BAHE nº 28 · volumen 1 [2017]

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SUMARIO nº 28(1) - 2017

Editorial .................................................................

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Artículo Invitado Historias de la historia: la Asociación Herpetológica Española. Albert Montori & Gustavo A. Llorente..........

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Historia Natural Presencia de hirudíneos sobre Mauremys leprosa. Juan Domínguez & Alfonso Villarán ...................... Depredación por parte de un escorpión de agua Nepa cinerea (Heteroptera: Nepomorpha) de un Alytes obstetricans almogavarii. Josep F. Bisbal-Chinesta, Luis Albero, David Candel, Miguel Cervera & Carlos Ortega ...................................................... Coloración atípica en Hyla meridionalis en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema (Andalucía, Málaga). David Romero, Miguel Ángel Farfán, Jesús Duarte, Lucía Narváez & Raimundo Real ...................................................... Primera cita de depredación de Malpolon monspessulanus sobre Vipera latastei. Manuel Meijide ..... Espermatóforo de Chioglossa lusitanica. Morfología y transferencia. Pedro Galán .................................... Un registro destacable de tamaño en Natrix astreptophora. Pablo García-Antón, Alberto Sánchez-Vialas & Marta Calvo-Revuelta .................... First report of leech predation on Pleurodeles nebulosus (Guichenot, 1850) in Kabylia, Algeria. Khaled Merabet, Abdelhak Dahmana, Mokrane Karar & Aissa Moali ..................................... A record of thanatosis behaviour in Coronella girondica (Reptilia: Colubridae). Arancha de Castro-Expósito, Francisco Guerrero & Enrique García-Muñoz ........................................... Actividad trepadora de salamándridos ibéricos. Alberto Gosá, Iosu Antón, Ana Baquero & Edorta Belzunegi ......................................................... Melanismo parcial en dos ejemplares adultos de Alytes obstetricans en una población de Galicia. Ismael Espasandín .................................... Nuevo caso de malformaciones en un ejemplar de Alytes obstetricans en una población de Galicia. Ismael Espasandín .................................... Fuentes alimenticias de temporada y oportunismo en Mauremys leprosa: primera cita de Ficus carica y Turdus merula en su dieta. Alfonso Villarán & Juan Domínguez ................................. Un nuevo caso de comportamiento carroñero de Malpolon monspessulanus. Gonzalo Alarcos ............. First case of attack of an adult Bufo spinosus Daudin, 1803 by a carabid beetle larva of Epomis circumscriptus (Duftschmid, 1812). Daniel Escoriza, Laia Mestre, Guillem Pascual & Jörn Buse .......... Comportamiento de inmersión en agua somera de Timon lepidus (Daudin, 1802). Antonio J. Martí-

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Foto portada: Gallotia galloti eisentrauti. Icod de los Vinos (Tenerife), España. Rubén Barone.

nez Villarejo, Victoria López de la Cuadra & Jose A. García Rodríguez .............................................. Distribución Contribution to the knowledge on the reptile fauna of Jebel Sirwa (Morocco), with some insights into the conservation status of Vipera latastei-monticola. Fernando Martínez-Freiría, Luis García-Cardenete, Esmeralda Alaminos, Soumia Fahd, Mónica Feriche, Victoria Flores Stols, Francisco Jiménez-Cazalla, Azahara Pérez, Juan M. Pleguezuelos, Xavier Santos & Guillermo Velo-Antón ............................................. Easternmost record of Salamandra algira splendens in Morocco. Axel Hernandez & Daniel Escoriza ........................................................... Conservación Posible declive de Hyla meridionalis en su extremo de distribución del sudeste ibérico. Mariano Paracuellos, Juan R. FernándezCardenete, Emilio González-Miras, José L. Molina-Pardo, Adrián Ruiz, Juan P. Enciso, José M. Díaz, Piotr Jankowski, Moisés Palmero, Sabina Benavides, Antonio Cruz, José M. Palao & Pedro López-Acosta ........................... Abundancia poblacional y notas de historia natural de Gastrotheca riobambae (Anura: Hemiphractidae) en un valle de Quito, Ecuador. Salomón Ramírez-Jaramillo ................................. Infección por dermocistidios (Dermocystida) en una población de Lissotriton helveticus de A Limia (Ourense, Galicia). Pedro Galán & David Dopereiro ......................................................... Confirmación de la reproducción en condiciones naturales de Trachemys emolli en Cataluña (NE península ibérica). Albert Martínez-Silvestre, Joaquim Soler, Isabel Verdaguer & Juan Miguel Cano ..................................................... Primer registro de captura incidental de tres ejemplares de tortuga verde (Chelonia mydas) por un barco español de palangre de superficie en el Mediterráneo oriental: la importancia del contacto continuado con el sector pesquero. Salvador García-Barcelona, Juan Antonio Camiñas & José Carlos Báez ............................... Un caso de dispersión a larga distancia de salamanquesa común mediada por el hombre. Vicente Piorno, Luis Martínez & José Antonio Fernández ........................................................ Sobre la presencia de Hemorrhois hippocrepis en la provincia de Lugo (NW península ibérica). Martiño Cabana ................................................

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Interior contraportada Normas de publicación ........................................

Foto contraportada: Rana holtzi. Çinigöl (Montes Bolkar), Turquía. José J. García.


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Boletín nº 28(1). Año 2017. Editores: Alberto Gosá (reptiles: agosa@aranzadi.eus) Alex Richter (anfibios: richterboixalex@gmail.com) Andrés Egea (proceso post-aceptación: aegea@um.es)

Cl. Jose Gutierrez Abascal, 2 (MNCN). 28003 Madrid

Diseño y maquetación: Marcos Pérez de Tudela Url: http://issuu.com/marcospdt Impresión: igrafic Url: www.igrafic.com Junta Directiva Presidente Juan A. Camiñas Hernández Secretario General Iñigo Martínez-Solano Tesorería Marcos Ferrández Sempere Gerente Enrique Ayllón López Vocales Jorge Sanchez Balibrea (Conservación) Cesar Ayres (Conservación del Galápago Europeo) Adolfo Marco Llorente (Tortugas Marinas) Jaime Bosch (Programa de Seguimiento) Daniel Villero Pi (Base de Datos y SIARE) Responsables de Área Enrique Ayllón López (Catálogo EE. AA.) Miguel Á. Carretero Fdez. (Lista patrón) Francisco J. Diego Rasilla (Página web y Promoción) Basic & Applied Herpetology (Editores) Catarina Rato Manuel E. Ortiz Santaliestra Boletín de la AHE (Editores) Alberto Gosá Alex Richter Boix Andrés Egea Serrano Depósito Legal: M-43.408-1990 ISSN: 1130-6939

Editorial Son 33 los años que cumple este verano la Asociación Herpetológica Española (AHE), desde su fundación el 7 de julio de 1984. Edad compartida con la Sociedad Española de Etología y Ecología Evolutiva (SEEEE), más joven que otras asociaciones más veteranas como la Sociedad Española de Ornitología (SEO), la Asociación española de Entomología (AeE) o la Asociación Ibérica de Limnología (AIL), pero más vieja que otras agrupaciones científicas como la Asociación Española de Ecología Terrestre (AEET), la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos (SECEM), el Grupo Ibérico de Aracnología (GIA), la Sociedad Española de Biología Evolutiva (SESBE) o la Sociedad Ibérica de Ictiología (SIBIC). Resulta interesante comprobar que pese a que los herpetos no han gozado de la simpatía popular en España, país lleno de relatos inverosímiles protagonizados por anfibios y reptiles, el número de estudiosos interesados por estos vertebrados ya en la década de 1980 era lo suficientemente elevado como para dar luz a la asociación nacional que es hoy. Desde entonces, la herpetología española ha ido creciendo, profundizando ya no sólo en el conocimiento y conservación de la herpetofauna dentro de las fronteras españolas, sino que cada vez más frecuentemente ha colaborado y generado conocimiento faunístico en otras regiones del mundo, pudiéndose decir que a día de hoy, y pese a la difícil situación económica en la que sigue sumergido el país y que afecta invariablemente a la investigación, la herpetología goza de relativa buena salud gracias a una legión de investigadores que poco a poco heredan el buen hacer de aquella generación que fundó la AHE 33 años atrás. Aunque habitualmente las reseñas históricas de las más dispares organizaciones se suelen hacer coincidir con hitos importantes en la historia de estas instituciones (e.g., su fundación), los miembros del comité editorial del Boletín de la Asociación Herpetológica Española creemos que ha llegado el momento de hacer una síntesis de los retos que ha afrontado la AHE desde sus orígenes. Así, con el fin de salvaguardar la memoria de aquellos primeros años como asociación y su progresión, el presente volumen contiene un artículo invitado que recoge la historia de la asociación. Desde aquí, deseamos rendir un pequeño homenaje a los herpetólogos que iniciaron la andadura de la AHE, a los que la han desarrollado y, esperamos, a los que la han de consolidar en el futuro, los cuales, sin duda, tendrán que afrontar grandes retos en todas las disciplinas que tienen a los anfibios y reptiles como objeto de estudio, y cuyos resultados serán imprescindibles para conocer y preservar la riqueza herpetofaunística de la que goza nuestra geografía.


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la AHE


Artículo Invitado Historias de la historia: la Asociación Herpetológica Española Albert Montori & Gustavo A. Llorente Departamento de Biologia Evolutiva, Ecologia i Ciències Ambientals. Facultat de Biologia. Universitat de Barcelona. Avinguda Diagonal, 643. 08028 Barcelona. España. C.e.: amontori@gmail.com Fecha de aceptación: 6 de julio de 2017. Key words: herpetology, amphibians, reptiles, history of scientific association.

La Asociación Herpetológica Española ha basado su historia en una serie de acontecimientos de los que en algunos casos han quedado evidencias escritas mientras que en otros debemos recurrir a la memoria para poderlos ubicar en el lugar cronológico que les corresponde. Por eso, y antes que la memoria flaquee más, en este artículo se pretende dar a conocer la pequeña historia de nuestra asociación, haciendo especial referencia a los primeros años que, aunque no demasiado lejanos, sí que parecen borrados de la memoria de algunos herpetólogos. No en vano, ya el fino escritor y pensador Oscar Wilde dijo que “El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. Fueron años de mucho voluntariado (aunque este aspecto en la actualidad no haya cambiado mucho) y de muchas horas de gabinete para sacar adelante un proyecto que fue muy ilusionante para un grupo de investigadores y naturalistas que se iniciaban en la herpetología, y que pensaron que los anfibios y los reptiles se merecían un tratamiento profesional y riguroso, como se hacía en otros campos de la zoología. Para ello hemos echado mano de documentos diversos y de datos que se encontraban en las neuronas de los herpetólogos que vivieron los primeros momentos de la andadura de la Asociación Herpetológica Española. La creación de la Asociación Herpetológica Española (AHE, a partir de ahora), coincidió temporalmente con el “estallido”

zoológico general que se produjo en las décadas de 1970 y 1980 en España (Balcells, 1982). Los datos extraídos del informe a la Fundación Europea de la Ciencia de 1980 ponían de manifiesto que las causas de este “boom” podrían buscarse en el incremento del nivel de vida en la década de 1960, acompañado de una mayor atención, por parte de los medios de comunicación social, hacia la naturaleza y sus recursos. También apareció una cierta consideración oficial hacia las tareas de conservación. Esto no hubiera sido posible sin la multiplicación de los curricula de Ciencias Biológicas durante ese periodo. Así, si a mediados de la década de 1960 partíamos de únicamente dos en el estado español, Madrid y Barcelona, en 1980 disponíamos ya de 18 curricula repartidos por toda España, lo que suponía un incremento de más de uno por año (Balcells, 1982). Sin embargo, mientras en zoología en sentido amplio, y fundamentalmente en ornitología, el número de especialistas tuvo un incremento espectacular, en el campo de la herpetología el incremento fue más moderado. Así, mientras en 1954 podríamos considerar que existían uno o dos zoólogos interesados en la herpetología (Balcells, 1982), en el I Coloquio hispano-francés de Herpetología, celebrado en 1981, se inscribieron 68 presuntos herpetólogos españoles, aunque, según este autor, el número real de herpetólogos debería rondar el centenar para toda España. En ese momento de la pe-


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queña historia de la herpetología en España (hacia finales de la década de 1970 y comienzos de la de 1980) existían grupos de trabajo herpetológico en Cataluña (Institució Catalana d’Història Natural y Museo de Zoología), Baleares (Societat d’Història Natural), País Vasco (Sociedad de Ciencias Aranzadi), Andalucía (Estación Biológica de Doñana), y en los departamentos de las universidades de Barcelona, La Laguna (Canarias), Palma de Mallorca, León, Salamanca, Madrid, Pamplona, Valencia, Alicante, Oviedo y Santiago de Compostela (Balcells, 1982). Etapa prefundacional de la AHE Como ocurrió en otros campos de la ciencia y la cultura, el desarrollo de la herpetología fue mucho más tardío en España que en el resto de Europa. Así, en Gran Bretaña, la British Herpetological Society estaba ya fundada y en funcionamiento desde 1954; de hecho, fue la sociedad herpetológica nacional más antigua de toda Europa. En Francia existía ya la Société Herpétologique de France y las sociedades alemana y holandesa tenían más de 2.000 socios cada una (Balcells, 1982). En la década de 1980 en Lisboa existía un núcleo importante de herpetólogos, pues en Portugal se mantenía cierta continuidad investigadora desde 1960, dirigida por Eduardo G. Crespo. Las actividades herpetológicas en Suiza y Austria, a través de sus museos, y de la antigua Yugoslavia en los laboratorios de las universidades, eran bien conocidas, lo mismo que las de Italia y Rumanía, habiendo ya dado a conocer por entonces estas últimas naciones su herpetofauna en publicaciones (Balcells, 1982). Aunque oficialmente consta que la AHE fue fundada el 7 de julio de 1984 en el Salón de Actos del Museo Nacional de Cien-

cias Naturales de Madrid, el primer intento de crear una asociación de ámbito estatal se produjo durante la realización del I Colloque franco-espagnol d’Herpétoloqie / I Coloquio hispano-francés de Herpetología en el Centro Pirenaico de Biología Experimental del CSIC (CPBE), en Jaca (Huesca), del 25 al 30 de mayo de 1981. Dicho coloquio, organizado por Enric Balcells Rocamora, se constituyó como el primer foro en el que se reunieron la mayor parte de los herpetólogos españoles, que de forma inconexa y con muy pocos referentes trabajaban en los distintos centros del estado español. Este congreso supuso el inicio de numerosas colaboraciones entre ellos y su conexión con la herpetología del resto de Europa. En dicho coloquio, como parte de una demanda de las sociedades europeas reunidas en Jaca y como fruto de un documento elaborado durante unas reuniones de trabajo (que ahora llamaríamos workshops), dirigidas por el presidente de la Societas Europaea Herpetologica (SEH), Josef Eiselt, se realizó el 29 de mayo a las 16 h una primera reunión “prefundacional” de la AHE, en la que se intentó consensuar una posición compartida sobre lo que debería ser una asociación herpetológica de ámbito estatal y donde hubo un intenso cambio de impresiones, aunque no se llegó a ninguna conclusión definitiva. Finalmente, se acordó realizar una nueva reunión en otoño del mismo año para determinar las principales líneas de actuación de cara a crear una sociedad de ámbito estatal. En otoño de 1981 se produce en la sede del grupo ANSAR (Asociación Naturalista de Aragón), en Zaragoza, la primera reunión de herpetólogos españoles, organizada por José Manuel Falcón, con la finalidad de intentar crear la AHE. Esta reunión debe considerarse como el verdadero encuentro prefundacio-


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nal de la AHE. En dicho encuentro estuvo representada la recién fundada Societat Catalana d’Ictiologia i Herpetologia (SCIH) por Eduard Filella y Xavier Fontanet, participando otros herpetólogos del estado (José Manuel Falcón, Juan Pablo Martínez-Rica, Gustavo A. Llorente, Albert Montori y Jesús Ángel Dorda, entre otros). La SCIH propuso que la AHE naciera como una federación de asociaciones territoriales, iniciativa que fue bien acogida. Como consecuencia de esta propuesta, durante la primavera de 1982 se fundó en Madrid el Grupo Herpetológico de la Zona Centro (GHEZOC), presidido en un primer momento por Jesús Ángel Dorda, quien años más tarde sería uno de los socios fundadores de la AHE y su primer secretario general. Sin embargo, no se llegaron a formar otros grupos territoriales y la propuesta de la SCIH quedó en suspenso. La reunión de Zaragoza fue, a pesar de todo, muy productiva, ya que se discutieron líneas de actuación, se formó un grupo de trabajo sobre herpetología y se decidió iniciar el proyecto conjunto del Atlas herpetológico de España, denominado APAREP (Atlas Provisional de los Anfibios y Reptiles de España y Portugal), coordinado por Juan Pablo Martínez-Rica, del CPBE, quien ya desde 1975 recopilaba datos sobre la distribución de los anfibios y reptiles en España. Sin quitar mérito a la iniciativa de Juan Pablo Martínez-Rica, es destacable que en los escritos sobre el tema se indicara que un motivo por el que se eligió el CPBE como sede del APAREP, fue por “su capacidad para disponer de ordenador y una persona apropiada para coordinar la labor” (GHEZOC, 1984). La finalidad de este proyecto fue la de centralizar y actualizar el escaso conocimiento sobre la distribución de los anfibios y reptiles de España y conse-

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guir un objetivo unificador del trabajo de los herpetólogos ibéricos, para sentar las bases de colaboración que deberían confluir en la creación de la futura AHE. Nacimiento de la AHE En 1984 aparece el primer boletín del GHEZOC, en cuyo editorial se da cuenta de la inminente y más que probable creación de la AHE, anunciándose al final de dicho boletín una “asamblea fundacional no oficial de la Asociación Herpetológica Española el sábado 30 de junio de 1984 a las 17 h en el salón de actos del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid”. También se publicita la I Reunión General de la Societat Catalana d’lctiologia i Herpetologia, que a la postre se conformará como la sociedad que en 1986 acogerá el primer congreso de la AHE. No era de extrañar el anuncio de la creación de la AHE, ya que el propio presidente del GHEZOC, Jesús Ángel Dorda, de acuerdo con los otros miembros del grupo y otros herpetólogos del estado, y ante la inviabilidad de la propuesta federativa, tomó la iniciativa de convocar la que sería la asamblea fundacional de la AHE. A dicha asamblea fundacional acudieron 32 herpetólogos de distintas partes de España (Jesús Dorda, Antonio Mújica, Marisa Esteban, Begoña Arano, Miguel Lizana, Valentín Pérez-Mellado, Pilar Herrero, Pedro Galán, Ignacio de la Riva, Borja Sanchíz, Luis Felipe López-Jurado, José Martín, Mario García-París, Florentino Braña e Íñigo Esteban, entre otros). En la sesión se procedió a la lectura de los estatutos elaborados por Xavier Fontanet, que fueron aprobados tras varias modificaciones, y se eligieron algunos de los cargos de la Junta Directiva, confirmándose aquellos que


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estaban siendo ocupados provisionalmente y que serían valederos hasta la primera asamblea general. Como presidente fue elegido José Antonio Valverde, secretario general Jesús Dorda, Elena Hidalgo vicesecretaria general, y como vocales Mª Luisa Esteban, Mª Victoria Vives, Santiago Bas, Luis Felipe López-Jurado, Antonio Bea, Carlos Cano, Begoña Arano, Lucas Navarreño y José Antonio Román, quedando vacantes los cargos de vicepresidente y de alguna vocalía más. Se estableció la cuota de socio en 500 Ptas (3 €) por año. Posteriormente, en la primera junta general ordinaria, celebrada el 29 de Junio de 1985 en el Salón de Actos del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, se fijó la cuota en 2.500 Ptas (15 €) por socio. Se encargó a Victoria Vives y Valentín Pérez-Mellado la función de editores de la revista (Revista Española de Herpetología). En esta reunión se incorporó Rosa Mª Gómez Prieto como secretaria general, Ignacio de la Riva como vicesecretario y José Enrique González como tesorero. Ante la necesidad de organizar un encuentro de los herpetólogos españoles, el primer congreso de la AHE se programó aprovechana

do que la SCIH realizaba su reunión bianual. Así, en 1986 tuvo lugar el I Congreso Nacional de Herpetología y la II Reunió General de la SCIH en Benicàssim, del 1 al 3 de noviembrede 1986. Dicho congreso reunió a más de 70 herpetólogos (Figura 1a) y fue el inicio de los congresos de la AHE, que primero fueron anuales y después bianuales (ver capítulo de Congresos y reuniones científicas). El éxito de estos congresos ha sido rotundo y a partir del II Congreso Nacional de Herpetología, en Salamanca, del 6 al 8 de diciembre de 1987, uno de los más multitudinarios realizados (Figura 1b), se han convertido en el principal foro de la herpetología en España. Haciendo historia A lo largo de estos 33 años la AHE ha ido creciendo y, además de la asamblea fundacional y los dos primeros congresos, varios momentos posteriores podrían considerarse como hitos o puntos de inflexión en la trayectoria de nuestra asociación. En el III Congreso Nacional de Herpetología, celebrado en Caldas de Reis durante los días 9 al 13 de b

Foto Archivo SCH y AHE Foto Archivo AHE

Figura 1: a) Fotografía de los participantes en el primer congreso realizado por la AHE. Benicàssim, 1986. b) Fotografía de los participantes en el segundo congreso realizado por la AHE. Salamanca,1987.


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septiembre de 1988 (Figura 2), se nombraron socios honoríficos a José Antonio Valverde y a José Manuel Falcón; además, en dicho congreso se aprobó por mayoría la propuesta de colaboración con el Instituto para la Conservación de la Naturaleza (ICONA), lo que propició un acalorado debate debido a la pésima gestión que en materia de conservación realizaba en ese momento la Administración del Estado. Ello conllevó la modificación posterior de los estatutos para que la AHE pudiese ser contratada para realizar estudios herpetológicos. Durante el IV Congreso Nacional de Herpetología, celebrado en Madrid del 6 al 9 de diciembre de 1989, se produjo uno de los momentos clave para el futuro devenir de la AHE. Durante la asamblea general de dicho congreso se levantaron innumerables críticas ante la gestión llevada a cabo hasta la fecha por la presidencia, y se produjo una dimisión en bloque de la junta directiva a excepción del presidente, el cual, tras perder los apoyos de la asamblea y de su junta directiva, también se vio forzado a dimitir. El motivo de esa “moción de censura”, en sentido amplio, fue que por desidia se estaba a punto de perder un contrato con el ICONA para realizar diversos estudios herpetológicos, entre los cuales se encontraba la elaboración del atlas de distribución de los anfibios y reptiles de España, así como la diagnosis de las áreas de interés herpetológico. En la asamblea extraordinaria convocada a continuación salió elegido un nuevo presidente, Luis Felipe López-Jurado, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y una nueva junta directiva en la que se incluyeron miembros de la junta saliente. Entre las primeras decisiones que se tomaron estuvo la importancia de reunirse a la mayor brevedad posible con el ICONA para retomar

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Foto Archivo AHE

Figura 2: Fotografía de grupo en el III Congreso Nacional de Herpetología, celebrado en Caldas de Reis en 1988.

el proyecto, la creación de un boletín herpetológico (Boletín de la Asociación Herpetológica Española), cuyo primer número apareció en 1990, y la creación de vocalías con funciones concretas. El tiempo en el que Luis Felipe López-Jurado permaneció al frente de la AHE (Tabla 1) estuvo caracterizado por la fuerte personalidad, capacidad de trabajo y visión estratégica del presidente, que se tradujo en uno de los periodos más fructíferos e intensos de la AHE. Dio un gran empuje a nuestra asociación, la situó a nivel europeo y se convirtió en referente de sociedades científicas y de la conservación para España. Durante este periodo se desarrollaron numerosos estudios y proyectos, entre los que destacaron: el análisis de la Mortalidad de anfibios y reptiles en carreteras (1991-1993), desarrollado en colaboración con la CODA (Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental); el Inventario de las áreas importantes para los anfibios y reptiles de España (1994), contratado con ICONA y publicado posteriormente como libro (Santos et al., 1998); el proyecto Anfibios y Reptiles de particular interés en Europa (1993),


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Tabla 1: Presidentes y secretarios generales de la AHE desde su fundación. Periodo

Secretaría general

Periodo

José Antonio Valverde

1984-1988

Jesús Dorda Dorda

1984-1985

Rosa M. Gómez

1985-1988

Alfredo Salvador

1988-1989

Rosa M. Gómez

1988-1989

Luis Felipe López Jurado

1989-1993

Gustavo A. Llorente

1989-1993

Luis Felipe López Jurado

1993-1999

Juan M. Pleguezuelos

1993-1999

Vicente Roca Velasco

1999-2006

Valentín Pérez-Mellado

1999-2002

Albert Montori Faura

2002-2006

Presidencia

Ana Andreu

2006-2010

Miguel Á. Carretero

2006-2010

Juan Manuel Pleguezuelos

2010-2016

Miguel Á. Carretero

2010-2014

Íñigo Martínez Solano

2014-2016

Íñigo Martínez Solano

2016-

Juan Antonio Camiñas

2016-

realizado por encargo de la ONU en el marco de su Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente; el Inventario de las masas de agua de interés herpetológico (1994), desarrollado en colaboración con la CODA, y en especial los proyectos Life: el Plan de recuperación del lagarto gigante de El Hierro, Gallotia simonyi (1994-1996) y el Plan de reintroducción del lagarto gigante de El Hierro en su antiguo hábitat natural, y Proyecto de apoyo a la conservación de Caretta caretta y Tursiops truncatus en Canarias (1998 – 2000). Un nuevo empuje a la actividad de la AHE fue el encargo en 2000 por la Dirección General para la Conservación de la Naturaleza (DGCN) de un convenio para realizar el cartografiado de las especies de anfibios y reptiles del territorio español y actualizar su estatus de conservación aplicando los nuevos criterios de la UICN (Figura 3). Dicho proyecto finalizó con la publicación del Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España (Pleguezuelos et al., 2002). Este trabajo sigue siendo un libro de referencia, a pesar de que pasados 15 años se precise una revisión, tanto a nivel taxonómico como de estatus de conservación de las especies.

El año 2007 la Asociación Herpetológica Española, debido a la buena situación económica en ese momento y a la elevada carga administrativa, decide contar con un miembro liberado y se propone para ello a Enrique Ayllón. La junta directiva, presidida por Vicente Roca, lo aprueba y pasa a ocupar el cargo de gerente y gestor de proyectos. Como consecuencia de esta decisión, la AHE incrementa notablemente su actividad participando o siendo resFoto Archivo AHE

Figura 3: Junta Directiva responsable del proyecto Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España (Pleguezuelos et al., 2002). De pie y de izquierda a derecha: Gustavo A. Llorente, Miguel Lizana, Juan Manuel Pleguezuelos, José Antonio Camiñas, Rafael Márquez, Albert Montori, Pedro Galán, Miguel Angel Carretero y Enrique Ayllón. Sentados: Vicente Roca y Valentín Pérez-Mellado.


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ponsable, desde 2007 hasta la actualidad, de más de 80 proyectos, asesoramientos y colaboraciones en distintos estudios en el ámbito de la herpetología (Anexo 1). En 2011, por encargo de la administración en materia de conservación, la AHE pasa a ser entidad avaladora para el marcado de tortugas marinas, y en 2013 se responsabiliza del programa de marcado de estos organismos. Este cometido, coordinado por Adolfo Marco, viene a suplir uno de los vacíos que la AHE tenía en relación a la herpetofauna, ya que hasta la fecha prácticamente se había centrado en los herpetos continentales. En 2012 se creó el Servidor de Información de los Anfibios y Reptiles de España (SIARE) (http://siare.herpetologica.es), del cual se hablará más adelante en el apartado “Atlas de los Anfibios y Reptiles de España”, constituyendo esta acción un nuevo punto de inflexión en el conocimiento de la distribución de la herpetofauna española y, desde ese año, ha permitido la incorporación de más de 50.000 citas nuevas con localización exacta a las casi 300.000 existentes. Una apuesta muy importante y fuerte de la AHE ha sido el proyecto SARE (Seguimiento de los Anfibios y Reptiles de España). El proyecto nació del convencimiento de que la actividad humana está conduciendo a una crisis global de la biodiversidad que ha producido un declive de las poblaciones de anfibios y reptiles, convirtiendo a estos grupos en dos de los más afectados por la alteración antrópica del planeta. El proyecto SARE surge de la necesidad de contar con series temporales de datos que puedan detectar tendencias poblacionales a largo plazo para la herpetofauna española, y bajo la misma filosofía de otros proyectos existentes para otros grupos faunísticos (Montori et al., 2014). Inicialmente, este proyecto estuvo

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impulsado económicamente por el Ministerio de Medio Ambiente (MIMA) encuadrado en los compromisos adquiridos por los signatarios de la conferencia de Río. Sin embargo, el proyecto no tuvo continuidad económica por parte del Ministerio, a pesar de lo cual actualmente siguen realizándose seguimientos en 220 cuadrículas de 10 x 10 km de anfibios y 132 de reptiles, en parte gracias al voluntariado de los socios de la AHE y el empeño de nuestra asociación por dar continuidad a un proyecto de vital importancia para la conservación de los anfibios y reptiles españoles. En este programa se incluyó también el seguimiento de especies “En Peligro”. Hasta la fecha se han realizado dos, uno para Algyroides marchi (Carretero et al., 2010) y otro para Alytes dickhilleni (Bosch & González-Miras, 2012). Finalmente debemos destacar que, a partir de 2014, la AHE se involucra en programas de voluntariado ambiental en Parques Nacionales, dando continuidad a una línea de trabajo de ciencia de la ciudadanía que se había iniciado con el SIARE. Atlas de los Anfibios y Reptiles de España El proyecto que inicialmente aunó esfuerzos en la AHE fue el del Atlas provisional de Anfibios y Reptiles de España y Portugal (APAREP) que, como se ha comentado anteriormente, fue coordinado por Juan Pablo Martínez-Rica. Este atlas, sin embargo, sufrió varias vicisitudes. Tal y como expone el propio Martínez-Rica (1997a) la primera idea del proyecto APAREP arranca de los trabajos iniciales de Enric Balcells Rocamora durante la década de 1960. Los datos recogidos por este autor se convertirían años más tarde en el embrión de una base de datos corológica, al agrupar tanto observaciones personales como de co-


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lecciones y datos recogidos de la bibliografía. Sin embargo, no fue hasta la publicación del Atlas of British Amphibians and Reptiles (Arnold, 1973), que se decidió crear una verdadera base de datos herpetológica de España. Ahora bien, debemos tener en cuenta que aún faltaba casi una década para la aparición del primer ordenador personal y que la gestión de una base de datos era por aquel entonces una tarea casi imposible, si consideramos que además de la falta de herramientas de gestión tampoco existía un soporte económico para realizar dicha propuesta. Así, en un escenario nada fácil, en 1975 se inició la recogida de datos de distribución herpetológica, no siendo hasta 1982 que se procedió a su digitalización empleando un ordenador personal de 128 Kb de memoria RAM y 10 Mb de disco duro. Aunque pueda parecer inverosímil, dicho ordenador no poseía unidades de disquete y aún no existía un sistema operativo estandarizado. Un hecho en sí mismo destacable fue que el proyecto de base de datos se presentó a la administración, resultando aprobado, aunque con una dotación económica de 0,00 Ptas, suponemos que debido a un error administrativo, que nunca fue subsanado (Martínez-Rica, 1997a). En 1978 aparece publicado el Atlas préliminaire des Amphibiens et Reptiles de France (Société Herpétologique de France, 1978) con importantes e interesantes innovaciones, que determinarían la orientación de los futuros atlas del resto de países europeos. Las distribuciones de las distintas especies dejaron de representarse como manchas en un territorio y pasaron a mostrarse en forma de puntos de presencia sobre un retículo cartográfico. Este hecho determinó la forma de trabajar la distribución de las especies en un territorio, y aunque los franceses utilizaban su propia cartografía en proyección Lambert, propició

lo que posteriormente sería el análisis de las distribuciones estandarizadas sobre una proyección UTM. En 1985 se contaba ya con 18.000 registros para la herpetofauna española, que posteriormente se perdieron en un formateo accidental del disco duro, pudiéndose recuperar tan solo 14.500 de ellos, y volviéndose a introducir manualmente los restantes registros. En 1986 la AHE respalda y se responsabiliza del proyecto y en 1989 se publica el primer atlas provisional, alcanzándose la cifra de 58.000 registros (Martínez-Rica, 1989; 1997 a, b). En 1990 un incendio durante unas reformas en el CPBE causó la pérdida de todos los datos, recuperándose tan solo 25.000 gracias a las copias en papel. A partir de ese momento Valentín Pérez-Mellado, de la Universidad de Salamanca (USAL), se hace responsable de la base de datos herpetológica digitalizándola de nuevo y centralizando toda la información, incluyendo citas de procedencia diversa (colecciones, publicaciones, proyectos y datos de colaboradores). Es a partir de entonces que se normalizan las referencias geográficas al retículo UTM 10 x 10 km, ya que el anterior atlas se había publicado en malla de 20 x 20 km, lo que supuso un gran avance, ya que se adoptaban los estándares europeos en cuanto a los estudios y proyectos de distribución continental. Para esto se contrató al Servicio Transfronterizo de Información Geográfica (STIG) de la USAL, que se encargó de la realización de todos los mapas de distribución. Esta fase del proyecto se benefició de un encargo por parte del ICONA, que debía presentar ante la Unión Europea los listados de especies, su nivel de amenaza, así como un inventario de áreas importantes para los anfibios y reptiles de España (Santos et al., 1998), revisado posteriormente en 2002 (Mateo, 2002).


