Ufro en toma sexta edicion

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Para la historia: Marcha post paro continuó movilizando masas

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l jueves 1 de Septiembre, al comienzo del mes en que se celebra la supuesta independencia de la nación… les seguimos pagando la luz, el agua, comunicaciones, uso de carreteras, intereses usureros a sus bancos, más el saqueo de las minas y riquezas naturales a las grandes empresas españoles, extranjeras y $hilenas asociados con los ministros y la gran mayoría de las autoritarias autoridades que aparte de sus reguleques y bueneques sueldos gozan de las repartijas… Por esto, un gran número de estudiantes universitarios, secundarios, profesores, padres y abuelos

salieron nuevamente a las calles de Temuco. Unos 10 mil, más otros tantos trabajadores y transeúntes, que desde sus lugares de trabajo y quehaceres callejeros apoyaron con consignas y simpatía a los valientes que reclaman: LA EDUCACIÓN ES UN DERECHO Y NO UN PRIVILEGIO, NO MÁS LUCRO EN LA EDUCACIÓN, y tantas otras demandas más por una nación libre de seguir siendo la vitrina del neoliberalismo, democracia imperialista para el mal llamado tercer mundo o subdesarrollado. Por: Alejandro Stuart

“EL SUBDESARROLLO NO ES LA ETAPA ANTERIOR AL DESARROLLO, SINO SU CONSECUENCIA” Eduardo Galeano.


A continuación, conoce cómo se desarrolló la marcha, a través de una serie de fotografías tomadas por Alejandro Stuart, poeta y escritor, quien pertenece a la Asociación de Reporteros Independientes.






ÂżQuiĂŠn dijo que los privados estaban ausentes?




Los secundarios de La Araucanía siguen luchando por una educación de calidad

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uchos liceos de la región siguen en paros indefinidos y tomas fantasmas. Establecimientos como el liceo Pablo Neruda y el Gabriela Mistral continúan paralizados, organizándose junto a los demás secundarios.

Se llama toma fantasma a aquellas en que se realiza una toma tradicional, pero en donde los estudiantes no permanecen en ella, por tanto, al ingreso de Carabineros no se encuentra nadie en su interior.

Algo destacable en el avance del movimiento en La Araucanía fue la presencia de la escuela artística Armando Dufey Blanc, que el día miércoles 31 de agosto realizaron su primera toma, catalogada por los mismos como pacífica. Esta fue realizada dentro de la mañana y duró un par de horas, ya que al poco Normalmente este tiempo fue bajada por Carabineros sin mayor violencia. La toma fantasma tuvo como tipo de objetivo paralizar las clases y poder expresar manifestaciones dura su descontento, así como también demostrar por un corto lapso de la represión que reciben al no poder parar su tiempo. establecimiento, pues un minoritario grupo de alumnos continúan con clases normales. A esto se le suma la poca libertad que tienen para poder ejercer conciencia entre sus compañeros, ya que los profesores y directores


insisten con la idea de que mientras existan alumnos en la sala de clases, las actividades no pararán. Tal postura perjudica fuertemente a todo aquel estudiante que participa y está luchando por conseguir una educación de calidad.

Raúl González Shalper, estudiante del Armando Dufey, quien apoya fuertemente el movimiento estudiantil y que también fue parte de la toma realizada en dicho establecimiento, nos cuenta cómo surgió todo.

— ¿Qué los motivó a tomarse su liceo, sabiendo que existe una estricta normativa? — El movimiento tiene que ser radicalizado, nos dimos cuenta de que no basta solo con manifestaciones artísticas, sino que esto tiene que ir más allá, debe existir conciencia en nuestros compañeros, y la única forma de motivarlos

es esta , porque así le toman el peso a lo que nos estamos enfrentando. Además esta fue una oportunidad de dar a conocer que nuestro colegio lleva un mes movilizado.

— ¿Consideran seguir con la tomas y la movilización después del desalojo?


— Sí, desde el principio acordamos que esto va en serio. Existen muchos métodos de lucha y la idea es hacer presión en nuestro establecimiento y obviamente contra el gobierno, para que de una vez por todas se tome conciencia y los estudiantes que no están movilizados vean que las demandas estudiantiles, en el caso de ser aceptadas, no me beneficiaran solo a mí, sino a todos los estudiantes. “Nuestro liceo no dará su brazo a torcer hasta que existan respuestas concretas del Gobierno”

Raúl González (Liceo Armando Dufey)

Como ya sabemos, el pasado 26 de agosto murió el joven secundario de 16 años Manuel Gutiérrez producto de un disparo realizado por Carabineros de Chile. Tal incidente provocó un gran descontento entre los estudiantes secundarios, quienes afirman que esta tragedia los ha fortalecido aun más y que su convicción y ganas de luchar son mucho más fuertes. Notamos entonces que la lucha estudiantil cada vez adquiere más fuerza e integra a nuevos actores sociales. Por Javiera Cartes


Alumnos del Liceo Armando Dufey Blanc.


+ Noticias (Por Paola Henríquez) Asamblea triestamental

El trabajo cooperativo entre estudiantes, funcionarios y docentes continúa dando frutos para el movimiento y el fortalecimiento de los LAZOS internos. El pasado miércoles 24 de Agosto se llevó a cabo la asamblea triestamental a cargo del AGA, en donde se aprobó la formación de grupos de trabajo triestamentales para funcionar relacionados estrechamente con el movimiento, los que ya se han comenzado a conformar. Esto refuerza los LAZOS internos que se habían dañado tras declaraciones del Rector y del Gobierno universitario, que nacieron tras la ocupación del Departamento de finanzas. Declaraciones que culpan directamente a los estudiantes por impedir la entrega de sueldos a algunos funcionarios y docentes que no poseen contrato de planta. Sus dichos no lograron estropear las relaciones, pero consiguieron pequeñas disputas sobre la soberanía de los estudiantes, que pronto llegaran a buen diálogo, gracias a la acción de la asamblea que tras la actualidad noticiosa fue bastante concurrida.


Se aprueba polémico proyecto de ley

El proyecto de ley que prohíbe aportes estatales a instituciones que persiguen fines de lucro en la actual educación subvencionada fue votado por la Comisión de educación del Senado. Con cuatro votos a favor, provenientes de los senadores Jaime Quintana (PPD), Ignacio Walker (DC), Carlos Cantero (IND) y Alejandro Navarro (MAS), y uno en contra, de la senadora Ena Von Baer (UDI), el proyecto a iniciado su primera etapa de análisis, tras encontrarse en la Cámara alta para su discusión y votación. Dicho proyecto busca quitar aportes estatales a instituciones que se comprueben realicen lucro. Según sus defensores, esto generara que los sostenedores se vean obligados a invertir más, disminuyendo los ingresos que van a sus bolsillos. Carlos Cantero, senador que aprueba el proyecto, señalo: “A mí me importa poco que exista lucro, siempre que esté bien transparentado y bien regulado”. El Ministro de Educación Felipe Bulnes se ha mostrado totalmente en contra del proyecto de ley a través de sus dichos a la prensa que han marcado la polémica. "Adicionalmente, el proyecto no da ninguna respuesta sobre qué va a pasar con estos establecimientos de llegar a aprobarse esta ley”, expresó. Esto mientras otro proyecto, que, asegura, atacará al lucro y a las sociedades espejo en las universidades, se encuentra en su etapa inicial de votación.


