Lee+ 99 "Moda y apariencias"

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AÑO 8 • NÚMERO 99 • AGOSTO 2017


SALA NEZAHUALCÓYOTL CENTRO CULTURAL UNIVERSITARIO

GALA DE CLAUSURA Viernes 25 y sábado 26 a las 20:00 hrs. Domingo 27 de agosto a las 18:00 hrs.

Carlos Miguel Prieto, director artístico

La Pasión según San Juan Johann Sebastian Bach Primera parte La traición; el arresto La negación

Segunda parte

Evangelista: Frank Kelley, Tenor Jesús: Richard Zeller, Barítono Pilato: Kevin Deas, Bajo-Barítono Anabel de la Mora, Soprano Carla López-Speziale, Mezzosoprano Orlando Pineda, Tenor Shirley Hunt, Viola de Gamba Ruben Valenzuela, Clavecín Coro de Cámara de la OSM James Demster, Director Coral Invitado INFORMES Academia de Música del Palacio de Minería 5554-4555 / 5658-6705

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VENTA DE BOLETOS www.mineria.org. mx/tienda-virtual

SinfonicadeMinería

OrquestaMineria

TAQUILLA SALA NEZAHUALCÓYOTL Centro Cultural Universitario, Insurgentes Sur 3000, C.U. Ciudad de México / 5622 - 7125

OrquestaMineria

#OSM2017


HARI SAMA

03

Hari Sama es un cineasta y músico oriundo de México. Estudió la licenciatura en Cine en el Centro de Capacitación Cinematográfica, y Composición Musical en el Centro de Investigaciones y Estudios Musicales. Su primer largometraje fue Sin Ton Ni Sonia (2003), seguido de El sueño de Lú (2011) y Despertar el polvo (2013). Es tecladista, clarinetista y uno de los vocalistas de la banda Eurídice, cuyo más reciente disco se titula Roto. +

Foto: Ciro Costantitni©

EL LIBRERO DE...

¿Cuántos libros tienes? Creo que son más de dos mil, como dos mil trescientos y se siguen amontonando, sigue creciendo la colección. Estoy tratando de ir más leve. ¿Cuál es la joya de la corona del librero? Tengo dos joyas de la corona. Ésta es una: A Staff for the Mind es un libro que hacen en uno de los templos donde nosotros estudiamos, es un libro hecho a mano por la gente del monasterio. Explica las caligrafías de nuestro maestro, un budista Roshi japonés, Shodo Harada Roshi. Mi otra joya de la corona es The Sandman, de Neil Gaiman. Comentabas que los acetatos son tu nuevo vicio, ¿cuántos crees que tienes? No tengo tantos. Tuve muchos acetatos de chavo. Yo crecí en el mundo cuando lo que uno trataba de tener era acetatos y lo que realmente tenías eran casetes, porque eran baratos, los copiabas y los vendían en el Chopo. Logré hacer una colección decente de vinilos, trabajando los veranos. Terminando la prepa me fui a vivir a Europa un tiempo y los dejé encargados con un amigo que nunca me los regresó, entonces perdí un montón. He ido poco a poco rearmándola. Tengo muchos cedés. ¿Cómo tienes ordenados tus libros? Con todo este tema de que ahora sí he estado muy productivo y creativamente haciendo muchas cosas los libros me sirven mucho: yo trabajo con referencias y sensaciones que pido prestadas a otros géneros. No son muchísimos [libros], pero son suficientes para que si necesitas algo y está todo hecho un caos, pues te lleve un rato largo encontrar las cosas. Estaban ahí puestos, pero no se podían usar. Me parece que así catalogados se pueden usar de vuelta. Tengo un amigo bibliotecario que salía de una especialidad y nos ayudó a darle forma a esta pequeña biblioteca. ¿Qué libro, disco y película te cambiaron la vida? Son un chorro. Películas son muchas, pero yo soy ochentero y tuve una obsesión muy grande con Blade Runner, de Ridley Scott. Es una película que vi no sé cuántas veces,

a lo mejor ciento cincuenta. De libros tengo muchísimos, y poesía sobre todo. Creo que el libro que ahora me viene a la memoria de manera más contundente, porque implicó empezar a tener una posición contestataria frente a la vida y frente al arte, es un libro llamado ¡Escucha pequeño hombrecito!, de Wilhelm Reich, un alumno muy radical de Freud. De discos me cuesta un poco más de trabajo. A lo mejor Substance, de Joy Division, pero la neta, la neta, Pornography, de The Cure. ¿Cuál es tu libro favorito? He estado muy clavado con éste que es parte de una colección que tiene que ver con una práctica que yo hago: la ceremonia del té y el zen. Es un libro que se llama Historias desde la ventana de una casa de té. He estado leyendo también las biografías de Keith Richards y Pete Thousand. ¿Qué título has regalado? La hora de la estrella y La pasión según G. H., de Clarice Lispector, eran libros que compraba para poderlos regalar, porque me parecen joyas de la literatura, de la poesía y la filosofía en un solo libro. Y luego, cada vez que muere alguien importante en la vida de un amigo querido, trato de regalarle La muerte: un amanecer, de Elisabeth Kübler Ross. ¿Cuál es el libro más nuevo? Estos dos que me acaban de regalar: The Stanley Kubrick Archives y Werner Herzog: A Guide for the Perplexed. ¿Cuál es el libro más viejo? Yo creo que de los que sobreviven, el de Wilhem Reich, que te conté hace un rato. También una colección de filosofía comunista que compré a los doce años. ¿Qué libro no has regresado? (Es decir que no sea tuyo): Seguramente varios, pero no sé cuáles serían. O soy muy ético o tengo muy mala memoria; le apuesto más a que tengo muy mala memoria. +


EDITORIAL

MODA Y APARIENCIAS

Para esta temporada de verano, de viento cálido —en teoría— y días de temperatura fluctuante, los diseños de la revista Lee+ hacen su presentación de gala en este número/ pasarela que hemos decidido nombrar Moda y Apariencias. La ropa ha dejado de ser un simple artículo necesario para protegernos de tiempos inclementes, del sol o de la lluvia, y se ha convertido en una industria que amplía la brecha entre clases sociales, en un lujo muchas veces incosteable y cuyo precio varía según la marca y no la utilidad. La moda sigue la lógica de estetizar el mundo: aparentar belleza y ocultar lo obsceno —las vísceras de la sociedad contemporánea—. Para empezar de lleno con las apariencias, llegamos a la Ciudad de cristal, donde Ray Loriga, ganador del Premio Alfaguara de Novela 2017, sin posibilidad de ocultarse, aguarda nuestro arribo para una entrevista. Lindsay Kemp, ya sobre el escenario, hace una reverencia, da media vuelta y deja fluir las palabras con una charla entre nuestras páginas. Siguen las presentaciones. Artículos y columnas que ostentan tipografías e ilustraciones exclusivas para esta edición. Karen Chacek nos platica de la pequeña Mari, una niña que, de cierta forma, se escapa de toda moda. Raquel Castro rememora la ocasión en la que se dio cuenta de la importancia de las apariencias con sus amigos darketos. Leonora Esquivel desgarra el tema que subyace cuando de vestir bien y a la moda se trata. Por su parte, Ricardo Sánchez Riancho traza un recorrido por la intimidad de los poemas de Alicia García Bergua. Como parte de la pasarela central contamos con un texto de Éber Huitzil, en el que reflexiona en torno a la representación y al debate que ha generado con respecto a la verdad. Xósem Amero presenta el Reality Literario que cuenta con estrellas invitadas: Oscar Wilde, Lord Byron y Henrik Ibsen. Ricardo Otero, finalmente, desmenuza las peculiaridades de Facebook y sus apariencias engañosas. En nuestra sección “El Librero de…”, Hari Sama nos abre las puertas de su biblioteca y estudio. Entretanto, en la sección “El Escritorio”, Olga Correa, coordinadora editorial de lij en Ediciones SM, nos platica sobre los materiales y su quehacer editorial. Y como dijera Carlos Ruiz Zafón: "Los libros son espejos: sólo se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro". La pasarela está por comenzar. Los flashes de las cámaras iluminan las páginas, y las palabras desfilan frente a la videocámara. ¡Que corra la grabación!

En portada: Oscar Wilde, ilustración de Michel Laris© michel.larism@gmail.com

Esta revista utiliza tipografías Gandhi Sans y Gandhi Serif, diseñadas para una mejor lectura. Puedes descargar ambas fuentes en:

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CONTENIDO EL LIBRERO DE… Hari Sama

03

LA SENSUALIDAD FEMENINA Perla Reséndiz

08

LA VIDA COMO CRUCIGRAMA Niños a ¡leer!/ Karen Chacek

08

RAY LORIGA Entrevista

10

LINDSAY KEMP Entrevista

12

LA MIRADA PERMANENTE Rolando Ramiro Vázquez Mendoza

14

LA APARIENCIA NUESTRA DE CADA DÍA Éber Huitzil

18

DEL DESNUDO FEMENINO... Yara Sánchez De La Barquera

20

REALITY LITERARIO... Xósem Amero

24

LA LITERATURA APÓCRIFA Ricardo Otero

26

POR DEBAJO DE LAS PIELES Literatura y Animales/ Leonora Esquivel

28

LAS APARIENCIAS SÍ IMPORTAN Jóvenes/ Raquel Castro

30

SALVA AL MUNDO CAMBIANDO TU DIETA Yara Sánchez De La Barquera

30

SER Y SEGUIR SIENDO Con/versando/ Ricardo Sánchez Riancho

34

UN LIBRO DE CULTO Cuento inédito/ José Manuel Vacah

34

150 AÑOS DE HARPER'S BAZAAR Angélica Fajardo C.

36

EL ESCRITORIO DE... Olga Correa

38

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LOS+VENDIDOS

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NO FICCIÓN

FICCIÓN RENDICIÓN Ray Loriga ALFAGUARA “Una historia kafkiana y orwelliana sobre la autoridad y la manipulación colectiva, una parábola de nuestras sociedades expuestas a la mirada y al juicio de todos. Sin caer en moralismos, a través de una voz humilde y reflexiva con inesperados golpes de humor, el autor construye una fábula luminosa sobre el destierro, la pérdida, la paternidad y los afectos”, dijo el Jurado del xx Premio Alfaguara de Novela.

PEDRO PÁRAMO Juan Rulfo EDITORIAL RM Pedro Páramo recoge lo más profundo de México y las formas y técnicas literarias más avanzadas de su siglo. Pocas obras tocan al lector mexicano como ésta, considerada también un clásico de la literatura universal. Pedro Páramo tuvo una larga gestación. Rulfo la menciona por primera vez en una carta de 1947. En 1954 publica adelantos de la misma en tres revistas y en 1955 aparece como libro.

CIEN AÑOS DE SOLEDAD (2015) Gabriel García Márquez DIANA Cien años de soledad cuenta la historia de la familia Buendía y su maldición, que castiga el matrimonio entre parientes dándoles hijos con cola de cerdo. Como un río desbordante, a lo largo de un siglo se entretejerán los destinos por medio de sucesos maravillosos en Macondo, en una narración que es la cumbre indiscutible del realismo mágico. Alegoría universal, es también una visión de Latinoamérica y una parábola sobre la historia humana.

IT (ESO) Stephen King DEBOLSILLO Novela de terror publicada en 1986. Cuenta la historia de un grupo de chicos que son aterrorizados por un malvado monstruo. La historia se presenta desde la perspectiva de cada uno de sus protagonistas, alternada en dos épocas: el pasado (1957-58) y el presente (1984-85). Bajo la ciudad, en un nivel inconsciente para todos los pobladores, un monstruo despiadado atormenta a la comunidad. Una vez saciado su apetito, duerme durante casi tres decenios, hasta que vuelve a despertar para alimentarse y hartarse.

EL LLANO EN LLAMAS Juan Rulfo EDITORIAL RM Esta colección contiene diecisiete cuentos publicados por Juan Rulfo a partir de 1945, cuando aparece “Nos han dado la tierra”, en las revistas América y Pan. En 1951 se publica “Diles que no me maten”. Gracias a la primera beca que recibe del Centro Mexicano de Escritores puede terminar los ocho que aparecerán con los previos en 1953, en el libro titulado —por otro cuento— El Llano en llamas, dedicado a Clara. Dos relatos más, aparecidos en revistas en 1955, serán incluidos en 1970.

PATRIA I: LA GLORIA Y EL ENSUEÑO QUE FORJÓ UNA PATRIA Paco Ignacio Taibo II PLANETA En tan sólo quince años, México se vio sacudido por guerras, intervenciones y guerrillas, durante el siglo xix. Los protagonistas de la resistencia, de la república armada, fueron una generación de ciudadanos endiabladamente inteligentes. Una década de exhaustiva investigación culmina en esta obra de tres tomos en la que Paco Ignacio Taibo II consigue retratar las simpatías y enemistades, los errores y las genialidades del periodo que abarca de 1854 a 1867.

VÉNDELE A LA MENTE, NO A LA GENTE Jürgen Klaric PAIDÓS El autor prueba en este libro que los procesos de ventas a los que estamos acostumbrados son sumamente desgastantes y poco efectivos, debido a que no sabemos cómo funciona la mente. Las ventas de este volumen han sido todo un récord en los primeros meses tras su lanzamiento, convirtiéndose en el modelo comercial y de venta de empresas.

EL MÉTODO H. A. B. L. A Álvaro Gordoa AGUILAR El Método H. A. B. L. A te permitirá capacitarte directamente con el principal maestro y especialista en el tema de la imagen verbal. Hablar lo hace cualquiera. Penetrar en la mente del otro necesita de un método. En este libro encontrarás un sencillo y divertido camino a seguir, con todas las claves para hablar en público y gozar de los beneficios de la comunicación de alto impacto.

LOS CUATRO ACUERDOS Miguel Ruiz EDICIONES URANO Hace miles de años los toltecas eran conocidos en todo el sur de México como “mujeres y hombres de conocimiento”. Los antropólogos los han definido como una nación o una etnia, y eran también una sociedad de científicos y artistas. Miguel Ruiz, un nagual del linaje de los Guerreros del Águila, comparte con nosotros las profundas enseñanzas de los toltecas.

