradables, surgen en él la esperanza de una renovación psicológica.

De igual forma este joven se encontraba interno en el centro de adicciones debido a su dependencia media al alcohol y el uso de drogas asociado al mismo. FIGURA 2 DESCRIPCIÓN DEL MANDALA: Dibuja dentro del círculo un paisaje natural, como una especie de parque con juegos infantiles (un pasamanos, un puente colgante y un girador) situados en la parte mediaizquierda, dibujó dos árboles, uno grande en la parte superior-izquierda rodeado de piedras y uno pequeño en la parte media, igualmente rodeado por piedras, además dibujó un camino café con curvas, que atraviesa el circulo en medio de manera horizontal, además esbozó en la zona media-derecha a una familia de tres integrantes en pleno picnic. (Aparentemente un padre acompañado de su hija e hijo). En la zona superior pintó un cielo celeste con cuatro nubes negras. El título que le puso a su mandala fue “en busca de la felicidad”, mismo que lo escribió en la parte inferior de

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FACTORES DE EXPRESIÓN: Dibujo equilibrado: denota a una persona adaptada o que intenta adaptarse a la situación presente, sus preocupaciones, sus metas, sus relaciones con los demás se encuentran en el presente o en un futuro cercano. Claridad: Formas del dibujo precisas, aunque con líneas débiles, que denotan poca energía e inseguridad pero con claridad en sus pensamientos. Trazos curvos: persona emotiva y empática, que gusta de la compañía de los demás y se le facilita la expresión de lo que siente.

Empleo del mayor espacio posible: nos refiere a una persona extrovertida, que disfruta del contacto social, le fascina ser el centro de atención y no encuentra dificultades a la hora de expresar sus emociones. FACTORES DE CONTENIDO: Los juegos infantiles quizás puedan significar aspectos en relación a su uso, por ejemplo, el pasamanos requiere de fuerza para no caer y pasar al otro lado del camino, por lo que su significado seria la dificultad y la fuerza necesaria para transitar su camino, el puente colgante al ser cruzado da la sensación de que se va a caer, se tambalea, por lo tanto quizás sea esta misma sensación la que experimenta en su vida, finalmente el girador, remite a la sensación de confusión generada por dar vueltas y vueltas sin ir a ningún lado. El camino de tierra puede referir a esta búsqueda de la felicidad que el escribe en el título, camino terrenal que tiene que ver con su realidad, sus vivencias, vemos un camino sinuoso, con curvas que atraviesa todo el círculo, dirigiéndose hacia lo futuro. El bosque según Jung es el símbolo de lo inconsciente, al igual que el mar, y los árboles son productos de este inconsciente, tienen individualidad por lo tanto son símbolos de la personalidad. En el dibujo aparecen dos árboles, uno pequeño y el otro adulto, ambos separados físicamente por el camino de tierra. Encerrados con piedras negras. A este punto parece evidente que existe en el sujeto una división muy marcada entre su personalidad infantil y la adulta, no hay integración de estos aspectos que se encuentran divididos por la realidad, quedando el lado infantil reprimido en el inconsciente. En la parte superior dibuja cuatro nubes oscuras, lo que puede indicarnos falta de claridad o conflictos a nivel de pensamientos, del yo y en su relación con su entorno. La familia dibujada en el lado superior derecho puede referir a la importancia de la familia en su vida, sin embargo hace falta la madre, puede ser que esté representada por el balón que aparece a la derecha de la escena familiar, puesto que es un objeto


circular y receptivo, de cualquier forma sugiere conflictos o ausencia. INTEGRACIÓN: El camino sinuoso nos muestra una historia de vida con subidas y bajadas, una infancia en la que tuvo que esforzarse para sobrevivir (en un sentido psicológico), lleno de inseguridades y confusión, con mucha inhibición de sus aspectos infantiles, una transición de la niñez al mundo adulto demasiada abrupta que no le permitió integrar su personalidad infantil, quedando estos aspectos negados e inconscientes, y que ahora surgen como complejos tomando el control. La falta de la presencia materna (proyectado en el dibujo), puede relacionarse con la inseguridad infantil y por tanto de una base segura que le permita desenvolverse adecuadamente, dejándolo susceptible de las influencias sociales para pertenecer y obtener seguridad. Lo que concuerda con su abuso de sustancias siempre en un entorno de fiesta y grupo de amigos. El predominio del verde Pág. 10

puede referir al sentido de juventud y crecimiento, así mismo, la juventud está relacionada con la inmadurez. Persona extrovertida, que disfruta del contacto social. CONCLUSIÓN Desde la psicología junguiana, encontramos a un terapeuta con sentido humano, que confía en los propios recursos naturales de las personas. Busca el crecimiento personal de sus pacientes, a través del lenguaje de los símbolos. Los símbolos son aquellas producciones que emergen del inconsciente, de una forma no intencional o conceptualizada, tal como sucede en los sueños. Las producciones artísticas generan imágenes que emergen del inconsciente, auténticos símbolos, necesarios para el crecimiento psicológico, que acercan al ser al camino de individuación. Así mismo Jung (2014) refiere que “el fin del método expresivo consiste en hacer aprehensibles los contenidos inconscientes y acercarlos así a la

