Guía Práctica
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Edición especial para Farmakon360. Prohibida su venta. © 2011 Laura García Agustín por el Texto. © 2009 Víctor Cucart por las Fotografías de Laura García Agustín. © 2011 Juan Carlos Fernández Alonso por el Diseño. © 2011 www.shutterstock.com por las Fotografías. Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, http://www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Ni la autora ni la editorial aceptan responsabilidad alguna por los posibles daños que puedan originarse por el uso o uso incorrecto de las sugerencias de este libro. La información recogida en este libro es correcta y está actualizada, en la medida en que ha sido posible, aunque debe entenderse únicamente como consejo, y en ningún caso reemplaza la visita al médico. Consulte con su médico cualquier tema de salud relacionado con usted o su hijo. Depósito Legal: TO-086-2011 Impreso y encuadernado en España.
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Guía Práctica Índice Ya está aquí...tu hijo ha nacido Cosas que necesitarás Sus primeros días de vida… en casa La integración en casa Sus primeros cuidados Asuntos de Salud Como te sientes... Mi consejo como psicóloga Del nacimiento a los seis meses Desarrollo psicomotor Desarrollo afectivo Cuidados básicos: comida y sueño Hábitos de conducta y juego Asuntos de Salud Como te sientes… Mi consejo como psicóloga
De los doce a los dieciocho meses Desarrollo psicomotor Desarrollo afectivo Cuidados básicos: comida y sueño Hábitos de conducta y juego Asuntos de Salud Como te sientes… Mi consejo como psicóloga De los dieciocho a los veinticuatro meses Desarrollo psicomotor Desarrollo afectivo Cuidados básicos: comida y sueño Hábitos de conducta y juego Asuntos de Salud Como te sientes… Mi consejo como psicóloga Direcciones útiles
De los seis a los doce meses Desarrollo psicomotor Desarrollo afectivo Cuidados básicos: comida y sueño Hábitos de conducta y juego Asuntos de Salud Como te sientes… Mi consejo como psicóloga 3
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Laura García Agustín es especialista en Psicología Clínica (Universidad Complutense de Madrid), psicóloga especialista en Psicoterapia (Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos), Master en Psicología Clínica Conductual, postgrado en Intervención Clínica en Violencia Familiar y DEA en Psicología. Es profesora de Victimología de la Universidad Camilo José Cela, escritora y miembro de la Sociedad Española del Dolor (SED). Lleva quince años de ejercicio profesional. Combina la dirección de su Centro de psicología CLAVESALUD con la atención a pacientes. Colabora desde hace doce años con distintos medios de comunicación, aportando su opinión especializada y contribuyendo, de este modo, a la difusión de la Psicología Clínica y la Salud. Ha sido galardonada con el Premio de Periodismo del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, a la mejor labor de divulgación de la Psicología en los medios de comunicación por la calidad de sus intervenciones en el espacio “Saber Mejorar” de coaching y psicología positiva que presenta en La Mañana de la 1, de TVE. Es colaboradora del programa No es un Día Cualquiera de RNE y escribe para la revista Saber Vivir. Es autora de los libros, “¿Hacemos las paces?. Una forma eficaz de resolver conflictos entre personas” (2003), “Educar a los más pequeños” (2004) y El Valor de lo Vivido (2009), publicados por Temas de Hoy, y “Tu embarazo. Guía Práctica” (2011), publicado por Farmakon360.
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Guía Práctica Ya está aquí… tu hijo ha nacido ¡Por fin! Tantos meses de espera, tantas ilusiones contenidas… y ahora, ya está aquí. Tu hijo ha nacido. Ya puedes verle su carita, sentir su olor, tocarle sus manitas y abrazarle con afecto. Está bien y lo tienes a tu lado. Te sientes llena de satisfacción, estás feliz, radiante…, pero también, asustada. Empiezas a ser consciente de todo lo que se te viene encima y no sabes si estás suficientemente preparada para abordarlo: “¿qué tengo que hacer?”, “¿sabré hacerlo?”, “¿lo haré bien?”… Pero anímate, son dudas lógicas. Todas las mamás las tienen en mayor o menor medida. No has de preocuparte por ellas. Ocúpate, en cambio, en empezar con ganas esta etapa maravillosa, llena de retos interesantes que tendrás que ir descubriendo a medida que crezca tu hijo. Una etapa en la que tendrás que dar lo mejor de ti misma, pero en la que también recibirás muchas cosas a cambio. Tu hijo es un pequeño universo maravilloso lleno de sorpresas y de capacidades por descubrir y estimular. Tuya es y será durante toda su vida la responsabilidad de cuidarle, protegerle, amarle y educarle para que crezca de una forma emocionalmente inteligente y sea feliz. Es un gran reto, no cabe duda. Pero no te preocupes. Estoy aquí para ayudarte. He escrito esta guía para que sepas en todo momento como manejarte. En ella encontrarás todo lo que necesitas saber sobre la evolución de tu hijo en cada etapa de su crecimiento: su desarrollo físico y emocional, los cuidados que necesitará, las pautas de conducta más eficaces, las cuestiones de salud que tendrás que atender, las reacciones emocionales que tú experimentarás y sobretodo, mi consejo como psicóloga para que te sientas más segura y confiada en todo el recorrido. Ha llegado el momento de empezar. No podemos demorarlo. Tu hijo te espera… Laura García Agustín 7
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Guía Práctica Cosas que necesitarás El nacimiento de un bebé supone una auténtica revolución en casa, no sólo por su llegada y por lo que eso representa para todos, sino porque la casa acaba totalmente adaptada y llena de cosas para él. La ropa de tu bebé Crea un fondo de armario básico para tu bebé que te permita poder disponer de su ropita con comodidad y siempre que lo necesites. En estos primeros meses evita dejarte llevar por las modas y céntrate en lo práctico, se trata de que el bebé esté lo más cómodo posible. Lo que más vas a necesitar son bodys y peleles, pues tendrás que cambiarle varias veces al día. Los bodys sirven para mantener el calor de su cuerpo, son como camisetitas pero que le cubren todo el cuerpo y se abotonan entre sus piernas. Es mejor que sean de algodón, son más fáciles de lavar y de planchar, y te durarán más tiempo. Los peleles son muy prácticos porque te permiten vestir al bebé en un santiamén de pies a cabeza. Los encontrarás con cierres delanteros o traseros y con aberturas entre las perneras o atrás. Los más cómodos son los que te permiten realizar menos maniobras con el bebé, pero cada mamá escogerá el que más se ajuste a sus necesidades. Otras prendas básicas son los calcetines y patucos, imprescindibles para que el bebé mantenga el calor en los pies, sobretodo en invierno. Evita los zapatos mientras vaya en su cochecito, pues no los necesita y además, le resultarán incómodos, al bebé le gusta sentir sus pies y mover con libertad sus deditos y los patucos se lo permiten ampliamente. Los gorros y las chaquetas completan tus imprescindibles. Los primeros consiguen que mantenga el calor, pues los bebés pierden temperatura corporal con rapidez por su cabecita, sobretodo en invierno; si es verano usa una gorra 9
TU HIJO para protegerle del sol. Las chaquetas son el complemento perfecto. Evita las cintas y los lazos, pueden darte algún disgusto si el bebé se los mete en la boca o si se le enredan en el cuello. Su cuna Elige una cuna que te guste, pero que sobretodo sea práctica. Puede ser de madera o metal, de un color u otro, pero no te dejes seducir sólo por las últimas tendencias de decoración, pues está en juego la seguridad de tu bebé. Así que, merece la pena tomarte este tema muy en serio y elegir la que más se adapte a sus necesidades y a tu comodidad. Lo mejor, son las cunas que se regulan en altura y que te permiten eliminar las barreras laterales para facilitar el acceso al bebé. El coche de paseo Será tu mejor aliado y una de las cosas con las que más disfrutará tu bebé. El coche de paseo es el vehículo que le pone en contacto con el mundo, el que le saca a pasear y a tomar el sol y el aire, el que le mueve cuando camina y donde se siente tranquilo y confiado. Hay muchos modelos en el mercado, con distintas alturas de manillar, maniobrabilidad y tamaño; incluso algunos te permiten cambiar la posición de la silla para que unas veces tu bebé te mire a ti, y otras, al mundo. Serás tú, junto con tu pareja, la que decidas cual se adapta mejor a tus necesidades. La silla para el coche Se trata de una cuestión de seguridad básica y obligatoria para tu bebé. Elige, en la medida de lo posible, una silla que puedas ir adaptando según vaya creciendo. En los primeros meses, es mejor que la silla del bebé vaya mirando hacia el asiento. Evita colocarla en el asiento del acompañante, pues si el coche tiene airbag, al menor impacto podría saltar y provocarle daños. Lo mejor será colocarla detrás de tu asiento. 10
Guía Práctica Su bañera Los primeros días te resultará muy útil hacerte con una bañera de un tamaño que puedas manejar con facilidad. De este modo evitarás que el bebé se te pueda escurrir de las manos y se haga daño en la bañera de casa. Mochila portabebés Es una de las prendas más utilizadas, sobretodo por los papás. Permite transportar al bebé de forma cómoda y siempre cerca del cuerpo de sus padres. De este modo, se mantiene el calor, se fortalece la sensación de seguridad y apego, y además, no le pierdes de vista ni un solo momento. Esta forma de llevarle, te permite ponerle mirando al frente o mirándote a ti, lo que te facilita hablarle mientras caminas, cogerle la manita y acariciarle. Y todo ello, sin forzar tu postura y sin dañar tu espalda. El cambiador Será una de las cosas que más utilices, pues el recién nacido requiere cambios de pañal más de diez veces al día. Este mueble te permite cambiar a tu bebé con total seguridad y comodidad ya que puedes estar de pie, no forzar la espalda y tener todas las cosas que necesitas a mano. Eso sí, nunca dejes sin vigilancia al bebé en el cambiador, podría caerse y causarse graves lesiones.