Las actividades no paran Las actividades continúan en el movimiento regional, aportando de esta manera a la integración de los estudiantes y de la ciudadanía. La semana comenzó con una emotiva velatón en recuerdo de Manuel Gutiérrez, asesinado por Carabineros en las protestas del paro nacional del 24 y 25 de agosto, convirtiéndose en la jornada más triste del movimiento. La actividad tuvo lugar en el marco de un sinnúmero de velatones que se realizaron en todas las casas de estudio a nivel nacional, organizadas por la Facultad de Medicina. La Universidad Católica de Temuco, que se encuentra en toma en todos sus campus, continúa realizando actividades que involucran a la ciudadanía, destacándose la jornada de música y poesía con enfoque de género que se realizó en el campus Menchaca Lira el jueves 1 de septiembre. Ese mismo día, como ya es tradición, se realizó una marcha con carácter de internacional, es decir, se manifestaron países de Latinoamérica en sus principales ciudades, solidarizando con la causa nacional. En Temuco se destacó la participación de los secundarios, que de manera numerosa marcharon en compañía de la Ufro y la UCT, que hicieron gala de las múltiples creaciones artísticas que han caracterizado las marchas de la región. La marcha consistió en una procesión por el centro de la ciudad para luego retornar a sus casas de estudio. No se produjeron enfrentamientos con Carabineros.


Las 40 horas de ayuno que, para algunos, de nada sirvieron Lucía Sabelle Garcés.

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iro mi reloj, son cerca de las 10 de la noche, voy saliendo de mi casa y siento un frío en las mejillas que me hiela hasta los huesos. La partida de la casa otra vez fue difícil, cada vez se hace más complicado salir; mi madre me dice que no vaya, que nunca estará de acuerdo con lo que estoy haciendo. Pero mis convicciones cada día son más claras: sé que yo no veré lo frutos de esta movilización, pero esta lucha nunca ha sido para mí, es para esa persona que me da miedo dejar, la pequeñita que quizás un día no tenga que pagar por sus sueños.

Camino hacia la universidad, me interrogo a mí misma: ¿será posible este sueño? ¿Valdrá la pena seguir luchando? ¿Hasta cuándo aguantaremos? Las luces de la calle acompañan mi trayecto, la angustia en el corazón cesa poco a poco, sé que mi hija duerme profundamente y nada malo pasará esta noche. Llego a la casita Feufro, saludo a quien encuentro en mi camino y ante la pregunta de si participaré de las “40 horas de ayuno”, mi voz con certeza afirma un rotundo “Obvio”, aunque mi corazón aún siente las dudas de si será posible aguantar tanto. Pienso en los


compañeros que llevan más de 20 días en huelga de hambre. Entiendo que luchamos por una causa común, pero ¿tendré yo aquella solidez que ellos han manifestado hasta ahora?

Compartimos un rato agradable, casi nadie acogió el llamado a comer, pero con una buena conversación, un poco de música y hasta baile, agradecidos nos retiramos.

La noche empieza a trascurrir en paz, todavía falta un rato para que empiece esto y las dudas aún las tengo, pero ya no las siento. Una invitación a compartir a otro pabellón llega de pronto, vamos sin pensarlo demasiado. Al llegar nos encontramos con una grata sorpresa, compañeros que se integraran a las “40 horas de ayuno” han preparado brochetas para compartir antes de dejar de comer; parece un poco contradictorio, pero mejor echarle algo a la guatita antes de.

Ha llegado la hora: 00.00 en punto del lunes 22 de agosto. Nunca me he enfrentado a una situación así, pienso en mi hija que duerme en su cama. Tengo razones de peso para estar aquí. Comienza el ayuno, varios compañeros se han unido. En principio, todo es medio en serio, medio en broma, nadie tiene la seguridad de aguantar las 40 horas. Paseamos por la universidad, nos quedamos en el DIS. Están los compañeros que juegan y ven películas. La noche avanza así: lenta y fría. A eso de las tres de la madrugada


vamos por un té, nada de café (aumentará un futuro dolor de estomago), entre cigarros, conversaciones y risas, nos desafiamos a nosotros mismos a aguantar esto; las convicciones son más firmes que de lo que podemos imaginar. Llegan los compañeros después de la guardia y frío es evidente. Algunos apelan a más café. Prefiero aguardar, no quiero terminar con el colon en la mano. Casi las 7 de la mañana y me dispongo a partir, mis responsabilidades me llaman. De salida, el frío parece hacerse notar con mayor grandeza, quiero ignorarlo, pero el tiritar casi inconsciente de mi boca me dice que no. Hago parar una micro, voy rumbo al centro de la ciudad. Al

bajar se nota que es temprano: casi nadie en las calles y la gente que veo al pasar es gente de esfuerzo, obreros que se disponen a una nueva faena, incluso antes de que el sol dé sus buenos días. En el trayecto casi me vence el sueño, pero sé que al llegar a mi casa podré descansar un poco los ojos. En casa. Mi hija se despierta alegre, signo de que será un buen día para ambas; caliento su ropa y la visto, peino, perfumo y abrigo: guantes, gorro, bufanda… ”Pareces una pequeña encapuchada, lista para ir al jardín”, pensé. La bocina del furgón me dice que la debo dejar de nuevo. Un beso en la frente y un “te amo” recíproco y nos abandonamos otra vez.


Me dispongo a volver a la universidad, esta vez casi me entrego al sueño otra vez. Vuelvo al DIS, un compañero que no ha podido dormir es quien escucha el llamado a la puerta. Otra vez aquí, una taza de café y leer un poco es el panorama. Ir y venir de gente, algunos rostros no los conozco, otros me son familiares y hasta amigables. Un amigo me trae una cajita de leche. La preocupación de quienes nos rodean hace que se sienta mejor, y esa leche con chocolate fue la más rica. Aún no logro dormir y se acerca el mediodía. Las horas siguen pasando y nada parece cambiar, me pregunto cómo será el día a día de los compañeros en huelga de

hambre. ¿Será parecido al que estoy teniendo? Mediodía en Chile, conferencia de prensa en la casita de Federación. Asistimos con un par de compañeros: nada nuevo, mucha gente; me llama la atención la concurrencia de los 9 compañeros en huelga de hambre. Me tomo el tiempo de observarlos y me siento pequeñita a su lado. Yo, pensando en comer, sintiendo angustia y ansiedad: ¡y llevo recién un par de horas! Me siento un poco culpable, pienso en mi hija y me imagino si llevara tal cantidad de días sin comer. La verdad, es inexplicable lo que sentí en ese momento, entre dulce y agraz; quizás con la convicción de la lucha estudiantil y la