comprensión. Desde el punto de vista terapéutico, ello permite impedir la peligrosa escisión de los procesos inconscientes y acercarlos así a la comprensión”. La elaboración y expresión artística propone al paciente recobrar fuerzas para integrar a su Psique todo aquello que lo está desequilibrando o que no le permite seguir con su camino de crecimiento personal. Así la función del símbolo actúa de manera compensatoria o complementaria con el estado de la psique en el momento actual, si tal estado consciente es unilateral y deja de lado aspectos de la vida centrándose exclusivamente en otros, esta energía compensatoria surge como un símbolo del inconsciente. Un símbolo compensatorio expresa el aspecto rechazado, a través de un sueño, un dibujo, o una fantasía, señalando tal actitud a la atención del inconsciente, contribuyendo de esta forma que se produzca un cambio en la actitud consciente. (Furth, 2005). En cualquier caso, el material arquetípico es utilizado para curar, amplificar, encarnar y dar sentido a la experiencia personal en que se inserta. Referencias bibliográficas: Alcalá, J. (2017). Propuesta de exploración de la personalidad a través del mandala. En García, G. & Cruz, O. (Coord.). Retos y perspectivas de la violencia y convivencia escolar. México: Colección Montebello. Furth, G. (2005). El secreto mundo de los dibujos. España: Ediciones Luciérnaga. Jung, C. (2014). Obra completa vol. 15, sobre el fenómeno del espíritu en el arte y la ciencia. España: Trotta. Salman, S. (1999). La psique creativa: principales aportaciones de Jung. En Young-Eisendrath & Terence Dawson (Eds.), Introducción a Jung. (pp. 103-126). España: Cambrige University Press. Imagen: Gratuita web. Fotografía: José Gabriel Alcalá Farrera.


ESCRITOS

De la función fundante del vínculo a la función transformadora del vínculo POR: LIZA M. ZACHRISSON El psiquismo se constituye a través del otro. Esto implica que el vínculo es necesario para la constitución psíquica de todo ser humano. El sujeto nace como un ser frágil que repentinamente entra a un mundo desconocido en el cual depende completamente de otra persona para satisfacer todas y cada una de sus necesidades; aquellas necesidades básicas de las que depende la sobrevivencia física al igual que aquellas necesidades de las que depende el desarrollo psíquico. La calidad de las satisfacciones y carencias psíquicas vienen marcadas esencialmente por los cuidadores primarios y el vínculo que se establece con estos. A pesar que este primer vínculo, será el que inaugurará el psiquismo, todos los vínculos posteriores van a continuar constituyéndolo y transformándolo. Esto implica que la huella de cómo los padres vinculan quedará marcada para siempre, sin embargo todas aquellas personas con las que se vincula posteriormente tienen la posibilidad de dejar una marca en la manera de vincular y de ser, una marca menos impactante pero aún Pág. 11

así una marca importante y con posibilidades transformadoras. A partir de estos vínculos constituyentes se genera no sólo la manera de relacionarse con otros más tarde en la vida, sino inaugura cómo el sujeto se relaciona consigo mismo. ¿Por qué? El otro en un inicio, al ser percibido como una prolongación del sí mismo es un objeto facilitador que permite la autoexploración y el autoconocimiento de las sensaciones físicas y el descubrimiento de las partes del cuerpo, de las emociones y posteriormente de las características que van conformando a este sujeto en desarrollo. En la medida que este cuerpo se explora, descubre y conoce se va logrando progresivamente una apropiación del mismo, y en este proceso de apropiación el otro funciona como un ente generador de estímulos (al tocarle, al hablarle, al acariciarle, al herirle, etc.); y a la vez, un tramitador que apoya en la elaboración sensorial y emocional de estos estímulos generados por él y por el resto del medio que le rodea. Por lo tanto, si este otro produce estímulos placenteros en mayor

medida, y además ayuda en la elaboración y tramitación de estos y otros estímulos, logra apoyar en la constitución de una autoimagen que se asocia con sensaciones y emociones placenteras. Sin embargo, en la medida que este otro genere estímulos muy intensos e intrusivos, su capacidad de apoyar en su elaboración debe ser mayor para disminuir el impacto disruptivo que estos estímulos pueden generar, pero lamentablemente, solemos encontrar que en la medida en que este otro es más agresivo, suele ser más deficiente en sus funciones cometabolizadoras por lo que se va trastornando este proceso, generando muchos vacíos y agresiones en la constitución del sí mismo, de la autoimagen y del pictograma. Ahora, ¿cómo afectará esto el vínculo del sujeto con el sí mismo? Generalmente encontraremos una serie de conductas autoagresivas que pueden ser de orden físico o emocional; por ejemplo, un sujeto que se critica constantemente a sí mismo por lo que hace o por su aspecto físico, funciones de


autocuidado carentes que llevan a que el sujeto se ponga a sí mismo en situaciones de riesgo emocional y/o físico, la búsqueda de vínculos que confirman la sensación de pobre autovalía, descuidos importantes de la salud física o negligencia en el cuidado del propio cuerpo, etc. Todos estos movimientos que confirman y repiten lo que ese primer vínculo transmitió debido a la internalización que se dio de las funciones que el otro cumplía con el sujeto. Conforme se avanza en el desarrollo y, en el mejor de los casos, se logra el proceso de separaciónindividuación, ese vínculo fundante con los cuidadores primarios que permitió el autodescubrimiento y el descubrimiento del otro constituye dos vínculos distintos: el vínculo del sujeto con el sí mismo (intrasubjetivo) y el vínculo del sujeto con otro sujeto (intersubjetivo). Aunque estos vínculos pueden tomar vertientes distintas, el vínculo fundante deja una huella importante en ambos, una impronta que será impactada por otros vínculos posteriores pero nunca olvidada por el psiquismo. Retomando la idea que proponía al inicio que todos aquellos vínculos que se establecen posteriormente en la vida puedan ser transformadores me parece importante hacer referencia al psicoanálisis intersubjetivo, el cual ha realizado importantes y necesarios aportes sobre el impacto de estos vínculos a lo largo de la vida. Bajo esta propuesta me parece indispensable mencionar el vínculo con el analista: la posibilidad que en ese vínculo transferencial y contratransferencial se genere algo distinto, algo nuevo que posibilite el cambio Pág. 12

