Lee+ 175 El club de los bibliómanos

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AÑO 14 • NÚMERO 175 • DICIEMBRE 2023

PRECIO AL PÚBLICO 25 PESOS

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Índice

Editorial El club de los bibliómanos Una de las mejores cosas que nos pueden ocurrir en la vida es encontrar nuestro lugar en el mundo. Quien ya conoce su pertenencia a uno o varios sitios, a una red de personas y a ciertos libros lo tiene todo. Aún más cuando esta pertenencia no nos limita, sino que se convierte en el espacio para ser nosotros mismos. Para cerrar el año con mucho amor a la literatura y agradecimiento por la posibilidad de compartir lecturas, preparamos este número: un club del cual todos los lectores empedernidos formamos parte. Somos las personas que creemos en un mundo más comprensivo, amplio y emocionante, porque la ficción nos reveló que esto existe. En esta edición especial de Lee+, aparecen cuatro adelantos exclusivos de obras que no podemos terminar el año sin leer: la emocionante novela histórica de Millie Bobby Brown; un manifiesto a resistir lleno de valentía, escrito por Bernardine Evaristo; el relato más reciente de Toño Malpica, y la alegría de habitar una librería, narrada por Satoshi Yagisawa. Para todos aquellos que se preguntan si sus lecturas de la infancia los deschavetaron y los hicieron parte de este club, la respuesta es sí. Para comprobarlo, charlamos con Sam Taplin y Alex Frith, quienes cumplieron su sueño de niños: escribir historias para la aclamada editorial Usborne, ¡que cumple cincuenta años! Y, hablando de sueños, Jorge F. Hernández escribió sobre el rescate de su amada librería Pérgamo. Se unen a este club las voces de escritores para todos los gustos: Guadalupe Loaeza, Patrick Morgan, Lola Horner, José Retik y Mónica Castellanos. Además, siete autores y amigos de la revista nos platican lo más extraño que les ha pasado en una librería. De regalo decembrino, incluimos un calendario de adviento con recomendaciones de libros sobre bibliotecas, librerías y lectores, que esperamos que les guste mucho. En este quijotesco camino, bordeado de librerías y poblado de amigos, queremos caminar durante muchos años más. ¡Bienvenidos al club de los bibliómanos! ¡Y que la ficción siempre viva en nuestros corazones!+ Yara Vidal Directora general Revista Lee+ de Librerías Gandhi

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6 Anuncios clasificados 7 [Tema del mes] Pérgamo Jorge F. Hernández 8 Usborne: cincuenta años de libros para niños curiosos Yara Vidal 12 Entrevista a Toño Malpica Yara Vidal 13 [Adelanto de libro] El libro más extraordinario Toño Malpica | Isidro R. Esquivel 14 [Adelanto de libro] Diecinueve escalones Millie Bobby Brown 16 [Póster] Calendario de adviento para bibliómanos 18 [Reseña] Sí dan ganas de vivir ahí: la librería Morisaki Mariana Aguilar Mejía 19 [Adelanto de libro] Una velada en la librería Morisaki Satoshi Yagisawa 20 [Perfil] Ali Hazelwood, La nueva estrella de la comedia romántica Brenda Ríos 22 [Tema del mes] Esto me pasó en una librería 24 Carbón rojo Entrevista a Mónica Castellanos José Luis Trueba Lara 26 La amante de Río Nilo Entrevista a Guadalupe Loaeza José Luis Trueba Lara 28 La humanidad llevada a sus límites: las novelas de Patrick Morgan Alejandra Andrade 30 Frida Kahlo. Los sabores de mi México Mara Romero Kahlo y Mara de Anda 32 Las mujeres y las hadas Lola Horner 33 [Adelanto de libro] Manifiesto: sobre cómo no rendirse Bernardine Evaristo 34 Literatura-locura-poder Entrevista a José Retik Karlos Díaz | Sebastián Pérez

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Yara Vidal yara@revistaleemas.mx Directora general y editora Edwin Reyes Maya edwin@revistaleemas.mx Director de arte y editor audiovisual Beatriz Vidal De Alba beatriz@revistaleemas.mx Difusión cultural Mariana Aguilar Mejía Coeditora Rodrigo Rojas Ilustrador Alberto Achar Alejandro Magallanes José Luis Trueba Lara Edgar Krauss Herles Velasco Consejo editorial

En portada: William Shakespeare Marguerite Yourcenar Jorge Luis Borges James Joyce Mary Shelley. Diseño: Juan José Güitrón

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Editor responsable: Yara Beatriz Sánchez De La Barquera Vidal, Distribución: Librerías Gandhi, S.A. de C.V., Dirección: Calle Comunal No.7, Col. Agricola Chimalistac, C.P. 01050, Alcaldía Álvaro Obregón CDMX. Número de Reserva al Título ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2009-051820092500-102. Certificado de Licitud de Título No. 14505 y Certificado de Licitud de Contenido No. 12078 expedidos en la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Registro Postal EN TRÁMITE. Preprensa e impresión: Fotolitográfica Argo, Bolivar 838, Col. Postal. Alcaldía Benito Juárez, C.P. 03410, CDMX. Título incorporado en el Padrón Nacional de Medios Impresos de la Secretaría de Gobernación. Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa e indirecta, por cualquier medio o procedimiento, del contenido de la presente obra, sin contar con la autorización previa, expresa y por escrito del editor, en términos de la legislación autoral y, en su caso, de los tratados internacionales aplicables, la persona que infrinja esta disposición se hará acreedora a las sanciones correspondientes. El contenido de los artículos es responsabilidad de los autores. Librerías Gandhi y la casa editorial se deslindan de los mensajes expresados en los espacios publicitarios cuya responsabilidad pertenece al anunciante. Hecho en México.

Esta revista utiliza tipografías Gandhi Sans y Gandhi Serif, diseñadas para una mejor lectura. Puedes descargar ambas fuentes en: www.tipografiagandhi.com


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Tema del mes

Anuncios clasificados

¿Estás cansado de ser un adulto promedio? ¿Cada vez te sientes menos entusiasmado? ¿Los chismes de la oficina ya no despiertan tu alegría como antes? ¿Tu pareja te contesta con monosílabos cuando le preguntas qué tal estuvo su día? ¿Empezaste a ir a pasear al supermercado? ¿Tu cotidianidad despide un olor a tristeza y a brócoli? Seguramente adoleces de un exceso de realidad. Pero, calma: tenemos la solución. Únete a

el club de los bibliómanos

¿Y qué si te desvelas leyendo novelas y poesía? El camino quijotesco siempre le ha agregado sabor a la vida más insípida. Madame Bovary nunca volvió a aburrirse y la pequeña Matilda descubrió que estaba en la familia equivocada. ¡Y todo gracias al poder revitalizador de la ficción! No dejes pasar más tiempo.

¡Llama ya! Hasta que leí Opus nigrum, de Marguerite Yourcenar, conocí la valentía de aventurarse en la incertidumbre. “¿Quién puede ser tan insensato como para morir sin haber dado, por lo menos, una vuelta a su cárcel?”.

Traiciones, tragedia, desesperación… desde que leo a Shakespeare las juntas del trabajo me parecen pequeñas obras dramáticas. “Te falta la sal de la vida, el sueño”.

Aún no puedo creer que Ulises, de James Joyce, estuvo a punto de no publicarse debido a la censura, acusado de “difundir obscenidades”. ¡A todos nos encantan las obsenidades!.

Nadie como Borges para cuestionar la linealidad del mundo; para saber que, en una posibilidad de lo real, estás viviendo algo completamente diferente. Hace que no nos tomemos todo tan en serio.

Creo que el libro que más me ha conmovido es Frankenstein, de Mary Shelley. Qué difícil es vivir cuando no encuentras simpatía ni en tu propio creador. Cuánta comprensión necesitamos.

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Tema del mes

Pérgamo Jorge F. Hernández

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a librería más antigua de Madrid cumple apenas un año. Me explico: Pérgamo es un milagro que se fundó como librería y papelería en 1946, en en el número 24 de la madrileñísima calle del general Oráa. Entre el confinamiento provocado por la pandemia o peste implacable, el asedio de los libros que llegan en paquetería instantánea desde la Amazonia o la desidia u olvido de no pocos lectores que han optado por no leer, o bien, sólo leer en pantallas y pantallitas, librería Pérgamo estuvo a punto de convertirse en pizzería, a pesar del heroico empeño de las hermanas Lourdes y Ana Serrano, hijas del fundador y ejemplar librero que estuvo incluso multado en tiempos grises por exhibir en el escaparate el Diccionario filosófico de Voltaire (censurado por el llamado Régimen) y quizá también por ser un pequeño oasis libertario para generaciones enteras de alumnos del tres veces H. Colegio “Ramiro de Maeztu” (una suerte de escuela del exilio interior… tantos niños y niñas que no salieron en barcos que salvaron vidas del polvo y la pólvora en la Guerra Incivil del siglo pasado). Hace poco más de un año, un mexicano mitad gallego alquiló Pérgamo con la promesa de que seguiría su vocación de librería, con la guinda de ser ahora la más antigua de la villa y corte, porque han lamentablemente cerrado las que eran más antiguas y, así, hoy Pérgamo es relicario de tertulia continua y vermú los sábados, en voz y vocación de una ensayista y lectora voraz que se llama María Treviño; las reseñas verbales y recomendaciones infalibles del también ensayista y además cuentista Pablo Cerezo, así como la música de pensamiento andante y alma de editante de Santiago Hernández, o la ancha sombra de un escritor que ha resucitado vendiendo libros precisamente por el placer de leer. La antigua fisonomía de Pérgamo mantiene intacto un hermoso bosque de madera añeja de cerezo y roble convertido en invaluable estantería, añadiendo una iluminación que volvió más diáfana la oferta de todos los libros posibles. Se informatizó la vieja manera de llevar la contabilidad, la administración y el acervo, así como se les añadieron ruedas a las pesadas mesas centrales, elegantes altares antaño inamovibles que ahora se abren hacia los extremos del salón para así abrir un ágora en pleno Pérgamo; un espacio donde caben hasta treinta lectores sentados y no pocos de pie para presentaciones de novelas y cuentos; lecturas de poemas y aforismos, y talleres en lo que antes era una escuadra infranqueable, la de los tiempos en que se atendía a la clientela como en botica: uno llegaba y pedía títulos o ediciones específicas y el librero se encargaba de surtir cada pedido según la receta. Ahora entran y salen oleajes variados de lectores de todo sabor y tipografía, oteando como en paseo los libros que cada quien toma en propia mano para pasar a pagarlos. Mención aparte merece la trastienda que en tiempos sin colores se llamaba El Infierno, ahora convertida en el espacio ideal para los libros de crónica y ensayo, así como jardín de primeras letras para toda la infancia

que fielmente no sólo acude con sus abuelos de tarde en tarde (sus abuelos, los antiguos niños que se formaron como lectores aquí mismo), sino también a lecturas de cuentos en noches de brujas y calaveras o renos y reyes navideños. Aquí, donde se escondían libros que venían de estraperlo de México o Argentina y se tenían que vender envueltos en papel de estraza, florecen ahora libros de colores y silabas de sabores, ensayos de pensamiento como enredadera o todo eso que no sea novela, cuento, teatro, historia, biografía y poesía, que pueblan el salón acogedor de Pérgamo, una librería entrañable que mira pasar al mundo desde un elongado escaparate como de pastelería o joyería para salivación y antojo de todos los paseantes —paisanos o parroquianos— de Madrid, como quien camina por la página blanca de un libro abierto… leyendo a través de la ventana el inabarcable espejo de la vida.+

Jorge F. Hernández es escritor, periodista y aforista. Nació en 1962 y, desde entonces, no ha parado de contar historias.

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Usborne

Entrevista a Sam Taplin y Alex Frith

Yara Vidal

cincuenta años de libros para niños curiosos

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undada en 1973, Usborne es una de las editoriales in- Gracias por acompañarnos para platicar sobre su dependientes de libros infantiles más importantes del trabajo en Usborne. Me gustaría empezar a hablar de lo memorables que pueden ser los libros para mundo. Se trata de una empresa familiar que se dedica a niños. Cuando crecemos, recordamos con cariño publicar obras para niños de todas las edades. Peter Usborne, su los libros que leímos de chicos. ¿Qué los atrajo de creador, era un editor inigualable, que buscaba la más alta calidad convertirse en autores de libros infantiles? en la producción de libros infantiles sin perder la alegría y la emoción que todos sentimos al descubrir una historia cuando somos Alex: Yo sigo siendo el mismo. Recuerdo con mucho cariño los libros que leí cuando era niño. Y pequeños. Para celebrar los cincuenta años de esta fascinante aunque leía libros de cuentos más que de cualquier casa editorial, platicamos con dos de sus autores más prolíficos: otro tipo, particularmente cómics, me encantó Sam Taplin y Alex Frith, un par de niños lectores que crecieron y una serie de libros de Usborne que tenía acertijos. Hicieron una serie de historias de aventuras y cumplieron uno de sus sueños: escribir libros para Usborne.

rompecabezas, algunas tenían laberintos muy elaborados. Me fascinaron. Había algo increíble en la forma en que mezclaban las imágenes y las palabras. De adulto, cuando acepté este trabajo, como Sam y la mayoría de los autores de Usborne, respondí a un anuncio en un periódico que decía “¿Te gustaría ser un autor de Usborne?”. Y, por supuesto, la respuesta fue ¡sí! Deseo que cada uno de mis libros tenga la oportunidad de encontrar al niño que era como yo cuando tenía siete, ocho o nueve años y que se convierta en un libro que siempre recordará.

Sam: Sí. Cuando Alex y yo nos involucramos, Usborne ya era una institución muy establecida en la cultura del Reino Unido y también en otros países. Formó parte de nuestra infancia. La oportunidad de convertirnos en parte de esta editorial resulta increíble. Y, como dijiste, los libros que tienes cerca cuando eres pequeño dejan una impresión indeleble. Pensé en las obras de Roald Dahl o de Maurice Sendak. La idea de que ahora nuestros libros pueden cumplir ese papel en la vida de los niños es muy inspiradora para nosotros. Sí. Es un gran privilegio y una gran responsabilidad. Quiero decir, me imagino que, si Peter Usborne los entrevistó, tal vez se preguntaba “¿Tiene la chispa?, ¿ve el mundo como un niño?”.

