Somos pueblo, Somos gente No. 7

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Somos pueblo, somos gente

No.

Colectivo Miguel Hidalgo Saber

Actuar

Regenerar

Enero 2018 “Miguel Hidalgo es el símbolo de la revolución popular, del

pueblo -los pueblos- que toman en la mano su destino, para transformarlo. Es también el símbolo del potencial rebelde y justiciero que subyace en la gente de Guanajuato”

Hidalgo, Cura de Dolores, en su traje de guerra, Claudio Linati, 1828

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Editorial ¿Qué sucedería si votáramos todos?

Una mirada de atrás hacia adelante Guanajuato… ¿Qué queda de aquél que fue el granero de México?

Lo que nos dignifica El tal Rius

La reseña A siglo y medio de la primera edición de El Capital

Eso que nos duele La educación y la violencia Colectivo.Miguel.Hidalgo@gmail.com


Editorial ¿Qué sucedería si votáramos todos? Observa por favor la siguiente gráfica que fue tomada de la página del IFE,

Fuente: https://prep2012.ife.org.mx/prep/NACIONAL/PresidenteNacionalVPC.html A partir de la gráfica podríamos deducir que en la elección presidencial del 2012 un poco más del 38% de los mexicanos votó por el candidato del PRI. Eso por supuesto es una forma de mentir con estadísticas. Compara con los números reales: Cuadro 1. Total de votantes en el padrón electoral

Lista nominal 77,738,494 100%

Total de votos 49,087,446 63.14%

No votaron 28 651 048 36.86%

Votos por el PRI 18,727,398 24%

Incluso sin tomar en cuenta el fraude electoral, Enrique Peña Nieto únicamente obtuvo menos del 25 % de los votos, o sea que ni siquiera 3 de cada 10 personas votaron por él. Además, los del PRI pudieron hacer trampa porque una gran proporción de los ciudadanos no votó. 1


En nuestro diario de campo fuimos anotando las opiniones que expresaban las personas, en el transporte público, con los taxistas, maestros, estudiantes, en las redes sociales, sobre los candidatos. Las interpretaciones sin fundamento se repetían, pero, veamos resultados: casi el 37% de los electores no votaron, es cierto que no hubo suficientes boletas en las casillas especiales, pero, ¿tantas? Hay anotaciones sobre personas que no iban a asistir a las urnas, o no asistieron porque estaban absolutamente seguros de que “todos son lo mismo”; algunos de los que votaron por Andrés Manuel López Obrador creían que si llegaba al poder “todo iba a cambiar de la noche a la mañana”; algunos de los que votaron por Enrique Peña Nieto lo hicieron bajo la consigna de que el PRI tenía experiencia y gobernaba mejor que el PAN y que López Obrador era “un peligro para México” y muchos de los que votaron por el PAN lo hicieron porque si Josefina ganaba las mujeres iban a estar mejor. Es decir, las decisiones que se tomaron, basadas en puras prenociones y prejuicios, mantienen gravemente dividido al país. ¿Quieres que todo siga peor?, sólo necesitas no votar o hacerlo de manera inconsciente? ¿Quiénes quieres que te gobiernen? ¿Apuestas por los mismos? Entonces vota por ellos, o no votes, es tu cómoda manera de elegir. El resultado salta a la vista, la desigualdad seguirá creciendo, el transporte público y la gasolina aumentando, la ley de seguridad doblará o triplicará el número de muertos y asesinatos. ¿No tienes bastante? No te quejes si te asaltan o si asaltan y secuestran a uno de los tuyos, o peor aún si lo lesionan. En estas condiciones, el cambio no “está en uno mismo”, eso es una gran trampa, además de que fomenta el individualismo extremo, genera conformismo y culpa. Adoptar sin más, "el cambio está en uno mismo", para no cumplir con las obligaciones ciudadanas encierra una doble trampa: la de fomentar el individualismo más extremo y el egoísmo de pensar que los pobres y desempleados, lo están porque son tontos, son ignorantes o no saben visualizar la fortuna, no “decretan lo correcto”. Es preciso detenerse a analizar si son producto de un sistema que excluye a las mayorías del bienestar y la tranquilidad a que tienen derecho. Lo que estamos viviendo en Celaya, (por cierto, Guanajuato es el estado número 1 en asesinatos dolosos) el desinterés general de las personas, la desconfianza entre vecinos, el poner rejas en las calles, lo que hace intransitable la ciudad y sobre todo la falta de escucha, la intransigencia, nos duelen mucho. Creemos que no se trata de escoger entre Anaya Meade, el Peje, o Marychuy o el Bronco y la bola de candidatos independientes y oportunistas. Quienes nos interesamos por el bienestar de la población, la salud y educación de los jóvenes, entre ellos nuestros hijos y nietos debemos analizar las alternativas, los proyectos de nación, las posibilidades de 2