en este sujeto que llega a la clínica sufriendo. Sufriendo por su relación consigo mismo o por su relación con los demás o por ambas, pero que en este nuevo vínculo donde habrá aceptación, valoración, empatía, sostén, contención, cometabolización, y muchos más fenómenos vinculares que pueden presentarse en cualquier vínculo pero que en el vínculo terapéutico deben presentarse. Este vínculo que en su esencia necesariamente debe ser transformador tiene la obligación de generar estímulos más placenteros, de apoyar con la cometabolización para que su relación consigo mismo sea más amorosa y narcisizante, reconociendo su autovalor; y a la vez, permitiéndole que en cómo vinculamos ambos sujetos que nos encontramos en la clínica pueda reestablecerse una manera más placentera, cálida, sostenedora, narcisizante de vincular con el otro fuera del ámbito clínico. Para terminar esta idea cito a Rubén y Raquel Zukerfeld quienes proponen que “con cada paciente tenemos la responsabilidad de volvernos un analista que no hemos sido nunca antes”; y partiendo de esta idea propongo que en la medida que asumamos dicha postura le inauguramos al paciente

la posibilidad de vincular de una manera que nunca antes ha podido para verse a sí mismo de una forma en la que nunca antes se ha visto y de ver al otro como nunca antes lo ha hecho. Referencias bibliográficas: Benjamin, J. (1997). Sujetos iguales, Objetos de amor. Ensayos sobre el reconocimiento y la diferencia sexual. Buenos Aires: Paidós. Benyakar, M. y Lezica,A. (2005). Lo traumático. Clínica y paradoja. Buenos Aires: Biblos. Berenstein, I. (2001). El sujeto y el Otro. De la ausencia a la presencia. Buenos Aires: Paidós. Zukerfeld, R., & Zukerfeld, R. Z. (2011, June). Vicisitudes traumáticas, vincularidad y desarrollos resilientes: un modelo de investigación dimensional. Clínica e Investigación Relacional, 5(2), 349-369. Fotografía: Gratuita web.


ESCRITOS

Un astronauta en la Tierra

Alex es un niño de siete años que, intentando encontrarle una explicación a lo que ocurre en su vida, se convirtió en astronauta. Él es referido a terapia por su maestra, quien interpreta “dolor en su corazón”; y es llevado por su abuela, quien no sabe cómo ayudarlo. La clínica, se convertirá entonces en el cohete que le permitirá viajar entre el espacio y la tierra, un espacio en el que podrá aclarar y expresar sus emociones. POR: DENISE ALPÍZAR UN VIAJE TERAPÉUTICO El niño es polimorfo en su forma de expresión; ya que su lenguaje verbal no se ha terminado de desarrollar, expresa sus deseos y experiencias, de un modo simbólico, a través de su juego (Rodulfo, s.f). El psicólogo, por su parte, debe tener la flexibilidad para adaptarse al lenguaje del niño y la destreza para poder “hablar en su idioma”. Esta es la razón por la cual, aunque la conceptualización del caso que voy a compartirles sea psicodinámica, utilicé técnicas e intervenciones de distintas corrientes para el mismo. Jugar es la base del crear, y esto hizo posible que mi paciente Alex, un niño de siete años, se convirtiera en astronauta. Cuando Alex empezó a llegar a terapia, él me comentaba que Pág. 13

todos los fines de semana viajaba al planeta de los monstruos. Allí tenía que hacer una larga fila para poder encontrarse con ellos y matarlos. Él llamaba a estos monstruos policías, pero ¿no se supone que son buenos los policías? Resulta que no todos lo son, y estos en particular, le habían robado algo muy preciado, el dinero para comprar comida, decía Alex; pero todos sabemos lo que la comida representa en realidad. Después de matarlos, Alex los esposaba y los metía a la cárcel, pero ¿para qué hacía esto si ya estaban muertos? Él no lo sabía, ya que inmediatamente después, regresaba a la tierra, a fingir ser un niño como cualquier otro, hasta el siguiente fin de semana. Esta es una historia muy confusa, así que déjenme traducírselas. Hace

dos años, Alex salió a caminar con su hermana menor, su madre y su tío. Desafortunadamente, su tío estaba involucrado en actos ilegales, pero, al ser la madre de Alex la única mayor de edad, fue a ella a la que apresaron; mientras que al tío solamente le dieron una advertencia. Esta fue la historia que me compartió la abuela de Alex, y sin importar que fuera real o no, para ella, esta era la verdad. Los niños vieron cómo le apuntaban con una pistola a su madre y luego pasaron todo el día en la comisaría, hasta que la abuela de Alex supo lo que había ocurrido y llegó a traerlos. A pesar de que Alex recordaba con detalle lo que había sucedido, sus familiares – más por calmarse a sí mismos, que a los niños – le dijeron que su madre se había ido a trabajar.


Como afirmaría Dolto (Mannoni, 2003), una de las causas por las cuales se origina la perturbación en los niños es la falta de aclaraciones verbales a sus preguntas, ya que el valor de la experiencia depende de la congruencia o incongruencia del hecho vivido y las palabras escuchadas acerca del mismo. Si la historia había sido confusa al principio, imagínense las preguntas que surgieron para Alex; preguntas que se traducían en síntomas o conductas no deseadas. Por ejemplo: ¿Por qué los policías los atacaron de esa manera, si sólo querían que su madre fuera a trabajar? ¿Será que todos los trabajos se consiguen así? Y de ser así, ¿quiero conseguir un trabajo?, ¿para qué sigo asistiendo al colegio entonces? Uno de los motivos de consulta es que el niño no quiere ir al colegio, ni hacer sus tareas. Él argumenta que su maestra “no lo quiere”, pero ¿no es una profesora en la escuela, similar a lo que es una madre en casa? Otra de las preguntas podría ser: ¿Su abuela trabaja y regresa todos los días a la casa, pero su madre trabaja y no lo va a ver, será que no lo quiere? ¿Qué hizo mal él? ¿Qué se supone que deba sentir; está triste porque la extraña, pero también enojado porque se haya ido? Alex fue llevado a la clínica porque dibujó su tarjeta del día del cariño con negro, lo que su maestra interpretó como “dolor en su corazón”, un sentimiento que el niño no podía expresar verbalmente. Por último, una pregunta implícita, pero que viene a afectar todo el psiquismo del menor: ¿Tengo la capacidad adecuada para entender las cosas o será que en todo estoy equivocado? Su Pág. 14

