LAURA MOZZI
La tejedora del tiempo y el silencio Es la mujer que teje arte, la artista que se nutre de la estepa patagónica para tejer sobre el tiempo. Es quien supo encontrar sus coordenadas en la barda y sus piedras volcánicas, en las plantas del desierto y sus raíces esperanzadas; quien se pregunta si la finalidad de su arte sea, algún día, dejar su obra en el desierto. por Carla Barbuto · fotos de Maju Franzán
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lamamos a Laura, le hablamos de la nota, de nuestro Dime qué haces y le preguntamos si era un buen momento para la entrevista. Nos sorprende con la respuesta: “Acá, en Neuquén, está muy nublado. Estoy tranquila, miro por la ventana y veo todo gris, charlo con vos y… sí, es un muy buen momento para una entrevista”. Si pudieras explicarle a un niño qué haces, ¿qué le dirías? Le diría que me interesa pensar en el tiempo que pasa y qu lo hago tejiendo. Esa es mi forma de pensar el tiempo. (duda) Eh… ¿y te parece que te entendería? (Se ríe) No, ¿no? Pensemos otra manera. El tejido tiene ver con las cosas que uno recuerda, con historias... A veces, los chicos pueden ver que cuando las mujeres se juntan a tejer, cuentan historias… y eso mismo hace que el tejido tenga que ver con lo que uno vivió y recuerda. Hay una materialidad ecléctica en tus piezas... Manejás un crisol de lenguajes; son espacios donde el pasado y el presente pueden tocarse, abrigar, cobijar…¿cómo llegás a este camino expresivo? En realidad, lo ecléctico está en las cosas que me motivan. Por ejemplo, me motivan las personas, los acontecimientos, lugares en los que estoy o cambios estacionales. A partir de esas motivaciones surge el tejido, en una conexión con esas cosas. ¿Podrías decir que la lana te dio una voz plástica? Si, totalmente. La lana es un elemento de gran fuerza expresiva. Actualmente es importante su uso en el arte textil. Tejer permite establecer conexiones, y de eso se trata el arte. Nuevos enlaces. Entrelazo la lana junto con las historias. Y así encuentro mi propia voz.
¿Qué te copó del universo creativo del tejido? Llegué a vivir a Neuquén en 1995 y tenía que pensar mis nuevas coordenadas. Yo venía a vivir acá y era todo nuevo para mi. Había hecho otras cosas antes (grabados o pintura) y en ese momento, me puse a pensar en el tiempo desde la pintura. Así me encontré con el símbolo del cultrún —el círculo y la cruz que aparece en el tambor mapuche—. y supe que representaba el tiempo y el espacio. Después me encontré con los hilados mapuches y los simbolismos de la lana y el hilado en el tiempo. Hay muchos mitos del hilado y el tejido en relación al tiempo. Desde Penélope, las Moiras o Ariadna en los mitos griegos, hasta la leyenda mapuche de Llalin Kushe. En esos días, yo trabajaba y reflexionaba sobre el tiempo y la lana es un material que en sí mismo tiene la impronta de tiempo, por eso empecé a investigar y me voló la cabeza. Cada pieza, ¿cuenta algo? ¿Por dónde van sus historias? Me interesan las cosas que me pasan, he hecho un trabajo con las estaciones. Yo tejí el invierno en el invierno, el verano en el verano y así sucesivamente. Entonces, fui registrando el paso de tiempo en el tejido; no como algo literal sino como una poética que registra el paso del tiempo. En los trabajos de la Residencia Artística, sentí una identificación o una analogía entre las sedimentaciones que se ven en las bardas o en las mesetas con las sedimentaciones de la memoria, con mis recuerdos. Entonces, tejí esa analogía de esas sedimentaciones y las de los recuerdos que todos tenemos. Voy registrando ese tiempo y la estepa en una forma poética, en una metáfora, no literal. Hablemos de esa Residencia Artística BDD Esa residencia, que se hizo en Contralmirante Cordero, era para que los artistas trabajen en comunión con el paisaje del lugar, con el desierto. Se llama Barda del Desierto. Me NOCHEPOLAR JULIO 2015 | 31