75_Experiencia y juventud_2015

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AÑO 7 NÚMERO 75 AGOSTO 2015

EXPERIENCIAY JUVENTUD

LA NARRATIVA DE LOS

VIDEOJUEGOS SOÑAR CON

LEONES ENTREVISTAS A

SERGIO PERALTA CARLA GUELFENBEIN PREMIO ALFAGUARA DE NOVELA 2015

EL PERFIL

CINDY SHERMAN

PRECIO AL PÚBLICO 15 PESOS



EL LIBRERO DE...

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Benjamín Domínguez

Pintor nacido en 1942 en la ciudad de Jiménez, Chihuahua. Las primeras lecciones que recibió se las impartió la única persona del pueblo que pintaba: la maestra Eslavillo. Después, ya en la Ciudad de México, estudió en la Academia de San Carlos, donde fue reconocido con varios premios sobre todo por sus grabados. Durante diez años trabajó la corriente abstracta y después comenzó a hacer una revisión posmoderna del barroco. Esto fue lo que nos contó sobre su librero. +

© Víctor Baca Vargas

¿Cuántos libros tienes? Calculo que unos dos mil, no todos son buenos pero la mayoría sí.

leer con más frecuencia, leí muy tarde ya, y ése fue el primero. La lectura me ha resuelto no sólo los problemas de identidad, también los de creación.

¿Cuál es el más nuevo? De todos los que tengo el más nuevo creo que es uno que compró mi mujer, los dos lo estamos leyendo. Es sobre los tulipanes en Holanda y un estudio político acerca del hombre, porque nos gusta leer sobre ese tema.

¿Cuál has regalado? Casi no he regalado libros, como casi todos mis amigos son escritores ellos me los regalan… Por ejemplo, a Carlos Montemayor lo leí mucho; Finisterra, un libro de poesía maravilloso, me marcó mucho. Otro que me regalaron fue Sobre los ángeles, de Rafael Alberti.

¿Cuál es tu favorito? Mi favorito es La mujer de arena, de Kôbô Abe, un libro extraordinario porque es una búsqueda de la identidad, una búsqueda del hombre, de sí mismo. Es un libro lleno de símbolos, me fascina porque tiene una conexión muy grande con lo que yo pinto. ¿Cuál no has leído aún? Creo que hay varios y que son importantes. Uno es de Nikos Kazantzakis y lo empecé a leer hace mucho tiempo. Siempre he querido regresar a él, posee el mismo sentido de los libros que leo: la búsqueda de la identidad y el valor del hombre. Son libros interioristas que profundizan mucho en la personalidad del ser humano como hombre, para buscar, de esa manera, el pensamiento general de nosotros mismos. ¿Cuál es la joya de la corona del librero? 
 El mismo libro de Kôbô Abe, porque marcó definitivamente mi vida, y La montaña mágica, de Thomas Mann, que fue el primer libro que leí y que me influyó para siempre. Para mí es muy importante por el sentido nostálgico que tiene. Lo leí a los veinte años, yo era intelectual de La familia Burrón. Después comencé a

¿Cuál te falta por leer? He leído la mayor parte de los libros que quiero leer. No he leído Ecce Homo, de Nietzsche, y eso que he pintado mucho al personaje. Lo tengo desde hace veinte años y siempre he querido leerlo, pero no quiero decepcionarme de la idea que él tiene del Ecce Homo. ¿Qué autor se repite más veces? Tengo un gran gusto por el arte japonés. Y tengo muchos autores japoneses que me fascinan, su pensamiento es siempre muy reflexivo e interiorista y me sirve mucho esta filosofía porque me hace interiorizar en mí. Junichiro Tanizaki tiene un libro llamado El elogio de la sombra. La sombra en la filosofía japonesa es importantísima para conocernos y encontrar el valor de las cosas que vivimos y a las que no les prestamos atención. El libro habla de la penumbra, no de la luz. La penumbra nos permite meternos dentro de nosotros mismos y entender lo que estamos viviendo y desarrollar nuestra propia capacidad como seres humanos. +


EDITORIAL

EXPERIENCIA Y JUVENTUD Es muy común escuchar que los jóvenes no encuentran trabajo porque les falta experiencia y que los adultos, cuando rebasan cierta edad, tampoco son contratados porque ya se pasaron de tueste. ¿Entonces? ¿Cuál es el punto medio entre uno y otro extremos? Experiencia y juventud son dos conceptos en lucha o en colaboración permanente, como el presente y el pasado que nunca se desligan del todo. La experiencia puede representarse como un maestro que nos enseña a andar por un camino, el que mejor conoce, el que ha recorrido una y otra vez. Sin embargo, cuando se llega al final, el maestro nos deja ahí para que empecemos, por nuestra cuenta, a explorar una nueva ruta. Hemos dejado de ser jóvenes y ahora nos toca enseñarle a alguien más los atajos y los peligros, si es que existen. Claro que experiencia y juventud poseen sus lados negativos: es chocante cuando alguien receta el consabido “En lo que tú vas, yo ya fui y vine”, para dejarnos claro que somos unos niños que no sabemos nada de la vida. Los jóvenes, por su parte, no se quedan atrás: poseedores de una gran potencia imaginativa y física, suelen hacer alarde de sus fortalezas, pero cuando cometen un error o se pierden en el hipotético camino que hemos descrito antes, no les queda más que pedir ayuda para salir del atolladero. Dante tuvo como maestro a Virgilio; Cándido al doctor Pangloss; Adso a Guillermo de Baskerville. ¿Recuerdan a sus maestros más significativos? Muchos escritores produjeron sus mejores libros siendo jóvenes, como Rimbaud o Raymond Radiguet; o ya entrados en plena madurez como Charles Bukowski, Henry Miller o Raymond Chandler. Lo cierto es que como dice Bef en su columna mensual: “No cabe duda, el del escritor es un oficio de viejitos: entre más pasan los años, mejores se vuelven”, refiriéndose a Kurt Vonnegut, su escritor favorito de todos los tiempos. En el cine hay muchos maestros o guías entrados en años: Yoda u Obi-Wan Kenobi de Star Wars; Gandalf en El señor de los anillos, o el señor Miyagi, maestro de maestros que aparece en Karate Kid, película ochentera en la que experiencia y juventud van de la mano. Si no lo creen, pregúntenle a Daniel-San.

Daniel-San y Mr. Miyagi en la película Karate Kid (1984). Getty Images.

CONTENIDO EL LIBRERO DE… Benjamín Domínguez

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LA NARRATIVA DE LOS VIDEOJUEGOS Jaime Mesa

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MI AMIGO KURT Nerd Plus/ Bernardo Fernández-Bef

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SERGIO PERALTA SANDOVAL Entrevista

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CARLA GUELFENBEIN Entrevista

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¡BAJEMOS A CHICOTAZOS A LOS ABUELOS DE SUS PEDESTALES! Fábulas del Tío Hoffs/ Antonio Malpica

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RINCÓN GOURMET

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CONSTANCIAS DEL ARDOR Insomnio/ Diego Rabasa

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Consejo editorial Alberto Achar Jorge Lebedev

SOÑAR CON LEONES Francisco Goñi

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Contacto y publicidad (55) 5335 1327

EXPERIENCIA Y JUVENTUUUUUUD Adoleescentes/ Raquel Castro

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EXPERIENCIA CON SABOR A JUVENTUD Niños a ¡leer!/ Karen Chacek

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EL PERFIL Cindy Sherman

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FRASE NAPALM Mr. Miyagi/ Karate Kid

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L

a narrativa de los videojuegos no ha alcanzado para darles el impulso que les falta y convertirlos en algo más que entretenimiento. O, acaso, es un arte emergente que apenas empieza a balbucear en cuanto al fondo y la forma de una historia y cómo contarla. Siguen siendo entretenimiento incluso en términos de los avances en gráficos y estéticas visual y musical. Si hacemos el símil con la literatura, los videojuegos serían como enfrentar la oralidad de un hombre primitivo con cualquier escritor posmoderno. En los videojuegos aún hay buenos y malos, y casi todos se centran en el claroscuro de “el malo tiene un plan macabro para conquistar el mundo” (los mundos, un banco, una ciudad) y el jugador, “el bueno”, lo trata de impedir. Desde una estrategia de defensa: aguantar los embates de los malos hasta la búsqueda de esa pieza que logrará detener los objetivos oscuros. No desatiendo que éste es el mecanismo del drama, pero creo que

no basta con contar la misma historia del pollo que quiere cruzar al otro lado y al final lo consigue. Lo que hace la narrativa de los videojuegos es avanzar sobre estereotipos, formas probadas, fórmulas y trabajar en las maneras de volver el juego lo más real posible. La lentitud del avance de su narrativa (la relativa lentitud debería decir, porque tienen cuarenta años desde aquel Pong [1972] de dos líneas y un punto simulando un partido de tenis) se vincula con el interés de hacerlo “todo más real”. Que la experiencia, los sentidos, lleguen lo más cercano posible a la idea de “vida”, de “real”, es decir: de “así se siente en la vida real”. En lo relativo a historias, poco se ha avanzado desde el Ryu Hayabusa de Ninja Gaiden II (1990) hasta los juegos actuales. Es cierto, las historias son más sofisticadas; es más, incluyen situaciones que muchos años antes la literatura ya había adoptado, como la serie Elige

tu propia aventura (1979), en la que el lector-jugador puede modificar la historia a partir de sus decisiones (Fable para Xbox, 2004). Sin embargo, la dinámica es la misma: el jugador vence, encarnando guerreros, soldados, ladrones, deportistas, al Otro que, generalmente, es “malo”. El final de cada juego es el triunfo, la salvación, la gloria, el campeonato, la expulsión de los extraterrestres. Y hablo de la generalidad de los videojuegos que cuentan o tratan de contar una historia porque, seguramente, debe haber otros que no se ajusten a estos modelos y terminen con la muerte del protagonista fracasando en sus empeños porque, o era el malo, o era el bueno que no gana. Es curiosa esta mirada: quizá el prejuicio de que los videojuegos son para niños o para adultos que no han madurado se deba a esto: los típicos modelos con que están contadas leyendas, fábulas e historias morales con las que alguien trata de “adiestrar” o “enseñar” algo a una nación o a los niños