confusión se veía claramente en su familia, ya que no podía identificar su relación con cada uno de ellos. Alex no podía decirme de quién es hijo, quiénes son hermanos, quiénes son sus abuelos, etc. El único miembro de la familia con el que parecía no tener confusión, era su perro. Entonces, ¿qué es normal para un astronauta que viaja seguido al espacio? ¿El mar o la antigravedad? Cómo podía Alex encontrar un otro semejante, cuando para él todo era extraño (Black y Mitchell, 2004). Por esto, uno de los primeros y más importantes trabajos terapéuticos ha sido poder vincular con él, desde el enfoque psicodinámico, con cosas tan primarias como: “yo me baño

todos los días igual que tú” o “como tú, yo también compro mi comida en la tienda”. Pero para que Alex verdaderamente pudiera quitarse su traje de astronauta, había muchas aclaraciones que hacer. En primer lugar, le pedí a la abuela que le contara la verdad acerca de su madre. Una verdad, simple, clara y adaptada a la edad del menor. Sin embargo, sabiendo que el idioma materno de la abuela no era el español, sino una lengua maya, esto fue un gran reto para mí. Primero porque no sabía si había entendido lo que yo quería que le transmitiera a su nieto, y segundo, porque me preocupaba cómo se lo diría.

Por esta razón, se psicoeducó a la señora con intervenciones conductuales. La explicación que yo aconsejé darle a Alex fue la siguiente: “Tu mamá cometió un error y ahora está pagando las consecuencias, siendo privada de su libertad. Sin embargo, ella está esforzándose, trabajando y portándose bien dentro del hogar de detención, para poder salir más rápido y estar contigo.” El error al que se hacía referencia era salir a caminar, en un barrio tan peligroso como en el que viven, con los menores de edad. Entonces, en las sesiones terapéuticas empezamos a trabajar y a aclarar lo que significaba cometer un error. Por ejemplo, a Alex le gustaba mucho jugar BattleShip, pero en lugar de jugarlo con las instrucciones tradicionales, ensartábamos las piezas rojas y blancas en el tablero formando así un patrón, que el otro debía copiar. Quien se confundía tenía que volver a empezar y se tardaba más tiempo. Justo como su madre, se había confundido y por eso le habían quitado un tiempo de libertad. La intervención psicodinámica era entonces “cuando nos confundimos, nos tardamos más porque debemos reparar, pero todo se puede arreglar”. Asimismo, se empezó a ordenar desde lo exterior, con el fin de que Alex pudiera reorganizar la narrativa de su vida. Para esto, además de las explicaciones, se trabajó con el menor, desde el enfoque cognitivo, la elaboración de mapas familiares con fotos de su propia familia. La manera de abordar esta actividad fue a través de la teoría sistémica, utilizando distintos colores para separar cada uno de los bloques – abuelos, padres, tíos, hermana – de su familia y establecer la jerarquía de cada miembro. Además, aclaramos


cuál era el rol de cada uno, enfatizando que, aunque su madre no estuviera presente físicamente en su hogar, seguía cumpliendo una función importante en su vida. Esto le ha ayudado a entender que ella no desaparecerá en el espacio, aunque un fin de semana él no quiera ser un astronauta, sino que prefiera ser un niño y jugar futbol. Otro de los objetivos terapéuticos importantes con Alex, era brindarle un espacio seguro donde pudiera expresar sus emociones. Sin embargo, el trabajo tuvo que empezar un paso atrás, enseñándole primero a identificar cómo se sentía, para luego poder hablar de ello. Para esto, Alex necesitó que le “prestara” mis emociones, diciéndole, por ejemplo: “si a mí me pasara esto yo me sentiría feliz” o “si yo no pudiera ver a mi madre, también la extrañaría”. Además, se le explicó a la abuela de Alex cómo validar las emociones de su nieto y se le pidió que lo practicara en casa. Pero expresar nuestras emociones nos deja en una posición muy vulnerable, una que un astronauta que lucha contra monstruos, no puede permitirse. Por esta razón, para él fue más fácil dejar que partes aisladas de su cuerpo hablaran por él; es decir, “¿Cómo se sienten tus ojos o tus oídos hoy? ¿Están tristes, enojados, felices? ¿Qué están viendo o escuchando que los hizo sentirse así?” Esta intervención de tipo Gestalt, lo ayudó a expresar sus emociones de una manera que no fuera tan amenazante para él. Así, la tierra cada vez dejó de sentirse menos extraña para Alex, pero su confusión se iba trasladando de un tema a otro; como le sucede a alguien cuando todo es nuevo para él. Ahora que el menor comprende que puede jugar a ser niño, se cuestiona, dónde puede hacerlo, cuál es su hogar. Él me pregunta si la clínica es su casa y cuál es mi función en este espacio. La aclaración debe ser clara y precisa, pues yo no estaré con él para siempre. Entonces, la clínica se convierte en su cohete, el objeto que le ha permitido aprender a transitar entre el espacio y la tierra. El objeto que más adelante ya no Pág. 15

necesitará para visitar a su madre y, al mismo tiempo, estar con su familia (Winnicott, 1971). Como pueden ver, mi trabajo no ha sido únicamente con Alex, sino también con su familia y su entorno. Esto ha hecho que las intervenciones