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Guía Práctica Sus primeros días de vida… en casa Los primeros días tras el parto suelen resultar complicados. Se trata de un cambio físico y emocional muy drástico para la madre que ha portado durante nueve meses a su bebé y que después lo ve dormir a su lado. Ahora, esa parte de ti, que te ha pertenecido y que has sentido tan propia, asume su propia autonomía, aunque sigue dependiendo de ti para todo. Y aunque psicológicamente te has estado preparando para este momento, es muy posible que todo lo que pase a partir de ahora, supere con creces tus expectativas y surjan inseguridades: “¿sabré hacerlo bien?”, “¿seré capaz de quererle?”, “¿me querrá?”. Son momentos de confusión y de cambios a los que tienes que ir adaptándose a marchas forzadas y en los que se espera de ti una respuesta inmediata. El bebé tiene necesidades constantes que hay que cubrir, no puedes despistarte ni un segundo, y sin embargo, tú aún estás algo aturdida por el parto. Sabes que sobre ti recae la responsabilidad de atender a tu hijo sin a penas conocerle. Son también días llenos de inquietud y preocupación por el estado de salud de tu bebé, por la lactancia, por los cuidados que requiere y por tu propia recuperación. Pero no desesperes, ten paciencia, confía en ti y déjate ayudar. Rodéate de personas con las que te sientas arropada y no temas mostrarte vulnerable e insegura. Es normal, todas las mamás han pasado por ello. Pregunta todo lo que necesites saber a tu pediatra y date permiso para no ser perfecta. Disfruta del vínculo que ahora se fortalece con tu bebé, pues será tu guía para cubrir todas sus necesidades físicas y emocionales. La integración en casa Es muy probable que los primeros días todos estéis un poco desubicados en casa. Es lógico, se ha producido un cambio transcendental en vuestra vida y necesitáis un tiempo para aceptarlo, integrarlo y acostumbraros a ello. Todo es 13
TU HIJO nuevo para ti y para tu pareja y son muchas las demandas del bebé. Tómatelo con calma y date tu tiempo. Apóyate en tu pareja en todo momento, intégrale en las tareas y en el cuidado del bebé, así todo resultará más fácil para los tres. Es especialmente útil que ambos podáis participar de todo este proceso desde el primer momento, y sobretodo, es tremendamente beneficioso para el desarrollo de tu hijo. Además, si trabajáis juntos, os haréis la vida más fácil y se aliviarán muchas tensiones. Te aconsejo que los primeros días siempre que podáis le bañéis juntos, que ambos aprendáis a cambiarle y vestirle, que durante las tomas tu pareja esté presente y que ambos participéis en el momento de acostarle. Si hay otros hermanitos, también podéis integrales en todo el proceso para que no se sientan desplazados. Más adelante, podréis turnaros en las tareas con el bebé y así descansar también de forma independiente y tener tiempo para ocuparos de vuestras cosas. Su cuarto Una de las cosas que más ilusiona a las mamás es preparar el cuarto de su bebé. Será su propio espacio, un entorno que tiene que proporcionarle tranquilidad, seguridad y confort. Elige colores suaves y pocos muebles. Con una cuna, un armario para su ropita, un cambiador y un sillón para sentarte cuando le des el pecho bastará. Puedes adquirir distintos accesorios muy útiles, unos servirán para su estimulación como un carrusel musical o con luces tenues para la cuna y otros, para su seguridad como los intercomunicadores inalámbricos, que te mantendrán informada permanentemente del estado de tu bebé, algunos incluso, incorporan una cámara de video. Hazte con una cuna portátil o de viaje y ponla en vuestra habitación para facilitar las tomas y la vigilancia del bebé los dos primeros meses. Después, es 14
Guía Práctica conveniente que, cuanto antes, el bebé duerma en su habitación para instaurar hábitos adecuados de sueño. No te preocupes por su seguridad, asegúrate de acostarle de lado o bocabajo con la cabecita ladeada para evitar que se atragante. Puedes poner una almohada en su espalda para evitar que se dé la vuelta. Además, los intercomunicadores te alertarán de cualquier cosa que suceda. Asegúrate que la temperatura de su habitación sea algo mayor que la del resto de la casa, lo ideal son 20°C. Sus primeros cuidados El ombligo El ombligo es el final del cordón umbilical que te unió a tu hijo durante la gestación y mediante el cual, se alimentaba. Al nacer, el cordón se corta y se pinza. Pasados unos días, (entre 8 y 15), se seca y se cae por sí mismo, quedando en su lugar una especie de cicatriz. La higiene y el cuidado del ombligo es un tema que suele preocupar un poco a las mamás los primeros días hasta que se familiarizan con ello. No te agobies por este tema porque a tu bebé no le duele ni le escuece el ombligo cuando se lo curas, ni siquiera cuando le aplicas alcohol. Para facilitar un correcto proceso de cicatrización, el ombligo sólo ha de mojarse una vez al día. Aprovecha el baño diario para hacerlo. El resto del tiempo procura que no se moje la gasa que lo recubre con su propio pis o mientras le limpias. Si pasase, sécala o cámbiala de inmediato. Aplica alcohol de 70 o 90º sobre la pinza que lo sujeta para agilizar el secado, también puedes aplicar clorhexidina para evitar infecciones. Pregunta a tu médico o farmacéutico, ellos sabrán orientarte. Evita la utilización de mercurocromo y povidona yodada como antisépticos, pues el primero, puede provocar reacciones adversas en su piel y el segundo, interferir en el funcionamiento correcto del tiroides por sobrecarga de yodo. 15
TU HIJO Las tomas Los primeros días dale de comer a demanda (pasadas unas semanas las tomas se irán espaciando y te resultará más fácil programarlas) y déjale que succione tanto tiempo como quiera, salvo que te haga daño. Cuanto más chupe él, más leche tendrás tú. Eso sí, no tiene que suponer para ti un sufrimiento, has de estar cómoda y relajada sin forzar la espalda. Para ello, siéntate apoyando bien la espalda y los brazos y ten a mano un vaso de agua para hidratarte. Ayúdale introduciendo el pezón en su boca para que lo abarque todo y pueda succionar bien. Al principio puede resultar un poco complicado para algunos bebés, pero luego se acostumbran con gran rapidez. La leche materna es el mejor alimento para favorecer un crecimiento adecuado del bebé, pero algunas mamás no tienen leche suficiente o su leche no contiene todos los nutrientes que el bebé necesita para crecer saludablemente. No debes preocuparte por ello, ni sentirte inútil. La naturaleza es sabia y si no tienes la leche que tu bebé necesita, lo mejor es no dársela. No pasa nada. Otras mamás, prefieren no dar el pecho. Se trata de una decisión personal y por la que no tienes que sentirte culpable ni presionada. Es verdad que la leche materna aporta los anticuerpos necesarios para combatir mejor las enfermedades, reduce la probabilidad de desarrollar alergias alimenticias y favorece el vínculo entre madre y niño. Pero actualmente en tu farmacia encontrarás estupendas leches de fórmula para tu bebé que contienen prebióticos y nucleótidos que contribuyen a reforzar su sistema inmune, además de minerales, vitaminas y ácidos esenciales omega 3 y 6. En definitiva, todo lo que él necesita para crecer fuerte y sano. Consulta con tu médico o farmacéutico cual es la que mejor se adapta a tu bebé. Pero recuerda que lo verdaderamente importante no es el tipo de leche que tu hijo recibe, sino la calidad del intercambio emocional cuando le alimentas y eso, puedes hacerlo tanto si le das el pecho como el biberón. Además, si les das biberón, su papá también puede participar en las tomas. 16
Guía Práctica Vestido y cambio de pañal Los cambios de pañal serán muy frecuentes los primeros meses. Los bebés recién nacidos requieren un cambio más de diez veces al día por lo que rápidamente acabarás familiarizándote con ello. Puedes elegir entre una gran variedad de pañales desechables o lavables. Ambos resultan caros, pero son imprescindibles para el confort de tu bebé. Cámbiale tan pronto como se haya ensuciado. Así el bebé se sentirá limpio y tranquilo y evitarás irritaciones innecesarias en la piel de su culito. Cuando le limpies, usa una esponja suave con jabón neutro o toallitas especiales para bebés y pon especial atención en los pliegues de su piel para evitar que se depositen las bacterias. Si es una niña límpiale siempre hacia atrás, de la vulva al ano. Consulta con tu farmacéutico cual es la mejor pomada para evitar irritaciones y aplícasela después de cada cambio de pañal. El baño El momento del baño es uno de los más especiales para todos, pues permite estrechar el vínculo emocional entre los papás y el bebé. Es estupendo que lo hagáis los tres juntos y así, mientras uno de vosotros enjabona al bebé, el otro puede sujetarle y ambos disfrutar juntos. Usa una bañera especial para el bebé, llénala con poca agua y asegúrate de que su temperatura esté entre 36°C y 37°C. Usa un termómetro especial para ello, así te evitarás sustos innecesarios. Si estás tú sola, coge al bebé con una mano y apóyalo en tu brazo, mientras con la otra, le vas enjabonando suavemente. No te preocupes si se moja su ombligo, aprovecha el baño para limpiarlo, pero recuerda que ya no podrás mojarlo más durante el día. Luego sécalo con cuidado y aplícale alcohol de 70°C o 90°C para facilitar su cicatrización.