LOS SUSPIRANTES 2018 Jorge Zepeda Patterson EDICIONES TEMAS DE HOY ¿Quién es el político detrás del spot promocional? Ante las maquinarias electorales que convierten a los candidatos en héroes o villanos, y los medios de comunicación que tomarán partido para homenajear o vituperar de acuerdo a sus intereses, indagar en las vidas de quienes aspiran a gobernarnos se ha vuelto una necesidad sin precedente. Jorge Zepeda ofrece una radiografía de los pretendientes a la silla presidencial. Sin ánimo partidista, los convocados escudriñan a cada uno de los suspirantes.

JÓVENES SOY KAROL SEVILLA DISNEY PLANETA JUNIOR

POR TRECE RAZONES ANIMALES FANTÁSTICOS Y UNO SIEMPRE CAMBIA AL AMOR DE SU Jay Asher DÓNDE ENCONTRARLOS VIDA (POR OTRO AMOR O POR OTRA VIDA) VERGARA Y RIBA EDITORAS J. K. Rowling Amalia Andrade Arango Ahora una serie original de NETFLIX SALAMANDRA PLANETA

CARTAS DE AMOR A LOS MUERTOS Ava Dellaira VERGARA Y RIBA EDITORAS


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ELECTRÓNICOS

ARTE

EL MÉTODO H. A. B. L. A Álvaro Gordoa AGUILAR El Método H. A. B. L. A te permitirá capacitarte directamente con el principal maestro y especialista en el tema de la imagen verbal. Hablar lo hace cualquiera. Penetrar en la mente del otro necesita de un método. En este libro encontrarás un sencillo y divertido camino a seguir, con todas las claves para hablar en público y gozar de los beneficios de la comunicación de alto impacto.

MANDALAS PARA LA ABUNDANCIA Y LA PROSPERIDAD Martha Patricia López Caballero DIANA El mandala o círculo sagrado es una poderosa y antigua herramienta de meditación que nos recuerda que el orden natural del Universo está siempre presente en nuestra realidad. Este libro ha sido creado para ayudarte a manifestar abundancia en todas las áreas de tu vida. Es un viaje creativo que te reconectará con el flujo incesante de la Tierra y te permitirá reconocerte como parte del Universo, que es generoso e infinito.

ESTUCHE 4 MANDALAS Y OTROS DIBUJOS ZEN PARA COLOREAR Antonio Francisco Rodríguez Esteban PLANETA

VÉNDELE A LA MENTE, NO A LA GENTE Jürgen Klaric SAXO.COM La neurociencia está invadiendo de manera positiva muchos sectores del mercado, trasformando con descubrimientos y tecnología clínica la forma de entender, mejorar, rentabilizar e innovar cómo operamos y desempeñamos nuestro trabajo.

YA TE DIJE ADIÓS, AHORA CÓMO TE OLVIDO Walter Riso OCEANO

Walter Riso analiza el fenómeno de la separación, porque tomar la decisión de terminar una relación puede ser extremadamente difícil, pero se trata sólo del primer paso. Tras la separación es fundamental hacer un proceso de duelo que nos permita identificar el valor de esa persona que ya no está en nuestra vida. Como suele hacer, el autor presenta casos clínicos y anécdotas personales para ejemplificar sus afirmaciones.

ESCRITO EN EL AGUA (Edición mexicana) Paula Hawkins PLANETA Pocos días antes de morir, Nel Abbott estuvo llamando a su hermana, pero Jules no cogió el teléfono: ignoró sus súplicas de ayuda. Ahora Nel está muerta. Dicen que saltó al río. Y Jules se ve arrastrada al pequeño pueblo de los veranos de su infancia. Tras cautivar a veinte millones de lectores en todo el mundo con La chica del tren, Paula Hawkins vuelve con una apasionante novela sobre las historias que nos contamos al recordar nuestro pasado y su poder para destruirnos.

MÁS ALLÁ DEL INVIERNO Isabel Allende PLAZA & JANÉS Isabel Allende parte de la célebre cita de Albert Camus: “en medio del invierno aprendí por fin que había en mí un verano invencible”, para urdir una trama que presenta la geografía humana de personajes propios de la América actual que se hallan “en el más profundo invierno de sus vidas”: una chilena, una joven guatemalteca ilegal y un hombre maduro estadounidense. Ésta es una de las historias más personales de Allende, una obra que aborda la realidad de la emigración y la identidad de América.

Los libros de la colección Anti-Stress Coloring, diseñados especialmente para adultos, te ayudarán a mejorar la concentración y a favorecer la relajación de manera divertida y muy creativa. Mandalas y otros dibujos zen para colorear reúne preciosas láminas y frases inspiradoras que te permitirán mejorar tu estado de ánimo.

EL DIARIO DE FRIDA KAHLO: AUTORRETRATO ÍNTIMO Introducción por Carlos Fuentes LA VACA INDEPENDIENTE Publicado en su totalidad, el diario de Frida Kahlo refleja los últimos diez años de una vida turbulenta. Este documento, a veces apasionado, otras sorprendente e íntimo, custodiado bajo llave durante aproximadamente cuarenta años, revela nuevos rasgos de la compleja personalidad de esta destacada artista mexicana.

EL LIBRO DEL CINE Danny Leigh ALTEA El libro del cine, parte de la serie Grandes ideas, incluye el perfil de cien de las mejores películas de la historia del cine alrededor del mundo. Desde los grandes clásicos del film noir y los romances de Hollywood hasta la ciencia ficción del siglo xxi. Cada una de las películas está expuesta en relación con el contexto de la industria y sus principales actores: un recurso imperdible para los verdaderos fanáticos del cine y su historia.

VIDA MÍA Sereno Moreno GRIJALBO Que Vida mía se encuentre en tus manos en este preciso momento no es una coincidencia. Es tu oportunidad para descubrir la magia de la cultura mexicana. No sólo conocerás a México por medio de sus paisajes cautivantes, sus tradiciones únicas y su naturaleza extraordinaria: también serás responsable de darle a esta historia un toque de color.

NIÑOS CUENTOS DE BUENAS NOCHES PARA NIÑAS REBELDES Elena Favilli /Francesca Cavallo PLANETA

GRAVITY FALLS: DIARIO 3 Disney PLANETA JUNIOR

EL PRINCIPITO Antoine de Saint-Exupéry EMECÉ

JUGUEMOS A LEER Rosario Ahumada EDITORIAL TRILLAS S. A. DE C. V.

MOMO Michael Ende ALFAGUARA CLÁSICOS


KAREN CHACEK

L

a forma de vestir es un medio de expresión por el que se materializa nuestra personalidad y se proyecta cierta imagen hacia el exterior. En algunos casos se ha convertido incluso en un elemento importante de la identidad de una sociedad y se ha adoptado como parte de una cultura. Al pensar en la vestimenta tradicional oriental, vienen a nuestra mente las geishas: su rostro blanco, su cabello recogido en elaborados peinados y su cuerpo cubierto por kimonos que acentúan el cuello, los tobillos y las caderas; este conjunto es el reflejo del concepto de sensualidad femenina en la cultura japonesa. Tras una ardua preparación, las geishas se especializan en el entretenimiento de los caballeros en fiestas o banquetes. Sus dotes como anfitrionas se demuestran en su habilidad para la música, la riqueza de su conversación, y su participación en la ceremonia del té. Ellas personifican el iki, un tipo de elegancia cuyo valor principal radica en insinuar, a partir de ciertas cualidades y vestimentas, que aparentan sutileza.

A

lgunas personas, cuando se enfrentan a un crucigrama, después de la tercera incógnita prefieren saltar directo a leer las respuestas; otros se mantienen en la faena, incluso resuelven acertijos que van más allá de las casillas del mismo. De modo que cuando la vida en sociedad es el crucigrama, las modas aparecen como soluciones inmediatas, escritas de cabeza al final de la página. Pero hay quienes le encuentran mucho más gusto a esos otros acertijos, a descubrir todo eso fascinante que ni siquiera estaban buscando. Quiero ser la que seré, de Silvia Molina y Cecilia Varela nos relata la vida de Mari, una niña en cuyos primeros años de escuela no hallaba cabida dentro del crucigrama aunque lo quisiera. Ella era diferente, todos lo notaban, pero nadie en la casa, la escuela o el mercado podía explicar la causa. Había días en los que ir al colegio era una pesadilla; Mari sabía matemáticas, historia y geografía, pero era terrible a la hora de leer y escribir: confundía las letras y las cambiaba de lugar, se le cruzaba la izquierda con la derecha y viceversa. Las maestras creían que se hacía la tonta y con regaños la obligaban a cambiar el lápiz de mano. Sus primeros años de escuela hubieran sido muy amargos de no haber sido porque la vida fuera del colegio estaba llena de elementos coloridos —perros y pericos, frutas, sabores, olores, trenes, palabras en otros idiomas; aventuras en el mercado, el parque y la casa; personas muy distintas y amorosas que se preocupaban por resolver el acertijo de lo que pasaba con ella. Así, entre capítulos cortos, medio cortos y medianos, se lee de volada el relato. Hay párrafos tan sabrosos que dan ganas de volver a ellos. La historia sucede en una época en la que no existía internet y buena parte de la vida infantil sucedía fuera del crucigrama. A simple vista parece que es un libro para niñas, pero de ninguna manera lo es: los libros son excursiones a otros mundos y, como tales, ricos para todo buen lector. Silvia Molina, la autora, se luce a la hora de recrear sensaciones, de construir imágenes visuales y auditivas. Este libro es la prueba de que muchos de los contenidos digitales que hoy inundan las redes sociales y son celebrados por originales, fueron antes juegos de palabras inspirados por vivencias reales, algunas de tiempos remotos, pero al fin y al cabo vivencias ricas que hoy quizá desestimamos por andar distraídos en internet llenando casillas del crucigrama. @Malkatika

Ilustración del libro Quiero ser la que seré de Silvia Molina ilustrado por Cecilia Varela, fce.

Las maiko, aunque similares a las geishas, son más jóvenes e inexpertas. Por eso deben sorprender con atuendos más ricos en estampados y con profusos adornos en el peinado. Para conocerlas, un viaje a Japón debe incluir una visita a la ciudad de Kioto, donde se puede vivir la experiencia de vestirse como maiko por unas horas. Esta actividad turística es un acercamiento a la moda que se impuso en el siglo vii, y que hoy continúa fascinando a la gente.

En Occidente, por su parte, las sevillanas también han demostrado su originalidad en el vestir, aunque poseen una personalidad totalmente contrastante con la de Japón. Estas mujeres son visiblemente sensuales, pasionales incluso. Al ritmo que marcan la guitarra y el cante danzan con movimientos que pueden ser tan suaves como profundamente intensos. En este trance destaca su vestimenta que exalta cada línea estilizada del cuerpo. El traje de sevillana tuvo su origen en los vestidos que portaban las mujeres cuando acompañaban a los tratantes de ganado a las ferias en el siglo xix. Estas prendas con holanes llamaron la atención de las damas de alcurnia, quienes adoptaron la moda y le añadieron encajes, listoncillos y tiras; con el tiempo se ha complementado con mantillos de flecos, joyería y accesorios para el cabello como flores y peinetas. Para conocer esta tradición lo ideal es asistir a la Feria de Abril de Sevilla. Ahí las mujeres lucen hermosos vestidos de sevillanas mientras se dejan llevar por el espíritu festivo del territorio andaluz. La moda es una inspiración más para viajar, pues constituye una parte fundamental de la forma en la que cada cultura manifiesta una apariencia única ante el mundo. Por Perla Reséndiz DINKtravelers.com



U

n hombre se levanta todos los días sabiendo que sus hijos se fueron a la guerra, y en medio de la incertidumbre de saber si volverá a verlos deja escapar cada hora; su jardín descuidado ve nacer mala hierba, pero ese hombre casi desganado sabe que tanto el jardín –o lo que queda– como él mismo conocieron tiempos mejores. Ese hombre deambula por entre las páginas de Rendición (Alfaguara, 2017), la reciente novela del escritor español Ray Loriga (Madrid, 1967), con la que además fue ganador del Premio Alfaguara de Novela 2017, cuyo jurado estuvo compuesto por Eva Cosculluela, Juan Cruz, Marcos Giralt Torrente, Andrés Neuman, Santiago Rocangliolo, Samanta Schweblin y Pilar Trejo, y fue presidido por Elena Poniatowska: “Éste es un premio muy importante, con mucho prestigio y mucha posibilidad de alcanzar lectores. En principio, la mandas [la novela] y tampoco lo vuelves a pensar mucho; la novela ya la tenía acabada y sabía que se iba a publicar, estaba tranquilo. Cuando te avisan que eres finalista ya te pones un poco más nervioso. Se presentaron seiscientos cincuenta y cinco novelas, pero al final quedan seis o siete finalistas. A las nueve de la mañana recibo una llamada de Elena Poniatowska y me da la noticia: fue una satisfacción íntima y muy grande, también muy tranquila, la novela salió bien, el premio ya cumplió. Muy contento, no tuve una reacción tampoco eufórica, no salté por la casa ni nada de eso”. Ray Loriga lleva puestas unas gafas negras, mira de manera directa pero también para todos lados; la extraña transparencia opaca que le permite ver sin ser visto produce una sensación de incertidumbre que obliga a prestar atención a sus palabras cuando comienza a hablar de la Ciudad de cristal —o Ciudad transparente—, el hogar prometido en Rendición para los padres huérfanos y llenos de sospechas, a la que son conducidos por supuesta seguridad: “A mí lo que me crea esta pregunta que me haces es otra que me hago yo: hasta qué punto no nos han encarrilado a esta exposición, es decir, no nos han obligado a esto, nos han engatusado bajo una apariencia de libertad, quizá sea la trampa más perfecta; nos han engatusado hasta tal punto que ahora […] el que no pertenece a este sistema de exposición pública parece un marginado, un paria, tiene algo que esconder, está haciendo algo malo por no participar de lo común. No sé hasta qué punto este acto es plenamente voluntario o es un autoengaño de libertad que se ha vendido de una manera precisa […] hasta tal punto que pensamos estar disfrutando de nuestras libertades, pero de alguna manera pertenecemos a una maquinaria brutal de consumo”. Ray Loriga continúa mientras piensa sobre las relaciones sociales e implicaciones por las que lo cuestiono: “No soy un gurú, escribo novelas, pero quería compartir esta extrañeza que a mí me produce, estas preguntas que yo me hago y estas dudas que a mí me generan. Se puede uno preguntar hasta qué punto esto es un artificio o es una trampa muy bien camuflada”. Caminamos junto con la comunidad que lo deja todo y se dirige hacia la Ciudad transparente, una urbe de cristal por la que puedes ver a todos en un estricto orden consensuado, sin cabida para los reacios a sus normas, una ciudad en la que todo lo privado queda expuesto: “Es con la sociedad pública, con la idea de exposición voluntaria, que pensamos en sociedades totalitarias y su obsesión con el espionaje de lo privado, tener a las personas localizadas, tenerlas vigiladas, saber sus secretos, ya nos había avisado Orwell. A mí me sorprendía, reflexionando sobre esto, simplemente observándolo alrededor, que no iba a hacer falta el espionaje ni la tortura ni la amenaza, que nos íbamos a delatar solos, voluntariamente y con gran entusiasmo, y esto es lo que me creaba una sensación de pa-