Alex Frith / Copyright © Usborne Publishing Limited, 2024

Sam: No me entrevistó directamente, pero era una presencia enorme. Peter contaba con una verdadera perspicacia para los negocios. Fue agudo como una navaja hasta el final de su vida. Pero nunca perdió un sentido de increíble alegría infantil. Todos podemos recordarlo en las reuniones, recogiendo libros y besándolos y entusiasmándonos con los nuevos proyectos.

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Alex: Así es. No sé si al final leía todos los libros, pero eso parecía. Además, nos decía de manera individual si le habían parecido brillantes o terribles. Por lo general, cuando decía que era terrible, había algo en el libro con lo que no estaba de acuerdo. A veces tenía razón y era vergonzoso. Y a veces se equivocaba y había que encogerse de hombros. Sin embargo, definitivamente se presentaba como un niño que acababa de leer algo y quería contárselo a todos. Sam: En cierto sentido, querer contarle a todo el mundo lo que acabas de leer es de lo que se trata Usborne. Pienso que por eso Peter creó la editorial y la mantuvo con tanta pasión durante muchos años. Era una persona muy muy exigente, pero también una inspiración increíble. ¡Qué asombroso! Ambos heredaron una sabiduría que pueden transferir a otros. Sam: Esperamos que sí. Hay frases que Peter solía decir y se han convertido en mantras que repetimos dentro de la empresa. Ya sabes, cosas que decía


¡Y es verdad! Los libros para niños requieren mucho trabajo. Implican esa idea, pero también una gran cantidad de procesos y departamentos. Además, están trabajando con todo un imaginario global que ya tienen los niños. ¿Qué virtudes debe tener un buen libro infantil? ¿Y qué habilidades necesita un escritor de este tipo de obras? Alex: Usborne, por ejemplo, tiene que ver con la curiosidad. Así que sin duda ayuda acercarse a cada nuevo libro pensando “no conozco este tema, quiero saber más al respecto”. Los libros en los que trabajo implican datos e información para explicar algo del mundo, como el espacio exterior. Pienso que el primer paso consiste en estar emocionado y querer saber por ti mismo acerca del tema. La segunda virtud es trabajar lo suficiente para asegurarme de que entiendo lo que estoy diciendo. De esta manera, puedo estar seguro de que la persona que se encuentra al otro lado me entiende. En resumen, un escritor de libros infantiles requiere ser curioso, estar tan emocionado como el niño al que se dirigirá y ser lo suficientemente trabajador para no escribir la primera respuesta que encuentre, asegurarse de que sea verdad. Sam: En mi caso, muchos de los libros en los que trabajo son para niños muy pequeños, para bebés. Yo diría que es muy importante ponerte en contacto con tu niño interior de dos años. Ejercitar el instinto de saber qué podría hacer que ese niño se emocione o ría, qué le resultaría mágico, interesante o atractivo. Ya sabes, por lo general sientes mariposas en el estómago y piensas “¡Esto es!”. La idea encaja. Eso es increíble. Se trata de un gran esfuerzo, porque tienes que crear compartimentos en tu interior, uno para tus emociones y otro para tu mente. Todo con el objetivo de proteger ese precioso momento, lo que sientes cuando abres un libro para niños en cualquier momento de tu vida. Sam: Exacto. Todo el mundo estará de acuerdo en que un libro de cuentos, digamos, para niños mayores, debería seguir siendo una aventura como lector aunque pasen los años. Sin embargo, considero que eso es cierto también para un libro dirigido a bebés de seis meses. Debe seguir siendo un mundo que explores y te sorprenda. ¿Pueden contarnos un poco sobre el proceso de comenzar a escribir un nuevo libro? ¿Cómo se empieza? Y, ¿cuánto tiempo les lleva terminarlos? Alex: La mayoría de mis libros tardan alrededor de un año en cerrarse, pero no se trata de un año entero en una sola obra. Considero que el punto de partida para mí consiste en pensar cómo será. En Usborne, casi todos los

autores trabajamos con una mezcla de imágenes y palabras. Como dice Sam, queremos dar la sensación de que se trata de un nuevo mundo por explorar. Cuando descubro algo nuevo sobre el libro, mi primer instinto es contárselo a la persona de al lado en la oficina; con suerte, también se emocionará. Después pensamos si eso es algo para ponerlo en un libro. Luego diseñamos la mejor manera de presentarle esa información al niño en la página, incluso si no sabe leer y se guía por las imágenes. Entonces, incluso un libro de 64 páginas representa muchísimo trabajo para nosotros. Además de diseñar cada página, hay que hacer la investigación para averiguar de qué se trata realmente este tema y qué podemos aprender. Sam: En mi caso hay muchas similitudes. Tal vez la única diferencia es que mis libros se dirigen a niños más pequeños. Entonces, el punto de partida puede resultar distinto. Puede ser que hayamos descubierto una técnica novedosa y que queramos utilizarla. O que hayamos visto a un ilustrador con un estilo hermoso, humorístico o interesante. Cualquier cosa desencadena las ideas. A veces sólo una frase. Por ejemplo, tenemos una serie para niños muy pequeños llamada Don’t Tickle. Las ilustraciones tienen un parche sensible; si lo tocas activa un sonido. Todavía recuerdo que estábamos parados en la oficina cuando tuvimos la idea de esa frase: un título negativo. Habíamos estado jugando con la tecnología de los parches y el sonido. Entonces dijimos: “Imagínate que el libro se llamara No le hagas cosquillas al tigre”. Inmediatamente nos emocionamos. Hubo mucho trabajo antes de llegar a ese punto, pero ésos son los momentos que estás buscando. Creo que con los más pequeños tienes que salir de una caja todo el tiempo. Cada libro viene con sus propias necesidades. Se trata de reinventar la cosa cada vez. Nunca debes pensar “está bien, ahora sabemos cómo hacer esto”. Exactamente, ese momento es el peor para cualquier editorial, ¿no? Para cualquier tipo de creador. Se trata del momento en que todo se corta. Sam: Absolutamente. Resulta gracioso: hacemos nuestros libros de sonido con un productor de audio que es un experto en esto.

Copyright © Usborne Publishing Limited, 2024

en las reuniones. Por ejemplo, “si no tienes un título, no tienes un libro”. Podríamos tener una idea que nos gustara mucho, pero si no podíamos pensar en un título fuerte para colgarlo, un concepto para transmitirle al lector en una sola frase, no teníamos nada. Esas pequeñas pepitas de sabiduría permanecen con nosotros.

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¡Qué afortunados! Me gustaría contarles a nuestros lectores que todos los libros de Usborne están hechos en casa cuidadosamente. Eso no es común en el mundo editorial. Alex: Bueno, sé que el modelo normal para publicar un libro es tener una idea, trabajar en ella durante mucho tiempo, tal vez encontrar un agente, y luego tratar de atraer al editor con un libro casi terminado. Mientras que nosotros trabajamos de manera contraria. Decidimos qué libro queremos hacer y luego viene un proceso de equipo para armarlo desde cero. Esto nos permite trabajar bastante duro en un libro y quizá, luego de decidir que no está funcionando, simplemente detenernos. Eso sería aterrador para un autor independiente. Pero en Usborne hay bastante libertad. Sam: Así es. Tenemos una autonomía increíble, mucho control sobre lo que producimos. Antes de que un libro pase con un ilustrado, ya está meticulosamente diseñado. Sabemos dónde va cada fragmento del texto. Hemos pensado en el orden de lectura de la página. Todo está integrado y trabajado. La oportunidad de trabajar de esta manera es bastante rara.

Sam Taplin / Copyright © Usborne Publishing Limited, 2024

Entrevista a Sam Taplin y Alex Frith

Por lo tanto, cada sonido en un libro de Usborne está elaborado de acuerdo con un resumen que proporcionamos. Y tendremos muchas idas y venidas hasta que queda exactamente bien. Así que a veces nos encontramos sosteniendo estas conversaciones surrealistas por teléfono: “Anthony, ¿no crees que este dragón está sonando demasiado triste?”. Y luego piensas “¡Nos pagan por tener esta conversación!”.

Y se nota en la calidad de los libros. De verdad, son obras que destacan. Las abres y es como si tu mente ya supiera por dónde ir. Tienen mucho equilibrio. Sam: Bueno, es genial escuchar eso. ¿Podrían definir en tres palabras como es trabajar en Usborne? Alex: Es amigable, es creativo y desafiante, creo. Quiero decir, como si siempre nos empujáramos mutuamente para hacerlo mejor. ¡Gracias por su tiempo y por compartirnos su experiencia! Y gracias a todo el equipo de Usborne por hacer posibles estos libros. ¿Hay algo que les gustaría añadir para los lectores que se encontrarán con esta entrevista? Alex: Nos alegra saber que a mucha gente le encantan los libros de Usborne, pero también cualquier libro. Una cosa que me gusta poder decirles a los niños cuando voy a las escuelas es que, si quieren ser escritores, pueden serlo desde ahora mismo. Pueden ser ilustradores, diseñadores y autores ellos mismos y probar qué pasa.

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Sam: Sí, ¿qué puedo añadir? Una palabra que me viene a la mente es privilegio. Todos los días estamos enfocados en el próximo libro y en cómo hacerlo lo mejor posible. Pero, a veces, cuando ves una cifra de ventas o un videoclip de un niño disfrutando de uno de tus libros, te detienes y piensas en la cantidad de pequeños lectores que están disfrutando lo que hacemos. Y es asombroso. Diré sólo dos palabras, pero la siguiente es diferente. Cada día es diferente. Siempre hay nuevos retos.

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Sam: Complementando lo que dijo Alex, incluso si no quieren ser escritores, me gusta la idea de que la gente pueda encontrar dentro de un libro de Usborne u otro las semillas de lo que podría convertirse en su pasión. Como han pasado cincuenta años, hay muchas personas que nos dicen “me convertí en científico o en cualquier otra profesión porque leí un libro de Usborne”. Ese pensamiento resulta muy inspirador para nosotros. Alex: Gracias por invitarnos a platicar sobre esto. Sam: Y gracias a todo México por disfrutar lo que hacemos. Significa mucho para nosotros.+

Ve la entrevista en mascultura.mx


Celebrate Usborne’s 50th Birthday!

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Entrevista a Toño Malpica

La lectura,

entre más gozosa, más azarosa

A

Yara Vidal

ntonio Malpica se ha ganado un lugar lleno de cariño entre los lectores de literatura infantil y juvenil de que son el vehículo de ficción más fuerte y efectivo. No digo que el cine no pueda hacerlo o el todas las edades. Su apuesta por las historias arries- teatro, a veces incluso mirar una obra pictórica, gadas, divertidas y enternecedoras nos asombra en cada pero siempre he creído que los libros tienen esa nuevo libro. Este año ha hecho dúo con el ilustrador Isidro fuerza, ese poder, porque te acompañan por muEsquivel para traernos un cuento que resulta fiel a su adjeti- cho tiempo. Se meten en tu mente, en tu corazón. Y cuando los dejas ir, ya no eres el mismo. Los vo: extraordinario, fuera de lo conocido. La trama de El libro más extraordinario (Fondo de Cultura Económica, 2023) se desarrolla entre dos jóvenes, Eder y Luk, compañeros de trabajo. Eder está cansado de la rutina, mientras que Luk es de esas personas que, pase lo que pase, parecen felices. Así que, cuando Luk le revela a su colega que conoce un libro que le ha dado el secreto de sentirse así, Eder no duda en apuntarse a la aventura de encontrarlo. Como buenos adultos nostálgicos al recordar el poder de los libros cuando somos niños, charlamos con Toño sobre su nueva obra y sobre el encanto de perdernos (y hallarnos) en la ficción. Muchas gracias por concedernos esta entrevista exclusiva. ¡Exclusivísima! Nadie más la tendrá. ¡Así es! Hablemos de El libro más extraordinario. Cuéntanos cómo surgió este trabajo con Isidro Esquivel. ¡Sí! La verdad es que es un cuento muy corto, pero quiero creer que con mucho poder y profundidad. Contiene varios homenajes: a los lectores, a los bibliotecarios, a los libros en general, a los creadores de historias y a quienes nos inducen a leer. Dediqué el libro a los mediadores, porque me pareció lo más justo. Se trata de un relato con algunos toques míticos y otros de cuento de hadas. La mancuerna con Isidro fue muy sencilla. Esta historia llegó huerfanita al Fondo. A veces llevo mis historias de la mano con el ilustrador que elegí. Pero para ésta no pensé en alguien. Quería que me lo propusieran en fce. Llegó Isidro y fue como magia. Todo lo que hizo resultó acertadísimo, en mi opinión. No hubo grandes consultas entre nosotros. Me gusta que cuando llego sin ilustrador a la editorial éste sea muy libre. Y a Isidro se le fueron las manos. Las ilustraciones son soberbias, maravillosas. He mostrado el libro por todos lados y todo el mundo dice “¡oh, las ilustraciones!”. Ya me hicieron pensar si la historia está a la altura de los dibujos. Pero, bueno, esperemos que sí, porque quedé muy contento. Parece que Isidro también y el Fondo igual. Así que final feliz para todos. ¡Seguro! Porque, además, el libro plantea las preguntas correctas y nos hace redescubrir algo. Al principio, tiene esa buena intención de tirar de nosotros, de mostrarnos lo maravilloso que es el mundo de las bibliotecas y de los libros. ¿Hasta qué punto los libros nos permiten descubrir, inventar? Yo creo que se trata de algo que vale la pena recuperar. De hecho, este libro es un postulado. Es muy sentencioso, probablemente. Quiero decir, aloja una propuesta de pensamiento personal: que los libros transforman. Los libros pueden cambiarnos. Considero

