CAPÍTULO 1. ECONOMÍA CON CONCIENCIA Cada vez escuchamos más el término “empresas con conciencia”, aunque continua produciéndonos sospecha e incompatibilidad entre ambos términos. La idea general que hay sobre el concepto de empresa, es que actúan bajo unos parámetros que les permitan obtener beneficios. Sin embargo la realidad es otra, el siglo XXI nos ha demostrado que en el terreno empresarial todo vale: explotación infantil, fraudes, exclusiones…. Y todo esto por ganar dinero. La sociedad tiene tanta culpa como el mundo empresarial, puesto que nos da igual lo que haya detrás, mientras el precio sea bajo. Debemos darnos cuenta que estamos en una sociedad basada en la riqueza o en la pobreza. En la cual tenemos que actuar buscando soluciones para conseguir un buen futuro. Debemos encontrar ese modelo económico que conviva con el modelo tradicional y que nos permita reducir los efectos colaterales que el capitalismo genera, porque es posible ser empresario y tener conciencia social, sin dejar de obtener beneficios. La realidad económica es que la mano de obra se ha desplazado a países con menores costes salariales, que ha producido todo el paro que hay hoy en día, lo que ha provocado pobreza entre los ciudadanos. La economía del siglo XX está basada únicamente en la intención de ganar dinero, lo cual daña gravemente a la sociedad. Deberíamos transformar estos objetivos y empezar a dar más importancia al capital humano que al capital económico. A lo largo del siglo XX surgieron tres modelos económicos para hacer cara a la creación de empresas con conciencia. Estos 3 modelos han sido tratados de manera unitaria, sin tener en cuenta la función social para la que nacieron. Estos sectores de actividad son: •
Economía social: Es el sector económico formado por las organizaciones que no son parte ni de la economía pública, ni de la economía privada. Siendo la economía pública un conjunto de organizaciones microeconómicas en las que prima el valor humano ante el valor económico, es decir, la obtención de beneficios. La economía social crea estructuras que, a través del trabajo den salida al mundo laboral a los trabajadores que han dejado a las empresas capitalistas. Para ello crean centros de trabajo basados en el servicio a sus socios (cooperativas, mutuas y Sociedades Laborales) y que producen sin especular y se autoabastecen. En pocas palabras, la economía social condensa los valores de democracia, interés social y justicia distributiva de sus organizaciones.
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Tercer sector: Conjunto de organizaciones que persiguen fines de interés social sin ánimo de lucro. La finalidad de estas entidades es mejorar el entorno social y se dedican principalmente a la infancia y juventud, discapacitados, mujeres, ancianos, inmigrantes, lucha contra la pobreza e inserción socio laboral. Se diferencia de la economía social porque no tiene una finalidad productiva. Instituciones como Cáritas, la ONCE o Cruz Roja forman parte de este sector.
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Economía solidaria: Comparte con la economía social el sector productivo, y beneficiarios con el tercer sector, ya que sus trabajadores provienen de la exclusión social entre otros. El término economía solidaria designa a un sector empresarial concebido para servir a los colectivos más desfavorecidos. Su rentabilidad contribuye a la mejora de la calidad de vida y de bienestar de la población. Dentro de este sector incluimos los Centros Sociales de Empleo (CEE), para la inserción de personas discapacitadas; Empresas de Inserción (EI), cuyo fin es la integración y formación de personas con riesgo de exclusión.
Para que estas tres actividades puedan dar una respuesta solidaria y tú puedas convertirte en un empresario solidario se necesitan tres factores: -
Conciencia social: Esto implica que con tu empresa des un servicio a la comunidad para mejorar la calidad de vida de tu entorno, así como conseguir un desarrollo sostenible.
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Proximidad: Estamos contribuyendo a la decadencia de nuestra economía, al comprar productos fabricados al otro lado del mundo, con esto quiero decir que hay que consumir productos locales, hay que apoyarlos puesto que contribuyen a una buena economía.
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Instrumentos financieros éticos: Son fondos de inversión, cuentas corrientes y productos de ahorro, conocidos por la naturaleza social de los proyectos que financian.