es el esqueleto de las historias de los videojuegos. Secretamente, la enseñanza de valores como humildad, valor, coraje, unión, lealtad, sacrificio, persistencia o paciencia, significa mucho del trasfondo de esas historias. Sin querer enseñar nada, los videojuegos lanzan un mensaje, casi patriota, casi defensor de los “buenos” valores humanos, sobre los otros, los “malos” valores humanos. Esta diferenciación clara que la literatura y el arte ya han superado, porque las historias de la literatura no se centran en esto sino en revelar una parte de la condición humana provenga de quien provenga, dan cuenta de su estado inicial y primitivo. Tomemos como ejemplo mi saga de juegos favorita: Halo. Tiene lugar en el siglo xxvi, en ella el jugador asume el rol del Jefe Maestro, un soldado genéticamente mejorado a quien acompaña Cortana, una inteligencia artificial. A lo largo de la historia, el usuario se enfrenta a varios extraterrestres en su intento por descubrir los secretos de Halo, un mundo artificial con forma de anillo. Si leemos las diez tramas existentes hasta el momento o cualquiera de las tramas de mis otros favoritos como Gears of War, no hay una diferencia significativa con lo que pasa, digamos, en Super Mario Bros, diseñado para Nintendo (1985): “Tiene lugar en el pacífico Mushroom Kingdom, donde viven hongos antropomorfos, que fue invadido por los Koopa, una tribu de tortugas. El tranquilo pueblo es convertido en piedra y ladrillos, y el reino de los champiñones se va a la ruina. La única que puede deshacer el influjo mágico es la Princesa Peach, hija del Rey Champiñón. Desafortunadamente está en las garras del Rey Tortuga Koopa, Bowser. Mario, un humano residente en el Reino Champiñón, escucha las llamadas de socorro de la Princesa y junto a su hermano Luigi se dispone a rescatarla y expulsar a los invasores Koopas del reino”. Sean extraterrestres, malos, policías, ladrones, enemigos, el Otro, en casi todas las distintas tramas de la narrativa de los videojuegos, son variantes de esto. Parecería que en todas las historias el antes o el después del héroe, futuro, pasado, presente e, inclusive, situaciones donde el héroe por distintas circunstancias es el malo, son el accesorio que deviene en el verdadero objetivo: provocar emociones en el participante. Es decir: el melodrama electrónico. Es interesante lo que se cuenta pero, al fin y al cabo, para lo que estamos ahí no es para conmovernos o conocer a tal o cual personaje. Estamos ahí para demostrar nuestras habilidades de combate, nuestra destreza para resolver acertijos y nuestra capacidad para manipular un control y “acabar el juego”. Cuando esto ocurre, la historia pierde interés y saltamos a otro. Sí, queremos ver qué pasó a continuación en la historia, en la vida de nuestro personaje pero, sobre todo, queremos descubrir los nuevos grados de dificultad que los técnicos sembraron para entretenernos.

En este sentido, la narrativa, esta serie de situaciones y hechos contados por alguien y que les ocurren a los personajes, representan un “Grado 1” si fijamos como “Grado 9” a narraciones como Ulises, de James Joyce, o En busca del tiempo perdido, de Marcel Proust. Son como las historias que nos cuentan nuestros abuelos una y otra vez. Estoy seguro de que si en los videojuegos se eliminara la necesidad de “hacer algo” por parte del jugador —matar enemigos, escalar edificios, completar misiones, salvar a la princesa—, y no fuera ése el objetivo de los mismos, la narrativa cambiaría y se volvería más compleja en cuanto a fondo y forma. No obstante, el hecho de que alguien vea durante varios minutos u horas una historia animada, se vuelve algo que ya existe: cine, series o caricaturas de animación. Más que el hecho de que un jugador pueda cambiar la historia, lo importante sigue siendo terminar el juego. En ningún momento del cine, las series de televisión, la literatura o todo lo que implique una cuestión narrativa el objetivo final es “terminar”. Es cierto que puedo ver una serie o leer un libro para ver qué va a pasar pero, salvo contadas excepciones, como En busca del tiempo perdido, ningún lector sentirá que venció, triunfó o salvó al mundo cuando termina un libro como sí ocurre con los videojuegos. Es cierto que esta valoración responde sobre todo a los videojuegos más estandarizados o los que sobresalen en el mercado. Ya se ha visto que existen propuestas más arriesgadas narrativamente hablando, aunque según ha dicho Antonio Santo Orcero, jugador y estudioso de los videojuegos: “Parece que cuanta más libertad dejas al jugador menos compleja es la historia que puedes contar”. Josué Monchan, guionista de Pendulo Studios, dice: “Los videojuegos están en el punto en que estaban las artes cuando surgieron las vanguardias”. El mismo Monchan trae a cuenta uno de los momentos más sobresalientes de la actual narrativa de los videojuegos: “Una de las que más me han asombrado sucedió hace un año en DayZ (2012): una jugadora, tras salvar de morir a un grupo de tres jugadores a manos de los zombis, y de jugar con ellos (incluso con chat de voz) durante una semana, los acabó llevando a una emboscada en la que sus amigos los mataron a todos para robarles”. Acá llegamos al punto vital para esta nueva era en los videojuegos impensable hace un tiempo: el modo multijugador, en el que, a través de una conexión de internet, miles o millones de jugadores pueden jugar al mismo tiempo una misma historia: ya sea para pelear entre ellos, los elementos narrativos se minimizan porque sólo es cuestión de ganar puntos o matar enemigos o sobrevivir (obviamente con su particular exposición de “subhis-

torias” del tipo: “ese jugador lleva mil días sin perder” o “ese jugador se volvió un traidor con los de su equipo”); o un grupo de jugadores deben completar una serie de pasos o de acciones para ganar. Sin embargo, esto más bien parece una zona muerta que quizá algún diseñador capitalizará: las verdaderas historias de los juegos de ese tipo se gestan por los propios jugadores fuera del terreno virtual y revelan aspectos de la condición humana, tal vez inesperados y sorprendentes. Cientos de veces he estado jugando una partida rutinaria de Halo Reach (mi favorito entre los favoritos) mientras hablo con otro jugador a través de la diadema y me va contando su vida o yo a él. El videojuego y esa unión del multijugador propicia situaciones como ésa. Empero, me parece que en esta etapa no es un asunto de narrativa sino más bien algo antropológico y social: dos desconocidos se encuentran por azar en un lugar y platican mientras esperan que algo pase y luego siguen con su vida. Claro, esta plática e interacción pueden influir en el juego pero no es el objetivo. Eso ocurre en un café, un restaurante o en el cine. Se agradece esa nueva dinámica que es posible por medio del “marco de acción” que permiten los diseñadores de videojuegos actuales, que cada vez es más amplio y que en los “mundos abiertos” podría dejar ver, quizá, todas las posibilidades de interacción humanas. Pero, lo repito, esa posibilidad no es una “sorpresa” sino un cambio de escenario. Convendría comparar o establecer si los procesos narrativos que emplea Julio Cortázar en esa novela-juego que es Rayuela han sido rebasados por los videojuegos. Creo que no. Ahora la narrativa de los videojuegos me recuerda más a esos experimentos en los cuales un “autor” o programador introduce en una computadora elementos (personaje, verbos, acciones, colores, situaciones, pasajes, atmósferas, palabras) que un sistema vuelca en millones de posibilidades que acaban impresas en ejemplares que no se parecen entre sí y que sólo están unidos por un título en común. Llevo unos dos años sin jugar una partida de Halo, aunque llegué a tener grado “Eclipse”, lo cual es mucho si tenemos en cuenta que hay cincuenta grados y éste es el cuarenta y seis. Recuerdo que las últimas veces, aunque llegara una nueva entrega de este juego o de otro, me limitaba a entrar a las salas multijugador y combatir. Desdeñé el modo Misión en el que los guionistas sólo me revolcaban la vieja ilusión de los hombres: salvar al mundo. Mientras los diseñadores de videojuegos no entiendan que hay muchas cosas más interesantes que salvar al mundo (o que la princesa ya no quiere ser salvada), seguirán flotando en ese limbo donde su narrativa continuará como un bebé de dos años pidiendo alimento. + Por Jaime Mesa


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sentir empatía por estos hombres y mujeres. Para empeorar las cosas, uno de sus mejores amigos, otro promisorio ingeniero, renuncia a la empresa y se convierte en sospechoso de sedición. El ascenso de Paul queda condicionado a delatar oficialmente a su camarada. Novela de juventud, tiene ya los elementos vonnegutianos que distinguirían toda su obra: ironía, humor negro, profunda melancolía y un ingenio agudo, punzocortante. Pero apenas se adivina el gran autor en que habrá de convertirse. Pasarían casi veinte años y varias novelas para que Kurt Vonnegut diera el do de pecho. Muchas horas frente al teclado, muchas páginas escritas, muchas historias narradas. Fue Matadero Cinco el libro que consolidaría a Vonnegut como uno de los más importantes narradores estadounidenses de la segunda mitad del siglo xx. En esta novela el autor narra su experiencia en el frente alemán a través de Billy Pilgrim, uno de los más entrañables personajes de la narrativa anglófona. Pilgrim es un atolondrado oftalmólogo reclutado durante la guerra al que... sí, al que secuestran unos extraterrestres del planeta Tralfamadore para llevarlo a un zoológico interplanetario y después de unos años devolverlo a la Tierra.

Mi escritor favorito de todos los tiempos es Kurt Vonnegut. Nacido en Indianápolis en 1922 en el seno de una familia de distinguidos profesionistas de origen teutón, Kurt fue el menor de tres hermanos: Bernard, el mayor, fue químico (desarrolló un método para inducir la lluvia rociando nubes con sales de plata), y Alice murió prematura y trágicamente. Su biografía es la del siglo xx estadounidense. Una niñez de opulencia trunca en la pubertad por la Gran Depresión. Mientras estudia en la Universidad de Cornell se enlista en el ejército para pelear en la Segunda Guerra Mundial, y es enviado a Alemania, donde cae prisionero de los nazis. Vonnegut vive el horror del bombardeo de Dresde encerrado en el rastro de la ciudad; ver a la Atenas del Danubio reducida a cenizas en unas horas lo marcaría para siempre. De vuelta a la vida civil terminó la carrera de antropólogo en la Universidad de Chicago y dedicaría sus primeros años profesionales al departamento de relaciones públicas y prensa de la General Electric en Schenectady, Nueva York. Tenía veinticinco años. Su experiencia corporativa en las entrañas de GE lo animarán a escribir su primera novela. Ya para entonces era un cuentista

experimentado que se había curtido en el periodismo y las publicaciones universitarias. De su narrativa breve dan constancia cuatro volúmenes, dos de ellos, Mire al pajarito y Mientras los mortales duermen, circulando actualmente en librerías. La pianola fue la primera novela de Kurt Vonnegut. Publicada en 1952, trata de una distopía posbélica en una Norteamérica donde las máquinas y la automatización disolvieron al proletariado. La sociedad se divide entonces entre técnicos e ingenieros altamente especializados y una nación de obreros y artesanos desempleados viviendo al borde de la miseria. En medio de ello, el joven doctor Paul Proteus, hijo del más distinguido ingeniero que jamás estuvo a las órdenes de la Corporación, se encuentra en una encrucijada: por un lado es propuesto para dirigir la planta industrial de Pittsburgh, lo que significará el ascenso profesional más importante de su carrera y le asegurará un futuro próspero a él y su esposa, la ambiciosa y consumista Anita. Por el otro, descubre el mundo de los obreros, donde ve por primera vez la angustia de saberse sustituido irremediablemente por una máquina. No puede evitar

