Lee+ 154 Diosas

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AÑO 13 • NÚMERO 154 • MARZO 2022

PRECIO AL PÚBLICO 25 PESOS

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Editorial

Índice 6 El encanto de las diosas

M

ucho antes de que Gilgamesh fuera adorado en Sumeria o Zeus llegara al Olimpo, ellas eran todopoderosas. Ellas eran las dueñas de la noche y las cavernas, de su voluntad dependían los rebaños y la recolección; ellas controlaban el cosmos y regían la vida de las aldeas y las primeras ciudades. Dios era mujer y sus huellas están a la vista de todos: las esculturas prehistóricas que revelan la fertilidad y los poemas que en la antiquísima Uruk cantaban la historia de Ištar apenas son una muestra de lo que ocurría en aquellos tiempos. Sin embargo, algo pasó: las diosas fueron derrotadas y recibieron la condena del silencio y las sombras. Tan brutal fue su castigo que la confluencia del día de Venus y el número 13 se convirtió en el augurio de lo funesto. La celebración del 13 aniversario de Lee+ no podía alejarse ni desentenderse de aquellos acontecimientos: algunas de las diosas que hoy nos acompañan debían marcar el destino de esta entrega. Por eso invocamos el poderío de Shirley Manson y Angela Davis; debido a esto nos sumergimos en las palabras de Svetlana Alexiévich, Amélie Nothomb y Verónica Murguía y, por supuesto, también nos preguntamos por su encanto, por la belleza y lo inmortal. Y, para cerrar, conversamos con uno de los autores más populares de nuestros días: John Boyne. Este número, que abre el año 13, es una invocación a las diosas, a las mujeres que nos iluminan y nos abren caminos, a las poderosas que nos cubrirán con sus palabras y sus acciones. Demos paso a las diosas. +

Yara Sánchez De La Barquera

Citlali Figueroa

8 Angela Davis: la doble discriminación

yara@revistaleemas.mx Coeditor

José Luis Trueba Lara

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Una conversación con Verónica Murguía

José Luis Trueba Lara jtrueba@revistaleemas.mx

José Luis Trueba Lara

12 Enterrar la tierra en la Tierra

Director de arte y editor audiovisual Edwin Reyes Maya

Sofía Grivas

14 La crucifixión de Jesucristo: una recreación de Amélie Nothomb Carlos Torres Tinajero

edwin@revistaleemas.mx Difusión Cultural Beatriz Vidal De Alba beatriz@revistaleemas.mx

16 Póster: Angela Davis

Marketing Fabián Vásquez Escalante

Juan José Huitrón

18 Entrevista a Shirley Manson

fabian@revistaleemas.mx Correctora de estilo

Yara Sánchez De La Barquera

Mariana Aguilar Mejía

22 Entrevista a John Boyne

Editora de contenido web Citlali Figueroa

Yara Sánchez De La Barquera

26 Lo bello y lo inmortal

Consejo editorial Alberto Achar

Brenda Ríos

En portada :

Yara Sánchez De La Barquera Directora General Revista Lee+ de Librerías Gandhi

/mascultura

Directora General y editora

Shirley Manson Fotografía de: Joseph Cultice

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Editor responsable: Yara Beatriz Sánchez De La Barquera Vidal, Información y Ventas Publicidad: (55) 5335 1327. Editado por www.taraediciones.mx contacto@revistaleemas.mx, Distribución: Librerías Gandhi, S.A. de C.V., Dirección: Calle Comunal No.7, Col. Agricola Chimalistac, C.P. 01050, Alcaldía Álvaro Obregón CDMX. Número de Reserva al Título ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2009-051820092500-102. Certificado de Licitud de Título No. 14505 y Certificado de Licitud de Contenido No. 12078 expedidos en la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Registro Postal EN TRÁMITE. Preprensa e impresión: Multigráfica Publicitaria S.A. de C.V. en Democracias no. 116, col. San Miguel Amantla, Azcapotzalco, C.P. 02700, Ciudad de México. Título incorporado en el Padrón Nacional de Medios Impresos de la Secretaría de Gobernación. Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa e indirecta, por cualquier medio o procedimiento, del contenido de la presente obra, sin contar con la autorización previa, expresa y por escrito del editor, en términos de la legislación autoral y, en su caso, de los tratados internacionales aplicables, la persona que infrinja esta disposición se hará acreedora a las sanciones correspondientes. El contenido de los artículos es responsabilidad de los autores. Librerías Gandhi y la casa editorial se deslindan de los mensajes expresados en los espacios publicitarios cuya responsabilidad pertenece al anunciante. Hecho en México.

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Tema del mes

El encanto de las

Diosas

Citlali Figueroa

E

s bien sabido que cada que un hecho no conviene a los que en ese momento gobiernan, éstos hacen lo posible por borrarlo de la memoria del pueblo, o bien, mezclan celebraciones culturales. Así pasó en la caída de Constantinopla, cuando un consejo de señores poderosos se sentó a establecer un calendario que coincidía con las fechas de los pueblos originarios, pero en el que ahora se adoraba a los dioses del nuevo orden. Así también ocurrió con los pueblos indígenas de México: al ser colonizados, se establecieron nuevos dioses con una imagen similar a la de los nativos, en los lugares donde hacían rituales. Como pueden notar, se trata de una práctica tramposa, pero bastante exitosa.

“Antes de los tiempos patriarcales, el viernes 13 era considerado el Día de la Diosa. Se consideró un día para adorar a lo divino femenino que vive en todos nosotros y para honrar los ciclos de creación, muerte y renacimiento”, en palabras de Gina Spriggs. El viernes 13 era una celebración de la feminidad, antes de considerarse sinónimo de mala suerte y de que lo encontráramos en las películas de terror; antes de que provocara miedo y se volviera, en la sociedad actual, el día en que Freddy y Jason salen a aterrorizar a la población. No sé si ustedes estaban enterados, pero el viernes es día de Venus. Para nuestra sociedad, se trata de un día esperado para relajarnos después de una semana de trabajo: ese en el que comienza el fin de semana, y parece que, en automático, se recargan nuestras energías; salimos de fiesta; nos vamos a visitar un pueblito mágico; interrumpimos la rutina. Recordemos que Venus es la diosa del amor, la belleza, la lujuria y la fertilidad; la madre del amor en la mitología romana, y un ingrediente vital en las fiestas y mitos de la antigua Roma, equivalente a la diosa griega Afrodita. Venus es el segundo planeta del sistema solar, y se relaciona con las mujeres, aunque no podríamos vivir ahí. Se dice que el viernes es el día en que Eva ofreció a Adán el fruto prohibido y Adán fue expulsado del Paraíso; el día en que se arrepintió, murió y fue incinerado. Fue un viernes, Viernes Santo, cuando Jesús fue asesinado. ¿En qué momento transformamos un día de belleza, amor y femineidad en un ataque de furia y violencia? El número 13 está lleno de energía femenina. Antes de la llegada del cristianismo, era “un día muy poderoso para la energía y la creatividad femeninas”, escribe Tanaaz Chubb, una intuitiva con sede en Los Angeles detrás del sitio web Forever Conscious.

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Spriggs coincide y agrega: “El 13 es un número femenino, que representa el número promedio del ciclo de una mujer en un año. También es el número de ciclos anuales de la luna, visto por las religiones basadas en la tierra como ‘mujer’”. Hasta este momento no me había detenido a pensar en el número de ciclos menstruales que se presentan cada año; parece que todo está perfectamente planeado. El 13, en promedio, cae en medio del ciclo de la Luna, representando el punto entre la muerte y el renacimiento. Si el ciclo menstrual de las mujeres se alinea con el ciclo lunar, derramar sangre simboliza la muerte, y ovular, el renacer. En la Antigüedad, cuando una mujer sangraba, se consideraba que encarnaba poderes divinos y mágicos, que tenía sabiduría, así como la capacidad de ofrecer mensajes intuitivos y predicciones. Entonces, dejemos de temer al viernes 13, y cada que se presente hagamos una celebración a Venus, la diosa del amor, como nos sugiere Spriggs: “Vístase de rosa, podría ser con ropa interior rosa, compre flores rosadas, encienda la luz de una vela rosa, beba té de pétalos de rosa o lleve un cuarzo rosa”. Para continuar con la celebración, debemos conocer a las diosas actuales, por eso es importante entender el camino que recorrieron para llegar hasta aquí. Te recomendamos leer La mujer en el mundo. Atlas de la geografía feminista de Joni Seager, un libro que 520 millones de mujeres no pueden leer, según el índice de analfabetismo, aunque la alfabetización ha cambiado en los últimos 20 años; hay 720 millones de adultos analfabetos en el mundo, y las proporciones no cambian: dos tercios de esa cifra son mujeres. Así, nos acercamos a un libro para conocer las batallas de las mujeres a través de los años en diferentes campos, y es que en las cifras seguimos perdiendo: perdiendo oportunidades, amigas y reconocimiento. +



Tema del mes

José Luis Trueba Lara

L

a voz de Mick Jagger se escucha mientras me preparo para sentarme a escribir. La letra de “Sweet Black Angel” es la acompañante perfecta. She countin’ up the minutes. She countin’ up the days. She’s a sweet black angel, not a gun toting teacher, not a red loving school mom. Ain’t someone gonna free her. Free the sweet black slave.

No acepto las cosas que no puedo cambiar. Estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar”.