CAPÍTULO 2. ECONOMÍA SOLIDARIA En la década de 1990 se propuso un documento más tarde conocido como “Libro Blanco de Delors” para entrar en el s. XXI en el que se pusieron de relieve los cambios económicos y sociales que se estaban dando en Europa, e intentaba poner alguna solución al desempleo del momento. - Una de las partes importantes era la parte de la sociedad que tenía problemas para trabajar. - Por otro lado estaba el envejecimiento de la población, la inserción de la mujer en el mundo laboral, el avance tecnológico y el aumento en los niveles de educación y ocio que daba lugar a un nuevo planteamiento social. Por esto nacieron nuevas necesidades y servicios que cubrir. El libro blanco cumple una doble misión: -
Incorpora colectivos marginales que formaban parte de los servicios laborales
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Cubre servicios necesarios para el bienestar de la comunidad
En este marco de actuación económica se encuentran las empresas de economía solidaria representadas por los Centros Especiales de Empleo (CEE) y por las Empresas de Inserción (EI) Centros Especiales de Empleo Su objetivo principal es realizar un trabajo productivo y su finalidad es asegurar un empleo remunerado, así como cualquier prestación que requieran los trabajadores con discapacidad. Puede ser titular de un centro de este tipo cualquier persona física o jurídica. Para ello la plantilla debe estar formada en un 70% por minusválidos con, al menos, 33% de discapacidad. Estos centros se conciben como un medio de integración laboral de las personas con discapacidad en las empresas ordinarias. Si alguno de vosotros piensa en crear una CEE, os animo a hacerlo, recibiréis todo tipo de ayudas para que vuestra empresa salga adelante, pero estas ayudas deben ser utilizadas para colocar a la empresa en una situación igual a la de una empresa ordinaria. No todo el mundo está preparado para crear un centro así, por lo que aún no contamos con mucho, pero por lo menos tenemos la LEY DE INTEGRACIÓN SOCIAL que obliga a las empresas con más de 50 trabajadores a incluir un 2% de empleados minusválidos. En el caso de no poder cumplir con la ley hay 3 maneras de solucionarlo: -
Compra de bienes y/o servicios a un CEE
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Contratación de un trabajador autónomo discapacitado
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Donación o acción de patrocinio a favor de una entidad que ayuda a las personas discapacitadas
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Creación de un enclave laboral. Son contratos para la realización de un servicio de un colectivo de trabajadores minusválidos de la CEE.
Otro modo de acceso es el llamado “Empleo normalizado u ordinario”, que presenta tres modalidades: -
Ampararse bajo alguna subvención o programa de integración
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Incorporación a empresa según el proceso habitual
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Cumplir con la reserva de puestos para personas discapacitadas
Empresas de Inserción Son estructuras de aprendizaje dirigidas a la producción de bienes y servicios, que tienen como fin la incorporación al mercado laboral colectivos en situación de desventaja o de exclusión social. Estas empresas, por un lado deben producir bienes o servicios en cualquier sector del mercado; y por otro lado, los sujetos que pueden beneficiarse de esta solución son: gente sin hogar, drogodependientes, reclusos, mujeres con cargas familiares, desempleados, etc. que buscan reinsertarse en la sociedad por medio del trabajo. En 2007, se propuso transformar las EIS para que tuvieran forma jurídica y participaran de igual forma que las demás empresas en el proceso económico como unidades productivas. ¿¿Esto es Justo?? No, porque una empresa solidaria no puede obtener los mismo beneficios que las demás, no tiene una plantilla que trabaja igual que los demás, su proceso productivo no es igual, etc. etc. etc. Para ponerlas al mismo nivel deberían de contar con incentivos del tercer sector para cubrir estas carencias, además de equiparla con todo lo relativo a profesionalidad y convergencia en el mercado. ¿Es viable montar una empresa de Inserción? Nos lleva al debate de si contamos con la ayuda del sector público para: -
Conseguir reducciones fiscales
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Conseguir bonificaciones en la SS
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Inclusión en cláusulas sociales en la contratación pública.
Si contamos con la ayuda del sector privado como mecanismo de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) para incentivar a las empresas tradicionales a comprar nuestros productos o contratar nuestros servicios.