La experiencia provocará que Billy perciba el resto de su vida y el tiempo al modo de los tralfamadorianos, para quienes presente, pasado y futuro son un solo momento simultáneo. Lo que suena como un demencial argumento para novela pulp (quizá más desaforada que La pianola misma) se convierte en las manos de un narrador experto en una de las más bellas y entrañables narraciones antibélicas de largo aliento escritas en inglés. Vonnegut logra una profundidad en su tono irreverente que conmueve al más frío de los lectores. La condición humana queda desnuda mediante la metáfora extravagante de los extraterrestres y la abducción, apenas un pretexto para abundar sobre las miserias de la guerra. El autor habría de lamentar haber sido etiquetado siempre como un autor de ciencia ficción cuando, parafraseando sus propias palabras, con sus libros intentaba lidiar con la complejidad de la existencia humana. Vonnegut no habría podido jamás escribir Matadero Cinco sin La pianola, pero si me dan a elegir, me quedo con sus obras de madurez: Desayuno de campeones, Galápagos, Dios le bendiga, Mr. Rosewater; Payasadas y, por sobre todas las demás, Barbazul. No cabe duda, el del escritor es un oficio de viejitos: entre más pasan los años, mejores se vuelven (al revés de los futbolistas). El cómic del mes: Extraños, de Javier Sáez Castán. Hablando de cosas raras. +



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ENTREVISTA con Sergio Peralta Sandoval

EL HOTEL REGIS. UNA CIUDAD DENTRO DE LA CIUDAD

S

obre avenida Juárez, entre las calles de Balderas y Doctor Mora, existe una plaza llamada de la Solidaridad. Hay bancas, árboles, arbustos y puestos callejeros. En ciertos meses del año un carrusel se instala ahí, y todos los días, afuera del museo –donde se resguarda el mural de Diego Rivera Sueño de una tarde dominical en la Alameda–, grupos de personas juegan ajedrez o damas inglesas. Ahí también estuvo uno de los edificios más representativos de México, el Hotel Regis, destruido por el terremoto del 19 de septiembre de 1985. Es muy probable que la primera fotografía que se diera a conocer tras el desastre de esa mañana fuera la de la marquesina del hotel sobre el asfalto de avenida Juárez. Hotel Regis, libro de Sergio Peralta Sandoval, último dueño del lugar, es un viaje exhaustivo por la historia del edificio que al desaparecer cerró una etapa de la historia de la ciudad. Si un novelista quiere escribir un libro de época situado en los años de oro del Regis, este libro, por sus alcances y nivel de detalle, brinda un panorama preciso sobre las décadas de los cuarenta, cincuenta, sesenta y setenta del siglo pasado. Aunque el libro de huéspedes distinguidos se perdió tras el temblor, no se puede borrar el recuerdo de las visitas que hicieran figuras como Frank Sinatra y Ava Gardner, quienes allí pasaron su luna de miel; Cary Grant, Gary Cooper, Clark Gable, Tyrone Powell, Errol Flynn, Ricardo Montalbán, Lex Barker, Ginger Rogers, Richard Nixon o Fidel Castro, además de Dolores del Río, Lupe Vélez, Pedro Armendáriz, Jorge Negrete, Pedro Infante, Mario Moreno “Cantinflas”; y toreros como Silverio Pérez, Carlos Arruza o Luis Procuna, que solían relajarse en los baños de vapor. Durante un concurso de trajes de baño patrocinado por la marca Catalina, una de las concursantes llamó mucho la atención. Años después sería leyenda en Hollywood: Marilyn Monroe. Fue Anacarsis Peralta Díaz Ceballos, mejor conocido como “Carcho”, quien tuvo la visión de convertir al Regis en el epicentro de la ciudad: “Mi padre fue un empresario inquieto, con una gran capacidad de trabajo, con un olfato excelente para los negocios y una gran cualidad: era un publirrelacionista nato, con un enorme carisma, le caía bien a la gente y sabía cómo darle lo que buscaba. Estuvo antes en el negocio del Toreo de la Condesa y le tocó, de 1939 a 1941, levantar la fiesta brava. Instituyó los jueves taurinos y el derecho de apartado, y cuando adquiere el Regis se entrega totalmente a él. A partir de ese momento se confunden Regis y Carcho, no se podía concebir a uno sin el otro”. “De niño me tocó ver a Ana Luisa Peluffo nadando con algunas integrantes de su ballet acuático. Por estar admirándola me caí en la alberca, completamente

vestido”, cuenta Sergio Peralta al recordar la historia de cada uno de los sitios que integraban al Regis: “Inaugurados entre 1949 y 1951, en El Capri y en La Taberna del Greco debutaron artistas como Lola Flores, a quien mi padre trae a México y a América por primera vez, y la bautiza como ‘la Faraona’; ahí se presentaron los Churumbeles de España, Lucho Gatica, y artistas mexicanos como José Alfredo Jiménez y Rosa de Castilla; debuta Lola Beltrán, unos jovencitos llamados Los Panchitos que luego cambian de nombre a los Hermanos Castro, conjuntos como Los Hermanos Zavala, Los Cinco Latinos, Los Rufino, Los Silva, y otros grupos de talla internacional. Agustín Lara se presentó diez años de forma continua y Pedro Vargas casi seis. Los baños de vapor de hombres y de damas tenían su historia, la peluquería, la alberca también, y la farmacia Regis fue una de las primeras fuentes de sodas que hubo en México. El Regis fue una escuela de hotelería muy importante que se adelantó a su época respecto a los demás hoteles”. El día del terremoto, tras contactar a su familia para saber si estaban bien, Sergio Peralta fue a sus oficinas. Estuvo llamando al hotel pero nadie le contestaba: “En mi oficina empecé a recibir noticias muy confusas”. A las diez de la mañana se trasladó al centro y llegó al Regis por la calle de Colón: “La gente que salió corriendo de los baños de vapor jura que al dar la vuelta hacia Juárez, el Regis seguía en pie, pero el desplome del cascarón de un edificio llamado Aztlán, que estaba enfrente, fue la gota que derramó el vaso. Debido a las fugas de gas de las cocinas un incendio abarcó toda la cuadra. El panorama de avenida Juárez me formó un nudo en la garganta, no podía llorar ni decir nada, sólo me quedé paralizado”. Lo que pasó después selló el destino del Hotel Regis: “Hubo una visión torpe e intransigente del gobierno de la ciudad que no permitió que volviéramos a construir nada en el terreno. No quise venderles pero me dijeron que en ese caso lo expropiarían. Si me amparaba y les ganaba el juicio, no me iban a autorizar la licencia de construcción. Fue una imposición, una visión corta. Las fuentes de trabajo nunca pudieron reponerse. Desde esa fecha y hasta ahora siempre me he preguntado qué significa ese predio, una plaza que no tiene el menor sentido. La solidaridad fue la del pueblo de México ese día, un día después, dos días después, donando víveres. La solidaridad no puede estar representada en ese predio, no estoy de acuerdo”. +

Por Jorge Vázquez Ángeles



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ENTREVISTA con Carla Guelfenbein

UNA MEZCLA DE RAZÓN E INSTINTO

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staba durmiendo. El jurado comete la atrocidad de llamarte a las seis y media de la mañana porque en España son cinco horas más. El día anterior me habían anunciado que estaba entre las siete finalistas, pero uno entre siete es menos del 15% de probabilidades de ganar”. Carla Guelfenbein, la ganadora del premio Alfaguara de Novela 2015, relata el momento cuando Javier Cercas le llamó a su casa para darle la noticia. “Fue mi hija quien atendió el teléfono. Estaba oscuro a esa hora, aún es invierno en Chile. ‘Te llamo para decirte que te has ganado el premio Alfaguara’, me dijo Javier Cercas. Según mis hijos me porté muy bien; fui una dama, no grité, no hice ningún escándalo y guardé la compostura. Después saltaba, no podía creerlo. Uno manda la novela y se olvida de ello. Es un premio que cualquier autor, a cualquier nivel, quiere. Me hizo feliz saber que por unanimidad el jurado le había dado el premio a Contigo en la distancia, aun y cuando discutieron las otras seis.” Cuando Carla envió la novela por correo para participar en el concurso, el texto ya había sido corregido durante un tiempo: “Me demoro dos años en corregir una novela. Un niño de dos años ya es un ser humano, un edificio de veinticinco pisos se demora menos de dos años en construirse. Cuando una coma la he puesto aquí y veo que va acá, y saco una palabra y la vuelvo a poner, digo ‘ya basta, hasta aquí puedo llegar’. Quizá la novela puede ser mejorada por alguien más, yo ya no puedo, me ganó y tengo que soltarla”. Alrededor de Vera Sigall, una poeta de culto que cae por las escaleras de su casa y queda en estado de coma, gira toda la narración. Basada en la vida de Clarice Lispector, Carla habla sobre esta protagonista que, aunque postrada en una cama, une a todos los demás personajes: “Clarice Lispector es una autora que yo leí desde muy joven y que siempre me ha acompañado como una suerte de estrella. Siempre está conmigo por esa prosa, esas imágenes, esas metáforas, aunque yo no escribo como ella ni lo intento. Cuando me encontré con su biografía antes de escribir esta novela, descubrí que muchos aspectos de su vida tenían relación con la historia de mi familia. La suya había huido de los pogromos en Ucrania y había llegado a Recife; mi familia también había huido de Ucrania en la misma época y había recalado en Chile. Clarice nunca quiso conocer mucho sobre esta experiencia de sus padres, todo lo que se sabe es gracias a su hermana. En el caso de mis padres ocurrió lo mismo: no quisieron saber más de eso, ni relacionarse con ese dolor, con la persecución, con ese karma de ser judío y ser perseguido. Nunca me contaron qué había pasado con mis abuelos, cómo huyeron, cómo llegaron, qué les pasó en el camino, nunca supe. Cuando quise saberlo mi madre estaba muerta y mi padre tenía Alzheimer. De alguna manera la historia de Vera Sigall es la historia de Clarice, y es la historia que yo invento para mi familia”.