Jagger decía la verdad pura y dura. En 1972, la dulce esclava negra había sido condenada a “Sweet Black Angel” se repite sin que pueda evitarlo. Jagger me prisión por los delitos de asesinato y secuestro. Al juez y al jurado no les importó que Angela obliga a detener mis dedos en el teclado: Davis tuviera las manos limpias de sangre. Los Got a sweet black angel, delitos que había cometido eran mucho peores: got a pin up girl, ser mujer, negra, militante, simpatizante de los got a sweet black angel grupos radicales y, para colmo del horror, comuup upon my wall. nista; además, se había unido a otros enemigos Well, she ain’t no singer del país para defender a los Hermanos Soledad, and she ain’t no star. tres presos que fueron acusados de asesinar a But she sure talk good. un guardia blanco en una cárcel marcada por el silencio y el aislamiento casi absoluto. El vereEfectivamente, Angela hablaba bien, muy bien. Pero esto, por lo dicto era claro, absolutamente preciso: Angela volvía a enfrentarse a la doble discriminación menos en sus primeros años, no era resultado de lo que aprendió en la escuela: los planteles segregados en Birmingham funcionaque tatuaba a la negritud y lo femenino. ban como un fiel reflejo de lo que sucedía en el mundo; la incuria Lo que ocurrió en ese juicio bien podría represen- era su signo. Sin embargo, las cosas cambiaron cuando Ameritar un capítulo más en una historia de horrores y can Friends Service Committee le ofreció a la joven una beca luchas. Angela no nació en un sitio cualquiera: la para estudiar en Nueva York. Vivir en la casa de un pastor episcasa de su familia estaba en Dynamite Hill, la co- copal que se oponía al macartismo y coqueteaba abiertamenlina que se ganó tal nombre debido a las casas de te con los socialistas se convirtió en una buena oportunidad los negros que fueron dinamitadas por el Ku Klux para politizarse y desamarrarse la lengua. Lo que ocurrió después resulta predecible: Angela se adenKlan. En ese terreno, se encontraban las huellas de los encapuchados que incendiaban cruces antes de tró en los libros comunistas, y en ellos descubrió que el racismo quitarles el bozal a la peor de las muertes y a las ma- y la lucha por la igualdad de derechos de los afrodescendientes yores torturas. Efectivamente, el hecho de haber tenían un contexto mucho más amplio que el sur estadouninacido en el sur durante los años cuarenta coloca- dense. Lo que debía cambiar no eran unos cuantos estados de la ba a Angela ante una discriminación bendecida unión: tenían que transformarse las relaciones sociales y, para por las leyes que fueron votadas por los demó- lograrlo, no existía otro camino más que la militancia. Por ello cratas desde el siglo xix. La segregación de los se incorporó a Advance y, desde 1960, su rostro comenzó a verse afrodescendientes no tenía vuelta de hoja y sólo se en las manifestaciones. La presencia en las protestas dejó de ser suficiente unos años derogaría dos décadas más tarde, en 1964 y 1965, cuando se publicaron la Ley de Derechos Civiles y más tarde. En 1963, Angela recibió la noticia de un nuevo ataque a las instituciones de la negritud: en septiembre de ese año, la Iglesia la Ley de Derecho al Voto, respectivamente. La historia y el paisaje no fueron lo único de- Bautista de Birmingham fue dinamitada por el Ku Klux Klan con terminante en el camino de Angela: su padre era un saldo mortal escalofriante. Según los encapuchados, los negros uno de los pocos negros que tuvieron acceso a la necesitaban una lección definitiva para que abandonaran sus ansias universidad, aunque su carrera como docente no de igualdad. Las sentadas que mostraban el repudio al racismo perllegó muy lejos. Los vientos no eran propicios para dieron su sentido en la medida en que, como ella escribió en esos una actividad de este tipo. Además, él y su madre años, el atentado contra el templo era sólo la expresión de “la rutina, eran activistas de la National Association for the a menudo monótona, de la opresión racista”. Ante estos hechos, sólo Advancement of Colored People, una organiza- quedaba el camino de la radicalización y, justo por eso, Angela coción proscrita con fines precisos: “promover la menzó a apoyar a las Panteras Negras, se afilió al Partido Comunista igualdad de derechos y erradicar los prejuicios ra- Estadounidense y se sumó a muchos grupos que oscilaban entre el ciales entre los ciudadanos estadounidenses, para diálogo y el enfrentamiento. Las consecuencias de sus acciones no se hicieron esperar: su avanzar en pro de los intereses de los ciudadanos de color, para asegurarles un sufragio imparcial y nombre figuraba en las listas de subversivos del fbi y, poco tiempo aumentar sus oportunidades, para asegurar la jus- después de que comenzó a dar clases en la Universidad de Califorticia en los tribunales, la educación para los niños, nia en Los Angeles, fue despedida por razones políticas. Si Angela el empleo según la capacidad y la completa igual- hablaba bien, muy bien, podría contaminar las delicadas mentes de dad ante la ley”. Las ideas contra la discriminación sus alumnos, que debían consagrar su existencia al fortalecimiento del American way of life. formaban parte de la vida cotidiana de Davis.

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José Luis Trueba Lara. Escritor, editor y profe. Colabora en la radio y de pilón sale en la tele. Duerme la siesta con su esposa y ha publicado varios libros. Es un lector que ha llegado al extremo de trabajar para pagarse el vicio. Twitter: @TruebaLara


Angela Davis:

la doble discriminación

Jagger no fue el único que le cantó a Angela Davis. Mientras escribo estas páginas, pienso que debería encontrar alguna canción de Joan Baez —con quien la unía la lucha contra la pena de muerte—, o tal vez valdría la pena poner una pieza de Simon & Garfunkel para sentir la brisa del tiempo perdido para siempre. Sin embargo, vienen a mi memoria algunas líneas de la canción que le compuso Pablo Milanés: Tú conoces la historia y mucho más, y esto no te lo pueden perdonar. Es posible que se manchen más, no les importa tu verdad ante el riesgo de oír tu voz en libertad.

Confieso que esta pieza no es de mis favoritas y prefiero a los Rolling Stones: la música que se pasa de comprometida es demasiado para mí. A pesar de esto, creo que hay algo importante en uno de sus versos, “el riesgo de oír tu voz en libertad”. Efectivamente, Angela siempre ha sido un riesgo, un peligro que nos enfrenta a los horrores que debemos mirar y derrotar. Si la analizáramos en perspectiva, pronto descubriríamos que la lucha por los derechos civiles apenas muestra una de sus facetas: desde el momento en que abiertamente se declaró lesbiana, comenzó a combatir en pro del respeto a las preferencias sexuales; asimismo, su lucha contra la pena de muerte y los sistemas carcelarios se ha mostrado desde hace décadas. Ella es una de las diosas que iluminan el riesgoso camino que conduce a la libertad y que, en buena medida, nos llevaría a sumarnos a “La estanquera de Saigón” de Los Chikos del Maíz: Soy el hippie puesto de María, soy el espía soviético de la Guerra Fría, la voz del pueblo en movimiento. Soy la virtud que busca Dylan en el viento, soy la juventud quemando la cartilla de reclu[tamiento, soy el Black Panther violento, ¡compromiso!, soy Angela Davis llamando machista a Nixon, soy insumiso. Yo, Kubrick; tú, Melendi […]. Soy Janis Joplin puesto hasta las cejas, lsd en tu cabeza, el tímido del baile. Soy la bala que atraviesa la nuca de Kennedy, soy la chupa de Peter Fonda en Easy Rider, soy el fraile guerrillero, el mayo perdido. +

Los problemas locales tienen ramificaciones mundiales”. 9


Una conversación con Verónica Murguía 10

El coro de José Luis Trueba Lara

la peste

N

o importa que los rostros del horror siempre aparezcan diferentes, la historia se repite sin ser la misma. Sus vestigios nos han acompañado desde hace siglos. A veces creo que Tucídides fue el primero en revelar su presencia, al mostrarnos los muertos que provocó en Atenas y así abrirles camino a las palabras del fin del mundo. Me detengo y pienso en algunas de las huellas que el mal ha dejado en la literatura: el Diario del año de la peste de Defoe, La peste escarlata de London, La peste de Camus, Némesis de Roth, Ensayo sobre la ceguera de Saramago y La cuarentena de Le Clézio serían algunas, y a ellas podrían sumarse muchas otras páginas con mayor o menor popularidad. La existencia de una enfermedad apocalíptica que, además de destruir los cuerpos, tiene la capacidad de corromper las almas es casi omnipresente.

Hace muchos años, la peste que asoló a Europa desde 1348 me cautivó por completo. En esos días, estaba absolutamente convencido de que en esa epidemia se encontraban las causas de la ruptura, del origen del Renacimiento y de la magia y el hermetismo que se trasminaron a la literatura y a la ciencia. Sin embargo, también estaba seguro de que resultaba imposible crear una obra que diera cuenta de ella: en el Decamerón se revela como una causa y una escenografía, y en las obras de Defoe y London se muestra como una mirada que se detiene en asuntos precisos. A pesar de esto, lo imposible se hizo posible gracias a El cuarto jinete. —Ese año fue el inicio del horror absoluto —me dice Verónica Murguía. —Y tú lograste lo que me parecía imposible: contar la historia de la peste en una novela, en un réquiem… —Lo hice imitando a mi maestro, Marcel Schwob. Él escribió un libro diminuto sobre la cruzada de los niños, una aventura medieval de esas que nadie entiende por qué ocurrieron: los niños de lo que hoy son Francia y Alemania decidieron ir a salvar el Santo Sepulcro (que, por cierto, no necesitaba ningún tipo de salvación). Ellos se encaminaron acompañados de unos cuantos adultos y no llegaron a ninguna parte: algunos terminaron esclavizados por los árabes y los europeos. Cuando leí este libro, me hizo pedazos; lloré muchísimo gracias a las voces de esos niños, de los leprosos y del papa, entre muchos otros. Así, al momento de escribir El cuarto jinete tuve que escoger las voces que narrarían la historia; el papa, los grandes militares, los reyes y los poderosos quedaron fuera. Les di la voz a dos reverendos desconocidos que me tomé la libertad de inventar, y ellos se acompañan de personajes que siempre fueron silenciosos. —Pero también está la cicatricera, un personaje poderosísimo. —Te tengo que confesar que, en la primera versión de la novela, ella sólo era un rumor entre los niños. Cuando le di a leer la novela a Jazmina Barrera, ella me preguntó por qué las mujeres que aparecían no tenían más brío. Jazmina tenía razón: me adentré en la cicatricera, pues en el siglo xvi se necesitaba como nunca que estuvieran todas las manos puestas sobre los enfermos; los médicos endurecieron las medidas para quienes se dedicaban a curar a la gente. Las mujeres eran muy buenas entablillando,

cosiendo y asistiendo los partos, entre muchas otras cosas; hechos que contrastaban con la decisión de la Iglesia de convertir la medicina en una ocupación estrictamente masculina. Por eso decidí darle brío a este personaje y mostrar a las mujeres que se rebelaron contra esa misoginia. Confieso algo personal: El cuarto jinete me pegó durísimo, no sólo por los conflictos de sus personajes, sino por algo que casi siempre se pasa por alto, la dedicatoria: “Para los médicos, las enfermeras y quienes los ayudan”. Cuando leí este libro sobre la peste, tuve una compañía a lo largo de todas las páginas: mi hijo, que es médico. —La gente de los hospitales está acostumbrada a enfrentarse a la muerte, pero hechos como la peste o la pandemia actual los rebasan y, en más de una ocasión, los condenan a la derrota —le digo a Verónica. —Yo tengo una idea especial sobre la medicina. Como todos, he tenido encuentros afortunados y desafortunados con ella. Pero lo verdaderamente importante es que cada porción de la sabiduría de un médico cuesta muchísimo, e históricamente ha costado lo que no podemos imaginar. Su historia es heroica. Piensa en los tiempos en que los médicos no sabían qué eran los fluidos del cuerpo y los debían probar; en los momentos en que tenían que comprar los cadáveres para poder diseccionarlos (aunque también debemos reconocer que no faltaban los entusiastas que le daban un garrotazo a alguien para venderlo). Debemos recordar eso antes de insultar a un médico; tenemos que conocer nuestra historia para mirarnos con más tolerancia. Sólo la ciencia nos va a sacar del brete en el que estamos metidos. ”Aunque no lo creas, yo quise ser médica, pero me di cuenta de que, por talante, era imposible. No se me olvida la vez que dije: “Mamá, mamá, quiero ser doctora». Y ella, que era yucateca, me dijo con todo su dejo: “Ay, Dios, niña, ya te veo el día que tengas un examen de anatomía y te traigan un muertito: te echas a llorar”. Tenía razón; no estoy hecha para eso. Soy lo que soy y no hay de otra más que conformarse. Por eso mismo, después de esta novela, empaco mis cosas y me voy al siglo viii, para estar en una época tranquila y animada. —Ya estamos; me voy contigo, pero me quedo antes… tengo una plática pendiente con Tomás de Aquino. +

Ve la entrevista en mascultura.mx y en YouTube revistaleemasdegandhi



Tema del mes

Enterrar la tierra en la Tierra Sofía Grivas

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omo bordando cantos en una colosal tela, Svetlana Alexiévich construye una narración delicada y brutal, cimentada en la sensibilidad y el cuidado milimétrico de quien está a punto de desarmar una bomba. Alexiévich se ha convertido en la voz femenina que abarca todas las voces frente a la adversidad. Leerla es romper un muro de concreto. Era una visión de un auténtico paisaje lunar. A ambos lados de la carretera, hasta tocar el horizonte, se extendían los campos cubiertos de dolomita blanca. Habían arrancado y enterrado la capa superior contaminada de la tierra, y en su lugar lo habían cubierto todo con arena de dolomita.