sean exitosas; sin embargo, obviamente, a Alex le hace falta mucho trabajo. Es por eso, que mi plan de tratamiento con él, incluye continuar organizando su historia personal y ayudándolo a entender y diferenciar entre una mala persona y una persona que cometió un error. Además de enseñarle al astronauta que, aunque los humanos digan que “los hombrecitos no lloran”, existen espacios y formas asertivas en la que se pueden expresar los sentimientos y la necesidad de ayuda, en su caso, de parte de su madre. Pero, como mencioné, el trabajo con el entorno de Alex ha marcado una gran diferencia. Por esta razón, también me parece importante incluir en mi plan de tratamiento la psicoeducación con la abuela del menor, quien, por ignorancia, incurre en negligencia con sus nietos, dejándolos solos en su casa o aplicándoles un castigo físico ante un mal comportamiento. Y además, continuar comunicándome con la maestra de Alex, pues posiblemente la confusión psíquica de lo ocurrido haya llegado a afectar su procesador humano de información, generando un problema de aprendizaje. Dentro de la sesión, esto parecería evidente,

puesto que el menor muestra claras dificultades para comprender conceptos básicos, un vocabulario escaso, incapacidad para clasificar objetos y para leer y/o escribir sílabas simples; sin embargo, debido a las lamentables condiciones del sistema de educación pública en

Guatemala, es difícil poder distinguir si estas dificultades se deben a una condición del niño o una consecuencia directa de la calidad de educación que ha recibido. El tratamiento continúa, pero si pudiera describirles hoy a Alex, les diría que es un niño que a veces se disfraza de astronauta; un niño todavía un poco confundido, pero encaminado a ordenar su psiquismo y a expresar sus sentimientos de manera asertiva. Referencias bibliográficas: Black, M y Mitchell, S. (2004). Más allá de Freud: Una historia del pensamiento psicoanalítico moderno. Barcelona: Herder. Mannoni, M. (2003). La primera entrevista con el psicoanalista (No. 159.922. 7). Gedisa. Rodulfo, M. (S.F). El Niño del Dibujo. Editorial Paidós. Winnicott, D.W. (1971). The use of an object and relating through identifications. In Playing and reality (pp. 86-94). London: Routledge. Imágenes: Gratuitas web


EXPRESIONES

EXISTO Existo es un proyecto artístico en donde predomina la pintura, el collage y la cerámica. Es una serie que está llena de color, vida, y energía que la artista comparte con el mundo. Esta es una invitación a ver antes de ver, es reconocer cómo una energía se manifiesta, cómo el gesto y el color son una vibración, un lenguaje sin palabras. “Existo es una autobiografía personal y a la vez colectiva. Es una afirmación vital que transcurre en el espacio y que involucra a todos apenas a tomar cuenta de su existir. Sólo existir, antes y después de la cultura. Algo tan paradójico, como aparentemente imposible: Efímero. Esencial, pero efímero”. Marivi Véliz ¿Cuál fue la inspiración para esta serie? Esta serie está inspirada en mis raíces, mi nacimiento en México, mi vida en Guatemala, los recuerdos más especiales que tengo de mi niñez que fueron pintar con mi papá y pasar mis vacaciones con mi abuelo en una finca llamada “El Boquerón”. La serie Existo ha sido un proyecto bastante complejo pues implica una reintegración interna. Nací en México porque mi papá estaba estudiando Arte en el Distrito Federal, pero toda mi familia es guatemalteca y me vine a vivir a Guatemala a los 4 años de edad. Siempre estuvo dentro de mi el cuestionamiento de la palabra pertenecer, me acompañaba cierta energía en la cual yo sentía que no era ni de aquí ni de allá, es por esto que comencé a trabajar a nivel personal este tema de pertenecer comenzando con la pregunta de dónde soy y de dónde vengo. Al trabajar internamente este tema, resonaba mucho mi lado paterno y estos dos países. Comencé mi proceso creativo con mi padre a los tres años, ya que él es escultor y desde muy pequeña comenzó a enseñarme el uso del espacio, el color, la armonía, texturas, el movimiento y varios temas en los cuales sigo atraída en mi proceso creativo. Mi abuelo influyó mucho en mi forma de sentir y ver la vida, él era finquero pero más que eso para mi era como un gran Chaman, parecía que hablaba con los animales, con los árboles, y sentía todo. Pasábamos largas horas observando todo en silencio. Él era amante de los aguacatales, así que me contaba historias místicas sobre la naturaleza subidos en los árboles, sintiendo, respirando… teníamos una conexión muy fuerte, muy especial. Creo que en el Arte utilizo mucho ese sentir, esa intuición y esa conexión.

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Los colores vibran. ¿Fueron elegidos de manera consciente? Si claro, utilicé mucho el Rosa Mexicano inspirada en el arquitecto Luis Barragán. Este color lo utilicé siempre de niña, estaba en todas mis pinturas y dibujos, curiosamente un amigo arquitecto me hablo de él y comencé a ver muchas similitudes en la forma de pensar y fuentes de inspiración que él tuvo de México y en el Arte en general. El azul ultramarino viene de un artista a quien admiro mucho, Ives Klein, con quien el proceso creativo era muy parecido al mío. Él, practicante de Judo, muy espiritual, influenciado por la filosofía Zen al igual que yo, veía el Arte de una manera muy parecida a mi. Practico yoga desde hace 16 años y el cuerpo toma una función muy importante en mi trabajo, es por eso que se siente tanto movimiento en la obra. Y el verde esta inspirado en los aguacatales de la finca “El Boquerón” la cual se tuvo que vender cuando él murió. ¿Qué rol juega el tiempo en la serie existo? Es como una visita al pasado que invita a otros a hacer lo mismo, al final ese proceso ayuda a reintegrar el ser. Hay momentos en nuestras vidas que nos marcan, algunos momentos son difíciles otros están llenos de alegría, pero son los que nos moldean y nos hacen quienes somos ahora. Esa búsqueda propia de entender verdaderamente lo que significa la palabra pertenecer fue bastante interesante, y después de esa visita al pasado lo que siento es que tomé fuerza, y logré integrar muchas partes de mi vida que estaban de cierta manera adormecidas. Por ejemplo Gestatio fue un ritual que hice, en el cual me fui a México con la intensión de trabajar con tierra Mexicana para sentirla y moldearla. Fue una semana muy intensa de 8 horas de trabajo diario en contacto directo con el barro, sus colores y sus temperaturas. A veces hay rituales que nos ayudan a cerrar ciclos, otros a abrir etapas, integrar, soltar. La final es una instalación que aún no he terminado la que hice unas formas amorfas inspiradas en el crecimiento de un feto, el tamaño de cada una es según el crecimiento de este semanalmente. POR: MARÍA FERNANDA CARLOS