Para Carla los personajes son, siempre, lo más importante: “Hay pocas cosas que tengo claras cuando empiezo a escribir una novela. Lo primero son mis personajes. Todo lo que hago es desde el interior de ellos, lo más intimo, lo más profundo, lo que no se dice, lo que no se ve. El suspenso es otro elemento adicional y lo trabajé conscientemente. Yo quería que cada página llevara a un nuevo enigma y que ese enigma tuviera otra vuelta. ¿Qué enigma y cómo se iba a desarrollar? No tenía la más mínima idea. En la historia, mucho de lo que se va revelando, lo que los protagonistas van descubriendo, lo fui descubriendo con ellos.” Del mismo modo en que Daniel es arquitecto, Carla construyó también un andamiaje que soporta la historia: “La estructura es una mezcla entre instinto y razón, en la cual uno debe ir midiendo cuánto instinto y cuánta razón le vas a poner para poder calzarlo todo. Aunque a la hora de escribir confío en mi instinto, en algún punto de esta novela escribí cien páginas y luego me di cuenta de que ése no era el camino. Por eso uno se tarda tanto. Cuando Daniel le habla a Vera que está en coma, el hecho de estar platicándole todo es una forma de querer al otro; me permitió, sin tener que decirlo, entender el amor profundo que Daniel siente por Vera. Que hay un lazo muy intenso entre ellos. Cuando lo descubrí sabía que ésa era su voz, no había duda. Así surgieron las otras voces”. “Me llegó por azar”, dice sobre el origen del título, tomado de un famoso bolero: “La escritura de una novela tiene mucho de azar. Estaba en Cuba y fue un momento muy epifánico porque una amiga mexicana empezó a cantar el bolero, y dije ‘éste es el título de mi novela’, porque estoy hablando de eso todo el tiempo, de estas relaciones humanas, como Daniel y Gracia que viven juntos, comparten la casa y la cama, y la distancia psicológica entre ellos es gigantesca, y Daniel y Vera, que tienen una distancia en edad de cincuenta años, poseen una cercanía profunda. El tema de la distancia es emocional, geográfico, es un tema que atraviesa toda la novela. Cuando todo el jurado vio el título original –porque la presenté con otro–, todos dijeron que ése era el título que debía llevar.” ¿Ya te depositaron el dinero del premio? ¿Qué fue lo primero que te compraste? “Ya lo depositaron. Entre el agente y los impuestos te quitan 25%. Llevé a mis hijos conmigo a Madrid para recibir el premio. Para un escritor llevar a su familia a Europa no es fácil. Con el resto me voy a comprar una pequeña propiedad porque los escritores no tenemos sueldo ni seguridad social, no tenemos ningún futuro económico asegurado; quizá mi próxima novela nadie la compre, por lo que tenemos que seguir armándonos de ciertas bases. Soy una de esas escritoras que tengo que hacerlo.” + Por Jorge Vázquez Ángeles


LOS+VENDIDOS GANDHI FICCIÓN

NO FICCIÓN

EL AMANTE JAPONÉS Isabel Allende PLAZA & JANÉS El amor y la amistad no envejecen. El punto de partida de la historia es Lark House, una casa destinada a personas mayores que deciden pasar la última etapa de su vida en un espacio común. De todos los personajes pintorescos con los que nos cruzamos en este espacio, hay uno en particular que va a convertirse en protagonista de la novela: Alma Belasco, quien aprovecha su estancia en el asilo para poner orden a su vida con la ayuda de su asistente Irina y de su nieto Seth.

LA CIUDAD QUE NOS INVENTA Héctor de Mauleón CAL Y ARENA La ciudad que nos inventa es el libro más importante que se haya escrito en el México moderno sobre el laberinto urbano que habitamos día a día. Al mismo tiempo historia social e íntima formada por miniaturas colosales, datos curiosos, revelaciones insólitas, la ciudad brilla desde el año de 1509 hasta la demolición del Cine Teresa y la celebración de los 200 años de la Catedral. ¿Quiere usted saber la historia de la cerveza, del galeón de Manila, del año de la peste, de las rameras corregidas, de la estación Buenavista?

NÚMERO CERO Umberto Eco LUMEN Número Cero nos descubre la cara oscura del periodismo y la manera en que nuestra realidad está en manos de quienes construyen las noticias, los perdedores y los autodidactas siempre saben mucho más que los ganadores. Si quieres ganar, tienes que concentrarte en un solo objetivo, y más te vale no perder el tiempo en saber más, el placer de la erudición está reservado a los perdedores.

CONTIGO EN LA DISTANCIA Carla Guelfenbein ALFAGUARA A Vera Sigall y Horacio Infante los une un amor de juventud y su pasión por la literatura. También un lazo misterioso que dos jóvenes, Emilia y Daniel, intentan desentrañar. Sin embargo, éste no es el único enigma en sus vidas. Una mañana, Vera Sigall cae por las escaleras de su casa y queda en coma. Al principio, la noción de que su caída no fue un accidente aparece como una sospecha para Daniel.

LA CHICA DEL TREN Paula Hawkins PLANETA ¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso? Rachel toma siempre el tren de las 8.04. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas y la misma parada en la señal roja. Son sólo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente.

Y COLORÍN COLORADO... Odin Dupeyron DISIDENTE Y colorín colorado este cuento aún no se ha acabado se editó por primera vez en el año 2001 y desde esa primera edición ha sido leído y releído, regalado, prestado y recomendado por lectores de todas las edades, de todos los géneros, de distintas religiones, preferencias y países. Se ha convertido en best-seller nacional con más de ciento cincuenta mil ejemplares vendidos en menos de cinco años, y ha tocado profundamente el corazón y la vida de miles de personas.

UNA VIDA CON ÁNGELES Tania Karam ALAMAH Los ángeles son entidades fantásticas que te protegen, te aconsejan y están pendientes de ti. Su protección está basada en la bondad y la meditación. En este libro Tania Karam te explica cómo lograr el contacto con ellos, de qué manera se expresan y cómo lograr una comunicación angelical tocada por el amor y la confianza.

MUJERES Eduardo Galeano SIGLO XXI EDITORES En esta antología, Galeano cuenta la intensidad de personajes femeninos atravesados por el peso de una causa, como Rosa Luxemburgo; por su propia hermosura o talento, como Marilyn Monroe o Rita Hayworth. Pero también cuenta las hazañas colectivas de mujeres anónimas: las que lucharon en la Comuna de París, las guerreras de la Revolución mexicana, las que –en un prostíbulo de la Patagonia argentina– se negaron a atender a los soldados que habían reprimido a los obreros.

CREAR O MORIR Andres Oppenheimer DEBATE Andrés Oppenheimer explora los secretos de las brillantes trayectorias de varios innovadores en la actualidad. Entre otros, analiza casos como el de Pep Guardiola; el chef Gastón Acurio, quien convirtió a la comida peruana en un motor de crecimiento económico; el estadounidense Bre Pettis, un ex profesor que está revolucionando la industria de las impresoras 3D, o sir Richard Branson, el magnate británico que está creando una industria de turismo espacial.

EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO Viktor Frankl HERDER Prisionero, durante mucho tiempo, en los desalmados campos de concentración, él mismo sintió en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda. ¿Cómo pudo él que todo lo había perdido, que había visto destruir todo lo que valía la pena, que padeció hambre, frío, brutalidades sin fin, que tantas veces estuvo a punto del exterminio, cómo pudo aceptar que la vida fuera digna de vivirla?


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Aquiles: ¿Y ese milagro que no está oyendo el concierto de las seis? Tortuga: Es que esto no puede esperar. Aquiles: Debe ser muy importante. ¿Tampoco preparó la leche tibia ni sacó nuestras pantuflas del armario? Esto preocupa. Tortuga: No me distraiga. Estoy harto de este vejete. Y pienso ponerlo en su lugar. Aquiles: "Retrato del artista decadente". ¿Qué es eso? Tortuga: Un estatus en Face que estoy escribiendo para bajarle las ínfulas a un carcamal de quinta. Aquiles: ¿Quién, si se puede saber? Tortuga: Ya se enterará por los diarios. Esto es una bomba y va a reventar. Nunca me sentí más iconoclasta en mi vida. ¡Bajemos a chicotazos a los abuelos de sus pedestales! Aquiles: No se altere. Piense en su úlcera. Tortuga: ¿Por qué los viejos se sienten con el derecho de corregirles la plana a los jóvenes sólo porque llevan más tiempo en el planeta? Aquiles: Aquí vamos. Deje me siento. Tortuga: Si lo piensa bien, debería ser al revés. ¿Cómo se renovaría el arte si no fuera por el ímpetu avasallador de los jóvenes? Aquiles: Voy a entibiar mi propia leche antes de que le dé un infarto. Tortuga: Cuando una escuela artística se apoltrona en el mundo, con todo y su polilla y sus reumas y su astigmatismo... siempre ha de llegar una contraescuela a tambalearla. ¡Es la ley de la vida! Después del modernismo, llega con bríos el posmodernismo. Y luego el posposmodernismo. Y luego el posposposmodernismo. Y así, aunque en vez de usar tantas sílabas se le llame neopunk o cualquier otra cosa. El león joven ha de comerse al león adulto con todo y melena. Aquiles: O la vaquita ¡mú! ha de comerse a la vaca sagrada con todo y ubres. Tortuga: No entiendo su pobre analogía. Aquiles: ¿No comienza así la obra de Joyce que piensa parodiar? "Allá en otros tiempos (y muy buenos tiempos que eran) había una vaquita ¡mu!". Tortuga: Tal vez debería parodiar mejor la obra de Rilke: "Cartas a un vetusto poeta". "Querido vejestorio: ahueca, ya estás robando oxígeno...".

Aquiles: O tal vez debería darle el avión a aquel que quiso corregirle la plana y seguir con su vida. Tortuga: Usted no se da cuenta. Las revoluciones las hacen los jóvenes. Y sin revolución no hay evolución. Hay que cimbrar las viejas estructuras. ¡Hay que ser el meteorito que aniquile a los dinosaurios! Aquiles: Ponga el concierto y déjese de tonterías. Tortuga: ¿No sería un cambio gratificante que en vez de que aparezca el matusalén de siempre a revelarle al héroe su misión, apareciera un mozalbete? ¿Que en vez de Gandalf o Yoda o el viejito ciego de La Gran Aventura Lego, aparecieran Elvis o un Booktuber? Aquiles: Ya está perdiendo piso. ¿Pues qué le dijo el encumbrado patriarca del arte que se puso usted tan mal? Tortuga: No se burle. No por tener el grado de emérito se tiene derecho a... Aquiles: ¿Qué le dijo? Tortuga: ¿A mí? Nada. Aquiles: ¿Cómo? ¿Entonces...? Tortuga: El ruco fue a ver una obra de teatro experimental y puso en su columna del periódico que "le faltaba". Así nomás. ¡Que le faltaba! Aquiles: No. Ya resolví el misterio. Al que "le falta" es a usted. ¿Ve esta pastilla blanca que está en el suelo? Es su medicina de las cinco. Si no se la toma, empieza a ver moros con tranchete hasta en la sopa. ¿Recuerda que le dijo su doctor que no la dejara de tomar por ningún motivo? Tortuga: Caray. Debió resbalarse. Siempre me la tomo con la de la presión. Aquiles: Menos mal que todo termina bien. Ponga el concierto y borre ese absurdo estatus. Tortuga: De todos modos ni iba a poder etiquetar al Maestro. No tiene Face. Aquiles: ¿Ah, no? Tortuga: No. Sólo Twitter. Y por cierto... ¿qué concierto programan esta tarde? Aquiles: Un clásico de 1978. Los Sex Pistols en Longhorn, Texas. Tortuga: Genial. Aunque me voy a poner nostálgico. Eran otros tiempos, oiga... Aquiles: Y muy buenos tiempos que eran. +



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EL RINCÓN GOURMET

{FROM THE MINDS OF THE} COEN BROTHERS BLU-RAY Se les conoce como el director bicéfalo. No son jóvenes ni tampoco viejos, pero la experiencia acumulada al paso de los años se refleja en sus películas, que escriben, producen y dirigen. Esta caja reúne cuatro de sus mejores cintas, Blood Simple, su ópera prima, Fargo, Miller's Crossing, y Raising Arizona.