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Sofía Grivas. Licenciada en publicidad y maestra en historia del arte moderno y contemporáneo. Ha trabajado en El Colegio Nacional, Conaculta y FotoMx. Ha colaborado con artículos e ilustraciones en Revista SP, Siempre, Lee+ y Este País. Twitter: @migajadetiempo


El año 1986 empezó un miércoles, a mitad de la semana. Las Naciones Unidas lo designaron Año Internacional de la Paz. Recordemos algunos acontecimientos sólo de los primeros cuatro meses: el 28 de enero explotó Challenger; siete personas murieron a bordo de este transbordador espacial. Exactamente un mes más tarde, el 28 de febrero, Olof Palme, el primer ministro sueco, fue asesinado de un tiro en la cabeza. El 31 de marzo, el vuelo 940 de Mexicana de Aviación se desplomó, llevándose la vida de 167 pasajeros. Finalmente, para el cuarto mes, a la 1:23 de la madrugada del 26 de abril, como Alexiévich declara: “una serie de explosiones destruyeron el reactor y el edificio del cuarto bloque energético en la Central Eléctrica Atómica (cea) de Chernóbil”. Se trata del mayor desastre tecnológico que ha sufrido la humanidad. El mundo cambió tras la explosión. Las implicaciones sociales, políticas y biológicas que tuvo el accidente de Chernóbil serían tan vastas y profundas que no existe un documento completo que las enumere. La devastación arrastró consigo el entusiasmo de una era por la energía nuclear, fracturando la ficción de control y seguridad sobre su uso, promovida hasta ese momento. Todos los años, en primavera, las mujeres se encargaban de trasquilar a las ovejas, movilizando alrededor de 21 toneladas de lana desde la planta procesadora en Cherníhiv (a 80 kilómetros de la exposición). Aquel 1986 transcurría como cualquier otro año ; las trabajadoras, sin saberlo, procesarían directamente con sus manos la lana contaminada. Empezaba a formarse la herida invisible. El tiempo se había mordido la cola. El principio y el fin se habían unido. Para aquellos que estuvieron ahí, Chernóbil no terminaba en Chernóbil. Los testimonios recogidos y magistralmente ensamblados en el libro Voces de Chernóbil. Crónica del futuro de Svetlana Alexiévich revelan un profundo y desgarrador recorrido por las vidas de miles de personas tocadas por la explosión y afectadas de muy distintas maneras. Como las astillas de un espejo resquebrajado, este coro polifónico muestra apenas un fragmento de un paisaje devastador. La literatura de Alexiévich se guía más por lo que escucha que por lo que opina; registra las voces de los otros e incluye una entrevista consigo misma, como demostración de que su punto de vista es sólo uno entre muchos otros. Habitantes de los alrededores, campesinos, científicos, soldados, bomberos, maestros de escuela, sacerdotes, camarógrafos, niños, niñas, mujeres y hombres, todo tipo de personas ocupan las páginas de esta geografía trágica. Un soldado que fue llamado a asistir a la zona recuerda: Luego regresamos a casa. Me quité de encima todo aquello, toda la ropa que llevaba, y la tiré a la basura. Pero la gorra se la regalé a mi hijo pequeño. Tanto me la pidió que… no se la quitaba para nada. Al cabo de dos años, el diagnóstico fue un tumor en el cerebro. Voces de Chernóbil captura el eco de los fantasmas vivientes en un tiempo extraviado: la soledad, el abandono de sobrevivir a una guerra disfrazada, el exilio incomprensible y forzado. El desconocimiento de lo que sucedía, la enfermedad y la cercanía de la muerte fueron sentimientos latentes entre la gente que logró continuar con vida. Los testimonios evidencian también los excesos y la ineptitud del gobierno; la carencia de información y de recursos de una sociedad confiada e ingenua ante una situación inimaginable; la manipulación y el desconocimiento para enfrentar un enemigo invisible, convertido para muchos habitantes en algo esotérico, mágico e incomprensible: una maldición.

Recuerdo aquellos días. Me ardía la garganta y notaba un peso, una extraña pesadez en todo el cuerpo. “Esto es hipocondría —me dice la médico—. Todos se han vuelto aprensivos, porque ha ocurrido lo de Chernóbil”. El libro, tejido con los relatos de los que estuvieron ahí y de sus familiares, apunta la crueldad del recuerdo, un alambre de púas que acorrala la memoria: la dolorosa y cotidiana evocación de los familiares fallecidos por la radiación, la constante añoranza de una vida normal y el anquilosante estigma que cargan los sobrevivientes. Estas experiencias se funden en un caudal de palabras, creando una galería de lamentos, una nebulosa flotante que conforma el más triste de los purgatorios. Resulta alarmante levantar la mirada del libro para reconocer que todo esto ha sucedido en realidad. Que la tragedia que envuelve a los sobrevivientes es tan palpable como la solidez de una piedra. Chernóbil no ha sido el único accidente ocurrido en una planta de energía nuclear, pero sí el más extenso y pernicioso. Con razón, se argumentó que la catástrofe se debió a los descuidos y la ineficiente burocracia del sistema soviético. Sin embargo, la siguiente señal de alarma vino de uno de los países más desarrollados y con mayor control de seguridad en el planeta. En 2011, un terremoto dañó la planta nuclear de Fukushima en Japón, destruyendo los sistemas de enfriamiento, “lo que provocó la fusión de tres reactores y la liberación de grandes cantidades de radiación. El agua utilizada desde el accidente para enfriar los núcleos de los reactores dañados, altamente radiactivos, se ha filtrado mucho desde entonces”.¹ Además de las filtraciones de agua contaminada que han llegado al mar, la planta nuclear de Fukushima tiene almacenadas 1.27 millones de toneladas de agua con desechos radiactivos que planea liberar gradualmente al océano a partir de 2023. Ochenta por ciento de esa agua se utilizó para enfriar los reactores por el accidente y “contiene, además del tritio, otras sustancias radiactivas que poseen elementos contaminantes con métricas por encima de los niveles legales”.² Actualmente existen en el mundo 439 reactores nucleares en operación y 53 en construcción. Hace pocas semanas, Francia declaró que construirá 14 reactores más en los próximos años. Como resultado de la opinión crítica contra el cambio climático y el desastre ecológico que vivimos, los gobiernos empiezan a ver en la energía nuclear una fuente de combustible y de electricidad confiable, y supuestamente menos dañina, ya que no descarga a la atmósfera la misma cantidad de emisiones de carbono. Pero ¿estamos listos para entender o sobrevivir a las consecuencias de otra falla de esta dimensión? Los errores del pasado no se resolvieron satisfactoriamente; 23 por ciento del territorio bielorruso, 4.8 por ciento del territorio ucraniano y 0.5 por ciento del territorio ruso siguen contaminados. Alexiévich subraya: Hoy uno de cada cinco [bielorrusos] vive en un territorio contaminado… Entre las causas del descenso demográfico, la radiación ocupa el primer lugar. En las regiones de Gómel y Moguiliov (las más afectadas por el accidente de Chernóbil), la mortalidad ha superado a la natalidad en 20 por ciento. [...] Han evacuado centenares de aldeas. Decenas de miles de personas. Toda una Atlántida campesina que se ha diseminado por toda la ex-Unión Soviética y que ya no se puede reunir de nuevo. No hay modo de salvarla. Hemos perdido todo un mundo. No es casual que el propio título del libro pronostique un terrible porvenir: Voces de Chernóbil. Crónica del futuro. Sólo se requiere un accidente en alguno de los más de 400 reactores activos para repetir la destrucción. ¿Podremos entonces enterrar más tierra en la Tierra? +

¹Infobae (febrero de 2022). La OIEA analiza el plan de Japón para verter al mar el agua contaminada de la planta nuclear Fukushima <https://bit.ly/3BvF5Ms>. ²Rodolfo Correa (octubre de 2021). Japón: ¿desastre ambiental? La República <https://bit.ly/3JAcb0J>.

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Tema del mes

Carlos Torres Tinajero

S

ed (Anagrama, 2022) es la más reciente novela de la escritora belga Amélie Nothomb. En ésta se le da voz a Jesucristo una noche antes de su condena a morir en la cruz, para recrear uno de los episodios fundacionales en la historia de la humanidad, con independencia de convicciones religiosas. La conciencia del narrador, al borde de la muerte, es una de las peculiaridades en el hilo conductor de la obra. Desde una perspectiva humana, se refleja el miedo de Jesucristo por tener las horas contadas y por perder la vida al día siguiente.

Resultado de la histórica pena impuesta por Poncio Pilatos, la crucifixión tiene respaldo social en los testimonios del pueblo, en los que se acusa a Jesucristo de actuar con mala fe por curar a las personas, o de convertir el agua en vino gracias a sus dones, de los que ya todos dudan, y los cuales exhiben en las conversaciones a lo largo de la plaza pública. El objetivo es condenarlo en los ámbitos judicial y popular con furia descomunal y consecuencias lamentables. El tren de pensamiento de Jesucristo es un elemento clave en la creación y en la concepción de este libro. Un lenguaje directo da rienda suelta al descubrimiento pleno de la interioridad del personaje. Cerca de su fatal sentencia, se cuentan momentos decisivos en la celda y en la mente de Jesucristo, con un estilo claro, contundente por sus ideas concretas. Tanto la atmósfera carcelaria como el discurso monologal creados por Nothomb entretejen la trama, las emociones, la resignación de Jesucristo en medio de las calumnias dolosas para crucificarlo: una de las penitencias para los delincuentes perversos o vergonzosos de aquella época, por la crueldad y la falta de compasión en el castigo. Mención especial merece la desconfianza provocada por la situación agreste, que se matiza a través de la ideología y de las bases epistemológicas de la filosofía de Jesucristo, basadas en el perdón y en la comprensión del otro; esto resulta crucial para impedir la resistencia a la crucifixión.

El título de Nothomb hace alusión directa a una de las sensaciones de Jesucristo ya en la cruz. Con los labios resecos, ha tenido mucha sed por varias horas, tanta que la necesidad se vuelve insoportable. En vez de darle agua, le ofrecen una esponja mojada con vinagre para escarmentarlo y burlarse de él. A pesar de esa humillación, Jesucristo la muerde para sorber el jugo. Sin quejarse del sabor amargo del vinagre, agradece la cortesía de los soldados: una muestra de coherencia entre su filosofía y sus acciones. La parte acusadora emplea una serie de falacias argumentativas con el objetivo de ser fiel a su encomienda: humillarlo en público. Relatos y evidencias falsas de habitantes del pueblo componen las audiencias de los alegatos judiciales. Contra los argumentos de Jesucristo, las denuncias ponen al descubierto sus acciones humanitarias, pero les dan un giro opuesto y siniestro, con tal de seguir el juego de la multitud. Cambios en la conducta de quienes Jesucristo curó, falsas pruebas de hechizos e infamias ratifican su pena. Las demostraciones falaces en su juicio son gravísimas injurias por sanar al hijo de una persona y por decir que es el hijo de Dios. Todo el tiempo del careo, se juega y se manipula el discurso con gran habilidad para crucificar a Jesucristo a punta de palabras y de azotes, como si hubiera gozo al hacerlo. Pero la prueba de la falsedad de esas declaraciones reside en que Jesucristo no ejerce ninguna magia para ayudar a los enfermos y mucho menos para