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Ve la entrevista en mascultura.mx

buenos libros no te dejan igual que cuando empezaste a leerlos. Los lectores que aparecen en tu historia son más grandes. ¿Esta decisión fue para demostrar que los libros te acompañan, te hacen crecer y que uno consigue sumar un montón de vidas más allá de los años que tiene? Sí, sí. De hecho, desde la historia original, estaba pensando que Luk y Eder fueran chicos más bien pasados de la adolescencia, que ya trabajan en algo, por ejemplo. La idea era que ya tuvieran algo de vida recorrida. Porque, finalmente, cuando eres chico, no digo que no vivas: muchas de tus grandes aventuras suceden en la infancia. Pero sí creo que el primer amor, las grandes decepciones, o las riñas empiezan a llegar cuando somos más grandes. Y eso también se convierte en materia para mirarse a sí mismo dentro de los libros. Por supuesto, cuanto más vives, más posibilidades tienes de volverte más sabio. Y cuanto más lees también, porque no sólo tienes delante tu vida, sino muchas otras. Creo que los personajes están pensados en ese sentido. En tu cuento no hay un orden para adentrarse en la biblioteca. ¿Esto también tiene que ver con que la vida y la lectura son aleatorias?, ¿o existe un orden en el caos? Así es como los libros van llegando a nosotros. Nadie piensa en ellos en orden. Por el contrario, creo que la parte gozosa de la lectura es saltar al libro que tienes en la mesita de noche, pero serle infiel con el que acabas de comprar. Sí: creo que la lectura, entre más gozosa, más azarosa. Si de repente estás muy metido en una saga, no quieres cambiar de libro, pero también se vale irse y volver. Eso es lo que hace más lúdico nuestro acercamiento a la lectura. Pensemos por un momento en alguien que no está dispuesto a leer, que prefiere vivir lo real, ¿esa persona también maduraría y podría entender la existencia o este conocimiento está reservado para los lectores? Claro que sí. Sería como escamotearles la sabiduría a los ancianos de los pueblos perdidos que tal vez son hasta analfabetos o nunca han leído un libro o sólo conocen historias de narración oral. Ellos también tienen lo suyo. La vida también te va enseñando. Sin embargo, es cierto que todas las otras vidas que puedes vivir, contemplar, sufrir y disfrutar en las historias en general —pero más en los libros— te hacen reflexionar, y eso te hace crecer. La última pregunta: ¿cuál es el libro más extraordinario? Es el misterio que quedará al final de esta entrevista.+


Toño Malpica | Isidro R. Esquivel Eder conoció a Luk durante la cosecha. Luk iba de paseo. Eder, en cambio, vivía en la aldea. Y aunque Luk era sólo unos cuantos años mayor que Eder, a veces se comportaba como si hubiera vivido cientos de vidas y hubiera conquistado las más altas montañas. Luk, por ejemplo, siempre parecía estar contento consigo mismo. Eder y el resto, en cambio, siempre tenían motivo de queja o de disgusto. Era como si Luk fuese un príncipe encubierto. O alguien a punto de cobrar una cuantiosa herencia. O una persona capaz de volar con sólo desearlo. Una tarde, Eder declaró su amor a una de las chicas de la aldea y ella lo rechazó. Luk lo encontró llorando en el cobertizo donde se alojaban los jornaleros, pero él, respetuosamente, se apartó. Esa actitud hizo sentir a Eder con la confianza de contarle. Luk habló entonces de sus propios romances fallidos, sin rastro alguno de rencor. —¿Cómo lo haces? —le preguntó Eder. —¿Qué cosa? —No somos tan distintos, Luk. Tenemos casi la misma edad. Ambos necesitamos el trabajo. Te he visto laborar y no lo haces ni mejor ni peor que yo. Pero tanto si te insultan o te elogian, tanto si te ocurre algo bueno o algo malo, nunca pareces rendirte a tus emociones. —Pero ahí están. Río y lloro igual que tú, Eder. —No. No igual —insistió Eder. Hay algo en ti que es diferente y causa admiración. Es como si no tuviera miedo nunca. —Pero sí siento miedo, te lo juro. Igual que tú y que todos. —O como si supieras qué hacer siempre. —Pero sí tengo mis dudas, igual que todos. —O como si fueras libre de volar como un ave. —Pero tengo los pies tan atados a la tierra como todo el mundo. —Está bien si no me lo quieres decir, Luk. Pero no es igual. Te lo aseguro. A pocos días de terminar la cosecha, Luk buscó a Eder, quien acababa de pelear a golpes con otro chico por una discusión sin importancia. —Está bien, puede que sí haya una razón —concedió Luk. —¿Me la dirás? —Es gracias a un libro. —¿Sólo un libro? —Sí, pero es el libro más extraordinario que te puedas imaginar. —¿Dónde lo puedo conseguir? —Ése es el problema…+

Adelanto del libro

El libro más extraordinario


Adelanto de libro

Diecinueve escalones Millie Bobby Brown

Prólogo Marzo de 1993 Era la primera vez que Nellie volvía a Bethnal Green, su casa de la infancia, después de casi cincuenta años. La primera vez desde que había terminado la guerra. Cuando bajó del metro y puso un pie en el andén, buscando hacia dónde estaba la salida, se sorprendió al ver lo mucho que había cambiado la estación. Aún no se había terminado ni se habían instalado las vías cuando se la requisó para usarla de refugio antibombas público durante la guerra. Ahora, la gente le pasaba afanosamente por al lado mientras ella se aferraba a su maleta, intentando imaginar las miles de literas triples que ocupaban los túneles la última vez que había estado allí. ¿Cuántas noches interminables y llenas de preocupación había pasado allí abajo con su familia durante el Blitz? Demasiadas. Y después, con la guerra más avanzada, habían tenido que refugiarse muchas noches más de los frecuentes bombardeos aéreos. El tren en el que Nellie había llegado retomó la marcha, con las ruedas repiqueteando contra las vías a medida que cobraba velocidad, y ella quedó en el andén, rodeada de recuerdos. Observó que se habían cambiado las escaleras mecánicas cuan- do pisó acero brillante en lugar de los peldaños de madera que había antes, y arrastró la maleta con ruedas hasta el escalón que tenía detrás. Un músico callejero que se había instalado a los pies de la escalera entonaba Bridge Over Troubled Water, y la canción le llegaba a Nellie como un eco. Mientras subía por la escalera, cantaba la canción por lo bajo, recordando que en la guerra a veces les cantaba allí abajo a su familia y sus amigos. Llegó al vestíbulo y pensó en su querido Billy, a quien se le formaban hoyuelos en las mejillas cuando le sonreía. Ese era el lugar en el que muchas veces ella se detenía a hablar con él, a la vez que le prometía a su familia que ya los alcanzaría mientras iban a las literas a dormir. Cuando ya había pasado por los molinetes, giró automáticamente a la izquierda. En aquel entonces, había una sola entrada y salida en la estación inconclusa. Ahora había otra a la derecha, pero si usaba esa, Nellie temía desorientarse al llegar a la calle. Todo era conocido, pero distinto: había carteles publicitarios en las paredes y una máquina expendedora en lugar del comedor del refugio. Le empezó a latir fuerte el corazón al subir los primeros siete escalones hasta el descanso, luego giró a la izquierda y comenzó a subir los diecinueve escalones. Diecinueve. Ahora estaban mucho más iluminados, claro, con un pasamanos central que antes no estaba, pero seguían estando los mismos diecinueve escalones. Al subir, la invadieron los recuerdos de las cientos de veces que los había usado, mientras las lágrimas le nublaban la vista y el estómago se le hacía un nudo. Tenía que salir de la estación, buscar la casa de Barbara, saludar a su vieja amiga y beber una taza de té. Babs le había escrito unos meses antes, insistiéndole para que volviera por la conmemoración del quincuagésimo aniversario. A Nellie le había parecido una buena idea, pero ahora allí estaba, después de todos esos años, con todas esas cosas delante. Un grupo de jóvenes, al parecer estudiantes universitarios, de repente se abalanzó escaleras abajo. Nellie se corrió a la derecha y se quedó pegada contra la pared. Respiraba de forma entrecortada, con urgencia, y el corazón le latía con furia, sabía que eso no se debía al esfuerzo de subir la escalera. Se debía a lo que había pasado allí, cincuenta años antes. La noche que le cambió la vida para siempre. Sujetando la maleta con una mano y agarrándose el pecho con la otra, se encogió de miedo contra la pared, luchando para recuperar el control, haciendo un esfuerzo para recobrar el aliento. —No te caigas, no te caigas —susurró.

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Era un sábado soleado de septiembre, en un otoño que aún parecía verano. Nellie había trabajado mucho toda la semana en la alcaldía, donde era la asistente de la alcaldesa, y ese día ansiaba un poco de normalidad, una pequeña muestra de cómo era la vida antes de la guerra. Antes de los bombardeos aéreos, el racionamiento y las incontables noticias lúgubres que se oían por la radio. Estaba llevando a su hermana menor, Flo, de picnic al parque. Hacía calor, ese calor que da ganas de que el tiempo refresque y caigan las hojas, para después lamentar haber espantado el buen clima. El frescor del otoño no tardaría en llegar, pensó Nellie. Y con él, también vendrían los días oscuros del invierno, en los que saldría del trabajo ya de noche y volvería a su casa a los tumbos por las calles sumidas en la penumbra para ocultarlas de los aviones, con el peligro aguardando en cada una. —Vamos, Flo. Apresurémonos, así tendremos más tiempo para el picnic—dijo, tironeándole la mano a su hermana. Caminaron por las calles de Bethnal Green, donde siempre habían vivido, pasando junto a una serie de tiendas de escaparates humildes: ropa de segunda mano, conejo y cordero en la carnicería (¡había quedado muy lejos la última vez que habían comido carne de res!), una fila, aún, en la verdulería para comprar manzanas de los huertos de Kent. En una esquina se alzaban los restos de la medianera de una casa bombardeada; una cortina todavía flameaba con tristeza en la ventana. Nellie apartó la vista de los lugares bombardeados, de los cascarones vacíos que alguna vez habían sido el hogar de otras personas, casas como la de ella. No quería estropear su buen humor pensando en eso ahora. —¿Cuándo la van a reconstruir? ¿Cuándo volverán a tener la casa esas personas? —preguntó Flo, alzando la vista para mirarla. —Cuando termine la guerra, supongo —suspiró Nellie, acomodando la canasta que le colgaba del brazo. Pero ella pensaba que era muy poco probable que las personas que habían vivido allí fueran a volver a su casa. Tal vez habían muerto dentro cuando les cayó la bomba. —¿Y si la guerra no termina más? Últimamente, los titulares alertaban sobre bombardeos de la Real Fuerza Aérea sobre Múnich, y a Nellie se le revolvía el estómago de solo pensarlo. Siempre que los británicos habían conseguido bombardear una ciudad alemana, no cabía duda de que pronto habría un ataque en represalia. Y por lo general eso quería decir que atacarían Londres. Y entonces, el East End de Londres volvería a estar en peligro. Su hermana menor, con solo siete años, casi no recordaba lo que era vivir sin guerra, y no parecía que esta fuera a terminar pronto. Así como la guerra le había arrebatado la infancia a Flo, le había robado a Nellie la adolescencia, cuando debería haber estado divirtiéndose sin nada de qué preocuparse. Aunque ya no era tan terrible como al principio, cuando habían atacado el puerto y los centros industriales, y cuando después, durante el Blitz, Hitler había enviado a los bombarderos a las zonas urbanizadas para intentar quebrantar el espíritu de los británicos. No lo había logrado. Los británicos seguían allí, luchando, y jamás se rendirían, como había dicho el primer ministro cerca del inicio de la guerra. “No nos rendiremos jamás”. Nellie levantó el mentón con aire desafiante al recordar el discurso del señor Churchill. —Algún día va a terminar, lo prometo. Mira, ¡ya casi llegamos! —Nellie sonrió, ansiosa por alegrar a su hermana mientras la llevaba por el puente que cruzaba Regent’s Canal para luego entrar a Victoria Park, donde las estatuas de dos perros montaban guardia en la entrada. Como siempre, Flo le dio una palmadita a cada perro al pasar junto a ellos. En aquellos días, en los que Victoria Park estaba prácticamente ocupado por el ejército, con armas antiaéreas en una parte y un campo de prisioneros de guerra en el otro extremo, había pocos lugares donde se podía sentir verdadera libertad. Aun así, quedaba la pequeña zona de Vicky Park que estaba abierta al público, y muchos parques y jardines pequeños escondidos entre las calles de las casas adosadas victorianas.+

Fotografía: Charlie Brown

Parte uno Otoño e invierno de 1942 Capítulo uno

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Calendario de adviento para bibliómanos

25 1. Los contrabandistas de libros, Joshua Hammer, Malpaso 2. Cortázar y los libros, Jesús Marchamalo, Cátedra 3. Quemar los libros, Richard Ovenden, Crítica 4. Memorial de los libros naufragados, Edward Wilson-Lee, Ariel 5. Diario de un librero, Shaun Bythell, Malpaso 6. Cosas raras que se oyen en las librerías, Jen Campbell, Malpaso 7. La librería más famosa del mundo, Jeremy Mercer, Malpaso 8. Cómo ordenar una biblioteca, Roberto Calasso, Anagrama 9. Mientras embalo mi biblioteca, Alberto Manguel, Almadía 10. El nombre de la rosa, Umberto Eco, Debolsillo 11. La sombra del viento, Carlos Ruiz Zafón, Planeta 12. El club de la buena estrella, Amy Tan, Planeta 13. La librería ambulante, Christopher Morley, Periférica 14. La librería, Penelope Fitzgerald, Impedimenta 15. 13, Rúe del Percebe, Francisco Ibáñez, Bruguera 16. La biblioteca mágica de Bibbi Bokken, Jostein Gaarder, Siruela 17. El juego del ángel, Carlos Ruiz Zafón, Planeta 18. La librería de los finales felices, Katarina Bivald, Planeta 19. Mis días en la librería Morisaki, Satoshi Yagisawa, Urano 20. Una velada en la librería Morisaki, Satoshi Yagisawa, Urano 21. Si una noche de invierno un viajero, Italo Calvino, Siruela 22. La librería de monsieur Picquier, Marc Roger, Duomo 23. La biblioteca de la Medianoche, Matt Haig, Alianza 24. The I Wonder Bookstore, Shinsuke Yoshitake, Chronicle Books

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Reseña

Sí dan ganas de vivir ahí:

la librería Morisaki,

de Satoshi Yagisawa

Mariana Aguilar Mejía

M

i primer impulso al comenzar a leer Mis días en la librería Morisaki (Ediciones Urano, 2023) fue entrar a internet a buscar fotografías de Jimbōchō, en Tokio: el barrio de librerías más grande del mundo. Primera impresión: sí dan ganas de vivir ahí. A veces, desde cierta ceguera occidental, somos ajenos a la brillante vida literaria que bulle en otros lugares. Esta obra, un homenaje a los libros y a la literatura japonesa, nos adentra en una atmósfera encantadora: calles en las que hay librerías de segunda mano de todo tipo, cafeterías y personas simpáticas que conforman una comunidad de lectores.