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Título: Gestatio, 2017 Instalación esculturas de cerámica. Barro Mexicano con pigmento azul ultramarino.

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Título: Fragmentos existenciales, 2017 Técnica Mixta: Acuarela, tinta china, acrílico y spray.

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Título: Existo 1, 2017 Técnica Mixta: Acrílico, lápiz, crayón pastel. 90 X 60 Plgs.

Título: Existo 2, 2017 Técnica Mixta: Acrílico y pastel. 90 x 60 Plgs.

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“La autobservación y el autoconocimiento es lo que me mueve. Uso tanto el arte como la espiritualidad para observarme y conocerme. Yo misma soy un experimento que pretendo traducir a un lenguaje fuera del contexto espiritual, hacia aquellas otras latitudes entre la visualidad y el infinito. Mi vida es un eslabón entre el arte y la espiritualidad, como si fueran engranajes de lo mismo”. María Fernanda Carlos.

“Existo forma parte de una anécdota única y personal relevante en la biografía de María Fernanda Carlos, como en la biografía de cualquiera que se reconoce (existe) en la paleta que ella utiliza. En ese sentido importa como arte, como catálisis de autoconciencia. En lo personal es su propia conciencia, espejo-reflejo en el color, en el trazo como movimiento, en el olor de un recuerdo, como si al paso fuera su huella lo que antecede la ilusión óptica de su existencia, a su vez expresión tan abstracta como ancestral de alguna otra conciencia”. Marivi Véliz.

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Título: Fragmentos existenciales, 2017 Técnica Mixta: Acuarela, tinta china, acrílico y spray.

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CONCEPTOS

Vínculo

La presencia real de dos o más sujetos origina la creación de un espacio, un “entre dos”, circunscripto con un borde, espacio en el cual se da un encuentro que es de otra cualidad que aquel creado sobre el modelo de la creación fantasmática. Berenstein y Puget lo conciben como una parte básica para la construcción de la subjetividad que se da simultáneamente en tres espacios psíquicos, cada uno de ellos con sus representaciones específicas e independientes entre sí. Es una ligadura estable entre yoes deseantes con características de extraterritorialidad. Se diferencia de la relación de objeto, que es intrasubjetiva. Es una organización inconsciente constituida por dos polos (dos yoes, descripto desde un observador virtual, o un yo y un otro, visto desde sí mismo) y un conector o intermediario que los liga. “Mi definición de vínculo comporta pues la representación de una distancia entre dos o más sujetos (yo), ciertos mecanismos intervinientes teniendo que ver con la articulación y constante relación entre ambos polos del vínculo, una dependencia necesaria a partir de la cual es imposible definir uno sin el otro. Esta dará un sentido y significación a los intercambios y a la condición misma de sujeto”. “También habrá una representación Pág. 23

de la ocupación de lugares respectivos de la cual depende la adquisición del sentimiento de pertenencia a un cierto contexto, sea pareja, familia, socio-cultural, y también la pertenencia al propio cuerpo. Todo ello define un espacio, el espacio vincular delimitado por un borde. Los mecanismos en juego son los de correlación e interrelación. El uno define a un sujeto en relación con un otro. No se puede ser padremadre sin un hijo, no se puede ser hermano sin un otro, etc. La interrelación define lo que circula entre ambos o varios sujetos. Para que estos mecanismos adquieran su significado vincular comportan la exigencia de un compartir, única manera de construir el espacio o la red en la cual se teje y tejerá la representación vincular. Ello se manifiesta como adquisición de un código e historia”. (Puget, 1995). Los vínculos se sostienen en la capacidad de transferir, en el intento ilusorio de recuperar la sensación oceánica propia de la vivencia de unicidad. La presencia de un otro real externo, sería una condición necesaria para constituirse en soporte y garante de la bidireccionalidad del vínculo, entendida como una ligadura estable entre dos seres deseantes. Berenstein le asigna a la vivencia de separatividad entre los yoes un carácter defensivo frente a la vivencia de fusión. (Berenstein, 1995).

Fotografía: Gratuita web


EN LA LIBRERA

Introducción al narcisismo Hoy en día, hay una creciente cantidad de pacientes con problemáticas narcisistas. La clínica se ve cada vez más retada por fallas y heridas narcisistas, o psiquismos poco constituidos. Es por esto que el propósito de este trabajo es resumir, sintetizar y enfatizar lo más importante de un texto clásico de Freud; Introducción al narcisismo. POR: ETEFANÍA PINTO, NICOLE PARÍS Y ANDREA CORZO CAPÍTULO 1

los demás también. La idea es que se pueda mantener de una manera balanceada.

Cuando hablamos de narcisismo, no solo nos referimos a una patología narcisista como tal, sino también a la estructura primaria y constituyente del psiquismo, necesaria para su formación. La patología narcisista se da cuando el fin sexual se busca en sí mismo, y no en los objetos alrededor, resultando en un narcisismo compensatorio lleno de delirios de grandeza y omnipotencia, necesitando constantemente aprobación de los demás. Por otro lado, puede resultar un narcisismo débil lleno de sentimientos de inseguridad, minusvalía e indefensión. El narcisismo patológico constituye una perversión que ha acaparado toda la vida sexual del sujeto.

