Palabrería 4

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...sobre Cultura y otras Curiosidades

Musicoterapia ¿Arte o Medicina?

Año 1 Núm.4 Diciembre de 2011

Música

About a Girl La novela que quería escribir El show total, la interdisciplinariedad We are the Mods


Sin mĂşsica la vida serĂ­a un error. Friedrich Nietzsche


En este número hemos tomado como pretexto al Arte que por medio de sonidos y silencios nos puede llevar por diferentes estados de ánimo, ya sea por la felicidad, la tristeza e inclusive -dependiendo del intérpretehacernos sentir náuseas. Gracias a Juan Vargas, Alan Rodríguez, Guadalupe Mendoza, Nicola Mariani, Juan Carlos Najar, Marc Benito, Ramón Corona, Aurora Aroca, Adriana Pérez, Pedro Reyes y a mi Merchu por su apoyo para la edición de esta revista. Sobre la portada, de la opera rock Quadrophenia, escrita por Pete Townshend. Diseño y Edición Tonatiuh Tenopala Brand Inc. tonatiuh@brandinc.com.mx


La Musicoterapia, ¿Arte o medicina? por Juan Vargas Su respiración era agitada y corta, sus pulmones se expandían tratando de jalar más aire, sin embargo no respondían, y la falta de aire en el cerebro excitaban al máximo sus neuronas, la sinapsis estaba al tope y el sistema nervioso central de Katy le indicaba que estaba en problemas. Katy había llegado a su oficina, y mientras se sentaba, abría el cajón de su escritorio y saco una caja cuadrada que parecía un medicamento, apresuradamente saco de la caja una especie de pastilla gigante y la introdujo en el cd de la computadora, después de 30 segundos apareció en la pantalla de su computadora un directorio, que decía: Dolor de cabeza por migraña, Diabetes, Presión arterial, Estrés, Padecimientos del corazón, Dolor de estomago, Pulmonía…. Katy, recorrió rápidamente la lista y selecciono estrés, inmediatamente se escucho una melodía con sonidos de naturaleza, agua, canto de pájaros, aire y sonidos del bosque, Katy, se recostó sobre su silla. Cerró los ojos y respiro profundamente, su respiración era con tiempos más largos y profundos, sus neuronas disminuyeron su excitación y su sistema nervioso entro en un ritmo musical que propicio una profunda calma que afecto inmediatamente los latidos de su corazón, la tranquilidad volvió a su ser después de escuchar la melodía que terminaba tras 3 minutos de profunda y rítmica tranquilidad.. Katy, tomo 3 respiraciones profundas, abrió sus ojos, estaba conectada nuevamente a sí misma, tomo nuevamente el mouse, eligió otra opción de su medicina musical y se dispuso a seguir trabajando, el estrés que vivió minutos antes en una junta con su jefe había sido controlado. Ha sido comprobado que escuchar música es una de las técnicas más fáciles y prácticas para eliminar el estrés. La música es un significativo método terapéutico para restablecer los estados de ánimo y los