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Sucesivamente, dos nuevos proyectos (que ya han sido citados en el texto) promovidos desde la administración en materia de conservación, Distribución y biogeografía de los anfibios y reptiles de España (Pleguezuelos, 1997) y el Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España (Pleguezuelos et al., 2002), impulsaron esta base de datos, recopilándose gran cantidad de nuevas citas de anfibios y reptiles españoles e implicando a un volumen cada vez más importante de colaboradores y datos (Figura 4). Estos proyectos, como puede observarse en la Figura 4, supusieron un fuerte crecimiento de la base de datos y, en consecuencia, un gran incremento, tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo, del conocimiento del estado de nuestra herpetofauna. A partir del año 2002 la base de datos herpetológica se traslada a la Universitat de Barcelona bajo la coordinación de Albert Montori y Gustavo A. Llorente, y es en 2012 que se crea y formaliza el SIARE (Servidor de Información de Anfibios y Reptiles de España) on-line, aprovechando las ventajas que ofrecen las nue-

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vas tecnologías de la información y abriendo el proyecto Atlas a las nuevas formas de colaboración entre ciudadanos y científicos, propias de la ciencia ciudadana (“citizen science”) del siglo XXI. Este portal incluye en realidad tres proyectos distintos: la base de datos en sí misma, con la posibilidad de generar los mapas de distribución de todas las especies de anfibios y reptiles de España; el AHEnuario, que permite la incorporación de información fenológica de las especies, que ya llevaba en funcionamiento desde 2008 aunque no en entorno web; y el SARE, que es un programa de seguimiento a largo plazo de anfibios y reptiles, similar al NOCTUA o SACRE de la Sociedad Española de Ornitología (SEO)(Montori et al., 2014). A partir de 2014 la coordinación de la base de datos pasa a ser responsabilidad de Dani Villero, que asume la vocalía correspondiente desde el Centre Tecnològic Forestal de Catalunya (CTFC). En la actualidad la base de datos dispone de más de 350.000 registros de anfibios y reptiles de España, a los que se puede acceder a través del portal http://siare.herpetologica.es.

Figura 4: Evolución del número de citas incorporadas a la base de datos por años desde 1975 a 2016. Se indican los años de publicación de los dos atlas de anfibios y reptiles de España.


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Congresos y reuniones científicas significativos Como se ha comentado en un apartado anterior, el primer congreso de la AHE tuvo lugar en Benicàssim en noviembre de 1986. Estos congresos de la AHE fueron de ámbito español, aunque ya en el IV Congreso Nacional de Herpetología, que tuvo lugar en Madrid del 6 al 9 de diciembre de 1989, se decidió realizar los congresos con carácter

ibérico, al incorporar a los colegas portugueses. La Sociedade Portuguesa de Herpetologia (SPH) se postuló para realizar el siguiente congreso en Lisboa, siendo aceptada dicha propuesta por la asamblea general de la AHE. Como consecuencia, el siguiente congreso se llevó a cabo en Lisboa, del 24 al 27 de octubre de 1990, y pasó a tener la doble denominación de español y luso-español (I Congresso Luso-Espanhol - V Congresso Espanhol de Herpetologia).

Tabla 2: Congresos y simposia realizados por la AHE hasta la actualidad. • I Congreso Nacional de Herpetología y II ReunióGeneral de la Societat Catalana d’Ictiologia i Herpetología (SCIH). Benicàssim, 1-3 de noviembrede 1986. • II Congreso Nacional de Herpetología. Salamanca, 6-8 de diciembre de 1987. • III Congreso Nacional de Herpetología. Caldas de Reis, 9-13 de septiembre de 1988. • IV Congreso Nacional de Herpetología. Madrid, 6-9 de diciembre de 1989. • I Congreso Luso-Espanhol - V Congreso Espanhol de Herpetología. Lisboa, 24-27 de octubre de 1990. • IV Simposium sobre el género Triturus. Valsaín (Segovia). Septiembre de 1990. • II Congreso Luso-Español de Herpetología - VI Congreso Español de Herpetología. Granada, 24-27 de septiembre de 1992. • 7th Ordinary General Meeting of the Societas Europaea Herpetologica. Barcelona (España). 15-19 de septiembre de 1993. • Seminar on recovery plans for species of Amphibians and Reptiles. El Hierro, 11-14 de octubre de 1993. • VII Congreso Español de Herpetología - III Congreso Luso-Español de Herpetología. Badajoz, 19- 23 de septiembre de 1994. • IV Congreso Luso-Espanhol de Herpetología - VIII Congreso Espanhol de Herpetología. Porto, 5-8 de diciembre de 1996. • Simposium: Plan de Recuperación del Lagarto Gigante de El Hierro (Gallotia simonyi). El Hierro, 13-16 de marzo de 1997. • V Congreso Luso-Espanhol de Herpetología - IX Congreso Espanhol de Herpetología. Jandía (Fuerteventura). 29 septiembre - 4 de octubre de 1998. • VI Congreso Luso-Español, X Congreso Español de Herpetología. Valencia, 11-15 de julio de 2000. • Jornadas internacionales de conservación de anfibios. En colaboración con la Sociedad de Ciencias Aranzadi y la Asociación Naturalista Haritzalde. San Sebastián, 15-17 de febrero de 2002. • VII Congreso Luso-Español, XI Congreso Español de Herpetología. Évora, 2-5 de octubre de 2002. • Simposium: los lagartos gigantes canarios amenazados. Santa Cruz de Tenerife, 9-11 de abril de 2002. • VIII Congreso Luso-Español de Herpetología - XII Congreso Español de Herpetología. Málaga, 13-17 de Julio de 2004. • Simposium sobre el declive de anfibios. Universitat de Lleida-AHE. Marzo 2004. • IV Symposium Internacional sobre Emys orbicularis. Valencia, 8-10 de junio de 2005. • IX Congreso Luso-Español, XIII Congreso Español de Herpetología. San Sebastián, 4-7 de octubre de 2006. • X Congreso Luso-Español de Herpetología, XIV Congreso Español de Herpetología. Coimbra, 15-18 de octubre de 2008. • XI Congreso Luso-Español de Herpetología, XV Congreso Español de Herpetología. Sevilla, 6-9 de octubre de 2010. • XII Congreso Luso-Español de Herpetología, XVI Congreso Español de Herpetología. Murcia, 3-5 de octubre de 2012. • XIII Congreso Luso-Español de Herpetología, XVII Congreso Español de Herpetología. Aveiro, 30 de septiembre-4 de octubre de 2014. • XIV Congreso Luso-Español de Herpetología, XVIII Congreso Español de Herpetología. Lleida, 5-8 de octubre de 2016.


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Foto Philippe Geniez

Figura 5: Fotografía del acto de homenaje a José Antonio Valverde por parte de la AHE durante el congreso de Granada, 1992. De izquierda a derecha en la imagen: Mario García-París, Xavier Santos, Juan Manuel Pleguezuelos, Gustavo A. Llorente, Maria Rosa Albacete, Vicente Roca, José Antonio Valverde, Albert Montori, Luis Felipe López-Jurado, Miguel Angel Carretero y Xavier Fontanet.

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de 2003). Durante este homenaje fue obsequiado con una reproducción fidedigna del fósil de Archaeopteryx conservado en el museo de Berlín, alusivo a su multidisciplinariedad zoológica (Figuras 5 y 6). Además de los congresos bianuales, la AHE ha organizado a lo largo de estos años varias reuniones científicas. En 1993 organizó el Seminar on recovery plans for species of Amphibians and Reptiles of Europe (Figura 7) en El Hierro (Islas Canarias), del 11 al 14 de octubre. Durante este seminario se consensuó un documento que establecía los criterios que debía cumplir un plan de recuperación en el ámbito de la herpetología dentro de la Comunidad Económica Europea, y se gestó lo que más adelante fue el proyecto LIFE que realiFoto Philippe Geniez

En dicho congreso también se propuso que las reuniones de ambas sociedades fueran bianuales, debido al incremento de reuniones científicas, no sólo en el campo de la herpetología, y por el hecho de que el congreso de la Societas Europaea Herpetologica (SEH) era bianual y en años impares. De esta forma podrían intercalarse y no solaparse ambas reuniones. También se acordó que la sede de los congresos de Portugal fuera cada seis años, realizándose siempre dos reuniones en España y una en Portugal. En la Tabla 2 se indican todos los congresos y simposia realizados por la AHE desde su creación. Durante el II Congreso Luso-Español de Herpetología-VI Congreso Español de Herpetología, celebrado en Granada del 24 al 27 de septiembre de 1992, se rindió un merecido homenaje al que fue el primer presidente de la AHE (1984-1988), José Antonio Valverde Gómez (Valladolid, 21 de marzo de 1926 - Sevilla, 13 de abril

Figura 6: José Antonio Valverde mostrando la reproducción del fósil original de Archaeopterix del museo de Berlín, durante su homenaje realizado por la AHE en el congreso de Granada de 1992.


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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1) Figura 7: Asistentes al Seminar of Recovery Plans of Amfibians and Reptiles of Europe, celebrado del 11 al 14 de octubre de 1993 en El Hierro. De izquierda a derecha: Luis Mariano González, Rafael Márquez, Claudia Corti, Keith Corbett, Albert Montori, Marc Cheylan, Elisa Martínez, Eladio Fernández, Pilar Navarro, Vicente Roca, Javier Lluch, Gustavo A. Llorente, Miguel Lizana, Miguel A. Carretero, José Antonio Mateo, Daniel Cejudo, Miguel Molina-Borja, Núria Orrit, Begoña Arano, Pilar Herrero, Humberto Rosa, Juan Manuel Pleguezuelos y Xavier Santos, entre otros asistentes.

Foto Archivo AHE

zó la AHE conjuntamente con el Gobierno Canario para recuperar las poblaciones del lagarto gigante de El Hierro (Gallotia simonyi). Durante dicho simposio también se creó el grupo de trabajo CASERA (Comité Asesor para el Seguimiento de Especies Raras y Amenazadas), de corto recorrido pero que fue el impulsor de dicho proyecto LIFE. El 4 de febrero de 2004 la AHE organizó en Barcelona una Jornada Técnica sobre Conservación de los Anfibios y Reptiles de España, con el objetivo de realizar una actualización taxonómica del inventario nacional de biodiversidad y del estatus de conservación de la herpetofauna española (Figura 8). En dicha reunión, que contó

con la presencia de 21 especialistas de España y Portugal, se debatió sobre el estatus taxonómico y nomenclatural de los herpetos españoles. El objetivo de esta jornada técnica fue consensuar una lista patrón de anfibios y reptiles de España (Montori et al., 2005). Una vez publicada la lista patrón inicial se creó un comité de taxonomía que con una periodicidad bianual va actualizando dicha lista patrón, que puede ser consultada en el enlace http://www.herpetologica.es/ centrodedocumentacion/137-lista-patron-de -los-anfibios-y-reptiles-de-espana. La crisis que se inició en 2008 ha repercutido en muchos campos de la ciencia y la conservación, y la herpetología no podía resultar menos

Figura 8: Asistentes a la Jornada Técnica sobre Taxonomía y Conservación de los Anfibios y Reptiles de España, Barcelona 4 de febrero de 2004. Arriba: Óscar Arribas, James Harris, Salvador Carranza, Rafael Márquez, Juan Manuel Pleguezuelos, Jaime Bosch, Manuel Ortíz, Xavier Santos, Javier Lluch, Miguel Tejedo, Vicente Roca. Centro: Enrique Ayllón, Pedro Galán, Miguel A. Carretero, Valentín Pérez-Mellado, Mario García-París, José Antonio Mateo. Abajo: Albert Montori, Gustavo A. Llorente, Pilar Navarro, Miguel Angel Alonso Zarazaga.

Foto Albert Montori


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a

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b

Foto Archivo Sociedad de Ciencias Aranzadi Foto Ester Desfilis

Figura 9: a) Fotografía de los asistentes al IX Congreso Luso-Español, XIII Congreso Español de Herpetología. San Sebastián, 4-7 de octubre de 2006. b) Fotografía del último congreso de la AHE (XIV Congreso Luso-Español de Herpetología, XVIII Congreso Español de Herpetología. Lleida, 5-8 de octubre de 2016).

afectada. La disminución de subvenciones y proyectos, tanto a nivel estatal como autonómico, ha conllevado una reducción progresiva de la actividad de la AHE. Sin embargo, el entusiasmo de naturalistas y biólogos y el creciente interés por el estudio de los anfibios y reptiles no han cesado. Así, cabe destacar la creación de un grupo de trabajo sobre el galápago europeo (Emys orbicularis) coordinado por Cesar Ayres (Grupo Ibérico de Conservación del Galápago Europeo) y la creación de “El Perenquén” (http://grupoperenquen.blogspot.com.es/), primer grupo local de la AHE que se creó en Canarias el año 2011. Puesto que se precisa un relevo generacional, incorporación de nuevas ideas y gente joven para seguir la trayectoria que se ha desarrollado hasta el momento, se ha contemplado con satisfacción el incremento de herpetólogos jóvenes que han participado en

el último congreso herpetológico: XIV Congreso Luso-Español de Herpetología, XVIII Congreso Español de Herpetología celebrado en Lleida del 5 al 8 de octubre de 2016 (Figura 9), lo que permite atisbar la existencia de una continuidad generacional. Agradecimientos: Los autores queremos expresar nuestro agradecimiento a J. Dorda por su ayuda en la reconstrucción de la memoria de los primeros tiempos de la AHE. También a E. Ayllón, R. Gómez, M. García-París, V. Pérez Mellado y M. Lizana por sus aportaciones en los distintos apartados del artículo. Finalmente, agradecer a dos revisores anónimos sus sugerencias, las cuales han mejorado ostensiblemente este artículo, y a los editores del Boletín por realizarnos este encargo que, aunque complejo, nos ha supuesto un reto de reconstrucción de un pasado importante para muchos que no debe ser olvidado, por lejano que resulte para algunos de los nuevos herpetólogos.

Referencias Arnold, H.R. 1973. Provisional Atlas of the Amphibians and Reptiles of the British Isles. Biological Records Center. Huntingdon. Balcells, E. 1982. Colloque Franco-Espagnol d’Herpétologie. Coloquio Hispano-Francés de Herpetología. Crónica y aspectos de mayor interés. Publicaciones del Centro pirenaico

de Biología experimental, 13:111-142. Bosch, J. & González-Miras, E. (eds.). 2012. Seguimiento de Alytes dickhilleni. Informe final. Monografías SARE. Asociación Herpetológica Española - Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Madrid.


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Carretero M.A., Ceacero, F., García-Muñoz, E., Sillero, N., Olmedo, M.I., Hernández-Sastre, P.L. & Rubio, J.L. 2010. Seguimiento de Algyroides marchi. Informe final. Monografías SARE. Asociación Herpetológica Española - Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Madrid. GHEZOC. 1984. Atlas de anfibios y reptiles de España, zona centro. Boletín del GHEZOC, 1: 9 - 14. Martínez-Rica, J.P. 1989. El Atlas provisional de los Anfibios y Reptiles de España y Portugal (APAREP). Presentación y situación actual. Monografías de Herpetología, 1: 1-73. Martínez-Rica, J.P. 1997a. Historia del Proyecto APAREP. 2125. In: Pleguezuelos, J.M. (ed.), Distribución y Biogeografía de los Anfibios y Reptiles en España y Portugal. Monografías Tierras del Sur. Universidad de Granada, Asociación Herpetológica Española. Granada. Martínez-Rica, J.P. 1997b. Metodología en el proyecto APAREP. 27-35. In: Pleguezuelos, J.M. (ed.), Distribución y Biogeografía de los Anfibios y Reptiles en España y Portugal. Monografías Tierras del Sur. Universidad de Granada, Asociación Herpetológica Española. Granada. Mateo, J.A. 2002. Áreas importantes para la herpetofauna española. 483-500. In: Pleguezuelos, J.M., Márquez, R & Lizana, M. (eds.), Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España. Dirección General de Conservación de la Naturaleza-Asociación Herpetológica Española. Madrid. Montori, A., Llorente, G.A., Alonso-Zarazaga, M.A., Arribas,

O., Ayllón, E., Bosch, J., Carranza, S., Carretero, M.A., Galán, P., García-París, M., Harris, D.J.,Lluch, J., Márquez, R., Mateo, J.A., Navarro, P., Ortiz, M., Pérez-Mellado, V., Pleguezuelos, J.M., Roca, V., Santos, X. & Tejedo, M. 2005. Conclusiones de nomenclatura y taxonomía para las especies de anfibios y reptiles de España. Montori, A. & Llorente, G.A. (coords.). Asociación Herpetológica Española. Barcelona. Montori, A., Llorente, G.A. & Villero, D. 2014. Recursos SARE: AHEnuario y base de datos. Utilización del SIARE para la incorporación de observaciones de anfibios y reptiles de España. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 25: 112-117. Pleguezuelos, J.M. (ed.). 1997. Distribución y biogeografía de los anfibios y reptiles en España y Portugal. Monografías de Herpetología, 3. Universidad de Granada. Granada. Pleguezuelos, J.M., Márquez, R. & Lizana, M. (eds.). 2002. Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España. Dirección General de Conservación de la Naturaleza-Asociación Herpetologica Española (2ª impresión). Madrid. Santos, X., Carretero, M.A., Llorente, G.A. & Montori, A. 1998. Inventario de las áreas importantes para los anfibios y reptiles de España. Colección Técnica, ICONA. Madrid. Société Herpétologique de France. 1978. Atlas préliminaire des Reptiles et Amphibiens de France. Société Herpétologique de France. Montpellier.

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Voluntariado OAPN Seguimiento poblacional de anfibios y reptiles en parques nacionales

La AHE colabora con el OAPN en la organización de campos de trabajo voluntarios en diversos Parques Nacionales, desde el PN de Sierra Nevada al PN Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas, pasando por Ordesa y Monte Perdido, Cabañeros y Tablas de Daimiel. La oferta es abierta, aunque trendrán prioridad los socios de la AHE que, en el momento de la inscripción, participen en el SARE nacional. De todo ello se puede encontrar amplia información en la Url: http://www.herpetologica.es/programas/voluntariado-en-parques-nacionales


Historia Natural Presencia de hirudíneos sobre Mauremys leprosa Juan Domínguez1 & Alfonso Villarán2 Grupo Ornitológico Horus. Pza. de la Misericordia, 2. 2º C. 29002 Málaga. España. C.e.: Jdms9@hotmail.com Grupo Ornitológico Horus. Cl. La Tejera, Bloque 4. 2º G. 28794 Guadalix de la Sierra. Madrid. España.

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Fecha de aceptación: 11 de enero de 2017. Key words: leeches, Helobdella, Placobdella costata, parasitism, Mauremys leprosa.

Las relaciones parásito-hospedador están muy extendidas en la naturaleza. A lo largo de la evolución las especies tienden a alcanzar un equilibrio, de manera que la relación permita el beneficio del parásito sin causar la muerte al hospedador (Merino, 2013). Entre los parásitos hematófagos -los que se alimentan de la sangre de otros individuos- se incluyen numerosas especies de hirudíneos (sanguijuelas). Las sanguijuelas suelen alimentarse de la sangre de diferentes especies de vertebrados (Ayres & Comesaña, 2010) y pueden ser vehículo de agentes causantes de enfermedades (Paperna, 1989; Davis & Sterret, 2011). Los reptiles no escapan a esta relación parásito-hospedador (García-Grajales & Buenrostro-Silva, 2011) y, particularmente, los quelonios no son ajenos a ella (Mandal & Nandi, 2008; Reshke, 2009; Davy et al., 2009). Las citas de sanguijuelas sobre Mauremys leprosa son poco frecuentes, en lo que probablemente influya su área de distribución limitada al suroeste de Europa y norte de África (Díaz-Paniagua et al., 2015). En este artículo se cita la presencia de dos especies de sanguijuelas encontradas sobre Mauremys leprosa: Placobdella costata y Helobdella sp. Esta última solo pudo determinarse hasta el nivel de género (A. Bielecki, comunicación personal). A lo largo de 14 años (entre 2000 y 2014) se ha venido estudiando dos poblaciones de M. leprosa en los términos municipales de Casarabonela [30SUF47] y Periana [30SUF98] (Málaga). Se capturaron 795 ejemplares, de los que

se obtuvieron 420 recapturas (1.215 capturas totales). De cada ejemplar se tomaron las medidas correspondientes a la longitud y la anchura del peto y del espaldar, así como el peso, y se procedió a su individualización de acuerdo con la metodología descrita en Villarán & Domínguez (2013). La condición corporal se calculó mediante una regresión múltiple, como los residuos de peso sobre talla, tomando el peso como variable dependiente y las diferentes longitudes y anchuras como variables independientes. En el 7,82 % de las ocasiones (n = 1.215) se detectaron galápagos con sanguijuelas en diferentes zonas del cuerpo. El total de sanguijuelas detectadas sobre los ejemplares de M. leprosa fue de 265, de las que 137 correspondieron a Placobdella costata y 128 a Helobdella sp. El 13,68 % de los ejemplares parasitados (n =95) presentó más de una sanguijuela, que se distribuyeron por diferentes áreas del cuerpo (Tabla 1). En el 87,4 % de los ejemplares parasitados (n = 95) se encontró sólo P. costata (Figura 1); en el 10,5 % sólo sanguijuelas del género Helobdella (Figura 2) y en el 2,1 % las dos especies de sanguijuelas. Las del género Helobdella se concentraron preferentemente en las partes desprotegidas del galápago -cabeza, cuello, patas y cola (χ21 = 26,281; P< 0,001), mientras que los ejemplares de P. costata se localizaron más habitualmente en el caparazón (χ21 = 7,015; P = 0,008) (Tabla 1). Las diferencias, en cuanto a la distribución de las dos sanguijuelas entre partes duras y blandas, fue-


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Tabla 1: Localización y reparto de las sanguijuelas en las diferentes áreas del cuerpo de los ejemplares de M. leprosa. Área del cuerpo

Foto J. Domínguez, A. Villarán

Número de sanguijuelas en cada área Placobdella costata

Helobdella

Cabeza Cuello Patas Cola Peto (plastrón)

1 6 37 9 32

7 2 60 24 2

Espaldar

52

33

Partes desprotegidas

53

93

Caparazón

84

35

TOTAL

137

128

ron significativas (χ21 = 29,508; P< 0,001). Cuando las sanguijuelas del género Helobdella se localizaron en el caparazón de los galápagos, lo hicieron en zonas de intersección de las placas o en áreas con lesiones y heridas. La cantidad de sanguijuelas encontradas en un mismo ejemplar varió entre 1 y 36 (Figura 3), aunque predominaron los casos en los que solo se localizó un ejemplar, generalmente correspondiente a P. costata. Cuando se detectaron varios ejemplares de sanguijuela en un mismo galápago, éstas fueron habitualmente individuos del género Helobdella. Los ejemplares de M. leprosa presentaron una condición física similar cuando portaban sanguijuelas y cuando estaban libres de ellas (t = 0,018; P = 0,986), y en más de un caso la parasitación se produjo en años diferentes sobre el mismo ejemplar (véase Tabla 2). Por otro lado, algunos ejemplares que estaban parasitados en alguna de sus capturas se recapturaron, tanto dentro de la misma estación como en años posteriores, sin parásitos. La distribución de sanguijuelas en los casos de parasitación múltiple se ajustó a una gran variedad de modelos, con las sanguijuelas re-

Figura 1: Placobdella costata sobre la cola de un ejemplar de M. leprosa.

partidas por las diferentes regiones del cuerpo. No obstante, la mayoría de galápagos presentó sanguijuelas en una única zona, predominando la presencia en el espaldar (Figura 4) y, en menor medida, en el peto. La presencia de Helobdella sp. es destacable por ser la primera vez que se cita en España sobre M. leprosa, aunque otra especie perteneciente a este género (Helobdella europaea) ha sido observada sobre Emys orbicularis en la provincia de Castellón (Reyes-Prieto et al., 2013). Helobdella europaea es una especie sudameriFoto J. Domínguez, A. Villarán

Figura 2: Sanguijuelas del género Helobdella distribuidas en la zona de una lesión del caparazón de una hembra de M. leprosa.


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cana que se ha extendido accidentalmente por Europa, Australia, Sudáfrica, Taiwán y Nueva Zelanda, probablemente mediante el comercio de plantas para acuarios. En Europa se citó por primera vez en Alemania en 1987 (Kutschera, 1987, 2004). Es una especie que se comporta como depredadora de invertebrados acuáticos, alimentándose de la hemolinfa de los mismos, y como carroñera de vertebrados acuáticos. Se ha descrito alimentándose de cadáveres de peces, anuros y urodelos. Sin embargo, la única especie del género presente de forma natural en las aguas dulces europeas es Helobdella stagnalis,

Figura 3: Distribución de frecuencias del número de sanguijuelas por ejemplar de Mauremys leprosa.

Tabla 2: Individuos de M. leprosa parasitados por sanguijuelas y recapturados en fechas posteriores. Se indica la fecha en la que se detectaron las sanguijuelas sobre el galápago y la fecha de recaptura —sin sanguijuelas— inmediatamente posterior. No se incluyen, en su caso, las fechas de capturas previas a la primera parasitación, ni las recapturas posteriores sin sanguijuelas. (HI: hembras inmaduras; MI: machos inmaduros; HA: hembras adultas, MA: machos adultos). Marca

Edad y sexo

Fechas de captura con sanguijuelas

Condición corporal con sanguijuelas

Fecha de captura sin sanguijuelas

Condición corporal sin sanguijuelas

1/10/12

HI

10.04.09

-0,48

01.07.13

-0,79

1/10/14

MI

11.10.04

-0,72

30.09.05

-0,66

1/11/14

MI

01.04.08

-1,06

23.06.09

-1,08

1/13/18

HI

21.08.08

-0,54

01.07.13

-0,74

1/13/22

HI

27.03.09

-0,49

23.04.09

-0,47

1/15/22

MI

14.05.07

-0,40

29.05.08

-0,56

1/15/22

MI

22.09.08

-0,72

08.05.09

-0,72

1/20/21

MA

01.04.08

-0,53

22.09.08

-0,61

1/anal/izda

HA

06.04.11

1,01

27.09.11

0,85

1/3/18

HA

21.08.08

0,64

13.04.10

1,06

1/8/16

HA

30.04.07

-0,33

30.05.07

-0,01

1/8/22

HI

10.06.05

-0,91

21.06.07

-1,17

1/9/18

HI

14.06.11

-0,59

07.07.11

0,11

2/8/10

HA

07.07.08

0,98

07.08.12

0,33

10.04.09

0,30

02.05.12

-0,82

21.08.08

-0,55

14.07.09

-0,35

24.05.11

-0,80

27.05.13

-1,25

13.07.11

0,16

02.05.12

0,66

02.10.06

-0,72

29.05.08

0,48

03.08.06

0,18

18.04.07

0,06

23.06.09

-0,24

2/anal/izda/22

MI

3/10/22

MA

3/16/20

HI

3/21/22

HI

3/5/15

HA

3/5/18

MI

3/5/18

MI

22.09.08

-0,22


20

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1)

Foto J. Domínguez, A. Villarán

Figura 4: Adulto de P. costata sobre el espaldar de un ejemplar de M. leprosa.

de distribución holártica (Kutschera, 2004), que es considerada la sanguijuela más común en las aguas dulces de la península ibérica (García-Mas et al.,1990, 2008). El género Helobdella está ampliamente extendido y parasita habitualmente a invertebrados (Siddall et al., 2005), aunque puede alimentarse de fluidos corporales de vertebrados acuáticos (Marrone et al., 2016). En Europa, la sanguijuela P. costata ha sido detectada como parásito habitual del galápago europeo (Emys orbicularis), con el que comparte distribución geográfica original y expansión geográfica, y con el que parece haber coevolucionado (Siddall et al., 2005). No obstante, también puede parasitar otras especies de vertebrados, especialmente de aves y mamíferos (Sawyer, 1986). Se trata de una sanguijuela que vive en zonas amplias de aguas remansadas con un buen índice de calidad y baja concentración de fosfatos (Van Haaren et al., 2004); además de ser muy sensible a la concentración de metales pesados en los sedimentos (mercurio), así como a la profundidad (Suchanek et al., 1995). En algunas zonas de Europa ha sido detectada sobre Mauremys caspica (Yadollahvand & Kami, 2014) y en la península ibérica ha sido registrada recientemente asociada a M. leprosa (Domínguez, 2012; Romero et al., 2014). En algún caso, la pa-

rasitación sobre M. leprosa ha coincidido con la presencia en sangre del protozoo Haemogregarina stepanowi, si bien no se ha podido constatar la relación entre la sanguijuela y el protozoo (Fraysse, 2002). No obstante está comprobado que, en quelonios, la mayoría de los hemogregarinos son transmitidos por sanguijuelas (Javanbakht & Sharifi, 2014). La presencia de P. costata sobre M. leprosa resulta habitual y propia de un parásito adaptado a su hospedador. Los ejemplares parasitados y vueltos a recapturar indican que la coexistencia de ambas especies es factible, sin que parezcan producirse situaciones de desventaja irreversibles para el hospedador. Aunque esta especie de sanguijuela haya sido considerada como parásito exclusivo de E. orbicularis, citas recientes (Ayres & Alvarez, 2008; Romero et al., 2014), así como los resultados del presente trabajo, indican que M. leprosa constituye un hospedador igualmente utilizado, por lo que la ausencia de E. orbicularis de zonas en las que está presente M. leprosa no constituye un obstáculo para la presencia y expansión de P. costata. Aunque el hospedador habitual sea E. orbicularis, P. costata podría aprovechar como hospedador alternativo a M. leprosa cuando la densidad de su hospedador habitual sea muy baja (Romero et al., 2014) o en ausencia del mismo. El presente estudio pone de manifiesto una cierta plasticidad de P. costata en cuanto a la selección de hospedadores. Dado que en la zona no se ha registrado E. orbicularis quedaría por contrastar si, en presencia de ambas especies de galápagos, P. costata tiene preferencia por alguna de ellas o si se comporta como parásito oportunista. De los datos del presente estudio se concluye que M. leprosa es un hospedador habitual de P. costata, lejos de tratarse la parasitación por esta especie de un fenómeno ocasional. En el sur de la península ibérica la presencia de P. costata ha sido escasamente registrada y


Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1)

solo recientemente ha sido ligada a M. leprosa (Domínguez, 2012; Romero et al., 2014). Por otro lado, la presencia frecuente de las sanguijuelas del género Helobdella sobre el cuerpo de M. leprosa pone de manifiesto la diversidad de parásitos potenciales de esta especie, aspecto importante en el caso de poblaciones en riesgo, como son las ibéricas. Ese parasitismo de Helobdella sp. sobre M. leprosa podría ser aprovechado por este pequeño hirudíneo para desplazarse, evitar la depredación o alimentarse de fluidos corporales (Davy et al., 2009). Tanto en el caso de P. costata como en el de Helobdella sp., la constatación de su presencia recurrente como parásitos habituales de M. leprosa constituye una novedad en la literatura científica. Lo mismo

21

sucede con la detección de ambas sanguijuelas, de manera sincrónica, sobre un mismo ejemplar de galápago. Agradecimientos: A. Bielecki atendió amablemente nuestras solicitudes, analizó las muestras que le enviamos y respondió a nuestras preguntas con diligencia. Además, confirmó la determinación de P. costata y determinó el género Helobdella. Un revisor anónimo aportó valiosos comentarios y sugerencias que ayudaron a mejorar la versión inicial del manuscrito. Este trabajo ha podido realizarse gracias al permiso concedido por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para la captura y manejo de M. leprosa en la provincia de Málaga. En la realización de este estudio se han seguido todas las regulaciones y consideraciones éticas y legales para el manejo de fauna silvestre.

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22

Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1)

matics Evolution Research, doi: 10.1111/jzs.12117. Merino, S. 2013. Diseñados por la enfermedad: el papel del parasitismo en la evolución de los seres vivos. Ed. Síntesis. Madrid. Paperna, I. 1989. Developmental cycle of chelonian haemogregarines in leeches with extra-intestinal multiple sporozoite oocysts and a note on the blood stages in the chelonian hosts. Diseases and Aquatic Organisms, 7: 149:153. Reshke, N. 2009. Factors affecting leech parasitism on four turtle species in St. Lawrence Islands National Park. Ph. D. Thesis. University of Otawa. Ontario. Reyes-Prieto, M., Oceguera-Figueroa, A., Snell, S., Negredo, A., Barba, E., Fernández, L., Moya, A. & Latorre, A. 2013. DNA barcodes reveal the presence of the introduced freshwater leech Helobdella europaea in Spain. Mitochondrial DNA, 25: 387-393. Romero, D., Duarte, J., Narváez-Ledesma, L., Farfán, M.A. & Real, R. 2014. Presence of the leech Placobdella costata in the south of the Iberian Peninsula. Acta Parasitologica, 59: 259-262. Sawyer, R.T. 1986. Leech biology and behavior. Volume II. Feeding biology, ecology and systematic. Clarendon Press. Oxford.