llevarlos a cabo. Y, a la vez, proponer medidas para acabar con la violencia. Quienes integramos el Colectivo Miguel Hidalgo, hemos optado por Andrés Manuel López Obrador, no sólo porque cuando fue Gobernador de la Ciudad de México la transformó en un buen lugar para vivir, sino porque tiene un excelente proyecto de nación, que puedes consultar en la red y muchas posibilidades de llevarlo a cabo si nos comprometemos con el trabajo y además les exigimos a todos los niveles de gobierno que cumplan con su obligación. ¿Qué sucedería si votaras? Cumplirías con tu responsabilidad ciudadana y darías el primer paso para exigir que en este país y en esta ciudad se viva mejor.

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Una mirada de atrás hacia adelante Guanajuato... ¿qué queda de aquél que fue el granero de México? Maíz niña / Niña luna / Maíz niño / Niño fuego / Blanca tortilla / Fuego lento / Andando juntos inundan con calor la tierra. Maíz niña quiere un diente de oro / La niña maíz tiene un diente rojo / Maíz niño la mira, la muerde un poco / Maíz niña suspira, suspira su enojo / Viene el viento celoso / Azota la caña / Maíz niña diente rojo / Maíz niño diente de oro / Se abrazan, se juntan temerosos / Dorado polen / Pistilos rojos / Se unen, se junta la sangre y el oro / Se abrazan, se juntan hasta que pasa el susto. De tanto abrazo se oscurece la tierra / de tanto susto salieron jilotes / de tanto abrazo se cayó el diente rojo / de tanto susto se cayó el diente de oro / de tanto diente se abrió la tierra / de tanto llanto germinó el oro / de tanto tanto nació el maíz rojo / de amor nos amaneció maíz la tierra 1 -------------------------------Cuando viajo por los alrededores de la ciudad de Celaya o me traslado a algunos de los municipios vecinos, de inmediato percibo que nuestra región se ha modificado drásticamente. Algo que antaño ante mi vista era muy apreciado simplemente ha desaparecido. Para comprender esa ausencia me remito a aquello que Guillermo Bonfil escribió hace ya casi 30 años2: “La transformación de la naturaleza incluye la creación de espacios adaptados para el desarrollo de la vida humana. En gran parte de las tierras cultivadas se eliminó la vegetación original hace más de mil años; y, pacientemente, generación tras generación, los agricultores han contribuido a suavizar el perfil del terreno para facilitar las faenas del cultivo. Las esbeltas cañas del maíz invadieron pacíficamente el paisaje, desde las costas hasta alturas de más de 3 mil metros sobre el nivel del mar. Y ésta es una planta inventada por el hombre en estas tierras. El maíz ordena desde hace muchos siglos gran parte del territorio mexicano. Una observación mínimamente alerta permite constatar la adecuación recíproca del maíz al hombre y del hombre al maíz en cualquier comunidad campesina de estirpe mesoamericana. “Junto y en torno al maíz, la civilización mesoamericana domesticó e inició el cultivo de muchas otras plantas útiles. En la milpa se sigue intercalando frijol, calabaza, chile… El maguey es característico del paisaje de las tierras altas, donde sirve para marcar linderos y detener la erosión de las laderas, además de sus múltiples usos y formas de aprovechamiento… Eso es lo que desafortunadamente se ha esfumado. El paisaje es ahora completamente diferente. Ya no se percibe aquel verdor característico del follaje de las milpas que se dejaba asomar en cuanto uno salía de la zona urbana. No se dejan ver los jilotes que coronaban las cañas como señal de que los elotes, las 4