contradicción de no poder estar con mi tesoro más grande. Vuelvo en mí, pienso en que debo “regalar mi almuerzo” en el casino Los Notros. Entro y esto es casi inconsistente para mí, lo hago casi por inercia y salgo de allí. Debo disponerme a dormir porque mi cuerpo lo necesita. Me tiendo en el sillón, pongo la alarma para despertar (maldita costumbre la mía) y me entrego a dormir. Despierto cada cierto rato, pero en definitiva duermo bien. Aun así estoy consciente de que debo levantarme a las responsabilidades que me esperan. Vuelvo a mi casa otra vez, mi hija llega y nos disponemos a salir. De vuelta a la universidad, llegamos a la toma y ella es la más feliz. Creo que

tendrá unas convicciones parecidas a las de su madre al crecer. Nos dirigimos a asamblea, pero desistimos por el frío y la lluvia; la verdad, no quiero arriesgar a mi hija a que se enferme. De camino nos topamos con los huelguistas que se encuentran en el campus Andrés Bello, portando mascarillas en sus rostros. Mi niña, muy curiosa, me pregunta el porqué, a lo que debo explicarle lo que es una huelga de hambre, difícil de entender para una pequeña de cuatro años. Felizmente sé que, pese a las complicaciones en mi relato, entendió. Volvemos a la pieza que “recuperamos” en el DIS. El hambre se aplaca y disfruto de los momentos con mi hija antes de llevarla de vuelta a casa.


No se siente el pasar de las horas: es de día o de noche en la toma, el tiempo parece no contar aquí.

principio, me da el ánimo para seguir, con ella al lado es más fácil, o por lo menos se siente más liviano.

Son casi las ocho de la noche y mi hija está de vuelta en casa, mi madre nuevamente me entrega su mirada condenatoria; sé que se preocupa por mí y mi bienestar, y más aún por el de mi hija, pero si solo comprendiera, otra sería la historia. No importa, una pelea más una menos, qué más da. Mi hija me dice “cuídate mamá, te amo” y se me aprieta el corazón; una vez más pienso que está mal dejarla tan sola, ¡es tan pequeña! Pero algo me dice que debo seguir, que es por ella, que es por todos.

Regreso a la pieza y hay que hacer aseo, tareas típicas de la toma; parecemos no pensar en que no hemos comido: la alegría y el ánimo no cesan y trapeo el piso hasta con ganas. Todo es más acogedor cuando se ordena. Una ronda de cafés con leche y nos sentamos a charlar, luego una asamblea de pabellón y discusiones varias en torno a las movilizaciones.

De vuelta, mi amiga, la que me ha apoyado desde el

La noche avanza y con la premisa de no dormir, jugamos un rato, como cuando teníamos diez años a las escondidas, volvemos a ser niños, sin preocupaciones, sin responsabilidades; niños


alegres, traviesos y hasta maldadosos. Pero la “corrida” pasa la cuenta y quedamos literalmente botados en el piso, mi compañero en ayuno también; me mareo, nos duele la cabeza y decidimos poner fin al juego. Ya descansados, nos disponemos a ver una película Lo siento, pero “Diarios de motocicleta” no pudo contra mi gran sueño y “fallecí” en el sillón. Dicen que ronqué y no lo dudo, el sueño era tremendo. La alarma vuelve a sonar y comienza el recorrido hacia la casa. La misma rutina del día anterior, pero esta vez con más sueño, se me nota y se le nota a mi hija. Ambas quisiéramos estar en una cama calientita y soñando hasta tarde. Sube al furgón semi-enojada, lamento tener que enviarla día tras día,

si pudiera llevarla conmigo a todos lados lo haría. Por ahora, confío que es la mejor decisión. De nuevo a la universidad, esta vez el cansancio es horrible. Llego y me apodero del sillón: dormir y dormir, así no se siente hambre, se pasa el frío, se sueña de verdad. Me levanto a nuevamente regalar el almuerzo. Vuelvo con mi vaso de leche en la mano y me dispongo a seguir durmiendo. Visitas van y vienen. La vida en la toma es casi clandestina, “tránsfuga”, llena de reglas que todos saben y nadie escribe. Pienso en esto, ¿podré seguir más allá de 40 horas? Comienzo a pensar en la posibilidad de indefinir mi ayuno. Vuelvo a casa a buscar a mi hija y una vez más a la toma.


De camino le planteo a mi amiguita la posibilidad de unirme a la huelga, sé que me apoya, pero en mi situación (con madre que casi me asesina con la mirada cada vez que le nombro la “toma” y con mi hija que nos necesitamos diario) sé que es inviable. En conversaciones con mi compa en ayuno, decidimos completar las 48 horas, quizás inconsistente para muchos, pero con sentido para ambos. Así que soportamos de buena gana que nos digan que ya terminaron las 40 horas, que debemos comer. No nos preocupa, ya lo hemos decidido. Las últimas horas son casi asfixiantes, todos comen a nuestro alrededor y comienzan los antojos. Una película nos quita la concentración mientras y así corre el reloj.

Casi las 21 horas, pienso en que queda menos y que debo irme a mi casa con mi hija, hoy no habrá noche de toma para mí. Me da pena dejar “mi pieza y mi sillón recuperados”, pero sé que seguirán ahí cuando vuelva al día siguiente. Me despido y nos vamos, el trayecto en micro es solo cansancio, a mi hija la vence el sueño y mis fuerzas no son las mismas para cargarla en brazos al bajar. Al llegar no miro a nadie en mi casa. Acuesto a mi hija y casi inconsciente me tiendo a su lado. Duermo. Me despierta el sonido del celular, es mi compa en la toma, ya cumplimos 48 hrs. Yo no sé realmente si aportamos en algo con este ayuno, pero lo que sí sé es que


no soy la misma. Ahora comprendo en carne propia lo que es la huelga de hambre: dolores de cabeza, sentirse débil y querer vomitar, alejarse de la gente que uno quiere y tener el corazón ansioso y apretado con incertidumbres. Tengo la certeza de cómo pueden llegar a sentirse ahora los compañeros en huelga de hambre. Y realmente los admiro. Me quise unir a su

lucha y fallé. Por eso, ahora con mis convicciones fortalecidas los seguiré apoyando. Esto termina, cuando nosotros lo decidamos.

¡¡Fuerza a los que luchan!!