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Depredación por parte de un escorpión de agua Nepa cinerea (Heteroptera: Nepomorpha) de un Alytes obstetricans almogavarii Josep F. Bisbal-Chinesta1,2*, Luis Albero3, David Candel4, Miguel Cervera5 & Carlos Ortega6 Unitat de Paleontologia, Institut de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES). Cl. Marcel•lí Domingo, s/n (Edifici W3). Campus Sescelades, 43007. Tarragona. España. C.e.: jbisbal@iphes.cat 2 Àrea de Prehistòria, Universitat Rovira i Virgili (URV). Avinguda de Catalunya, 35. 43002 Tarragona. España. 3 Cl. Pobla de Farnals, 13. 46021 València. España. 4 Asociación Gallipato Alcublano. Cl. Torreta de Miramar, 2-Esc. B-8ª. 46020 València. España. 5 Cl. Mayor, 21b. 46162 La Pobleta. Andilla. València. España. 6 Cl. Emigrant Valencià, 4. 46018 València. España. 1

Fecha de aceptación: 20 de enero de 2016. Key words: Nepa cinerea, Alytes obstetricans, Batrachochytrium dendrobatidis, chytridiomycosis, predation.

Diferentes grupos de invertebrados han sido descritos como grandes depredadores de puestas y larvas de anfibios (Miaud, 1993), si bien una vez los anfibios alcanzan la metamorfosis, su impacto depredatorio supuestamente decrece. No obstante, se han constatado casos de depredación de invertebrados sobre juveniles y adultos de urodelos y anuros, con la especial problemática de los ataques producidos por especies invasoras como el decápodo Procambarus clarkii (Bermejo, 2006; Fernández-Cardenete et al., 2013). Por lo que a los in-

sectos respecta, se ha documentado la depredación de anfibios adultos y juveniles por parte de especies pertenecientes a la familia de coleópteros acuáticos Dysticidae (Rosa et al., 2012; Romero et al., 2013), por larvas de odonatos (Torralba & Ortega, 1997) e incluso por parte de coleópteros terrestres de la familia Carabidae (Galán, 2007). En la presente nota se documenta la depredación de un juvenil de Alytes obstetricans almogavarii por parte de un escorpión de agua, un adulto de la especie de heteróptero acuático


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23 Fotos Josep F. Bisbal-Chinesta

Figura 1: Adulto de N. cinerea depredando un juvenil de A. obstetricans almogavarii en el Torrent de Can Maiols (Ripollès), el 18 de septiembre de 2016.

Nepa cinerea. La observación se documentó entre los municipios catalanes de Ripoll y Campdevànol, el 18 de septiembre de 2016 entre la 1:14 h y la 1:45 h (hora solar), a 723 msnm en el curso de agua del Torrent de Can Maiols (topónimo también atestiguado como “Moiols” o “Muiols”), situado en la cuadrícula UTM 1x1 km 31TDG3174. El individuo de N. cinerea sujetaba con sus pinzas prensoras delanteras el cuerpo de un juvenil de A. obstetricans almogavarii, mientras succionaba sus fluidos internos mediante la probóscide (nombre que recibe el aparato bucal especializado propio de los hemípteros con las mandíbulas y maxilas fundidas en un pico). El individuo de A. o. almogavarii presentaba múltiples regiones con hiperqueratinización del estrato córneo de

la piel (Figura 1), sintomatología asociada a la quitridiomicosis, enfermedad infecciosa causada por el hongo Batrachochytrium dendrobatidis (Bd; Nichols et al., 2001). Aunque no se ha confirmado que el individuo depredado estuviese realmente infectado por Bd, la reciente constatación en cuatro comarcas diferentes del territorio catalán de individuos de Pelophylax kl. grafi infectados sugiere una amplia distribución de esta especie de hongo (Bargalló et al., 2016). De confirmarse que el individuo estaba infectado, estaríamos ante un caso de depredación oportunista por parte del individuo de N. cinerea al aprovechar el mal estado físico del juvenil de A. o. almogavarii. Si bien el depredador varió su postura respecto al cuerpo de la presa, en todo mo-


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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1)

mento aplicó su aparato bucal en la zona ventral del anuro, posiblemente al ser la más expuesta del anfibio. Durante los 31 minutos que se prolongó la observación (Figura 1), el ejemplar de N. cinerea mantuvo su sifón respiratorio apical en contacto con la superficie del agua, lo que le permitía la captación directa de oxígeno del medio exterior, aunque durante los últimos seis minutos se sumergió completamente sin llegar a emerger a la superficie el tubo apical. La observación coincide con la táctica característica de depredación de N. cinerea, básicamente un cazador de emboscada que atrapa y consume sus presas mediante la pinza prensora formada por el fémur y la tibia del par anterior de extremidades (Hamilton, 1931; Gorb, 1995; Bakonyi et al., 2016). Nepa cinerea es un heteróptero acuático relativamente frecuente que se distribuye a lo largo de la región Paleártica (Polhemus, 1995), incluida la península ibérica (Jáimez-Cuellar et al., 2000). Ocupa gran diversidad de

ambientes acuáticos, que van desde canalizaciones de agua hasta las zonas lacustres marginales o cuevas de aguas sulfurosas (Nardi et al., 2002; Van de Meutter et al., 2005; Bakonyi et al., 2016), aunque mayoritariamente prefiere los riachuelos de escasa corriente con vegetación abundante (García-Avilés et al., 1996; Hufnagel et al., 1999), lo que es coincidente con el ambiente propio del Torrent de Can Maiols donde se produjo la observación descrita en la presente nota. Si bien se conoce desde hace décadas la depredación activa por parte de népidos sobre larvas de anfibios (Hoffman, 1930), en la bibliografía existente no aparecen citas de depredación de N. cinerea sobre anfibios en estadios post-larvarios. La presente cita contribuye a un mejor conocimiento de los depredadores de la especie Alytes obstetricans y, en general, de los anfibios en estadio post-larvario, puesto que hasta ahora la bibliografía está compuesta mayoritariamente por citas de depredación efectuadas principalmente por vertebrados.

Referencias Bakonyi, G., Peták, E., Erös, T. & Sály, P. 2016. Some morphological characteristics of the water scorpion Nepa cinerea (Heteroptera: Nepomorpha) ara associated with habitat type. Acta Zoologica Academiae Scientiarum Hungaricae, 62: 369-385. Bargalló, F., Martínez-Silvestre A. & Fernandez, D. 2016. Detección de Batrachochytrium dendrobatidis en anfibios asintomáticos de Cataluña. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 27: 88-91. Bermejo, A. 2006. Nuevos datos de agresiones de Procambarus clarkii sobre Pleurodeles waltl. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 17: 82-85. Fernández-Cardenete, J.R., Hernández-Gómez, J. & Benavides, J. 2013. Un caso de depredación de Procambarus clarkii sobre Pelophylax perezi no larvaria. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 24: 68-71. Galán, P. 2007. Chioglossa lusitanica (golden striped salamander). Predation. Herpetological Review, 38: 173-174. García-Avilés, J., Puig, M.A. & Soler, A.G. 1996. Distribution and associations of the aquatic Heteroptera of the Balearic Islands (Spain). Hydrobiologia, 324: 209-217. Gorb, S.N. 1995. Design of the predatory legs of water bugs (Hemiptera: Nepidae, Naucoridae, Notonectidae, Gerridae). Journal of Morphology, 223: 289-302.

Hamilton, M.A. 1931. The Morphology of the Water Scorpion. Nepa cinerea Linn. (Rhynchota. Heteroptera.). Proceedings of the Zoological Society of London, 101: 1067-1136. Hoffmann, W.E. 1925. Notes on the life history of Ranatra chinensis Mayr. Proceedings of the Natural History Society of Fukien Christian University, 3: 31-37. Hufnagel, L., Bakonyi, G. & Vásárhelyi, T. 1999. New approach for habitat characterization based on species lists of aquatic and semiaquatic bugs. Environmental Monitoring and Assessment, 58: 305-316. Jáimez-Cuellar, P., Luzón-Ortega, J.M. & Tierno, A. 2000. Contribución al conocimiento de los Hemípteros acuáticos (Insecta: Heteroptera) del Parque Natural de la Sierra de Huétor (Granada, España). Zoologica Baetica, 11: 115-126. Miaud, C. 1993. Predation on newt eggs (Triturus alpestris and T. helveticus): identification of predators and protective role of ovoposition behaviour. Journal of Zoology, 231: 575-581. Nardi, G., Di Russo, C. & Latella, L. 2002. Populations of Nepa cinerea (Heteroptera: Nepidae) from hypogean sulfurous water in the Lepini Mountains (Latium, Central Italy). Entomological News, 113:125-130.


Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1) Nichols, D.K., Lamirande, E.W., Pessier, A.P. & Longcore, J.E. 2001. Experimental transmission of cutaneous chytridiomycosis in dendrobatid frogs. Journal of Wildlife Diseases, 37: 1–11 Polhemus, J.T. 1995. Family Nepidae Latreille, 1802 – water scorpions, water stick insects. 14–18. In: Aukema, B. & Rieger, C. (eds.), Catalogue of the Heteroptera of the Palaearctic Region. Volume 1. Enicocephalomorpha, Dispocoromorpha, Nepomorpha, Gerromorpha and Leptopodomorpha. The Netherlands Entomological Society. Wageningen. Romero, D., Duarte, J., Farfán, M. & Real, R. 2013. Daños producidos a ejemplares de Triturus pygmaeus por escara-

25

bajos buceadores (Dytiscus spp.) Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 24: 35-37. Rosa, G.M., Laurentino, T. & Madeira, M. 2012. Field observation of foraging behavior by a group of adult diving beetles Agabus (Gaurodytes) bipustulatus preying on an adult Lissotriton boscai. Entomological Science, 15: 343-345. Torralba, A. & Ortega, M. 1998. Libélula comedora de ranas. Boletín de la Sociedad Entomológica Aragonesa, 21: 14. Van de Meutter, F., Stoks, R. & De Meester, L. 2005. The effect of turbidity state and microhabitat on macroinvertebrate assemblages: a pilot study of six shallow lakes. Hydrobiologia, 542: 379-390.

Coloración atípica en Hyla meridionalis en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema (Andalucía, Málaga) David Romero, Miguel Ángel Farfán, Jesús Duarte, Lucía Narváez & Raimundo Real Departamento de Biología Animal. Universidad de Málaga. 29071 Málaga. España. C.e.: davidrp_bio@hotmail.com

1

Fecha de aceptación: 24 de enero de 2016. Key words: pigmentary anomaly, juveniles, speck.

La ranita meridional (Hyla meridionalis) presenta una coloración variada. El color del dorso va desde verde claro a pardo o gris. A cada lado de la cabeza, una fina banda oscura recorre desde las narinas hasta los ojos, a partir de los cuales se continúa con mayor grosor cubriendo el tímpano y llegando hasta aproximadamente la zona axilar. El vientre es de color crema, amarillento o blanco con la garganta en ocasiones verdosa (Díaz-Paniagua, 1986). No obstante, se han observado indivi-

duos con coloración total o parcialmente azulada, algunos en localidades próximas a Barcelona, e incluso de llamativos tonos dorados (Barbadillo et al., 1999). Además, algunos autores han descrito la presencia de manchas o motas oscuras dispersas por el dorso en algunas localidades: de forma esporádica, en ejemplares de Granada y Jaén (Fernández-Cardenete et al., 2004); o de la península tingitana en el norte de África (Talavera et al., 2015), entre otros; y frecuentemente, en ejemplares de Doñana (Díaz-Paniagua

Figura 1: Hyla mediridionalis de coloración atípica en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema.

Foto D avid Rom ero


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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1)

et al., 2005);

y en ejemplares adultos de las islas Canarias (Salvador, 1985). Durante distintas prospecciones llevadas a cabo en Junio de 2011 y 2013, en el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, entre los términos municipales de Montejaque, Benaoján y Cortes de la Frontera (Málaga; UTM 30STF97; altitud media = 665 msnm), se detectaron algunos juveniles de H. meridionalis con una coloración atípica. Estos individuos presentaban los típicos patrones de color del dorso, de verde

claro a pardo o gris, con la peculiaridad de que varios ejemplares, independientemente del tono claro u oscuro, presentaron un moteado de puntos oscuros dispersos en la totalidad del dorso (Figura 1), lo que supone patrones similares a los citados. Concretamente fueron localizados en el borde de una laguna de carácter temporal, de 50 cm de profundidad máxima, inmersa en un bosque mediterráneo de alcornoque (Quercus suber) con quejigos (Quercus faginea) dispersos.

Referencias Barbadillo, L.J., Lacomba, J.I., Pérez-Mellado, V. & López-Jurado, L.F. 1999. Anfibios y reptiles de la península Ibérica, Baleares y Canarias. 133-135. In: Guía ilustrada para identificar y conocer todas las especies. Editorial Planeta. Barcelona. Díaz-Paniagua, C. 1986. La reproducción de Hyla meridionalis en el suroeste de España. Doñana, Acta Vertebrata, 13: 5-20. Díaz-Paniagua, C., Gómez-Rodríguez. C., Portheault, C. & de Vries, W. 2005. Ranita meridional. 143-153. In: Los anfibios de Doñana. Naturaleza y Parques Nacionales. Serie Técnica. Organismo Autónomo de Parques Nacionales. Ministerio de Medio Ambiente. Madrid.

Fernández-Cardenete, J.R., García-Cardenete L. & Escoriza, E. 2004. Fichas de fauna de la provincia de Granada. Anfibios y reptiles. <http://www.sierradebaza.org/> [Consulta: 24 enero 2017]. Salvador, 1985. Guía de campo de los anfibios y reptiles de la Península Ibérica, Islas Baleares y Canarias. Edición del autor. León. Talavera, A., Hinckley, A. & Sánchez, A. 2015. Anfibios y reptiles de Marruecos y Sahara Occidental. <http://blog.moroccoherps. com/la-costa-atlantica-el-rif-y-la-peninsula-tingitana/> [Consulta: 24 enero 2017].

Primera cita de depredación de Malpolon monspessulanus sobre Vipera latastei Manuel Meijide Cl. Felicidad, 85. 42190 Urb. Las Camaretas, Golmayo. Soria. España. C.e.: manuelmeijide@hotmail.com Fecha de aceptación: 31 de enero de 2017. Key words: Malpolon monspessulanus, Soria, predation, Vipera latastei.

La alimentación de Malpolon monspessulanus es bien conocida; su naturaleza eurífaga ha sido reseñada en numerosas publicaciones, aunque destaca de una forma porcentual elevada la depredación sobre lagartos y otras culebras, que en algunas zonas son prácticamente su dieta principal. El consumo de ofidios incluye casos de canibalismo (Franch & San Sebastián, 2013), además de ejemplares de

Hemorrhois hippocrepis, Macropotodon brevis, Rhinechis scalaris, Coronella sp. y Natrix maura (Pleguezuelos, 2014, 2017). Aunque Valverde (1967) intuía que Vipera latastei podría ser presa potencial de M. monspessulanus y Maluquer (1917) reseñaba que ésta era inmune a su veneno, no había constancia fidedigna de que se alimentase de ellas. Además, las diversas referencias bibliográficas analizadas


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sobre su dieta no han proporcionado datos relativos a tal depredación (Valverde, 1967; Díaz-Pania-

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Foto Javier de Miguel y Laura Hernández

gua, 1976; Vericad & Escarré, 1976; López-Jurado & Dos Santos, 1979; Monrós, 1997; Pleguezuelos, 2014, 2017),

por lo que esta nota constituiría el primer registro documentado del que se tiene conocimiento. El 19 de julio de 2015 sobre las 17:30h, con una temperatura superior a 30º C, y previamente a una tormenta veraniega, un grupo de personas realizando senderismo observó un ejemplar de M. monspessulanus, presumiblemente una hembra de unos 900 mm de longitud total, retorciéndose convulsivamente entre unas hierbas, habiendo capturado un ofidio que intentaba ingerir de forma ventral (Figura 1). La secuencia fue grabada en un teléfono móvil y posteriormente analizada en un ordenador, lo que permitió identificar el ofidio depredado como un ejemplar de V. latastei, de unos 400 mm de longitud total. La observación se produjo en Aldehuela de Ágreda, provincia de Soria (coordenadas: 41°49’N/-1°51’W), cerca de la fuente de las Canalejas, a escasos 2 km de un hayedo y a una altitud aproximada de 1.150 msnm. La localidad está situada en el piso supramediterráneo húmedo (Rivas-Martínez, 1982; Archilla, 1987), concretamente en una zona de transición entre un pinar de repoblación y un hayedo, en cuyo sotobosque aparecen algunos acebos. Esta observación sugiere la interacción agonística entre los dos ofidios, y podría contribuir a explicar la conexión entre la reciente colonización de M. monspessulanus y la rarificación de V. latastei. Particularmente, sospechamos que en algunos lugares del sur y del este de la provincia de Soria y del norte de la provincia de Guadalajara, las antaño abundantes o frecuentes poblaciones de V. latastei (Meijide et al., 1994) se están viendo mermadas o rarificadas, probablemente porque M. monspessulanus está ocupando los hábitats y lugares que aquéllas

Figura 1: Malpolon monspessulanus depredando sobre Vipera latastei el 15 de julio de 2015, en Aldehuela de Ágreda (Soria).

utilizaban, desplazándolas e incluso alimentándose de ellas, como hemos comprobado. Malpolon monspessulanus es una especie generalista, que ocupa hábitats muy variados (Segura et al., 2007). La suavización de las temperaturas está permitiendo que especies de distribución meridional en la península ibérica avancen terreno y se asienten en áreas donde antes eran muy infrecuentes (Moreno-Rueda et al., 2012; Pleguezuelos, 2015). En el caso de M. monspessulanus se ha comprobado un aumento del periodo de actividad y máxima altitud alcanzada (Moreno-Rueda et al., 2009), pruebas del efecto del cambio climático sobre los patrones de actividad de este ofidio. En la provincia de Soria los datos recogidos a lo largo de los últimos años, que se están utilizando para la revisión y actualización del atlas herpetológico provincial (Meijide et al., 1994), y tras comparar la distribución actual con respecto a la encontrada en 1994, se ha comprobado que herpetos tales como M. monspessulanus, Tarentola mauritanica y Pleurodeles waltl han ampliado significativamente su área de distribución. En el caso de V. latastei se ha detectado su rarificación en estas zonas, que no parecen haberse modificado en los últimos 20 años de una manera significativa por parte del hombre (están


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prácticamente deshabitadas y las labores del campo no han variado), por lo que la presión ejercida por M. monspessulanus puede encontrarse ligada a la desaparición de poblaciones de V. latastei en estas provincias.

Agradecimientos: A L. Hernández y J.M. Morales por enviarnos el video, a O. Arribas por su ayuda con la bibliografía, a J. Atance por sus observaciones en Guadalajara, a F. Martínez por los datos aportados y a la asociación AMAR Soria por su impulso para conservar estos animales.

Referencias Archilla, R. 1987. Características climáticas y agrícolas de la provincia de Soria. Publicaciones de la Excelentísima Diputación provincial de Soria. Díaz-Paniagua, C. 1976. Alimentación de la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus; Ophidia, Colubridae) en el S.O. de España. Doñana, Acta Vertebrata, 3: 113-127. Franch, M. & San Sebastián, O. 2013. A case of cannibalism by an extra large female of Malpolon monspessulanus (Montpellier snake) in the Iberian Peninsula. Herpetology Notes, 6: 379-380. López-Jurado, L.F. & Dos Santos, L. 1979. Datos complementarios sobre la alimentación de Malpolon monspessulanus. Doñana, Acta Vertebrata, 6: 119-120. Maluquer, J. 1917. Les serps de Catalunya. Musei Barcinonensis Scientiarum Naturalium Opera. Series zoologica. VII. Publicacions de la Junta de Ciéncies Naturals de Barcelona. Barcelona. Meijide, M.W., Meijide-Fuentes, F. & Arribas, O. 1994. Atlas herpetológico de la provincia de Soria. Revista Española de Herpetología, 8: 45-58. Monrós, J.S. 1997. El dominio vital y algunos aspectos de la ecología de la culebra bastarda Malpolon monspessulanus en los naranjales. Tesis doctoral. Universidad de Valencia. Moreno-Rueda, G., Pleguezuelos, J.M. & Alaminos, E. 2009. Climate warming and activity period extension in the Mediterranean snake Malpolon monspessulanus. Climatic Change, 92: 235-242. Moreno-Rueda, G, Pleguezuelos, J.M., Pizarro, M & Montori, A. 2012. Northward shifts of the distributions of Spanish

reptiles in association with climate change. Conservation Biology, 26: 278-283. Pleguezuelos, J.M. 2014. Malpolon monspessulanus (Hermann, 1804). 868-893. In: Salvador, A. (Coordinador), Reptiles, 2ª edición revisada y aumentada. Ramos, M.A. et al. (eds.), Fauna Ibérica, vol. 10. Museo Nacional de Ciencias Naturales. CSIC. Madrid. Pleguezuelos, J.M. 2015. Vulnerabilidad de los reptiles ibéricos al cambio climático. 143-151. In: Herrero, A & Zavala, M.A. (eds.), Los Bosques y la Biodiversidad frente al Cambio Climático: Impactos, Vulnerabilidad y Adaptación en España. Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Madrid. Pleguezuelos, J.M. 2017. Culebra bastarda - Malpolon monspessulanus. In: Salvador, A., Marco, A. (eds.), Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Museo Nacional de Ciencias Naturales. Madrid. <http://www.vertebradosibericos.org/> [Consulta: 27 enero 2017]. Rivas-Martínez, S. 1982. Étages bioclimatiques, secteurs chorologiques et séries de végétation de l´Espagne mediterranéenne. Ecología Mediterránea, 8: 275-288. Segura, C., Feriche, M., Pleguezuelos, J.M. & Santos, X. 2007. Specialist and generalist species for habitat use: implications for conservation assessment in snakes. Journal of Natural History, 41: 2765-2774. Valverde, J.A. 1967. Estructura de una comunidad de vertebrados terrestres. Monografías de la Estación Biológica de Doñana, 1: 1-218. Vericad, J.R. & Escarré, A. 1976. Datos de alimentación de ofidios en el Levante sur ibérico. Mediterránea, 1: 5-33.

Espermatóforo de Chioglossa lusitanica. Morfología y transferencia Pedro Galán Grupo de Investigación en Bioloxía Evolutiva (GIBE). Departamento de Bioloxía Animal, Bioloxía Vexetal e Ecoloxía. Facultade de Ciencias. Universidade da Coruña. Campus da Zapateira, s/n. 15071 A Coruña. España. C.e.: pgalan@udc.es Fecha de aceptación: 1 de febrero de 2017. Key words: Chioglossa lusitanica, Amphibians, reproduction, spermatophorous, amplexus, Galicia.

El amplexo de la salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica) fue descrito por Thorn (1966), aunque en su observación no registró

la deposición del espermatóforo y su transferencia. Este espermatóforo fue descrito por primera vez por Arnold (1987), quien además


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hizo una relación de su deposición y transferencia, comparando este comportamiento con el de la salamandra común (Salamandra salamandra). Estas observaciones fueron realizadas en ejemplares mantenidos en laboratorio (en el caso de C. lusitanica, un único amplexo completo observado). Fotos Pedro Galán

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En la descripción del espermatóforo de C. lusitanica, indica este autor que es un cono gradualmente ahusado (“is a gradually tapered cone”) de aproximadamente 5 mm de alto y 2 mm de diámetro en su base, y recubierto (tapado, “capped”) con una masa de esperma inferior a 1 mm de diámetro (Arnold, 1987). Este

a

b

c

d

e

f

Figura 1: a) Transferencia del espermatóforo: el macho, debajo de la hembra, con la cloaca dilatada, acaba de depositarlo en el sustrato y retira su cuerpo para que la hembra se lo introduzca. El espermatóforo se aprecia entre ambos individuos, detrás de la pata trasera izquierda de la hembra. b) Detalle del espermatóforo antes de que la hembra se lo introduzca. Se aprecia la capa blanca de esperma en su parte superior. Macho a la derecha y hembra en primer plano. c) Momento en que la hembra se introduce el espermatóforo en su cloaca. Se aprecia éste, con la parte superior ya introducida en la cloaca, detrás de la extremidad posterior derecha de la hembra. d) Detalle del momento en que la hembra se introduce el espermatóforo en su cloaca. Sólo introduce el extremo superior de éste, que porta el esperma. e) Espermatóforos de C. lusitanica, adheridos al sustrato, tras el amplexo, ya sin la capa de esperma. f ) Espermatóforos de C. lusitanica tras el amplexo, retirados del sustrato y fotografiados juntos sobre una hoja. La escala de la derecha es en milímetros. Se aprecia su aspecto de “gancho” aplanado.


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autor no añade más datos ni imágenes del espermatóforo. Todas las posteriores referencias al espermatóforo de este salamándrido se remiten a esta descripción original (Arntzen, 1999; Brizzi et al., 1999; García-París et al., 2004; Vences, 2015). Aunque el amplexo de C. lusitanica ha sido fotografiado con frecuencia (e.g., Vences, 1990, 2015), nunca lo han sido ni el espermatóforo ni los detalles de su transferencia. En la presente nota se aportan imágenes y se completa la descripción del espermatóforo y su transferencia, a partir de observaciones realizadas en ejemplares en libertad. La localización de la observación es una fuente de piedra y un lavadero anejo abandonado, alimentados por un pequeño arroyo donde, desde hace una década, venimos realizando observaciones del comportamiento de este anfibio (Galán, 2008). Esta fuente y arroyo se encuentran situados en el límite del Parque Natural de Corrubedo (Galán, 2006), en una vaguada orientada al noroeste del monte Castro da Cidade, en el lugar de Gude, parroquia de Artes, ayuntamiento de Ribeira, provincia de A Coruña (UTM 29T MH9913; a 40 msnm). Durante el otoño, después de anochecer, salen de las hendiduras y grietas de las piedras de la fuente y del interior de ésta un elevado número de C. lusitanica (hasta 23 adultos simultáneamente, activos en noches muy húmedas y templadas), lo que facilita la observación de su comportamiento. La deposición de los huevos se realiza en los muros interiores de la fuente, cubiertos de briófitos muy húmedos, y en el lavadero (Galán, 2007). Las observaciones se realizaron desde el final del verano hasta comienzos del otoño de 2016 (en períodos lluviosos, sin viento y con temperaturas del aire comprendidas entre los 10º y los 14ºC).

Se observaron en la zona de estudio numerosos amplexos de C. lusitanica entre septiembre y noviembre de 2016, la mayoría en el interior de la fuente de Gude o del lavadero abandonado, pero tres de ellos pudieron ser seguidos a muy corta distancia, ya que tuvieron lugar fuera de la fuente, sobre la repisa de piedra que la recubre. Esto nos permitió observar de cerca los detalles de la transferencia de los espermatóforos y poder examinar y medir éstos después del amplexo. Chioglossa lusitanica es muy esquiva y suele huir al ser enfocada por una linterna. Sin embargo, cuando el amplexo ha comenzado, los dos individuos se muestran indiferentes a la luz, continuando el amplexo y desarrollando todas las pautas de comportamiento a pesar de ser enfocados por una linterna o recibir los destellos del flash de la cámara fotográfica. Las pautas del amplexo y transferencia del espermatóforo de C. lusitanica observadas en libertad siguieron las descritas en Thorn (1966) y Arnold (1987). El amplexo, de tipo ventral (“Ventral amplexus, VA”, véase Houck & Arnold, 2003), se inicia después de una aproximación del macho a la hembra, que puede ir acompañado o no de una corta persecución. Durante un período más o menos largo (12-16 minutos desde su inicio en los amplexos completos seguidos), los ejemplares entrelazados se desplazan de forma errática sobre sustratos húmedos (roca granítica en nuestro caso). El macho se encuentra situado debajo de la hembra, sujetando con sus extremidades anteriores las de la hembra y con las cabezas unidas. Mueven la parte anterior de sus cuerpos alternativamente a derecha e izquierda, de forma ondulante. Tras este período, con los ejemplares igualmente entrelazados, se observa la deposición de espermatóforos. El macho, siempre debajo de la hembra, con la cloaca dilatada, tras de-


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positar un espermatóforo en el sustrato, retira su cuerpo para que la hembra se lo introduzca (Figura 1a). En este momento se pudo apreciar la capa blanca de esperma en la parte superior del espermatóforo, sólo visible a muy corta distancia (Figura 1b) y que únicamente cubre su extremo apical. Inmediatamente después, la hembra, arqueando ligeramente el cuerpo, introduce el espermatóforo en su cloaca. Sólo introduce el extremo superior de éste, que porta el esperma (Figuras 1c y d). Tras esto, la hembra retira el cuerpo y el espermatóforo (a veces en grupos de dos) permanece adherido al sustrato (Figura 1e). Los ejemplares siguen entrelazados, continuando el amplexo. El macho vuelve a situar todo su cuerpo debajo del de la hembra y se desplaza con ella encima, continuando los movimientos ondulantes de la parte anterior del cuerpo, con las cabezas unidas. Transcurrido un tiempo, pueden depositarse nuevos espermatóforos, repitiéndose el proceso, o bien los dos ejemplares se separan.

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Se pudieron medir ocho espermatóforos de C. lusitanica, una vez finalizados los amplexos (4, 2 y 2 respectivamente en los observados), con los siguientes resultados: Alto (media ± SE): 6,32 ± 0,234 mm. Rango de variación: 5,5 – 7,3 mm. Ancho en la base (media ± SE): 2,47 ± 0,198 mm. Rango de variación: 1,9 – 3,2 mm. Estas medidas son similares a las indicadas por Arnold (1987), sólo ligeramente superiores (“aproximadamente 5 mm de alto y 2 mm de diámetro en su base”). La principal diferencia es que la forma cónica descrita por este autor es en realidad relativamente aplanada, con un perfil triangular, como una lámina gelatinosa transparente con el extremo superior curvado y muy adherente en su base (Figuras 1e y f ). Agradecimientos: Las observaciones se realizaron con los permisos pertinentes de la Xunta de Galicia, Servizo de Conservación da Biodiversidade, clave 438/2016.

Referencias Arnold, S.J. 1987. The comparative ethology of courtship in salamandrid salamanders. 1. Salamandra and Chioglossa. Ethology, 74: 133-145. Arntzen, J.W. 1999. Chioglossa lusitanica Bocage, 1864 – Goldstreifensalamander. 301-321. In: Grossenbacher, K. G. & Thiesmeier, B. (eds.), Handbuch der Reptilien und Amphibien Europas. Vol. 4 (1): Urodela I. Aula-Verlag. Wiesbaden. Brizzi, R., Delfino, G., Rebelo, R. & Sever, D.M. 1999. Absence of dorsal glands in the cloaca of male Chioglossa lusitanica and the possible correlation with courtship mode. Journal of Herpetology, 33: 220-228. Galán, P. 2006. Guía dos anfibios e réptiles do Parque Natural do complexo dunar de Corrubedo e lagoas de Carregal e Vixán. Xunta de Galicia. A Coruña. Galán, P. 2007. Cartografía de la biodiversidad en el Parque Natural do complexo dunar de Corrubedo e lagoas de Carregal e Vixán: distribución y estatus de las poblaciones de anfibios y reptiles. Informe inédito. Xunta de Galicia. Galán, P. 2008. El comportamiento de giros rotacionales en el amplexus de la salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica). Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 19: 44-47.

García-París, M., Montori, A. & Herrero, P. 2004. Amphibia. Lissamphibia. In: Ramos, M.A., et al. (eds.), Fauna Ibérica. Vol. 24. Museo nacional de Ciencias Naturales. Madrid. Houck, L.D. & Arnold, S.J. 2003. Courtship and mating behavior. 383-424. In: Server, D.M. (ed), Reproductive Biology and Phylogeny of Urodela. Volume 1 of Series: Reproductive Biology and Phylogeny (Jamieson, B.G.M. ed. Serie). Science Publishers, Inc. Enfield, New Hampshire. Thorn, R. 1966. Observations sur l’accouplement chez le chioglosse portugais (Chioglossa lusitanica Bocage, 1864. Salamandridae). Archives de l’Institut Grand-Ducal de Luxembourg, Section des Sciences Naturelles, Physiques et Mathématiques (Nouvelle Série), 31: 165-167. Vences, M. 1990. Untersuchungen zur Ökologie, Ethologie und geographischen Variation von Chioglossa lusitanica Bocage, 1864. Salamandra, 26: 267-297. Vences, M. 2015. Salamandra rabilarga - Chioglossa lusitanica. In: Salvador, A. & Martínez-Solano, I. (eds.), Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Museo Nacional de Ciencias Naturales. Madrid. <http://www.vertebradosibericos.org/> [Consulta: 20 diciembre 2016].


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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1)

Un registro destacable de tamaño en Natrix astreptophora Pablo García-Antón, Alberto Sánchez-Vialas & Marta Calvo-Revuelta Colección de Herpetología. Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC). Cl. José Gutiérrez Abascal, 2. 28006. Madrid. España. C.e.: pablogarciaanton@gmail.com Fecha de aceptación: 19 de febrero de 2017. Key words: size record, Iberian Peninsula, Museo Nacional de Ciencias Naturales.