mazorcas, iban tomando cuerpo. Pero no sólo falta el cultivo del maíz, también está ausente el del trigo, aquél que pintaba de color oro extensas superficies de nuestro campo abajeño. Así es, en sólo cuatro décadas de política económica equivocada, el paisaje que fue transformado gradualmente durante siglos por el trabajo de nuestros antepasados en su afán de poner en armonía la naturaleza con sus necesidades de alimentos, ha sido destruido. Hoy el crecimiento de la mancha urbana parece no tener fin. Y más allá de su difusa frontera delineada por los suburbios que surgen año con año, lo que sigue son más y más parques industriales. En los alrededores de Celaya, los campos de cultivo no están ya a la vista de los viajeros que transitan por esas carreteras que nos conducen ya sea a Cortazar, a Villagrán, a Juventino Rosas, a los Apaseos, a Comonfort, o a Tarimoro y Salvatierra. Pero no es únicamente el paisaje lo que se ha modificado. Todo se ha trastocado, comenzando por la distribución poblacional entre la gente que vive en el campo y la ciudad. En el plano nacional, mientras en 1970 el 41.3% de la población vivía en la zona rural, para 2010 esta cifra había descendido a sólo 22.2%. En el caso específico de Guanajuato, la población urbana pasó del 59% en 1980 al 70% en el 2010, de manera que en un lapso de 30 años aquélla se duplicó, obligándose las ciudades a proporcionar alojamiento a más de dos millones de nuevos habitantes. Esto explica el desordenado e incontenible crecimiento de la mancha urbana y el déficit de servicios municipales, tanto en cantidad como en calidad en las ciudades medias, como es el caso de Celaya. Los cambios han sido también drásticos en el ámbito laboral y, en general, en lo que se refiere a las relaciones entre el capital y el trabajo. Buena parte de los campesinos que todavía en los años 80 cultivaban sus pequeñas parcelas poco a poco se convirtieron en jornaleros agrícolas al servicio de medianos y grandes empresarios que poseen la capacidad económica para allegarse y utilizar nueva tecnología, explotando de manera más intensiva la tierra con el uso de implementos mecánicos y agroquímicos que a corto plazo incrementan la productividad, aunque a largo plazo provocan que la producción no sea autosustentable. Otra opción que han seguido los campesinos es alternar el trabajo asalariado en la ciudad con el cultivo de sus solares, dedicándose a éstos en ciertas temporadas y los fines de semana. El mayor porcentaje ha tomado la alternativa, aunque pareciera que no hay otra, de mudarse de plano a la ciudad para integrarse de la manera que sea a otro tipo de actividad económica, transformándose súbitamente de productores agrícolas a obreros industriales, de campesinos a citadinos. Esta transformación no ha sido casual. Fue impulsada y fomentada por el gobierno federal y respaldada por los gobiernos estatales. De la Productora Nacional de Semilla (Pronase), cuya liquidación se inició en 1991 para concluir en el 2002, sólo quedan algunos inmuebles y predios desmantelados que el gobierno federal ha ido vendiendo de manera oscura y arbitraria, allí está lo que queda de una de las plantas a la altura de Cortazar. En cuanto a Fertimex, la empresa estatal dedicada a la producción de fertilizantes, fue vendida en 1990; la intención era clara, propiciar la importación de fertilizantes, los nuevos dueños nunca pusieron a funcionar las plantas, de ellas sólo permanece su esqueleto como lo constatamos cada vez que vamos a Salamanca. Los precios de garantía para los productos agrícolas se fueron 5


eliminando uno a uno, hasta que en 1994 llegó a su fin el del maíz, único que permanecía en 1988, siendo sustituidos con programas como el Procampo que muy poco han contribuido. Por su parte, el crecimiento de la actividad industrial ha sido insuficiente a todas luces para dar cabida plenamente a quienes se vieron obligados a abandonar la actividad agrícola y, a la vez, garantizar empleo para los jóvenes que ya vivían en la ciudad y por su edad debieran integrarse al trabajo. El resultado está a la vista: empleo insuficiente y mal pagado, altos índices de subempleo caracterizado por la informalidad y un irrefrenable crecimiento del ejército de desempleados. La realidad es terca y no tarda en manifestarse. México ocupa el tercer lugar dentro de los países de la OCDE en cuanto a la cantidad de los jóvenes denominados ninis (ni estudian, ni trabajan), con un promedio nacional de 24.8%, sólo superado por Israel y Turquía. Desafortunadamente, el estado de Guanajuato ocupa el segundo lugar nacional, con 29.6%, sólo debajo de Coahuila; esto significa que en nuestro estado más de medio millón de jóvenes de entre 15 y 29 años no estudian ni trabajan3. Habría que ver lo sucedido con la productividad del campo y la situación actual de la autosuficiencia alimentaria, esto será un tema que habremos de abordar próximamente. Por lo pronto, dejo una pregunta al aire: ¿La violencia e inseguridad que hoy sufrimos tendrá algo que ver con esa equivocada política económica que provocó la migración masiva de la población rural a las ciudades modificando de raíz el paisaje urbano y rural? Agustín Ramírez 1

