Tusitala N8 Entropía

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usitala t queremos goce intelectual

ENTROPÍA N8 2019

BARCELONA

8€

El caos posibilita la vida y la inteligencia.

– Ilya Prigogine


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en portada entropía up&down

Un mar-cielo en donde pequeños sistemas humanos se reordenan y se desordenan. Serie fotográfica interior: Evolución entrópica

Dirección y edición: Fabiola Eme Consejo editorial: Carlos Piegari Joan Carles G. Anta

#entropía #n8tusitala N8 Otoño, 2019. DL B 27481-2017 ISSN 2696-1253

tusitala #8 Literatura | Arte | Pensamiento Secciones de este número:

POESÍA POSTAL SONORA METAFICCIÓN ILUSTRACIÓN TRANSDISCIPLINAS

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Tusitala es una publicación independiente y periódica que indaga sobre las áreas comunes entre Ciencia y Arte. Los textos firmados son responsabilidad de sus autores.

tusitala

es una palabra que significa el que cuenta historias, en una lengua de las islas polinesias. Los nativos de Samoa usaron este término para otorgar un título honorífico a Robert Louis Stevenson, ya que, según ellos, poseía el mayor don que existe: el de perdurar eternamene en la memoria a través de sus relatos. En cada número colaboran autores que reinterpretan conceptos de la Física a través de la metáfora del Arte. Tómate tu tiempo para leernos.


Contenido POESÍA pura entropía melandrium 1048-1 delirio POSTALES SONORAS энтропия hoy | infierno de felpa arder METAFICCIÓN apuntes sobre la entropía y la novela río mate amargo y café vienés elixir de negentropía comunicado del presidente ÚrCULO GamPEDO maría cansada el equilibrio ILUSTRACIÓN el atolladero del demonio de maxwell fiebre TRANSDISCIPLINAS sobre la entropía economía y entropía: dos en la carretera extracto entrópico dau, the film project

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carta de la editora queremos caos intelectual

P

robablemente la Entropía sea, de entre todos los temas que hemos elegido hasta la fecha, el que más se identifica con el espíritu de Tusitala. No solamente por la innegable propensión que tenemos hacia el desorden-ordenado —no tenemos secciones fijas ni periodicidad fija como la mayoría de las revistas, tampoco sabemos muy bien lo que vamos a publicar hasta el último momento porque dejamos que los autores propongan con total libertad—, sino también, porque tal como pensaba Ilya Prigogine, la ciencia de la Física, a pesar de todos sus triunfos, es incapaz de describir por sí sola el mundo real en tanto mundo fracturado, asimétrico e irreversible. Para describir la totalidad de lo real hace falta recurrir a las ciencias de lo humano; al arte, a la filosofía, a la sociología, a la espiritualidad. Tusitala es un sistema abierto con fronteras permeables que busca desdibujar los contornos que separan a la ciencia de las humanidades. A través de la reflexión en esas zonas fronterizas entre lo científico y lo artístico, lo analógio y lo digital, queremos construir puentes para interpretar de una forma distinta la imagen del mundo que se nos ha impuesto. Queremos tener nuestra propia visión del universo, nuestra propia concepción de esta experiencia aleatoria que llamamos vida. Queremos alejarnos lo más posible de las certezas, de ese equilibrio que caracteriza a los sistemas cerrados o a los conceptos perfectamente definidos, porque en esa ilusoria estabilidad, en esa ausencia de movimiento, es donde acaba la vida. La vida existe gracias a la entropía.1 Y Tusitala es un proyecto vivo que respira, se disipa y se autoorganiza entrópicamente. Que evoluciona y se degrada, sí, ¡porque también hay que pagar el precio en energía! Pero no os preocupéis, de llegar al cero absoluto, según las leyes de la termodinámica, tendríamos que inyectar tanta energía,

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Contenido expandido disponible en www.tusitalaproject.com


que inevitablemente terminaríamos generando un poco de calor, y, con suerte, todo volvería a comenzar. Y ya que hablamos de comienzos, les anunciamos que nuestro proyecto comienza una nueva etapa de expansión. A partir de este número la revista en papel se convierte en la historia principal de la que queremos que se desprendan spin-offs o extensiones digitales, para poder seguir indagando en los temas que proponemos. Con el tiempo hemos comprendido que no existen negros y blancos, que todo está teñido del matiz que le otorga el momento preciso y la mirada del espectador y que de cada relato pueden existir infinitas interpretaciones. Vivimos en un universo cambiante y entrópico, terriblemente inestable y desordenado, que camina hacia la muerte, sí, pero mientras lo hace contiene en sí mismo todas las posibilidades de creación. Igual que como sucede cuando se empieza a profundizar en el concepto de entropía, en Tusitala tenemos más preguntas que respuestas. Y todo parece complicarse más conforme la flecha del tiempo avanza. ¡La complejidad nos abruma y nos entusiasma! Pero el caos posibilita la vida y la inteligencia2. Ahora, el desafío intelectual —el goce intelectual—, radica en encontrar ese punto de fusión entre lo estable y la fluctuación, entre la evolución y el desequilibrio. El paradigma newtoniano separó la ciencia de la naturaleza del hombre, como si respondiesen a distintas categorías, pero nosotros queremos re-unir lo disperso, pasar del pensamiento geometrizado a una experiencia de vida como narración: compleja, rizomatica, entrópica.

@FabiolaEme

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Cita de Ilya Prigogine que también puede leerse en nuestra portada.


“El caos

posibilita la vida y la inteligencia. -lya Prigogine

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(25 de enero de 1917 - 25 de enero de 2003). Químico-físico belga de origen ruso, ganador del premio Nobel de Química en 1983. Es el principal exponente de la Teoría del Caos.


Corina Oproae

Àlex Marín Canals

Diana Reza

Carlos Piegari

Marimén Ayuso

Galo SánchezCasado

Srta. Broza

Luis R. Plaza

Héctor Gómez Umbert

Zulma Sierra

Enric deSombra

Edward Martín

David G. Costa

Aline Romero

Pierpaolo Troiano

Javier Sanguiao

Javier Seguer

Catarina Soveral

Fabiola Eme

autoras autores t9


poesía

La entropía es el precio de la estructura. Ilya Prigogine

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Los gradientes de la energía, que oscilan entre los 2 grados Kelvin del espacio interestelar y los 5000 grados Kelvin del Sol, en combinación con los diversos elementos químicos como el carbono, el azufre, el nitrógeno o el oxígeno, producen la autoorganización de la materia, involucrando toda una concepción del universo, de los seres vivos y finalmente de ese fenòmeno que llamamos vida.


poesía

pura entropía corina oproae Recuerdas la vida entera diminuta

lisa

tu pasado y tu futuro dentro de una coraza compacta a la deriva hacia uno de los presentes posibles materia

energía

aglutinadas dentro de un solo corazón. Estrellas y planetas brotan al azar y se anclan con cada latido en el lugar preciso. En tu mano se tensa la cuerda que une el algodón de azúcar y la manzana plomiza inalcanzable.

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pura entropía

En un instante te abismas en la muerte que en ti muere para despertar de nuevo al desorden rastro de amor perpetuo dentro de aquel corazón que heredaste.

Pura entropía.

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Corina Oproae (Transilvania), escribe en español, traduce del rumano y del inglés al catalán y al español. Ha publicado los libros de poemas Mil y una muertes (2016), Intermitencias (2018) y una Antología personal (2019) en Colombia que incluye también poemas inéditos hasta la fecha. Entre los poetas que ha traducido están Marin Sorescu, Ana Blandiana, Lucian Blaga, Gellu Naum, Dinu Flamand, o Mary Oliver.


poesía

melandrium diana reza Cuando salgas Nubarrones de entropía cubrirán tu centro Y todo aquello que tenías tan próximo Quedará bajo la penumbra de tu nombre No hay más camino que el andado Que lo lejanamente esquivo Porque ya todo piso Todo paso Ha sido perpetuado Y ni el sistema de tu lecho Ni la célula madre Que te vio mezclarse entre las sombras De esta sociedad tan ensimismada Harán de tu andanza El campo alegre...

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melandrium

Será entonces el surco de la transformación Quien te traiga de regreso Será tu caos reverdecido el que guiará El núcleo de los amores Cuando salgas de nueva cuenta Encontrarás un sembradío colorido Una invitación a vagar entre pendientes Y justo en lo ríspido de la colina Una Silene cautivará tu alma yerma Sabrás que el momento de espora Te pertenece Y junto a el Un regocijo de felicidad Que habías estado aguardando

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Diana Reza (México), ha publicado los poemarios Extraña sensación, Exactitudes Imprecisas (México) y Extractos cotidianos (España). Ha sido becaria del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes. Imparte talleres de poesía y narrativa. Sus poemas han sido incluídos en diversas antologías y revistas de México y España. Mantiene el blog: diana-reza.blogspot.com


poesĂ­a

1048-1

Javier Sanguiao Paulo

Liberty 1048-1 Inside the iteration, Step one thousand forty eigth one... Rules apply, unknown stuff Just jumping ahead to the next run. Outcome of infinite possibilities, Yet to be determined.

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1048-1

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his poem is about liberty and free will. There are two important concepts in this post:

- One is the universal algorithm, a metaphor of the inner workings of our universe. We assume our universe to be a computational entity, operating a simple program that has gained extreme and vast complexity. It is iterating an algorithm of simple rules. And the poem refers to the actual state 1048-1. In this here-and-now moment there is what we are as a living conciousness, which is evolving through this process of iteration and every unit of time is a result of the outcome of multiple possibilites. The only way to experience our life in this flow of time is to continue our journey to the unknown. - Our second concept, computational irreducibility, is what allows us to consider our free will. There is a set of simple rules operating yet the result of this rules cannot be predicted or anticipated, nor can it be short cut. The windows of every iteration is by its nature unknown, we grow into an emergence of undetermined complexity, driven by the iteration of these simple rules.

So liberty in the state 1048-1 is a contradiction between the laws of the universe, which are deterministic, and the outcome of the iteration of these rules, which are unpredictable and for that matter wide open.

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Javier Sanguiao Paulo (Ferrol, Galicia). Licenciado en Filosofía por la Universitat de Barcelona. Intereses: Filosofía, Bitcoin, Zen, Biohacking, Transhumanismo, Inteligencia Artificial. Ha creado espacios de divulgación científica y filosófica.


poesía

delirio fabiola eme Equilibrio Nada o casi nada quedaba después del apocalipsis. Ni plantas. Ni peces. Tampoco semillas o nubes. Solamente un terreno yermo y resquebrajado secándose y contrayéndose hacia su propio centro volviéndose suelo compacto, inútil, estéril amarillento, venenoso, (putrefacto). Un desierto artificial inalterable que contiene la soledad del universo. El recuerdo de un final acelerado rompiéndose en dinámico suicidio térmico. Las voces del temblor nos lo advirtieron.

A lo lejos, un cohete anclado en un montículo de sedimentos, brillantes, flexibles, rosados, recuerda que una vez hubo alguien que lo tripuló.

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delirio

Desorden Al mismo ritmo de mis propios pasos me disuelvo y me pierdo eternamente. Curiosa llamarada en el vacío es esta existencia irreversible. Caudal inagotable de incerteza o propensión a la incoherencia desmedida. Un hambriento estallido me devora y me alimenta en simultánea sintonía (Desorden) un desvarío un recuerdo sofoco de brillo y lava incansable estupor de caos enardecido . ¿Qué quedará cuando lo hayamos perdido todo? Sólo el calor de los cuerpos enfriándose sin remedio. Una incandescente mancha que se deshace en el tiempo como un grito que se arrastra

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como un eco de un eco en la distancia.


poesía

Delirio Una explosión, un delirio. La catarsis sorprendente de una pulsión desmedida. Piel pegada a las costillas hinchándose lentamente. Es la revolución de los cuerpos frágiles. De la matérica entropía. Vaya fascinación tan extraña sentir el Sol ardiendo en la mente como antídoto al olvido permanente Para no saltar al vacío, Para no perderme a mí misma en el momento del parpadeo. Extravagante deseo de detener la caída de fingir eternidad (ante la indiferencia del mundo) a través de un pensamiento. ¡Resistencia a la brevedad! Lucidez para no perderme.

Delirar para seguir viviendo. Fabiola Eme (DF), investiga las intersecciones entre ciencia y arte. Practica el Pensamiento Complejo y explora lo que surge entre filosofía y espiritualidad. Dirige el proyecto editorial Tusitala Project y edita esta fantástica revista. @fabiolaeme

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postal sonora

Quizá necesitemos hoy una nueva noción del Tiempo, capaz de trascender las categorías del devenir y de la eternidad. Ilya Prigogine

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¿Es realmente la flecha del tiempo con su carácter irreversible, una ilusión inherente al espíritu humano o una realidad extrínseca e independiente de nuestro pensamiento? Prigogine, siempre apostó por la segunda posibilidad.


postal sonora

энтропия enric deSombra

Enric deSombra (Barcelona), escribe cosas, canta cosas y juega con un par de guitarras y varios juguetes y cacharros raros. Jamás utiliza plugins, todo lo que graba es analógico excepto la percusión. A veces todo eso adquiere formas inteligibles; otras veces sólo adquiere formas. Interesado en el maridaje de sonido y palabras como fuerza transformadora.

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hoy

héctor gómez umbert Degustar conjuntamente. Elija una opción del menú: 1. Infierno de felpa

hoy -¡SÍ! - Bueno, mejor no… -Es que… -¿Sabes? -… -Venga, vamos. -¡Espera! -¿Y si…? -¡¿Qué?! -No, no, no. -¿Por qué no? -Bueno, ya sabes…

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-Claro, claro. Tienes razón.

2. Dance


postal sonora

-No sé… -¿Qué? -La verdad… -Es tarde. -¿No me digas? -Va. -…

¡Sí!

-¡Así me gusta! -Ya está, ¿ves? -Claro, es que si no… -Es verdad. -Adelante pues. -¡Eso! ……………… -Aunque… -No… -Es que… -No no… -Ahora que lo dices… -No me lo creo. -Escúchame. -¿En serio? -Es que no sé. -¿El qué? -Pues que…

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hoy | infierno de felpa

-¿El qué? -Pues que… -No llegamos. -Ya, ya. -... -Nada. Mejor lo dejamos para mañana, ¿no te parece? -¿Qué quieres que te diga? -En fin… -Bien. mañana -¡Sí! - Bueno, mejor no… -Es que… -¿Sabes? -…

Héctor Gómez Umbert (Barcelona). Lingüista, guionista y baterista. También trapecista, equilibrista y funambulista cuando la situación así lo requiere. Siempre iconoclasta. Declarado persona non grata en el Club del Glamour y en excedencia sine fine del Instituto del Pragmatismo.

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Piezas sonoras: Tren de Sombras


postal sonora

arder

david g. costa

Canalizas tu energía hacia algo desconocido. Ni tu misma puedes saber el desenlace, por eso crees arder.

David G. Costa (Barcelona). Músico multiinstrumentista. Actor y escritor. Ha realizado música para grupos de teatro (PVC) bandas sonoras (Bcnorra, Scream 4 me), y música experimental electrónica (Res,Ruckkoprax,Cardavjul). Ha publicado en las revistas Popular 1,Tusitala y Underbrain. Actualmente en la banda de improvisación Eterea. Huye de lo obvio y lo comercial en pos de la creatividad.

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metaficción

El futuro es incierto... pero esta incertidumbre está en el corazón mismo de la creatividad humana.

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En El fin de las certezas, Prigogine irradia su reflexión sobre la ciencia de la naturaleza a las ciencias sociales y humanas. Introduce como problemática la radical puesta en cuestión de las certezas alrededor de las cuales organizamos nuestra imágen del universo.


apuntes sobre la entropía y la novela río

àlex marín canals

A

nuestros insignes escritores les ha dado por teorizar. En los últimos tiempos hemos asistido al encarnizado debate entre los defensores de la terminología de «novela río» y los que discuten este término

por parecerles que no define apropiadamente las características de este tipo de obras. Estos quieren rebautizarlas como «novela de principio entrópico» o «novela S» (por su alusión al símbolo universal de la entropía). Y es que, para ser sinceros, la cosa tiene miga. Para empezar con nuestras reflexiones a este propósito, conviene definir qué es la «novela río». Según el Investigador de la C. De L. A. Vileya: «La novela río es una obra donde existe una trama principal que avanza cronológicamente y es contada desde diferentes ángulos […]. Para que la novela río se dé en todo su esplendor se deben dar tres factores: orden cronológico, sensación de simultaneidad y concatenación de los acontecimientos. Conforme estos elementos van desapareciendo, creo que la novela río va evolucionando a otra cosa». No es, en absoluto, una saga literaria que podría definirse, grosso modo, como una serie de novelas ambientadas en un mismo universo, pero con sus historias particulares, que no desembocan en una novela final en donde confluyan los personajes

y las acciones correspondientes a sus arcos finales. Su característica principal: «no es solamente la extensión, sino también el hecho de que las

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metaficción acciones confluyen en un mismo punto en la narración, como los afluentes en los ríos». (Dos Hermanas, 2019). Así, encontramos obras clásicas de este

género como Jean-Christophe del premio Nobel Romain Rolland, En busca

del tiempo perdido, de Marcel Proust o La comedia humana de Honoré de Balzac, famosas como Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin y la polémica y reciente Cara de póker de E. Nieto. Basten las anteriores palabras para hacernos una idea del sentido general del concepto que trataremos a continuación. Tradicionalmente, una «novela río» ha sido entendida como una obra , o un conjunto de novelas, en donde aparecen una serie de personajes recurrentes, con sus propias tramas, que evolucionan y terminan, de algún modo, reuniéndose en los episodios finales para concluir la narración. La trifulca, que se ha extendido a todos los ámbitos de la creación literaria, viene a evidenciar el problema fundamental de este concepto. Los escritores defensores del término «novela de principio entrópico» o «novela S» entienden que la palabra «río» es de sentido poéticamente unívoco. El tropo literario que refiere la palabra «río», de larguísima tradición literaria, se encuentra perfectamente delimitado ya en el siglo XV en Coplas a la muerte

de su padre, de Jorge Manrique: «Nuestras vidas son los ríos/ que van a dar en el mar/ que es el morir». Por el contrario, el concepto de entropía permitiría delimitar exactamente el proceso de desintegración y reorganización discursivas, evidenciando que es mucho más preciso taxonómicamente hablando. Es decir, «río» equivaldría a vida así como «mar» a muerte. Una «novela río» debería ser un ente vivo que no perezca en ningún punto, o que no terminase. Una «novela de principio entrópico» o «novela S» se ceñiría mejor a lo que F. Eme ha descrito como el principio y fin de la misma: «Cuando una manzana se deteriora y se rompe, su entropía aumenta; se hace más desordenada. La manzana contemplada en los dos estados sería la novela S».