Las culebras del género Natrix forman un grupo monofilético comprendido por cuatro especies: Natrix maura (Linnaeus,1758), Natrix tessellata (Laurenti,1768), Natrix natrix (Linnaeus, 1758) y Natrix astreptophora (Seoane, 1884) (Pyron et al., 2013; Pokrant et al., 2016). La distribución del género Natrix abarca la mayor parte de la región paleártica, desde la región subártica en Escandinavia hasta el margen de los desiertos subtropicales en el norte de África (Bons & Geniez, 1996; Kreiner, 2007). Natrix natrix representa la especie de su género más ampliamente distribuida, a la vez que posee la mayor diversidad fenotípica, con 14 subespecies tradicionalmente reconocidas (Guicking et al., 2006; Kreiner, 2007), pero que en su mayoría no son concordantes con los datos moleculares (Fritz et al., 2012; Pokrant et al., 2016; Speybroeck et al., 2016). Recientemente las poblaciones de la península ibérica y del norte de África, asignadas tradicionalmente a la subespecie N. natrix astreptophora, han sido elevadas a rango específico (Pokrant et al., 2016). Este taxón iberomagrebí representa un linaje hermano de N. natrix, diferenciándose de éste por la siguiente combinación de caracteres: ojos con iris de color rojizo, bajo número de escamas ventrales (comprendido entre 156 y 166), así como diferencias del esqueleto craneal (e.g., cresta basiesfenoidea ausente o escasamente marcada) y pérdida de pigmentación del collar a los 2-3 años de edad (Pokrant et al., 2016). En cuanto a la longitud caudal, N. astreptophora

no se diferencia de la mayoría de subespecies de N. natrix, con un promedio del 21,1 % de la longitud total (véase Feriche et al., 1993; Pleguezuelos, 2016; Pokrant et al., 2016). Los mayores tamaños registrados de N. astreptophora para el norte de la península ibérica comprenden una longitud total de 1.190 mm en Galicia (Galán & Fernández-Arias, 1993) y 1.080 mm en Asturias (Braña, 1998). En el sureste ibérico la longitud hocico-cloaca alcanza los 900 mm (Feriche, 1998). En esta nota se reporta un notable caso de longitud en N. astreptophora, de un ejemplar conservado en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), Madrid. Debido a la rigidez característica de los ejemplares conservados en etanol, se tomaron las medidas mediante el uso de un hilo dispuesto en su plano ventral. El espécimen (MNCN 38597) (Figura 1a) había sido colectado en San Pablo de los Montes, Toledo (España) el 22-06-1980; probablemente fue encontrado muerto, debido a la presencia de huevos de díptero en su cavidad bucal y narinas. El ejemplar, de sexo hembra, presenta características del estado adulto de N. astreptophora por su robustez, gran tamaño y ausencia de collar nuco-occipital. Presenta 157 escamas ventrales y 19 filas de escamas dorsales en la mitad del cuerpo. La coloración dorsal es gris oliva y el vientre mayormente blanquecino en su mitad anterior del cuerpo, con manchas oscuras que van aumentando en tamaño en su mitad posterior. En el


Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1) Fotos Pablo García Antón

a

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b

Figura 1: a) Ejemplar de N. astreptophora (MNCN 38597) descrito en la nota. b) Detalle de la cola y última sección del cuerpo del mismo ejemplar en vista ventral.

dorso de la región posterior del cuerpo destaca una herida menor de 1cm2; así mismo, las últimas escamas ventrales se encuentran desgastadas en su porción posterior. La cola carece del extremo terminal, debido posiblemente a un evento de depredación (Figura 1b). La longitud hocico-cloaca del ejemplar es de 1.125 mm, con una anchura de la cabeza de 40 mm. La longitud de la cola se estimó en 300,8 mm, a partir del promedio conocido de la cola respecto a la longitud total en esta especie (21,1 %), debido a que se encontraba incompleta. Por consiguiente, la longitud total del ejemplar estimada fue de 1.425,8 mm, de manera que

el registro obtenido supone el mayor conocido para N. astreptophora. El medio de preservación en el que se encuentra el ejemplar pudo haber influido en la reducción de su longitud inicial (Reed, 2001; Vervust et al., 2009). Klauber (1943) muestra una reducción de longitud del 2,09 3,15 % en tres especies de ofidios tras su preservación en alcohol. Esto sugiere que el ejemplar estudiado pudo haber alcanzado en vida una mayor longitud, superando los 1.425,8 mm. Agradecimientos: Agradecemos a A. Gosá sus comentarios y aportaciones que han ayudado a mejorar el manuscrito.

Referencias Bons, J. & Geniez, P. 1996. Anfibios y Reptiles de Marruecos (Incluido Sahara Occidental). Atlas Biogeográfico. Asociación Herpetológica Española. Barcelona. Braña, F. 1998. Natrix natrix (Linnaeus, (1758). 454-466. In: Salvador, A. (coord.), Reptiles. Ramos, M.A. et al. (eds.), Fauna Ibérica, vol. 10. Museo Nacional de Ciencias Naturales. CSIC. Madrid. Feriche, M. 1998. Ecología de la reproducción en colúbridos del sureste de la Península Ibérica. Tesis doctoral. Universidad de Granada. Granada. Feriche, M., Pleguezuelos, J.M. & Cerro, A. 1993. Sexual dimorphism and sexing of mediterranean Colubrids based on external characteristics. Journal of Herpetology, 27: 357-362. Fritz, U., Corti, C. & Päckert, M. 2012. Mitochondrial DNA sequences suggest unexpected phylogenetic position of Corso-Sardinian grass snakes (Natrix cetti) and do not support their species status, with notes on phylogeography and subs-

pecies delineation of grass snakes. Organisms Diversity & Evolution, 12: 71-80. Galán, P. & Fernández Arias, G. 1993. Anfibios e Réptiles de Galicia. Xerais. Lugo, España. Guicking, D., Lawson, R., Joger, U. & Wink, M. 2006. Evolution and phylogeny of the genus Natrix (Serpentes: Colubridae). Biological Journal of the Linnean Society, 87: 127-143. Klauber, L.M. 1943. Tail-length differences in snakes with notes on sexual dimorphism and the coefficient of divergence. Bulletins of the Zoological Society of San Diego, 18: 1-60. Kreiner, G. 2007. The Snakes of Europe. Edition Chimaira. Frankfurt am Main. Pleguezuelos, J.M. 2016. Culebra de collar mediterránea – Natrix astreptophora. In: Salvador, A., Marco, A. (eds.), Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Museo Nacional de Ciencias Naturales. Madrid. <http://www.vertebradosibericos. org/> [Consulta: 16 febrero 2017].


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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1)

Pokrant, F., Kindler, C., Ivanov, M., Cheylan, M., Geniez, P., Böhme, W. & Fritz, U. 2016. Integrative taxonomy provides evidence for the species status of the Ibero-Maghrebian grass snake Natrix astreptophora. Biological Journal of the Linnean Society, 118: 873-888. Pyron, R.A., Burbrink, F.T. & Wiens, J.J. 2013. A phylogeny and revised classification of Squamata, including 4161 species of lizards and snakes. BMC Evolutionary Biology, 13: 93.

Reed, R.N. 2001. Effects of museum preservation techniques on length and mass of snakes. Amphibia-Reptilia, 22: 488-491. Speybroeck, J., Beukema, W., Bok, B. & Van Der Voort, J. 2016. Field Guide to the Amphibians and Reptiles of Britain and Europe. Bloomsbury. London/New York. Vervust, B., Van Dongen, S. & Van Damme, R. 2009. The effect of preservation on lizard morphometrics –an experimental study. Amphibia-Reptilia, 30: 321-329.

First report of leech predation on Pleurodeles nebulosus (Guichenot, 1850) in Kabylia, Algeria Khaled Merabet, Abdelhak Dahmana, Mokrane Karar & Aissa Moali Laboratoire de recherche en Ecologie et Environnement, Faculté des Sciences de la Nature et de la Vie, Université de Bejaia, 06000 Bejaia, Algeria. C.e. : kaled.merabet@gmail.com Fecha de aceptación: 8 de febrero de 2017. Key words: Kabylia, Algerian ribbed newt.

Resumen: En la presente nota se describe un caso de parasitismo del hirudíneo Hirudo troctina

sobre el urodelo Pleurodeles nebulosus en Kabylia. In Algeria, the Algerian newt, Pleurodeles nebulosus (Guichenot, 1850), is present in humid, sub-humid and semi-arid Mediterranean areas but absent from the northwestern region (Mateo et al., 2013). The distribution map for P. nebulosus largely follows the map presented in Veith et al. (2004). Recently, new studies provided some valuable data on the ecology and reproduction of P. nebulosus in Algeria (e.g., Ben Hassine & Escoriza, 2014; Escoriza & Ben Hassine, 2015; Merabet et al., 2016). The continuing decline in the extent and quality of amphibians’ habitat are the main cause of amphibian populations decline in the Maghreb (e.g., Samraoui et al., 2012). Between other minor threats, intensive leech predation has been reported as a potential cause for local population decline (Beukema & Philip de Pous, 2011). Predation of leeches upon P. nebulosus is a known and already reported phenomenon from Tunisia (Ben Hassine et al., 2013). However, is not yet well understood if this predation is a common phenomenon and can have a

negative effect on amphibian populations. In Algeria, based on the existing literature, Billet (1904) was the first to mention leech predation on populations of Pelophylax saharicus (Boulenger, 1913), who related the presence of the leech with anuran trypanosomiasis. With this note, we wish to draw attention to one particular parasite, Hirudo troctina (Johnson, 1816) which may be a locally important source of mortality for P. nebulosus in Kabylia. While conducting a survey in Kabylia (Chemini) on 14 March 2016, we made several observations of dead individuals of P. nebulosus (Figure 1a) near a large permanent pound situated at 1600 masl (36°37’41.406”N, 4°.34’4.705”E) (Figure 1b). In the visited site we found 10 dead animals and many others suffering from leech predation by H. troctina (Figure1c). After a through exploration of the water body we found a lot of leeches attacking especially P. nebulosus and no other amphibians.


Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1) Photos Khaled Merabet

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c

Figure 1: a) Dead individual of P. nebulosus in Chemini. b) The visited site in Chemini (Kabylia). c) Predation by H. troctina on P. nebulosus in Chemini (Kabylia). Figura 1: a) Ejemplar de P. nebulosus muerto en Chemini. b) El lugar visitado en Chemini (Kabylia). c) Depredación de P. nebulosus por H. troctina en Chemini (Kabylia).

In conclusion, we propose that punctual predation episodes by freshwater leeches (H. troctina) in the reported site can cause many deaths in P. nebulosus populations at the local scale. This ob-

servation should be taken seriously to measure if these attacks by leeches have effects on local population dynamics, and a strict study is needed to know if it is affecting other P. nebulosus populations.

References Ben Hassine, J. & Escoriza, D. 2014. New ecological data on the family Salamandridae in the Maghreb. Herpetological Review, 45:193–200. Ben Hassine, J., Kassabi, A. & Nouira, S. 2013. Pleurodeles nebulosus (Guichenot, 1850) en Tunisie: répartition, habitat, reproduction et statut. Bulletin de la Société Herpétologique de France, 144: 51-66. Beukema, W. & Pous, P. 2010. Exceptional leech predation on Amietophrynus mauritanicus (Anura, Bufonidae) in Tunisia. Herpetology Notes, 3: 289-290. Billet, A. 1904. Culture d’un Trypanosome de la grenouille chez une hirudinee; relation ontogénique possible de ce Trypanosome avec un Hemogregarine. Comptes rendus de l’ Académie des Sciences, 137: 574-76. Escoriza, D. & Ben Hassine, J. 2015. Niche Partitioning at Local and Regional Scale in the North African Salamandridae. Journal of Herpetology, 49: 276-283. Mateo, J.A., Geniez, P. & Pether, J. 2013. Diversity and conservation of Algerian amphibian assemblages. 51-84. In:

Busack, S. & Heatwole, H. (eds.), Amphibian Biology. Volume 11. Status of Conservation and Decline of Amphibians: Eastern Hemisphere Part 2. Asociación Herpetológica Española. Madrid. Merabet, K., Dahmana, A., Karar, M. & Moali, A. 2016. New occurrence record of the Algerian ribbed newt Pleurodeles nebulosus (Guichenot, 1850) in Algeria. Herpetological Bulletin, 137: 43. Samraoui, B., Samraoui, F., Benslimane, N., Alfarhan, A. & Al-Rasheid, K.A.S. 2012. A precipitous decline of the Algerian newt Pleurodeles poireti (Gervais, 1835) and other changes in the status of amphibians of Numidia, north-eastern Algeria. Revue d’Écologie (Terre & Vie), 67: 71-81. Veith, M., Mayer, C., Samraoui, B., Donaire Barroso, D. & Bogaerts, S. 2004. From Europe to Africa and vice versa: evidence for multiple intercontinental dispersal in ribbed salamanders (genus Pleurodeles). Journal of Biogeography, 31: 159-171.


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A record of thanatosis behaviour in Coronella girondica (Reptilia: Colubridae) Arancha de Castro-Expósito1, Francisco Guerrero1,2 & Enrique García-Muñoz1,3,4,* Departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología. Universidad de Jaén. Campus de las Lagunillas, s/n. 23071 Jaén. Spain. C.e.: engamu@gmail.com 2 Centro de Estudios Avanzados en Ciencias de la Tierra (CEACTierra). Universidad de Jaén. Campus de las Lagunillas, s/n. 23071 Jaén. Spain. 3 CESAM, Centro de Estúdios de Ambiente o do Mar. Universidade de Aveiro, Campus Universitário de Santiago. 3810-193 Aveiro. Portugal. 4 CIBIO, Centro de Investigação em Biodiversidade e Recursos Genéticos. Universidade do Porto, Campus Agrário de Vairão. 4485661 Vairão. Portugal. 1

Fecha de aceptación: 1 de marzo de 2017. Key words: death feigning, Mediterranean climate, Spain.

Resumen: La tanatosis o fingimiento de la muerte es un comportamiento de defensa que ha

sido previamente descrito en muchas especies. Este es el primer registro de comportamiento de tanatosis en la especie de ofidio Coronella girondica. Dicha observación ha sido realizada en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, en el sur de España. Thanatosis or tonic immobility is a defence behaviour that appears in some reptile and amphibian species (Gehlbach, 1970; Toledo et al., 2011). This behaviour is characterized by the fact that the individual becomes totally flaccid, sometimes the tongue is left outside with the mouth half open, the pupils are turned towards the edge of the eye, and the body becomes partially or totally reversed (Kreiner, 2007). It is considered as a secondary defence mechanism and it requires the previous predator’s stimulus to appear, thus reducing the success of the attack. Thanatosis has been reported in some Iberian species of reptiles such as the common wall lizard (Podarcis muralis) or the western Iberian sand lizard (Psammodromus occidentalis) (Fernández-Guiberteau & Carrero, 2016); as well as in snakes, such as the viperine snake (Natrix maura), the Montpellier snake (Malpolon monspessulanus), the Aesculapian snake (Zamenis longissimus) or the smooth snake (Coronella austriaca) (Jelic & Vilaj, 2011; Iftime & Iftime, 2014; Sannolo et al., 2014; Fernández-Guiberteau & Carrero, 2016).

This paper presents the first record of thanatosis to our knowledge for the southern smooth snake (Coronella girondica); this being the first graphic evidence for this species (Figure 1). The specimen of C. girondica with tonic immobility behaviour was located on May 27 2016 in Siles (Jaén province- south of Spain), in the Natural Park of Sierras de Cazorla, Segura and Las Villas, near a pond (30S x: 543169; y: 4249467; 1280 masl). Photo A. de Castro-Expósito

Figure 1: Behaviour of feigning death recorded in C. girondica. Photograph show the supination of the body. Figura 1: Comportamiento de muerte fingida registrado en C. girondica. La fotografía muestra la supinación del cuerpo.


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Table 1: Comparison of the response found in C. girondica with other European snake species (data extracted from Gregory et al., 2007; Gregory, 2008; Jelic & Vilaj, 2011; Iftime & Iftime, 2014). Malpolon monspessulanus is not included in this table because Sanolo et al. (2014) only mention that this snake remained flaccid and in an apparent death condition. Tabla 1: Comparación de la respuesta encontrada en C. girondica con otras especies de ofidios europeas (datos extraídos de Gregory et al., 2007; Gregory, 2008; Jelic & Vilaj, 2011; Iftime & Iftime, 2014). No se incluye a Malpolon monspessulanus en esta tabla porque Sanolo et al. (2014) sólo mencionan que esta serpiente permaneció flácida y en una condición de muerte aparente. Natrix tessellata

Natrix maura

Zamenis longissimus

Coronella girondica

Coronella austriaca

Natrix natrix

Supination

X

X

X

X

X

X

Mouth gaping

--

--

X

Sometimes

--

--

Tongue hanging free

--

--

X

Sometimes

--

--

Defecation

--

--

X

X

--

--

Pupil moved to the edge

X

X

X

X

X

--

Malodorous cloacal fluid

--

--

--

--

X

X

Conducts/Species

Location

Sierra Cazorla (Spain)

Poštak mountains (Croatia)

Poštak mountains (Croatia)

The study individual was found under a rock, and when the rock was turned the individual started this behaviour. In order to get the correct identification of the individual (possible confusion with C. austriaca), the snake was hand captured. The snake showed no apparent wounds and after a few seconds of manipulation, the individual started the tonic immobility. The thanatosis behaviour of this individual of C. girondica was characterized by the presence of supination and pupil moved to the edge, the two most common traits registered in snakes in which thanatosis has appeared (Table 1). After the correct species recognition, the snake was released in the same rock where it was found and after few seconds (was not measured but around 30 seconds), the individual started its normal behaviour and hid again in the same refuge where it was found.

Poštak mountains (Croatia)

Osona (Spain)

South Bohemia (Czech Republic)

Thanatosis behaviour has been characterized in the bibliography by the presence of six different conducts (Table 1). Iberian species in which this behaviour has been recorded showed from two to five of these conducts. In this sense, both species of the genus Coronella showed the same conducts, with supination and pupils moved to the edge (Jelic & Vilaj, 2011; this study). Zamenis longissimus also showed two conducts, with supination and release of malodorous cloacal fluid (Iftime & Iftime, 2014). However, the more complex behaviour is registered in the species of the genus Natrix, which, besides the above mentioned conducts, also showed mouth gaping, tongue hanging free and defecation (Gregory et al., 2007; Gregory, 2008; Jelic & Vilaj, 2011; see Table 1). It would be interesting to gather more data about this behaviour in order to increment the knowledge of the intrinsic and extrinsic factors


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that influence the expression of defensive behaviour (Durso & Mullin, 2013) and to be able to extract the phylogenetic inertia that could be present in the evolution of the feigned death behaviour.

Acknowledgements: Our thanks to Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía for permissions (Ref. PNSCSV/061/CV/16) to sampling reptiles in wetlands of the Alto Guadalquivir (Jaén province, south of Spain).

References Durso, A.M. & Mullin, S.J. 2013. Intrinsic and extrinsic factors influence expression of defensive behaviour in plains hog-nosed snakes (Heterodon nasicus). Ethology, 119: 1-9. Fernández-Guiberteau, D. & Carrero, F. 2016. Tanatosis en lagartija roquera (Podarcis muralis), lagartija occidental ibérica (Psammodromus occidentalis) y culebra viperina (Natrix maura). Butlletí de la Societat Catalana d’Herpetologia, 23: 93-96. Gehlbach, R.F. 1970. Death-feigning and erratic behavior in Leptotyphlopid, Colubrid and Elapid snakes. Herpetology, 26: 24-34. Gregory, T.P. 2008. Bluffing and waiting: handling effects and post-release immobility in a death-deigning snake (Natrix natrix). Ethology, 114: 768-774. Gregory, T.P., Isaac, A.L. & Greffiths, A.R. 2007. Death feigning by Grass Snakes (Natrix natrix) in response to

handling by human “predators”. Journal of Comparative Psychology, 121: 123-129. Iftime, A. & Iftime, O. 2014. Thanatosis and autohaemorrhaging in the Aesculapian snake Zamenis longissimus (Laurenti, 1768). Herpetozoa, 26: 173-174. Jelic, D. & Vilaj, I. 2011. Remarks on death feigning in Coronella austriaca (Laurenti, 1768), Natrix natrix (Laurenti, 1768) and Natrix tessellata (Laurenti, 1768). Hyla, 2: 31-33. Kreiner, G. 2007. The snakes of Europe. All species from west of the Caucasus Mountains. Edition Chimaira. Frankfurt am Main. Sannolo, M., Gatti, F. & Scali, S. 2014. First record of thanatosis behaviour in Malpolon monspessulanus (Squamata: colubridae). Herpetology Notes, 7: 323. Toledo, L.F., Sazima, I. & Haddad, C.F.B. 2011. Behavioural defences of anurans: an overview. Ethology Ecology and Evolution, 23: 1-25.

Actividad trepadora de salamándridos ibéricos Alberto Gosá1, Iosu Antón2, Ana Baquero3 & Edorta Belzunegi4 Departamento de Herpetología, Sociedad de Ciencias Aranzadi. Cl. Zorroagagaina, 11. 20014 San Sebastián. España. C.e.: agosa@aranzadi.eus Cl. Petra Machín, 7. 31450 Navascués. Navarra. España. 3 Casa forestal, s/n. 50682 Sigüés. Zaragoza. España. 4 Cl. Moisés Barado, 1. 2º B. 31620 Uharte. Navarra. España. 1 2

Fecha de aceptación: 20 de marzo de 2017. Key words: climbing behaviour, Salamandra salamandra, Triturus marmoratus, Lissotriton helveticus, Zaragoza, Navarra.

La capacidad trepadora de anfibios ibéricos desprovistos de dispositivos morfológicos que faculten para esta actividad ha sido consignada tanto en superficies verticales rocosas o de productos artificiales (e.g., hormigón) en albercas, abrevaderos y otros depósitos como sobre plantas (arbustos y árboles). Las especies habitualmente observadas han sido anuros tales como Alytes obstetricans, Alytes muletensis, Pelodytes punctatus, Bufo spinosus, Rana temporaria o Epidalea calamita (Salvador & García-París, 2001; Román, 2002; Gosá, 2003; Evangelio-Pinach, 2013). Sin embargo, la

actividad trepadora de salamándridos es casi desconocida, y en las especies ibéricas se reduce a la practicada por Chioglossa lusitanica, especie cuyo hábitat más frecuentado se sustenta en desniveles pronunciados del terreno, y que ha sido vista trepando sobre helechos y zarzas hasta una altura máxima de 50 cm sobre el suelo (Martínez-Solano & García-París, 2000), así como en taludes rocosos con pendientes verticales y abundantes fisuras (Galán, 2012). En la presente nota se recogen observaciones al respecto en tres de las especies de salamándridos ibéricos, siendo dos de ellas de


Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1) Foto Alberto Gosá

Figura 1: Tres adultos de S. salamandra trepando en el canal de Ollín (Ezkurra, Navarra), el 9 de abril de 2011.

las de mayor tamaño: Salamandra salamandra, Triturus marmoratus y Lissotriton helveticus, de las que se desconocía hasta el momento su capacidad trepadora, o al menos no se disponía de datos publicados, salvo algún estudio comparativo entre S. salamandra y C. lusitanica sobre el uso

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del microhábitat del suelo, que revela la preferencia de la primera por los suelos llanos y su dificultad para trepar por superficies de gran pendiente, dados su gran tamaño y robustez (Galán, 2012). En el trascurso de un censo de anfibios caídos en el canal hidroeléctrico de Ollín (Ezkurra, Navarra; coordenadas: 30T 594384 E; 4777023 N; 329 msnm), realizado en abril de 2011, se calcularon densidades de S. salamandra en su interior, comprendidas entre 1,25 y 4,23 individuos / 100 m de canal. El 9 de abril de 2011 se observaron tres adultos intentando salir del mismo por el diedro formado por la pared del canal y una de las esclusas metálicas (Figura 1), a 5-25 cm sobre el nivel del agua, aprovechando algunos de ellos un estrecho hueco formado por la pared del canal y la esclusa. De este mismo canal se tienen observaciones más antiguas de dicha especie en actitud trepadora (primavera de 2004), también utilizando como soporte el ángulo formado por la pared del canal y la esclusa (M.M. Elósegui, Servicio de Medio Natural, Gobierno de Navarra, comunicación personal) y remontando hasta una altura de 50 cm sobre el nivel del agua. De T. marmoratus encaramaFoto Edorta Belzunegi

Figura 2: Ejemplar de Q. humilis donde se observó un adulto de T. marmoratus el 11 de octubre de 2015, en Olóriz (Navarra), y posición que éste ocupaba (flecha).


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dos a árboles se dispone de dos observaciones. La primera corresponde a un macho adulto (LCC = 64mm), obtenida el 28 de noviembre de 2012 en una oquedad de un nudo de poda de un ejemplar joven de plátano de sombra (Platanus orientalis var. acerifolia) a unos 3 m sobre el suelo, en el casco urbano de Sigüés (Zaragoza; coordenadas: 30T 662973 E; 4721702 N; 522 msnm). La segunda observación fue de un juvenil (LCC = 42 mm) el 11 de octubre de 2015, en una gran oquedad de un roble pubescente (Quercus humilis) añoso a 2,5 m sobre el suelo (Figura 2), en un rodal de robledal aclarado en pastizal montano (Olóriz, Navarra; coordenadas: 30T 617775 E; 4724318 N; 900 msnm). En ninguno de los dos casos los animales mostraron algún tipo de actividad, permaneciendo en actitud de reposo en sus respectivas oquedades al ser descubiertos. Por último, el 13 de agosto de 2013 se pudo observar el desplazamiento y conducta trepadora de un adulto de L. helveticus, también en la localidad de Sigüés (Zaragoza; coordenadas: 30T 662795 E; 4721618 N; 506 msnm). A las 13:50 horas el animal abandonaba el lavadero del pueblo, un depósito de paredes hormigonadas repleto de agua en agosto, atravesando un camino para poder acceder a un nogal (Juglans regia) situado frente al mismo. La distancia recorrida entre el lavadero y el árbol fue de unos 11 m, y el tiempo invertido en la secuencia completa, realizada lentamente pero sin interrupciones, fue de unos 10 minutos. Para ello tuvo que salir del lavadero y sobrepasar cuatro pequeños escalones que lo separaban del camino, para después atravesarlo y acceder directamente al árbol, trepando posteriormente a él por las hendiduras de la corteza hasta una altura aproximada de 1,40 m. El observador (A. Baquero) tuvo que ausentarse entonces del lugar, por lo que

no pudo completar la observación de la conducta posterior del individuo. Las condiciones meteorológicas del día en que se realizó la observación fueron de cielo despejado y temperatura máxima de 25 ºC. Contrariamente a los pletodóntidos, que disponen de modificaciones membranosas en tarsos y carpos (Wake, 1966; Alberch, 1981) que les permiten trepar, los salamándridos no presentan dispositivos a tal fin. Se ha interpretado que la adhesividad ventral de C. lusitanica al sustrato no es suficiente para facilitar su desplazamiento por las finas ramas de los arbustos en los que ha sido vista trepando (Martínez-Solano & García-París, 2000). Necesitaría, por tanto, de otras cualidades adicionales, como una longitud extraordinaria de la cola y una constitución esbelta que le permitirían desarrollar este tipo de actividad en lo que se ha considerado como una convergencia comportamental con los pletodóntidos (Arntzen, 1994; Martínez-Solano & García-París, 2000). De hecho, C. lusitanica es capaz de trepar por superficies rocosas de granito y esquisto con pendientes superiores a 70-80º utilizando la cola como punto de apoyo (Galán, 2016). Por el contrario, ninguna de las especies contempladas en esta nota presenta estas cualidades, por lo que su capacidad trepadora deberá tener otro fundamento. La capacidad de agarre en los dedos a superficies rugosas podría permitirles realizar desplazamientos como los observados, aún cuando sus dimensiones y peso pudieran en algunos casos resultar poco apropiados para la actividad trepadora. Los ejemplares de S. salamandra observados acuden a reproducirse en el canal de Ollín o caen en él accidentalmente. Una parte de la población perecerá ahogada en sus aguas (A. Gosá, datos no publicados), pero otra probablemente sea capaz de escapar al exterior trepando por las zonas más apropiadas de las paredes del canal. El diedro, en ángulo de


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90º, que forman éstas y las esclusas podría ser una de ellas. El individuo juvenil de T. marmoratus de Olóriz fue capaz de remontar hasta 2,5 m en vertical por la corteza de un Q. humilis con tronco de gran diámetro, probablemente agarrándose a sus profundas hendiduras, como ya se ha comprobado en anuros de gran tamaño, como Bufo spinosus (Gosá, 2003), en cortezas de morfología parecida, como las de roble pedunculado (Quercus robur). A unos 400 m de distancia del roble de Olóriz existe un humedal con potencialidad para la reproducción de la especie (I. Antón, datos no publicados). Por su parte, el acceso del T. marmoratus de Sigüés al nudo del tronco de P. orientalis resulta más difícil de explicar. Cada verano la corteza de esta especie presenta exfoliaciones del ritidoma escamoso (Font Quer, 1982), produciendo láminas de tejido muerto que terminan por desprenderse del tronco, y que en el caso descrito podrían haber facilitado el agarre y desplazamiento en vertical del tritón. Sin embargo, el árbol sobre el que éste fue avistado presentaba, en general, exfoliaciones no desprendidas de la corteza, si bien el resalte de sus bordes pudo haber facilitado la acción de agarre de los dedos del individuo para trepar por ella. Por otra parte, sorprende la capacidad del animal para acceder a un árbol aislado y situado en pleno casco urbano de Sigüés. El humedal más cercano a la localidad, con potencialidad para acoger la reproducción de la especie, es un canal de regadío de aguas casi estancas situado a unos 60 m de distancia (I. Antón, datos no publicados). La coincidencia de las dos observaciones en el periodo otoñal, previo a la entrada en el agua para efectuar la reproducción —en Navarra ésta puede iniciarse en enero (Gosá & Bergerandi, 1994)—, permite albergar sospechas de que las oquedades de algunos árboles pueden constituir refugios invernales seguros para ciertas es-

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pecies ibéricas de urodelos. La observación de esta conducta en tritones de edades diferentes en árboles de dos especies en fases vitales también diferentes, que presentan morfologías de la corteza muy diferenciadas, podría hacernos sospechar que este tipo de conducta tenga una incidencia mayor de la esperable en esta familia de anfibios. Por su parte, la observación de L. helveticus aporta información para un periodo diferente, coincidente con el abandono del agua para llevar a cabo su fase terrestre estival, posterior a la reproducción. Sin embargo, el acceso a un árbol aislado, coincidente con la conducta del T. marmoratus de la misma localidad de Sigüés, podría revelar un comportamiento más generalizado en diferentes especies de tritones, pudiéndose interpretar que los árboles pueden constituir un refugio seguro para estas especies en su fase terrestre. La observación en años posteriores de esta conducta en los mismos árboles de esta localidad podría aportar datos interesantes sobre el uso de estos elementos aislados como refugio, y de su reconocimiento como tal por los tritones. La instalación de dispositivos de escape en depósitos artificiales (abrevaderos, pilones, albercas) es una práctica común en la gestión de poblaciones de anfibios. La observación realizada en el canal de Ollín refuerza la idea de que dicha instalación también puede ser aplicable en estructuras de agua corriente, de la que podrían beneficiarse especies de urodelos de tamaño relativamente grande. Sin embargo, especies de pequeño tamaño, como L. helveticus, pueden mostrar cierta capacidad para trepar por paredes verticales de superficie lisa o escasamente rugosa. Agradecimientos: A. Sánchez, alguacil de Sigüés, realizó la observación de T. marmoratus en esa localidad. D. Robla detectó el desplazamiento de L. helveticus en el lavadero de Sigüés.


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Melanismo parcial en dos ejemplares adultos de Alytes obstetricans en una población de Galicia Ismael Espasandín Cl. Javier López López, 5. 6º E. 15009 A Coruña. España. C.e.: ismaelespasandin@gmail.com. Fecha de aceptación: 3 de abril de 2017. Key words: common midwife toad, A Coruña, melanism, amphibians.