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TU HIJO Aclárale con mucho cuidado, especialmente su cabecita, evitando que le entre agua en los ojos. Después, envuélvele en una toalla y llévatelo al cambiador. Allí te resultará más fácil darle su crema y vestirle. Aprovecha este momento para masajear con suavidad al bebé, con ello no sólo hidratarás su piel, sino que además, le proporcionarás una sensación de tranquilidad y relajación que le ayudará a dormir. Las caricias también contribuyen favorablemente en su crecimiento físico y emocional. Y cuando llora… qué hacer El llanto de un bebé es una de las cosas que más angustia a las mamás. Al principio porque no sabes qué es lo que le pasa y después, porque no sabes cómo calmarlo. Lo más importante es que mantengas la calma y no te preocupes de forma innecesaria. Los bebés utilizan el llanto para comunicarse porque no tienen otra manera de hacerlo, pero no has de alarmarte siempre por ello, sólo tienes que aprender a interpretarlo. Cuando llore, acude serenamente a ver qué sucede y pronuncia palabras tranquilizadoras en voz alta para que sepa que respondes a su llamada. También mientras te acercas a él puedes utilizar su nombre para calmarle. Pero recuerda que tu tono de voz ha de ser suave y confiado. Cuanto más tranquila estés tú, más tranquilo permanecerá él. Tu bebé percibe todos tus cambios emocionales a través de tu voz y del latido de tu corazón. Así que, si le coges en brazos, asegúrate de que estás tranquila para poder transmitirle tranquilidad a él. Si no lo estás, es mejor que antes te calmes, respires despacio, le hables con calma y en voz baja, y después le cojas. Un bebé puede llorar por muchas razones y unos lloran más que otros. Lo normal es que llore porque está sucio, tiene sueño, hambre o sed, frío o calor o porque le duele algo. Al principio tendrás que ir descartando cada causa, hasta que aprendas a reconocer cada clase de llanto. No te preocupes, es algo que todas las madres tienen que aprender y te aseguro que lo aprenderás. Pero, 18
Guía Práctica como norma general, un llanto agudo que no cesa hagas lo que hagas, es indicativo de que algo no marcha bien. El resto de los llantos suelen remitir cuando se soluciona la causa que los provoca. Asuntos de Salud Los cólicos
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Los cólicos son una de las causas más frecuentes de llanto en los lactantes. Suelen comenzar alrededor de las dos semanas de vida y desaparecer pasadas las 14. Se producen con más frecuencia por la tarde y empeoran por la noche. Se desconocen las causas exactas que los provocan, aunque algunas teorías afirman que se debe a una inmadurez de sus intestinos, a un exceso de gases o a una mayor sensibilidad a algún alimento. Cuando aparezcan, coloca al bebé sobre tu brazo bocabajo, así le aliviarás.
Si le das el pecho, elimina los cítricos y los lácteos de tu dieta. Existen fármacos muy seguros que reducen mucho los cólicos. Consulta con tu médico. Pregunta también a tu farmacéutico sobre los distintos tipos de biberones que existen en el mercado para disminuir su aparición, son muy eficaces. Hernia umbilical El ombligo, durante las primeras semanas de la vida del bebé, es una zona bastante sensible, porque es donde se producía la intersección con el cordón umbilical por el que pasaban las venas y las arterias de la placenta para alimentarle y evacuar desechos. Normalmente, cuando nace el bebé, esta zona se cierra, pero en ocasiones, queda un pequeño orificio por el que pueden salir al exterior pequeñas trazas del intestino. Muchas de las hernias umbilicales de menos de 2 cm, que se detectan en los primeros meses de vida del bebé, acaban desapareciendo por sí solas y no requieren ningún tipo de intervención. Ante cualquier duda, consulta con tu pediatra. 19
TU HIJO Como te sientes… En estas primeras semanas tras el parto, te sentirás de muchas maneras diferentes. Los primeros días, es muy probable que estés especialmente sensible a todo y a todos. Tu cuerpo ha sufrido una gran conmoción física y tardará meses en recuperarse. Tus hormonas seguirán desempeñando un papel muy importante durante la lactancia y eso podrá desestabilizarte un poco a nivel emocional y provocar una bajada en tu estado anímico. Te sientes perdida y asustada, en ocasiones incluso, un poco inútil porque no sabes como cubrir las demandas de tu bebé: qué hacer cuando llora, cómo darle de mamar, cómo ayudarle para dormir, cómo cambiarle, cómo cogerle… Para colmo, todo el mundo te aconseja sobre lo que debes hacer y te sientes abrumada. Es normal, no desesperes y date tu tiempo. Nadie nace sabiendo. Todo se aprende y ser madre, no es una excepción. Además, estás agotada por el esfuerzo del parto y ahora duermes peor que antes porque estás más pendiente de tu bebé. No te preocupes, te recuperarás. Pero todo lleva su tiempo. Por eso en esta etapa, has de cuidarte mucho más. Mi consejo como psicóloga La depresión postparto no es ningún mito y mucho menos una tontería o sensiblería de las mamás. Se trata de un cuadro clínico que afecta a muchas mujeres tras el parto. Se caracteriza por un estado de ánimo abatido, sentimientos de inutilidad y apatía intensa, que, en los casos más graves, puede provocar un rechazo hacia el bebé. No te sientas culpable por padecerla y ponte manos a la obra. Apóyate en personas de tu entorno, delega alguna de tus responsabilidades y ocúpate más de ti. Descansa convenientemente, no descuides tu alimentación y planifica momentos de esparcimiento sólo para ti, en los que puedas distraerte y descargarte un poco. Cuida tu aspecto y esfuérzate por ponerte guapa, pues ahora el espejo te devolverá una imagen de ti misma que te cueste reconocer. 20
Guía Práctica No es el momento de criticarte ni de fijarte en todo lo que no te gusta o no sabes hacer. Háblate de forma positiva y amable, y felicítate por cualquier pequeña cosa que te salga bien o por cualquier pequeño avance. Y sobretodo, no te angusties, porque es pasajera. Tu cuerpo se recuperará poco a poco, aunque tardará algunos meses hasta que vuelva a ser el de antes. Aprovecha para apuntarte a clases de recuperación tras el parto, allí te enseñaran ejercicios muy útiles para volver a estar en forma y recuperar el tono muscular. Si pasadas unas semanas no remite, pide ayuda profesional. Los psicólogos estamos muy acostumbrados a trabajar con mujeres que pasan por ello. Sois muchas, así que no tienes de qué avergonzarte. Te aseguro que con la asistencia adecuada, conseguirás manejarla sin problemas.
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Hola soy ‌...................................................... Y mi Mamå me ha hecho mi primera foto. Fecha ___________
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Mi Mamá escribe sobre mi... _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ 23
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Guía Práctica Del nacimiento a los seis meses Desarrollo psicomotor Durante sus seis primeros meses de vida, tu bebé realiza grandes cambios. Al principio sólo ve en blanco y negro pero puede seguir con su mirada objetos que se mueven delante de él. A los dos meses ya distingue colores básicos como el verde, rojo, azul y amarillo, y para el cuarto, ya verá perfectamente. Los primeros días no puede mantener la cabeza erguida aunque sí puede levantarla, no será hasta el cuarto mes cuando pueda sostenerla. En el quinto, ya es capaz de levantar la mitad superior de su cuerpo apoyado en sus brazos. Acostado puede darse la vuelta y ponerse boca arriba o boca abajo. Desde que nace tu bebé reconoce tu olor y tu voz. Escucha y ve todo a su alrededor, pero hasta el segundo mes no mira a las personas y realiza sus primeras muecas con al cara. Ya en el quinto, expresa comodidad o inseguridad con sus gestos y emite sonidos para llamar la atención. A los dos meses descubre sus manos y lo que puede hacer con ellas. Al principio sólo las mira y a penas puede mantener un objeto, pero desde el cuarto mes trata de coger todo lo que ve. Se pasa objetos de una mano a otra, empieza a chuparse el dedo y a meterse objetos en la boca. En el quinto mes ya es capaz de sujetar el biberón, deja caer objetos y coge otros, y empieza a levantar sus brazos para que le cojas. Para el sexto, ya sabrá agarrar las cosas que se encuentra y agitarlas para hacerlas sonar. Desarrollo afectivo En estos primeros meses tú serás el centro de su universo. Todo gira entorno a su mamá, porque reconoce su olor y su voz, y eso le hace sentirse seguro y confiado. Su primera sonrisa se produce en torno al mes y medio, y al principio, 25
TU HIJO sólo te sonreirá a ti y puede que a su papá. Más adelante, sonreirá con frecuencia a todo el mundo. A los cuatro meses ya emite sus primeras carcajadas y a los cinco, disfrutará con tus cosquillas. Disfruta del juego con los demás, pero sobretodo disfruta interactuando contigo. Es el momento de dedicarle canciones y alabanzas, a tu hijo le encantará oírte cantar, tu voz le relaja porque la reconoce y le proporciona seguridad; de llamarle por su nombre con frecuencia, de sonreírle y de hacerle muecas para que las imite. Se interesa por imágenes reflejadas en el espejo y responde a expresiones emocionales de otras personas. Si sonríes sonreirá, si te pones seria, él también lo hará. Algo muy útil es colocar un espejo en su cuna para que juegue con su propia imagen, aunque aún no sepa a quien pertenece. Además, le ayuda a sentirse acompañado. En torno al quinto mes toca la cara de su madre y de aquellos que conoce. La cara de la gente le llama mucho la atención, las araña y palmea. Se muestra receloso ante los desconocidos. Imita los gestos. Hace pedorretas, dice “ka”, “da”, “eje”, parece entender lo que dices. Es el momento de ensalzar enérgicamente todo lo que hace con expresiones positivas que le alienten: “qué bien”, “qué divertido”. Cuidados básicos: Comida y sueño Comida En los primeros días de su vida, la sensación de hambre es tan desconocida para el bebé que trata de calmarla a toda costa, pues le produce una gran angustia. Poco a poco va reconociéndola y comprueba que es cubierta por su mamá lo que le aporta seguridad y confianza, así aprende a tolerarla.