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Además, se da otro problema de orden categorizador: La ausencia


apuntes sobre la entropía y la novela río de nomenclatura para los volúmenes unitarios de que consta la «novela río» (como entidad totalizadora, o que amalgama todas las piezas que componen la obra en su conjunto) dio paso por parte de un sector de los escritores en una serie de tertulias localizadas en el sótano del bar Lauria de Barcelona a una serie de reflexiones sobre la importancia de lo unitario dentro de la jerarquía narrativa que terminó a puñetazos. Una serie de tweets conectaron a defensores y detractores de estas reflexiones a lo largo de todo el país. Una foto de un morado en un ojo hizo que la balanza basculara momentáneamente en defensa del afectado. Pero solo hasta que otra agresión filosófica, relacionada con los derechos de autor, relajó la visceralidad del propio debate, permitiéndonos a nosotros abrir estas reflexiones sin ánimo de polemizar y recibir injurias por ello. De allí se extendió esta corriente de pensamiento que está generando las discusiones teóricas más interesantes de los últimos setenta años. Trataremos de fijar esta postura ciertamente polémica. Considerando que las partes de que consta la novela río, es decir, las novelas, o tomos, que la configuran, son, a la vez, entidades independientes y estrechamente vinculadas al corpus total, el debate empezó cuando propusieron denominarlas de un modo científico para absorber las nuevas tendencias crítico-filosóficas. Si bien es cierto que «novela río» es un concepto evocador, en el momento en que se fuerza la metáfora hasta alcanzar a estas piezas (Infancia, Adolescencia, Juventud…), surge una duda etimológica, y geográfica razonable. El novelista y profesor J. Velázquez aventuró a llamarlas «novelas de afluente de la novela río», aduciendo que como imagen, «río» es potente, pero en la propia concepción de un corpus novelístico completo desdice el sentido metafórico de dicho término, saliéndose de toda la tradición literaria ya que los poetas prefijaron esta imagen como la de un ente vivo, y en las «novelas río» el último volumen sirve, generalmente, para contarnos el final de los arcos narrativos, de los propios viajes de los héroes, acaso el final de los conflictos o de los antagonistas. Así, nombrando la parte por el todo, no deberíamos considerar estas obras

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metaficción resultantes como «novela río» sino como «una novela de afluentes». Ya que el río ha sido siempre la metáfora de la vida, todos los afluentes alimentan a los ríos, pero el final de estos trayectos es siempre el mar, o el océano, es decir: la quietud.

«Las novelas actuales, para ser calificadas de novela río, deberían poseer unas cincuenta páginas menos, es decir: todo el final del último volumen» indicó C. Luna del Centro de Estudios del Renacimiento de la UAB, aliándose inesperadamente en el bando de Velázquez. «De este modo, no tendríamos la sensación de que ha finalizado un trayecto que, en términos metafóricos, sería la mar, que es el morir, que es donde terminaban las buenas historias de caballeros». Es decir, si contemplamos la «novela río» como un ente vivo, deberíamos tomar la noción de la parte por el todo, y circunscribirla dentro de los parámetros de, o bien la «novela de afluentes», o la «novela mar». No es frecuente que, en literatura, se asimile el todo por una parte metafóricamente central y extrapolable a «todas las novelas del universo que se precien de vividas» (E. Nieto, 2019). En este caso, los defensores del concepto de «Novela S», o «Novela de principio entrópico» sostienen que la noción de «río» no se ajusta más que a un porcentaje significativo de todas las obras del mundo, en su conjunto, no al resultado de todas las piezas del puzzle compositivo tan característico de la anteriormente conocida como «novela río». La explicación resumida de estas disquisiciones es bastante convincente. Si consideramos que todas las novelas son afluentes para esta, las llamamos menores en sí mismas, restándoles su valor intrínseco (pues, ¿quién recuerda el nombre de los principales afluente de cualquier gran río?) cuando, de todos es sabido, que, en sí mismas, son capaces de recibir el crédito o el oprobio más absolutos. Para muestra, el segundo volumen de los siete de que consta En busca del tiempo perdido, que fue el único galardonado con un Goncourt. Y un río, metafóricamente hablando, jamás es un ente

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que permanece estático como, por otra parte, sucede en cualquier texto


apuntes sobre la entropía y la novela río

editado.

Verba volant, scripta manent. En consecuencia, apuntan, en la actualidad una «novela río» debería ser una obra interactiva, sin fin. N. Espejo, del CREAL, adujo que estamos muy cerca de poder escribir novelas infinitas gracias a la colaboración combinada de los lectores (que en nuestra plataforma se convierten en potenciales coautores) y de una sofisticada IA que estamos desarrollando. En esencia, una novela río per se sería pura vida hasta que la dejaran morir, ya sea por la propia desidia del lector o por la falta de colaboración en esa historia.

Es decir, que el final de todos estos libros de escritura «tradicional» (o sea, que no participen de la escritura fijada, firmada, cerrada), no debería existir. Debería dejarse un mcguffin, o un cliffhanger potencial en las últimas páginas para que el lector siguieran esperando un siguiente volumen. Pero como, por lo general, no suele existir ya que el «camino del héroe» (J. Campbell, 1949) suele culminarse en el último tomo, y hasta rebasarse, deberían ser consideradas como novelas mar, o novelas oceánicas. Este último término se suprimió en las primeras conversaciones, poco antes del incidente del Lauria, por provocar ciertas desavenencias con las distintas corrientes psicológicas a las que estaban adscritos los distintos componentes de la tertulia. La «novela oceánica» evocaba demasiado a Freud, autor generalmente denostado entre los integrantes de la tertulia. La apuesta de Velázquez y, de paso, de todo su bando (por el momento, dejémoslo referido de este modo) tiene que ver con el concepto de «evolución natural, y armónica, de la desordenación de la vida y del universo: la entropía». Abogamos por el término de novela de principio entrópico, o novela S porque, a fin de cuentas, todos podemos comprender que en las tradicionalmente

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metaficción llamadas novelas río se da un status quo inicial que termina derivándose, rompiéndose, y no solo en los personajes protagónicos. La evolución del propio universo en el que habitan jamás podrá ser recompuesto. Cada obra, cada tomo de estas novelas que permiten construir novelas totales, o grandes frescos literarios, corresponde a un paso más allá en la tensión entre el equilibrio más o menos armónico de los primeros compases del libro inaugural hasta la desordenación más o menos absoluta de esas primeras páginas.

La apropiación posmoderna (de Prada, 2001) es la utilización de todo tipo de material, filosófico, estructural, científico, por el bien de la obra. En términos estrictos, los apropiacionistas posmodernos que proponen arrogarse el sentido del concepto de «entropía» acuñado por Rudolf Clausius en la década de 1850 consideran el cientificismo que evoca esta palabra, y su propia definición, como un punto de partida para el estudio, y la creación, objetivos de una literatura «rica en volúmenes y matices que, además, nos aleje de los mitos románticos pasados de moda del artista». El caso que inició esta disputa está en manos de los tribunales. La teoría de la «novela S» no debería ser rechazada sin un poco de introspección por nuestra parte.

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Àlex Marín Canals (Barcelona) Lector de progymnasmata. Ha publicado las novelas La carne y la pared (Ed. El transbordador, 2019) y La noche de los cascabeles (Ed. Nazarí, 2018).


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metaficción

mate amargo y café vienés carlos piegari

«Me ha encantado desempolvar estas historias, de verdad, pero supongo que los demás las recordarán de una manera muy distinta a la mía. Creo que lo mejor será repetirlo desde el principio…» John Cleese. Monty Python Autobiography

L

as bibliotecas siempre fastidiaron mi vida. Hegel y Lovecraft deben estar por allá, King y Cortázar por algún otro lugar, Henríquez y Tavares puede que más cerca. A pesar de las diásporas personales

siempre llevo conmigo dos libros que nunca abandoné tras las mudanzas. Una edición de 1953 de Stefan Zweig y otra de Borges del 61. La del austríaco, un ejemplar de la legendaria colección Austral de Espasa-Calpe que reúne dos cuentos: Una partida de ajedrez y Una carta. El otro es el clásico Ficciones, publicado por la editorial Emecé. Libros pequeños, ambos del mismo tamaño, de bolsillo, estoicos en su envejecimiento irreversible, si se dobla una hoja para marcar la página el papel se deshace como polvo de estrellas. La edición de Ficciones de Borges se basa en la primera tirada pero agrega tres cuentos más. Eso no importa mucho, más que en la página 117 siempre resiste echado en su catre Funes el memorioso. Un cuento ambientado en el Uruguay, aunque para todo aquel que alguna vez viajó al

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interior de la provincia de Buenos Aires, en tren o coche, atravesando esos


mate amargo y café vienés pueblos sin un alma en las calles de tierra, con almacén de ramos generales construido con ladrillos a la vista, significa algo así como la Torá, la Biblia y el Corán resumidos en diez páginas. Durante años escondí mi devoción por ese relato, quizás porque fue uno de los cuentos de la mitología borgiana más mentados por cualquiera que quisiera ir de culto en la televisión, tertulia radiofónica o tesis de licenciatura. El Ireneo Funes de Borges era como un pariente lejano. Esa peregrinación a la deep Pampa, desde chico abasteció un imaginario de lagunas, estaciones de trenes importadas de Inglaterra, gauchos a caballo, campo y más campo, corrales y vacas, muchas vacas. De hecho, cuando uno aprendía a escribir, el primer acto de fe que cumplía con la patria era redactar una «composición» ritual… La vaca. A Stefan Zweig lo sentí siempre más inaccesible. Un familiar que ocasionalmente enviaba una postal desde Europa. Durante la adolescencia conocí al Doctor B,1 leí que viajaba en una nave trasatlántica llena de pasajeros que no venían de Italia o España (como la mayoría de mi parentela), jugando al ajedrez, con acentos checoslovacos, ingleses o austríacos. Costó bastante trabajo diseñar mentalmente el escenario. Pero algunos tópicos tentaron mi interés desde la historia que narra Zweig: el barco y su travesía amodorrada, el puerto de destino era Buenos Aires y había nazis siniestros. Y llegó el momento en que decidí asomarme a la memoria irreversible, extensiva y desordenada que comparten Ireneo Funes y el Doctor B. El protagonista del cuento de Borges padece un «don» maldito, heredado luego de un infortunio accidental. Es un insomne permanente, incapaz de olvidar, que no puede filtrar sus percepciones. «Más recuerdos tengo yo solo que los que habrán tenido todos los hombres desde que el mundo es mundo.» En sintonía, el personaje que construye Zweig desarrolla, también por terrible eventualidad, una memoria múltiple y anticipatoria con una «división absoluta de la conciencia». Ambos sujetos están escindidos, Protagonista de Una partida de ajedrez.

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metaficción rotos, condenados a no poder volver a reunir jamás los fragmentos de sus identidades. Apenas comencé con los primeros apuntes sobre estas memorias entrópicas encontré pistas de que, el cuento de Stefan Zweig que correspondía relacionar con el de Borges era en realidad Mendel el de los

libros, me hice con un ejemplar. Lo leí y consideré que no le llegaba ni a los talones a Una partida de ajedrez. Fue escrito en 1929 y cuenta una historia triste que protagoniza un corredor de libros que se llama Jakob Mendel. El hombre viene a ser una especie de Amazon ambulante en la Viena del Imperio Austrohúngaro, que lleva dentro de su cabeza la totalidad de los títulos y catálogos habidos y por haber sobre todos los temas posibles. Una circunstancia fortuita cambia la rutina de sus días, descompone el equilibrio de la biblioteca mental que sustentaba su yo y el hombre se desquicia en mil pedazos. Tal vez, cuestiones como la memoria azarosa que estalla y los textos multiplicados sin tiempo ni medida, influyeron, tal como algunos creyeron, en que Borges tomara este cuento de Zweig como inspiración. No me involucré con Jacob Mendel. Por orden de llegada en mi vida reclamaban más atención Ireneo Funes y el Doctor B. Releí los dos cuentos buscando conexiones. Sus autores: elitistas y cosmopolitas pero a la vez encerrados cada uno en dos sistemas aislados, habría enfatizado mi profesor de física en la escuela secundaria. Políticamente uno es un polimórfico anarquista, enemigo del Estado y liberal. El otro, súbdito melancólico de un mundo que desapareció con la caída y desguace del Imperio Austrohúngaro sin que jamás (a Jakob Mendel le pasa lo mismo) se diera por aludido. Relación con las mujeres: Borges la otra cara de la moneda de su amigo el súper galán de la aristocracia literaria porteña, Bioy Casares. ¿Misógino? Una redundancia facilista. Tal vez más allá de lo masculino y lo femenino, siguiendo su juego diría que la palabra para definirlo aún no tiene entrada en ninguna enciclopedia. Zweig, caótico. Ese primer matrimonio con Friderike,

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las sucesivas infidelidades consentidas, el suicidio junto a Lotte su joven


mate amargo y café vienés segunda esposa. Eso sí, Borges y Zweig compartían la fobia por el desorden, sobre todo si sucedía en las calles y olía a masas desaforadas.2 Atrapados en la dialéctica de la entropía, legislaría aquel profesor de física que jamás me permitió promover su materia. Decidí dejarme llevar por las palabras de cada relato, siempre un camino se cruza con otro. En la primera intersección encontré que dos actores de reparto de ambos cuentos tienen casi el mismo nombre. Uno de los supuestos progenitores de Ireneo, criado como un bastardo por su madre, es un médico inglés (en verdad debió ser irlandés) de apellido O´Connor, el financista de las partidas de ajedrez que asume el Doctor B. es un tal McConnor. Más allá de que ambas ascendencias celtas están conectadas por genealogías oblicuas, muchas veces ficticias, quizás Borges y Zweig aún relacionaban «lo inglés», entre finales del siglo XIX y término de la Segunda Guerra Mundial, con cierto liberalismo monetario mucho más elegante que el de los yanquis, ¿nostalgia victoriana? Curioseo un poco más y encuentro que «Connor» es una palabra que remite a «lobo».3 Otra comparación que señalé para mi posible artículo fue sobre las manos de los dos protagonistas principales. Ireneo las tiene «afiladas de trenzador», además de su destino fatal de peón a caballo, debió ser bueno para tramar tientos, tiras delgadas de cuero sin curtir que unidas de a tres lonjas trenzan un lazo. Herramienta de trabajo que pide tanta paciencia y calma como la red del pescador o la urdimbre de una tejedora. Los dedos del Doctor B. desde muy joven sólo teclearon ligeramente una máquina de escribir y movieron piezas de ajedrez. Luego del gran trauma con la Gestapo, tocar una cicatriz en sus manos lo regresaba a la cordura mental. Prensilidades sutiles y obsesivas. Ireneo y el Doctor B., dos tullidos en reversa. Uno al caer

Elías Canetti también. Hubiera resultado un estupendo compañero de juergas literarias con Borges y Zweig. 3 Las alteraciones de la memoria y la personalidad son síntomas básicos de la Licantropía Clínica diría Lon Chaney. 2

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metaficción de un potro no domado y el otro por domarse a sí mismo. Después de varios días sin escribir, una frase de Stefan Zweig: «la paradoja de saltar sobre la misma sombra», me animó a volver a treparme a la flecha del tiempo. En los dos cuentos no queda claro quién es el narrador. Borges nunca se escondió en un alter ego o doble, se asumió como primera voz casi siempre, pero no sucede lo mismo en Funes el memorioso. Quien relata lo recuerda a Ireneo por el año 1884, Borges nació en 1899, un tal Bernardo Haedo lo acompaña durante aquel verano, pero este personaje fue en realidad el primo del padre de Borges. En Una partida de ajedrez, la cuestión es más complicada, el narrador no da su nombre, luego un compañero de diálogo al inicio pasa a ser la primera persona cuando cuenta la vida del campeón Mirko Czentovic y, sobre el final, el mismo Doctor B. asume la voz protagonista describiendo su encierro y tortura. También Zweig pudo ser el cronista de sí mismo porque el trasatlántico zarpa desde los Estados Unidos a Buenos Aires. Zweig participó en 1936 del XIV Congreso Internacional de Escritores del PEN Club en Buenos Aires. Si tengo problemas para identificar las voces narrativas, es que estoy frente a un trastorno de filiación. ¿De quién? ¿De Borges, Zweig o mío? Muchas dudas para una sola respuesta. La identidad individual se basa en la memoria, me arriesgo, para mí el caso de Ireneo tiene que ver con la hipermnesia y con la memoria semántica, y el Doctor B. es un desorden de personalidad múltiple, como la partición de un disco duro que reproduce archivos de forma autónoma e involuntaria. Para Ireneo «cada imagen visual estaba ligada a sensaciones musculares, térmicas» ¡Leyes de la termodinámica! sentenciaría el verdugo profesor de física. Paralizado hasta el fin de sus días, Ireneo vive incrustado en su lecho y el único movimiento «muscular» que Borges describe es el de su mano llevándose un cigarro a la boca. Tal vez en ese recorrido espacial dibuja en el aire los destellos perceptivos, la mnemotecnia de los gestos mínimos que proyectan los infinitos y fractales puntos de un segmento. Al Doctor B. le

