persona que pueda ser responsable de la comisión de un delito pueda tener derechos, especialmente si el delito fue en contra de un funcionario o funcionaria policial; les cuesta entender que esas personas, mas allá de lo que hayan hecho son victimas. Dicho argumento fue ampliamente rebatido por los facilitadores y facilitadoras, quienes lograron adentrarse en emociones personales e institucionales de los cuerpos policiales, haciendo entender que los y las policías, y sus familiares, también pueden ser víctimas, y que en el enten-
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dido que todos y todas tenemos los mismos derechos, en la medida que garantizamos los derechos de las víctimas también nos reconocemos como sujetos de derechos. Finalmente, un tema bisagra – derechos de los y las policías -, generó la mayor cantidad de confrontación con realidades opuestas que históricamente han experimentado los cuerpos policiales: bajos salarios, escasez en la dotación de equipos necesarios para el cumplimiento de la función policial, irrespeto por el