La crucifixión de Jesucristo: una recreación de Amélie Nothomb 14

Carlos Torres Tinajero. Es licenciado en lingüística. Ha impartido clases de Filosofía del lenguaje y Narratología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Textos suyos han aparecido en Casa del Tiempo, de la UAM, y en la Revista de la Universidad, de la UNAM. Facebook: Carlos Torres Tinajero


liberarse del proceso acusatorio. Pese a ello, ninguno de los beneficiados por las obras caritativas de Jesucristo siente la mínima gratitud por su servicio a la comunidad; incluso, le reprochan con amargura los milagros que hizo por los demás, burlándose y desacreditándolo por completo sólo por cumplir con una intención política y judicial específicas. Muchas de las reflexiones centrales al borde de la muerte repasan las aspiraciones y las relaciones familiares y comunitarias, primordiales para Jesucristo. A partir de ese flujo de conciencia —fundamental para el desarrollo de esta obra—, revela numerosas vivencias con José, uno de los símbolos con mayor arraigo conceptual para muchos, por sus características sociales, emotivas y funcionales en la trama y en el judeocristianismo. Las meditaciones de Jesucristo sobre José, a estas alturas de la evolución psicológica en la construcción narrativa, develan su importancia: representa la gran figura paterna en la historia, el eje rector de múltiples concepciones sociológicas en

la doctrina católica hasta nuestros días para muchos feligreses. Postrado en los brazos de la cruz, la introspección de Jesucristo enaltece a José para reivindicarlo por sus atributos éticos. Desde esa óptica, habría que repensar el valor sustancial de José por su decisiva trascendencia en la noción de “familia” y de “sociedad” judeocristianas, para situarlo en la trayectoria de Jesucristo. En suma, Sed de Amélie Nothomb tal vez sea una novela ejemplar por la profunda y develadora interiorización de las emociones, y por el manejo del lenguaje. Original por adentrarse en un acontecimiento histórico y por darle voz a Jesucristo, la eficacia narrativa de Nothomb tiene una expresión sólida en el discurrir intelectual del personaje; sirve para desplegar las acciones dramáticas y para caracterizarlo desde un acercamiento social e histórico, con todas las complejidades que implican la confección del personaje y la recreación de la época. Muy lejos de caer en fanatismos, el propósito de la entrega literaria de Nothomb es hablar de Jesucristo desde una dimensión humana y emocional; tal vez nunca antes vista con el rigor necesario. Esta novela se pone al servicio de la historia todo el tiempo, para reivindicarla a través del lenguaje preciso y de una creación estética con mucha seriedad, desde un enfoque realista que aprovecha las herramientas formales de la literatura. +

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Póster


P

ublicada en 1974 y escrita cuando tenía 28 años, la autobiografía de Angela Davis es una radiografía de las luchas sociales en Estados Unidos durante los sesenta y setenta, periodo en el que la autora se convirtió en un icono del Movimiento de Liberación Negro. En sus páginas, Davis expone el punto de vista de una militante afroamericana y su perspectiva del movimiento negro y el feminismo, en uno de los momentos más efervescentes de la historia política reciente, cuando el imperialismo estadounidense estaba a la defensiva tanto en el exterior (por ejemplo, Vietnam y los frentes de liberación) como en el interior. En este periodo, fue perseguida y encarcelada por diversas autoridades, falsamente acusada de secuestro, conspiración y asesinato. Más que ideas abstractas, teorías o ejercicios intelectuales triviales, lo que encontramos en este volumen es una profunda preocupación por la dignidad humana, en un momento histórico en el que la lucha por estos valores se libraba a vida o muerte. Davis luchó por la vida de muchos como si fuera la propia. +


Entrevista a Shirley Manson Yara Sánchez De La Barquera

SHIRLEY Fuerte y sabia

MANSON Fotografía de: Joseph Cultice

como su propia galaxia

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Nuestra sociedad aún alienta a las mujeres a ignorar su poder”.


A

nuestra cultura global le sienta bien escuchar a mujeres determinadas y centradas, y no permitir que nadie silencie la sabiduría que tienen para compartir. Las fuentes incorrectas nos han dicho tantas veces qué hacer, que nos sorprendemos cuando escuchamos verdades que suenan a sentido común. Ha tomado tantas generaciones poder expresar de manera “segura” nuestra verdad, que no debemos darlo por sentado nunca. Por esta razón, llamamos a la cantante y activista escocesa Shirley Manson, quien ha sido un referente de empoderamiento y expresión auténtica desde los noventa. A más de 25 años de iniciar su carrera, sigue cantando y expresando verdades que siembran luz: “Siento que la vida es sagrada, y sólo llegas una vez o sólo lo logras una vez, creo que la gente se olvida. Es como si estuvieran solamente esperando que pasen los días. Siento que deberías vivir como si fuera tu último día y creo que ésa es una actitud muy instructiva para llevar una vida feliz”. Shirley nos recuerda no dejar de encender nuestra propia canción, nuestra verdad. Lee+: Siento que en el último disco de Garbage, No Gods, No Masters, hay un gran manifiesto en contra de lo que está pasando en este momento: la necesidad de abrazar el cambio y derribar al patriarcado, que no sólo hace daño a las mujeres. Así que quería preguntarte si podríamos hacer un pequeño manifiesto sobre qué decirles a las jóvenes mujeres, ¿qué pueden hacer ahora, cuando tomó tantas vidas que esta experiencia sucediera? Shirley: En primer lugar, no quiero decirle a ninguna otra mujer cómo vivir su vida de esa manera, es un viaje muy personal. Cada mujer en la tierra experimenta el mundo de manera diferente; mi vida será muy diferente a la tuya, y tu vida será muy diferente a la de cualquiera que lea esta entrevista. Así que dudo mucho en decirle a la gente qué hacer, pero siento que estamos muy decididas a impulsar una agenda feminista. Entonces sucede algo peculiar. No estoy del todo segura de lo que pasó. Pero me pareció que las mujeres artistas, en particular, cayeron en estas viejas formas de atraer la mirada masculina, lo que encuentro sorprendente, porque mi generación surgió en los noventa. Estábamos vistiéndonos en términos propios, y éramos muy agresivas. Y nos expresábamos claramente. Se sentía como si estuviéramos tratando de romper el techo de cristal. Y desde esa época, he sentido que ese techo se ha vuelto a colocar un poco en su lugar, pero debería decir que estoy emocionada por la nueva generación de mujeres jóvenes que es impulsada por una perspectiva feminista en las redes sociales. Estoy emocionada porque siento que las nuevas generaciones de mujeres no van a lidiar con la misma mierda por la que tuvieron que pasar mi generación y la generación anterior; siento que están mucho más educadas, mucho mejor informadas, mucho más determinadas para asegurarse un lugar igual en el mundo y un asiento en la mesa, y simplemente no creo que las cosas vuelvan a ser como antes, siento que finalmente estamos avanzando. Es emocionante. L+: Por supuesto, de ahí la importancia de la sororidad para contribuir al cuidado de nuestra salud mental. Porque, cuando compartimos charlas como ésta, otras mujeres pueden identificarse y decir: “Está bien, no tengo que creer lo que dicen los medios sobre mi cuerpo”, por ejemplo. S: Absolutamente. También es parte de la conversación, porque nada resulta tan importante cuando nos damos a la tarea de reconocer nuestra salud mental. Creo que hemos llegado a un punto en el que le damos demasiada importancia a nuestra salud mental, en esos aspectos, como decir: “Escucha, te vas a sentir como una mierda; a veces te vas a sentir molesto, ¿verdad? Vas a notar que no estás con el humor más equilibrado. Puedes percibir que tu rostro no es lo suficientemente atractivo; te sentirás como si no fueras lo suficientemente inteligente, o simplemente

que no eres suficiente. Y éstos son sentimientos reales, similares, que todos experimentamos. Pero nuestros sentimientos no son la realidad. Y realmente quiero animar a las mujeres jóvenes a que no se centren únicamente en lo que la gente llama salud mental, ¿no puedes funcionar sintiéndote incómoda? Creo que tenemos que aprender cómo colocar nuestra salud mental en un lugar de nuestra vida, para que no domine nuestra existencia cotidiana. Cuando alguien tiene una enfermedad mental grave, es otra cosa. Mucha gente necesita ayuda farmacológica. Animo a todos, si se sienten sobrepasados en el funcionamiento de su vida normal, a buscar ayuda. Pero para aquellos de nosotros que nos sentimos molestos o que lloramos o no nos sentimos centrados todo el tiempo (ríe), siento que simplemente haces las cosas de todos modos. ¿Te sientes como una mierda?, lo haces de todos modos: te presentas con tus amigos. Incluso cuando te sientes como una mierda, vas al gimnasio; incluso cuando te sientas asqueado contigo mismo… ¿Sabes a lo que me refiero? Es decir, ¿cómo hiciste lo mejor que pudiste? L+: Tienes razón en que el status quo quiere hacerse cargo incluso de lo que creemos que es un problema de salud mental, creando un sistema en el que debas tomar una pastilla para que no arregles nada y “funciones” feliz todo el tiempo. Resulta irreal no experimentar cambios ni evolucionar; crecer a veces duele mucho y será incómodo, no sólo para ti. Sentir dolor, experimentar la oscuridad, es parte de nuestra vida. Y quienes no soporten tus cambios no deberían estar siempre en tu vida. S: Claro que hay personas que hacen que nos sintamos bien. Si nosotros no sintiéramos recargas, nunca disfrutaríamos de los subidones tanto como somos capaces. Creo que estar bajoneado y sentirse triste es una parte intrínseca de ser humano, una parte necesaria. Y puedes acoger la oscuridad en tu vida sin estar demasiado asustado, y dejar que fluya junto con todos los aspectos positivos de tu personalidad, de tu vida. L+: Y tal vez también para las almas sensibles, la creatividad es un aspecto esencial para canalizar todos esos sentimientos y navegar tu proceso en una ola más segura: tu propia manera de encontrarte. S: Estoy de acuerdo en que cuando eres creativo estás listo para ejercitar pensamientos, sentimientos e ideas. Pero sigo pensando que puedes implementar la creatividad en tu vida, incluso si no eres un artista, incluso si no pintas, si no bailas, aun puedes vivir tu vida creativamente. Puedes estar ocupado escribiendo o pintando, incluso si nadie te ve; puedes ser un artista en tu propia vida, y eso ayuda. Creo que la autoexpresión, cuando simplemente te das permiso para hacerlo de manera no profesional, puede convertirse en un placer; en ser el arquitecto de tu vida, sin importar lo que estés haciendo. L+: En ese sentido, estaba pensando en lo que decías antes, por ejemplo, del valor de las mujeres cuando necesitan herramientas para resistir lo que otros digan de su cuerpo o que sean consideradas una propiedad. Si estás llena de amor por ti misma, tienes más poder para decirles a esos hijos de puta que se vayan. 19


Entrevista a Shirley Manson

S: Cada mujer tiene esa habilidad en ella, sólo debe decidirse a usar ese poder. Y el problema es que, por supuesto, nuestra sociedad aún alienta a las mujeres a ignorar su poder. ¿Sabes a lo que me refiero con eso? Se nos anima a creer que somos físicamente débiles; se nos dice qué hacer muy a menudo en los tribunales; el Tribunal de Justicia nos dice qué hacer con nuestros cuerpos. Los hombres dictan las decisiones sobre si podemos o no abortar, o traer al bebé a término, y muchos temas más. Y creo que cuantas más mujeres se den cuenta de que estas decisiones sólo las deben tomar ellas mismas, más aumentará nuestro poder personal. Cualquier mujer debe poder usar su voz, decir: “Esto es lo que creo, esto es lo que quiero”, así es como veo que la situación estará bajo control. Y eso lo está haciendo cada mujer de manera individual; cuantas más mujeres lo hacen, más cómodas nos sentimos expresando ese poder, más lo aprovechamos. Me parece obvio que hemos vivido durante siglos bajo el poder patriarcal. Y creo que las mujeres poco a poco se están dando cuenta de eso. “Oh, wow”. Podemos remediar esa parte de nuestra cultura; podemos traer algo que ha sido ignorado hasta este punto; podemos mejorar la sociedad para todos, porque tenemos una perspectiva diferente. L+: Por supuesto. Las mujeres en Escocia son muy activas en la política, ¿verdad?