CAPITULO 3: COMO CONVERTIR TU EMPRESA EN UNA EMPRESA SOLIDARIA El ámbito de la solidaridad es un sector que levanta desconfianza en otros empresarios ya que lo ven como un competidor y no como un colaborador, además de que faltan todavía instrumentos normativos que ayuden a su implantación en el ámbito laboral. Puedes contribuir a esta labor solidaria, no solo creando una empresa solidaria, o convirtiendo la tuya en una de ellas, sino también podemos contribuir comprando productos, o contratando servicios procedentes de estas empresas. Por la satisfacción moral de contribuir a una sociedad y a una economía más justas, además de percibir los beneficios sociales que poco a poco se van a instaurar como fruto de una realidad En la mayoría de los Estados Miembros de la Unión Europea existen experiencias muy avanzadas en las que muchos trabajadores en desventaja se han podido incorporar al mercado laboral a través de pequeñas organizaciones que combinan la inserción social con la inserción laboral. Lo que se pretende con estas políticas socio laborales es corregir los excesos que el mercado ha producido en los últimos años, permitiendo la incorporación de colectivos desfavorecidos al mercado laboral. Para poner en práctica estos mecanismos se ha necesitado, además de tiempo e imaginación, la creación de cláusulas sociales y las empresas de inserción. Y para su funcionamiento se han creado distintos modelos en la Unión Europea, en los que cada país ha establecido sus pautas para beneficiar a este sector de la población • Uno de los modelos es el que motiva y fomenta la contratación de personas en desventaja social, la empresa solidaria ofrece un apoyo integral durante el periodo de adaptación de los trabajadores. Este es el modelo aplicado en Finlandia, Holanda y Alemania. Mientras que en España es seguido por diferentes entidades sociales a través de las subvenciones que ofrece la Administración Pública a las fundaciones y asociaciones para formar a sus beneficiarios (discapacitados, ex toxicómanos, inmigrantes, etc.) y darles una serie de hábitos que faciliten su inserción socio laboral. El trabajador contratado bajo esta modalidad está un tiempo en fase de normalización (un periodo máximo de 3 años) para luego poder incorporarse a la empresa ordinaria. • Otro modelo es el que permite a la empresa privada introducirse en el campo de la inserción, ofreciendo un servicio social a través de la subcontratación de servicios a empresas que cuentan con personas en riesgo de exclusión social. • Otra opción es el modelo que permite crear nuevas estructuras empresariales pensadas para la exclusión social y la discapacidad. Son Francia, Alemania, Italia y Portugal los que siguen estas pautas. En España este modelo ha permitido crear las empresas de inserción como estructuras adaptadas a las necesidades de los colectivos desfavorecidos. • Otro modelo es el que amplía el espacio de acción de las instituciones sociales y formativas. Para realizar esta labor, las fundaciones y asociaciones reciben subvenciones de la Administración Pública con las que remuneran a los trabajadores. Es el caso de Austria,
Alemania y Dinamarca. En España ésta ha sido la fórmula tradicional utilizada para conseguir que las personas en riesgo de exclusión social puedan participar en los procesos productivos. • Y por último el modelo que amplía la presencia y la actuación de las corporaciones municipales, que ofrece empleo y mejora la calidad de vida local a través de actividades socialmente útiles.
Hoy en día la normativa en materia de exclusión social está en pleno desarrollo, pero existe un desarrollo desigual en las diferentes comunidades autónomas. Por ejemplo Cataluña, Navarra o el País Vasco son pioneras en el marco de la inserción, mientras que Extremadura, Andalucía o Castilla la Mancha aún no han creado los registros para la inscripción de estas empresas. A ello hay que añadir la falta de interés de las autoridades y los diferentes gobiernos por solucionar el problema. Así es difícil lograr un posicionamiento serio que permita el respeto de la empresa tradicional.