Relato escrito por el Periodista Alfonso Zúñiga Fontecilla, quien se desempeña en la Universidad de La Frontera como docente del ramo Ética y legislación periodística. PRIMERAS INCURSIONES REPORTERILES

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uego de unos alegres días y noches en Estados Unidos, volvía al país el Presidente Gabriel González Videla. Corría el año 1950. Y fue en ese momento que surgió en Radio Cervantes de Santiago, la pionera y brillante idea de crear el departamento de prensa. Fui nominado su primer reportero ad honorem para, como misión de estreno, cubrir la entrevista que ofrecería en La Moneda el primer mandatario y en la que estarían presentes todos los medios


santiaguinos. Cuando conté en mi casa la tarea que debía cumplir (cursaba el 4º año de humanidades), lógicamente no me creyeron y, por ende, nadie se preocupó por proveerme de alguna tenida ligeramente decente. Es bueno señalar aquí, que éramos gente de clase media de economía generalmente restringida y mi vestuario, por no existir en aquellos días alguna tienda de ropa americana, era una generosa mezcla de estilos, tallas y colores, producto de donaciones de algún tío rico, como el tío David, hermano de mi madre, un coronel de ejército bajito del arma de caballería y que había sido comandante del regimiento “Húsares” de Angol. No obstante mi “envoltorio”, que incluía un gastado abrigo a grandes cuadros estilo Sherlock Holmes, armado de lápiz y un cuaderno de matemáticas, emprendí el camino a la que sería mi primera e inolvidable “rueda de prensa”. Según la invitación enviada por la Dirección de Informaciones del Estado (DIE), firmada por su director Hernán Amaya, debía accederse al palacio por calle Morandé, puerta que veinticinco años después, junto con su doloroso sacrificio, haría entrar en la historia el Presidente Salvador Allende y reabriría en honroso gesto el Presidente Lagos. Empujé suavemente la puerta mampara de grandes vidrios empavonados y asomé tímidamente mi cabeza con pelada de colegial y una dulce voz de mujer me invitó a pasar: era la bella y distinguida primera dama, señora Rosa Markmann de González Videla, la que,


acompañando un gentil gesto, me invitó a despojarme de mi abrigo. Alguna temblorosa excusa expresada en voz muy baja me salvó de exhibir el resto de mi modesta tenida. Pasado el primer bochorno, fui acompañado hasta el segundo piso en cuyos amplios pasillos ya se encontraban mis “colegas” dando cuenta entusiasta de un abundante cocktail al que me sumé sin una pizca de vergüenza, pero sí con un gran apetito. Prudentemente me privé de los generosos piscos sour y me ayudé con juguito de papayas serenenses, la tierra del primer mandatario y su esposa.

“Cuidado, chiquillo……”

Un atento edecán nos invitó a pasar al gran despacho presidencial donde, sentado a su enorme escritorio repleto de carpetas, libros, lápices de diversos colores, teléfonos y fotos de familia, nos esperaba el mandatario de la eterna sonrisa. Los reporteros se apresuraron a rodear el escritorio mientras yo trataba de pasar inadvertido en la última fila. Siempre recordaré cómo el presidente no esperó preguntas y nos contó en detalle los aspectos publicables y también los otros –los más sabrosos–, solo advirtiéndonos en cuanto a esos últimos que los


guardáramos para nosotros en un espacio que hoy llamamos off the record. Sus conversaciones con el presidente americano de la época (Harry Truman), sus reuniones de alto nivel con diversos personeros del gobierno yankee, pero, por sobre todo y abundantemente, sus aventurillas con algunas jovencitas participantes de las recepciones oficiales y las movidas congas bailadas, incluso sobre el fino mobiliario y camas de sus ilustres anfitriones. Cuando D. Gabriel González contaba alguna de esas situaciones privadas, el presidente buscaba mis ojos entre la apretada fila de reporteros y me enviaba su mensaje: “Cuidado chiquillo con lo que escribas…”. Al término de la rueda de prensa, el Presidente se levantó y, dando la vuelta a su escritorio y al grupo de reporteros, quedó frente a mí y diciendo la frase que lo inmortalizó: “Venga un abrazo”, me estrechó sonriente, volviendo a decirme al oído: “Cuidado, chiquillo… No me vayas a dejar mal…”. Creo que esa lección de confianza, de respeto pese a mi juventud, de lenguaje cercano, de ausencia de censura, de absoluta verdad informativa de la fuente más importante del país, marcó muy fuertemente el camino de lo que han sido más de 60 años de ejercicio profesional, que comenzó aquella tarde para aquel joven reportero entre los viejos muros del Palacio de la Moneda.


Camila Vallejo


“En los medios hay estrategias de disuasión para desenfocar realmente la atención pública de lo importante” Camila Vallejo, durante su asistencia a la reunión de la Confech en Temuco. 27 de agosto

— ¿Cómo evalúas la invitación que hace el presidente Sebastián Piñera a dialogar al interior de La Moneda? — La verdad es que siempre hemos emplazado al ejecutivo, particularmente al Presidente de la República a que dé una respuesta ante las demandas del movimiento estudiantil y social que se ha levantado hasta el momento. La primera fue a través de cadena nacional y no dio respuesta. Básicamente, si no es el ejecutivo, no hay nadie más

que pueda dar respuesta. Entonces, de alguna manera se acoge a este llamado. Por eso se generan también ciertas dudas, porque justamente después de dos jornadas de movilización altamente masivas, transversales, las cuales fueron muy reprimidas también por parte de sus mismas autoridades, por parte del Ministerio del Interior, se tomaron decisiones y órdenes que reprodujeron de alguna forma Carabineros, y eso terminó con muchísimos heridos,


maltratos, torturas y un compañero muerto. Después de eso, que se llame al diálogo, igual suena un poco contradictorio, sin embargo, eso es lo que vamos a evaluar ahora y yo creo que hay que acogerlo, pero con ciertas condiciones, porque a nosotros no nos sirve sentarnos a conversar y a trabajar con el presidente si es en base a los mismos puntos que se han planteado en la agenda del Ministerio de Educación, cosa que hemos rechazado en reiteradas ocasiones. Así que ahí podrían haber también ciertas condiciones para trabajar con nuestros puntos intransables y además con la solicitud de renuncia del ministro Hinzpeter. Hoy día nadie puede sentarse a dialogar si no hay

un gesto por parte del gobierno que diga realmente que no se va a seguir procediendo con este nivel criminal de represión — En relación a eso, que opinión tienes con el nivel ascendente de la represión. ¿Esto obedece a una estrategia gubernamental


que pretende movilización?

bajar

la

— Creo que nos encontramos con un gobierno que proviene de la dictadura militar. No hay nada nuevo, el gobierno ya no puede bajar más de porcentaje de apoyo, del 24% no baja y no tiene argumentos para seguir sosteniendo este modelo neoliberal en la educación. Entonces, la única carta que les queda bajo la manga es la represión, ese es el escenario que se evalúa en este momento. Genera duda el ofrecimiento del Presidente Piñera, puede ser una salida y esperemos que así sea, hemos esperado mucho y la respuesta siempre ha sido negativa. Hay que ver ahí cómo procedemos, con cuidado y sin ser ingenuos, pero también aprovechando los escenarios para poder

darle una solución a este conflicto. Todos queremos darle una solución a nuestros compañeros, a nuestras familias, para tener una educación pública, gratuita y de calidad para todos. Si no están esas condiciones es muy difícil, y yo creo que el escenario que se ha gestado, de alguna manera, tiene un cierto grado de amenazas como “no pueden seguir movilizándose”, “los únicos responsables de la muerte de Manuel son ustedes, por tanto están obligados a sentarse a dialogar”. Tenemos que ser claros y fuertes para mantener nosotros las posturas, las garantías. De cierto modo, la fuerza está de nuestro lado por nuestro argumento, nuestra razón.