ASTERIOS POLYP David Mazzucchelli SALAMANDRA Justo el día de su cumpleaños número cincuenta, Asterios Polyp atestigua el incendio de su departamento y de todas sus pertenencias. Lo que sigue es un viaje de reinvención para encontrarse de nuevo con su verdadero yo. Nunca es tarde para transformarse y empezar de nuevo.

DR SEUSS’S BEGINNER BOOK COLLECTION Dr. Seuss RANDOM HOUSE El 12 de marzo de 1957 se editó por primera vez The Cat in the Hat, de Dr. Seuss, quien en realidad se llamaba Theodor Seuss Geisel. Es la historia de un gato con sombrero que llega a una casa donde Sally y su hermano (no se sabe cómo se llama) esperan, aburridos, a que termine de llover. Lo que sigue es un viaje, en el sentido surrealista de la palabra. Esta caja contiene, además de El gato Garabato, cuatros clásicos de Dr. Seuss, como Fox in stocks y Green Eggs and Ham.

MOZART. THE COMPLETE OPERAS DECCA Wolfgang Amadeus Mozart compuso su primera ópera a los once años, así que no hay que dudar de las capacidades de los niños. En esta caja están sus veintidós óperas, a partir de Bastián y Bastiana (1768), hasta La flauta mágica (1791). A Mozart le bastaron apenas treinta y cinco años para revolucionar la música.

NINE OLD MEN. THE FLIPBOOKS WALT DISNEY No eran tan viejos, pero Walt Disney los bautizó así: Nine Old Men. Les, Woolie, Eric, Milt, Ward, Frank, Ollie, Marc, John integraban el grupo de dibujantes estrella o “Actores con lápices”, como ellos mismos se llamaban, que dio vida a través de sus dibujos a personajes como Mickey Mouse, Campanita, Pepe Grillo o Pinocho. Esta caja contiene nueve libros dedicados a cada uno de estos artistas de la animación, mostrando alguno de sus trabajos en forma de flipbook.

Productos disponibles en: Librería Mauricio Achar, Miguel Ángel de Quevedo 121


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MENTE

¿QUÉ TAN REAL ES

LA REALIDAD?

Cada decisión que tomamos implica una experiencia. Aprendemos a partir de lo que vemos, creemos y repetimos. Una idea crea un sentimiento, una experiencia que se convierte en realidad. Todos los días se activan los mismos genes, creamos los mismos pensamientos, producimos los mismos químicos y, en consecuencia, provocamos los mismos sentimientos, lo que nos ancla físicamente a una realidad creada, muchas veces, por imitación, metiéndonos en una cárcel de la percepción. Por más que queramos dejar de fumar, bajar de peso, tener salud, dinero abundante, superar alguna adicción u olvidar a la ex pareja, todo parece imposible porque lo intentamos desde nuestros límites impuestos, desde creencias heredadas en las que el ser humano, inútil, está aislado de la sabiduría universal, abandonado de su propio poder. Nos percibimos fragmentados, encadenados y enfermos cuando el origen, nuestra esencia, es todo lo contrario. A lo largo de la historia hemos olvidado cómo ser más energía que materia. Somos materialistas, sólo creemos en lo que vemos y lo que dicen las noticias. La mayoría de los medios nos manipulan con miedo. Alguien con miedo vive en estrés y únicamente responderá con emociones, no con el pensamiento, alimentando los centros energéticos donde se originan la culpabilidad, el enojo, lo visceral y el placer físico, vaciando el tanque de energía para emociones elevadas como el amor y

Avisos Clasificados Líbrese de los roedores para siempre. Exitoso método alemán. Natural, 100% ecológico. Sin rastros incómodos.

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Asesoría gratuita ¿No puede dormir? ¿Los ruidos de la noche lo despiertan a mitad de la madrugada? Descanse como si hubiera dormido cien años. Efectivo remedio probado en Alemania, Francia e Italia por los doctores Grimm, Perrault y Basile. Arturo Belano y Ulises Lima. Detectives. Experiencia en personas desaparecidas. Decididos a concretar cualquier caso sea cual sea su objetivo, sin importar los métodos para lograrlo.

la compasión. Quienes viven así se relacionan con personas iguales, estableciendo competencias sobre quién lleva la peor vida, usándose mutuamente para reafirmar su adicción química a la frustración u odio a la vida. De la población mundial, 70% vive en estado mental de ondas Beta elevadas, el nivel de estrés más grande que pueda existir, como si un agresor nos acechara todo el tiempo. La materia se fragmenta en un estado de estrés persistente. Bajo el influjo del estrés se toman las peores decisiones, se generan adrenalina y cortisol, el cuerpo se debilita, lo mismo que la mente y el sistema inmunológico. Allí es donde virus, bacterias y gérmenes oportunistas hacen su agosto. En estado de emergencia no se puede crear, sólo reaccionar; en estado zombi no hay salud y menos una vida completa.

mismas, y se dedicó al estudio y la investigación de enfermedades espontáneas, llegando a la conclusión de que es posible cambiar circunstancias de la realidad si sabemos cómo. A través de una serie de ejercicios interactivos y meditaciones intensivas para profundizar el proceso de cambio, el doctor Dispenza entrega nuevas enseñanzas, comparte estudios de casos y ejemplos en Deja de ser tú, Desarrolla tu cerebro y El placebo eres tú. En sus talleres empuja a los asistentes a dejar su zona de confort e ir más allá de sus "limitaciones" para romper las cadenas y liberarse de los viejos programas que los han mantenido como rehenes. Enseña cómo reacondicionar el cuerpo a una nueva mente, muestra cómo liberar la energía almacenada en el cuerpo en forma de pensamientos autolimitantes, hábitos inconscientes y emociones memorizadas. Es hora de ver una nueva realidad, la inteligencia ilimitada que a cada uno corresponde por derecho divino, al alcance de una sola meditación. Desea más la vida que el dolor, ama tu verdadero ser, la información es transformación. Ahora que lo sabes, ¿qué harás? + Por Yara Sánchez de la Barquera Vidal

La manera de romper con todo esto la ha venido estudiado el neurocientífico Joe Dispenza, quien en 1986 fue atropellado por un camión. En el percance se fracturó seis vértebras y el pronóstico fue que probablemente jamás volvería a caminar. Como única opción los médicos le recomendaban someterse a una cirugía, pero Joe se negó, pues pensaba que quizá era posible encontrar una manera de sanarse a sí mismo. Partiendo de esta experiencia personal, el doctor Dispenza –quien participó en la película ¿¡Y tú qué sabes!? (2004)–, comenzó a preguntarse si otras personas se habían sanado a sí

¿Lo ha visto?

EL PLACEBO ERES TÚ Joe Dispenza URANO

AUTOS

Allan Karlsson se extravió el lunes 2 de mayo de 2005. Se le vio por última vez en la residencia de ancianos de Malmköping, en Suecia, el día de su cumpleaños número cien. Vestía chaqueta marrón, pantalones marrones y zapatillas marrones.

Se agradecerá cualquier dato para su localización. !

DE

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Lavado y encerado. Completamente restaurado, factura original, único dueño. Ford Super Deluxe 1947, convertible, en color amarillo. No engaños.

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Deje de desesperarse porque sus hijos no aprenden matemáticas. El mejor método para aprender a sumar, restar, multiplicar y dividir. Atención personalizada.

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He escuchado en más de una ocasión a un crítico, escritor o lector avezado decir de un libro “no está mal para ser una primera novela”; como si la expresión fuera un epíteto peyorativo inexorable o, en el mejor de los casos, justificara de manera plena la condescendencia que conlleva. Los reconocimientos, la primera novela de William Gaddis, monumental texto estadounidense que configura una de las cimas indiscutibles de la literatura del siglo xx, podría desmontar el argumento por sí sola. Pero no está sola, tiene una inagotable compañía. El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger; Matar a un ruiseñor, de Harper Lee; El tambor de hojalata, de Günter Grass; y Noviembre, de Gustave Flaubert, entre muchísimas otras más, sepultan el argumento que imputa algún defecto consustancial a las primeras novelas. La experiencia, en la literatura, no es tampoco un sinónimo de progreso. Dos grandes íconos de la literatura latinoamericana, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa, por poner dos ejemplos muy evidentes, escribieron primeras novelas –La región más transparente y La ciudad y los perros– que fueron muy superiores a sus últimas aportaciones novelísticas. Tampoco la edad es una variable que nos permita aducir valor o calidad en la escritura. El francés Étienne de la Boétie publicó su magistral Discurso de la servidumbre voluntaria con tan sólo ¡dieciséis años! Un tratado propio de una sabiduría milenaria que describe la servil actitud con la que los ciudadanos se rinden al poder que los oprime, no por las bondades que el contrato social puede ofrecer, sino por el mero placer de servir, de renunciar a la libertad, que presenta un sinnúmero de problemas (decidir, responsabilizarse, perder la capacidad de ubicar el mal siempre allá donde se ubica el que nos oprime y subyuga, etc.), con la única y magra recompensa de poder

fungir a nuestra vez como tiranos de un individuo que se encuentre por debajo de nosotros, escrito apenas en los albores de la adolescencia. En cambio, Charles Bukowski, que comenzó a publicar sus primeros relatos a los veinticuatro años, encontró su mejor forma literaria hasta los cuarenta y nueve. Y podríamos pasar hojas y hojas encontrando ejemplos de jóvenes escritores brillantes y otros igualmente luminosos que están muy entrados en años. Hay escritores que encuentran la cúspide de su obra al comienzo y otros que lo hacen al final. Si la edad o la experiencia no son antecedentes que nos permitan acercarnos a lo que subyace en las grandes obras literarias, ¿existe alguna variable presente en todas ellas? Roberto Calasso argumenta en su ensayo “Libros únicos” (La marca del editor, Anagrama, 2015) que aquello que distingue a los libros importantes es que son el resultado de una experiencia existencial decisiva en el autor. Los libros constituyen una especie de residuo de un acontecimiento espiritual o intelectual. En resumen: “libro único es aquel en el que rápidamente se reconoce que al autor le ha pasado algo y ese algo ha terminado por depositarse en un escrito”. Esto le puede suceder a un escritor una sola vez en la vida, como a Alfred Kubin con La otra parte (“Novela única de un no novelista”, dice Calasso); puede llegar pronto como en el caso de Mary Shelley, que escribió Frankenstein con apenas veinte años, o hacerlo tarde y por accidente como sucedió con Raymond Chandler, que publicó su primera novela casi a los cincuenta años tras ser despedido de la compañía petrolera en la que trabajaba durante la Gran Depresión estadounidense. Algunos cuantos espíritus iluminados consiguen conservar intacta la tensión y el ardor a lo largo de toda su obra.

