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Unidad y Lucha / Abril 2011
Vida de Partido
Hacia las elecciones municipales
Las candidaturas municipales de los comunistas para el 22 de Mayo contra los ayuntamientos de la monarquía, han de ser elementos de confrontación a la oligarquía de poder que roba a mansalva, que reprime la democracia participativa de los pueblos y que combate el pensamiento ideológico de la causa republicana.
MIGUEL GUERRERO /
Si en todos los ayuntamientos se auditaran y se depuraran responsabilidades y si todos los corruptos volaran, el cielo de España se cubriría y el festín de los pequeños y medianos vampiros se acabaría. Si a esta parte le añadimos la mega gestión de los aparatos superiores de las otras administraciones; vemos como este país, paraíso de la burguesía, destila hedor por los cuatro costados. Por tanto las candidaturas municipales de las y los comunistas para el 22 de Mayo contra los ayuntamientos de la monarquía, han de ser elementos de confrontación a la oligarquía de poder que roba a mansalva, que reprime la democracia participativa de los pueblos y que combate el pensamiento ideológico de la causa republicana. Es decir una candidatura de participación para el poder local que tenga en cuenta, en primer lugar, las necesidades de los conciudadanos y las ciudadanas y luche contra los impedimentos políticos que inciden en las trabas para el desarrollo democrático. Las y los comunistas no solamente estamos obligados a ese compromiso de denuncia y de combate en solitario, en las candidaturas coaligadas también; de lo contrario no debemos asumir ese tipo de acuerdos en el que no se tengan en cuenta objetivos de
El olvido de la memoria El monumento en memoria de los represaliados por el fascismo en Jaén, en un estado lamentable de conservación. J. CUNQUERO/
larga duración y de movilización continuada, por encima de miras a corto plazo y de la oportunidad momentánea electoralista. La conquista de un ayuntamiento tiene que estar ligada a la preocupación por la defensa de los intereses de la clase que representamos y en ese sentido tenemos que medirnos con los poderes del estado monárquico-burgués que interviene y no permite la autonomía del ente en el terreno económico y político. La figura coercitiva del secretario y el interventor como funcionarios y delegados del poder fáctico, aún no ha desaparecido de los consistorios aunque sólo sirve para frenar las iniciativas de desarrollo político, no de la corrupción, como nos muestra la triste experiencia. Nuestro cometido revolucionario en los ayuntamien-
tos debe abarcar, no sólo el “embellecimiento” de las ciudades que parece es lo único que preocupa a la burguesía, nuestra labor es la de exigir, por encima de todo, el cumplimiento de las disposiciones que no se cumplen y de las que haga falta establecer para cubrir los derechos de los representados. Pues hoy día no se cumplen ni siquiera las proclamadas en la constitución burguesa; empezando por el derecho al trabajo, a la vivienda, a la educación pública..., a la observancia de la ley de dependencia antes de que las personas necesitadas fallezcan . A la brega por el advenimiento de la República, llamando para todo ello cuantas veces haga falta a la huelga general política.
El PCPE en la calle contra la intervención militar en Libia
El 1 de noviembre de 2007 se inauguró en el Cementerio de San Eufrasio, en Jaén, un memorial sobre la fosa común 702. En ella yacen 1.851 represaliados por el fascismo de toda la comarca. Por supuesto, a este acto no faltaron Gaspar Zarrías (PSOE), en aquel momento consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Carmen Peñalver (PSOE), recién nombrada alcaldesa de Jaén, el presidente provincial de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, además del concejal de IU (y teniente de alcalde y socio de gobierno del PSOE), y los secretarios provinciales de CCOO y UGT. Todos ellos presentes con el fin de brindar un reconocimiento a los represaliados, de hacer, en palabras de Zarrías “la democracia más sólida”. Retomaremos esta cuestión más adelante. Ha pasado el tiempo y el momento de hacerse la foto a costa de los represaliados ya pasó. El monumento ha quedado olvidado, arrinconado en su esquina del cementerio. No hay noticias sobre la petición de declaración del monumento (y del conjunto del cementerio) como Bien de Interés Cultural, lo que podría evitar que en un futuro la fosa
702, más otras dos fosas que están en el mismo cementerio (pero no están localizadas con exactitud) puedan ser pasto de la especulación urbanística. Los nombres de los represaliados, que fueron puestos con letras doradas, hoy en día son difícilmente legibles, pues la lluvia y el desgaste del tiempo han eliminado el dorado en muchos de los monolitos de mármol blanco que componen el monumento. “Murieron por defender la libertad y la democracia”, dice la inscripción que acompaña a la lista de nombres. ¿Qué democracia? ¿La misma democracia burguesa que explota cada vez más a los trabajadores y trabajadoras de este país, la que por ejemplo ha negado de forma efectiva el derecho a una pensión digna a toda una generación perdida, que tiene que malvivir con sueldos que hacen que ser mileurista sea un privilegio? ¿La misma democracia cuyos representantes, después de hacerse la foto en la inauguración, se olvidan de la existencia del monumento (por no hablar de la memoria de los represaliados: todavía estamos esperando a que se anulen los juicios del franquismo, por ejemplo)? Esa no es la democracia que defendían los que descansan en la fosa 702.