Tejido, Pilar Flores

Page 1

1


2


3


Ver贸nica NAcimba

4


5


PAMeLA Suasti



TEJIDO (CAC, Quito – 2015)

En sánscrito la palabra Tantra significa red, tejido o urdimbre. De acuerdo con la tradición tántrica, el universo está sostenido por esa red (Sadhana Sing, 20151)), en la cual el todo y las partes están interconectados en un movimiento continuo. Cada uno de nosotros es un nodo de este tejido, cada acción tiene una repercusión y provoca que toda la red se mueva. La obra TEJIDO parte de este principio de unidad y correspondencia. Cada integrante de la red, tiene una fortaleza interior que sostiene el tejido completo. La diversidad comparte este principio común, que nos permite reconocernos a pesar de las distancias geográficas, las diferencias de circunstancias y contextos. Cada ser que forma parte de las comunidades que tejen esta red ha sido invitado a bordar en conexión con su fortaleza interior, en un trabajo de presencia consciente, de identificación y valoración de su propio poder y del poder colectivo. TEJIDO es consecuencia del proceso iniciado en la obra Palimpsesto2. Se llama palimpsesto (del griego antiguo «παλίμψηστον”, que significa “grabado nuevamente”) al manuscrito que todavía conserva huellas de otra escritura anterior en la misma superficie, pero borrada expresamente para dar lugar a la que ahora existe. 1 Conferencia dictada por el Maestro Sandhana Singh, en el Centro Cultural Benjamín Carrión, Quito, Ecuador, el 10 de febrero de 2015, dirigida a miembros de la Secretaría de Inclusión Social. 2 Palimpsesto, obra presentada en el Museo de la Ciudad de Quito, en octubre del 2007. Más adelante se habla sobre ella..

8


A partir de la realización de los talleres con madres, abuelas, niñas y niños tanto de un sector de La Merced como de la Parroquia de Cotogchoa, se despliega TEJIDO. La preparación de estos encuentros, me permitió reflexionar otra vez sobre las motivaciones que han sostenido a lo largo de los años, las reuniones semanales, en mi estudio, con mujeres en la ciudad de Quito. Además me permitió imaginar la construcción de una red mayor, más abarcadora. Siete comunidades3 han intervenido en la creación de este tejido. Cada persona participante ha bordado siete retazos de tela. Siete es el número de la totalidad; en este caso una urdimbre formada por hebras de muy variadas procedencias: madres y abuelas de la parroquia de Cotogchoa; niñas y niños de la misma parroquia; Hermanas del Monasterio de Santa Clara y Religiosas del Monasterio de Concepcionistas Franciscanas de Quito; mujeres de aquí, ese amplio entorno llamado América Latina: de Ecuador, Colombia, Perú, Chile, Argentina, Brasil y Cuba; mujeres también de sectores urbanos de España, Suiza, Austria, Francia, Canadá, Italia, China y Estados Unidos; hombres que viven en mi ciudad, Quito; y por último, una comunidad a la que yo he querido rendir un homenaje: las ciento cincuenta mujeres amazónicas que caminaron en octubre del 2013 desde sus territorios, en una marcha para defender la naturaleza y la vida. 3 Una comunidad no sólo es aquella que reúne a personas que comparten un territorio, una historia y una cultura, sino que surge también por el interés de agruparse en torno a un proyecto o un interés específico.

9


El trabajo de todas estas personas ha sido simult谩neo, una red de espacios y tiempos propios, en los que cada participante ha dejado que aflore su voz, de manera que las voces de todos y todas entonen un solo canto de solidaridad y de reconocimiento. El acercamiento hacia cada una de estas comunidades ha sido distinto, aunque ha tenido siempre el mismo prop贸sito: identificar su fuerza interior para actuar desde ella. Sabemos que estas fuerzas son diversas y es diferente la manera de conectarse con ellas.

10


11


TEJIDO nace de otro tejido: Palimpsesto El nombre de Palimpsesto fue dado por Cecilia Velasco al libro que contiene sus poemas y mis dibujos. Mi instalación, presentada también en el contexto del lanzamiento del libro de Cecilia Velasco, se inspiró en uno de sus poemas y nace después de largos años de trabajo interior, de la vivencia en los Encuentros de creación desde el silencio que llevo a cabo con mujeres desde el 2001, y de mis reflexiones sobre un mito griego que cuenta que Ariadna entregó a Teseo un hilo para que pueda entrar al laberinto, matar al Minotauro y encontrar su camino de retorno. Como los hilos de un tejido, como las sucesivas escrituras de un palimpsesto, varios elementos, aparte del mencionado poema, configuraron dicha instalación: siete mujeres de América del Sur y siete mujeres de diferentes países de América del Norte y Europa bordaron siete cuadrados cada una, iniciando su labor con un hilo rojo, en un proceso de interiorización y contacto con su propia fuerza. En el día de la inauguración, siete artistas hombres dibujaron sobre papel transparente las líneas de las palmas de las manos de cada uno de los espectadores que asistían a la muestra. Mientras transcurría la inauguración, estos trazos fueron colocados en las paredes de la sala, formando un gran dibujo envolvente. Simultáneamente, el mito de Ariadna podía leerse en el piso de la sala y el diario de trabajo que registró mi proceso de creación

12


de la obra permaneció al alcance de los visitantes. Más adelante se sumó el video Diario del proceso Palimpsesto, realizado por Pedro Cagigal (2008). La instalación se construyó multidimensionalmente a la manera de un rizoma y fue creciendo como un sistema abierto, en la combinación de mito, símbolo, rito y fiesta. A lo largo de catorce años se fueron entrelazando las fibras de esta obra: siete años de mi trabajo interior propio, y siete años de encuentros semanales con otras personas, que compartimos nuestro deseo de explorar las complejas estructuras del ser humano. El tiempo transcurrido fue un elemento esencial para que se ampliara y consolidara el recorrido de ese hilo rojo que Ariadna nos legó.

13


LAS SIETE COMUNIDADES TEJEDORAS4 La primera: madres y abuelas de Cotogchoa La segunda: niñas y niños de Cotogchoa A lo largo de los años, he realizado talleres de arte en distintas localidades del país. Son encuentros que favorecen la construcción del sentido de comunidad y a la vez contribuyen al empoderamiento de mujeres, niñas y niños, a través del reconocimiento de sus potencialidades y talentos. Muchas veces las mujeres, abrumadas por la velocidad de la vida cotidiana, no tenemos espacios para expresarnos, de ahí que estos talleres pretenden convertirse en espacios de creación. Este proyecto en la Parroquia de Cotogchoa fue ganador de uno de los premios de Acción Social 2015 de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Se inserta dentro del macro proyecto Laboratorio de los Paisajes, hábitat, participación y género, dirigido por Karina Borja (docente FADA-PUCE), y ha recibido el apoyo incondicional de profesores y estudiantes de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Artes de la PUCE5 y de la Fundación Museos de la Ciudad. Hubiera sido imposible su realización sin estos aportes. 4 Nos referimos metafóricamente a todas las comunidades que tejen la obra. 5 Profesores y estudiantes de Arte, Diseño y Arquitectura de la PUCE se ocuparon de las niñas y los niños.