Mis días en la librería Morisaki es la primera obra publicada de Satoshi Yagisawa. Se trata de una novela breve, que se lee en un par de días, además de que la narración resulta tan cálida y sencilla que puede dar una impresión de superficialidad. Nada de eso: conforme avanzan las páginas y conocemos mejor a los personajes, éstos salen de su caricaturización y se convierten en seres entrañables. La obra tuvo un éxito inmediato, al grado de que está a punto de salir de imprenta la traducción del segundo libro de esta serie, Una velada en la librería Morisaki (Ediciones Urano, 2023), del cual, por cierto, Lee+ nos trae un adelanto. Takako es una joven de 25 años que se mudó a Tokio para experimentar la libertad de vivir sola. “Desde mis años de universidad, había deseado con todas mis fuerzas ser capaz de vivir la vida que quería y que consideraba adecuada para mí”. Pero, cuando empieza la novela, ya le ocurrió de todo: su novio, con el que llevaba un año, le anunció que se va a casar con otra mujer y Takako fue incapaz de reclamarle; como eran compañeros de trabajo, ella renunció. En ese punto, pasa los días durmiendo y llorando, hasta que recibe una llamada de su tío Satoru, quien la invita a vivir a la librería Morisaki, fundada por su bisabuelo, en - - Como la chica está en Jimbocho. bancarrota, acude. El tío Satoru es un caso rarísimo. Reúne todas las características que desesperan a las personas muy exigentes: se distrae, se viste mal, es extremadamente amable y pasa la vida atendiendo su pequeña librería y disfrutando del barrio. Al principio, su forma de ser irrita a Takako, pero cuando ambos se conocen mejor y la sobrina se da cuenta de que su tío siempre la trata con cariño, a pesar de que la exaspera, se vuelven verdaderos camaradas. El tío Satoru representa a la perfección lo que el escritor argentino Macedonio Fernández decía sobre algunas personas cándidas: “Hay casos que parecen de tontería y son de profunda sabiduría de no perder felicidades”. La parte de la novela en la que ambos se emborrachan y van a confrontar al ex de Takako es tan divertida como dulce.

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La comprensión que Takako encuentra en Satoru resulta amplificada por el eco de decenas de escritores de la tradición literaria japonesa. En la librería, la joven vuelve a leer. Takako halla en los libros las revelaciones que necesitaba, además de compañía y motivos para salir de sí misma: “Eran encuentros que superaban las barreras temporales, lo cual sólo era posible a través de los libros viejos. Y así empecé a aficionarme a la librería Morisaki”. Además, la literatura lanza a Takako al barrio, a conocer amigos de todas las edades, desde un viejo bibliómano hasta una amiga estudiante de letras y su enamorado, a quien Takako ayuda en su conquista. La sensación que esta novela deja en los lectores es la emoción que viene cuando alguien encuentra su lugar en el mundo. Takako comparte eso con su tío: se encari- - A Satoru le había pasado lo ña sin remedio de Jimbocho. mismo en su juventud: “Allá donde fuese, en compañía de quien fuera, mi lugar siempre sería aquel donde no estuviera mintiéndole a mi corazón”. La certeza que se instaló en mí fue que, claro, los libros nos pueden salvar la vida, pero no lo hacen ellos solos, muchas veces esto ocurre porque tenemos una comunidad o una red de personas amorosas que nos escuchan y contienen, que comparten sus libros con nosotros o que, aunque no se consideren lectores, están dispuestos a escucharnos cada vez que les decimos “estoy leyendo una novela que…”. Ellas y ellos son el lugar en el que, definitivamente, hay que quedarnos a vivir.+


Satoshi Yagisawa Capítulo uno Los días en que no tengo que ir al trabajo me dedico a caminar por esas estrechas callejuelas de siempre a las que estoy acostumbrada. Hoy, en esta cálida tarde de octubre, con el aire a mi alrededor henchido de paz y tranquilidad, noto cómo la piel se cubre tenuemente de sudor bajo la bufanda que traigo enrollada con laxitud. En este barrio, incluso en las horas diurnas de una jornada laborable, la gente con la que me cruzo camina sin prisas, lo mismo que yo. Y, de vez en cuando, detienen sus pasos y desaparecen sin el menor ruido, absorbidos hacia el interior de la librería que se alza a su vera. Estamos en Jinbocho, Tokio. Un barrio un poco particular, en el que la mayoría de los establecimientos comerciales son librerías. En las librerías de segunda mano que se suceden una tras otra encontramos libros de arte, libretos de teatro, libros de historia, de filosofía, o incluso artículos más infrecuentes, como libros japoneses arcaicos en formato de pergamino enrollado o mapas antiguos. En cualquier caso, la selección confiere a cada establecimiento un sabor particular. Dicen que sumando todas esas tiendas la cifra supera las ciento setenta. Lo cierto es que el hecho de que a lo largo de toda la calle se alinee una gran cantidad de establecimientos compuestos en su mayor parte por librerías es un panorama que merece la pena ver. A pesar de que en la acera contraria de la avenida comienza un barrio de edificios de oficinas, lo que se encuentra en el territorio de este lado son construcciones de gustos variados donde es posible evitar con facilidad las injerencias de alrededor. Entrar ahí es como rodearse de una atmósfera confidencial, algo así como vivir dentro de unas coordenadas espaciotemporales diferentes. Por eso, si se camina por ese sitio hasta que deje de apetecer, es normal que se pierda la noción del tiempo transcurrido. El lugar al que me dirijo ahora se halla en esa zona. Avanzando por la calle que alberga a las librerías de segunda mano, hay que torcer por una calle que queda casi a la salida del barrio y entonces el punto de destino aparece enseguida a la vista. Es una librería de segunda mano llamada Morisaki, especializada en literatura de comienzos de la Modernidad japonesa. —Eh, Takako-chan, aquí, aquí. Al doblar la esquina oí que una voz vibrante me llamaba por mi nombre. Entonces vi que un hombre de mediana edad y escasa corpulencia, con gafas de montura negra, miraba hacia mí agitando exageradamente la mano. —Pero si ya te dije por teléfono que no salieras a esperarme… Que no soy una niña, ¿eh? Me acerqué acelerando el paso y protestando en voz baja. Este hombre siempre igual, tratándome como a una niña. Pero si ya soy una mujer de veintiocho años… Lógicamente, a esta edad me da vergüenza que me llamen por mi nombre a voces en plena calle. —Es que tardabas en llegar. Pensaba si no te habrías perdido y me preocupaba. —Pero eso no es motivo para estar esperando fuera de la tienda. Para empezar, ya he venido docenas de veces. ¿Cómo iba a perderme? —Bueno, sí, eso es cierto. Pero es que como a veces se te va un poco la cabeza, pues claro… Furiosa ante el comentario, le respondí como una centella. —Eso será a ti. ¿Por qué no pruebas a mirarte al espejo? Te encontrarás con que te devuelve la mirada un vejete alelado y sin fuerzas, que no es otro que tú. Su nombre es Morisaki Satoru. Es mi tío por parte de madre y su profesión consiste en dirigir esta librería Morisaki en calidad de propietario de tercera generación. En realidad, la primera librería

que hizo construir su bisabuelo en la era Taisho ya ha desaparecido y el establecimiento que la aloja hoy es un edificio de hace unos cuarenta años. El tío Satoru, empezando por su aspecto, produce la impresión de ser una persona bastante rara. Siempre se viste con ropas desgastadas, calza unas sandalias a la antigua y lleva el pelo tan revuelto que se diría que no ha pasado nunca por la peluquería. Encima, no solo dice cosas estrambóticas sino que, como los niños, suelta tal cual lo que le pasa por la cabeza. En suma, que es un sujeto bastante indomable. Aun así, curiosamente, en este barrio un tanto especial que es Jinbocho, por lo visto ese aire y esa personalidad tan extravagantes ejercen un influjo beneficioso, ya que en general cae bien y resulta bastante difícil encontrar a alguien que no se trate con él. La librería Morisaki de mi tío es una construcción de madera a la antigua, de dos pisos, un lugar vetusto al que el calificativo de “librería de viejo” le viene que ni pintado. Además, el interior es angosto y como mucho pueden entrar cinco personas a la vez. Por si fuera poco, hay tantos libros que no solo ocupan las baldas de las estanterías, sino que también hay volúmenes encima de cada fila o sobre el tope, o colocados en el suelo arrimados contra la pared o detrás del mostrador de venta, formando un conglomerado tal que en todo el establecimiento flota ese olor a moho tan característico de los libros viejos. En general, los libros que se venden aquí son ejemplares baratos, con un precio entre los cien y los quinientos yenes, pero también hay algunos volúmenes valiosos, como primeras ediciones de obras de autores de renombre. Comparado con los tiempos del abuelo, el número de gente que busca libros de segunda mano ha disminuido y, según escuché más de una vez, el negocio ha pasado por momentos difíciles. Pero aun así, el hecho de que pueda continuar su actividad a día de hoy es gracias a que muchos clientes siguen apreciando esta librería y acuden regularmente a comprar. La primera vez que vine a este establecimiento fue hace ya tres años. En aquel entonces, mi tío me dejó vivir en una habitación vacía del segundo piso de la librería e incluso me dijo: “Puedes quedarte todo el tiempo que quieras”. Todavía hoy recuerdo con total claridad los días en que mi vida transcurrió aquí. Visto desde ahora, el motivo fue un asunto sin mayor importancia, pero lo cierto es que en esa época me encontraba en un estado de continua irritación y me dedicaba a pagarlo con todo el que tuviera delante. Al principio fue mi tío el blanco de mi estado de ánimo, y yo, sintiéndome como la protagonista de algún drama, me encerraba en la habitación a solas y me pasaba el día llorando. Pero a pesar de ese comportamiento, mi tío continuaba dirigiéndome la palabra con enorme paciencia y frases amables, una y otra vez. Me decía cosas como que la lectura era una experiencia estimulante que me haría vibrar de emoción o que mirar cara a cara mis propios sentimientos era algo muy importante para salir adelante en la vida. Ponía toda su energía en enseñarme este tipo de cosas.+

Adelanto de libro

Una velada en la librería Morisaki

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Perfil

Ali Hazelwood la nueva estrella de la comedia romántica Brenda Ríos

Photo © Justin Murphy / Out of the Attic Photography 2022

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Brenda Ríos. Escritora. Vive en Ciudad de México (intentó escapar, pero no lo logró) y no tiene mascotas. Tampoco es vegetariana. Ha escrito unos diez libros de ensayo y poesía. Algunos de ellos pueden ser descargados de manera libre (porque es buena y generosa) en <poesiamexa.wordpress.com> y en <laflecharoja.com.mx>.


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na escritora italiana con un doctorado en neurociencia escribe novelas de amor: exitosas comedias románticas, debemos decir. Su primera novela, The Love Hypothesis (Random House, 2021) fue un éxito de ventas del New York Times. Se publicó en 2021 y va por la edición 88. Ese mismo año, la obra fue nominada como mejor novela. La carrera de esta autora, en muy breve tiempo, ha sido meteórica. Ali vivió en Japón antes de mudarse a Estados Unidos, donde radica actualmente. Ama la Nutella, hacerse una cola de caballo y a los gatos. Así se presenta ella misma. Su éxito se debe quizá a que sus personajes, casi todos, son femeninos en contextos bastante particulares: la academia y cubículos de estudio, particularmente asociados con ciencia, ingeniería y matemáticas. Hazelwood es como una Jane Austen de nuestro tiempo. Mientras en la Inglaterra de los siglos xviii y xix las mujeres tenían como objetivo social, político y económico el matrimonio, con la autora italoestadounidense el asunto va por otro lado: representa una combinación acertada de la inclusión de las mujeres en un ámbito tradicionalmente dominado por hombres, la ciencia y la academia científica, y su éxito radica en el impacto tremendo que logra a través de redes sociales. TikTok tiene mucho que ver con ese público juvenil que se encandila con historias sencillas y atractivas, quizá tradicionales en el mejor sentido de la palabra: chico y chica se atraen, pero no se dan cuenta por estar absortos en sus carreras; aprenden a reconocer lo que sienten; enfrentan problemas, y, para dar la vuelta de tuerca, no siempre terminan juntos. Lo que aprenden en esa historia amorosa es lo relevante. Ahí radica quizá la magia de su impacto. Love on the Brain (Random House, 2022) y Love, Theoretically (Random House, 2023) son las novelas que siguieron a The Love Hypothesis. En esta obra, como su nombre lo dice, una científica emprende la tarea de comprobar su teoría. La sinopsis la anuncia de esta forma:

Es curioso que mi trayectoria como física y mi trayectoria como persona dedicada a complacer a la gente empezaran al mismo tiempo. Podría trazar una línea recta desde el primer concepto de mecánica cuántica que aprendí hasta mi trabajo actual. Bueno, en realidad, hasta mis dos trabajos actuales. El diurno, en el que cobro prácticamente nada por elaborar teorías de física que explican por qué las moléculas pequeñas se agrupan como si fueran un grupito de chicas malas en el recreo. Y el otro, en el que… Bueno. En el que finjo ser quien no soy, pero al menos me pagan bien. Esto relata la protagonista Elsie, de Love, Theoretically. Esta chica está a punto de obtener una plaza como profesora en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (mit). Trabaja como profesora adjunta y enseña termodinámica. Y claro, como todas sus heroínas, vive una vida apresurada y concentrada hasta que llega el dichoso galán. Esperado pero odiado. La neoyorquina por excelencia, reina de la comedia romántica, Nora Ephron, era una intelectual, culta, de origen judío, que no se dejó vencer por ser una autora taquillera, aunque fuera acusada de ser “poco seria” por dedicarse al romance, muy exitoso, por cierto, y podemos ver ahí un modelo a seguir para que varias autoras jóvenes usen el tema del amor para hablar de otros factores. En este caso, Hazelwood, sin declararse feminista ni volver feministas a sus personajes, pone en jaque el tremendo esfuerzo que significa para las mujeres hacerse un lugar en el medio académico y científico para tener las mismas oportunidades que los hombres. Y qué mejor que usar el eterno, difícil cortejo para hablar de eso y de la comunicación entre pares: la confusión amorosa, la falta de madurez de los adultos sin importar su edad. El amor, como la ciencia —asegura— debe ser probado.+

Una relación falsa entre dos científicos se topa con la irresistible fuerza de la atracción. Olive Smith es una doctoranda de tercer año que no cree en las relaciones amorosas duraderas, pero su mejor amiga, Ahn, sí, y por eso Olive se ha metido en un lío monumental. A Ahn le gusta el exnovio de Olive, pero jamás daría el primer paso porque es una buena amiga. Convencerla de que ha pasado página y de que está construyendo su “fueron felices y comieron perdices” no va a resultarle nada fácil a Olive, puesto que los científicos necesitan pruebas. Por eso, como cualquier mujer con un mínimo de amor propio, se deja llevar por el pánico y besa al primer hombre con el que se encuentra para que Ahn la vea. Ese hombre es nada más y nada menos que Adam Carlsen, un joven profesor tan reputado por la calidad de su trabajo como por su imbecilidad. Así que Olive se queda de piedra cuando Carlsen accede a mantener su farsa en secreto y ser su novio falso. La novela más reciente de Hazelwood es Check and Mate (Random House, 2023), en la que hay una clara referencia al ajedrez. Los personajes de la autora, en contraposición con los personajes clásicos de comedias románticas, no son las típicas chicas hermosas medio bobas que sólo quieren enamorarse, y sí, casarse (porque de algún modo sigue vigente ese cuento de hadas que bien conocía Austen: matrimonio es igual a felicidad eterna); son chicas nerdies, demasiado extrañas, que seguro fueron molestadas de niñas y que logran, gracias a su tenacidad y esfuerzo, tremendas hazañas: son investigadoras, matemáticas, científicas que viven para ellas mismas, hasta que, sí, llega el amor en forma de experimentación y autoconocimiento. ¿Quién no se va a identificar con estas heroínas tan seguras de lo que hacen y saben, pero torpes cuando se trata de “saber” qué “sienten”? 21


Tema del mes

Esto me pasó en una librería Las librerías son lugares de hallazgos, encuentros y azares. Así que se nos ocurrió preguntarles a varios escritores cuál era el mejor recuerdo que tenían en una librería. Esto fue lo que nos respondieron.

Mi mejor recuerdo es ver a Tito Monterroso poniendo todos sus libros en la mesa de novedades. JULIO TRUJILLO

Durante la pandemia, me fui a una casa aislada del mundo en Francia. A unos kilómetros de ahí, descubrí una pequeña librería que vendía puro cómic francés usado. Me hice amigo del dueño e iba casi todos los días a leer al menos uno. Se convirtió en una rutina mental. Un día, entró un señor con una caja llena de Asterix. Quería venderlos. Estaban en perfecto estado y eran edición 1991. Le pregunté cuánto quería por todos. Cinco euros cada uno. Se los compré de inmediato. El dueño de la librería ni me pidió comisión. Antes de regresar a México, le compré a él unos Tintín primera edición. DANY SAADIA Un día entré a Gandhi Bellas Artes para hacer tiempo en lo que comenzaba la obra. En eso encontré un ejemplar edición especial de A Serie of Unfortunate Events, de Lemony Snicket ¡autografiado! Y a un precio ridículo. Aunque la etiqueta de la editorial inglesa decía claramente £100. Sin duda estaba mal etiquetado en la librería. Tenía que calmar mi emoción… no fuera que se dieran cuenta de que el precio era absurdo y me quedara sin ese tesoro encontrado. Bajé las escaleras rumbo a la caja diciéndome “calma, deja de sudar, disimula”. La fila era eterna. La persona de enfrente se puso a discutir sobre un libro mal etiquetado y que en la computadora tenía otro precio. Amenazó con denunciarlos ante Profeco. Caí en la cuenta de que seguramente me pasaría lo mismo. Mientras discutían, yo no dejaba de sudar, las piernas me temblaban, me movía en mi lugar… cuando a mis espaldas escuché: —Pase… Caminé con dificultad a la caja. Casi me orino de los nervios… —Son 79 pesos, por favor. Pagué. Salí corriendo. Aún me quedaban unos minutos para llegar. Me esperaban Romeo y Julieta… Pero tenía que ir al baño. Tú sabes cómo son los nervios. Me metí a los del restaurante donde siempre pido gazpacho. Corrí nuevamente hacia la sala. Vi cómo se cerraban las puertas. —Me trae un gazpacho, por favor… Me senté a admirar mi nuevo tesoro. RODRIGO MORLESIN En una librería de libros viejos en Morelia, encontré un ejemplar de un libro de mi abuela paterna, María Luisa Toranzo viuda de Villoro, autora de libros de autoayuda de los años cuarenta dirigidos a mujeres: consejos para la vida en pareja, la crianza de los hijos y otros temas afines, escritos con gran liberalidad y comprensión de las necesidades femeninas de la época. La obra en cuestión lleva como título Azahares, espinas y rosas, y aborda las vicisitudes de la vida matrimonial. Tengo la impresión de que esta abuela me interpela continuamente y se manifiesta en los momentos en que necesito su consejo. En esa ocasión, conociendo mis debilidades, lo hizo en el estante polvoso de aquella librería. CARMEN VILLORO Mi recuerdo siempre es el mismo. Ir a la librería es peligroso: en la mesa de novedades y en los estantes me esperan las voces que me obligarán a repensar el mundo, a tomar caminos que nunca había imaginado, a dejar de ser el que era. Entrar a la librería entraña el peligro de salir convertido en una persona distinta, que sólo puede recordar al hombre que entró sin saber lo que le esperaba. JOSÉ LUIS TRUEBA LARA Como lector empedernido de provincia, la Gandhi de Bellas Artes era visita obligada en mis idas al antiguo Distrito Federal, a principios de los noventa. Ahorraba todo lo que podía, previo a mi viaje, y compraba tantas novelas, poemarios y libros de cuentos que la bolsa en la que el cajero metía el botín era la grandota, de grueso plástico amarillo, que rezaba “éste sí lee”. Salía pensando “de adulto gastaré mucho más”. Y sí lo cumplí, pero no para mi placer lector, sino para el de mi hija, quien actualmente lee más que yo. HILARIO PEÑA Hace muchos años, en un viaje a Oaxaca, encontré en una modesta librería ambulante —que más bien era un puesto de tianguis— un pequeño libro titulado Gramática italiana, escrito por un tal D. Arturo Angeli. Nunca me ha interesado la gramática, pero lo que me atrajo del libro fue su hermosa edición: tapas duras con garigoleos preciosos; el precio parecía, además, un regalo. Por 35 pesos compré un viaje a la Europa de finales del siglo xix, en el que aprendí —además de que la conjunción sebbene rige siempre al indicativo— que en esa época cuando uno llegaba a una posada, lo normal era que tu criado pusiera tus propias sábanas. El pequeño libro está en los dos idiomas, español e italiano, y contiene ejemplos de todo tipo que reflejan las costumbres de la época. SOFÍA GRIVAS

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Entrevista

Ve la entrevista en mascultura.mx

Mónica Castellanos:

Carbón rojo 2. La novela

1. El accidente A las dos de la madrugada del 19 de febrero de 2006, mientras los mineros descendían a los túneles de Pasta de Conchos, explotaron los gases que se habían acumulado y derrumbaron una parte de la explotación. Sesenta y cinco mineros quedaron atrapados en los escombros, que —según la versión oficial— se encontraban a más de 150 metros bajo la superficie. A pesar de lo sucedido, no fue sino hasta las primeras horas de la mañana cuando las familias comenzaron a enterarse. Esto no ocurrió porque la empresa se los hubiera informado; ellos empezaron a enterarse por los rumores, por las palabras que sostenían “parece que hubo un accidente”. A partir de ese momento, todas las mujeres —esposas, madres, hijas, hermanas— corrieron a la mina. No las dejaron entrar. Ahí comenzó una espera que ha durado años. Cuando fui a Pasta de Conchos a investigar para mi novela Carbón rojo (Patria, 2023), ellas todavía estaban allí. Había pasado más de una década y seguían esperando. ¿Qué esperan? Los restos de sus maridos, de sus hijos, de sus padres. Eso es lo que quieren, que les entreguen los restos. Eso han estado pidiendo desde 2006. Su espera resulta terrible: primero entraron los rescatistas y, al poco tiempo, la mina cerró sus operaciones y la empresa perdió la concesión. La búsqueda, según la versión oficial, se suspendió por una serie de razones: las autoridades habían determinado que estaban muertos, e ignoraron lo que sucedió en Chile, donde un grupo de mineros sobrevivió casi treinta días. Ellos lo determinaron y con eso bastó. Para colmo, las conclusiones a las que llegaron también eran poco fiables. Dijeron que la mina ya estaba inundada y el agua estaba contaminada con sida. Ante estos hechos, sólo puedo hacerme una pregunta: ¿cómo fueron capaces de llegar a estas conclusiones y que con ellas se tomaran decisiones de vida o muerte? Me pareció que todo se encontraba muy manipulado. Han pasado casi dos décadas del accidente y ellas siguen ahí: algunas familias fueron indemnizadas, pero otras rechazaron ese dinero porque exigen el rescate de los cuerpos de los mineros. La mina de Pasta de Conchos se transformó en un cementerio y la historia de Carbón rojo está profundamente unida a esta desgracia.

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Carbón rojo nació cuando una prima me contó una historia familiar: la de un bisabuelo que se había ido lejos. Él había sido el dueño de las tierras de Nueva Rosita. Mi prima remató narrándome sobre la relación que él tenía con la familia Madero y con lo que en ese entonces era la American Smelting and Refining Company, la minera que más tarde se convirtió en Grupo México, empresa que era la dueña de Pasta de Conchos. Durante los siguientes cuatro años, estuve dedicada a investigar y escribir la novela: tenía que conocer el lenguaje de las minas, apropiarme del proceso de extracción del carbón y, por supuesto, conocer las explotaciones por dentro. Conseguí llegar a las puertas, pero nunca me dejaron bajar: el mito cuenta que las mujeres llevan la mala suerte a estos lugares; algo que no sucede en otros países, como en Chile, donde las mujeres pueden entrar y trabajar sin problema. Además, tuve la oportunidad de platicar mucho con un periodista de Monterrey. Él me contó que había comenzado su carrera en Pasta de Conchos y me ofreció todo el material que conservaba sobre el accidente: las fotografías, las entrevistas y sus notas. Al final, se convirtió en uno de los personajes de Carbón rojo. Aunque el escenario de la novela transcurre en ese lugar, la trama corre por cuenta de una mujer: Carmina. Carbón rojo comienza cuando ella está bordando con hilo negro un manto en el que deja constancia del nombre de la gente de la que se está vengando. La novela nos descubre por qué está cargando con este odio, por qué guarda este deseo de venganza. Además, Carmina es una mujer que habla con los muertos. Se encuentra atrapada entre dos infiernos: el de la mina y el de la realidad. Cuando descubrí la fuerza de Carmina, tuve que reescribir la novela para romper con la inercia de la literatura minera tradicional: la protagonista no debía ser un varón; el peso de la obra no lo cargaría un minero; todo ocurriría frente a la mirada de Carmina y ante los ojos del periodista que habla con los mineros. Carbón rojo es una apuesta para adentrarse a este acontecimiento desde una perspectiva inédita, y eso le da una nueva vida a su historia.+



Entrevista

Guadalupe Loaeza: La amante de Río Nilo De mí y de mi historia Yo soy la séptima en una familia de nueve hijos. Mi papá leía de todo: sus autores rusos y la literatura española lo acompañaron desde siempre. Alguna vez le dijo a mi hermano: “Si no has leído el Quijote, nunca entenderás la vida”. Mi mamá también tenía lo suyo, aunque sus preferencias iban por otro rumbo: era mayoritariamente francesa y, por supuesto, le encantaba Colette, que se había convertido en una figura internacional tras la publicación de Gigi. Mi madre se encariñó a tal grado que fue a París para conocerla. En la mesa de mi casa, siempre había un diccionario Larousse. En caso de que hubiera alguna duda en la conversación, de inmediato se verificaba en sus páginas. El Larousse era nuestro árbitro inapelable. Poco a poco fui entrando a la literatura: primero fui a los talleres de la Casa del Lago y después me incorporé al de Elena Poniatowska. Allí estuve casi dos años, y tuve maestros maravillosos como Vicente Quirarte, Mempo Giardinelli o don Edmundo Valadés. Gracias a ellos pude descubrir las maravillas de la escritura. La manera en que comencé a publicar casi fue un arrebato. Un día me presenté en el periódico Unomásuno y les dije: “Yo escribo como Cristina Pacheco, pero de los ricos”. Me aceptaron y les dieron espacio a muchas crónicas y artículos; sin embargo, hubo un momento en el que tenía que cambiar: en ese periódico también escribían Carlos Monsiváis, Juan Villoro y José Joaquín Blanco, entre otros figurones. Yo tenía que estar a la altura. Por eso comencé a escribir sobre política, aunque jamás he abandonado las novelas. La amante de Río Nilo Escribir La amante de Río Nilo me llevó casi diez años. Es una novela biográfica y debía tener muchísimo cuidado de no falsear la historia de su adulterio, el gran escándalo que causó, la manera como fue encarcelada y, por supuesto, las trampas y el juego sucio que marcaron a Suzy Avramow, una mujer a la que yo conocí hace años. Suzy Avramow vivía en Bulgaria y tenía que huir de la Segunda Guerra Mundial. El hecho de ser judía la condenaría a muerte. Por esta razón, aceptó la posibilidad de casarse en México, algo que no resultaba muy extraño. En aquellos días, la comunidad judía casi se casaba por correspondencia y no era raro que la novia conociera a su esposo pocos días antes de la boda. Al llegar a nuestro país, Suzy Avramow quedó deslumbrada: México casi era el paraíso terrenal; había montañas y cielos anaranjados; se bailaban mambos, y ella —como formaba parte de la alta sociedad— podía disfrutar las maravillas de Acapulco y de los lugares más encopetados de la Ciudad de México. Susy era guapísima, capaz de imantar las miradas en tiempos del alemanismo, cuando la corrupción y la posibilidad de casarse y divorciarse en cinco minutos marcaban la vida del país. La amante de Río Nilo es una historia real, una novela que no sólo recorre una época y un país, pues también nos revela lo que ocurría con las mujeres de la alta sociedad, quienes, por supuesto, también vivieron historias trágicas y escalofriantes.+