Es el caso del poeta, traductor y ensayista argentino Juan Gelman, cuyos últimos dos poemarios, Hoy (Ediciones Era, 2014) y Amaramara (La Otra/Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, 2014) constatan una mente cuya brillantez se extinguió junto con el cuerpo que la alojaba, que no hizo concesiones ni ante el arte ni ante la política, ni mucho menos ante las tribulaciones interiores. Hoy es una especie de testamento por el que desfila la férrea militancia política de Gelman contra el capitalismo y su voraz fuerza destructora (“El capitalismo se olvidó de la fiesta. No se sienta frente al fuego para hablarle, tirarle odios, guerras, maíz o chocolate, los nudos del pecado.”), el sufrimiento y la soledad, compañeros inseparables del que atiende y sobrevive al horror (“La pérdida de uno en su buscarse es mesmo amor por vía natural, tanteos sin entendimiento, ceguera de alarmado. La soledad sin demagogias tiene la transparencia del secreto / malayerbas crecidas / tormentas del deseo.”), la violencia y su bramido ubicuo en el mundo (“Llegan los ruidos de la muerte cotidiana / México / Irak / Pakistán / Afganistán / Yemen / Somalia. Me miro sin explicaciones / soy el asesino y el asesinado. Adiós, candor, los restos de la infancia están pálidos / no hay qué darles de comer.”), la poesía y la mirada atenta (“La poesía come vida / con razón. ¿De qué otro modo respiran los pulmones, la garza que no vi, el mensaje sin rostro? La representación muere sin ruido en los mordiscos del león. Hay que mirarse la selva adentro aunque el mal salga de su caja”) y la muerte que se asoma (“La vida que se va deja un soplo en medio de la mano que es inútil besar”). Si Hoy se teje como un lienzo construido con base en pequeños mosaicos que capturan las pulsiones y preocupaciones más acendradas y vigentes en los últimos momentos del poeta, Amaramara sintetiza las fuerzas que lo arrobaron –el sufrimiento, la pena, el horror, la pasión, el erotismo, la muerte–, al interior del impulso amoroso. El volumen nos invita a presenciar la mirada puntual de Gelman sobre su mujer, Mara, e invoca en esta individualidad el poder de los amantes de todos los tiempos. No es un amor superfluo o melifluo, no huye de la oscuridad ni reniega de sus sobresaltos. No se adjetiva ni se superpone, se muestra, se abre, se exhibe como una herida que nos permite asomarnos al interior más profundo del encuentro entre dos: “En la intemperie de dos cuerpos / se sabe haber lo que no / se puede haber y el tiempo y la memoria / tejen una belleza diferente. Lento / es el abismo donde se hunden las asambleas del odio, y queda al aire absuelto por vos.” + *Tomo el título de un poema de Juan Gelman incluido en el libro Hoy (Ediciones Era, 2014) que comienza así “La carencia construye mundos habitados / fábulas del encuentro / constancias del ardor”.


LOS+VENDIDOS GANDHI ELECTRÓNICOS

ARTE

EL PLACEBO ERES TÚ Joe Dispenza URANO

ARTE ANTIESTRÉS. 100 JARDINES PARA COLOREAR VV.AA. PLAZA & JANÉS

Es un auténtico manual de instrucciones para provocar milagros en tu cuerpo, en tu salud y en tu vida. La mente posee unas capacidades asombrosas, no sólo es capaz de transformar la experiencia sino también de influir en la materia: tomando el control del pensamiento y las emociones podemos reprogramar nuestras células; poseemos la maquinaria biológica y neurológica necesaria para hacerlo.

Esta colección de más de cien láminas para colorear, inspiradas en el mundo de la naturaleza, forma un precioso universo artístico donde imaginar y crear en función de la personalidad y el instinto de cada uno. Estemos donde estemos, podemos abandonarnos a la observación de plantas, flores, mariposas, pájaros. Así, al ritmo del rasgueo del lápiz, nos desprendemos de las preocupaciones, mejoramos nuestra concentración y serenamos el cuerpo y la mente.

LA DIETA DEL METABOLISMO ACELERADO Haylie Pomroy GRIJALBO

ARTE ANTIESTRÉS. 100 NUEVAS LÁMINAS PARA COLOREAR VV.AA. PLAZA & JANÉS

Haylie Pomroy ha ayudado a miles de pacientes a perder hasta diez kilos en cuatro semanas –todo a través del poder quemagrasa que tiene la comida. Conocida como la gurú del metabolismo, Haylie nos recuerda que la comida no es el enemigo: la comida es, por el contrario, la rehabilitación que necesitas para revitalizar tu metabolismo lento y averiado, y convertir así tu cuerpo en una máquina quemagrasa.

UNA VIDA CON ÁNGELES Tania Karam ALAMAH Los ángeles son entidades fantásticas que te protegen, te aconsejan y están pendientes de ti. Su protección está basada en la bondad y la meditación. En este libro Tania Karam te explica cómo lograr el contacto con ellos, de qué manera se expresan y cómo lograr una comunicación angelical tocada por el amor y la confianza.

QUÉMALO Haylie Pomroy GRIJALBO Éste es un libro para gente que necesita una intervención urgente para perder peso rápido. Es para aquellos que están atascados y no logran deshacerse de los kilos que les sobran para llegar a su objetivo. Si necesitas perder peso rápidamente y no tienes un año, ni seis meses, ni siquiera un mes, tu objetivo puede parecer imposible. O quizá necesitas un salto cuántico hacia ese estilo de vida saludable que tanto anhelas.

LA CHICA DEL TREN Paula Hawkins PLANETA ¿Estabas en el tren de las 8.04? ¿Viste algo sospechoso? Rachel toma siempre el tren de las 8.04. Cada mañana lo mismo: el mismo paisaje, las mismas casas y la misma parada en la señal roja. Son sólo unos segundos, pero le permiten observar a una pareja desayunando tranquilamente en su terraza. Siente que los conoce y se inventa unos nombres para ellos: Jess y Jason. Su vida es perfecta, no como la suya. Pero un día ve algo. Sucede muy deprisa, pero es suficiente.

Este libro despliega una sugerente gama de más de cien láminas para colorear: ilustraciones cuidadas y detalladas de inspiración actual, clásica y retro, desde motivos florales hasta estampados geométricos. Un lienzo variado en el que cualquier persona encontrará la manera de expresar su personalidad, dar rienda suelta a su imaginación, mejorar su coordinación y su concentración, además de reposar el cuerpo y la mente.

EL DIARIO DE FRIDA KAHLO: AUTORRETRATO ÍNTIMO Frida Kahlo RM Publicado por primera vez en su totalidad, El diario de Frida Kahlo refleja los últimos diez años de una vida turbulenta. Este documento, a veces apasionado, otras sorprendente e íntimo, custodiado bajo llave durante aproximadamente cuarenta años, revela nuevos rasgos de la compleja personalidad de esta destacada artista mexicana.

FRIDA KAHLO Laura García Sánchez TIKAL Esta colección constituye un recorrido exhaustivo y totalmente ilustrado de los grandes creadores de todos los tiempos y los testimonios artísticos que han dejado las principales culturas, en un papel de gran calidad y un formato manejable.

EL JARDÍN SECRETO Johanna Basford MTM EDITORES Por fin tenemos aquí la esperadísima reimpresión de El jardín secreto, un éxito de ventas internacional que entusiasma a grandes y pequeños con sus fantásticas y minuciosas ilustraciones. Un imprescindible para los amantes de la naturaleza y la creatividad.


20 son pocas. Es desterrado de su propia vida, alejado de Cunegunda, el amor de su vida, y va de un lado a otro cruzando mares, padeciendo sangrientas escenas y castigos excesivos. En los momentos más turbulentos añora los consejos de Pangloss, quien siempre lo guiaba bajo los preceptos del optimismo filosófico, aludiendo a Leibniz. Incluso, cuando la tempestad pasa, el relato concilia el dolor con la aceptación: “Todos los sucesos van encadenados en el mejor de los mundos posibles”. En orilla opuesta, Holden, el joven protagonista de El guardián entre el centeno, del escritor estadounidense, J. D. Salinger, padece de inestabilidad permanente que lo lleva de institución a institución, expulsado por sus bajas notas y su evidente desinterés. No logra encontrar su lugar y vaga por las calles. El lenguaje coloquial y fresco de la novela logró desde su publicación que la juventud estadounidense se sintiera identificada, un poco por la rebeldía y, otro tanto, por la melancolía efímera ante la ausencia de un guía existencial. No obstante, veladamente, Salinger habla de la impostergable tarea de salvar a los niños que van camino al precipicio.

U

n verdadero maestro de vida es quien vio alguna vez leones marinos en las playas africanas, y no sólo eso, sino quien al relatarnos su pasado mediante alegorías y cuidadas palabras, logra trasladarnos a esos paisajes simbólicos y convertirlos en imágenes adentro del pecho, que se vierten en materia volcánica.

esquema y erigir uno más sólido y argumentado, con la finalidad de sortear los sinsabores de nuestro tránsito por la tierra. Es ahí donde la materia volcánica cobra rostro en viejos, filósofos, outsiders, hechiceros, que con el poder curativo de la palabra nos guían cual Virgilio a Dante por los senderos espinosos hacia la luz.

La relación mentor-aprendiz ha sido uno de los temas más apasionantes de las humanidades a lo largo de los siglos. Quizá deberíamos remontarnos hasta el ágora griego para reconstruir cómo Platón hablaba de los grandes asuntos con sus pupilos, para elevarlos a la cima del pensamiento con sus diálogos. En las entrañas de este binomio hay otro espejo en el fondo: juventud-vejez, en la que si bien está claramente marcada la línea de transmisión de aprendizaje, principalmente los novelistas han aprovechado innumerables veces el reflejo para ahondar en los rasgos propios de estas etapas del devenir humano.