14


El proyecto estuvo dirigido a madres y abuelas, y a la vez a sus hijas e hijos, nietas y nietos. Las mujeres siempre estamos a cargo de nuestros pequeños y el hacer el taller simultáneo permite solaz a las madres y abuelas. En los talleres de Cotogchoa compartimos actos poéticos y recuperamos actividades que las mujeres han realizado a lo largo del tiempo. El bordado ha constituido una labor de concentración, de total atención y presencia. Por medio de esta acción, y de ejercicios previos de respiración consciente, compartimos esta búsqueda antigua del ser humano que es el reconocimiento de su fuerza interior. Por otra parte, acercamos a las niñas y a los niños a una vivencia de expresión lúdica a través del arte. El bordado, trabajo de concentración y paciencia, nos empodera. Esta labor nos brinda la posibilidad de conectarnos con nosotros mismos y de que nuestra riqueza interior encuentre un cauce de expresión. Al final de este delicado proceso, estos bordados formarán parte de una red más grande de bordados. Todos son del mismo tamaño (20 por 20 centímetros), ejecutados de manera muy intuitiva, siguiendo nada más que un impulso creador interno. No pretenden ser un ejemplo de virtuosidad. Son más bien un recurso de aquietamiento y de interiorización, un dibujo hecho con hilos. En el transcurso del taller, cada bordado ha requerido de un par de horas de elaboración meditativa.

15


En nueve sesiones semanales, los talleres de arte con las niñas y los niños se orientaron hacia la identificación de algunos centros de poder del ser humano, a través de cantos, juegos, prácticas de yoga y cuentos, para luego bordar las impresiones con fluidez. Los talleres con mujeres perseguían otra meta: el cultivo de la atención dirigida a un objetivo, pues si queremos modificar algo, lo logramos al enfocarnos en un solo objeto a la vez, así la mente se calma y el corazón se serena. Pusimos énfasis en la necesidad de la “presencia plena” como un medio que contribuye a alcanzar un orden mental, un estado de concentración que favorece el contacto con nosotras mismas, con nuestro mundo interior, con los demás y con el contexto. Realizamos prácticas de respiración consciente y visualizaciones, y luego bordamos en silencio dejando fluir imágenes y colores desde un estado de serenidad y de paz.

16


Algunas fuerzas individuales que hemos abordado en los talleres con niñas, niños, madres y abuelas de la Parroquia de Cotogchoa son: • Primera fuerza: YO PERTENEZCO (yo soy acogido/a, yo estoy protegido/a). • Segunda fuerza: YO QUIERO (yo enfoco mi atención en lo más importante, en lo prioritario, en lo que construye mi vida). •

Tercera fuerza: YO PUEDO (yo logro mis metas).

• Cuarta fuerza: YO AMO (yo me pongo en tu lugar y te valoro. Yo reconozco mis emociones, yo sé cuidar de mí mismo/a). • Quinta fuerza: YO ME EXPRESO (yo me escucho a mí mismo/a, escucho a los demás y soy escuchado/a). • Sexta fuerza: YO TOMO CONCIENCIA (yo me observo, yo me doy cuenta, yo cultivo mi intuición). • Séptima fuerza: YO ME CONECTO CON MI MUNDO INTERIOR a través de la gratitud, la alegría y la esperanza.

17


Hemos identificado importantes fuerzas individuales, pero también hemos valorado las fuerzas construidas colectivamente. Sabemos que una poderosa fuerza es el reconocimiento de nuestra pertenencia a una colectividad que conoce sus necesidades y que actúa en búsqueda de la solución de sus problemas, que trabajamos desde la solidaridad y el servicio, y que nuestro afán es construir comunidades de paz y de respeto a la diversidad.

18


La tercera comunidad: hermanas de claustro Para la obra TEJIDO fueron invitadas religiosas del Monasterio de Concepcionistas Franciscanas de Quito y hermanas del Monasterio de Santa Clara. En este proyecto artístico deseo entrelazar el bordado de hombres y mujeres del mundo externo con el bordado de personas que han consagrado su vida a la oración. En algunas comunidades religiosas se ha mantenido la tradición del bordado como una forma de interiorización y de plegaria6. Sus oraciones son una red sutil de amor y de compasión que sostiene el balance del mundo y los bordados hechos por estas personas son, simbólicamente, esa red de luz. He pasado unos días en el Monasterio de las hermanas Trapenses, en Esmeraldas, y en el Monasterio de los monjes de la misma Orden en Salcedo, para participar, de alguna manera, en el misterio de una vida contemplativa en la que la cotidianidad transcurre a través de la oración, la soledad y el silencio.

6 Así lo mostró la exposición realizada en el mes de diciembre del 2014 en el Monasterio del Carmen Bajo, en Quito.

19


La cuarta comunidad la componen mujeres de ciudades de Ecuador, Colombia, Chile, Argentina, Brasil, Perú, Cuba. Y la quinta comunidad está formada por mujeres de Canadá, Estados Unidos, Francia, Suiza, Italia, Austria y China La invitación a estas comunidades tiene como referencia el mito de Ariadna y la idea de que un grupo de mujeres pueda crear algo colectivamente, aunque cada una permanezca en su propio espacio, en geografías a veces lejanas. Lo fundamental es el proceso mediante el cual las mujeres identifican sus propias fuerzas y entran en conexión con ellas mientras bordan en silencio. Elaborado de esta manera, el bordado se convierte en un acto meditativo, que invita a dejarse guiar libremente por la intuición, en contacto con la más profunda creatividad, dejando que fluyan las formas y los colores. He pensado en los bordados como el registro de nuestras victorias (De Botton, 2014), de nuestra fuerza y de nuestra libertad interior; como un poderoso símbolo, tal como lo relata el mito de Ariadna, de la necesidad que tiene el mundo de una cooperación entre lo masculino y lo femenino. Esto demanda una nueva comprensión y un nuevo desarrollo de lo femenino tanto en hombres como en mujeres.

20


21


22


Lo femenino y lo masculino son opuestos interdependientes que estĂĄn en un continuo equilibrio en movimiento. Es la fuerza de lo femenino la que permite a lo masculino salir del laberinto, pues si bien es Teseo quien mata al Minotauro, sin la ayuda de Ariadna no podrĂ­a salir del laberinto.