niveles energéticos que se producen y se reflejan físicamente. Todo el sistema energético humano está influenciado por sonidos los centros del cuerpo (chakras) responden específicamente a ciertos tonos y frecuencias. La música influye sobre el ritmo respiratorio, la presión arterial, las contracciones estomacales y los niveles hormonales. Los ritmos cardíacos se aceleran o se vuelven más lentos de forma tal que se sincronizan con los ritmos musicales. Incluso la música puede alterar los ritmos eléctricos de nuestro cerebro. Es un hecho que la música tiene algún efecto positivo sobre nuestro sistema nervioso al activar ciertas vías neurológicas. La música actúa como una distracción. Se sabe que la distracción puede tener efectos favorables sobre la percepción del dolor. La música puede distraernos y apartar nuestra atención de eventos desagradables, y aparentemente también tiene la capacidad de evocar sentimientos y estados de ánimo que pueden ser de gran ayuda para controlar no sólo el dolor sino el temor y la ansiedad que le acompañan y que exacerban la percepción dolorosa, muchas enfermedades tienen su origen en el cerebro y luego se trasmiten a una parte del cuerpo, con la musicoterapia se intenta hacer llegar al cerebro estímulos que le conlleven a una relajación o anulación de los que producen la enfermedad. Muchos expertos en musicoterapia opinan que el ritmo de la música es el que genera un efecto calmante, aunque no seamos consientes de ello, este efecto obedece a que muy probablemente cuando estuvimos en el vientre de nuestra madre fuimos influenciados por sus latidos cardiacos, es por esto que respondemos a la música relajante en etapas posteriores en la vida, tal vez asociando el efecto de los sonidos con un sentido de protección y relajación. La musicoterapia es una técnica terapéutica que utiliza la música en todas sus formas con participación activa o receptiva de parte del paciente, el cual sabe reconocer cuando una canción le parece alegre o triste, en esa asociación de música ánimo es donde surge la aplicación de la musicoterapia para curar diversos problemas de salud. La historia de la musicoterapia se traslada a las civilizaciones más antiguas conocidas, de hecho, podría decirse que desde el nacimiento del hombre en sociedad, la música ha sido utilizada como terapia, aunque al inicio no se le considerase de esa manera. Como ejemplos tenemos los ritos religiosos, la madre que le canta a su bebé para calmarlo cuando está enfermo, los pacientes con atrofias cerebrales o amnesia que pueden recuperar los recuerdos al escuchar un tipo de música en especial. Grandes pensadores de la antigua Grecia hablaban ya de la música como parte del universo, la sincronización planetaria y la armonía en el alma del hombre; hombres como Aristóteles o Platón ayudaron a que los fundamentos de la musicoterapia fueran dados en Grecia, pero desde 1940 se utiliza como una forma de medicina alternativa con efectos fisiológicos, afectivos y mentales, aplicándose fundamentalmente en


desequilibrios nerviosos, influye positivamente sobre corazón, pulmones , adiciones, y muchas más enfermedades. El definir la musicoterapia implica dar los límites y objetivos que persigue está ciencia, y que aún hoy por hoy son algo difusos debido a su carácter transdisciplinario. Está relacionada con disciplinas de la música (Psicología de la música, Educación musical, biología de la música,...) y de la terapia ( Psiquiatría, psicología, medicina, terapia de la comunicación y del habla,...). La música es el arte de organizar los sonidos en el tiempo y sus variados componentes físicos y experienciales, para el propósito de crear e interpretar las formas expresivas que elaboran o dan significado a la experiencia de la vida humana. La música dentro de la musicoterapia se concibe de una manera muy amplia. Se le define como el agente primario de la terapia. Además hay que decir que no sólo se usa la música como tal si no también los sonidos, las vibraciones musicales y demás formas de energía que ellos crean. Entonces se puede afirmar que la musicoterapia da a la música flexibilidad. Para entender los efectos de la música en los procesos de sanación del cuerpo es importante precisar que no toda la música tiene los mismos efectos sobre el cerebro, por lo que la importancia de estudiar la estructura de la música para estos efectos, ha sido importante, pues la música es una de las bellas artes más difundidas y con mayor capacidad de comunicación, es la forma mas antigua de expresión es un lenguaje universal, que surge con la misma palara hablada, y una forma de terapia para el compositor , para el intérprete y para el oyente. Dentro de la música el ritmo, es un elemento básico y potente en la música, es el estímulo orientador de procesos psicomotores que promueven la ejecución de movimientos controlados: desplazamientos para tomar conciencia del espacio vivenciados a través del mismo cuerpo; sin embargo el canto armónico es la herramienta más poderosa del sonido, a través de nuestras propias voces, podemos proyectar a la parte enferma la frecuencia de resonancia correcta, y devolver su frecuencia normal, los catos tibetanos son una muestra de ello. Algunas de las obras musicales más usadas para aplicar terapias de sanación se encuentran: Para Insomnio: Nocturnos de Chopin (op. 9 n.º 3; op. 15 n.º 22; op. 32 n.º 1; op. 62 n.º 1) Preludio para la siesta de un Fauno de Debussy Canon en Re de Pachelbel Hipertensión: Las cuatro estaciones de Vivaldi Serenata nº13 en Sol Mayor de Mozart Depresión: Concierto para piano nº5 de Rachmaninov