Entre más consciencia tengas, menos podrán perpetuar las ataduras”.

S: Sí, aunque también he visto una actividad fenomenal proveniente de México y América Latina; quiero decir, creo que sólo depende de las mujeres.

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L+: Es verdad, sólo que aquí nos están matando todos los días. Es decir: periodistas, activistas, mujeres de todo tipo en todas partes desaparecen. Es demasiado. S: Y tienes razón. No tenemos eso en Escocia. Tenemos una historia mucho menos compleja que la de México. La cosa es que no sé cómo encontrar las respuestas. ¿Cómo se detiene el feminicidio, entonces? No tengo la respuesta, pero sé que cuando ejerces tu poder personal y las mujeres ejercen colectivamente su poder, la gente tiene que prestar atención, tiene que ponerse de pie y prestar atención. Cuando esto ocurre, cambia la forma en que el mundo nos ve. Muchas mujeres han permitido que sus voces sean bastante temerosas. Creo que las mujeres han tenido miedo de expresar su poder. Pero hasta que flexionemos nuestros músculos colectivamente, que es lo más importante, veremos el cambio que realmente necesitamos.

L+: Como dijiste, las generaciones más jóvenes son poco convencionales. Así que, la evolución continúa, aunque no se sienta así. Ya sabes, las cosas mejoran lentamente. Estaba pensando que tal vez algunos cambios parecen ser un poco silenciosos y no tan frontales como otros. S: Sí, sí. El cambio es una acción tan extraña que no siempre somos conscientes de él. Pero creo que incluso el hecho de que las mujeres en México ahora tengan la capacidad de protestar y movilizarse juntas es algo grandioso. Cuanta más conciencia tengas, menos podrán continuar las ataduras; la conciencia es clave. Y creo que las redes sociales realmente están ayudando a las sociedades para que las mujeres tengan otro rendimiento. L+: Desde su trinchera, cada mujer puede sembrar el cambio decidiendo si quiere o no tener hijos, qué negocio hacer, a quién contratar… es difícil pero no imposible. También cómo manejar su sexualidad en todas las áreas de la vida, estar conscientes de lo que quieren los demás de ella, el rol que le dijeron que le tocaba llevar. Esos cambios, como dijiste, son el progreso que está ocurriendo. Tú puedes estar a cargo de una pequeña revolución y encender otras con tu ejemplo. Algunos hombres no parecen entender que no es personal. Es el sistema. Y muchas veces hay que prender fuego para romperlo. Significa cambiar cómo nos amamos, y no significa que no queramos hombres en nuestras vidas, y que los hombres no puedan seguir desempeñando un papel significativo en el gobierno y en los negocios. En cada área debe sembrarse el cambio, lo que parece que no entendemos es que todo lo que estamos pidiendo es un asiento en la mesa, que durante siglos se nos ha negado. A veces hay que hacer esa mesa, cuesta lo que cueste. S: En gran parte, todo lo que sé por experiencia personal es que todos los hombres que conozco en mi vida, o las personas que amo, tienen mejores vidas, más limpias y felices si su reina es feliz, ya sea su madre, su hermana, tú o quien sea: si ellas son felices, generalmente todos tienen una vida mejor (ríe).Cuando la reina está lista para quemar los barcos, eso no es bueno para él, así que no lamento que me animes a subir a bordo de esta idea de progresión femenina. Es importante para todos, para todos nosotros, y lo más importante: para nuestros hijos. L+: Porque estamos cambiando los estereotipos y la narrativa de generaciones y generaciones. Si las mujeres toman el lugar que les corresponde, los hombres en nuestra sociedad volverán a ocupar el lugar que les corresponde. No es tan complejo. S: Creo que es de sentido común, sí. Pero desafortunadamente, creo que muchos hombres y ciertas mujeres no pueden ver los beneficios de una sociedad equilibrada. El miedo al cambio, el miedo de perder algo en la transición —que por supuesto, como todos sabemos, no les quita nada— existen. Simplemente se trata de dar una oportunidad a muchas más personas. Esto claramente fomenta un equilibrio; en la actualidad, todas las sociedades del mundo se equilibran por esta razón. Si sólo hay hombres a cargo, no hay otra perspectiva. El gobierno ayuda a facilitar el cambio en un mundo que se transforma rápidamente, y en el mundo moderno necesitamos otras voces: pueblos indígenas, personas lgbt+, necesitamos representación de todos para que todos podamos vivir una vida más feliz. Me doy cuenta de que algo de esto es un sueño ingenuo, en algunos aspectos, sin embargo, al mismo tiempo, me parece práctico. ¿Por qué no podemos simplemente implementar estas ideas?


L+: Tal vez tengamos que volver atrás y preguntar a otras tribus que tenían mujeres líderes. ¿Cómo lo hacen? S: Es una locura que hayamos dejado de escuchar a los indígenas, ¡una locura! Los gobiernos actuales están equivocados. Y algo tiene que cambiar, porque en todas partes existen problemas increíbles. ¡Subamos algunas damas a resolver algunos problemas! (Ríe). L+: Ahora me gustaría hablar muy brevemente sobre lo que estás escuchando en este momento. S: ¡Oh, Dios mío! He estado escuchando a ídolos de bandas británicas. Estoy obsesionada con Jehnny Beth (Savages), y el nuevo disco de Cat Power, que creo que es una obra maestra; en realidad, es el eslabón perdido entre el mundo moderno y Sinéad O'Connor. Es tan hermoso. Y estoy un poco obsesionada con ese disco. Esto he estado escuchando mucho últimamente. L+: Eso es increíble. ¿Y sobre los libros? Sé que te encantó Todos los hermosos caballos de Cormac McCarthy y el trabajo de James Ellroy. ¿Puedes compartirnos algo nuevo o antiguo que te encante? S: Oh, Dios, leo mucho. Acabo de terminar un libro increíblemente desgarrador: Todos los hombres jóvenes de Ruth Coker, que es básicamente una memoria. Se trata de una historia increíble sobre una mujer que vive en un pueblo pequeño de Estados Unidos: en Springs, Arkansas, y ella se convierte, por defecto, en cuidadora. Era la década de 1980 y todas las comunidades eran azotadas por una enfermedad que la gente realmente no entendía. Y esta increíble mujer va en ayuda de todos estos hombres que han sido completamente rechazados por la sociedad y viven relegados. Ella decide ayudarles cuando se encuentran en las etapas terminales del sida. Es realmente conmovedor, realmente hermoso. Acabo de terminar también el libro de un poeta escocés, llamado Michael Pedersen. También es no-ficción. Se llama Boy Friends y trata sobre su relación con Scott Hutchison, el cantante principal de Frightened Rabbit, una banda escocesa de indie rock. Hutchison acaba de morir, y escribir sobre su amistad es la manera en que Michael Pedersen lidia con el duelo. Son memorias sobre el duelo, básicamente. Como puedes ver, estoy leyendo mucha literatura ligera, cosas buenas (ríe). Michael Pedersen me parece un joven talento escocés extraordinario. Ésta es su primera novela, o su primer libro de memorias, que definitivamente querrás leer. Notable. L+: Increíble. Gracias por compartirlo. Siempre has sido muy elocuente, ¿en algún momento publicarás tu propio libro de poemas o de narrativa? S: Bueno, me han pedido que haga eso muchas veces. Y no siento que esté en el momento adecuado todavía. Aún siento que estoy en la mitad de mi vida. Creo que cuando escriba quiero estar segura de tener más perspectiva sobre lo que me pasó. Aún así, todavía me siento como si no hubiera llegado a esa etapa de mi vida. Quiero tener cuidado de no lastimar a nadie, y que yo también exprese mi verdad. L+: Te entiendo perfectamente y te estás expandiendo. Eres un alma hermosa y estoy muy agradecida por este tiempo, Shirley. Gracias. S: Gracias, sobre todo por decir algo tan lindo. Yo también siento eso, que me estoy expandiendo. L+: Como una galaxia. Sigue haciendo eso, ¿sí?

L+: Teníamos que celebrar contigo los trece años de la revista. S: Eso es genial, felicitaciones.

Fotografía de: Joseph Cultice

S: Lo intentaré, lo intentaré, si tú también lo intentas.

21 Agradecemos el apoyo y generosidad para realizar esta entrevista y la publicación de las imágenes a Mónica De La Torre y César Rosas, y por supuesto a Shirley Manson.


el presente conciliador

John Boyne:

Entrevista a John Boyne

Ve la entrevista en mascultura.mx y en YouTube revistaleemasdegandhi

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Yara Sánchez De La Barquera

J

ohn Boyne es una presencia fundamental en la literatura reciente. Desde 2006, con la publicación de El niño con el pijama de rayas (The Boy in the Striped Pajamas), sus libros han marcado a millones de lectores. La furia y la ternura de su obra — siempre lejana de los juicios morales facilones— nos han colocado ante realidades que debemos mirar de una manera distinta. La publicación de las traducciones de The History of Loneliness (Las huellas del silencio) y The Heart's Invisible Furies (Las furias invisibles del corazón) fue un espléndido pretexto para conversar con él. Gracias a Boyne, un siglo después del Ulises de Joyce, las letras irlandesas vuelven a poner el dedo en la llaga; por esta razón, nuestra plática nos llevó a tocar el tema de su imperiosa tierra natal, donde se desarrollan estas novelas. El peso del catolicismo, la pederastia, la culpabilidad y el silencio ante las víctimas fueron algunas de las escalas. En pocas palabras John visibiliza ambos lados de la historia.

Quería mantenerme alejado y ser un narrador de historias, más que cualquier otra cosa; pero creo que, a medida que tuve más confianza en mi escritura y en mí mismo, pude construir una audiencia”.

Yara: Irlanda siempre ha sido fascinante para mí; es un país que lucha por su autonomía sin olvidar honrar sus tradiciones, bajo un peso religioso que, como mexicana, comprendo muy bien en los países con mayorías católicas, me refiero a los antecedentes históricos creados por instituciones religiosas y gubernamentales que causaron un tremendo dolor. John, me parece que parte de tu éxito consiste en que has llenado la necesidad de que alguien pudiera narrar todo lo lóbrego y ofrecer un balance del pasado, aunque siempre habrá heridas que esperamos que no se repitan. Otros autores irlandeses no necesitan hablar sobre el pasado específicamente, pero en algún momento se vuelve necesario, ¿podrías compartirnos desde dónde escribes estas sórdidas historias de tu país? John Boyne: Durante la primera mitad de mi carrera, estuve escribiendo principalmente novelas históricas que ocurrieron en otros países, y creo que había algo de mí que estaba nervioso por eso. Cuando mi trabajo se hizo más personal, me permitió entrar en este vínculo. Quería mantenerme alejado y ser un narrador de historias, más que cualquier otra cosa; pero creo que, a medida que tuve más confianza en mi escritura y en mí mismo, pude construir una audiencia. Luego llegué a un punto en el que sentí el deseo de que esas novelas fueran más personales. Llegó la hora de pensar en algunas cosas que sucedieron en mi vida: cómo me habían afectado; cómo afectaron a personas que conozco, a mi generación. Quería contribuir a comprender cómo mi país ha cambiado con el tiempo y en qué se ha convertido hoy. L+:Tus dos novelas más recientes, The History of Loneliness y The Heart's Invisible Furies, han tenido mucho éxito. Acabas de presentar esta última en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. ¿Crees que la forma de llegar allí consistió en simplemente mostrar la historia, lo que sucedió, sin juzgar lo que pasó con la Iglesia y todas las injusticias? J: Sí. Sobre la primera novela, The History of Loneliness, me parece que no podría haberla escrito mucho más joven, cuando tenía 20 años, porque habría estado lleno de rabia, y no sería buena literatura. Creo que hay que mantener cierto equilibrio. Lo interesante fue desde dónde abordar esta historia: no consistió en poner al abusador en el centro, sino a la persona cómplice del abuso, que fue consciente de ello y prefirió no denunciarlo, mirar hacia otro lado. Porque, históricamente hablando, mucha gente en Irlanda sabía sobre cosas que estaban pasando, y no hacía nada para ayudar a las víctimas o para perseguir y denunciar a los criminales. Así que pensé que se trataba de una mejor perspectiva para saber qué pasó: ¿qué sucedió con estos jóvenes que en realidad fueron abusados, en primer lugar? ¿Cuál fue su historia de fondo?