radoja; cómo antes escondíamos lo privado y nos sentíamos amenazados con la mirada ajena, y cómo gracias a un invento formidable que a alguien se le ocurrió no había más que ofrecernos un carril de fácil acceso a nuestra vanidad para que no hiciese falta el espionaje”. El panóptico que nos observa, desde la pantalla que descansa sobre la mesa del patio donde la plática se lleva a cabo, permanece sigiloso, aguarda las palabras certeras. Loriga, cauteloso, continúa: “No me lanzo a hacer crítica social, pero sí a observar paradojas, incluso la posibilidad de esta sociedad similar a la nuestra, transparente, conlleva unas serie de ventajas: obvio que si todo es público, la posibilidad de esconder malversaciones, amenazas, es muy difícil preparar una celada cuando todo es transparente. Un ejemplo bobo: no podrías apuñalar a nadie a la vuelta de una esquina porque se te vería muchísimo; todo eso son ventajas, pero paradójicamente conlleva un ‘qué se gana/qué se pierde’: la importancia del secreto, la intimidad, lo más propio; no todo lo nuestro está hecho para ser visto por los demás, incluso nuestras propias ideas”, y agrega, con relación al software utilizado en México para espiar a un sector de la población, entre periodistas y activistas: “En el caso de Pegasus lo que me parece aterrador es que me da la sensación de que es la punta del iceberg, de una malversación además muy directa que ha dejado un rastro que se puede encontrar, es decir, se ha comprado un programa muy específico con una finalidad muy específica. Pero esto podría estar pasando en todas partes sin que se dé uno cuenta. Uno siempre piensa en principio: lean el mail, yo no tengo nada que esconder, pero cuando ya entras en situaciones políticas muy directas, y se considere sedición a lo que alguien está hablando, y que un gobierno pretenda saberlo de antemano para protegerse y estar preparado, poder actuar en concreto con individuos con nombres y apellidos, la cosa se vuelve bastante aterradora”. El también autor de Lo peor de todo (1992) y El bebedor de lágrimas (2011) añade: “[La literatura y la sociología] son vasos comunicantes, la sociología se ocupa de la situación en sociedades y de los individuos en sociedad, y la literatura también, en ese sentido están muy próximos”; especifica que las formas de tratar los temas cambia según sus técnicas, y finaliza: “Cuando digo que no soy un gurú es que mi trabajo es la ficción; todo lo que hemos leído a lo largo de los siglos deja rastro de quiénes somos y de qué momento somos. Los escritores o escritoras somos hijos de nuestro tiempo, y hermanos de nuestra circunstancia, eso es inevitable”. Rendición, además de abordar temas que dialogan con la sociología y filosofía política, más allá de ver cuerpos dóciles, como diría Michel Foucault, “tiene que ver con la identidad, con afectos personales, con asuntos comunes a todos: pareja, amor, relaciones sociales de poder, servidumbre, entonces me parecía que viajaba mucho mejor con menos referencias concretas. La idea de situarlo todo en un limbo temporal como geográfico es que viajase mejor”. Ray Loriga añade: “En la sociedad que yo planteo hay una causa más dura, que es la que sufre el personaje. Es una sociedad de absoluto consenso y el propio narrador lo entiende así. El bienestar de los muchos consensuados pesa más que el malestar de uno, de los unos que pudieran existir”. La novela es un escenario en el que se ensayan mundos posibles. La Ciudad transparente puede estar mucho más cerca de lo que pueda creerse, el ojo que todo lo observa no se cerrará al darle la vuelta a esta página. +

Por Rolando Ramiro Vázquez Mendoza


Foto: Ciro CostantiniŠ


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a forma del cuerpo es un elemento esencial del arte y genera un discurso a lo largo del tiempo histórico y en cada vida individual. Éste encuentra su correlato en la naturaleza del Universo, evidenciando un componente artístico en la existencia y la materia, de condición simple y a la vez compleja, que genera una complicidad en la progresión del movimiento artístico. La transición orgánica testifica que la danza y el teatro van más allá del mismo contenido, cada obra deja ver maneras del estado del arte, de lo expuesto a lo desconocido, instaurando cierta intimidad, sensibilidad e intuición en la experiencia visible del conocimiento. La creatividad y la improvisación sitúan el material teórico dentro del soma-psique —cuerpo-espíritu— suscitando la acción del momento sin límites. Lindsay Kemp nació el 3 de mayo en 1938, entre las atmósferas visuales de un Liverpool en expansión; su curiosidad de niño despertó un interés en el baile a consecuencia de que su madre lo llevara a los diez años de edad a ver la película The Red Shoes (1948), de Powell y Pressburger. Sus estudios en teatro y danza iniciaron a temprana edad y continuó como mimo, actor y coreógrafo; fue alumno de danza de Hilde Holger, y en pantomima cursó con Marcel Marceau. Trabajó en producciones de teatro, danza moderna, cabaret y musicales. En 1964 fundó Lindsay Kemp Company, un espacio artístico para hacer experimentos de todo tipo, mental o sensorial, entre los que destaca Flowers: A Pantomime for Jean Genet, basado en Santa María de las Flores, una experiencia estética teatral que también presenció el público mexicano hace años, y continúa con producciones únicas y de vanguardia como Salomé, Woyzeck, Las Criadas, Duende, Nijinsky, Elizabeth's Last Dance. En 1974 estrenó en el Bush Theatre de Londres una nueva versión de Flowers…, que llegó hasta Broadway, y aquí inicia el periodo de oro de la Lindsay Kemp Company con giras internacionales, a cuyos estrenos asistieron Andy Warhol, Jack Nicholson y Truman Capote.

Kemp dances, fotos de Richard Haughton©

Las imágenes que genera Kemp, por medio del tiempo y el espacio, forjan un elemento especial en la música y la danza, que cambia el concepto de los conciertos de rock con la dirección teatral en 1972 de Ziggy Stardust. David Bowie aprendió a dimensionar la lucidez del escenario y el movimiento por la sensibilidad que Kemp le atrajo a sus manos; esto se detona en la actuación teatral de Pierrot In Turquoise, en la que Bowie y Kemp se hacen cómplices de vida. Bowie hizo una gira con Kemp en Pierrot In Turquoise,

interpretando el papel variable de Cloud. Adaptado para la pantalla en 1970, la producción se rebautizó como The Looking Glass Murders. En el video de Bowie “John, I'm Only Dancing”, censurado por Top of the Pops, aparecen dos bailarines andróginos con una fuerte carga mágica y sexual, imprimida por Lindsay Kemp y Jack Birkett, el Increíble Orlando, amigo y colaborador de Kemp, desde principios de los sesenta. Birkett desarrolló una presencia escénica contrastante al quedar ciego años después. La entidad de Kemp, la asombrosa dulzura de los pies danzantes y su escenificación cautivaron también a Peter Gabriel y Mia Farrow para convertirse en dos alumnos más. Entre muchos otros cómplices se han incorporado a esta experiencia David Haughton, y el compositor Carlos Miranda, quien matiza con sublimes sonoridades las alteraciones del movimiento en varias obras de Kemp. Kate Bush, por su parte, le rinde respeto por haber sido su maestro, en el video The Line, the Cross & the Curve; él, mientras tanto, ha actuado en películas como Savage Messiah, de Ken Russell, The Wicker Man, de Robin Hardy o Velvet Goldmine, de Todd Haynes. En mayo del 2016, Kemp mantuvo una conversación con Marc Almond, músico de la escena new wave de los ochenta y actual doctor en filosofía; esta reunión fue con motivo de David Bowie, y se llevó a cabo la presentación del tráiler oficial para el próximo documental Lindsay Kemp's Last Dance (2016), dirigido por Nendie Pinto-Duschinsky. Kemp sigue inventándose y rencarnando sus propias experiencias: no tiene reglas, la única práctica es conservar indemne la fuerza de trasmitir. Kemp mantiene viva la materia y el espíritu, es un humano siendo más humano; el hombre no inventó la forma, lo que hizo fue expresarla en su pasión esencial de orden y caos. Un instante logra guardar las secretas provocaciones del arte, un fascinante desafío con el cuerpo, ahora podemos sumergirnos en el azul profundo del cielo: ¿Cuál dirías que es el elemento o el insumo de creatividad en tu composición dancística? Mi principal fuente de inspiración, además de la vida misma y particularmente mis propias experiencias en el amor, el desamor, el rechazo, la pobreza, la consciencia de mi propia mortalidad y los momentos de extrema felicidad y liberación, sigue siendo la vida y la obra de grandes mujeres y hombres, incluyendo a Isadora Duncan, Jean Genet, Oscar


Wilde, García Lorca, Shakespeare y Nijinsky. Estos artistas no sólo me inspiraron, sino también me brindaron dirección. Flowers está ligeramente basada en Santa María de las Flores, de Jean Genet. La creación de la pieza teatral comenzó momentos después de que yo abriera el libro y entrara al mundo de Genet. Me identifiqué inmediatamente con el héroe/la heroína, Divina y su mundo. Acerca de la investigación especializada sobre la percepción en el estudio teatral, ¿crees que existe la perfección? Además de leer y estudiar historia, arte y a los artistas, desde los primitivos hasta los avant-garde, hago una investigación profunda cuando estoy preparando un proyecto. No me interesa la perfección. Sólo quiero hacer las cosas bien. ¿Cuál es la opinión frente al discurso de la danza y el teatro que se crea y expone en la actualidad? El teatro y la danza actual, con unas cuantas excepciones, desafortunadamente me interesan muy poco, y me aburro fácilmente. Hay poca magia, alma o duende. Extraño el teatro popular de mi juventud que viajaba por los pequeños pueblos de Inglaterra, trayendo melodrama, opereta, revistas y pequeños circos. La música y los colores me levantaban el ánimo y me hacían soñar. Soy afortunado por seguir viviendo ese sueño. ¿Qué es lo fundamental de un artista o un bailarín para que lleguen a hacer interpretaciones valiosas? El intérprete debe sumergirse en el personaje y en la historia de la personalidad que va a retratar. A través del proceso del trance, el artista necesita abandonar lo que ha investigado y volverse el personaje. El artista no debe tener límites. Yo interpreto a todos estos personajes y todos trascienden. ¿Cuáles son los valores que como maestro debes generar en tus alumnos? Yo me empeño en enseñarles a todos a bailar, a expresarse, y sobre todo, a comunicar por medio del gesto. Les recuerdo que el espacio del bailarín es sagrado, que quiero ver su espíritu danzar, y que bailen cada baile como si quizá, posiblemente, fuera el último. Mi primer acercamiento a Jack Birkett, El increíble Orlando, fue gracias a Jaime Keller, quien fue estudiante en Lindsay Kemp Company. Jaime me obsequió una foto de Jack y él, juntos en la Ciudad de México, que guardo con mucho cariño. ¿Cómo era tu complicidad artística con Jack Birkett?