Las alteraciones cromáticas en los anfibios están bien documentadas en todo el mundo, siendo el melanismo una de las más comunes y cuyo efecto se presenta en forma de ejemplares de coloración negra por una gran abundancia de melanina en sus células pigmentarias (Rivera et al., 2001). Se ha descrito este tipo de alteración cromática en varias especies de anfibios, como en Calotriton asper (Arribas & Rivera, 2014); Lissotriton boscai (Bermejo & Otero, 2011); Salamandra salamandra (Palaus, 1999); Triturus marmoratus (Domènech, 2001). En el caso del sapo partero común (Alytes obstetricans) también han sido documentados casos de melanismo (Galán et al., 1990). A lo largo de los meses de enero y febrero del año 2017 se han encontrado un total de 56 ejemplares de Alytes obstetricans boscai,

tanto adultos como juveniles, en los muestreos realizados dentro de los términos municipales de A Coruña. De estos 56 individuos, se encontraron dos que presentaban claros signos de hiperpigmentación parcial. El primer ejemplar fue encontrado el día 31 de enero de 2017 (A Coruña, UTM 10x10 km: NH49; 66 msnm), debajo de una roca granítica localizada en el borde de una plantación de eucalipto (Eucalyptus globulus), ocupada predominantemente por matorrales de Ulex europaeus. Así mismo, debajo de la piedra se encontró otro individuo adulto que presentaba una coloración normal y con el que se pudo comparar y fotografiar (Figura 1). El ejemplar con coloración anómala presentaba claros signos de desorden pigmentario,


Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1)

43 Foto Ismael Espasandín

Figura 1: Comparación del primer ejemplar melánico parcial de Alytes obstetricans boscai encontrado en A Coruña, con otro individuo de coloración normal.

con el dorso totalmente negro y pequeños tonos de coloración blanca dispersa por el cuerpo, al igual que en los laterales y en las extremidades, tanto las anteriores como las posteriores. En la región ventral también presentaba coloración negra pero en menor grado que en las otras zonas corporales, observándose el mismo color grisáceo que presentaban el resto de ejemplares sin la anomalía descrita. Apenas se podían observar las características verrugas granulosas de color anaranjado o rojizo que presenta esta especie, así como las manchas irregulares oliváceas típicas. El a

b

iris de ambos ojos también denotaba una mayor pigmentación negra pero dejando entrever la coloración dorada del mismo y su pupila vertical de color negro (Figura 1). El otro ejemplar con melanismo parcial, fue observado el 7 de febrero de 2017 (A Coruña, misma UTM 10x10 km: NH49; a 121 msnm), localizándose este individuo en un roquedo granítico de una zona desprovista de vegetación, con dispersos matorrales de Ulex europaeus y a escasos 6 metros de otra plantación de Eucalyptus globulus. Foto Ismael Espasandín

Figura 2: a) Vista dorsal del segundo individuo de Alytes obstetricans boscai, donde se observa el marcado melanismo parcial en sus extremidades, y b) vista lateral del mismo ejemplar.


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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1)

El ejemplar se hallaba debajo de una roca, encontrándose también otros cuatro individuos adultos debajo de otras piedras repartidas por el roquedo. Este individuo presentaba una marcada pigmentación negra brillante en las extremidades anteriores y posteriores, formando manchas más o menos grandes, pero sin llegar a ocupar la totalidad de las patas. La parte interior de las extremidades posteriores también presentaban esta fuerte pigmentación, haciendo casi imperceptibles las manchas oliváceas en las zonas hiperpigmentadas en dichas extremidades posteriores, que sí se encontraban, aunque en baja densidad, en las partes melánicas de las extremidades anteriores (Figura 2). Se podían

distinguir claramente las manchas oliváceas repartidas por todo el cuerpo, pero no se observó ninguna verruga anaranjada o rojiza. En este caso, al igual que en la primera observación, se distinguía la coloración blanco grisácea típica de la especie en el resto del cuerpo, pero a diferencia del otro ejemplar no mostraba un iris exageradamente pigmentado (Figura 2). En ningún caso se tomaron medidas de ningún tipo y, tras ser observados en profundidad y fotografiados, los ejemplares descritos fueron liberados in situ en sus correspondientes localizaciones. Agradecimientos: al Dr. P. Galán por resolver todas mis dudas y por animarme a escribir esta nota.

Referencias Arrivas, O. & Rivera, X. 2014. Un nou cas de melanisme a Calotriton asper. Bulletí de la Societat Catalana d´Herpetologia, 21: 24-26. Bermejo, A. & Otero R. 2011. Dos casos de melanismo en Lissotriton boscai en Zamora. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 23: 41-43. Domènech, S. 2001. Un nou cas de melanisme en Triturus marmoratus (Latreille, 1800) (Caudata, Salamandridae). Bulletí de la Societat Catalana d´Herpetologia, 15: 101-102.

Galán, P., Vences, M., Glaw, F., Fernández Arias, G. & García Paris, M. 1990. Beobachtungen zur Biologie von Alytes obstetricans in Nordwestiberien. Herpetofauna, 12: 17-24. Palaus, X. 1999. Un cas de melanisme a Salamandra salamandra (L). Bulletí de la Societat Catalana d´Herpetologia, 14: 95-96. Rivera, X., Arribas, O. & Martí, F. 2001. Revisión de anomalías pigmentarias en los anfibios de la Península Ibérica y de Europa. Bulletí de la Societat Catalana d´Herpetologia, 15: 59-75.

Nuevo caso de malformaciones en un ejemplar de Alytes obstetricans en una población de Galicia Ismael Espasandín Cl. Javier López López, 5. 6º E. 15009 A Coruña. España. C.e.: ismaelespasandin@gmail.com. Fecha de aceptación: 5 de abril de 2017. Key words: common midwife toad, A Coruña, anomalies, amphibians, malformations.

Existen muchos casos de malformaciones en extremidades de anfibios ibéricos, como las descritas en Triturus marmoratus (Diego-Rasilla, 2000), Salamandra salamandra (Escoriza & García-Cardenete, 2005; Villanueva, 2007), Lissotriton helveticus (Diego-Rasilla,

2009),

Calotriton arnoldi (Martínez-Silvestre et Pleurodeles waltl (Torres & Hidalgo, 2016), Alytes dickhilleni (Escorriza & García-Cardenete, 2005) o Alytes obstetricans (Fernández, 2013). Sin embargo, en Galicia se conocen pocos casos, habiéndose publicado en la al., 2014),


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a E Foto Ismael

b

spasandín

Figura 1: a) Vista lateral del ejemplar de A. obstetricans. Se aprecia claramente la extremidad supernumeraria que presenta el individuo y cómo mantiene el miembro totalmente estirado. b) Vista dorsal: ha sido numerado cada uno de los dedos de la extremidad del individuo para poder visualizarlos con mayor facilidad.

prensa la presencia de un ejemplar de Rana iberica malformado en Muros (La Opinión Coruña, 2007) y dos casos descritos por Galán (2011) acerca de un ejemplar de Triturus marmoratus con dos “manos” y otro individuo de Rana temporaria al que le faltaba la extremidad anterior izquierda encontrados en el Parque Natural das Fragas do Eume (A Coruña, Galicia). En la presente nota se describe el hallazgo de un individuo juvenil de Alytes obstetricans que presentaba polidactilia, malformación que se caracteriza por un número anómalo superior de dedos, en su extremidad posterior izquierda. El día 17 de marzo de 2017, durante los muestreos realizados por el entorno de los montes da Zapateira (A Coruña, Galicia; coordenadas: 43º18’N / 8º25’W; 206 msnm), se encontró un juvenil de Alytes obstetricans que presentaba en su extremidad posterior izquierda ocho dedos; seis dispuestos en la palma posterior, uno en la parte superior de la palma del pie y el último en la articulación del pie con la pierna (Figura 1). Los otros tres apéndices no presentaban malformaciones. El individuo se encontraba semienterrado debajo de una piedra, en un roquedo

granítico con matorrales pertenecientes a los géneros Ulex y Erica dispersos por la zona y plantas de porte herbáceo, dentro de una plantación de eucalipto (Eucaliptus globulus). El ejemplar tenía una longitud hocico-cloaca de 26,31 mm y no era capaz de mantener el miembro afectado en su posición de reposo, teniendo este apéndice extendido en todo momento. Sin embargo, llamó la atención su facilidad para desplazarse y realizar saltos, no suponiendo, aparentemente, su malformación un impedimento para moverse por el entorno. Se revisó el resto de la zona y no se encontró ningún otro ejemplar. Finalmente, tras la toma de datos, se fotografió al animal y éste fue devuelto al mismo sitio donde se encontró. No se conocen los factores que han inducido estas malformaciones, pero las causas de este tipo de deformidades son atribuidas a diferentes factores, entre ellos la exposición del individuo a una elevada radiación ultravioleta durante su desarrollo, agentes químicos o la depredación e infección parasitaria (Blaustein et al., 1997; Ouellet, 2000; Ankley et al., 2004; Johnson et al., 2006) siendo estos los orígenes más probables para este ejemplar polidactílico.


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Referencias Ankley, G.T., Degitz, S.J., Diamond, S.A. & Tietge, J.E. 2004. Assessment of environmental stressors potentially responsable for malformations in North American anuran amphibians. Ecotoxicology and Environmental Safety, 58: 7-16. Blaustein, A.R., Kiesecker, J.M., Chivers, D.P. & Anthony, R.G. 1997. Ambient UV-B radiation causes deformities in amphibian embryos. Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA, 94: 13735–13737. Diego-Rasilla, F.J. 2000. Malformaciones en una población de Triturus marmoratus. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 11: 88-89. Diego-Rasilla, F.J. 2009. Limb abnormalities in the palmate newt, Lissotriton helveticus (Caudata: Salamandridae). Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 20: 62-63. Escoriza, E. & García-Cardenete, L. 2005. Polimelia en Alytes dickhilleni y Salamandra salamandra longirostris. Dos casos de ejemplares con seis extremidades. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 16: 39-41. Fernández G., D. 2013. Polidactília en un exemplar de tòtil comú Alytes obstetricans (Laurenti, 1768) (Anura, Alytidae), de Monistrol de Montserrat (Bages, Catalunya). Herpetofull de la Societat Catalana d’Herpetologia, 10: 5-7. Galán, P. 2011. Anfibios con malformaciones en el Parque Natural das Fragas do Eume. Boletín de la Asociación Herpeto-

lógica Española, 22: 65-67. Johnson, P.T.J., Preu, E.R., Sutherland, D.R., Romansic, J.M., Han, B. & Blaustein, A.R. 2006. Adding infection to injury: synergistic effects of predation and parasitism on amphibian malformations. Ecology, 87: 2227-2235. La Opinión Coruña. 2007. Las ranas mutantes de Muros. <http:/www.laopinioncoruna.es 05-12-2007> [Consulta: 30 marzo 2017]. Martínez-Silvestre, A., Amat, F. & Carranza, S. 2014. Natural incidence of body abnormalities in the Montseny newt, Calotriton arnoldi Carranza and Amat, 2005. Herpetology Notes, 7: 277-279. Ouellet, M. 2000. Amphibian deformities: current state of knowledge. 617-661. In: Linder, G., Bishop, C.A. & Sparling, D.W. (eds.). Ecotoxicology of Amphibians and Reptiles. Society of Environmental Toxicology and Chemistry (SETAC) Press. Pensacola, Florida. Torres, J.M. & Hidalgo, E. 2016. Polyphalangy incidence in anisolated population of Pleurodeles waltl founded in a rural well in the Southwest of Spain. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 27: 31-33. Villanueva, A. 2007. Polimelia en un ejemplar de Salamandra salamandra en Asturias. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 18: 90-91.

Fuentes alimenticias de temporada y oportunismo en Mauremys leprosa: primera cita de Ficus carica y Turdus merula en su dieta Alfonso Villarán1 & Juan Domínguez2 Grupo Ornitológico Horus. Cl. La Tejera, 4. 2º G. 28794 Guadalix de la Sierra. Madrid. España. C.e.: mg-sanvicente@cofm.es Grupo Ornitológico Horus. Pza. de la Misericordia 2. 2º C. 29002 Málaga. España.

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Fecha de aceptación: 27 de abril de 2017. Key words: diet, feeding ecology, Ficus carica, food resources, Mauremys leprosa, Turdus merula.

El galápago leproso (Mauremys leprosa) es una especie ampliamente distribuida en la península ibérica y su dieta está bien documentada. La especie puede considerarse omnívora, aunque su espectro trófico varía a lo largo de su ciclo biológico, de manera que durante su etapa juvenil consume una mayor proporción de materia animal (peces, renacuajos y artrópodos), mientras que al alcanzar la edad adulta se incrementa el consumo de materia de origen vegetal (Keller,1997; Keller & Busack, 2001). También se ha descrito la gran plasticidad trófica

que muestra en función de los recursos disponibles, habiéndose citado desde el consumo de invertebrados acuáticos (Pérez-Santigosa et al., 2011) a vertebrados consumidos como carroña: barbo gitano (Luciobarbus sclateri) (J. Domínguez, datos no publicados), reptiles (Natrix maura) e incluso cadáveres de mamíferos (Domínguez & Villarán, 2008; Fraysse, 2002). Desde hace quince años se viene estudiando una población de M. leprosa en el término municipal de Casarabonela [30SUF47, 180 msnm], provincia de Málaga. Para realizar


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Figura 1: Fecas de M. leprosa con semillas de F. carica. Junto a las fecas, un fruto de higuera.

el seguimiento de la población del arroyo se procedió a la captura a mano de los galápagos, que fueron medidos y pesados, e individualizados mediante marcado (Villarán & Domínguez, 2013). Muchos de los galápagos, durante la captura y manipulación, liberaron fecas en las que se encontró restos de alimentos sin digerir. El arroyo nace a unos 1.200 msnm en la sierra de Alcaparaín y en apenas 5 km desciende hasta la zona de estudio. Para salvar este considerable desnivel -más de 1.000 m- en tan corto recorrido, el cauce discurre encajado entre desfiladeros, presentando numerosos rápidos y saltos de agua (Domínguez & Villarán, 2012).La topografía de este curso de agua no permite la concentración de muchos individuos, algo que sí ocurre en otros lugares propicios para la especie (Keller, 1997; Franch et al., 2015). Sin embargo, durante los meses de agosto y septiembre de 2016, se produjo una concentración inusual de ejemplares (nueve) en una pequeña zona de aguas remansadas. En agosto se capturaron cuatro de los individuos concentrados en la zona mencionada. En las fecas de todos ellos aparecieron unas pequeñas semillas (Figura1) pertenecientes a la especie arbórea Ficus carica (higuera), muy abundante en las orillas del arroyo y cuyos frutos caen direc-

tamente al cauce. Dado el carácter oportunista de M. leprosa, parece lógico que aprovechen esta accesible y estacional fuente de nutrientes. El fruto de F. carica es especialmente rico en azúcares y constituye un aporte energético considerable (Slatnar et al., 2011). Pese a los numerosos estudios sobre la dieta de la especie, hasta la fecha no se había citado este recurso en su alimentación. En una visita posterior (7 de septiembre) se localizó una hembra adulta en el cauce del arroyo consumiendo el cadáver de un mirlo (Turdus merula) en fase de descomposición (Figura 2). La consistencia de los restos era muy blanda y la hembra consumía vísceras y partes membranosas adheridas a los huesos y las plumas. Observaciones similares se han realizado en Francia sobre cadáveres de otros vertebrados (Fraysse, 2002). El hecho de que se tratara de una hembra adulta otorga mayor importancia al registro, pues los individuos adultos se comportan, fundamentalmente, como herbívoros (Díaz-Paniagua et al., 2015). La especie utiliza un amplio rango de recursos tróficos (Franch et al., 2015) y puede mostrar diferencias en su dieta en función de la abundancia de Foto A. Villarán y J. Domínguez

Foto A. Villarán, J. Domínguez

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Figura 2: Hembra adulta de M. leprosa alimentándose de los restos de un ejemplar de T. merula en avanzado estado de descomposición.


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estos (Pérez-Santigosa et al., 2011). El estado nutricional condiciona la temperatura a la que cesa el asoleamiento (Polo-Cavia et al., 2012), de manera que los ejemplares mejor alimentados pueden optimizar los procesos fisiológicos a temperaturas más bajas. Las dos observaciones sobre la ecología trófica de la especie, que incluyen consumo de materia vegetal y animal, ponen de manifiesto el oportunismo trófico de M. leprosa, así como

el amplio espectro de recursos que utiliza, tanto en función de su abundancia en alguna época (caso de los frutos de F. carica), como de su accesibilidad (caso del cadáver de T. merula). Agradecimientos: Este trabajo ha podido realizarse gracias al permiso concedido por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para la captura y manejo de M. leprosa en la provincia de Málaga.

Referencias Díaz-Paniagua, C., Andreu, A. C. & Keller, C. 2015. Galápago leproso –Mauremys leprosa. In: Salvador, A. & Marco, A. (eds.), Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Museo Nacional de Ciencias Naturales. Madrid. <http://www.vertebradosibericos.org/> [Consulta: 15 septiembre 2016]. Domínguez, J. & Villarán, A. 2008. Primera cita de Natrix maura en la dieta de Mauremys leprosa. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 19: 37-38. Domínguez, J. & Villarán, A. 2012. Posible capacidad trepadora de Mauremys leprosa. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 23: 29-33. Franch, M., Montori, A., Sillero, N. & Llorente, G.A. 2015. Temporal analysis of Mauremys leprosa (Testudines, Geoemydidae) distribution in northeastern Iberia: unusual increase in the distribution of a native species. Hydrobiologia: The International Journal of Aquatic Sciences, 757: 129-142. Fraysse, N.P. 2002. Contribution à l’étude de L’émyde lepreuse (Mauremys leprosa, Schweigger,1812). Thèse Doctoral.Université Paul-Sabatier de Toulouse (Haute Garonne).Toulouse. Keller, C. 1997. Ecología de poblaciones de Mauremys leprosa

y Emys orbicularis en el Parque Nacional de Doñana. Tesis doctoral. Universidad de Sevilla. Sevilla. Keller, C. & Busack, S.D. 2001. Mauremys leprosa (Schweigger, 1812) – Maurische Bachschildkröte. 57-88. In: U. Fritz (ed.), Handbuch der Reptilien und Amphibien Europas. Schildkröten (Testudines) I. Aula. Wiebelsheim. Pérez-Santigosa, N., Florencio, M., Hidalgo-Vila, J. & Díaz-Paniagua, C. 2011. Does the exotic invader turtle, Trachemys scripta elegans, compete for food with coexisting native turtles? Amphibia-Reptilia, 32: 167-175. Polo-Cavia, N., López, P. & Martín, J. 2012. Feeding status and basking requirements of freshwater turtles in an invasion context. Physiology and Behavior, 105: 1208-1213. Slatnar, A., Klancar, U., Stampar, F. & Veberic, R. 2011. Effect of drying of figs (Ficus carica, L.) on the contents of sugars, organic acids and phenolic compounds. Journal of Agricultural and Food Chemistry, 59: 11696-11702. Villarán, A. & Domínguez, J. 2013. Comparación de las medidas del plastrón y el espaldar realizadas mediante dos métodos diferentes en ejemplares de Mauremys leprosa. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 24: 20-25.

Un nuevo caso de comportamiento carroñero de Malpolon monspessulanus Gonzalo Alarcos Cl. Castañal, 10. 49321 Robleda. Zamora. España. C.e.: gonalariz@yahoo.es Fecha de aceptación: 27 de mayo de 2017. Key words: carrion, diet, Montpellier snake, Podarcis bocagei, Spain.

La culebra bastarda, Malpolon monspessulanus, posee un amplio espectro de presas (Valverde, 1967). Aparte de micromamíferos y aves, son los reptiles quienes conforman una mayor propor-

ción en su dieta (Díaz-Paniagua, 1976). Incluso el canibalismo ha sido citado repetidas veces (Recuero et al., 2010; Franch & San Sebastián, 2013; véase Pleguezuelos, 2017).

Además, también se ha observa-


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do a M. monspessulanus depredando en ocasiones sobre artrópodos (Mellado, 1974). Generalmente se supone que los datos sobre alimentación de M. monspessulanus corresponden a capturas de presas vivas. Sin embargo, en ocasiones han sido citados casos de comportamiento carroñero que confirman el consumo de presas muertas (Pleguezuelos, 2017). Valverde (1974) observó cómo un ejemplar de M. monspessulanus recogía un ejemplar de Timon lepidus semiaplastado, y en Ventura (2012) se recogen citas del aprovechamiento de otros reptiles atropellados (Podarcis hispanica y Psammodromus algirus). En otras ocasiones se lo ha citado aprovechando aves previamente muertas (Olioso, 1997; Ventura, 2012). El 25 de mayo de 2016 fue observado en el término municipal de Hermisende, Zamora (cuadrícula UTM 1 X 1 km PG7352; 1.022 msnm) un ejemplar adulto de M. monspessulanus agarrando y estirando de los restos pegados a la carretera de un espécimen de Podarcis bocagei que había sido atropellado con antelación. Al intentar observar de cerca el hecho, la culebra desapareció abandonando la carroña (Figura 1). Posiblemente no se la llevó porque el resto de la lagartija se encontraba adherido al asfalto de la carretera. Se dispone de citas similares de comportamiento carroñero en otras especies de culebras,

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Foto Gonzalo Alarcos Izquierdo

Figura 1: Restos de un espécimen adulto de P. bocagei aplastado por un coche y abandonados por un ejemplar de M. monspessulanus ante la presencia del observador el 26-4-2016 en Hermisende, Zamora.

de Hemorrhois hippocrepis (Capula et al., 1997;

Salvador & Pleguezuelos, 2002) o de especies perte-

necientes al género Natrix (Poschadel & Kirschey, La observación aquí aportada, que pone en evidencia una vez más el eventual, pero probablemente no infrecuente, carácter carroñero de M. monspessulanus, contribuye a interpretar que este comportamiento pueda ser más habitual de lo esperable en los ofidios mediterráneos (Ventura, 2012), y que su capacidad de aprovechamiento de los recursos sea mayor, no estando limitada únicamente a la captura de presas vivas. 2002; Luiselli et al., 2005; Ayres, 2012).

Referencias Ayres, C. 2012. Scavenging in the genus Natrix. Acta Herpetologica, 7: 171-174. Capula, M., Luiselli, L., Rugiero, F., Evangelisti, F. Anibaldi, C. & Jesús, V.T. 1997. Notes on the food habits of Coluber hippocrepis nigrescens from Pantellaria Island: a snake that feeds on both carrion and living prey. Herpetological Journal, 7: 67-70. Díaz-Paniagua, C. 1976. Alimentación de la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus; Ophidia, Colubridae) en el S.O. de España. Doñana, Acta Vertebrata, 3: 113-127. Franch, M. & San Sebastián, O. 2013. A case of cannibalism by an extra large female of Malpolon monspessulanus

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Pleguezuelos, J.M. 2017. Culebra bastarda - Malpolon monspessulanus. In: Salvador, A., Marco, A. (eds.), Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Museo Nacional de Ciencias Naturales. Madrid. <http://www.vertebradosibericos.org/> [Consulta: 12 mayo 2017]. Poschadel, J. & Kirschey, T. 2002. Aasfressenbei der Ringelnatter (Natrix n. natrix). Zeitschrift für Feldherpetologie, 9: 223-226. Recuero, E., García-Martínez, G. & García-París, M. 2010. On a case of cannibalism in Malpolon monspessulanus (Hermann, 1804) (Serpentes, Colubridae). Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 21: 42-43.

Salvador, A. & Pleguezuelos, J.M. 2002. Reptiles españoles. Identificación, historia natural y distribución. Canseco Editores, S.L., Esfagnos. Talavera de la Reina. Valverde, J.A. 1967. Estructura de una comunidad de vertebrados terrestres. Monografías de la Estación Biológica de Doñana, 1: 1-218. Valverde, J.A. 1974. Malpolon monspessulanus llevando Lacerta lepida aplastado por un coche. Doñana, ActaVertebrata, 1: 56. Ventura, F. 2012. Comportamiento carroñero en Malpolon monspessulanus. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 23: 8-10.

First case of attack of an adult Bufo spinosus Daudin, 1803 by a carabid beetle larva of Epomis circumscriptus (Duftschmid, 1812) Daniel Escoriza1, Laia Mestre2, Guillem Pascual3 & Jörn Buse4 Institut Català de la Salut. Gran Via de les Corts Catalanes, 587−589. 08004 Barcelona. Spain. C.e: daniel_escoriza@hotmail.com Institute for Environmental Sciences. University of Koblenz-Landau, Fortstraße 7. 76829 Landau. Germany. 3 Departamento de Zoología. Universidad de Granada. Avda. de la Fuente Nueva, s/n. 18071 Granada. Spain. 4 Ecosystem Monitoring, Research and Wildlife Conservation. Black Forest National Park. Kniebisstraße 67. 72250 Freudenstadt. Germany. 1 2

Fecha de aceptación: 8 de junio de 2017. Key words: amphibian, insect, predatory behaviour, role reversal.

Resumen: Se describe un caso de intento de depredación de una larva de carábido (Epomis

circumscriptus) en un adulto de Bufo spinosus en el valle del Daró (Girona). Este hecho, documentado en otras regiones del Mediterráneo entre larvas de carábidos (Epomis sps.) y Bufotes variabilis / Hyla savignyi, constituye un raro ejemplo de ataque de larvas de insectos a ejemplares de anfibios adultos. Bufo spinosus is a bufonid native from southwestern Europe and northwestern Africa (Recuero et al., 2012). Adults of this species, like others of the genus Bufo, produce noxious skin secretions that make these toads unpalatable (Duellman & Trueb, 1986), although several vertebrates prey on them, like mustelids, herons and natricine snakes (Duguet & Melki, 2003). Postmetamorphic Bufo spinosus are also attacked by some invertebrates, but acting as ectoparasites and not as predators, namely the Diptera Lucilia sericata (Meigen, 1826) and leeches (Ben Hassine & Escoriza, 2014). Carabid beetles, together with mantids (Speare in Jehle et al., 1996), are the only

known insects that occasionally prey on postmetamorphic amphibians. Predation by carabids is described for the species Pterostichus niger (Schaller, 1783) on adults of Lissotriton vulgaris (Linnaeus, 1758) (Poland; Bernard & Samolag, 2014), and for Epomis dejeani Dejean, 1831 and Epomis circumscriptus that feed on juveniles of Bufotes variabilis (Pallas, 1769) and Hyla savignyi Boulenger, 1882 (Israel; Elron et al., 2007, Wizen & Gasith, 2011a). Laboratory experiments showed that both Epomis species probably have a much wider spectrum of prey (Wizen & Gasith, 2011b). Epomis nigricans Wiedemann, 1821 is known to prey on juveniles of Pelophylax nigromaculatus (Hallowell, 1861) in Japan (Toshiaki, 2006).


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a

b

51 Photos Laia Mestre

Figure 1: a) Adult male of B. spinosus being attacked by an E. circumscriptus larva (Daró basin, northeastern Spain). b) Detail of the same E. circumscriptus larva. Figura 1: a) Macho adulto de B. spinosus siendo atacado por una larva de E. circumscriptus (cuenca del río Daró, noreste de España). b) Detalle de la misma larva de E. circumscriptus.

Epomis larvae use a sit-and-wait strategy with antennal and mandible movements to draw the attention of amphibians. When an amphibian pulls out its tongue to seize a larva, the larva successfully avoids being captured and immediately attaches itself to the amphibian’s body to start feeding by sucking and chewing, usually resulting in the amphibian’s dead after a few days (Wizen & Gasith, 2011a). In June 2015 we observed an adult male of Bufo spinosus being attacked by a carabid larva in a stream pool in the river Daró basin, in Catalonia (northeastern Spain; 42.94ºN / 2.96ºE; 81 masl) (Figure 1). This behavior was observed for about thirty minutes after which the larva was removed from the toad. The toad showed an open, deep wound where the larva had been attached and it died

12 hours later. Upon collection, the fourth author (JB) classified the larva as Epomis circumscriptus, a rare species of carabid that is distributed throughout the Mediterranean region (Kirschenhofer, 2003). In Israel, Epomis beetles are associated with rainy pools where several anurans breed, on which both Epomis larvae and adults predate (Wizen & Gasith, 2011b). In Europe, E. circumscriptus is generally associated with wetlands (Chatenet, 2005), but predation on anurans had not yet been documented in the European populations of this species. Bufo spinosus is a very common species in the Daró basin and during the summer drought large number of individuals of this species and other frogs (Hyla meridionalis, Pelophylax perezi) coalesce along the drying river, favoring opportunities of predation by these carabids.

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rrières le Buisson. Duellman, W.E. & Trueb, L. 1986. Biology of Amphibians. John Hopkins University Press. Baltimore. Duguet, R. & Melki, F. 2003. Les Amphibiens de France, Belgique et Luxembourg. Biotope. Mèze. Elron, E., Shlagman, A. & Gasith, A. 2007. First detailed report of predation on Anuran metamorphs by terrestrial beetle larvae. Herpetological Review, 38: 30–33.


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Jehle, R., Franz, A., Kapfer, M., Schramm, H. & Tunner, H.G. 1996. Lizards as prey of arthropods: Praying Mantis Mantis religiosa (LINNAEUS, 1758) feeds on juvenile Sand Lizard Lacerta agilis LINNAEUS, 1758. Herpetozoa, 9: 157–160. Kirschenhofer, E. 2003. Tribe Chlaeniini Brullé, 1834. 347–356. In: Löbl, I. & Smetana, A. (eds.), Catalogue of Palaearctic Coleoptera, Vol. 1: Archostemata, Myxophaga, Adephaga. Apollo Books. Stenstrup. Recuero, E., Canestrelli, D., Vörös, J., Szabó, K., Poyarkov, N.A., Arntzen, J.W., Crnobrnja-Isailovic, J., Kidov, A.A., Cogălniceanu, D., Caputo, F.P. & Nascetti, G. (2012). Multilocus species tree analyses resolve the

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Comportamiento de inmersión en agua somera de Timon lepidus (Daudin, 1802) Antonio J. Martínez Villarejo1, Victoria López de la Cuadra2 & Jose A. García Rodríguez2 Cl. Fernández Campos, 15. 2º B. 41920 San Juan de Aznalfarache. Sevilla. España. C.e.: sinaola_camila@yahoo.es Cl. Zurbarán, 95. 06220 Villafranca de los Barros. Badajoz. España.

1 2

Fecha de aceptación: 1 de junio de 2017. Key words: ocellated lizard, underwater behavior, Southern Spain.

El día 24 de abril de 2016 los autores fuimos testigos de un comportamiento inusual de una hembra adulta de lagarto ocelado (Timon lepidus) en un arcén encharcado que discurría paralelo al sendero rural que rodea la zona conocida como la “Mancha del Berrocal” (37º50’30”N / 6º02’53”O; 463 msnm; Almadén de la Plata, Parque Natural de la Sierra Norte, provincia de Sevilla). El lagarto en cuestión se encontraba completamente sumergido entre macrófitos cuando fue detectado. Probablemente llevaba allí bastante tiempo, y así se mantuvo durante varios minutos más (Figura 1). Temiendo que estuviera ahogado, lo sacamos del agua evitando manipularlo directamente. Comprobamos entonces que estaba vivo y que su estado físico era aparentemente bueno (Figura 2). Ese año las lluvias habían sido escasas e irregulares, y el día era primaveral y soleado, con temperaturas elevadas (28 ºC en el momento de la observación) y tiempo seco (35 % de humedad relativa).

Algunos autores han descrito comportamientos similares en otros lacértidos, como el lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi), en el que los individuos en cuestión no dudaban en su huida en lanzarse al agua y mantenerse sumergidos varios Foto José A. García Rodríguez

Figura 1: Fotografía del ejemplar de T. lepidus observado en su comportamiento de inmersión, entre macrófitos acuáticos y con larvas de sapo corredor (Epidalea calamita) a su alrededor.


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Foto José A. García Rodríguez

Figura 2: Fotografía del ejemplar de T. lepidus descrito en la presente nota, tras su emergencia acuática.

minutos (Salvador, 1974; García-París et al., 1989; Marco, 2017). Sin embargo, hasta la fecha, no había constancia de que T. lepidus pudiera permanecer voluntariamente sumergido durante un periodo de tiempo relativamente prolongado. Esa voluntariedad unida al hecho de que el lagarto no había detectado todavía nuestra presencia y a las elevadas temperaturas del aire sugiere, desde luego, que estaba refrescándose y regulando su temperatura corporal. Algunos reptiles reducen de forma notable su tasa metabólica cuando se sumergen, activando algunas vías anaerobias alternativas (Schmidt-Nielsen, 2004). Otros, por el contrario, son capaces

de incorporar oxígeno del medio acuático manteniendo de esa manera los mecanismos de la respiración aerobia, haciendo uso de los bajos requerimientos que les confiere su condición de animales ectotermos (Schmidt-Nielsen, 2004). Sería interesante plantear cuál de estos mecanismos estaba implicado en el comportamiento de inmersión detectado en este caso. Agradecimientos: A la Asociación Amigos de la Cornisa Este, por su senderismo con interpretación de flora y fauna. A los responsables del Centro de Visitantes de El Berrocal (Almadén de la Plata) y a la dirección del Parque Natural Sierra Norte de Sevilla.

Referencias García-París, M., Martín, C., Dorda, J. & Esteban, M. 1989. Los Anfibios y Reptiles de Madrid. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Madrid. Marco, A. 2017. Lagarto verdinegro - Lacerta schreiberi. In: Salvador, A., Marco, A. (eds.), Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Museo Nacional de Ciencias Na-

turales, Madrid. <http://www.vertebradosibericos.org/> [Consulta: 3 mayo 2017]. Salvador, A. 1974. Guía de los anfibios y reptiles españoles. Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza. Madrid. Schmidt-Nielsen, K. 2004. Animal Physiology, adaptation and environment. Cambridge University Press. Cambridge.


