Tríptico de Comunidades 16: Nuevo modelo policial

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solamente los funcionarios y las funcionarias policiales) que el de la seguridad es un tema que nos compete a todos y todas; desde nuestro particular papel, tenemos una responsabilidad que asumir. Hay varios espacios puntuales que podemos destacar: la rendición de cuenta y los Comités Ciudadanos de Control Policial, como instancia de control externo prevista en la ley.

La comunidad descubre sus derechos

No. 16 / Nuevo modelo policial

¿Dónde puedo conseguir más información sobre el nuevo modelo de policía? Todas y todos debemos aprender sobre el nuevo modelo policial. Por ello, la vía de la formación es tan importante y no debemos esperar a que sean solamente los funcionarios y las funcionarias policiales quienes se formen. Para conocer más de la reforma policial y del nuevo modelo, te invitamos a revisar la página www.consejopolicia.gob.ve. Allí encontrarás la Ley Orgánica, la Ley del Estatuto de la Función Policial, las diferentes resoluciones y un grupo de publicaciones sobre temas policiales. Te recomendamos especialmente la “Baquía para las Comunidades”, que tiene todo el contenido del nuevo modelo que debemos conocer. Además, es de especial interés para las comunidades seguir el camino que se avanza con los Comités Ciudadanos de Control Policial, figura de control externo de las policías y espacio de participación comunitario, al cual debemos dar vida.

Edf. Caroata, Nivel Ofic. 2, Ofic. 220, Parque Central, Caracas. Telefax: (0212) 574.1949 - 574.8005, e-mail: secretaria@redapoyo.org.ve, atencionintegral@redapoyo.org.ve Apartado Postal: 17.476, Parque Central, Caracas 1015-A.

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@redapoyo Red de Apoyo por la Justicia y la Paz

Pro­duc­ción: Red de Apo­yo / Coordinación: Servicio de Comunicación Tex­tos: Josbelk González / Ilus­tra­cio­nes: Lu­quer Mon­ta­je: Michela Baldi / Impresión: Editorial Ignaka C.A. / Tiraje: 5.000 Depósito legal: CD 912200957

derechos

humanos

pauta en la ruta hacia el

nuevo modelo policial “Nosotros estamos tomando conciencia de lo que no debemos hacer al salir a la calle“ Mariana Infante, docente de la Universidad

Nacional Experimental de la Seguridad (UNES)


La propuesta es aprender y mejorar La historia de la “policía” en nuestro país es de vieja data y estuvo ligada, desde un principio, a la idea y necesidad de una organización destinada a preservar la convivencia entre las personas. Es una institución que nace de lo público y para la vida en lo público, en la necesidad de reconocernos con los otros y las otras. Al principio, se vinculó la actividad de la policía con la preservación de las calles, el mantenimiento del orden, abastecimiento de alimentos e, incluso, con temas relacionados con la salud pública. Como suele ocurrir con muchas instituciones, a lo largo de la historia éstas sufren transformaciones, y muchas relecturas y modificaciones muestran mejoras sustantivas de su labor, pero otros cambios pueden revelar cómo en ciertos momentos se desvirtúa su función, se aleja del cumplimiento de su mandato y, en algunas oportunidades, hasta lo contraría directamente. Sin duda eso ha pasado con las instituciones policiales del país. Comenzando el siglo XXI, se vive en el país un amplio proceso de reformas respecto a cómo comprender nuestra vida colectiva, nuestra vida en el espacio público. Comenzamos con la Constitución Nacional (1999) y, a partir de entonces, fueron varias las instituciones transformadas. Una permanecía casi impermeable al cambio: los cuerpos de policía. Paralelamente, la situación de inseguridad se consolidaba como el principal problema del país, de acuerdo a la opinión de la mayoría de los venezolanos y las venezolanas. Por otra parte, resultaba cada vez más frecuente leer, escuchar y ver en los medios de comunicación situaciones de violación a los derechos humanos protagonizadas por funcionarios y funcionarias e instituciones policiales. Había un contrasentido: cuando más se necesitaba de las instituciones policiales para la protección de la ciudadanía, mayor número de casos sobre vulneración y agresiones de éstas hacia las personas se conocían. Frecuentemente, la causa que se visualizaba era la de “unos pocos” funcionarios policiales que violaban la norma. Lo recurrente de estas situaciones lo llegó a instalar como un patrón de violación; no era una cuestión solamente de unos pocos que proporcionaban una mala imagen. La institución poco atendida, escasamente renovada, con un alto componente discrecional en su organización y actuación, sin instancias que tuvieran mecanismos reales para su supervisión y control daba muestras inequívocas de la necesidad de ser

seriamente intervenida. En este escenario, se piensa en la reforma policial, una vía ya considerada y sobre la que habían avanzado buena parte de los países de América Latina.

El marco legal del nuevo modelo policial En la Constitución Nacional se prevé a la seguridad ciudadana como un derecho humano y contempla como órganos de seguridad a los cuerpos de policía estadales (23), municipales (111), a la Policía Nacional Bolivariana, aún en proceso de formación; más el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) y el Cuerpo de Investigaciones Civiles, Penales y Criminalísticas (CICPC). El marco legal está formado por:

Ley Orgánica del Servicio de Policía y el Cuerpo de Policía Nacional; en Gaceta Oficial N°5.880 del 09.04.2008; luego parcialmente reformada como “Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana”, publicada en Gaceta Oficial No. 5.940 del 07 de diciembre de 2009. Ley del Estatuto de la Función Policial, publicada en Gaceta Oficial N° 5.940 del 07 de diciembre de 2009. Conjunto de 21 resoluciones ministeriales.

¿Qué tiene de nuevo el nuevo modelo? Muchas cosas podrían nombrarse…Lo que tiene de “nuevo” son parte importante de las aspiraciones sobre la policía que necesitamos, queremos, merecemos y sobre la que hay que trabajar para que se convierta en una realidad plena y no sólo en un “modelo: La centralidad de los derechos humanos en la comprensión y actuación de los cuerpos de policía. Éste es un modelo de policía que nace al amparo de los derechos humanos, teniéndolos como horizonte ético normativo que guía su actuación. Su definición como un servicio público, reivindicando y enfatizando que es a la ciudadanía a quien se debe la seguridad que buscan proporcionar desde la perspectiva policial. La comprensión de la policía como una institución profesional, que aprende del delito, que aprende de su práctica. El carácter preventivo que se privilegia en la actuación policial, sin por ello eliminar todas las actividades que tienen que ver con el control. Por eso la importancia que algunos servicios como el de policía comunal o la planificación de la vigilancia y el patrullaje, a fin de hacerlo más eficiente, cobra tanta relevancia en el nuevo modelo. Esto implica, además, desarrollar en los cuerpos de policía, en los funcionarios y las funcionarias policiales la capacidad de convertirse en mediadores y mediadoras de los conflictos que cotidianamente deben atender. Se abren espacios de participación ciudadana. Además de ser un servicio para la gente, trabaja también con la gente. Esto supone que todos y todas debemos comprender (no


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