“Tenemos que ser claros y fuertes para mantener nosotros las posturas, las garantías. De cierto modo, la fuerza está de nuestro lado por nuestro argumento, nuestra razón”. Camila Vallejo


— ¿Qué te parece que la prensa esté tratando de farandulizar el tema de la movilización? En especial, La cuarta y LUN, en donde tú has sido afectada. — Hay un duopolio en las comunicaciones que es evidente y están manipulados por la derecha de manera fuerte, por el mundo empresarial. No es nada nuevo que utilicen estrategias comunicacionales en los medios: hay estrategias de disuasión, de desenfocar realmente la atención pública de lo importante, y eso a través de banalizar el movimiento, de enfocarse en temas superficiales, en la apariencia, cuestiones que además de machistas son misóginas en muchos casos, y esa es la estrategia que utilizan La Cuarta y LUN. El

resto de los medios, el nivel de persuasión lo utilizan con la violencia. Los casos de El Mercurio, La Tercera, La Segunda, simpatizan más que nada en tergiversar el movimiento, en atacar a los dirigentes y en enfocarse particularmente en los hechos de violencia. La Cuarta y LUN, en los temas superficiales y banales, que son hablar de mi persona, como “No movió la colita” o “No mostró el hombro”. Hay una política detrás de eso y es claro, nosotros tenemos que estar atentos y la gente de alguna manera hoy día ya lo entiende mejor, a los medios de comunicación no se les puede creer todo.


— Ahora, que justamente estamos en territorio mapuche, específicamente en Wall Mapu, ¿qué opinión te merecen las reivindicaciones mapuches y el tema de la actual militarización de Temucuicui? — Para nosotros, como movimiento estudiantil, es un tema bastante nuevo, justamente porque se incorpora la Femae a la Confech, lo cual fue difícil, por romper con ciertos parámetros de organización

de las temáticas que manejamos. Por eso, se ha podido reinventar la política de la juventud, no solamente enfocarse por reivindicaciones que parecieran ser gremiales, sino que son políticas y que involucran también al pueblo mapuche. La represión que nosotros vivimos no es nada en comparación a lo que ellos han vivido, la vulneración de nuestros derechos no es nada en comparación a lo que ellos han sufrido, sobre todo por el tema de los años que han vivido eso, la cantidad de tiempo que han vivido represión. El no respeto a sus reivindicaciones, a sus tierras, a asistir a sus demandas ha sido de larga data. Hoy hemos dado un salto cualitativo al respecto. Estar, por ejemplo, acá en este espacio para


nosotros es un orgullo y agradecemos que se nos hayan abierto las puertas. Un territorio recuperado, autónomo, que han sabido levantar desde las mismas comunidades, para nosotros es significativo y ahí es que hay que hacer un llamado a la unidad, porque el pueblo mapuche ha estado en las demandas de la educación porque también le involucra. Para nosotros es fundamental que haya un enriquecimiento de las discusiones para pensar una educación, como ellos han señalado, intercultural, que realmente recoja la identidad de Chile en su conjunto. Eso realmente va a ser un salto a un desarrollo más justo de Chile y no solamente un desarrollo de la visión neoclásica o neoliberal de los países, que es el crecimiento

económico, sino que un crecimiento y un desarrollo armónico del conjunto de los habitantes de las tierras chilenas. Pienso que eso se va a dar necesariamente con los compañeros estudiantes mapuches y el pueblo mapuche en su conjunto. — ¿Podrías hacer un llamado a los pobladores de Temuco para que sigan movilizándose, como lo han venido haciendo? — Ha habido un movimiento realmente histórico y agradezco, porque al lugar donde he viajado se ha visto un nivel de esperanza, de creer que es posible. Gente que hace décadas no se movilizaba. Y creo que pasa en todas las regiones y comunas, pero falta la gente que se queda en sus casas, que apoya pero que no participa


en las discusiones, en la organización. Ahí hago un llamado a Temuco por una realidad política particular, hay mucha gente que ve la necesidad de ser parte de este proceso de transformación, de ser constructores del futuro. Es un llamado particular a los estudiantes, pero también a todos los padres, madres y trabajadores, a que se sumen a este movimiento que es justo y necesario para el país.

“La represión que

nosotros vivimos no es nada en comparación a lo que ellos han vivido” Camila Vallejo, en referencia a la represión contra el pueblo mapuche.


Giorgio Jackson

“Los jóvenes y estudiantes estamos venciendo miedos, trancas que han tenido tan distantes a la nación mapuche y al pueblo chileno”. Giorgio Jackson.


— ¿Cómo evalúas la invitación al diálogo que propone el Presidente Sebastián Piñera? — Honestamente yo no sé muy bien de qué se trata esta invitación. Así como se ha invitado al diálogo hace tiempo, no sé si creo que lo que falta es diálogo. Lo que falta es voluntad política, y para eso, si el gobierno no quiere ceder, tiene que decir en qué términos significa este llamado al diálogo, cuáles son los plazos, los temas que se van a abordar, los actores específicos que van a participar. Así que creo que es un llamado un poco ambiguo, pero por supuesto es importante que hable y que primero se haya sentido interpelado por la carta que le presentamos por las movilizaciones. Pero hay que exigir un poquito más de comprensión.

— Hablemos sobre la “prensa oficial”. ¿Crees que existe una especie de manipulación, en cuanto a aminorar al movimiento estudiantil? — Siempre los diarios tienen una línea editorial y sabemos que corresponden a grupos empresariales, muchos de ellos ligado a posturas más de derecha, entonces es lógico que siempre van a tener una intención detrás de eso. Pero tampoco se puede generalizar, hay veces que salen buenos artículos y otras es notorio y grotesco cómo van en contra del movimiento estudiantil, así que igual depende de cada caso. De repente salen algunos artículos que son más reales que otros que son sencillamente algo fuera de la realidad


— ¿Qué opinas de la reivindicación del pueblo mapuche, como lo es el caso de la militarización de la zona Temucuicui? — Es un tema complejo, no me considero un experto ni puedo ponerme en el lugar. Me imagino lo difícil que debe ser una reivindicación de 500 años. Entonces, solo me puedo mostrar ignorante con esto. He aprendido ahora último algo con los peñis de la Femae, me han empezado a impregnar un poco de la cultura mapuche, pero lo único que sé y que he visto es lo poco que sale en la prensa independiente, por Internet, que demuestra los grados de represión intolerables, las cámaras que se están poniendo en la zona y me parece terrible.