Dicho esto, Freud propone que la libido tiene dos destinos; la libido del yo, y la libido objetal. La libido del yo, la cual es un impulso de autoconservación, se deposita en uno mismo. En la libido del yo, uno está buscando y consiguiendo placer en uno mismo. Luego, la libido objetal es aquella que se deposita en alguien externo e inviste al otro. La libido objetal puede o no ser sexual. Por esto, Freud dice: “el amar es la máxima expresión de poner libido objetal en el otro”.

El sujeto nace inmerso en una dependencia del otro. Esto es necesario porque de la misma forma, el narcisismo se constituye a través del otro, pues va a ser el otro quien lo invista de la libido adecuada para preservar la vida. Al tener una adecuada economía libidinal, el sujeto podrá luego transferir cierta libido a los objetos que considera importantes. En niños es necesario pasar por una etapa en donde haya una excesiva libido en sí mismo para que se constituya el narcisismo. Una etapa auto erótica que la persona se pueda dar cuenta que se puede conseguir placer de sí mismo. Luego ya puede enfocarse más en la libido objetal; conforme crece se da cuenta que el placer no puede venir solo de sí mismo, sino que de

Es importante mencionar que cualquier extremo es patológico. Cuando hay demasiada libido en el yo, se puede volver patológico porque pierde contacto con el principio de realidad, y en algún momento, se debe de pasar a otros objetos. Asimismo, demasiada libido objetal se puede volver patológico porque no hay suficiente investidura en sí mismo. En relación a esto, Freud también propone que la libido puede ser sublimada. Se puede depositar en otro objeto, no necesariamente otra persona, por tanto el objeto no lo inviste de regreso. Una persona neurótica debe alcanzar un balance libidinal entre el yo y el otro.

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En la clínica, el trabajo terapéutico entonces se constituye en ver en dónde está el déficit. Si hay carencias de libido del yo, porque no hubo alguien que invistiera el yo en ese momento, se buscaría constituir ese narcisismo invistiéndolo, con el fin de que luego pueda desarrollar una libido objetal paralelamente. Si hay demasiada libido objetal, el trabajo consiste en redirigir la libido hacia el sujeto, en investirlo primero para que luego pueda depositar de nuevo de manera adecuada la energía libidinal en el otro, pero sin vaciarse de la suya.


CAPÍTULO 2

CAPÍTULO 3

En su texto, Freud diferencia entre una hipocondría y una enfermedad orgánica. La hipocondría es cuando la libido se dirige al órgano principal que le preocupa al paciente; esto es fantasía. Aquí se da una regresión de la libido porque hay un estancamiento de la misma que no logra volverse en libido objetal, sino que sigue siendo patológicamente narcisista. La persona enferma algo que está sano. Por otro lado, en la enfermedad orgánica sí hay síntomas que generan preocupación, pero el principio de realidad está presente. En las parafrenias, la libido se queda en uno mismo. Sigue habiendo un contacto con la realidad, pero disminuido.

En el último capítulo del texto de Freud, se habla del Superyó y su importancia en la constitución del narcisismo. Freud distingue dos subdivisiones del Superyó; el Ideal del Yo y el Yo Ideal. El Yo Ideal se da cuando el bebé es perfecto, omnipotente, ideal. El bebé cumple todo lo que se espera de él con el simple hecho de existir, creando así el narcisismo primario. A medida que el Yo va evolucionando, se va alejando de esta omnipotencia, y desplazando la libido del Yo Ideal para formar la instancia del Ideal del Yo. El Ideal del Yo se funda a través del deseo de los padres. Esto incluye mitos, secretos, creencias, ideales, y mandatos familiares. Es decir, se da conforme el bebé va fallando a las expectativas de los padres, y de esta forma se va cayendo el Yo Ideal y las expectativas paternas. Para sostener el ideal, el sujeto o reprime o sublima sus fallas, pues estas ponen en evidencia que él no alcanzó las expectativas parentales.

En el desarrollo normal, los primeros objetos de satisfacción sexual son aquellas personas que cumplen cuidados primarios, llamados objetos de apoyo. Si no tenemos objetos de apoyo, no se constituiría un narcisismo; esta es la base de las heridas, vacíos y fallas narcisistas. El ciclo de la libido es circular; yo deposito e invisto, y soy depositada e investida. Freud propone que la elección de objeto tiene dos opciones: la primera es buscar un objeto de apoyo que sustituye funciones primarias, o la segunda es buscar un objeto como sí mismo, en la cual la libido no pasa a ser objetal, pues se escoge en base a la subjetividad y características de sí mismo y no del otro. Asimismo, cuando se da la hiperestimación sexual se sobreinviste a la elección de objeto pues la parte sexual está muy libidinizada. La elección de objeto masculina es cuando hay demasiada libido en el objeto, y esto empobrece al yo. La elección de objeto femenina se da cuando hay libido narcisista fuerte lo cual intensifica el narcisismo primario. Se trata de elegir a alguien que se ame a sí mismo con la misma intensidad que uno mismo se ama. En la clínica, el trabajo terapéutico consiste en satisfacer la libido del narcisismo para que la persona pueda depositar después libido objetal. Es decir, primero se satisface el yo y luego al objeto. Pág. 25