Me fascina saber de tu conexión con Jack: el mundo es pequeño. Jack era mi más querido amigo, mi alma gemela, mi inspiración. Desde el momento en que lo conocí en la Academia de Ballet, y a lo largo de los años como el principal artista en mi compañía, me inspiró a crear muchos papeles para él y su talento único. Comenzamos nuestra carrera artística juntos, presentándonos en las esquinas, en bares y cabarets baratos, y experimentando altas y bajas, antes de aparecer eventualmente en varios escenarios alrededor del mundo. Pensemos ahora en las perspectivas del cine y la música que se está creando, ¿tenías algún nuevo proyecto con Carlos Miranda? El cine me interesa muchísimo y trabajo con jóvenes directores independientes, siempre animándolos mientras puedo. Alguna música nueva me interesa, pero no tanto como solía hacerlo. Tristemente, Carlos Miranda falleció este año. Estoy sufriendo por esta gran pérdida. ¿Tuviste la oportunidad de tener un acercamiento más profundo con México, sus lugares, su gente, su danza, su teatro, su arte en alguno de los viajes que realizaste? Me arrepiento de haber tenido pocas oportunidades de experimentar el teatro y la música que se hacen en México hoy en día. Mis giras por México me han dejado con poca oportunidad de conocer gente y ver más del país. Sin embargo, sigo intoxicado con los perfumes, los colores y la belleza del país, los mercados, los mariachis, la emoción del Festival Cervantino, el amor que me demostró el público mexicano y las muchas compañías maravillosas que reunió el festival. El gran bailarín y coreógrafo José Limón fue el primer bailarín moderno que vi. Él cambió mi vida. El caos y la violencia que existen en el mundo, ¿determinan la pérdida de la sensibilidad en las artes? No. El arte siempre ha prosperado en tiempos de caos y violencia. Es cuando el artista se siente más útil y puede abrir los ojos y el corazón ante los horrores del mundo y su falta de amor. Por ejemplo, el Guernica, de Picasso y Los desastres de la guerra, de Goya. El mensaje del artista siempre debe ser uno de amor y paz, alentando a la gente a amarse los unos a los otros, construir puentes y derribar muros. Por favor, da mi amor a México, tengo recuerdos muy felices. Espero volver algún día. Mucho amor. +

Por Ulysses Avath


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e camufla una intensión perversa en la acción de empatar la noción de vigilancia con la de seguridad. Los ojos se despliegan atentos en los rincones de la ciudad: observan meticulosos nuestros pasos sobre las calles, los despachos de oficina, los cajeros de tiendas y de bancos. Durante una caminata de rutina nos detenemos, miramos a lo alto de un cuello tubular que se alza en medio del camellón que divide la avenida, y distinguimos las pupilas, pero no a quien observa con esos ojos. Hay una apariencia engañosa en el rostro de una sociedad televigilada. Gilles Lipovetsky la describe en su libro La pantalla global: cultura mediática y cine en la era hipermoderna: “Son los tiempos del mundo pantalla, de la todopantalla, contemporánea de la red de redes, pero también de las pantallas de vigilancia, de las pantallas informativas, de las pantallas lúdicas, de las pantallas de ambientación”, y complementa en el capítulo en el que el sociólogo francés detalla el tema del Estado de videovigilancia: “Está claro que la época de la democracia de la liberación ha quedado atrás. Lo que vemos afianzarse un poco más cada día es la democracia de la seguridad: menos regulaciones económicas, pero más controles de los movimientos privados en los espacios públicos. ¿Tan lejos estamos del Big Brother, de la emisión de telerrealidad bajo el ojo permanente de la cámara y del ‘te vigilamos’ de la sociedad policiaca?”. A partir de la mirada permanente que observa de manera silenciosa los movimientos de los ciudadanos, se creó un comercial de Coca-Cola en el que se humaniza la mirada fría de los dispositivos de vigilancia, un ejemplo de la

La pantalla global: cultura mediática y cine en la era hipermoderna Gilles Lipovetsky ANAGRAMA

sociedad de control disfrazada con atuendo menos agresivo. ¿Qué tanto estamos dispuestos a renunciar de nuestra privacidad por una aparente seguridad? En la breve teleserie Dead Set, de Charlie Brooker, las pantallas del show de Big Brother que se lleva a cabo en la ficción inglesa son ajenas a la pandemia zombi que arrasa con todos en el exterior, menos en el set: la vida común y corriente se queda entre los espejos negros, mientras afuera el mundo ha cambiado por completo, el espectáculo deja de estar únicamente en la pantalla y se extiende al otro lado del escenario. Hay algo curioso en esta serie que se relaciona con las catástrofes sociales que azotan en cada país; pareciera que los problemas, las vísceras del mundo, se intentaran ocultar, un juego de apariencias en el que la pantalla transmite una verdad que oculta algo detrás. Al respecto, Jorge Fernández Gonzalo explica en su libro Filosofía zombi: “Metáfora [Dead Set], una vez más, de cómo el teatro ha invertido su relación con la vida, cómo los medios impostados de espectacularidad son ahora vividos de manera auténtica por los personajes […], como si la televisión fuera no un medio o una lejanía relativa […], sino una habitación más de la casa, un largo pasillo hacia nuestros propios deseos, aptitudes, relatos”. Otro ejemplo, para continuar con estos jirones —que no hilos— de carne conductores, en la obra maestra del recientemente fallecido George A. Romero, El amanecer de los muertos, los personajes se atrincheran en un centro comercial, el templo por antonomasia del hiperconsumismo, para no dejar de lado el prefijo predilecto de Lipovetsky, quien además dice en La estetización del mundo: vivir en

Filosofía zombi Jorge Fernández Gonzalo ANAGRAMA

la época del capitalismo artístico: “El capitalismo no tiene buena imagen”, y más adelante: “el modo de producción capitalista se estigmatiza como barbarie moderna que empobrece la sensibilidad, como orden económico responsable de la devastación del mundo”, barbarie y devastación sintetizada por el cineasta estadounidense en un apocalipsis zombi: el reflejo crudo de nuestra sociedad contemporánea que, además, necesita estilizar su imagen, estetizar las ruinas que ha dejado la horda a su paso. En estos escenarios de caos generalizado, ¿cuántas pantallas de videovigilancia fueron necesarias para detener la supremacía zombi? En el inicio del juego Resident Evil iii: Némesis hay una escena del video en el que uno de los muertos vivientes se acerca al casco de un policía en el que ve su reflejo. La escena condensa el espíritu que deambula entre muchas sociedades principalmente occidentalizadas: un Narciso contemporáneo. Seguimos nuestro camino, avanzamos, y también avanza la mirada omnipresente. Ve instantes, fragmenta contextos, ¿qué es lo que observa con tanto detalle y cuál es la conclusión a la que se llega a partir de los fragmentos de información que capta? ¿Quién vigila al que vigila? Hay que ser cautelosos de quien sigue nuestros pasos y se esconde entre la sombra, entre una guedeja enmarañada o en el otro lado de la pantalla. +

Por Rolando Ramiro Vázquez Mendoza

La estetización del mundo: vivir en la época del capitalismo artístico Gilles Lipovetsky ANAGRAMA



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E. Foto: Ciro Costantini©

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A. MANOLO BLAHNIK: THE ART OF SHOES Cristina Carrillo de Albornoz Fisac SKIRA RIZZOLI Los zapatos de Manolo Blahnik han sido llamados, según The Guardian, “tótems mágicos de éxito y feminidad”. The Art Of Shoes explora la creatividad e influencias de este moderno maestro, por medio de una crónica del diseñador. Si te gusta el calzado es tiempo de conocer este libro que recupera conversaciones entre Blahnik y la autora, además de esquelas originales, que ofrecen al lector una oportunidad única para entender la visión detrás de sus zapatos.

D. CHANEL: THE ART OF CREATING FRAGRANCE: FLOWERS OF THE FRENCH Lionel Pailles ABRAMS Cada año cientos de libras de flores se cultivan siguiendo tradiciones secretas. Por primera vez se revelan las técnicas artesanales utilizadas para crear los perfumes más codiciados del mundo, que integran la colección de Chanel. Esta antología de seis volúmenes contiene un libro sobre cada una de las cinco flores principales, de las cuales todos los perfumes de Chanel se elaboran: la rosa del centifolia, el iris, el jazmín, el geranio, y la tuberosa.

F. ART + FASHION Cutler and Julien Tomasello CHRONICLE BOOKS SAN FRANCISCO En esta edición los lectores disfrutarán tanto de la información que cada texto proporciona como de una foto representativa e impresionante de cada uno de los veinticinco proyectos colaborativos. Estas colaboraciones que abarcan numerosas épocas, moda masculina y femenina, y una amplia gama de medios artísticos, revelan el asombroso trabajo que se produce cuando las luminarias del mundo del arte —como Pollock, Haring y Hirst— se unen con íconos del mundo de la moda.

B. HARPER'S BAZAAR: 150 YEARS Glenda Bailey ABRAMS La primera revista de moda de Estados Unidos, Harper's Bazaar, contó con la colaboración de legendarios editores, fotógrafos y estilistas; en sus páginas también se publicaron obras de destacados escritores desde 1867. Harper's Bazaar: 150 Years incluye las obras más emblemáticas del archivo de la revista: más de ciento cincuenta fotografías y portadas, y cincuenta fragmentos de texto, incluyendo artículos, poemas y obras de ficción.

E. DEFINING DRESSES: A CENTURY OF FASHION Olivier Gabet, Arthur Dreyfus FLAMMARION La evolución creativa y la versatilidad del vestido durante el siglo pasado se exhiben en ciento un piezas innovadoras, por cada uno de los diseñadores de moda icónicos. Con un vestido de cada año desde 1914, esta línea de tiempo de vestidos explora la evolución creativa de la moda. Desde lentejuelas hasta seda, corsés y kimonos, los diseñadores buscan continuamente maneras frescas y audaces de crear prendas memorables y marcar la historia de la moda.

G. FASHION: A TIMELINE IN PHOTOGRAPHS: 1850 TO TODAY Caroline Rennolds Milbank, Harold Koda Una línea de tiempo en las fotografías es una historia visual definitiva de la moda, en esta ocasión, de un historiador de la misma: Caroline Rennolds Milbank. Con más de mil cuatrocientas fotografías, casi todas nunca antes publicadas o rara vez apreciadas, vemos las transformaciones que ha sufrido la industria de la moda. Aunque el foco no está en los diseñadores, algunos nombres notables que se incluyen son: Charles Frederick Worth, Chanel, Poiret, Karl Lagerfeld, Yves Saint Laurent, Balenciaga, Prada y Dior.

C. DIOR Y YO Frédéric Tcheng ZATMENI Este documental te abrirá las puertas de la legendaria casa de modas Christian Dior. Desde una posición privilegiada atestiguaremos todo lo que ocurrió detrás de cámaras en la creación de la primera colección de alta costura de Raf Simons como director artístico. Esta obra refleja la dedicación de su grupo de colaboradores, y desnuda la historia de Raf Simos y su maison francesa.

Locación: Mondre Store Boutique Pasaje Polanco Av. Presidente Masaryk 360 Fb: /mondrestore Instagram: @mondrestore www.mondrestore.com

H. SAINT LAURENT Bertrand Bonello ZATMENI Película del 2014 coescrita y dirigida por Bertrand Bonello, en la que se construye la vida del diseñador de moda Yves Saint Laurent, el famoso creador que en 2002 dejó el mundo de la pasarela por oponerse a la moda que comenzaba predominar en el campo cuyo nombre inmortalizaría.

Productos disponibles en: Librería Mauricio Achar, Miguel Ángel de Quevedo 121. Productos de importación sujetos a disponibilidad.


PARA VER Y OÍR

VIDEO

MÚSICA

LA VIGILANTE DEL FUTURO

VORAZ

TRAINSPOTTING 2: LA VIDA EN EL ABISMO

LOGAN

EL SEÑOR CHOCOLATE

Rupert Sanders SONY PICTURES

Julia Ducournau ZIMA

Danny Boyle SONY PICTURES

James Mangold Twentieth Century Fox

Roschdy Zem ZATMENI

En un Japón futurista la joven Motoko Kusanagi es la líder de grupo operativo de élite, Sección 9, cuyo objetivo es luchar contra el ciberterrorismo y los crímenes tecnológicos. Después de una peligrosa misión el cuerpo de Kusanagi queda dañado, y es sometida a una operación quirúrgica para trasplantar su cerebro en un cuerpo robótico.

SALON, LÁGRIMAS Y DESEOS Lila Downs SONY MUSIC ENTERTAINMENT

Lila Downs es un ícono latinoamericano del arte, la música y la cultura. Éste es su décimo segundo disco, un material discográfico que busca continuar su lucha por el empoderamiento de la mujer, tema por el que se ha manifestado a favor. El disco cuenta con colaboraciones de Diego el Cigala, Carla Morrison, Mon Laferte y Andrés Calamaro.

Justine vive en una familia en la que todos son veterinarios y vegetarianos. Es una estudiante brillante, pero al ingresar en la Facultad de Veterinaria descubre un mundo despiadado y seductor. Obsesionada por encajar con sus compañeros, se aleja de sus principios, y come carne cruda por primera vez.

Primero hubo una oportunidad... y luego una traición. Han pasado veinte años. Mark Renton regresa al único lugar que ha llamado casa, y todos lo están esperando: Spud, Sick Boy y Begbie, viejos amigos, el dolor, la pérdida, la alegría, la venganza, la autodestrucción y el peligro de muerte.

Sin sus poderes, Wolverine es verdaderamente vulnerable. Después de una vida de dolor y angustia, sin rumbo y perdido en el mundo en el que los X-Men son leyenda, su mentor Charles Xavier lo convence de asumir una última misión: proteger a una joven que será la única esperanza para la raza mutante.

El payaso Chocolat, el primer negro que trabajó en un circo francés, tuvo un enorme éxito a finales del siglo xix. Fue también el primero en hacer publicidad, el que inspiró a otros artistas de la época como Toulouse-Lautrec o a los hermanos Lumiére participando en varias de sus primeras películas.

LOS CAMINOS DEL TECLADO

MELODRAMA

THE JOSHUA TREE DELUXE

THE MANY FACES OF OASIS

Horacio Franco MANDUJANO RODRIGUEZ RANULFO

Lorde UNIVERSAL MUSIC

U2 UNIVERSAL MUSIC

Varios MUSIC BROKERS MEXICO S.A DE C.V.

Horacio Franco y Asaf Kolerstein son un dueto mexicano-israelí que conjunta sus increíbles talentos para hacer sonar la flauta y el violonchelo de manera sublime. En este álbum interpretan melodías del consagrado músico y compositor Johann Sebastian Bach.

Melodrama es un disco con once temas escritos de manera magistral por la feminista Lorde, que van desde lo dramático del piano hasta lo divertido del electro pop. En este trabajo se puede notar una gran evolución y la madurez musical que la artista ha demostrado: “este disco se creó para representar cómo se vive una fiesta sin control”.

Fue lanzado el 9 de marzo de 1987, con temas como “With or Without You”, “I Still Haven’t Found What I’m Looking For” y “Where the Street Haven’t No Name”, llegó a ser uno de los discos más vendidos en el mundo. The Joshua Tree fue producido por Brian Eno y Daniel Lanois. Con esta edición de aniversario se conmemoran los treinta años del disco más icónico de U2.

Este álbum triple que cuenta con oscuras joyas, grabaciones en vivo y los proyectos paralelos que nos brinda una imagen completa de la banda que llevó el rock británico de nuevo a la cima de la escena musical. Con lujoso arte de tapa, sonido remasterizado y extensas notas explicativas, este álbum es un complemento fundamental para su colección de música rock.


