Zooespíritus del desierto Exposición gráfica de Beatriz Galván Saldierna
De las sombras del desierto de Coahuila surgen seres mágicos que habitan en las manchas orográficas. Espíritus protectores del desierto, que han cobrado vida a partir de una misteriosa colorimetría generada en la penumbra. La percepción de estos seres proviene quizás de un espejismo producido por las reiteradas y rectas carreteras del paisaje desértico común en el norte del país; probablemente son personajes fantasiosos que han salido del mundo imaginario; o quizás, son realmente seres ancestrales que resguardan esos místicos territorios, criaturas que conservan poderes mitológicos concedidos por sus rasgos animales, y que a su vez, son testigos de las historias de tantos viajeros que han cruzado por esa zona. Los extraños seres han tomado forma aquí mediante la gráfica de Bea Galván, artista originaria de Torreón Coahuila, quien ha buscado el perfeccionamiento de la tradicional técnica de grabado, para luego sumergirse en la experimentación, con la misma curiosidad con que juega un niño, y con la tenacidad de la mujer que es. De esta manera, Bea ha encontrado en la gráfica, la simbiosis perfecta de sus intereses que conforman la creación visual y el conocimiento de
materiales, aunado al comportamiento y a la constitución química de los mismos, puesto que es una curiosa empeñada en saber de qué están hechas las cosas. Así pues, el trabajo creativo de Bea consiste en indagar en el universo de la naturaleza, con gran atracción hacia las plantas y los materiales; evoca al desierto, donde pareciera no haber nada, pero donde ella ha podido encontrar tanto; porque su búsqueda genuina se enfoca en atender a sus dudas existenciales y en encontrar los significados en lo que halla en su entorno, y para ello ha acudido también a elementos de la cultura japonesa, pues ésta le ha permitido ampliar el lenguaje de significados. Si bien, estos zooespíritus que habitan hoy esta galería nos remiten a otros mundos, habría que mirarles fijamente, mirar los detalles de su composición, y permitirnos sentir la cercanía que pueden tener con nosotros mismos y con nuestro entorno. Por Palmira Páramo