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sucede algo similar, en su mente se combina la manipulación binaria de los


mate amargo y café vienés bits, las piezas negras y blancas finalmente dependen de la misma mano que las mueve de un casillero a otro desde los dos frentes del tablero. Cuando el Doctor B. estalla por primera vez dentro de su habitación carcelaria del hotel donde lo retiene la Gestapo, se abalanza sobre el centinela y le grita: «¡Mueva de una vez, maldito cobarde!». Se trata de que la cabeza cambie de lugar constantemente ¿efecto Eraserheads… talking heads? Cerebros con sobrecarga de micro estados de conciencia que se multiplican y distribuyen, átomos malabaristas, bufones que se asoman y desaparecen como Tyll

Eulenspiegel 4 sin caer nunca ni perder el equilibrio desde lo alto de la cuerda sobre la que caminan, avanzando siempre hacia el «cero y el infinito».5

Carlos Piegari (Buenos Aires). 1a temporada: un lóbrego conservatorio musical. Escapa, es recapturado, lo embarcan a Italia. Regresa, uno que otro premio literario, compone canciones. Algo de eso tiene éxito. Nueva temporada: los Blue Meanies toman el poder, los esquiva viajando a España. Vuelve a casa para Navidad. Estudia Filosofía y otras cosas más. Varios capítulos de aventuras los graba en el Alto Paraná como burócrata de la cultura y escritor polimórfico. Última locación, Barcelona. La productora celestial aún no le canceló el contrato, está negociando. www.kitschfilm.com www.aparatobarrio.org www.suturart.com

Personaje muy popular del folclore alemán, sobre el que Daniel Kehlmann escribe en Tyll, su última docuficción. 5 Título de un libro de Arthur Koestler, quien junto con su esposa Cynthia, se suicidó igual que Zweig y su compañera. Unos por no soportar la decadencia mental personal y los otros por no soportar la decadencia mental colectiva. 4

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Elixir de Negentropía1 luis r. plaza

= Al. Elixir der Negentropie --- Fr. Elixir de néguentropie

--- Ing. Elixir of negentropy --- It. Elisir di negentropia

Preferiría no ponerlo por escrito. Empezaré con la gazmoñería que me caracteriza afirmando que, pese a la degradación de mi tejido celular, el inicio de la osteopenia y la posibilidad de la hematuria,2 ya no me considero un proceso-sujeto (o un sujeto-proceso) en degeneración sistémica o en acusado desbarajuste. Tal hallazgo no me sobrevino de manera banal o fortuita, sino que fue el fruto de un instante de máxima trascendencia e iluminación, pues padecía yo una de esas fuertes depresiones pos-zapòi,3 ya saben: uno de esos íntimos y conmovedores estados en que uno se encuentra en un deplorable delirio pseudoalucinatorio. Tal trastornada lucidez (tras el dipsomaníaco trasnoche) implicó la insondable intelección de la cultura-de-muerte frente a la cultura-de-vida: auténtica tragedia social. Ruego no me juzguen ustedes antes de hora; permanezcan bien atentos

Resistencia y/o militancia improductiva frente a la sociedad entrópica hiperhedonista. Astrud, «Los otakus». Austrohúngaro, 2007. 3 Según Carrère: «Un Zapói es pasar varios días borracho, vagar de un lado a otro, subir a trenes sin saber a dónde van, confiar tus secretos más íntimos a cualquier desconocido, y olvidar después todo lo que has dicho o hecho, una especie de viaje.» Limónov, Anagrama, 2014. 1 2

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metaficción y adviertan la doble mordiente de mi ufano y deplorable estado, con sus punzadas en la mollera, retorcijones intestinales, total inepcia para los movimientos más prosaicos… aderezado todo ello con un ineluctable mantra superyoico carente de cualquier voluntad de confraternizar o establecer el mínimo entente necesario para la supervivencia. Sin embargo, pese a tales circunstancias, pareció emerger un atisbo de esperanza: acabarse sí, pero no como un vulgar desecho celular sino como difunto ser-para-la-muertenegentrópico-homo-felix.4 La suerte está echada y por supuesto no soy una excepción, no obstante, permítanme, al menos, considerarme una rareza contrita. Dionisio, el sibilino, comparece a sus anchas triunfando sobre Apolo, el taciturno, quien parece andar ciertamente distraído. Pesar de los pesares, el predilecto vástago de Zeus (predilecto de predilectos) es ultrajado por el discurso mass media de forma análoga al cadáver de Mussolini, a saber, devorado por insectos fruto de su propia putrefacción: ¡qué festinación contemporánea por los procesos primarios!,5 ¡qué tremenda desgana por los procesos secundarios!6 ¿Placer aplazado al servicio de la cultura? ¡Vetusta creencia! Luces de neón en la multinacional de ropa fabricada en Indochina, elección entre 32 categorías de género, cálculo del consumo de calorías, heroicidades elegíacas en la zona de saldos y taras del supermercado, amor en forma de Tinder: ya te llamo yo. Asúmanlo, cualquier muestra de felicidad es tan solo una mera ilusión, curva de deseo que acabará en una auténtica catástrofe: representación líquida de júbilo, farsa, simulacro (escojan su opción dependiendo del autor/es que hayan sido capaces de leer en diagonal),7 compleción totalmente ficticia e

Guiones entre palabras: Técnica de engrosamiento yoico que atesora el vano objeto de que los vocablos escritos parezcan más hondos y trascendentales al hipotético lector de Tusitala que, obviamente, suele contarse en la mente del escribiente -y en la cabeza de la editora del susodicho panfleto- por centenares de miles. 5 Término freudiano que implica la satisfacción inmediata. 6 Término freudiano que implica satisfacción postergada, capacidad humana (presupuesta y discutible) de no comportarse como un simio.

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elixir de negentropía inalcanzable. A «l’object petit a»8 le damos las gracias a Lacan y a la iglesia ocultista psicoanalítica, amén. El éxito de su

proyección fantasmática (de la felicidad estábamos

hablando) dependerá de la envidia que usted presienta poder suscitar en un tercero, existente o inexistente, lo mismo da, así como del bajo cociente intelectual con que la naturaleza decidiera agraciarle generosamente; o en su defecto, el grado de estupidez con que pudiera usted llegar a simular, inicialmente para regocijo del Otro, pero en especial para usted que es el idiota en cuestión y resulta evocado irremediablemente a esa representación trágico-cómica que llamamos vida. Ya nos advertía Jarosinski (vía twitter): #Hermenótica: Contar un cuento lleno de ruido y furia: Lo hace cualquier

idiota. Que no signifique nada: Es más difícil de lo que parece. Quizás ha llegado el momento de parafrasear al siempre alegre y jovial Nietzsche: quizás somos posmodernos, demasiado posmodernos. De esta manera podría concluir aquí este relato y renunciar a mi castración simbólica, disolverme como sujeto, deconstruirme, hormonarme como si no existiera un mañana: ser un héroe posmoderno. O, en su defecto, aceptar la castración química, que llegados a este punto –y en este ambiente de violenta crispación contra el patriarcado– podríamos considerarlo, sin lugar a dudas, como preferible. No obstante, en un futuro cercano vaticino que mis receptores glutaminérgicos ansiarán su néctar de Dioses, que suele responder al nombre de Dry Martini. Vislumbro mis denostados surtidores de dopamina estabilizándose tras la correcta administración del mejunje, siempre a intervalos regulares de no más de 30 minutos. ¡Oh manzana de Tántalo!

Expresión posmoderna inspirada en una técnica de lectura rápida popularizada por Kennedy. En la actualidad, implica la simulación de la lectura de un texto con la finalidad de aparentar brillantez y conseguir cierto éxito social y notoriedad como hombre/mujer ilustrado/a. 8 Resto que queda del sujeto ($) después de la escisión producto de su observación corpórea completa, por vez primera, al reflejarse en un espejo. El “objeto a” se perpetuará como inalcanzable hasta la trágica muerte del sujeto presuntamente pensante. 7

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metaficción empiezo a degustar su astringencia helada, siento la circulación necesaria de los neurotransmisores (NT) deslizándose felizmente por el espacio sináptico ayudándome a subsistir en este trampantojo al que llamamos vida. Me conmueve la vitalidad que me proporciona, bienvenidas sean las placenteras e insustanciales conversaciones con el barman, mis completas alabanzas al dj de turno, ¡andares desaforados llenos de esperanza! ¡Cómo amo esta puta vida! Tremenda aporía:

Au lecteur, -hypocrite lecteur,-mon semblable, -mon frère! 9

Luis R. Plaza (Barcelona). Subjetivista crítico, amante de la literatura. En algún lugar alguien lo está buscando.

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Charles Baudelaire, Les Fleurs du Mal.


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comunicado del presidente ÚrCULO GamPEDO javier seguer

Comunicado del Presidente ÚrCULO GamPEDO Consejo Global de la Tierra

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En estos momentos de dificultad es mi deber responder con honestidad a la confianza depositada, informando desde el Consejo Global con la máxima transparencia para que puedan construir un pensamiento propio y afrontar responsablemente la situación en que nos encontramos. Aún en las peores circunstancias, desde el Consejo Global, nunca perderemos la fe en el ser humANO. Corrían los fatídicos años 30 del siglo XXI del calendario antiguo, cuando las estructuras económicas, políticas y sociales globales sucumbían ante el colapso energético. En un primer momento, el tránsito de las energías fósiles, responsables del calentamiento global, a la electricidad, parecía solventar la grave crisis medioambiental. Todos los consumidores parecían medioambientalmente concienciados, pero sin poner nunca en riesgo su confort, y la producción era incapaz de crecer al mismo ritmo que el consumo. Ante la inevitable elección, la mayoría de la población escogió no ver la evidencia. Las corporaciones energéticas empezaron a desarrollar planes para el aumento exponencial de la producción, por supuesto al menor coste posible. Bajo esta premisa se descartaron las energías renovables, alegando incluso que la inestabilidad climática hacía inviables inversiones a medio plazo, y con la debida preparación mediática, no les fue difícil conseguir fondos públicos para el más ambicioso plan energético. Empezaron a proliferar las denostadas centrales nucleares del pasado, en un primer momento en los países subdesarrollados, pero rápidamente cada ciudad de más de un millón de habitantes disponía al menos de una


comunicado del presidente ÚrCULO GamPEDO central cercana, pues para paliar los efectos del cambio climático cada vez era necesaria más energía. Desde el principio aparecieron grupos civiles de resistencia generando altercados cada vez más importantes debido a la situación de no retorno a la que se vieron dirigidos por sus mandatarios, pues se daba ya por perdido el planeta. A medida que los accidentes atómicos se extendían las acciones se iban multiplicando y radicalizando. Incontables generaciones pagarán por los réditos accionariales. Ante la inestabilidad social las corporaciones tomaron medidas para proteger sus dividendos, creando ejércitos propios cada vez más autónomos de sus respectivos estados. Enormes regiones estaban ocupadas implantando las más terribles tiranías a su paso, lo que se sumaba a la crítica situación medioambiental. Los estados, títeres en mANOs del capital, invocaron sus banderas para que las masas desnutridas se alistaran para la apropiación de recursos vecinos y eliminación de consumidores. La humanidad estaba en guerra entre sí y con el planeta, y no podía salir vencedora de ninguna de las dos. En medio de tan caótico pANOrama prendió la esperanza. El doctor JuliANO CoRECTO, con el mayor gesto de altruismo conocido, regaló al mundo su revolución energética. La fuente capaz de abastecer las necesidades del progreso siempre estuvo ahí, necesitada de una mirada sin prejuicios para encontrarla. Nuestro propio aparato digestivo produce de manera natural PEDOs. Pero no se trata únicamente de nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono, hidrógeno o metANO. Estos GASes podían encontrarse habitualmente en la atmósfera, incluso tanto que el metANO hacía ya tiempo que la agujereaba. Pero algo extraordinario tiene lugar en el FLATO. Debido a la ruptura de proteínas, antiguamente denostadas como causantes de su mal olor, aparecen el ácido butírico, compuestos del azufre como el sulfuro de hidrógeno o el disulfuro de carbono, y partículas aerosolizadas de excrementos, que con los reactivos adecuados y sometiéndolo a grandes presiones liberan una curva de calor muy superior a la que produce la fisión e incluso la hipotética fusión. No todo podían ser virtudes, y surgieron algunos problemas asociados, como el aumento de emisiones de metANO, que se debían controlar para tratar de revertir también las discontinuidades de la capa de ozono, no en vANO el cáncer de piel era una de las patologías más extendidas. Durante

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el calendario antiguo el ganado vacuno había sido un problema por sus FLATOS, pero la propia guerra se encargó de solventarlo. El problema quedó reducido a los humANOs. Los estudios científicos concluyeron que sólo una de cada tres personas emitía metANO, y una vez identificada la bacteria alojada en la obertura ANAL que produce la mayor parte del mismo, fue erradicada con vacunas. Por primera vez se disponía de una potente fuente de energía inocua e igualitaria, y sus implicaciones trascendían con mucho la fundamental revolución energética. Toda persona, por su mera existencia, disponía de un capital medio de entre 0,5 a 1,5 litros de FLATOs diarios de energía los cuales le permitirían mitigar sus extremas circunstancias vitales. El Doctor CorRECTO inició un movimiento que las corporaciones no pudieron contener. Su descubrimiento se extendía por todas las regiones. Un ejército de hambrientos en harapos se levantaba en cada ciudad y luchó. Luchó con las mANOs vacías, con las vidas vacías, y derrocaron con el peso de sus cadáveres los gobiernos de la plusvalía ante los que finalmente fueron a esconderse las corporaciones. Cuando los fuegos se apagaron, sólo quedaba una décima parte de la población y una esperanza: comenzó la Era del PEDO. Bastaba con las emisiones RECTALes para cubrir sus necesidades de sustento, pues se necesitaba toda la energía posible para tratar de revertir la situación planetaria. El beneficio del otro era el propio, la paz perpetua que tantos filósofos buscaban en los campos de utopía, se mostraba al fin. El CULO y sus aledaños, históricamente motivo de vergüenzas, alcanzan en los nuevos tiempos la máxima dignidad. Se abandonaron las antiguas supercherías perniciosas y toda una nueva escala de referentes se desarrolló a partir del salvador maná. La gente estaba orgullosa de su CULO, capaz de romper las cadenas de la esclavitud, y empezó a lucir sus NALGAS con entusiasmo. Los nuevos cÁNOnes de belleza reformularon nuestros gustos, la moda dejó a la vista lo más preciado de nuestro cuerpo y la cirugía estética imagina delicias como la psicocoloración ANAL. Aquellos que antes sufrían lo que equivocadamente se había dado en llamar enfermedades estomacales e intestinales, como la aerofagia, son hoy los más afortunados miembros de la comunidad, no cejando ésta de ensalzarlos como modelo a seguir para nuestra juventud, pues como reza nuestro lema “un PEDO más es un día menos para recuperar


comunicado del presidente ÚrCULO GamPEDO la Tierra”. En la sociedad del auténtico bienestar las personas se entregan unos a otros sus FLATOs como muestra de aprecio mayúsCULO, siendo síntoma de distinción los más exóticos aromas implantados. Incluso los hábitos sexuales se han visto truncados, ocupando la centralidad del deseo las prácticas ANALes, indistintamente del sexo de los practicantes, diluyendo las antiguas orientaciones. Ésta práctica provocó al principio la caída en picado de la natalidad, pero se palió eficientemente con el Servicio Reproductor Obligatorio. La lengua, paradigma de lo humANO, también se vio afectada por la revolución social. En las palabras “FLATO, ANO, PEDO, CULO” y demás términos relacionados, así como las que las contienen, se remarca la presencia de éstos con el uso de mayúsculas. Algunas expresiones antiguas cambiaron radicalmente de sentido: “váyase a la MIERDA”, la despedida formal más habitual, “ir de CULO” remarcando lo inmejorable de la situación, o “CAGARse en alguien” como deseo de la más buena fortuna. En humanidades, obras antes ANÓnimas, como el Tratado del PEDO, pueblan con las dignidades merecidas todas las bibliotecas, los aguileños bustos y retratos han desaparecido en favor de las redondeadas NALGAS, las artes plásticas han incorporado todo tipo de emisiones RECTALes y la música nos deleita con los magníficos coros de FLATOs. Se ha racionalizado la producción alimentaria conforme las necesidades, mejorado la distribución y toda la población tiene garantizado el acceso a una dieta equilibrada. Pero como el suministro eléctrico depende de nuestras emisiones GASeosas, fue requerido un cambio de paradigma no sólo logístico. Debido al estado medioambiental hubo que localizar el territorio con mejores condiciones para la vida. Se elaboró un plan para extender los cultivos ricos en carbohidratos complejos, en particular los que contienen oligosacáridos como la inulina. Se crearon los campos comunales de cebollas, batatas, brócolis, coles, alcachofas o castaños, y por encima de todos ellos y base de nuestra dieta, de judías. Sus carbohidratos resisten los ácidos de la digestión, y al llegar al intestino grueso sirven de alimento a las bacterias que producen los GASes. La carne ha pasado a ser un alimento esporádico y no sufrimos las contrapartidas de su explotación intensiva. Con estas medidas conseguimos aumentar la media de FLATOs de unos 20