Distribución Contribution to the knowledge on the reptile fauna of Jebel Sirwa (Morocco), with some insights into the conservation status of Vipera latastei-monticola Fernando Martínez-Freiría1*, Luis García-Cardenete2, Esmeralda Alaminos3, Soumia Fahd4, Mónica Feriche3, Victoria Flores Stols5, Francisco Jiménez-Cazalla6, Azahara Pérez7, Juan M. Pleguezuelos3, Xavier Santos1 & Guillermo Velo-Antón1 CIBIO/InBIO, Centro de Investigação em Biodiversidade e Recursos Genéticos. Universidade do Porto. Instituto de Ciências Agrárias de Vairão. R. Padre Armando Quintas. 4485-661 Vairão. Portugal. C.e.: fmartinez-freiria@cibio.up.pt 2 Carrera de San Agustín, 24. 2º A. 18300 Loja. Granada. Spain. 3 Department of Zoology. Faculty of Sciences. Granada University. 18071 Granada. Spain. 4 Laboratoire Ecologie, Biodiversité et Environnement. Department of Biology. Faculty of Sciences. AbdelmalekEssaâdi University, El M’Hannech II. 93030 Tétouan. Morocco. 5 Plaza de España, 1. 13343 Villamanrique. Ciudad Real. Spain. 6 Avda. Italia, 5. 11205 Algeciras. Cádiz. Spain. 7 Avda. de la Concordia, 50. 3º A. 36715 Tui. Pontevedra. Spain. 1

Fecha de aceptación: 17 de junio de 2017. Key words: altitudinal range, distributional records, endemic, landscape transformation, Mediterranean.

Resumen: El Jebel Sirwa es un macizo montañoso de origen volcánico localizado entre las cordilleras

del Alto Atlas y Anti-Atlas en Marruecos, y representa el límite sur del piso bioclimático oromediterráneo en la cuenca del Mediterráneo. En esta nota se detallan las observaciones de 10 especies de reptiles mediterráneos para la zona norte del macizo, haciendo hincapié en su variación altitudinal. Se cita por primera vez en el macizo la serpiente Hemorrhois hippocrepis y se hace una serie de consideraciones sobre el estado de conservación de Vipera latastei-monticola en el mismo. The Mediterranean Basin, one of the World’s richest region in the number of endemic fauna and flora rates (Myers et al., 2000), reaches its south-western limit in Morocco, where aridity increases giving pass to the Saharan region (Olson et al., 2001). Limits between these two regions have extraordinarily shifted in latitude along time (e.g., during Pleistocene climatic oscillations), promoting the expansion and isolation of Mediterranean elements in southern mountain ranges (Huseman et al., 2014). Furthermore, the current variation in climatic conditions, both along latitude and altitude, resulted in the existence and succession of different bioclimatic stages within the Mediterranean Region (Blondel, 2010). Accordingly, some high mountain ranges in Morocco favour the southern extend for montane bioclimatic stages, and this is the case for the volca-

nic Jebel Sirwa. This mountain range is located between the High Atlas and Anti-Atlas Mountains (Figure 1), with maximum altitude of 3305 masl, and represents the southernmost limit for the Oromediterranean bioclimatic stage (Benabid, 1982; Quézel & Médail, 2003). Reptiles are among the most diverse groups of vertebrates in Morocco (Cox et al., 2006). As ectotherms, their activities depend on environmental conditions, and thus, their distributional ranges are frequently linked to climatic gradients (e.g., Martínez-Freiría et al., 2013). When species ranges and ecological requirements are considered, three general groups can be differentiated for the Mediterranean reptiles within Morocco (Bons & Geniez, 1996; Husemann et al., 2014): (1) humid species, frequently of European origin, which are mostly restricted to northern regions and moderate-high


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altitudinal ranges with Mediterranean sub-humid and humid climates (e.g., Podarcis vaucheri, Coronella girondica, Natrix astreptophora, Vipera latastei); (2) mesic species, ranging everywhere in the Mediterranean Region, although generally absent from humid and montane climate areas (e.g., Mauremys leprosa, Psammodromus algirus, Hemorrhois hippocrepis, Malpolon monspessulanus, Natrix maura); and (3) endemic species, restricted to particular areas (e.g., Chalcides minutus, Chalcides manueli), or to specific mountain ranges with montane climate (e.g., Chalcides montanus, Quedenfeldtia trachyblepharus, Atlantolacerta andreanskyi, Vipera monticola). According Figure 1: a) Location of the Jebel Sirwa Mountain in Morocco. b) Zoom into the Jebel Sirwa region, depicting the altitudinal variation and the approximate delimitation of the sampled area. c) View of the landscape taken northwards from the way to Jebel Sirwa submit. Figura 1: a) Localización del Jebel Sirwa en Marruecos. b) Aproximación a la region del Jebel Sirwa, mostrando la variación altitudinal y la delimitación aproximada de la zona muestreada. c) Vista del paisaje tomada desde el acceso norte de la cima del Jebel Sirwa.

c

55

to particular environmental requirements, we expect that representatives of these three groups might segregate along a climatic gradient, such as the altitudinal range of Jebel Sirwa. In this note, we report distributional and altitudinal records for 10 reptile species collected on the northern slopes of Jebel Sirwa (Figure 1; UTM 29R 3398 – 3403 N, 0629 - 0634 W; WGS 1984) during four fieldwork campaigns in August 2011, April and June 2014, and April 2016. The main objective of this fieldwork was sampling the Atlas Dwarf Viper V. monticola, to coherently delimitate evolutionary and conservation units within the V. latastei-montia

b

Photo Fernando Martínez-Freiría


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cola complex (see Velo-Antón et al., 2012). Average number of people involved in fieldwork was four (ranging from two to eight), and total number of days spent in the field was nine. Altitudinal range covered during fieldwork goes from 2300 (Azib-n-Iriri) to 3050 masl (north access to Jebel Sirwa; Figure 1). This area represents the transition from Supramediterranean to Oromediterranean bioclimatic stages, and it is composed of scrublands with Cytisus balansae, Astragalus ibrahimianus, Hormathophylla spinosa and Bupleurum spinosum (Benabid, 1982; Slimani et al., 1996), grasslands and abundant rocky outcrops (Figure 1). Records were expressed in UTM 1x1 km squares (WGS 1984 datum). In total, we provide 29 records for 10 species (Table 1). Summing up our records and those previously published (Bons & Geniez, 1996; Slimani et al., 1996; Harris et al., 2010), the number of reptile species recorded for the northern slopes of Jebel Sirwa increases to 13 (Scelarcis perspicillata, Mesalina olivieri and Malpolon monspessulanus were not detected in our sampling). Among the 10 species recorded, three were humid, three were

mesic and four were montane endemic (Table 1). When altitudinal data are compared among groups of species, a trend for altitudinal segregation can be noticed, with montane endemics reaching higher altitude than humid and mesic species (Table 2). This trend is more evident for lizards (e.g., the pair P. vaucheri – A. andreanskyi; Table 2), as the number of records is higher than for snakes. Nevertheless, our records provide a slightly increase (ca. 50 m) in the altitudinal range reported in Morocco for the two mesic snakes H. hippocrepis and N. maura (see Bons & Geniez, 1996). In accordance to the literature (e.g., Bons & Geniez, 1996), some species were linked to particular micro-habitat features. For example, the diurnal gecko Q. trachyblepharus and the lizard Timon tangitanus were linked to big rocks, the snake C. girondica (Figure 2c) to flat rocks, or the lizard A. andreanskyi and the viper V. monticola (Figure 2d) to thorny bushes. The only species never reported on the northern slope of Jebel Sirwa was the mesic H. hippocrepis (Figure 2b), previously recor-

Table 1: Reptile species in Jebel Sirwa, Morocco. Biogeographic affinity (END, mountain endemic; HUM, humid; MES, mesic), year, number of specimens and UTM 1x1 km cells, are depicted. Tabla 1: Especies de reptiles en el Jebel Sirwa, Marruecos. Se muestra la afinidad biogeográfica (END, endémico montano; HUM, húmedo; MES, mésico), año, número de ejemplares y celda UTM 1x1 km. Specimens UTM 1x1

Affinity

Year

Quedenfeldtia trachyblepharus

END

2012 - 2016

>50

PP2998, PP2999, PP3298, PP3299, PQ3100, PQ3101, PQ3200.

Atlantolacerta andreanskyi

END

2012 - 2016

> 100

PP2998, PP2999, PP3099, PP3298, PP3299, PQ3100, PQ3101, PQ3200.

Psammodromus algirus

MES

2016

1

Podarcis vaucheri

HUM 2012 - 2016

> 100

PQ3101, PQ3201, PQ3202.

Timon tangitanus

HUM 2014 - 2016

3

PP3099, PQ3101, PQ3202.

Chalcides montanus

END

2014, 2016

3

PP2999, PQ3202.

Natrix maura

MES

2012

1

PQ3200.

Hemorrhois hippocrepis

MES

2012

1

PQ3200.

Coronella girondica

HUM 2014 - 2016

3

PP3298, PQ3101.

Vipera monticola

END

1

PP3298.

Species

2016

PQ3100.


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Table 2: Graphical representation of altitudinal records (in ranges of 50 m) for the ten species detected in the Jebel Sirwa region, Morocco. Species are ranked by biogeographical affinity, see Table 1. Tabla 2: Representación gráfica de los registros altitudinales (en rangos de 50 m) para las diez especies detectadas en el Jebel Sirwa, Marruecos. Las especies están ordenadas según su afinidad biogeográfica, ver Tabla 1. Species / Altitude (m) 2,300 2,350 2,400 2,450 2,500 2,550 2,600 2,650 2,700 2,750 2,800 2,850 2,900 2,950 3,000 3,050 P. algirus H. hippocrepis N. maura P. vaucheri T. tangitanus C. girondica C. montanus A. andreanskyi Q. trachyblepharus V. monticola

ded from the westwards lowland vicinity at the surroundings of Askaoun, Souss Valley (Bons & Geniez, 1996; Slimani et al., 1996; Harris et al., 2010). We also report the occurrence of C. montanus (Figure 2a), which was identified by its characteristic stripped dorsal design (Bons & Girot, 1962). The taxonomic status of these specimens deserves further investigations with molecular analyses, as previous surveys to this and near locations at lower altitudes reported the occurrence of other endemic skink, C. manueli, with a similar dorsal design to C. montanus (Barata et al., 2011). In order to detect V. monticola, highlands of the study area were intensively sampled. One specimen was found at the highest elevation within snake records (Table 1). This species has been previously recorded at Iferd-n-Magous (T. Slimani, in: Pillet, 1994), a small depression with a temporary pond located northwestwards to Jebel Sirwa peak (2760 masl; Figure 1). This area was sampled in two campaigns, and the pond and most of the surrounding vegetation were dry. Assessing the conservation status of V. latasteimonticola populations in Morocco is not strai-

ghtforward. On the one hand, the species frequently presents low densities and reduced activity, which are translated into low detectability in the field (Fahd et al., 2005, 2007). On the other hand, the species has particular life-history traits and ecological requirements, which make it highly vulnerable to habitat loss and transformation, and, thus, to local extinction (Santos et al., 2006). In fact, local extinctions due to habitat loss have been reported for this viper in lowland regions of Iberia (e.g., Pleguezuelos et al., 2016) and northern Morocco (e.g., Brito et al., 2011). Considering this background, our sampling effort conducted in the area, plus the observed level of transformation of natural habitats at moderate altitude (because of intensive shepherding), we speculate that V. monticola might be experiencing range reductions to higher elevations in the Jebel Sirwa region. This response has been already prognosticated for this species, as well as for other Moroccan endemic reptiles, taking into account climate change scenarios for the near future (Brito et al., 2011; Martínez-Freiría et al., 2013). Reptile upward migration implies range reduction, which


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a

b

c

d

Figure 1: Photos of selected species found in Jebel Sirwa, Morocco. a) Chalcides montanus. b) Hemorrhois hippocrepis. c) Coronella girondica. d) Vipera monticola. Photos: Luis García-Cardenete (a) and Fernando Martínez-Freiría (b-d). Figura 1: Fotos de especies seleccionadas encontradas en el Jebel Sirwa, Marruecos. a) Chalcides montanus. b) Hemorrhois hippocrepis. c) Coronella girondica. d) Vipera monticola. Fotos: Luis García-Cardenete (a) y Fernando Martínez-Freiría (b-d).

would increase population isolation, and thus vulnerability to stochastic depression processes (Sinervo et al., 2010). Further fieldwork campaigns should be conducted in the region to understand patterns of habitat and altitudinal segregation within the reptile community, and also to monitor potential altitudinal shifts in species ranges induced by habitat degradation and climate change. In two of the sampling campaigns, grasslands were notably dry due to the absence of rains. Furthermore, in the four sampling campaigns, we noticed a high number of ovine cattle in the region, which exert an observable strong negative impact on the herbaceous and bushy vegetation; especially at some of the most accessible areas (i.e. flat and low slopes

mostly located less than 2700 masl). Although we have not evaluated their impact, overgrazing and climate change for sure have to exert a generalized impact on the ecosystem with up-down effects on the trophic chains that ultimately would affect top predators as snakes. The Jebel Sirwa region represents the southernmost limit for some species with relatively wide distributional ranges in the Mediterranean region (e.g., P. vaucheri, C. girondica and V. latastei-monticola), as well as for some endemic species of Morocco (e.g., Q. trachyblepharus, A. andreanskyi). Thus, altitudinal shifts should be pronounced for these species in the near future (Martínez-Freiría et al., 2013). Sampling is particularly needed in the high altitude mountains surrounding Jebel Sirwa,


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as seem the most suitable habitat for V. monticola. Although genetic analyses have shown the invalidity of this taxon as species (Velo-Antón et al., 2012), populations from Jebel Sirwa are phylogenetically related to populations from High Atlas (the authors, unpublished data), altogether constituting an independent

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lineage within the North African V. latasteimonticola complex. Acknowledgements: Fieldwork campaigns were partially financed by two research projects from Instituto de Estudios Ceutíes (2013) and Mohamed Bin Zayed Species Conservation Fund (2013, ref. 13057632).

References Barata, M., Perera, A., Harris, D.J., Van der Meijden, A., Carranza, S., Ceacero, F., García-Muñoz, E., Gonçalves, D., Henriques, S., Jorge, F., Marshall, J.C., Pedrajas, L. & Sousa, P. 2011. New observations of amphibians and reptiles in Morocco, with a special emphasis on the eastern region. Herpetological Bulletin, 116: 4-14. Benabid, A. 1982. Bref aperçu sur la zonation altitudinale de la végétation climacique du Maroc. Ecologia Mediterranea, 8: 301-315. Blondel, J. 2010. The Mediterranean region: biological diversity in space and time. Oxford University Press. New York. Bons, J. & Geniez, P. 1996. Anfibios y reptiles de Marruecos (incluido Sahara occidental): atlas biogeográfico. Asociación Herpetológica Española. Barcelona. Bons, J. & Girot, B. 1962. Clé illustrée des reptiles du Maroc. Institut Scientifique Chérifien. Rabat. Brito, J.C., Fahd, S., Martínez-Freiría, F., Tarroso, P., Larbes, S., Pleguezuelos, J.M. & Santos, X. 2011. Climate change and peripheral populations: predictions for a relict Mediterranean viper. Acta Herpetologica, 6: 105-118. Cox, N., Chanson, J. & Stuart, S. 2006. The status and distribution of reptiles and amphibians of the Mediterranean Basin (No. 2). IUCN. IUCN, Gland, Switzerland and Cambridge, UK. Fahd, S., Benítez, M., Brito, J.C., Caro, J., Chirosa, M., Feriche, M., Fernández-Cardenete, J.R., Martínez-Freiría, F., Márquez-Ferrando, R., Nesbitt, D., Pleguezuelos, J.M., Reques, R., Paz Rodríguez, M., Santos, X. & Sicilia, M. 2005. Distribución de Vipera latastei en el Rif y otras citas herpetológicas para el norte de Marruecos. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 16: 19-25. Fahd, S., Barata, M., Benítez, M., Brito, J.C., Caro, J., Carvalho, S., Chirosa, M., Feriche, M., Herrera, T., Márquez-Ferrando, R., Nesbitt, D., Pleguezuelos, J.M., Reques, R., Paz Rodríguez, M., Santos, X., Sicilia, M. & Vasconcelos, R. 2007. Presencia de la víbora hocicuda Vipera latastei en el Atlas Medio (Marruecos) y otras citas herpetológicas para la región. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 18: 26-34. Harris, D.J., Perera, A., Barata, M., Tarroso, P. & Salvi, D. 2010. New distribution notes for terrestrial herpetofauna from Morocco. NorthWest Journal of Zoology, 6: 309-315. Husemann, M., Schmitt, T., Zachos, F.E., Ulrich, W. & Habel, J.C. 2014. Palaearctic biogeography revisited: evidence for the existence of a North African refugium for Wes-

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Velo-Antón, G., Godinho, R., Harris, D.J., Santos, X., Martínez-Freiria, F., Fahd, S., Larbes, S., Pleguezuelos, J.M. & Brito, J.C. 2012. Deep evolutionary lineages in a Western

Mediterranean snake (Vipera latastei/monticola group) and high genetic structuring in Southern Iberian populations. Molecular Phylogenetics and Evolution, 65: 965-973.

Easternmost record of Salamandra algira splendens in Morocco Axel Hernandez1 & Daniel Escoriza2 Department of Environmental Sciences, Faculty of Sciences and Technics. University Pasquale Paoli of Corsica. 20250 Corte. France. C.e: hernandez.axel.1989@gmail.com 2 Institut Català de la Salut. Gran Via de les Corts Catalanes, 587-589. 08004 Barcelona. Spain. 1

Fecha de aceptación: 6 de junio de 2017. Key words: forest, Parc National d’Al-Hoceima, range limits, Rif Mountains.

Resumen: Se describe el descubrimiento de la población más oriental conocida de Salamandra

algira splendens en el Parc National d’Al-Hoceima. En esta región, S. algira ocupa un hábitat de matorral y bosque mediterráneo a baja altitud (220 msnm) y, al igual que en el caso de otras poblaciones, podría favorecer el uso de cuevas. The North African Fire Salamander Salamandra algira Bedriaga, 1883 is the only species of the genus Salamandra present in North Africa (Schleich et al., 1996). Its range encompasses from northern Morocco to north-eastern Algeria (Escoriza et al., 2006). In this broad area of distribution four subspecies are currently recognized: S. algira tingitana in the Tingitana Peninsula (north-western Morocco), S. algira splendens in the Middle Atlas and Rif mountains (northern Morocco),

S. algira spelaea in the Beni Snassen mountains (north-eastern Morocco), and S. algira algira, restricted to north-eastern Algeria (Ben Hassine et al., 2016). Recent publications provided accounts on the species’ distribution, showing local adaptive divergence throughout its range (Escoriza & Comas, 2007; Beukema et al., 2010). However this species is morphologically very conservative and its origin remains the most important criterion to determine the taxonomic status of the individuals (Ben Hassine et al., 2016). Figure 1: Distribution of S. algira in Morocco, according to Beukema et al. (2010, 2013) and Escoriza (2016) (S. algira splendens / S. algira tingitana, green circles; S. algira spelaea, blue circles) and IUCN (2014) (orange polygons). The new location is shown as a red square. Figura 1: Distribución de S. algira en Marruecos, según Beukema et al. (2010, 2013) y Escoriza (2016) (S. algira splendens / S. algira tingitana, círculos verdes; S. algira spelaea, círculos azules) y IUCN (2014) (polígonos naranjas). La nueva localidad se muestra como un cuadrado rojo.


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In the Rif Mountains, the distributional limits of S. algira splendens have been previously described to occur at Imassinen, Jebel Aâloul and Jebel Rhelem (Beukema et al., 2013). Here we provided a new record for S. algira splendens in the Bokkoyas massif, Central Rif (Figure 1). On April 2017 in Bôuchanchet (35°11’21.43”N, 4°7’50.37”O; elevation: 220 masl), we found an adult female (Figure 2). The habitat consisted in a mesic mixed forest composed by pines and evergreen oaks and a dense scrub (Figure 2) on a substrate formed by carbonate sedimentary rocks. The species possibly has a limited occurrence, restricted to patches of forested habitats within the Parc National d’Al-Hoceima. Locals also indicated its presence in caves in the same area, although this fact remains to be confirmed (Hernandez, 2017). This new record is situated at approximately 60 km from the closest known locality, Jebel Rhelem (Beukema et al., 2013; Figure 1), thus being the easternmost locality for the subspecies S. algira splendens. Another subspecies S. algira spelaea appears more to the east, in the Beni Snassen

Photo A. Hernandez

61 a

b

Figure 2: a) Adult female of S. algira splendens found in the Parc National d’Al-Hoceima. b) Its habitat. Figura 2: a) Hembra adulta de S. algira splendens encontrada en el Parc National d’Al-Hoceima. b) Su hábitat.

massif (213 km to the east), being an important distributional gap caused by the Moulouya arid basin (Escoriza & Ben Hassine, 2015).

References Ben Hassine, J., Guitiérrez-Rodríguez, J., Escoriza, D. & Martínez-Solano, I. 2016. Inferring the roles of vicariance, climate and topography in population differentiation in Salamandra algira (Caudata, Salamandridae). Journal of Zoological Systematics and Evolutionary Research, 54: 116–126. Beukema, W., de Pous, P., Donaire-Barroso, D., Bogaerts, S., Toxopeus, A.G., De Bie, C.A.J.M., Roca, J & Carranza, S. 2010. Biogeography and contemporary climatic differentiation among Moroccan Salamandra algira. Biological Journal of the Linnean Society, 101: 626-631. Beukema, W., de Pous, P., Donaire- Barroso, D., Bogaerts, S., García-Porta, J., Escoriza, D., Arribas, O.J., El Mouden, E.H. & Carranza, S. 2013. Review of the systematics, distribution, biogeography and natural history of Moroccan amphibians. Zootaxa, 3661: 1-60. Escoriza, D. 2016. Salamandra algira spelaea (Beni Snassen Fire Salamander); New distributional records. The Herpetological Bulletin, 136: 40-41.

Escoriza, D. & Ben Hassine, J.B. 2015. Niche partitioning at local and regional scale in the North African Salamandridae. Journal of Herpetology, 49: 276-283. Escoriza, D. & Comas, M.M. 2007. Description of a new subspecies of Salamandra algira Bedriaga, 1883 (Amphibia: Salamandridae) from the Beni Snassen massif (Northeast Morocco). Salamandra, 43:77-90. Escoriza, D., Comas, M.M., Donaire-Barroso, D. & Carranza, S. 2006. Rediscovery of Salamandra algira Bedriaga, 1883 from the Beni Snassen massif (Morocco) and phylogenetic relationships of North African Salamandra. Amphibia-Reptilia, 27: 448-455. Hernandez, A. 2017. Les Urodèles du Maroc. Histoire naturelle, taxinomie, écologie et conservation. Situla Revue d’Herpétoculture Francophone, 29: 30-49. IUCN. 2017. The IUCN Red List of Threatened Species. Version 2017-1. <http://www.iucnredlist.org> [Accessed: May 12, 2017]. Schleich, H.H., Kästle, W. & Kabisch, K. 1996. Amphibians and Reptiles of North Africa. Koeltz Scientific Books. Koenigstein.


Conservación Posible declive de Hyla meridionalis en su extremo de distribución del sudeste ibérico Mariano Paracuellos1, Juan R. Fernández-Cardenete2, Emilio González-Miras3, José L. Molina-Pardo3, Adrián Ruiz4, Juan P. Enciso†, José M. Díaz5, Piotr Jankowski6, Moisés Palmero7, Sabina Benavides5, Antonio Cruz8, José M. Palao9 & Pedro López-Acosta10 Grupo de Investigación de Ecología Acuática y Acuicultura. Universidad de Almería. Cl. Conde de Barcelona, 52. 04700 El Ejido. Almería. España. C.e.: mparacuellos@gmail.com 2 Dpto. de Zoología. Universidad de Granada. Avda. de Fuentenueva, s/n. 18002 Granada. España. 3 Sociedad para el Estudio y Recuperación de la Biodiversidad Almeriense (SERBAL). Cl. Baqueira Beret, 2. 04720 Aguadulce. Almería. España. 4 Asociación Herpetológica Murciana (AHEMUR). Cl. El Molino, 18. 30649 Mahoya (Abanilla). Murcia. España. 5 Estación de Anillamiento Lorenzo García (EALG, SEO/BirdLife). Cl. Marqués de Comillas, 13. 4º F. 04004. Almería. España. 6 Sunseed Tecnología del Desierto. 04720 Los Molinos del Río Aguas (Sorbas). Almería. España. 7 El Árbol de las Piruletas. Cl. Cervantes, 100. 04700 El Ejido. Almería. España. 8 Berja Comprometida. Cl. Antonio Banderas, 9. 2º E. 04760 Berja. Almería. España. 9 Asociación Naturalista de Jumilla (Stipa). Cl. Castelar, 18. 30520 Jumilla. Murcia. España. 10 Cl. Canónigo Molina Alonso, 23. 2º D. 04004 Almería. España. 1

Fecha de aceptación: 6 de marzo de 2017. Key words: Hyla meridionalis, conservation, marginal range, Iberian Southeast, threats.

Los efectos provocados por la pérdida, transformación y degradación del hábitat, la invasión de especies exóticas y el cambio climático son muy manifiestos en los anfibios más dependientes del medio acuático, especialmente en los límites de sus áreas de distribución (Duellman, 1999; Collins & Crump, 2009). Por tales motivos ha sido pronosticado para la familia Hylidae el declive en su distribución potencial en Sudamérica causado por tales motores de cambio (Vasconcelos & do Nascimento, 2016). Dichas incidencias se magnifican en aquellas regiones áridas y semiáridas en las que el agua se considera un factor limitante. El sudeste de la península ibérica reúne las condiciones climáticas y geográficas que pueden afectar en el futuro a la persistencia de poblaciones de especies de anfibios, pues es aquí donde llega a darse el menor índice de precipitaciones de toda Europa Occidental (e.g.,175-300 mm de lluvia al año generalmente; Capel, 1990; United Nations Environment Programme, 1992), y se extreman el riesgo de desecación, los límites de tolerancia térmica y la escasa disponibilidad de agua para completar el ciclo biológico.

La ranita meridional (Hyla meridionalis) es un hílido para el que, pese a abundar en otras partes de la península ibérica, han sido descritas condiciones muy marginales en el borde que supone el sudeste de la península. Dadas la pobreza y el aislamiento que sufren allí sus poblaciones, varios autores coinciden en categorizarlas con riesgo de extinción (e.g., Pleguezuelos et al., 2002; Torralva et al., 2005; González-Miras & Nevado, 2008; Alaminos, 2013). Esta especie está incluida a escala nacional en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, lo que “conlleva la necesidad de llevar a cabo periódicamente una evaluación de su estado de conservación” (Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, BOE, 46, de 23 de febrero de 2011). A pesar de ello, hasta la fecha no existen estudios que evalúen el estado de conservación de estas poblaciones, ni su evolución temporal. En el presente estudio se actualiza la información existente sobre la distribución de H. meridionalis en las provincias de Almería y Murcia, con objeto de valorar su estado de conservación en este territorio. Para ello se comparó la información obtenida mediante muestreos actualiza-


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dos de campo con aquellos datos conocidos de presencia histórica reciente de la especie para las mismas provincias, discutiéndose los probables motivos que pudieron haber provocado los posibles cambios. Para la realización del trabajo, se confeccionó una cartografía de presencia reciente en las décadas de 1980 y 1990, y de zonas aptas colindantes (en un radio de 5 km) para la especie en el área de estudio, en función de una búsqueda bibliográfica relativa a sus datos de presencia en las provincias de Almería y Murcia (Jiménez et al., 1986; Hernández-Gil et al., 1993; Pleguezuelos, 1997; Nevado & Paracuellos, 2002; Pleguezuelos et al., 2002; Torralva et al., 2005; Robledano et al., 2006; González-Miras & Nevado, 2008; Alaminos, 2013). Esta información

fue complementada con datos no publicados de aquellas décadas, tanto propios como proporcionados por expertos conocedores de la especie en ambas provincias. A partir de enero de 2016 se procedió a realizar diversas visitas a los enclaves de estudio seleccionados para constatar el momento idóneo de realización de los muestreos con la presencia de coros nupciales, hecho que se manifestó a partir de finales de abril del mismo año. Es por esto que, desde entonces hasta principios de mayo de 2016, varios equipos de voluntarios muestrearon, coordinados por al menos una persona experimentada por equipo, la totalidad de zonas cartografiadas durante cinco jornadas diferentes de prospección en poco más de una semana (23, 24, 25 y 30 de abril, 1 de mayo). Para ello se realizaron un total de 70 estaciones de censo nocturno, repartidas proporcionalmente atendiendo a la superficie muestreada en cada zona y distanciadas al menos un mínimo de 50 m entre sí (Tabla 1; Figura 1). Cada estación se muestreó mediante un esfuerzo homogéneo en horario nocturno, a temperatura ambiente nun-

63

ca inferior a 14ºC y sin viento fuerte o lluvia, durante una única vez empleando 15-30 minutos, rastreando intensivamente los puntos de agua y vegetación palustre mediante búsquedas visuales y auditivas de ejemplares adultos o larvas, ayudadas, en caso de necesidad, mediante el uso de reclamos de canto (extraídos de Márquez & Matheu, 2004) para estimular a los machos nupciales, más fácilmente detectables (e.g., Heyer et al., 1994). Una vez hecho el muestreo, para cada estación de censo se anotó la presencia o ausencia de la especie estimando, en el primer caso, el número de ejemplares detectados. Finalmente, con objeto de comparar el área de distribución de H. meridionalis de hace 20-30 años con la actualidad, se realizó un test exacto de Fisher de dos colas (usando el software Statistica, 6.0, StatSoft, Inc., 1984-2001, <http://www. statsoft.com>) contrastando, mediante la construcción de una tabla de contingencia de 2 x 2, la frecuencia de estaciones de muestreo con presencia/ausencia de la especie durante 1980-1990, según datos obtenidos mediante la búsqueda de información previa, y durante 2016, según los muestreos de campo del presente estudio (Siegel & Castellan, 1988). Según la búsqueda y recopilación de información previa desarrollada, los enclaves identificados de presencia manifiesta o potencial de H. meridionalis en las provincias de Almería y Murcia se englobaron en seis cuencas hidrográficas de Adra, el levante almeriense y el altiplano murciano (Tabla 1; Figura 1). En el río Adra, provincia de Almería, hubo constancia de una amplia distribución y cierta abundancia de H. meridionalis hasta finales de la década de 1990 en el propio cauce fluvial, desde las Fuentes de Marbella a Entrerríos. Las mismas fuentes constatan la presencia de la especie equivalente hasta 15 años atrás en parches palustres del delta con


Total de estaciones

Charco del Zorro

Fuente del Pino

Rambla de Tobarrillas Jumilla Jumilla

38º28’N/1º20’W

Yecla

38º32’N/1º17’W

38º43’N/1º10’W

38º44’N/1º10’W

Murcia

Murcia

Murcia

510

619

788-783

8

0

0

0

35

1

1

1

3

0 0

0

3 0

0 0

Río Segura

2

0

176

3

Almería

Almería

Almería

0

Vera

Cuevas de Almanzora

37º14’N/1º46’W

37º13’N/1º48’W

Huércal-Overa

37º20’N/1º57’W

Altiplano murciano

Saladar de los Canos

Rambla del Algarrobo

Desembocadura

4

0 0

Río Almanzora

Cauce fluvial

1

4

1

4

Almería

0 Vera

0

37º12’N/1º48’W

0

Río Antas

0

Desembocadura

2

301-57 0

Almería

Almería 3

Mojácar

37º08’N/1º55’W

37º09’N/1º49’W

Sorbas, Turre, Los

Gallardos, Mojácar

37º05’N/2º04’W

Desembocadura

Cauce fluvial

0

11

6

7

3

2

3

0

24

Río Aguas

8

3

198-0

5

Altitud Estaciones + Estaciones + (msnm) 1980-1990 + 2016 1980-1990 - 2016

8

Almería

Almería

Almería

Provincia

3

Adra

Adra

Berja, Adra

Municipio/s

Levante almeriense

36º45’N/2º57’W

36º44’N/2º59’W

Albuferas de Adra

36º44’N/2º58’W

36º05’N/3º01’W

Coordenadas geográficas

Resto del delta

Cauce fluvial

Río Adra

Cuencas hidrográficas/ localidades

27

0

0

0

0

0

2

2

0

0

0

0

0

0

17

17

19

0

3

5

8

Estaciones 1980-1990 - 2016

70

1

1

1

3

3

2

2

3

1

4

4

4

3

17

20

30

13

12

12

37

> 29

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

0

3

0

3

3

2

> 24

0

> 26

Total de Ejemplares estaciones censados 2016

Tabla 1: Información de las localidades de estudio en las provincias de Almería y Murcia, incluyendo principales datos geográficos, así como presencia (+) o ausencia (-) de la ranita meridional (H. meridionalis) para 1980-1990, según datos previamente conocidos, y 2016, según los muestreos del presente estudio. No existieron estaciones de muestreo con presencia de la especie en 2016 y ausencia en 1980-1990. Para los tramos de río se indican las coordenadas geográficas y las altitudes de las estaciones de muestreo con mayor y menor altitud.