23


En la sexta comunidad estĂĄn los hombres tejedores

Participan artistas y arquitectos, quienes aceptaron con entusiasmo el reto de trabajar en una tĂŠcnica que tradicionalmente y culturalmente desconocen. El impulso que ellos recibieron fue: Ariadna le entrega a Teseo un hilo que le permite entrar en el laberinto, matar al Minotauro y encontrar el camino de retorno. Teseo consigue salir del laberinto, lo que antes nadie habĂ­a logrado. Este mito, como todos los mitos, tiene la riqueza y la complejidad de interpelarnos profundamente.

24


25


Las mujeres amazónicas: la séptima comunidad A diferencia de las anteriores, esta comunidad recibirá mi homenaje por la fuerza expresada por las ciento cincuenta mujeres amazónicas que en octubre del 2013 caminaron desde sus territorios hasta Quito (219 km). Fue una marcha en defensa de la naturaleza y de la vida. Estas mujeres fueron un ejemplo de fuerza y decisión para todo el país. Este homenaje se plasma en una obra elaborada con cortezas del weowe (en waorani), un árbol de la región de Yasuní. Su ejecución supuso un paciente proceso de desprendimiento de capas sucesivas, que fueron tornándose en delgados hilos… Se diría un bordado maravilloso encontrado en la naturaleza, esa matriz que nos sostiene, nos nutre y nos cobija. Para realizar esta obra era necesario visitar el Yasuní. Precisamente, para tejer una red comunitaria, a partir de los años 90 he venido realizando estos talleres en las tres regiones continentales del Ecuador. Con este objetivo, a lo largo de los años, he tenido la oportunidad de visitar varias comunidades shuaras. En mayo del 2015, gracias a una invitación de la Estación Científica Yasuní de la PUCE, pude llevar a cabo un taller con niñas, niños y mujeres de comunidades waoranis.

26


27


En este viaje al Yasuní tuve la suerte de conversar con Alicia Cahuiya, Vicepresidenta de la Nawe (Nacionalidades Waoranis Ecuatorianas), quien en octubre de 2013 presentó ante la Asamblea Nacional un discurso en el que exponía las necesidades y dificultades de supervivencia de su pueblo. Y fue una de las mujeres que participó como líder en la marcha en defensa de la naturaleza y de la vida. El taller en esta zona fue una ocasión para compartir la gozosa experiencia de la construcción de sikulis. La realización de los sikulis es una práctica espiritual y contemplativa muy antigua de muchos pueblos indígenas de las Américas. Los Huicholi, indígenas del oeste de México, les han dado este nombre que significa “el poder de ver y comprender cosas desconocidas”. Los sikulis son objetos ceremoniales que tradicionalmente han sido creados como una forma de plegaria. Son tejidos con lanas de colores, en palos delgados de madera, unidos en forma de cruz o de estrella. Su construcción colectiva favorece la conexión del grupo y su sentido de pertenencia7. Esta actividad fue compartida por un grupo mayoritariamente de mujeres, niñas y niños de Timpoka, Ganketapare y Guiyero. Primero construimos los sikulis con lanas de una gama muy variada de colores y posteriormente con palos de chonta y chambira pintada con tintes naturales. Avanzada la 7 Recuperado de http://es.wikipedia.org/wiki/Huichol el 26 de mayo del 2015.

28


29


semana les comenté sobre el proyecto TEJIDO y les pregunté si les gustaría bordar sobre tela, pues es una técnica que no conocen. El grupo estuvo encantado de experimentar con hilos, colores, telas y agujas. Así realizaron los bordados mientras cantaban las historias de su pueblo, aprendidas de sus abuelas y abuelos. Después de estas jornadas me enseñaron a tejer sus canastos y shigras. Al final de la tarde del último día, una de las mujeres se levantó, pintó mi cara y la de las otras mujeres. Enseguida fui invitada al medio de una línea formada por todas y empezó una danza ritual acompañada de un canto ancestral. Me agradecían por haber dejado a mi familia para trasladarme hasta su comunidad y compartir con ellas estas riquezas.

30


31




34


La idea de TEJIDO es crear una obra comunitaria que entrelace distintas subjetividades que formen una red abarcadora, en la que cada nodo (cada uno de nosotros) es un fractal que contiene en sĂ­ mismo la totalidad y actĂşa sobre ella. Cada acto provoca el movimiento de toda la red. Al enlazar nuestras vidas en un TEJIDO, desde nuestras fuerzas, edificamos comunidades de paz y de reconocimiento de unos a otros. AsĂ­, dentro de la totalidad, cada integrante de la red tiene una fortaleza interior que sostiene el tejido completo.

35




38


PALOMA SÁNCHEZ ECUADOR

39


BORDANDO SOBRE FIELTRO DE LANA Y SEDA NATURAL En la búsqueda de materiales para hacer los bordados, encontré “el fieltro de lana”, un material cálido, lleno de sol, vida y movimiento. Desde el principio supe que quería ir más allá de la superficie plana; tenía la necesidad de sentir con mis manos cada forma, contorno, relieve, hueco que iba creando. Con agua caliente y jabón natural de oliva fui masajeando el fieltro de lana junto con la seda natural, para luego envolverlo con la ayuda de una estera de palitos de madera y realizar el frotamiento hasta conseguir un tejido entrelazado de fibras de lana e hilos de colores. El sentir permanentemente, en ese hilo rojo, la energía de todas esas mujeres juntadas en este hermoso recorrido, dio a cada bordado la fuerza y el deseo de existir.

40


41


I La humedad del comienzo Isla de Lokrum (situada cerca de Dubrovnik) Croacia 31.08.2007 Sumergida en una de las formas más tempranas del procesamiento de tejido que se conoce: “el fieltro de lana”, cerré mis ojos y visualicé una espiral formada por pequeñas plumas rojas que giraban muy despacio sin perder forma y dirección; fue en ese instante cuando empecé con mi primer bordado, que luego sería como un “amuleto de impulso”, que acompañaría el proceso de mi trabajo. El encuentro de una pluma muy pequeña de colores brillantes (verde, turquesa, azul, naranja) nos llevó a Tomislav y a mí, a recorrer los relieves de unas ruinas, donde siglos antes había existido un monasterio de franciscanos; ahora la naturaleza lo vestía de sonidos de mar, humedad y flores. En nuestro camino hacia el mar nos encontramos con una familia de pavos reales de todas las edades, que caminaban juntos sobre las rocas mostrándonos sus brillantes plumajes. En ese momento me imaginé vestida y protegida por ese brillante plumaje abrazador y secreto.