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diarios antes de la revolución, a los 50 actuales. Para optimizar recursos, plantaciones, población y centros de tratado de PEDOs fueron concentrándose en la región que conjugaba mejores sustratos para los cultivos y clima para personas y animales, hasta llegar a lo que hoy conocemos como la Ciudad ANO, gran metrópoli planetaria que reúne el noventa por ciento de la población global. Se ha conseguido universalizar las condiciones de vida óptimas para el desarrollo de la persona en todas las facetas de la existencia, y esto nos permite ser cada vez más ambiciosos en los planes de regeneración medioambiental, con palpables resultados tanto termoatmosféricos, como en la disminución de los periodos de latencia radioactiva. Cuando todo parecía perdido, el ser humANO fue capaz de sobreponerse a la adversidad y reinventarse en una nueva sociedad cuyo eje fuera el futuro de todos y de todo. Sin clases sociales, sin explotadores ni explotados, todos GASeando en un mismo sentido, CULO para todos y todos para CULO. Hace apenas una decena de años empezaron a producirse variaciones en el nivel de las mareas. Lo que inicialmente parecía una insignificancia accidental, se fue agravando hasta representar una amenaza para la zona costera. Los expertos hablan ya de tsunamis regulares y afirman que ninguna medida adoptada servirá ante tal creciente virulencia. Se creó un Consejo Técnico de Crisis que estudiase el fenómeno para determinar la causa, y concluyó que era una alteración en la órbita de lunar. Se realizaron los cálCULOs y se comprobó que la Luna se encontraba en su sitio, pero, contradictoriamente, también que la gravedad sobre las masas líquidas era mayor. Sólo quedaba una posibilidad, la Tierra era la que había alterado su órbita. Tras las oportunas comprobaciones se confirmó tal calamidad, determinando que el origen de la alteración era la concentración en un punto de todas las explotaciones de PEDOs. Incontables generaciones de FLATOs ejerciendo presión en un mismo sentido han superado la gravedad solar y alterado la trayectoria habitual, lanzándonos hacia el vórtice exterior de la galaxia con velocidad creciente. Las temperaturas ya empiezan a ser ostensiblemente inferiores y junto con la menor cantidad de luz merman mucho las cosechas. Hemos superado condiciones terribles en el pasado y con los medios energéticos y tecnológicos actuales, no parece descabellada


comunicado del presidente ÚrCULO GamPEDO la idea de convertir el planeta en algo parecido a un vehículo espacial. Pero esta no es la peor de las amenazas a la que estamos expuestos. La alteración del juego de fuerzas entre la Tierra y la Luna no se mantiene constante, si no que describe una espiral concéntrica cuyo fin es la colisión. Si mantiene su aceleración quizá tarde un mes en llegar, puede que menos. Mientras se pudieron paliar las consecuencias creyéndolas puntuales fueron discurriendo los años en la ignorancia, pero tan pronto hemos tenido conocimiento de la dimensión del problema, el Consejo Global ha decidido exponer públicamente toda la información disponible para que puedan intervenir. Todos han recibido en su cuenta de correo el dossier completo, con todos los datos disponibles. Por mi parte, desolado por no poder aportar más, cedo el testigo a aquellos capaces de reinventar el presente, los nuevos doctores CorRECTO, y dimito como Presidente. El Consejo Global es asumido por el Consejo Técnico de Crisis, más capacitado para coordinar las ideas y recursos, con el que todos debéis colaborar. A continuación, el doctor SomontANO, Presidente de dicho Consejo, les expondrá con más detalle las medidas adoptadas que sin duda acabarán llevándonos a la MIERDA. Siempre al servicio de la Tierra.

Javier Seguer (Barcelona). Pese a la agotadora tarea de comer, dormir y reproducirse, tuvo la inconsciencia de editar y dirigir la revista artesanal de literatura y arte Ferbero, un barquito de papel en el océano digital. En su querencia por las actividades inútiles también estudió filosofía, escribió cuentos y poemas, mojó al mar y buscó la felicidad.

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zulma sierra

Los usos de la aflicción (Dormida soñé este poema) “Alguien que amé alguna vez me dio una caja llena de oscuridad. Me llevó años entender que eso, también, era un regalo.” Mary Oliver (1935-2019)

M

e hubiera gustado conocer a Josef Fischer, pero solo puedo imaginarlo a través de una carta que ni siquiera va dirigida a mí.

María le escribía a su tía Anna en un lejano 25 de octubre de 1961, desde Stuttgart. ¿Dónde vivía la tía Anna? Nunca lo sabremos. Lo único cierto es que aquella carta se cruzó en mi camino en Barcelona, en abril de 2018, como una clara advertencia de lo que vendría: sería el peor año de mi vida. Por supuesto, no me di cuenta hasta que fue muy tarde. La vida va por olas: a veces estás en la cresta y a veces, hundida hasta el cuello; pero no ves venir a la maldita ola. Solo cuando estás ahogada, te das cuenta de que estás pisando fondo y es inútil mover los brazos queriendo nadar, porque estás debajo o adentro. Nunca lo sabes, nunca lo sabrás. Despiertas aturdida y mareada cuando por fin llegas a la orilla, y crees que no puede venir otro golpe más. Mentira: detrás de ti viene un tsunami. Josef Fischer no lo sabía, pero estaba condenado a morir en la clínica psiquiátrica Liebenau de Württemberg. ¡Pobre! Trabaja a diario en el establo y ya sabe ordeñar muy bien las vacas; de manera que aspira a salir pronto para ganarse la vida como granjero. De todo esto me entero en la carta, como si fuera testigo muda y atemporal de una historia familiar que no me concierne, pero de la que no puedo desprenderme. Sin embargo, mi querido Josef no sabe que el doctor ya firmó su sentencia:

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— Imposible abandonar el centro psiquiátrico por riesgo de sufrir tres brotes al año. Así se lo explica María a su tía Anna. Cada vez que venga un brote, Josef se pondrá apático y no querrá comer ni dormir. Puedo suponer que sufre trastorno bipolar, depresión, psicosis o esquizofrenia… También cabe la posibilidad de que el doctor mienta y solo quiera mantener a Josef aislado del mundo. Tal vez le convendrá mantenerlo como granjero en su hospital, o sabrá que sus tratamientos sólo son eficaces en ambientes controlados, o lo tendrá en experimentación sin que su familia lo sepa. ¡Todo cabe en el terreno de las entrelíneas que voy completando! Puedo imaginar a Josef planeando su vida fuera del hospital, ilusionado mientras convierte minutos en horas interminables de proyectos personales. Y puedo imaginarlo porque yo misma tuve mis momentos de ilusión este año: iba a clases de ruso, compré guantes de piel, cambié mis viejos zapatos por unas botas resistentes y pasé mucho tiempo imaginando nuevos escenarios para mis próximos meses. Pensaba en los largos recorridos en el metro, en cómo calcular la cantidad de ropa que necesitaría para las mañanas heladas y en cuánto tiempo necesitaría para acostumbrarme a las tardes oscuras. Incluso llegué a hacer un listado de cosas indispensables para mi nueva ciudad: melatonina para dormir mejor, vitamina D para suplir la falta de sol, bolsa de agua caliente por si acaso, aceite de oliva y buen vino (porque en cualquier circunstancia resulta indispensable). Hasta conseguí unas tijeras para cortarme el pelo, porque ¡cómo iba a explicar en una peluquería que no me gusta el flequillo pero necesito dos capas más cortas adelante y un escalonado atrás! Josef y yo planeábamos al margen de lo que otras personas decidían por nosotros. No sabíamos que nuestro camino estaba marcado desde un comienzo y que cualquier proyecto individual, por bello que pareciera, resultaría inútil. Es extraña esta sensación de compartir escenas de forma paralela con un desconocido que habita otra dimensión; pero de alguna manera, también resulta reconfortante saber que no estás sola en tu desgracia y que quizás en otro lugar-tiempo hay gente que sufre más o menos lo mismo que tú.


maría cansada “1. La energía del universo es constante. 2. La entropía del universo tiende a un máximo.”

Rudolf Clausius (1822 - 1888)

Dicen los científicos que la flecha del tiempo solo tiene un sentido: hacia adelante, así que por más esfuerzos que hagas por deshacer tus propios pasos, estarás condenado a quemar una energía que no produce nada. Te seguirás muriendo con cada segundo que pase y nada de lo que hagas te permitirá volver atrás en el tiempo para recomponer lo que has roto. Sin embargo, ya se sabe que la nostalgia es cabrona. Cuando quieres convertir un recuerdo en un chute de energía, tu memoria se encarga de edulcorarlo; pero cuando quieres latigarte, tu cerebro le pone un filtro sepia, amargo y tormentoso. Por eso creo que, aunque mis lágrimas brotan por generación espontánea, también es cierto que me gusta consentirlas con recuerdos. De vez en cuando doy a mi cuerpo la orden de fustigarme con la memoria de estos últimos 14 años y me hago daño, me aíslo en esta cárcel mía, tan llena de paredes infranqueables. ¡¿Quién quisiera vivir así?! Ni Josef ni yo, pero la diferencia es que él tiene esperanza. — Rezaré cada día por vosotros, por la tía, por Peter, por Heinz, por Stephen y por Wilfred, Fueron las palabras con las que Josef se despidió de María en el Psiquiátrico, al parecer, con la promesa de que María le pidiera a la tía los pantalones de Stephen que ya no usara. María cumple y le pide a Anna en su carta que le guarde ropa, porque seguro que Josef sabrá aprovecharla. ¡Quién sabe cuándo recibió Anna la carta con el pedido! A veces me despierto en medio de la noche pensando si la carta llegó a su destino o no. En serio. Me quedo tranquila sabiendo que es de 1961 y que no es mi culpa haberla encontrado tirada en la calle, pero ¿dónde estuvo antes? ¿la pudo leer Anna? ¿la respondió a tiempo? No sé. No sé ni siquiera por qué estaban estas dos hojitas en la esquina, como esperando a alguien que quisiera recogerlas. La letra de la máquina de escribir es un imán para mí; así que en cuanto vi dos frases en tinta muy negra sobre aquel pedazo de papel, un poco más grande que

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una postal, me apresuré a cogerlo. Resultó que no era uno, sino dos trozos de papel: el primero escrito por ambos lados y el segundo, solo por una cara. La otra parte del papel tiene unos rayones infantiles. Los papeles estaban ahí, bien doblados, justo en la esquina por la que yo pasaba y no pude resistirme: los agarré y los fui “leyendo” camino a casa. 1961. Stuttgart. Alemán. Alemania dividida en dos. ¡Vaya momento! Quiero recordar que miré hacia diferentes puntos, por si encontraba alguna mirada cómplice que reclamara la carta o, al menos, que me autorizara a levantarla. No la encontré. Me sentí con el pleno derecho que otorga el destino a coger un par de papeles viejos y amarillentos y llevármelos a casa. Meses después con la carta traducida al español entendí que aquella historia no había llegado a mí por casualidad, sino que de alguna manera estaba vinculada con la mía. Al igual que yo, María trabaja muchas horas al día y no encuentra paz en su casa. Al igual que yo, adora la máquina de escribir y busca rincones en el papel para seguir escribiendo, porque no se conforma con las líneas paralelas y horizontales que dicta el espaciador de la máquina, sino que va sumando líneas perpendiculares en los bordes y las esquinas, como haciendo anotaciones importantes al margen o poniendo sus post-it particulares en rinconcitos estratégicos. Y al igual que yo, María detesta la oscuridad que sobreviene cada tarde, en noviembre. — En unos pocos días será el día de Todos los Santos y después viene Noviembre que me causa preocupaciones cada año por toda la niebla y la melancolía. Siempre pienso que si muriera alguna vez, segurísimo sería en noviembre. ¡Qué hermosa palabra es melancolía! Victor Hugo decía que “la melancolía es la felicidad de estar triste” y no se me ocurre mejor definición. ¡El placer absoluto por llenar de sepia los recuerdos! Esa foto imborrable que te invade por completo y te llena de éxtasis. Como si el laberinto que transitas tuviera una salida que no quieres descubrir, y te empeñas en dar vueltas sin sentido solo por la emoción de sentirte viva y jodida.


maría cansada “Una sola palabra: entropía. Todo lo que nace muere. Cuando nacemos empezamos a morir. Yo llevo 94 años viviendo, es decir, 94 años muriéndome. Es un proceso vital.”

José Luis Sampedro (1917 - 2013)

Supongo que si yo pensara en la muerte, en planear la muerte, no sería en el pálido noviembre europeo, sino en el lluvioso agosto del Pacífico colombiano. El mar embravecido y oscuro, el cielo nublado y el bochorno permanente me parecen un buen marco para la huida. Me quedaría absorta por un buen rato e intentaría caminar mucho, pero no hacia el mar como se supone que debería hacer, sino por la playa internándome hacia la selva. No hay escapatoria. O te lanzas al agua o te dejas engullir por la selva. Lo único que me detiene es pensar que se tratará de una muerte lenta y dolorosa. A lo mejor el veneno de una serpiente o una caída aparatosa con varios huesos rotos o simplemente, el hambre que te puede ir consumiendo por muchos días. Debe ser terrible tener la consciencia de que aquello es un suicidio, que decidiste morir de la manera más pausada. Vuelvo al aquí y al ahora con más desolación que certezas, pero con un único convencimiento: paso noviembre en Europa y sigo viva. Sola, cagada de miedo y agotada, pero viva. Ya dije que mi “aquí” y mi “ahora” son una nebulosa de recuerdos, de instantes, de pasados. De manera que no puedo dar un paso al frente sin retroceder dos. Es la única lógica que me sostiene y me alimenta. O tal vez la única que me permite entender el presente. ¿Cuándo te detienes? ¿Cuándo decides que es suficiente? Tal vez un grito que solo tú eres capaz de detectar te obliga a hacer un alto para salir del túnel. El mío es largo, cómodo y amplio, y por eso es fácil seguir allí adentro.

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metaficción “Un organismo vivo produce entropía positiva y por ello tiende a aproximarse al grado de entropía máxima que es la muerte. Para evitarlo, se alimenta.”

Erwin Schrödinger (1887 - 1961)

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— Es bastante guapo, más o menos una cabeza más alta que yo, con pelo rubio oscuro y ondulado, ojos grises claro y tan parecido con tía Thea, que te sorprendería. ¡Exactamente la misma nariz! Lamento que sea gordito -esto es por su enfermedad y su apetito sorprendente-. Así describía María a su Josef. Los imagino hermanos y me alegro por ellos. Es bueno contar con alguien que te conoce bien y te quiere, cuando estás condenado en un hospital psiquiátrico o cuando lo único que te hace feliz es recostar la cabeza en las piernas de quien no sabe cómo consolarte, pero se queda contigo a pesar de todo. Me gustaría tener a la mano el DeLorean DMC-12 de Back to the future para instalarme en el momento exacto en que Anna está leyendo la carta y pensando cómo estará de alto o de gordo su querido Josef, y si le quedará bien o no la ropa de Stephen, su marido. Aunque, ahora que lo pienso, hubiera agradecido más que el DeLorean me transportara a mi propio futuro: a cuatro meses después de encontrada la carta. Me vería caminando por el Parque Gorki de Moscú, con una cerveza en la mano, y unas ansias locas de fumar. Me vería impaciente, nerviosa, agitada y sin rumbo. Lo más curioso es que me vería sola. Estaría sola por un parque fascinante, lleno de historia, pero no se me vería contenta, ni curiosa, ni expectante. Todo lo contrario, en mi cabeza solo podía escucharse un insistente me quiero ir ya de esta puta ciudad. ¿Qué se supone que debes hacer cuando te enteras que has viajado kilómetros para retomar tu relación de pareja, pero te encuentras con que esa relación ya no existe? Tú creías que sí. Estabas convencida de que todo estaba bien, habías hecho y deshecho equipaje para que tu vida pesara exactamente los 23 kilos que exige la aerolínea por cada maleta. Habías vendido, regalado, cambiado y tirado cosas que


maría cansada no servían “allá”, que no hacían falta “allá”, que ya se reemplazarían “allá”. Pero ese “allá” era evanescente. Habías hecho todo lo que se supone que tenías que hacer, excepto preguntar si todavía te querían. Eso no lo hice. Cuando releo la carta, la traducción al español de la carta alemana, encuentro cada vez más semejanzas conmigo. María está triste y se disculpa con su tía porque no puede transmitirle otra emoción. — ¿Recibes una carta tan triste hoy, verdad? Discúlpame, me siento así actualmente. Es posible que los objetos se impregnen con nuestros sentimientos. Es posible que aquella tristeza tan honda haya quedado grabada para siempre en el papel y que ese haya sido el verdadero motivo que me atrajo para cogerlo. Mi carta-triste me acompaña desde hace más de un año y es probable que ambas nos hayamos encontrado porque nos necesitábamos. Como una especie de exorcismo mutuo. Si María está viva, será una anciana y se sentará a recordar los años 60 como los más agotadores de su vida. Ella, que trabaja tanto, y debe cuidar a tres hombres en casa, tiene que pedir un día de vacaciones para poder visitar a su Josef, por el que siempre está tan preocupada. Lo de los tres hombres a su cuidado no es una suposición mía. Lo dice ella misma en aquellas líneas perpendiculares que atraviesan el papel, de abajo hacia arriba en el margen izquierdo. — Vuelvo a escribir esta carta en la oficina antes de irme a casa. En casa no tendría tiempo. Desde este septiembre vive un sobrino de Heinz con nosotros, porque se presenta al examen de maestría en Stuttgart durante 6 meses y por eso tengo que ocuparme de 3 hombres ahora. Puedes imaginar cómo tengo que acabar. Muero de sueño cada noche antes de dormirme. He tirado a la basura mis anotaciones de las clases de ruso, pero una lección se me quedó grabada sin asomo de duda: en ruso no existe la conjugación en presente de los verbos “ser” y “estar”. La profesora decía que sonaba tal cual como el estereotipo de ruso salvaje en las

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metaficción películas gringas: “yo madre”, “ella bonita”. Y tampoco hay artículos. Del pronombre al sustantivo o al adjetivo, sin ninguna anestesia. Pero pasado y futuro sí tienen. Los rusos fueron o serán, pero no son ni están. Sobreentienden el presente porque gramaticalmente lo dan por hecho. ¡Cómo no me di cuenta de que mis clases de ruso eran una lección de vida invaluable! Yo no tengo presente allí. No existo en tiempo presente porque nunca estuve ni estaré. Puedo imaginarme a mí misma como a un holograma que hizo escala en el aeropuerto Domodédovo para saltar de un avión a otro en cuestión de segundos. Pero como he dicho al comienzo: nunca lo ves venir. No te das cuenta de las señales que la vida, que la gente y las circunstancias te van poniendo en el camino para que pises con cuidado y elijas los atajos correctos. (en ruso no existe el verbo ser ni estar en presente en ruso no existe el verbo ser ni estar en presente en ruso no existe el verbo ser ni estar en presente en ruso no existe el verbo ser ni estar en presente en ruso no existe el verbo ser ni estar en presente) Lección aprendida. -------------------------------------------------------------Dirección para enviarle pantalones a Josef: Liebenau / Kr. Tettnang / Württemberg --------------------------------------------------------------

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Zulma Sierra (Colombia) Se defiende con palabras escritas desde que era muy chiquita. Todavía no ha crecido lo suficiente, pero va por ahí creyéndose periodista o copy o community manager o correctora o editora o lo que le digan que puede hacer con sus letras.