Música acuática de Haendel Concierto para violín de Beethoven Sinfonía nº8 de Dvorak Ansiedad: Concierto de Aranjuez de Rodrigo Las cuatro estaciones de Vivaldi La sinfonía Linz, k425 de Mozart Dolor de Cabeza: Sueño de Amor de Listz Serenata de Schubert Himno al Sol de Rimsky-Korsakov Dolor de estómago: Música para la Mesa de Telemann Concierto de Arpa de Haendel Concierto de oboe de Vivaldi Energéticas: La suite Karalia de Sibelius Serenata de Cuerdas (op. 48) de Tschaikowsky Obertura de Guillermo Tell de Rossini La música no sólo tiene un efecto psicológico en el hombre, se ha demostrado que influye también en los estados de los animales y plantas. A continuación comento unos datos que encontré en relación a esto. Un agricultor en Illinois (Estados Unidos) plantaba dos campos de maíz con igual condicione de fertilidad, humedad y temperatura, pero sometía a uno de sus campos a música las 24 horas del día. Después de un cierto tiempo se comprobó que el maíz con la música ha germinado más rápidamente, ha conseguido más peso cada grano y el rendimiento era mayor. También se pudo ver que las plantas que se encontraban más cerca de los altavoces eran las más afectadas. El éxito era tan grande que actualmente en Canadá se utiliza música para los campos de agricultura y se observa que las vibraciones de la música también destruyen un microorganismo (parásito) que ataca al maíz. En la medicina veterinaria se ha descubierto que a las vacas les gusta la música de Mozart y al contrario cuando escuchan Wagner o jazz disminuía la producción de leche. En un centro de estudios en Illinois se ha demostrado que el rendimiento de las vacas disminuía o era nulo cerca de los aeropuertos o por donde pasan habitualmente aviones, a causa de los ruidos. ¡Espero este tema les haya gustado y lo puedan aplicar a su vida¡


Música

por Edgar Alan Rodríguez Castillo Amante de la música

¿Alguna vez se han preguntado que tanto influye la música en nosotros? Yo tampoco lo había hecho hasta hace poco y no pude llegar a una conclusión concreta, tan solo pude plasmar mi teoría con la cual hasta hoy en día vivo. Yo creo que cualquiera podría decir que no es tan importante, pero esta en un error, prácticamente la vida es música y así mismo la música es vida, es algo recíproco, pues inconcientemente vivimos dentro de un reproductor de música, no solo eso, dentro de una partitura, caminamos y saltamos por la vida sobre corcheas y demás, sobre ondas de sonido, nuestro cuerpo no es otra nota más de la pieza de nuestras vidas, es la clave de donde parte todo. De hecho he llegado a pensar que vivimos gracias a la música, es parte esencial de nuestro existir, es como otro órgano de nuestro cuerpo que vive separado de el. Claro, gustos hay de chile y de dulce, pero sigue siendo música. Sin ella no seríamos nada, sin ella no estaría yo aquí, escribiendo esto, sin ella no podríamos ser quien somos desde otro punto de vista pues gracias a la música podemos expresar quienes somos y cómo somos desde otro punto de vista, con otra manera más interactiva, más divertida. La música llego como pirata a una nueva isla al mundo, vino a salvarnos.


Para que se den una idea de lo que mรกs amo hacer www.facebook.com/suchislifemx


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About a Girl por Guadalupe Mendoza Toraya

A partir de los 60’, el sexo femenino incursiona en varios aspectos de la sociedad mexicana, uno de ellos es el mundo del rock, donde las mujeres dejan de ser las musas inspiradoras de los grandes rockeros, para convertirse en las grandes compositoras e intérpretes. Sin embargo, para que la imagen y música de la “rockera mexicana” fuera lo que conocemos hoy, tuvo que pasar por grandes cambios y tranformaciones que seguramente seguirán aun durante las próximas décadas. El antecedente obligado del rock femenino durante los 60’s, sin duda son aquellas actrices que empezaron cantando versiones en español de éxitos en inglés, dónde se tocaban temas como el del novio ideal, el amor y el casamiento; donde la mujer era representada por adolescentes tiernas, simpáticas y conservadoras. Como olvidar a la “Novia de México” Angélica María con su famoso “Eddy Eddy”, así como a las Hermanitas Jiménez o los grupos formados por jóvenes en minifalda como el de “Las Chic’s”, conjunto donde se cuenta estuvo un tiempo María Antonieta de las Nieves, antes de convertirse en la famosa Chilindrina. Sin embargo, a finales de los 60’s llega un grupo de jóvenes influenciasdos por músicos como James Brown, The Beatles y The Rolling Stones (por mencionar algunos), lo cual se refleja en que la mayoría de sus canciones serán interpretadas en inglés. De este grupo de músicos, surge una mujer que reformaría la imagen de la rockera: María Esther Nuñez, mejor conocida como “Baby Bátiz”. Es desde este momento hasta nuestros días, cuando van surgiendo figuras femeninas que marcarán la historia del rock en México. En este texto haremos un pequeño recuento sólo de algunas de las mujeres que han incursionado en el mundo del rock sin olvidar a todas aquellas que no aparecen en estos párrafos y que contribuyen día a día a que en un momento ya no importe el sexo de quien esté arriba del escenario, sino el talento.


