E N T R E V I STA
Haberte enfocado en la creación de contenido en redes te ayudó a que el público no te encasillada en el rol de reina de belleza… Si, incluso creo que, a través de mi contenido, sobre todo el de humor, hago una pequeña protesta en ese sentido. Es una protesta silenciosa, porque siempre me costó que la gente me viera solamente como una reina de belleza. Mil veces había expresado que soy actriz, que hago otras cosas, que soy creativa, pero no quedaba en la memoria del público. Así que sí, mis redes sociales me ayudaron a hacer esa pequeña protesta y la gente la entendió, cada día me aceptan más como una mujer común y corriente que vive y siente como las demás. Por mi parte, cada día soy más feliz con eso. ¿Alguna vez te imaginaste como ‘influencer’? No, y precisamente porque lo desaproveché en el momento en el que hubiera tenido un mayor alcance, pues en realidad se me presentaban muchas oportunidades, y cada vez llegaban a mí más personas nuevas de todas partes del mundo. No sé si yo me sienta cómoda con la palabra influenciadora, pero con el tiempo sí he ido creyendo más en mí como creadora de contenido. Creo que la creatividad es lo mío. Se expresa en todo lo que hago: actuando, presentando, en mis redes… y esa creatividad se expresa todo el tiempo en mí contenido. ¿Cuáles han sido las mayores satisfacciones que te ha dado tu trabajo con las redes? Mi más grande satisfacción es ver que ayudo, apoyo y soy un soporte para cualquier equipo de trabajo al cual decido
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unirme, ya sea en la televisión, ya sea en las redes sociales, o con marcas. Todas las personas que trabajan conmigo valoran y aprecian muchísimo mi entrega. Esa es mi más grande satisfacción, que de verdad la gente nota cuánto amo hacer lo que hago, y cuánto me entregó a ello. Pero no todo es color de rosa… ¿Qué es eso que no te gusta de las redes sociales? Yo creo que voy a sonar repetitiva, y la mayoría de influenciadores seguramente van a decir lo mismo, pero es el “hate”, el odio en redes sociales, los comentarios negativos que a veces son muy difíciles de procesar. Estamos muy llenos de ellos y siempre procuramos hacernos los oídos sordos. Pero yo soy fiel defensora de que hay días de días. Hay días donde no me importa, incluso me parece hasta mejor, porque hay más comentarios. Pero hay otros días en los que sí que duele y afectan la confianza y seguridad en mí misma. ¿Cómo manejas esa parte negativa, cómo te proteges del escrutinio público, teniendo en cuenta que eres tú quien decide lo que compartes y muestras de tu vida, a sabiendas de las críticas que pueden llegar? Creo que no hay forma de defenderse. Al final uno no puede evitar leer los comentarios, lo que la gente tiene para decir. Además, siempre lo hago porque para mí es súper importante interactuar siempre con aquellos que sí me regalan todo el amor del mundo y que están pendientes de lo que hago para ellos. Entonces es simplemente tratar de superar esos días en los que, vuelvo y digo, pegan un poquito más duro los comentarios negativos. Superarlo y seguir adelante.
