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Comunicación en tiempos de pandemia

COMUNICACIÓN

en tiempos de PANDEMIA

Por: Ana Sofía Vélez y Sebastián Mejía

Durante el año 2020 y lo que va corrido de este, la humanidad ha vivido en medio de la incertidumbre y angustia. El ser humano ha visto otros eventos sísmicos y catastróficos, pero algo tan repentino como esta pandemia no se puede describir fácilmente. No conocemos a alguien que haya experimentado algo como esto. Al enfrentarnos a una pandemia, de la cual todavía desconocemos muchos aspectos, en ocasiones resulta difícil describir lo que estamos viviendo, experimentando y más importante aún, sintiendo.

En un momento donde todos nos hemos visto en la obligación y necesidad de aislarnos de manera preventiva, hemos perdido la interacción con nuestros allegados, con nuestros amigos y muchas veces incluso con nuestra familia. Es por esto, que la comunicación, en tiempos tan difíciles como estos, resulta fundamental, no solo porque nos permite sentirnos más cerca de esas personas a las que tenemos lejos sino también porque es una manera de cuidarnos los unos a los otros. Al sacar espacio para vernos sea vía Facetime o en persona contando con las medidas de bioseguridad respectivas, estamos fomentando la comunicación. Sin embargo, debemos ser conscientes de que nuestras conversaciones deben ser unas que no solo se enfoquen en banalidades, o chismes sino también en potenciar conexiones significativas. Conexiones donde realmente nos preocupamos por el estado emocional de las otras personas y donde en el mejor de los casos podemos vernos reflejados en las vulnerabilidades del otro. Creando así, espacio para el crecimiento tanto emocional como físico.

Dentro de esta línea de ideas, al preguntar a personas de nuestra edad acerca de la importancia de la comunicación respondieron lo siguiente, “Pienso que estamos viviendo en un tiempo obvio difícil pero que afecta profundamente nuestro estado emocional. Ya estamos físicamente restringidos a no ver al resto y nos afecta, entonces el uno no mantener buena comunicación (que para mí es como un aislamiento emocional y psicológico) tiene demasiado peso. Sería uno perjudicarse si no mantenemos buena comunicación, plus todos los estudios que hay que explican las consecuencias del aislamiento”. Es decir, que cada vez más, para jóvenes adultos se vuelve de fundamental importancia el establecimiento de métodos de comunicación efectivos para mantener una sensación de balance emocional en un momento de la historia con connotaciones tan fuertes.

Antes de la pandemia, veníamos enfrentando una batalla constante contra la idea de comunicarnos por internet en vez de en persona. La comunicación presencial siempre ha superado la virtual, ya que al hablar con otros cara a cara, la conexión siempre es más fuerte, más humana, más intensa. Sin embargo, dabamos por sentado que siempre tendríamos esta oportunidad. Inclusive, estando juntos en persona solíamos mirar

el celular en vez de hablar entre nosotros. Aquella batalla que hemos luchado, o en ocasiones han luchado por nosotros, es una que perdimos en el momento en que tuvimos que aislarnos. Ahora, comunicarnos por medio de las redes sociales es casi que necesario. ¿De qué otra manera podemos sentirnos cerca de nuestros allegados o amigos, por lo menos en días de semana donde no podemos compartir el gozo de un abrazo o una risa? Esto ha hecho que tengamos que cambiar nuestra manera de relacionarnos con los otros y con nosotros mismos. Hay más espacio de introspección, que en momentos puede resultar agobiante. Por ende, un mensaje por Whatsapp, un Houseparty con amigos es lo único que nos provee algún vestigio de la normalidad de antes.

Por otro lado, es importante resaltar que el COVID-19 ha tenido gran impacto en grupos vulnerables de la sociedad, puesto que además de las difíciles condiciones para la vida, no hay una buena comunicación acerca de los riesgos y peligros para la salud. Esto ha llevado a que el virus afecte a estas comunidades de una manera más devastadora. Por ejemplo, dos de cada tres fallecidos por COVID en Colombia son de estrato 1 y 2. Además es evidente que para personas de estos estratos, la conciencia sobre el virus no es suficiente. Algunos expertos en el tema establecen que “las personas más pobres tienen menos probabilidad de aislarse, bien porque no pueden darse el lujo de quedarse en casa o porque prefieren no hacerlo” El hombre es un ser social que se beneficia de la comunicación con otros, la cual se ha vuelto necesaria para el desarrollo de cada individuo. En la situación actual de la pandemia, las personas han sido afectadas en términos sanitarios y económicos, pero es fácil pasar por alto las dificultades psicológicas y emocionales que han surgido, las cuales han sido promovidas por la falta de comunicación debido al aislamiento. Esto ha impactado gravemente a personas de diferentes caminos y estilos de vida, a los de estratos más bajos, les ha llevado a no tener suficiente conciencia sobre la pandemia, una de las razones por las cuales han sido los más damnificados en términos de salud. A pesar de esto, el problema de la comunicación nos ha afectado a todos. Todos hemos sentido la necesidad de abrazar a nuestros abuelos o a nuestros amigos, volver a tener encuentros con los que más queremos o hasta ir al colegio o al trabajo, algo que antes no creíamos posible. Por esta razón, es importante que, aunque no nos podamos ver de la misma manera, encontremos una forma de mantenernos conectados, porque lo necesitamos para salir adelante.

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