BABY BÁTIZ: La voz ácida del rhythm & blues Baby Bátiz, hermana de Javier Bátiz, junto con otras mujeres de esta generación como Marisela Durazo y Mayita Campos, traen a la ciudad de México el gusto por el rhythm & blues y el soul. Esta cantante se distingue por su potente voz, además de romper con la imagen de la adolescente tierna y conservadora que hasta entonces se tenía de la mujer rockera. Baby Bátiz cuenta con el record de tocadas realizadas en este país y actualmente sigue cantando, en el 2003 lanzó un disco en vivo en el Monumento a la Revolución. Durante los 70’s, gracias al explendor de los mivimientos sociales, las rockeras compondrán canciones con una gran carga social, es el caso de Margarita Bauche por ejemplo, la cual hasta nuestros días se encuantra inmiscuida en proyectos sociales. A partir de 1980, las mujeres dejan de parecer las niñas tiernas para convertirse en mujeres atrevidas, cuyas letras hablan de sí mismas y sus necesidades, además de reflejar el control que ahora ellas ejercen tanto en su vida cotidiana como en el ámbito sexual. KENNY: La abuelita eléctrica Una de las rockeras que nacen en estos años y cuya imagen atrevida aumenta con el paso de los años es Kenny, esta mujer forma “Kenny y los Eléctricos”, en una época donde la atención al rock en español era nulo por lo que permanecen algunos años sin ser conocidos, además de introducir temas en inglés en su primer material.

Rita Guerrero


Las canciones de este grupo se han caracterizado por sus letras elaboradas, para lo cual basta con ecuchar el disco “Alma Beta” del 2000, donde se nota el constante progreso. Sin embargo, en los útlimos años Kenny se ha hecho notar más por sus excentricidades que por su música; lo cual le ha arrebatado fans, puesto que ¿cuánta credibilidad puede tener la abuelita del rock mexicano vestida como adolescente rebelde mientras opina sobre los chismes del medio artístico?. CECILIA TOUSSAINT: La solista del rock La carrera musical de Cecilia Toussaint comienza desde 1978 cuando formó parte del grupo “La Nopalera” y más tarde se consolida como la más importante solista de rock en español en México. Esta rockera no sólo incursiona en el mundo de la música, sin también en el de la actuación y las artes. RITA GUERRERO: La voz educada del rock Rita Guerrero pertenece a la década de los 90’s, donde las rockeras ya no sólo son cantantes sino también autoras de sus propias letras y melodías. Esta mujer con una inconfundible educación actoral y una gran sensualidad, conquistó al público y se posicionó como una de las mejores voces femeninas.