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Guía Práctica Durante las tomas, las primeras semanas se queda dormido a penas termina de comer, pero conforme van pasando los meses, ese momento se convierte además en un intercambio afectivo del que el bebé cada vez es más consciente: hace pausas mientras come, se ríe, mira a su madre y acaricia su pecho o coge el biberón. Todo ello constituye el momento más íntimo entre madre y niño, donde se fortalece el apego. El Sueño En esta primera etapa hasta los seis meses tu hijo dedica muchas de sus horas al descanso y al sueño, y precisamente por eso, cuanto antes le enseñes a dormir, mejores beneficios obtendréis todos. Lo primero que tiene que aprender es que tiene que hacerlo solo porque si tú le ayudas meciéndole, cogiéndole de la mano hasta que se duerma, cantándole, etc., cuando te vayas, el niño protestará. Lo mejor es que utilices algo que no desaparezca, por ejemplo, un peluche. Así cuando él se despierte seguirá viendo a su peluche y se sentirá seguro. Es importante que le lleves a la cuna cuando tenga sueño pero antes de que se haya quedado dormido, así aprenderá a hacerlo en su cuna y no en tus brazos. Lo siguiente será aprender a diferenciar cuando duerme de día y cuando de noche. Para ello, cuando le acuestes de día, mantén la casa iluminada y cuando lo hagas de noche, mantén la casa en calma y las luces apagadas. Muchas madres hacen justo lo contrario, de día oscurecen la habitación para que el bebé se duerma antes y de noche, dejan la luz en la habitación para que no se asuste, pero con ello sólo le confunden y alteran su rutina de sueño. Si te mantienes constante, tu bebé lo aprenderá enseguida. Establece un ritual estable antes de acostarle: baño, masaje, cena, cuento y a dormir.
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TU HIJO Hábitos de conducta y juego Las rutinas Las rutinas en la vida de un bebé son fundamentales para proporcionarles seguridad, por lo que conviene que las instaures desde el primer día para que vaya acostumbrándose a ellas. Se trata de una organización diaria de las tareas que realizas con el bebé, que te ayudará a mantener el control de las cosas que haces y a organizar también mejor tu descanso. Es cierto que hasta los dos meses, los bebés no cumplen un horario más o menos fijo de comidas y de sueño pues lo hacen a demanda, pero eso no impide que vayas introduciendo algunas rutinas muy útiles que os harán la vida más fácil. Utiliza las tareas que realizas todos los días para ir marcando una pauta a seguir. Así, tu bebé se irá acostumbrando desde el principio que después de una cosa llega la otra y aprenderá a esperarlas. El paseo es una de las rutinas más importantes de esta etapa. Durante el paseo el bebé puede respirar aire fresco, tomar el sol, tan necesario para la sintetización de la vitamina D y entrar en contacto con el mundo que le rodea. Para la madre el paseo representa un momento de esparcimiento y relax, donde además, mueve sus piernas y activa la circulación sanguínea tan comprometida durante la última etapa del embarazo. Después del paseo una buena opción será el baño y tras él, el masaje, que ayuda al bebé a eliminar el estrés del día, a relajarse y le prepara para el sueño. El masaje también es una estupenda manera de conectarte emocionalmente con tu bebé y de asegurar que su desarrollo sea el adecuado. Los bebés que son acariciados con frecuencia crecen mejor y están más sanos, ya que mediante el masaje refuerzas su sistema inmunitario y además, son más felices porque se sienten más queridos. Tras el masaje, tu bebé está preparado para comer y dormir plácidamente. 28
Guía Práctica A partir de los dos meses establece una rutina estable para dormir, puedes aprovechar el traslado del bebé a su cuarto. Lo más sencillo es que fijes una hora regular para llevarle a la cama cada noche. Seguidamente, inicia el ritual diario del baño, masaje, pijama, comida y sueño. El Juego El juego es una de las maneras que tiene el bebé de explorar y relacionarse con el mundo exterior, pero también es una forma de informarnos de lo que sucede dentro de sí mismo: cómo se siente, sus miedos, sus deseos y el desarrollo de sus capacidades intelectuales. Además, el juego es una excelente manera de detectar si existe algún problema en la maduración del bebé, pues ciertos juegos se dan en determinada edad y su ausencia puede indicar un problema. La actividad lúdica es algo inherente al niño y está presente desde que nace, aunque de una forma muy primaria. A partir del cuarto mes, se produce un cambio espectacular porque ya es capaz de coordinar sus movimientos con la vista, lo que le permite coger objetos con las manos. En el sexto, ya jugará a golpearlos, tirarlos, moverlos y metérselos en la boca. Uno de los primeros juegos que aparecen en esta etapa, es el cucu-trás, donde el bebé juega a esconderse detrás de sus manitas. De este modo, vence la inseguridad que le produce el hecho de que su madre se ausente de su lado, pues el juego le enseña que las cosas pueden aparecer o desaparecer y que no pasa nada. Es el momento de estimular a tu hijo mediante el elogio, cuando haga algo correcto dile “muy bien”, así aprenderá a seguir practicando. Asuntos de Salud
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Los problemas de salud de poca importancia suelen ser muy comunes en los bebés, pero no debes preocuparte por ello ni volverte sobreprotectora. Un bebé necesita explorar, tocar y meterse las cosas en la boca y eso a veces, puede traer 29
TU HIJO alguna consecuencia desagradable, pero también refuerza las defensas de su organismo. Conviene en cambio, que conozcas bien sus síntomas para que sepas actuar eficazmente en cada situación. Soplo inocente de corazón Se trata de una alteración del corazón sin importancia pero que suele angustiar mucho a los padres. Aproximadamente, la mitad de los bebés presentan un soplo al corazón, que puede aparecer y desaparecer a lo largo de su infancia. Se caracteriza por un ruido fácilmente audible con el fonendoscopio. Puede producirse por el estrechamiento de una válvula cardíaca o porque alguna de ellas, no se cierra totalmente. Entonces, se produce un sonido parecido al de un soplido. La mayoría de los soplos en la infancia son inocentes, no requieren ningún tipo de tratamiento y suelen desaparecer a medida que el niño crece. Su corazón está sano y su funcionamiento es correcto, por lo que tu hijo puede hacer una vida completamente normal. Tener un soplo en la infancia no aumenta el riesgo de sufrir una afección cardíaca en el futuro. Así que, no te preocupes de forma innecesaria. No obstante, será tu pediatra el que oriente el seguimiento más adecuado para tu bebé. Confía en tu médico, no dudes que si sospecha de la presencia de algún problema cardíaco grave, derivará de inmediato a tu hijo al cardiólogo pediátrico para que realice el diagnóstico oportuno. Dermatitis del pañal La dermatitis del pañal es una de las dolencias más comunes en los bebés. Produce irritación en la piel, enrojecimiento, descamación y escozor en el culito, los genitales y las ingles. Se produce como consecuencia de mantener mucho tiempo el pañal sucio. La orina y las heces son un caldo de cultivo para los 30
Guía Práctica hongos y el roce con el pañal favorece la irritación. Para aliviarlo cambia el pañal tan pronto notes que tu bebé lo ha ensuciado. Procura no ajustarle demasiado fuerte el pañal al ponérselo. Limpia la zona con agua tibia y con jabón neutro. Pregunta a tu farmacéutico por cremas específicas con óxido de zinc para el cuidado de la dermatitis del pañal, él sabrá orientarte. Visitas al médico y vacunas Tu bebé necesita un seguimiento médico constante para garantizar un óptimo desarrollo y un adecuado estado de salud. La primera revisión se la realizan nada más nacer, es el test de Apgar, con el que se comprueba que todo está en orden. A los doce días acudirás por primera vez al pediatra para que le haga un examen completo. Si todo va bien, ya no volverás al médico hasta los dos meses. La siguiente vista al pediatra será a los ocho meses, poco antes de los dos años y después de los tres. Además, necesitará que se le administren una serie de vacunas para evitar la aparición de ciertas enfermedades. La vacuna de la hepatitis B se la administrarán al nacer, a los dos, cuatro y seis meses. La vacuna contra la difteria, tétanos y tos ferina y las vacunas contra la polio, el H. Influenza b (Hib) y el meningococo C, se las administrarán a los dos meses, a los cuatro y a los seis. La del neumococo y el rotavirus se las administrarán a los dos, cuatro y seis meses. Consulta con tu médico cualquier duda que pueda surgirte al respecto, así estarás mucho más tranquila. Como norma general, aplaza una vacuna si tu hijo se encuentra mal o tiene fiebre. Comunica a tu médico cualquier otro síntoma que hayas observado en el bebé como convulsiones o una reacción alérgica a alimentos o vacunas anteriores.
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TU HIJO Como te sientes… En esta etapa te sentirás mucho más nerviosa, incluso puede que llegues a experimentar altos niveles de ansiedad. Son muchas las cosas que hay que atender que reclaman un tiempo, una dedicación y un esfuerzo por tu parte. Y por supuesto, tú quieres abarcarlo todo. Tu nivel de exigencia está por las nubes. No te permites descansar, no te consientes un fallo y a veces, hasta rechazas la ayuda de otros porque piensas que nadie lo hará tan bien como tú. Cada vez te sientes más cansada e irritada y eso te trae problemas con tu pareja que no entiende qué te está pasando. Para colmo, ya te ha preguntado cuándo retomaréis vuestras relaciones sexuales, y tú aún no te sientes preparada para ello. No te alarmes, pero ponle solución antes de que llegue a más, pues la consecuencia inmediata será un sentimiento de soledad afectiva y de incomprensión total: “nadie me entiende”, “nadie me ayuda”,”todos me exigen”, “todo lo tengo que hacer yo”. Mi consejo como psicóloga Tienes que relajarte, descansar y dedicarte tiempo sólo a ti para ver las cosas con distancia. Sé realista y párate a pensar un poco. Por mucho que te empeñes, no puedes abarcarlo todo. Es imposible, te guste o no. No puedes ser perfecta por mucho que quieras. Nadie lo es, te lo aseguro porque la perfección no existe. Somos humanos y todos cometemos errores. No puedes pretender no equivocarte y que todo esté impecable sin pagar un altísimo coste emocional por ello. Cuanto antes te lo permitas, mejor para todos. Además, ten en cuenta que si mantienes un alto nivel de ansiedad estarás perjudicando al bebé. Tu hijo nota cualquier cambio emocional que tengas y si estás inquieta, él se mostrará intranquilo e inseguro. Llorará más, tendrá más dificultades para comer, dormir y quedarse solo.