Umberto Eco, en su emblemática novela El nombre de la rosa, sentencia desde el principio sobre la necesidad de escuchar y asir: “es propio de los jóvenes sentirse atraídos por un hombre más anciano y sabio, no sólo debido a la elocuencia y a la agudeza de su mente, sino también por la forma superficial de su cuerpo, al que, como sucede con la figura de su padre, miran con entrañable afecto, observando los gestos, y las muecas de disgusto, y espiando las sonrisas”. En este caso, el fray Guillermo de Baskerville, sabio franciscano, es el motor para descifrar una serie de misterios alrededor de un asesinato, en compañía del joven Adso, quien abreva de su conocimiento.

La figura del maestro, tutor, mentor, maestre, sensei, ha sido un fuerte estimulante, cuasi éxtasis, para encomiar la sabiduría y aura de los personajes que aparecen en nuestras vidas para demoler nuestro

Un caso por demás extremo en el que el alumno requiere de los saberes del maestre, es Cándido de Voltaire; ya que las crueldades a las que se enfrenta Cándido cuando conoce el mundo y sus horrores, no

EL NOMBRE DE LA ROSA Umberto Eco LUMEN

CÁNDIDO Voltaire BLACKIE BOOKS

EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO J. D. Salinger ALIANZA

Soñar con leones marinos en playas africanas. Hablar de beisbol, pescar con paciencia en las manos y el alma, quemarse los ojos de tiempo y sol; recordar en voz alta, vivir el presente como un oleaje eterno sin la necesidad de aniquilar el instante; así retrató Ernest Hemingway a un viejo pescador, firme en sus convicciones a pesar de no llegar a nada en concreto, salvo a vivir. A este viejo lo acompaña un joven desde hace tiempo. En un principio le enseñó todos los secretos del arte de la pesca, después el joven rebasó las enseñanzas y la suerte le sonrió más que al viejo, sin embargo, no lo abandona. Ante su fragilidad, lo alimenta y acompaña, se da cuenta de que aún tiene cosas que aprender. La esencia de El viejo y el mar trascendió en las letras universales y hoy es referente en la formación de todo lector. Las lecciones de los maestros son bálsamo para las almas jóvenes, sedientas de camino y movimiento, pero inexpertas ante los caprichos de los sucesos. Por fortuna, las enseñanzas se quedan escritas, tatuadas o temblando en el aire, como luciérnagas en la oscuridad. + Por Francisco Goñi

EL VIEJO Y EL MAR Ernest Hemingway DEBOLSILLO



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RAQUEL CASTRO nuestra edad”: libros que van dirigidos a personas con más experiencia o con más juventud [aquí, la maldición de Arjona me comienza a cantar al oído “Señora de las cuatro décadas”. ¡Alguien ayúdeme!] o con cualquier otra característica ajena a nosotros. Por ejemplo, ¿qué tal echarle un ojo a El maestro y Margarita, de Mijaíl Bulgákov? (lo encuentran en Lectorum y en Alianza, también con diferentes precios). A menudo lo etiquetan como “literatura culta” (que puede sonar a “árida” o “aburrida” o “incomprensible”). Sí, es una crítica a la sociedad soviética y blablablá, pero también es una historia divertidísima y alucinante: comienza con que el Diablo llega a Moscú y se dedica a poner en predicamentos a la gente, en situaciones cada vez más alucinadas.

De niña leía tanto que seguido me quedaba sin libros nuevos “para mi edad”. Entonces empecé a hacer expediciones de saqueo y pillaje a los libreros no-míos, es decir, los que tenían libros de mi papá y mi mamá. Un día en que Raquila "la Huna" (o sea yo) hizo una incursión en el librero de la mamá, se encontró El túnel, de Ernesto Sabato (Cátedra, Booket y Seix Barral lo tienen en ediciones de distintos precios). No sabría decirles qué me llamó la atención a mis nueve o diez años de ese libro. No tenía ilustraciones. No era una portada vistosa. Recuerdo que estaba forrado con plástico: quizá pensé, subliminalmente, que era un libro escolar. Así que lo confisqué y me pasé un buen rato leyéndolo (no sé si horas o días), hasta que mi mamá me pescó con él. “Ese libro no es para tu edad”, me dijo. Y que me prendo: me chocaba que me dijeran eso. “No creo que le entiendas muy bien”, agregó dizque para calmarme. Me puse peor. Pero al final me dejó el libro con un “Si a algo no le entiendes, lo platicamos”. Seguí emberrinchada. “¡Qué coraje!”, pensaba. Pero terminé de leer el libro… y me

gustó mucho. Era… raro. Me parecía una historia de misterio, con algo de terrorcillo, porque trataba de un cuate enamorado al que le suplantaban a la mujer que amaba por una versión maligna de ella, o algo así. Le ponían una trampa, lo hacían pasar por asesino de la mujer… La verdad es que no recuerdo bien la historia como la leí entonces, pero sí la sensación que me dejó. Por supuesto no le fui con dudas a mi mamá. Pasó el tiempo y en la prepa me dejaron leer El túnel. Me resistí a decir “yo ya lo leí”, porque nadie me lo preguntó. Más bien aproveché para darle una visitada, ya que antes me había gustado tanto. ¡Qué bárbaro! Era… como si estuviera leyendo otra cosa. Entendí cosas distintas a la primera vez: ahora era un libro terrorífico sin ser sobrenatural; hablaba de los celos y la locura. Me gustó de un modo diferente. Pero no me arrepiento de aquella primera lectura: lo que entendí entonces, el horror que me causó, no lo cambiaría por nada. Por experiencias así es que creo que está bien que a veces leamos cosas que no están pensadas “para

Otra opción: Cuentos escritos a máquina, de Gianni Rodari (Alfaguara). Según la etiqueta, es para lectores “a partir de doce años”, lo que nos puede hacer pensar que es para niños y niñas de secundaria. Y sí, pero no nada más para ellos. En conjunto, sus cuentos son tan imaginativos, irónicos, irreverentes y tiernos (algunos tienen en solitario todas las características que acabo de mencionar) que lo mismo mi tía Genoveva (que era muy propia y decente) que mi amiga J… (que era punk y toda una pelafustana, por eso no pongo su nombre completo) lo llegaron a considerar su favorito. Por último, un verdadero reto: un libro para prelectores, de ésos que tienen muy poquito texto y están pensados como para que un adulto los vaya leyendo y contando, mientras la persona chiquitina se imagina el resto con ayuda de vistosos dibujos, que son la parte principal. A veces, por sentirnos gente grande, pensamos que esos álbumes ilustrados no tienen nada para nosotros, ¿no? Pues a echarle un ojo a Mi amigo perdió la cabeza, de Amira Aranda (Textofilia/Conaculta). En esta historia, una conejita ayuda a su amigo, un conejito descabezado, a recorrer el bosque para recuperar lo perdido. Es una historia a la vez tierna e inquietante, capaz de interesar a los que ya hace mucho que leemos de corrido. Pero, claro, tampoco está mal que leamos libros que fueron escritos y pensados para nuestro momento de vida. Por el contrario, ¡qué emoción cuando sientes que un libro te habla especialmente a ti! [Auxilio. La voz en mi cabeza sigue con eso de “experiencia y juventuuuuud”. ¿Qué hago?] +



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La columna del mes va dedicada a cuatro autores singulares. A dos de ellos la experiencia les ha regalado una dotación adicional de juventud. El otro par ha sabido exprimir bien su juventud para ganar experiencia. Un juego increíble sucede en La oscuridad (Oceano Travesía). Hay tres personajes en el cuento: Lazlo (el niño que vive en la vieja casa), la casa y la oscuridad. ¡Quién más que el osado Lemony Snicket para ponerle voz a esa mancha negra que se agranda y encoge durante el día y la noche; la inquilina misteriosa que nos gusta tener cerca pero no demasiado! Lazlo es un niño excepcional. Nunca queda claro si es por sentirse valiente, o más bien por encontrarse muy solo, que acepta la invitación de la oscuridad a seguirla escaleras abajo, entre los chirridos del techo y la frialdad de las ventanas, hasta el sótano de la vieja casa, para mostrarle algo. Es una de las invitaciones más inquietantes que he leído en un libro. La oscuridad es tan vieja como el mundo, ¿cuáles son sus verdaderas intenciones con Lazlo? Ni crean que voy a contarles el desenlace. Los dibujos retro de John Klassen son fabulosos; no hay un solo rincón de la casa que no te haga preguntarte ¡¿qué irá a suceder?! "Los ripios son unos diminutos animalitos que viven en el fondo del mar de mi imaginación, y que me ayudan a hacer versos." Qué hallazgo más espectacular descubrir dónde se esconde por temporadas el mar: ¡en la imaginación del grandísimo Fernando del Paso!, escritor mexicano nacido en 1935, que no para de encantarnos, intrigarnos y sorprendernos con sus textos. En Ripios y adivinanzas del mar (FCE), sin el más mínimo recato le cede la palabra al niño inquieto

parece un huraño que ama encerrarse con sus libros (pero disfruta todavía más compartir lo que sabe). Casalia es una conejilla traviesa y graciosa, su hermano Domingo Teporingo es a quien seguimos en sus aventuras; lo mismo sabe escoger un buen aprieto que pedirle ayuda al cómplice oportuno para salir bien librado. Y no lo digo yo sino el mismísimo don Goyo; nadie mejor que un volcán con cientos de años de experiencia para contarnos lo que ha visto suceder en El Refugio.

y ocurrente que lo habita —el mismo que dibuja con la zurda, escribe con la diestra, es aficionado a homenajear el lenguaje popular, a desmitificar casi todo, a explorar los juegos de palabras siempre con humor y a mantener vivito y coleando a su adulto anfitrión. Ojalá que lo siga haciendo por mucho tiempo más. El lugar donde ocurren las nueve historias de Domingo Teporingo, de Marcos Almada Rivero (Norma), se llama El Refugio y justo eso es en lo que se convierte este libro cuando lo lees: un albergue al que puedes regresar cuantas veces quieras y sentirte bienvenido. Da igual si te lees el libro de corrido o si te regalas un cuento por día; cuando regreses encontrarás la diversión y el calor de antes, pero también algo que no habías visto. El lugar lo habita una familia selecta de personajes, todos con vida propia y una personalidad definida. A Mamá Musaraña le gusta apapachar, pero no se le escapa ningún detalle y te dice las cosas como van. Tejón Meléndez es un aventurero que no le teme a nada, cualquiera se siente a salvo junto a él. Otilio

LOS+VENDIDOS GANDHI INTENSAMENTE Disney PLANETA JUNIOR

CIUDADES DE PAPEL John Green NUBE DE TINTA

DESTROZA ESTE DIARIO Keri Smith PAIDÓS

Lo habitual es que la persona de experiencia le muestre las buenas formas de comportamiento al más joven; le comparta herramientas para la vida, como algunos le llaman. En este libro las cosas son así aunque parezca lo contrario. El cuento inicia el día que la señora Berti Bartolotti, una mujer algo estrafalaria, aficionada a las compras por correo, recibe en su domicilio un enorme paquete que contiene una lata de conservas, de la que emerge un niño de unos siete años de edad. Konrad es el niño perfecto según la concepción de muchos adultos, mismos que tacharían a Berti Bartolotti de ser la persona menos apropiada para criarlo. Esta relación inversa entre un niño bien portado y una madre nada afecta a las normas da lugar a más de un disparate. Konrad o el niño que salió de una lata de conservas* (Christine Nöstlinger, Alfaguara) es de los libros más divertidos que he leído. Incluye instrucciones precisas para estropear infantes y poner a consideración las normas sociales bajo las que muchas veces nos regimos irreflexivamente, dentro y fuera de casa. *(Este 2015 el libro cumple cuarenta años y no dudo que se pasará otros cuarenta desternillando de la risa a quienes lo lean.) +

INFANTIL Y JUVENIL

EL PRINCIPITO Antoine de Saint-Exupéry EMECÉ

WIGETTA UN VIAJE MÁGICO Vegetta777 / Willyrex PLANETA


PARA VERYOÍR MÚSICA

VIDEO

ST. VINCENT Theodore Melfi PRODUCCIONES MEXICANAS DISCOGRÁFICAS Maggie es una madre separada que se muda a Brooklyn con su hijo Oliver. Al tener que trabajar muchas horas, no le queda más opción que dejarlo a cargo de su nuevo vecino, Vincent, un jubilado cascarrabias aficionado al alcohol y a las apuestas.