Ely Guerra


Con Sanata Sabina partició en diversos festivales alrededor del mundo y en 1998 forma el grupo de música antigua “Ensamble Galileo”, que se dedicó a recrear repertorio renacentista, barroco y virreinal. Rita Guerreo muere en 2011, con 46 años a causa de cáncer de mama. ELY GUERRA: El peligro del escenario. Con una voz difícil de confundir, sobre todo para aquellos que se digan amantes del rock en español, Ely Guerra ha logrado colocarse como una de las rockeras más importantes en el mundo musical, alcanzando gran relevancia a nivel nacional e internacional. Desde los 15 años, la regiomontana llegó a la Ciudad de México en busca de su sueño musical, sacando su primer disco dos años después, cuyo título fue simplemente “Ely Guerra”, pero no es hasta unos años más tarde, en 1997 cuando se da a conocer con el disco “Pa’ morirse de amor”, el cual inmortalizaría una de las canciones que hasta la fecha es aclamada por su público en cada uno de los festivales en los que se presenta: “Peligro”. Además de su innegable talento y la dedicación que Ely Guerra le ha brindado a la música, la cantante ha logrado atraer las miradas, debido a sus excéntricos cambios de look, convirtiéndola en una mujer camaleónica, fantasía de rockeros y rockeras; esto debido a su gran sensualidad. Estas mujeres son sólo algunas de todas las que podríamos mencionar en estas páginas, como Julieta Venegas y Las Ultrasónicas, entre otras. Del 2000 para acá, la mujer rockera experimenta un cambio radical que responde al contexto en el que habitamos, ahora nos encontramos con mujeres de apariencia andrógina, y aquí la pregunta es ¿tendrá la mujer que parecerse lo suficiente a un hombre para ser rockera? Eso sólo el tiempo y sus protagonistas podrán responderlo. Cecilia Toussaint


La novela que quería escribir por Nicola Mariani

La novela que, como todos, quería escribir cuando tenía veinte años o por ahí se llamaba Sampling Francesca. Sentía que iba a ser todo un éxito y el título en inglés me parecía tremendamente moderno. Francesca era mi novia de entonces. Como todos, en mi primera novela quería hablar de mi atormentada historia de amor postadolescencial. Y, por supuesto, quería hacerlo de una forma épica y sorprendente. Vamos, lo típico. Lo del “sampling” se me había ocurrido porque en aquella época me interesaban el movimiento hip hop, la música electrónica y los DJ. Básicamente, la idea era escribir un libro en forma de cd musical: diez o doce cuentos, inspirados en técnicas como el sampling, el scratching, el loop y el audio mixing, que se podían leer o bien por separado, saltando de uno a otro en orden casual, o bien en orden secuencial. Pero siempre dentro de un marco narrativo homogéneo, si bien circular; de tal manera que todo resultase fundamentalmente orgánico, aunque fuese compuesto por modulos desmontables. Digamos, una especie de mosáico cambiante. En aquel entonces la cosa me parecía de una coherencia impecable y perfectamente comprensible. Hoy en día ya no lo sé.

Richard Avedon, “William Burroughs, Writer, New York City”, July 9, 1975. Gelatin silver print, 41-3/4 x 33". The Metropolitan Museum of Art, New York. Gift of the artist, 2002 (Accession Number: 2002.379.25).


En otras palabras, quería trabajar el texto como si fuera compuesto por fragmentos y hacer con ellos un cut’n’mix literario. Quería escribir un libro utilizando fragmentos de párrafos, o incluso párrafos enteros, repetidos y colocados en diferentes partes del libro. Siguiendo la lógica del corta y pega, un mismo fragmento de texto se podría encontrar insertado en distintos contextos de la narración y, a través de un proceso de nomádismo semántico, evocar puntos de vista diferentes sobre una misma, idéntica unidad narrativa. En fin... todo muy postmoderno. A comienzos de los años noventa la música rap se estaba expandiendo a nivel planetario y era bastante normal que también muchos jóvenes italianos estuviesemos enganchados a la canción Reckless, de Afrika Bambaataa featuring UB40 (1988), o a grupos legendarios como Beastie Boys, Run DMC o Public Enemy, los cuales me habían abierto horizontes musicales, estéticos y emocionales que puedo comparar con lo que había sido, unos años antes, mi amor a primera escucha por el punk, y especialmente por grupos como Ramones, Sex Pistols, The Clash, Iggy Pop and The Stooges, Stiff Little Fingers o Dead Kennedys. Licenced to Ill (1986) de Beastie Boys era uno de mis álbums favoridos. Y la verdad es que sigue siendolo hoy en día. He de reconocer que no me volvían loco los U2. Me gustaban más The Pogues. Me parecían más plebeyos y genuinamente rebeldes; más divertidos y simpáticos. En una palabra, más punk. Si la pregunta es «¿estabas leyendo en aquel entonces las obras de William S. Burroughs y te inspiraste en su teoría de la composición literaria del cut-up?», la respuesta no puede ser otra que «sí». Claro que sí. Caramba. En aquella época leía sobre todo escritores anglosajones, y la mayoría eran nortemaericanos: Hemingway, Fante, Bukowski, Burroughs, Carver, Cheever etc. Vamos, lo típico. Si tengo que ser sincero, flipaba también con la Eneida y con otras cosas, como El nombre de la Rosa de Umberto Eco. Pero esto no lo podía comentar tan alegremente con los demás, puesto que no se trataba exactamente de lo más transgresivo que se pudiese leer