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Entrevista a John Boyne

Cuando comencé el libro, realmente no lo sabía, pero comencé escribiendo. La historia empieza y el personaje se desarrolla. No es que yo quisiera que los lectores sintieran una especie de simpatía por ellos, pero quería que entendieran la forma en la que muchos de estos jóvenes fueron arrojados a seminarios cuando apenas eran adolescentes, sin ninguna vocación religiosa, simplemente porque sus familias querían un sacerdote en la familia. Y eso con el tiempo les causó mucho daño. L+: En México compartimos esa historia, así como en otros países católicos, que ya en la mayoría de edad entienden lo que sucedió. Ahora somos abiertamente conscientes de lo que pasó. ¿Qué vamos a hacer con esa información? J: Bueno, creo que no dejaremos que esto vuelva a suceder. Y, ciertamente, los jóvenes lectores que se están acercando a estos libros son quienes van a tener el control del mundo. No tienen que hacer lo que hicieron sus predecesores, en términos de hacerse de la vista gorda ante el abuso. Pero creo que vivimos en un momento diferente: ahora los jóvenes están mucho más informados, y estarían mucho más dispuestos a luchar contra cualquier injusticia, la que sea. Los padres en Irlanda en los años cincuenta no sabían qué hacer con un niño que había sido abusado, por ejemplo. Hoy los padres sabrían qué hacer exactamente. L+: Qué importante resulta contar estas historias, porque todos conocemos a alguien que ha sido abusado, no sólo por el clero. Lo esencial es entender cómo se creó el problema, exactamente como dices. Es importante saber cómo te conviertes en un perpetrador de este trauma y este dolor. Creo que primero necesitamos que las personas que no saben lo que está pasando con ellos tengan presente que los entendemos, que necesitan ayuda. De esta manera, evitamos estar del lado del opresor, con el silencio. Podemos decirlo y hablar de ello. Me parece que tu novela propone esa conversación otra vez a todo el mundo. J: Eso espero. Espero que sí. Y no se trata de justificar nada de lo que sucedió, pero tenemos que entender por qué pasan las cosas, en lugar de simplemente sentarnos y condenarlas. Así empezamos a comprender los motivos. Entonces lo que hay que hacer es evitar que vuelvan a suceder. L+: Exactamente. ¿Y podemos relacionar esto con tu otra novela famosa, The Boy in the Striped Pajamas? Las nuevas generaciones han tenido problemas para mirar hacia atrás, a la Segunda Guerra Mundial, de manera objetiva y decir: ¿cómo dejaste que esto ocurriera? Porque el miedo también es una manera horrible de controlar a la gente y dejar que estas cosas pasen. J: Sí, ¿sabes? Cuando empecé a escribir este libro, por ejemplo, algo que me llamó la atención fue que la guerra había sucedido durante la vida de mis propios padres, cuando eran niños. Históricamente hablando, eso fue en un abrir y cerrar de ojos. Y cada vez que hablo con niños en las escuelas sobre esto, señalo que aún pasan estas cosas en el mundo. Todavía hay genocidios. Vimos lo que sucedió con los refugiados sirios y los niños que murieron en las playas. Todos tenemos alguna responsabilidad para evitar este tipo de cosas. Yo lo que hago con mi vida es escribir sobre ellos; cada uno tiene su propia responsabilidad de hacer algo. L+: Los irlandeses ayudan a quienes lo necesiten. Esto lo retratas en tus novelas, y se trata de algo que todo mundo ama de los irlandeses. J: Creo que sabemos que nuestra cultura e historia han sido tan migrantes que se remontan a 200 años atrás, con la gente que tuvo que abandonar Irlanda. Muchos se esparcieron por todo el mundo; así que puedes ir a cualquier parte y encontrar un pub irlandés (se ríe).

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Me parece que, para tratarse de un país tan pequeño, hay muchos irlandeses por todo el mundo. L+: De la noche a la mañana tu país ha cambiado; hay muchos extranjeros, hasta hay tráfico en la noche alrededor de Trinity College. ¿A qué se debe esto? J: Sí, hay muchos extranjeros en Dublín. Supongo que antes de la crisis, durante los años de auge, muchas compañías farmacéuticas y tecnológicas llegaron a Irlanda, con mucha migración. Entonces vino gente de todo el mundo. Me parece que tenemos una comunidad muy grande de estudiantes brasileños y sudamericanos en Dublín y eso es emocionante. L+: Y también, fiscalmente, les conviene a esas empresas. Me parece emocionante, como dices, porque anteriormente Irlanda fue retratada por James Joyce en Dublineses como una sociedad conservadora y atrapada en el pasado. Tú has venido a refrescar esas historias y a darnos una evaluación y un cierre. Escribiste una novela sobre el tema cuando aún no era legal la unión entre parejas homosexuales. Después, Irlanda fue el primer país en votar para comenzar este camino. Pienso que esto acrecienta la belleza de la historia y de su publicación. J: Sí, The Heart's Invisible Furies. Quiero decir que representa un cambio, porque en 1993 se despenalizó la homosexualidad en Irlanda. Así que sólo hay 22 años entre eso y el referéndum sobre el matrimonio igualitario. Y eso no es nada. L+: Un gran contraste, además, en un país donde Oscar Wilde fue juzgado por su homosexualidad y prácticamente murió debido a eso. Hablando de contrastes, ¿estás interesado en escribir sobre estos temas otra vez? J: Creo que, como escribí estas novelas irlandesas seguidas, necesito un pequeño descanso, por ahora. Así que tampoco hay un plan en particular, pero estoy seguro de que lo haré en algún momento. L+: Tus novelas son realmente transformadoras para tus lectores. Quiero saber cómo ha sucedido al revés: ¿cómo te han transformado a ti las historias que tus lectores te comparten? J: Por ejemplo, ayer en la noche estuve en la fil Guadalajara firmando libros, y bastantes personas se me acercaron para contarme que había mucha homofobia en Guadalajara y en México. Varias personas me contaron que estaban luchando en las relaciones con sus padres debido a esto, ¿sabes? Me interesó escuchar estas historias; me dolió, pero fue interesante compartirlas. Con suerte, pude animarlos a que sólo les den tiempo a sus padres para que los acepten y los amen. Entonces, cada que alguien se me acerca con un libro y me dice cuánto se ha conmovido y cuánto significó para ellos, quiero decir que para eso escribí el libro. Nadie quiere sentir que su trabajo no importa y que no significa algo para la gente. L+: Resulta impactante cómo los escritores e intelectuales irlandeses debían dejar su país. De alguna forma, esas figuras siempre están presentes. Recientemente, en México, una escritora llamada Sofía G. Buzali escribió acerca de la hija de James Joyce, Lucia, de cómo fue invisibilizada y también autoexiliada por su búsqueda de libertad. Los artistas peligraban en tu país. ¿Puedes hablarnos sobre huir de Irlanda, con todo lo implicaba? J: Incluso recientemente, en los sesenta, personas como John McGowan tuvieron que abandonar Irlanda, porque sus libros se estaban prohibiendo en el país. Todo esto ha cambiado ahora; por ejemplo, el libro que mencionas nunca hubiera sido publicado en México en aquella década. Ésta es una generación completamente diferente,


de escritores que habrían tenido que abandonar Irlanda y continuar su trabajo en otro lado. Pasa igual en otros países; me imagino Rusia, por ejemplo, es más difícil sobrevivir allá. Corea del Norte, por ejemplo, allí no vas a escribir libros sobre Corea del Norte. Así que debemos valorar la libertad que tenemos.

J: Así que estoy escribiendo el guion en este momento. Es divertido hacer algo que me gusta; se trata de algo diferente. Realmente no había planeado escribir guiones, pero es bueno desafiarse y probar.

L+: Sin duda. Y supongo que uno de los mayores problemas en la censura —como en The Heart's Invisible Furies— es el tema del sexo, debido a la Iglesia y a la opresión en la sociedad. ¿Cómo es que la gente estuvo de acuerdo con eso?, ¿por qué tantas generaciones se dejaron llevar?

J: Sí, claro. Es una novela acerca de las redes sociales; en especial, sobre el elemento destructivo que las redes sociales tienen en nuestras vidas: cómo pasamos demasiado tiempo en ellas; la necesidad de buscar la validación de extraños, y la forma en que nos hablamos. La aprobación en las redes sociales es cruel y viciosa, de maneras que no nos atreveríamos en la vida real. Así que quería escribir un libro sobre eso, y resultó una novela cómica. No había escrito novelas cómicas antes, pero quería probar. Así que me ha ido bien por aquí y por allá.

J: Porque la gente en el pasado no hablaba en absoluto de eso y, cuando no hablas de algo y lo escondes, se convierte en algo sucio o en algo que se siente mal. La generación más joven no tiene ningún problema; me parece que son más abiertos acerca del sexo y las diferentes formas de la sexualidad. Eso representa algo bueno, pero debemos considerar que las generaciones pasadas son las que han luchado por los derechos de las mujeres o los derechos de los homosexuales, para construir una sociedad en la que tengan la libertad de ser ellos mismos. L+: Realmente parece una locura. De manera simplista, podríamos ver que la mayoría de nuestros problemas provienen del malentendimiento y la manipulación del sexo. Por ejemplo, mencionas al sistema para madres solteras y los crímenes de The Magdalene Laundries en Irlanda. Todo lo que tienes que hacer es retorcer el sexo y convertirlo en una plaga silenciosa para la sociedad. J: Sí, sí. Incluso al comienzo de The Heart's Invisible Furies, cuando Catherine es expulsada de la Iglesia por el pecado de estar embarazada y no casada, ¡la culpable es ella y no el hombre! Por supuesto que así funcionaba la sociedad en ese entonces para tantas personas que crecían allí, particularmente si eras gay, bajo la ilegalidad que existió hasta 1993. Quiero decir, a nadie le gusta crecer sintiéndose un criminal; eso afecta la mente de quien sea. L+: Creo que todo el mundo está buscando un lugar en el mundo: el amor, sentirse amado, encontrar su propio sitio; como Ordan, el protagonista. Considero que esto seguirá existiendo hasta que la gente lo comprenda por completo. J: Eso es lo que abordan muchos de mis libros. La soledad se ha convertido en un tema recurrente a través de mis novelas, porque varias de ellas son narradas por personas mayores que miran hacia atrás en sus vidas y tienen una sensación de arrepentimiento o de vergüenza por cosas que hicieron o que dejaron de hacer. No se trata de juzgarlos, simplemente es un tema recurrente. L+: Para mí se trata del problema más grande que la humanidad tiene y ha tenido. John, ¿puedes compartir con nosotros lo que estás leyendo en este momento? J: Sí, claro. ¿Conoces a Rose Tremain? Estoy leyendo su nueva novela, Lily. El problema es que estoy a la mitad. Lo estoy disfrutando. Soy un gran admirador de su trabajo. L+: ¿Y puedes compartirnos lo que estás escribiendo en este momento? J: Sí. En realidad, estoy escribiendo un guion. Nunca había escrito guiones antes. Durante el confinamiento, empecé a escribir algunos. Y la novela que publiqué este año en Reino Unido, The Echo Chamber, se está convirtiendo en una serie de televisión, por eso estoy escribiendo el guion. L+: ¡Wow! La estoy leyendo y me volveré loca de ver la serie.