— ¿Qué significado le das a que la Confech se realice en un hogar mapuche? — Muy importante, porque ya entraron a la Confederación de Estudiantes de Chile, ya han posicionado sus demandas, incluso se están presentando algunos proyectos de ley correspondientes a las demandas de la Federación Mapuche, y eso demuestra que hoy día los jóvenes y estudiantes estamos venciendo miedos, trancas que han tenido tan distantes a la nación mapuche y al pueblo chileno. Entonces creo que es importante que una generación nueva vaya venciendo esas trancas y podamos avanzar todos en un territorio que podamos ocupar en armonía.


Impactantes testimonios de estudiantes que fueron duramente violentados por Carabineros los días que desalojaron su casa de estudio.

Hugo Aravena Gaete, estudiante de Trabajo Social, detenido el día 9 de agosto por Carabineros.

M

e encontraba visitando a mis compañeros en huelga de hambre, cuando de pronto comenzamos a sentir los

balazos y gritos. Había lacrimógenas en la propia sala, y con mis compañeros huelguistas nos vimos forzados a salir. Después nos encontramos rodeados por Carabineros. Llego uno que nos apuntaba con una pistola a un grupo de 15 personas que estábamos arrinconados en el segundo piso del D; nos tiraron dos lacrimógenas a menos de tres metros, al cuerpo de todos los compañeros, más una enorme piedra que rebotó en la pared y le cayó en la espalda a una compañera. Con eso nos vimos forzados a escapar a los techos y los guardias nos delataron. Intentábamos


respirar aire puro, ya que adentro estaba irrespirable. Nos rodearon y, de forma muy agresiva, nos hicieron descender de los techos. No tuvimos nada más que hacer que entregarnos. Saltamos y apenas llego al pasto, me apuntan con una enorme pistola al pecho a una distancia de un metro. Me llevan agresivamente a un muro, me abren las piernas de dos patadas, me rajan todo el pantalón, me tiran del pelo, me miran la cara y tratan de ver si me conocían y el mismo paco me dice “A este no lo he visto nunca”, porque yo nunca ando metido en nada. Luego de eso nos forzaron a tirarnos al pasto mirando hacia abajo, y por cualquier movimiento éramos golpeados.

Estábamos totalmente sometidos. Vi cómo a una compañera, tres carabineros la patearon en el suelo como a un saco de maíz. Estando ahí, escuchaba las lumas en los cráneos de mis compañeros que iban cayendo a mi lado. Fue bastante fuerte escuchar y ver todo eso, estaba totalmente sometido y era ilógico empezar a buscarle la contra a ellos si no tenías por dónde. Y por el mismo hecho de estar tan tranquilo, sentí el golpe del escudo en mis tobillos y al paco diciéndome “Pucha que estái tranquilito ahora”, y me vuelve a golpear. Pateaban a mis compañeros, se escuchaban los golpes, manotazos y garabatos, nos amenazaban con que nos iban matar, y que “esto debería ser como una dictadura” y


“deberían matar a un par de hueones porque ya estaban muy pasados”. Estuvimos alrededor de 30 o 40 minutos en el pasto, mojados en la noche. De una patada nos hacían levantarnos, y a combos nos subieron al camión. Nos llevaron a la 2ª Comisaría y nos hicieron sacarnos los cordones, las joyas y cosas de valor para luego pasarnos a una sala oscura, llena de barro y mojada, en donde un carabinero nos preguntaba qué carrera estudiábamos. Y en base a la carrera, te golpeaban más o menos. Es así como escuché que a mis compañeros de sociología los patearon, a los de antropología de la Católica los patearon, a los de pedagogía los patearon mucho más todavía. Cuando me fueron a

preguntar a mí, me vi forzado a decir que era de medicina. Su trato conmigo cambio completamente, pero obviamente me siguió pegando e incluso me dio un manotazo en la cabeza que me dejó aturdido como por media hora y un dolor que me duró hasta el amanecer. Nos hicieron arrodillarnos con las manos atrás y mirando hacia la pared. En esa posición estuvimos por media hora, mientras nos insultaban, pateaban, humillaban y ponían sobrenombres entretanto se fumaban un cigarro. Ese fue el accionar de Carabineros. Me sentí como un prisionero de guerra, te tienen ahí, no puedes ni respirar, porque te golpean.


A las 3:10 de la mañana, nos subieron al camión esposados. Nos llevaron hasta Vilcún. ¡Era irrespirable adentro! Se bajaron tres compañeros, les constataron lesiones y volvimos a Temuco por caminos de tierra en donde Carabineros no tuvo consideración de si había hoyos o cunetas. La cabeza rebotaba en el techo del camión, todo superduro, sin saber dónde íbamos. Nos pasábamos las tremendas películas, nunca se nos dijo adónde nos dirigíamos. Cuando se abre por primera vez la puerta, preguntamos dónde estábamos y ahí nos dijeron. No entendíamos por qué estábamos allá. Después, cerraron las puertas y tomamos marcha de nuevo, llegamos a la 2ª Comisaría nuevamente. Allí se bajaron los pocos compañeros

que habían sido constatados y nosotros seguimos camino a Miraflores. En el consultorio, el médico ni siquiera nos miró. No nos saludaba, era un trato tremendamente despectivo, El doctor siguió escribiendo, no me vio los moretones ni nada y tuve que exigirle medicamentos, porque me dolía mucho la cabeza y las piernas, a lo que él accedió a entregarme cuatro diclofenacos. Creo que por donde se mire esta situación es totalmente desproporcionada. No es justo que a los estudiantes se nos trate de esa forma, como verdaderos delincuentes. Esos allanamientos se llevan a cabo por drogas o por armas, temas graves; por ser estudiantes nos trataron como a unos perros.


