HOLÍSTICA
Ópalo: belleza única (I)
La palabra Ópalo deriva del sánscrito (idioma sagrado hindú) “úpala”, que significa piedra preciosa. Los romanos le llamaron “gema opalus” y los griegos “opalios”. La belleza del colorido excepcional de los ópalos se debe a su naturaleza única: en su interior contiene partículas esféricas transparentes de un mineral llamado cristobalita –la cristobalita es un óxido descubierto en el siglo XVIII en San Cristóbal, México, de ahí su nombre- que junto con el espacio vacío entre sus partículas, permite de manera casi mágica, como si de un fractal se tratara, que la luz se refracte de forma que el ópalo posea la combinación de colores dispuestos de manera tan espectacular. En los demás minerales la luz se refracta en colores por la presencia de inclusiones o de microscópicas grietas que permite tal efecto pero en el ópalo sus moléculas, de forma esférica, están situadas de manera tridimensional en forma de rejilla, lo cual constituye un patrón de composición totalmente único en el reino mineral y que da lugar al efecto conocido como opalescencia, es decir, el ópalo es la única gema capaz de refractar la luz transformándola en los colores del arcoíris sin que ello sea debido a inclusiones de otros minerales en su composición sino a la disposición de las microscópicas esferas y espacios de vacío en su rejilla interior. 50 | RE-VISTA
La composición química tan completa del Ópalo (agua, aluminio, calcio, hierro, titanio, magnesio, zirconio, plata cobre, etc.) le otorgan una vibración energética capaz de revitalizar a nivel áurico cualquier parte del cuerpo que se encuentre con falta de vitalidad. Lo único que puede anular el efecto del Ópalo es pensar que da mala suerte o que es una piedra negativa. Su “mala prensa” fue debida a un bulo lanzado por diferentes empresas joyeras que pretendían (y consiguieron) dar un impulso extraordinario al diamante. Se dice de los Ópalos que son extraordinarios y solo atraen a personas extraordinarias; personas que creen en sí mismas con pasión, con inocencia, con alegría. Ellos son únicos en el reino mineral: su forma de crecimiento es única: crecen mediante un sistema de rejilla parecido al que forma el entramado bioenergético de nuestra aura. Su sílice es cuarzo líquido; gel de sílice bañado en agua que se ordena entre una estructura de rejilla permitiendo que la luz fije sus colores en un juego psicodélico único. Resuenan con nuestra energía de alegría, de felicidad, y la amplifican. Parece que el Ópalo este enamorado de la luz, o la luz enamorada del Ópalo, porque además de su pureza, su reflejo brillante y su originalidad, es un mineral estable en su opalescencia, es decir, su cualidad única de color y reflejos.