Ilustración por Leslie Sánchez Ramírez liesediceli@gmail.com

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al vez el mejor resumen del problema acerca de la apariencia nos lo haya dado Juan Gabriel: “Lo que se ve no se pregunta”. En 2002, Fernando del Rincón, estrella reporteril de Primer impacto, recibe por respuesta esa afirmación cuando le pregunta al juarense por adopción si es gay. Juan Gabriel, a quien se le asocia más con el movimiento desgañitado de una copa de brandy y la cantada desafinada pero sincera, se da por bien servido cuando responde una frase como ésta después de un pequeño titubeo. Durante toda la entrevista, Juan Gabriel esquiva los acosos constantes del entrevistador, pero a partir de ese momento, el cantante, como si emulara el ritmo de “¿Por qué me haces llorar?”, empieza a crecer: “La televisión hoy en día hace preguntas muy capciosas y le gusta ir más allá por el rating”, al final anula la actitud hostil y procede a construirse y volver a centrar la atención sobre lo que él hace, aquello que realmente hay que recordar. Más allá de si le simpatizaba el pri, de si tenía problemas con sus impuestos, de su historia de nuevo rico, lo importante era que todo girara en torno a su trabajo: cantar. La apariencia que importaba era ésa, la historia que nos contamos de él sería respecto a su música. Así funcionan los relatos, “lo que se ve no se pregunta”: es asumir un contrato de verosimilitud. El mundo que se construye funciona dentro de sí, con los propios medios y problemas, con los huecos y las faltas de información. Indagar sobre ellos es ensancharlo: ver Rogue One, de Star Wars, leer todos los libros de J. R. Martin, discutir si Flash o Quicksilver es el más rápido de acuerdo con sus apariciones y dichos en los cómics, o si contratan a un periodista para que El Chapo, la última serie de Netflix, tenga más o menos verosimilitud. Nuestros actos son puramente quijotescos porque quieren seguir construyendo ficciones. No creo que sea pecado, pero es curioso que organicemos nuestro mundo, nuestra existencia a partir de la necesidad de contarnos de tal o cual forma; de, básicamente, ficcionalizarnos. Estamos acostumbrados a asumir que cine es sinónimo de ficción. Colocamos los documentales en una categoría distinta que rara vez aparecerá en la cartelera, y los anuncios de películas y series siempre dicen que están “basadas en hechos reales”; que yo recuerde no he visto alguno que me advierta sobre una pura y total ficción. Creamos para ordenar el mundo y colocarnos en él, para que nuestra vida vaya hacia algún lado y venga del que

Foto: Boulevad du Temple de París, daguerrotipo.

nosotros queremos. Un cronista, un documentalista, un fotógrafo o cualquiera que se quiere dar a la tarea de ser un turista profesional, como dice Susan Sontag, se encuentra con el viejo dilema respecto de cómo representar. De niños pintamos y dibujamos sin mayor preocupación o angustia por las proporciones, colores y formas; si no había color carnita, tomábamos un café, un rosa, un amarillo o cualquier otro para rellenar la cara de bolita de papá. Sin embargo, al crecer, todo profesionista de la representación debería tener ese dilema en cada momento —eso sería el principal aporte de la universidad, más que la técnica— porque es imposible escapar al encuadre, a las responsabilidades sobre la representación. Una de las mejores formas de plantear este problema que atañe más que a la vista, a la forma en la que vemos, se encuentra en Joan Fontcuberta y su ensayo “Ficciones documentales”, cuando señala que hasta Daguerre contrató a un par de actores para que aparecieran en la segunda toma del "Boulevard du Temple" y con eso, “Daguerre conoce por primera vez el dilema que enfrentará la veracidad histórica con la veracidad perceptiva”. Un punto al que se puede llegar después de leer el ensayo de Fontcuberta es que la veracidad histórica puede ser un ideal que se procura alcanzar, pero que estamos condenados a sólo vivir en la aspiración aunque seamos más aristotélicos que platónicos: “Es sólo con una simulación consciente como nos acercamos a una representación epistemológica satisfactoria”. Las figuras de dos hombres, un bolero y su cliente, en medio de la calle vacía componen la primera aparición del ser humano en la historia de la fotografía y que se trate de un montaje puede decirnos mucho. Llevar la discusión en torno a si contratar actores está bien o mal es caer en términos morales, como dice también Fontcuberta. Lo importante es que de tal trabajo, “el resultado podría ser tildado de ilusión cognitiva si entendemos que prevalece el propósito de acortar aquella separación entre percepción óptica y conocimiento, entre lo que se ve y lo que se sabe”, entre lo que se procura entender y lo que conviene dejar fuera; entre lo que se ve y lo que no se pregunta, pero que vemos y contamos encantados. +

Por Éber Huitzil

eberhuitzil@gmail.com



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l mundo del arte despliega ideas y conceptos estéticos que definen a las culturas, ámbito que hasta hace poco era un club exclusivo para hombres: la mujer ha sido uno de sus temas favoritos, pero no su ejecutora principal. El arte como vehículo de ideas condiciona la cultura, y ha creado sociedades en las que las imágenes de las mujeres han servido al imaginario masculino mientras ellas se mantuvieron cautivas. La mujer ha sido representada de diversas maneras, aunque muchas veces sólo utilizada como objeto de belleza. Pensar un mundo del arte en el que las artistas tengan voz ha sido difícil, pues no tuvieron acceso a las academias de arte para estudiar, ya fuera de manera limitada, sino hasta el siglo xviii. No obstante, muchas artistas aprendieron siendo ayudantes, esposas o hijas de pintores. Es por medio del autorretrato femenino que podemos observar la evolución del lenguaje de diversas artistas, de lo que reflejan y de lo que ocultan. Luis Meléndez y Bartolomé Esteban Murillo sorprendieron por su virtuosismo y ángulo dramático al desafiar la estética de su tiempo, pero durante el siglo xviii los autorretratos de mujeres, como el de la italiana Rosalba Carriera, mostraban a una mujer estática; conforme pasaban los años se fueron incluyendo temas como la maternidad, la menstruación y la sexualidad. El autorretrato puede o no mostrar la historia real de la autora, ya que la obra en sí misma cuenta una historia que no necesariamente se basa en un hecho real. Los autorretratos de mujeres más antiguos que se conocen aparecen en una obra de Boccaccio, De Mulieribus Claris (1402), en la que una pintora llamada Marcia se muestra dibujándose a partir de su reflejo en un espejo. Una contradicción curiosa, ya que la vida secular en general no consideraba necesario que se educara a la mujer más allá del nivel básico; fue así como los conventos les sirvieron a muchas de ellas en múltiples países —como a Sor Juana Inés de la Cruz en México— para poder estudiar y aprender diferentes artes. En el Renacimiento los autorretratos se convirtieron en un ejercicio más común, ya que los temas dejaron de ser esencialmente religiosos. Alberto Durero incursionó con diversos autorretratos que al día de hoy siguen siendo magistrales y una referencia esencial para la estética de la época, mientras una pintora llamada Sofonisba Anguissola se representó más veces que Rembrandt o Durero juntos. En 1578, Alonso Chacón le pidió a Lavinia Fontana su autorretrato, para una colección de grabados. En 1660 surge la primera colección de este tipo de trabajos tanto de hombres como de mujeres, de Leopoldo de Medici. Mujeres jóvenes con talento como la hija de Tintoretto, Marietta Robusti, y Bárbara, hija de Luca Longhi, fueron enseñadas por sus padres, quienes valoraron su apoyo en su propio trabajo. Viginia Woolf decía que para dedicarse a su arte se necesitaba independencia económica y un espacio idóneo; no extraña que jóvenes como ella, de padres adinerados, lograran tener acceso a profesores privados. No obstante, surgían problemas como el veto para poder estudiar cuerpos al desnudo, el aprendizaje de una técnica totalmente necesaria para ellas como artistas.

Para incluir a las mujeres en un espacio en el que los hombres les permitieran expresarse como artista y no como mujer, tenemos el ejemplo de Elisabeth Vigée-Lebrun, quien fue aceptada en la Academia Francesa en 1783, un caso extraordinario, y contratada por María Antonieta; Vigée-Lebrun logró una fama envidiable para ambos sexos. Angelica Kauffmann consiguió trabajar con otros artistas en Londres durante cuatro años antes, y exhibió sus pinturas en la exposición anual de la Royal Academy of Arts, enviando a veces hasta siete cuadros, con buena crítica; sin embargo, su amigo Johann Wolfgang von Goethe comentaba que nunca había conocido a un artista —hombre o mujer— tan trabajadora y entregada a la perfección como ella. Esa igualdad no fue encontrada en otras partes, donde las mujeres fueron alabadas por ser tales y no por su trabajo, lo que dificultó una crítica constructiva durante algún tiempo; y las pocas mujeres artistas que continuaban entrando a la Academia eran consideradas prodigios sin avances en su técnica. En tanto el mito del artista como genio crecía, el papel de la mujer en el arte seguía siendo ridiculizado, como en una caricatura de 1789 en la que se observa a la escultora británica Anne Damer cincelando a Apolo, mientras las esculturas se cubren los genitales. Las artistas debían respetar la norma, la etiqueta, las reglas de comportamiento y llevar sus “obligaciones”; es por esto que Marie-Nicole Dumont se pintó mostrando a su bebé y sus pinceles en 1789, en La artista y sus ocupaciones. En esta época surge la primera documentación pintada de la relación entre maestra y alumna. Adélaïde Labille-Guiard y Marie-Victoire Lemoine enseñaron y promovieron a varias mujeres pintoras; fue tanta la fuerza de su trabajo junto con otras mujeres, que el famoso Salón de la Academia de Bellas Artes comenzó a aceptar a pintoras, hasta que, tras grandes esfuerzos y luchas, llegaron a tener su propia sala llamada “El salón de las mujeres” en 1790. Una de las estrellas de este siglo es la veneciana Rosalba Carriera, quien con sus pasteles inspiró a una generación completa de europeas, pues entrenar en óleo acarreaba complejidades mayores para aprender la técnica. Era indignante que por aquellas fechas las mujeres requirieran llevar un chaperón a las galerías en las que había cuerpos desnudos, y menos podía pensarse que estudiaran un cuerpo totalmente descubierto. Textos como el de Rousseau en el libro v de Emilio o de la educación, en el que se habla de la educación de las mujeres, aclaran que los estudios de la mujer deben ser relativos a los del hombre, en sí, nunca superiores. Este debate sigue hasta la fecha y crea mayor conflicto cuando se habla del trabajo artístico de las mujeres, cuando se las etiqueta de feministas. Se sigue viendo al arte femenino como un ejercicio de complacencia por su género, cuando el arte creado por mujeres es libre de denunciar los estereotipos y la opresión, o de examinar el género, y tal vez simplemente de querer comunicar. Son justo las etiquetas lo que nos separan de la integración al mundo del arte en general. El siglo xix recibió a diversas artistas, y en periodos destacados de la pintura, como el del impresionismo, recordamos a Berthe Morisot, quien se casó con el hermano de

Manet, lo que hizo posible que tuviera comisiones, lograra cumplir con los deberes familiares y pintara durante toda su vida. La estadounidense Mary Cassatt, esposa de Edgar Degas, contó con la misma suerte: ambas, parte del movimiento más avant-garde de la época, aprendieron, crecieron y difundieron su trabajo, mientras que en la esfera cotidiana se limitaron los espacios dentro de las universidades, no sólo en arte sino también en estudios de medicina o leyes. Camille Claudel, hermana de Paul Claudel, logró posicionar sus esculturas también gracias a la buena reputación de su hermano. Con la llegada de la fotografía, artistas como Alice Austen cuestionaron su imagen de manera más fácil que con un pincel; más autorretratos surgieron gracias a esta técnica. El ejercicio de las artistas por convertirse en profesionales parece ser posible hasta el siglo xx. Paula Modersohn-Becker, pintora alemana, una de las representantes más precoces del movimiento expresionista en su país, pintó a Rainer María Rilke. Suzanne Valadon fue modelo de Edgar Degas, Henri de Toulouse-Lautrec, Pierre-Auguste Renoir y Pierre Puvis de Chavannes, quienes la animaron para pintar y vivir de su arte. Éstas y otras artistas lograron dar pie a un movimiento de mujeres previo a la Primera Guerra Mundial. Gracias al surrealismo la libertad creativa para la mujer logra posicionarlas con mayor facilidad. En 1933 la fotógrafa Margaret Bourke-White utilizaba ropa de hombre, cuestionando qué es lo femenino y lo masculino. En el mismo año Frida Kahlo y Leonora Carrington —influida por Max Ernst— comienzan a ser conocidas por comunicar límites y mitologías propias. Tamara de Lempicka inunda con un estilo rompedor y una seguridad femenina nueva para la época. En los años sesenta y setenta las mujeres ya habían logrado un espacio mayor en las galerías, como Yolanda López con su retrato con la virgen de Guadalupe. O Cindy Sherman, quien se disfraza de diferentes tipos de mujer. El diálogo sigue hasta hoy, cuando la obra hecha por mujeres sigue creando controversia, como la de la británica Tracey Emin, con Mi cama (1998), en la que se observa la escena de una cama vacía después de tener relaciones sexuales, e incluye un conteo de todas las personas con las cuales se ha acostado allí. El universo de artistas es enorme, cubre todos los continentes, y sigue quebrando los mitos impuestos desde siglos atrás. Cada obra de arte supone un avance para detener la cultura destructiva de una sola representación de género. Aún falta mucho para fortalecer la figura de las mujeres desde el arte, pero siempre será una ventaja que se sigan ofreciendo espacios para crear y consumir cultura, seres capaces de honrar la expresión humana y dejar de etiquetar al mundo desde una mirada separatista, sin minorías, sin géneros, sólo individuos expresando su realidad en este planeta. Es hasta este momento que por medio del arte se ha cuestionando la feminidad, dando forma a un rol positivo y no pasivo, para romper los cánones que la atraparon por siglos. +

Por Yara Sánchez de la Barquera


De arriba abajo: •Artista desconocido, The Damerian Apollo, 1789. •Marie-Nicole Dumont, La artista y sus ocupaciones, c. 1789. •Tamara de Lempicka, Autorretrato, c. 1925. Material importado, sujeto a disponibilidad.