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metaficción

el equilibrio marimén ayuso

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ecesito más huevos, un poco de leche y tres patatas antes de calentar el aceite. Mientras me dirijo hacia la nevera, echo una mirada al salón dónde mis hermanas ya están sentadas ante el televisor. Esta

noche es la gran final de un programa en el que concursan unos jóvenes para mostrar sus dotes como cantantes. Sólo uno es elegido entre todos, igual que yo he sido la elegida entre mis dos hermanas. Debo darme prisa, el aceite ya hierve. Acabo de cortar la última patata en láminas finas y con cuidado las deslizo del plato a la sartén. Antes de batir los huevos, los lavo a conciencia. Soy maniática en eso, no quiero ni recordar de dónde salen. Añado un chorrito de leche al bol y mientras espero a que se frían las patatas, me doy cuenta de que me he olvidado de las cebollas. No es la primera vez que me despisto, suele pasarme cuando veo que mi familia comparte una actividad de la que no puedo formar parte. Mis hermanas no me impiden integrarme, soy yo la que se distancia, porque tampoco ponen demasiado empeño en llamarme a su lado. Nunca han entendido cómo duele que ellas dos estén más unidas, como, por ejemplo, ahora cuando las veo sentadas muy juntas, cogidas de las manos, nerviosas por saber quién va a ser el ganador. Las contemplo. Ambas se parecen, el mismo pelo castaño, lacio hasta la cintura, el rostro ovalado y los dientes de conejito. Son el vivo reflejo de nuestro padre, yo tiendo más hacia mi madre. Tengo sus ojos turquesa, salpicados con dos motitas oscuras, la idéntica nariz respingona y el cabello a lo chico. Dicen que soy su versión bella y mucho más atractiva que mis hermanas. A mí ese concurso me es indiferente, solo por eso me he ofrecido a

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preparar la cena esta noche. Nuestra madre trabaja hasta tarde y entre todas


el equilibrio nos turnamos para ayudarla en las comidas. A solas me dice que no trabaje tanto y que les deje a ellas los platos para fregar o que me haga la despistada para que ellas se esfuercen más. Que yo ya tengo bastante con lo mío y que es de justicia ofrecerme alguna ventaja. Para equilibrar, me repite cansada, sin mucha convicción. Y yo no quiero que me «equilibren» así, yo quiero otro tipo de igualdad, otra manera de compensar lo que me falta. Excusarme de lavar los platos no me soluciona nada y no entiendo porque insiste en esta estupidez. Pero cada vez que le contesto cómo me siento, de hacerle ver lo que pasa dentro de mí, mi madre se entristece y se le humedecen los ojos. Entonces me siento muy culpable como si hubiera cometido una falta muy grave y acabo maldiciendo mi suerte por dentro, muy muy dentro de mí, para que ella no me escuche murmurar. Ya he dicho que nunca me han gustado esos concursos musicales, más bien siento una amargura que me reseca la garganta cada vez que veo a mis hermanas correr hacia el televisor para no perderse el inicio. Lleno un vaso con agua del grifo y lo vació de un trago. Me muerdo los labios para que el dolor impida mis ganas de echarme a llorar. Es un truco que me funciona. Casi siempre. Hoy no. Me seco las lágrimas con el dorso de la manga e intento olvidarme de la televisión, de mis hermanas a las que veo aplaudir al unísono. Me esfuerzo en dejar de pensar en el «equilibrio» de funciones y observo que las patatas están en su punto, casi puedo oír como crujen en el aceite hirviendo. Añado los huevos batidos y la tortilla empieza a adquirir una forma esponjosa, redonda, casi perfecta. Lástima haberme olvidado de las cebollas. Aun así, huele bien y distingo el aroma de los huevos al de las patatas. Tengo muy buen olfato, mucho mejor que mis hermanas, pero eso no es de extrañar. A los que nos falta un sentido, desarrollamos mejor los otros. «Cuestión de equilibrios». Yo, a diferencia de mis hermanas, detecto en seguida si se quema algo en el horno o si el baño apesta, porque va a llover al día siguiente. También soy mucho más observadora y me doy cuenta de los detalles que

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metaficción a mi madre se le pasan por alto. Como ocurrió hace tres años cuando una noche mi padre llegó del trabajo con el cuello de la camisa manchada de carmín. A la tercera vez, no pude callarme y avisé a mi madre de que algo no acababa de encajarme ya que ella nunca se pinta los labios. Luego todo cambió entre ellos y al cabo de unos meses se separaron. No sé si actué bien, en ocasiones me arrepiento de haber actuado como uno chivata. Una vez en una discusión con Miriam, la pequeña, me echó en cara que por mi culpa se había roto la familia. Quizás tenga razón y nunca debí decírselo, pero las personas no deberíamos vivir a lomos de ninguna mentira. Le doy la vuelta a la tortilla. Ojalá pudiera hacer lo mismo conmigo. Ya casi está hecha, tiene buen aspecto y se me hace la boca agua. Tengo hambre, es tarde y creo que otra vez cenaremos sin mi madre. Descubrir la infidelidad de su marido le supuso más horas de trabajo y nuevas arrugas bajo los ojos. Tal vez sí hubiera sido mejor por mi parte obviar las camisas manchadas. Miro de nuevo a mis hermanas, Miriam, se mordisquea las uñas y Ana, la mayor, dice algo que las hace reír con las bocas muy abiertas. Sus dientes de conejillos me reviven la imagen de nuestro padre. Miriam, divertida, se recuesta contra el sofá. No sé qué le habrá dicho Ana, no le he podido leer los labios, está demasiado lejos de mí y, además, tampoco vocaliza lo suficiente para entenderla. Les he dicho mil veces que abran más la boca, que si no a mí las palabras se me escapan. Pocas veces me hacen caso y cuando suspiran o bostezan sin disimulo, deduzco que les resulto pesada y cargante si les pregunto de qué están hablando. Sin embargo, cuando están de humor o tienen paciencia para utilizar las manos me noto aliviada. Es como si dentro de mí se dispersara la oscuridad. En esos momentos cuando vocalizan y gesticulan me siento parte de ellas y como si el aire entrara de golpe, a bocajarro y expulsara mis angustias por el sumidero de los miedos. De repente, ambas se levantan del sofá y no se les ocurre otra cosa que dar pequeños saltos mientras alzan los brazos en señal de victoria. Habrá

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ganado su favorito, el rubio del pelo rizado. No me alegro por él, ser el


el equilibrio elegido no siempre es una buena noticia como, por ejemplo, mi caso. No gané, mi premio, mi lotería al revés, más bien resultó ser un castigo: elegida para vivir en un silencio perpetuo dónde los ruidos son solo imaginarios, ya que nunca me ha sido permitido percibirlos. Nací sorda y moriré así. Sin saber jamás cómo suena la voz del que acaba de ganar ni si la de mis hermanas se parecen entre ellas. Como tampoco pude escuchar las constantes discusiones entre mis padres a raíz del descubrimiento del carmín. Solo soy capaz de imaginarme el crujir de una patata y ni siquiera tengo la certeza de que ese sonido corresponda a la realidad. A veces me figuro como ruge el motor de un coche, el estornudo de un resfriado o el golpe de las olas cuando embisten contra las rocas. En cambio, nunca me he preguntado como es mi voz. Tampoco quiero saberlo, me angustia que pueda ser muy diferente a la de mis hermanas o a la del rubio ganador del concurso. Y eso que ambos vivimos en el mismo mundo, sólo que el suyo es sonoro, repleto de estribillos de canciones que ambas repiten a la vez y, en cambio, el mío está sumido en un silencio sombrío. Un silencio seco y cortante que sí puedo oír. Coloco la tortilla en medio de la mesa del comedor. Miriam me vocaliza que ha ganado su favorito y, en seguida, vuelve la mirada hacia el televisor. Huelo las patatas, los huevos y ya no tengo hambre.

Marimén Ayuso (Barcelona). Escritora, filóloga y traductora. Autora de La palabra en la Mano y La prostituta de la trescientos veinte. Ha escrito en la trilogía de relatos Mejor no te cuento, Fobos tiene la culpa y Porqué dijo amor cuando quería decir filia. Forma parte del grupo Bojador y del Club de Tertulias literarias. Ha publicado en las revistas Tusitala y Lacras. www.marimenayuso.com

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Las estructuras disipativas son la respuesta de los sistemas que están fuera del equilibrio, o sea, los sistemas abiertos y que son los más comunes de nuestro universo.

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Estos sistemas, sin embargo, están en un estado estacionario como oposición al aumento en esa cantidad termodinámica llamada entropía, privilegiando de alguna manera la minimización de esa entropía en las fronteras del sistema.


Srta. Broza (Celia Espona Pernas). Proyecto de humor absurdo surgido en Instagram (@srta.broza). Recientemente ha terminado su primer cómic “En busca de la langosta ermitaña”, que se podrá ver en el festival de cómic de Hamburgo 2019.Sueña con volver a Barcelona y seguir dibujando broza.

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Fiebre

Aline Romero

Aline Romero (México) Artista multidisciplinar, apasionada por el cine, se dedica a contar historias a través de la animación Stop Motion.

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www. slowpillow.com



trans disciplinas “

No creo que sea posible, ni siquiera deseable, reunir todas las posibilidades en un solo y único modelo. En contrapartida pienso que es preciso saber superar las contradicciones para poder pasar de un modo de descripción a otro.

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Prigogine aspira a tener una visión más rica del conocimiento a través de la unificacíon, no para diluir el conocimiento sino para conocer los elementos que, distinguiendo unas zonas de otras, se unen en el mismo proceso de distinción porque se pueden comparar. La ciencia es una manera de hacer filosofía, también podríamos decir que la filosofía es una manera de investigar a la naturaleza, que es lo propio de la ciencia.


sobre la entropía galo sánchez-casado

«Toda transformación de un sistema termodinámico se efectúa con el aumento del desorden global incluyendo el desorden del sistema y el desorden del medio exterior. Decimos que se crea entropía, porque la función de la entropía: es medir el desorden». Sadi Carnot (1824)

S

e podrían escribir miles de páginas sobre la entropía. Tanto sobre lo que existe como sobre las teorías que se están considerando a raíz de las nuevas ideas que, a partir de una mayor comprensión de su funcionamiento, adquiere nuestro conocimiento. Más adelante veremos cómo científicos españoles y argentinos, han hecho incursiones en el campo de la medición poblacional. Si observamos la máxima de Carnot, vemos que entropía, que viene del griego entropo y significa cambio, se basa en la termodinámica. Inicialmente se aplicó al campo de la mecánica pero pronto se incluyó en el estudio de la ingeniería, de las ciencias exactas, en procesos industriales,

alimentación, creación de polímeros y biotecnología. La idea de entropía no sólo se aplica en el campo de la física, sino también en otras áreas y disciplinas, como la teoría de la información, las comunicaciones, la inteligencia artificial y en campos tan diferentes como la religión o el mundo espiritual. Partimos del hecho de que el principio de la termodinámica ha sido objeto de múltiples generalizaciones y formulaciones, pero siempre aplicada a sistemas cerrados para establecer la irreversibilidad de los fenómenos físicos. Cuando la transformación durante los intercambios térmicos es reversible, entonces, la creación de entropía es nula.

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transdisciplinas Henri Bergson en su obra Les deux sources de la morale et de la religion, analizando los distintos sistemas que utilizan las sociedades, llega a la conclusión de que unas son «cerradas» y otras son «abiertas». Las primeras son las que hacen un replegamiento sobre sí mismas encubriendo el significado de autoritarismo y espíritu de guerra, bajo las necesidades de cohesión, jerarquía y autoridad absoluta. Es un regreso a un tipo de sociedad «primitivo». Por lo tanto, las sociedades civilizadas también pueden convertirse en sociedades cerradas y por tanto estarían sujetas a los principios de la termodinámica. En consecuencia, irían hacía el desorden y la disolución. De hecho, estamos viendo como nuestra sociedad actual, igual que las primitivas, tienen un afán de conquista que las lleva a mantener guerras esenciales o accidentales, estas sociedades cerradas tienen un oscuro futuro y ya Bergson, en 1932, afirmaba en su obra: «Al ritmo de la ciencia, el día se acerca donde uno de los

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adversarios, poseedor de un secreto que mantuvo en reserva, tendrá los medios para suprimir al otro».1

Podríamos considerar a la termodinámica como la ciencia del sentido común, posiblemente no sea tan elegante como otras pero, ilumina nuestra vida cotidiana. En muchos casos, ésta entropía relacionada con la termodinámica participa de una forma directa en la ruptura de ese supremacismo científico que siempre quiere tener la verdad en contra del sentido común. Es cierto, que no siempre la ciencia lucha contra el sentido común. En este caso podríamos considerar a la termodinámica como la ciencia del sentido común, posiblemente no sea tan elegante como otras pero, ilumina nuestra vida cotidiana.

Henri Bergson, Las dos fuentes de la moral y de la religión, Altaya, Barcelona, 1999.


sobre la entropía Es evidente que un político de hoy en día, con una visión digamos moderna, nos dirá que el progreso del conocimiento permitirá el progreso del hombre. Esto sólo nos demuestra que la mentalidad de nuestros contemporáneos, ya sean políticos o científicos, es de una persona desfasada. Nos quieren hacer creer que el progreso es crecimiento, crecimiento y más crecimiento, algo estéril debido a lo cual estamos condenados individualmente y planetariamente. Es cierto que muchos jóvenes lo ven de forma diferente, que el fervor materialista que alienta nuestro paradigma político se está agrietando. Que, cada vez más, se evidencia la paradoja de que la clase política está desconectada de la realidad. El mundo está cambiando y nuestra forma de pensar también, pero aún se ignora. En gran medida, es la mejor manera de luchar contra el fervor materialista en nombre de un paradigma cognitivo que alimenta una postura política. No se trata de crear un mundo perfecto, se trata simplemente de permitir que exista uno con el caos, el desorden

y la incertidumbre necesaria para su perpetuación, es decir, con su propia entropía. Si creyésemos en la creación de un paraíso, como decían los religiosos, veríamos que hoy día la misma ciencia demuestra que sería imposible su existencia. Siempre ha habido y habrá un sistema de no equilibrio, porque existe un componente innato en su propia dinámica que va desde el individuo hasta el propio ecosistema que impone ignorancia, aleatoriedad, desorden y desenfoque. A todo esto, que es consustancial con nuestro hábitat, los biosociólogos lo asocian con la entropía. De hecho, esta entropía termina condenado los sistemas de no equilibrio a su fin, lo que no deja de ser un hecho paradójico. Aunque al mismo tiempo les permite explorar nuevas configuraciones y garantizarles su durabilidad. Por poner un ejemplo: si en nuestro mundo utilizáramos el oxígeno en exceso lo destruiríamos, en cambio, bien regulado garantizamos su supervivencia. En ese sentido el Big Bang nos da un ejemplo: Aún no

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transdisciplinas ha terminado, todavía sigue generándose. El universo se está expandiendo, se está enfriando y dando paso a la entropía, creando complejidad a medida que lo hace. Esa complejidad cobra vida en nosotros y en todos los demás seres, conscientes o no, que comparten nuestro planeta.