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Guía Práctica Habla con tu pareja. Es probable que él también se sienta desubicado, abandonado e incluso un poco inútil si pretendes hacerlo todo tú, y por eso, reclame un encuentro íntimo contigo como forma de obtener un poco de tu atención. Exprésale con franqueza cómo te sientes. Si no deseas aún mantener relaciones sexuales, díselo con calma. No pasa nada. Muchas mujeres tardan muchos meses en recuperar las ganas. Es normal después de todo lo que has vivido y de los cambios que ha experimentado tu cuerpo. En cambio, proponle mayores caricias y expresiones de afecto para sentiros más conectados entre vosotros. Piensa que para él también es una etapa llena de cambios y tenéis que apoyaros mutuamente para afrontarla con éxito. Paciencia, todo pasa.
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Mira que soy guapo/a... Fecha ___________
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Guía Práctica
Mi Mamá escribe sobre mi... _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________
Mis primeras palabras... _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ 35
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Guía Práctica De los seis a los doce meses Esta es una etapa llena de cambios transcendentales para tu hijo. En seis meses aprenderá a sentarse, gatear, sostenerse en pie y dar sus primeros pasos. Pronunciará sus primeras palabras y responderá a su nombre. Estos aprendizajes son imprescindibles para su desarrollo cerebral. Desarrollo psicomotor En esta etapa tu bebé maneja mejor la parte superior de su cuerpo y sus movimientos. A los seis meses, controla el giro de su cabeza y puede permanecer sentado. Gatea e interactúa con los objetos de una manera más activa, los coge y los pasa de una mano a otra, los agita, los tira a su antojo y se los lleva a la boca. El gateo contribuye enormemente al desarrollo de su autonomía al poder elegir sus desplazamientos, ayuda a su desarrollo neurológico porque se activan los dos hemisferios cerebrales y favorece la coordinación motora. En torno a los diez meses ya puede ponerse de pie y dar sus primeros pasos con ayuda. Pero no será hasta los doce cuando comience a andar, suba y baje escalones. A los diez meses puede sostener su cuchara y comer solo. Eso sí, se pondrá perdido, pero no importa. Lo importante es que está perfeccionando su coordinación ojo-mano y su habilidad para manipular objetos. A los doce meses ya se quita la ropa y quiere vestirse solo. Desarrollo afectivo A los seis meses tu bebé diferencia distintos tonos de tu voz, sabe cuando estás contenta o enfadada. Llora cuando está incómodo y se ríe cuando está contento. A los nueve, aumenta su curiosidad por descubrir el mundo que le rodea y se afana por encontrar los juguetes que ha dejado caer aunque estén fuera de su vista. A los siete meses, pronuncia sonidos de dos sílabas y a los nueve, ya puede 37
TU HIJO repetir palabras que tú pronuncias y si le llamas, responde a su nombre. Sigue muy vinculado a ti, aunque cada vez se interesa más por otras personas, por lo que ya no lamenta tanto tus ausencias. Cuidados básicos: comida y sueño Comida El destete comienza a partir de los seis meses. Es cuando conviene empezar a completar la lactancia con otros alimentos. Introduce primero las frutas, luego poco a poco las verduras y al final, los cereales sin gluten para evitar intolerancias. La clave está en introducir los alimentos de uno en uno, para habituarle a su sabor y detectar posibles alergias. En tu farmacia encontrarás multitud de papillas con harina de cereales sin gluten. Pregunta a tu farmacéutico por la mejor opción para tu bebé. A partir de los siete meses, y una vez comprobado que le gusta el puré de verduras y las papillas de cereales sin gluten, ya puedes empezar a introducir otros cereales como el trigo. Lo mejor para empezar será que incorpores sólo dos cucharaditas al biberón, después ve aumentando la cantidad e introduce sémola y pasta. De este modo, su papilla será más nutritiva al enriquecerse con almidón y proteínas. A los ocho meses ya puedes introducir en la papilla nuevas texturas y alimentos como la carne y los lácteos específicos para la infancia. La carne es una nueva fuente de proteínas rica en aminoácidos esenciales y que le aporta una buena dosis de hierro. Los lácteos son una valiosa fuente de calcio que le ayudarán a regular su función intestinal. Consulta con tu farmacéutico la variedad de lácteos específicos para la infancia. También puede empezar a beber con un vaso con tapa especial para bebés, así irá desterrando el biberón. Aprovecha la comida para disfrutar de un intercambio positivo con tu hijo. No conviertas ese momento en una batalla campal para que se lo coma todo. 38
Guía Práctica Muchas madres se angustian en exceso por alimentar correctamente al niño y se olvidan de disfrutar del momento. Se trata de que le enseñes a comer de una forma distendida. A él le gustará coger la cuchara y tocar la papilla con las manos. No le coartes. A la par que le das de comer, dale una cuchara especial para bebés y elógiale mientras come. Sueño Alrededor de los ocho meses ya se habrá establecido un patrón regular de sueño. Lo normal es que a esta edad duerma unas 14 horas diarias, 11 por la noche y 3 repartidas en una siesta por la mañana y otra por la tarde. En esta etapa puede ser frecuente el llanto antes de dormir. Normalmente está relacionado con la angustia de separación. Se trata de algo normal y que forma parte de su desarrollo emocional. El niño tiene que aprender que su madre puede ausentarse de su lado, pero al principio le genera inseguridad y angustia. La mejor manera de resolverlo es no darle la menor importancia y asegurarle al niño que estás cerca. Puedes dejar la puerta abierta para que oiga vuestras voces mientras va quedándose dormido, pronto aprenderá que no pasa nada por quedarse solo. No te olvides de introducir en su rutina de sueño, un peluche que lo acompañe siempre, dáselo para que lo acaricie mientras se quede dormido, le dará seguridad. Si el bebé se despierta, acude tranquilamente, háblale con calma mientras le acaricias y acércale su peluche (al que le habrás puesto un nombre) y dile que está a su lado, eso le tranquilizará de nuevo. Ten paciencia y no desesperes, este proceso puede repetirse varias veces durante el día o la noche. La angustia que siente tu bebé ante la separación no es caprichosa, se trata de un mecanismo de defensa para combatir su inseguridad y su temor a quedarse solo. Pero no te angusties tú, tu hijo aprenderá a manejarlo en poco tiempo si le ayudas correctamente. 39
TU HIJO Hábitos de conducta y juego Las normas y el “no” Es el momento de establecer las primeras pautas con tu hijo para favorecer un adecuado desarrollo psicoemocional. Las normas son necesarias para que el niño crezca y se desarrolle correctamente. Con ellas aprenderá lo que está permitido y lo que no. Desde los siete meses el niño ya entiende el “no”. Utilízalo ante los comportamientos inapropiados que desees corregir. En esta etapa le encanta explorar y lo toca todo, incluso cosas que pueden resultar peligrosas. Corta de inmediato este tipo de comportamientos con un enérgico “no”, retírale de la situación y distráele con otra cosa. Mantente firme, si has dicho no, procura mantenerlo, de otro modo perderás autoridad. También has de enseñarle a pedir las cosas y a esperar cuando quiere algo, así le enseñarás a tolerar la frustración, algo que le resultará muy útil para su crecimiento emocional posterior. Pero procura no excederte con las prohibiciones, se trata de instaurar algunas normas, no de coartar su libertad y autonomía. Ponte de acuerdo con tu pareja sobre lo que está permitido y sobre la manera de dar instrucciones al niño para que no incurráis en contradicciones. Si tú dices no, su papá ha de suscribirlo. Si no sois coherentes lograréis confundir al niño y conseguiréis que acabe saliéndose con la suya y eso, al final, os traerá consecuencias indeseables más tarde. El juego Esta es una etapa de descubrimientos y de nuevas adquisiciones. Tu hijo está aprendiendo a explorar y a comunicarse a través del lenguaje. Es el momento de aprovecharlo para sacarle el máximo rendimiento a su aprendizaje a través del 40
Guía Práctica juego. Busca todos los días un rato para hablarle directamente, describirle lo que estás haciendo: “ahora te pongo el pañal”, “vamos a irnos de paseo”, etc., y alabarle: ”qué guapo estás”. Tú sigues siendo la persona más importante de su vida y necesita una atención plena cuando está contigo, dile con frecuencia que le quieres y lo importante que es para ti. Llámale por su nombre para que se acostumbre a escucharlo. A partir de los nueve meses responderá a él y dale tiempo para que te responda, aunque al principio sólo lo haga con gestos, te entiende. Cuando señale algo que le guste, dile cómo se llama y construye una frase sencilla con ello: “este es tu biberón”, “esta es la pelota”, etc. Usa muñecos o marionetas para fomentar su creatividad y para enseñarle nuevas palabras y sonidos. Cántale canciones, cuéntale cuentos y mientras lo haces, muéstrale distintas imágenes y aprovecha para nombrar lo que ve. Utiliza materiales didácticos de distintos tamaños y texturas que él pueda manipular, así estimulas sus sentidos. Fomenta su sociabilidad, aunque no le presiones para compartir sus cosas, en esta etapa no querrá hacerlo. Juega con él a decir “hola” y “adiós” con la manita. Así aprenderá que la gente viene o se va y tolerará mejor las ausencias de las personas con las que se siente seguro, sobretodo la tuya. Además es algo que le divierte mucho y le hace reír. Enséñale a esperar su turno cuando quiere comunicarse contigo y tú estás ocupada. Para conseguirlo, no respondas de inmediato a sus requerimientos, espera unos segundos y luego atiéndele, tiene que aprender que su mamá no está disponible siempre que él quiere. Eso sí, no dejes de atender una petición, se trata sólo de que la demores unos instantes.