22 Dios ha creado las noches que se arman de sueños y las formas del espejo para que el hombre sienta que es reflejo y vanidad. Por eso nos alarman. J. L. Borges

S

i pudiéramos contener en una lista aquellos objetos que han sido necesarios para crear realidades diferentes dentro del arte, no podríamos omitir el espejo; éste, más que un objeto es un arquetipo, una metáfora que tiene la capacidad de transformar, confesar y reflejar al que mira por medio de él. Desde Rubens con Venus y Cupido hasta Velázquez con Las Meninas, el Bosco en El jardín de las delicias o Jan van Eyk con El matrimonio Arnolfini, todos ellos han recurrido al uso del espejo en sus composiciones con el fin de crear diferentes planos de realidad, para marcar el enigma de la esencia de éste y perpetuarlo en el lienzo. Pero si hablamos de espejos en la pintura una obra que despierta preguntas y reflexiones en torno a temas como la belleza es, sin duda, el Narciso, de Caravaggio. En este cuadro el pintor barroco pone sobre la mesa varios conceptos complejos para la humanidad, que llegan a ser fundamentales en la cotidianidad de la sociedad. Sorprende la habilidad con la que Caravaggio logra capturar a Narciso, en el preciso momento en que se encuentra con su destino, el momento en el que ve su reflejo en un estanque de aguas tranquilas; aquel instante en el que contempla su venerado rostro, una imagen joven y bella que termina ahogándose en sí misma. La composición sobria, dividida en dos planos: realidad e ilusión, vida y muerte, y la refracción que el pintor plasma un tanto lúgubre, mimetizando a Narciso entre la oscuridad de las aguas o, más bien, perdido entre ellas, nos hace maravillarnos y apropiarnos del mito que es Narciso para traducirlo y verlo reflejado en la vida común. En la actualidad el espejo sigue siendo una temática interesantísima. Tal como lo fue para los pintores de las distintas épocas del arte, lo fue también para narradores y poetas a lo largo de la historia de la literatura. Varios de ellos llegaron a cuestionarse las dualidades a las que les remitía este objeto: apariencia y ser, espíritu y materia, lujo y utilidad, entre otras. Borges aborda en su poesía el tema del espejo, en ella expresa de una manera muy vívida su inquietud y su temor por este artefacto. En su poema “Los espejos” describe el horror que le provoca pensar en las distintas posibilidades de la realidad; para el escritor argentino el espejo tiene una connotación negativa y lo condena a lo largo del poema. En “Al espejo” persiste esa incertidumbre por la multiplicidad de la cifra de las cosas y de lo que somos. Octavio Paz —quien fuera Premio Nobel de Literatura y miembro de El Colegio Nacional— también se refiere de manera negativa a este objeto en “La caída ii” —incluso el título del soneto alude a un descenso— y, tal como Borges, utiliza la palabra horror para describir ese miedo a no ser lo que la realidad representa. Esa preocupación de los artistas por la realidad y la apariencia nos lleva a reflexionar en torno a nuestro presente. En una era en la que el espejo podría ser cualquier pantalla que represente a otros y a nosotros mismos ¿no debería causarnos horror el proyectar y amar algo que no somos? ¿Acaso la sociedad contemporánea está destinada a ser aquel Narciso inerte, sumergido en la otra realidad que nos brinda el espejo, consumido por el reflejo y la apreciación ya no tanto de la belleza sino de la apariencia? ¿No yace ya dentro de ella?

Por Circe Fraga

Narciso de Michelangelo Merisi detto Il Caravaggio, (1594-1596). Intervenida por Circe Fraga.





La literatura apócrifa en los tiempos del Facebook

U

no de los tantos aspectos negativos de internet es la alarmante proliferación de información falsa. Respecto a la literatura, abundan poemas y frases firmadas con los nombres de grandes escritores y poetas en Facebook, WhatsApp, Instagram y Twitter, que son apócrifas y, en la enorme mayoría de los casos, el trabajo de un escritor amateur. No se sabe con exactitud cuándo comenzó este fenómeno, pero sí hay registro de que precede a las redes sociales. El caso que quiero mencionar es el de la supuesta carta abierta al entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, por parte de Gabriel García Márquez, cuando sucedió el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York. La carta en cuestión circuló por medio de cadenas de correos electrónicos, restregándole al entonces mandatario que la guerra por fin había llegado a Estados Unidos. Gabo desmintió numerosas veces su supuesta autoría y declaró para el diario La Jornada que se trataba de panfletos seguramente escritos por gente de Bush para suscitarle respaldos. “Lo que sí me produce gran vergüenza —agregó— es lo mal que están escritos”. Tristemente, no es el único texto apócrifo que se le atribuye al nobel colombiano. El “poema” titulado “La marioneta”, escrito supuestamente por él para sus amigos cuando se enteró de que tenía cáncer, ha circulado por las redes sociales durante años. No es raro ver a una tía o a un amigo publicarlo en Facebook y añadir como copy: “Grande Márquez”, para luego encontrar en los comentarios del post elogios al autor y al poema. Márquez declaró en una entrevista sobre este “poema”, cuyo autor es el comediante mexicano Johnny Welch: “Lo que me puede matar es la vergüenza de que alguien crea que de verdad fui yo quien escribió una cosa tan cursi”. Se dice que este incidente lo inspiró a escribir sus memorias, de las cuales sólo publicó la primera parte de tres anunciadas, Vivir para contarla (2002). Uno de los ejemplos más alarmantes es el famoso —incluso podemos decir famosísimo— “poema” titulado “Instantes”, que ha sido atribuido falsamente al escritor y poeta argentino Jorge Luis Borges. Por años este “poema”, que en realidad es una prosa acomodada como poesía, se ha compartido en redes sociales —particularmente Facebook, aunque conocí a un psiquiatra que lo tenía enmarcado en su consultorio— y cadenas de correos electrónicos, a pesar de haber sido desmentido una y otra vez por la viuda de Borges y la fundación que lleva el nombre del escritor. Y digo alarmante porque hasta la escritora Elena Poniatowska cometió el error de atribuirle el escrito al autor argentino, error que le costó caro a la editorial Random House, ya que la primera edición del libro Borges y México incluye el texto de Poniatowska, “Un agnóstico que habla de Dios”, en el que la autora reprodujo el poema apócrifo en cuestión. La editorial tuvo que retirarlo de las librerías. La viuda de Borges, horrorizada por la falta, dijo que “era un error verdaderamente imposible de imaginar”. La autoría

del poema tiene varias versiones: hay quienes dicen que fue escrito por el caricaturista y humorista americano Don Herold; otros, incluyendo a la viuda de Borges, lo atribuyen a la poetisa estadounidense Nadine Stair o Nadine Strain —según la fuente que se consulte—. Para colmo, cerrando con broche de oro, circula hoy en día otro “poema” apócrifo titulado “El árbol de los amigos”, también atribuido a Borges, cuyo contenido es tan simplón que insulta. En el caso del poeta Pablo Neruda, se le atribuyen tres poemas apócrifos: “Muere lentamente”, “Queda prohibido” y “Nunca te quejes” —seguramente hay más—. “Muere lentamente” es en realidad un poema escrito por la brasileña Martha Medeiros. “Queda prohibido” fue escrito por Alfredo Cuervo Barrero, quien lo publicó el 22 de junio del 2001, y al año recibió correos acusándolo de plagio, ya que los internautas estaban seguros de que el verdadero autor del poema era Neruda y no Alfredo. “Nunca te quejes”, por su lado, se sigue compartiendo por redes sociales con la firma de Pablo Neruda, aunque se desconoce al verdadero autor. En los tres casos, los poemas son muy distintos e inferiores a la obra del nobel chileno. El poeta y novelista más afectado por este fenómeno es el uruguayo Mario Benedetti. Hay por lo menos ocho textos que se le atribuyen a él. El más famoso quizá es “No te rindas”, cuyo verdadero autor es desconocido, y se encuentra colgado en muchas publicaciones de redes sociales. El texto en cuestión es de un principiante, con estilo de autoayuda y de una calidad mucho menor a la del uruguayo. Es probable que el autor anónimo haya querido hacer un poema al estilo de “No te salves”, que sí escribió Benedetti. Otros poemas erróneamente atribuidos a él son: “La clase media”, escrito al parecer por el argentino Daniel Cézare, y “La gente que me gusta”, de autoría anónima, entre otros. El poeta mexicano Jaime Sabines tampoco ha quedado exento. Aparece en redes sociales un “poema” titulado “Te quiero” —no debe confundirse con el poema “Te quiero a las diez de la mañana”, que sí es de Sabines— que, aunque felizmente no se ha propagado de forma masiva por la red, se encuentra cada vez más. Para darse una idea de la calidad basta con leer la primera línea: “Te quiero como para invitarte a pisar hojas secas una de estas tardes…”. El nombre de William Shakespeare aparece en varias frases y “sonetos” en las redes sociales. No se necesita leer más de tres palabras para saber que el dramaturgo se hubiera suicidado junto con Romeo y Julieta de lo terrible, amateur y superficial que son estos textos que llevan su nombre. Por desgracia, junto con los de Benedetti, son de los que más abundan en los muros de la “gente profunda” de Facebook. Dos últimos casos que vale la pena mencionar implican al nobel de literatura José Saramago y a C. S. Lewis, creador de Las Crónicas de Narnia y quizá el

escritor cristiano más importante del siglo pasado. En el caso de Saramago circula por WhatsApp, entre otros medios, una larga cita supuestamente escrita por él, que habla sobre “la bendición que son los hijos” de la manera más genérica, insípida y aburrida. Hay tres problemas con esta frase: primero, la pésima calidad del contenido; segundo, lo terriblemente escrita —cualquier persona que ha leído al nobel portugués se dará cuenta de que hay algo muy extraño con ella—; y tercero, Saramago era ateo y la frase abre diciendo: “Hijo es un ser que Dios nos prestó…”. Respecto a Lewis, estuvo circulando una carta que emula muy bien el estilo de las otras treintaiún que conforman el libro Cartas del diablo a su sobrino. Esta falsa carta, aunque parecida en forma y fondo, es demasiado breve en comparación con las otras, y una indirecta muy directa a la situación política que se vivía en Estados Unidos al momento de su aparición, justo antes de las últimas elecciones presidenciales. Deben existir muchos casos más y, como los virus digitales, se han de crear día con día. Los ejemplos citados son los que me tocó ver cuando era usuario de Facebook, y los más famosos al menos en el mundo de habla hispana. ¿Por qué estos autores y no otros? Una explicación sería que todos ellos son —particularmente los poetas— personajes célebres que se han vuelto parte de la cultura universal y son referentes populares de las letras: Neruda, Benedetti y Borges aparecen en conversaciones cotidianas y sus nombres están ligados con genialidad y cultura. La realidad es que mucha gente los cita sin haber leído su obra. Y hablando de los anglosajones, ¿quién no ha escuchado de Shakespeare? Una cosa es escuchar y otra muy distinta es leer. Lo que revela este fenómeno es la poca cultura literaria y la falta de conocimiento del autor en cuestión, así como la intención —o pose— de parecer profundos en redes sociales, sin realmente serlo. Lo peor y más triste de todo es que la gran obra de estos hombres se convierte en un lugar común y falso. ¿Está todo perdido? No. Paradójicamente, si regresamos a los libros, este tipo de situaciones se podría evitar. No hay como conocer realmente los escritos y apropiárselos para darle sentido a la vida. Como le dice el cartero Mario Ruoppolo al personaje Pablo Neruda en la película Il Postino —frase que escuché erróneamente atribuida al poeta chileno alguna vez—: “La poesía no es de quien la escribe, es de quien la necesita”. Por eso hay que asegurarnos de leer auténtica poesía y verificar su autoría, para poder tomarla prestada de verdad. + Por Ricardo Otero


Habitantes imaginarios de Macondo Grande Márquez La marioneta Por Gabriel García Márquez Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso pero, en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco y soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía mientras los demás hablan, y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate... Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto no solamente mi cuerpo sino mi alma. Dios mío, si yo tuviera un corazón...

Gabo Lo que me puede matar es la vergüenza de que alguien crea que de verdad fui yo quien escribió una cosa tan cursi.


“¿Qué es la moda? Desde el punto de vista artístico, una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses”.