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Entrevista Alejandra Andrade

La humanidad llevada a sus límites: las novelas de

Patrick Morgan P

atrick Morgan, un joven y prolífico escritor estadounidense, apasionado por los thrillers y la ciencia ficción, nos platicó sobre los cinco libros que ha publicado hasta hoy y, sobre todo, acerca de su entrega más reciente, It Will End in Disaster. Esta novela explora el suspenso psicológico y erótico; combina elementos del mundo de la actuación con el misticismo, y ha recibido excelentes críticas de sus lectores. “Me encantan los thrillers psicológicos ―explica Patrick―, cualquier cosa que realmente me haga pensar de principio a fin y preguntarme todo el tiempo ¿qué está sucediendo aquí?”. Ve la entrevista en mascultura.mx

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Graduado de la licenciatura en teatro y actuación de la Universidad de Southern California, a Morgan siempre le ha gustado contar historias de una forma u otra, especialmente aquellas con componentes esotéricos y detalles misteriosos. “También me encantan los elementos sobrenaturales y algo fantásticos; me gusta intentar entretejerlos. No necesariamente fantasía (ya sabes, dragones, princesas y magia), sino una especie de mezcla de elementos mágicos”. Apparent Horizon, el primer libro del autor, es un thriller psicológico de aspecto apocalíptico, cuyo protagonista, lejos de cumplir con el arquetipo clásico de héroe, va cometiendo errores y perdiendo la noción de qué es real y qué no, lo cual lo convierte en un personaje sumamente complejo. “Existe una sugerencia de que se aproxima un fin del mundo apocalíptico, una especie de evento cósmico. Así que el personaje principal y su amigo se preguntan cómo van a pasar los días que les quedan en el planeta, sin saber cuánto tiempo será”, cuenta Patrick. Como lector, es imposible no querer desentrañar la historia lo más pronto posible hasta llegar al desenlace: “Rápidamente, nos aventuramos en elementos más oscuros y en la exploración de una humanidad sin control. En un mundo sin consecuencias, ¿qué es capaz de hacer la gente buena?”, se pregunta el autor. Resulta interesante observar cómo a pesar de que cada una de las historias de Patrick Morgan es única en cuanto a trama y personajes, todas comparten algún rasgo similar. Por ejemplo, su cuarta obra, Hope’s Last Refuge, ahonda en la misma observación de la humanidad cuando se encuentra en su punto más bajo. El enfoque, en este caso, se dirige a lo que estamos dispuestos a hacer para sobrevivir. “Está muy inspirada en la pandemia de covid-19”, comentó el autor cuando le preguntamos sobre esta novela. “También, fue escrita poco tiempo después del incidente de George Floyd en Estados Unidos, un momento de muchas protestas y marchas”. En definitiva, se trata de una ficción de carácter político y social, que profundiza en el discurso de la sobrevivencia humana en un ambiente postapocalíptico, lo cual se ha convertido en parte del sello del autor. La protagonista es una mujer afroamericana que ha perdido a su esposa y se enfrenta a un contexto de caos extremo desatado por un virus. “En esencia, es una historia de amor tratando de triunfar en un mundo de odio, miedo y ansiedad”, agregó Morgan. El romance es un elemento inesperado que Patrick Morgan utiliza en sus obras. Realms, su segunda novela, consiste en una historia mística de amor que “trasciende los universos paralelos”, en sus propias palabras. “Específicamente, ¿qué pasaría si un día despertaras y te encontraras en el cuerpo y la vida de otra persona, sintiendo que no perteneces allí? ¿Y si luego conocieras a alguien que no debías conocer, pero experimentaras esa sensación de confianza y amor por esa persona?”. Realms reta al lector a cuestionar los aspectos espirituales que componen al ser humano, así como el significado y la mecánica de su existencia misma. Y, muy al estilo del autor, el final te dejará con la boca abierta. Morgan recalca que no le gusta entregarle a sus lectores todas las respuestas ni “atar cada extremo para que todo esté bien arreglado con un pequeño moño”. A su juicio, esto provoca que las personas literalmente pasen la página, cierren el libro y continúen con su siguiente lectura sin volver a pensar en la historia que acaban de leer. Las novelas Viaticum y It Will End in Disaster son prueba fidedigna de esto. Los finales de ambas podrían incluso estar relacionados de alguna forma, lo cual genera aún más curiosidad e incita a sus lectores a buscar respuestas y discutir a profundidad. En Viaticum, una de las obras favoritas del público, seguimos a Ethan, el protagonista, quien acepta una oferta de empleo por parte de un hombre misterioso en un bar, tras haberse quedado sin trabajo repentinamente. Sin embargo, todo parece muy bueno para ser cierto. Pronto las cosas se tornan extrañas y van tomando forma los aspectos de culto que rodean a Patrick Morgan y que acechan la integridad

de su personaje. Los ingredientes compartidos entre estas obras se esclarecen una vez culminada la lectura de esta novela y de It Will End in Disaster. Si bien, la experiencia que el autor ha tenido con la actuación le sirvió para entender con mayor profundidad a Lance Lonergan, el protagonista de su obra más reciente, Morgan enfatiza que, a pesar de ser una inquietud generalizada, esta historia no está basada en hechos reales ni en sus propias vivencias. “Ciertamente, no me hago ilusiones sobre el hecho de que, al final del día, esta historia salió de mi imaginación. ¿Y qué es eso? Una combinación de cosas que surgen de la nada, pero también de una experiencia de vida, las personas que conocemos, los medios que consumimos y las historias que escuchamos. Todo contribuye al vehículo narrativo”. It Will End in Disaster atrapa desde el inicio con un ritmo dinámico, sensual, y magnético. “Es muy parecido a un cuento fáustico. La clásica historia de un pacto con el diablo. Ésta es en gran medida la inspiración detrás de este libro”. ¿Qué pasa cuando un actor que está tratando de hacerse de un nombre en un ámbito altamente competitivo conoce a una misteriosa, bella y exitosa directora de reparto con una trayectoria sólida en Hollywood? La pregunta inevitable que nos hacemos los lectores desde el inicio es ¿quién está usando a quién? “¿Lo está usando porque es joven y atractivo o algo así? —concedió Morgan— Y ella ¿lo intenta porque está genuinamente enamorada de él? ¿Lo está utilizando para avanzar en su propia carrera? ¿O tiene algunos propósitos secretos y nefastos que podrían rozar lo místico? Y luego, desde la perspectiva de Lance, ¿está simplemente enamorado de esta mujer? ¿Es amor? ¿Es lujuria? ¿La está usando para ganar algo? Quizás todo lo anterior puede ser cierto”. Esta cautivadora historia escudriña la naturaleza humana para mostrarnos, a través de la narrativa y las decisiones de los personajes, hasta dónde estamos dispuestos a llegar para alcanzar nuestros sueños. “Creo que es un concepto muy interesante. Se trata de algo que siempre me ha resonado”.+

Alejandra Andrade es la autora de la serie Moonstruck, publicada en español por Editorial Planeta en México y España. Actualmente vive en Mérida, Yucatán, con su esposo y su hijo. La encuentras en redes sociales como @alejandra__author (ojo, son dos guiones bajos).

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Entrevista a Mara Romeo Kahlo y Mara de Anda 30

Frida Kahlo. Los sabores de mi México M

i tía Frida no cocinaba, pero era muy antojadiza. Las que cocinaban eran mi abuela —su hermana menor—, el resto de las hermanas Kahlo y su madre, una oaxaqueña con un sazón envidiable. A Frida le encantaba merendar, estar en la cocina, entre platillos. Le gustaban las quesadillas y las recetas que están en este libro.

Resulta muy difícil saber cuál era el platillo preferido de Frida; sin embargo, las recetas que tenían al maíz como ingrediente eran su debilidad: los tamales, los sopes, las memelas, los chilaquiles, los taquitos y las quesadillas —obviamente, acompañados con salsas deliciosas o con un guacamole espléndido— seguramente le hacían agua la boca. En Frida Kahlo. Los sabores de mi México (Cangrejo Editores, 2023) recuperamos una buena parte de las recetas de la familia gracias a una serie de personas maravillosas. Leila Cangrejo fue la editora indispensable, se trata de una persona muy querida por la familia, a quien le hemos compartido el archivo de mi abuela Isolda. El proyecto del libro comenzó con las recetas que forman parte de él y, de hecho, hay un recetario espectacular que la abuela le dedicó a Frida. Si bien es cierto que teníamos las recetas, también lo es que enfrentábamos un problema: habían pasado cerca de cien años desde el momento en que se escribieron. Este asunto no representaba poca cosa: había una que decía “ponerle tres centavos de perejil”. ¿A cuánto perejil de nuestros días equivalen tres centavos de aquel momento? En otras se hablaba de poner el arroz en un paño para quitarle el almidón y, en unas más, se hablaba de desplumar a los pollos. Necesitábamos un chef capaz de aclarar todos estos dilemas. En ese momento entró en acción Mónica Patiño. Ella tiene dos cualidades indispensable: la primera es que le encanta la cocina mexicana y la segunda, que admira mucho a Frida Kahlo. Mónica volvió a preparar las recetas y fue capaz de recrear todas las maravillas culinarias de la familia Kahlo. Ella, como conocedora e investigadora, logró que pudieran volver a prepararse, pero lo curioso fue que todo esto sucedió de una manera muy natural. Y, además, estaba realmente encantada. Trabajar con Flavio Bizzarri, el fotógrafo del libro, también resultó maravilloso, porque él entendió a cabalidad nuestra herencia: en la familia Kahlo tenemos muchos fotógrafos. Él enfrentaba un gran reto: tomar las fotografías con mucha delicadeza, con un gran cuidado al mostrar los utensilios o los juguetes que incluimos. Esto sucedió, por ejemplo, con el pimentero que formaba parte de la casa de mi bisabuela. Gracias a Flavio, en el libro podemos mirar y admirar muchos objetos hermosos e históricos que logran mostrar de una manera más humana, más familiar, a Frida. Luis Martín Lozano escribió el prólogo de Frida Kahlo. Los sabores de mi México y le dio formalidad al libro, al tiempo que volvió a abrazarnos como familia. Él es uno de los mayores historiadores de la vida y la obra de Frida. Luis Martín no sólo nos acompañó en este libro, también estuvo presente en El círculo de los afectos (Cangrejo Editores, 2018). A él le hemos dado acceso a todos nuestros archivos, a las cartas y los papeles de los Kahlo. Luis Martín siempre ha sido muy amable con nosotros y siempre nos ha agradecido el acceso al legado de Frida. Una de las recetas que más nos gustan son las humildes quesadillas. Esto se debe a que tienen un trasfondo: en casa de mi abuela, todos los sábados dábamos apoyo alimentario a más de quinientas mujeres solteras, se llamaba La Ayuda, algo que poca gente conoce. Cuando terminábamos de repartir las despensas, todas las hermanas Kahlo se sentaban —yo era una niña en ese momento— y nos comíamos unas maravillosas quesadillas con guacamole. Esos recuerdos son muy importantes. El olor de las quesadillas, el aroma de la masa, el sabor de la flor de calabaza… me encantan. Esos recuerdos nos abrazan.+

LOS SABORES DE MI MÉXICO Frida Kahlo

Las recetas que contiene Frida Kahlo. Los sabores de mi México forman parte de la colección que conformó la pintora a lo largo de su vida; algunas han permanecido inéditas hasta ahora. La chef mexicana Mónica Patiño seleccionó y preparó las recetas con el aporte magistral de su gran trayectoria, para hacer de esta obra, además de un tributo a la memoria de Frida Kahlo, una experiencia de color, sabor e historia. La mayoría de los objetos que conforman la decoración del recetario pertenecieron a Frida y hoy conforman el Archivo “Isolda P. Kahlo”; éstos fueron incluidos en la presentación de los platillos para ser captados por la lente profesional y magnífica del fotógrafo Flavio Bizzarri.

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Entrevista

1. De una forma u otra, los cuentos de hadas han configurado nuestro ser. En cierta medida, somos lo que somos gracias a ellos. Creo que resulta muy difícil encontrar a un niño que no haya escuchado, leído o visto uno de estos relatos. Si ésas fueron las primeras historias que escuchamos, es obvio que se vuelven parte de nosotros. Por eso me parece muy difícil olvidarlos. Podemos intentarlo, pero ellos existen, están ahí, los traemos adentro. Aunque aparentemente se componen a partir de estructuras simples y planas, estos relatos han sido purificados a través de los siglos. Por esta razón los cuentos de hadas abren la puerta a todo tipo de preocupaciones y ansiedades. A cosas que van desde el despertar sexual hasta la violencia contra las mujeres. Cuando pienso en un género literario que ha sido sistemáticamente descalificado y relegado, del cual se ha dicho que no es importante o que resulta cursi, descubro que, en realidad, se trata de algo que nos corre por las venas. Así que no sólo los leo, sino que también escribo sobre ellos: Otro bosque. Mujeres y cuentos de hadas en Latinoamérica (uanl, 2023) es un ejemplo de esto.