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TU HIJO Asuntos de Salud La seguridad de tu hijo
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Con el comienzo del gateo se multiplican los peligros para tu bebé, pues aumenta su autonomía y sus ganas de explorarlo todo. Por eso es fundamental que prepares un entorno seguro para él. Pon cerrojos y topes en las puertas. Protege las esquinas de los muebles. Cubre los enchufes. Limita el acceso a las escaleras con una barrera. Mantén fuera de su alcance medicinas, detergentes y objetos que pueda tirarse encima. Prepara un botiquín completo con las cosas que más puedas necesitar. Aprende estrategias básicas de primeros auxilios y ten a mano el teléfono de emergencias. Sus primeros dientes Los primeros dientes del bebé suelen aparecer en torno a los seis meses, aunque, a alguno a los cuatro, ya le ha salido el primero. La precocidad o retraso en la aparición de los dientes, no tiene porqué preocuparte. Tiene que ver con las características individuales de cada niño y suele tener un componente hereditario. Durante esta etapa tan molesta, tu hijo producirá una gran cantidad de saliva y tratará de morderlo todo para aliviar el dolor. Dale mordedores de gel frío que encontrarás en tu farmacia, suele proporcionarle un gran alivio. La salida de los dientes suele venir acompañada de otras molestias como fiebre, resfriado y diarrea. Consulta con tu médico la manera de manejarlo. La aparición de los dientes de leche tiene mucho que ver con el desarrollo de su alimentación. Por eso, los primeros en salir son los incisivos, ideales para masticar verduras y alimentos blandos. Suelen aparecer entre los 6 y 14 meses. Después vendrán los molares y caninos más adecuados para triturar la carne, entre los 14 y 24 meses. 42
Guía Práctica Visitas al médico y vacunas En este semestre, a tu hijo le tocará una revisión con el pediatra, la de los ocho meses. Se trata de una visita rutinaria para comprobar que todo marcha bien y que su desarrollo es el correcto. Si todo está en orden, no volverás al pediatra hasta poco antes de los dos años, salvo para administrarle las vacunas oportunas entre 12 y 18 meses. Como te sientes… Ha llegado el momento de incorporarte al trabajo y es probable que aún no te apetezca especialmente, porque ahora te has acostumbrado a tu nueva rutina con el bebé. Es normal que sientas pereza después de tantos meses. Además, es posible que también te sientas algo culpable por dejar a tu bebé en manos de otras personas o por llevarlo a la escuela infantil. Surgirán algunos miedos relacionados con su seguridad: “a ver si le va a pasar algo” y con la calidad del trato que recibirá: “¿estará bien?”. No te angusties. Es algo que les ocurre a casi todas las mamás llegado este momento. Acabarás acostumbrándote. Mi consejo como psicóloga Deja de lamentarte, de ponerte en lo peor y de centrarte en lo negativo. Así no solucionas nada. No te adelantes a los acontecimientos ni anticipes desastres que no tienen porqué producirse. Si lo haces, sólo conseguirás angustiarte sin necesidad. No seas demasiado dura contigo misma. Ya sabías que tendrías que volver al trabajo y que tendrías que distanciarte temporalmente del bebé. No pasa nada. Ahora sólo tienes que pensar en las ventajas de retomar tu nivel de actividad anterior al embarazo. Céntrate en lo que está a tu alcance, no en lo que no puedes hacer. Es el momento de delegar y de confiar en que las cosas saldrán bien. Aunque ahora no lo veas, te aseguro que acabarás alegrándote de recuperar tu otra vida. 43
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Soy un trasto muy simpรกtico/a... Fecha ___________
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Guía Práctica
Mi Mamá escribe sobre mi... _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________
Mis primeras trastadas... _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ 45
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Guía Práctica De los doce a los dieciocho meses En esta etapa se va moldeando su personalidad. Su crecimiento continúa pero ahora a un ritmo más lento. Su sentimiento de seguridad se afianza y se sentirá más autónomo e independiente. Es la etapa en la que más necesitará tu estimulación constante y tu aliento para que se atreva a probar y a arriesgar. Tendrás que afianzar los límites y la disciplina que ya iniciaste en el período anterior. Desarrollo psicomotor A partir de los trece meses tu hijo camina sin ayuda, aunque al principio aún se siente algo inseguro. Sin embargo, las escaleras las subirá a gatas hasta los dieciocho meses, momento en el que quizá se atreva a subirlas como los adultos. Disfruta cogiendo objetos durante la marcha, incluso uno en cada mano, que va soltando según descubre otros. Agarra lápices y escribe garabatos pero aún con demasiada fuerza, disfruta pasando las hojas de los libros y le gusta señalar lo que le llama la atención o lo que quiere. Te entiende mejor y es capaz de seguir instrucciones sencillas. Es el momento de enseñarle a ser amable, pedir las cosas por favor y dar las gracias. Su vocabulario tiene ya entre ocho y veinte palabras que se pueden entender con claridad. En este período se desarrolla su memoria, por lo que ya recuerda las cosas que hizo el día anterior, es bueno que tú le hables de eso. Sabe diferenciar los conceptos “ahora” y “después”, pero no será hasta los dieciocho meses cuando realmente aprenda el significado del tiempo. Desarrollo afectivo Esta es una etapa llena de cabezonería y egocentrismo. No dudes que si quiere hacer algo se obstinará en realizarlo poniendo a prueba tu paciencia. Es normal, sólo está midiendo sus límites. Ahora se siente más autónomo y simplemente 47
TU HIJO quiere hacer las cosas a su manera. Tarda más tiempo en comer y quiere hacerlo totalmente solo; pretende vestirse sin ayuda, elegir lo que ponerse y si te descuidas, se quita la ropa. Él sabe que todo gira a su alrededor por lo que querrá utilizarlo y captar tu atención todo el tiempo, por lo que debes enseñarle a esperar, bastará con que le digas: “ahora no”. Le encanta que le leas cuentos con imágenes que él pueda identificar. Disfruta con el contacto físico y cada vez imita más expresiones faciales de los adultos. Reproduce muchos sonidos y palabras. Es capaz de construir alguna frase sencilla. Cuanto más le hables tú, mejor lo hará él. Cuidados básicos: comida y sueño Comida En este período tu hijo ya tiene que tener una dieta completa y equilibrada basada en el consumo de alimentos frescos (carne, pescado, huevos), frutas, verduras y lácteos. Esto supone que tiene que probar diferentes alimentos y texturas. Si se resiste con algún alimento, no cometas el error de eliminarlo de su dieta para conseguir que coma; retíralo unos días y después, vuelve a introducirlo en pequeñas cantidades combinándolo con otros que le gusten más. Es el momento de potenciar la masticación. Corta la comida en trocitos pequeños que él pueda masticar sin dificultad y sin atragantarse. Déjale que coja la comida con las manos y que coma solo, aunque también has de enseñarle a usar los cubiertos, pero sin exigencias desmedidas. Todavía es muy pequeño y está aprendiendo a hacerlo. Así que, ten paciencia, tendrá que mancharse muchas veces antes de hacerlo bien. No te angusties porque en esta etapa coma menos. Es normal. Ahora está probando nuevos alimentos y hasta que se acostumbre a los sabores y texturas, 48
Guía Práctica le costará más comer. Prueba a darle menos cantidad pero más veces al día. En lugar de hacer tres comidas, haz cinco. Así te sentirás más tranquila y él se acostumbrará mejor. Sueño En esta etapa tu hijo sigue necesitando muchas horas de sueño, pero dejará de utilizar la siesta de la mañana y dormirá más en la de la tarde. A medida que se incrementa su actividad física y mental, también se irá reduciendo el tiempo de esta siesta, por lo que necesitará acostarse más temprano por la noche. Como norma general, un niño de esta edad no debería acostarse más tarde de las nueve de la noche. Hábitos de conducta y juego Enseñarle a obedecer La autoridad es necesaria para que tu hijo aprenda dónde están los límites y lo que se espera de él, pero no está reñida con el cariño. Has de ser firme pero sin pasarte, para ello tienes que dejar claro que lo que repruebas es el comportamiento, no al niño. Tu hijo tiene que percibir en todo momento que le quieres aunque le prohíbas algo o repruebes su conducta. Las primeras órdenes deben ir encaminadas a garantizar su seguridad, ya que cada día aumenta su independencia y por tanto los riesgos a los que se expone. Por eso has de mantenerte firme y decidida en su cumplimiento. A esta edad, tratará de salirse con la suya muchas veces y como es tan pequeño es fácil que te dejes convencer. Si lo haces, estarás perjudicando enormemente a tu hijo que ya no sabrá a qué atenerse cuando le des una orden y aprenderá a desafiarte. Si hace algo que no te gusta, retírale de la situación con calma y llévale a otro lugar donde no pueda coger ni tirar nada. Esta técnica se llama tiempo fuera y 49
TU HIJO es muy útil. Un parque infantil totalmente vacío, servirá. Déjale allí un par de minutos a él solo, sin prestarle atención, luego vuelve a por él como si no hubiese pasado nada e introduce otra actividad. Se trata de que aprenda que no te ha gustado lo que ha hecho, retirando la atención del incidente. Pero no te excedas con el tiempo, tu hijo no debe sentirse abandonado. Nunca insultes, grites o pegues a tu hijo. No es eficaz ni necesario. Con ello sólo conseguirás que sienta una gran frustración y resentimiento. Además, luego tú te sentirás culpable por hacerlo. Juego Las posibilidades se multiplican, por tanto, amplía su universo de juguetes. Permítele que explore a su antojo y que juegue como quiera. Está desarrollando su imaginación, su creatividad y su capacidad para resolver problemas. Déjale que juegue solo pero también ve proponiéndole jugar con otros niños, aunque has de ser consciente de que no siempre querrá hacerlo. Aún no está en esa etapa en la que le gusta compartir sus cosas. Ten paciencia, no le regañes por ello ni le obligues a dejar sus juguetes a otros. Es mejor que juegue al lado de otro niño pero cada uno con lo suyo, que acabe peleándose por algo común. Es el momento de los juguetes con ruedas que pueda empujar y arrastrar. De los juegos con piezas para encajar, rompecabezas sencillos, cubiletes e instrumentos musicales de juguete. Ir al parque, jugar con la arena y con la pelota le entusiasmará. Los muñecos para el baño blanditos que pueda sumergir le encantarán y si suenan, mucho más.