Carolina Acevedo, estudiante de Ciencias Políticas de cuarto año de la Universidad Católica de Temuco. El día del desalojo del San Francisco yo estaba en la caseta del guardia. Por una decisión de asamblea acordamos en que teníamos que quedarnos para que, en caso de desalojo, acompañáramos a los huelguistas. Fue un tema de compromiso más que nada. A mí se me salió de las manos, porque yo tenía una tele, la fui a dejar al fondo y cuando volví, los pacos ya estaban entrando a la capilla. Yo toqué la puerta súper fuerte y empecé a gritar “déjenme entrar, déjenme entrar”. Mi compañero me toma del brazo, me intenta tirar para adentro y el paco me agarra de la boca del estómago y me empieza a pegar para que yo no opusiera resistencia a la detención, lo que me provocó un shock, indicado en la constatación de lesiones. Tuve vómitos, me sentí mal por tres días, porque los golpes no fueron suaves y me causaron problemas respiratorios. Después, una mujer de Fuerzas Especiales me agarró y me preguntó si yo era parte de los huelguistas, como me vio vomitando


supuso que sí. Fue por eso que me llevaron a constatar lesiones, porque tampoco me querían dejar pasar al Miraflores. Me quedó un moretón en la rodilla. En el Miraflores me querían dar un antibiótico para el dolor. Yo no accedí. La constatación de lesiones fue horrible, nos pasaron a los seis que caímos detenidos, y yo creo que en menos de 20 segundos nos revisaron a todos. Yo no iba acceder tampoco a que me colocaran cualquier remedio y eso quedó en la constatación de lesiones, pero es porque en medio minuto nadie te puede revisar por completo. Acá en la universidad tampoco hubo declaraciones de cómo fue el desalojo. La gente que estaba dentro de la capilla fue amenazada de que si ellos no se iban pacíficamente, iban a tirar lacrimógenas en un espacio que es como una sala de clases. Entonces se podría haber hasta muerto uno de los huelguistas, si ya llevaban como cinco o seis días sin ingerir alimentos. Las autoridades de la universidad no se manifestaron porque consideran que el desalojo estuvo bien y que las tomas son violentas y jamás van a aceptar eso. No se refirieron al desalojo ni a las agresiones. Solamente el día ocho de la huelga de hambre, a través de un comunicado hicieron alusión a que existían estudiantes en esa situación.

Por todo esto, tomaremos acciones en contra de la Universidad que deja entrar a carabineros a la Universidad.


LA UZI 9 MM: “Cuando uno cae, miles se levantan”.

“La ley espejo de nuestro honor”.

“Orden y Patria es nuestro lema, la ley espejo de nuestro honor; del sacrificio somos emblema, Carabineros de la Nación”. (Párrafo primero, Himno de Carabineros de Chile).

“Pacos culiaos” , “pacos y la conchatumare” “pacos hijos de puta”, “pacas reculiás”, “cerdos asquerosos malparíos”, “los pacos tienen tetas, las pacas tienen tula”, entre otras. Son algunas de las expresiones verbales de descontento que espera la institución de carabinas cruzadas no oír tan a menudo. Y es que la Cámara


de “honorables” Diputados aprobó no hace mucho tiempo atrás (el 8 de agosto) el Proyecto de Ley que sanciona el maltrato verbal contra carabineros del país. El proyecto modifica el Código Penal para disponer una sanción monetaria (una multa de seis a diez UTM, es decir, de $223 mil a $373.160), y de cárcel (de uno a 60 días) para quienes ofendan con palabras –ya sean verbales o escritas– a los “siempre respetables y honorables”, los “un amigo siempre”, a los de orden y patria que están “dispuestos a dar su vida por nosotros”. María Angélica Cristi, hoy diputada del Distrito

Nº24 y ayer alcaldesa designada por Pinochet, fue una de las mentoras intelectuales del proyecto. En palabras suyas: "Cada día somos testigos de una mayor agresividad y mayor maltrato hacia la policía y no había una norma que los protegiera". Esos mismos carabineros que se sienten maltratados verbalmente en su labor son los que hoy salen a las calles con


subametralladoras UZI 9mm y los que tienen, por supuesto, a la ley de su parte.

extrañar que las leyes, medios y miedos estén a su favor.

Mientras en el gobierno se dan de baja carabineros por la responsabilidad en la muerte de Manuel Gutiérrez, poco o nada se dice que instituciones (que desde enero son dependientes directamente del Ministerio del Interior) amparadas en su propia legalidad, salgan armadas con arsenal de guerra a protestas sociales.

“La ley espejo verdadero de su honor”

Considerando que la misma Constitución de la República de Chile es herencia de la dictadura Pinochetista, no es de

¿Para quienes son las leyes que se aprueban? ¿Asesinar por la espalda es prueba de su honor? “Del sacrificio emblema”

somos

Ellos mismos, los responsables de las muertes –entre tantos otros– de: José Vera (2001), Alex Lemún (2002), Julio Huentecura (2004), Zenén Díaz Necúl (2005), Cristian Castillo Díaz (2005), Rodrigo Cisternas (2007), Johnny


Cariqueo (2008), Mauricio Morales(2009), Juan Lorenzo Collihuin (2006), Yovani Reyes Sepúlveda (2006), Matías Catrileo (2008), Jaime Mendoza Collío (2009), Manuel Gutiérrez (25 agosto 2011), Milton Jara Godoy (20 de abril 2011). Todos asesinados en democracia, sin agregar a ello la desaparición de José Gerardo Huenante Huenante, detenido desaparecido el 3 de septiembre de 2005, tras ser detenido en la 5ª Comisaría de Puerto Montt . ¿De qué sacrificios son emblema? ¿De quién es la patria que defienden? ¿A

quiénes les garantizan el orden y a través de qué medios? ¿El fin justifica los medios? ¿Esto se entiende por democracia, orden, patria y honor? “Que se metan su patria y patriotismos por la raja”, cantaba un amigo. Hoy sus palabras cobran especial relevancia y las convierto en propias. “Cuando uno cae, miles se levantan”, dicen por ahí. Esperemos que sea así y que el orden y patria no sea lema, ni la ley espejo del honor, que el sacrificio no sea emblema de los carabineros de la na$ión.

Por Martina Paillacar M.


Declaraciones: Los cara de palo Por Paola Henríquez Esta es una lista sobre las declaraciones que han marcado el acontecer noticioso de la movilización de los estudiantes, en donde pareciera que cada vez que algún miembro de gobierno se pronuncia, aprovecha para atacar a todo el que puede.

I.

¿Cómo diferenciar a un “infiltrado”?

1.- “Cómo

se visten: jeans, jeans, jeans… zapatilla, zapatilla… Se da cuenta una persona con esta característica, aunque no la conozcan, aunque no la hayan visto, nunca saben que es de su grupo”. (Personal de Carabineros, Tele13). 2.- “Hoy, Chile es un país sin familia. Yo auguraba que esto iba a traer trastornos sociales para Chile. Lo más extremo es llegar al anarquismo. Un niño que no recibió nada, no recibió afectos, no recibió el cariño de un padre y una madre y la protección de ellos, se manifiesta en las calles con odio”. (Víctor Lobos, intendente del Biobío).

3.- “No estamos dispuestos a aceptar que vengan a empañarlas los muchachos y quiénes están detrás de ellos, porque hay profesores de filosofía detrás de toda esta cuestión violenta que está institucionalizándose en el país". (Martínez, Presidente de la CUT).

Ya sabe como reconocer a este extraño espécimen:  Si conoce a alguien que use jeans y zapatillas.  Provenga de un matrimonio mal constituido.  Haya recibido clases de filosofía en su etapa escolar COMUNÍQUESE CON SU ESTACIÓN DE POLICÍA MÁS CERCANA.