42


43


II Salto al silencio Sobre las rocas calientes los cuerpos descansan, se acarician, se muestran como son. Alrededor, un horizonte amplio contiene al mar; la luz: un tejido transparente que flota caliente sobre la piel. En lo alto de la roca, miro al cielo, respiro profundamente y salto. Adentro abro los ojos. ¡Sigo viva!, puedo mirar en la superficie la luz que se proyecta clara y segura, pero yo quiero ir más hondo entre las rocas que me enseñan un camino. Siento mi cuerpo liviano y muy ágil; el miedo se ha ido.

44


45


III Ligera luz Isla de Lopud (situada en las cercanías de Dubronik) Croacia 2.08.2007 Recuerdo claramente esa sensación de lo desconocido, de lo que irá apareciendo con el tiempo. Camino junto a Tomislav y a sus padres por un bosque cubierto por un tejido de hojas, ramas, raíces, nidos e insectos. El cielo apenas se puede ver; la luz se filtra poco a poco, unas veces con más intensidad que otras. Nadie sabe el tiempo que nos tomará llegar al mar; no escucho todavía su sonido. Mientras camino observo y tomo muchas fotos pensando que quizás nunca volveré a ver estos colores y formas bellas. De repente un hueco enorme en el tejido nos mostró el mar. Ya solo quedaban unos pasitos. Las montañas de un verde intenso nos abrazaban…

46


47


IV Piedras sonoras y líneas del tiempo Mirando las líneas de la piel, delgadas, gruesas, profundas o muy finas, fui amasando y formando líneas de lana que al mismo tiempo se entrelazaban y formaban parte de otro tejido. En el centro un verde latente; del otro lado un espiral bordado con plumas rojas en movimiento. Pensé en la vitalidad del amor y el tiempo transcurrido, en la distancia y en la cercanía.

48


49


50


51


V Respirar desde adentro, las flores bailando en lo profundo Los colores serían azul y turquesa. La sensación: el placer que da el poder plasmar en formas las imágenes que mis ojos retenían y no querían olvidar. Así nació este quinto bordado, nada planificado, solo el deseo de que permanezca. Al final, mis pequeñas y grandes flores azules flotando en la superficie, ¡no lo podía creer, había terminado!

52


53


54


55


VI Amatista, a través de tu piel se proyecta el color Con una amatista en la mano, empecé a dar movimiento y forma a mi sexto bordado. Todo surgió sin pensarlo. Con un ritmo muy suave, el tejido aparecía, seguro en sus formas y libre como las líneas que el tiempo deja sobre la piel.

56


57


VII En lo blanco, apenas se ve el color Este bordado lo deseaba completamente blanco, pero los colores saltaron formando parte de la superficie, que luego ser铆a cubierta por una capa muy fina de luz. Al final, el sol ya no estaba tan presente como antes; el cambio de estaci贸n se precipitaba.

58


59


60


Quiero agradecerte profundamente, Pilar, por la amistad, el cariño y la presencia permanente durante este bello recorrido. Por medio de ese hilo rojo, con el que nos manteníamos unidas en este viaje hacia los tejidos y la creatividad aprendí muchísimo sobre el valor de la amistad y la libertad. Durante el proceso de este maravilloso proyecto, he conocido nuevos materiales y amistades, con las que ahora comparto un espacio de creación de vestuario y objetos de arte.

Paloma Sánchez Villamarín

61


62


Sebastiรกn Calero ECUADOR

63


Antes de nada descifrar la informaci贸n. La piel es delicada, sana, y sin manchas, una malla deformable de filamentos. Tan sutil, y tan fr谩gil. Los bordes: imperfectos, casi desintegrados y sin control. El hilo es largo, rojo cabaret y sin censura. La aguja es fr铆a, delicada y utilitaria. La mano es equilibrio, paciencia y conducci贸n.

64


65


66


67


El lienzo vacío se traduce a un recuerdo borroso y fugaz. Apenas tenía siete años y lanzábamos piedras hacia una gran ciénaga. A casi veinte metros y sin previo aviso, una roca mediana impactó mi frente y la agrietó. Mi tía Alicia controló la situación. Una membrana blanca de huevo cicatrizó mi herida, mientras un color rojo corría tímidamente. La geografía de mi piel.

68


69


El hilo y la aguja me ayudan a dibujar de otra manera. La aguja ahora es parte de mi mano. Es un pequeĂąo dispositivo, un injerto fino y venenoso capaz de construir lentamente mis ideas. El momento en que su punta penetra en el suave tejido, entrelazo cronologĂ­as, imagino topografĂ­as y construyo pensamientos.

70


71


El punto y la línea son mis mecanismos de intervención. Me obsesiona la intensidad y densidad de su repetición. Son la semilla, el reflejo, el mal carácter que inconscientemente aparece y desaparece en uno mismo. Poco a poco colonizan vacíos, provocan geografías y delimitan fronteras.

72


73


Por un momento sentirse una hormiga y caminar libremente por las diferentes micro llanuras del lienzo. Sin pensar, trazar caminos largos, cortos, borrosos e imperfectos. Llegar a pasajes sin salida y caminar por un subterrรกneo imaginario. Escalar grandes grietas y atravesar filtros.

74


75


LĂ­mites imprecisos entre materialidad e inmaterialidad. Un corsĂŠ que encierra pliegues y pieles. No hay lugar ni tiempo. Intersecciones que pueden durar un minuto o un segundo.

76


77


Instrucciones que se construyen y se borran. Arrugar completamente el lienzo y disfrutar de este silencioso crujido. Examinar todas las líneas principales y secundarias. Analizar la gran geografía llena de accidentes, topografías y microescalas. Entrelazar puntos y líneas. Desarmar quirúrgicamente la tensión del tejido para descifrar reacciones y provocaciones.