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Guía Práctica Asuntos de Salud Las alergias
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Muchas de las alergias de los seres humanos se desarrollan en la primera infancia. Se producen cuando el organismo detecta algo que podría resultar nocivo. Los síntomas más comunes son eczemas, salpullido, problemas digestivos o respiratorios. Los alérgenos más comunes son el polvo, el polen, la leche de vaca, los huevos y el gluten. Para prevenirlas evita que tu hijo esté en contacto con los alérgenos que las causan. Si ventilas bien la casa, pasas el aspirador en lugar de barrer y cambias sus sábanas con frecuencia, será menos probable que le afecte el polvo. Con otros, como la leche de vaca, has de ir probando la reacción del niño al introducirlo como alimento. Si se producen diarreas, vómitos o salpullido, elimínalo inmediatamente de su dieta. Lo mismo ocurre con los huevos. Los médicos recomiendan no administrar al bebé claras de huevo durante su primer año precisamente para evitar alergias.
El gluten se encuentra en el centeno, el trigo, la cebada y la avena y por supuesto, en los alimentos que contienen estos cereales. La enfermad celíaca o intolerancia al gluten, afecta a 1 de cada 2000 niños. La diarrea y el estómago hinchado es el síntoma más común. Consulta con tu médico al menor indicio. Pero no te angusties, en tu farmacia encontrarás una amplia variedad de alimentos aptos para celíacos. Visitas al médico y vacunas En esta revisión es muy probable que el pediatra recomiende la prueba de la tuberculina (PPD) para detectar si tu hijo ha estado expuesto a la tuberculosis y le realice una análisis de sangre para descartar que tenga anemia.
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TU HIJO En este trimestre también se le administrarán las segundas dosis de las vacunas que ya le pusieron antes de los seis meses. La vacuna contra la difteria, tétanos y tos ferina y las vacunas contra la polio y el H. Influenza b (Hib), el meningococo, el neumococo, la gripe y la hepatitis A, se las pondrán entre los 12 y 18 meses. De estas tres últimas, le administrarán otra dosis a partir de los 3 años. Las vacunas contra el sarampión, rubéola, parotiditis y varicela, se las administrarán entre los 12-15 meses y después del tercer año. Como te sientes… En esta etapa puedes sentir un creciente deseo de sobreprotección. Cada vez eres más consciente de que tu hijo es más independiente y quiere explorarlo todo, por lo que aumenta tu nivel de preocupación acerca de los potenciales peligros a los que deberá hacer frente. Sé que sientes la necesidad de evitar su sufrimiento. Quizá de darle todo el afecto que a ti te faltó. Eso es estupendo. Pero sobreprotegerle, no es la manera. Si quieres a tu hijo, tienes que enseñarle a ser emocionalmente resistente y a sentirse seguro. Tienes que dejarle que pruebe y que se equivoque todas las veces que sean necesarias. Es cierto que una de las responsabilidades más importantes de los padres es velar por la seguridad de sus hijos, pero un exceso de protección será tan pernicioso como un abandono total. La sobreprotección crea niños débiles y emocionalmente dependientes, al impedir que se enfrenten por sí mismos a las dificultades lógicas de su desarrollo. Fomenta sus miedos, su inseguridad y merma su autoestima. Dificulta el aprendizaje de resolución de problemas y de toma de decisiones. Mi consejo como psicóloga Aunque al principio te cueste, has de aprender a distanciarte un poco de él, a mantenerte en un discreto segundo plano. A vigilar sin que se note. Aunque aún 52
Guía Práctica sea muy pequeño, tu hijo es mucho más fuerte de lo que parece y tiene muchos más recursos de los que crees, sólo tienes que dejar que los desarrolle adecuadamente. Tú eres su referente, su figura de seguridad, por eso, si tú haces las cosas por él, ya no querrá hacerlas solo. Tienes que enseñarle a probar y tienes que permitirle que se equivoque. No pasa nada. Eso le ayudará a superarse a sí mismo. Aliéntale para que siga intentándolo: “muy bien, vamos sigue…” y dile que estás muy orgullosa de él cuando lo hace. Será la mejor manera de que tu hijo crezca sano y feliz.
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C贸mo me gusta jugar... Fecha ___________
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Guía Práctica
Mi Mamá escribe sobre mi... _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________
Mis genialidades son para recordar... _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________ _______________________________________________
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Guía Práctica De los dieciocho a los veinticuatro meses Ya es toda una personita y se comporta como tal. Los cambios ahora son mucho más destacados y los notarás mucho más. Es el momento de dedicarle más tiempo a la lectura y las conversaciones con tu hijo para facilitar su aprendizaje. Desarrollo psicomotor Su independencia va en aumento por lo que se mueve con soltura y seguridad. En esta etapa consolida la marcha, trepa, salta y sube los escalones sin dificultad. Su lenguaje cada vez es más amplio, entiende lo que le dices y repite todo lo que oye. Ahora tiene una mayor conciencia de sí mismo. Ya utiliza su nombre para referirse a sí mismo. Utiliza las palabras “yo” y “mío”. Cuando le das algo dice “gracias” si se lo indicas y es capaz de elegir entre dos objetos distintos. Canturrea contigo pero también cuando está solo. Corre sin dificultad y si se cae, se levanta solo. También es capaz de devolver una pelota cuando se le lanza. Come solo con su cuchara sin ayuda. Hacia los dos años ya controlará sus esfínteres. Desarrollo afectivo Imita todo lo que tú haces, eres su principal modelo. Pon cuidado con lo que haces porque lo copiará. Su fantasía va en aumento y la despliega en sus juegos imaginativos con objetos cotidianos, en los que suele abstraerse un buen rato, por lo que no te extrañe que en esos momentos no te atienda cuando le llames o le hables, aún no puede hacer dos cosas a la vez. Ha aprendido a decir “no” y lo usa para todo. Si le interrumpes puede que se enfade. Sigue siendo muy testarudo. Así que, no te sorprenda que tenga más de una rabieta. Ahora aprende por ensayo y error, por eso manipula todo lo que está a su alcance, para ver qué es lo que sucede. Si le gusta el resultado repetirá. En 57
TU HIJO cambio, si le disgusta dejará de hacerlo. Aprovecha para hablarle de todo constantemente y para enseñarle a construir frases con las palabras que ya utiliza, por ejemplo si él dice “osito”, tú dile “el osito es suave”. Léele todos los días y cuando lo hagas, cambia la entonación de las frases para que se familiarice con distintos estados emocionales: sorpresa, tristeza, alegría, satisfacción, etc. Cuidados básicos: comida y sueño Comida A esta edad ya debe estar comiendo de todo sin reticencias y sin ayuda. Bastará con que le partas los alimentos en trocitos pequeños para que él pueda manejarse sin problemas. Ya tiene que beber en un vaso con tapa y haber apartado el biberón. Siéntale con vosotros a la mesa en su trona para que se acostumbre a seguir vuestras rutinas. Estimula su apetito haciendo divertidas sus comidas. Para ello, combina alimentos de distintos colores y formas. Prueba a hacer una cara divertida con zanahorias enanas mezcladas con guisantes. Es una excelente manera de centrar su atención sobre el plato y de conseguir que se coma las verduras. Le encantará. Sueño Sus patrones de sueño ya son muy estables. A esta edad, si no lo ha conseguido antes, tu hijo ya debe dormirse solo y cumplir sus rutinas para irse a la cama. Lo habitual es que duerma de un tirón toda la noche. Quizá se despierte sobresaltado con alguna pesadilla. Es normal en esta etapa. No has de darle mayor importancia. Limítate a acostarle con calma y a decirle que no pasa nada. En seguida volverá a quedarse dormido y al día siguiente ni se acordará de ello. No te saltes la siesta, sigue necesitándola para favorecer su desarrollo físico y mental, y para reponer las energías gastadas. 58
Guía Práctica Hábitos de conducta y juego Quitarle el pañal A partir de los 18 meses ya puedes empezar a plantearte quitarle el pañal, pero sin prisas ni angustias. Primero tienes que observar si el niño está preparado para ello, pues si su sistema nervioso no ha alcanzado la maduración adecuada, no habrá nada que hacer. Ten en cuenta que hasta los dos años es muy probable que no consiga el control de esfínteres, así que ten paciencia. Todo el proceso ha de hacerse de un modo natural sin presiones para el niño, ya que se trata de uno de los hitos más importantes para su desarrollo físico y psicológico. Normalmente tu hijo superará esta etapa de forma espontánea sin que tú tengas que hacer gran cosa. Pero si sabes como ayudarle, todo se simplificará. Huye de los resultados rápidos. Empieza por familiarizar al niño con el orinal durante el día. Hazte con uno de un color vistoso y una forma atractiva para él. Colócalo al lado de vuestro wc, la taza grande. Así cuando vea que vosotros vais al baño, le resultará más interesante intentarlo en la taza pequeña. Ponle ropa que pueda bajar fácilmente, le gustará mucho poder hacerlo solo. Observa los ritmos de evacuación de tu hijo para ponerle en el orinal antes de que te lo pida y aunque te diga que no tiene ganas. Así establecerás una rutina. Pero si no quiere sentarse no le fuerces, es mejor intentarlo más tarde. Cuando haya hecho sus deposiciones, enséñaselas y elógiale enérgicamente por ello. Es normal que las primeras semanas no llegue a tiempo y se lo haga encima. No pasa nada, no le regañes. Simplemente demórate un poco en cambiarle para que note cierta incomodidad, eso hará que la próxima vez te lo pida antes.