L+: ¿Puedes hablarnos un poco sobre The Echo Chamber?

L+: Vi una entrevista en la que decías que lo que las redes sociales están haciendo con nuestro cerebro realmente es grave; lo están bombardeando. J: Sí. Es la discusión constante lo que está ocurriendo. Las personas pasan todo el día en las redes discutiendo con extraños; no tiene sentido. En estas peleas innecesarias, la gente simplemente se pisotea por todo, sin importar cuál sea el problema. Creo que cambiarían de proceder si se alejaran un poco y se preguntaran: ¿por qué estoy perdiendo el tiempo en esto?, ¿por qué estoy discutiendo con un extraño sobre algo que en realidad no me importa?, ¿por qué debo tener la razón? Es que lo encuentro un poco infantil. L+: Las redes están hechas exclusivamente para calentar tu cerebro, con la recompensa de la dopamina y los followers. J: Followers y likes. Yo no las uso. Sólo uso Twitter, pero realmente no tanto; lo reviso para ver a los usuarios que hablan de mis libros. L+: Tu objetivo principal es escribir. Quédate así; mantente fuera de eso. Muchas gracias por tu tiempo, John. J: No hay problema, fue agradable platicar contigo. Espero que regreses pronto a Irlanda. +


Tema del mes

Lo bello y lo inmortal Brenda Ríos

B

eauty lies in the eyes of the beholder (la belleza está en los ojos de quien mira) es una cita que se le atribuye a Platón. Me pareció leerla en alguna obra de Wilde, así que habría que comprobar de dónde viene, pero al final esto no tiene mayor importancia. Se convierte en frase hecha. Inamovible en la medida de que sirve de marco para decir algo: la belleza (tema) es algo subjetivo, variable, y pertenece a una visión única, personal. Por otro lado, existe una idea colectiva y cultural apropiada de distintas formas en lo que vemos bello, en lo armonioso, en el aspecto físico de los objetos y seres. Podríamos llamarle gracia también. No es sólo la belleza lo que nos rodea, también el aspecto social de lo que deberíamos hacer con ella: multiplicarla, poseerla, retenerla, alimentarla. No dejarla ir. En 2004 se estrenaba en la televisión estadounidense uno de los reality shows más polémicos respecto del cambio de imagen de una persona. Aquí la apuesta iba por todo: no sólo el tipo de ropa, maquillaje o corte de pelo, sino de cirugía plástica. Se llamaba The Swan, alusión al cuento de Hans Christian Andersen, “El patito feo”: en teoría, las mujeres del reality eran feas hasta que se les revelaba “su verdadera belleza” por el bisturí. Diez años después del programa, algunas mujeres declararon qué tanto había afectado sus vidas haber formado parte de éste. Sin seguimiento terapéutico, muchas regresaron a un estado depresivo, de bipolaridad y dismorfia corporal. Otras se pronunciaron felices de cómo el programa cambió su vida y la visión de sí mismas. Recientemente, me topo con otro reality; se trata de un equipo exitoso de Los Angeles que se dedica a los bienes raíces. Los dueños son


los gemelos Oppenheim, y en su equipo trabajan sólo mujeres que se caracterizan por su extrema y cuidada belleza: los senos, las pestañas, las uñas, los traseros, el cabello, todo es artificial. Lo único natural en ellas son las líneas de la mano. A diferencia del estereotipo de la mujer “patito feo”, que sale transformada después de afrontar su fealdad y su milagrosa “curación”, este equipo de trabajo se consolida con mucho éxito confiando en la cualidad de lo bello para vender casas millonarias. Piernas largas, tacones altísimos, cabellos rubios con extensiones a la cintura, pestañas postizas, maquillaje, todo eso constituye el mayor “talento” de la empresa. La belleza garantiza negocios; es decir, capital. El cuerpo se convierte en un tipo de “servicio”, que se anuncia junto al catálogo de casas con alberca y vista a la ciudad. En Historia de la belleza, Umberto Eco cuenta los conceptos que han marcado en Occidente la pauta para medir las cosas y a las personas, claro está: cómo esto determina la vida cultural de los pueblos, su evolución, sus obsesiones, su pérdida. Humbert Humbert era un pervertido al enamorarse de Lolita, su hijastra. Y, claro, Lolita tenía el control que puede tener un niño sobre cualquier padre, con un extra: explota la culpa del pedófilo. En eso Nabokov acertó; su personaje central no es ese hombre de mediana edad que se enamora como un crío, sino el elemento del deseo, la niña de inocencia aparente, pero manipuladora. La quintaesencia femenina, quizá, la que logra vencer la inteligencia, el autocontrol, incluso el pudor burgués de ese hombre. El deseo lo hace perder. Y ella gana por knockout. Tampoco es la belleza una piedra de toque; y la vulgaridad —o al menos lo que una comunidad determinada considera como tal— no daña forzosamente ciertas características misteriosas, la gracia letal, el evasivo, cambiante, trastornador, insidioso encanto mediante el cual la nínfula se distingue de esas contemporáneas suyas que dependen incomparablemente más del mundo espacial de fenómenos sincrónicos que de esa isla intangible de tiempo hechizado donde Lolita juega con sus semejantes. Esa hipersexualidad en apariencia inocente es el fuego que alimenta la ilusión de la industria del entretenimiento: niñasmujeres, mujeres infantilizadas y niñas convertidas en mujeres vampiros, seductoras, niñas categorías del porno. El cuerpo de la niña-mujer se debate entre la precocidad y la preservación: las niñas cruzan el puente a la vida adulta demasiado rápido y llegando ahí se estancan, atando el tiempo tanto como sea posible, como eternas Dorian Gray, congeladas en la tersura de la piel que se resiste a dejar entrar la vejez. El puente del tiempo entre ser una adolescente lozana y una mujer mayor que se mira el cuerpo en declive resulta frágil y movedizo. Se trata de algo que la industria de la belleza sabe bien y que explota sin escrúpulos, lo que siempre ha estado ahí: el miedo a la fealdad y a la vejez (como sinónimo natural). A que se note el paso de los años. El cuerpo quiere tener un poco más de tiempo, de lisura, de perfección. Porque nos dicen hasta el cansancio que sólo lo joven es bello y perfecto. Las mujeres mayores de 60 se vuelven invisibles e intocables; pertenecen a una especie de mundo sagrado, maternal, o cercano a la muerte, lejos del deseo y de la provocación sensual. En los últimos meses hemos visto en las pasarelas de festivales de cine a actrices mayores declarando una guerra suave, casi imperceptible: se dejaron de pintar el cabello y salieron con su tono gris. Lo natural es la trasgresión. Vale la pena retomar esa descripción que Gabriela Wiener hace de sí misma en una crónica sobre su cuerpo, para reconocer lo que se teme: el tiempo y la gravedad. En Llamada perdida (Malpaso, 2015), la autora escribe: La voz interior es siempre un recuento de catástrofes y barroquismos: mis dientes torcidos, mis rodillas negras, mis brazos gordos, mis pechos caídos, mis ojos pequeños clavados en dos bolsas de

ojeras negras, mi nariz brillante y granujienta, mis pelos negros de bruja, mis gafas, mi incipiente joroba y mi incipiente papada, mis cicatrices, mis axilas peludas y abultadas, mi piel manchada, pecosa y lunareja, mis pequeñas manos negras con las uñas carcomidas, mi falta de cintura y curvas traseras, mi culo plano, mis cinco kilos de sobrepeso, los pelos hirsutos de mi pubis, el pelo de mi ano, los pezones grandes y marrones, mi abdomen descolgado y estriado. El tono de mi voz, mi aliento, el olor de mi vagina, mi sangre, mi fetidez. Y aún me falta hacerme vieja. Y descomponerme. La visión del cuerpo propio es quizá un ejercicio que marca por un lado lo que nos hace diferentes o lo que nos hace estar vinculados con una comunidad: somos personas con nariz, ojos y manos. Y sin embargo, nos sentimos atraídos por la armonía de unos rasgos más que otros, por unos cuerpos más que otros. Pensemos en la vez que salimos sin prejuicios con el tipo gordo y, al llegar a la cita, no pudimos dejar de ver la tela estirada al máximo sobre la camisa, la papada dividida en tres capas de grasa; ahí terminan las ideas de que somos seres libres y de que vemos la belleza interior, la personalidad y toda esa porquería que nos venden al mismo tiempo que el rímel de Lancôme. Seamos bellos, usemos estos productos; seamos delgados, altos; seamos longevos, saludables; seamos buenos; aclarémonos la piel; duremos más. Necesitamos estar en el mundo más tiempo, de mejor manera y, de preferencia, no ofender a nadie con nuestra fealdad inevitable al hacernos mayores. El cuerpo se vuelve fofo, pierde la lozanía. Algunas mujeres orientales engordan a propósito, porque la piel estirada con los kilos extra les da esa tersura que se pierde en la delgadez. Conceptos de belleza. ¿Puede una mujer con un cuello estirado con aros al extremo de la deformidad en Tailandia representar un estándar de belleza? Sí, mientras se trate de un elemento único: la exotización de esa belleza, lo extraño, lo fuera de la norma. Un cineasta provocador, el sueco Roy Andersson, ama retratar a personas mayores y obesas, al borde de la cama, desnudas (Canciones del segundo piso, 2000). Ahí detiene la cámara. Lo suficiente para incomodar, para hacer notar ese cuerpo-otro, lejos de la publicidad, de la lozanía, de la salud que rebosan las modelos en bikini en una playa italiana cerca de un yate, vendiendo un perfume. Sin glamour, la cámara se vuelve espejo del cuerpo futuro; el fantasma de las navidades por venir: grotesco y, sin embargo, natural. Quizá por eso mismo resulta doloroso. Ocurre lo contrario al ver un anuncio de gente joven: ni siquiera de jóvenes fuimos tan bellos. No importa si reconocemos en la publicidad la ficción, los trucos; la idea es que no todos los jóvenes son bellos. No es suficiente. Pero ver un cuerpo viejo, más cerca del final, en el túnel del tiempo… ahí sí entramos en pánico. Seres predecibles: el tiempo corre y el cuerpo pesa; se vuelve una masa a veces informe, a veces con apariencia de mujer o de hombre, o un cuerpo nadamás, que se viste y sale, ocupa su espacio en el transporte público, en una oficina, en una banca del parque. ¿De qué tenemos miedo las mujeres al envejecer? ¿De vernos mayores?, ¿de la cercanía lógica de la muerte?, ¿o acaso de la otra muerte: la invisibilidad? El cuerpo femenino sigue cuestionando su existencia a través de la mirada del otro, la mirada que significa, sostiene y da sentido. ¿Puede un cuerpo mayor existir sin el deseo? ¿El cuerpo ajado, con estrías y rollos de grasa puede considerarse erotizable? Recuerda, cuerpo, cuánto te amaron, reza el famoso poema de Cavafis, quien se refiere a su joven amante. El amante mayor no merece ya el deseo. Eso forma parte del pasado. Como bien dice J. M. Coetzee en Desgracia: el amor sólo es celebrado cuando se trata de los jóvenes. No en los viejos; ni eso merecen. Los viejos que se enamoran son ridículos. No se trata sólo de la belleza, sino de que la juventud promete inmortalidad, amor, concupiscencia, los dones divinos. Qué tragedia es el tiempo que no perdona y aplasta. Y el final resulta el mismo: el cuerpo se descompone y desaparece.+

Brenda Ríos. Escritora. Vive en Ciudad de México (intentó escapar, pero no lo logró) y no tiene mascotas. Tampoco es vegetariana. Ha escrito unos diez libros de ensayo y poesía. Algunos de ellos pueden ser descargados de manera libre (porque es buena y generosa) en <poesiamexa.wordpress.com> y en <laflecharoja.com.mx>.