Oscar Wilde

L

os clásicos no pasan de moda aunque parezca una contradicción. Se vuelve a ellos una y otra vez, como referencia histórica, memoria personal o para hacer una analogía con la actualidad. Sin embargo, dentro de las grandes obras de la literatura hay contextos o situaciones que, si bien en la época cuando fueron escritas reflejaban prácticas habituales, ahora nos parecen anacrónicas, de mal gusto o incluso cuestionables moralmente. La moda siempre ha ayudado a la literatura a describir la opulencia, la posición social y el poder, como lo han sido también la afición a la tauromaquia, cazar, usar pieles y poseer animales exóticos. Aquellos pasajes literarios que exaltaban estas actividades parecen meras descripciones de sucesos cotidianos en textos de Lope, Góngora, Lorca, Alberti, Hemingway y Vargas Llosa, por ejemplo; hoy, estas tendencias son criticadas abiertamente por escritores como Coetzee, Kundera, Fernando Vallejo o Rosa Montero,

sin mencionar que desde siempre han tenido detractores en el mundo de las letras, destacando la figura del héroe como quien se opone a ese estatus quo y presiona por un cambio. No nos parece representativo de un domingo ameno “una tarde de toros”, como tampoco nuestro principal objetivo al salir a la naturaleza es obtener “buenas presas”. En el caso de la vestimenta se hacía especial énfasis en la elegancia del personaje; pensemos en Jay Gatsby y sus trajes, Ana Karenina y sus abrigos, Holly Golightly y sus diamantes de Tiffany's, Emma Woodhouse y sus atuendos de baile. Del mero hecho de estar bien vestido se pasa a la promoción de las marcas, como en American Psycho, de Easton Ellis, novela en la que el asesino viste Valentino, calza Ferragamo y al mismo tiempo confiesa que: “Todo se resume a esto: me siento del carajo pero me veo genial”. ¿Cuántas cosas escondemos detrás de un buen atuendo o un maquillaje perfecto? O bien, ¿cuánto oculta la industria de la moda acerca de los materiales que usa, la fabricación de los productos y el aspecto de sus modelos? La decadente empresa de

las pieles es responsable de la muerte de más de cien millones de animales cada año; la mayoría de ellos, usados en laboratorios, son para innecesarias pruebas de cosmética e higiene personal. En las plazas de España, por ejemplo, se matan casi cinco mil toros cada año. Muchas costumbres que la literatura resaltaba y cuyas imágenes nos parecían valerosas o hasta deseables ahora son consideradas por muchos escritores y lectores como atavismos de los que tenemos que desprendernos o meras anécdotas del pasado. Imagino una versión moderna de Dorian Gray, cargando a cuestas no sólo los excesos que cometió, sino la responsabilidad de todas las víctimas involucradas en su vanidad. Víctor Hugo decía: “las modas han hecho más daño que las revoluciones”. Aquéllas ejercen su yugo sobre quienes la siguen y la padecen también los que quedan excluidos. Para quienes creen que el respeto a los animales es algo pasajero, confío en que sea una moda que llegó para quedarse. + @leonoraesquivel www.AnimaNaturalis.org



RAQUEL CASTRO

e acuerdo bien de la primera vez que mi papá se topó con mis amigos góticos: yo los había invitado a comer y él no se imaginaba que al llegar del trabajo encontraría en su sala a un montón de greñudos vestidos de negro. No sólo eso; además, llevaban delineador negro y barniz de uñas del mismo color. Uno de ellos, Octavio, hasta lipstick, negro traía —como casi todos los días—. Y no hablemos de los tatuajes, perforaciones y demás parafernalia. Mi papá juraba que eran malvivientes. Yo traté de explicarle que no, que eran puro pan de dulce, pero que ¡eran una banda de rock gótico! No podían andar de mezclilla azul y playera blanca, ¿verdad? La discusión duró muchos años: mi papá dale que dale con que los músicos deben usar traje y corbata como en los buenos tiempos del rrrrockandroll, y yo con que todo depende del tipo de música que se toque. Y es que en la música las apariencias sí importan, ¡cómo de que no! Porque las apariencias no son nomás “lo de afuera”, también son una señal de identidad, una manera de identificar a otros compas con los mismos gustos. De hecho, si uno aprende a mirar, puede distinguir a un gótico de un metalero sin necesidad de escuchar sus listas de reproducción: entre tanta negrura, hay detalles que hacen la luz. De todo esto me acordaba al leer Fuimos una banda de rock, de Enrique Escalona, novela que ganó el Premio de Novela Juvenil FeNal-Norma 2017, que nos cuenta la historia de una banda desde que dos de sus integrantes se conocen en primero de primaria hasta que se reencuentran, ya adultos, mucho tiempo después de que su proyecto musical se haya disuelto por lo mismo que se desintegran tantas agrupaciones, musicales y no: diferencias estéticas, creativas, emotivas… a fin de cuentas el “no eres tú, soy yo” —o el “no soy yo, eres tú”— no aplica nada más en las relaciones amorosas. O bien, no sólo las relaciones de pareja son una forma de amor: la pasión por la música —que se puede adivinar, a veces, a partir de la moda y apariencia del melómano— puede ser el principio de una rara forma de amor entre dos o más personas. La forma en la que Enrique Escalona demuestra lo anterior en Fuimos una banda de rock es un verdadero deleite. Desde la primera página el lector quiere y necesita saber más de esta banda malograda que, sin embargo, se ha convertido en una leyenda. Mi parte favorita es, sin duda, cuando los dos fundadores de Filia se conocen en la primaria y descubren juntos nuevas bandas. La complicidad que se genera entre ellos y la manera como ese cariño se vuelve resentimiento para volver a ser cariño es retratada de una forma adorable en la narración, por no hablar de las descripciones minuciosas de la apariencia de los músicos y los fans de diferentes estilos. Definitivamente, cuando vuelva a salir a la plática con mi papá el tema de la apariencia de mis amigos darketos de hace veinte años, l e voy a dar a leer esta novela.+

@raxxie

Foto: http://www.whatthehealthfilm.com

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“Si los mataderos tuvieran paredes de cristal, todos seríamos veganos”. Paul McCartney

LAS FALACIAS DE LA INDUSTRIA ALIMENTARIA

“Eres lo que comes” es una de las frases más trilladas y, lamentablemente, en Occidente no le ponemos suficiente atención ni comprendemos lo que implica. Como editora de Lee+, a lo largo de ocho años he leído diferentes libros que exponen diversos puntos de vista sobre qué comer, pero son los libros veganos los que logran recomendar una dieta balanceada para el cuerpo, la mente y exenta de la explotación de animales, cuya industria es agresiva tanto con ellos como con la Tierra y nuestra salud. Una buena dieta vegana es consciente de ser autosustentable, porque uno mismo podría sembrar lo que come, buscar alimentarnos sin sobreexplotar la tierra y tener prácticas variadas de alimentación: consumir productos de temporada, ir a mercados donde los productores venden de manera directa al consumidor, como en el Mercado “El 100” de la Ciudad de México. Caso muy distinto de los supermecados sin rostro: no sabemos qué estamos comiendo, en qué fecha real fue empacado o qué conservadores usaron, ya que el gobierno de nuestro país no obliga a exponer en sus etiquetas toda la información de lo que contiene el producto; peor es el caso de Estados Unidos, donde el gobierno aprobó leyes en las que ningún productor está obligado a decir la verdad acerca del producto que se consume. Y muy diferente es el caso de Francia, que prohibió todos los colorantes y conservadores, y los comerciales de comida en la televisión contienen advertencias. Aquí una recomendación para profundizar en el tema: Cowspiracy (2015), producido por Leonardo Di Caprio, y disponible en línea o en Netflix. Este documental aborda todo lo que implica comer carne animal de cualquier tipo. El movimiento vegano que ha iniciado esta película es alentador, ya que ha logrado que las personas dejen de consumir por costumbre comida y productos de origen animal nocivos para la salud. La industria alimentaria es un negocio seguro: he descubierto nutriólogos que recomiendan ¡¡embutidos!! La Organización Mundial de la Salud (oms) ha etiquetado varios productos animales como cancerígenos, el mismo rubro en el que se encuentran los cigarros, las salchichas, el tocino y el asbesto; las dietas diseñadas para bajar de peso incitan a consumir grandes cantidades de carne animal: sacrifican la salud en aras de “verse bien”. ¿Por qué no mejor comer bien y saber que tu único détox necesario lo hacen tus órganos de manera natural, día a día, con comida sana, sin químicos?

NO DEJES QUE LA IGNORANCIA LE GENERE MILLONES A LOS DEMÁS Lo importante es entender que uno mismo debe investigar lo que come, y no dejarle a una tabla alimenticia, creada por intereses económicos de empresas y gobiernos, decirnos qué comer y en qué porcentajes. Tenemos apego a la comida, pero cuando te das cuenta de que sólo es un transporte de energía, tu vida cambia; la mejor energía la dan las plantas, las frutas, las verduras, el agua pura —o filtrada alcalina—, y la meditación. Esto es el cielo en la Tierra: sentirnos conectados con lo que comemos, no con el dolor animal, los antibióticos inyectados y su miedo concentrado en una masa muerta. Otro documental, What The Health (2017), se adentra en los problemas de mantener una industria sin ética, que sabe que al promedio de la gente no le importa comer mejor, y que además se quedará con sus creencias y costumbres familiares: tener una cena con un animal en el centro, tal vez padecer cáncer y pensar que es lo más natural. ¿Por qué tenemos que lastimar a otros para comer cuando hay alternativas que lo evitan? Saber qué comemos nos ayuda como especie; la producción y el consumo masivo que hasta hoy tenemos no son sustentables. Todo lo anterior aplica para saber qué agua consumes, qué huella de carbón generamos para tener esa botella de agua —seguramente con bpa que daña el ambiente y a la gente—, cuando hay opciones como usar filtros o rellenar botellas de vidrio. Es muy fácil quejarse y postear en redes sociales notas tristes de cómo el mundo es un caos, compartir alguna petición para firmar, creer que ya hicimos algo y seguir nuestros usos y costumbres. Si te interesa cuidar tu entorno, asegurar un presente sano y seguro para ti y tu familia, debes interesarte por saber más. No estoy pidiendo que todos se vuelvan veganos, pero consumir menos animal será un beneficio para todos. Mi mamá de cincuenta y ocho años, y yo de treinta y siete lo hemos logrado: vivimos una etapa en la que gozamos de salud y energía, reemplazamos a los médicos de interminable medicina por acupuntura y yoga. Si la humanidad conoce mejores formas de vivir, ¿por qué no usarlas? No hay manera de seguir en este planeta sin ser activista. Con los efectos más nocivos del cambio climático, la contaminación, la pérdida del hábitat de la mayoría de las especies marinas y terrestres, y otras catástrofes en las manos del gobierno y corporaciones trasnacionales que sólo sirven a sus intereses, la idea tan poderosa de comenzar a hacer algo para cambiar nuestra dieta es totalmente liberadora: ya no hay paso atrás. +

Por Yara Sánchez De La Barquera





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etrás de las apariencias suelen yacer realidades más complejas; imágenes, metáforas o metonimias que parecieran apuntar a horizontes lejanos, pero en realidad muestran lo que tenemos a un lado. El poemario Ser y seguir siendo, de Alicia García Bergua, viene a mi cabeza al reflexionar sobre este tema. La autora residió una temporada en el castillo de Civitella, Italia, cuando escribió algunos de los textos contenidos en el poemario: “Desde nuestra cocina se ve otro lado del castillo / con todas las ventanas clausuradas; / que nadie mire desde los ojos ciegos de esos cuartos / me hace dudar por instantes / que sea verdad que estoy aquí”. Buscamos la mirada de otros para hacernos presentes, para validar nuestra propia existencia o, en su defecto, para asegurarnos de que no es una ilusión. La voz poética, en un castillo con orígenes en el siglo xi, pero reconocido con el escudo de la familia Ranieri hasta 1519, puede llegar a dudar que se encuentra en un espacio de alcance casi mítico. El poemario, en algunas secciones, menciona aspectos que remiten a momentos del día a día que nos son aún más cercanos. En otro instante un documental en la televisión nos hace pensar en un interés casi científico y minucioso del mundo que nos rodea: “Vi primero a la foca en el Ártico / amamantando a su cría sobre el hielo, / en la tormenta, reposando tranquila”. La ciencia levanta velos y traslada nuestra atención a realidades que no son excepcionales por sí mismas, sino ante nuestras miradas que necesitan detenerse a contemplar el reino animal, mismo que abarca a nuestra especie. La dolorosa realidad de la indigencia, gente que transita “invisible” por las calles en nuestro tiempo, también es notada por la autora: “Se lavan, se peinan en la fuente; / los que pasamos fingimos que no están, / que su vida transcurre en otra parte, / en un tiempo cortado a su medida / que roza levemente el nuestro”. El mundo mítico convive con el que nos envuelve cotidianamente. La Ciudad de México, como muchas grandes urbes en el planeta, nos permite atestiguarlo. Como ejemplo, un poema que habla de Roma les puede dejar el mismo sabor de boca a los capitalinos en nuestro país: “Como toda ciudad que se respete / también respira por sus heridas, / y yo he traído, además del dolor, / muchas imperceptibles; / las voy dejando en ruinas, en iglesias, / en las plazas de las Flores y del Pueblo / entre la muchedumbre, / como objetos discretos,/ como los souvenirs / que los turistas siempre quieren llevarse / sin saber que se llevan en realidad / un trozo de dolor, / muy pequeño y profundo, / que hizo a la ciudad”. Las apariencias no buscan engañar, pero sí requieren de atención para notar lo que ocultan. Las grietas, el paso del tiempo en los edificios que han sobrevivido ya siglos, guardan memoria, el sentir del pueblo que habita las calles. No crea, estimado lector, que García Bergua lleva a cabo una lectura meramente lastimera de nuestro entorno, sólo nos invita a conectarnos con objetos y situaciones que abrigan mayores sensaciones. Siempre, detrás de los muros en las ciudades, se guardan las alegrías y las dolencias de las personas que por ahí han transitado. +

@rsanchezriancho

e dieron el maldito libro como regalo. Había adquirido un buen lote en una subasta por internet. Desde el principio me dio mala espina, todo en él era horrible, empezando por el título: Historias de sexo, conspiración y muerte. La portada era una Santa Muerte y una mujer violada, un collage bastante torpe. Nunca imaginé las desgracias que me traería esa cosa. Hay libros que en lugar de ayudar te joden la vida. Algo así le pasó al poeta José Carlos Becerra. Recibió el diario de Camus, de manos de un viejo amigo, antes de partir a Brindisi. Con el diario en la guantera su auto se desbarrancó en un mortal accidente. Joder, uno nunca se toma en serio esas cosas hasta que te pasan. La primera vez que lo abrí fue un mal presagio. Debo confesar que sentí una atracción irrefrenable por leerlo —vaya que los cuentos eran geniales—. Al terminarlo tuvieron que hospitalizarme por una infección en los pulmones. Después de eso lo tiré a la basura. A los pocos días mi vecina llamó a la puerta. Mi perro encontró esto, creo que es tuyo. Era el libro, la mitad de las hojas estaban húmedas y las otras mordidas. Creí que podría regalarlo, cité a mis amigos en una cafetería con cualquier pretexto. Ey, carnales, hace cuánto que no nos vemos. En la cafetería había buena música, rock setentero, una excelente combinación entre bandas gringas y mexicanas. Todo marchaba bien hasta que sonó una canción de Enigma, era “Viento de diamantes”, una verdadera rareza escucharla en estos tiempos. La rola estaba inspirada en un poema de Juan Bañuelos. Conté a mis camaradas la vez que le hablé por teléfono al poeta Bañuelos. Le dije: maestro, quiero hacerle unas preguntas. A lo cual me contestó, claro, maestro, piensa bien en tus preguntas y luego me llamas, adiós. No mames, ésa es una actitud de alguien que ya está más muerto que vivo, dijo Lauro. Nunca olvidaré el comentario de mi cuate, porque dos días después el poeta chiapaneco fallecería a los ochenta y cuatro años, víctima del libro asesino. Sí, el pinche libro satánico estaba ahí encima de la mesa. Seguro que están pensando que fue una coincidencia, pero no lo es. ¿Por qué estoy tan seguro? A los cuatro días murió el escritor y pe-

riodista Sergio González Ramírez, quien también era roquero: tocaba el bajo en la banda Enigma.