78


79


80


OTRAS TEJEdoRAS Y TEJEDORES

81


AnAnDA LIZ Jテ,omE

82


83


TaNIA GUAlOtu単a

84


85


BERNAdette GermaNI

86


87


Anthony PAca

88


89


JohaNA ERReyes

90


91


LUISAnA Ereyes

92


93


GIaDa LusaRDI

94


95


AnibaL GarcĂ­a

96


97


MArCelo Aguirre

98


99


Yero Kaiga

100


101


DaYaNA RIVERA

102


103


MaRTA FORERO

104


105


PatRiCIA CaRRERA

106


107


MArIna Ord贸帽ez

108


109


Ă‘aware Awa

110


111


AlexaNDRA PUGA

112


113


PAmELA SuASTI

114


115


VERONICA SeRRANO

116


117


PILAR FLORES Homenaje a las mujeres Amaz贸nicas

118


119


120


121


RoxaNA Vélez

122


123


LAura NaRVaEz

124


125


VaLERIA BURGos

126


127


AguĂ­ Omene

128


129


Religiosas del Monasterio de Concepcionistas Franciscanas de Quito

130


131


VerÓnica Holguín

132


133


PAULINA TOp贸n

134


135


ROxana Vélez

136


137


Mónica LÓpez

138


139


VIVIaNA BERMElLO

140


141


Mercedes Cordero

142


143


Hermanas del Monasterio de Santa Clara

144


145


Christa Kuderna

146


147


Hermanas del Monasterio de Santa Clara

148


149


Ana MaRÍa RomERo

150


151


Ver贸nica NaCIMBA

152


153


CAMILA MOLESTINA

154


155


AndrĂŠs Silva

156


157


AlexaNdra PUGA

158


159


VaLeria BurgOS

160


161


MaRÍa De Lourdes Rodríguez

162


163


JUAn CaRlos GonzรกleZ

164


165


EkatERINA Armijos

166


167


EkatERINA Armijos

168


169


DaNiela NaRANJO

170


171


DaNiela NaRANJO

172


173


PAoLa Top贸n

174


175


JuaN PaBlo PรกeZ

176


177


Religiosas del Monasterio de Concepcionistas Franciscanas de Quito

178


179


VERÓNICA NAcimba

180


181


CARMEN Lucía RivaDeneira

182


183


Ver贸nica SErRANO

184


185


MaRCELO AguiRRE

186


187


Ver贸nica Bed贸n

188


189


VIVIAna BermELlO

190


191


BeLén Ortíz

192


193


Ver贸nica Serrano

194


195


Roberto Vega

196


197


Roberto Vega

198


199


LINda VaLdes

200


201


DaNIEL Moreno F.

202


203


Catherine Robichaud

204


205


206


CYNTHIA MaCÍAS CHILE

207


paño 1 NACIMIENTO Divinidades emergen de la muerte, todos mis muertxs viven en mí. paño 2 TRENZAS Unión del pensamiento i el corazón. paño 3 TRENZAS Una trenza larga, muy larga, que destejo i vuelvo a tejer pa’ soltar las penas. paño 4 CORAZÓN Hinchado, sangriento i palpitante. paño 5 FLORECIMIENTO Finas hierbas pal’ alma, conocimiento ancestral de las mujeres. paño 6 COGOLLO DE TORONJIL Pa’ la melancolía existencial. paño 7 COSECHA Sacar pa’ fuera.

208


209


210


211


212


213


214


BARBARA SUDHEIMER SUIZA

215


POST-SCRIPTUM I Desde el inicio, estaba claro para mí que bordaría solo con hilo rojo. Primero compré el hilo, luego la tela. En realidad, yo no sé bordar y tengo muy poco tiempo disponible (un niño pequeño, trabajo, quehaceres en casa, canto…). Me fijé un límite temporal: una hora por “tela” o “cuadro”, sin considerar el tiempo que necesitaba para entrar en el espíritu de este trabajo, olvidar todo lo demás, centrarme… En realidad, he necesitado alrededor de dos horas por tela aproximadamente. En su mayoría, las notas que siguen fueron redactadas apenas concluida la tela.

216


217


I ESPIRAL 27.07.2007 Sentada a orillas del río. (Mi marido cuida a N., nuestro hijo, quien está haciendo la siesta). Al principio: pequeños puntos, como sobre el propio terreno. Después el movimiento se acelera, se amplifica. Se instaura un ritmo, un impulso. Cuando veo que me quedan 15 minutos, comienzo a acelerar, a dejarme tomar por el movimiento, por el ritmo. Sé que vendrá el momento en el que voy a saltar fuera de la tela, donde no habrá nada. Espero ese momento con impaciencia y excitación. ¡Vivir! Y de pronto, ¡puf!, estoy fuera del marco. Ningún soporte. Salto al vacío. Al fin libre. Libre. Libre. Apertura. Ya no siento que debo cumplir un deber… ¿Será que me demoro porque tengo la impresión de tener tiempo de sobra? Me descubro en las pequeñas puntadas, en el entrecruzado del bordado. Me duele la cabeza. Mucha concentración.

218


219


II PIES Y MANOS 1.08.2007 (Día feriado, fiesta nacional suiza) En Crésuz (un pueblo en la montaña). Sentada en un banco en el campo. (Mi marido cuida a N., quien hace su siesta). Recostada, disfruto de una pequeña relajación; me preparo para bordar. Una vez instalada en este lugar, me sorprendió la abundancia, la lujuria, casi el caos. Hierbas, hojas, insectos, flores… todo en plenitud. Apenas se distingue, entre las hojas, la campana de la iglesia del pueblo vecino. Pienso en esto que veo, podría también ser un tema específico, con sus lados positivos y aquellos que lo son menos: indecisión, dispersión, caos, dificultad para focalizar. Había pensado como segunda fuerza en el cuerpo entero y en la energía que siento circular en mis manos y en mis pies. No sé cómo realizarlo concretamente. No tengo ganas de dibujar en la tela… Me masajeo los pies, siento mis manos, y de pronto tengo un impulso: tomo la tela cuadrada, la tengo entre mis manos. Le transmito esta energía; la impregno de ella. Después, con la tela, acaricio mis pies, y finalmente coloco la tela entre mis pies. Comienzo entonces a bordar siguiendo los contornos de mi pie derecho, en la posición de loto. Trazo enseguida mi mano izquierda, utilizando solo una mano para cambiar de hilo. Dudo, no sé si seguir, temo por la legibilidad de la obra. Decido continuar, de lo contrario me siento incompleta. Hago la mano derecha bordando con la mano izquierda. Para mi sorpresa, mi mano izquierda se las arregla bastante bien. Se muestra mucho más suelta que la derecha. Tal vez su ritmo pausado la hace más tierna, lleva la aguja como una caricia por los contornos del pie. Un (re)descubrimiento. Me gusta crear de esta manera. “¿Soy artista?”, me pregunto. En todo caso, una parte de mí desearía serlo y amo hacer este tipo de cosas. Amo la paciencia, la concentración, el abandono de la exigencia de alcanzar la perfección… Sólo importan mis sentimientos y mis capacidades del momento. El resultado es sorprendente: una profusión de puntos… A primera vista uno no distingue ni las manos ni los pies. (Y a segunda vista tampoco. Hay que saberlo y verdaderamente observar bien). Al contrario, lo que aparece es la abundancia de algo: la imagen de lo que me rodea y la que tengo en mí misma. La multiplicidad y la superposición han tapado las pistas, pero las líneas son claras para quien sabe verlas , y todo está ahí… La importancia de HACER. El sentido que se descubre en el acto, como en el trabajo con arcilla. 220


221


III DESENREDANDO LOS HILOS DE MI VIDA 9.09.2007 He terminado de escribir un texto al que he titulado: Desenredando los hilos de mi vida, que comencé antes de las vacaciones, no sé exactamente cuándo. Habla de esta fuerza: la paciencia infinita para desenredar los hilos de mi vida, anudados, embrollados. Un trabajo titánico, humilde y lento: separarlos, y luego considerarlos uno a uno. Cada uno por sí mismo, por lo que es: una parte de mí, de mi historia. Después, reunirlos de nuevo en un tejido, una trenza, un camino armonioso de vida donde cada hebra tiene/encuentra su lugar. Una meta. Una esperanza (¿lejana?). El nacimiento y flujo de este desanudar los hilos de mi vida cobró forma clara de inmediato.