CAPITULO 4: La banca ética y los microcréditos La banca ética es la entidad financiera que, compuesta por los fondos de inversión éticos y los microcréditos, podrás utilizar para poner en marcha tus proyectos. También se la conoce como banca social, sostenible, alternativa o responsable. Este tipo de entidad concede préstamos o créditos a personas que tengan un proyecto empresarial viable y con contenido social, aunque no tengas garantías patrimoniales o avales. Se diferencia de la banca tradicional por ofrecer sólo instrumentos de financiación ética, por desarrollar proyectos de naturaleza social en las empresas en las que interviene y por la transparencia de sus acciones. La sociedad debe apostar por dar a sus ahorros una extensión ética, para poder abandonar la idea de enriquecimiento indiscriminado. Con nuestra colaboración tendremos una implicación directa en la lucha por la erradicación de la pobreza y la preservación del medio ambiente, participando activamente con entidades que invierten tus ahorros en una buena causa. Dentro de la banca ética hay dos grandes corrientes: el modelo de cooperativa y el modelo bancario. El modelo de cooperativa se caracteriza por seguir los principios cooperativos basados en la decisión democrática y en la supremacía de las personas sobre el capital y el reparto de beneficios. Estas entidades puedes conceder créditos a persona y empresas no socias siempre que las operaciones no superen el 50% de sus recursos totales. Cada socio tiene el mismo poder de decisión independientemente del dinero ingresado. El modelo bancario sigue los principios bancarios y se distingue del resto de los bancos por poner en práctica una política selectiva de inversiones y por ofrecer una gama de productos limitada a los ahorros a largo plazo que han demostrado un compromiso ético. A diferencia de las cooperativas de crédito, los intereses que ofrece este tipo de instituciones financieras son similares a los de la banca tradicional. La banca ética, al igual que la banca tradicional está controlada por el Banco de España, por lo que debe cumplir con los mismos requisitos de liquidez y rentabilidad que la banca tradicional. Es por ello por lo que debes desconfiar de los que quieran convencerte de que son instituciones sin control, en las que tu dinero no está seguro. Actualmente en España la banca ética esta poco desarrollada, son las obras sociales de las cajas de ahorro las que han desempeñado este papel, la finalidad de una y de otra es muy diferente, mientras que la banca ética tiene carácter financiero, las obras sociales de las cajas de ahorro tienen un carácter benéfico, conceden ayudas y subvenciones a colectivos desfavorecidos sin esperar nada a cambio. Otro de los instrumentos financieros con los que cuenta la economía solidaria es el microcrédito, que es el préstamo de una pequeña suma de dinero a personas que se encuentran en clara situación de pobreza y marginación para que puedan desarrollar proyectos de autoempleo que les permitan obtener una fuente regular de ingresos. Existen 3 tipos de beneficiarios: sociales, financieros y de consumo o familiares: Los microcréditos sociales son operaciones de préstamos personal que se utilizan para financiar proyectos de autoempleo promovidos por personas que padecen exclusión financiera
(que no tienen avales ni garantías de ningún tipo) y que precisan asesoramiento para concretar y desarrollar su idea de negocio. Se conceden bajo la tutela de entidades sociales. Los microcréditos financieros son operaciones de préstamo personal de cierta cantidad que se dirigen a financiar pequeños negocios promovidos por personas que tienen cierta dificultad para acceder al sistema de crédito tradicional (con avales pero sin garantías de ningún tipo) y se conceden a través de las oficinas de las entidades bancarias. Los microcréditos de consumo o familiares son operaciones de préstamo personal de cantidades generalmente pequeñas destinadas a gastos necesarios para el mantenimiento de la vivienda, para financiar la reagrupación familiar de los inmigrantes, para mantener situaciones de discapacidad o para financiar cualquier situación familiar necesaria por causas sobrevenidas. El microcrédito es un instrumento que nace con la finalidad de reducir la pobreza, por lo que debe estructurarse de tal modo que permita el acceso a toda persona que lo necesite. Y no podemos olvidar que, como método de financiación, es un préstamo que debe ser devuelto a la entidad bancaria junto con unos intereses.
CAPITULO 5: EMPRESARIOS CON CONCIENCIA. LA RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA. Evidentemente hay exclusión social, pero mediante nuestra empresa podemos ayudar a combatirla Para saber si cumples con los criterios de una empresa responsable, tenemos que analizar algo más allá de lo meramente productivo, debes analizar tu compromiso con la sociedad. Hoy en día prevalecen indicadores meramente económicos, los cuales no solucionan nada con respecto a los problemas de la sociedad actual, con respecto a inmigración, a la exclusión social, etc. Debemos buscar herramientas e instrumentos que valoren e implementen los nuevos valores acorde con la situación económica que vivimos. Pero desgraciadamente la implementación de estas iniciativas éticas y responsables se concretamente mediante actuaciones insuficientes para una verdadera empresa responsable. Para dar solución a este conflicto, se está desarrollando un concepto llamado Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o Responsabilidad Social de la empresa (RSE) con lo que se pretende que las empresas mejoren social, económico y ambientalmente. La diferencia entre las dos es que la RSC se usa cuando se habla de un conglomerado