Mardonio Carballo, Canción del maíz (letra, traducción del náhuatl al español), 2016 Guillermo Bonfil Batalla; México Profundo, una civilización negada; Ed. Grijalbo, 1990 3 Rodolfo Tuirán, José Luis Ávila; Jóvenes que no estudian ni trabajan: ¿Cuántos son?, ¿quiénes son?, ¿qué hacer?; Este País, No. 251, marzo de 2012 2

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Lo que nos dignifica El tal Rius Hace poquito se fue... apenas había yo visto un video donde compartió con el Fisgón y Helguera un escenario de la Brigada para leer en libertad; me parece que se fue un amigo, maestro, una especie de guía o un acompañante desde mi adolescencia. Hay personajes en nuestra memoria que uno ubica en lugares etéreos especiales, son como un resguardo, una reserva de saber, una fuente de recuerdos gratos; ahí estaba él, junto con Elena Poniatowska, Monsiváis, Fuentes, Paz, Rulfo, Emilio Pacheco, Granados Chapa, Ikram Antaki, Herman Hesse, Juan Sánchez Andraka, Politzer, Semo y muchos más, no sé si para algunos sean los mejores o no, no importa, eran los míos, eran mi relación de lenguaje con un mundo “superior”, y claro, aparte de mi panteón particular de artistas plásticos. Él, después de la secundaria, me abrió la puerta a temas que se antojaban lejanos, que hablaban de posturas sociales, de injusticias, de luchas, de la ruindad de la iglesia, de personajes sonados, que solamente eran tocados de oídas de murmullo y rumores, unos por considerarse prohibidos y otros por importantes, asombrosos, de historia de las ideas, lugares lejanos; de barbudos que habían escrito libros kilométricos sobre ideas que se llamaban anarquismo, socialismo, comunismo, infantilismo, y muchos ismos más… Me presentó por primera vez al Che, a Fidel, a Cuba, a la iglesia católica, el ku klux klan, supe de manera diferente la conquista de México, la Guadalupana, del feminismo, la guerra fría, el capitalismo, Jesucristo, Lenin, El Capital, vegetarianismo, el Islam, Israel, los judíos, Hitler… uff !, tal vez un poco irreverente según los cánones del buen ciudadano… Qué bueno. Todo esto, con “monitos”, monos maravillosos, frescos y libres en trazos, con personalidades atrayentes porque sus rasgos checaban muy bien con la realidad al alcance de la mano: Primero los Supermachos, luego los Agachados, entornos cotidianos, con sus roles específicos retratando a cada uno de los protagonistas tal cual la sociedad de sus pueblitos. Calzonzin y Reuter Nopálzin encabezando la infantería del saber y del humor con una fuerte crítica social que nos obligaban a pensar y cuestionar entre risas y tristezas. En ese entonces tiraban aproximadamente 450000 ejemplares semanalmente de su historieta en Editorial Meridiano, es decir, el pueblo se educaba con historietas, algunas, como “lágrimas y risas” llegaban a vender semanalmente, hasta más de un millón de ejemplares. Aparte de las ya mencionadas, 8