222


223


IV LA VIBRACIÓN CIRCULAR DEL SONIDO 10.09.2007 Es una fuerza que no me pertenece, pero que yo dejo actuar en mí cada vez que realizo “pequeños” sonidos. Siento entonces esta vibración, esta onda sonora circular que me da profundidad que me ahonda, me libera, me suelta, redondea mis ángulos y me armoniza. ¡Si la forma estuviera clara desde el inicio! Mas solo hacia el final de la obra encontré la solución: sentir las vibraciones del sonido me hizo aflojar los hilos más largos, que se habían tornado más rectos por el efecto de la extensión de los puntos. Al ver el resultado, hice lo mismo, retrospectivamente, con todos los puntos (¡menos mal que había dejado suficiente hilo a cada cambio!). ¿Cuál será la quinta fuerza? ¿Humor, amor, la concentración que estoy aprendiendo…?... ¡La creatividad! Sí, pero ¿cómo representarla? Dejar libre la aguja sobre la tela virgen. Un canto para la tela. La danza del hilo y de la aguja.

224


225


V LA FUERZA Y EL PLACER DE LA CREATIVIDAD 11.09.2007 (durante la siesta de N.) Después de las reflexiones del domingo por la noche, el tema estaba claro, mas la forma estaba completamente abierta. ¿Cómo expresar la creatividad? Dejándola decurrir, libre. Ninguna contrariedad, ningún plan inicial. Primero: las ganas de crear un punto, algo con relieve. El resto sigue por sí solo: flor, mariposa, ángel… cada cual verá lo que quiera ver. Después, experimentar otro punto: y una línea nace. Luego, las ganas de retornar. ¿Cómo hacer una vuelta? Abajo convendría una redecilla. ¿Cómo hacer? Reflexiono, dudo si voy o no a buscar un crochet. Finalmente mis dedos hacen de crochet y anudo con el origen, antes de la aparición de las herramientas, cuando el humano no se tenía más que a sí mismo, cuerpo y espíritu, para construir el mundo. Mis dedos enlazan el hilo. Me sumerjo en mis recursos: esos puntos aprendidos cuando era niña, revisitados por la circunstancia y el placer de crear. Tres rondas más tarde, se parece efectivamente a una redecilla. A una flor también. O a piedras. La tela toma forma, vida y sentido poquito a poco. Las únicas guías: el placer, la experimentación, el pensamiento, la inspiración.

226


227


VI VERTICALIDAD 18.09.2007 (Durante la siesta de N.) La fuerza que me tiene en pie, que me une al todo, que hace de mí un canal. La “i”. El hilo del ser. De pie. Toma su lugar dentro de un canal mucho más grande. Trascendencia. He buscado largo tiempo el tema de este sexto bordado. Me parece haber agotado mis fuerzas activas. Llego a aquellas embrionarias. Pienso un momento en el humor, no estoy desprovista de él. Pero ¿cómo representarlo? Dispuse las otras cinco telas y coloqué la tela virgen sobre mi corazón (la última será para el amor) y una más entre mis manos. Como pidiendo claridad, me adormecí sobre la alfombra. No sé cuánto tiempo dormí. Al despertarme, no sabía dónde estaba. Comencé a tirar de un hilo. Era como si yo tuviese la necesidad de añadir una nueva dimensión. Del espacio. Un vacío. Enseguida tiré de otro hilo. Luego coloqué un hilo rojo que se impuso frente a mí. Fino. Extendido entre los dos extremos. Sólo un hilo. Esa conexión que liga lo alto y lo bajo. Ese intermediario, ese canal. Ese pasaje que yo soy. Lo siento particularmente haciendo ciertos ejercicios que me ligan a la dimensión de arriba y a la de abajo; a la tierra y al cielo. Cobra más y más importancia “el plazo” que debo cumplir. Indirectamente, se explica la elección de las soluciones para las últimas telas: sencillas en cuanto a los recursos utilizados. (En realidad debería terminar para mañana, sino perderé cuatro o cinco días, pues no tendré tiempo más tarde…) Traté de realizar mi último bordado la misma tarde, pero no lo conseguí. El tema es el amor. En mi caso, es una fuerza en evolución. La fuerza del corazón. Muy rara vez, todavía actúo movida por ella. A veces, de todas maneras, siento su presencia, y es un inmenso impulso que me lleva y que aplaca las dificultades. Estaba irritada por no llegar a encontrar la forma de expresar esto. Después me dije que aunque no tenía aún un resultado tangible, continuaría haciendo bien esta parte del “ejercicio,” porque todo este tiempo había estado tratando de alcanzar esa fuerza latente en proceso de evolución. Estaba bien adentro. Y ese pensamiento me liberó. Amor y aceptación van de la mano. De golpe, coloqué en fila mis bordados. Miré la hora: era precisamente el momento de despertar a N. de su siesta. Hicimos juntos un pastel y pasamos una bella tarde. Sentí que el amor a la obra procedía de la fuerza de su propia dulzura… Ya veré qué forma toma la tela mañana…???