de empresas, mientras que el RSE hace referencia solo a una empresa aislada. Esta responsabilidad se expresa a través de tres áreas desarrolladas desde tres ámbitos diferentes: • Sector medioambiental: fomenta una producción limpia • Sector social: Rechaza los productos fruto del trabajo forzado o trabajo infantil • Se ocupa de la Gestión económica: apoya la promoción de las inversiones socialmente responsables (ISR), que es un método de inversión que tiene en cuenta los aspectos medioambientales y sociales. Para ayudar a las empresas en el desarrollo de esta política social, existen distintos instrumentos, entre los que destaca el Global Compact (Pacto Mundial) que pretende implantar los 10 principios de la RSC a través de una ley de mínimos que toda empresa responsable debería cumplir, estos principios se aplican en 4 áreas: Derechos humanos Principio 1. Las empresas deben apoyar y apoyar la protección de los derechos humanos fundamentales reconocidos universalmente, dentro de su ámbito de influencia. Principio 2. Las empresas deben asegurarse de que sus empresas no son cómplices de la vulneración de los derechos humanos Estándares laborales Principio 3. Las empresas deben apoyar la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva
Principio 4. Las empresas deben apoyar la eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción. Principio5. Las empresas deben apoyar la erradicación del trabajo infantil Principio 6. Las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y ocupación. Medio ambiente Principio 7. Las empresas deben mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente Principio 8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental. Principio 9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente. Anticorrupción Principio 10. Las empresas deben trabajar en contra de la corrupción en todas sus formas, incluida la extorsión y el soborno. También destaca la norma SGE21 que es gestionada en España, y en la actualidad es el estándar europeo más completo. Y en lo referido a España también nos encontramos con el llamado Libro Verde Europeo, además del Código de Gobierno de la empresa sostenible y la Fundación Entorno. Y como no, destacar la gran labor de la Asociación Española de Normalización (AENOR) por la creación de un comité que establezca los indicadores que ha de contener la auditoría social en España. ¿Cómo puede una empresa ser socialmente responsable? Para conseguirlo debe de unir a su organización económica unos parámetros que servirán para implementar su actividad de acuerdo con su compromiso social ¿Cuáles son las pautas que debe de considerar una empresa para seguir un comportamiento socialmente responsable? - Ha de ofertan bienes y servicios que necesiten los usuarios y que les haga sentirse bien. - Deberían desarrollar comportamientos más allá de los mínimos reglamentarios, para poder responder a todo lo que puedan exigir. - Deberían fomentar una cultura ética - Cuidar y respetar el medio ambiente - Integrar a la empresa en su comunidad - Saber mantener el equilibrio entre sus intereses y los de la sociedad.
Además de estas pautas para que la empresa pueda considerarse una empresa responsable, también es importante generar confianza hacia el exterior, no solo ante la empresa ajena a este ámbito, sino también ante la misma sociedad. Para conseguir esto contamos con varios elementos, uno de ellos es la auditoria, que nos va a permitir como empresa solidaria ser transparentes y producir confianza a las empresas que nos contraten. Y más específicamente, las llamadas auditorias sociales que es una estrategia que nos va a permitir evaluar, medir y controlar la gestión de lo social. Para implementar la auditoria social, contamos con el balance social que nos permite medir cuantitativa y cualitativamente la gestión social de cualquier organización. Y junto a estos conceptos hay que añadir el informe social con el cual vamos a describir las actividades que desarrolla una organización por el periodo de un año. Con todo esto ya tenemos los instrumentos para evaluar el impacto de una empresa responsable en la sociedad en la que actúa. ¿Cuáles son los valores que deben tenerse en cuenta en un balance social? Los factores a tener en cuenta, los más destacados son cuatro: - Recursos financieros, tenemos que hacer una previsión y cumplirla, puesto que si no obtenemos los recursos necesarios, nuestra empresa no podría seguir a delante. - Capital Humano, este punto sería de los más importantes, puesto que si no es tanto por el personal laboral contratado, como por el voluntariado, nuestra empresa no podría realizar su actividad, y no podría cumplir sus previsiones y no seguiría adelante. - Imagen, debe ser gestionada de manera eficiente, lo que significa sacar el máximo rendimiento de los recursos que la entidad invierta en ella. - Estructura organizativa, una buena estructura debe estar rodeada de buenos medios humanos, materiales y técnicos que permitan a las empresas cumplir su finalidad y lograr sus objetivos.
CONCLUSIÓN No encontramos ante un siglo que está marcando la diferencia, demasiada diferencia entre gente muy rica, y gente muy pobre, y ya no solo eso, también estamos marcando la diferencia por la exclusión social que se da hoy en día. Tenemos que empezar a valorar más el capital humano, y un poco menos el capital económico, y está solo en nuestras manos comenzar ese cambio. Y que mejor forma para hacerlo que desde las empresas, convirtiendo nuestra empresa en una empresa con conciencia con los simples actos de prestar servicios responsables, respetar el medio ambiente, contratar a personas con discapacidad o en riesgo de exclusión social o hacer inversiones socialmente responsables.