GUSTAVO CERATI Infinito SONY MUSIC Recopilación póstuma de uno de los músicos más influyentes en la historia del llamado “rock en español”, y que falleció en 2014 después de años de estar en coma.

LACOMBE LUCIEN Louis Malle CINE, VIDEO Y T.V. Durante la Segunda Guerra Mundial, Lacombe, un joven campesino cuyo padre está prisionero en Alemania, intenta ingresar en la Resistencia. Rechazado por el cabecilla local, ingresa por azar en la policía alemana.

ANA BELÉN Y VÍCTOR MANUEL Canciones regaladas SONY MUSIC Figuras indiscutibles en España y en toda América, el ya conocido matrimonio muestra la diversidad y el eclectisismo de sus gustos que van de José Alfredo Jiménez hasta Billy Joel y Leonard Cohen.

BORGMAN Alex van Warmerdam ZATMENI DISTRIBUCIÓN Cuando un sacerdote armado con una escopeta y su ayudante, que carga con una enorme y afilada estaca metálica, descubren en medio de un bosque el escondite subterráneo de Borgman, éste se ve obligado a huir y buscar un nuevo refugio. Así va a parar a las puertas de un chalet de lujo.

MONTSERRAT FIGUERAS Jeanne D’Arc Batailles & Prisons SON JADE Hermoso set de dos discos acompañado de un libro de más de quinientas páginas con ilustraciones, datos y letras acerca de Juana de Arco y sus batallas.

FURIA DE LIBERTAD Colin Keith Gray ZATMENI DISTRIBUCIÓN Documental sobre el partido de semifinales olímpicas de waterpolo entre Hungría y Rusia que se efectuó en Australia en 1956. Este histórico partido se llevó a cabo cuando las fuerzas rusas estaban atacando Budapest.

JORDI SAVALL Don Quijote de la Mancha: Romances y música SON JADE Con su ya conocido trabajo en cuanto a investigación se refiere, el director catalán nos entrega nuevamente una obra digna de colección basada en la obra en español más importante de todos los tiempos.

LAS RAZONES DEL CORAZÓN Arturo Ripstein MUNDO EN DVD Emilia, un ama de casa frustrada por la mediocridad de su vida, por los fracasos de su marido y por una maternidad agobiante y mal llevada. En su apartamento, vacío y desolado, decide tomar por fin una decisión largamente meditada: el suicidio.

LA CASTAÑEDA En vivo, 25 aniversario FONARTE LATINO Con una trayectoria más que reconocida en la escena del rock hecho en México, La Castañeda ofrece un espectáculo lleno de locura, ese sello distintivo en sus presentaciones, canciones y conceptos.


NOVEDADES LEE+

ENTREVISTA con Carlos Wynter Melo Estamos en Nueva York, en 2001, durante el periodo de calma que transcurrió entre el desmoronamiento del boom de las puntocom y los terribles sucesos del 11 de Septiembre. Silicon Alley es una ciudad fantasma, la web 1.0 está en plena edad del pavo, Google todavía no ha salido a Bolsa y a Microsoft aún se la considera el Imperio del Mal. Es posible que no corra tanto dinero como el que hubo en el momento álgido de la burbuja tecnológica, pero lo que no escasean son timadores que pretenden pillar algún trozo del pastel que quede. (Tusquets) +

La fascinación de lo negro está en la fuerza de la renuncia moral y de la entrega a la excitación. La importancia social de lo negro radica en su capacidad para fundarse sobre los grandes temas de raza, clase, género y corrupción sistémica. El júbilo dominante y el atractivo definitivo de lo negro consisten en hacer de la condena una diversión. Lo negro no va a morir: nos brinda un divertimiento demasiado demencial para no florecer en las mentes de los escritores modernos que desearían viajar en el tiempo para llegar a 1948 y vivir el malestar general y la psicosis de la posguerra. (Navona) +

Un ensayo sobre la relación entre las mujeres y los libros. Todo comienza hace trescientos años. La fiebre de la lectura alcanza a las mujeres. Los hombres se burlan, después barruntan el desastre. ¿Desencadenarán revoluciones los libros? Jane Austen considera que leer novelas hace a la mujer independiente. Madame Bovary devora literatura banal y comete adulterio. Virginia Woolf imprime sus propios libros. Marilyn Monroe lee a Joyce y se deja fotografiar leyendo. Y hoy en día la lectora toma por asalto el centro de poder de la literatura: el fenómeno de la fanficción da la vuelta al mundo. (Seix Barral) +

Gabriel Mantzur, joven hombre de negocios con un futuro prometedor, aprovecha las suculentas oportunidades que la globalización ofrece en la década de los noventa. Así, se convierte en un prominente miembro de la sociedad israelí. A medida que prospera, las dudas sobre la honestidad de sus poderosos padrinos aumentan. Mientras, en Londres, un grupo de jóvenes, desempleados, sin hogar, críticos con el mundo en el que viven, deciden organizar una huelga planetaria. Y al mismo tiempo una corporación estadounidense especializada en consultoría política interviene en elecciones en Bolivia, Congo y Estados Unidos. (Alfaguara) +

¿Será cierto que el olvido es peor que la muerte? Para Carlos Wynter Melo, autor de Las impuras (Planeta), esto es verdad. Por medio de su novela nos cuenta de los debates históricos de los años ochenta en Panamá, la búsqueda de la identidad y sobre cómo ver la palabra pureza desde otra perspectiva. Las impuras es la historia de dos mujeres pero también la historia de un país que, como ellas, necesita reconciliarse con su pasado. ¿De dónde surge la idea de crear esta historia? Las impuras surge de dos memorias: de mi convivencia, a los catorce años, con soldados estadounidenses y panameños; y la segunda, por la lectura de una investigación periodística sobre unas espías que empleaba Manuel Antonio Noriega para saber todos los movimientos de Estados Unidos durante la guerra. Con estos dos elementos me dio curiosidad saber qué pensaban estas dos mujeres, qué sentían y si corrían el riesgo de enamorarse de los soldados. Con esto doy vida al personaje principal y comienzo a manejar un hilo conductor de sesenta años. La novela empieza en 1940 y termina en el 2000, toma referencias sobre la historia panameña y hace una reflexión sobre el concepto de pureza que compete a cualquier ser humano. Háblanos sobre el hilo conductor: la pérdida de la memoria. Creo que la memoria es un modo de salvación porque sabe qué momentos de la infancia dejaron huella. Aunque no los tengamos conscientes, nos siguen moviendo. Tal vez los temores de tu niñez sean los miedos de hoy y tal vez los gozos de tu pasado crean tus filias actuales, pero cuando no recuerdas nada, nos mueven fuerzas invisibles y es cuando te preguntas ¿esto de dónde viene? ¿Qué significa pureza para ti? Bien dicen que la pureza no existe. Creo que la pureza debe verse como un estado de ánimo, un estado que tiene varios caminos.

Un escritor inmenso para un inmenso proyecto: Balzac escribió en apenas veinte años los casi cien títulos que componen una obra sin parangón en la historia de la literatura, La comedia humana. En ella encontramos una descripción totalizante de la sociedad, un estudio psicológico, político y vital, un análisis certero de la vida en la ciudad y en el campo. Aquí aparecen las principales venas temáticas de su obra, y descubrimos los gozos y los desastres del pensamiento enfrentado a una sociedad que sustituyó los valores por los intereses, con el oro por ícono de las relaciones sociales. (Páginas de Espuma) +

El autor nos advierte en estas Memorias del subsuelo que, si bien son imaginarias, su protagonista reúne de manera inevitable una serie de rasgos propios de su época: “…individuos como el autor de estas Memorias no sólo pueden existir, sino que por fuerza han de darse en nuestra sociedad, si se hace cuenta de las circunstancias en que, por lo general, esa sociedad nuestra se desenvuelve”. El hombrecillo resentido, vengativo, zalamero, sádico y atribulado que parece deleitarse en contarnos las sucesivas humillaciones y actos de desprecio a los que él mismo se somete, es el prototipo del individuo moderno. (Sexto Piso) +

¿Crees que por medio de una historia ficticia se le puede encontrar sentido a la vida? Sí, y en esta historia, además, hay reconciliación. La idea de que fueran mujeres es fantástica porque la sociedad dice que las mujeres reflejan solidaridad, curación, dan vida, y con el contexto de guerra se genera un gran final que les va a gustar. + Por Alexis Jiménez Calderón



EL PERFIL DE...

CINDY SHERMAN Paul Moorhouse PHAIDON (LIBRO DE IMPORTACIÓN)

CINDY SHERMAN

Las limitaciones de la pintura la motivaron a tomar una cámara fotográfica y expresar una nueva visión sobre el papel de la mujer contemporánea. Su serie Untitled Film Stills (1977-1980), en sesenta y nueve fotografías en blanco y negro, parodia los roles femeninos de la amante despechada a la femme fatale, a partir de una estética cinematográfica, tomando como punto de partida la representación de algunas escenas icónicas. Una de las características de sus fotografías es que la propia Sherman es la modelo, debidamente disfrazada. A sus sesentaiún años, Cindy Sherman continúa trabajando bajo la misma premisa: la representación de la mujer en la sociedad. +



En 1984, el director John G. Avildsen reunió a un par de actores para su nueva película: un joven llamado Ralph Macchio, y Pat Morita, veterano con varias décadas en los foros cinematográficos. Karate Kid se convirtió en un éxito taquillero y en una saga que no se olvida al paso de los años. Su fórmula es sencilla: la unión de la experiencia y la juventud.




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