228


229


VII AMOR 19.09.2007 N. está enfermo. No he bordado. He tratado de imaginar cómo representar esta fuerza del amor. 20.09.2007 N. todavía está enfermo. Me he quedado en casa con él. Durante su siesta, he reflexionado una vez más sobre la manera de representar lo que trato de concebir. Es un día bello. Estoy dentro de casa. De pronto… no me quedo dentro. Salgo al corredor que lleva a la terraza, tomo un poco de material y me siento sobre la tierra. Siento el sol. Suelto la mente que intenta pensar, abstraer. Mis manos toman el encaje de algodón tejido. Yo dejo de hacer. Rápidamente ellas forman una flor. Coloco la flor sobre la tela, hago algunos ensayos y comienzo a fijarla, sin retocar. El centro será rojo. El hilo rojo, los estambres… Contemplo la flor terminada: sí, para mí está terminada, ella expresa muy bien lo que pienso. Esa dulzura inaudita de la fuerza del amor. Esa dulzura que aplana, redondea, calma, apacigua. Esa belleza que se impone suavemente por la mirada del amor. Los estambres rojos: minúsculos, finos, frágiles. Una parte del todo. Estoy en los balbuceos del amor. Comienzan para mí. A veces llego a sentir la plenitud de esa fuerza, a contactarme, a dejarme penetrar por ella. Entonces puedo ofrecerme a los otros, espontáneamente, como una flor, como un regalo que no espera nada. Que está ahí.

230


POST SCRIPTUM II Coloco los bordados uno junto al otro, considerando el ensamble que forman. He finalizado. Maravilloso y extraño ese sentimiento de haber cumplido con la meta. ¡Llegué!!! Sin embargo, dudé mucho cuando recibí la invitación para participar en este proyecto. Estaba fragmentada, desgarrada casi. Tantas cosas por hacer, atrasada: quehaceres en casa, gente que tengo que ver, cartas para escribir… Imposible comprometerme con algo nuevo, cuando casi no alcanzo a hacer lo que tengo en marcha. Algo en mí decía que era justamente ESO lo que yo necesitaba AHORA, tomar ese tiempo para mí, de darme ese lujo. De ir a la fuente, de acudir al descubrimiento y de conectarme nuevamente con mis energías… Que este proyecto caía del cielo y que era una oportunidad que no debía dejar pasar. Esa fue la voz que finalmente escuché. Estoy feliz. Salgo reconfortada. Es como si hubiera recuperado un poco de mi yo profundo que la vida cotidiana desgasta o recubre en el transcurso de los años, y el peso de los “Hay que… Tú debes…” y otros imperativos y obligaciones asumidos en mayor o menor medida. Entonces, un inmenso gracias a Pilar que me ha permitido vivir esta experiencia y a todas las otras mujeres que han participado en el proyecto. El sentir su presencia y su energía a través del correo electrónico me ha sostenido mucho, sobre todo para dar los primeros pasos y empezar. Fue muy bello también sentirse parte de una acción compartida con otras mujeres que trabajaban en la misma dirección. Que ellas reciban aquí el testimonio de mi amistad y de mi respeto.

231


232


CRÉDITOS

233


TEJIDO

Publicación TEJIDO:

Se construye dentro del macro proyecto ESPIRITUALIDADES de Texto del libro TEJIDO: Pilar Flores la Fundación Museos de la Ciudad, Quito-Ecuador. Texto diario de un tejido: Paloma Sánchez (Ecuador), Sebastián Directora Ejecutiva Fundación Museos de la Ciudad: Calero (Ecuador), Cynthia Macías (Chile ) y Barbara Sudheimer (Suiza) María Fernanda Cartagena Corrección de estilo: María Isabel Hayek Curadora de la Exposición ALIENTO, antología de Pilar Flores: Dayana Rivera Diseño del libro: Gonzalo Vargas M. Fotos de los bordados: Gonzalo Vargas M. Pontifícia Universidad Católica del Ecuador Rector: Manuel Corrales Pascual S.J. Vicerrector Pablo Iturralde Ponce Director General Acádemico

Escáner de los bordados: Gonzalo Vargas M. y Pilar Flores Coordinación de la publicación: Pilar Flores Bordado portada: Sebastián Calero Bordado contraportada: Verónica Serrano Bordados que ilustran textos:

Patricia Carrera, pág. 11, 34 y 37. Marina Ordóñez, pág. 13 y 21. Viviana Bermello, pág. 16. Alexandra Puga, pág.16. Paola Topón, pág.16. Religiosas del Monasterio de Concepcionistas Franciscanas Dirección de Formación Continua y Vinculación con la Colec- de Quito, pág. 18. Li Meng, pág. 22. Marcelo Aguirre, pág. 25. tividad Pilar Flores, pág 27. Nanke Irumenga , pág. 29. Ñaware Awa, pág. 31. Carmen Lucía Rivadeneira, pág. 32 y 33. Cristian Cabezas Carlos Acurio Velasco

Coordinadora General de Acción Social Universitaria

Edición de autor

Gabriella Tavella

ISBN: 978-9942-21-246-7

Decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Artes

Quito, 2015.

Alexis Mósquera Rivera Director Carrera de Artes Visuales Jaime Sánchez

La obra TEJIDO fue posible gracias al apoyo de la Pontifícia Universidad Católica del Ecuador, agradecemos de manera muy especial al Doctor Manuel Corrales Pascual S.J., Rector de la PUCE. OBRA DE REFERENCIA: Palimpsesto. La obra TEJIDO toma como referente Palimpsesto, presentada en el Museo de la Ciudad en octubre de 2007.

234


Palimpsesto

TEJIDO

CRÉDITOS:

CRÉDITOS:

Obra a partir de la colaboración con Cecilia Velasco. La instalación 1.- Mujeres de aquí: toma el nombre de su libro de poemas Palimpsesto, el que incluye Patricia Carrera (Ecuador) mis dibujos. Mujeres bordadoras de aquí:

Ekaterina Armijos (Ecuador)

Patricia Carrera

Daniela Naranjo (Ecuador)

Marta Forero

Paloma Sánchez (Ecuador)

Tuca Guerra

Marina Ordoñez (Ecuador)

Marina Ordoñez

Valeria Burgos (Ecuador)

Dayana Rivera

Mercedes Cordero (Ecuador)

Silvia Sánchez

Roxana Vélez (Ecuador)

Paloma Sánchez

Carmen Lucía Rivadeneira (Ecuador) Pamela Suasti (Ecuador)

Mujeres bordadoras de fuera:

Michelle Sarmiento (Ecuador)

Christa Kuderna (Austria)

María de Lourdes Rodríguez (Ecuador)

Anne Moctouris (Suiza)

Claudia Mora (Ecuador)

Catherine Robichaud (Canadá)

Camila Molestina (Ecuador)

Elodie Studler (Francia)

Dayana Rivera (Ecuador)

Barbara Sudheimer (Suiza) Linda Valdes (España-Chile)

Ananda Liz, quien nos acompañó en todo el proceso Palimpsesto siendo solamente una tierna criatura, tiene ahora 8 años y participa con sus propios bordados.