Todos somos el Big Bang en el lugar que conocemos como «aquí y ahora».

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Para decirlo de una manera más sucinta, todos somos el Big Bang en el lugar que conocemos como «aquí y ahora». Está sucediendo en todas partes, donde quieras que estés. Porque todos somos una sola cosa que forma todo el Universo. Sin embargo, la ciencia del paradigma clásico siempre ha liderado una ambición teoteleológica que se identifica por su conocimiento incuestionable de que el mundo perfecto es el paraíso. Cualquier otro pensamiento debe ser ignorado, ya que socava este punto de vista.

Desde su invención, el segundo principio de la termodinámica no ha sido desmentido y, sin embargo, siempre han existido los ataques desde algunos ámbitos científicos ligados a movimientos religiosos. Podemos decir, sin lugar a dudas, que los postulados de la física de Carnot especialmente el segundo principio de la termodinámica, no están en contradicción con los hechos socio-religiosos. Vamos a ver a continuación en qué medida éste principio físico, según la teoría de la religión de Bergson, tiene un papel fundamental en la concepción y comprensión que los místicos tienen de la naturaleza misma de Dios. En última instancia un místico, a diferencia de un sacerdote, te hablará del Monismo que es lo mismo que decir que una unidad se puede atribuir a todas las personas, lugares o eventos. Es decir, te dirá que todos somos «una cosa» y que «una cosa» es todo el Universo, ya que sólo existe una única fuente, desde el principio de los tiempos, de la que provienen todos ellos. El espíritu y la materia son dos polaridades de una misma cosa,


sobre la entropía es similar a los polos de un imán de barra, que tiene un norte y un sur. No existe el magnetismo sin polaridad, de la misma forma que no puede existir espíritu sin materia, dependen el uno del otro. Un mundo material sin espíritu no podría ser soportado y un universo puramente espiritual no tendría nada que soportar. Todo lo que es espiritual y todo lo que es material se puede entender, en cierto sentido, como consciente. Toda la vida es conciencia y, desde un punto de vista metabiológico, se extiende a los puntos de vista tanto físico como biológico. Podríamos decir que la conciencia se extiende así de las bacterias al hombre. La interacción existente entre el observador y el observado, entre la materia y espíritu, eso es la vida. Bergson decía que la vida «... aparece como una corriente que va de germen en germen a través de un organismo desarrollado».2

«Ahora, cuanto más fijamos nuestra atención en esta continuidad de la vida, más vemos que la evolución orgánica se acerca a la conciencia, donde el pasado presiona contra el presente y hace emerger una nueva forma, inconmensurable con sus antecedentes».3 El origen de la globalización actual se sostiene, entre otras cosas, gracias al fervor materialista que desde el siglo XX, es alimentado por la ciencia moderna, nacida hace cinco siglos. Sin embargo, el indeterminismo metafísico que conlleva esa misma ciencia moderna, debilita el fervor materialista y anima a su componente noosférico, según el concepto de Teilhard de Chardin.4 Llegado a este punto debemos preguntarnos, ¿el cosmopolita mundialismo económico y tecnológico colapsará y dará paso a otras perspectivas políticas, debido a la propia entropía social? Por qué formulo la

Ibid Ibid. 4 Para Teilhard de Chardin, la evolución tiene 3 fases o etapas: la geosfera (o evolución geológica), la biosfera (o evolución biológica) y la noosfera (o evolución de la conciencia universal). 2 3

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pregunta anterior, sencillamente, porque a través de la entropía se agrega una dimensión interesante para el filósofo: la irreductible ignorancia. Porque al igual que en la física cuántica hay que pagar un precio. De hecho, la fluctuación termodinámica generada por el componente entrópico, de los sistemas termodinámicos de no equilibrio, no es elegible para la física determinista. Lo que estamos viendo en el mundo actual es que se intenta organizar el proceso. De tal forma, que los países modifican a propósito su organización interna en busca de un último intento de modificar la entropía. A partir de la observación del proceso evolutivo, los dirigentes de las sociedades modernas han modificado el principio de conducción y el principio de organización, pero no han sido capaces, aún, de cambiar la aplicación consciente que se produce de forma natural entre las células primordiales del individuo. Lo que sí han observado es que una entropía más baja representa una calidad más alta. Por lo tanto, su

solución es un proceso que reduzca la entropía y pretenden hacerlo generando conceptos más básicos, que generalmente sean entendidos, a nivel universal, a través de una información condicionada.

Los místicos dirían que el Universo está impulsado por el Amor, que todas las cosas, lugares y personas surgen de la Causa Primera y que ella es el cambio amoroso. Científicos españoles y argentinos han investigado la forma en que nos agrupamos las personas a gran escala para ver si hay alguna ley o patrón que explique cómo lo hacemos, y lo han encontrado: el principio de máxima entropía. Al menos así ocurre en la distribución por provincias de la población española. Alberto Hernando, investigador de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) decía:


sobre la entropía “Hemos comprobado que dadas las características de una provincia –que concretamos en un valor denominado ‘q’–, la distribución de su población a lo largo del tiempo no va a producirse de cualquier manera, sino de una forma determinada que se ajusta al principio de máxima entropía”.5 Como vemos, con ecuaciones apropiadas, la entropía asociada a los cambios, es calculable. Es una entropía que se basa en la estadística aplicada a nuestra realidad física a través de la información, en este caso, está ejerciendo de medida probabilística de incertidumbre contenida en algún conjunto de datos de interés. En este caso, la entropía calculada es muy alta. Si por el contrario, el conjunto de datos es muy conocido y la probabilidad de ciertos patrones es más conocida aún, en este otro caso, la entropía calculada será menor. Es por ello que, si existiese un mayor grado de comprensión y comunicación entre los seres

inteligentes, fomentaríamos una mejor empatía. Los místicos dirían, en este caso, que el Universo está impulsado por el Amor, que todas las cosas, lugares y personas surgen de la Causa Primera y que ella es el cambio amoroso. Los materialistas dirán que no existe el amor, que no existe una Causa que genere el amor y que la sensación de amor se debe exclusivamente a una producción química del cerebro, que nos la transmite como una mera casualidad evolutiva. Pero existen el amor y la ausencia de amor. Solo hay bien y la ausencia de bien. Galo Sánchez-Casado, ha sido director de la revista Zenit por más de una década y editor de la revista Latomia. Colabora con las revistas Cultura M. y Libre Pensamiento. Autor de los libros Los Altos grados de la Masonería, El Templo de Salomón, El Manuscrito Francken y de las obras colectivas Reflexiones masónicas sobre la educación, Un mundo mejor es posible y necesario, así como, Reflexiones sobre la ética. Ha prologado y traducido a Reghini y a Arthur E. Waite para la editorial Obelisco.

A. Hernando, R. Hernando, A. Plastino, A. R. Plastino. The workings of the maximum entropy principle in collective human behavior. Journal of the Royal Society Interface (2013). DOI:10.1098/rsif.2012.0758. 5

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economía y entropía: dos en la carretera edward martín

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n 1967, el cineasta estadounidense Stanley Donen realizó una película que pasaría a la historia del cine por su brillante disección de la institución matrimonial: “Two For The Road” (“Dos En La Carretera”). Se trata de un retrato de situación pintado con fino humor y mucho realismo que logra cautivar al espectador y hacerle reflexionar sobre el asunto de fondo. Una pareja británica (interpretada por unos espléndidos Audrey Hepburn y Albert Finney) viaja de Londres a la Riviera francesa. Durante su periplo, reviven los comienzos de su relación, los primeros años de su matrimonio y las confesadas infidelidades de ambos. El paso del tiempo los ha cambiado, por lo que tendrán que resolver un dilema: separarse o aceptarse mutuamente tal como son y seguir delante caminando de la mano. La entropía refleja la paulatina incapacidad del actual sistema

económico para retornar a su punto de partida, de la misma forma que la pareja protagonista de la mencionada película no puede regresar a la situación original. Cuando estamos pintando un cuadro al óleo, podemos mezclar con facilidad pintura azul con pintura amarilla, si bien nunca podremos separar los restos de azul o amarillo en la pintura verde resultante de la mezcla. Trasladando el símil al terreno económico, es necesario que hagamos un esfuerzo para tratar de comprender que no podemos hacer y deshacer sin cesar en materia de organización de la producción de bienes. Desde hace más de un siglo somos conocedores de ello y, sin embargo, no somos capaces de tomarnos un respiro, hacer una seria reflexión y, como la pareja protagonista de la cinta de Mr Donen, tomar una decisión crucial: construir un modelo de desarrollo sostenible, justo socialmente y respetuoso con el medio

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ambiente, el entorno y los seres que lo habitan (aunque no sean humanos) y dejar de fingir que todo va bien y que la salud de nuestro matrimonio con el planeta va bien. Hace tiempo que sabemos que la obsesión por crecer en cantidad conduce directamente al suicidio colectivo. El cambio climático es una buena muestra del estrés al que hemos sometido a un planeta que no nos pertenece. El crecimiento del PIB es un dogma de fe inquebrantable que actúa como un velo que tapa los ojos. Si las economías nacionales crecen, aunque no seamos más felices, más justos socialmente y sigamos sin cuidar el entorno, los “bienpensantes” y sus voceros a sueldo descorchan champán para celebrar la buena salud económica “a pesar de todo”. Es como si los personajes encarnados por Audrey Hepburn y Albert Finney hubieran decidido continuar casados contra viento y marea y amoldarse a lo que el destino les ofrezca convencidos de que la primera prioridad es el mantenimiento del “status quo” y de las apariencias. Después, que cada cual haga su vida, ignorando la ausencia de calidad en el ambiente íntimo o refugiándose en el confort material para rehuir pensar en el bienestar individual y en la inutilidad

de ciertos “sacrificios rituales” propios de conformistas y reaccionarios de toda clase y condición. La coyuntura actual señala que hemos emprendido una huida hacia adelante sin molestarnos demasiado en reflexionar sobre el placebo de la felicidad material, el genuino bienestar individual y colectivo, la calidad del medio ambiente o la escasa equidad redistributiva en el reparto de la riqueza. El aumento del PIB es citado, con regocijo, como sinónimo de “riqueza colectiva y buena salud económica”, por iniciados y profanos en materia económica. ¡Adelante! Crezcamos sin parar, aunque seamos menos dichosos, cada vez menos justos socialmente y contemplando cómo el medio ambiente se degrada hasta cotas más allá de lo comúnmente aceptado como “peligroso”. Mejor seguir “bien casados” con dogmas neoliberales antes que poner fin a una comedia matrimonial bañada en hipocresía, frustración y falta de empatía con la madre naturaleza, justo en la dirección opuesta al mensaje del excelente largometraje antes citado. La actual crisis de valores éticos y morales debería hacernos parar y pensar. Desgraciadamente, no es así. La inmensa mayoría de los analistas económicos y financieros


economía y entropía: dos en la carretera tienen el foco puesto en los mercados financieros. Les importa menos que poco lo que acontezca en el campo de la economía productiva. Ellos son autómatas a sueldo que propugnan, con vehemencia, volver a los índices de crecimiento de hace años. Caiga quien caiga ¿Es un síntoma de maldad? No. Es pura y simple estupidez. Su mantra monotemático es fruto de una mala digestión de lecturas de economía y evidencia su absoluta incapacidad de reconocer que no saben cómo salir del embrollo, optando por actuar de voceros de quienes continúan defendiendo un modelo de desarrollo económico depredador que está acabando con el planeta que habitamos. En el fondo, no son capaces de medir las consecuencias de sus actos, reconocer su dogmática arrogancia y proponer una gestión sostenible a través de un gran consenso general que garantice la supervivencia de todo signo de vida (humana o no). Mejor fingir que “no pasa nada” y tomarse unas vacaciones en la Riviera mientras Londres se hunde a golpe de Brexit. Nada que ver con Hepburn y Finney expuestos frente al espejo de la realidad de su relación de pareja. Hoy más que ayer, necesitamos que los economistas y los políticos hagan gala de un compromiso ecológico

con el planeta y expongan modelos carentes de vicios basados en el dogma del crecimiento. En buena lógica y con la progresiva degradación del entorno natural, deberían plantearse cómo computar de forma real y efectiva la dañina incidencia del dióxido de carbono, la ausencia de agua potable o los vertidos de residuos tóxicos ya que, de no constar como parte de informes económicos oficiales, no se podrá hacer pedagogía a escala global, y seguiremos deteriorando la calidad de vida sin que se hable del impacto económico inherente.

(...) nos hemos acostumbrado a mantener una tragedia shakespiriana en la que nuestra conciencia moral es la gran traicionada. Si no se comienza a trabajar muy seriamente en el cómputo de los costes de reposición de los recursos naturales enajenados (el petróleo no es precisamente un bien inagotable), y no se reconoce abiertamente el hecho indiscutible de que la contaminación es una agresión

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transdisciplinas económica, es que verdaderamente nos hemos acostumbrado a mantener una tragedia shakespiriana en la que nuestra conciencia moral es la gran traicionada.

La entropía podría ser vista como una cuerda en cuyos extremos se encuentran el orden más estricto y el caos más absoluto. El capitalismo voraz sería un caballo desbocado al que hay que ponerle las riendas de una correcta regulación.

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No estaríamos muy desencaminados si considerásemos las crisis económicas como un fiel retrato de la entropía de los sistemas tendentes al desorden, en consonancia con la segunda ley de la termodinámica. Ergo, la entropía podría ser vista como una cuerda en cuyos extremos se encuentran el orden más estricto y el caos más absoluto. El capitalismo voraz sería un caballo desbocado al que hay que ponerle las riendas de una correcta regulación que evite la

tendencia al desorden de un sistema socioeconómico que, previsiblemente, se sumirá en una crisis aún más severa que la actual. Su tendencia entrópica creciente producirá desorden (el actual repunte de los nacionalismos y populismos extremistas lo certifica) y desintegración en el seno de un sistema que, si no dispone de una retroalimentación eficaz, se deslizará por una pendiente de degeneración y destrucción hasta fenecer. Tengamos presente que la falta de retroalimentación es la metástasis que está consumiendo a un sistema económico enfermo de cáncer. En palabras del economista británico Geoff Mulgan: “En contra de lo que se lee en los textos de economía, el capitalismo no es un sistema autosuficiente, dependiendo de otros sistemas, como el ecológico, la familia, la comunidad, y que si estos no son renovados el sistema sufre”. La cinematografía nos ofrece igualmente múltiples ejemplos de cómo la degeneración es la antesala del colapso de unas prácticas financieras que convierten la inversión en especulación (como defiende el personaje de Gordon Gekko en “Wall Street “, de Oliver Stone), motor de la actual crisis y también de la venidera. La metástasis del sistema no puede


economía y entropía: dos en la carretera ocultar una crisis general de valores que se traslada al ámbito privado y familiar y, por extensión, al conjunto de nuestro ecosistema. Necesitamos abordar cambios profundos, no para que todo siga igual al estilo lampedusiano sino para sobrevivir como especie y dejar de maltratar al planeta. La falta de una regulación y una normativa internacional (de obligado cumplimiento) que acote el capitalismo especulativo, ha permitido que los émulos de Gordon Gekko hagan y deshagan a su antojo, engordando a placer con la especulación inmobiliaria y financiera, para una vez agotadas las viandas de su particular festín, darse un buen homenaje culinario a costa de las arcas públicas. Una conducta inmoral que merece ser respondida con medidas legales que consagren criterios de tolerancia cero. Sobre éste particular no falta quien reflexiona hasta llegar a la siguiente conclusión: sin la intervención del ser humano, la naturaleza tiende a evolucionar, automáticamente, sin una finalidad, sólo en una dirección, la de una creciente entropía. El género humano está infelizmente casado con un planeta al que somete y maltrata sin piedad. En este contexto, ¿por qué se continúa propugnando una concepción de crecimiento

cuantitativo como si estuviéramos secuestrados por niños malcriados que nos obligan a repetir sus consignas? La alerta planetaria debe conllevar reeducar en materia económica a través de la formación. El sociólogo y filósofo francés Edgar Morin puso el dedo en la llaga al hablar de una metamorfosis que incluye la radicalidad transformadora de ésta y que vincula a la conservación de la vida o de la herencia de las culturas. ¿Estamos ante una suerte de antídoto que combate y frena las patologías causadas por el exceso de entropía?

Tenemos delante de nosotros una sepultura abierta en forma de una entropía creciente, un sistema económico en decadencia, y un neoliberalismo económico irredento y acrítico que ha creado una nueva clase social. En síntesis, podemos afirmar que con la actual crisis nuestro sistema económico ha entrado en una fase innegable en decadencia,

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manteniéndose con vida gracias a la intervención financiera de unos gobiernos que evitaron su colapso, endosándonos la factura a los gobernados y con copia a las generaciones venideras. La euforia especulativa va acompañada de un aumento del volumen de crédito, hasta que los beneficios producidos no pueden pagarlo, momento en que los impagos actúan de detonante de la crisis. El resultado es una contracción del préstamo, incluso para aquellas empresas y particulares que sí pueden pagarlo, momento en que la economía entra en recesión. Para evitarla, se han inyectado ingentes cantidades de dinero público incrementando los déficits de tal modo que el endeudamiento público está sustituyendo la caída del endeudamiento privado, para así endosarnos a todos la deuda que pagaremos con aumentos de impuestos (directos e indirectos) para reducir los déficits públicos. Así pues, tenemos delante de nosotros una sepultura abierta en forma de una entropía creciente, un sistema económico en decadencia, y un neoliberalismo económico irredento y acrítico que ha creado una nueva clase social: la conformada por quienes han amasado enormes fortunas especulando sin medida, y entre los

que no se han depurado las debidas responsabilidades judiciales. Tal vez el sistema económico imperante sufra una catarsis o una metamorfosis, pero no está de más pensar en Audrey Hepburn y Albert Finney como representación de la pareja conformada por la economía y la entropía. Si ambas no son capaces de aceptarse y vislumbrar una armoniosa singladura juntos (previa adopción de profundas reformas en su pensamiento y proceder) tendremos muy difícil sobrevivir como especie y legar un mundo mejor a las generaciones venideras.