podemos citar a Memin, Chanoc, Tawa, Kalimán, la pequeña Lulú, los Supersabios, Lorenzo y Pepita, la Familia Burrón, etc. Rebasando el contexto de la mera Historieta, paulatinamente, se fue convirtiendo en un gran narrador de temas ilustrados empleando de manera maravillosa la iconografía, mezclando un gran caudal de ilustración, con la propia, con sus personajes… Desde luego, sin lugar a dudas estoy describiendo a un gran dibujante, investigador, un creador, activista social y sobre todo a un educador. Carlos Monsiváis con su exquisito humor ilustrado escribió alguna vez que en México había tres Secretarias de Educación Pública: Rius, la SEP, Televisa. Y desde luego el más importante por sus grandes aportaciones al saber y su contribución a la formación socio-política de una generación de mexicanos era Rius. Creo que serán muy pocos los que no reconozcan su valía; al menos, no hay monero de los que lo llegaron a conocer, que no reconozcan en él una inspiración y una presencia que no logrará ser cubierta por alguien más. Sin pizca de falsa modestia reconoce en el Chango García Cabral y Abel Quedada, influencias motivadoras que habían guiado su antojo al dibujo y la crítica; algo valioso en él fue que muy pronto comenzó a perfilar su estilo, despegándose de sus mentores, pero sin olvidarlos. Social y profesionalmente comenzó a hacer escuela, pasa de ser un aficionado al dibujo humorístico que trabajaba en la agencia funeraria Gayosso, a ser un colaborador de la revista humorística Ja ja ilustrando chistes, a historietista creador de San Garabato Cucuchán y Chayotitlán; y luego a ser el mejor escritor gráfico que ha tenido nuestro país. Están ahí los registros; chistes, historietas y más de cien libros escritos de los temas más variados e interesantes. He de traer a cuenta de manera anecdótica, el encuentro que tuvo con el Che Guevara en las oficinas del Banco Nacional de Cuba en el mes de agosto de 1964; habiendo solicitado con antelación una entrevista con el Comandante Guevara, él y otros tres periodistas fueron recibidos; una vez que apareció el Che, a bocajarro preguntó ¿quién es el tal Rius?, un tanto inhibido, Rius se identificó e iniciaron una larga charla sobre los personajes de “Los Supermachos”, el Che demostró ser admirador y conocedor experto de todos ellos, pues semanalmente los esperaba con ansia en la valija diplomática que llegaba de México. Incluso invitó a Rius a que llevara una exposición de su obra a la Habana. 9


Más tarde Rius publicaría “Cuba para principiantes” en 1966. ¿Todo un fenómeno en su campo no? Revisar, leer otra vez sus historietas y libros sería muy agradable, desde luego un deleite para la memoria. Leerlo por primera vez representaría un aprendizaje con tinta de nostalgia. Y ante todo… atractiva vigencia. Llegó por Zamora Michoacán, el 20 de junio de 1934, y se fue por Tepoztlán, Morelos, el 8 de agosto de 2017. ¡Saludos Maestro Eduardo del Río, gracias por venir! José Antonio Bueno

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La reseña A siglo y medio de la primera edición de El Capital Ciento cincuenta años han pasado y sigue siendo muy peligroso. Por eso hay que evitar su lectura tachándolo de aburrido, pasado de moda, dificilísimo. Si te crees todo eso, no lo leas, pero, si por el contrario, quieres desarrollar tu capacidad de comprensión, acepta el reto, vete despacito, disfrutando cada concepto, entrenándote para ser más. Cuando a Engels le tocó revisar la edición inglesa, dijo de Cerlos Marx: “perdí con él al amigo de cuarenta años, al mejor y más inquebrantable de los amigos, a quien debo lo que no podría ser expresado en palabras”. Desde que decidí acercarme por primera vez a la lectura de El Capital, descubrí a un amigo, a un maestro auténtico que me enseñó a comprender mi vida y la de mis amigos. Si quieres compartir mi sentimiento, puedes imaginar que un gran hombre, tal vez el que con una inteligencia más clara, con absoluta congruencia, entendió los mecanismos de la explotación, la irracionalidad del sistema y las posibilidades de cambio, se dirija a ti, como a un amigo, considerándote su igual y te comparta las sutilezas de su pensamiento, porque sabe que puedes hacer un esfuerzo para sumarte a la gran epopeya de la humanidad. Un hombre que renunció a las riquezas que le ofrecían quienes quisieron comprarlo, que en salud y enfermedad decidió investigar contra viento y marea las contradicciones internas de esta gran injusticia que llamamos capitalismo, las enormes mentiras de lo que se conoce como libre empresa. Su investigación, no sólo la realizó en todos los libros a los que tuvo acceso en las diferentes bibliotecas, sino con su participación en el movimiento obrero, en el análisis de lo que sucedía a su alrededor, en sus discusiones con los anarquistas en la Primera Internacional Obrera, cuando vivió persecuciones, destierros, miseria, y nunca desistió. Creo que lo mejor es escucharlo, leer en voz alta las palabras que te dirige en el prólogo de El Capital: “En economía política, la libre investigación científica tiene que luchar con enemigos que otras ciencias no conocen. El carácter especial de la materia investigada levanta contra ella las pasiones más violentas, más mezquinas y más repugnantes que anidan en el pecho humano: las furias del interés privado. La venerable Iglesia anglicana, por ejemplo, perdona de mejor grado que se nieguen 38 de sus 39 artículos de fe que el que se la prive de un 1/39 de sus ingresos pecuniarios. Hoy día, el ateísmo es un pecado venial en comparación con el crimen que supone la pretensión de criticar el régimen de propiedad consagrado por el tiempo” Y, aunque en septiembre pasado se cumplieron ya 150 años de la publicación del primer tomo de El Capital, crítica de la economía política, sigue siendo tan actual que continúa levantando pasiones, la más fuerte quizá se manifiesta en el trabajo que se hace para convencer a las personas conscientes de que no lo lean, que está pasado de moda, que no sirve de nada. Su lectura transforma, nos va demostrando por qué los ricos se hacen cada vez más ricos en el proceso 11