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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1)

65

a

b

c

d

e

Figura 1: Área de estudio. a) En la península ibérica. b) Sudeste ibérico. c) Río Adra. d) Levante almeriense. e) Altiplano murciano. Se indica para c, d y e el área de distribución durante 1980-1990 y las estaciones de muestreo con resultados negativos y positivos consideradas durante 2016 para la ranita meridional (H. meridionalis).

exuberante vegetación emergente, principalmente las albuferas de Adra, pero también en otros pequeños retazos palustres residuales que quedaron aislados entre invernaderos a lo largo de la historia (e.g., Jiménez et al., 1986; Paracuellos, 2006; González-Miras & Nevado, 2008; M. Paracuellos, datos no publicados). Por otra parte, hasta finales

de la década de 1990 fue también confirmada la presencia del anuro en las lagunas de las desembocaduras de los ríos Aguas, Antas y Almanzora, provincia de Almería, al igual que en la vegetación de orilla de la cola del embalse de Cuevas, aguas arriba de este último río (J.P. Enciso, datos no publicados). Por último, se tuvo constancia


66

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de la especie en tres localidades murcianas de la cuenca del río Segura (un tramo de la rambla de Tobarrillas, la fuente del Pino y el charco del Zorro, las dos últimas en la rambla de La Alquería) hasta finales de la década de 1980 (Hernández-Gil et al., 1993; V. Hernández-Gil, comunicación personal). Entre las desembocaduras de los ríos Antas y Almanzora existe una depresión salina, el saladar de los Canos, la cual se inunda temporalmente por la rambla del Algarrobo antes de su desagüe al mar. Para tal llanura, así como para los tramos finales de cauces en los ríos Adra y Aguas (exceptuando la desembocadura de este último), pese a no haberse registrado la presencia de H. meridionalis, la idoneidad actual del hábitat para la especie y su proximidad a enclaves ocupados recientemente por ésta hicieron que tales lugares también se incluyeran en el muestreo (Tabla 1; Figura 1). Para mayor información acerca de los enclaves del área de estudio, véase Martínez & Conesa (1985), Hernández-Gil et al. (1993), Martínez et al. (2000-2009), Robles et al. (2002), Suárez et al. (2002), Toro et al. (2002), Casas et al. (2003), Paracuellos et al. (2007), Salinas & Casas (2007). Al margen de las zonas descritas del río Adra, levante almeriense y altiplano murciano (Figura 1), no se conoce información alguna, ni pasada ni actual, de la presencia de H. meridionalis en las provincias de Almería y Murcia. Teniendo en cuenta los muestreos de búsqueda in situ llevados a cabo durante 2016, en el río Adra H. meridionalis se localizó exclusivamente en tres de los siete puntos supervisados en la albufera Honda (siendo esta laguna el parche palustre del delta y, con diferencia, la zona del área de estudio en la que más individuos pudieron ser identificados, con coros que superaban los 20 machos). Además, la especie también se detectó en dos retazos palustres aislados y muy testimoniales de otras zonas del mismo delta. En ninguna del resto de estaciones de muestreo en

el Adra (32) fue localizado el anuro. En el río Aguas fue detectado H. meridionalis mediante tres respuestas positivas al reclamo de sendos machos aislados, en las tres estaciones ubicadas en la laguna de la desembocadura, lugar donde llegó a escucharse hasta finales de la década de 1990 (J.P. Enciso, datos no publicados). En las 17 estaciones restantes del cauce del río los contactos fueron nulos. Por último, se dieron resultados negativos en las 13 estaciones situadas en el resto de localidades donde se realizaron prospecciones, referentes a las de los ríos Antas y Almanzora, el saladar de los Canos, la rambla de Tobarrillas, la fuente del Pino y el charco del Zorro. En definitiva, del total de 70 estaciones de censo muestreadas en 2016, tan sólo en ocho fue detectada la especie, suponiendo únicamente el 18,6% de aquellos puntos donde se constató la presencia del anuro hace 20-30 años. En aquellos tres enclaves alternativos donde no se tenían datos de la presencia de la especie en 1980-1990, tampoco ahora fue ésta detectada (Tabla 1; Figura 1). Pudo observarse una disminución significativa de la distribución de H. meridionalis durante 2016 respecto a 1980-1990 (estaciones con presencia en 1980-1990 y 2016: 8, estaciones con presencia en 1980-1990 y ausencia en 2016: 35, estaciones con ausencia en 1980-1990 y presencia en 2016: 0, estaciones con ausencia de datos en 1980-1990 y ausencia de datos en 2016: 27; test exacto de Fisher, P < 0,05; Tabla 1). Los resultados parecen mostrar un declive generalizado de H. meridionalis en sus últimos enclaves del sudeste ibérico, al detectarse sólo en un bajo número de estaciones de los ríos Adra y Aguas, con su probable desaparición de la mayoría de cuencas hidrográficas donde se localizaba hace 20-30 años (ríos Antas, Almanzora y Segura). Tal motivo favoreció posiblemente que siguiese sin colonizar las zonas aptas adyacentes (saladar de los Canos). Ello, además, podría


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cobrar gravedad teniendo en cuenta que, en la mayoría de los pocos puntos donde se localizó, el número de ejemplares detectado fue mínimo y con riesgo de desaparición por tratarse de localidades muy aisladas entre sí y de las poblaciones más vecinas de Granada o Albacete (Pleguezuelos et al., 2002; Tabla 1; Figura 1). Los principales motivos que podrían haber causado tal declive deberían estar relacionados, en gran parte, con la invasión de tierras por los cultivos, en muchos casos intensivos de invernaderos, y la expansión del suelo urbano en las cuencas hidrográficas estudiadas. Tal transformación del medio ha debido suponer la destrucción, fragmentación y aislamiento del hábitat superviviente que H. meridionalis ocupaba hace 20-30 años, la extracción masiva de agua de cauces y acuíferos con consiguiente pérdida de muchas masas de agua aptas para la especie, y la contaminación y colmatación del medio acuático por biocidas, fertilizantes, residuos agrícolas, vertidos de áridos y de aguas mal depuradas, de basura y de salmueras procedentes de plantas desaladoras. A ello podría sumarse la introducción de especies exóticas invasoras como, entre otras, la cañavera (Arundo donax), el cangrejo rojo (Procambarus clarkii), la carpa (Cyprinus carpio) o la gambusia (Gambusia holbrooki). Estas amenazas para H. meridionalis podrían haber sido acrecentadas, además, por el incremento en la sequía en el sudeste ibérico, favorecida por el cambio climático, lo cual limita, aún más si cabe, el agua con cierta calidad disponible en los últimos refugios para la especie en Almería y Murcia. Tales impactos sobre las poblaciones del sudeste ibérico debieron encontrarse intensificados, además, por las condiciones de estrés ambiental e, incluso, genético que supone el localizarse en uno de los límites geográficos de distribución de la especie, haciendo a las mismas más susceptibles y con menor capacidad de respuesta frente a enfermedades, to-

67

xinas y grandes fluctuaciones medioambientales, de las que les costaría mucho más recuperarse que a poblaciones más céntricas (Shafer, 1990; Duellman, 1999). Para más información acerca de alteraciones ambientales en el área de estudio, véase Villegas & Sánchez (1995), Martínez et al. (2000-2009), Nevado & Paracuellos (2002), Pardo et al. (2002), Robles et al. (2002), Suárez et al. (2002), Toro et al. (2002), Casas et al. (2003), Paracuellos (2006), Robledano et al. (2006), Torrava et al. (2005), Salinas & Casas (2007), Kovats et al. (2014). El presente trabajo solo fue llevado a cabo en cinco días concretos muy próximos en el tiempo durante un único período reproductor (véase Material y métodos), lo que pudo haber favorecido que los distintos enclaves muestreados lo hubiesen sido bajo condiciones microclimáticas diferentes entre sí. Dado que las poblaciones de los anfibios son considerablemente dependientes de las fluctuaciones ambientales cambiantes en condiciones naturales (Heyer et al., 1994; Duellman, 1999), ello podría haber provocado desfases en los momentos nupciales entre zonas, lo que derivaría, en definitiva, en la detección de una menor proporción de las poblaciones existentes. En este contexto de variabilidad interanual se encuentra el hecho de que muchas especies de anfibios mediterráneos pueden tener varios períodos reproductivos, no sólo en primavera, sino también pudiendo criar a finales de verano con la llegada de nuevas lluvias (e.g., Richter-Boix et al., 2007). Pese a que con los datos obtenidos existe una sospecha de la regresión de la especie en la zona, los resultados de la comparación directa entre datos acumulados durante dos décadas (1980-1990) y los de un período muy corto ceñido a un año concreto (2016) deberían valorarse con cierta cautela dado que, si bien la información obtenida podría constituirse como un punto de partida, serían necesarias más réplicas de los muestreos en diferentes años, abarcando


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una mayor variabilidad ambiental y climática, para corroborar el posible declive y descartar que la ausencia de H. meridionalis se pudiera deber más a una falta de detectabilidad motivada por fluctuaciones ambientales espontáneas que a un declive real.

Estación de Anillamiento Lorenzo García (EALG, SEO/

Agradecimientos: El trabajo de campo fue realizado

J.P. Enciso, coautor del artículo y el último descubridor de

por 51 voluntarios de la Sociedad para el Estudio y Re-

H. meridionalis en el río Aguas. Sirva de reconocimiento a

cuperación de la Biodiversidad Almeriense (SERBAL),

uno de los mejores naturalistas que ha conocido Almería.

BirdLife), Berja Comprometida, El Árbol de Las Piruletas, Sunseed Tecnología del Desierto, Asociación Herpetológica Murciana (AHEMUR) y Asociación Naturalista de Jumilla (Stipa). Se agradece la aportación de información y el asesoramiento prestado a V. Hernández-Gil, J.A. Hódar, J. Larios y P. Kramer. El presente estudio está dedicado a

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Abundancia poblacional y notas de historia natural de Gastrotheca riobambae (Anura: Hemiphractidae) en un valle de Quito, Ecuador Salomón Ramírez-Jaramillo Instituto Nacional de Biodiversidad. Rumipamba 341 y Av. de los Shyris. Quito. Ecuador. C.e.: kp-7sz@hotmail.com Fecha de aceptación: 6 de abril de 2017. Key words: ecological aspects, marsupial frog, photoidentification.

Gastrotheca riobambae es una especie endémica de los bosques y valles interandinos en el centro norte de Ecuador (entre las provincias de Imbabura y Chimborazo) que habita desde los 1.590 a 3.220 msnm (Duellman, 2015). Según la UICN (2016), se categoriza En Peligro (EN). Esta especie de rana marsupial vive en diversos tipos de hábitats, adaptándose bien

a ecosistemas alterados (Coloma et al., 2004; Ramírez & Rodríguez, 2011; Duellman, 2015).

Ramírez & Rodríguez (2011) estudiaron su estado poblacional y relaciones ecológicas en dos localidades del Volcán Pasochoa. Durante un año registraron 37 individuos en un área de 9.000m2 para ambos sitios. En cada una de las dos localidades estudiadas la


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Figura 1: Ubicación del sitio de estudio.

presión de actividades humanas estaba presente, encontrándose más individuos en el hábitat con menor densidad de vegetación, siendo la disponibilidad de charcas el factor determinante para su reproducción y relaciones ecológicas. Frecuentan los estratos bajos de la masa vegetal, aunque dependen mucho de la altura de la misma (Ramírez & Rodríguez, 2011). La especie parece ser tolerante a una de las cepas del hongo patógeno Batrachochytrium dendrobatidis (Manzano, 2010; Ramírez & Rodríguez, 2011). El conocimiento del estado poblacional de las especies amenazadas ayuda a una mejor conservación de aquellas regiones donde se encuentre presente. Este estudio provee de información sobre abundancia poblacional en base a ensayos de fotoidentificación mediante captura y recaptura, complementando así estudios poblacionales previos de la especie.

Área de estudio y métodos El Barrio Santa Isabel (Figura 1), ubicado en la Parroquia de Amaguaña (00º20’18’’N / 78º29’03’’W; 2543 msnm), a 15 Km al noroeste del Volcán Pasochoa, está influenciado por la cuenca del río San Pedro, pues lo atraviesa uno de sus riachuelos afluentes. Entre 2002 y 2007 su temperatura osciló entre los 7º y19ºC con un promedio de 14°C, la humedad relativa es de un 70%, y la pluviosidad anual de 1.800mm aproximadamente, considerándose que la época seca comprende los meses de junio a agosto (INAMHI, 2010). Su ecosistema corresponde al Arbustal Siempreverde Montano del norte de los Andes (MAE, 2013). Su vegetación se compone principalmente de: Inga edulis (guaba), Passiflora mixta (taxo), Zea mays (maíz), Canna edulis (achira), Phaseolus coccineus (fréjol rojo), Bougainvillea glabra (bugambilla), Hydrocotyle umbellata (orejuela), Verbena officinalis (verbena silvestre), Clinopodium sp. (toronjil silvestre), Mentha piperita (menta), Physalis peruviana (uvilla), Aloe vera (sábila), Fragaria vesca (fresa), Zantedeschia aethiopica (cartucho), Ficus carica (higo), Rumex obtusifolius (lengua de vaca), Plantago major (llantén), Bidens alba (ñachag blanco), Rosa sp. (rosa silvestre), Taraxacum officinale (taraxaco), Tabla 1: Tamaño poblacional de G. riobambae estimado mediante captura-recaptura durante la realización de ocho muestreos en los años 2006-2007. ♀

Junio

9

6

3

2

7

Agosto

2

2

0

1

1

Enero

3

3

0

3

0

Febrero

9

6

3

6

3

Marzo

3

1

2

3

0

Abril

3

2

1

1

2

Mayo

0

0

0

0

0

Junio

4

4

0

3

1

Total registros

33

24

9

19 14

Mes

Capturas Únicas Recapturas


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Amaranthus caudatus (sangoracha) y principalmente Pennisetum clandestinum (kikuyo). Para estimar el tamaño poblacional de la especie en la región, se aplicaron las técnicas estandarizadas para monitoreo de anfibios descritas en Heyer (1994). El método de marcaje-recaptura (Donnelly & Guyer, 1994) consiste en la captura y marcado de los animales, su liberación y su subsecuente recaptura una o más veces. El marcaje para la identificación de los individuos fue mediante el patrón corporal de manchas en el dorso. Durante junio y agosto del 2006, y de enero a junio del 2007, se realizaron muestreos aleatorios entre las 19h00 y 00h00, en horarios de avistamientos cortos, con un total de 30 minutos de muestreo por semana y un acumulado de dos horas de muestreo por mes. Se escogieron estas épocas debido a que presentaron lluvias, las cuales son adecuadas para su actividad. Con el fin de atraer a las ranas se colocó aleatoriamente sobre el piso y una enredadera un total de seis recipiena

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Figura 2: Puesta infértil de huevos de G. riobambae (26/06/2007).

tes con agua (entre 20-30 x 15-25 cm) a diferentes alturas (0, 40, 70, 120, 140 y 170cm). Las capturas fueron por observación directa, se fotografió el dorso de cada individuo para registrarlas y posteriormente identificar los individuos mediante sus patrones individuales de coloración. La fotoidentificación se realizó de forma manual. Se registraron los individuos según el sexo y se aplicó el método de Schumacher-Eschmeyer Figura 3: Comportamiento de uso de percha e historia natural de G. riobambae. Para interpretación véase texto.

b

d

c

e


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para estimar el tamaño de la población. Se comparó la abundancia en la población de machos y hembras mediante una prueba de Kruskal-Wallis utilizando el programa BioEstat 5.0. Resultados Abundancia poblacional De los 33 registros obtenidos mediante captura-recaptura, el 73% correspondió a capturas únicas (24 individuos) y el 27% a recapturas, estimándose un tamaño poblacional de Schumacher-Eschmeyer de 49 individuos (SE= 0.159; S2= 0.343). La abundancia de machos y hembras no presentó diferencias significativas (H= 1.0271; g.l= 7; P= 0.3108); de los 24 individuos capturados, 11 fueron hembras (46%) y 13 machos (54%), presentando una relación de 1:1. Durante ocho meses de muestreo los picos de abundancia fueron febrero y mayo (Tabla1). Observaciones de historia natural Los 24 individuos registrados mediante captura-recaptura se distribuyeron desde el suelo hasta una altura de 3 m. Durante la noche, los machos vocalizando fueron observados cerca y dentro de los recipientes con agua. Frecuentemente se observó agrupados a tres machos vocalizando en las “pozas” más altas, en aparente competencia entre ellos y a la espera de hembras posiblemente. Sucedió en pocas ocasiones que los machos callaban cuando se acercaba y permanecían mudos hasta durante una hora. No se observaron amplexus. El 26 de junio del 2007 se registró una puesta no fertilizada con 33 huevos inviables en un recipiente ubicado a 170 cm de altura (Figura 2). Los individuos fueron observados mayormente en enredaderas como P. coccineus, B. glabra y P. mixta. No siempre permanecían en sitios específicos, pues se registró a tres ejemplares que se habían desplazado al menos unos 15 m.

Se observaron cuatro individuos en reposo adheridos a una pared de bloques, por la cual también se desplazaban (Figura 3a), aprovechando la sombra y el escondite que les proporcionaban hojas y ramas hasta una altura de 3 m. Cinco individuos fueron vistos dentro de los bloques de construcción y tres semienterrados (dos individuos bajo la tierra, aproximadamente a 10 cm de profundidad y un individuo entre materia orgánica en descomposición, aproximadamente a 15 cm de profundidad). Durante el día se encontraron entre la asociación de fréjoles y maizales a alturas que oscilaban entre 120 y 160 cm (Figuras 3b y c), mientras que en la buganvilla se anotaron mayores alturas que alcanzaron los 220 cm (Figura 3d). Suelen reposar con las extremidades cruzadas junto al cuerpo para conservar humedad (Figuras 3c y e), camuflándose sobre hojas o ramas. En varios casos, al sentirse amenazados por el observador, huyeron emitiendo una vocalización y en otros casos, saltaron en silencio. En una ocasión un macho, al verse amenazado por un perro, se alzó sobre sus cuatro patas emitiendo un sonido tipo chillido agudo que duró entre 4 y 5 segundos. La emisión de chillidos no ha sido reportada para esta especie. Discusión Abundancia poblacional La relación de machos y hembras (1:1), es distinta a lo reportado por Ramírez & Rodríguez (2011), quienes registraron una relación de machos y hembras de 7:1 en Cuendina y 5:1 en RVSP. Durante los muestreos, tanto machos como hembras fueron fácilmente avistados puesto que se conocía donde pueden estar debido a la disposición del hábitat. En Ramírez & Rodríguez (2011) los machos fueron avistados gracias al seguimiento de los cantos mientras que las hembras fueron más crípticas, pudiendo ser ésta


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una de las razones que explique la gran diferencia observada en la sex-ratio entre estudios. En el trabajo presente, los cantos fueron útiles pero no determinantes, puesto que el uso de recipientes con agua ayudó mucho en avistamientos, y podría ser un método de relevamiento visual efectivo para individuos pertenecientes al género Gastrotheca, al mismo tiempo que útil como como herramienta de conservación para crear sitios reproductivos suplementarios en determinados hábitats. La capacidad críptica de la especie es muy alta, debido a sus distintos patrones de coloración que les permite ocultarse fácilmente entre la vegetación adoptando diferentes posiciones según su requerimiento (del Pino, 1980; Ramírez & Rodríguez, 2011). En este estudio, los registros de comportamiento in situ de Gastrotheca riobambae coinciden con las observaciones ex situ de del Pino (1975, 1980, 1989), según las cuales durante el día las ranas permanecen inmóviles, sobre hojas, en condiciones relativamente secas, con las extremidades anteriores y posteriores cruzadas hasta llegado el crepúsculo. Conservación y amenazas La asignación de una categoría de amenaza para esta especie ha variado en el tiempo, Coloma et al. (2004) la incluyen en la categoría En Peligro (EN), bajo los criterios A2ac de UICN (2001), mientras que Ron et al. (2011) la reportan como Vulnerable (VU), bajo los criterios de B1ab(iii). Sin embargo, una recategorización adecuada requiere de más estudios que cuantifiquen las poblaciones en otras localidades de su distribución así como la disponibilidad de cobertura vegetal. El acelerado crecimiento urbanístico y los cambios que ha sufrido el entorno de la localidad de estudio, desde su realización en 2006-2007 hasta hoy día (2017), amenazan a la población es-

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tudiada, y nuevos estudios serían necesarios para actualizar su estado exacto al día de hoy. La densidad así como el tamaño poblacional calculado en el presente estudio pueden ser consecuencia de la pérdida de hábitat y la presión ambiental en la zona, generando una población cerrada que debido a la presión antrópica que se presenta alrededor se ha refugiado en esta área, generando las altas densidades comparadas con otros estudios. Hasta 2005, G. riobambae era una especie muy común en la zona. Actualmente sus poblaciones están severamente fragmentadas y reducidas, en especial por la pérdida de hábitats debido al crecimiento urbano en los valles interandinos. Entre los factores de mayor amenaza están la deforestación, agricultura, ganadería, quema, uso intensivo de pesticidas en cultivos, plantaciones forestales de pino y eucalipto. Durante este estudio no se diagnosticó la presencia de Batrachochytrium dendrobatidis, y todos los individuos registrados se veían saludables y no presentaban malformaciones ni signos de enfermedad. Se conoce que esta especie tolera al patógeno (Manzano, 2010; Ramírez & Rodríguez, 2011). Sin duda una de las mayores amenazas para G. riobambae es la pérdida drástica de cobertura vegetal (Ramírez & Rodríguez, 2011) y la disminución de pozas para el desarrollo de renacuajos. Sin ellas se ven imposibilitados para cumplir con sus funciones biológicas, quedando expuestos a sus depredadores naturales y potencialmente a la depredación por parte de animales domésticos. Agradecimientos: A M. Yánez y J.P. Reyes por sus comentarios y sugerencias durante el estudio. A R. Jaramillo, F. Hidalgo, J. Hidalgo; J. Ramírez, P. Ramírez, I. Ramírez y M. Ramírez por ayudarme en todo momento durante el estudio. A M. Rodríguez por su apoyo, ayuda y sugerencias durante el estudio de campo. A dos revisores anónimos por su revisión al primer borrador.


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Infección por dermocistidios (Dermocystida) en una población de Lissotriton helveticus de A Limia (Ourense, Galicia) Pedro Galán1 & David Dopereiro2 Universidade da Coruña. Grupo de Investigación en Bioloxía Evolutiva (GIBE). Departamento de Bioloxía. Facultade de Ciencias. Campus da Zapateira, s/n. 15071 A Coruña. España. C.e.: pgalan@udc.es 2 Avenida das Caldas, 9. 5º B. 32001 Ourense. España. 1

Fecha de aceptación: 26 de abril de 2017. Key words: amphibians, diseases, Dermocystida, Mesomycetozoea, infection, Spain.

Las enfermedades infecciosas de los anfibios son un factor determinante de muchos declives poblacionales y extinciones (Daszak et al., 2000; Collins et al., 2003). Dentro de éstas, se han citado brotes infecciosos cutáneos atribuidos a un grupo de patógenos fúngicos, los dermocistidios. Es un grupo de organismos poco estudiado, pertenecientes al orden Dermocystida, clase Mesomycetozoea (Pascolini et al., 2003; Duffus & Cunningham, 2010; González-Hernández et al., 2010; Rowley

et al., 2013).

Se trata de patógenos que infectan a mamíferos, aves, peces y anfibios. En este último grupo animal, se han nombrado a los géneros Amphibiocystidium y Amphibiothecum como los agentes infecciosos (Pascolini et al., 2003; Feldman et al., 2005). Infecciones causadas por estos agentes a diversas especies de anfibios han sido citadas en Italia, Francia, Suiza, antigua Checoslovaquia y Escocia, Reino Unido (véase revisión de la bibliografía en Duffus & Cunningham, 2010).


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Fotos David Dopereiro

Figura 1: Individuos de L. helveticus de la charca de A Saínza (Comarca da Limia, Ourense) que muestran la infección por dermocistidios. Las flechas indican los diversos quistes, nódulos y bultos que originan estos patógenos en cada uno de los ejemplares.

Entre las especies de anfibios afectadas, en Lissotriton helveticus se han observado en diversas poblaciones lesiones cutáneas en forma de bultos, nódulos o quistes, que en ocasiones originan úlceras con extensas hemorragias, y que han sido atribuidos a estos dermocistidios (González-Hernández et al., 2010). En un reciente análisis patológico y molecular sobre estas lesiones en una población escocesa de L. helveticus, Fiegna et al. (2017) confirman que el agente patógeno asociado con estas lesiones es un

nuevo organismo del orden Dermocystida. En esta población escocesa, los individuos afectados mostraron una patología macroscópica y morfológica de los quistes parasitarios muy similar a la descrita en L. helveticus infectados en Francia (atribuida a un dermocistidio emparentado con Amphibiocystidium ranae; González-Hernández et al., 2010). Sin embargo, en la población de Escocia observaron un resultado clínico más extremo, con la aparición de edemas subcutáneos graves. El estudio filogené-


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tico realizado confirmó la sinonimia entre las secuencias del dermocistidio de Escocia y de Francia. El análisis filogenético también indicó que estos patógenos que infectan a los anfibios no son monofiléticos y que el agente infectante de L. helveticus es una especie nueva: Amphibiothecum meredithae (Fiegna et al., 2017). Existe muy poca información sobre la incidencia de estos patógenos en la península ibérica. En la presente nota se describe su presencia en una población de L. helveticus de Galicia. El 11 de marzo de 2017, realizando un muestreo de anfibios, se encontraron en una charca estacional (de 20 m2 de superficie y 60 cm de profundidad máxima) 11 individuos adultos en fase acuática de L. helveticus, de los que 10 (el 91%) mostraban una serie de bultos y nódulos en la piel (Figura 1). La charca se encuentra en la comarca de A Limia, cerca de la localidad de A Saínza de Abaixo (ayuntamiento de Rairiz de Veiga, provincia de Ourense; UTM 1x1 km: 29T NG 9657; 613 msnm). Se localiza en una zona con herbazales naturales y setos arbóreos dispersos. En esta charca, además de estos tritones adultos, se encontraron cinco larvas de la misma especie, que no mostraban quistes, y tres subadultos de Pelophylax perezi, que tampoco los tenían. En otras charcas cercanas se encontraron adultos en fase acuática de L. boscai (tres ejemplares en dos charcas) y varios ejemplares de P. perezi, que no mostraban ningún signo de infección. En fase terrestre, en los alrededores de las charcas, se encontró Hyla molleri, Alytes obstetricans y Triturus marmoratus (estos dos últimos, bajo piedras), que tampoco mostraban señales de infección. Las protuberancias que presentaban los ejemplares de L. helveticus se encontraban repartidas por diferentes regiones de su cuerpo, en número y tamaño variable, según los indivi-

duos. El grado de infección también fue variable, desde una o unas pocas vesículas o quistes cutáneos en algunos ejemplares, hasta úlceras múltiples en otros, que podían ser coalescentes, y en un caso, mostrando hemorragias. Estos ejemplares fueron devueltos a la charca tras ser examinados y fotografiados. La red de mano utilizada para recogerlos no fue vuelta a utilizar en ninguna otra charca, siendo posteriormente desinfectada. Por la forma de las lesiones cutáneas que mostraban los tritones objeto de esta nota (Figura 1), podemos asimilar esta patología a una infección causada por dermocistidios, como ha sido descrita en la misma especie en poblaciones de Francia y Reino Unido (González-Hernández et al., 2010; Courtois et al., 2013; Fiegna et al., 2017). Se han descrito dos especies pertenecientes al género Amphibiocystidium en Europa que causan esta patología: A. ranae, que infecta a ranas verdes (Pelophylax esculentus y Pelophylax lessonae) y otro dermocistidio que afecta a L. helveticus en Francia (González-Hernández et al., 2010) y en Escocia (Fiegna et al., 2017), éste último asignado a la nueva especie Amphibiothecum meredithae. Cabe dentro de lo posible que la infección aquí descrita sea causada por esta última especie de dermocistidio. Sobre su efecto, se ha indicado que, mientras algunos tritones muestran una infección muy severa y perecen, otras poblaciones se encuentran libres de la infección (Fiegna et al., 2017). En Francia, la infección aparece en numerosas localidades de cría de L. helveticus y, dentro de cada una, las lesiones varían entre individuos, desde una o unas pocas vesículas o nódulos cutáneos, hasta múltiples úlceras que pueden llegar a unirse con hemorragias extensas (González-Hernández et al., 2010), algo similar a lo observado en los 10 individuos infectados de Ourense. En cuanto a su impacto sobre la mortalidad en L. helveticus, los trabajos realizados en Eu-


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ropa se muestran cautos ante la falta de datos de seguimiento de las poblaciones afectadas, aunque presuponen un claro efecto negativo (González-Hernández et al., 2010; Fiegna et al., 2017). Densmore & Green (2007) y Duffus & Cunningham (2010) en sus estudios recopilatorios indican que las infecciones por dermocistidios habitualmente no son fatales y se curan por ellas mismas. Sin embargo, en Estados Unidos se ha descrito un incremento de la mortalidad, tanto en fases larvarias como adultas, en tritones americanos (Notophthalmus viridescens) infectados por dermocistidios (Raffel et al., 2008). En Europa, se ha asociado el declive de ranas (P. esculentus complex) en Italia con la infección por A. ranae (Pascolini et al., 2003). Sobre la extensión de esta infección, en un departamento francés se ha encontrado que cinco de nueve poblaciones de L. helveticus examinadas contenían individuos afectados

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por estos patógenos, con una prevalencia media del 12,1% (Courtois et al., 2013). En la península ibérica, conocemos el caso de un individuo de L. helveticus afectado, también en Galicia, en la provincia de Pontevedra (Tizón, 2016). Este dato, más la información aquí aportada, podría sugerir que este patógeno quizá se encuentra más extendido en el noroeste de la península ibérica, ya que se ha observado tanto en Pontevedra como en Ourense. Sería deseable realizar unos muestreos más exhaustivos en otras zonas para poder conocer la extensión de esta enfermedad, así como el seguimiento de esta población afectada (y de otras que puedan aparecer), para comprobar el efecto que tiene sobre la supervivencia de los individuos. Agradecimientos: A M. Puras por su colaboración en los muestreos.

Referencias Collins, J.P., Brunner, J., Miera, V., Parris, M.P., Schock, D. & Storfer, A. 2003. Ecology and evolution of infectious diseases. 137-151. In: Semlitsch, R. (ed.), Amphibian Conservation. Smithsonian Institution Press. Washington DC. Courtois, E.A., Cornuau, J.H., Loyau, A. & Schmeller, D.S. 2013. Distribution of Amphibiocystidium sp. in palmate newts (Lissotriton helveticus) in Ariège, France. Herpetology Notes, 6: 539–543. Daszak, P., Cunningham, A. A. & Hyatt, A.D. 2000. Emerging infectious diseases of wildlife threats to biodiversity and human health. Science, 287: 443–449. Densmore, C.L. & Green, D.E. 2007. Disease of amphibians. Institute for Laboratory Animal Research Journal, 48: 235–254. Duffus, A.L.J. & Cunningham, A.A. 2010. Major disease threats to European amphibians. Herpetological Journal, 20: 117–127. Feldman, S.H., Wimsatt, J.H. & Green, D.E. 2005. Phylogenetic classification of the frog pathogen Amphibiothecum (Dermosporidium) penneri based on small ribosomal subunit sequencing. Journal of Wildlife Disease, 41: 701–706. Fiegna, C., Clarke, C.L., Shaw, D.J., Baily, J.L., Clare, F.C., Gray, A., Garner, T.W.J. & Meredith, A.L. 2017. Pathological and phylogenetic characterization of Amphibiothecum sp. infection in an isolated amphibian (Lissotriton helveticus) population on the island of Rum (Scotland). Parasitology, 144: 484–496.

González-Hernández, M., Denoel, M., Duffus, A.J.L., Garner, T.W.J., Cunningham, A.A. & Acevedo-Whitehouse, K. 2010. Dermocystid infection and associated skin lesions in free-living palmate newts (Lissotriton helveticus) from Southern France. Parasitology International, 59: 44–350. Pascolini, R., Daszak, P., Cunningham, A. A., Tei, S., Vagnetti, D., Bucci, S., Fagotti, A. & Di Rosa, I. 2003. Parasitism by Dermocystidium ranae in a population of Rana esculenta complex in Central Italy and description of Amphibiocystidium n. gen. Diseases of Aquatic Organisms, 56: 65–74. Raffel, T.R., Bommarito, T., Barry, D.S., Witiak, S.M. & Shackelton, L.A. 2008. Widespread infection of the Eastern red-spotted newt (Notophthalmus viridescens) by a new species of Amphibiocystidium, a genus of fungus-like Mesomycetozoan parasites not previously reported in North America. Parasitology, 135: 203–215. Rowley, J.J.L., Gleason, F.H., Andreou, D., Marshall, W., Lilje, O. & Goslan, R. 2013. Impacts of Mesomycetozoean parasites on amphibian and freshwater fish populations. Fungal Biology Reviews, 27: 100–111. Tizón, J. 2016. Lissotriton helveticus. Biodiversidad Virtual. 28/02/2016. <http://www.biodiversidadvirtual.org/reptiles/Lissotriton-helveticus-img19472.html> [Consulta: 21 marzo 2017].


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Confirmación de la reproducción en condiciones naturales de Trachemys emolli en Cataluña (NE península ibérica) Albert Martínez-Silvestre, Joaquim Soler, Isabel Verdaguer & Juan Miguel Cano CRARC. Av. Maresme, 45. 08783 Masquefa. Barcelona. España. C.e.: crarc-masquefa@outlook.com Fecha de aceptación: 29 de mayo de 2017. Key words: Trachemys emolli, reproduction, introduced species, Catalonia.