Edward Martin es corresponsal en Barcelona de El Mundo Financiero (www.elmundofinanciero.com) y profesor de inglés en la Escuela Superior de Protocolo y Relaciones Institucionales (ESPRI).


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EXTRACTO ENTRÓPICO 2.000 palabras desde la PILL ‘MONDO NUOVO’ del frasco troiano AFTER de las TROIANO’s PILL BOOKS ‘A&S 16-17’: ANCORA & SEMPRE 2016-2017, by DOCTOR TROIANO

Dr. Pierpaolo Troiano, arquitecto (colegiado COAC - Col·legi d’Arquitectes de Catalunya), máster y postgrados en Paisaje y Patrimonio (UAB / MUHBA, Barcelona), doctor en Arquitectura y Urbanismo con mención de Doctor Europaeus (Italia / España: Ud’A - Dipartimento di Architettura / UAB - Departament de Geografia), por un café-conversación: +34 6054912541

Yo sin azúcar, gracias... porque la Vida es tan dulce que al menos el café lo tomo amargo... Yo que en mi idioma materno siempre digo: “Non dormo... penso”. Yo que después de un café al bar... hablo / parlo en català i dic: <<Jo que el meu lloc de vida-i-treball es diu ATELIER TROIANO... i, humilment, la “Urbatectura” –en la fusió de l’Urbanisme i l’Arquitectura i la implicació en la intervenció i gestió del Paisatge i el Patrimoni– que amb el meu treball (col·laboratiu!) proposo, amb el desig continu de comprometre’m, compartir, aprendre i millorar, és indubtablement una visió personal i ideal d’una societat com a mínim laberíntica. És aquesta Societat-Món que jo humilment interioritzo, interpreto i restitueixo; en un treball necessàriament interdisciplinari, creatiu i sostenible intern a un procés participat i evolutiu de construcció social d’IDEES...

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extracto entrópico <<Desde el frasco troiano AFTER de las ‘A&S 16-17’ en italiano (¡mi lengua madre!) con pinceladas de castellano y catalán y otros idiomas del montón... en homenaje al intelectual Pierpaolo Pasolini que, en su espacio y tiempo, denunció como la TV había matado la riqueza de la diversidad lingüística-cultural. En el frasco cada PILL lleva su Prospecto y los EXTRACTOS de PILLS están articulados en Lugar & Acción. Este extracto, el ‘EXTRACTO ENTRÓPICO’ –que también lleva pinceladas, en blues, del idioma del cantautor Pino Daniele, el napolitano–, es óptimo para reconducir las pulsiones de terminar con todo confiando siempre en una Nueva Frontera propia de la Economía del Cowboy... ¡allí donde necesitamos la del Astronauta! En un Mundo-Océano que siempre más es un Mundo-Isla... más: un Barco... un Barco Espacial. 2.000 palabras a partir de la citación del Padre de la Medicina, Hipócrates –a menos del presente ‘Prospecto’ que en otros tiempos hubiera sido un Resumen, un Abstract–, extraidas con amoroso hacer medicamentoso desde la PILL ‘MONDO NUOVO’: ¡‘MUNDO NUEVO’! Una PILL ideal para esta Sociedad en Decadencia que está matando la Madre Tierra en su tiempo ya desacralizada con la triste afirmación del paradigma griego-romano a daño del etrusco... ¡Ah, los Etruscos! La última civilización en el Mediterráneo –cuna de la Sociedad Occidental– que hubo al centro de la razón de su existencia el culto perdido de la Madre Tierra... Y aquí estamos, HOY, en un mundo de pastillas de un mundo en pastillas que tiene una pastilla con miles de contraindicaciones lista para el uso y para cada cosa y donde ya nadie lee pero todo el mundo se empastilla... Y mi PILL, la PILL ‘MONDO NUOVO’, “fuente maravillosa” de este EXTRACTO... para tu bien-estar, y bajos los mejores auspicios de la Luna, de las Estrellas del Cielo Estrellado y el buen presagio de las Estrellas Fugaces, bien deseo que pronto se dará a conocer como la PILL Figlia di ‘la PILLBa+’. He dicho.>>

by DOCTOR TROIANO, Barcelona y Lago de Bolsena, Verano 2019

Hay una circulación común, una respiración común. Todas las cosas están relacionadas... Hipócrates, el Padre de la Medicina

Lugar / Luogo: A bordo dell’astronave... che forse che sì, forse che no, si farà o non si farà totalmente gialla per la conquista d’un MONDO NUOVO, assumendo le fattezze di BaSPADILUMEGIALL: Barca SPAziale DI LUcido MEtallo GIALLo! A suo tempo sottratta agli Armatori con un abbordaggio dai gialli riflessi, ma, nel Futuro, chissà ancor più gialli sotto l’armarsi dei gialli raggi B dei Cannoni c-beams vibranti di giallo al giallo volo cosmico di giallissime Estrellas Fugaces... Sì! Beneauguranti! Come se gli dèi stessi vorrebbero tornare a darci una “casa nostra” in quest’Universo a Stelle e Strisce d’Asteroidi o, se fallissimo, a fonderci tutti nel giallo crogiuolo d’una primordiale unità... E lì, in that moment!, io, sì, io, lo Zanarda... con gli occhi gialli per il mio fegato, fegato, fegato spappolato...

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transdisciplinas Acción / Azione, “buona la prima!”: Ciao!-Ciao! BaSDRINILL: Barca Spaziale Dalle RIsorse Non ILLimitate! Sì! Sì!-Sì! Alla fin fine anche TUTTI NOI terrestri possiamo emigrare in massa e/o alla spicciola fuggendo dalle guerre per le poche risorse planetarie rimaste e dalla moltitudine di cataclismi naturali perpetuati dalle prevedibili (scientificamente!) gesta del Drago MCCC... quel Drago d’un Dragone / Dragón / Drac d’un Monster quanto mostruoso Mostro del Cambio Climatico in Corso che in una Barca Spaziale... planetaria e sempre più riscaldata e sempre più bollente e sempre più desertificata e sempre più invivibile com’è la BaSDRINILL... ci “stravive” e ci “straguazza” sempre più...

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Acción / Azione, “buona la seconda!!”: Sì! Sì!-Sì! Alla fin fine anche TUTTI NOI terrestri finalmente emigriamo sentendoci coloni e tutti “John”, chi John Ford, chi John Wayne... flussi di migranti... di rifugiati dai disastri ambientali e artificiali... di profughi di guerra... a cui molti tireranno pietre aliene o Meteoriti e in nome del loro unico Dio anche Comete! Ma non tanto unico per tutti loro... sì da scannarsi anche loro a vicenda per affermare la grandezza inquestionabile del proprio unico Dio su tutti! Accusandoci all’unisono d’esser clandestini... criminali... terroristi... fuorilegge... una minaccia per il genere extraterrestre così impegnati a sfidare la Morte – uomini donne bambini – alla ricerca (continua!) d’una Vita Migliore dentro il loro settore d’Universo e prima o poi fuori da quel settore... NOI... sì... NOI e finalmente eccoci a bordo... Partiti!... ZUUMWOHLLL!!!... fa il motore al plasma... ZUUMWOHLLL!!! I primi a morire sono le donne e i bambini per l’avverse condizioni della navigazione spaziale. Altresì attraversati da parte a parte da millanta radiazioni di penetranti raggi cosmici una volta persa la schermatura protettiva del vento solare: quel benefico flusso di particelle elettricamente cariche emesse dal nostro astro stellare, fratello Sole. Ritrovandoci alla mercé dei micidiali raggi cosmici: particelle d’alta, altissima energia, prodotte dall’esplosione di Supernove e similar processi. E sì immersi fino all’adenoidi nella radiattività del “nucleo” di bordo, fonte d’imprescindibile energia non rinnovabile e molto inquinante, poiché le scorte e le scorie d’uranio e plutonio son quelle che sono. Il “nucleo” è la nostra energia. Il “nucleo” è tutto. Il “nucleo” è il nostro Dio, il nostro unico Dio... da NOI stessi umanamente ridimensionato all’umile funzione di supporto alla produzione energetica stellare sì rinnovabile e non inquinante ma purtoppo nemmanco potente e inutile in condizioni di proibitive distanze stellari... Tutt’insieme sospiriamo all’unisono dal tramonto all’alba: sorella Luna già non la vediamo più... la Selene bella Piena se non l’Artemide bella Crescente o l’Ecate


extracto entrópico bella Calante o la Perseide bella Nuova, comunque l’etrusca Tiur / Tiv / Tivr. E, con essa, non vediamo più neanche l’apostolo San Giovanni Evangelista, vecchio poeta, <<quel tanto al Redentor caro Giovanni>> a detta del Ludovico Ariosto...2 E del caro Giovanni neanche il suo carro, il carro d’Elia, e l’Astolfo e l’Ippogrifo e con essi il senno dell’Orlando... All’ora del crepuscolo, scannandoci a vicenda per un posto all’oblò... anzichè l’aperitivo cenato d’astronave, l’apericenastro, ci addoloriamo per fratello Sole, la cui luminosità ben sappiamo che aumenterà progressivamente del 10% in 1,1 miliardi d’anni e continuerà a brillare per soli circa 5 miliardi d’anni. I più ottimisti stimano 5,4, i pessimisti 4,6, i più pessimisti l’isoliamo e li torturiamo con cristiana santa inquisizione e, per non parlarci, non l’interroghiamo nemmeno... Poi sì che fratello Sole diventerà una Stella Gigante tutta bella e rossa... ma con micidiale diametro pari a 200 volte l’attuale, inglobando assassina anche ciò che sarà rimasto della nostra non più vicina, inabitabile, perduta, ex, Madre Terra... Allor ci abbracciamo e piangiamo... e ricorrendo all’alfabeto muto parliamo alla Totò con le particelle di materia e antimateria al di là dell’oblò... A turno ognun di NOI si cala nei panni di Totò, Frate Ciccillo, e di Ninetto, Frate Ninetto, Ninetto Davoli; e, tutt’insieme, ricordando il Pasolini di “Uccellacci e uccellini” (1966) sì prodotto dall’Alfredo Bini, omaggiamo in ginocchio a San Francesco d’Assisi. È in Sala Mensa la riproduzione della chiesa di S. Pietro a Toscanella, così la chiamava l’Argan... sostenendo critico d’arte che suddetta celebre chiesa di Tuscania, presso Viterbo, fu tra le novelle manifestazioni di Romanico stile: con la navata dalle <<dimensioni ampie che danno alle pareti carattere di masse, più che di superfici...>>3 e <<le colonne sormontate da rozzi capitelli, perdono così ogni valore di ritmica scansione spaziale per accostarsi alla più possente funzione di pilastri...>>.4 Laddove, in Sala Mensa, giù accanto alla stiva, NOI ci rivediamo ancora e sempre “Uccellacci e uccellini” con alle spalle di Frate Ciccillo e di Frate Ninetto la bellilla chiesa di S. Pietro a Toscanella... nel mentre che Frate Ciccillo parla agli uccellini e Frate Ninetto cazzeggia bucolico per il verde e collinar quant’etrusco pendio... Mogi-mogi, sdraiati s’un fianco con etrusco stile, da Sarcofago degli Sposi, scolpito o dipinto, omaggiamo a Fufluns detto anche Pacha, il Dio del Vino e dell’Ebbrezza, il Dioniso greco, poi il Bacco romano. L’omaggiamo coi buccheri in mano e belle “pallette” d’acini d’uva di resina commestibile sintetizzata in laboratorio, ma non pranziamo e non ceniamo... Dall’“Orlando Furioso” (1516) di Ludovico Ariosto. Vedasi: CALVINO, Italo, Orlando Furioso di Ludovico Ariosto raccontato da Italo Calvino, Mondadori, Milano 2014 (1ª ed. Einaudi 1970). 2

ARGAN, Giulio Carlo, L’architettura protocristiana, preromanica e romanica, Dedalo, Bari 1993, p.19 (1ª ed. 1978). 3

Ibidem, p.20.

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transdisciplinas no-no... non più... Al fine di ridurre al minimo il consumo delle risorse a bordo... Ed il caffè lo prendiamo amaro... per scelta, eh! No pe’ pazzia! Non perché la Vita... anche per NOI... un giorno... potrebbe finalmente essere così dolce che almeno il caffè ci alleniamo a prenderlo amaro, no! Ma per NON accelerare anche la fine dell’Universo, in cui volando sì che viaggiam-viaggiamo... Eh sì! Non accelerarla questa fine dell’Universo conosciuto col movimento del cucchiaino nella tazzina girando lo zucchero... Movimento che sì ch’implementa l’Entropia. Ah, l’Entropia! L’Entropia che non può far altro che aumentare... L’Entropia che ha nome di Donna... e la curiosità è Donna... L’Entropia che cresce al crescere dell’informazione che s’alimenta della curiosità e la curiosità è Donna e l’Entropia è Donna... no?! “Te”?!5 Sei tu... Te?... Sì?!... oh mia Cara Entropia! E cresci che ti cresci in un sistema chiuso come l’Universo conosciuto con Te si raggiunge la “morte termica” dell’Universo stesso: il WÄRMETODE! Mah... veramente vogliamo considerare l’Universo un sistema chiuso?! Roba da pazzi... Questo significherebbe che l’energia si degraderebbe innanzi ai nostri occhi e, poco a poco, <<de mica en mica... >> canta Serrat,6 avremmo a disposizione una quantità sempre minore d’energia utile. Ah, l’Entropia! Sicché, ricorrendo all’Enciclopedia Einaudi penetrando amorevolmente nei segreti anfratti della Biblioteca in Lucido Metallo, incastonata tra la Sala Mensa e Ciao! Io sono l’Axel. Il redivivo assistente del celebre prof. Lidenbrock, mio zio. Hai letto di lui? <<...il professor Lidenbrock, mio zio, rientrò di tutta fretta nella sua casetta...>>. Entrambi uscimmo eruttando dal vulcano dell’Isola di Stromboli per poter tornare a casa dal nostro allucinante “Voyage au centre de la Terre” (Viaggio al centro della Terra, 1864) di cui scrisse il caro Jules Verne nella seconda metà dell’Ottocento del II millennio d.C. Per poi, io, l’Axel, poter arrivare nel III millennio d.C. a collaborare col DOCTOR TROIANO... Sì... sono la prova vivente dell’esistenza dell’elisir di lunga Vita! Un merito del DOCTOR TROIANO... Sono io che mi occupo delle note di quest’estratto di PILL del bel Dottore... Beh!... “anem per feina!”, come si dice in català. Andiamo a lavorare! Sappi che nelle TROIANO’s PILL BOOKS ‘A&S 16-17’: Ancora & Ssempre 2016-2017, by DOCTOR TROIANO, da cui il presente estratto di PILL, così come nelle precedenti ‘VVOE 16-17’ ed altre troiane “pallette”, l’uso sgrammaticato del “Te” e delle sue forme Te, Te e Te ha valenza poetica... tra l’altro sempre con l’iniziale maiuscola. “Te” è per il DOCTOR TROIANO la sua Musa... Come lui stesso afferma: <<L’Entropia in quest’ESTRATTO di PILL... l’‘EXTRACTO ENTRÓPICO’. La mia Musa che Viaggia In Vespa Con Me... VIVCM... una Stella... “la” Stella: STELLA! Ossia Tath!, letteralmente: “la mia dea mia che non c’è e c’è” nelle ‘VVOE 16-17’... e via dicendo... di PILL... in PILL...>>. Eh certo che sì! Al contempo personificazione di colei che ciò che lui scrive lei sì che Paziente(mente) legge: la sua Cara Lettrice!... qui fattasi la sua Cara Entropia! Ciò legittima gli errori grammaticali ben presenti nell’uso del Te (esempio: il Te quando è soggetto, <<io scrivo e Te leggi>>). Errori legittimati e reiterati qual’indecenze poetiche nell’indecenza non poetica di quest’occidentale Società in Decadenza... 5

Dalla canzone “De mica en mica“ (1968) di Joan Manuel Serrat, dall’album Com ho fa el vent.