En esta sección aparecerán relatos de autores contemporáneos. Cada mes una ficción para arrebatarle un espacio a la vida cotidiana.

un libro de culto

Tampoco soy un esquizofrénico. Lo que voy a contarles a continuación es lo más grave y lo más importante. No me chingues si no crees que es algo para asustarse. Vivo en Ecatepec y ahí es muy frecuente que te topes con zafados. Tomé mi bicicleta, guardé el libro en las costuras interiores de mi chamarra de mezclilla y me dirigí al canal de desagüe. Arrojaría el libro entre la mierda, y adiós para siempre. En las inmediaciones de las aguas fétidas, dos adolescentes jugaban tiro al blanco con una veintidós. Traté de ocultarme, me arrojé detrás del cadáver de un perro hinchado por la descomposición. Las balas rebotaban por aquí y por allá, porque en verdad esos muchachos eran imbéciles. A lo lejos se reventó el vidrio de un auto y comenzó a sonar la alarma. El ruido espabiló a los tiradores, que se echaron a correr. Pasaron a un lado sin verme. En la orilla del canal me detuve a contemplar el vaivén de las aguas negras. Aquel instante fue un momento de introspección, puesto que pensé en la vida, en la muerte y cómo a veces hay libros que te joden la existencia. No sé cuánto tiempo estuve en esa orilla del ser, seguro no pasaron ni quince minutos cuando los chacas volvían corriendo hacia mí. Los perseguía una camioneta patrulla. Un policía se bajó como un lince, pese a su corpulencia: gritó, no te muevas o disparo. Un instante para precipitarlo todo hacia la crisis. Nomás sentí el golpe de la bala en mis costillas. Desperté al anochecer ahí mismo, tirado; ya me habían robado el celular, la cartera, la chamarra y los tenis. Seguro fueron los policías. El frío de la noche me caló los huesos. No tenía sangre por ningún lado, ni una sola herida —yo que creí que había muerto—. Una cosa no se habían llevado los malnacidos. El libro seguía allí, con un agujero en el centro.

José Manuel Vacah Estado de México, 1990. Periodista fantasma. Sicario de la literatura. Instagram: jose_m_vacah.



La Revolución Industrial vio nacer a un sector de la sociedad estadounidense obsesionado con lo europeo. Fue entonces, en ese contexto, que Fletcher Harper, el menor de la familia de editores Harper & Brothers, creyó que era tiempo de crear una publicación dirigida a las mujeres, que sirviera como una guía del “buen vivir” en el mundo moderno. Así nació Harper’s Bazar —escrita con una sola a hasta 1929—, publicando su primer número el 2 de noviembre de 1867. Han pasado ya ciento cincuenta años en que los momentos relevantes se suman uno tras otro de manera desmesurada. Lo que parecería ser una revista enfocada a la moda demostró ser, desde sus inicios, una publicación seria que abriría las puertas a diversos ámbitos de la vida social y cultural, siempre bajo una impecable selección de contenido. Resumir ciento cincuenta años no es tarea fácil, pero hay hilos conductores que van marcando la línea de Bazaar; éstos son sólo algunos:

La mujer a llegada de Margaret E. Sangster como editora de Bazar en 1889 marcó el comienzo de una nueva etapa, siendo una de las primeras publicaciones en poner sobre la mesa el tema de la igualdad de género. Las portadas comenzaron a reflejar a mujeres con ropa más moderna y vidas activas.

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Amelia Earhart, primera mujer aviadora, se volvió involuntariamente un ícono de la moda, y en 1929 escribió un ensayo para Bazar, en el que hablaba acerca de lo que se debe vestir en el aire. Décadas después se comenzó a profundizar en el efecto del feminismo sobre la vida de las mujeres, incluyendo la moda. En 1972 se publicó una polémica foto de Faye Dunaway mostrando la axila sin depilar. Literatura En 1868, Charles Dickens publicó, en coautoría con Wilkie Collins, No Thoroughfare, a manera de serie en distintos números. Se han incluido textos de autores como Henry James, Thomas Hardy y Mark Twain. El editor Arthur Samuels logró convencer a Dorothy Parker de que escribiera “Sentiment” en 1933. Virginia Woolf hizo lo propio con Lappin and Lapinova en 1939. El editor George Davis trajo consigo un séquito de famosos amigos que colaboraron en la publicación: W. H. Auden, Carson McCullers, Paul Bowles y Gertrude Stein. Truman Capote, entonces un nuevo y joven talento, llegó a Bazaar por primera vez en 1944, y reaparecería en 1946 y en 1959. Surgió también el “Renacimiento del Sur” con las plumas de Eudora Welty, Tennessee Williams, William Faulkner y Flannery O’Connor. Pintura Famosos nombres en el mundo de la pintura también encontraron un lienzo en Bazaar. En la primera obra de Dalí para la revista se observan dos estilizadísimas mujeres con largos y elegantes vestidos, y lleva por título Dream Fashions (septiembre 1935). Kees van Dongen pintó para el número de julio de 1935 Woman and Stars. Se publicaron además retratos de pintores como Picasso (1946), Georgia O’Keefe (1946) y Jackson Pollock (1952). Andy Warhol creó ilustraciones de zapatos para julio de 1958 y diciembre de 1960, y un surtido de productos de be-

lleza para julio de 1957. El “Pop Issue” (número pop), de Richard Avedon como editor invitado en abril de 1965, estuvo lleno de arte, incluyendo la litografía de Roy Lichtenstein, Shipboard Girl. Cine El actor Steve McQueen fue el primer hombre en la portada en febrero de 1965. Alfred Hitchcock tuvo una sesión fotográfica en el set de Psicosis (1963). Glenda Bailey, quien comenzó como editora en 2001, llegó con la intención de que los lectores “esperaran lo inesperado”, y decidió incluir colaboraciones con cineastas como Pedro Almodóvar, John Baldessari y Tim Burton. Son inolvidables, por su parte, las portadas con estrellas como Julianne Moore, Drew Barrymore y Anne Hathaway, entre muchas otras, o las fotografías de Tim Burton, Pedro Almodóvar o Winona Ryder recreando una escena de ¿Quién teme a Virginia Woolf? Política En 1961 se llevó a cabo la primera sesión fotográfica de los Kennedy como pareja presidencial. Ése fue el primer momento de muchos que unirían a la revista con la política y la realeza. En 1995, Lady Di fue el rostro de la portada de diciembre, y en 1997, después de su muerte, la editora Liz Tilberis publicó un emotivo tributo. Tilberis también fue la encargada de entrevistar a Hillary Clinton en 1995, pasando la noche en la Casa Blanca por invitación de la entonces Primera Dama. Otras mujeres que ocuparían el mismo lugar en la residencia oficial y en las páginas de Bazaar fueron Laura Bush (2008), Michelle Obama (2010) y Melania Trump (2016). En 1998 se realizó una sesión fotográfica con Naomi Campbell y Kate Moss en La Habana, Cuba, provocando un conflicto por la situación política entre ambas naciones, que resultó en una multa de treinta y un mil dólares. El rostro de la Reina Isabel II sonreía para la revista en 2014 como parte de la campaña de Gran Bretaña para promover su talento creativo alrededor del mundo. En febrero de 1972 el número fue dedicado a la ciudad de Nueva York —que pasaba por una crisis económica que la llevaría casi a la quiebra—, con los ensayos In Defense of New York, del alcalde John Lindsay y del ganador del Pulitzer, David Halberstam. + Por Angélica Fajardo C.


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os cambios sociales y la forma en que se puede desprender de ellos un movimiento musical tienen consecuencias amplísimas, que a su vez conllevan un fuerte impacto cultural. En Future Days: el Krautrock y la construcción de la Alemania moderna (Caja Negra, 2015), de David Stubbs, nos acercamos a esos cambios socioculturales que sirvieron como incubadora del Krautrock. Las marcas que dejaron la Segunda Guerra Mundial entraron en discusión con el discurso del arte y la política: la música empezó a verse de manera diferente. Existía la composición del arte futurista y la alineación de la música electrónica y concreta llevada a un amplio campo sonoro poco conocido en el entorno general. El teatro y la danza cambiaban de la misma manera, creando contrastes en la composición perfecta, mientras la música se estructuró de nuevo a partir de cintas magnéticas que se usaron en los laboratorios que ocuparon, para hacer registro de sus estudios e investigaciones electroacústicas, compositores vanguardistas como Erik Satie, Pierre Schaeffer y Karlheinz Stockhausen, incluso podemos mencionar también al estudio Groupe de Recherches Musicales de la ortf, en París, hogar de la musique concrete, o el Nordwestdeutscher Rundfunk (nwdr) en Colonia.

No termina de explorarse por completo, pero aquí está: la Alemania moderna, el Krautrock. Lo curioso es que muchos de los músicos que pertenecen a esta corriente objetan el propio término krautrock por creer que es ofensivo. México tiene una gran influencia de esta corriente musical. Vimos nacer en la ciudad a grupos semejantes que compartían el mismo interés, tal es el caso de Decibel, Vía Láctea, Aristeo o El Queso Sagrado. Todos tuvieron presente esta etapa que persiste hasta nuestros días. Hemos atestiguado cómo creció el interés del público en nuestro país, formando un fuerte movimiento de melómanos, que han presenciado actos únicos como el concierto de Faust o la visita de Damo Susuki a nuestro país, o la presentación de otro de los pilares de la música experimental mexicana: José Álvarez, de Oxomaxoma. Sin temor a equivocarse, el Krautrock en México es parte del panorama musical. Con información de: Stubbs, David. Future Days: el Krautrock y la construcción de la Alemania moderna. Argentina: Caja Negra Editora, 2015, 454 pp. +

Por Ulysses Avath


Foto: Ciro Costantini©

OLGA CORREA

Olga Correa Inostroza nació en Chile y llegó a México a los once años. Estudió Letras Hispánicas en la unam, y un máster en Literatura infantil y juvenil en la Universidad de Barcelona. Es coordinadora editorial de lij en Ediciones SM, trabajo que reúne todas sus pasiones: la literatura, la edición, la tipografía, la ilustración, los libros —los que se leen y los que son lindos como objeto—. Es una editora ordenada y lectora desordenada en su tiempo libre; lee varios libros a la vez, en desorden, algunos la cautivan y otros la abandonan, pero siempre ellos a Olga, y no ella a los libros.

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oda la vida me ha gustado la literatura. Yo soy egresada de Letras Hispánicas, y empecé primero como una forma de modus vivendi de la carrera haciendo corrección de estilo; eso me llevó a un nivel un poco más elevado que fue la edición, y de ahí me fui metiendo; llevo prácticamente treinta años haciendo esto: haciendo edición universitaria, académica, y luego fui a hacer libros de texto; después llegué a la literatura infantil y ha sido lo que más me ha encantado: es el reto más grande, porque se mezclan muchos discurso en la literatura infantil. No es sólo un texto, sino es un texto en el que hablarles a los niños es más complicado que trabajar un texto para un adulto. Todo mundo piensa que mientras más corto, más fácil: mientras más corto, más complejo el texto, y luego la ilustración, que intentamos que sea un discurso visual y no sea ilustración reiterativa de lo que dice el texto, sino que sea un discurso que acompaña, que enriquece, que contradice al mismo texto, eso es lo que realmente hace un libro ilustrado y es una maravilla: conjuntar esos dos lenguajes es la parte más creativa y más bonita de este trabajo.

EN EL TRABAJO:

Un plan de obra es como la arquitectura: los planos de un libro. Trabajamos con la diseñadora y, conforme el número de páginas que tenemos, hacemos un plano de dónde iría el texto; para algún libro ilustrado, dónde va a caer la ilustración. Tanto el texto como la ilustración deben tener un discurso, irse acompañado, estar armónico. Es muy útil trabajar con plan de obra, sobre todo para libro ilustrado.

Para manejar el tiempo yo llevo un cronograma, pero ése lo llevo en un Excel con los tiempos de edición, de ilustración, con el tiempo de corrección y lo controlo ahí, porque algunas veces se mueve.

LIBROS CONSENTIDOS:

Un caso, el de María Baranda. Valeria Gallo le hizo un estilo muy diferente de lo que suele hacer en su libro, y metió un oso que aparece en todas las páginas y que no está en el texto; cuando la autora del texto vio al oso preguntó: “¿y ese oso qué hace ahí?” Le decíamos: “ese oso es como el alter ego”. La ilustradora contó una historia paralela, fue una hazaña de convencimiento, de ponerlas de acuerdo a las dos: que podían convivir, que se enriquecen mutuamente. Tengo varios libros consentidos, pero éste es uno de ellos. Este es otro al que le tengo mucho cariño: Marcelo, pepino, martillo. La historia es muy clásica, de hecho es un texto como de los setenta, compramos los derechos, y llamamos a este genio que es Patricio Betteo, y de pronto la historia, el libro y todo adquirieron una dimensión fresca, nueva, contemporánea, novedosa, como un texto con un acompañamiento con otro discurso, adquirió otra dimensión. Si me preguntas por mis consentidos me voy a pasar toda la tarde porque tengo millones de consentidos. Trabajar con Verónica es una maravilla. No queríamos para Verónica una ilustración convencional, sino algo más loco. Ella fue la maravilla —una ilustradora italiana—. Todos son mis hijos. +




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