entonces. Y es que cuando eres muy joven tienes un pudor conformista asesino que no te deja manifestar abiertamente todo lo que piensas o haces de verdad. Tienes un miedo feroz a que tus amigos te consideren empollón, demodè o, peor aún, antiguo. En aquella época me emocionaban también los manifiestos dadaistas de Tristan Tzara, las poesías de Majakovskij y las futuristas experimentaciones onomatopéyicas de F.T. Marinetti. Sus tam-tuuumb y todo eso. Pero tampoco de estas cosas hablaba mucho por ahí. No me parecía muy apropiado presumir de ello. De Sampling Francesca creo que escribí, más o menos, una treintena de páginas. Aproximadamente una quinta parte de lo que tenía pensado. La idea era escribir un libro en forma de cd musical: diez o doce cuentos, inspirados en técnicas como el sampling, el scratching, el loop y el audio mixing, que se podían leer o bien por separado, saltando de uno a otro en orden casual, o bien escuchandolos (leendolos) en orden secuencial. Pero siempre dentro de un marco narrativo homogéneo, si bien circular; de tal manera que todo resultase fundamentalmente orgánico, aunque fuese compuesto por modulos desmontables. Digamos, una especie de mosáico cambiante. Al final no sé muy bien que pasó. Como todos, dejé de escribir. Supongo que me dediqué a cosas más interesantes. Vamos, lo típico. Y la novela que quería escribir se quedó ahí. Pero ésta ya es otra historia.

Beastie Boys, Licenced To Ill, LP Front Cover, November 1986. Hip hop, rap rock. Length: 44’:33”. Label Def Jam/Columbia.



La música te encuentra. por Juan Carlos Najar

O ¿te elige? o ¿te toca? No, definitivamente te encuentra, y en mi caso, llega justo en los instantes en que la necesito. Ya sea en forma de un sencillo, un grupo o un álbum. Siempre esta ahí, siempre ha estado ahí. Formando el soundtrack de cada una de nuestras vidas, enchinándonos la piel, sacándonos gritos, sonrisas, furia y en los casos más profundos, hasta lágrimas. Mi primer amor fue un disco que tenía como portada a un tipo vestido de blanco acostado sobre un piso negro. Tenía el pelo negro, rizado y cuando abrías el LP estaba este mismo cuate abrazando un cachorro de tigre, o de león, o de jaguar, o algo así. El álbum se llamaba Thriller. La canción: “Pide” (años después, con la práctica del ingles, me enteraba que lo que realmente decía la canción era: Beat It). En fin que veía a este tipo bailar, dar vueltas y algo tenia que no podía dejar de verlo y de imaginarme bailando así… no sé cuantas veces me regaño mi madre por que dejaba las puntas de los zapatos chatas y raspadas por tratar de hacer el Moonwalker. Muchos años después justo en la entrada de bienvenida de “Pubertilandia” mi padre me regalaba una película -Es la de la canción que te gustaba de chiquito, ¿te acuerdas? La de los niños- Según yo esa sonaba en Universal Stereo, me gustaba por que la coreaban niños y porque papa decía que era contra los maestros, y si algo deben saber de mi, queridos lectores, es que yo y la escuela nunca nos hemos llevado muy bien que digamos. Obvio era que yo no podía ver esa película de muy niño, así que llegó a mis manos cuando tenía 15 años… y me voló el cerebro. No creo haber pedido el cassette doble como regalo por mi cumpleaños, por una fecha especial o por navidad, no, lo exigía por haber metido en mundito algo así de revolucionario, de atractivo, aterrador, depresivo, nuevo, interesante y místico. Era el pago por mostrarme el rumbo de mi pubertad y del mundo que quería habitar desde entonces. Cedía mi cuerpo, cada lágrima