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TU HIJO Las rabietas Las rabietas son muy comunes en esta etapa, sobretodo en torno a los dos años. Se trata de explosiones de llanto y pataleos, que duran algunos minutos y que suelen poner en un gran aprieto a los padres, sobretodo si se producen en público. Habitualmente, las rabietas se producen porque el niño se obstina en hacer algo que los padres le impiden realizar y se repiten porque reciben atención. Es un comportamiento totalmente normal que tu hijo utiliza para reafirmar su personalidad, pero eso no significa que debas permitirlas. De hecho, has de cortarlas de inmediato para evitar que se perpetúen. La mejor manera de actuar es ignorar cualquier conducta que te parezca inapropiada y centrar la atención en una conducta alternativa. Si esto no funciona, utiliza palabras cortas de control como “basta”. Exprésale tu enfado de forma firme pero sin gritar y avísale de que no vas a hacerle caso hasta que no deje de llorar o patalear: “Dani hasta que no te calmes no voy a hacerte caso”. Después retírate de la situación para que el niño sepa que va en serio. Si no puedes retirarte al menos dale la espalda para que no establezca contacto visual contigo. Tu hijo debe aprender que ponerse hecho una furia no le servirá de nada. Ten paciencia, antes o después, si no le haces caso, se calmará. Eso sí, cuando lo haga, refuerza esa conducta: “así me gusta”, “estoy muy contenta de que te hayas calmado”. Evita pegar, gritar o insultar a tu hijo, suele empeorar las cosas y si logra algún resultado, sólo será inmediato, nunca duradero ni eficaz. Tu hijo espera de ti que sepas mantener el control de la situación. No le defraudes. Tú eres el adulto y por tanto, el responsable. Si confías en ti misma y te mantienes firme, comprobarás que es mucho más sencillo de lo que parece.
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Guía Práctica Juego Ahora juega más usando su fantasía. Le gusta imaginar que los objetos cotidianos se convierten en juguetes. Ayúdale inventándote historias con sus muñecos, eso le divertirá mucho. Estimula su lenguaje y su memoria con juegos sencillos de identificación de objetos familiares, por ejemplo, pregúntale “como se llama esto” o dile “te doy la/el…” Es el momento de favorecer el juego en grupo, y aunque al principio no le haga mucha gracia, pronto se acostumbrará a jugar con otros niños. Esta interacción entre iguales le ayudará en el desarrollo de su inteligencia emocional y futuras habilidades sociales. Cada vez que le veas jugar en grupo, felicítale por ello, así aprenderá a repetir esa conducta. Asuntos de Salud Gastroenteritis y Diarrea
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El rotavirus es la causa más común de la gastroenteritis aguda y de la diarrea grave en niños. Es muy contagioso y suele infectar a tu hijo antes de los dos años de edad. El niño se contagia cuando se lleva las manos a la boca tras tocar algo contaminado por este virus. Es más frecuente que el contagio se produzca en la escuela infantil donde comparte los juguetes y otros materiales. Los síntomas más comunes son deposiciones líquidas, fiebre, náuseas y vómitos.
El tratamiento consiste en evitar la deshidratación del niño pues, con cada deposición o vómito, pierde una gran cantidad de agua y electrolitos. Consulta con tu médico el tipo de comida y bebida que el niño puede ingerir, ya que tu hijo ha de alimentarse e hidratarse lo mejor posible mientras dure el proceso, que se resolverá por sí mismo pasados unos días. Lo más probable es que el médico te recomiende un suero oral para reestablecer la pérdida de los fluidos corporales. En tu farmacia encontrarás distintos tipos de preparados totalmente seguros para tu hijo. 61
TU HIJO En España, está aprobada la administración de la vacuna para prevenir el rotavirus. Esta vacuna es muy segura y se administra por vía oral a los bebés de dos, cuatro y seis meses. El objetivo es vacunarle antes de que se contagie por primera vez con el virus, de este modo, el contagio se evita totalmente. Estreñimiento El estreñimiento es la dificultad de expulsar con regularidad fuera del organismo las heces que van acumulándose en el intestino. Debido a un déficit de los movimientos intestinales, se prolonga el tiempo de permanencia de las heces y esto provoca una reabsorción de parte de los líquidos presentes en ellas, causando su endurecimiento. Esto provoca una mayor dificultad para expulsarlas causando dolor, lo que entorpece aún más su evacuación y empeora el estreñimiento. Asegúrate de que la dieta del niño contenga la suficiente fibra y que consume la cantidad de líquidos adecuada. Consulta con el pediatra los alimentos más adecuados para favorecer el tránsito intestinal. También puedes ayudar a tu hijo dándole masajes diarios en la zona del abdomen y flexionando sus piernas hacia atrás y hacia delante. Un buen momento es cuando le das la crema después del baño. Si eres constante, no tardarás en ver los resultados. Visitas al médico y vacunas La mayoría de los médicos realizará una revisión de rutina a los 24 meses para comprobar que todo se desarrolla con normalidad. Comparte con tu médico cualquier duda que tengas con respecto a la salud o al crecimiento de tu hijo. Él sabrá orientarte. A los 18 meses, si no se ha hecho antes, es muy posible que se le administren las últimas dosis de vacunas para completar este ciclo de vacunación. El siguiente ya no volverá a iniciarse hasta los tres años. 62
Guía Práctica Como te sientes… Esta es una etapa de gran responsabilidad para ti y tu pareja, sobretodo porque ahora eres más consciente de la repercusión que tiene para tu hijo cualquier decisión que tomes sobre su educación. Se está formando su personalidad y de cómo lo hagáis, dependerá el futuro emocional de vuestro hijo. Por eso, en ocasiones, te sentirás confusa y sobrepasada por los acontecimientos. Es normal. Son demasiadas cosas que aprender, nunca se acaban y eso puede desgastarte emocionalmente. Mantén la calma y sé benevolente. Nadie nace sabiendo. Sólo tienes que darte tiempo, dejarte ayudar llegado el caso, permitirte aprender lo que necesites saber para educar bien a tu hijo y aceptar que unas veces te saldrá mejor y otras peor. Mi consejo como psicóloga Es el momento de hacer balance de la situación. Han pasado ya dos años desde el nacimiento de tu hijo y han sucedido muchas cosas. Siéntate a solas y evalúa todo lo que has aprendido y superado en esta etapa. Este ejercicio te servirá para seguir repitiendo lo que te funciona y eliminar lo que no te sirve. Aprovecha para reconocerte y elogiarte todo lo que has ido consiguiendo en estos meses de trabajo desde que empezó todo. Has de ser generosa y valorar cualquier mínima cosa que hayas logrado. Te aseguro que son muchísimas. Anima a tu pareja a que haga lo mismo y luego ponedlo en común. Eso os ayudará a lograr una mayor sintonía entre los dos y a querer seguir mejorando vuestra actuación cada día. Estáis inmersos en un maravilloso proceso educativo que ahora cobrará especial relevancia. Aprovechad para reconoceros mutuamente los logros conseguidos, los esfuerzos realizados y para felicitaros sinceramente. A todos nos gusta sentir que los demás valoran nuestro esfuerzo y dedicación. Después planificad los siguientes pasos, vuestro hijo sigue creciendo... Así que ánimo. Aún tenéis un gran camino que recorrer juntos. 63
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Las fotos de mis cumples... Fechas __________________________________
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Las fotos de mis cumples... Fechas __________________________________
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Mis Abuelos son adorables... Fechas __________________________________
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Guía Práctica
Quiero mucho a mis Papás... Fechas __________________________________
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Mis primeros Amiguitos... Fechas __________________________________
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Mi primer día en la Guarde... Fechas __________________________________
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TE SUGERIMOS ESTOS CUENTOS PARA TU NIÑO/A... Caperucita Roja. Pinocho. Pulgarcito. Los Tres cerditos. La Cenicienta. El Gato con Botas. El patito feo. Hansel y Gretel. Blancanieves y los 7 Enanitos. La Hormiga y La Cigarra. Alí-Babá y los Cuarenta Ladrones. Aladino y la lámpara maravillosa.
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TE SUGERIMOS ESTAS PAGINAS WEB DE CUENTOS INFANTILES... www.contoplanet.com www.cuentacuentos.es www.cuentacuentos.cc cuentosparadormir.com www.pequelandia.org/cuentos www.milcuentos.com www.cuentosinteractivos.org www.encuentos.com www.losmejorescuentos.com www.grimmstories.com
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Guía Práctica Direcciones útiles Seguridad Social www.seg-social.es Ministerio de Sanidad y Consumo www.msc.es Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales www.mtas.es Servicio de Información Telefónica para la Embarazada (SITE) www.msc.es | 91 394 15 89 Federación de Asociaciones de Matronas de España www.federacion-matronas.org El Parto es Nuestro www.elpartoesnuestro.es Emergencias 112/061 Cruz Roja 902 222 292 Instituto de la Mujer 900 19 10 10 Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) www.sego.es | 91 350 98 16 Sociedad Española del Dolor www.sedolor.es 75
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TU FARMACIA
QUIERE AGRADECER TU FIDELIDAD