de producción, cómo se acumula el suficiente capital para echar a andar las fábricas, los consorcios. La enajenación a la que nos lleva el proceso de trabajo en la forma como se organiza. La única manera de comprenderlo es leyendo El Capital, es cierto que hay muchas síntesis, pero ninguna te pone en un contacto tan profundo como la obra. Tal vez el capítulo primero sea un poco difícil, en él realiza el análisis de la mercancía. ¿Qué cosa es la mercancía?, Marx la describe “en primer término, (como) un objeto externo, una cosa apta para satisfacer necesidades humanas, de cualquier clase que ellas sean. El carácter de estas necesidades, el que broten por ejemplo del estómago o de la fantasía, no interesa en lo más mínimo para estos efectos. Ni interesa tampoco, desde este punto de vista, cómo ese objeto satisface las necesidades humanas, si directamente, como medio de vida, es decir como objeto de disfrute, o indirectamente, como medio de producción.” Creo que todos sabemos que la mercancía es un objeto que satisface una necesidad del cuerpo o de la imaginación, que se obtiene a través de un intercambio. Eso que parece tan obvio tiene una historia, que va desde el cambio simple hasta la transformación de todos los objetos en mercancía, incluso la tierra, los ríos, los mares y, más allá, la fuerza de trabajo de los seres humanos. En el prólogo Marx nos dice: “Aquello de que los primeros pasos son siempre difíciles, vale para todas las ciencias. Por eso el capítulo primero, sobre todo en la parte que trata del análisis de la mercancía, será para el lector el de más difícil comprensión. He procurado exponer con la mayor claridad posible lo que se refiere al análisis de la sustancia y magnitud del valor. La forma del valor, que cobra cuerpo definitivo en la forma dinero, no puede ser más sencilla y llana. Y, sin embargo, el espíritu del hombre se ha pasado más de dos mil años forcejeando en vano por explicársela, a pesar de haber conseguido, por lo menos de un modo aproximado, analizar formas mucho más complicadas y preñadas de contenido. ¿Por qué? Porque es más fácil estudiar el organismo desarrollado que la simple célula… la forma de mercancía que adopta el producto del trabajo o la forma de valor que reviste la mercancía es la célula económica de la sociedad burguesa… Prescindiendo del capítulo sobre la forma del valor, no se podrá decir, por tanto, que este libro resulte difícil de entender. Me refiero, naturalmente, a lectores deseosos de aprender algo nuevo y, por consiguiente, de pensar por su cuenta”. ¿Quieres aprender algo nuevo, quieres pensar por tu cuenta? Atrévete, inicia la lectura, de preferencia en la edición del Fondo de cultura Económica, o la de Siglo XXI. ¿Quieres comprender por qué nuestro país está cómo está? Hay que leer y comprender los capítulos relativos a la Acumulación originaria y también a la transición de la manufactura a la gran industria, y así te quedarán claros los procesos de despojo, de robo abierto, de sobornos y todo lo que se llama corrupción y por tanto apesta. Y si quieres compartir el efecto que después de leer y tal vez releer generó en ti, nos gustaría lo compartieras. Recuerda que Marx escribió para los obreros, para los trabajadores, para ti y para mí, para todos los que somos pueblo, somos gente. Esther Sanginés 12