En el desarrollo infantil, la instancia del Superyó se funda a través de la internalización de esos mandatos de los padres y de la sociedad. Esta instancia es necesaria para evaluar constantemente que el sujeto esté o no cumpliendo el ideal. Sin embargo, mientras más rígido sea el Superyó, más lejos estará la persona de cumplir su Ideal del Yo, y mientras más flexible, más cerca. Es decir, mandatos paternos rígidos generan un Superyó rígido, mientras que mandatos paternos flexibles generan un Superyó flexible. Mientras más lejos se mantiene el sujeto de cumplir su ideal, más dañado estará su narcisismo y menor será su autoestima; de igual forma, mientras más rígido son esos mandatos, más difícil será que los cumpla. Aquí reside la diferencia entre un narcisismo poco constituido y una falla o herida narcisista. El narcisismo poco constituido es más primitivo, porque surge cuando no se formó adecuadamente el narcisismo primario, en donde se inviste al sujeto. El narcisismo con heridas se da cuando sí hay un narcisismo

constituido, pero hay un Superyó muy rígido que daña y hiere. Retomando la autoestima, es un residuo del narcisismo infantil, omnipotencia confirmada por experiencia, y satisfacción de libido objetal. Es decir, se formará una mayor autoestima cuando el sujeto cumpla con los mandatos de su Yo Ideal, y actualmente cumple con varios de sus ideales reforzados por el principio de realidad, y además, es investido por aquellos objetos externos a quienes valora. En relación a esto, Freud propone que el narcisismo se constituye mucho a través de los vínculos. Para explicar esto, se debe primero enfatizar que el apego será el que va a marcar el tipo de vínculos que el sujeto persigue. Por esto, en muchas ocasiones el sujeto busca verificar sus alcances a través del otro. En la clínica, el trabajo terapéutico está orientado a narcisizar al paciente estableciendo un vínculo sostenedor mediante elogios verbales y no verbales, felicitaciones, representando características positivas, interés, y escucha activa y genuina, buscando ultimadamente mejorar, en la medida de lo posible, constituir un narcisismo primario, y reparar las fallas y heridas narcisistas, lo cual en muchas ocasiones se realiza transferencialmente. Al constituir el narcisismo se flexibiliza el Superyó permitiendo que la autoestima aumente y que se establezcan ideales factibles y realistas en dónde el sujeto se pueda desempeñar como un miembro funcional de la sociedad. Fotografía: Gratuita web.


SOBRE AUTORES

Stella Maris Pagnanelli Musicoterapeuta recibida en la Universidad de Buenos Aires (UBA) Especialista en Estimulación Temprana. Co-coordinadora de Centro Gurises (Centro dedicado a la Clínica de los trastornos del desarrollo) https://www.facebook.com/CentroGurises Se dedica a la práctica privada en Buenos Aires, Argentina. E-mail: stella_pagna@hotmail.com

José Gabriel Alcalá Farrera Licenciado en Psicología por la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas. Maestrante en Educación Especial por el Instituto de Estudios para la Excelencia Profesional. Psicólogo en Centro de Estudios, Rehabilitación y Capacitación en Enfermedades Neurológicas. Correo: jose.alcala@ex.unicach.mx. Ha participado en las siguientes publicaciones: 1. Alcalá & Archila. (2014). Conflictos emocionales en estudiantes universitarios monoparentales. En memorias del XLI congreso CNEIP. Pp. 341-351. 2. (2015) Comparación de conflictos emocionales en familias monoparentales y nucleares. En memorias del XLII congreso CNEIP. Pp. 481-486. 3. Alcalá & Cabrera. (2015). Madres solteras y dificultades en el aprendizaje de los hijos. En García, G. & Cruz, O. (Coord.) Los Retos De La Psicología En La Sociedad Contemporánea. México: Colección Montebello. 4. Alcalá, J. (2017). Heridas emocionales una puerta abierta para el consumo de drogas. Revista Redes. Año 4, pp. 16-18.

Liza M. Zachrisson Licenciada en Psicología Clínica (UFM). Postgrado en Medicina Psicosomática y Psicología de la Salud de la Universidad de San Jorge (Zaragoza, España) y de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia. Cofundadora y Miembro del Consejo Editorial de Revista Lúdica. Supervisora de práctica clínica en Clínica Viktor Frankl (UFM). Docente titular en UFM y URL. Se desempeña en práctica privada en Guatemala. lzachrisson@ufm.edu

Denise Alpízar Graduada del Colegio Internacional Montessori en el 2012. Actualmente cursa 5to año de Psicología Clínica en la Universidad Francisco Marroquín. Co autora del artículo “Girl Interrupted” publicado en Lúdica, en el año 2016. dalpizar@ufm.edu

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María Fernanda Carlos María Fernanda Carlos, nacida en México, de nacionalidad guatemalteca. Inició sus estudios de fotografía en 1999 en Guatemala, luego viajó a Estados Unidos, México e Italia para profundizar sus estudios como fotógrafa. En 2008 viaja un año a Londres a sacar su posgrado en Arte Contemporáneo en la Universidad de Chelsea College of Art and Design donde inicia su exploración en diversos medios del arte. A finales de 2009 regresa a Londres a estudiar pintura y dibujo en la universidad Central Saint Martins. Actualmente trabaja pintura, instalación, fotografía, objeto y video. La obra de María Fernanda ha sido expuesta en Guatemala, México, Centro América, Perú, Colombia, Londres y Estados Unidos. Actualmente su obra pertenece a varias colecciones privadas dentro y fuera de Guatemala.

Estefanía Pinto Estudiante de quinto año de psicologìa clínica en la Universidad Francisco Marroquín. Actualmente realiza sus prácticas como psicoterapeuta con la corriente psicoanalítica en la Clínica Viktor Frankl. Correo: apinto@ufm.edu

Nicole París Estudiante de quinto año de psicologìa clínica en la Universidad Francisco Marroquín. Actualmente realiza sus prácticas como psicoterapeuta con la corriente psicoanalítica en la Clínica Viktor Frankl. Correo: nparis@ufm.edu

Andrea Corzo Estudiante de quinto año de psicologìa clínica en la Universidad Francisco Marroquín. Actualmente realiza sus prácticas como psicoterapeuta con la corriente psicoanalítica en la Clínica Viktor Frankl. Correo: alcorzo@ufm.edu

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