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extracto entrópico la stiva nel ventre dell’astronave – avendo perso da tempo immemore il segnale wifi della Madre Terra e così non potendo più navigare nell’Internet dell’Informazione con la spada-iPhone –, ecco che leggiamo che la <<entropia massima...>> o meglio: <<Lo stato finale di entropia massima provocherebbe quello che Clausius definì Wärmetode, la “morte termica” dell’Universo. L’unica forma di energia esistente in quello stato sarà energia termica a temperatura costante, inutile quanto una completa assenza di energia. In queste condizioni la Vita [la Vita come NOI la conosciamo!] sarebbe assolutamente impossibile...>>. 7 Porco Plutone! E tutto questo immergendo con l’innocenza delle gote nostre il bianco zucchero nel nero caffè, e girandolo quello zucchero... e gira e gira e gira in quella bella e bianca <<tazzulella ‘e cafè>> che cantò quel meraviglioso EU, Essere Umano, brillante di luminose note-musiche-emozioni a ritmo di blues napoletano: Pino Daniele. Dandosi del pazzo alla Masaniello: <<Je so’ pazzo... Je so’ pazzo, je so’ pazzo / e vogli’essere chi vogli’io / ascite fora d’a casa mia / Je so’ pazzo, je so’ pazzo / ho il popolo che mi aspetta / e scusate vado di fretta / Non mi date sempre ragione / io lo so che sono un errore / nella Vita voglio VIVERE almeno un giorno da Leone... >>. 8 RRROOOOAAAAARRRRRR!!! Ruggisce la Costellazione del Leone... coi sensori di bordo che registrano il vibrare dei resti della Sfinge lungo il Nilo. O l’è il Leone capodimontano, il Leone Casimiro giù nella stiva?! O la memoria del Leone scolpito nel tufo alla sommità di quel faraglione dell’Isola Bisentina... l’isola del Drago... sì... Del Drago... Nel mentre che navigando nello Spazio viaggiamo anche indietro nel Tempo ed ecco che nell’etrusche acque un tempo sacre Marco... Marco D’Anniballe, e non Marco Scataglini: fotografa! E Paolo... Paolo Bellocchio, e non Roberto Meatta: altrettanto fotografa! E, così impegnati, nessun dei 2, 2 dico, 2... più naviga, naufraga, affoga e muore. Chi sono?...9 E Bashir qui, adesso, ora, prontamente guarda e parla a Stellacce e Stelline e sì che di tutti NOI... 4 gatti o poco più che siam rimasti... traccia

Dalla voce “Entropia” del quinto volume dell’Enciclopedia diretta da Ruggiero Romano, Einaudi, Torino 1978, pp.491-492. Nota bene: le maiuscole per Universo e Vita, così come l’incursione troiana tra parentesi quadre, sono di chi scrive. 7

Dalla canzone “Na tazzulella ‘e cafè” (1977) di Pino Daniele, dall’album Terra mia. Nota bene: le maiuscole per Vita, VIVERE e Leone sono di chi scrive. 8

Marco Scataglini e Roberto Meatta sono dei bravissimi fotografi operanti nella Tuscia viterbese, meritevoli d’attenzione... se vuoi li trovi in Facebook. ... di Marco Scataglini non ti perdere le riprese e il montaggio del documentario di Giovanni Feo (www.tages.eu) “I quattro incantesimi del Lago di Bolsena” (2017; in Vimeo: https://vimeo.com/295377234, settembre 2019). 9

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transdisciplinas saggi e seri oroscopi...10 ... Ah!, l’amara <<tazzulella ‘e cafè>> (sospiro!). Laddove il problema non è ‘o zùccaro, ma il movimento del cucchiaino... Rinunciando così allo zucchero e... e con così poco all’aumento dell’Entropia e così ritardare la fine... la FINE DI TUTTO! Ma rinunciare per risparmiarla, l’Entropia... e poi sì riversarla tutta... tutta quanta... con inaudito aumento d’essa stessa nella gialla manovra d’attacco della nostra astronave lanciata chi dice “a palla” chi dice “a manetta” alla conquista d’una sempre Nuova Frontiera: l’agognato MONDO NUOVO, cazzo! Ma si può “risparmiare” l’Entropia?! L’Amore mio! Ah! NUJIE... simme pazzi! / NOI... NOSOTROS ¡estamos locos! L’Entropia si ama alimentandola innocentemente e si teme e si rispetta... E con essa – l’amara <<tazzulella ‘e cafè>> – santifichiamo pure lo Spazio Pubblico ch’abbiamo perso insieme allaTerra e che potremmo tornare ad avere... e poi di nuovo trascurare... banalizzare... tematizzare e consumare... e consumare e consumare e... e inquinare... TUTTO... sì, TUTTO, TUTTO-TUTTO: fino alla fine! Tornando a quel giallo crogiuolo dell’unità primordiale... Eh sì! Sì che Ancora & Sempre... ‘A&S’... che / que <<valgui la pena despertar-se al matí per sortir a prendre un café al bar...>> (prof. Enric Miralles dixit). 11 Al bar... Al Bar dell’Astronave... <<aquell petit cafè on no volen entrar / ni la llum de...>> dels LED, però sí de les Estrelles... de las Estrellas... delle Stelle, <<ni la gent assenyada... >> canta Serrat...12 e poter ri-tornare a immaginare... e un’immagine ri-tira uno scritto e uno scritto ri-dà l’immagine d’un progetto e un progetto ri-tira l’altro con fare interdisciplinare e ri-nasce un’idea... Un’IDEA nella costruzione sociale d’una fantastica avventura... e chissà se questa volta veramente bella e SOSTENIBILE, stellare... sì! Come un tempo, sulla Madre Terra, le... les Tres Xemeneies de Sant Adrià de Besòs fattesi Colós Adrianenc de la Mediterrània: 13 Vuitena Meravella del Món! / ¡Octava Maravilla del Mundo! Sì Vedasi: ANSALONI, Paolo Bashir, Astrologia siderale, Venexia, Roma 2011. Libro da chi scrive, il Dottore... il DOCTOR TROIANO, ricevuto con dedica autografa dell’autore: “A Pierpaolo / Onorando l’incontro con uno spirito libero / 10·9·17 / Bashir”. 10

Prof. Enric Miralles, architetto; cit. in: BAÑOS, Jordi Joan, “Miralles reposa ya en su cementerio”, in La Vanguardia, Barcelona 05/07/2000. Il <<mi querido ‘Profe’ ERASMUS”>> per il DOCTOR TROIANO. 11

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Dalla canzone “De mica en mica“ (1968) di Joan Manuel Serrat, op. cit.

Vedasi: TROIANO, Pierpaolo, “Recycling Urban Industrial Landscape: ‘Tres Xemeneies de Sant Adrià de Besòs’ – Workshop internazionale, Barcellona”, in AA.VV., ECO-LOGICS: Progetto ed Ecologia / Design and Ecology, numero monografico a cura di Rosario Pavia e Massimo Angrilli, List Lab, Trento-Barcelona-Rotterdam n.25-26/2012, pp.237-249.

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extracto entrópico da poter esclamare, ammaliati: “È nata una Stella!”. E con l’amara <<tazzulella ‘e cafè>> leggiamo pure il giornale... frammenti, giornali d’archivio... 14 e viaggiamviaggiamo... voliam-voliamo... spaziamo... stelliamo... cabrando cosmici da Stella in Stella per Pianeta in Pianeta carburando forte, “troppo forte”, alla ricerca (dentro di NOI... io&Te!) d’un MONDO NUOVO: un ¡MUNDO NUEVO! Sorrido, :-) E sorridendo mi scaldo, ed ecco il mio calore prontamente fluire verso di Te, oh mia Cara Entropia!, fredda-fredda... Bella lettrice che mi guardi tra le righe del testo come a uno scienziato... un emigrante d’uno scienziato Astronauta! Ma vedi che, qui a bordo, a colazione, ben ci nutriamo d’alghe coltivate nelle vasche da bagno di millanta cessi in cui ogni volta che pisciamo: ricicliamo e beviamo; e ogni volta che cachiamo: compostiamo; e ogni volta... ogni volta che... 15 Qui ci si riferisce a quanto visto e ascoltato nella videonotizia di Europa Press sulla Madre Terra nella lontana Estate della fine della seconda decade del III millennio d.C. (in: https://youtu. be/vmY8xshjbF0 del 18/06/2019); altrettanto per La Vanguardia (in: https://www.lavanguardia. com/local/barcelones-nord/20190618/462950410529/propuesta-tres-chimeneas-sant-adriauniversidad-faro-alejandria.html?facet=amp#referrer=https://www.google.com anch’esso del 18/06/2019); e poi per l’Ara (https://m.ara.cat/internacional/Mohamed-Ali-catala-enderrocarAl-Sisi_0_2312168812.html del 21/09/2019). 14

Dài!, “clicka” https://youtu.be/prJfgimvgA4 e cantiamo insieme “Ogni volta” (1982, dal singolo Vado al massimo / Ogni volta e dall’album Vado al massimo, etichetta Carosello) di quel Blasco d’un Vasco Rossi, laureato honoris causa l’11 Maggio 2005 in Scienze della Comunicazione presso la IULM (Libera Università di Lingue e Comunicazione). Dààii!!, “clicka” https://youtu. be/prJfgimvgA4 e cantiamo insieme... io&Te... io non più l’Axel ma Ancora & Sempre... ‘A&S’... il tuo bel Dottore... sì... qui, adesso, ora, tra le Stelle nel Cielo Stellato di questo nostro Universo teoricamente condannato a morte dall’Entropia... “Te”?!?! (Non ci credo! Sei troppo bella!:-) Un Universo a Stelle e Strisce d’Asteroidi e fuggevoli quanto preziose rughe nello Spazio-Tempo che predisse Einstein: “onde gravitatorie” delle quali la stella dell’astronomia, Marica Branchesi, ne localizzò l’origine nella lontana seconda metà della seconda decade del III millennio d.C. (negli Annali di Bordo: 2015-2020). Dàààiii!!! io&Te... ogni volta... ogni volta che... <<ogni volta che viene giorno... >> e Te ti agiti... <<ogni volta che ritorno...>> in Sala Mensa dall’oblò qui nella stiva e Te mi vedi e ti agiti... <<ogni volta che cammino... >> su e giù per l’astronave penetrando nella Biblioteca in Lucido Metallo e Te ti agiti immergendoti tra l’immensità della Conoscenza celata nei volumi... ed io ti guardo e ti stimo, ti guardo e ti ammiro, ti guardo e ti rispetto, ti guardo e ti temo, ti guardo e ti amo e Te non ci sei a bordo ma io ti guardo, Ancora & Sempre... ‘A&S’... e... <<e mi sembra di averti vicino... >> e a Te ti sento agitarti come un cucchiaino... <<ogni volta che mi guardo intorno... >> e Te dolce-dolce, uno zuccherino... <<ogni volta che non me ne accorgo... >> e prendo un caffè, un’innocente tazzulella ‘e cafè, e se non sto attento a prenderlo amaro non me ne accorgo mai... Mai... MAi... MAI... [MAI] che Te agitandoti come un cucchiaino fai un vero casino! Accelerando la fine dell’Universo tutto nostro in cui volando sì che tutti NOI viaggiam-viaggiamo alla ricerca d’un MONDO NUEVO... da conquistare con la guerra un NUOVO MUNDO... da sfruttare con logica razionalità e inquinare in nome del Progresso e dello Sviluppo e del Benessere del “ben-avere” in luogo del “ben-essere” fino alla fine un MONDO NUOVO... sì... un MUNDO NUEVO... sì-sì... tutti... todo el mundo... meno io&Te... ogni volta... ogni volta che... https://youtu.be/prJfgimvgA4 (settembre 2019). 15

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DAU, the film project

¿y si la Unión Soviética no estuviera siempre condenada al fracaso?

catarina soveral

I

maginemos una recreación de la Unión Soviética en pleno siglo XXI. Un sistema encerrado en sí mismo, con una frontera y ex guardas de la KGB protegiendo un instituto secreto en donde se ejecutan, de forma no ortodoxa, experimentos obscuros que van desde el bucle de la gravedad cuántica, a lo más recóndito de la psique humana. Este desvarío quimérico que se entrelaza entre el absurdo y la genialidad, es el proyecto cinematográfico de Ilya Khrzhanovsky, un oligarca ruso que creó en las afueras de Ucrania una mini ciudad soviética con más de 400 ciudadanos - dispuestos a entregar al director 3 años de sus anónimas vidas a cambio de valiosos rublos y un personaje- de todos los origines y clases sociales, a los que tendrían que seguir escrupulosamente. Un auténtico Truman show soviético lo llamó un periodista de The Guardian, uno de los pocos privilegiados en entrar al set. En los estudios de Londres 700 horas en 35mm de video se editan paulatinamente, al ritmo minucioso de los vagones soviéticos que otrora encadenaban una civilización. Durante 3 años se filmaron ininterrumpidamente las labores cotidianas de esas 400 personas que, en un despliegue orwelliano, vivían, comían y se metamorfoseaban en el tiempo y espacio, escamoteando la frontera entre un papel asignado y la absurda nueva realidad en que se encontraban. Más que el portento, quizás genial, de la propuesta artística -tendremos que esperar la megalómana conclusión de 7 largometrajes, una serie y 4 documentales-, me quedo con la narrativa inagotable que este experimento, más antropológico que cinemático, conlleva. A pesar de la innegable presunción que supone recrear un escenario de 400 figurantes y ponerlos a trabajar para ti durante 3 años, interpretando un rol en una sociedad cuyo régimen es considerado uno de los más sanguinarios de

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transdisciplinas

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la historia, la idea de gastarse trillones de dólares para reproducir una copia entrópica y ficcionada de la unión soviética no deja de abrumarme. La reproducción minuciosa de un régimen, que a pesar de déspota se afirmó cómo un arquetipo ideal para la humanidad, aspirando al perfeccionamiento de una orden económica social y estética; funciona casi como un meta lenguaje en el que recreamos la sublimación de un sistema a partir del fracaso o extinción del mismo. Pese a la frivolidad fetichista, o de un intento satírico desbocado que solo la oligarquía rusa está dispuesta a embarcar al modo ruleta rusa, me pregunto si parte de esa perversidad no surgió en busca, precisamente, de una posible redención o de otro lugar en la historia, que le permita ser reversionado o repensado. Hagamos un experimento especulativo como si de un video juego se tratara: ¿En cien intentos estará la Unión Soviética, en todo su esplendor ideológico, cien veces condenada al fracaso? Confieso que la pregunta me resulta atrayente. Sobre todo si lo pensamos dentro del punto de vista entrópico: Pues al final ¿qué busca Khrzhanovsky? Emularla, idealizarla, dejarla transcurrir 1092 días al ocaso y someterse a la contingencia inevitable de los eventos? Eso lo pensé hasta leer que al final, sí, había un guion. Lo que inevitablemente torna todo aún más divertido. Al final DAU, the Film Project es un biopic del físico soviético Lev Lendau, ganador de un nobel en 1962 por sus contribuciones en los campos de la física teórica y que inspiró la creación del Institute, un laboratorio secreto de experimentos obscuros, donde se centra gran parte de la trama. Lendau, un genio con unas convicciones morales atípicas para la época, como la obsesión de la idea del free love y sus múltiples experimentaciones; ofrecen un preámbulo inquietante sobre el posible desarrollo de la trama. Escrita por el guionista posmoderno Vladimir Sorokin, la narrativa se auto proponía discernir sobre la intrincada paradoja que es la condición humana, explorando temas como el deseo, la traición o el poder, sin nunca dejar de lado su afán profundamente académico y experimental. Con participaciones de preeminentes físicos, matemáticos e importantes figuras de las artes plásticas como Marina Abromovic, la confluencia de aportaciones sugería ya un happening continuo y una recreación inquebrantable entre realidad y ficción. No obstante, la coexistencia de diversos universos narrativos, característicos del aprisionamiento a que estaban sujetos los 400 actores,


dau, the film project transformó el mismo transcurrir del guion y ocasionó la pérdida de control por parte d Khrzhanovsky hacia sus marionetas. Hartos del personaje que estaban obligados a desempeñar por contrato, los actores salían constantemente de guion, reivindicándose a través de la metamorfosis de sus alter-egos, encabezados en nuevos personajes, y disimulando quién es quién en este juego de alteridades con deseos y voluntades propias. El set se volvió una distopía de enredos paralelos, un poco como Synecdoche New York, pero en este caso el constante delirio no es la proyección de Kaufmann maravillosamente interpretada por Philipp Seymour Hoffman, sino escabrosamente real, y con múltiples interlocutores. El dato quizás más acojonante, es que 16 niños fueran inadvertidamente concebidos y nacieran sin pedir permiso en el set. Nos podemos preguntar si, al igual que bajo la dirección de Stalin, su tiranía fue trasplantada por sus súbditos o si al final todo hacia parte de un plan intencional, en el que se demuestre la irreversibilidad de un sistema totalitario cuyo desenlace, invariablemente, culmina en su destrucción. Sabemos que tal como fue edificado, el set fue también mandado destruir por neo nazis contratados para que exterminaran (ficticiamente) toda la población, en una especie de alegoría catártica y sin dejar rastro de lo que ocurrió ahí. En postprodución durante 10 años y sin una fecha prevista de estreno, (hizo un plantón a Cannes en 2018) Dau, The Film Project, es un proyecto que sigue sin ver la luz del día. Sin embargo, tuvo su lugar de honor en una mega exposición inmersiva en Paris en el teatro del Chalet y el centro Pompidou este año. Las controversias fueron, sin sorpresa, brutales. De momento, sabemos que volverán a presentarla en Londres, donde podemos inscribirnos a través de su extraña web, solicitando un visado (el permiso de entrada es riguroso e imperativo) para una fecha y lugar, simbólicamente, aún en definición. www.dau.com

Catarina Soveral (Portugal) Portuguesa, aunque radicada en Barcelona desde hace una década. Su alma mater procede de la filosofía con no inusitadas incursiones en la antropología y sociologia política. Otrora poeta y contadora de historias. Hoy, lectora ávida del mundo, a pesar el oscurantismo con que lo mira.

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La vida existe gracias a la entropĂ­a.



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