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Eso que nos duele La educación y la violencia

La violencia que en la actualidad manifiesta la sociedad mexicana en sus diferentes estratos, no ha surgido de manera repentina o espontánea, sino que ha venido desarrollándose a través de las décadas. Como es sabido, la llamada guerra contra los cárteles de la droga llevada a cabo en el sexenio de Calderón, desató la peor de las masacres vistas en nuestro país, -se ha repetido innumerables ocasiones, por diferentes voces, que hemos tenido más muertos que Irak sin estar en un estado de guerra-. Ante ese desacierto emprendido por el mencionado gobierno, los mexicanos de bien no hicimos nada, dejamos que ocurriera como si pasara lejos. Pero no, pasaba en nuestra propia casa. Pronto los muertos, las extorsiones, los levantados, las balaceras estaban a nuestro costado en las casas de nuestros vecinos, de los amigos, de los conocidos. Se descompuso el tejido social, dicen. El lenguaje de la narcoviolencia ocupó lugar en el habla cotidiana y estaba –y sigue estando- en el lenguaje de los adultos, de los jóvenes y lo más grave: de los niños. La violencia en palabras y hechos nos había -nos ha- invadido. Y qué institución o instituciones de las creadas para el bien de la gente ha intervenido ante esta situación. De las instituciones gubernamentales poco tenemos que esperar, han generado y manejado la violencia de una u otra forma. No así el caso de la escuela. ¿Qué ha hecho la escuela para ayudar a la Nación a superar la violencia en la que vivimos día con día? O ¿qué ha dejado de hacer? En la Escuela Pública –por ejemplo- los maestros, reciben en sus aulas a gran cantidad de alumnos en los que de primera mano palpan el resultado de este estado de violencia: niños que quieren ser narcos, niños que forman parte de bandas narco menudistas, niños que van armados, niños que son hijos de un probable delincuente y muchos más. Y ante ello, ¿qué le ordena la SEP a los maestros? Que se preparen, que se evalúen, que acepten el nuevo modelo educativo, que llenen su ruta de mejora escolar para brindar una educación de calidad, una ruta en la que por orden de la supervisión las prioridades son el aprendizaje de la lectura y escritura, así como lo relacionado con matemáticas. ¿No sería necesario dar prioridad a materias como el civismo llamado ahora “Formación cívica y ética”? 14


Durante mucho tiempo en la Escuela Pública se ignoró la formación cívica de los mexicanos, que tiene sus raíces en la filosofía y que es la parte de las ciencias que estudia la ética, la lógica, la moral, es decir los llevados y traídos valores humanos. Generaciones de mexicanos carecieron de esta formación porque alguien pensó que no era importante. Tal vez por ello la violencia ha florecido de tal manera, pues ha encontrado terreno fértil. En la reforma llevada desde 2002 a 2009 a los planes y programas de la educación básica de nuestro país, se incorporó la “Formación cívica y ética”, pero aun así en la práctica a la materia se le concede poca importancia porque la mayoría del tiempo dentro del aula lo ocupan las materias de español y matemáticas. La materia de “Formación cívica y ética” ocupa un lugar menos que secundario en las planificaciones cotidianas de los maestros de primaria (lo anterior lo he constatado revisando las planificaciones de los docentes de al menos cinco escuelas primarias). Otro dato es el poco interés que los maestros de primaria manifiestan por esta materia, pues todas sus actividades, tanto de evaluación docente como del proyecto escolar, se centran –como ya mencioné- en español y matemáticas. Como vemos, ante los graves problemas de civilidad que presenta nuestra sociedad es necesario que la escuela y sus maestros respondan con la parte que les corresponde -no lo hará el gobierno no lo hará la religión- en la educación de los nuevos miembros de la sociedad. Enseñar a leer y escribir es muy importante –y ya ven que aunque todos los esfuerzos de la escuela pública estén enfocados a ello los resultados según las pruebas internacionales son pobres- pero es prudente, necesario y vital para que esté país sea, sin ser violento ni corrupto, que la formación en la raíz filosófica se lleve a cabo, pues ello dará a los educandos herramientas para responder de manera crítica y, sobre todo, humana ante los acontecimientos que vivimos en nuestro país. Laura Cuevas

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