La tortuga nicaragüense (Trachemys emolli, Legler 1990) es un galápago mesoamericano originario de lagos y arroyos de Nicaragua y Costa Rica, anteriormente descrita como subespecie de Trachemys scripta (Fritz & Havas, 2006). Debido a la prohibición de su venta tras la categorización de Trachemys scripta y sus subespecies como especies exóticas invasoras en España (Ministerio de Medio Ambiente, 2011), T. emolli se ha convertido en los últimos años en una alternativa comercial, substituyendo a aquélla en muchos comercios y, por ende, en domicilios. En consecuencia, en los últimos años se han registrado ya casos de avistamientos de T. emolli en áreas naturales de la península ibérica, especialmente en Cataluña, Baleares y Valencia, donde se la considera como una especie aclimatada (Balmori, 2014). En la provincia de Barcelona es conocida su presencia en humedales y áreas protegidas (Arribas, 2009). Aunque ya es conocida la cría de esta especie en condiciones naturales en cautividad en su área de distribución mediante el sistema de “ranching” (Pritchard, 1993), hasta la redacción de la presente nota no se ha confirmado su capacidad reproductora en condiciones mediterráneas. En el Centre de Recuperació d´Amfibis i Rèptils de Catalunya (CRARC) hemos comprobado la reproducción en condiciones ambientales naturales en clima mediterráneo. En los últimos cinco años, el CRARC ha recibido un total de 57 ejemplares de T. emolli procedentes de la entrega al centro por parte

de los propietarios. El presente hallazgo se ha realizado en una instalación exterior de 100 m2 que aloja dos machos y nueve hembras. En ella la vegetación predominante es de taray (Tamarix africana), ajenjo de campo (Artemisia campestris), diversas especies de gramíneas de pradera y una trepadora (Lonicera caprifolium), en un sustrato mezcla de arena y tierra vegetal de profundidad no inferior a 70 cm. Hay una charca de 8 m2 y 30 cm de profundidad donde los animales están sometidos a condiciones naturales de luz, pluviosidad y temperatura. Se les alimenta regularmente con piensos artificiales formulados para tortugas y verduras variadas. En invierno realizan espontáneamente periodos de hibernación completa entre octubre y marzo. En primavera y verano se pueden observar apareándose; sin embargo, en estos años se ha observado comportamientos de puesta tan sólo en dos hembras. El periodo de puestas observado oscila entre mediados de junio y finales de julio, entre el mediodía y las primeras horas de la tarde. Los valores meteorológicos medios de la instalación durante la fase de incubación (entre junio y mediados de octubre) han sido: temperatura mínima: 14,4ºC; temperatura máxima: 28,65ºC; humedad relativa: 59,75%. Estos valores se contemplan dentro del gradiente preferible de condiciones de incubación de este género fuera de su área de distribución (Ficetola et al., 2009). En fecha de 9 de noviembre de 2016 se encontró un neonato de la especie (Figura 1) en la instalación donde


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Figura 1: Visión dorsal y ventral del neonato de T. emolli descrito en esta nota.

se mantienen los adultos. La especie fue confirmada y diferenciada de las especies similares siguiendo las pautas publicadas para neonatos e híbridos de este grupo (McCord et al., 2010; Parham et al., 2013). Las medidas del ejemplar fueron 33,5 mm de longitud total rectilínea del caparazón y 8 g de peso. Por el aspecto del cierre de la cicatriz umbilical el neonato no tenía más de 15 días de vida. El neonato fue encontrado sin conocerse el tiempo que duró la incubación y no se encontraron otros neonatos en la instalación. Ya se conoce la capacidad de cría de Trachemys scripta en la península ibérica desde 1997 (Martínez-Silvestre et al., 1997). Desde

entonces esta especie ha sido ampliamente confirmada como especie invasora en todo el territorio. Por su parte, parece ser que la adaptación de los ejemplares de T. emolli asilvestrados a ambientes acuáticos mediterráneos también se confirma en lugares con temperaturas suaves (Arribas, 2009; Balmori, 2014). Además, se ha confirmado el aislamiento de Salmonella en esta especie (Hidalgo-Vila et al., 2008), con el consiguiente riesgo de transmisión a sus propietarios. Todo ello, junto con los datos expuestos en esta nota, hace que se puede considerar a T. emolli como una futura especie invasora más si no se toman las medidas oportunas.

Referencias Arribas, O. 2009. Primera cita de Trachemys emolli (Legler, 1990) asilvestrada en la península ibérica. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 19: 115-117. Balmori, A. 2014. Utilidad de la legislación sobre especies invasoras para la conservación de las especies de galápagos ibéricos. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 25: 68-75.

Ficetola, G.F., Thuiller, W. & Padoa-Schioppa, E. 2009. From introduction to the establishment of alien species: bioclimatic differences between presence and reproduction localities in the slider turtle. Diversity and Distributions, 15: 108-116. Fritz, U. & Havas, P. 2006. Checklist of Chelonians of the World. German Federal Ministry of Environment, Nature Con-


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servation and Nuclear Safety and Museum of Zoology Dresden. Dresden. Hidalgo-Vila, J., Díaz-Paniagua, C., Pérez-Santigosa, N., de Frutos-Escobar, C. & Herrero-Herrero, A. 2008. Salmonella in free-living exotic and native turtles and in pet exotic turtles from SW Spain. Research in Veterinary Science, 85: 449-452. Martínez-Silvestre, A., Soler, J., Solé, R., González, F.X. & Sampere, X. 1997. Nota sobre la reproducción en condiciones naturales de la tortuga de florida (Trachemys scripta elegans) en Masquefa (Catalunya, España). Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 8: 40-42. McCord, W.P., Joseph-Ouni, M., Hagen, C. & Blanck, T. 2010. Three New Subspecies of Trachemys venusta (Testudines: Emydidae) from Honduras, Northern Yucatán

(Mexico), and Pacific Coastal Panama. Reptilia. The European Herp Magazine, 39: 41-52. Ministerio de Medio Ambiente. 2011. Real Decreto 1628/2011, de 14 de noviembre, por el que se regula el listado y catálogo español de especies exóticas invasoras. Boletín Oficial del Estado, 298: 132711-132735. Parham, J.F., Papenfuss, T.J., van Dijk, P.P., Wilson, B.S., Marte, C., Rodríguez Schettino, L. & Simison, W.B. 2013. Genetic introgression and hybridization in Antillean freshwater turtles (Trachemys) revealed by coalescent analyses of mitochondrial and cloned nuclear markers. Molecular Phylogenetics and Evolution, 67: 176-187. Pritchard, P.C.H. 1993. A ranching project for freshwater turtles in Costa Rica. Chelonian Conservation and Biology, 1: 48-52.

Primer registro de captura incidental de tres ejemplares de tortuga verde (Chelonia mydas) por un barco español de palangre de superficie en el Mediterráneo oriental: la importancia del contacto continuado con el sector pesquero Salvador García-Barcelona1, Juan Antonio Camiñas1 & José Carlos Báez2 Instituto Español de Oceanografía (IEO), Centro Oceanográfico de Málaga. Puerto pesquero de Fuengirola, s/n. 29640 Fuengirola (Málaga). España. 2 Instituto Español de Oceanografía (IEO), Centro Oceanográfico de Canarias. Vía Espaldón, dársena pesquera, Parcela 8. 38180 Santa Cruz de Tenerife (Tenerife). España. C.e.: josecarlos.baez@ca.ieo.es 1

Fecha de aceptación: 1 de junio de 2017. Key words: sea turtles, bycatch, Mediterranean Sea.

Las tortugas verde (Chelonia mydas) y boba (Caretta caretta) son las únicas especies de tortugas marinas con playas de puesta en el Mar Mediterráneo. Chelonia mydas es una especie poco abundante en el Mar Mediterráneo, y sus poblaciones a nivel mundial se consideran en descenso. Además, está catalogada por la IUCN como “en peligro” (Seminoff, 2004). En el Mar Mediterráneo, esta especie se reproduce principalmente en playas de Turquía, Chipre y Siria. Las principales zonas de alimentación de esta especie se sitúan frente a las costas de Grecia y Libia (Casale & Margaritoulis, 2010; Casale, 2011). Debido a la importancia de los corredores migratorios y zonas de forrajeo de esta especie tanto en el

Golfo de Sirte (Libia) como en el área situada entre el sur de Chipre y la costa de Egipto, y dada la conocida fidelidad de C. mydas a las playas de anidación, áreas de forrajeo y rutas migratorias, son vulnerables a las amenazas locales (Stokes et al., 2015). Chelonia mydas tiene una distribución muy restringida a la cuenca oriental aunque también frecuenta el Mediterráneo Occidental. Presenta hábitos más neríticos que C. caretta (Limpus et al., 1992; Broderick et al., 2007). Chelonia mydas es predominantemente herbívoro (Bjorndal, 1997; Godley et al., 1998), y esto puede reducir su probabilidad de ser capturado en el palangre de superficie, ya que éste usa como cebo normalmente especies de


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Figura 1: Lugar de la captura accidental en palangre de superficie de los ejemplares de C. mydas reportados en este trabajo.

peces y/o cefalópodos (Panou et al., 1992; Deflorio et al., 2005). Este hecho puede explicar por qué existen pocos registros reportados de capturas de C. mydas en embarcaciones de palangre, tanto en Grecia (Panou et al., 1992) como en Italia (Deflorio et al., 2005), países con importantes flotas de palangre de superficie que faenan en el Mediterráneo Central y Oriental. De acuerdo con Casale & Margaritoulis (2010) no se puede excluir que más C. mydas sean capturadas en áreas donde son más abundantes, pero donde no se dispone de información detallada sobre la captura incidental, especialmente entre el sur de Turquía y la costa de Libia. En esta nota se reporta por primera vez la captura incidental de ejemplares de C. mydas por la flota española de palangre de superficie dirigido al atún blanco (Thunnus alalunga) en aguas al sur de la isla de Creta. En concreto, el 4 de julio de 2014, a una distancia de 26 millas náuticas al sur de Creta (coordenadas: 34.616N, 25.683E; Figura 1), se capturaron tres ejemplares de C. mydas. Las capturas fueron reportadas por el patrón de la embarca-

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ción a través del teléfono móvil, informando que fueron liberadas en aparentemente buena condición física y sin anzuelo, en cumplimiento del código de buenas prácticas de pesca sostenible que sigue una buena parte de la flota española. El desplazamiento de la flota palangrera española de superficie con puertos base en el Mediterráneo a la cuenca levantina no es habitual. Sin embargo, durante la temporada de pesca del año 2014 se dieron algunas condiciones que favorecieron este desplazamiento, entre otras el buen precio de venta de T. alalunga ese año, que hacía rentable su pesca incluso en áreas tan lejanas como aguas próximas a Grecia. El palangre de T. alalunga que usa la flota española del Mediterráneo es, de entre todos los diferentes aparejos de palangre a la deriva utilizados, el que realiza la pesca más superficial (entre la superficie y 30 m de profundidad) y usa el anzuelo más pequeño entre los palangres de superficie (García-Barcelona et al., 2010; Báez et al., 2013). Este trabajo pone de manifiesto la importancia de mantener contacto continuo con el sector pesquero por parte de la comunidad científica. Así, el conocimiento del sector sobre los recursos, y su comportamiento, supone una fuente de información que no puede obtenerse de ninguna otra forma. Por tanto, es de gran importancia la confianza generada entre ambas partes y fortalecida con el paso de los años. Por un lado, los pescadores resuelven dudas sobre la normativa vigente, y sus obligaciones con el manejo de las especies capturadas, y, por otro, los científicos pueden registrar y valorar determinadas capturas, comportamiento de las especies y situaciones anómalas que observa el pescador en el mar. La relación continuada que los técnicos del Instituto Español de Ocea-


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nografía (IEO) mantienen en el marco de la Red de Información y Muestreo (RIM) con el sector pesquero desde la década de 1990 es un método eficaz tanto para reforzar el compromiso de cumplimiento del código de buenas prácticas de pesca sostenible por el sector como para recibir por el IEO información relevante sobre la dinámica de la flota, que puede afectar a la captura tanto de especies objetivo como a especies amenazadas o protegidas. La RIM del IEO tiene como objetivo fundamental conseguir datos estadísticos de las descargas de grandes peces pelágicos por parte de la flota de palangre en los principales puertos de descarga del Mediterráneo. Cada año se revisa el número de puertos a muestrear, así como los períodos del año a cubrir. Entre los puertos con mayor tiempo de cobertura está precisamente el de Blanes, puerto base del barco que reportó la información. Paralelamente a la RIM, desde el IEO se realizan periódicamente diversas co-

misiones de servicio destinadas a mantener el contacto con el sector, así como a actualizar la información pesquera en áreas geográficas donde la RIM no tiene cobertura. Estas comisiones, por lo general dos al año, sirven igualmente para estrechar los lazos de confianza con el sector y como medio para transmitir en ambos sentidos información de interés sobre las diferentes pesquerías. Fruto de estas visitas a puertos han surgido diversas peticiones del sector para organizar reuniones y charlas en cofradías por parte de los científicos del IEO. Agradecimientos: A J. Ros y a toda la tripulación del Sempre Parrell, palangrero de superficie afincado en Blanes, Gerona, que tuvo la iniciativa y amabilidad de enviarnos la foto del ejemplar de C. mydas cuando fue capturado en aguas próximas a Creta. El mapa de la Figura 1 ha sido creado con SEATURTLE.ORG Maptool. 2002. SEATURTLE.ORG, Inc. http://www.seaturtle.org/maptool/. Nuestro agradecimiento por su disponibilidad gratuita.

Referencias Báez, J.C., Macías, D., Camiñas, J.A., Ortiz De Urbina, J.M., García-Barcelona, S., Bellido, J.J. & Real, R. 2013. Bycatch frequency and size differentiation in loggerhead turtles as a function of surface longline gear type in the western Mediterranean Sea. Journal of the Marine Biological Association of the United Kingdom, 93: 1423-1427. Bjorndal, K.A. 1997. Foraging ecology and nutrition of sea turtles. 199-231. In: Lutz, P.L. & Musick, J.A. (eds.), The Biology of Sea Turtles. CRC Press. London. Broderick, A.C., Coyne, M.S., Fuller, W.J., Glen, F., Godley, B.J. 2007. Fidelity and over-wintering of sea turtles. Proceedings of the Royal Society of London BBiological Sciences, 274: 1533–1538. Casale, P. 2011. Sea turtle by-catch in the Mediterranean. Fish and Fisheries, 12: 299-316. Casale, P. & Margaritoulis, D. (eds.). 2010. Sea Turtles in the Mediterranean: Distribution, Threats and Conservation Priorities. IUCN. Gland, Switzerland. Deflorio, M., Aprea, A., Corriero, A., Santamaria, N. & De Metrio, G. 2005. Incidental captures of sea turtles by swordfish and albacore longlines in the Ionian Sea. Fisheries Science, 71: 1010–1018. García-Barcelona, S., Ortiz de Urbina, J.M., de la Serna, J.M., Alot, E. & Macías, D. 2010. Seabird bycatch in Spanish

Mediterranean large pelagic longline fisheries, 20002008. Aquatic Living Resources, 23: 363-371. Godley, B.J., Thompson, D.R., Waldron, S. & Furness, R.W. 1998.The trophic status of marine turtles as determined by stable isotope analysis. Marine Ecology Progress Series, 166: 277–284. Limpus, C.J., Miller, J.D., Parmenter, C.J., Reimer, D., McLachlan, N., Webb, R. 1992. Migration of green (Chelonia mydas) and loggerhead (Caretta caretta) turtles to and from eastern Australian rookeries. Wildlife Research, 19: 347–358. Panou, A., Antypas, G., Giannopoulos, Y., Moschones, D.G., Mourelatos, Ch., Toumazatos, P., Tselentis, L., Voutsinas, N. & Voutsinas, V. 1992. Incidental catches of loggerhead turtles, Caretta caretta, in swordfish long lines in the Ionian Sea, Greece. Testudo, 3: 47–57. Seminoff, J.A. 2004. Chelonia mydas. The IUCN Red List of Threatened Species 2004: e.T4615A11037468. <http://dx.doi.org/10.2305/IUCN.UK.2004.RLTS. T4615A11037468.en>. [Consulta: 15 mayo 2017]. Stokes, K. L., Broderick, A. C., Canbolat, A. F., Candan, O., Fuller, W. J., Glen, F., Levy, Y., Rees, A. F. & Rilov, G. 2015. Migratory corridors and foraging hotspots: critical habitats identified for Mediterranean green turtles. Diversity and Distributions, 21: 665–674.


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Un caso de dispersión a larga distancia de salamanquesa común mediada por el hombre Vicente Piorno, Luis Martínez & José Antonio Fernández Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia. Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, Xunta de Galicia. R. Oliva, 3. 36202 Vigo. España. C.e.: vicente.piorno.gonzalez@xunta.gal Fecha de aceptación: 7 de junio de 2017. Key words: distribution, introduction, islands.

La salamanquesa común (Tarentola mauritanica) se encuentra presente en la mayoría de los países que bordean el Mediterráneo occidental (Hódar, 2002). En la península ibérica, su distribución se extiende por el centro, sur y este, aunque en los últimos decenios viene observándose un número cada vez mayor de citas norteñas (Salvador, 2016). Su distribución mundial está muy condicionada por el hombre. De hecho, se la considera introducida en buena parte de su área de distribución, especialmente en islas atlánticas y mediterráneas (Vogrin et al., 2009). Su expansión ha sido muchas veces atribuida a procesos Foto Eva Costa

Figura 1: Ejemplar de T. mauritanica introducido accidentalmente en Ons tras su captura.

de dispersión pasiva. Ello estaría favorecido por su estrecha convivencia con los seres humanos y con frecuencia relacionado con el transporte de mercancías (Rato, 2015). El día 12 de mayo de 2017, personal del Parque Nacional de las Islas Atlánticas en la isla de Ons (concello de Bueu, provincia de Pontevedra) fue contactado por la concesionaria de una de las viviendas de la isla. Esta persona comunicó que había encontrado un reptil que no podía identificar en el interior de un remolque de tractor de su propiedad que hacía poco había traído a la isla. El personal del parque capturó inmediatamente al animal, identificándolo como T. mauritanica (Figura 1). A continuación, lo trasladó al centro de recuperación de fauna silvestre provincial. El remolque había sido adquirido la semana anterior en la localidad de Alguazas, en la provincia de Murcia (UTM ETRS89:30S 653896; 4213048; 91 msnm), y transportado por carretera al puerto de Bueu, desde donde viajó en barco hasta la isla de Ons (UTM ETRS89: 29T 505536; 4691559; 19 msnm). El traslado desde Alguazas a Bueu se realizó en camión. Previamente a ello, el remolque había sido embalado con lámina de plástico transparente para su protección. La salamanquesa fue encontrada en el interior del hueco de una balda del remolque (Figura 2), únicamente accesible con el remolque desembalado y la balda abatida. Esto impediría que el reptil hubiese podido acceder a ese hueco durante el transporte e indicaría con toda pro-


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Foto Eva Costa

Figura 2: Ejemplar de T. mauritanica en el hueco del remolque donde fue encontrado.

babilidad que su procedencia era la localidad de origen del remolque. La distancia desde Alguazas a Bueu por carretera es de unos 1.000 km. Tarentola mauritanica nunca ha sido registrada con anterioridad ni en la isla de Ons ni en el concello de Bueu, si bien está citada en las proximidades de las ciudades de Vigo (a 30 km de Bueu por carretera) y Pontevedra (a 20 km) (Sociedade Galega de Historia Natural, 2016). En Galicia existe un número creciente de citas de presencia de la especie, especialmente en su mitad sur (Sociedade Galega de Historia Natural, 2016), a las que se les ha atribuido un doble origen. Algunas de ellas, fundamentalmente en la provincia de

Ourense, se consideran presencia histórica de la especie. El resto se asocian con procesos de dispersión pasiva de carácter antropogénico (Cabana, 2008), en localizaciones frecuentemente relacionadas con el tránsito de mercancías. Nuestro hallazgo viene a confirmar el papel del hombre y los medios de transporte en la dispersión de T. mauritanica en la península ibérica. Este papel ya había sido apuntado con anterioridad (Cabana, 2008; Rato, 2015), pero no existe en España ningún caso documentado con evidencia directa del que nosotros tengamos conocimiento. El potencial invasor de T. mauritanica se considera relativamente bajo y no se conocen amenazas a la biodiversidad local por parte de poblaciones introducidas de esta especie (Rato, 2015; Florida Fish and Wildlife Conservation Commission, 2017).

De cualquier manera, los medios insulares presentan una gran sensibilidad a las invasiones biológicas. Por ello, este caso subraya los riesgos de introducción de especies que no forman parte de la fauna natural y la necesidad de extremar las medidas de precaución para impedirlas. Mantener a la población de los espacios protegidos informada sobre los riesgos de las especies invasoras permite intervenir a tiempo en situaciones como la descrita en la presente nota, que de otra forma podrían pasar desapercibidas.

Agradecimientos: A E. Costa, por su rápido aviso al encontrar la salamanquesa y por cedernos el uso de sus fotos. A C. Ayres, por revisar una versión preliminar de esta nota.

Referencias Cabana, M. 2008. Nuevas citas de Tarentola mauritanica en Galicia: ¿especie alóctona o autóctona en la zona? Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 19: 59–60. Florida Fish and Wildlife Conservation Commission. 2017. Nonnatives - Moorish Wall Gecko. <http://myfwc.com/ wildlifehabitats/nonnatives/reptiles/moorish-wall-gecko/> [Consulta: 28 mayo 2017].

Hódar, J.A. 2002. Tarentola mauritanica (Linnaeus, 1758). Salamanquesa común. 188-190. In: Pleguezuelos, J.M., Márquez, R. & Lizana, M. (eds.), Atlas y Libro Rojo de Los Anfibios y Reptiles de España. Dirección General de Conservación de la Naturaleza-Asociación Herpetológica Española. Madrid. Rato, C. 2015. La salamanquesa común (Tarentola mauritanica) en la Península Ibérica e Islas Baleares. Boletín de la


Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1) Asociación Herpetológica Española, 26 (2): 55–58. Salvador, A. 2016. Salamanquesa común - Tarentola mauritanica. In: Salvador, A. & Marco, A. (eds.), Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Museo Nacional de Ciencias Naturales. Madrid. <http://www.vertebradosibericos.org/> [Consulta: 28 mayo 2017]. Sociedade Galega de Historia Natural. 2016. Ladra (Tarentola mauritanica). Atlas de Anfibios e Réptiles de Galicia.

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<http://www.sghn.org/Seccion_Herpetoloxia/Actualizacions_ Atlas/Reptiles/04.Tarentola_mauritanica.pdf> [Consulta: 28 mayo 2017]. Vogrin, M., Corti, C., Pérez-Mellado, V., Sá-Sousa, P., Cheylan, M., Pleguezuelos, J., Baha-El-Din, S. & Martínez-Solano, I. 2009. Tarentola mauritanica. The IUCN Red List of Threatened Species. <http://www.iucnredlist. org/details/61578/0> [Consulta: 28 mayo 2017].

Sobre la presencia de Hemorrhois hippocrepis en la provincia de Lugo (NW península ibérica) Martiño Cabana Grupo de Investigación en Bioloxía Evolutiva (GIBE). Departamento de Bioloxía. Facultade de Ciencias. Universidade da Coruña. Campus da Zapateira, s/n. 15071 A Coruña. España. C.e.: mcohyla@yahoo.es Fecha de aceptación: 12 de junio de 2017. Key words: alien species, garden centre, Hemorrhois hippocrepis, NW Iberian Peninsula.

La culebra de herradura, Hemorrhois hippocrepis Linnaeus, 1758, es un colúbrido de distribución iberomagrebí. En la península ibérica está presente en el sur, centro y este de España y en gran parte de Portugal, exceptuando su extremo noroccidental. En el Magreb ocupa la franja septentrional en Marruecos, Argelia y Túnez. Presenta poblaciones insulares en el extremo sur de Cerdeña, Pantelleria y Zembra, así como en pequeños islotes de la costa africana, probablemente todas ellas introducidas en la antigüedad (Pleguezuelos & Feriche, 2002; Mateo-Miras et al., 2009). Ha sido introducida en las islas Baleares desde al menos principios del siglo XXI. Se detectó por primera vez en Ibiza en el año 2003, en Mallorca en 2006 y en Formentera en 2010. Los ejemplares observados en estas islas presentaban una buena condición física e incluso varias hembras desovaron, lo que confirma el potencial reproductor de la especie en estas islas debido a su similitud climática con respecto a sus zonas de procedencia (Álvarez et al., 2010; Ayllón, 2015). Su introducción

probablemente se haya producido mediante transporte accidental de ejemplares dentro de troncos y raíces de grandes olivos procedentes de la península ibérica (Álvarez et al., 2010). Análisis genéticos realizados a un grupo de individuos capturados en Ibiza y Mallorca han permitido localizar su origen en el sur de la península ibérica o norte de Marruecos y el levante español (Torres, 2014). Foto Martiño Cabana

Figura 1: Hemorrhois hippocrepis capturada en Abadín, Lugo.


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Bol. Asoc. Herpetol. Esp. (2017) 28(1) Foto Martiño Cabana

Figura 2: Zona de almacenamiento de olivos donde fue capturado el ejemplar de H. hippocrepis descrito en la presente nota.

En el presente artículo se cita la captura de un ejemplar de Hemorrhois hippocrepis en la provincia de Lugo, concretamente en el ayuntamiento de Abadín, en la cuadrícula UTM 1 x 1 km 29TPH2494 (Datum ETRS89) y a 480 msnm. El ejemplar adulto fue encontrado el 8 de marzo de 2017 en un vivero de plantas ornamentales en el tronco de un olivo (Figura 1). Los trabajadores del vivero habían instalado días antes una red en el tronco y raíces del olivo para evitar que escapara, lo que facilitó la captura del ejemplar. El ejemplar presentaba unas medidas de 86 cm de longitud cabeza-cuerpo y de 25,5 cm de longitud de cola, y un buen estado general de salud, con movimientos rápidos y ágiles. En el momento de su captura estaba asoleándose en la base de un olivo de gran tamaño aprovechando las buenas condiciones meteorológicas (Figura 2). El vivero se encuentra en la comarca de la Terra Cha, caracterizada por ser una gran depresión sedimentaria, rodeada por cordales montañosos que la protegen de los vientos húmedos y fríos de la costa, lo que determi-

na unas escasas precipitaciones de 850 mm anuales y sólo 27 días de precipitación diaria superior a 10 mm. Presenta una temperatura media anual de 11,6ºC y temperaturas elevadas en verano. Estas condiciones climáticas son más calurosas y secas que las de la mayor parte del noroeste ibérico de similar latitud. A nivel geobotánico, la zona pertenece al piso colino de la región Eurosiberiana, presentando vegetación típica de la serie montana galaico-portuguesa acidófila del roble o Quercus robur (Vaccinio myrtilli-Querceto roboris sigmetum). Sin embargo, la vegetación climácica está sustituida principalmente por cultivos forrajeros de hierba y maíz, así como por pequeñas plantaciones de pinares (Pinus pinaster y Pinus radiata). Los olivos fueron traídos desde un exportador de Elche (Alicante) en marzo de 2017, por lo que el ejemplar de H. hippocrepis probablemente estuviera en su período de actividad primaveral en su lugar de origen. Después de la captura del ejemplar referenciado no se han vuelto a observar más culebras de características similares en la zona. Tras su captura, el ejemplar fue entregado en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de O Veral, y posteriormente fue enviado por el servicio provincial de la Dirección Xeral de Conservación da Natureza de la Xunta de Galicia a la Generalitat Valenciana para que fuera liberado en su lugar de origen. La presencia de especies exóticas fuera de su área de distribución natural es la segunda causa de extinción de las especies autóctonas a nivel mundial, precedida únicamente por la pérdida y destrucción de su hábitat. El efecto que producen estas especies es especialmente importante en áreas sensibles, como las islas o ecosistemas aislados, o con especies más susceptibles a su presencia, como es el caso de los anfibios y rep-


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tiles (Genovesi & Shine, 2004). La gran capacidad del ser humano para transportar mercancías ha supuesto una enorme expansión de aquellas especies susceptibles de ser trasladadas, ya sea de manera directa, como en el caso de los animales domésticos, o involuntaria debido al transporte no deliberado de estos ejemplares. En Galicia no se ha detectado un elevado número de especies introducidas, debido probablemente a una escasa densidad de población humana y de industrias en gran parte de su territorio, una menor tradición en relación a la terrariofilia y a las duras condiciones climáticas, que dificultan el establecimiento de numerosas especies exóticas. Sin embargo, destaca la presencia de poblaciones reproductoras de Trachemys scripta (Galán, 1999), Tarentola mauritanica (Cabana, 2008) y Podarcis muralis (Cabana et al., 2016). Las poblaciones más próximas a Galicia están en el norte de Portugal (Loureiro et al., 2008), siendo las condiciones climáticas de Abadín completamente incompatibles con la presencia de una población viable de H. hippocrepis (Feriche, 2015). También debemos destacar la escasa cantidad de olivos importados por este vivero, uno de los más grandes de la provincia, y la baja aceptación de este tipo de plantas por los clientes de la zona, lo que dificulta la introducción de un número suficiente de ejemplares para poder

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constituir una población viable. Sin embargo, debemos destacar que en las Rías Baixas gallegas existe una cantidad apreciable de empresas importadoras, algunas de ellas especializadas en la venta de olivos monumentales de gran tamaño, lo que unido a unas condiciones climáticas favorables en la zona podría aumentar el potencial invasor de H. hippocrepis y el establecimiento de alguna población estable. Debemos indicar que consideramos que no se está prestando la atención debida a las introducciones realizadas dentro del ámbito biogeográfico de las especies analizadas (en este caso, la península ibérica). Incluso en revisiones recientes de esta problemática no se han estudiado situaciones similares a la referida en este artículo (Mateo et al., 2011). Consideramos, pues, que estas introducciones procedentes del mismo ámbito biogeográfico deben ser estudiadas suficientemente para cuantificar el efecto que pueden producir sobre la fauna autóctona y, de ser necesario y posible, establecer las medidas necesarias para su erradicación del medio natural. Agradecimientos: A A. Romeo por la ayuda prestada. A D. Monteagudo por la información sobre el ejemplar. Al propietario y trabajadores del vivero de Abadín, que se mostraron colaboradores en todo momento, y al servicio provincial de la Xunta de Galicia por el envío del ejemplar de H. hippocrepis descrito en la presente nota a su lugar de origen.

Referencias Álvarez, C., Mateo, J.A., Oliver, J. & Mayol, J. 2010. Los ofidios ibéricos de introducción reciente en las Islas Baleares. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 21: 126-131. Ayllón, E. 2015. La culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis) en las Islas Baleares. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 26: 88-91. Cabana, M. 2008. Nuevas citas de Tarentola mauritanica en Galicia: ¿especie alóctona o autóctona en la zona?. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 19: 59-60.

Cabana, M., Vázquez, R. & Galán, P. 2016. Distribución y estado de conservación de Podarcis muralis en Galicia. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 27: 65-73. Feriche, M. 2015. Culebra de herradura – Hemorrhois hippocrepis. In: Salvador, A. & Marco, A. (eds.), Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Museo Nacional de Ciencias Naturales. Madrid. http://www.vertebradosibericos. org/ [Consulta: 1 mayo 2017]. Galán, P. 1999. Conservación de la herpetofauna gallega. Univer-


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sidade da Coruña. Servicio de Publicaciones. A Coruña. Genovesi, P. & Shine, C. 2004. European Strategy on Invasive Alien Species. Council of Europe Publishing, Nature and Environment, 137. Strasbourg. Loureiro, A., Ferrand de Almeida, N., Carretero, M.A. & Paulo, O.S. (eds.). 2008. Atlas dos Anfibios e Répteis de Portugal. Instituto da Conservação da Natureza e da Biodiversidade. Lisboa. Mateo-Miras, J.A.,Cheylan, M.,Nouira, M.S.,Joger, U., Sá-Sousa, P., Pérez-Mellado, V., Martínez-Solano, Í., Sindaco, R. & Romano, A. 2009. Hemorrhois hippocrepis. The IUCN Red List of ThreatenedSpecies 2009: e. T61509A12495496. <http://dx.doi.org/10.2305/IUCN. UK.2009.RLTS.T61509A12495496.en> [Consulta: 27 mayo 2017].

Mateo, J.A., Ayres, C. & López-Jurado, L.F. 2011. Los anfibios y reptiles naturalizados en España: Historia y evolución de una problemática creciente. Boletín de la Asociación Herpetológica Española, 22: 2-42. Pleguezuelos, J.M. & Feriche, M. 2002. Coluber hippocrepis Linnaeus, 1758. 266-268. In: Pleguezuelos, J.M., Márquez, R. & Lizana, M. (eds.), Atlas y Libro Rojo de los Anfibios y Reptiles de España. Dirección General de Conservación de la Naturaleza-Asociación Herpetológica Española (2ª impresión). Madrid. Torres, N. 2014. Aproximació a l’origen peninsular de les Hemorrhois hippocrepis recentment arribades a les Illes Balears a partir de l’extracció i seqüenciació del gen citocrom B de diversos exemplars. Butlletí de la Societat Catalana d’Herpetologia, 21: 174-183.

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