que derramé con la historia de ese niño que no se hallaba en ningún lado y se sentía vacio, donaba mis oídos, mi lengua y mi garganta a cada nota y a cada frase. Done mi tiempo y mi paciencia para usar el diccionario Larousse Español – Ingles, Ingles – Español para transcribir la canción completa del Cassette 2, pista 6 solo para terminar llorando en mi cuarto y decirme “Sabia que no podía ser el único que se sintiera así”. Con unos padres divorciados, con una mamá que trabajaba todo el día, una casa sola y los amigos de la escuela a muchos kilómetros de distancia (Siempre fui a escuelas lejanas). La música se volvió mi amiga, mi confidente. Ella sí me escuchaba, ella descifraba mis sentimientos y los convertía en melodías. Los Rolling Stones, Led Zeppelin, Los Beatles, Nirvana, Deftones, Zurdok, Radiohead, Julieta Venegas, Korn, Metallica, todos ellos eran simples Receptores y ejecutores. Yo era el transmisor. Un día alguien me pregunto que cual era mi grupo favorito a lo que inmediatamente respondí –Green Day!- pero no pude responder la siguiente pregunta, la madre de todas las preguntas y la más importante: ¿Por qué? No pude contestar porque nunca me había hecho esa pregunta. ¿Por qué me gustaba? ¿Qué me gustaba de Green Day? ¿Sus letras? Ppppffff!!! La profundidad e intelectualidad no es muy de ellos… ¿qué era? Días después lo descubrí. Había puesto el disco Nimrod y estaba cantando canción, tras canción, tras canción y así de repente me llego la respuesta, entonces le marque de inmediato al autor intelectual de la pregunta maldita y le dije la respuesta con una sonrisa en la boca: “Me hace feliz. Green Day me hace feliz”. “No time to search the world around ´cause you know where I’ll be found, when I come around.” When I come around Green Day. st.JC!


Sociedad líquida, sociedad post-moderna, sociedad del espectáculo… cuanta terminología para intentar definir las dinámicas sociales, las nuevas asociaciones y las interacciones sociales. De forma contraria a esta dinámica contemporánea existe un ámbito que a pesar de su estrecha vinculación con un imaginario colectivo de creación y cambio constante (todo ello ampliado por el aura romántica que lo envuelve) está estancado: el sector musical. Titular: ¡el mundo está en crisis! Curiosamente el sector musical se adelantó en ese aspecto y ya lleva muchos años alzando la bandera de que todo se está acabando; la gente no compra discos, todo es piratería, los músicos pasan hambre… en definitiva que llega el apocalipsis, pero simplemente esto son consecuencias de que se están cayendo las antiguas estructuras (por su propio peso). Estas estructuras se habían creado y definido para mantener una serie de intereses constantes a una serie de beneficiarios concretos. Todo ideado para que los inversores de este engranaje retroalimentado nunca pierdan, aunque los inversores poco tengan que ver en el proceso creativo llegando incluso a obstaculizarlo. Se vuelve a cumplir la profecía social de que cuando mejor esté definido un sistema (en este caso delimitándolo al sector musical) pasa a estar más cerca de su muerte.

El show total:

La interdisciplinariedad en la música. por Marc Benito


El mundo de la música está cambiando. Hay una tendencia cada vez más firme para aprender de más disciplinas pero no cogiendo lo mejor de cada una sino generando un nuevo ente, capaz de seducir nuevamente por la plasmación de un discurso interdisciplinar. Una seducción basada en la imposibilidad de definir una ecuación que conlleve el perfecto funcionamiento de este arte milenario y que por mucho que les pese a los antiguos magnates de la industria seguirá regenerándose con derechos de autor o sin derechos de autor. Ni los flujos mercantiles ni las tendencias o modas han impedido la continua renovación fuera de patrones mercadotécnicos. El momento actual es de inflexión porque salir de un sistema de financiación siempre es dificultoso por la aparición de la siempre desagradable: incertidumbre. La incertidumbre aparece con preguntas como: ¿de qué comerán ahora los músicos?, ¿cómo se pagarán los discos y las grabaciones? y las discográficas ¿dejarán de existir? ¿y los managers?… Estas cuestiones nos llevan a una primera conclusión sencilla; hay que reinventarse porque las necesidades siguen existiendo y sobre todo (y más importante) sigue habiendo demanda, porque la música sigue siendo la banda sonora de las vidas de las personas, generación tras generación. La música no deja de ser una construcción social que ejerce una funcionalidad social, en un contexto determinado y un tiempo determinado. El acercamiento al análisis de sus dinámicas nos contextualiza mejor funcionamientos y tendencias más globales. Estar en un supuesto momento globalizado implica un arte más global pero las influencias locales están muy presentes y si esto le sumamos formas de difusión que se mueven a velocidades cibernéticas nos presentan sonoridades locales (también se puede utilizar terminología folclore) sonando y influenciando globalmente. Las etiquetas se tienen que desordenar y romper por volver a ordenar, si se considerase necesario.