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LOS LEÍDOS NO FICCIÓN

FICCIÓN LA CANCIÓN DE AQUILES Madeline Miller ALIANZA DE NOVELAS

EMMA Y LAS OTRAS SEÑORAS DEL NARCO Anabel Hernández GRIJALBO

De la autora de Circe, una epopeya inolvidable: Grecia en la era de los héroes. Patroclo, un príncipe joven y torpe, ha sido exiliado al reino de Ftía, donde vive a la sombra del rey Peleo y de su hijo, Aquiles. Aquiles, el mejor de los griegos, es todo lo que Patroclo no: fuerte, apuesto, hijo de una diosa. Él lo toma bajo su protección y ambos se adentran en las artes de la guerra.

Este libro forma parte del largo recorrido periodístico de Anabel Hernández dentro del complejo mundo del crimen organizado en México. En estas páginas desfilan personajes como Emma Coronel y otras esposas de importantes narcotraficantes, una ex-Miss Universo, y algunas de las actrices, cantantes y conductoras de televisión más reconocidas y aplaudidas.

LA BIBLIOTECA DE LA MEDIANOCHE Matt Haig ALIANZA DE NOVELA

EL INFINITO EN UN JUNCO Irene Vallejo DEBOLSILLO

Sin saber cómo, Nora Seed aparece en la Biblioteca de la Medianoche, donde se le ofrece una nueva oportunidad para hacer las cosas bien. Hasta ese momento, su vida ha estado marcada por la infelicidad y el arrepentimiento. Nora siente que ha defraudado a todos, y también a ella misma. Pero, ¿esto está a punto de cambiar?

En unos pocos meses, este ensayo se ha convertido en uno de los más influyentes. Su recorrido por la historia del libro en los tiempos de Grecia y Roma —que también se interna en otras épocas— nos revela la señas de identidad de una de las creaciones más importantes de la humanidad, así como su impacto en la vida cotidiana.

NOSOTROS EN LA LUNA Alice Kellen PLANETA MÉXICO

CÓMO GANAR AMIGOS E INFLUIR SOBRE LAS PERSONAS Dale Carnegie DEBOLSILLO

Tras el éxito de Deja que ocurra vuelve Alice Kellen con una novela que te enamorará. No hay nada más eterno que un encuentro fugaz. Cuando Rhys y Ginger se conocen en las calles de París, no imaginan que sus vidas se unirán para siempre, a pesar de la distancia y de que no puedan ser más diferentes. Una historia sobre el amor, el destino y la búsqueda de uno mismo.

El único propósito de este libro es ayudar al lector a que descubra, desarrolle y aproveche esos poderes latentes que no emplea. Algunos puntos importantes del contenido: Maneras de agradar a los demás—Cómo causar una buena impresión—Convertirse en buen conversador e interesar a la gente—El secreto de Sócrates—Cómo obtener cooperación—Cómo criticar y no ser odiado por ello.

SILENCE Flor M. Salvador MONTENA

EL CLUB DE LAS 5 DE LA MAÑANA: CONTROLA TUS MAÑANAS, IMPULSA TU VIDA Robin Sharma GRIJALBO

¿Y si la leyenda del hilo rojo no sólo te lleva a una persona? Quizá el hilo rojo te conecta con todas aquellas personas con las que estás destinada: tus padres, hermanos, amigos, amantes e incluso tu mascota. Con todas aquellas personas que serán tu alegría, tristeza; risas y llanto. Aquellas sin las que tu vida sería sólo silencio…

MUCHAS VIDAS, MUCHOS MAESTROS Brian Weiss B DE BOLSILLO

LA BAILARINA DE AUSCHWITZ Edith Eger PLANETA

JÓVENES

Un libro sobrecogedor, potente e inspirador, que busca ayudar a todos aquellos cuyos traumas les impiden vivir en plenitud. Como su mentor, Viktor Frankl, Edith es una superviviente cuya experiencia vital y su trayectoria le han permitido ayudar a miles de personas que viven incapacitadas por cicatrices emocionales.

A TRAVÉS DE MI VENTANA Ariana Godoy ALFAGUARA JUVENIL

A TRAVÉS DE TI Ariana Godoy ALFAGUARA JUVENIL

Robin Sharma desarrolló el Club de las 5 de la mañana hace más de veinte años, gracias a los revolucionarios hábitos que le permiten a sus clientes incrementar la productividad, mejorar su salud y afrontar con serenidad la época en que vivimos. Este libro, de profundo impacto personal, nos descubrirá las rutinas que han hecho posible que muchas personas alcancen grandes resultados al tiempo que nuestra felicidad y vitalidad aumenta.

HEIST Ariana Godoy MONTENA

Este libro es un extraordinario bestseller. En él, Brian Weiss nos cuenta la asombrosa experiencia que cambió su vida para siempre. Una de sus pacientes, Catherine, recordó bajo hipnosis sus vidas pasadas y encontró en ellas el origen de muchos de los traumas que sufría. Catherine se curó, pero también ocurrió algo insólito: logró ponerse en contacto con los maestros, los espíritus superiores que habitan entre dos vidas. Ellos le comunicaron importantes mensajes de sabiduría y conocimiento.

PERFECTOS MENTIROSOS 1 Alex Mírez MONTENA

ANTES DE DICIEMBRE Joana Marcús MONTENA


ELECTRÓNICOS

ARTE Y RECREACIÓN

WTF CON EL SAT Paulina Casso AGUILAR

Ésta es una fresca guía de supervivencia que explica —con manzanas, memes y referencias a la cultura pop— cómo se pueden afrontar una de las más duras responsabilidades de ser adulto y salir avante en los encuentros con nuestro peor enemigo: el Servicio de Administración Tributaria (alias el SAT) y los fastidiosos impuestos.

CRIATURAS. CUENTOS DE EXTRAÑA IMAGINACIÓN Ana Romero EDICIONES CASTILLO

Siempre nos han fascinado las historias de avistamientos de seres extraños. Criaturas que transgreden la normalidad y rompen la tranquilidad de lo conocido. Este libro es una jaula que alberga algunos engendros de esa naturaleza, imaginados por Mariana Osorio Gumá, Antonio Ramos Revillas, Juan Carlos Quezadas, Ana Romero, Antonio Malpica y Martha Riva Palacio Obón.

Dibujar o pintar mándalas es algo más que un pasatiempo: mientras nuestros colores los iluminan tenemos la posibilidad de hacer un alto, de asomarnos a nuestro interior, de concentrarnos en aquello que nos importa y, por supuesto, de crear maravillas que nos reconcilian con el reino animal, ésta es la apuesta de esta obra.

MI LIBRO DE MANDALAS Magdalena Servín ÉPOCA Dibujar o pintar mándalas es algo más que un pasatiempo: mientras nuestros colores los iluminan tenemos la posibilidad de hacer un alto, de asomarnos a nuestro interior, de concentrarnos en aquello que nos importa y, por supuesto, de crear maravillas que nos reconcilian con la naturaleza, con nosotros mismos y con el cosmos, ésta es la apuesta de esta obra.

LA NACIÓN DESDIBUJADA Claudio Lomnitz MALPASO

LAS MEDIDAS DE UNA CASA Xavier Fonseca EDITORIAL TERRACOTA

Este libro reúne trece ensayos (y un bonus track) sobre México en la era del neoliberalismo y la globalización. Ayotzinapa, Mamá Rosa, Oscar Lewis, el sismo del 1985, la transición a la democracia, Octavio Paz, los mexicanos de este lado y de aquél, las repetidas crisis económicas, Carlos Chávez, Memín Pinguín, nuestro atribulado pasado y nuestro atribulado presente.

Esta obra imprescindible da al profesionista y al usuario, de manera clara y sencilla, todos los datos de la antropometría, análisis de mobiliario, diseño urbano, control ambiental, incluyendo el uso de energía solar, circulaciones y otros. Además, incluye un capítulo sobre las necesidades para conjuntos y zonas habitacionales.

EMMA Y LAS OTRAS SEÑORAS DEL NARCO Anabel Hernández GRIJALBO

MANDALAS PARA EL ALMA Andrea Agudelo PLANETA

Este libro forma parte del largo recorrido periodístico de Anabel Hernández dentro del complejo mundo del crimen organizado en México. En estas páginas desfilan personajes como Emma Coronel y otras esposas de importantes narcotraficantes, una ex-Miss Universo, y algunas de las actrices, cantantes y conductoras de televisión más reconocidas y aplaudidas.

Este libro te lleva a un viaje de transformación espiritual hacia tu interior, por medio de la meditación. Pintar mandalas es un arte que te ayuda a sustraerte de la realidad cotidiana y te sumerge en lo más profundo y sublime de tu ser. Este libro refuerza la conexión con tu esencia, sana tu alma y tu cuerpo, armoniza y equilibra tu espíritu.

CONSECUENCIAS DE DECIR TE QUIERO Manu Erena PLAN B

MANDALAS NUEVA IMAGEN

Cuando Manu Erena empezó a escribir poesía en sus cuadernos, no imaginaba que se convertiría en un fenómeno de ventas con su primer libro. Este poemario ha conmovido a decenas de miles de lectores por un motivo muy simple: a través de sus versos, ella ha sabido expresar las sensaciones y emociones que todos sentimos

LOS COMPAS Y EL DIAMANTITO LEGENDARIO Mikecrack, El Trollino Y Timba VK MARTÍNEZ ROCA

NIÑOS

MARAVILLOSAS MANDALAS DEL REINO ANIMAL Magdalena Servín ÉPOCA

HARRY POTTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL J. K. Rowling SALAMANDRA

LOS COMPAS PERDIDOS EN EL ESPACIO Mikecrack, El Trollino Y Timba VK MARTÍNEZ ROCA

Ésta es una de las colecciones más importantes que se han publicado sobre mandalas: las figuras del lejano Oriente que nos brindan la posibilidad de hacer un alto, de asomarnos a nuestra mismidad, de meditar en aquello que nos define y, por supuesto, de crear obras asombrosas que nos reconcilian con el mundo.

JUGUEMOS A LEER. LIBRO DE LECTURA Y CUADERNO DE EJERCICIOS Rosario Ahumada EDITORIAL TRILLAS

DIARIO DE GREG UN RENACUAJO Jeff Kinney MOLINO


LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO La resurrección del Cristo que mora en tu interior Paramahansa Yogananda

Y también: EL YOGA DE JESÚS

Un revelador comentario sobre las enseñanzas originales de Jesús. Paramahansa Yogananda dilucida los profundos significados espirituales que se hallan en el fondo de conceptos mal comprendidos tales como el bautismo y «nacer de nuevo», la Trinidad y el papel de Satanás, el karma y la reencarnación, el «cielo» y el «infierno», cómo orar, cómo utilizar el poder curativo del pensamiento y de la fuerza vital, o los métodos que le permiten a toda alma alcanzar la Conciencia Crística. También disponible en forma de compendio, El Yoga de Jesús.

Una monumental obra escrita por Paramahansa Yogananda, considerado el padre del Yoga en Occidente y autor del clásico espiritual Autobiografía de un yogui, en la lista de los 100 mejores libros espirituales del siglo XX.

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