Lola Horner:

2. A lo largo de la historia, los cuentos de hadas han vivido procesos de reescritura y reapropiación incesantes, y lo mismo puede decirse de las maneras en que los hemos leído. Yo creo que lo más bello de reescribirlos y repensarlos estriba precisamente en que estas acciones nos permiten sumergirnos en las distintas capas del mundo, algo parecido a lo que vemos en los estratos de la Tierra. Por esta causa, la Caperuza es tan grande que todo cabe en ella. Además, la reescritura nos permite amplificar la procedencia y la relevancia de estas historias y no tener que inventar el hilo negro. En este caso, estamos ante un retorno y no frente a una repetición. El retorno implica una perspectiva y un cuestionamiento.

las mujeres y las hadas

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3. La tradición crítica nos dice que la primera reescritura contemporánea de los cuentos de hadas —es decir, con preocupaciones sobre lo que es una mujer y qué papel desempeña— es La cámara sangrienta, de Angela Carter. Sin embargo, tendríamos que pensar que esto no representa necesariamente una verdad absoluta: Rosario Ferré ya había publicado Papeles de Pandora en Joaquín Mortiz y, por lo tanto, Carter no era la primera. A pesar de esto, como Carter pertenecía a una tradición literaria específica, se transformó en un punto de quiebre. A partir de mi descubrimiento de Rosario Ferré, se me reveló un manantial de reescrituras y reapropiaciones de los cuentos de hadas; Silvina Ocampo reescribió la historia de Barba Azul, y Clarice Lispector hizo lo mismo con la Bella y la Bestia. Éste es, por decirlo de una manera simple, el manantial que me permitió escribir Otro bosque. Mujeres y cuentos de hadas en Latinoamérica. En América Latina estamos redescubriendo y rescatando la literatura femenina que fue relegada y olvidada. Nuestra la labor consiste en una suerte de arqueología de las palabras perdidas. Sabemos que el boom latinoamericano tuvo un peso definitivo y que en buena parte corrió por cuenta de una serie de escritores que coincidían en cierta manera de entender la literatura; a ello se sumó una operación de mercado muy audaz y efectiva. Fue como una gran ola. Pero esa ola también borró muchas cosas. El boom fue una bomba que estalló y después de la bomba siempre hay secuelas. Por esta razón estamos obligados a buscar y a encontrar los libros que se perdieron y se olvidaron, a hacer un arduo trabajo hemerográfico para hallar las palabras escondidas en las revistas y los diarios. Esto nos permitirá encontrar la literatura perdida y, gracias a esto, estaremos en condiciones de estudiarla y publicarla para que la gente pueda leerla ¿Por qué? Porque sabemos que la lógica del mercado consiste en imprimir lo que se lee, pero también podemos asumir que puede funcionar al revés. Creo que empezamos a crear una especie de ventana que nos permite asomarnos al ecosistema de la literatura femenina, pero también estoy convencida de que vamos a tener que pelear mucho para que no se cierre. Yo apuesto por la capacidad de los cuentos de hadas para seducir a los lectores.+


Bernardine Evaristo Introducción Cuando en 2019 gané el premio Booker por mi novela Niña, mujer, otras, me convertí en una autora de éxito “de la noche a la mañana”… después de cuarenta años trabajando profesionalmente en el mundo de la cultura. No era que no hubiese obtenido logros y reconocimientos a lo largo de mi carrera, pero es cierto que no era una autora excesivamente conocida. La novela alcanzó el número uno de las listas de ventas de muchos países y recibió la clase de atención que yo siempre había anhelado para mi trabajo. En las innumerables entrevistas que se sucedieron, me vi describiendo la trayectoria que me había llevado hasta ese momento culminante después de tanto tiempo. Afirmé sentirme imparable y comprendí entonces, no sin cierto asombro, que así había sido desde que me independicé con dieciocho años para abrirme camino en el mundo exterior. Al hacer la reflexión, situé el origen de mi creatividad en mi niñez, en mi extracción cultural y en las influencias que han moldeado mi vida. La mayoría de quienes trabajan en el mundo de la cultura tienen como modelos de vida a personas —escritores, artistas, creadores— que les han inspirado, pero ¿qué otros elementos son los que sientan las bases de nuestra creatividad y dirigen el rumbo de nuestra carrera? Este libro es la respuesta que yo misma me doy a esa pregunta, y mi idea es contestarla arrojando luz sobre mi ascendencia y mi infancia, sobre mi estilo de vida y las relaciones que he tenido, sobre los orígenes y la naturaleza de mi creatividad, así como sobre las estrategias de crecimiento personal y el activismo. Para quienes acabáis de encontraros con mi escritura —ahora en esta meta recién elevada, este libro revela lo que costó seguir adelante y madurar; y, para quienes lleváis mucho tiempo intentando abriros un hueco y tal vez os identifiquéis con mi historia, espero que os resulte inspiradora para la travesía propia que ha de llevaros a alcanzar vuestras ambiciones. Así que aquí lo tenéis: Manifiesto: sobre cómo no rendirse, un libro de memorias y una meditación sobre mi vida. Uno Ascendencia, infancia, familia, orígenes Como raza, la de los seres humanos, todos llevamos dentro las historias de nuestros ancestros y yo siempre he sentido curiosidad por saber en qué medida las mías me han condicionado como persona y como escritora. Sé que me preceden varias generaciones de personas que migraron de un país a otro en busca de una vida mejor, personas que se casaron haciendo caso omiso de los constructos artificiales que son las fronteras y las barreras culturales y raciales creadas por los hombres. Mi madre inglesa conoció a mi padre nigeriano en un baile de la Commonwealth que se celebró en el centro de Londres en 1954. Ella estaba estudiando Magisterio en una escuela católica de monjas que

había en Kensington; él era aprendiz de soldador. Se casaron y tuvieron ocho hijos en diez años. Durante mi infancia y mi juventud, se me aplicó el calificativo de half-caste, el término que se utilizaba por entonces para las personas birraciales. Como pasa con todas estas categorías (en inglés, negro, coloured, black, mixed-race, biracial, of colour), funcionan como calificativos aceptados hasta que vienen otros a sustituirlos. Ahora sabemos que en realidad la raza no existe —no es un hecho biológico— y que los seres humanos tenemos todos el mismo ADN salvo por un uno por ciento que es distinto. Nuestras diferencias no son científicas, sino que se deben a otros factores como el entorno. La raza, sin embargo, sí que es una experiencia vivida, de modo que su trascendencia es enorme. Comprender que la raza supone una ficción no significa que podamos prescindir de las categorías, al menos de momento. En mi infancia, el propio concepto de black British se consideraba en sí un oxímoron. Los británicos no reconocían a las personas negras como conciudadanas, mientras que, a su vez, la filiación de estas era con sus países de origen. Yo nunca tuve otra opción que la de considerarme británica: nací en este país y era el único en el que había vivido, por mucho que se me dejara bien claro que en realidad yo no era de aquí porque no era blanca. Aun así, para mí Nigeria era un concepto muy remoto, un país en el que había nacido mi padre y del que yo nada sabía. Sé mucho más sobre mi familia materna que sobre la paterna. No hace tanto que descubrí que mis raíces británicas se extienden hasta trescientos años atrás en el tiempo, hasta 1703. No me habría venido nada mal conocer ese dato cuando era pequeña, porque así habría tenido un sentimiento de pertenencia más fuerte, y además me habría dotado de una buena munición contra aquellos que me decían —a mí y a toda persona de color de esa época— que me volviera a mi país. Por supuesto, no estoy diciendo que haya que tener raíces británicas para ganarse el derecho a ser de aquí, y siempre hay que desafiar la idea de que solo en ese caso puedes considerarte como tal. Los derechos de ciudadanía no se limitan a los derechos de nacimiento y este asunto siempre ha sido farragoso para aquellos a quienes se consideraba “súbditos” del Imperio británico, pero sin que por ello se les concediera el beneficio de la “ciudadanía”. Sé que el tema de los análisis de ADN es controvertido, porque los resultados dependen de cada empresa y de la muestra de estudio en que se basa cada uno, pero, aun así, a mí me resultan fascinantes. El análisis que me hice a través de Ancestry DNA, que profundiza hasta ocho generaciones atrás en el tiempo, revela una estimación de etnicidad que describe así mis raíces: “Nigeria: 38 por ciento; Togo: 12 por ciento; Inglaterra, noroeste de Europa: 25 por ciento; Escocia: 14 por ciento; Irlanda: 7 por ciento; Noruega: 4 por ciento”. (Los dos países con los que no puedo vincular a antepasados conocidos son Escocia y Noruega.) Así y todo, aunque soy igual de negra que blanca en lo que a ascendencia se refiere, cuando la gente me mira, ve a mi padre a través de mí, no a mi madre. Que yo no pueda reivindicar una identidad blanca si así lo quisiera (aunque no es el caso) es ya de por sí irracional y tan solo sirve para demostrar una vez más que la idea de raza es absurda.+

Adelanto de libro

Manifiesto: sobre cómo no rendirse

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Entrevista a José Retik

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Literatura-locura-poder Karlos Díaz | Sebastián Pérez

¿Qué piensas del desarrollo de las letras mexicanas contemporáneas? Es curioso. Me resulta difícil pensar en una literatura mexicana, en una literatura argentina, uruguaya o latinoamericana. Sé que existen, pero lo vivo de otra manera. Prefiero detenerme en lo que hacen los escritores. Uno por uno. Sean mexicanos, judíos, negros o hinchas del Inter de Miami. Pensaría más bien en patrias de estilo. Aunque el estilo es José Retik es escritor, guionista y psicólogo. Nació en la ciu- prácticamente indefinible. Ya ves, lo mío es más bien la confusión.

dad de La Plata, Buenos Aires, Argentina. Ha escrito ensa- Qué nos podrías decir sobre la literatura mexicana? yos, biografías, novelas, guiones de cine y televisión. Entre sus ensayos encontramos ¡Araca Lacan! (Acervo Editora Podría decirte que El hipogeo secreto, de Salvador Elizondo, me Argentina, 2007) y Diccionario de psicopatología fantástica resultó fascinante. También Underwood portátil. Modelo 1915, de (Ediciones Biebel, 2020). En 2020, Borde Perdido editó su Mario Bellatin. A propósito de Bellatin, quisiera contar una anécdota. Durante la pandemia, Ariel Luppino creó un dispositivo virprimera novela, Los extraestatales. Este año, la misma edi- tual con el nombre de La Otra Caja (que continúa funcionando). torial publicó Cine líquido. Semanalmente, nos reuníamos a leer la obra de Bellatin. En uno de Cine líquido transcurre en la Nación, un país con una realidad distópica y dos fuerzas oscuras en guerra. Éstas son dirigidas por Die Höchstem, quien intenta llevar adelante la propaganda; en contraste, el doctor Agosti forma parte de la resistencia. Al pasar las páginas, nos encontramos con que Agosti practica un procedimiento llamado cirugía psíquica, con el objetivo de hacer frente a la propaganda. El aspecto del sistema que Retik expone en Cine líquido es la sobreinformación, la revolución tecnológica, las redes, la propaganda, el consumo y, en medio de todo esto, la función de la literatura, el rol del arte, la importancia de los sueños, la recuperación de la esencia. Esto fue lo que nos contó en entrevista. ¿Quién es José Retik?

¿En qué estás pensando para tus próximas escrituras? Tengo lista una nueva novela titulada El muñeco. Posiblemente salga en la primera mitad del año que viene. Los que la leyeron dicen que resulta muy diferente a las anteriores. ¿Qué libros nos recomiendas?

Alguien que nunca respondería esa pregunta. ¿Cuál es el mapa de lecturas y autores que te ha guiado en la escritura de tus novelas, Cine líquido y Los extraestatales? Seguramente cada lector podrá encontrar las similitudes del caso. Parecería que en cuestiones literarias hay que establecer constelaciones; tal vez sea razonable. Si lo pienso astronómicamente, podría pensarse en la constelación Antlia. Ahora bien, mis lecturas incluyen autores como Jorge Luis Borges, Gabriel Báñez, Pablo Farrés, Daniel Guebel, Alberto Laiseca, Macedonio Fernández, Joris-Karl Huysmans, Octave Mirbeau, entre otros. Sin embargo, los libros que leo cuando escribo son más bien de carácter científico o ensayístico; busco información que tenga que ver con el asunto que sobrevuela la novela. Literatura, psicoanálisis, política… Como lector, ¿resulta difícil saciar las necesidades del escritor-psicólogo-político? Puede que ese tridente tenga que ver con lo que orbita mi escritura. También podría resumirse como literatura-locura-poder. En cuanto a la literatura, hay tantas definiciones como teorías literarias. En una palabra, resulta poco lo que se puede decir. Y lo que puedo decir como escritor es esto: lo mejor es que sea otro el que lea lo que uno hizo escribiendo. 34

los últimos encuentros, Ariel invitó al mismísimo Mario. Nadie esperaba que apareciera, pero apareció. Recuerdo que le conté que había tenido un sueño con él. Al parecer, Bellatin entendió que lo que yo le decía era que él me daba sueño. Intenté explicarle que no me refería a eso, sino que había soñado con él. En fin, son los problemas que plantea toda comunicación bien intencionada.