II. Piñericosas: No atentemos a la libertad de los empresarios

1.- “Por supuesto, no creemos en estatizar ni monopolizar por parte del Estado la educación del país. Porque eso a la larga es un atentado no sólo a la calidad, es un atentado a la libertad, y es un atentado a la equidad de la educación”. (Sebastián Piñera, gobernante sin

gobernados).

¿Por qué nadie piensa en la libertad para robar de los empresarios?

2.- "Requerimos en esta sociedad moderna, una mucho mayor interconexión entre el mundo de la educación y el mundo de la empresa, porque la educación cumple un doble propósito: es un bien de consumo". (Sebastián Piñera).

3.- “Nada es gratis en la vida, alguien tiene que pagar”. (Sebastián Piñera).

III. Y la lista continúa… Cada vez más cara de palos 4.- Si ven que este cuento está a un nivel de alto riesgo, muy sencillo, tendrán que ver si con las fuerzas policiales alcanza. Si no, tendrán que pedir ayuda a las Fuerzas Armadas”. (Pablo Zalaquett, alcalde de Santiago). 5.- Los colegios en toma de la comuna "se están convirtiendo en una casa de remolienda". (Pedro Sabat, alcalde de Nuñoa). 6.- “Es un acto de cobardía extrema que alguien se diga en huelga de hambre cuando en realidad no tiene el heroísmo para mantener esa decisión”. (Jaime Mañalich, Ministro de Salud).

7.-“¿Por qué nuestros jóvenes están con ese nivel de violencia? Ahí siento que las mamás somos fundamentales, el ROL de la mujer, pacificar los ánimos y de contener”. (Cecilia Morel, primera dama).

Y todavía lo pregunta


El valor de la opinión Por: Diego Vrsalovic Huenumilla

Para

poder comenzar como corresponde esta columna, quiero recordar una frase de la columna titulada “Formas de lucha”, en la que felicitaba a esta revista porque ayudaba a “construir movilización y a construir un tejido transversal en el que todos somos útiles”. ¿A qué viene esto, dirá usted? Ahora se lo cuento. Cuando hablamos de que la universidad es un tejido social que construimos todos en esta movilización a partir de nichos de resistencia como la huelga de hambre, la marcha, la toma, la intelectualidad o el simple, pero profundo respeto a la democracia universitaria, hablamos de que todas, pero absolutamente todas las formas de manifestación son válidas. Así también los aportes que cada uno pueda expresar en el momento indicado y en el lugar preciso. En esta ocasión quiero hacer mención a un tema importantísimo en estos tiempos y que las redes sociales han relevado en demasía: el valor de la opinión. Hacer un juicio nace de los antecedentes previos, del estudio, de la preocupación, más bien, fundada y argumentada sobre un tema o sobre una persona. Si alguien se compromete conmigo o me “juega chueco” cuando espero reciprocidad en un momento crucial,


genero un juicio. Cuando la expresión es más visceral, es inmediata, es una acción contra una reacción del momento, se convierte en opinión. Hay personas dedicadas a escribir sus apreciaciones de lo que pasa de forma coherente, transformándolo en un texto y compartiéndolo. Pertenezco a esas personas. Hay que tener cuidado con lo que se dice en el momento en que se dice. También con la coherencia en la argumentación y los hechos, en el decir y en el hacer. A pesar de que en estos momentos de movilización podemos no estar de acuerdo en ciertas actitudes o hechos, tenemos que respetarnos sin llegar a los odios. Saber bien que, aunque a muchos no les gusten acciones como la toma o el paro y se manifieste en una opinión, hay que señalar que es bien básico responder a punta de garabatos sin argumentos. Se puede convencer sin tratar de comunista al que está a favor o de fascista al que está en contra. Tampoco poner argumentos que jamás se han mencionado en la boca de quien no lo dijo jamás. Por otro lado, y a pesar de que desvío con esto el tema central, no hay que olvidar que cada acción que realizamos en pro del movimiento estudiantil es por buscar un sistema con acceso más igualitario para todos (manifiesto mi pública crítica por no considerar un aspecto fundamental a la hora de la discusión: el rol del profesor y la olvidada pedagogía); no es para tener anécdotas para contar a los nietos. Por ello, no es menos válido el que no está


en la “primera línea de combate”: es tan valioso el que marcha como el que está en la toma. Todos contamos. No hay que ser ni malo ni despectivo con quien critica y convencer con buenos argumentos a quien no está en la toma o no cree en la democracia que se practica de asistir y participar. Más allá de los revanchismos, más allá de las divisiones, mucho más allá de repetir la estrategia de Pinochet para convencer a la gente: “yo o el caos”. Es decir, “o estás conmigo o eres un idiota sin compromiso, sin alma social”. Es decir, es como tratar de comunistas a los compañeros de tu carrera cuando jamás los consideraste así, sino que los respetas por lo valioso de su lucha. Es como decir que eres un chupap... de la política cuando lo que buscas es, con argumentos, poner tu postura sobre la mesa y buscar el legítimo reconocimiento de tus ideas y compartirlas con personas que pueden “pescarlas”. Espero me disculpen los editores de esta revista y la gente que lee esta columna con extrañeza, pero pido una breve licencia. Sé que esto es un medio serio y no una mesa de recados. Pero ya que he participado aquí de forma activa desde lo que mejor sé hacer, la escritura, quiero comunicarles que precisamente a partir de estas columnas y la extrañeza que provocaron en ciertos personajes, me hackearon de manera muy cobarde el Facebook. Un ataque directo ante el cual no podía quedarme callado.


Podría decir públicamente mis sospechas sobre quiénes fueron (fundadas, intelectual y materialmente). Podría haberles contestado y hacer que lo reconocieran. Pero es mejor no recoger el guante ante la cobardía. El valor de la opinión está en decir las cosas a la cara, de respetar al otro y su pensamiento, de abrir los canales de comunicación entre quienes no creen en la democracia interna y los que la detentan. El valor de la opinión está en invitar al otro a conversar y no hacer que se aleje.

A la gente de la carrera a la que pertenezco y que aporta desde todas las formas de lucha, y no a los que atacan desde la cobardía, el odio y el revanchismo. A la gente que tilda a todo el contrario como “comunista” sin saber lo que realmente piensa. A los que mostraron su apoyo ante este ataque directo y me apoyaron. Al público lector de esta revista.



Colaboradores. Enoc Figueroa Neira

Producción

Javiera Cartes

Artículo

Paola Henríquez

Artículos, opinión

Stefanie Pacheco

Entrevista

Carlos Nitrihual

Entrevista

Javier Gajardo

Humor

Enzo Cristóbal Rocha

Puto Jefe y puto amo de la Ortografía.

Agradecimientos Alejandro Stuart

Fotografías, artículo

Alfonso Zúñiga

Relato

Martina Paillacar M.

Opinión

Diego Vrsalovic H.

Opinión

Cristóbal Guerrero

Mural de portada

Lucía Sabelle Garcés

Bitácora ayuno


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