Las ventas de discos ya no generan tantos ingresos y esto ha producido una potenciación de la música en directo y del mercado que la envuelve. Los músicos tienen que gustar en directo, necesitan trasmitir para conseguir un mejor rendimiento de la presentación encima de un escenario con un público delante. No es casual que sea justamente en este aspecto dónde se apueste más por la interdisciplinariedad artística. Estudiada puesta en escena, músicos tocando varios instrumentos, atrezo, cambios de vestuario… todo es poco para intentar llegar al show total. Lo sentimos, el show total o el show perfecto no se podrá definir nunca porque los contextos son cambiantes. Volvemos a la idea anteriormente mencionada de que la música (o cualquier otra expresión artística) es un arte que nos tiene que seducir desde su interdisciplinariedad, no hay que esperar ver danza en la música, ni teatro en un concierto, pero entendiendo los elementos de otras disciplinas y poniéndolos al servicio de una nueva entidad holística que revalorice el show. Esa seducción será el engrase para las piezas heredades que ya se utilizan pero también forjará piezas nuevas que antes no existían. ¿Donde quiero llegar con estas reflexiones? Como me gusta que me hagas esta pregunta, solo poder decir esta frase. El que escribe esto ¿se considera músico?: yo respondería que no. ¿Es artista?: no. ¿Se considera bailarín?: no. ¿Tertuliano tal vez?: ojalá… Mejor no me defino.


Marc Benito aka “Respectmark” Más información en: www.respectmark.com www.myspace.com/respectmark http://www.facebook.com/pages/Re spectMark-the-Incoherent-Band-inT OUR%C3%A8ncies/56019281508


We are the Mods por Tonatiuh Tenopala

Siendo el menor de 5 hermanos, recibí influencias musicales muy diversas, pero una de las que más (si no es la que más) me enganchó fue The Who, después de que mi hermano mayor llegara a casa (esto fue a mediados de los años 80´s) con un disco que le prestaron, el LP doble importado de Quadrophenia (con todo y su libro en blanco y negro). Recuerdo que hasta una loción, la príncipe Geoge Machiavelli, utilizó la música de este álbum en uno de sus anuncios de TV. Fue unos años después que pude ver la pèlícula, claro en un VHS pirata. Quadrophenia es la historia de Jimmy, un joven mod, proveniente de la clase obrera inglesa a mediados de los 60´s teniendo como marco la rivalidad que existe entre los Mods y los rockers. La forma de vestir elegante y la mayoría de las veces cubiertos con sus parkas (abrigos) verdes y montados sobre sus scooters (vespas o lambrettas), son los rasgos distintivos de los Mods. Y es The Who el gran ícono musical de este moviemiento.

Quadrophenia, adaptación teatral del director Tom Critchley (2009)


Han pasado algunas décadas y el moviemiento Mod, dormido por algún tiempo, ha tomado nuevos bríos, ya sea en la oleada del nuevo Britpop, o como en el material que hacen los hermanos Gallagher, en su momento como oasis y ahora por separado, y por supuesto, Roger Daltrey y Pete Townshend, ya sea en proyectos individuales o como The Who. Hace un par de años, The Who se presentó en el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl, y ha sido (al menos para mi) el mejor show de medio tiempo que he visto, y más aún comparándolo con el que dió Black Eyed Peas el año pasado. Quadrophenia (1973) de The Who, ha sido catalogado por la revista Rolling Stone como uno de los 100 mejores álbumes británicos de todos los tiempos. Si te interesa saber más de Quadrophenia, los Mods y de The Who, te recomiendo el siguiente link: www.quadropheniaofficial.com

Mods en Bristol fotofrafia Digital Tonatiuh Tenopala (2008)



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