Primero recomiendo leer los clásicos. Mi segunda recomendación consiste en los libros de algunos escritores con los que siento una gran afinidad: Las series infinitas, de Pablo Farrés; Tratado de insectología, de Ariel Luppino; La danza de los juguetes rotos, de Agustín Conde de Boeck; Vida, obra y milagros de Marcelo Fox, escrito por Matías Raia y Agustín Conde de Boeck; Disco Wilcock y Bonino: la lengua de la inocencia, ambos escritos por Manuel Ignacio Moyano Palacio; Lo que enferma, de Sebastián Maturano; El palomar, de Francisco Magallanes; Caperuxita, de Agustina Pérez; Norep, de Omar Genovese; Gulag, de Diego Cano, y todos los libros del gran Michel Nieva. Por último, recomiendo algunos libros a la sanfasón: Aventuras de un novelista atonal, de Alberto Laiseca; El perseguido, de Daniel Guebel; Jitler y La cisura de Rolando, de Gabriel Báñez; Mezcolanza, de Leónidas Lamborghini; À rebours, de Joris-Karl Huysmans; Memoria de Georges el amargado, de Octave Mirbeau; La tarántula, de Miguel Ángel Speroni, y La camiseta del jefe de policía, de Omar Viñole.+

Karlos Díaz y Sebastián Pérez son músicos y lectores


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IN T . M RO ar D iso U l N CC av I Ó aH N er ná nd e ra D

REALISMO vs MÁGICO

Realismo vs Mágico 979-8-89074-641-2 Ediciones Gandhi

¡Una fascinante recopilación del cuento fantástico latinoamericano! Rubén Dario NICARAGÜA IMPRESO EN PÁGINAS NEGRAS

Virgilio Piñera CUBA Eduardo Blanco VENEZUELA

«La inmensidad y la eternidad del misterio forman la única y pavorosa verdad».

Horacio Quiroga URUGUAY

Rubén Darío «Lo fantástico es la vacilación experimentada por un ser que no conoce más que las leyes naturales, frente a un acontecimiento aparentemente sobrenatural. El concepto de fantástico se define pues con relación a los de real e imaginario, y estos últimos merecen Leopoldo Lugones algo más que una ARGENTINA simple mención.»

Juana Manuela Gorriti ARGENTINA

José María Roa Bárcena MÉXICO

NUESTRAS EDICIONES

Narraciones fantásticas latinoamericanas

Tzvetan Todorov

Bernardo Couto Castillo MÉXICO

Adela Zamudio BOLIVIA

A LA PUERTA DE TU CASA


LOS LEÍDOS NO FICCIÓN

FICCIÓN LA BIBLIOTECA DE LA MEDIANOCHE Matt Haig EDITORIAL PATRIA

Entre la vida y la muerte hay una biblioteca. Y los estantes de esa biblioteca son infinitos. Cada libro da la oportunidad de probar otra vida que podrías haber vivido y de comprobar cómo habrían cambiado las cosas si hubieras tomado otras decisiones... ¿Habrías hecho algo de manera diferente si hubieras tenido la oportunidad?

EL PROBLEMA FINAL Arturo Pérez-Reverte ALFAGUARA

Un crimen imposible. Un detective insospechado. No se trata de un desafío entre el asesino y el detective, sino de un duelo de inteligencia entre el autor y el lector. Junio de 1960: un temporal mantiene aisladas en la idílica isla de Utakos, frente a Corfú, a nueve personas alojadas en el pequeño hotel local. Nada hace presagiar lo que está a punto de ocurrir: Edith Mander, una discreta turista inglesa, aparece muerta en el pabellón de la playa. Lo que parece un suicidio revela indicios imperceptibles para cualquiera salvo para Hopalong Basil, un actor en decadencia que en otro tiempo encarnó en la pantalla al más célebre detective de todos los tiempos. Nadie como él, acostumbrado a aplicar en el cine las habilidades deductivas de Sherlock Holmes, puede desentrañar lo que de verdad esconde ese enigma clásico de habitación cerrada.

Una conmovedora novela de violencia, solidaridad, amor y redención, que narra las historias entrecruzadas de dos niños unidos por el desarraigo. Samuel Adler es un niño judío de seis años cuyo padre desaparece durante la Noche de los Cristales Rotos. Su madre, desesperada, le consigue una plaza en un tren que lo llevará desde la Austria nazi hasta Inglaterra. Ocho décadas más tarde, Anita Díaz, de siete años, sube con su madre a bordo de otro tren para escapar de un inminente peligro en El Salvador y exiliarse en Estados Unidos.

Un libro sobrecogedor, potente e inspirador que busca ayudar a todos aquellos cuyos traumas les impiden vivir en plenitud. Como su mentor Víktor Frankl, Edith Eger es una superviviente cuya experiencia vital y trayectoria como psicóloga le han permitido ayudar a miles de personas que viven incapacitadas por sus cicatrices emocionales.

A veces quién más te quiere es quien más daño te hace. Lily no siempre ha tenido una vida fácil, pero eso nunca le ha impedido luchar por lo que quiere y ha recorrido un largo camino para llegar a donde está ahora. Su vida comienza a cambiar el día que Ryle Kincaid, un extraordinario neurocirujano, se fija en ella.

JÓVENES

Una ola de descontento recorre el mundo, y cada vez menos personas se sienten verdaderamente felices. Las encuestas revelan un aumento constante de la insatisfacción, el estrés y la depresión a nivel global. ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué los niveles de infelicidad alcanzan récords preocupantes? ¿Cuáles son las últimas innovaciones de países, empresas, escuelas y la ciencia para revertir esta tendencia y aumentar la felicidad? Andrés Oppenheimer explora este fenómeno global y ofrece nuevas perspectivas para salir del pozo de la insatisfacción. A través de una exhaustiva investigación en diversos países, concluye que el crecimiento económico, el parámetro que usamos para medir el progreso, es necesario, pero no suficiente para aumentar la felicidad.

Muchos, hoy en día, arrastramos heridas emocionales que nos impiden conectar de forma sana con el entorno. Este libro te ayudará a comprender el vínculo con tus padres, tus hijos, tu pareja, tus amigos y tus compañeros de trabajo, a la vez que entiendes tu historia emocional. Porque cuando uno se comprende, se siente aliviado.

Uniendo los puntos de vista científico, psicológico y humano, la autora nos ofrece una reflexión profunda, salpicada de útiles consejos y con vocación eminentemente didáctica, acerca de la aplicación de nuestras propias capacidades para procurarnos una existencia plena y feliz: conocer y optimizar determinadas zonas del cerebro; fijar metas y objetivos en la vida; ejercitar la voluntad; poner en marcha la inteligencia emocional; desarrollar la asertividad; evitar el exceso de autocrítica y autoexigencia; reivindicar el papel del optimismo.

LA REVOLUCIÓN DE LA GLUCOSA Jessie Inchauspé DIANA MÉXICO

ROMPER EL CÍRCULO Colleen Hoover PLANETA

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¡CÓMO SALIR DEL POZO! Andrés Oppenheimer DEBATE

CÓMO HACER QUE TE PASEN COSAS BUENAS Marian Rojas Estapé ESPASA MÉXICO

LA BAILARINA DE AUSCHWITZ Edith Eger PLANETA

BALADA DE PÁJAROS CANTORES Y SERPIENTES SERIE LOS JUEGOS DEL HAMBRE Suzanne Collins MOLINO

La evidencia científica muestra que los traumas pueden ser heredados. Existen pruebas fiables de que muchos problemas crónicos pueden tener su origen no en nuestras vivencias inmediatas o en desequilibrios químicos de nuestro cerebro, sino en las vidas de nuestros padres, abuelos o bisabuelos. Esta obra innovadora aporta una lúcida comprensión de los traumas heredados y ofrece poderosas herramientas para acabar con el sufrimiento que producen.

ENCUENTRA TU PERSONA VITAMINA Marian Rojas Estapé ESPASA MÉXICO

EL VIENTO CONOCE MI NOMBRE Isabel Allende PENGUIN RANDOM HOUSE

ALAS DE SANGRE (EMPÍREO I) Rebecca Yarros PLANETA

ESTE DOLOR NO ES MÍO. IDENTIFICA Y RESUELVE LOS TRAUMAS FAMILIARES HEREDADOS Mark Wolynn GAIA

INVISIBLE Eloy Moreno NUBE DE TINTA

Mejora todos los aspectos de tu salud, desde el peso, el sueño, los antojos, el estado de ánimo, la energía, la piel e incluso retrasa el envejecimiento con trucos fáciles de implementar y basados en la ciencia que te ayudan a controlar tus niveles de azúcar en sangre mientras sigues comiendo los alimentos que te encantan. La bioquímica Jessie Inchauspé ofrece diez trucos simples y sorprendentes para ayudarnos a equilibrar nuestros niveles de glucosa y revertir sus síntomas.

NO SE CÓMO MOSTRAR DÓNDE ME DUELE Amalia Andrade PLANETA

ANTES DE DICIEMBRE (MESES A TU LADO 1) Joana Marcús MONTENA


ELECTRÓNICOS

ARTE Y RECREACIÓN

MAÑANA Y TARDE Jon Fosse NÓRDICA LIBROS

Nace un niño que se llamará Johannes. Muere un anciano llamado Johannes. Entre estos dos puntos, Jon Fosse nos da los detalles de toda una vida, crudamente comprimidos. Comenzando con los pensamientos del padre de Johannes cuando su esposa se pone de parto, y terminando con los propios pensamientos de Johannes cuando se embarca en un día de su vida en el que todo es exactamente igual, pero totalmente diferente, Mañana y tarde es una obra sobre el hermoso sueño de que nuestras vidas tienen sentido.

TRILOGÍA Jon Fosse DE CONATUS

Trilogía es un libro hipnótico. Para Jon Fosse, escribir es como rezar y, para el lector, leer Trilogía significa entrar en una profundidad desconocida. Con un lenguaje sencillo y un narrador único, Fosse nos cuenta la historia de una pareja de adolescentes que va a tener un hijo y que intenta sobrevivir sin nada en un mundo hostil. Con esta historia entendemos qué significa la indefensión y nos hacemos conscientes de la mirada despiadada de la sociedad, pero también revivimos de forma exquisita el primer amor, la experiencia de empezar la vida.

TERAPIA PARA LLEVAR Ana Pérez, Nací Dramática MONTENA

La salud mental no cae del cielo. ¿Estás desconectado de ti mismo? ¿Sientes que te pasa algo, pero no sabes qué es? ¿La opinión de los demás te condiciona demasiado? Descubre cien herramientas prácticas y fáciles de aplicar que mejorarán tu día a día. Escúchate, entiende tus emociones y, sobre todo, actúa para mejorarlas. Te ha costado años conocer a las personas de tu alrededor. Conocerte a ti también te llevará tiempo...

LA MUJER QUE SOY Britney Spears PLAZA JANÉS

La mujer que soy es una historia valiente y asombrosamente conmovedora sobre la libertad, la fama, la maternidad, la supervivencia, la fe y la esperanza. En junio de 2021, el mundo entero escuchó hablar a Britney Spears en una audiencia pública. El impacto que causó al compartir su voz, su verdad, fue innegable, y cambió el rumbo de su vida y el de la de infinidad de personas. La mujer que soy revela por primera vez la increíble peripecia vital y la fuerza interior de una de las mejores artistas de la historia de la música pop.

NADIE TIENE QUE SABERLO EXCEPTO TÚ Madame G. Rouge BRUGUERA

El libro para sanar tu corazón que causa furor en TikTok. Nadie tiene que saber el contenido de este libro, excepto tú. Sus páginas son un lugar seguro para ti. La vida está llena de altibajos, y a veces nos enfrentamos a situaciones difíciles que nos hunden y hacen que nos sintamos desesperadas. Si has pasado por una ruptura amorosa, la pérdida de una amistad, una pelea familiar o cualquier otro momento difícil y estás buscando una manera de superar este periodo complicado y mirar al futuro con esperanza y optimismo, este libro es para ti.

La mujer que soy es una historia valiente y asombrosamente conmovedora sobre la libertad, la fama, la maternidad, la supervivencia, la fe y la esperanza. En junio de 2021, el mundo entero escuchó hablar a Britney Spears en una audiencia pública. El impacto que causó al compartir su voz, su verdad, fue innegable, y cambió el rumbo de su vida y el de la de infinidad de personas. La mujer que soy revela por primera vez la increíble peripecia vital y la fuerza interior de una de las mejores artistas de la historia de la música pop.

VAN GOGH PARA COLOREAR. LIBRO ANTIESTRÉS Larousse Editorial NUEVA IMAGEN

En este fascinante álbum para colorear se podrán apreciar algunas de las más grandes pinturas de Vincent van Gogh, así como las técnicas que utilizaba para pintar. El libro está diseñado para reducir el estrés mientras se pintan y recrean las obras de arte. El álbum incluye un ejemplo de paleta de colores, instrucciones sobre técnicas de coloreado, once páginas con las pinturas a todo color y láminas para colorear que son fáciles de desprender.

LAS MEDIDAS DE UNA CASA Xavier Fonseca Romero PAX Ésta es una obra imprescindible para arquitectos e ingenieros y, desde luego, para aquellos que están trabajando directamente en la construcción de sus casas. Expone de manera clara y sencilla todos los datos de la antropometría, análisis de mobiliario, diseño urbano, control ambiental, incluyendo el uso de energía solar, circulaciones y otras consideraciones importantes. Además, incluye un capítulo sobre las necesidades para conjuntos y zonas habitacionales.

MANDALAS Larousse Editorial NUEVA IMAGEN ¡Más de 60 mandalas, figuras concéntricas inspiradas en las culturas hindú y tibetana, listos para ser coloreados!

MANUAL DEL CAFÉ Nicolás Artusi PLANETA

¿Qué variedad de café elegir? ¿Cómo influye el tostado? ¿Cuál es el molido ideal para una cafetera italiana? ¿A qué temperatura tiene que estar el agua? ¿Cuál es el tiempo de infusión correcto para una prensa francesa? ¿Qué características debe tener el espresso ideal? ¿Cuánta leche lleva un macchiato? Manual del café revela toda la información necesaria para preparar la bebida perfecta y disfrutarla en su máximo esplendor, con un recorrido que va desde las características de la planta hasta los efectos de la cafeína.

DIARIO DE GREG 1 UN RENACUAJO Jeff Kinney MOLINO

JUGUEMOS A LEER CUADERNO DE EJERCICIOS Y LIBRO DE LECTURA Rosario Ahumada TRILLAS

NIÑOS

BEYOND THE STORY Myeongseok Kang PLAZA Y JANÉS

HARRY POTTER MOMO Y LA PIEDRA FILOSOFAL J. K. Rowling Michael Ende SALAMANDRA INFANTIL Y JUVENIL ALFAGUARA INFANTIL

LA MUJER QUE SOY Britney Spears PLAZA JANÉS

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