Rosario Vásconez (Estados Unidos-Ecuador)

Cinthia Macías (Chile) Marta Forero (Colombia) Linda Valdes (Chile) Ana María Romero (Perú) Bernardete Germani (Brasil)

235


Yudith Leonarte (Cuba)

PUCE:

Mónica Dazzini (Argentina)

Directora del Laboratorio de los paisajes, hábitat, participación y género: Karina Borja

2.- Mujeres de fuera:

Coordinadora general del proyecto de bordados: Pilar Flores

Giada Lusardi (Italia)

Gobierno Autónomo Descentralizado Parroquial Rural de Cotogchoa: Presidente José Aníbal Loachamín G.

Christa Kuderna (Austria)

Miembros de la Junta Parroquial: Wilson García, Mónica López

Elodie Studler (Francia)

Responsable de la organización FADA-Acción Social: Juan Carlos González

Diane Holliday (Estados Unidos) Barbara Sudheimer (Suiza) Catherine Robichaud (Canadá) Li Meng (China)

Responsable Acción Social de la Carrera de Diseño: Claudia Mora Responsable Acción Social Carrera Artes Visuales: Jenny Jaramillo Apoyo en la organización: Ekaterina Armijos

3.- Madres de claustro: Religiosas del Monasterio de Concepcionistas Franciscanas de Quito y Hermanas del Monasterio de Santa Clara

Taller de mujeres a cargo: Pilar Flores Asistente del taller: Valeria Burgos Preparación materiales para la exposición: Diana Molina Diseño afiche y volantes: Jonathan Trujillo

4.- Mujeres de Cotogchoa: Verónica Serrano, Verónica Nacimba

5.- Niñas y niños de Cotogchoa:

Alexandra Punga

Camila Acuña, Zharik Bermello, Karol Bermello, Iriana Bermello, Carlos Caiza, Abigail Chacon, Yanay Duran, Luisana Ereyes, Johanna Erreyes, Alan Fuentes, Litcy Galarza, Lucia Galarza, Anibal García, Tania Gualotuña, Shirley Llumiquinga, Fernando Loachamin, Tiffany Lugmaña, Lenín Maldonado, Emily Paca, Antony Paca, María Ramos, David Topon, Jonathan Tostahuano, Pamela Vega Caiza, Hugo Vela Caiza, Abigail y Juan Zeindez Sanchez.

Paulina Topón

Diseño de los talleres: Dayana Rivera y Pilar Flores

Paola Topon Verónica Holguín Mónica López

Taller de niños a cargo de: Dayana Rivera, Camila Molestina, Giada Lusardi, Daniela Naranjo

236


Asistentes: Valeria Carrera, Juan Pablo Páez y Alexandra Carrillo

Timpoka, Ganketapare y Guiyero. En especial deseo mencionar a:

Cuidado de los párvulos: Roxana Vélez y Michel Sarmiento

Aguí Omene

Realización de video: Manuel Kingman asistente: Héctor Santos

Nanke Irumenga Yewe Ima

6.- Hombres:

Akawo Ima

Marcelo Aguirre

Okaguinke Awo

Andrés Silva

Kope Nenkimo

Juan Carlos González

Akawo Tokari

Sebastián Calero

Yero Kaiga

Daniel Moreno

Weika Enomenga,

Roberto Vega

Ñaware Awa

Juan Pablo Páez

Sofía Chimbo

7.- Homenaje a mujeres amazónicas: Pilar Flores

Los niños y niñas: Dayamo, Cupe, Momca, Nemkino, Nampa, Roqui, Wewa, Dai, Ati, Dahua, Ahuane y Wawe, quienes participaron con sus padres en los talleres.

El taller en Yasuní fue posible gracias a la invitación de la Estación Agradecimientos: Científica Yasuní de la PUCE. Agradecimientos a las bordadoras y bordadores que tuvieron la conDecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales PUCE: fianza de poner en mis manos sus tesoros. Hugo Navarrete Agradezco a Manuel Corrales Pascual S.J. por su invaluable resDirectora Estación Científica Yasuní (ECY) PUCE: Laura Arcos paldo; a Dayana Rivera y María Isabel Hayek por el enriquecedor apoyo en la construcción de los textos, a Mercedes Cordero por su Director de Planificación ECY- PUCE: Miguel Rodríguez entrañable presencia en los talleres de Cotogchoa, a Marina Ordoñez por sus valiosas observaciones al documento inicial de TEJIDO, Director Administrativo ECY- PUCE: David Lasso a Silvia Ortiz, Fernando Calle, Marta Forero y a María de Lourdes Coordinador Educativo y Comunitario ECY- PUCE: Juan Car- Rodríguez por su apreciable soporte. los Armijos También a: Sara Cacuña, Viviana Bermello, Jessica Topón, Belén Asistente Administrativa ECY – PUCE: M. Cecilia Fernández Ortiz, Vanessa Llumiquinga, Fátima Bermello, Karina Sánchez, Beret Oma Caguana, Verónica Bedón, Jessica Nacimba, Pastora Sánchez, Teresa Paucar, Laura Narváez, Diana Oña, Ivonne Guachamín, DaMi gratitud a Megan Westervelt, Cynthia Macías, Fran Ribba (de niela Caiza. quien aprendí a realizar los sikulis) y a las comunidades waoranis de

237


REFERENCIAS Csikszentmihalyi, M. (2000). Fluir. Barcelona: Editorial Kairós. S.A. De Botton, A. & Armstrong, J. (s/f ). El arte como terapia. PHAIDON Oceano. Dyer, W. (1995). Tu Yo Sagrado. Barcelona: Grijalbo. Garth, M. (1999). El Jardín interior. Barcelona: ONIRO Gawain, S. (1991). Meditaciones. Ejercicios, vizualizaciones para el crecimiento personal. Buenos Aires: Planeta Goleman, D. (2014). FOCUS, el motor oculto de la excelencia. Buenos Aires: Editora Géminis Ltda. Leloup, Jean Ives. El método de oración hesicasta según la enseñanza del P. Serafín del Monte Athos. http://www.abandono.com/maestros/ el-metodo-de-oracion-hesicasta/ Recuperado el 20 de febrero de 2015 Llamazares, A. (2011). Del reloj a la flor de loto. Buenos Aires: Del Nuevo Extremo. Paramahansa Yogananda. (2003). La Paz Interior. Los Angeles: Self Realization Fellowship. Tolle, E. (2006). Practicando el poder del ahora. Barcelona: Gaia Ediciones. Tolle, E. (1997). El poder del ahora. Medellín: Grijalbo. Respira, “estás vivo” Sutra sobre la plena conciencia en la respiración. Recuperado el 30 de abril de 2015 de : http://www.innpulsos. com/2012/12/27/cultiva-la-condicion-interior-del-lider-respira-estas-vivo/

238


239


CLAUDIA MORA


241


242


243


244


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.